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Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (SNRI, por sus siglas en inglés) son
una clase de medicamentos que son eficaces para tratar la depresión. Los inhibidores de la
recaptación de serotonina también se utilizan algunas veces para tratar otras afecciones, como los
trastornos de ansiedad y el dolor prolongado (crónico), especialmente el dolor nervioso. Los
inhibidores de la recaptación de serotonina pueden ser útiles si tienes dolor crónico además de
depresión.
Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN, por sus siglas en inglés)
alivian la depresión cuando afectan a los mensajeros químicos (neurotransmisores) utilizados para
comunicarse entre las células cerebrales. Como la mayoría de los antidepresivos, los inhibidores
de la recaptación de serotonina y norepinefrina funcionan al efectuar cambios en la química
cerebral y en la comunicación de los circuitos de las células nerviosas cerebrales que se sabe que
regulan el estado de ánimo, para ayudar a aliviar la depresión.
Desvenlafaxina (Pristiq)
Duloxetina (Cymbalta): también aprobada para tratar la ansiedad y ciertos tipos de dolor crónico
Levomilnacipran (Fetzima)
Venlafaxina (Effexor XR): también aprobada para tratar ciertos trastornos de ansiedad y trastorno
de pánico
Efectos secundarios y precauciones
Entre los posibles efectos secundarios más comunes de los inhibidores selectivos de la recaptación
de serotonina, se incluyen los siguientes:
Náuseas
Sequedad de boca
Mareos
Dolor de cabeza
Sudoración excesiva
Entre los demás efectos secundarios posibles, pueden mencionarse los siguientes:
Cansancio
Estreñimiento
Insomnio
Cambios en la función sexual, como menor deseo sexual, dificultad para llegar al orgasmo o
incapacidad para mantener una erección (disfunción eréctil)
Típicamente, los beneficios de los antidepresivos superan los posibles efectos secundarios. Decidir
cuál es el antidepresivo más adecuado para ti depende de varios factores, como los síntomas y
cualquier otra afección que puedas tener.
Pregúntale al médico y al farmacéutico acerca de los efectos secundarios posibles más comunes
del inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina que tú tomas y lee la guía de medicamentos
para el paciente que viene con la receta médica.
Aspectos de seguridad
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés) son
seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, en algunas circunstancias pueden causar
problemas. Por ejemplo:
Otros temas que debe analizar con tu médico antes de tomar un inhibidor selectivo de la
recaptación de serotonina incluyen lo siguiente:
Interacciones con otros medicamentos. Habla con el médico sobre cualquier otro medicamento
recetado o de venta libre, hierbas u otros suplementos que estés tomando. Algunos
antidepresivos pueden causar reacciones peligrosas cuando se combinan con determinados
medicamentos o productos herbales. Por ejemplo, los inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina pueden aumentar el riesgo de sangrado, en especial cuando estás tomando otros
medicamentos que también aumentan el riesgo de sangrado, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB,
otros), aspirina, warfarina (Coumadin, Jantoven) y otros anticoagulantes.
Los signos y síntomas del síndrome de la serotonina incluyen ansiedad, agitación, fiebre alta,
sudoración, confusión, temblores, desasosiego, falta de coordinación, cambios importantes en la
presión arterial y frecuencia cardíaca rápida.
Antidepresivos y embarazo. Habla con el médico sobre los riesgos y beneficios de los
antidepresivos específicos. Algunos antidepresivos pueden dañar a tu bebé si los tomas durante el
embarazo o la lactancia. Si estás tomando un antidepresivo y estás considerando la posibilidad de
quedar embarazada, habla con tu médico sobre los posibles riesgos. No dejes de tomar el
medicamento sin antes consultarlo con el médico, ya que hacerlo podría ser un riesgo para ti.
La mayoría de los antidepresivos son generalmente seguros, pero la FDA exige que todos los
antidepresivos incluyan advertencias de caja negra, las advertencias más estrictas para las recetas.
En algunos casos, los niños, adolescentes y adultos jóvenes menores de 25 años pueden tener un
aumento en los pensamientos o las conductas suicidas cuando toman antidepresivos,
especialmente en las primeras semanas después de comenzar o cuando se cambia la dosis.
Cualquier persona que tome un antidepresivo debe ser vigilada de cerca por si empeora la
depresión o la conducta inusual. Si tú o alguien que conoces tiene pensamientos suicidas cuando
tome un antidepresivo, comunícate inmediatamente con el médico o busca ayuda de emergencia.
Ten en cuenta que los antidepresivos son más propensos a reducir el riesgo de suicidio a largo
plazo a medida que mejora el estado de ánimo.
Mareos
Dolor de cabeza
Irritabilidad o agitación
Náuseas
Diarrea
Las personas pueden reaccionar de manera diferente al mismo antidepresivo. Por ejemplo, un
medicamento en particular puede funcionar mejor (o no tan bien) para ti que para otra persona. O
puedes tener más o menos efectos secundarios por tomar un antidepresivo específico que alguien
más.
Las características heredadas influyen en cómo te afectan los antidepresivos. En algunos casos, los
resultados de los análisis de sangre especiales (si se hicieron) pueden dar pistas sobre cómo puede
responder el cuerpo a un antidepresivo en particular. Sin embargo, otras variables además de la
genética pueden afectar tu respuesta a los medicamentos.
Cuando elige un antidepresivo, el médico toma en cuenta tus síntomas, cualquier problema de
salud, otros medicamentos que tome y lo que ha funcionado para ti en el pasado.
Generalmente, pueden pasar varias semanas o más antes de que un antidepresivo sea
completamente eficaz y para que los efectos secundarios iniciales se alivien. El médico puede
recomendar ajustes en la dosis u otros antidepresivos, pero, con paciencia, puedes encontrar con
el médico un medicamento que funcione bien para ti.