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Constituents and Categories of Methods - En.es
Constituents and Categories of Methods - En.es
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Capítulo 4
Componentes y categorías de
métodos
4. INTRODUCCION
En la primera parte, hablé de las características fundamentales del lenguaje, el aprendizaje del
lenguaje y la enseñanza del lenguaje que, creo, deben tenerse en cuenta al concebir, construir
o criticar cualquier pedagogía L2 coherente y completa. En esta segunda parte, analizo
críticamente algunos métodos de enseñanza de idiomas establecidos para ver hasta qué punto
abordan esas características fundamentales. Pero primero, es necesario explicar ciertos
términos y conceptos clave que constituyen las operaciones de enseñanza de idiomas. También
necesito proporcionar la justificación detrás de la categorización de los métodos de enseñanza
de idiomas que se presentan en este libro.
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84 CAPÍTULO 4
consciente del hecho de que usamos el mismo término, método, para referirse a dos
elementos diferentes de la enseñanza de lenguas: el método propuesto por los
teóricos y el método practicado por los profesores. Lo que los profesores hacen
realmente en el aula es diferente de lo que defienden los teóricos. De hecho, la
investigación orientada al aula realizada por Kumaravadivelu (1993a), Nunan (1987),
Thornbury (1996) y otros muestra claramente que incluso los profesores que afirman
seguir un método en particular no se adhieren realmente a los principios básicos
asociados con él.
Una forma de despejar la confusión creada por el uso indiscriminado del
término método, es hacer una distinción entre método y metodología. Para el
propósito de este libro, utilizo sistemáticamente método para referirme a
métodos establecidos conceptualizados y construidos por expertos en el campo
(ver texto por venir). Yo uso el término metodología, para referirse a lo que los
profesores en ejercicio hacen realmente en el aula para lograr sus objetivos de
enseñanza declarados o no. Esta distinción no es nada nuevo; está implícito en
parte de la literatura sobre la enseñanza de idiomas. Tal distinción es, de hecho,
la base por la cual Mackey (1965) diferencia lo que llamóanálisis de método de
análisis de la enseñanza. Afirmó con razón:
Para rectificar algunas de las limitaciones del marco de Antonio, Richards y Rodgers (1982)
intentaron revisarlo y perfeccionarlo. Propusieron un sistema que es más amplio en su
alcance y más amplio en sus implicaciones. Al igual que Antonio, también hicieron una
distinción de tres partes: enfoque, diseño y procedimiento, pero introdujeron nuevos
términos para capturar los refinamientos:
se debe inferir al menos alguna información sobre las tres áreas de análisis —enfoque,
diseño, procedimiento— porque los proponentes de cada método no siempre brindan
esquemas completos para la teoría subyacente y para todas las áreas de práctica. Por lo
tanto, la determinación de algunos aspectos puede ser una cuestión de interpretación
de declaraciones o materiales y, en consecuencia, conlleva el riesgo de una mala
interpretación. (pág.619)
Esta observación se hace eco de un argumento similar presentado mucho antes por
Pennycook (1989), quien se sintió “impresionado por un sentimiento de tensión ante los
intentos de encajar conceptos dispares en su marco. En muchos casos, sus intentos de
demostrar la unidad conceptual de los métodos no parecen justificables ”(p. 602).