Partiendo de la concepción de que la educación debe representar un índice de calidad,
considero relevante el factor equidad. Si bien este factor implica tratar igual a los iguales y diferente a los desiguales en la proporción de esa desigualdad (Aristóteles, 1973), Dworkin (1981) propone definir a la equidad como igualdad en los recursos materiales.
Evidentemente en el sector de la educación la distribución de recursos debe realizarse
para todos por igual sin importar sus condiciones culturales, religiosas, o incluso capacidades de aprendizaje, de tal manera que como docente la igualdad al transmitir saberes adquiridos contribuye al buen uso de la equidad como factor fundamental para generar calidad educativa. Además, una contribución puede estar orientada a la equidad en el buen trato a toda la comunidad educativa, no solo al personal educando si no a todo el personal en general (docentes, directivos, demás funcionarios). Sin duda alguna el buen trato para todos por igual además de garantizar equidad, garantizaría calidad educativa.