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Democracia, Participación y Ciudadanía (p123-144)
Democracia, Participación y Ciudadanía (p123-144)
La revista Ciudad Paz-Ando es una revista de publicación semestral especializada en Ciencias Humanas y
Sociales (con preferencia en temas de memoria, ciudadanía, territorio, conflicto, pedagogía y paz) que circula
desde el año 2008. Como eje articulador de la discusión académica, la revista ha buscado que las reflexiones y
presentaciones de tópicos tengan los más altos estándares de calidad y pertinencia con el ánimo de contribuir
en el aporte a nuevas perspectivas sobre los temas de los que se ocupa.
Las Secciones centrales de la revista son: 1. Dossier central en la cual se presentan artículos producto de in-
vestigación del tema central de la convocatoria del número 2. Otras voces, en la cual se presenta artículos de
investigación no relacionados directamente con el tema central de número monográfico pero que se consid-
eran de interés. 3. Pensando regiones: en la cual se presentan artículos de reflexión, revisión y/o investigación
sobre las regiones en Colombia 4. Entrevista: aquí se presenta un dialogo con el experto o especialista sobre
un tema coyuntural o relacionado con el campo del que trata el tópico del monográfico de la revista. 5. Reseña,
donde se presenta un texto de interés en el área de las ciencias sociales y humanas.
UNIVERSIDAD DISTRITAL
FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
Publicación semestral
Vol. 6, núm. 1.
Primer semestre de 2013
ISSN: 2011-5253
Vicerrector Académico c o n t e n i d o
Borys Bustamante Bohorquez
EDITORIAL
ESTUDIOS PARA LA PAZ: representaciones, imaginarios y estrategias
en el conflicto armado 3
dossier
Director Teoría y praxis en materia de paz. Aportes del CINEP a la configuración
Ricardo García Duarte de un nuevo campo de estudios en Colombia
Fernando Sarmiento Santander 7
Comité Científico
Los conflictos y las intervenciones armadas en contexto: Un análisis
Hugo Zemelman retrospectivo del cambio de siglo
(Chile) Hugo F. Guerrero Sierra, Tatiana A. Rodríguez Velásquez 27
Roland Anrup
Opinión pública y proceso de paz: Actitudes e imaginarios de los
(Suecia)
bogotanos frente al proceso de paz de La Habana entre el gobierno
Sandra Carli colombiano y la guerrilla de las FARC
(Argentina) Juan David Cárdenas Ruiz 41
Sara Victoria Alvarado
Experimentando con la sensibilidad al conflicto en un laboratorio
(Colombia)
de construcción de paz
Jaime Eduardo Jaramillo Adriana Victoria Mera Sotelo 59
(Colombia)
Un testimonio de sufrimiento y esperanza: los conceptos de transición
en la vida cotidiana de los miembros de AFAVIT 79
Consejo Editorial María Alejandra Mariño Macías
Ricardo García Duarte
Leopoldo Prieto Otras voces
Adrián Serna Dimas La paz y las Zonas de Reserva Campesina
Juan Carlos Amador Roland Anrup 103
Mauricio Hernández Pérez Democracia, participación y ciudadanía: Hacia el ejercicio de las políticas
públicas en el Estado Social de Derecho
Andrés García Parrado 123
Editor
Mauricio Hernández Pérez Notas al margen
Componentes intersubjetivos de la acción y la cultura política:
Diseño Gráfico Análisis de su incidencia en el conflicto armado colombiano
Rocío Paola Neme Neiva Wilson Díaz Gamba, Andrés Castiblanco Roldán 147
E
l título que acompaña la presente edición ducción ha llegado a su culmen en el intento por
de la revista ciudad paz-ando que ya alcan- procurar dar cuenta de todos aquellos elementos
za su número 11 no es, en lo absoluto, un característicos de nuestra guerra interna.
título ingenuo. Detrás del mismo se procura evi- Justificaciones sobre por qué abunda una
denciar una realidad que en el campo de la inves- forma de literatura sobre la otra las hay en abun-
tigación social y en la academia ocurre en nuestro dancia; sin embargo dos suelen ser las más recu-
país; pero por otra parte llama la atención sobre la rrentes. Aquellas que hacen parte del campo del
coyuntura y el momento histórico por el que atra- saber mismo y en las que se sostiene que “para
viesa Colombia para el año 2013 y que indiscuti- conocer la paz se hace necesario conocer la
blemente evoca la atención de la opinión pública guerra” (argumento polemológico) mientras que,
y de la comunidad internacional: la apertura de un desde la otra orilla, “para conocer la paz, se hace
proceso de negociación entre el Estado y la gue- necesario estudiar la paz” (argumento irenológico
rrilla de las FARC. y en lo absoluto, lleno de claridades). En segunda
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 3-4
El ámbito de investigación que se conoce instancia, siendo el campo de estudios de paz un
como irenología (el estudio de la paz) es, por campo relativamente nuevo, es evidente que el
decirlo menos, un campo de estudio tan “nuevo” volumen de producción, en comparación con los
como novedoso en Colombia frente a la polemo- estudios sobre conflicto y violencia será minorita-
logía (el estudio de la guerra o el conflicto armado rio. Así las cosas, seguimos estudiando las gue-
y que en la academia colombiana se identifica rras y las violencias; pero la paz, como objeto de
como “violentología”). Si bien tanto para un cam- estudio aparece como algo desconocido y poco
po como para el otro, sería desacertado sostener considerado dentro de la academia.
que no existen estudios al respecto dentro de la Frente al anterior diagnóstico, la presente edi-
vasta literatura y producción hasta ahora desa- ción de la revista ciudad paz-ando pretende abrir
rrollada, no es desconocido que nuestra pro- un escenario a los estudios de paz y conflictos, e
ducción intelectual se caracteriza por mostrar en igualmente, procurar un espacio crítico de cara al
abundancia los estudios polemológicos mientras proceso de paz que, en la actualidad, se encuen-
que los estudios de corte irenológico son, com- tra en curso entre las FARC y el gobierno nacional
parativamente, minoritarios. en La Habana - Cuba. Este es precisamente el
Lo anterior ha llevado a sostener, por parte de interés del dossier el cual se encuentra dedicado
algunos analistas, que nuestro conflicto armado al análisis de los elementos constitutivos de la paz
se encuentra sobrediagnosticado, y que la pro- y los conflictos desde una perspectiva multidisci- 3
EDITORIAL
procura un equilibrio entre las visiones polemoló- desarrollo y guerra civil en Colombia; del Doctor
gicas e irenológicas que se construyen sobre el Mauricio Uribe López, documento éste de obli-
análisis de los conflictos y, en particular, de nues- gada consulta para la comprensión de nuestro
tro conflicto armado interno. conflicto armado interno y en el que se hace un
En la sección otras voces, Roland Anrup de- examen sobre el mismo tomando en considera-
sarrolla una reflexión sobre lo que implica cons- ción variables históricas, teóricas, político-institu-
truir paz a partir de las denominadas Zonas de cionales y socioeconómicas.
Reserva Campesina. Mientras tanto, Andrés Gar- Con este número monográfico, el Ipazud pre-
cía Parrado desarrolla una reflexión alrededor senta a la comunidad académica especializada,
de los conceptos de democracia, participación, y al público en general, un aporte significativo en
ciudadanía y construcción de políticas públicas los estudios para la paz; sin dejar de lado las con-
orientadas hacia un desarrollo integral de la so- sideraciones sobre los conflictos armados, espe-
ciedad como elementos constitutivos en la deno- rando con esto abrir nuevos escenarios futuros
minada construcción de paz. de discusión, análisis y reflexión en la materia.
4
Dossier
Dossier
Teoría y praxis
en materia de paz.
Aportes del CINEP a la configuración de un nuevo campo de estudios
en Colombia1
Fernando Sarmiento Santander
Centro de Investigación y Educación Popular –CINEP
Filósofo y Magíster en Estudios Políticos. Investigador en el área de las ciencias sociales y políticas. Especialista en estudios de paz, participación
política y resolución de conflictos. Actualmente es Coordinador del Equipo Iniciativas de Paz del CINEP y tiene bajo su cargo el Sistema Datapaz
que sistematiza la movilización social por la paz y procesos de diálogo y negociación.
Correo Electrónico fsarmiento@cinep.org.co
Teoría y praxis en materia de paz. Aportes del CINEP Theory and praxis about peace. A contribution of
a la configuración de un nuevo campo de estudios en CINEP to develop a new field of study in Colom-
Colombia bia.
Resumen: En Colombia se ha desarrollado durante Abstract: Over the last decade, Colombia has
la última década el campo de estudios de paz, que developed the field of peace studies. This
se enmarca en la larga y compleja historia de vio- field has been shaped by the long and com-
lencia. En este marco, la paz ha representado un plex history of violence in the country. The
escenario de conflicto, en cuanto las visiones de discussions about peace, in this context, be-
paz y las estrategias de cambio son en ocasiones came a conflictive scenario, as the visions of
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
contrapuestas. Así, los estudios de paz contienen peace and change strategies are sometimes
un doble carácter: en el escenario de la academia opposed. Thus, peace studies contain a dual
se enfrentan a las conflictividades que representan nature: on the one hand, within academic
las distintas concepciones de paz y en el escena- discussion, different conceptions of peace
rio de la política no le resulta tan fácil tomar dis- are confronted. On the other hand, within the
tancia y responder a los conflictos de los que se political realm, stepping back and respon-
ocupa. El texto presenta este proceso de reflexión ding to the existing conflicts is not an easy
en el trabajo histórico por la paz en el Centro de task. This paper presents the changes within
Investigación y Educación Popular (CINEP). historical reflections of CINEP about peace.
Palabras clave: Movimiento por la paz, Procesos de Keywords: Peace Movement, Negotiation
diálogo y negociación, Estudios de paz, conflicto y Process, Peace Studies, conflict and political
violencia política. violence.
1
Artículo recibido: 17/04/2013
Artículo aprobado: 23/04/2013
1 Este texto es producto del trabajo que el autor ha realizado sobre el debate del CINEP en torno al tema de la paz. Una primera ver-
sión del trabajo se puede encontrar en Controversia, 185, pp. 133-151; una versión ampliada y actualizada del mismo se puede consultar
en la obra publicada con motivo a los 40 años del centro de pensamiento en González (2013). Agradezco a Camilo Hernández, joven
historiador y miembro del Equipo Iniciativas de Paz, por el apoyo en la compilación bibliográfica que subyace a este documento. 7
Dossier
Introducción
H
ace diez años en Colombia la biblio- realizada por Álvaro Villarraga (2010); los es-
grafía propia en materia de paz era tudios de caso de transiciones de grupos in-
bastante escasa. En el anverso, el surgentes a la democracia promovidos por
país había sido prolífero en los análisis de la Fundación Berghof de Alemania cuya tra-
la violencia y la guerra; los diagnósticos y ducción al español fue editada por Mauricio
los trabajos estadísticos al respecto eran de García Durán (2009) y en la que también par-
dominio común entre los académicos de las ticiparon Vera Grave y Otty Patiño; la publi-
ciencias sociales. En la actualidad nos en- cación del Grupo de Investigación en Segu-
contramos con que la producción en mate- ridad y Defensa de la Universidad Nacional,
ria de paz se incrementó significativamente, bajo la dirección de Alejo Vargas (2010). El
habida cuenta de los estudios adelantados trabajo del Equipo de Iniciativas de Paz del
por parte de centros académicos y de inves- Cinep, editada por el autor de este artículo;
tigación; estudios que han sido abordados las sistematizaciones de experiencias locales
desde distintos enfoques y perspectivas de realizadas por Esperanza Hernández (2012)
cambio de la violencia a través de los cuales y la compilación realizada por Angélica Rett-
se han escudriñado alternativas en las expe- berg (2012) de la Universidad de los Andes.
riencias sociales existentes, se han hecho Varios factores estarían jugando en torno al
estudios comparados de procesos de paz incremento de los estudios de paz en Colom-
en otros países y se ha dialogado con cientí- bia, incentivando en algunos académicos na-
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ficos de la paz en Europa y Estados Unidos. cionales de las ciencias sociales la pregunta
En el conjunto de publicaciones2 se cuen- por la paz. El primero de ellos es la persisten-
ta con trabajos como la compilación de ini- cia de la situación de violencia en el país. Los
ciativas de paz realizada por Luis Sandoval estudios de paz en Colombia se enmarcan en
(2004), los estudios pioneros de Mauricio una historia nacional caracterizada por proce-
García Durán (2006), se suma a los esfuer- sos sociales y políticos que han sido media-
zos e interés de la Universidad del Rosario en dos por la violencia y, más particularmente,
el tema de la paz y la noviolencia, en donde por una guerra de larga duración.
títulos como los promovidos por el profesor Un segundo factor, es la relación que se
Freddy Cante (2006 y 2007), la amplia com- establece entre academia y política. Hemos
pilación en cinco volúmenes de documentos tenido que hacer ciencia en medio del conflic-
históricos y análisis de los procesos de paz to, por lo que el trabajo académico se pone en
relación, inevitablemente, con la política. Los
2 Sería necesario agregar muchos más títulos que actualmen- estudios de paz se mueven en dos esferas
te hacen parte de la producción bibliográfica sobre el tema de
8 paz en el país. Aquí apenas una muestra de ellos. relacionadas entre sí: la esfera académica,
Dossier
en el campo de las ciencias sociales, y la es- necesario separar con claridad las dos es-
fera política-social, del tenor de los hechos feras a fin de abordar desapasionadamente
históricos. En la primera esfera, las preguntas y con profundidad las cuestiones de la paz;
podrían ir en el sentido de establecer ¿cuáles pero en otros casos ha sido necesario estre-
son los aportes de los estudios de paz a las char sus nexos, a fin de que los estudios de
ciencias sociales en el país? ¿Desde qué mar- paz contribuyan a la tramitación de los con-
cos teóricos y metodológicos se está traba- flictos, ofreciendo, además, alternativas y he-
jando? ¿Qué resultados se han arrojado? En rramientas prácticas para la superación de la
la segunda esfera, ¿cómo se ha abordado la violencia y la guerra.
tensión conflicto-paz en sus determinaciones Un tercer factor que incide en los estudios
causales, territoriales y temporales? ¿Qué al- de paz es la crisis de las ciencias sociales.
ternativas de corto, mediano y largo plazo se Las ciencias sociales han surgido y se han
plantean o se evidencian? ubicado normalmente en las preguntas que
De este modo, la historia de violencia del establecen los conflictos sociales; es nece-
país otorga una connotación especial al nue- sario reconocer que a la vez las ciencias so-
vo campo de estudio; construir una episteme ciales encuentran en tales preguntas sus pro-
de la paz en un escenario doblemente con- pias limitaciones. Si bien esta condición da
flictivo. Tanto en la esfera académica como sentido al trabajo por la paz, es allí mismo en
en la esfera socio-política, las concepcio- donde se detectan los límites de las ciencias
nes o visiones de la paz representan en sí sociales en el país, que no han podido resol-
mismas posiciones teóricas e ideológicas ver los problemas de fondo de los conflictos.
diversas y en muchas ocasiones opuestas. La ruptura que las ciencias sociales han ex-
Las distintas visiones o concepciones de la perimentado entre teoría y praxis, buscando
paz se traducen en prácticas políticas que en la delimitación de la ciencia propia y consi-
muchas ocasiones llegan a ser opuestas; en derando lo político -extraño al campo acadé-
la implementación de modelos económicos mico- ha llevado a los científicos a avanzar
que chocan, en el establecimiento de órde- en construcciones conceptuales y análisis
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
nes sociales confrontados y en la permanen- teóricos, dejando a la deriva el compromi-
te reconfiguración, muchas veces violenta, de so social y político de las ciencias sociales
las características culturales de las regiones. de responder a los problemas estructurales.
Es con esto que los estudios de paz, tanto También se evidencia el límite de las ciencias
en la teoría como en la práctica, se configu- sociales cuando estas se han visto enfren-
ran en medio de un campo de conflicto. En tadas a la pragmática política e institucional.
la academia la confrontación se da con las Las decisiones políticas se rigen por una ra-
ideas, y ello representaría avances en el co- cionalidad práctica, derivada más de las lógi-
nocimiento, otorgando rigor a los estudios; cas del mercado y la pugna por el poder, que
pero en la práctica, sobre el terreno social y de preceptos teóricos o axiológicos para el
político, como se puede observar en el caso funcionamiento del Estado. En estos límites,
colombiano, las visiones de la paz entran en vale anotar desde ya, se instala el principal
confrontación, profundizado los conflictos e reto de los estudios de paz.
incluso desatando violencia y guerra en sus Un cuarto factor incidente son los cam-
casos más extremos. En ocasiones ha sido bios que el país ha experimentado en las 9
Dossier
visiones y concepciones de la paz y sus es- los diálogos en La Habana, se plantea para
trategias para conseguirla. Hoy es relevante el país un nuevo escenario, el de la búsque-
para el país hacer la reflexión sobre el nuevo da de la paz.
campo de estudio que se ha venido confi- Tenemos así una tarea larga y compleja
gurando, pues coincide con un momento por delante. Por lo pronto, que es mi propósi-
importante para la paz en Colombia. Tras to en este artículo, voy a presentar el proceso
prácticamente una década en la que primó de reflexión en torno a la paz en el CINEP,
una política de confrontación armada a la que en sus 40 años de historia ha elaborado
insurgencia, el actual Presidente Juan Ma- aportes a las ciencias sociales y, particular-
nuel Santos (2010-2014) abrió un escenario mente, a este nuevo campo, el de los estu-
de diálogo con las FARC que se desarrolla dios de paz. La historia del CINEP no se pue-
en La Habana, Cuba. El debate nacional no de entender sin poner en el trasfondo la his-
se ha hecho esperar entre los antagonistas y toria del país, particularmente la que atañe a
los defensores de tal proceso; un debate con los conflictivos procesos sociales y políticos.
alto contenido político y académico. A la vez, En este sentido, a propósito de dar una mira-
las organizaciones y líderes sociales y políti- da retrospectiva, se pueden plantear algunas
cos se mueven y se reubican en el espectro preguntas en este campo: ¿Cuáles han sido
ideológico, mostrando reposicionamientos los aportes teóricos y prácticos para la cons-
que van desde los extremos radicales de iz- trucción de paz? ¿De qué manera el trabajo
quierda y derecha hasta los moderados que por la paz del CINEP se ha relacionado con
de cada lado se aproximan. En los distintos los procesos sociales y políticos en Colom-
casos, la visión de la paz se mueve a la vez bia? ¿Qué retos se establecen a futuro?
entre los que propugnan por el uso de las ar-
mas y los que prefieren el recurso a la demo- El CINEP en retrospectiva histórica
cracia; esta última se aproxima a las posicio-
nes del centro, la anterior a los extremos. Se El tema de la paz es hoy día un eje articu-
observa también que los puntos de la agen- lador del trabajo de investigación e interven-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
da de La Habana han favorecido que el país ción del CINEP. Es a mediados de los años
amplíe la perspectiva de la paz. Si durante la 90 cuando la paz empieza a aparecer con
década anterior la mayoría de los colombia- más claridad como opción institucional, no
nos creyó que la paz se lograba aniquilando antes. No es que el tema no estuviera en los
militarmente a la guerrilla, en esta ocasión el debates; estaba en relación con la coyuntu-
debate parece mostrar que se necesita más ra; pero la paz no era en ese entonces una
que el fin de la guerra para lograr una paz opción programática. La paz de la que se ha-
estable y duradera. Se requiere así, una paz blaba se concebía como un logro de la revo-
que pasa por resolver los problemas de fon- lución, de la lucha social o de la transforma-
do que subyacen a los conflictos sociales y ción de las estructuras; una concepción que
políticos del país en sus diversas regiones, se enmarcaba en las reflexiones cercanas al
como lo son; entre otros, el tema de tierras, marxismo de aquellas primeras dos décadas
la participación política, el tratamiento al de historia del Centro. Con este documento
narcotráfico y la atención a las víctimas del haremos la aproximación a una visión, o a
10 conflicto armado. Sea que tengan o no éxito unas visiones de la paz que han variado con
Dossier
la historia, buscando aproximarnos a las ac-
tuales perspectivas de la paz en CINEP. Pero
éstas no son perspectivas unificadas ni, en
muchos casos, similares. Tal diversidad es
parte del carácter mismo del Centro. Segu-
ramente sea una formulación incompleta y
debatible, pero que, en todo caso, eviden-
cia una búsqueda institucional que aún no
culmina. El concepto de paz, como lo dice
Lederach, “está formado e influenciado por
el contexto, la cultura y la política dominan-
te de la cual surge” (1983, p.24). Se trata,
por fortuna, de un concepto constantemen-
te transformado y a su vez constantemente
transformante.
Metodológicamente3, para el ejercicio
de retrospectiva dividiremos la historia del
CINEP en cuatro períodos históricos: (1) un
primer período entre los años 70 y comien-
zos de los 80, entre los que predominaban
las reflexiones sobre el contexto internacio-
nal y sus efectos en América Latina; (2) un
segundo período corresponde a la segunda
mitad de los años 80 y primeros dos años de
los años 90, marcado especialmente por el
seguimiento a los diálogos con la guerrilla, Imágen: http://www.cinep.org.co
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
cur (1982-1986), que tuvieron continuidad en
la presidencia de Virgilio Barco (1986-1990) está integrado por lo que va corrido del nue-
y culminaron en buena parte durante el go- vo milenio, coincidente, por lo demás, con la
bierno de César Gaviria (1990-1994); (3) un política de seguridad de Álvaro Uribe Vélez
tercer período se ubica en la década de los (2002-2006, 2006-2010) y con el escenario
90, a partir de 1993, y primeros dos años del de diálogo entre las FARC y el gobierno de
nuevo milenio, en donde el trabajo del CINEP Juan Manuel Santos.
se concentra en el apoyo a la emergente ex-
presión de la sociedad a favor de la paz, pe- 1) 1972-1985: visiones estructurales de orden
ríodo que culmina con el rompimiento de los global
diálogos en El Caguán; (4) el cuarto período
La comprensión y el análisis de los proble-
3 Para la elaboración de este trabajo se ubicaron las pro- mas sociales durante estos primeros años se
ducciones del CIAS (Centro de Investigación y Acción Social) y
CINEP en temas relacionados con paz y negociaciones. La pro- dieron desde una perspectiva latinoamerica-
ducción es relativamente amplia en libros, artículos de revistas y
material audiovisual. na. Esta perspectiva se enmarcó claramen- 11
Dossier
E
como una estrategia de orden global de los lementos como el pro-
jesuitas, con el objeto de hacer frente a los ceso de autodetermi-
problemas estructurales en América Latina. nación de las naciones
Posteriormente, en el caso colombiano, el
latinoamericanas y la lucha
CIAS pasó a llamarse CINEP. El investigador
contra la inequidad fueron
Mauricio Archila nos recuerda que los CIAS
en América Latina “al fin y al cabo eran el bosquejando en CINEP una
resultado del mismo impulso renovador de concepción de paz en la que se
la Compañía de Jesús que veía importante requería de transformaciones
acercarse seriamente a la realidad del sub- estructurales de orden global.
continente” (1998, p.167). Problemas como
la pobreza, la inequidad, la injusticia eran ad-
judicados a los modelos económico y políti-
co imperantes en América Latina. perspectiva, se concebía como posible a tra-
La mirada global y subcontinental subya- vés del triunfo de las luchas nacionalistas, en
cía así al trabajo en los años 70 y parecía ex- cuanto representaban procesos de resisten-
tenderse hasta principios de los años 80. Ello cia al embate de las grandes potencias. Así,
se puede constatar también en los análisis elementos como el proceso de autodetermi-
que se hicieron sobre la guerrilla colombiana, nación de las naciones latinoamericanas y la
para los cuales se asumía el marco de las lucha contra la inequidad fueron bosquejan-
revoluciones latinoamericanas y el contexto do en CINEP una concepción de paz en la
de la guerra fría4. En estos análisis, la lucha que se requería de transformaciones estruc-
insurgente en Colombia fue entendida como turales de orden global.
el eco a las dinámicas nacionalistas que en El tránsito hacia una perspectiva más in-
varios países de Sur y Centro América reac- terna del país se fue gestando en los prime-
cionaron a las tendencias de reordenamiento ros años de la década de los 80. Para ese
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
político global en torno a la lucha contra el entonces el M-19 tomaba en sus manos la
comunismo. En el caso continental, tal ten- bandera de un tema totalmente lejano a las
sión representó conflictos políticos internos, instancias oficiales y a la sociedad colom-
como lo fue en particular el caso colombiano. biana: la paz. “El M” ratifica su propuesta
Esta visión fue recogida por el Padre Francis- de paz y exige la celebración de un diálogo
co De Roux, entonces Subdirector del CINEP, nacional con el Gobierno. Para tal efecto, el
al hacer referencia a las luchas nacionalistas gobierno de Turbay se vio forzado a crear la
en el centro y sur de América. En su artículo, Comisión de Paz hacia finales de 1981. Estas
De Roux (1983) afirma que los Estados Uni- ventanas de paz eran analizadas por los in-
dos ven los países latinoamericanos como vestigadores del CINEP (Santana, 1981). En
presa del comunismo monolítico, lo que ex- el caso particular, registraron prioritariamente
plica la declaración de guerra de ese país a la manera como se entorpeció el frágil proce-
tales tendencias. El logro de la paz, desde tal so de paz que se abría; los análisis hechos
reafirmaban la perspectiva de la guerra fría,
4 De forma más reciente respecto a este punto se puede ver
12 la publicación de Palacios (2012), p.67 y siguientes. al considerar que el Gobierno torpedeaba el
Dossier
proceso de paz al considerar que los movi- años enfrentaban las organizaciones y líderes
mientos insurgentes buscaban instaurar el sociales y políticos de oposición. Un ejemplo
comunismo como sistema político en Co- lamentable de esta última es el genocidio de
lombia. Sin embargo, el análisis procuraba la Unión Patriótica (UP), perpetrado a partir de
ir más allá: se intentó poner en evidencia la esta misma época. Este giro es sintetizado por
intención del Gobierno de entonces centrar Fernán González al recoger la reflexión colom-
el problema en la lucha contra el comunis- biana en el proyecto “Democracias emergen-
mo, como una estrategia de evasión de los tes” trabajado en los países suramericanos y
problemas internos de fondo. La visión de la que estuvo auspiciado conjuntamente entre la
problemática planteada por el CINEP fue que Universidad de Naciones Unidas y Clacso. En
los problemas sociales en Colombia eran in- este estudio, González expresa la necesidad
ternos y respondían a las deficiencias de los existente de profundizar sobre el análisis del
modelos político y económico en curso. conflicto, la violencia y los procesos de nego-
El seguimiento a la movilización social ciación y prestar atención a los movimientos
complementó las reflexiones durante estos sociales como una alternativa para la búsque-
años; se prestó atención al surgimiento de da de la paz (1987).
las primeras Comisiones Defensoras de los Así, en términos específicos respecto al
Derechos Humanos, cuyo fin era reaccio- tema de la paz en CINEP, podemos carac-
nar a la represión sistemática del gobierno terizar la segunda mitad de los años 80 en
y denunciar la acción de fuerzas oscuras de dos líneas de reflexión: por un lado el apoyo
derecha que reprimían la acción social. La y análisis de los procesos de negociación y,
reflexión sobre los temas de la violencia y los por otro, los estudios sobre los factores es-
problemas de orden estructural denotaban tructurales que propiciaban la violencia en
dentro del CINEP que el asunto de la paz es- Colombia, en temas como el problema agra-
taba ligado a las grandes transformaciones rio, la relación guerrilla-violencia y narcotráfi-
sociales y políticas que se podían lograr con co-violencia, deuda externa, entre otros.
los procesos revolucionarios y la lucha de los La primera línea, se empezó a configurar
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 7-26
sectores sociales. como una constante del trabajo en el CINEP,
reflejándose durante este período en varios
2) 1986-1992: La culminación de procesos de de los artículos de sus investigadores. Una vi-
paz y la Constitución del 91. sión de los procesos de paz como mecanis-
mo de concertación política nacional que in-
Para este segundo período, se presenta con tenta superar la inflexibilidad del pensamiento
claridad un giro de la mirada subcontinental político tanto de izquierda como de derecha,
hacia los procesos internos del país. Tal giro es presentado por Alejandro Sanz de Santa-
fue motivado quizás por dos situaciones; por maría (1986); las primeras demandas de una
un lado, la preocupación por los problemas política de paz a nivel nacional y la participa-
estructurales que aquejaban a la sociedad ción de las regiones en los procesos es ex-
colombiana, relacionados con la pobreza y presada por Elsa Blair (1989a). La misma in-
la exclusión social y política; por otro lado, la quietud es expuesta por Camilo Castellanos
situación de persecución y violación de los (1989b) al reflexionar sobre las deficiencias
Derechos Humanos (DDHH) que por estos del proceso de paz y la resistencia de algu- 13
Dossier
nos sectores de las guerrillas a negociar con favor de los procesos de negociación y cons-
Barco. Blair misma (1989b) también hace re- trucción de la paz. La realización de la Sema-
ferencia al cansancio del país frente a la gue- na por la Paz se sostuvo anualmente, llegan-
rra, que se expresa en la crisis social y política do a representar un momento de confluencia
que se respiraba en el país. de la movilización por la paz nacional, en el
Este cansancio frente a la guerra y la vio- que múltiples iniciativas locales, regionales y
lencia hace que se exija al Gobierno en turno nacionales se unían bajo un mismo propósito
la apertura de los diálogos de paz a la parti- y en un mismo periodo de tiempo a promover
cipación de los sectores sociales. Tal idea se la salida negociada al conflicto, el reconoci-
empieza a definir con mucha fuerza entre los miento de las víctimas y a visibilizar la multipli-
investigadores del CINEP relacionados con cidad de acciones que en los distintos niveles
el tema. Camilo Castellanos en su artículo de territoriales se realizan a favor de la paz y en
Cien Días “Colombiano: salve usted la patria” contra de la guerra y la violencia.
recoge y afirma este conjunto de inquietudes La segunda línea, referida al estudio de los
y concepciones, haciendo énfasis en que la factores estructurales que propician la violen-
paz es posible a través de un profundo cam- cia en Colombia, recoge las reflexiones del
bio en la mentalidad de los colombianos, la equipo de conflicto y violencia en seis núme-
recuperación de la credibilidad de los acto- ros de la Revista Análisis (Documentos Oca-
res políticos, las reformas sociales de fondo sionales), entre septiembre de 1988 y febrero
y una activa participación ciudadana. Culmi- de 1992. Aquí se presentan las reflexiones del
na su artículo enunciado que “Sólo un pode- equipo en torno a la crisis del Estado, a la au-
roso movimiento ciudadano puede amarrarle sencia de espacios de apertura en el sistema
las manos a la muerte” (1989a, p.5). Artículos político, a la situación de las regiones frente
como éste hacen más evidente la inquietud a los problemas del agro, de posesión de la
del CINEP respecto a la participación social tierra, la situación de violencia, guerra y paz y
como un mecanismo fundamental para el lo- sobre los procesos de paz de orden nacional.
gro de la paz, aspecto que será desarrollado En ellos el equipo muestra su preocupación
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mucho más a fondo en la década venidera. por los temas coyunturales, políticos y es-
En ese orden de ideas, el CINEP participa tructurales de fondo que se viven en el país,
durante 1988 en la realización de la Primera en los que se requiere de grandes transfor-
Semana por la Paz convocada por la Com- maciones que deben ser impulsadas por el
pañía de Jesús; tal participación se refleja en conjunto de la sociedad. Consuelo Corredor
la publicación de las memorias de este even- (1989) analiza el problema de la tierra y cómo
to en la Revista Controversia5. Esta primera éste se liga históricamente a la violencia; afir-
Semana por la Paz tuvo como propósito fa- ma que la relación entre los poderes políti-
vorecer un “clima de reflexión y compromiso cos, los actores armados y el campesinado
por la paz y por la vida”. Acciones como esta pobre conforman esa complejidad. Analiza
fueron significativas para el impulso durante el también las diferentes violencias a partir de
siguiente decenio de la movilización social a los actores: dice que hay una violencia ligada
al problema agrario, otra que es la violencia
5 La compilación de las memorias fue presentada por Ana de la guerrilla y una tercera violencia que se
Lucía Rodríguez (1988) y publicadas bajo el título: “Debates so-
14 bre la paz”. presenta a raíz del narcotráfico. Del mismo
Dossier
modo, Fabio Sandoval (1989) dice que la fal-
L
ta de reformas sociales y políticas, sumado a a realización de la Semana por
la lógica político-militar de las guerrillas, en- la Paz se sostuvo anualmente,
torpece el desarrollo de los procesos de paz llegando a representar un mo-
y la participación ciudadana.
mento de confluencia de la movili-
De este modo, al final del período surge
zación por la paz nacional, en el que
en el CINEP el propósito de promover y for-
talecer la movilización ciudadana por la paz; múltiples iniciativas locales, regio-
propósito que coincide con el ambiente crea- nales y nacionales se unían bajo un
do en torno al proceso de la nueva constitu- mismo propósito y en un mismo pe-
ción política del país que enfatizaba las ideas riodo de tiempo a promover la salida
de apertura democrática y participación. Tal negociada al conflicto, el reconoci-
propósito se expresa en la Revista Análisis;
miento de las víctimas y a visibilizar
en la presentación del último número de esta
serie se afirma que:
la multiplicidad de acciones que en
los distintos niveles territoriales se
la construcción de la paz no es una tarea fácil. realizan a favor de la paz y en contra
Va más allá de la mera ausencia de guerra, del de la guerra y la violencia.
cese al fuego o la tregua entre los actores ar-
mados. Supera incluso la simple reinserción
de los antiguos combatientes en el seno de
la sociedad civil. Requiere un esfuerzo con- lidades de avanzar en la construcción de paz
junto de todos los colombianos para la cons- que prometían los acuerdos con la mayor
trucción de una nueva sociedad, donde todos parte de las guerrillas, situación reafirmada
tengan sitio y donde los conflictos puedan re- con la Constituyente del 91, que para mu-
solverse mediante el diálogo civilizado entre chos representaba un gran acuerdo nacional
las partes contrapuestas. (CINEP, 1992, p.3) de paz. Pero por otro lado, el Gobierno de
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Gaviria declaraba en noviembre de 1992 el
Este conjunto de ideas muestran el cambio estado de conmoción interior, o declaratoria
del CINEP en su concepción de la paz; una de “guerra integral” contra la guerrilla, como
visión más amplia y compleja, que relaciona fue conocido. Un contexto de confusión so-
el tema de la paz con los principales proble- cial y política que se extendió a lo largo de
mas sociales, culturales, económicos y polí- la década, profundizada por la pérdida de
ticos del país. legitimidad del Gobierno de Ernesto Samper
(1994-1998) en el marco del Proceso 8.000.
3) 1993-2001: Emergencia y declive de Tal legitimidad obstaculizó cualquier posi-
estructuras sociales para la paz. bilidad de avanzar en procesos de paz con
las guerrillas. Tan sólo la elección de Andrés
Los investigadores del Centro dieron cuenta Pastrana como presidente de Colombia para
de una situación paradójica que experimen- el período 1998-2002 abrió de nuevo un es-
taba la sociedad colombiana a comienzos cenario de negociaciones con las FARC, pro-
de los años noventa; por un lado, las posibi- ceso que a la postre resultó fallido. 15
Dossier
Para este período, atendiendo el contexto la paz, el impulso de las iniciativas ciudadanas
nacional de guerra y paz, el trabajo del CI- y la necesidad de un movimiento de paz que
NEP en el tema se configuraba en tres líneas exprese la soberanía popular aparecen con in-
fundamentales de reflexión: en primer lugar, sistencia en los escritos de este período.
la continuidad en el seguimiento a los proce- El seguimiento de tales acciones sociales
sos de negociación y análisis de las políticas se inicia en este período al crearse la Base
de paz de los gobiernos; segundo, la promo- de Datos de Acciones Colectivas por la Paz,
ción y respaldo a las iniciativas ciudadanas cuyo fin es “visualizar el actuar colectivo de
por la paz, que contemplan procesos peda- la sociedad colombiana en rechazo a la vio-
gógicos y de promoción ética; y tercero, el lencia y a favor de la paz, permitiendo hacer
estudio sobre procesos locales y regionales una medición cuantitativa, aunque también
de paz y negociaciones. cualitativa, de dicha dinámica social”6. Esta
La primera línea de seguimiento a los pro- iniciativa surge en el año 1994, contando en
cesos de paz y el análisis de los modelos de ese entonces con el apoyo de la Universidad
negociación, es una constante del trabajo en Javeriana de Cali, el Programa por la Paz de
el CINEP. Sobre todo en la primera parte de la la Compañía de Jesús, la Fundación Social
década de los noventa ésta es una preocupa- y el CINEP. Mauricio García Durán profundi-
ción ante la ausencia de una política clara e zará y desarrollará teóricamente tal perspec-
integral de negociación por parte del gobier- tiva durante la realización de su doctorado
no, que por el contrario opta por la vía represi- en Estudios de Paz, cuya tesis fue publicada
va y militarista, como la promovida por César posteriormente bajo el título Movimiento por
Gaviria, a cuya lógica respondieron de la mis- la paz en Colombia. 1978-2003, que en el
ma manera las guerrillas no desmovilizadas, ámbito nacional se convirtió en el referente
FARC y ELN. Es una situación que hace frágil teórico y metodológico para el seguimiento y
el logro de la paz en el país. Ante ello, los in- análisis de la movilización por la paz. García
vestigadores del Centro se preocuparon por (2003) se pregunta hasta dónde la dinámica
aportar en dos sentidos a los procesos: por social existente en torno a la paz en nuestro
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una parte, presentar las propuestas de conte- país podría ser considerada como un movi-
nido a la agenda de las negociaciones, y por miento por la paz; para ello recurre a las con-
otra, reflexionar sobre las condiciones para el ceptualizaciones que se han desarrollado en
sostenimiento y realización de los procesos Europa y Estados Unidos y las contrasta con
de paz, elementos que se venían tratando in- el fenómeno de la movilización colombianas.
cluso desde la década anterior. Su finalidad es aportar a una mejor compren-
Este contexto acentuado de guerra y paz sión de esta dinámica por la paz, arrojando
durante la década de los 90 explica la deci- elementos teóricos y empíricos, como en el
sión del CINEP de apoyar más directa y abier- caso de Datapaz, que ayuden a una mejor
tamente las iniciativas ciudadanas a favor de comprensión de sus características y sus al-
la paz, lo cual define su segunda línea de re- cances sociales, políticos y culturales.
flexión. Las propuestas de creación de espa- Además de esto, el respaldo a los procesos
cios de participación para el conjunto de la so- políticos de la sociedad en torno al tema de
ciedad en los procesos de paz, la necesidad
6 Las especificaciones conceptuales y técnicas de la Base
16 de un movimiento nacional y espontáneo por de Datos se pueden ver en: García (2004b).
Dossier
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nea de trabajo, se da como una estrategia del
as propuestas de creación CINEP en la búsqueda de alternativas reales
de espacios de participación para la paz, al considerar que lo local y re-
para el conjunto de la socie- gional es clave en la construcción de la mis-
dad en los procesos de paz, la nece- ma (Castellanos, 1993). Fue a mediados de
sidad de un movimiento nacional y los años 90 que se iniciaron los procesos de
desarrollo y paz en el Magdalena Medio y el
espontáneo por la paz, el impulso
apoyo a las comunidades de paz en el Urabá
de las iniciativas ciudadanas y la
chocoano. Estas dos experiencias concretan
necesidad de un movimiento de las inclinaciones de varios investigadores por
paz que exprese la soberanía popu- los procesos locales y regionales de paz y
lar aparecen con insistencia en los desarrollo: educación en la neutralidad acti-
escritos de este período. va, como forma legítima de resistencia civil
son expuestos por Omar Hernández (1997)
o los procesos de educación para la paz en
las comunidades negras del Chocó, presen-
la paz se expresa con la participación acti- tados por Hilda Martínez (1998).
va del CINEP en tres eventos que marcaron Este tercer gran período cierra con la
este eje de trabajo: el primero en octubre de suspensión de los diálogos de paz con las
1994, la realización del Seminario Internacio- FARC en El Caguán, impulsados por Andrés
nal sobre Negociación de Conflictos Arma- Pastrana (1998-2002). En el año 2000, en
dos, que fue recogido en la publicación De pleno desarrollo de los diálogos, un artículo
la guerra a la paz, experiencias latinoameri- de Mauricio García Durán (2000) expresa la
canas (CINEP, 1995); el segundo evento fue nueva visión para los análisis en materia de
la recopilación de experiencias ciudadanas diálogos y negociaciones; dice que en los
en la construcción de la paz (CINEP, 1996); y procesos de paz se requiere una mirada de
la tercera fue la recopilación de experiencias larga duración que permita ubicar los hechos
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para la superación de los conflictos (CINEP, puntuales de la coyuntura en una perspec-
1997). Estos eventos, junto al apoyo para tiva más amplia, por lo menos en dos sen-
la creación de Redepaz, el Comité de Bús- tidos: uno, para contrastar críticamente las
queda de la Paz y la realización de la Asam- estrategias del presente con las lecciones de
blea Permanente de la Sociedad Civil por la los procesos anteriores en Colombia, y dos,
Paz, son expresión del trabajo a lo largo de en aras de conectar positivamente la actual
los 90 en el respaldo a las iniciativas por la negociación con las exigencias y tareas que
paz en la esfera nacional. De hecho, tanto plantea la construcción de la paz a largo
el Comité de Búsqueda de la Paz como la plazo con miras a la reconciliación. Fernán
Asamblea por la Paz en sus inicios tuvieron González (2001a) refuerza esta nueva visión
su sede en las instalaciones del CINEP, cosa al mostrar las fallas en los sistemas de nego-
que muestra la participación activa que tuvo ciación, que no logran crear entre las partes
el Centro en estos espacios. un campo común de significados sobre qué
El apoyo a procesos locales y regionales de se entiende por solución política del conflicto
paz y negociación, que enmarca la tercera lí- armado. Para este investigador, el fin, que es 17
Dossier
Álvaro Uribe Vélez (2002-2006, 2006-2010). tos relacionados con el conflicto armado7. El
paramilitarismo había extendido sus huestes
4) 2002-2012: retos para la paz y estrategias en la geografía nacional en desarrollo de su
desde las regiones. estrategia contrainsurgente, llegando a esta-
blecer el control en muchas zonas de interés
Los diálogos de paz en El Caguán eran in- político y militar de la guerrilla. La sociedad
sostenibles en medio de un clima de escepti- nacional experimentaba a la vez el cansan-
cismo social y tensiones políticas. Esta situa- cio por la situación de violencia, un rechazo
ción se enmarcó a la vez en el debate electo- abierto a las organizaciones guerrilleras y el
ral que tuvo lugar el primer semestre de ese escepticismo frente a cualquier posibilidad
año. Colombia se preparaba para elecciones de negociación con la insurgencia.
legislativas en marzo y presidenciales en
mayo. Este fue un contexto, desde la pers- 7 Ver el análisis hecho por García (2006, p.166) en el que pre-
senta la relación entre la violencia y la movilización por la paz,
pectiva política, que puso en tensión las vi- mostrando las cifras del conflicto armado en Colombia entre 1978
y 2003. Conflicto que para 2001 representaba cerca de 8.000 víc-
18 siones nacionales para el logro de la paz. A timas y un acumulado que bordeaba los 70.000 muertos.
Dossier
Las elecciones legislativas de marzo pusie- y la construcción de lo público como espacio
ron en evidencia las crisis de los partidos para la resolución de los conflictos de mane-
tradicionales, dando vía a una serie de mo- ra pacífica. Tal visión se puede observar en
vimientos y organizaciones políticas que la publicación del Número 14 de la Revista
emergían desde nuevos liderazgos y nuevas inglesa Accord8, de Conciliation Resourses
recomposiciones entre las élites políticas re- (C-R), cuya edición estuvo en manos del in-
gionales y nacionales. Tal crisis de los par- vestigador del CINEP Mauricio García Durán,
tidos políticos se evidenció también en el además de su correspondiente en español
proceso de designación de candidatos para en el número extraordinario de Controversia
las presidenciales. Los candidatos subían y (García, 2004a). Allí se hace una recopilación
bajaban al jaleo de las encuestas, acepta- de los aprendizajes y experiencias tanto de
ban y rechazan postulaciones partidarias o los procesos y modelos de negociación que
creaban nuevos movimientos. En medio de se han aplicado en Colombia como de las
estos tránsitos entre los partidos y la opi- iniciativas ciudadanas para la construcción
nión pública, el nombre de Álvaro Uribe Vé- de la paz. Este número no sólo refleja el én-
lez emergió con fuerza y se perfiló como el fasis académico del CINEP en el tema de la
candidato favorito para la presidencia. Dos paz, sino además su preocupación por el es-
factores, en el ámbito nacional, le jugaron a cenario social y político en el que se encon-
favor: el surgimiento de nuevas élites políti- traba el país en ese momento.
cas regionales y el descontento social contra Dos eventos preparatorios aportan a la pu-
la guerrilla. Es así que su discurso de guerra blicación de Accord: el primero se realizó el 29
contra la insurgencia, con amplio eco en la de mayo de 2003, con el tema “Participación
sociedad, le daba favorabilidad entre la opi- pública en procesos de paz”, y contó con la
nión; eso, sumando al empuje electoral de participación de Celia McKeon de C-R; el se-
los nuevos agentes de la política regional, lo gundo se realizó el 17 de septiembre del mis-
llevó a la silla presidencial. En el ámbito inter- mo año, con el tema “Perspectivas del movi-
nacional, los ataques a las Torres Gemelas miento por la paz en Colombia”, evento en el
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en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 cual participó Jenny Pearce de la Universidad
habían desatado la guerra contra el terroris- de Bradford, Inglaterra. Ambos eventos, que
mo, lo que aportó contenido al discurso de fueron enriquecidos con la participación de
Uribe contra la guerrilla, creando un efecto organizaciones y promotores de la paz a nivel
de similitud social que lo favoreció al conteo nacional y regional, buscaron recoger las ex-
final del escrutinio. periencias, perspectivas y posibilidades del
Este contexto enmarca este último pe- movimiento por la paz en el marco de los pro-
ríodo de trabajo del CINEP en esta materia. cesos de negociación, teniendo como punto
Período que se extiende hasta la presidencia de partida las experiencias desarrolladas en
de Juan Manuel Santos, cuando se abre el el país en las últimas dos décadas. Se trató
nuevo escenario de diálogos con la guerrilla. allí de mirar las posibilidades para promover
El transcurso de la década entre 2002 y 2012 en el movimiento por la paz en Colombia un
está marcado en el Centro por una visión carácter proactivo, en un momento en el que
amplia y compleja en los análisis de la paz:
8 Ver la serie de publicaciones, incluida la colombiana, en:
una paz ligada al desarrollo regional integral http://www.c-r.org/accord 19
Dossier
E
parecía estar atravesando por una crisis de
legitimidad en medio de un clima de opinión
l interés de los investi-
más proclive a la guerra y la confrontación, en gadores del CINEP de-
respaldo a la Política de Seguridad del enton- dicados al tema de paz
ces Presidente Uribe. se orienta por una perspecti-
El interés de avanzar en la doble vía, pro- va amplia de las condiciones
fundizar en los estudios de paz y buscar alter-
para los diálogos de paz.
nativas en medio de las complejas condicio-
nes de la violencia, fue dando cuerpo al tra-
bajo del CINEP en esta materia. La inquietud
fue planteada por García Durán en su artículo muestra la producción escrita, no como un
introductorio a la publicación de Accord: propósito consciente y unificado de los equi-
pos, sino como un hecho colectivo dado.
Es inmensa la cantidad de literatura que se ha Una producción que expresa la diversidad
producido en torno a la violencia en Colom- de perspectivas de trabajo del Centro. Esta
bia. Algunos académicos y críticos conside- es, como se ha dicho, la riqueza del CINEP
ran que el país está sobre-diagnosticado. Sin como centro de pensamiento.
embargo, no es claro que todos los estudios La línea que más producción académica
existentes lleguen a aportar la claridad sufi- recoge a lo largo de este período es la rela-
ciente para definir las estrategias necesarias cionada con los procesos de diálogo y nego-
para la paz (2004a, p.5). ciación. Es clara la preocupación del CINEP
en este sentido, en tanto se asistió durante
Por su parte, los equipos de trabajo del CI- la última década a un escenario de confron-
NEP venían avanzando desde el comienzo tación militar, en el que el Gobierno pensaba
de este último período (2002-2012) en la que por esta vía, la del aniquilamiento del
comprensión de las múltiples dinámicas de enemigo, alcanzaría la paz. Es así que año
la violencia y la paz, buscando alternativas tras año los investigadores centraron sus re-
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García Durán, Grabe y Patiño presentaron en reflexiones en torno a estos temas durante
2008, 2009 y 2012 las reflexiones alrededor el Seminario Paz 2010 en el que participaron
del proceso de tránsito del M-19 de la lucha académicos y promotores de la paz a nivel
armada a la lucha política no armada; trabajo nacional y regional.
éste realizado en el marco de las investiga- A la vez, el seguimiento a procesos de
ciones de la Fundación Berghof9 de Alema- diálogo y negociación que se realiza por par-
nia en varios países del mundo (Colombia, te de estos investigadores se concentra en
Sudáfrica, Irlanda del Norte, Aceh, Nepal y el análisis de las posibilidades de paz que
Sri Lanka) en el que a través de una pers- abrió Santos en su discurso de posesión en
pectiva comparada de los procesos de paz agosto de 2010 y, posteriormente, en la aper-
se presentó un enriquecimiento sobre las tura de los diálogos con las FARC en La Ha-
perspectivas de análisis a los procesos de bana. Algunos títulos de la Revista Cien Días
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paz en Colombia. Por su parte, Sarmiento, están orientados a tal análisis; tal es el caso
Sánchez y Caraballo centraron sus esfuer- de García Durán (2010) en donde se da trata-
zos por recoger las Lecciones para la paz miento a las ventanas de oportunidad para la
negociada (Sarmiento, 2010), con el apoyo paz en el nuevo gobierno; Sarmiento (2011a,
de Usip10 y Trocaire11 y a partir de los apor- 2011b, 2011c) presenta varios artículos bus-
tes de Ex comisionados y asesores de paz cando escudriñar las discusiones alrededor
como Camilo Gómez Alzate y Gonzalo de de esta temática.
Francisco, y experiencias locales de diálogo Es importante destacar el trabajo en
con la insurgencia, como la adelantada por torno a las experiencias regionales en las
la comunidad de Micoahumado en el Sur de que se conjugan procesos pedagógicos y
Bolívar y la experiencia de diálogos de paz de desarrollo social. Es claro en el CINEP
en las comunas de Medellín, además de las el valor que se le da al trabajo regional y la
valoración de sus aprendizajes para la paz y
9 Ver en: http://www.berghof-foundation.org/en/ la negociación política del conflicto. En este
10 Ver en: http://www.usip.org/
11 Ver en: http://www.trocaire.org/ sentido, se ha expresado Sarmiento (2004) 21
Dossier
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equivaldría a paz positiva, en el sentido de y los cambios en las relaciones de los múlti-
justicia social, armonía, satisfacción de las ples actores involucrados.
necesidades básicas (supervivencia, bienes- Por otra parte, desde la perspectiva del
tar, identidad y libertad), autonomía, diálogo, proceso académico de construcción de paz,
solidaridad, integración y equidad (1998, es importante aludir al modo como se han in-
pp.19-20). volucrado distintas disciplinas en la construc-
ción de alternativas para la paz. Esto sucede
Del mismo modo, desde la perspectiva del en CINEP y en otros centros académicos.
CINEP, la concepción de la paz se relacio- Así, interactúan múltiples disciplinas de las
na con el desarrollo humano y sostenible y ciencias sociales: escriben, hablan y actúan
con una forma de abordar lo público. Fernán filósofos, politólogos, historiadores, teólogos,
González, anota que “la construcción de la sociólogos, psicólogos, economistas, peda-
paz está esencialmente ligada al desarrollo gogos, antropólogos, etc. Una amalgama de
integral de las regiones cruzadas por el con- pensamientos y perspectivas de compren-
flicto político y social y a la construcción de sión. Una diversidad de métodos y teorías de 23
Dossier
cambio para plantear esa ruta hacia lo que (peacemaking), que requerirá del abordaje
desde cada cual se concibe como paz. de los múltiples factores generadores del
El segundo elemento es el de la paz como conflicto y la violencia; ello mismo conduciría,
proceso. En su doble connotación; tanto por en hipotéticas condiciones de posconflicto,
lo que representa como proceso histórico, a procesos de consolidación de la paz que
que remite a la complejidad de factores obje- eviten la recurrencia a la violencia o a nuevos
tivos y subjetivos incidentes, como por lo que escalamientos del conflicto; las acciones de
representa en perspectiva a futuro, desde la paz, en este contexto, estarán encaminadas
cual la paz no se presenta como “un lugar”, en una perspectiva de construcción de paz
“una condición dada”, “un estado de cosas”, de forma integral (peacebuilding). Pero la
sino por el contrario, como esa tensión que realidad ha mostrado que los conflictos se
conduce a hacer frente a los conflictos que se sobreponen y se reproducen unos a otros,
reproducen permanentemente en las socie- haciendo que el trabajo por la paz sea una
dades. Fisas da alguna pista en este sentido, actividad constante, incluso en donde los
al afirmar que “... la paz no es algo alcanzable conflictos aún permanecen latentes.
de la noche a la mañana, sino un proceso, un El tercer elemento es el de la dimensión
camino, una referencia” (1998, p.20). De este ética de la paz. Subyace un sustrato axiológi-
modo, conflicto y paz resultan ser las dos ca- co que no se puede evadir en la visión proce-
ras de una misma moneda. Una sociedad se sual e integral de la construcción de paz; una
define y transforma a través de sus conflictos, perspectiva que da sentido al por qué hacer
a la vez que lo hace en su capacidad de trami- frente a los conflictos que conducen a la
tarlos en ese flujo permanente de la historia12. guerra y la violencia directa. Esta perspectiva
De esta manera, el trabajo por la paz pue- ética da un valor central a la vida humana y
de adecuar sus acciones a los distintos mo- a su entorno, como condición de posibilidad
mentos del conflicto (ver diagrama 1). Así: de la vida misma. Desde esta perspectiva,
en situaciones en las que los conflictos han la opción de la no-violencia, si bien suscita
escalado, se requiere de acciones de con- tensiones y diferencias ideológicas respecto
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Acercamientos
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Confrontación Acuerdos
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PREVENCIÓN CONTENCIÓN NEGOCIACIÓN
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25
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Dossier
Los conflictos y las
intervenciones armadas
en contexto:
un análisis retrospectivo del cambio de siglo
Hugo F. Guerrero Sierra
Docente Universidad de la Salle. Ph.D en Relaciones Internacionales, Unión Europea y Globalización y Máster en Derecho Internacional Público
y Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Cooperación Internacional de la misma universidad. Máster
en Gobernabilidad y Gestión Pública por el Instituto Universitario Ortega y Gasset. Abogado de la Universidad Nacional de Colombia. Docente
del Programa de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada e investigador de la Universidad Santo
Tomás seccional Tunja. Actualmente es Docente-investigador de tiempo completo y Director del Grupo Interdisciplinar de Investigación en Política
y Relaciones Internacionales (GIPRI) en la Universidad de La Salle. Correo Electrónico: hfguerrero@unisalle.edu.co; hguerreros25@gmail.com
Los conflictos y las intervenciones armadas en con- Armed conflicts and armed interventions in context:
texto: un análisis retrospectivo del cambio de siglo a retrospective analysis of a century´s change
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 27-40
Resumen: El presente artículo plantea un aná- Abstract: This paper presents an analysis of se-
lisis respecto de varios de los condicionantes veral conditioning elements that have determi-
que han venido determinando la transforma- ned the transformation of classic expressions
ción de las expresiones clásicas de la conflic- of social unrest, typical of modern international
tividad, propias de la sociedad internacional society. A study of the processes of change will
moderna. De este modo, desde una visión crí- be offered, from the critical views of Samuel P.
tica de los planteamientos teóricos de Samuel Huntington and Francis Fukuyama’s theoretical
P. Huntington y Francis Fukuyama, al igual que arguments, as well as from the study of con-
del estudio de conceptos como los del mono- cepts such as legitimate monopoly of the force
polio legítimo de la fuerza y la legítima defensa and legitimate preventive defense, in internatio-
preventiva, se hará un recorrido por los proce- nal unrest manifested between the last decade
sos de cambio en la conflictividad internacional, of the twentieth century and early twenty-first
manifestados entre la última década del siglo century.
veinte y la primera del siglo veintiuno.
Keywords: Armed Conflicts, International Rela-
Palabras clave: Conflictos Armados, Relaciones tions, Legitimate Preventive Defense, Armed
Internacionales, Legitima Defensa Preventiva, Intervention.
Intervención Armada.
Introducción
E
l presente artículo plantea un recorri- noventa, conllevó a que no pocos sectores
do sobre el proceso de cambio en la de la comunidad académica internacional
forma de percibir los conflictos arma- plantearan como inminente el surgimiento
dos como consecuencia del fin del esquema de un escenario único e ideal en la histo-
bipolar propio de la Guerra Fría. Para cumplir ria, que permitiera el paso definitivo hacia la
con este objetivo, se realizará un recorrido consolidación de la no menos utópica pre-
por los principales elementos que provo- misa de la “paz perpetua” (Marchal y Mes-
caron la exponencial explosión de las con- siant, 2004). El aparente fin de la amenaza
frontaciones armadas de orden intraestatal frente al colapso nuclear, el fortalecimiento
en contraste con la clara disminución en la de las organizaciones interestatales de or-
aparición de nuevos casos atribuibles a las den regional y universal, el creciente prota-
clásicas guerras modernas o interestatales; gonismo de la nueva “sociedad civil global”,
tal y como se reflejó de manera evidente du- la ola democratizadora que se desataba en
rante la década de los noventa. Asimismo, el mundo en desarrollo y los acuerdos de
se hará un análisis de las controvertidas in- paz que ponían punto final a gran número
terpretaciones teóricas surgidas como con- de guerras civiles propias de la segunda
secuencia de los atentados producidos el mitad del siglo veinte, se mostraban como
11 de septiembre a las torres gemelas, las indiscutibles indicadores de la construcción
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tura en Estados pluriétnicos y plurinaciona- étnicas que conservaban las estructuras y je-
les. Buena muestra de esta situación es que rarquías sociales impuestas por las antiguas
entre los años 1990 y 2001 se registraron 116 potencias coloniales. Este fue el caso de las
conflictos, entre los cuales a tan solo el 6% crisis entre Hutus y Tutsis en Ruanda y entre
se les puede atribuir la característica de inter- cristianos del norte y musulmanes del sur en
estatal (Barbé, 2004; Seybolt, 2002). Sudan, enfrentados por diferencias étnicas o
Igualmente, el cambio en la dinámica de religiosas, a la vez que por el control de los
los conflictos modificó de manera dramática recursos (Cárdenas y Gilabert, 1997).
la ecuación en cuanto a la caracterización Asimismo, como consecuencia de la caí-
da del Muro de Berlín y del fin de la homo-
1 Eric Hobsbawn (1997)procura en sus estudios dejar de lado geneización político-social tras la Cortina de
el estricto marco impuesto por el principio o el final de un siglo
para definir el análisis de las diferentes épocas históricas. De Hierro, nos encontramos ante el nacimiento
esta manera, logra concatenar de manera brillante la evolución
de los procesos históricos de una forma sistémica. En ese sen- de un gran número de nuevos Estados y, con
tido, el siglo XIX debe entenderse como un siglo “largo”, com- ello, con la relativización de la importancia
prendido entre 1789 y 1924. A su vez, el siglo XX (1914-1991),
debe ser entendido como un siglo “corto”, el cual comprende geopolítica que durante la Guerra Fría se le
tres periodos: el de las catástrofes (1914-1945), el de oro (1945-
1973) y el colapso (1973-1991). había otorgado a un sinnúmero de regiones. 29
Dossier
E
En el Cáucaso, el fin del Pacto de Varsovia
desvaneció el control de seguridad que la n los últimos veinticin-
Unión Soviética mantenía en sus antiguas re- co años, los conflictos
públicas, dando paso a la desmilitarización armados han ido cam-
de fronteras que separaban pueblos con an- biando en la forma de mani-
cestrales diferencias no sólo de orden étni-
festarse, permitiendo que, con
co-nacionalista2, sino también, en cuanto a
el ocaso de la Guerra Fría, se
la administración de recursos y posesión de
territorio. De la misma manera, en la antigua revaluara la tendencia a per-
Yugoslavia podemos encontrar elementos cibirlos desde una perspectiva
similares, donde la politización de la etnici- estrictamente bipolar...
dad no fue una situación coyuntural, sino la
consecuencia de la creación de un sistema
político donde su frágil estabilidad se basaba
en la división del poder según líneas etno-na- donde la injusticia social ha generado un en-
cionales, generando así un terreno fértil para raizado escenario de violencia.
las rivalidades que finalmente causaron su Atribuir necesariamente al fin de la Guerra
trágico desmembramiento (Sokolovic, 2005). Fría el surgimiento de ese gran número de
En otros sitios, como en América Latina, conflictos experimentados durante la década
aunque la evolución del Estado es producto de los 90 en el mundo puede considerarse
de un proceso de más de dos siglos, esto como una conclusión sensata a primera vis-
no impidió la consolidación de grandes des- ta, sin embargo, este análisis no resulta del
igualdades de orden estructural. Si bien, el todo exacto si procuramos un estudio más
desarrollo institucional de la zona muestra profundo. La estructura bipolar determinada
una mayor fortaleza frente otras zonas del por el equilibrio entre el bloque soviético y el
mundo, la organización económico-social estadounidense, aunque basada en la políti-
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Las profecías autocumplidas categorías culturales que construyen los pue-
y el inicio del siglo XXI. blos, especialmente cuando se trata de cos-
movisiones soportadas en la religión.
Huntington Por ende, el escenario que se describe es
el de una ancestral coexistencia entre cultu-
La primera agresión histórica sobre el espacio ras, planteada en términos de dominación y
continental de Estados Unidos, determinó en el no de convivencia. Occidente históricamen-
inicio del siglo XXI un drástico vuelco en el es- te ha practicado un “expansionismo liberal”,
quema global de seguridad. El ataque al World promoviendo la modernización de socieda-
Trade Center, al parecer, era la materialización des no occidentales, las cuales se ven avo-
de los más profundos temores de la sociedad cadas a optar entre la aceptación y la conver-
occidental frente a los vaticinios hechos por sión o el rechazo y la confrontación.
Samuel P. Huntington ocho años atrás: La consolidación de la perspectiva oc-
cidental como modelo imperante de desa-
de la derecha radical en América Latina. También auxilió grupos rrollo, ha generado un fuerte desequilibrio
insurgentes en contra de los intereses soviéticos, como fue el
caso de los Talibanes en Afganistán. en el control general de los recursos a nivel 31
Dossier
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 27-40
ministas a través de escenarios comprensi- do de la carga de las utopías y centrado en lo
bles, e incluso previsibles. Así la historia, a que realmente le hace feliz y valioso: el con-
través de sus fases o estadios, sucede y se sumo (Fukuyama, 1994).
sucede según la lógica del progreso…Y una Pero, ¿qué tanto puede considerarse a
vez alcanzado su fin, cesa en su movimiento los actuales y crecientes conflictos como
de perfección para disfrutar de reposo (Rodrí- marginales y transitorios “choques de civili-
guez, 2002, párrafo 10). zaciones”, necesarios e inevitables en el tor-
tuoso camino hacia la consolidación del “fin
En ese sentido, el fin de la historia se puede de la historia”? Es muy probable que para dar
concebir como la materialización de la libertad respuesta a este interrogante nos veamos
a través del modelo “adecuado”. En el caso obligados a lanzar varias contrapreguntas;
de Hegel, la Razón, el Comunismo en Marx y, a saber: ¿marginales?, ¿transitorios?, ¿inevi-
en Fukuyama, la Democracia Liberal. tables?, ¿choque de civilizaciones? No cabe
La caída del Muro de Berlín, según plantea duda que, a primera vista, el convulsionado
Fukuyama, debe ser interpretada como el “fin fin del siglo pasado nos inclinaría a pensar
de la historia”, es decir, el triunfo del modelo en un rotundo fracaso de los postulados de 33
Dossier
Fukuyama; pero decir que sus teorías no son ni futuro, y el choque de civilizaciones es el
ciertas sería tanto como afirmar que la de- precio a pagar por la consolidación definitiva
mocracia liberal no es, ni ha triunfado como del pensamiento único.
expresión máxima del desarrollo del hombre, En efecto, los conflictos del siglo XXI de-
y que el neoliberalismo ha renunciado a ser ben entenderse desde el análisis de las gue-
la respuesta única de organización social. rras preventivas, la lucha contra el terrorismo,
Se puede asegurar que ante el acaecer la exportación de la democracia y el choque
de los acontecimientos en la década de los de civilizaciones. Pero estos fenómenos no
90 y los primeros años del presente milenio, pueden considerarse como inevitables, sino
el sentido común de cualquier estudioso de como claras estrategias al interior de un plan
los fenómenos sociales se inclinaría hoy, en de “profecías autocumplidas” a las que nos
el mejor de los casos, por relativizar el aplas- avoca la guerra que el “Occidente” de Hun-
tante triunfo de las doctrinas profesadas por tington y Fukuyama ha declarado al mundo
“Occidente” a una escala global. Sin embar- en los albores del nuevo milenio.
go, ¿por qué Huntington y Fukuyama, al igual
que sus seguidores, se niegan a aceptar tan El monopolio legítimo de la fuerza
evidente realidad? Sencillo: porque más que y la legítima defensa preventiva en
simples teorías destinadas para la reflexión el marco del nuevo orden mundial.
y el análisis de académicos encerrados en
herméticos centros de estudio, los postula- El actual esquema internacional se ve repre-
dos de estos pensadores son verdaderas sentado por la redefinición de conceptos tan
“Hojas de Ruta” a seguir por todos aquellos clásicos, y hasta no hace mucho irrefutables
que tienen en sus manos la responsabilidad como el de soberanía nacional. El estatocen-
de hacer del neoliberalismo, el mercado libre trismo característico del modelo westfaliano
y la democracia liberal, el “fin de la historia”. ha sido redefinido por nuevas relaciones
Si el destino único del mundo es el triun- que se basan en el surgimiento, cada vez
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fo del pensamiento occidental, todo aquel mayor, de nuevos actores con un alto nivel
que atente contra este incontrovertible axio- de influencia en el constante proceso de
ma debe ser considerado no como un sim- reacomodación de la sociedad internacional
ple rival, sino como un enemigo de la “civi- (Barbé, 2004). El Estado ha dejado de ser el
lización”. Es en este argumento en donde actor único de las relaciones internacionales,
confluyen de manera armónica las teorías producto de las acciones y contradicciones
de Huntington y Fukuyama y, por tanto, las que acompañan al proceso globalizador. Del
razones frente a la forma en que se nos ha mismo modo, los clásicos elementos cons-
planteado la configuración del orden global titutivos del Estado también han afrontado
a principios del siglo XXI. Para “Occidente” importantes retos que han obligado a su re-
el fin de la historia no es un presagio, es una definición. El territorio y la población, aunque
meta. Dentro de la lógica de los teóricos del siguen siendo los que ofrecen un ámbito de
neoliberalismo, con la democracia liberal las verificación más objetivo, no dejan de ser
ideologías han llegado a su fin; por lo tanto, volátiles frente a los nuevos escenarios que
los conflictos actuales son sólo rezagos de se imponen. Por su parte, el Gobierno, o en
34 un anacronismo multicultural sin propuestas, palabras de Luhmann y Weber, el “monopolio
Dossier
de la violencia legítima”, resulta un elemento
todavía más difuso (Nafarrete, 2004).
El territorio se ve desdibujado por las nue-
vas tendencias frente al reparto del poder, lo
que obliga a replantear las competencias y
jerarquías que antiguamente recaían en la
organización central del Estado, para así, a
través del empoderamiento de la suprana-
cionalidad y de las unidades subestatales
(regiones), hacer frente a los complejos de-
safíos y la incertidumbre que caracterizan a
la sociedad contemporánea (Arribas, 2006).
A su vez, aún hoy la población sigue respon-
diendo primordialmente al concepto de na-
cionalidad6; sin embargo, la migración inter-
nacional plantea nuevos debates frente a la
Foto: catwalker / Shutterstock.com
segregación y al incremento de fenómenos
demográficos sumergidos, principalmente
en los países desarrollados. En el mismo
sentido, los conflictos, el hambre y los desas- bilidad de sus instituciones,estructuras y de
tres naturales, han hecho de los refugiados, su proyecto social.
cada vez más, un factor de desdibujamiento Actualmente, en el interior de un gran
de las fronteras (Santos, 1998). número de países podemos encontrar im-
De otro lado, según Luhmann, y en espe- portantes factores de desestabilización, pro-
cial Weber, el Estado debe entenderse como ducto de la percepción del monopolio de la
“una comunidad humana, que en el marco violencia como fuente de arbitrariedad, más
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de un espacio territorial determinado, recla- no de orden y justicia social. Este tipo de si-
ma el ejercicio y monopolio de la violencia tuaciones lejos de ser nuevas, son el históri-
legítima” (Weber, 1981, p.83). Por tanto, es la co reflejo de la conflictiva construcción de la
violencia legítima como piedra angular de las legitimidad del Estado. Sin embargo, lo que
mecánicas de “dominación de hombres so- sí se esboza como un fenómeno novedo-
bre hombres”, lo que da sentido al modelo de so, es la extrapolación de estas dinámicas y
organización estatal moderno (Weber, 1981, conflictos al ordenamiento internacional. En
p.83). Es así que levantarse en armas contra tanto, el ejercicio de la violencia legítima se
el Estado implica un desafío a los cimientos encuentra en el medio de varias de las di-
del mismo, cuestionando el esquema de námicas de interrelación, incluso de choque,
dominación. En ese sentido, a un Estado manifestadas por los factores de cambio que
que es objeto de agresiones sistemáticas, hoy describen a la sociedad internacional7.
puede atribuírsele la pérdida del monopolio
legítimo de la violencia y, con ello, la vulnera- 7 De acuerdo con el profesor Celestino del Arenal, la “Nueva
Sociedad Mundial”responde a diferentes factores de cambio: la
mundialización, la universalización, la estatalización, la creciente
6 Entiéndase nacionalidad como la materialización del vínculo interdependencia, la globalización, la heterogeneización y la hu-
jurídico que une a un individuo con un Estado específico. manización (Arenal, 2002). 35
Dossier
del Muro de Berlín abrió la puerta hacia la presentantes de las relaciones exteriores de
institucionalización del diálogo como estrate- Francia, Estados Unidos y trece países más,
gia única de interacción en la construcción diseñaron las primeras bases hacia la regula-
de los cimientos de un mundo más pacífico, ción del uso legítimo de la fuerza en el acuer-
tan sólo una década después fuera la caída do Briand-Kellogg (Gaviria, 2004). Sin embar-
de otra estructura de concreto la que sepul- go, esto no impidió que pocos años después
tara esa esperanza y diera luz verde al inicio el mundo presenciara cómo estos preceptos
una nueva era de confrontación: “la guerra eran desbordados por las atrocidades de la
contra el terrorismo”. Segunda Guerra Mundial. En 1945, una vez
El ataque a las Torres Gemelas decretó el más el mundo procuró encontrar una alter-
punto de partida hacia la apropiación de una nativa que enterrara definitivamente el fantas-
nueva estrategia en el manejo de las relacio- ma de la guerra, y fue con el liderazgo de los
nes internacionales. Dicha estrategia planteó países vencedores y con la firma de la Carta
una nueva estratificación que dividió al mun- de San Francisco que finalmente se elevó a
do entre el bloque “civilizado” u “occidentali- principio rector del Derecho Internacional la
36 zado” y el que no lo es, siendo los primeros prohibición no sólo del uso de la fuerza, sino
Dossier
de la amenaza, al menos de una manera au- La evolución de la doctrina en el Derecho
tónoma y desinstitucionalizada8: Internacional Público ha consolidado la idea
según la cual,el uso de la fuerza, produc-
Artículo 2:4. Los Miembros de la Organiza- to del derecho a la legítima defensa, sólo
ción, en sus relaciones internacionales, se puede ser ejercida como consecuencia de
abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso un ataque armado,o bajo el supuesto de la
de la fuerza contra la integridad territorial o la certeza de una agresión inminente o en cur-
independencia política de cualquier Estado, o so. Hablar de un ataque inminente implica
en cualquier otra forma incompatible con los necesariamente la posibilidad de ejercer la
Propósitos de las Naciones Unidas (Naciones fuerza por parte de los Estados en el caso
Unidas, 1945). que puedan probar la inevitabilidad de la
agresión, lo que nos lleva a decir que no es
Sin embargo toda regla tiene su excepción, y necesario llegar al extremo de la consuma-
en el caso de la renuncia al uso de la fuerza ción del hecho; es suficiente tener la abso-
por parte de los Estados no es diferente. La luta seguridad de que éste se hará efectivo
Carta incorpora dos situaciones en las que (Remiro, 1999).
un Estado podrá hacer uso de la fuerza sin Por otro lado, es importante señalar que
la aprobación previa del Consejo de Seguri- este imperativo debe acogerse al principio
dad. La primera (ya en desuso) consistía en de temporalidad,el cual señala que la legíti-
la posibilidad de usar la fuerza ante el evento ma defensa debe ser una reacción inmediata
de que los países perdedores de la guerra (ex ante facto), que permita la autoprotección
retornaran a las hostilidades en contra de al- frente al ineludible ataque (Méndez, 2008).
guno de los firmantes; la segunda deriva de Además de la inmediatez, la legítima defensa
la posibilidad de usar la fuerza en el marco incorpora otros dos principios: la inevitable
del concepto de legítima defensa frente a un necesidad de la respuesta y la proporcionali-
ataque armado: dad de la misma, que en su conjunto procu-
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ran como finalidad única hacer frente a una
Artículo 51: Ninguna disposición de esta agresión inevitable (García y Rodrigo, 2004).
Carta menoscabará el derecho inmanente de Sin embargo, algunos pensadores norteame-
legítima defensa, individual o colectiva, en ricanos defienden que ésta puede darse en
caso de ataque armado contra un Miembro de presencia tan sólo del estado de necesidad
las Naciones Unidas, hasta tanto que el Con- y del uso de la proporcionalidad, lo cual re-
sejo de Seguridad haya tomado las medidas sulta un exabrupto, pues implicaría la posi-
necesarias para mantener la paz y la seguridad bilidad de disponer de tiempo y preparación
internacionales… (Naciones Unidas, 1945). para premeditar la respuesta. Por tanto, la
inmediatez o principio de temporalidad debe
entenderse como requisito sine qua non para
8 La renuncia de los Estados Parte a ejercer el uso de la vio- ejercer el derecho al legítimo uso de la fuer-
lencia, obligó a la creación de un ente autónomo en el que re-
cayera la función de establecer cuando existe una amenaza a la za contemplado en el artículo 51 de la Car-
paz o un acto de agresión y, por tanto, determinar las acciones ta de las Naciones Unidas. En ese sentido,
necesarias para restablecer el orden pacifico, incluyendo el uso
de la fuerza. El Consejo de Seguridad surge para suplir esa ne- resulta cuestionable no sólo la intervención
cesidad (los artículos 39 al 51de la Carta establecen la forma en
que el Consejo de Seguridad debe asumir su mandato). de Estados Unidos en Afganistán, sino las 37
Dossier
resoluciones9 que el Consejo de Seguridad prendida por George W. Bush. El 11-S fue la
aprobó para tal cometido, permitiendo una excusa perfecta para ahondar en la tradición
respuesta “ex post facto”,desnaturalizando el de desconocimiento de las normas inter-
principio de temporalidad y dando vía libre a nacionales y de relativización del mandato
la operación Libertad Duradera, lanzada por del Consejo de Seguridad de las Naciones
el Gobierno estadounidense en contra de Al Unidas como garante de la seguridad inter-
Qaeda, los talibanes y el pueblo afgano. nacional10. Los Estados Unidos siempre han
Esta hermenéutica es, sin duda, la que iría acariciado el sueño imperial basados en la
a determinar íntegramente la política exterior teoría calvinista del“destino manifiesto”11. De
de seguridad de los Estados Unidos durante hecho, a principios del siglo pasado se con-
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los dos mandatos del Presidente George W. solidaban como líderes en América, después
Bush quien logra abrogarse la potestad de de 1945 como potencia atlántica, durante la
reaccionar militarmente ante cualquier peli- Guerra Fría como paladines de Occidente y
gro que considere como previsible en forma actualmente, con su carrera expansionista
autónoma, y sin que medie amenaza que se en todos los rincones del mundo; incluso,
pueda considerar objetiva y verificable. Es algunos han llegado a pensar que el triunfo
decir, a través de la simple sospecha de la imperialista y el paso a la unipolaridad abso-
agresión que un Estado o grupo ilegal pudie-
10 El desconocimiento del Consejo de Seguridad de las Na-
ra perpetrar contra los intereses de la nación ciones Unidas como responsable y máxima autoridad de la
Seguridad Internacional no se estrena con el 11-S. En realidad
norteamericana. la primera vez en la que se pudo percibir este comportamiento
De Estados Unidos muchas veces se ha fue cuando aduciendo fines humanitarios, la OTAN intervino en
Kosovo.
dicho que “cada presidente tiene su propia 11 La teoría del “destino manifiesto” tiene su origen en el siglo
XVI, pero solo vivió su auge a finales del siglo XIX con los postu-
guerra”, pero quizá nunca hubo una tan a la lados de John Sullivan en el marco de la invasión y conquista de
medida como la “guerra contra el terror” em- los territorios del norte de México.Estas ideas puritano-calvinis-
tas, consideran al pueblo de los Estados Unidos predestinado
por la Providencia a extender los principios de la libertad. Es a
esta idea a la que se atribuye gran parte de la identidad nor-
38 9 Resoluciones 1337, 1368 y 1386 de 2001. teamericana y su forma de posicionarse en el mundo.
Dossier
luta será, tarde o temprano, un hecho cierto Project for the New American Century, que
e inevitable (Tokatlian, 2005). aglutinó a personajes como Donald Rum-
El 20 de enero del 2001, Bush asumió como sfeld, Paul Wolfowitz, Dick Cheney y Robert
presidente, fruto de una elección contaminada Zoellick, quienes a su vez se convirtieron
por el escándalo12 que ponía en tela de juicio la en el soporte de las políticas de la adminis-
solidez del sistema norteamericano como pa- tración Bush y de acciones como la inva-
radigma de la democracia moderna. El cua- sión de Afganistán y la guerra en Irak.
dragésimo tercer Presidente de la Unión Ame- El 11 de Septiembre de 2001 definitiva-
ricana fue el resultado de la apuesta de ciertos mente marcó un antes y un después en la
sectores de la sociedad estadounidense des- forma de entender las relaciones internacio-
encantados con el “relativismo moral” heredado nales, aunque los atentados a las Torres Ge-
de los años 60 y con las políticas interventoras melas no deben entenderse como la causa
del modelo de Estado de Bienestar, el cual con- única del cambio radical en el manejo de la
sideraban como un instrumento de intervención política exterior estadounidense. Los aten-
pública en el ámbito privado de decisión de los tados del 11-S simplemente permitieron dar
individuos. el impulso definitivo a un proceso ideológi-
Además de las críticas al modelo de co concebido varias décadas antes con el
organización interna, los autodenominados objeto principal de materializar el proyecto
neoconservadores retomaron la teoría del hegemónico norteamericano, el cual vino a
“destino manifiesto” para esbozar su con- tomar forma definitiva con la Estrategia de
cepción del orden internacional y del pa- Seguridad Nacional de los Estados Unidos13,
pel a jugar en él por parte de los Estados promulgada por el presidente Bush el 20 de
Unidos. Lejos de creer en unas relaciones septiembre de 2002.
internacionales libres de preceptos mora-
les y profundamente racionalizadas, los A modo de conclusión
Neocons otorgaron un papel protagónico
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 27-40
a los Estados Unidos como responsables Los defensores acérrimos de la democracia
de la tarea “mesiánica” de exportar los liberal hicieron de la guerra contra Al-Qaeda
principios de la democracia liberal, mer- la coartada perfecta para emprender una
cado libre y derechos humanos al mundo carrera que permitiera alcanzar el anhelado
“no civilizado” (Bardají, 2005). Bajo el lide-
razgo de William Kristol, Francis Fukuya- 13 La Estrategia de Seguridad Nacional introducida por el
ma, y Robert Kagan se conformaron impor- presidente George Walker Bush, plantea como principal objetivo
defender a los Estados Unidos de sus enemigos como com-
tantes think tanks, entre los que destaca el promiso fundamental con el pueblo norteamericano. Igualmente
plantea que las luchas del siglo XX en contra de los totalitaris-
mos fueron también el triunfo de la libertad, la democracia y el
12 El 14 de diciembre de 2000, George Walker Bush fue elegido libre mercado. Por tanto en el siglo XXI, solo aquellos países que
después de una polémica contienda electoral, donde la decisión asuman un compromiso de defensa de los derechos humanos,
frente a la concesión de los votos electorales del estado sureño la libertad política y económica podrán garantizas el bienestar
de la Florida, no fue otorgada por las autoridades electorales sino de los suyos. A continuación se anotan los principales objetivos
por el Tribunal Supremo del estado, luego de varios conteos y de esta estrategia: 1. Estados Unidos se erigirá en defensor de
reconteos de votos. El debate sobrevino luego de que el estado los anhelos de dignidad humana. 2. Fortalecer las alianzas para
de la Florida, donde era gobernador su hermano, fuera incapaz derrotar el terrorismo mundial. 3.Colaborar con otros para resol-
de hacer un eficiente escrutinio de las urnas y dejara la decisión ver conflictos regionales. 4. Impedir que nuestros enemigos nos
en manos de un tribunal tildado de conservador. Más de un mes amenacen. 5. Suscitar una nueva era de crecimiento económico
fue el tiempo de espera para que finalmente el Tribunal decidiera mundial. 6. Expandir el círculo del desarrollo. 7.Desarrollar pro-
conceder la victoria a Bush, quedando éste con 271 votos electo- gramas para una acción cooperativa. 8. Transformar las institu-
rales frente a 266 de su rival, el demócrata Al Gore. ciones de seguridad nacional. 39
Dossier
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Opinión pública y proceso de paz: actitudes e imagi- Public opinion and peace process: attitudes and
narios de los bogotanos frente al proceso de paz de La imaginaries of the citizens of Bogotá regarding La
Habana entre el gobierno colombiano y la guerrilla de Habana peace process between Colombian gover-
las FARC nment and the FARC revolutionary group
Resumen: El proceso de paz entre el Gobierno y las Abstract: The peace process between the Co-
FARC, que tiene lugar en La Habana, se ha carac- lombian government and the FARC guerrilla
terizado como una negociación con escasa parti- group in La Habana has been characterized
cipación de la sociedad civil y por el hermetismo by informative secrecy and low participation
informativo. De cara a los posibles acuerdos que of civil society in the negotiation. To face the
desemboquen en un posible escenario de postcon- possible agreements which can lead to the
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flicto, es importante conocer las actitudes de los post conflict scenario is important to know
ciudadanos en torno al respaldo al proceso, sus the citizens attitudes regarding the process,
opiniones frente a las causas del conflicto, sus per- opinions about the causes of the conflict, their
cepciones frente al papel de los medios y el imagi- perceptions about massive media and the
nario que se construye colectivamente en torno a collectively constructed imaginary of peace.
la paz. Se presentan los resultados de una inves- This paper presents results of a research de-
tigación sobre las actitudes e imaginarios de una veloped by the Observatorio de Medios of the
muestra de 778 bogotanos frente al proceso de paz Universidad de la Sabana, from a sample of
realizada por el Observatorio de Medios de la Uni- 778 citizens of Bogota regarding their attitu-
versidad de la Sabana des and imaginaries.
Palabras claves: paz, opinión pública, actitudes, ima- Keywords: peace, public opinion, attitudes,
ginarios, información, medios de comunicación. imaginaries, information, mass media.
1 El siguiente artículo corresponde al resultado de un primer avance de investigación, producto del Seminario de Investigación en
Comunicación Pública impartido en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana y en alianza con el grupo de investiga-
ción del Observatorio de Medios de la Facultad y en el que se busca indagar sobre la opinión pública a partir del análisis de los marcos
de interpretación (framing) del proceso de paz en los principales medios de comunicación. 41
Dossier
Introducción
L
a historia política de Colombia parecie- de Colombia FARC-EP. El 6 de septiembre
ra ser una tensión permanente entre la el secretariado de las FARC, en voz de Ti-
guerra y la búsqueda de la paz. Desde moleón Jiménez más conocido como “Ti-
el mismo origen del Estado Colombiano, la mochenko” públicamente confirmó su par-
violencia y los conflictos han sido un elemen- ticipación en el proceso.
to constitutivo de la identidad nacional y la La llegada a este punto se dio en medio
construcción estatal. En un primer momen- de conversaciones secretas entre emisarios
to el conflicto político partidista se decantó del gobierno y el grupo guerrillero quienes
en una dinámica paralela de competencia acordaron los mecanismos y procedimientos
política y guerras civiles. Posteriormente, el del proceso. La noticia fue de gran impac-
conflicto agrario y la exclusión del régimen to ya que estuvo antecedida por la filtración
bipartidista marcaron una nueva era violen- del hecho por parte del Expresidente Álvaro
ta que tuvo en el campo su epicentro. Años Uribe Vélez, férreo opositor a esta iniciativa,
más tarde el fenómeno del paramilitarismo y y quien hizo público todo el proceso previo
el narcotráfico vendrían a transformar y com- que se venía manejando herméticamente.
plejizar el escenario político generando una A pesar de la “sorpresa” y el impacto que
violencia de mayor intensidad y crueldad. causó en la opinión publica este inesperado
Igualmente se debe tomar la participación acontecimiento, el proceso de paz inicia en el
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del Estado y sus fuerzas regulares como una mes de Octubre del 2012 y su desarrollo ha
fuerza más que contribuye a perpetuar el ci- estado marcado por una relativa polarización
clo violento. social y política entre sectores que se oponen
En medio de este panorama histórico se y sectores que respaldan las negociaciones.
han adelantado varios esfuerzos políticos Dentro de los aspectos centrales de la
para llegar a acuerdos que finalicen el con- mecánica del proceso, se determinó que se
flicto a través de negociaciones, con dis- haría inicialmente en un país amigo, Cuba,
tintos resultados, que han tenido efectos y donde -por fases- se están discutiendo los
consecuencias de diversa naturaleza social, temas de la agenda previamente determi-
política, jurídica y hasta económica. nada. El gobierno decidió, por cuestiones
Como un intento más por buscar la paz político-estratégicas, negociar en medio del
en Colombia, el Gobierno Colombiano, a conflicto mientras que las FARC han decla-
través de una alocución del presidente Juan rado continuamente la necesidad de hacer
Manuel Santos anunció el 4 de septiembre un cese al fuego. Adicionalmente, se vienen
de 2012 el inicio de un proceso de negocia- organizando foros temáticos en el país para
42 ción con las Fuerzas Armas Revolucionarias involucrar a la sociedad civil en el proceso.
Dossier
En estos foros, se abordan los temas de la sobre las negociaciones, han tratado de su-
agenda de negociación en aras de construir plir esos vacíos acudiendo a otras fuentes y
un conjunto de propuestas de origen popu- voces involucradas, lo que ha llevado a que
lar que son llevadas a la mesa de diálogos las voces oficiales; Gobierno y FARC, deban
para enriquecer el proceso y dar espacio a coexistir con sectores que buscan posicionar
otros sectores, al menos desde esta diná- su propia interpretación sobre la necesidad,
mica, para participar en el desarrollo de las oportunidad y legitimidad del proceso de paz.
negociaciones. En este artículo se busca, a partir de la
Durante el tiempo trascurrido del proce- presentación de los resultados de una inves-
so, la opinión pública se ha visto permeada tigación sobre las actitudes de los bogota-
por distintos marcos de interpretación sobre nos frente al proceso de paz2, generar una
el mismo en donde se han venido eviden- reflexión y un debate sobre la importancia
ciando una serie de posiciones contrarias de la comunicación en el proceso de paz.
a los diálogos, otras voces que respaldan Para cumplir con ese objetivo se hará un bre-
críticamente el mismo, y otros que están a ve recorrido por el concepto de la paz y sus
favor de las negociaciones. Dentro de esas dimensiones psicológicas y comunicativas
voces disonantes, los principales debates para luego, a la luz de dichos conceptos, ana-
han girado sobre la participación de la so- lizar los resultados del estudio. Finalmente se
ciedad civil en el proceso, la impunidad -que esbozan algunas conclusiones y se plantean
se teme por muchos- pueda traer la negocia- interrogantes para investigaciones futuras.
ción, reclamos a la legitimidad política de los
involucrados e incluso reparos frente a los La paz como un concepto
primeros esbozos de transformaciones de la de estudio
política agraria que podrían surgir de la mesa
de acuerdos. Los procesos de paz son escenarios de alta
Se puede observar una puja muy fuerte controversia política y social. En contextos de
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en el campo de la comunicación por parte negociación siempre será muy importante,
de todos los actores de la negociación y los más allá de lo político y lo legal, la construc-
participantes “no participantes” que pueden ción de un consenso social en torno al pro-
terminar influenciando el curso del proceso ceso que permita tener un respaldo sobre el
para bien o para mal. desarrollo del mismo y sus posteriores con-
Además, es importante recordar que des- secuencias en el postconflicto.
pués del fallido proceso de San Vicente del La paz es un valor imperativo de toda
Caguán, la opción de una salida política al sociedad. A pesar de ser un bien deseable,
conflicto perdió cualquier posibilidad de un son muchas las sociedades que viven en
respaldo masivo de la opinión pública que permanente situación de conflicto entre sus
privilegió la salida militar durante los dos pe- ciudadanos, grupos armados e instituciones
riodos presidenciales siguientes en cabeza estatales. Charles Webbel afirma que:
de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).
Los medios de comunicación, en este 2 Encuesta realizada en la ciudad de Bogotá con una muestra
contexto, han sido actores importantes del de 778 personas a través de una entrevista cara a cara realiza-
da de manera proporcional por localidades, género y rangos de
proceso y, a pesar de la poca información edad los días 27 y 28 de abril de 2013. 43
Dossier
Quizás la paz es como la felicidad, la justicia, mamente humana; es decir, que les garanti-
la salud y otros ideales humanos, algo que ce la satisfacción de sus necesidades bási-
cualquier persona o cultura desea y venera, cas para vivir dignamente.
pero que pocos logran alcanzar…Quizás la En la misma línea, Adam Curle plantea la
paz sea diferente de la felicidad ya que parece existencia de las dimensiones, negativa y po-
requerir de armonía social y condiciones po- sitiva de la paz sosteniendo que:
líticas mientras que la felicidad pareciera ser
más una cuestión individual, al menos en las En una definición negativa, las relaciones pa-
culturas occidentales (Webbel, 2007, p.5). cíficas son aquellas que carecen de conflicto.
La ausencia de conflicto puede, sin embargo,
Tal vez el elemento más complejo de un va- significar muy poco…a eso yo lo llamaría paz
lor como la paz es que puede prestarse a negativa. Es otro tipo de paz negativa la que
múltiples interpretaciones; partiendo desde caracteriza aquellas relaciones en las que la
la comprensión y la experiencia de cada in- violencia ha sido evitada o mitigada, pero sin
dividuo, hasta llegar a una construcción co- que haya desaparecido el conflicto de intere-
lectiva sobre unos elementos relativamente ses, o en las cuales el conflicto ha sido mixti-
comunes. El diccionario de la Real Academia ficado, es decir, se ha encubierto o disfrazado
de la Lengua cuenta al menos con diez defi- (1978, p.28).
niciones distintas sobre el concepto:
Igualmente define lo que para él significa la
1. Situación y relación mutua de quienes no es- paz positiva en términos de niveles reducidos
tán en guerra. 2. Pública tranquilidad y quietud de violencia y niveles elevados de justicia.
de los Estados, en contraposición a la guerra o Es importante tener clara la multidimen-
a la turbulencia 3. Tratado o convenio que se sionalidad interpretativa del concepto, no
concuerda entre los gobernantes para poner fin solo para efectos del proceso de paz y su
a una guerra. 4. Sosiego y buena correspon- lógica y dinámica política, sino también a la
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dencia de unas personas con otras, especial- hora de analizar el comportamiento de la opi-
mente en las familias, en contraposición a las nión pública en la construcción de las actitu-
disensiones, riñas y pleitos. 5. Reconciliación, des, comportamientos e imaginarios socia-
vuelta a la amistad o a la concordia. 6. Virtud les frente a lo que se está viviendo en el país.
que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego,
opuestos a la turbación y las pasiones (Real La dimensión psicológica de la paz:
Academia de la Lengua, 2013). imaginarios y actitudes
Johan Galtung (1969) distingue entre la paz Los comportamientos colectivos frente a
negativa, entendida como la ausencia de procesos políticos pueden construirse, entre
conflicto, y la paz positiva entendida como otros aspectos, a partir de la estructuración
la ausencia de todo tipo de violencia, tanto de imaginarios sociales que configuran unos
directa (física o verbal) como estructural y marcos mentales de vivencia de las expe-
cultural, además de la posibilidad de que las riencias cotidianas.
personas y los grupos sociales se liberen de Charles Taylor define los imaginarios so-
44 todo lo que les impide llevar una vida míni- ciales como:
Dossier
algo más profundo que los esquemas intelec- operativamente en lo que en cada sistema
tuales que las personas pueden tener cuando socialmente diferenciado, se tenga por reali-
piensan acerca de la realidad social de mane- dad” (2002). Estos esquemas son represen-
ra desagregada. Yo pienso, antes, en las ma- taciones colectivas que rigen los sistemas de
neras en que las personas imaginan su exis- identificación e integración de una sociedad.
tencia social, como encajan unos con otros, El estudio de los imaginarios sociales po-
como las cosas se desenvuelven entre ellos, dría ser un insumo importante para los to-
las expectativas que se cumplen normalmente madores públicos de decisiones en aras de
y la normatividad (2004,p.24). construir un escenario de postconflicto políti-
co, jurídico, social y económico que sea con-
Igualmente Taylor (2004) afirma que los ima- secuente con el deber ser que sobre la paz
ginarios se enfocan en la forma como las construyen colectivamente los ciudadanos, lo
personas imaginan su realidad y cómo esto cual facilitaría la legitimación de acuerdos que
puede verse expresado a través de imáge- pueden ser controversiales y polémicos para
nes, historias y leyendas. Además, resalta algunos sectores y que, por lo tanto, necesita-
que los imaginarios son compartidos por rían de un respaldo social. En ello la comuni-
grandes números de personas o por toda la cación cumple un papel de primer orden.
sociedad. Sin embargo el rasgo más impor- De la mano de los imaginarios, es nece-
tante de los imaginarios sociales, sobre todo sario explorar el concepto de las actitudes,
para el estudio de las actitudes y la opinión sobre todo en el marco de los estudios de
publica frente al proceso de paz, es que los opinión pública. La teoría que se suele utilizar
imaginarios son el “entendimiento común con mayor frecuencia para explicar las actitu-
que hace posible unas prácticas comunes des es la teoría “tripartita” de Katz y Stotland
y un sentido de legitimidad ampliamente (1959). El modelo tripartito parte de conside-
compartido”(Taylor, 2004, p.25). rar que las actitudes tienen tres componen-
Otros autores afirman que: tes: afecto, conocimiento y comportamiento.
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
Al respecto Fabrigar, McDonald y Wegener
el papel de las significaciones imaginarias es (2005) afirman que tradicionalmente el afecto
el de proporcionar al ser humano una clave de ha sido utilizado para describir los sentimien-
inteligibilidad de sí mismo, de la sociedad y tos positivos y negativos frente a un objeto,
del mundo, clave que no proporciona necesa- el conocimiento para referirse a las creen-
riamente la racionalidad. El imaginario, visto cias que uno posee acerca de un objeto, y el
así, no es simple imagen que refleja la realidad, comportamiento para describir las acciones
no es deformación de la realidad provocada por y respuestas frente al objeto.
la alienación, sino que resulta de una actividad La construcción de actitudes frente al pro-
constante de organización mental de la realidad ceso de paz está influenciada por el papel
(Alvarez, Alvarez & Facuse, 2002, p.147). que los medios de comunicación y los ac-
tores del proceso puedan tener en la cons-
Juan Luis Pintos, por su parte, define los ima- trucción mediática de la realidad política. Las
ginarios sociales como “aquellos esquemas, dimensiones reales e imaginarias pueden
construidos socialmente, que nos permiten contraponerse entre unos avances o retro-
percibir algo como real, explicarlo e intervenir cesos objetivos de la negociación, hechos y 45
Dossier
Impacto sobre
Impacto sobre
la visibilidad pública
las estrategias y
y legitimidad de
el comportamiento
las posiciones de
de las partes
los antagonistas
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
Un proceso de paz como el que se está cubrimiento del conflicto, la manera como
desarrollando en La Habana, a pesar de ser enfocan el núcleo del proceso, las voces
un proceso político, tiene una dimensión autorizadas para hablar del tema y los esce-
comunicativa muy importante. El manejo narios y formatos a través de los cuales se
de la información por parte de los actores desarrolló el cubrimiento.
involucrados y la forma en como los medios La tercera influencia tiene que ver con el
presenten la información influye directamen- efecto que puede tener el tipo de cubrimiento
te en la construcción de actitudes de la ciu- mediático; es decir, las necesidades de los
dadanía frente al proceso y en el posible res- medios en su producción noticiosa, en las
paldo y legitimación social de los acuerdos estrategias discursivas de los antagonistas.
y las consecuencias políticas, económicas y El predominio del sensacionalismo, el info-
sociales de lo que se pueda llegar a pactar. taiment y la constante necesidad de produc-
Gadi Wolsfeld (2004) plantea cuatro gran- ción inmediata de información puede llevar a
des influencias que pueden tener los medios los antagonistas a radicalizar sus posturas.
de comunicación en el cubrimiento que ha- La cuarta influencia directa sobre el pro-
cen de procesos de paz (ver Diagrama 1). ceso y una de las más determinantes sobre 47
Dossier
48
Dossier
Resultados
El estudio se enfocó sobre tres dimensiones ¿Sabe usted que el Gobierno adelanta un proceso
actitudinales de los bogotanos frente al pro- de paz con la guerrilla de las FARC?
ceso de paz: actitudes frente al proceso, ac- 3%
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
de acuerdo con el hecho de que los diálogos
estén teniendo lugar. (Ver gráfico 2).
En este caso, el 79% de los encuestados
manifiesta estar de acuerdo con que se ade- Si No No sabe No responde
lante el proceso mientras un 15% no está de
acuerdo. El conocimiento y el respaldo se Grafico 2. Actitud frente a la realización del proceso
corresponden con el interés que genera el
proceso en los bogotanos. Un 54% afirma
tener un alto interés, el 33% un interés medio
y solo un 10% manifiesta tener bajo interés.
Al indagar sobre el optimismo frente al pro- La actitud que más prevalece es la corres-
ceso se evidencia que a pesar de su alto co- pondiente al intervalo medio donde no se es
nocimiento, el alto respaldo en la realización ni muy optimista ni muy pesimista. El 44% de
de éste y el elevado interés, lo que prima es los encuestados se ubicó en esta posición,
la incertidumbre frente al futuro y final del mientras el 33% son pesimistas y el 21% son
proceso mismo. (Ver gráfico 3). optimistas frente al proceso. 49
Dossier
En una escala de 1 a 6, siendo 1 un nivel alto de pesimismo y 6 un nivel alto de optimismo, ¿qué tan optimista es usted
frente al proceso de paz?
22%
19% 20%
14%
10% 11%
1 2 3 4 5 6
Pesimismo Optimismo
Desigualdad 28%
Lucha por el poder 17%
Corrupción 17%
Narcotráfico 15%
Violencia 6%
Ausencia del Estado 6%
Otras causas 6%
Exclusión política 2%
Impunidad 1%
No responde 2%
Actitudes frente a temas y debates política la causa del conflicto solo para el
del proceso 2% de los encuestados. En segundo lugar
se encuentran problemáticas como la co-
Una segunda dimensión actitudinal que se rrupción (17%), la lucha de distintos actores
exploró se centró en los aspectos de fondo por el poder político (17%) y el narcotráfico
del proceso analizando las actitudes de los (15%). Es interesante la opinión de los en-
encuestados frente a situaciones potenciales cuestados frente a las causas del conflicto
que podrían suceder de llegar a finalizar el por dos razones. Primero, se reconoce que
conflicto con la firma de un acuerdo de paz el conflicto armado si tiene un origen so-
entre el gobierno y la guerrilla. Se partió de cioeconómico y político y no es simplemente
indagar sobre cuál era para los bogotanos la el cúmulo de acciones de grupos terroristas
principal causa del conflicto. (Ver gráfico 4). o de delincuencia común. Segundo, es un
Frente a este interrogante, la causa más mensaje claro al sistema político mostrando
recurrente es la desigualdad (28%) entendi- una corresponsabilidad de los actores políti-
da en términos materiales y sociales mas no cos institucionales y sus prácticas corruptas
50 en términos políticos y siendo la exclusión como un motivante más del conflicto.
Dossier
Ante un eventual pacto entre el gobierno y la guerrilla estaría usted de acuerdo con:
De acuerdo En desacuerdo
Ante un eventual pacto entre el gobierno y la guerrilla usted cree que los guerrilleros estarían dispuestos a:
Sí No
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
Posteriormente se plantearon dos escenarios política de las FARC el rechazo asciende al
a partir de los cuales se buscaban indagar 69%. Finalmente, no hay una tendencia clara
por las actitudes de los encuestados frente frente al tema del perdón. El 42% estaría dis-
a las posibles condiciones del postconflicto. puesto a perdonar a los guerrilleros mientras
El primer escenario se enfocaba en los com- que el 50% no lo haría.
portamientos de los encuestados frente al El segundo escenario se centraba en la
perdón y la aceptación de la reincorporación confianza de los encuestados sobre el com-
de los combatientes a la vida civil, entre otros promiso de las FARC frente a posibles con-
aspectos. (Ver gráfico 5). secuencias de los acuerdos como la verdad,
Hay una amplia aceptación de la posibili- la reparación y el abandono de las armas,
dad que, como consecuencia del proceso de entre otros. (Ver gráfico 6). 3 4
paz, se apele a la aplicación de penas alter-
nativas para los guerrilleros (66%). Igualmen-
te el respaldo a la reincorporación a la vida 3 Se muestran solo los porcentajes de respuestas en acuerdo
civil es muy alto (75%). Sin embargo, cuando y en desacuerdo.
4 Se muestran solo los porcentajes de respuestas en acuerdo
se habla de una hipotética participación en y en desacuerdo. 51
Dossier
Es evidente que la desconfianza reina entre cia con un 68%, seguida de la radio con un
los encuestados frente a aspectos como el 10%, el periódico con un 9% e internet con el
reconocimiento y reparación de las víctimas 8%. Esto nos muestra una tendencia hacia la
por parte de las FARC (66%), el compromiso información a través de las grandes cadenas
con el conocimiento de la verdad (69%) y el mediáticas nacionales que reproducen en su
abandono de los cultivos ilícitos como fuen- cubrimiento y en una mayor proporción los
te de financiación (57%). Hay incertidumbre discursos oficiales y la posición guberna-
frente al abandono de las armas, donde el mental. Igualmente, se privilegia el formato
50% considera que las FARC sí dejarían las televisivo, más ligado a las noticias breves,
armas frente a un 44% que cree que no lo poco uso de “géneros mayores” como son
harían. El 71% creen que las FARC, luego las entrevistas, las crónicas y los reportajes,
del acuerdo, se reincorporarían a la vida civil. lo que genera una mayor inmediatez noticio-
sa en detrimento de la contextualización y el
Actitudes frente al papel de los contraste entre diversas fuentes informativas.
medios de comunicación en el Partiendo de la realidad de que el proceso
proceso se ha manejado en medio de la discreción y el
hermetismo informativo, se le preguntó a los
La tercera dimensión actitudinal que se ex- encuestados cómo quisieran que se maneja-
ploró fue lo relacionado con las actitudes de ra la información del proceso. (Ver gráfico 7).
los ciudadanos frente a los medios de comu- La mayoría de los encuestados, el 72%,
nicación y el manejo de la información sobre esperaría que los medios informen todo lo
el proceso de paz. Esa información es impor- que ocurre en el proceso mientras que el
tante en el sentido en que ofrece luces para 21% está de acuerdo con que se comunique
el análisis de los marcos de interpretación de solo la información oficial como se ha venido
la realidad y la construcción de los imagina- manejando hasta ahora. Esa demanda de
rios colectivos en torno a la paz y el proceso. mayor y mejor información corresponde con
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Inicialmente se indagó por las fuentes de la evaluación del desempeño del cubrimiento
información sobre el proceso de paz, siendo mediático que hacen los ciudadanos. El 22%
la televisión el medio informativo por excelen- considera que el cubrimiento de los medios
¿Cómo deberían manejar los medios de comunicación la información sobre el proceso de paz?
72%
21%
3% 3%
Informar todo lo que Comunicar sólo
No responde No sabe
ocurra en el proceso la información oficial
31%
26%
14%
8% 10% 8%
2% 1%
1 2 3 4 5 6 No sabe No responde
ha sido bueno, el 18% considera que ha sido truir un nuevo orden social que promueva las
malo mientras que el 57% se ubica en medio condiciones para que esa paz positiva pue-
de la escala. (Ver gráfico 8). da materializarse. (Ver gráfico 9)
Finalmente, se hizo una pregunta que es-
taba orientada a construir un esbozo del ima- Proceso de paz y opinión pública:
ginario colectivo de los encuestados sobre los caminos de la construcción
la paz. Esto es importante en tanto a partir mediática del consenso social
de ese imaginario se construyen actitudes y frente a la paz
comportamientos orientados a legitimar o no
el proceso, y a interpretar que se está nego- Mario Riorda y Damian Fernandez (2006)
ciando lo que se debería negociar de acuerdo plantean que la tarea principal de la comu-
a lo que se entiende socialmente como la paz. nicación gubernamental es la construcción y
A partir de un ejercicio de construcción administración del consenso. La búsqueda
conceptual y asociación valorativa se buscó de la paz es un proceso que puede generar
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en los encuestados su imaginario frente a la opiniones y actitudes encontradas, y parte de
paz. Los resultados agregados y categori- la labor comunicativa está orientada a cons-
zados permitieron determinar que existe un truir un consenso que se materialice en el
imaginario frente a la paz marcado por dos respaldo social del proceso. Sin embargo, en
construcciones conceptuales y valorativas la mitad del camino los medios de comunica-
predominantes. Primero, la concepción de la ción y los actores del conflicto pueden influir
paz como un valor humano relacionado con en que dicho consenso se logre, sea estable
la tranquilidad y la armonía, más orientada en el tiempo o que, por el contrario, sea impo-
hacia la paz individual e interpersonal. Se- sible de alcanzar o difícil de mantener.
gundo, una concepción más orientada hacia Se debe tener en cuenta que cualquier
la paz política y su vínculo con la igualdad, intento por comprender y analizar la rela-
la libertad y los derechos de los ciudadanos, ción entre la opinión pública, los medios de
que podría interpretarse como una “paz po- comunicación y el proceso de paz debería
sitiva”. De alguna u otra manera este imagi- partir de reconocer que hay elementos co-
nario puede demostrar un hastío colectivo yunturales y estructurales que inciden en la
frente a la violencia y la necesidad de cons- formación de las actitudes frente al conflicto 53
Dossier
Seguridad 1%
Bienestar 1%
Derechos 1%
Reconciliación 1%
Solidaridad 1%
Vida 1%
Imposible 1%
Dios 1%
Equilibrio 1%
Esperanza 1%
Oportunidad 1%
Necesaria 1%
Ideal 1%
Violencia 1%
Utopía 1%
Equidad 1%
Derechos 1%
Cambio 1%
Diálogo 2%
Unión 2%
Tolerancia 2%
Todo 2%
Progreso 2%
Perdón 2%
Felicidad 2%
Justicia 2%
Respeto 3%
Convivencia 3%
Armonía 5%
Amor 7%
Libertad 7%
Igualdad 14%
Tranquilidad 24%
camiento ideológico de los actores del con- carse frente al proceso de paz.
flicto, 4. Polarización política en torno a las
soluciones del conflicto, 5.Predominio de Comunicación, actitudes
medios privados nacionales en la construc- e interpretaciones
ción mediática de la realidad, 6. Creciente
movilización ciudadana en torno a las al- A partir del estudio precedente se puede evi-
ternativas frente al conflicto, 7.Variabilidad denciar que el proceso de paz, si bien cuen-
geográfica del impacto del conflicto sobre ta con altos niveles de conocimiento, interés
la población, 8. Participación de gobiernos y respaldo, no ha logrado generar un nivel
extranjeros en el proceso de paz, 9. Herme- mayor de optimismo como el que muchos
tismo y discreción en el proceso previo a los actores involucrados desearían. La comu-
diálogos y en el desarrollo de los mismos, nicación es un elemento determinante en la
10. Capacidad de generar impacto mediá- construcción del consenso frente a los pro-
tico de los actores involucrados a través de cesos políticos y en este caso pareciera no
las nuevas tecnologías de la información y estar cumpliendo totalmente dicha función.
54 la comunicación. Arist Von Hehn sugiere que:
Dossier
la comunicación efectiva es un aspecto cri- en el proceso si no se logra llegar a acuer-
tico en el éxito de los procesos de paz. Los dos de manera rápida. Segundo, la ausencia
procesos pueden ser conducidos por élites de espacios, más allá de los foros temáticos,
con un margen mínimo de involucramiento de cuya comunicación también ha brillado por
la sociedad civil, haciendo vulnerable la ne- su ausencia, puede generar una sensación
gociación a interpretaciones conflictivas que de que el proceso no involucra a la sociedad
posiblemente puedan torpedear el proceso en su diversidad de posiciones e interpreta-
(2011, p.104). ciones, activando actitudes de rechazo, dis-
tancia y desconfianza. Si bien la evaluación
En la misma dirección Hehn sugiere que una ciudadana frente al desempeño de los me-
de las metas de la comunicación es involu- dios en el cubrimiento del proceso no es del
crar a los “sin voz” para crear un sentido de todo negativa, los ciudadanos si parecieran
identidad frente al proceso. querer tener un poco más de información,
Es evidente que el proceso de paz es un contexto y análisis. (Ver diagrama 2).
tema de la mayor relevancia para los bogo-
tanos, y en general para gran parte de los El postconflicto, la comunicación y
colombianos. Sin embargo, la falta de infor- las actitudes
mación y el desempeño de los medios en el
cubrimiento de los hechos pueden generar Más allá de las actitudes frente a la realidad
actitudes de incertidumbre y desconfianza del proceso y su dinámica día a día, es im-
frente a lo que se viene desarrollando en La portante también analizar las actitudes frente
Habana. Esto se ve reflejado en el alto cono- a los posibles acuerdos y disposiciones po-
cimiento e interés frente al proceso que no se líticas, jurídicas, sociales y económicas que
corresponde con una actitud optimista frente puedan derivar de la firma de un acuerdo de
a lo que pueda suceder. La falta de informa- paz. El escenario del postconflicto es muy
ción puede contribuir, en términos de Hehn, crítico en términos políticos y comunicativos
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
a una ausencia de identificación con el pro- en tanto lo que se acuerde necesitará del
ceso desde dos perspectivas. Primero, el no respaldado social a través de procesos po-
tener acceso a la información más allá de lo líticos, sean los que sean (asamblea cons-
oficial y lo que logra filtrase a través de las tituyente, referendo, plebiscito, consulta po-
barreras autoimpuestas por los actores pue- pular), procesos comunicativos y de opinión
de llevar a una pérdida paulatina de interés pública (sondeos, encuesta de opinión, pro-
Conocimiento
Optimismo
Interés
Consenso
Reincorporación
ción
a la vida civil
cipa
alternativas
Parti lítica Perdón
Penas
po ARC
sF
de la
Reincorporación
Reparación
Desarme
de cultivos
Abandono
ilícitos
Verdad
Diagrama 4. Esquema actitudinal frente al compromiso de las FARC en un eventual post conflicto
nunciamientos de líderes de opinión) y pro- los bogotanos frente a las causas del con-
cesos sociales (movilización social, bloques flicto, donde la razón más mencionada por
de respaldo, organizaciones sociales). (Ver los encuestados es la desigualdad, entendi-
diagrama 3). da en términos materiales y no entendida en
El esquema actitudinal frente a posibles esce- función de la exclusión política como el mar-
narios del postconflicto plantea una situación co de interpretación que la guerrilla trata de
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
muy compleja teniendo en cuenta las expec- comunicar. En ese sentido, la noción de paz
tativas de los actores del conflicto y sus ex- que respaldan las actitudes ciudadanas qui-
pectativas frente a un posible acuerdo. Los zás esté más orientada a permitir el regreso
bogotanos encuestados muestran una doble de los guerrilleros a la vida civil, buscar las
propensión. Por un lado, una tendencia hacia transformaciones para un orden social y eco-
una alta disposición a la reincorporación de nómico más justo, pero sin la posibilidad de
los guerrilleros a la vida civil; incluso si esto que estos sectores reincorporados participen
fuera acompañado de alternatividad penal, electoralmente en la disputa por el poder.
sacrificando la aplicación de todo el peso de Una segunda razón para explicar esa do-
la justicia. Sin embargo; por otro lado, no se ble tendencia radica en la poca confianza de
evidencia una disposición muy clara frente al los encuestados frente a los compromisos
tema del perdón, y mucho menos frente a la que pueda asumir la guerrilla de las FARC
posibilidad de que las FARC entren a partici- como consecuencia del proceso de paz. (Ver
par de los procesos electorales democráticos. diagrama 4).
Esta doble tendencia podría entenderse a Estos tres esquemas actitudinales se en-
56 partir de la comprensión que parecen tener cuentran atravesados por una ausencia de
Dossier
Diagrama 5. Construcción conceptual de la paz
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 41-58
Esto ha llevado a que dentro del imagi- influenciar dichas construcciones psicológi-
nario colectivo de la paz prime el valor de cas y comunicacionales. Podríamos ver que
la tranquilidad, entendiendo la paz como la en este momento los dos marcos de inter-
ausencia de disrupciones al orden y la cal- pretación, FARC y Gobierno Nacional, deben
ma pública (Ver diagrama 5). Sin embargo, compartir el proceso comunicativo con sec-
el imaginario se alimenta también de valores tores opositores del proceso quizás ya no tan
conceptuales más orientados hacia la com- populares, pero sí muy influyentes comuni-
prensión de la paz positiva como la libertad cativamente y, por otro lado, con sectores de
y la igualdad, y de valores conceptuales diri- la sociedad civil que apoyan el proceso pero
gidos al restablecimiento de la convivencia, demandan espacio dentro del mismo para
como el respeto, la tolerancia y la armonía. poder expresar sus opiniones.
Es positivo, y digno de destacar que van per- A esta altura del proceso se empieza a evi-
diendo espacio nociones militaristas relacio- denciar un giro comunicativo y de acción políti-
nadas con la seguridad o el control del terro- ca por parte del gobierno a través de acciones
rismo como única fuente de paz. publicitarias buscando despertar identidad
57
Dossier
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Dossier
Experimentando con
la sensibilidad al conflicto
en un laboratorio
de construcción de paz 1
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
la evaluación del programa y la determinación de study that aims to evaluate the program and
lecciones aprendidas, finalizando con la exposi- identify lessons learned from experiences of
ción de una serie de recomendaciones, desde the project. We end with a series of recom-
el enfoque teórico de sensibilidad al conflicto y mendations, from the viewpoint of sensitivity
la construcción de paz, buscando optimizar los to conflict and peacebuilding, in order to opti-
impactos obtenidos y facilitando la estrategia de mize the impact reached, and to facilitate the
salida de la Unión Europea y del Gobierno Na- exit strategy of the European Union and the
cional con miras a contribuir a la construcción de National Government with aims to contribu-
Paz en Colombia. ting to peace building in Colombia.
Palabras claves: Laboratorios de Paz, Sensibilidad Keywords: Peace Laboratories, Conflict Sen-
al Conflicto, Construcción de Paz, Cooperación, sitivity, Peacebuilding, Cooperation, Project
Cierre de Proyectos. Closure.
1 El presente artículo hace parte de algunos de los resultados de investigación de la autora en su trabajo de grado presentado para
optar al título de Especialista en Acción Sin Daño y Construcción de Paz. 59
Dossier
Introducción
U
no de los retos de la cooperación in- serie de recomendaciones que buscan un
ternacional en zonas en conflicto es cierre exitoso de programas de cooperación
apoyar la promoción de la estabilidad y así aportar a nuevas experiencias de cons-
económica y social de sus habitantes sin mi- trucción de paz, específicamente aquellas
nar sus capacidades locales, perpetuar su relacionadas con los Laboratorios de Paz y
dependencia económica o dejar recursos al programas relacionados que se encuentran
servicio de actores armados. En este proce- en ejecución.
so y reconociendo el poder y la utilidad que Para comprender con mayor claridad el
tienen las intervenciones de la comunidad enfoque teórico de sensibilidad al conflic-
internacional en Colombia, el presente artí- to debe mencionarse las dos premisas que
culo plantea una aproximación ética y meto- este enfoque utiliza para analizar las inter-
dológica para reducir el impacto negativo de venciones en áreas en conflicto: primero, se
una apuesta de desarrollo y construcción de destaca que las intervenciones de desarrollo
paz como es el Segundo Laboratorio de Paz pueden hacer daño y tener un efecto negativo
(LPII), programa financiado por la Unión Eu- en el conflicto y que por ello es necesario dis-
ropea y gestionado por el Gobierno Nacional. minuir sus impactos y, en segundo lugar, se
Basado en el enfoque teórico de sensibili- advierte que las intervenciones relacionadas
dad al conflicto, el estudio centra su atención con temas de desarrollo, pueden incidir en la
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
en el manejo de recursos, provenientes de la Finalmente, sin pretender limitar las inter-
Cooperación y administrados por el Gobier- venciones de la comunidad internacional en
no Colombiano. áreas en conflicto en el país, sino más bien
Al finalizar la ejecución operativa en mar- con el ánimo de recomendar acciones basa-
zo de 2009, se inició el proceso de liquida- das en el enfoque mencionado; la pregunta
ción del LPII, que consistía en el examen de a resolver es ¿Cómo se hizo la intervención
cumplimiento de los resultados y la revisión del Segundo Laboratorio de Paz en una re-
de la ejecución financiera y de procedimien- gión con unas complejidades determinantes
tos. El proceso de verificación financiera fue y qué aspectos deberían tenerse en cuenta
realizado por una firma auditora contratada para limitar los impactos negativos de la in-
por la Delegación Europea, lo que demostró tervención en su etapa de cierre?2
que si bien la mayoría de las organizaciones
se esforzaron por cumplir con los procedi- 2 Antes de profundizar en el análisis, es necesario anotar que
mientos europeos para la ejecución de los las afirmaciones y conclusiones del presente escrito, no preten-
den comprometer la posición del Departamento Administrati-
recursos, una serie de acciones no los si- vo para la Prosperidad Social -DPS (antes Acción Social) ni la
Unión Europea en el desarrollo del Segundo Laboratorio de Paz
guieron de manera estricta, evidenciando la en la región del Macizo Alto Patía. 61
Dossier
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
la región de Macizo Alto Patía, se aprovecha- pusieron sobre la mesa temas que han sido
ron las capacidades locales y los elementos objeto de discusión en diferentes espacios
identificados como conectores para confor- nacionales, pero sobre los cuales aún no se
mar una Unión Temporal entre la Asociación han conseguido acuerdos definitivos, como
de Municipios del Alto Patía-ASOPATIA; en- es el caso del papel de la población indígena
tidad administrativa de derecho público, y en el desarrollo territorial y la promoción de la
el Consejo Regional Indígena del Cauca – paz desde el ámbito regional.
CRIC-; autoridad tradicional de los pueblos Para los objetivos del presente escrito, se
indígenas del Cauca. reconoce al LPII como un proceso de cons-
Precisamente en el proceso de reconoci- trucción de paz, definido como “un empren-
miento de capacidades colectivas se selec- dimiento político que tiene como objetivo
cionaron 52 iniciativas en el Macizo Colombia- crear paz sostenible enfrentando las causas
no que beneficiaron a 26.435 personas, de las estructurales o profundas de los conflictos
cuales 12.254 eran mujeres (Grupo Desarrollo violentos a partir de las capacidades locales
y Paz de Acción Social, 2011) para ser apoya- para la gestión pacífica de los mismos” (Gal-
das. El territorio se concentró en los proyectos tung, 1976, pp.297-298). 63
Dossier
Tabla 1. Identificación de Divisores y Conectores en el contexto de la región del Macizo Alto Patía
64 Fuente: Información proveniente del Grupo Paz y Desarrollo en el Segundo Laboratorio de Paz
Dossier
Pero así como se reconocieron los capaci- aproximación a este enfoque; sin embargo,
dades solidarias para procesos de construc- existen elementos que se ven reflejados en
ción de paz, los factores de división descritos esta experiencia.
también comenzaron a pesar en la realidad
de la región, las dos entidades identificadas El Segundo Laboratorio De Paz:
para apoyar la ejecución de los recursos Perspectivas y Horizonte
(ASOPATIA y CRIC), evidenciaron que su
naturaleza e intereses eran de carácter muy Además de una descripción del contexto, la
distinto. Esta situación, sumada a las difíciles orientación con sensibilidad al conflicto re-
condiciones del territorio como la presencia quiere de un estudio de los principios de in-
de actores armados y cultivos ilícitos, la con- tervención. Es por ello, que utilizando unas
centración de población indígena y la mon- preguntas guía, diseñadas para abordar las
tañosa geografía, complejizaron el desarrollo temáticas de este enfoque (Vasquez, 2010),
del Programa en la región. se describen las características relevantes
Con esta primera parte que describe la del Programa como son los objetivos de asis-
naturaleza del conflicto en la región y bus- tencia, la población sujeto, las estrategias de
ca aproximarse al enfoque de sensibilidad operación y el equipo de trabajo que permitía
al conflicto, se da paso al siguiente aparte ejecutar el programa de intervención como
donde se muestran los principios guía del era el LPII, con especial atención en el Macizo
programa y su modelo de intervención para Colombiano, como lo refleja el diagrama 1.
profundizar en la temática relacionada con Sobre los principios generales, de manera
la etapa de cierre. Se tiene claro que el di- sucinta, cabe decir que los Laboratorios de
seño inicial del programa no contemplaba la Paz son definidos por la Comisión Europea
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
Diagrama 1. Análisis de Sensibilidad al Conflicto para Programas y Proyectos de Asistencia
Principios generales
del LPII
Focalización
Equipo de trabajo y
mecanismos de operación
Fuente: Adaptado del Módulo de Sensibilidad al Conflicto. Principios, estrategias metodológicas y herramientas
de la Especialización Acción Sin Daño y Construcción de Paz (Vasquez, 2010) 65
Dossier
do a la situación y la dinámica de los territo- te, esto no fue un obstáculo para impulsar los
rios y del conflicto, facilitando el reporte de proyectos en el territorio.
los avances a la Delegación Europea quien El Programa desde su formulación plan-
prestó Asesoría Técnica para el desarrollo teó acciones relacionadas con su seguimien-
del Programa. to, monitoreo y evaluación; sin embargo,
Esta estructura de gestión tenía como en el diseño no se plantearon instrumentos
eje central a las Entidades Coordinadoras específicos para monitorear y corregir posi-
Regionales, las cuales son reconocidas en bles efectos negativos (daños), durante su
su propio ámbito regional por tener credi- implementación y cierre. A pesar de contar
bilidad y confianza entre la sociedad civil y con un modelo de ejecución flexible, éste de-
capacidad por actuar como “motor” en las bía responder a los mandatos de una institu-
zonas focalizadas (Grupo Desarrollo y Paz ción gubernamental determinados por las po-
de Acción Social, 2011). El papel de estas líticas de gobierno y las jerarquías del mismo.
El modelo de ejecución buscaba garanti-
4 Actualmente con la reestructuración de la Entidad, dicho zar el cumplimiento de los siguientes criterios
Programa recibe la denominación de Grupo de Trabajo Paz, De-
66 sarrollo y Estabilización de Acción Social. de acción: Asegurar una cobertura efectiva
Dossier
de los 52 proyectos y las cerca de 958 or-
ganizaciones sociales involucradas (Grupo
Desarrollo y Paz de Acción Social, 2011).
Por otro lado, los impactos considerados
“invisibles” que hasta ahora comienzan a re-
velarse y mostrar sus primeros frutos, para
el caso del LPII, se destacan la adopción de
prácticas agroecológicas sostenibles y me-
nos invasivas con el medio ambiente, el apo-
yo de una economía solidaria y la adopción
de modelos de producción como los de café
especial (variedad macizo único en el país) y
el cacao orgánico. Así mismo, está la impor-
tancia de la temática de derechos humanos
en el territorio para las comunidades campe-
sinas y los indígenas que han sido afectadas
del territorio, Aprovechar la oportunidad gene- por las acciones de los grupos armados.
rada por la financiación del Laboratorio para Esta situación los unió en torno a un interés
fortalecer organizacional y logísticamente la común y los movilizó en demandas públicas,
Entidad Coordinadora Regional; Viabilizar un mingas5 y marchas de carácter nacional para
flujo rápido y constante de la comunicación reivindicar sus derechos.
y la información entre y hacia las áreas de Este contraste de los principios e im-
trabajo y Facilitar el trabajo y contacto con los pactos del programa en la región permitió
beneficiarios y las autoridades de los muni- avanzar en el análisis con enfoque de sen-
cipios involucrados en el Programa (Grupo sibilidad al conflicto, utilizando metodologías
Desarrollo y Paz de Acción Social, 2011). de la Acción Sin Daño y el Do No Harm, e
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
Cada región estableció una dinámica pro- identificar algunos aspectos que permitirán
pia; sin embargo, específicamente en el Ma- potencializar los efectos de construcción de
cizo Alto Patía, la integración de la institucio- paz y anticipar o corregir los aspectos no de-
nalidad y los representantes de los departa- seados del mismo en su etapa de cierre y
mentos (Cauca y Nariño) que la conformaban liquidación, la cual será objeto de análisis en
se tornó compleja. Si bien existían diferentes el siguiente aparte.
orientaciones en la Unión Temporal, a esto
se sumaron los intereses de las organizacio-
nes sociales departamentales por evidenciar
5 La minga, es una práctica de origen quechua (minka) y se
resultados ante las comunidades y obtener entendía como una antigua tradición de trabajo comunitario o
mayores recursos de la cooperación. colectivo con fines de utilidad social. Puede tener diferentes fina-
lidades de utilidad comunitaria como la construcción de lugares
Sobre los impactos del proyecto, estos públicos o el apoyo de una persona o familia, colaborando con
sus cosechas, sin pago por dicho trabajo. Esta modalidad es
pueden leerse de dos maneras: primero, practicada principalmente en Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. Ade-
están los impactos inmediatos y visibles del más de este tipo de mingas, la minga en Colombia ha trascen-
dido el concepto a un plano político, al organizarse socialmente
Programa, que en la región de Macizo Alto para la reivindicación de los derechos, la denuncia y la reflexión
frente a su situación actual. Definición adaptada y complemen-
Patía, estaban representados por el alcance tada de Real Academia Española, 2011. 67
Dossier
L
os impactos considerados dicha información al Sistema de Seguimiento
“invisibles” que hasta ahora y Monitoreo del Grupo de Desarrollo y Paz
de Acción Social (ahora Departamento para
comienzan a revelarse y mos-
la Prosperidad Social), (c) realizar los pagos
trar sus primeros frutos, se destacan
a cada una de las organizaciones subvencio-
la adopción de prácticas agroecoló- nadas y (d) proceder a cumplir con los requi-
gicas sostenibles y menos invasivas sitos legales necesarios para la liquidación
con el medio ambiente, el apoyo de de cada uno de ellos.
una economía solidaria y la adopción El proceso de cierre implica que una vez
de modelos de producción como los el proyecto termina su ejecución y muestra
sus resultados, se realiza una verificación de
de café especial y el cacao orgánico.
la inversión de recursos y la aplicación de los
procedimientos de contratación de acuerdo
a las normas europeas. Para lograr este últi-
mo propósito, la Delegación de la Comisión
El proceso de cierre del Segundo Europea en Colombia adelantó acciones
Laboratorio de Paz para la contratación de una firma de audito-
ría financiera que inició su labor en Mayo de
El siguiente apartado se enfoca en evaluar 2008, la cual al realizar el análisis, identificó
el proceso de cierre del Programa y sus varias debilidades de los proyectos; las más
efectos con una mirada sensible al conflicto, frecuentes se concentraban en los aspectos
tomando la promoción de los laboratorios financieros y jurídicos que requieren un estu-
de paz como un proceso de construcción dio más profundo, el cual, por cuestiones de
de paz. Para ello se utiliza la información espacio, no es objeto del presente análisis.
relacionada con los requisitos formales del Estos hallazgos promovieron una estra-
proceso de cierre de los proyectos, los re- tegia de acompañamiento y seguimiento de
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
sultados obtenidos y los efectos del mismo las Entidades Coordinadoras Regionales y
hasta el momento. del Grupo Desarrollo y Paz de Acción Social
En primer lugar, es necesario mencionar (ahora DPS) a los subvencionados con el
que el cierre del LPII implica actividades que fin de minimizar los riesgos en el cierre del
van desde el seguimiento al cumplimiento de Programa y garantizar el cierre exitoso de los
las acciones financiadas en los proyectos de proyectos que terminaron totalmente su eje-
subvención, así como la evaluación a las ac- cución en el 2009.
ciones que garantizaron los resultados y sus A pesar de la estrategia planteada, finali-
impactos en el territorio. zadas las visitas de la auditoría la situación
El cierre de los proyectos subvencionados era preocupante, si bien eran evidentes los
en el LPII, comenzó cuando los mismos fina- impactos sociales logrados con los 52 pro-
lizaron su ejecución en diciembre de 2008. yectos financiados, 45 tenían obstáculos
Cabe mencionar que para cumplir con este para su liquidación. Esto puso de presente
objetivo se requieren cuatro acciones: (a) co- una serie de dilemas éticos que debían plan-
tejar la información de los resultados alcan- tearse tanto a las organizaciones sociales
68 zados frente a los proyectados, (b) reportar como al Gobierno Nacional y la Cooperación,
Dossier
los cuales basados en la tesis de Palladini ha requerido el reintegro de recursos, situa-
(2009) se expresan a continuación. ción que las ha abocado a un endeudamien-
En primer lugar, se tiene el principio de Crí- to o una devolución de capitales.
tica a la “construcción de paz liberal”, el cual Este primer panorama de cierre, tenien-
se considera superado por el LPII, ya que el do en cuenta el enfoque de sensibilidad al
proceso reconoce que la construcción de paz conflicto, abre la puerta a una serie de cues-
no es el resultado de la imposición de un mo- tionamientos sobre las implicaciones de las
delo político, sino que responde a la conso- intervenciones en procesos de construcción
lidación de un modelo local de construcción de paz tomando en consideración los princi-
de paz que cuenta con consensos y disensos. pios éticos de la construcción de paz y que
A este le sigue el principio de Reto ético de se ven comprometidos - o no cumplidos - en
las decisiones difíciles, que también se en- la etapa de cierre del LPII. A este respecto se
tiende como superado ya que si bien el LPII plantean algunas reflexiones.
era impulsado por el Gobierno Colombiano Al conocer los medios y los fines pro-
y la Cooperación Internacional, el mismo puestos en el cierre del LPII, se puede se-
no se concentraba en la visión o definición ñalar que, si bien es claro que las condicio-
de uno de estos actores. Los principios del nes del cooperante (líder de la intervención)
Programa y el proceso de cierre buscaron la deben respetar la verificación de la inversión
definición y atención en el análisis de las cau- de los recursos en el país, los convenios de
sas estructurales del conflicto y no en causas financiación con el Gobierno Nacional tam-
coyunturales, orientando de esta manera su bién deben promover el reconocimiento a las
estrategia de construcción de paz. condiciones y realidades de los territorios de
En tercer lugar se plantea el reto de los intervención. Para el caso del LPII, la labor
Medios y Fines utilizados; este reto parece no de una auditoría financiera externa demostró
haberse superado, pues los medios utiliza- en algunos procesos el incumplimiento de
dos para avanzar en el proceso de cierre no las condiciones del contrato de subvención,
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
son coherentes en su totalidad con los fines aunque en varios casos se probó que ésta
para los cuales fue concebido el LPII. desconoció la realidad de las zonas que im-
El cuarto reto es la Tensión entre los en- pedían el cumplimiento estricto de la totali-
foques técnicos de la construcción de paz y dad de condiciones y además adoptó inter-
los enfoques transformadores que tampoco pretaciones erróneas de la norma y excluyó
fue superado por el LPII, ya que durante el de su análisis los acuerdos regionales con
proceso de cierre del LPII se evidenció que las entidades coordinadoras regionales.
se priorizaron los requisitos técnicos sobre En segundo lugar, es necesario anotar
los impactos sociales y políticos que tuvieron que los impactos logrados por los proyectos
los proyectos. se pueden ver desviados por el efecto de las
Finalmente se plantea el reto de obtener auditorias, relegando a un segundo plano los
Impactos no deseados de la construcción de efectos transformadores de estas iniciativas
paz y la acción sin daño, que al hacer el aná- de paz en el territorio y generando una ten-
lisis no logró ser superado debido a que los sión evidente entre los ejecutores, el admi-
resultados del proceso de cierre retrasaron nistrador de los recursos y el donante de los
los pagos finales a las organizaciones o les mismos. Bien lo señala Palladini, refiriéndose 69
Dossier
a este debate ético: “aunque el enfoque téc- Sólo para señalar un indicador de los impac-
nico pueda proveer soluciones prácticas a tos no deseados, para el segundo semestre
los problemas inmediatos e, incidentalmen- de 2011 se habían recibido formalmente 8
te, permitir el crecimiento de las organizacio- quejas y/o derechos de petición de parte de
nes, tanto locales como internacionales no las organizaciones ejecutoras por el no pago
aborda el sistema social subyacente y sus de los recursos y no liquidación de sus pro-
dinámicas” (2009, p.41). yectos. Así mismo, muchas organizaciones
Así mismo, deben destacarse los im- se han declarado en quiebra por no poder
pactos no deseados que se dieron con soportar las deudas adquiridas por la falta
el cierre del Programa. Si bien en el LPII, del último pago y, en otras situaciones, las
los recursos donados por la cooperación poblaciones han señalado que los impactos
jugaron un papel fundamental en la trans- han sido desconocidos por el Gobierno Na-
formación del conflicto que enfrentaban las cional y los cooperantes, situaciones mani-
poblaciones, y se enfocó en trabajar sobre festadas en visitas regionales.
las causas del mismo, el proceso de cierre Una vez descrita a la luz de los principios
puede convertirse en un factor que exacer- éticos de construcción de paz la etapa de cie-
ba las tensiones políticas y sociales. Para rre del LPII, el siguiente apartado se concentra
reflejar esta afirmación, es útil señalar la en mostrar dos experiencias de los proyectos
situación del cierre del Laboratorio en la re- con el objeto de señalar algunas lecciones
gión del Macizo Alto Patía que muestra los aprendidas a partir de los efectos generados.
siguientes resultados6: un saldo de sólo 5
proyectos liquidados; sumado a 18 que es- Dos casos del Segundo Laboratorio
tán pagados en su totalidad y en proceso en el Macizo Colombiano con la
de liquidación. Pero, ante los desacuerdos lupa del enfoque de sensibilidad al
con la auditoría realizada, existen aún 21 conflicto: Lecciones Aprendidas
proyectos que están en proceso de trami-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
tar su pago final y otros 8 cuya situación Para ejemplificar el proceso de los efectos
es crítica, los cuales son objeto de análi- del cierre de las subvenciones del LPII se
sis por el Gobierno Nacional (Grupo Desa- analizan a continuación dos casos ejecuta-
rrollo y Paz de Acción Social, 2011). Estos dos por una organización social y otra gre-
29 proyectos cuya liquidación no ha sido mial con características similares pero con
gestionada, se ha convertido en un motivo impactos diferentes al culminar su acción.
de desacuerdo con la Delegación Europea Estos proyectos pertenecían a la región de
debido a los efectos que tendría el no pago Macizo Alto Patía, dentro del eje de Desarro-
a las organizaciones o la devolución de re- llo Económico Sostenible y permiten ejempli-
cursos por parte de las mismas. ficar una serie de lecciones aprendidas, así
Paralelo a ello, cabe mencionar que la como identificar los aciertos y fallas del pro-
situación de resultado de las auditorias ge- ceso, como lo refleja la Tabla 2.
neró múltiples quejas y reclamos de los sub- Hay varios aspectos que destacar en este
vencionados y efectos nocivos en la región. análisis, partiendo del señalamiento de las
principales características de cada uno de
70 6 Cifras presentadas en Diciembre de 2011. los casos.
Dossier
Tabla 2. Características de dos proyectos ejecutados en el LPII en Macizo Alto Patía
Nombre del Contribución al fortalecimiento de la ca- Cacao orgánico bajo sistema agroforestal
Proyecto pacidad de intervención de la Cooperati- multiestrato como estrategia para el rompi-
va del Sur del Cauca (Cosurca), para dar miento de los ciclos de pobreza y la depen-
continuidad al proceso político, econó- dencia de los cultivos ilícitos de 800 pequeños
mico, social, ambiental y cultural de las productores de los municipios de Leiva, El Ro-
organizaciones asociadas. sario, Policarpa, Cumbitara y Los Andes de la
ecorregión Alto Patía departamento de Nariño.
Municipios 9 Municipios de Cauca: Almaguer, La Sie- 5 municipios de Nariño: Leiva, El Rosario, Poli-
rra, La Vega, Bolívar, Florencia, Balboa, carpa, Cumbitara y Los Andes.
Patía, Sucre y Argelia.
Beneficiarios 1.128 familias vinculadas con 921 hom- Se estimó un grupo de 800 personas, asocia-
bres y 207 mujeres. das a 5 organizaciones. De estas, 155 eran
mujeres y 645 hombres.
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
Encargado de la Organizaciones sociales del territorio y Alcaldías Municipales de Leiva, El Rosario, Po-
contrapartida Alcaldía de Argelia. licarpa, Cumbitara y Los Andes.
FUENTE: Tabla construida a partir de la información del Grupo Desarrollo y Paz 2011
71
Dossier
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
técnico como en sus aspectos financieros; lo supuestales han perdido su vigencia, lo que
que permitió un control continuo y la obten- genera tensiones con los asociados y con
ción de resultados que generaron un mayor otros actores de la región, generando así di-
beneficio para sus asociados y para la orga- visores en la comunidad.
nización en general.
LECCION DOS:
Lecciones aprendidas en los La clave del seguimiento a los procesos.
procesos
El no seguimiento continuo a la acción pone
Teniendo en cuenta las experiencias pre- en peligro el papel de las contrapartes loca-
sentadas desde la perspectiva de la sensi- les y aumenta los niveles de desconfianza.
bilidad al conflicto y refiriéndose a los an- Al analizar los casos de Fedecacao y Cosur-
tecedentes ya mencionados, hay una serie ca, se identificaron como aspectos riesgosos,
los puntos de control ejercidos por la coordina-
7 El proceso de injertación es una técnica para el mejoramien- ción de cada una de las organizaciones sobre
to genético de las plantas que incide significativamente en la
productividad de las plantas (Grupo Desarrollo y Paz, 2011). sus procesos administrativos y de gestión. 73
Dossier
territorio debe partir de la reflexión de las terminante en el proceso. Aquí se debe acudir
puertas que se abren y se cierran. a la creatividad de las capacidades locales
Tanto la Federación de Cacaoteros como para la construcción de paz en la región.
Cosurca en sus procesos de planeación, El resultado no satisfactorio de las audi-
gestión y evaluación debían prever los efec- torias no puede convertirse en una excusa
tos positivos y negativos de la acción para para no cumplir con los procedimientos del
replantear algunas de sus estrategias y/o cooperante, quien también debe atender a
incluir algunas nuevas, además manifestar un proceso de rendición de cuentas ante sus
ante sus beneficiarios los problemas que po- asociados, que para el caso en particular se
dían presentarse. refiere a los países de la Comunidad Europea.
El diseño y presentación de un proyecto Las lecciones aprendidas, se pueden re-
cumple con una serie de requisitos y condi- sumir así de la siguiente manera:
ciones que permiten su aprobación; las or-
ganizaciones sociales, el administrador de Como todo programa de cooperación interna-
los recursos y el donante, deben compren- cional, la UE adolece de las limitantes de un
74 der que esto altera las costumbres de una donante. Los Laboratorios tienen un discurso y
Dossier
objetivos de construcción de la paz, pero en la Con la primera perspectiva metodológica, se
práctica se chocan con la burocracia e inexpe- identifican los mecanismos y criterios para
riencia europea, la nacional y la poca capacidad que los proyectos de cooperación no agudi-
local de absorción de recursos. Las exigencias cen los conflictos violentos o promuevan los
en los procedimientos y los retrasos en des- efectos negativos de los mismos (Anderson,
embolsos han realmente alterado la ejecución 1999). Precisamente, sobre esta medida, se
de los Laboratorios. El proceso de construcción plantea una primera aproximación a la eva-
de un tejido social se ha visto limitado a un luación del proceso de cierre del Laboratorio
objetivo de algunos proyectos mientras que los de Paz en el Macizo con los elementos men-
otros se encierran en una lógica de ejecución cionados a continuación:
de proyectos productivos no siempre sosteni- Primero, análisis de los criterios con los
ble (Castañeda, 2009, p.177). cuales se escogen las contrapartes en el
territorio. Al respecto, es necesario recordar
El Segundo Laboratorio De Paz: que la contraparte para la ejecución del LPII
Recomendaciones y Oportunidades en la región del Macizo de Alto Patía fue la
De Mejora Unión Temporal de las entidades Asopatía
–CRIC. Dentro de los criterios de selección
Basados en las herramientas de autores que empleados, se priorizó su nivel de represen-
promueven la acción sin daño en las inter- tatividad en el territorio así como el reconoci-
venciones y la aplicación del enfoque de la miento que contaban dentro de la población
sensibilidad al conflicto en el desarrollo de civil. No obstante, el cambio de directivas en
proyectos, este último apartado, y un poco las dos organizaciones y su cambio de orien-
a manera de conclusión, se concentra en la tación, llevó a la inadecuada coordinación
aplicación de las lecciones aprendidas an- de las organizaciones sociales en el proceso
teriormente mencionadas y en los aspectos de cierre y la falta de apoyo a las mismas.
detectados en la etapa de cierre del Progra- Esta situación debe ser foco de atención en
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
ma, con miras a proyectar un mejor diseño un proceso posterior y debería ajustarse para
de intervenciones para la construcción de próximas acciones en el territorio.
paz y unas acciones que pueden ser aplica- Segundo, elementos críticos en torno a
das en el cierre del LPII así como en futuras procedimientos de contratación y rendición
intervenciones. de cuentas. Dentro de las temáticas que se
Se parte entonces de la aproximación del buscaban evaluar, hay dos que cobran es-
enfoque de sensibilidad al conflicto en el ci- pecial relevancia: ¿Pueden los criterios de
clo del programa, teniendo en cuenta dos rendición de cuentas debilitar el trabajo de
énfasis metodológicos: (i) Metodologías diri- las organizaciones sociales? y ¿Cómo los
gidas a lograr el requisito ético mínimo de la procesos de contratación y rendición de
acción sin daño y mejorar las prácticas trans- cuentas se ajustan a la realidad local? El pro-
formadoras de paz y (ii) Nuevos métodos ceso de cierre del LPII demostró que si los
para evaluar la efectividad y los impactos de procedimientos de rendición de cuentas no
desarrollo y de la acción humanitaria en tér- contemplan los resultados desde el punto
minos de construcción y prácticas de paz. de vista técnico sino únicamente sus resul-
75
Dossier
S
Cuarto, existen elementos críticos en tor-
e parte entonces de la aproxi- no a la transmisión de mensajes éticos im-
mación del enfoque de sensi- plícitos. Por ello, es útil preguntarse sobre la
bilidad al conflicto en el ciclo relación existente entre los fines y los medios
del programa, teniendo en cuenta propuestos por el programa y el reconoci-
miento que tenían de los mismos las organi-
dos énfasis metodológicos: (i) Me-
zaciones. Ejemplo de ello es que uno de los
todologías dirigidas a lograr el re-
medios utilizados para cumplir con el cierre
quisito ético mínimo de la acción sin del LPII (la auditoría financiera y administra-
daño y mejorar las prácticas trans- tiva), en ocasiones resultaba contraria a los
formadoras de paz y (ii) Nuevos fines propuestos, siendo éste un mensaje éti-
métodos para evaluar la efectividad co implícito que debe ser comprendido por la
y los impactos de desarrollo y de la cooperación y el gobierno nacional.
Un quinto principio son los modelos y
acción humanitaria en términos de
metodologías con las que se trabaja. Si bien
construcción y prácticas de paz. debe reconocerse que las metodologías pro-
puestas por el Laboratorio de Paz son de
carácter innovador y utilizan las capacidades
tados administrativos y financieros, dan por locales de construcción de paz, la adopción
descontado un análisis concienzudo sobre la de estas para la rendición de cuentas no fue
acción y las realidades a las que se enfrentan consensuada con el territorio.
en el territorio y los cambios que las accio- Finalmente, utilizando la aproximación de la
nes han impulsado en la población; esto es, autora, experta en Acción sin Daño Mary An-
cómo han logrado su transformación. Sería derson, también se analiza el papel de las
útil tener en cuenta, además, que para mu- instituciones locales en el marco del progra-
chas organizaciones de base este proyecto ma. Para el caso del LPII, se contó con las
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
era el primero que ejecutaban con recursos Alcaldías y Gobernaciones como socios de
de la cooperación internacional. los proyectos sociales; sin embargo, con el
Tercero, como aspectos críticos en rela- proceso de cierre, como el de Fedecacao, se
ción a los recursos provistos, la pregunta evidenció que varias de ellas no aportaron los
central es ¿los recursos que se transfieren recursos a los que se habían comprometido,
son recursos que realmente resultan nece- ocasionando que muchas organizaciones in-
sarios y responden a las necesidades lo- cumplieran con los términos del contrato de
cales? Sin duda, los ejes que enmarcan la subvención, presentaran menor ejecución o
inversión del LPII, responden a los campos debieran conseguir los recursos a través de
identificados como problemáticas por los be- otras fuentes.
neficiarios y contribuyen a la transformación La segunda metodología que se concen-
del conflicto y a la gestión no violenta del tra en analizar la efectividad y los impactos
mismo. Es por ello que resulta problemático referidos a la construcción de paz de la in-
el no pago de los desembolsos finales o la tervención ha sido desarrollada por autores
devolución de los recursos por parte de las como Church Rogers y Mary Anderson (Pa-
76 organizaciones sociales. lladini, 2009). En esta metodología se desta-
Dossier
ca cómo en un proceso que busca aportar cos y en donde se evidencien los resultados
a la construcción de paz y la prevención de alcanzados por los proyectos y que cuente,
la violencia en cada uno de los territorios se a su vez, como un criterio de la gestión de
hace necesaria la discusión de los impactos las organizaciones e impactos en el territorio.
para que estos efectos sean mayores, guián- Acciones como estas permitirán el éxi-
dose, igualmente, por el ciclo del proyecto. to de la estrategia de salida de la coopera-
Los aprendizajes deben tomarse como ción europea y el gobierno nacional en los
un referente de las acciones correctivas en territorios; situación para la cual se deben
la etapa de cierre en relación al papel de contemplar tres desafíos: el compromiso de
las auditorias, las entidades públicas como las autoridades nacionales y locales con los
socios de la acción y la labor de las organi- objetivos del Programa, contar con una infor-
zaciones sociales al finalizar sus proyectos; mación suficiente y veraz sobre la ejecución
poniendo de presente la necesidad de la y el cierre y, por último, la relación con los fi-
flexibilidad de estos proyectos frente a con- nanciadores; específicamente la Unión Euro-
textos adversos. Reconociendo que este es pea, que requiere de la lectura cuidadosa del
un tema que merece amplia discusión y no contexto y el conflicto regional, para evitar
pretende ser agotado en este artículo, cabe que “las decisiones políticas del cooperante
decir que estos obstáculos presentados en afecten a las organizaciones que reciben los
el cierre del Segundo Laboratorio tienen dos recursos” (Vasquez, 2010, p.82).
impactos importantes, además de los ya Esta realidad se constituye en un aspecto
mencionados: que tanto los donantes como los administra-
Primero, si no se da fin prontamente al dores de los recursos deben tener en cuen-
análisis de los casos de las organizaciones ta al analizar un proyecto; deben evaluar los
sociales que tuvieron desacuerdos con la cambios que se presentaron en el contexto
Auditoria, el Gobierno Colombiano incumpli- a partir de la ejecución del Laboratorio y la
rá los compromisos con la cooperación inter- vida de las personas que hicieron parte de
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
nacional y eso generará una disminución de los mismos y poner en el otro lado de la ba-
la cooperación para el país y por lo tanto una lanza que:
menor inversión en los procesos de desarro-
llo y construcción de paz. Para el receptor de la ayuda, las múltiples va-
Segundo, la inadecuada terminación del riables que determinan las acciones europeas
proceso de cierre en la región del Macizo y son difíciles de entender. Siempre se crea un
en las otras regiones del LPII, dificultan la es- desfase entre las expectativas del receptor, la
trategia de salida de la cooperación europea sociedad civil y el gobierno, y las capacida-
y los impactos logrados pueden dispersarse des reales de la UE como actor internacional
y pasar a un segundo plano generando así (Castañeda, 2009, p.177).
desinformación e incredulidad por parte de
los beneficiarios. Para ello, se sugiere que Cada actor debe comprender y dimensionar
con miras al Tercer Laboratorio de Paz - o ac- sus limitaciones para continuar el proceso y
ciones similares -, se piense en una auditoria consolidar el impacto de las acciones.
que combine los aspectos financieros -que Para terminar, cabe señalar que las ex-
son muy importantes- con los aspectos técni- pectativas frente a la ayuda internacional en 77
Dossier
Colombia son múltiples; las puertas de su in- disminuyendo sus impactos. En segundo lu-
tervención en distintos casos quedan abier- gar, se buscó destacar que las intervenciones
tas, justamente en un país con miras a la ter- relacionadas con temas de desarrollo (como
minación de un conflicto y el planteamiento los Laboratorios de Paz), pueden incidir en
de un escenario de posconflicto. Por ello este la transformación de los conflictos y la cons-
análisis basado en la sensibilidad al conflicto trucción de paz en el territorio. Ahora bien, en
buscó mostrar que las intervenciones de de- la medida en que cambie el contexto, este
sarrollo pueden hacer daño y tener un efecto tipo de programas requieren ser ajustados y
negativo en el conflicto; situación que puede alimentados de acuerdo a las nuevas diná-
ser corregida en intervenciones posteriores micas que se presenten.
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 59-78
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Cooperación.
Artículos de prensa
78 — Murió Soldado en Combates en el Cauca. (2010,1 de Marzo). El Tiempo.
Dossier
Un testimonio
de sufrimiento y esperanza:
los conceptos de transición en la vida cotidiana de los miembros de
AFAVIT
María Alejandra Mariño Macías
Antropóloga de la Universidad del Rosario y Magíster en Estudios Culturales en la Universidad de los Andes. Docente de la Universidad del Rosario
y la Universidad Central. Correo Electrónico: marialemarino@hotmail.com
Un testimonio de sufrimiento y esperanza: los conceptos A testimony of suffering and hope: the concepts
de transición en la vida cotidiana de los miembros de of transition in the daily lives of AFAVIT members
AFAVIT
Abstract: After the 1986-1994 massacre, Tru-
Resumen: Tras la masacre de 1986 a 1994, el muni- jillo was forgotten. However, the Association
cipio de Trujillo quedó sumido en el olvido. Sin em- of Victims of Trujillo (AFAVIT) was founded in
bargo, en 1995 surgió la Asociación de Víctimas de 1995, led by Father Javier Giraldo, S.J, and
Trujillo (AFAVIT), liderada por el padre Javier Giraldo. followed by sister Maritze Trigos. These gui-
S.J, y posteriormente por la hermana Maritze Trigos. des have sought to promote processes of
Estos acompañantes han procurado impulsar pro- truth, justice and reparation, and make the
cesos de verdad, justicia y reparación, y hacer que el state fulfill its commitments with the victims.
Estado cumpla sus compromisos con las víctimas. They have also taught transition concepts to
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
También han enseñado a los miembros de AFAVIT the members of AFAVIT to be used to express
conceptos de transición que deben usar para expre- their situation, and established patterns of life
sar su situación, y han establecido modelos de vida to which they must conform. But not everyone
a los que deben ajustarse. Pero en Trujillo no todos in Trujillo uses the transition concepts in the
usan los conceptos de forma homogénea, ni tampo- same way, nor are conform to the ways of life
co se amoldan a los modelos de vida que han traído that have brought the association´s guides.
los acompañantes de la asociación.
Key words: Massacre of Trujillo AFAVIT, transi-
Palabras clave: Masacre de Trujillo, AFAVIT, concep- tion concepts, rumor, emotional communities.
tos de transición, rumor, comunidades emocionales.
79
Dossier
“Yo vengo del corregimiento de Venecia, jurisdicción de aquí de Trujillo frente a La Sonora, donde ocurrieron
los principales hechos. Soy una madre que, pues, he vivido tanto, tantas experiencias y he visto tanta injusticia.
Con la hermana Maritza (sic), nos fuimos a sacar los restos de varias partes; fui con ella a Naranjal, a Roldanillo,
a Riofrío y Venecia a sacar restos con ella. Y ella decía: esto es como una cosa que uno cree que nunca ocurrió, que es
mentira saber de que uno tenga fuerzas para seguir resistiendo”
Testimonio de Trujillense.
Introducción
C
uerpos fragmentados en la aurora y anteriormente mencionados. Se podría pen-
la penumbra, que se evaporan entre sar que los rumores no tienen repercusiones
la impotencia y las lágrimas. Cuer- a nivel social y que se pierden de boca en
pos que hacen del río Cauca un afluente pur- boca. Sin embargo, como sugiere Veena Das
púreo de impunidad y silencio. 20 víctimas, (2008), el rumor ocupa una región del lengua-
según la noticia del 21 de abril de 1990 de je que tiene el potencial de hacer experimentar
El Tiempo, 27 sugiere la misma publicación acontecimientos y de producirlos durante el
más adelante, y hasta al párroco se lo lleva- mismo momento de su enunciación. El rumor
ron, decían los familiares. ¿Qué ocurrió en tiene poder de movilización, y puede deto-
un municipio que, según el Alcalde de 1990, nar tanto simpatía como odios entre aquellos
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
era de gente sencilla y dedicada al campo?, que lo escuchan. En el caso de AFAVIT, los
¿cómo surgieron los procesos de verdad, rumores no sólo han difundido las molestias
justicia y reparación después de la masacre? que generan los discursos transmitidos por
y ¿cómo se viven dichos procesos actual- los acompañantes de la asociación, sino que
mente en la vida cotidiana? La intención de también legitiman la efectividad de alternati-
este artículo es mostrar las tensiones, apro- vas como las novenas a santos como “catali-
baciones y negociaciones que existen alre- zadores” de los procesos de reparación.
dedor de conceptos como víctima, justicia, A continuación se presentarán los hechos
perdón, reconciliación, reparación y castigo1, que enmarcan la masacre de Trujillo y el sur-
entre las personas vinculadas a la Asociación gimiento de AFAVIT para, posteriormente,
de Familiares Víctimas de Trujillo (AFAVIT). mostrar las tensiones y negociaciones que se
Ello sucede en múltiples escenarios, en los presentan en torno a los conceptos de tran-
que el rumor como forma de expresión de la sición entre los miembros de la asociación.
vida íntima, se entremezcla con los discursos Para esto, se recurrirán a las experiencias de
las visitas realizadas por parte mía entre julio
1 A lo largo del artículo me referiré a estos seis conceptos
80 como conceptos de transición. de 2009 y agosto de 2011 a la región.
Dossier
Un mar de impunidad Vale la pena mencionar que Trujillo tiene ubi-
cación geopolítica estratégica que facilita la
Según el informe del equipo del Área de Me- movilización de tropas y el tráfico de estupe-
moria Histórica de la Comisión Nacional de facientes en tanto su cercanía al Cañón del
Reparación y Reconciliación (2008) entre Garrapatas lo convierte en un punto funda-
1986 y 1994 Trujillo, Riofrío y Bolívar (Valle mental para asegurar la salida al Pacífico. En
del Cauca) fueron el escenario de asesina- palabras de la Hermana Carmen Cecilia Ávi-
tos, torturas y desapariciones que cobraron la, acompañante del proceso de memoria y
la vida de 342 personas de acuerdo con los pastoral en Trujillo, hasta el año 2002:
familiares de víctimas. Pero, ¿por qué la se-
vicia y la aniquilación se instalaron en este El Naranjal que es un municipio ya al final para
territorio? Desde la época de la denominada entrar al cañón de Garrapatas es donde tienen
Violencia, Trujillo ha sido el albergue de dis- porque sacan la coca por el sur del Chocó.
tintos actores, conflictos y procesos, cuyas Entre semana por ser zona roja hay como 15,
tensiones y divergencias contribuyeron a la 20 policías, pero sábados y domingos máxi-
consolidación de dinámicas violentas. A fi- mo dos o tres porque todos se iban a la región
nales de los ochenta era posible identificar esa, de los caños eso a cobrar la mesada (En-
a cuatro grupos de agentes en la zona de trevista realizada a la Hermana Carmen Cecilia
Trujillo; cada uno con intereses particulares. Ávila, 15 de abril de 2009).
El primero era el Ejército de Liberación
Nacional (ELN), ubicado en la zona perifé- En cuanto a los antecedentes, Memoria His-
rica del municipio, conocida como Playa tórica (2008) sugiere que la organización
Alta y que en apariencia tenían un proyecto social campesina y el trabajo político del
expansivo. También era posible encontrar ELN en el Valle coincidieron con el auge del
a las organizaciones del narcotráfico del narcotráfico al norte del departamento. En
Norte del Valle, lideradas por Henry Loaiza El Dovio, por ejemplo, Iván Urdinola2 estaba
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
(Alias el Alacrán) y Diego Montoya (Alias incrementando su capital económico y se
Don Diego) (Memoria Histórica, 2008, p.16). enfrentaba con los guerrilleros asentados en
Éstas buscaban la apropiación de territorios San Quininí y en el Cañón, ya que éstos que-
en la zona. El tercero eran las facciones par- rían impedir la expansión territorial del narco-
tidistas, que protagonizaban una pugna in- traficante y la construcción del corredor a la
terna originada en la época de La Violencia. salida del Pacífico (Memoria Histórica, 2008,
Finalmente estaban las nacientes organiza- p.101). Al parecer, los habitantes de Trujillo
ciones comunitarias impulsadas desde la sugieren que el respaldo de la guerrilla a la
Parroquia por el sacerdote Tiberio Fernán- negativa campesina de venderles tierras a
dez Mafla, que para los otros tres actores los narcotraficantes generaron las retaliacio-
eran una amenaza, pues obstaculizaban los nes contra el párroco y sus asociaciones.
procesos de apropiación ilegal de tierras y
se convertirían en una fuerza colectiva y au-
tónoma en busca de derechos ajenos a los 2 Iván Urdinola fue uno de los fundadores e integrante del
Cartel del Valle. El 26 de abril de 1992 fue capturado en la ope-
intereses de la guerrilla, el narcotráfico y los ración “Robledo II” en El Dovio y el 24 de febrero de 2002 sufrió
un infarto mientras pagaba una pena de 17 años en la Cárcel de
políticos. Itagüi. 81
Dossier
A
Como sugiere Aparicio (2009), al auge del
narcotráfico se puede agregar el surgimiento
l final, todos estos con-
de paramilitares en diversas zonas de Co- flictos entre guerrille-
lombia que desataron masacres y generaron ros, narcotraficantes,
desplazamientos masivos durante sus per- representantes políticos y
secuciones a grupos guerrilleros o a movi- miembros de las Fuerzas Ar-
mientos políticos alternativos de izquierda.3 madas estallaron con la mar-
Además de estas acciones, es necesario
cha campesina del 29 de abril
considerar la importancia de la lucha entre
facciones del partido Conservador como de-
de 1989 en Trujillo, apoyada
tonante de la masacre acaecida en Trujillo. En por el padre Tiberio y sus or-
apariencia, el interés de Juan Giraldo (políti- ganizaciones campesinas.
co conservador del municipio) por reivindicar
la facción holguinista (partido Conservador)
y obstaculizar la expansión del lloredismo
(partido Conservador), liderado por Rogelio abril de 1989 en Trujillo, apoyada por el padre
Rodríguez, generó diversos conflictos. Tiberio y sus organizaciones campesinas.
En primer lugar, el rechazo expreso del Según Memoria Histórica, esta movilización
padre Tiberio a las prácticas violentas de fue tildada por el Gobernador Ernesto Gon-
Giraldo y la aceptación de las ayudas eco- zález Caicedo, por los mandos del Ejército
nómicas de Rodríguez hizo que fuera tildado y por la Policía como una acción subversiva
de Lloredista y por esta razón también lo ase- dirigida por el ELN. En la marcha, los campe-
sinaron. En segundo lugar, para impedir el sinos pretendían reclamar por el deterioro de
triunfo electoral de Rodríguez en la elección las vías, la inexistencia de programas de sa-
popular de alcaldes en 1988, Giraldo lo man- lud y el desempleo (Memoria Histórica, 2008,
dó a secuestrar para venderlo a la guerrilla p.89). De acuerdo con la hermana Maritze
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
del ELN. Memoria Histórica afirma que Juan Trigos, acompañante de AFAVIT, la marcha
Giraldo azuzaba el conflicto entre narcotrafi- se gestó en una época en la que este tipo de
cantes y guerrilla, ya que la delincuencia or- iniciativas eran comunes en Colombia. Sin
ganizada a su servicio era la responsable de embargo, en Trujillo no devino en el mejora-
los asaltos a las fincas de Diego Montoya y miento de las condiciones del campesinado;
del Alacrán; que Giraldo hacía parecer como se convirtió en una excusa idónea para jus-
realizados por el ELN (Memoria Histórica, tificar los asesinatos y desapariciones pos-
2008, p.103). teriores, ya que para los agentes del Estado
Al final, todos estos conflictos entre guerri- era una iniciativa impulsada por los miem-
lleros, narcotraficantes, representantes políti- bros del ELN. Al parecer, durante la marcha
cos y miembros de las Fuerzas Armadas es- se identificaron a los líderes de las nacientes
tallaron con la marcha campesina del 29 de asociaciones impulsadas por el padre Tiberio
y a todos los participantes, con el propósito
3 En sus palabras: “was the decade where paramilitaries de silenciar sus voces de protesta y detener
emerged in different regions in Colombia, unleashing massacres
and displacements while they were persecuting guerrilla groups violentamente sus iniciativas. En palabras de
and/or any popular alternative movements and left-wing political
82 parties in the country” (Aparicio, 2009, p.165). Maritze Trigos:
Dossier
Entonces en el 89, que fue época de las 1994, su clímax se sitúo hacia 1990, tras la
grandes marchas campesinas, 88 y 89, pues marcha campesina y el enfrentamiento entre
él también organizó su marcha y como tenía militares y el ELN. De acuerdo con Memoria
pueblo, dicen que fue impresionante, allá está Histórica (2008), la masacre se concentró en
la foto de todos los Willys que venían de la las zonas urbanas de Trujillo (69 víctimas), en
vereda, y trajeron plátanos, yucas, gallinas y los corregimientos de La Sonora, Andinápo-
se tomaron el parque principal de donde par- lis y Venecia (59 víctimas), y en los corregi-
timos, ese fue el detonante, el detonante ma- mientos de El Naranjal (15 víctimas), Bolívar
yor. La gente, las viejitas me cuentas, gente y Salomínica (20 víctimas), del municipio de-
que estuvo ahí en el parque, le cuentan así Riofrío (Memoria Histórica, 2008, p.40). Entre
vivo. (…) En la marcha quitaron la luz, cerca- las modalidades de violencia se destacaron
ron el parque, llenaron de tropa, hicieron tiros los asesinatos selectivos y las desaparicio-
al aire, hubo varios heridos (…) eso fue el 29 nes, que incluían la tortura, la fragmentación
de marzo, no el 28, 28 de marzo del año… de los cuerpos y su arrojamiento en el río
eso fue en el 89. Entonces ahí en esa mar- Cauca. En general, estos actos de barba-
cha, ahí fue donde fotografiaron caras, iden- rie eran ejecutados en las fincas de Henry
tificaron líderes y vieron quiénes se estaban Loaiza, Villa Paola; y de Diego Montoya, Las
organizando, en la segunda marcha… y fue Violetas, por una alianza regional de agen-
en el 89, y luego en el año siguiente, que tam- tes entre el narcotráfico y la fuerza pública. El
bién quisieron organizar la otra marcha, ahí es 91,4% de las víctimas de esta masacre fue-
cuando el 29 de marzo hay una confrontación ron hombres entre los 18 y los 45 años.
guerrilla y militares, y murieron siete soldadi-
tos, un oficial y seis soldaditos (Entrevista a Una gota de esperanza
Maritze Trigos, 4 de agosto de 2009).
Tras el asesinato del padre Jesuita Tiberio
Como lo menciona la Hermana Maritze Tri- Fernández Mafla, el líder la Comisión Inter-
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gos, tras la marcha de 1989, el 29 de marzo congregacional de Justicia y Paz (CIJP), pa-
de 1990 se presentó un enfrentamiento entre dre Javier Giraldo4, se propuso recoger los
el ELN y el Ejército Nacional que acabó con testimonios de familias de víctimas, tanto en
la vida de 6 soldados y un civil (7 víctimas
4 A principios de los ochenta, ya ordenado como Sacerdo-
a juicio de Maritze, 11 a juicio de Memoria te Jesuita, el padre Javier Giraldo fue nombrado como director
del Centro de Investigación y Educación Popular, CINEP. Poste-
Histórica). Este hecho se convirtió en el deto- riormente, fundó la CIJP, de la que fue Secretario General hasta
nante de los asesinatos y desapariciones ul- 1998.Desde la Comisión, se dedicó a investigar los casos de
violencia y desplazamiento a lo largo del país y a visibilizar la
teriores, que entre los rumores temerosos de participación de miembros del Estado en ellos. Por esta razón,
fue varias veces demandado por calumnia e injuria, amonestado
la población amedrentada, eran justificados por parte del Nuncio Apostólico, e incluso amenazado y exiliado
(CINEP, 2011). Además de la Comisión, el padre Giraldo ha es-
como un plan de control contrainsurgente. tado vinculado a otras redes tales como el proyecto Colombia
Sin embargo velaban los planes estratégicos Nunca Más, impulsado por diversas organizaciones sociales y
de derechos humanos a nivel nacional.Ese proyecto surgió a
de control territorial urdidos por la alianza en- mediados de la década de 1990, en la etapa final de la campaña
Colombia Derechos Ya, organizada por una ONG de derechos
tre narcotraficantes y agentes, tanto locales humanos. El padre Giraldo ha escrito varios libros y artículos, en
como regionales de las Fuerzas Armadas. su mayoría compilados en la página web desde los márgenes.
Javier Giraldo Moreno S.J. (http://www.javiergiraldo.org/). Tam-
Pese a que la masacre de Trujillo conjugó bién ha acompañado a algunas comunidades azotadas por el
conflicto colombiano, tales como la de San José de Apartadó y
los hechos violentos acaecidos entre 1986 y la Asociación de Familiares Víctimas de Trujillo (AFAVIT). 83
Dossier
la zona urbana de Trujillo como en las zonas por las ideas de la Teología de la Liberación,
rurales. Con ello pudo elaborar una “carto- muy conocidas y compartidas por la herma-
grafía de la masacre” e identificar el número na Maritze Trigos y el padre Javier Giraldo. De
aproximado de víctimas (en ese momento igual forma, las experiencias de otros países
identificó 62 víctimas). A partir de esto, inició latinoamericanos y de ONG de derechos hu-
un proceso de acompañamiento a estas fa- manos nacionales e internacionales, también
milias (Memoria Histórica, 2008, p.179). han determinado la forma en que los trujillen-
Después de la labor de Giraldo, los fami- ses vinculados a la asociación los entienden.
liares de las víctimas y sus acompañantes en Pero, ¿acaso los trujillenses siempre han
el proceso de esclarecimiento y construcción entendido y hablado de los conceptos según
de memoria empezaron a perder el temor los parámetros de la asociación? y ¿estas
a posibles represalias por parte de los vic- personas los usan en otros momentos que no
timarios, a organizarse y a buscar espacios sean encuentros públicos? A continuación, se
para hacer públicas sus denuncias e iniciati- procurará mostrar las opiniones y usos que
vas. Las recomendaciones de Justicia y Paz los trujillenses vinculados a AFAVIT dan a los
impulsaron la construcción del Parque Mo- conceptos de transición, con el fin de enten-
numento que se hizo en un lote de 63.000 der qué acuerdos y divergencias existen entre
metros cuadrados adquirido por la Adminis- los planteamientos de religiosos y activistas
tración municipal. Simultáneamente, en 1995 de derechos humanos, y las percepciones y
se organizó la Asociación de familiares de vivencias concretas de estas personas.
víctimas de Trujillo con más de 170 familia- Según Myriam Jimeno (2010), el lenguaje
res de personas que fueron desaparecidas del testimonio personal tiene efectos políticos,
y asesinadas entre 1986 y 1994 en Trujillo, debido a que permite construir una versión
Riofrío y Bolívar. A los miembros de AFAVIT compartida de los hechos de violencia y es el
también se les habló de los conceptos de pilar de una ética del reconocimiento que im-
transición (víctima, justicia, castigo, perdón, pulsa los procesos de reclamo y reparación.
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reparación y reconciliación), que les permitía Dicho lenguaje es un mediador entre las expe-
expresar bajo un mismo lenguaje sus apre- riencias subjetivas y la generalización social,
mios, denuncias y deseos. y se encuentra permeado por las emociones
Vale aclarar que dichos conceptos no son que permiten establecer vínculos de identidad
naturales ni locales sino que están influidos entre la sociedad civil y aquellos que han sido
por la idea judeocristianas del “buen sama- afectados por la violencia. En Colombia, hace
ritano”, por el humanitarismo y por la historia casi dos décadas, los defensores de dere-
de los derechos humanos desarrollada en chos humanos a nivel nacional e internacional
Europa, particularmente tras los juicios de han enseñado a las comunidades de víctimas
Nüremberg. Debido a su carácter arbitrario, a reconstruir la memoria de los hechos sin ex-
los conceptos de transición son apropiados cluir sus experiencias de sufrimiento, pues se
y amoldados de diversas maneras, de acuer- cree que esto permite consolidar lazos entre
do a las necesidades de las comunidades los sujetos (Jimeno, 2007).
que deciden recurrir a ellos. A su vez, dichos lazos son el pilar de co-
En el caso de AFAVIT, la transmisión y uti- munidades emocionales como AFAVIT, en
84 lización de los conceptos han sido mediadas la que se configuran discursos particulares
Dossier
E
y entran en pugna a través de los discursos
n Colombia, hace casi dos públicos y los rumores que circulan en una
décadas, los defensores de comunidad de víctimas.
derechos humanos a ni- Para el caso de estudio referido en este
vel nacional e internacional han artículo, los miembros de AFAVIT en ocasio-
enseñado a las comunidades de nes emplean las ideas enseñadas por sus
acompañantes para hablar de los conceptos
víctimas a reconstruir la memoria
de transición y de emociones en la intimidad
de los hechos sin excluir sus expe- de sus hogares; pero en otras expresan sus
riencias de sufrimiento, pues se desacuerdos con tales ideas a través del ru-
cree que esto permite consolidar mor, incluso durante las peregrinaciones. De
lazos entre los sujetos. forma similar, las emociones también emer-
gen junto a los conceptos de transición en los
discursos públicos de los miembros de AFA-
VIT durante sus encuentros públicos, con el
alrededor del sufrimiento y en la que sus fin de generar solidaridad entre los visitantes
miembros pueden recobrar sus sentimien- foráneos. Pero en este caso, como sugiere Ji-
tos de participación ciudadana a través de meno (2010), las emociones no son del todo
compartir sus experiencias individuales de espontáneas, sino que están racionalizadas
dolor (Jimeno, 2007). Los conceptos de y organizadas a través de las ideas que han
transición son así los cimientos de estas co- traído los acompañantes de la asociación.
munidades, en tanto son herramientas que Se hace necesario aclarar que en térmi-
permiten ventilar, a través de un lenguaje co- nos organizativos, AFAVIT está conformada
mún de derechos humanos, los hechos de por acompañantes y miembros; pero los
violencia desde la perspectiva de los afec- miembros no son homogéneos ni ocupan la
tados. Ahora bien, las comunidades emo- misma posición en la asociación, razón por
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cionales no son ajenas a las tensiones y a la cual no emplean ni definen los conceptos
las divergencias internas, que en mi caso de transición de la misma manera. El pre-
particular y en la experiencia en el terreno, sidente5 de AFAVIT es el principal portavoz
se hicieron evidentes al escuchar a sus de la asociación en los discursos públicos.
miembros hablar de sus experiencias y de También es quien habla por las víctimas de
los conceptos de transición. Así, hablar de Trujillo en encuentros a nivel nacional e in-
experiencias de violencia en cualquier terre- ternacional junto con la hermana Maritze.
no desata polémicas, “en la medida en que Además del Presidente, el Ex presidente
pone en evidencia contradicciones y ambi- y uno de sus hermanos también son por-
güedades de los principios en que se funda tavoces de las ideas transmitidas por los
la sociedad” (Jimeno, 2007, p.176). Como acompañantes. Por otro lado se encuen-
se mostrará más adelante, no es adecuado tran las matriarcas (madres de víctimas),
establecer una distinción entre lo privado y el grupo de jóvenes y el de niños, que son
lo público, o afirmar que lo emocional sólo figuras representativas de la asociación en
emerge en lo privado y lo racional en lo
5 Por asuntos de seguridad se ha decidido omitir el nombre
público, pues estas dimensiones se solapan del Presidente de AFAVIT. 85
Dossier
A partir de esa experiencia se evidenció, en cia y reparación impulsados por los acompa-
parte, que el discurso público de AFAVIT, en- ñantes y líderes de AFAVIT.
señado por los acompañantes y transmitido En la Peregrinación Nacional a Trujillo
por sus líderes, no ha logrado del todo per- (18 de julio de 2009) la mayoría de los mar-
mear la vida de los miembros de la asocia- chantes éramos foráneos, y algunos de los
ción en forma homogénea. Inicialmente y de Trujillenses que no se encontraban con no-
manera muy desprevenida, podría pensarse sotros nos miraban desde sus balcones y
que, por ser miembros de AFAVIT, todos sus pedían tímidamente que nos fuéramos. De
integrantes comparten los discursos cimen- igual forma, en medio de los peregrinos un
tados en los conceptos de transición que hombre le susurraba a otra persona: “¿por
han sido enseñados por sus acompañantes. qué seguimos haciendo esto si no nos va a
Sin embargo, para algunos es muy doloro- dar nada? En esa oportunidad advertí que
so hablar del pasado, y en este sentido no los descontentos ante las ideas que fueron
les interesa reconstruir la memoria de los transmitidas por acompañantes como el pa-
hechos ni usar los discursos que, en cierto dre Javier Giraldo y la hermana Maritze, no
86 sentido, rememoran los mismos. Otros, por sólo son expresados por los miembros de
Dossier
la asociación en espacios privados como el permanente; en cambio esto que es muy polí-
hogar, sino que también surgían en encuen- tico de denuncia, de señalar con el dedo qué
tro públicos, en los que no se esperaría que pasó, eso requiere una conciencia, y por eso
ello sucediera. Tales descontentos se mani- no aferramos al parque (Entrevista a la hermana
festaban a través del rumor y no hacían parte Maritze Trigos, 4 de agosto de 2009).
del discurso público de la asociación. La her-
mana Maritze reconoce que esas tensiones El testimonio de la hermana Maritze muestra
existen en Trujillo, sobre todo entre aquellos que los acompañantes de la asociación no
que no pertenecen a la asociación; pero para desconocen el rechazo que pueden recibir
ella no son un obstáculo para el desarrollo de sus ideas en Trujillo; pero como se mencio-
su proyecto de verdad, justicia y reparación nó anteriormente, tal rechazo no hace parte
como asociación. de los discursos públicos de AFAVIT. Podría
La reparación es uno de los escenarios sugerir que ese descontento no encaja en
en los que se manifiestan las tensiones entre los discursos que circulan al interior de una
las necesidades de los trujillenses y los dis- comunidad emocional. En tales discursos, el
cursos públicos construidos por los acompa- principal descontento que se expresa es el
ñantes de la asociación. A los miembros de que se tiene por el gobierno, que se conside-
AFAVIT se les ha enseñado que la reparación ra como el principal causante de masacres,
no sólo abarca un pago económico por los homicidios y desapariciones a lo largo del
daños, sino una reparación integral que re- país (Orozco, 2005).
conoce la multidimensionalidad de los suje- La presencia de un rumor de malestar en
tos agraviados. En este orden de ideas, para los encuentros públicos de AFAVIT también
la mayoría de ellos el Parque Monumento a la se hizo manifiesto dos años después, en
Vida ha sido una de las principales muestras la ceremonia de inauguración de la urbani-
de reparación simbólica que han logrado zación Tiberio Fernández Mafla. Ese día se
erigir en tanto alberga la memoria de los he- pudo constatar que las comisiones y orga-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
chos y es un espacio para conmemorar la nizaciones humanitarias “elaboran discursos
vida de aquellos que ya no están. No obstan- estructurados y estructurantes” (Castillejo,
te, la hermana Maritze relató en alguna opor- 2009, p.26) sobre los hechos violentos y
tunidad que este monumento fue rechazado sobre las formas en que los sujetos deben
por algunos Trujillenses que no conocían la actuar y enfrentar el mundo tras la masacre.
importancia de lo simbólico y sólo pensaban Así las cosas, a los miembros de AFAVIT no
en la supervivencia diaria: sólo se les han enseñado discursos acerca
de derechos humanos y conceptos de transi-
[…] el pueblo como pueblo rechaza al parque ción sino acerca de la manera en que deben
monumento: eso es una pérdida de plata, me- vivir después de la masacre.
jor hubieran hecho una fábrica de zapatos, un
¿no? Cabe entender lo que eso significa, que La urbanización Tiberio Fernández
hay que tener un poco de conciencia, porque la Mafla, una unidad fragmentada
gente quiere resolver el problema de la función
del estómago, pero no sabe que si hoy puede El 21 de agosto de 2011 se celebró en Trujillo
comer mañana vuelve a tener, es un problema una fecha especial para AFAVIT: la inaugu- 87
Dossier
Foto 1: Urbanización Tiberio Fernández Mafla, 21 de agosto de 2011. Tomada por: María Alejandra Mariño.
somos 36 casas, somos una sola casa, una los miembros de AFAVIT y otros Trujillenses
sola familia, donde vamos a estar cada día han establecido fronteras a través del rumor
más unidos (Discurso presidente JAC, 21 de alrededor del concepto víctima; que van más
agosto de 2011). allá de las prescripciones enseñadas por los
acompañantes de la asociación, y que tie-
Esta comunidad imaginada (Anderson, nen más peso en su vida cotidiana que las
1991), basada en la unidad y en la fortaleza ideas de víctima activa y resistente. Esto no
ante el dolor, fue representada por una casa es nuevo para mí, pues recuerdo que en un
en cartón que se entregó a los representan- evento público al que asistió la asociación en
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
tes de la JAC al final de la ceremonia. Esa Bogotá, una mujer me contaba que no es-
idea de unidad no sólo era parte del discur- taba de acuerdo con los líderes de AFAVIT,
so público de los miembros de AFAVIT, sino en tanto ellos no eran “víctimas de verdad”.
que hacía parte de sus prácticas habituales, Aseguraba eso ya que, según ella, esas per-
ya que algunos habitantes de la urbaniza- sonas no habían perdido a seres queridos en
ción permanecen en constante contacto y la masacre, sino que “solo habían sido tortu-
se colaboran en las labores domésticas. Sin rados” (Entrevista a Trujillense, 14 de agosto
embargo no todos lo hacen, y algunos de de 2009). Asimismo, en la eucaristía de 2011,
esos son tildados por los demás como víc- mientras recorríamos la urbanización duran-
timas “falsas”. te la bendición del padre Calvo, un habitante
Tras la eucaristía, algunos lugareños me señaló tímidamente una casa y susurró que
contaron en voz baja que no todos los que los que vivían ahí no eran víctimas y que por
vivían en la urbanización eran víctimas sino eso no habían ido a la eucaristía.
que habían aprovechado la oportunidad para Las anteriores experiencias con la comu-
“meterse” en el proyecto cuando otros ha- nidad permitirían concluir que, de alguna u
bían decidido rendirse. Se podría afirmar que otra manera, los conceptos de transición no 89
Dossier
que todavía le faltaba mucho a esa repara- gareña” por parte de las acompañantes de
ción, porque la urbanización ni siquiera tenía AFAVIT (hermana Maritze y hermana Teresa).
vías pavimentadas y en tiempos de lluvias De acuerdo con la hermana Maritze, ellas se
“todo se volvía un barrial” (Entrevista a truji- han encargado de conseguir cuadros, corti-
llense, 21 de agosto de 2011). También sos- nas, sillas y decoraciones para las víctimas
tuvo que en su cuadra no había iluminación y más pobres; con esto han pretendido hacer
que era peligrosa porque su casa daba hacia de su casa un hogar acogedor. Asimismo,
una loma; por eso a ella misma le había toca- les han recomendado mantenerla aseada y
do poner un bombillo. ordenada, ya que eso hace parte un estilo de
En este ámbito, es curioso notar que estos vida saludable.
problemas han dividido a los miembros de la En una de sus anécdotas, la hermana Ma-
asociación pues, por un lado, se encuentran ritze narra que ese mismo día (21 de agosto
aquellos que se los expresan sin temor a los de 2011) fue a la vivienda de una de las ma-
acompañantes y líderes de AFAVIT; pero por triarcas y se sorprendió al ver que tenía cami-
otro, están los que esperan su ausencia para sas en los espaldares de las sillas. Ante esta
90 hacer las reclamaciones “en silencio”. imagen, la hermana le recordó que eso hacía
Dossier
lucir su casa desordenada; pero ella le res- mera opinión no están en constante contacto
pondió que lo hacía porque sus sillas esta- con las hermanas Maritze y Teresa como sí lo
ban un poco desgastadas y le avergonzaba están los de la segunda.
que las vieran así. A partir de esta experiencia Los que no usan constantemente el con-
concreta, se puede sugerir que en los proce- cepto aclararon que no se denominaban co-
sos de reparación, los beneficiados deben tidianamente como víctimas porque la masa-
adaptarse a los modelos de vida, bienestar cre ya había pasado y les “dolía” hablar de
y duelo que les ofrecen sus acompañantes eso. En otras palabras, ellos sabían que la
que, por lo general, vienen de contextos dis- violencia y el dolor habían marcado su pasa-
tintos a los suyos. En este caso también es do, pero eso no les impedía seguir con sus
claro que - como sugiere Orozco (2003)-, el vidas. No obstante, para esas personas la
concepto de víctima no sólo es descriptivo vida continúa; en términos de Das: “la vida
sino que cuenta con un contenido normati- tiene que ser vivida hacia el futuro” (2002,
vo que determina formas de comportamien- p.19); por eso insisten en que no se les debe
to, de pensar y de actuar. A las víctimas de seguir preguntando o hablando de la masa-
AFAVIT se les ha enseñado a ser sujetos re- cre. Aunque algunos miembros de AFAVIT no
sistentes y políticamente activos, que mues- mencionan el término víctima para referirse
tran a través de sus espacios de habitación a su situación, la mayoría sí se reconocen
y circulación sus deseos de vivir ordenada y como familiar de víctima, tanto a través del
armónicamente; sin embargo ello no implica discurso público como del rumor para enun-
que todos adopten esos modelos. ciar el peligro inminente que corren por su
condición. Así lo aclara una mujer:
La víctima surge entre el rumor y el
discurso público Por eso me dicen: es que usted qué quiere,
¿es que piensa ponerse de blanco?, es que
Tras la eucaristía del 21 de agosto, decidí ha- piensa que la situación no está tan delicada,
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blar sobre el concepto de víctima con algu- mire que en tal parte mataron a don fulano que
nos miembros de AFAVIT. Al preguntarles si era familiar de víctima también, usted todavía
se sentían víctimas, la respuesta fue similar corre peligro, o es que no le da miedo morir-
a la que una vez dio el presidente de la aso- se, me dicen (ElRetornoTV, 2005).
ciación, en un acto público durante el 2011:
“toda la vida, porque a mí me han vulnerado Pese a que ya han pasado 17 años de la
los derechos y eso yo no lo puedo olvidar” masacre, tanto los Trujillenses como la her-
(Entrevista a la hermana Maritze Trigos, 28 mana Maritze aclaran que la situación en el
de julio de 2011). Sin embargo, había ciertos municipio es delicada porque la población
matices que fragmentaban las opiniones, ya aún sigue amedrentada por la violencia. La
que algunos confesaron que no usaban ese hermana aclaró, el 12 de diciembre de 2011
concepto en momentos distintos a los en- en su discurso de agradecimiento por el Pre-
cuentros públicos, mientras que otros asegu- mio Internacional de Derechos Humanos en
raban que usar el término era necesario para el Ayuntamiento de Siero (Asturias-España),
que no los olvidaran. Ahora bien, los de la pri- lo siguiente:
91
Dossier
porque le da a uno más fuerza y más alegría no sólo cuida el parque, sino que también es
de ver que a uno sí lo acompañan, que no está la guía permanente que recibe a los visitan-
solo. ¿Por qué no está solo uno? Porque uno tes que llegan para transitarlo. En el recorri-
anteriormente se sentía de que había mucha do, ella narra su testimonio de forma similar,
violencia y que no iba a volver el tiempo de siguiendo el mismo orden y culminando con
antes, de recuperar memoria, de recuperar la importancia que adquieren los principios
todo lo que sucedió en esa fecha (sic). Volver de la verdad, la justicia y la reparación. En el
de lo que yo, al menos, yo me imagino, que caso de esta Trujillense, las ideas transmiti-
para mí era un sueño de lo que pasó, y al des- das por los acompañantes de la asociación
pertar uno es saber cómo es que se va a inte- se vinculan con las experiencias de dolor y
grar, cómo es que se va dirigir a las personas la reconstrucción de los hechos y forman
para contar la historia. El Señor le da fortale- un testimonio que no ha variado mucho con
za a uno porque la historia… anteriormente, los años. En éste, siempre se habla del su-
mis lágrimas eran impresionantes, contar la frimiento que se sintió durante la masacre;
historia de todo lo que pasó, sentir ese dolor del caso particular de sus seres queridos,
92 que yo sentí también y mucha gente, no sola- de la fortaleza que se adquiere a través de
Dossier
P
los acompañantes y de la presencia de Dios, ara quienes se atreven a
así como la importancia de pertenecer a una
hablar de la masacre, la
asociación como AFAVIT.
Por otra parte, al hablar sobre las víctimas
narración de su historia
con los miembros de AFAVIT, en sus res- no sólo es una herramienta
puestas se conjuga lo emocional y lo políti- de construcción de memoria,
co y es difícil identificar qué hace parte del sino una posibilidad para visi-
discurso público y qué del rumor. Mientras bilizar su sufrimiento latente.
que a algunos no les interesa identificarse
como víctimas en tanto les produce dolor,
para otros es importante el uso del término
en su identificación; sin embargo, una gran milagro, porque en tres meses me han ame-
mayoría concuerda en que es necesario que nazado de muerte” (ElRetornoTV, 2005). Una
se les reconozca como familiares de víctima mujer afirma que su experiencia ya se ha
en constante peligro. De alguna u otra ma- convertido en parte de una historia conoci-
nera, todas las respuestas aluden a un senti- da por los colombianos sobre la masacre;
miento de sufrimiento latente y constante. no obstante, lo que quiere resaltar es el dolor
que esa situación le ha generado a ella y a
“No llore que Dios le da el eterno su familia:
descanso, en vez de estar sufriendo
por aquí. Tanto sufrimiento que […] Mi esposo y su familia han sido campesi-
pasamos” nos, nacieron, se criaron, se levantaron por allá
y pues por cosas de la injusticia por allá mismo
Como se mencionó anteriormente, la ma- murieron. Los masacraron, ya todo el mundo lo
yoría de los miembros de AFAVIT no suelen sabe, Colombia entera. Para nosotros ha sido
identificarse como víctimas cuando no hay un gran dolor, mi familia mis hijos, yo quedé
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encuentros públicos en Trujillo, aunque se sola con mis hijos, he andado sola trabajando,
reconocen como familiares para expresar su luchando para ellos, ya están grandecitos gra-
estado de indefensión ante posibles repre- cias a Dios, los estoy sacando adelante, es una
salias. Pese a estas diferencias, la mayoría lucha muy tenaz (ElRetornoTV, 2005).
enuncia un elemento común en sus testimo-
nios: un sufrimiento permanente por la pérdi- Para otra mujer, la superación de la muerte de
da de sus seres queridos y que los ha acom- su hijo ha sido algo que aún no ha sido supe-
pañado por más de 15 años. rado y, muy seguramente, no lo será en tanto
Para quienes se atreven a hablar de la sentía que él siempre iba a ser parte de ella:
masacre, la narración de su historia no sólo
es una herramienta de construcción de me- Yo siempre lo he dicho, uno supera la muerte
moria, sino una posibilidad para visibilizar su de los papás, pero la de los hijos, eso es te-
sufrimiento latente: “Quiero expresar esto, rrible. Yo me acuerdo que mi mamá se murió
este sentimiento de dolor así en cuando yo de cáncer y yo lo superé, pero a mi hijo no,
he sido una de las personas que estoy con- porque los hijos son como parte de uno (En-
tando lo que estoy contando de milagro de trevista a trujillense, 18 de julio de 2009). 93
Dossier
ron por allá y pues por cosas de la injusticia sitarios, delegados de ONGs de derechos
por allá mismo murieron (ElRetornoTV, 2005). humanos y con algunos trujillenses de la
asociación que habían abandonado el pue-
En este y en los demás testimonios, las ex- blo. Después de la oración, de un poema y
periencias individuales de dolor se entrela- de una canción presentada por esa mujer,
zan con los discursos públicos de la aso- muchos se dedicaron a dormir o a hablar,
ciación que hablan de víctimas activas y y en medio de los susurros escuché a la
fortalecidas que son capaces de luchar por trujillense afirmar que mucha de la gente
sus derechos; pero que también sufren por del bus sólo iba a alimentar su “curiosidad
la pérdida de sus seres queridos. Ello evi- carroñera” para usarla en beneficio propio.
dencia que en la consolidación de la víctima Las palabras “curiosidad” y “carroñera”
como un sujeto de derechos y compromi- quedaron registradas en mi libreta y fue-
sos particulares, ese sufrimiento individual ron confirmadas al otro día por una filósofa
deviene colectivo; pero jamás deja de ser quien iba en el bus y que me dijo que oír
personal (Schillagi, 2011). Por otra parte, el eso era común en Trujillo.
94
Dossier
San Judas Tadeo y el mártir: (Iglesia Católica, 1970, p.583). Es interesan-
lo religioso en AFAVIT te notar que según los miembros de AFAVIT,
los mártires de Trujillo no sólo murieron por
Además del sufrimiento, lo religioso permea ser testigos de la palabra de Dios, sino por
la manera en que los miembros de AFAVIT defender en lo que creían a nivel político y
entienden los conceptos de transición. Sin social. En este orden de ideas, pese a su
embargo, en este caso lo religioso no sólo sufrimiento, el mártir también es un héroe
debe ser entendido desde la oficialidad del porque trata de denunciar y cambiar el orden
catolicismo, que ha estado arraigado en el establecido por uno que favorece a toda la
municipio tiempo antes de la masacre y se comunidad. La llegada de esta idea a Trujillo
fortaleció con la llegada de acompañantes coincide con la declaración del Papa Juan
de la Comisión Intercongregacional de Justi- Pablo II, según la cual el siglo XX es el siglo
cia y Paz. También debe ser entendido desde de los mártires:
aquellas manifestaciones que no son reco-
nocidas oficialmente y se transmiten a través La experiencia de los mártires y de los tes-
del rumor; tal es el caso de las novenas he- tigos de la fe marca todas las épocas de la
chas por encargo para recibir pronto las ca- historia de la Iglesia. En el siglo XX, tal vez
sas de la urbanización. más que en los primeros períodos del cristia-
Podría afirmar que los discursos religiosos nismo, son muchos los que dieron testimonio
“oficiales” empleados por los acompañantes de la fe con sufrimientos, a menudo heroicos.
de AFAVIT, no sólo facilitan la elaboración del Allí donde el odio parecía arruinar toda la vida,
duelo, la consolidación de los procesos or- ellos manifestaron cómo el amor es más fuer-
ganizativos y el otorgamiento de sentido a la te que la muerte. El que se ama a sí mismo,
violencia sufrida (Memoria Histórica, 2008); se pierde, y el que se aborrece a sí mismo
sino que tienen una función política y peda- en este mundo, se guarda para la vida eterna
gógica, que facilita que los miembros entien- (Juan Pablo II, 7 de mayo de 2000).
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
dan cómo deben asumir los conceptos de
transición. El uso de la parábola de la viuda Para AFAVIT, el principal mártir y emblema
insistente (Lucas, 18: 1-8) es una muestra de de la masacre es el padre Tiberio Fernández
ello, en tanto muestra que la víctima es un Mafla, ya que según los trujillenses, trató de
sujeto activo, que resiste e insiste hasta que cambiar su situación de pobreza y traer la
obtiene lo que por derecho merece. La idea prosperidad al pueblo. Una familiar de vícti-
del mártir tiene funciones similares y llegó a ma asegura que el Padre Tiberio llevó a su
los trujillenses de la asociación a través de la pueblo la esperanza, así como lo hizo Jesu-
hermana Maritze. cristo en otros tiempos: “Tiberio Fernández
De acuerdo con el Concilio Vaticano II, el Mafla es uno de ellos, este sacerdote es un
mártir es la imagen ideal del cristiano, pues mártir que como Cristo llevó a las comuni-
es la realización del testimonio: “el mártir es dades la esperanza de un país que merece
la realización más perfecta del testimonio, ya volver a sonreír” (Testimonio de trujillense, 20
que su muerte suele estar preparada por la de agosto de 2009).Se podría pensar que
vida entera, comienza ya y se realiza en cada la idea del mártir responde a una objetiva-
una de las opciones de la vida cotidiana” ción de la víctima que pretende neutralizar 95
Dossier
la angustia para los sobrevivientes y espec- En este testimonio, la novena puede con-
tadores (Schillagi, 2011). Entonces, quizá es siderarse como una mediación (Delgado,
más tolerable para la comunidad de AFAVIT 1993) a través de la cual el poder del santo
pensar que sus seres queridos fallecieron lu- deviene revelado en la entrega de las casas.
chando por un proyecto que iba a mejorar la En las palabras de esta mujer se evidencia
calidad de vida de los trujillenses, que pen- que los discursos religiosos instaurados
sar que murieron en un conflicto sin sentido. por los acompañantes de la asociación, y
En este sentido, también se podría afirmar las alternativas populares como el pago de
que las nociones de mártires y de “víctimas novenas no se separan ni entran en pugna.
como un solo corazón” son un mecanismo Al contrario, para los miembros lo popular
que le permite a la comunidad luchar con su “acelera” los resultados de los esfuerzos de
sufrimiento, y entender que deben permane- la asociación en materia de verdad, justicia y
cer juntos para que su clamor por verdad, reparación.
justicia y reparación, sea efectivo.
Por otra parte, los discursos oficiales no Justicia y castigo: entre la
han sido el único mecanismo empleado por institucionalidad y la venganza
los miembros de la asociación para acelerar
estos procesos de verdad, justicia y repara- Al igual que ocurre con el término víctima,
ción; algunos, alejados de la vigilancia de la justicia también tiene significados distin-
sus acompañantes, han optado por recurrir tos para la comunidad de AFAVIT, según el
a alternativas de la religiosidad popular que contexto desde el que se hable de ella. En
han adquirido fama a través del rumor. Tal es encuentros públicos la justicia es la principal
el caso de una matriarca que durante la inau- exigencia de la asociación; una exigencia
guración de la urbanización sostenía que te- que se vincula con la memoria histórica ya
ner su casa había sido un proceso muy largo, que, según ellos, al conocer los hechos es
de reuniones y retrasos constantes; pero que posible saber quiénes son los responsables
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 79-100
con la ayuda de las hermanas habían resis- y castigarlos. Así lo asegura el Presidente de
tido mucho y había sido posible. Ahora bien, AFAVIT:
en voz más baja, para esta misma persona,
la entrega de las casas se había acelerado Nada estará completo si falta la memoria y
por obra de San Judas Tadeo (patrón de las memoria es como lo que llamamos acá, la
causas imposibles), al que le había manda- justicia, justicia que hasta el momento nos ha
do a hacer una novena por encargo con una sido negada. No olvidar es suficiente para que
señora que le habían recomendado. En sus no vuelva a pasar lo que en Trujillo ha ocurri-
palabras: do (Palabras del Presidente de AFAVIT, 18 de
julio de 2009).
nada que nos entregaban la casa, yo me iba a
rendir, pero la señora (…) me dijo que le paga- En otras palabras, la verdad es el primer
ra a (…) para que le hiciera una novena a San paso para la justicia según el discurso públi-
Judas Tadeo, porque era bendito. Yo pagué y a co de la asociación.
los pocos días nos dieron razón de las casas De acuerdo con los líderes y acompa-
96 (Entrevista a trujillense, 21 de agosto de 2011). ñantes de AFAVIT, quienes son las voces
Dossier
principales de todas las víctimas en esos con un sufrimiento similar al que ellos pasa-
encuentros, la justicia en Trujillo se vincula ron. Para algunos miembros de la asocia-
directamente con la resistencia, pues el Esta- ción, sus testimonios revelan que tras la ma-
do, reconocido abiertamente por ellos como sacre han albergado años de rabia y tristeza
victimario, no ha cumplido con sus obligacio- que podrán ser superadas a través del casti-
nes. Durante la Peregrinación Nacional a Tru- go a los victimarios. Un hombre asegura, por
jillo, el presidente de AFAVIT en 2009 afirmó ejemplo,que no ha podido sentirse tranquilo
que Colombia no debería considerarse como en muchos años porque sabe que los victi-
un Estado social de derecho, ya que aquí se marios de su hijo continúan en libertad:
vetaba violentamente cualquier pensamiento
o acción alternativos: hay una rabia y hay un dolor y hay una ira, por-
que la gente quiere volver a ver a sus muertos
Nos preguntamos dónde está la justicia, vivos […] Mi hijo no aparece hace 20 años y
cómo podremos hablar de programación de yo no puedo aceptar que esté muerto, y mu-
derechos humanos cuando los mismos en- cho menos que los que me lo desaparecieron
cargados de salvaguardar la vida, honra y sigan por ahí tranquilos (Entrevista personal,
bienes de los ciudadanos violan el derecho 18 de julio de 2009).
internacional humanitario pisoteando lo más
sagrado que es la vida, pues la vida es un don El afán por un castigo inmediato a los vic-
de Dios. Podemos hablar de un estado social timarios ha generado en algunos miembros
de derecho cuando se apaga la vida de los de la asociación ideas de venganza que sus
seres humanos porque resulta incómodo su acompañantes, en particular la hermana
forma de hablar, su forma de expresión, de Maritze, han tratado de reorientar a través
proceder y trabajar para organizar la comuni- de creaciones artísticas como la poesía y
dad para reclamar sus derechos y esto resulta la pintura. El siguiente fragmento pertenece
incómodo a ciertos actores ¿Qué se hicieron a un cuento escrito por una trujillense, en el
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los valores éticos en la administración de la que expresa las emociones que experimentó
justicia?, ¿dónde están los valores éticos, tras el asesinato de su padre: “Camina lenta-
moral y cristianos de los jueces? (Palabras de mente por el cementerio, piensa en empuñar
ex presidente de AFAVIT, 18 de julio de 2009). un arma y salir a desquitar vidas, ya nada le
importa, las ilusiones reposan muertas en
En este discurso público la idea de justicia una tumba fría en la capital de los milagros,
se vincula con la de castigo, y se asegura Buga” (Cuento escrito por trujillense, 20 de
que el Estado colombiano debe garantizar el agosto de 2009). Esta historia fue escrita por
castigo de todos los victimarios, no sólo al- recomendación de los acompañantes de la
gunas indemnizaciones y pequeñas penas. asociación, particularmente por la hermana
Ahora bien, a través de rumor y cuando no Maritze, quien afirma que escribir es un ejer-
hay encuentros públicos, muchos miembros cicio que les permite a las víctimas “liberar”
conciben a la justicia sólo como castigo. En sus ansias de venganza. De hecho, la her-
otros términos, la justicia para la mayoría de mana Maritze confiesa que ella misma es-
los trujillenses se da cuando los victimarios cribía para liberar el dolor que le causaba la
“pagan por lo que hicieron”, y de ser posible, masacre: 97
Dossier
Tenemos los objetivos de la galería, tenemos mildes y cautos, resistiendo, ya que el in-
lo que para mí fue lo más doloroso, las ex- fortunio puede convertir nuestros corazones
humaciones y hay un álbum de sólo exhu- a veces de roca, en corazones humanos y
maciones. Ustedes ven acá cuando son tiros sensibles” (Palabras de Orlando Naranjo, 18
al cráneo queda el impacto, luego es la me- de julio de 2009). En este caso, la venganza
moria de la motosierra, de los cortes, de las ha sido domesticada (Orozco, 2003) a través
torturas. Eran mujeres las que iban, hicimos de una invitación a la racionalidad que insiste
66 exhumaciones sin ningún médico forense, en la importancia de dejar la justicia en ma-
sola con las familias y no puedo porque fue nos de las instituciones adecuadas. Podría
mi experiencia más dolorosa. Por eso escri- afirmar que esa invitación a la compostura
bí el poema de las exhumaciones (Entrevista está produciendo víctimas disciplinadas que
a la hermana Maritze Trigos, 4 de agosto de reconocen mediante el sentido común, como
2009). plantea Francisco Bustamante (1998), que el
castigo sólo puede ser impartido por institu-
Aludiendo al tema de la venganza, en una de ciones específicas y no por iniciativa propia.
las conversaciones sostenidas con la herma-
na Maritze Trigos, ella reconocía que han te- En Trujillo ni perdón ni
nido que tratar de cambiar esas ideas y recu- reconciliación
perar la “salud” emocional de los familiares
de víctimas en los procesos de duelo: Para los miembros de AFAVIT, los procesos
de justicia y castigo han sido lentos y poco
en la elaboración del duelo primero, sanar satisfactorios, además no han evidenciado
las heridas, hay quienes del dolor de lo que ningún tipo de arrepentimiento en los victi-
le hicieron es la venganza, la rabia, entonces marios; quizá por eso los conceptos de re-
como sanar esto ¿no? De no crear en ellos conciliación y de perdón no son menciona-
venganza ¿no? Sino que decimos no al olvi- dos entre ellos. En cuanto a la reconciliación,
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que la justicia retributiva, en detrimento de la pañantes con alternativas populares como el
reconciliación, tiene mejores perspectivas de pago de novenas para acelerar los procesos
despliegue. En este orden de ideas, el afán de reparación. Para ellos, esto es una estra-
por separar a las víctimas y victimarios en el tegia que acelera los procesos iniciados por
caso de AFAVIT proviene de los repertorios de sus acompañantes; pero circula a través del
los activistas de derechos humanos en Co- rumor (Das, 2008).
lombia que estaban influidos por las experien- Es posible que las enseñanzas de los
cias del Cono Sur. Por otro lado, del perdón acompañantes de AFAVIT sean una herra-
no se habla ni en los encuentros públicos, ya mienta estructurada y estructurante, en tér-
que sin justicia, ni castigo, ni la voluntad de las minos de Castillejo (2009), que brindan mo-
víctimas y los victimarios por hablar del tema, delos ideales de vida y de comportamiento
éste es una utopía por el momento. Al pregun- a las víctimas tras la masacre. También es
tar a un hombre sobre el perdón él tan solo posible que se presenten conflictos al interior
respondió: “eso es una cosa de Dios, eso no de la asociación, que se materializan en los
lo puedo perdonar yo” (Entrevista a trujillense, encuentros públicos y en la vida cotidiana de
21 de agosto de 2011). sus miembros. Sin embargo, AFAVIT es un 99
Dossier
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100 reflexión en Ciencias Sociales 7, Agosto, pp.1-8.
Otras voces
VOCES
EDITORIAL
OTRAS
La paz y las Zonas
de Reserva Campesina
Roland Anrup
Doctor en Historia de la Universidad de Gotemburgo. Profesor Titular de Historia Mid Sweden University. Correo electrónico: roland.anrup@miun.se
La paz y las zonas de reserva campesina Peace and Peasant Reserve Areas
Resumen: Atravesamos la guerra civil colombiana que Abstract: The Colombian civil war has en-
ya tiene medio siglo de existencia y que en la actuali- tered a critical phase which makes it a
dad se encuentra en una fase crítica, y al mismo tiem- duty, a responsibility as well as an obli-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
po, estamos atravesados por ella. Por lo tanto, pensar gation to reflect upon it. Now that insur-
esta guerra en la que nos encontramos inmersos no es gency and government discuss the pos-
solamente un deber, una responsabilidad y una obliga- sibility of peace, in La Havana, it is this
ción; es también una necesidad con respecto a la cual intellectual responsibility that leads us to
nadie puede ser indiferente y hoy menos que nunca. formulate some questions to elucidate
Ahora cuando la insurgencia y el gobierno debaten en the implications, meanings and conse-
La Habana sobre la posibilidad de una paz, es esta res- quences of so-called “peace”. What do
ponsabilidad intelectual con el presente colombiano la the two sides refer to when they speak
que lleva a formular algunos interrogantes necesarios of “peace”? What is “peace”? How can
para dilucidar las implicaciones del uso, los significa- we understand the complex relationship
dos y las consecuencias de la forma en que se entien- between war and peace?
de la tan mentada “paz”. ¿A qué se refiere cada una de
Keywords: Peasant Reserve areas, au-
las partes cuando habla de “la paz”? ¿Qué es “la paz”?
tonomy, sovereignty, democracy, disa-
¿Cómo podríamos entender la compleja relación que
greement.
se instaura entre la guerra y la paz?
Palabras claves: Zonas de Reserva Campesina, autono-
mía, soberanía, democracia, desacuerdo.
E
l ocho de marzo del presente año es- siderando que “quien gana la batalla de la
tas palabras podían leerse escritas paz gana la guerra”, planteó el problema de
con tiza en el asfalto de la Carrera la paz en los siguientes términos:
Séptima en Bogotá; una retórica propia de
las calles que da cuenta de cierta vitalidad …la paz ¿es que se acaben los combates
de los espacios públicos en estos momen- guerrilleros? o ¿la paz es que dejen de morir-
tos cruciales de la historia política del país. se cuatrocientos niños al día? ¿Qué es la paz?
De igual forma, a mediados de la década de ¿La paz es que sigan deambulando por las
los 80 algunos espacios públicos de Bogotá capitales del país dos millones de personas
se llenaron de palomas. No se trataba de las hambrientas, desesperadas? ¿La paz es que
palomas de la Plaza Bolívar, sino de palomas la gente tenga que hacer ranchos como los
que, inspiradas en las de Picasso, fueron que se hacen en las grandes ciudades de Co-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
pintadas en forma de grafiti en los muros de lombia? ¿La paz es que el 70% de la pobla-
la ciudad durante este periodo de diálogos ción colombiana siga desnutrida? ¿O la paz
de paz entre la insurgencia y el gobierno de es darle seguridad y tranquilidad a cinco o
Belisario Betancur. Su desaparición gradual seis mil guerrilleros? La paz pasa por la jus-
de las plazas de Bogotá y otras ciudades y ticia social, por ahí es donde pasa la paz; por
pueblos colombianos, se presentó al unísono eso yo le digo: No hay que preocuparse por el
de las muertes de los integrantes de la Unión movimiento guerrillero, ¡el problema no es el
Patriótica (UP). El olor a muerte, los velorios movimiento guerrillero!, el movimiento gue-
a los cuales asistíamos cada día y la desapa- rrillero es la vanguardia de la protesta en el
rición de ese símbolo de esperanza de paz país…(Entrevista de Olga Behar, audio 1983.
signó el fracaso del esfuerzo por parte de los Véase: Anrup, 2001, pp. 43-64).
inconformes e insurgentes de crear por vías
pacíficas y parlamentarias, por vía de La UP, Con Bateman podemos hoy preguntarnos:
una nueva patria, una nueva Colombia con ¿de qué “paz” estamos hablando? ¿De la
justicia social. Hace ahora treinta años Jaime paz de los cuerpos de seguridad del ejército
104 Bateman Cayón, comandante del M-19, con- y la policía, de los militares y paramilitares,
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OTRAS
de los cuerpos del Estado? ¿O estamos ha- hechos seguían ocurriendo (El Espectador,
blando de la paz de los cuerpos de los explo- 2013, 17 de febrero). En abril de 2013 La De-
tados, de los cuerpos de los oprimidos, de legación Asturiana de Verificación manifestó
los cuerpos desplazados? después de una revisión, que la situación de
Al día de hoy resulta aventurado definir de los defensores de Derechos Humanos en
un modo unívoco la paz. No podríamos afir- Colombia sigue siendo grave y la diputada
mar que el gobierno colombiano, luego de Tania Sánchez Melero precisó:
múltiples jornadas de reflexión, haya decidi-
do que lo mejor para el destino del país sea El discurso del Gobierno no es acatado por
construir una paz duradera y, sobre todo, jus- miembros de la Fuerza Pública que continúan
ta. Las declaraciones y actuaciones del Go- estigmatizando como insurgente la labor de
bierno, así como su recalcitrante rechazo al quienes defienden los derechos humanos y
clamor que aboga por una tregua en la gue- laborales, como ocurre en Cesar, Tolima y
rra son de por sí dicientes. Como dice Mon- Huila. Expresamos nuestra preocupación por
señor Nel Beltrán, Obispo de Sincelejo, en la falta de medidas efectivas de protección a
una entrevista concedida en marzo de 2013: dirigentes sindicales, líderes de procesos de
restitución de tierras y líderes populares ame-
Pastrana dice que fue elegido por el mandato nazados de muerte en todas las regiones visi-
para la paz, pero al mismo tiempo jugó a la tadas. (El Espectador.com, 2013, 3 de Abril).
guerra (entiendo que es el iniciador del nuevo
modelo de las FF.MM. en Colombia). Uribe Durante el foro “Legislar por la Paz” Santos
dijo “diálogo no, guerra sí”. Y fueron ocho afirmó: “Haré todo por la paz, pero no a cual-
años. Ahora Santos vuelve al diálogo y tam- quier precio” (El Tiempo, 2011, 24 de mayo,
bién hace la guerra como nunca.(El Especta- p. 5). Sus actos y sus palabras dan pie para
dor,2013, 31 de marzo, p.17). pensar en las de Foucault cuando en su lec-
tura de Nietzsche, dice:
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
La Oficina de América Latina en Washington
(WOLA) constata, en un informe presentado La regla es el placer calculado del ensaña-
en Octubre de 2011, que durante la presiden- miento, la sangre prometida. Permite relanzar
cia de Santos las ejecuciones extrajudiciales sin cesar el juego de la dominación; pone en
y “los asesinatos, las amenazas, los aten- escena una violencia meticulosamente repeti-
tados y las interceptaciones ilegales en da. El deseo de paz, la suavidad del compro-
contra de las y los defensores de derechos miso, la aceptación tácita de la ley, lejos de
humanos continúan” y los niveles de impu- ser la gran conversión moral [...]no son más
nidad no se reducen. Según un informe de que el resultado y a decir verdad, la perver-
la Comisión Colombiana de Juristas entre el sión... (Foucault, 1988, pp.39-40).
último semestre del gobierno de Uribe y el
primero de Santos los casos de ejecuciones Los contactos entre Santos y las FARC res-
extrajudiciales, los mal llamados “falsos po- ponden a que ambos se han convencido que
sitivos”, aumentaron el 68 %. En 2012 cons- no van a derrotar al adversario. Las Fuerzas
tató el alto Comisionado de Derechos Huma- Armadas gubernamentales en una década
nos de la ONU, Christian Salazar, que estos de ofensiva militar, en la cual se han dupli- 105
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cado y sobre todo modernizado, no han po- El ferviente deseo de paz del gobierno se ex-
dido vencer a las FARC, que en los últimos plica porque los intereses “nacionales” que
años han incrementado el número de sus representa Santos pretenden entregar las
acciones notoriamente, una indispensable minas y el petróleo, el agua y el aire a los in-
condición para el inicio de las conversacio- versionistas extranjeros y para ello necesitan
nes de paz. Por otro lado, la tecnología de controlar todo el territorio del país. Eso, sin
punta de las Fuerzas Armadas ya implica la embargo, dificulta un acuerdo tácito entre las
imposibilidad de una victoria militar por par- partes que habría dejado las zonas periféri-
te de las FARC. Con un presupuesto militar cas bajo el control de las FARC en un estado
extraordinario de 7,2 billones de pesos que de relativa autonomía campesina, mientras la
terminarán de invertirse en el 2015, y de los burguesía industrial y financiera hubiera po-
cuales cerca de 5 billones están destinados dido continuar tranquilamente con sus ope-
a la compra de equipos de guerra - en su raciones en el resto del país. Algo así quizá
mayor parte de procedencia estadounidense hubiera sido posible hasta fines del siglo an-
e israelí - en febrero de 2013, Diana Quintero, terior pero hoy ya no sería viable dado que
viceministra de Defensa, declara: “La deci- los recursos apetecidos por el capital inter-
sión es arreciar con todo lo que tengamos nacional en alianza con sectores de las élites
en contra de los violentos. Esa es la misión colombianas se encuentran precisamente en
y para cumplirla se necesita lo que hemos zonas periféricas tales como la Amazonía,
llamado ‘acelerantes’, la tecnología, que es los Llanos y algunas partes de la Cuenca Pa-
el centro de la inversión” (El Tiempo, 2013, cífica. Hablar de paz, hoy día, implica hablar
17 de febrero, p.10). En el “carrito de merca- de un contexto diferente, de actores distintos
do” para la guerra se incluirán radares, equi- y nuevos intereses que establecen matices
pos de intercepción y hasta nuevos modelos importantes con respecto a las experiencias
de protección para los policías antimotines. de décadas anteriores. Para la oligarquía tra-
El régimen dispone ahora de la cuarta flota dicional ya no se trata de ejercer una precaria
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
de helicópteros Black Hawk más grande del soberanía en el eje andino del país y prose-
mundo, siendo la joya de la corona el Black guir así con el carácter centralista y excluyen-
Hawk S70i, el más veloz y a la vez más silen- te de su proyecto. Ahora los planes son más
cioso helicóptero militar del mercado mun- ambiciosos, pues esa periferia despreciada,
dial de armamento (El Tiempo.com, 2013, 3 esas tierras fronterizas tradicionalmente lla-
de Abril). Así como Friedrich Engels a finales madas tierras “sin Dios y sin Ley”, se han
del siglo XIX tuvo que constatar que las barri- vuelto zonas de convergencia de múltiples
cadas ya no servían para proteger a los resis- intereses para el capital internacional como
tentes urbanos contra las fuerzas del orden, lo evidencia la explotación del petróleo, los
podríamos interrogarnos si a principios del minerales y la biodiversidad (Cárdenas, H &
siglo XXI la selva aún puede dar protección Marin, A, 2006).
a los resistentes campesinos (Marx, 1968, Estos proyectos y planes, sin embargo,
pp.22- 25)1. se encuentran con el obstáculo que en Co-
lombia el pueblo no ha sido desarmado ni
1 Sin embargo, en abril de 2013 durante una audiencia ante
la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el jefe del que la guerrilla tiene en su poder misiles tierra-aire (El Tiempo.
106 Comando Sur, general John Kelley, expresó su preocupación com, 3 de abril de 2013).
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Foto: Mauricio Hernández Pérez - IPAZUD
pacificado del todo; ni por la vía del consen- millones de hectáreas como Zonas de Reser-
so, ni por la vía de la violencia, sino que pre- va Campesina (ZRC) con autonomía adminis-
domina en algunos sectores la voluntad de trativa. Lo que resulta una cifra baja en com-
disputar con las armas la disposición sobre paración con los 34.5 millones de hectáreas
el territorio (de Hincapié, 2001, pp.251-252). destinadas a la ganadería o incluso con los 6
Como nos señala María Teresa Uribe: millones de hectáreas de tierras despojadas
por el paramilitarismo en asocio con grandes
En Colombia el dominio estatal es desafiado latifundistas y narcotraficantes en Colombia
por actores armados [...] que no reconocen desde los años ochenta, según cifra reco-
la autoridad pública u otro poder distinto al nocida por la Organización de las Naciones
propio o por actores desarmados que resisten, Unidas (ONU). Sin embargo, dada la com-
mediante diversas estrategias, los intentos de plejidad que el tema agrario ha cobrado en
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
dominación o hegemonía realizados desde la historia de Colombia, la polémica alrededor
el aparato institucional, manteniendo viva la de las ZRC no se hizo esperar. A propósito
hostilidad que, a veces, se expresa en formas de dichas zonas, opina Juan Manuel Ospina,
insurreccionales y, otras, en prácticas políti- expresidente de la Sociedad de Agricultores
co-sociales como la invisibilización, el refu- Colombianos y exdirector del Incoder:
gio o la demanda de autonomía comunitaria
(de Hincapié, 2003, p.117). Las ZRC se convirtieron en la piedra en el za-
pato de las negociaciones en la Habana [...]
Las Zonas de reserva campesina: Son obras del Congreso, no de las FARC,
por una nueva perspectiva de la como pretenden sus detractores [...] La po-
soberanía en Colombia lémica radica en que las FARC plantean que
sean territorios autónomos [...] Pretensión sin
Un ejemplo de las demandas de autonomía fundamento y equivocada que profundizaría el
comunitaria es la que, en el marco de los fraccionamiento de la autoridad del Estado en
actuales diálogos de paz en La Habana, ha autogobiernos [ …] Las ZRC sirven para recu-
recogido las FARC al proponer declarar 9.5 perar comunidades rurales arrasadas por los 107
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violentos y fortalecer las existentes en esas El encuentro en San Vicente del Caguán fue
zonas y que nazca una clase media rural (El presidido por César Jerez, uno de los diri-
Colombiano, 2013, 24 de Marzo, pp.6-7). gentes de la ZRC de Cimitarra, quien afirma:
“Nosotros consideramos que las ZRC son el
En la actualidad hay seis ZRC y suman cerca mecanismo ideal para empezar un proceso
de 830.000 hectáreas (ht) que cuentan con de solución de la cuestión agraria y de tierras
unos 75,000 habitantes (Semana, 2013, 16 de en Colombia”. Y agregó: “Se trata de una fi-
marzo). La mayor de ellas tiene 463.000 ht gura que favorece el acceso a tierras al cam-
y está ubicada en cercanías a San José del pesinado y de protección de la pequeña pro-
Guaviare, pero también están las de Ca- piedad rural productiva, ante el crecimiento
brera, Cundinamarca (44.000ht); el Pato, de latifundios, grandes proyectos agroindus-
Caquetá (88.410ht); Morales y Arenal, Bo- triales y la “locomotora minera” (vanguardia.
lívar (29.110ht); el Valle del Río Cimitarra, com, 2013, 21 de marzo).
Antioquia (184.000ht) y, finalmente, el Bajo Al encuentro de San Vicente de Caguán
Cuembí y Comandante, en el Putumayo asistió Myriam Villegas, Directora del Inco-
(22.000ht) (El Colombiano, 2013, 24 de mar- der, quien defendió que las Zonas deben ser
zo, pp.6-7). 3.000 campesinos provenientes “abiertas a la legalidad” y no zonas autóno-
de estas zonas participaron en un encuentro mas (El Espectador, 24 de marzo de 2013,
llevado a cabo en San Vicente del Caguán a p.8). Así retomaba las declaraciones hechas
finales de marzo de 2013. Pese a su compro- por parte del Ministro de Agricultura, Juan
miso con este proyecto agrario, los campe- Camilo Restrepo, quien tiene claro que
sinos reconocen que las virtudes de las ZRC
no serán algo factible de observar en el cor- el país no puede parcelarse en un mosaico de
to plazo sino que, por el contrario, admiten zonas de reserva campesina con autonomía
que las ventajas de este tipo de organización política, como algunos pretenden [...] la figura
campesina radican en que a largo y mediano de las zonas de reserva campesina no puede
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plazo los campesinos serán quienes definan derivar hacia la constitución de republiquetas
las líneas de su propio desarrollo. Así lo deja independientes...la soberanía nacional es in-
entrever Juan de Jesús Rodríguez, campe- divisible (El Tiempo, 2013, 23 de febrero).
sino adscrito a la ZRC de El Pato, quien vive
en cercanías a Guayabal: “Esto nos permitirá Perteneciendo al ala Alvarista del partido
conservar nuestros recursos y evitará que las conservador, Juan Camilo Restrepo hace
multinacionales vengan a quitárnoslos”. Otro eco de las palabras de Álvaro Gómez Hur-
campesino de la misma Zona de reserva, tado, quien a principios de la década de los
Iván Hernández, afirmó: “La zona de reser- sesenta advertía en contra del peligro que re-
va nos dará la autonomía para regir nuestro presentaba para el orden establecido lo que
destino”. Por su parte, Herminia Quimbaya, él llamaba “repúblicas independientes”, ins-
presidenta de la junta comunal de La Liber- tigando de este modo al descomunal ataque
tad, sostuvo: “Hoy no podemos hablar de un en contra de Marquetalia en el 64, lo cual dio
beneficio real de ser zona de reserva, pero lo origen al presente ciclo de la guerra civil en
nuestro es básicamente una apuesta al fu- Colombia. En una entrevista para El Colom-
108 turo.” (El Tiempo, 2013, 24 de marzo, p.2). biano, Restrepo explica:
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Lo que ocurre es que lo planteado por la gue- Previniendo esta amenaza para el orden
rrilla las desfigura al otorgarles autonomía po- constituido, en una entrevista concedida a
lítica y soberanía, algo que no tienen ahora. Por RCN Radio, Restrepo afirmó:
eso dije que la figura no puede derivar hacia la
constitución de “republiquetas independien- [...] ese sentido soberanista y autonomista de
tes.” La Soberanía Nacional es indivisible... las ZRC no es de recibo ni por la ley ni por
Aunque hay muchas solicitudes al respecto, no la constitución ni es en lo que está pensando
se ha autorizado nuevas zonas de reserva cam- el gobierno. Entonces, una cosa son las ZRC
pesina. Solo se considera crear nuevas cuando creadas por la Ley 160 de 1994 y otra bien
haya condiciones de seguridad. Por ejemplo, diferente las que en alguna declaración públi-
hoy se justificaría en los Montes de María, una ca han planteado las FARC desde la Habana
zona recuperada por el Estado de manos de la (RCN Radio, marzo de 2013).
guerrilla [...]pero en cambio, en Catatumbo
sería improcedente cuando el conflicto está Este tipo de aseveraciones concernientes a
vivo, con una guerrilla que intimida a la gente las “repúblicas independientes” y a toda la
(El Colombiano, 2013, 24 de marzo, p.7). carga simbólica que ello implica, ha dado pie
a señalamientos que recientemente han lan-
En el mismo sentido, el jefe de la delegación zado algunos de los sectores más conserva-
del Gobierno para los diálogos en La Haba- dores del país y que fueron responsables de
na, Humberto De la Calle, ha declarado que la atmósfera de tensión durante el encuentro
las ZRC deben servir como “un vehículo inte- sostenido a finales del mes de marzo en San
grador de la patria”, revelando así una táctica Vicente del Caguán (El Espectador, 2013,
de creciente inscripción en el orden estatal, 24 de marzo, pp.6-8). Tensión que, lejos de
ofreciendo de este modo un nuevo y más te- agotarse en la penosa retórica belicista, llegó
mible asiento al poder soberano del que los a traducirse en acciones concretas como lo
campesinos pretenden liberarse en su con- dejó ver la Asociación Nacional de Zonas de
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flicto con los poderes centrales. Reserva Campesina al denunciar:
Por otra parte, podemos notar que el Mi-
nistro de Agricultura, defiende la falaz reduc- [...] retenes ilegales y empadronamientos
ción de la soberanía del pueblo a la soberanía por parte del Ejército que debieron soportar
nacional, una idea que Hegel desarrolló en las delegaciones de diversas organizaciones
los Principios de su Filosofía del Derecho, y pertenecientes a la Mesa de Unidad Cívico
que Marx sometió a una crítica que tiene gran Agraria y Popular del Oriente Colombiano,
relevancia para la estrategia de la izquierda cuando se dirigían al Tercer Encuentro de Zo-
colombiana actual (Marx, 2002, pp.109-110). nas de Reserva Campesina, que se realizó en
Entender esta crítica marxiana implica enten- el municipio de San Vicente del Caguán (El
der que lo que debería tener prioridad en la Espectador, 2013, 26 de marzo de 2013).
agenda de la izquierda colombiana hoy no es
la defensa de una ilusoria Soberanía Nacional Desde el gobierno de Samper, primer mo-
sino el desarrollo y profundización de las ex- mento en el cual se habló oficialmente de las
periencias de soberanías populares, de las ZRC, el General Harold Bedoya y los secto-
cuales las ZRC podrían constituir un ejemplo. res más recalcitrantes del ejército han con- 109
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venido en llamarlas “repúblicas independien- territorios con justicia propia, seguridad propia
tes”. Han sido criminalizadas hasta el punto (la guardia indígena), organización administra-
de hacer aparecer como un fenómeno de tiva propia. Son cuasiestados dentro de nuestro
hecho algo que a todas vistas es un fenó- Estado (El Mundo, 2013, 24 de marzo).
meno de derecho tal y como lo demuestra
la Ley 160 de 1994 (El Espectador, 2013, 17 Asimismo, Mauricio Botero Caicedo plantea
de marzo).2 Es decir, las ZRC se establecen que las FARC están exigiendo para las ZRC
jurídicamente como una forma de impedir la las mismas dimensiones de autonomía que
concentración desmedida de la propiedad han sido otorgadas a las comunidades in-
rural, una de las principales causas de la vio- dígenas:
lencia, la pobreza y el atraso económico del
país. Aun contando con todo el andamiaje ju- Las repúblicas independientes, de tiempo atrás
rídico que les otorga legitimidad y legalidad, han sido el sueño de la subversión... Las ZRC
¿por qué los militares y los sectores más poco tienen que ver con el desarrollo rural y
extremos de la derecha colombiana convie- mucho tienen que ver con un proyecto político
nen en criminalizarlas y mostrarlas como una a largo plazo de las FARC. Al ser cooptadas por
grieta a la Soberanía Nacional? Opinaría que la subversión, las ZRC se van a convertir en la
es debido a que más allá de los desacuerdos “pica en Flandes” para adelantar un proyecto
de índole jurídica que puedan existir, temen político basado en la balcanización (¿Cagua-
que los intereses de los campesinos, indí- nización?) del país;... Las ZRC van a terminar
genas y afrodescendientes, una vez unidos, convirtiéndose en latifundios constitucionales
puedan competir con ellos en pos del poder en manos de la izquierda radical...” (El Espec-
político. Para algunos las 59 Zonas de Re- tador, 2013, 24 de marzo, p.11).
servas Campesinas que proponen las FARC,
serían una fachada que oculta su interés por Por su parte, el máximo representante de los
conquistar privilegios constitucionales reser- verdaderos latifundistas, José Félix Lafaurie,
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vados exclusivamente a minorías étnicas. Al y uno de los enemigos más acérrimos del
respecto, dice Alfonso Monsalve Solórzano: proceso de paz, aseveró que: “si pretenden
ser enclaves políticos excluyentes de cam-
La Constitución del 91 reconoció los derechos pesinos catequizados por la subversión, me
culturales, que son colectivos, de las mino- niego, porque eso genera conflictos en las
rías indígenas y negras... Pero por los fallos diferentes zonas de producción” (El Espec-
de la Corte Constitucional, terminaron por ser tador, 2013, 19 de marzo). En un encuentro a
instancias del Tiempo, la Universidad del Ro-
sario y la Fundación Hanns Seidel concluyó:
2 El art. 81 de la ley dice: “las zonas de colonización y aque-
llas en donde predomine la existencia de tierras baldías, son zo-
nas de Reserva Campesina.” Mientras que el artículo 80 sostie- Sería el peor de los escenarios. Conculcaría
ne: “Son zonas de reserva Campesina las áreas seleccionadas
por la junta directiva del Incora (...) En las Zonas de Reserva los derechos a los campesinos; allí vamos a
Campesina la acción del Estado tendrá en cuenta, además de
los anteriores principios orientadores, las reglas y criterios sobre una situación peor de lo que fueron las zonas
ordenamiento ambiental territorial, la efectividad de los derechos de reforma agraria del Incora a republiquetas
sociales, económicos y culturales de los campesinos, su partici-
pación en las instancias de planificación y decisión regionales y independientes, a ‘Marquetalias’... Para las
las características de las modalidades de producción..” (Repu-
110 blica de Colombia – Gobierno Nacional). FARC las tierras no son un factor de bienestar
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social sino un elemento de control territorial y acercamientos con los líderes para escu-
militar (El Tiempo, 2013, 17 de marzo, p.14) charlos, darles una solución conjunta a las
intimidaciones y brindar seguridad.” (El Co-
No es de sorprender, entonces, que desde lombiano.com, 2013, 2 de abril). A la muerte
el Ministerio de Defensa se dé una adver- de Alonso Lozano, en Guaviare, se suma el
tencia sobre el riesgo de establecer zonas asesinato del líder campesino Gustavo Pizo
de reserva, pues se piensa que éstas se en Cauca; el atentado contra Nelson Cas-
convertirán en espacios en donde la guerri- trillón de la Asociación Campesina del Valle
lla podría desarrollar un “trabajo de masas” del río Cimitarra, y la explosión de un arte-
con el fin de controlar las organizaciones facto en la oficina de la Asociación Cam-
sociales a su favor y en deslegitimación del pesina de Catatumbo, en Cúcuta. Hechos
Estado. (El Colombiano, 2013, 24 de mar- ocurridos en el curso de unos días a finales
zo). Como consecuencia de la criminaliza- de marzo de 2013, que desdicen mucho de
ción de las ZRC se han dado varios hechos la voluntad real de paz de las élites colom-
violentos en contra de dirigentes campesi- bianas y, al tiempo, rememoran los fatídicos
nos. La Asociación Nacional de Zonas de momentos del pasado, en los que, a través
Reserva Campesina (Anzorc) denunció a de iniciativas políticas y populares se procu-
finales de marzo la desaparición de Alon- ró en vano poner un punto final a décadas
so Lozano, Presidente de la Asociación de conflicto armado. César Jerez, repre-
de Trabajadores Campesinos de la Región sentante de Anzorc, aseguró que hay ad-
del río Guaviare, Coordinador de derechos vertencias a campesinos en el Magdalena
humanos por parte de la Fundación por Medio, Catatumbo, Guaviare y Cauca, y que
la Defensa de los Derechos Humanos del muchas de estas amenazas “ya se han ma-
Oriente Colombiano y líder del movimiento terializado en hechos que lamentar”. Jerez
político Marcha Patriótica. Según indicaron expresó que los asesinatos e intimidaciones
miembros de estas organizaciones, Loza- son solo hechos de las últimas semanas,
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
no se encontraba realizando reuniones con “pero en los últimos cinco años hemos te-
comunidades campesinas pertenecientes a nido muchas víctimas y tenemos temor por
la Mesa de Unidad Cívico, Agraria y Popu- una respuesta violenta frente a la propuesta
lar del Oriente Colombiano (Mucapoc) en y que se traduzca en muertos” y dijo que en
Villavicencio (Meta), lugar de donde partió las ZRC han padecido montajes judiciales,
el 22 de marzo hacía la vereda Matabam- detenciones arbitrarias y encarcelamientos,
bú del municipio de Mapiripán (Meta) para además que el tema de las ZRC tiene unos
una reunión con labriegos. Su cuerpo fue reclamantes y un sector poderoso “que se
hallado sin vida a orillas del río Guaviare. opone a cualquier reforma en materia de tie-
Los miembros de la Mucapoc aseguraron rras” (El Colombiano.com, 2013, 2 de abril).
que ya habían denunciado el pasado 20 de Ante la nueva ola de asesinatos de líderes
marzo, ante la Policía Nacional las amena- campesinos se pronunció Anzorc:
zas en contra de Lozano y otros líderes de
la región (El Espectador, 2013, 26 de mar- Estos viles asesinatos no son hechos aislados,
zo). Según el periódico El Colombiano: “La son el resultado de semanas de incitación al
policía en las regiones afectadas buscará odio, de ataques, de atentados, de señala- 111
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mientos contra las organizaciones sociales Krieg (De la guerra), según el cual la guerra
del campo, contra las Zonas de Reserva Cam- no es más que la continuación de la política
pesina de Colombia... Nuestra respuesta a la por otros medios y, en este sentido, la guerra
muerte será un clamor y un grito gigante por no es sólo un acto político, sino un verdade-
la paz que todo el país escuchará... ¡Juntos, ro instrumento de la política, su prosecución
juntas, por la tierra, por las Zonas de Reserva por otros medios. Foucault ahora propone
Campesina y la paz! (Comunicado de Anzorc, invertir esta proposición y postular que la po-
2013, 28 de Marzo). lítica es la continuación de la guerra por otros
medios. ¿Qué quiere decir esto?
La paz como la continuación de la Primero: que las relaciones de poder tie-
guerra por otros medios nen como punto de anclaje cierta relación
de fuerza en y por la guerra. Si el poder
Las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) político intenta en un momento dado de-
constituyen sólo uno de los puntos de los tener la guerra y hacer la paz no lo hace
diálogos en La Habana que parecen ser en absoluto para neutralizar los efectos de
incómodos para la agenda del gobierno. la guerra o el desequilibrio de las fuerzas
Sobre todo, pertenece a esta índole la in- en confrontación, sino que reinscribe esa
sistencia de la insurgencia en discutir el relación en las instituciones y en las des-
modelo social y económico. Experiencias y igualdades económicas:
acontecimientos como los derechos de los
trabajadores, las comunidades de paz, las La ley no es pacificación, puesto que debajo
luchas de los indígenas, son temas y proble- de ella la guerra continúa causando estragos
mas que cobran relevancia en la actual co- en todos los mecanismos de poder, aun los
yuntura de conversaciones - eventualmente más regulares. La guerra es el motor de las ins-
negociaciones - de “paz”. La paz se nos tituciones y el orden: la paz hace sordamente
presenta así como un campo de múltiples la guerra hasta en el más mínimo de sus en-
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surge la propiedad se generan desigualda- considerado como un fiel discípulo hobbe-
des y un antagonismo social cuya progresiva siano. En una crónica con el título “La otra
profundización sume a la sociedad en un es- paz” escribe:
tado de guerra. En su Discurso sobre el ori-
gen de la desigualdad dice: Me da mucha pena con aquellos que piensan
que no puede haber exceso de democracia
El primero que, habiendo cercado un terreno, porque el interesante libro de Fareed Zakaria
se le ocurrió decir esto es mío, y encontró titulado El futuro de la libertad, muestra cla-
gentes lo bastante simples para creerlo, ése
fue el verdadero fundador de la sociedad ci- 4 “Le premier qui, ayant enclos un terrain, s’avisa de dire: Ceci
vil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, est á moi, et trouva des gens assez simples pour le croire, fut le
vrait fondateur de la société civile. Que de crimes, de guerres,
cuantas miserias y horrores no habría evitado de meurtres, que de miserees et d´horreurs n’eût point éparg-
nés au genre humain celui qui, arranchant les pieux ou comblant
al género humano aquel que, arrancando las le fossé, eût crié à ses semblables: Gardez-vous d’écouter cet
imposteur; vous êtes perdus, si vous oubliez que les fruits sont à
tous, et que la terre n’est à personne.” (Rousseau, 1992, p.222)
parecida... El derecho como sistema institucional de solución Nota: aquí, en passant, el uso de Rousseau del concepto de
de conflictos no excluye la violencia, ni garantiza la equidad” sociedad civil, voz que en la jerga actual de los ONG´s tiene otra
(Valencia, 1997, p.31). acepción. 113
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ramente que sí, y que hoy por hoy la demo- que constituyen a la verdadera soberanía po-
cracia no es sinónimo de libertad. Uno de los pular, a diferencia de la formulas constitucio-
casos que utiliza para demostrar su tesis es el nales.5 En una “democracia liberal” se ponen
de un rico vecino nuestro (El Tiempo, 2004, siempre límites al ejercicio de la soberanía
17 de Octubre, p.20). del pueblo (Mouffe, 2003, p.22).
Estos límites se presentan como un ele-
Así se pone en evidencia que Santos teme mento que define el marco para el respeto de
a la revolución bolivariana tanto en el país los “derechos de propiedad” que de hecho
vecino como en el propio; que teme a la son expresión de la hegemonía de la idea li-
democracia, a lo que él llama “el exceso beral de que es indispensable poner límites
de democracia”. Escribe Jacques Derrida: a la soberanía popular en nombre de la liber-
“... siempre se habrá asociado la democracia, tad. Existe así una ambigua relación entre la
el paso a la democracia, la democratización, democracia que disemina por todo el cuerpo
con la licencia... incluso con la perversión y social una intensa actividad y las reglas que
la delincuencia, la culpa, el incumplimiento introducen la “justa medida” en contraste
de la ley...” (Derrida, 2005, p.38). El pueblo: con el desorden generado por esa “fuerza
pervertido, delincuente, licencioso. El pueblo superabundante” de la acción. En esa pala-
como canalla interior y exterior a la sociedad: bra compuesta que es la democracia se pue-
aquella parte excluida de la buena sociedad de señalar que el demos se define por su ca-
civilizada. La democracia es, para esta con- rácter excesivo. Si la democracia es la fuerza
cepción, la fuerza de ese pueblo libertino que y el poder atribuido al pueblo, entonces, la
confunde licencia con libertad. En este senti- imposibilidad de situar, definir y otorgar una
do, todo parece indicar que el Presidente de identidad a ese pueblo es lo que hace de la
la República ha leído la República, pero de democracia un exceso. El pueblo es recono-
Platón, en cuyo libro octavo encontramos la cido en la Constitución como la fuente del
siguiente definición de la democracia: poder político legítimo pero paradójicamen-
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 103-122
Ahora bien, en el caso colombiano con su De lo que no se dan cuenta los jefes de Es-
fetiche constitucionalista dominante, ocurre tado, que se han lanzado con tanta diligen-
todo lo opuesto a este principio democrático cia a la criminalización del enemigo, es que
de la Constitución como contenido concreto esta misma criminalización puede volverse
del pueblo, porque la recurrente apelación al en cualquier momento contra ellos [...] el
constitucionalismo como una solución para soberano, que ha consentido de buen grado
todos los males de la sociedad colombiana, en presentarse con el carácter de esbirro y de
lo que ha hecho es intentar contener y en al- verdugo, muestra por fin ahora su originaria
gunos casos disolver la insurgencia de los proximidad con el criminal(2001, p.92).
sectores populares, preservando y asegu-
rando los intereses de las clases dominantes El soberano es ley viviente -nomos empsy-
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y, finalmente,atribuyendo a todo el sistema chos -y esto significa que él no está obli-
una apariencia de legitimidad. Tal como con- gado por ella, que la ley coincide en él con
cluye Hernando Valencia Villa: “En suma, el una anomia (a-nomos). El tratado de Diotó-
reformismo constitucional es un operador del genes sobre la soberanía señala esta con-
continuismo político y social” (1997, p.44). tradicción: “puesto que el rey tiene un poder
Ya en el mismo mes de agosto en que irresponsable [archàn anypeúthynon] y es
Santos asumió el poder, Jorge Briceño, en lo él mismo una ley viviente” (Delatte, 1942,
que fue su última entrevista antes de morir p.39). Soberana es entonces aquella acción
bajo siete toneladas de bombas, había ad- por la cual se puede matar sin cometer ho-
vertido lo que venía, tanto en lo que a la gue- micidio; y el estado de excepción en el que
rra como a la “paz” concierne: la nuda vida es a la vez excluida del orden
jurídico y apresada en él, constituye el fun-
Santos como continuador de una política im- damento oculto sobre el cual reposa el sis-
perialista, oligárquica, seguirá luchando por tema político (Agamben, 1998, pp.18-19) 7.
La nuda vida es la vida a la cual se puede las características de las relaciones sociales
dar muerte. La fundación del Estado no es de poder. Tal y como ha sugerido Foucault, el
un acontecimiento que se da en un momen- poder no descansa ni desciende de un solo
to histórico sino que opera continuamente centro de la estructura social, sino que se ha-
en la forma de la decisión soberana sobre la lla difundido y se manifiesta en cada una de
vida de los ciudadanos a quienes puede dar sus relaciones parciales, formando una com-
muerte, elemento originario de la política. Un pleja red de capacidades particulares y rela-
gobierno soberano demanda siempre la pre- tivas. Si entendemos el poder como una red
sencia de la fuerza. La tesis que se esgrime de relaciones múltiples e irreductibles, como
por los que detentan el poder en Colombia mecanismos diseminados por todo el tejido
es que es legítimo para el Estado hacer la social, veremos que las relaciones de fuerza
guerra para que no haya más guerra. están involucradas en enfrentamientos ince-
A través de las palabras, las armas y la santes que las transforman, las refuerzan y las
legislación, el Estado colombiano pretende invierten. Estas relaciones que configuran un
imponerse como un sujeto político hegemó- conjunto de campos de batalla a diferentes ni-
nico. Tal como hay que criticar concepcio- veles donde continuamente nacen y desapa-
nes de unicidad de la estructura social en recen esferas de poder, han sido estudiados
su conjunto, también es necesario entender por los autores del libro Violencia política en
que detrás de la apariencia unitaria y formal Colombia: de la nación fragmentada a la cons-
del Estado hay diferentes aparatos estatales, trucción del Estado. Los autores entregan un
entre los cuales no existe necesariamente análisis agudo del conflicto armado y de las
coherencia o unidad de acción. La unidad formas de resistencia al Estado que se han
que poseen los diferentes aparatos del Es- desarrollado en medio de éste:
tado depende de medios de unificación bien
determinados: la manera en que son espe- … los intentos de consolidar el poder estatal
cificados en los discursos legales o admi- son poco rentables cuando la población dis-
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nistrativos, los procedimientos particulares pone siempre de espacios a donde huir. Este
de coordinación, etc. Si bien estos medios es el caso ejemplificado por los procesos de
pueden afectar significativamente las condi- colonización permanente que caracterizan la
ciones de la acción no pueden, sin embargo, historia colombiana desde los tiempos colo-
garantizar la unidad de acción. El Estado no niales hasta el día de hoy, como el resulta-
puede comprenderse a partir de sus límites do de una estructura muy concentrada de la
formales, sino que ha de entenderse como propiedad de la tierra […] tal movimiento ex-
producto de un conjunto de condiciones es- presa que la población campesina mantiene
pecíficas (Anrup, 1985). bastante autonomía frente al control social y
Las pretensiones del Estado de consti- económico de los grandes latifundistas y de
tuirse en centro de poder, en sujeto único del los poderes locales y regionales (González,
derecho y de la violencia, se estrellan contra Bolívar, & Vásquez, 2003, p.316).
nificado del poder como un ejercicio totaliza- ción, en tanto que a otros se les limita, emer-
dor para mostrar que éste se constituye me- gen fenómenos que no encuentran explica-
diante relaciones de disposición relativamente ción satisfactoria en las doctrinas clásicas
consolidadas. Más que “poder” y “dominio” sobre el poder.8 Un evidente caso de lo dicho
tendríamos entonces diferentes grados de lo encontramos en Colombia.
disposición. Este enfoque significa que el “po-
der” no es concebido como una propiedad, Las encrucijadas de la Paz
sino como una forma de disposición y que sus
efectos son atribuidos a maniobras, tácticas y Las formas de resistencia originadas por el
modos de obrar; a un ejercicio de disposición conflicto social y político en Colombia son
que consiste en un conjunto de operaciones múltiples: las marchas campesinas, indíge-
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por medio de las cuales una multiplicidad de nas y de afrocolombianos, los paros cívicos,
elementos heterogéneos – fuerzas, recursos, los bloqueos populares reclamando servi-
espacios – son investidos y relacionados con cios y otros derechos, las protestas urbanas,
ciertos objetivos. los movimientos estudiantiles y de maestros,
Así va configurándose un entramado de las luchas de los desplazados, entre otros.
relaciones de disposición que definen posi- La intensa movilización de los campesinos
ciones cambiantes de acuerdo acondiciones y su legendaria lucha por la tierra, los recur-
que determinan grados de control, posesión sos y la autonomía política continúa aún hoy
y dominio sobre recursos físicos y simbó- (López-Alves, 2003, p.154). En el caso de los
licos, económicos, políticos y jurídicos. De llamados procesos de colonización se crea
esta forma la dinámica de cada uno de esos una “estructura de oportunidades” para cier-
espacios de disposición puede cambiar por tos actores o grupos sociales que intentan
efecto de la interacción que se establece construir “órdenes alternativos”. Como dice
entre los elementos que sobre ella operan. Alfredo Molano, hay en el colono
A través de estos cambios, en que ciertos
8 Un desarrollo más amplio de este argumento se encuentra
grupos realizan sus capacidades de disposi- en Anrup 2009a y 2009b. 117
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una lucha a brazo partido por las formas co- ciación, pues nada tenemos que entregar sí
lectivas de trabajo: el brazo prestado, la mano mucho que exigir como parte de esa ingente
vuelta. Sabe que en ese natural intercambio na- masa de desposeídos que claman por tierra,
cen las fuerzas de su resistencia y los valores vivienda, salud, educación y verdadera de-
que la guían y la hacen fuerte. Por eso en las mocracia”. (El Espectador, 2013, 21 de di-
zonas de colonización la resistencia echa raí- ciembre). Por su parte, Timoleón Jiménez en
ces y logra defenderlas (Molano, 2003, p.82). su carta abierta a Santos del 21 de febrero
de 2013 dice:
La resistencia construye un poder que se
opone a la expansión de los latifundios y a En nuestro país las cosas siempre han ocurri-
las arremetidas del orden institucional. Mien- do así. Las clases dominantes, ensoberbecidas
tras no se solucione la exclusión, la pobre- por una mal disimulada arrogancia, resuelven
za y el problema agrario, el conflicto social y todos los asuntos según su particular e intere-
armado seguirá vigente.9 Timoleón Jiménez sada visión de la realidad. [...] Aquí su palabra
señaló el 28 de diciembre de 2012: y sus cañones son la ley, lo único que vale y
cuenta. Por eso existe una previa elaboración
En realidad a las FARC, como lo sostuvimos de los diálogos de paz y sus resultados, la que
desde la primera reunión con el gobierno, el gobierno concibió de antemano (¡Salvemos
no nos interesa negociar nada en la Mesa de la paz, Santos! 2013, 21 de febrero).
Conversaciones. Nunca hemos entendido la
paz como el producto de un acuerdo de inte- Las partes del conflicto interpretan cosas muy
reses entre el Gobierno y los guerrilleros, sino diferentes con la palabra “paz”, de hecho no
como el resultado del diálogo abierto con to- hablan el mismo lenguaje y no tienen un obje-
dos los sectores de la realidad nacional. [...] tivo común. Un representante del gobierno en
La democracia y la paz significan eso, un foro las conversaciones de La Habana (probable-
permanente de discusión sobre el destino del mente se trata de Enrique Santos Calderón)
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adversarios de las FARC quisieran que ellos ción de la igualdad. La democracia es un
asumieran, pero que ellos rechazan de plano acontecimiento singular que produce una
en el mismo comunicado. ruptura con el orden consensual e instituye y
La desigualdad estructural no se remedia crea un litigio a través de una reconfiguración
a través de una reparación a las víctimas del que reivindica la igualdad. (Rancière, 1995,
conflicto o la restitución de tierras a algunos pp.34-97; Rancière, 1998; Rancière, 2010,
de los despojados. De lo que se trata en un pp.81-85; Bodas, 2011, pp.119-130).
verdadero acuerdo de paz no es reparar un La política consiste en una esfera de ac-
viejo orden de cosas sino modificar todo el tividad que siempre es litigiosa. La política
terreno donde se libra el juego social y políti- se trata de modos de subjetivización que
co. En todo caso es obvio que una reflexión constituyen sujetos mediante una serie de
profunda sobre el sentido y la significación actos que son capaces de crear una nueva
de la democracia y las nuevas formas que representación de un campo de experiencia
ésta pueda asumir se impone. Hay política (Rancière, 1995, pp.43-67). La política es una
verdadera cuando la contingencia igualitaria actividad que tiene como racionalidad propia
interrumpe el orden de dominación. De la el desacuerdo. Toda concepción del derecho 119
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sión, compromiso o exhortación que exista, dad tienen que constituirse a partir de un dis-
no puede llegarse a un acuerdo genuino. Se sensus (1997, pp.36-55). La tarea es trans-
trata de un conflicto entre lenguajes incon- cribir la memoria de los enfrentamientos, la
mensurables en el cual todo consenso trai- huella de los caminos al porvenir, la marca de
ciona y desnaturaliza las reivindicaciones de las rupturas con la opresión. No se trata de la
al menos una de las partes. Y ello no se refie- nostalgia de los recuerdos, sino de la insis-
re solamente a las palabras, sino a la situa- tencia en las preguntas, de la prolongación
ción misma de quienes hablan, a la ausencia de una brecha. Ante los asesinatos sistemáti-
de un objetivo común entre las partes. La cos de opositores políticos y de líderes cam-
desproporción, desigualdad o distorsión que pesinos e indígenas, resulta evidente que la
la rebelión expone, y contra la cual se dirige, rebelión contra el Estado es legítima; dere-
no podría zanjarse por un acuerdo entre las cho consagrado en el preámbulo a la De-
partes enfrentadas. No se resuelve porque
los sujetos que la rebelión pone en juego no 10 De 2008 a 2011 hubo 1.206.000 desplazados. Según auto
092 de la Corte Constitucional, las mujeres indígenas y afrodes-
son entidades a las cuales se les ocurriera cendientes desplazadas son las más afectadas por el conflicto ar-
mado. Ver al respecto: Paz sin nosotras no es paz (El Espectador,
120 por accidente tal o cual daño o perjuicio, sino 2013, 31 de marzo, pp.18-19).
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claración Universal de los Derechos Huma- Paz para que pueda seguir la plusvalía
nos de las Naciones Unidas. La necesidad queda prohibida la violencia
lógica de la rebelión se inscribe dentro de un dejad que el explotador duerma tranquilo
análisis histórico que saca a la luz la guerra la ignominia deberá seguir su curso
como rasgo permanente de las relaciones de tened santo respeto por el rico
dominación, como trama y secreto de la ins- no perturbéis el saqueo legalizado
titución del Estado. El terror practicado por la rebelión es un delito
las clases dominantes colombianas es una paz para que continúe la injusticia
constante histórica que ha tenido como con- paz contra la dignidad del hombre
secuencia la rebelión, no como la ruptura de paz contra la esperanza de los seres
un sistema pacífico de leyes sino, simplemen- paz para que el saqueador de gringolandia
te, como el reverso de la guerra que los ricos se lleve a pedazos el país
y el gobierno mantienen permanentemente.11 paz contra la libertad de palabra
¿Qué serían la idea, la práctica y el proyecto paz contra la libertad de reunión
revolucionarios sin la voluntad de sacar a la paz contra la libertad de conciencia
luz una guerra real, que se desarrolló y sigue paz contra la libertad de prensa
desarrollándose, pero que el orden silencio- si es obrera
so tiene por función e interés, precisamente, paz para que el grande sea libre
sofocar y enmascarar? El poeta colombiano, de usar la libertad a su manera
Luis Vidales, ha desenmascarado esta gue- paz contra la libertad de cátedra
rra real, a su manera, en “Letanía de la paz paz para mantener la agresión contra el pueblo
burguesa”: paz para atiborrar las cárceles de inocentes
paz paz paz paz paz paz paz paz paz paz
11 Solo los movimientos sociales que se organizan alrededor hasta que impongan la paz de letras gruesas
de un patrón de violencia han logrado algunos de sus objetivos los que sabemos(1979).
(Cubides, 2005, p.189).
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122 — ZRC y autonomía. (2013, 24 de marzo). El Mundo, p.2
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Democracia, participación
y ciudadanía:
hacia el ejercicio de las políticas públicas en el Estado Social de Derecho1
Andrés García Parrado
CEPAD - Centro de estudios profesionales para el avance social y el desarrollo. Analista en procesos de investigación sobre Participación, De-
mocracia, Resolución de conflictos, Justicias, Políticas Públicas, Ciudadanías, Organización Social, Fortalecimiento a Organizaciones Sociales,
Derechos Humanos y Desarrollo local. Gestor de procesos de capacitación y fortalecimiento organizativo, enfocados a la construcción de redes
sociales. Docente universitario, abogado y magister en investigación social interdisciplinaria. Correo electrónico: angapa77@yahoo.com
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 123-144
tan tales como: la democracia, la participación, possible, such as: democracy, participation,
la ciudadanía y la construcción de políticas pú- citizenship and the construction of public po-
blicas orientadas hacia un desarrollo integral de licies oriented to an integral development of
la sociedad, en donde el punto de partida sea el society, where the point of departure is the in-
individuo, lo colectivo y lo ambiental, no excluyen- dividual, the collective and the environment;
temente lo económico. Por lo anterior se hace ne- not exclusively from the economic. Therefore
cesario contextualizar, en un plano más general, it’s necessary to contextualize, in a general
algunos otros elementos que permitan abonar los overview, some other elements to prepare
caminos para la construcción de la paz. the ways to construct peace.
Palabras claves: democracia, participación, ciuda- Keywords: democracy, participation, citizens-
danía, políticas públicas, desarrollo y paz hip, public policies, local development.
1
Artículo recibido: 17/04/2013
Artículo aprobado: 17/06/2013
1 Este artículo recoge algunos elementos planteados desde la investigación desarrollada para optar al título de Magister en Investi-
gación social interdisciplinaria de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (García, 2013), ejercicio investigativo que se culminó
en 2011 luego de varios años de levantamiento de información y sistematización. Este artículo se refiere a la parte conceptual del pro-
ceso, lo que luego permitiría corroborar las hipótesis planteadas por medio de una estructura investigativa basada en la participación y
observación directa en el territorio. 123
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“...De los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan, cuánto no miden, qué no tienen, qué no
piensan, qué no votan, qué no creen.... Solo nos falta saber por qué los pobres son pobres... ¿Será porque su desnudez nos viste y
su hambre nos da de comer?...”
Los Hijos de los Días, Eduardo Galeano
Introducción
L
a relación entre la democracia, la parti- o rendición; pero la paz como estadio de
cipación, las políticas públicas, el ejer- la sociedad es más que un simple cese del
cicio de ciudadanía y la paz, se funda- conflicto armado; la paz hace referencia a
menta desde las lógicas del desarrollo. Las estados superiores de garantía de derechos,
apuestas modernas hacia el desarrollo so- desarrollo y bienestar general. Para lograr lle-
cial, desde el desarrollo local, posibilitan que gar a ese estado superior el Estado deberá
podamos entender cómo los ciudadanos se brindar unas pautas mínimas que deben ser
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 123-144
ven involucrados en escenarios participativos tenidas en cuenta por la sociedad y por cada
para poder fraguar las bases del desarrollo, uno de sus integrantes, en el camino de al-
enmascaradas por medio de programas que canzar procesos sostenibles de paz.
pretenden disminuir los índices de pobreza, Estas pautas, como derroteros para la ac-
romper los esquemas de apatía social, erra- ción, ya hacen parte de nuestro ordenamien-
dicar patologías de nuestra sociedad moder- to jurídico, se encuentran situadas en nuestra
nizada a la luz de indicadores de desarrollo sociedad desde 1991 con la promulgación
humano basados en el poder adquisitivo y de la Constitución Política de Colombia. La
no en el sentido de equidad, fraternidad y fe- apuesta superior del Estado colombiano gira
licidad existente en nuestras comunidades, en torno a la dignidad de las personas, de lo
quizás desde otra lógica de entender la paz. solidario, de lo democrático y lo participativo.
Por lo anterior, cuando hablamos de paz en Estas apuestas se conjugan hacia la búsque-
el contexto de un conflicto, generalmente ha- da de un desarrollo sostenible y sustentable
cemos referencia directa a la terminación de que posibilite estadios de felicidad entre los
las hostilidades, bien por imposición de una asociados; por eso allí, desde los escenarios
124 parte sobre la otra, o bien por negociación de la democracia, la participación, la ciuda-
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danía y la construcción de las políticas pú- fueron algunos de los parámetros que se
blicas, donde estarían las bases para poder rompieron en este nuevo momento.
hablar de construcción de paz sostenible, Las ideas de la revolución, la transforma-
sustentable y con justicia social. ción social y los procesos de reformas, entre
Desde este punto de partida este texto otras, como ruptura con lo viejo y tradicional,
inicia con una sucinta contextualización so- contradijo el sentido estático del periodo que
bre algunos aspectos relevantes en torno a se terminaba; así se entró a demostrar en un
la modernidad y la modernización en el ám- nuevo escenario el dinamismo de lo social.
bito de la consolidación de los estados y sus Esta idea no se quedó en lo ideológico úni-
relaciones con la ciudadanía como base fun- camente, muchos fueron los avances cientí-
damental para buscar comprender por qué ficos, tecnológicos, las estructuras sociales
la relevancia de la democracia, la participa- y políticas fueron afectas y el nuevo ordena-
ción y las políticas públicas en el discurso y miento jurídico se dio paso.
la acción hacia la paz. Estos elementos son Estas nuevas formas de ver, entender y
subsiguientes en la estructura del documen- asumir las relaciones sociales conllevaron
to; se encuentran enmarcados en el contexto a que la sociedad asumiera nuevas formas
particular colombiano, por lo cual resultan de organización, las cuales pasaron de ser
proclives a servir como temas fundamentales orientadas por intereses concentrados a es-
a tener en cuenta en venideros procesos de tablecerse bajo lógicas democráticas, parti-
construcción de paz. cipativas, garantistas, en busca de un ejerci-
cio de la soberanía popular y constituyente,
Modernidad y modernización en el bajo las ideas constitucionalistas, de nuevas
Estado estructuras parlamentarias, de separación
de poderes, y dentro de la consolidación de
El Estado moderno como idea de organiza- modelos partidistas (Herrera, 2000).
ción de la sociedad, surge de propuestas por Teniendo como puntos de partida los
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renovar las relaciones entre los individuos y enunciados anteriores faltaría dar respuesta
las instituciones, las cuales primero debían a una cuestión fundamental para el resto del
ser reconocidas para luego separarlas en camino: ¿Qué es el Estado? Para resolver
nuevas estructuras correlacionadas pero in- este interrogante partiremos de entender el
dependientes, encargadas de darle supre- Estado como una forma de organización de
macía a las voces y sentires surgidos en el la sociedad; forma que determina las estruc-
contexto de lo social (Melo, 1990). turas sociales, territoriales, políticas, econó-
Esta idea solo pudo tener asidero si se micas, culturales, ideológicas y por supuesto
rompía con esquemas oscurantistas, rígidos jurídicas. Esta forma de organización puede
y retardatarios, en donde el centro de lo social basarse en parámetros diferentes depen-
no era el hombre. Una sociedad más antro- diendo las costumbres de la zona, sus ideas
pocéntrica surgía dándole paso a la idea de de lo moderno, o su injerencia en la región
lo moderno (Herrera, 2000). El mejoramiento o nivel de intervención de la misma (Bobbio,
de los procesos industriales, la cualificación 1989). Entonces, ¿qué relevancia tendría la
técnica, la distribución de las funciones en la cuestión de los elementos clásicos del Es-
sociedad y la especialización en las mismas, tado desde este concepto? Es fundamental 125
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que habitan el territorio y que pueden, o no, • Lo político: con la búsqueda por la de-
constituirse como una nación, con el senti- mocratización de todos los espacios,
do de referencia que ejerce la organización y bajo esta excusa haciendo que se
de la sociedad como elemento de cohesión pase a lo público lo concerniente a la
y coerción. Todos estos elementos resultan esfera de lo privado y privatizando lo
fundamentales al momento de hablar de ac- público.
ciones afirmativas por parte del Estado para • Lo cultural y lo social: poniendo al indi-
reivindicar los derechos vulnerados a diver- viduo como ciudadano en el centro de
sas poblaciones en múltiples territorios, lo las actuaciones públicas, no siempre
cual se enmarca en un escenario de discu- consciente, algunas veces inducido,
siones de soberanía, más amplia que la que otras manipulado y otras a la fuerza,
se refiere a límites geográficos, fronteras e
intervencionismo, discusiones que conlle-
van necesariamente hacia una verdadera 2 Entendiendo por esto la construcción y fortalecimiento de
organizaciones endógenas que desde escenarios locales y a
construcción de paz desde el discurso, pero través del empoderamiento y el ejercicio de articulación con las
estructuras locales logre ser competitiva en el escenario de lo
126 reflejado con las acciones. global.
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R
asumiendo prácticas legitimadoras de
procesos de participación ciudadana.
omper con el actual statu
quo no es atentar contra la
Las sociedades modernas, bajo la pers- paz, es parte del dialogo ne-
pectiva planteada, tendrían una apuesta en cesario que los actores involucrados
común: la estabilidad de las estructuras so- deben realizar desde la nuevas y las
ciales, económicas y políticas. De allí que
antiguas lógicas de la sociedad y de
resulte fundamental para el sistema que las
las comunidades
infraestructuras hagan que se ajusten las es-
tructuras, y que estas supediten la superes-
tructura para que el sistema funcione y el sta-
tu quo se mantenga (Melo, 1990). Procesos Instituciones, estructuras y
de estabilización en las sociedades moder- relaciones de poder
nas surgen por doquier dentro de la estruc-
tura propuesta por los Estados modernos: el Las formas de relación entre los asociados y
ajuste de las economías locales a esquemas de estos con el Estado es un punto vital den-
globalizantes del mercado; la incidencia en tro de las ideas modernas que este asumió
las formas autónomas de organización de para sí. Las instituciones se transformaron,
las comunidades para que respondan a los se independizaron, se partió de la necesidad
‘retos’ de la globalización; la inclusión al or- de separarlas y de darles plena autonomía
denamiento jurídico de figuras tradicionales, entre ellas. Surgió el ejercicio de control polí-
autóctonas y cotidianas, dándoles un aura tico y administrativo entre ellas, pero de igual
de legalidad y restándoles legitimidad por su manera de corresponsabilidad administrati-
institucionalización; la utilización de la parti- va para el cumplimiento de los fines globales
cipación como modelo legitimador de proce- del Estado, y no solo de los misionales de
sos de tomas de decisiones que afectan a cada institución. Cada institución como par-
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las mayorías; la desvirtualización de los sa- te del Estado se constituyó en una rama del
beres tradicionales en función de la técnica poder público; cada una con características
globalizante; la apuesta por el desarrollo (en y finalidades diferentes, y cada una diferente
el sentido desarrollista) como factor motivan- y con niveles de incidencia en relación con la
te de la sociedad; entre muchos otros. administración pública disímiles, teniendo en
Romper con el actual statu quo no es atentar cuenta el modelo asumido por cada Estado;
contra la paz, es parte del dialogo necesario es decir, conforme a las particularidades de
que los actores involucrados deben realizar constitución, a las lógicas de funcionamien-
desde la nuevas y las antiguas lógicas de to, a los principios rectores, a las apuestas y
la sociedad y de las comunidades; por eso alcances de cada Estado que, aunque tenga
el proceso de construcción de paz debe ir las mismas instituciones y estas tengan pro-
acompañado por la recomposición del statu cedimientos similares, funcionan totalmente
quo existente, dándole cabida a discursos no diferente en su conjunto (Rodríguez, 1999).
escuchados hasta el momento, en aras de la Los sistemas de gobiernos, los modelos
modernidad, pero sin introducirla a la fuerza económicos, la forma de representación, el
desde una lógica modernizante. ordenamiento jurídico, el sistema judicial, 127
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entre otras tantas características de los Es- son elementos propios de las estructuras
tados modernos, están presentes en todos que se conformen. Las instituciones públi-
pero no en todos son iguales; sin embargo cas inciden en las privadas, y ambas definen
si son, conforme a su aplicabilidad y alcan- y reproducen los esquemas de poder que
ce, considerados como algo que hace al Es- existirán en la sociedad en su conjunto. La
tado un Estado moderno. Tal es el caso de relación empleador - trabajador, pastor - feli-
la democracia o del capitalismo; entre más grés, profesor - alumno, padre - hijo, hombre
alejado se encuentre un Estado de estos sis- - mujer, funcionario - ciudadano, entre mu-
temas o modelos, más va a ser considerado chas otras, están totalmente permeadas por
como una forma de organización de una so- las lógicas en las que fue fundamentado el
ciedad que le falta evolucionar, que requiere Estado, y aunque esto no haga parte del ám-
especial atención por parte de la comunidad bito de modernidad del mismo, incide en el
internacional por su carácter pre-moderno funcionamiento de sus estructuras e incluso
(Melo, 1990). en su legitimidad.
La forma como se diseñen estas estructu-
ras y la interacción entre instituciones y aso- Fines y finalidades en un Estado
ciados determina qué tipo de relaciones de moderno
poder tendrán lugar en esta forma de organi-
zación. El poder como elemento constitutivo Uno de los principios dentro del Estado mo-
del Estado se expresa en la capacidad de derno es precisamente la claridad que debe
ejercer soberanía hacia afuera, pero también existir en cuanto a las “reglas de juego”, lo
hacia adentro; es decir, en la capacidad de cual hace referencia a los ordenamientos
reconocimiento por parte de sus pares en el presentes en estas formas de organización.
orden internacional, y la capacidad de respe- Si habitábamos territorios en donde la inse-
to que genere desde la legitimidad y la legali- guridad jurídica3 era lo normal, una de las
dad entre quienes habitan en su territorio, de ideas de transformación fue la necesidad de
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allí que puedan ser considerados asociados hacer de las normas algo rígido, supeditado
o no. Por ejemplo, una persona que en el a cumplir con formalidades y solemnidades
momento de conformación o reconstitución para poder ser cambiadas; normas extraídas
del Estado y que por sus creencias, cultura de los sentires, intereses e incluso necesida-
y/o ideología no se considere parte de éste, des de la población, utilizando para esto es-
no se representará desde el ámbito de la le- cenarios colectivos, cuerpos colegiados que
gitimidad pues sus actuaciones estarán mo- representen dichos intereses. Escenarios
tivadas más por la posibilidad que existe de que retomando las ideas clásicas de demo-
ser coaccionado para que se incluya en el cracia, funcionarán en estructuras modernas,
sistema que por su propio deseo de hacer- incluyentes y participativas (Bobbio, 1989).
lo. Este es otro de los elementos importantes Sin embargo, la democracia no sería ne-
dentro de las ideas modernas del Estado, la cesariamente el punto de partida de los Es-
cuestión de la legitimidad en relación con el tados modernos, como tampoco lo serían
principio de legalidad (Bobbio, 1989). la participación, la separación de poderes u
Como se transmite, la lógica de poder y
3 Para este análisis lo jurídico se refiere a la regulación de la
128 como se reproducen las relaciones de poder sociedad de manera general.
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otras ideas modernas sobre las estructuras cluso de convertirse en la razón de ser del
del Estado; lo que sí se convirtió en punto mismo, en el centro del funcionamiento de
de partida fue la interrelación entre los indi- esta nueva manera de organizar la sociedad
viduos como asociados con el Estado como (Bobbio, 1989).
forma de organización. Esa nueva forma de
relación es un punto fundamental para hacer Estado social de derecho: caso
tangibles las ideas de modernidad, por eso Colombia
se convirtió en factor determinante la cues-
tión del individuo como sujeto y como ciuda- El concepto de Estado Social de Derecho
dano (Herrera, 2000). emergió en la Europa de mitad del siglo pa-
¿Cuáles serían los fines del Estado den- sado, buscando encaminar al Estado hacia
tro de la lógica de lo moderno? Dos son las la formalización de la “justicia social y la dig-
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posibilidades: la democracia y los derechos. nidad humana mediante la sujeción de las
Sin embargo, ambas posibilidades encuen- autoridades públicas a los principios, dere-
tran un punto en común: el ciudadano. En- chos y deberes sociales de orden constitu-
tonces, ciudadanía, democracia y derechos cional” (Corte Constitucional de Colombia,
se convierten en pilares de la modernidad Sentencia C- 1064 de 2001)4. De esta ma-
en las nuevas lógicas de la organización del nera, el principio fundante sobre el cual se
Estado moderno. La diferencia fundamen- construyó esta forma de organización social
tal está allí; en la concepción que el Estado y política giró de la búsqueda por la estabi-
como forma de organización tiene sobre sus lidad normativa en función de la sociedad,
asociados, desde su interactuación, desde la hacia la imprescindible relación entre las es-
manera en que se recogen sus propuestas y feras de lo público y lo privado. La sociedad
en cómo dichos sujetos, ahora ciudadanos,
pueden incidir en la estructura del Estado, en 4 Según la interpretación jurisprudencial, bajo el modelo plan-
la toma de sus decisiones, en el ejercicio de teado por Diego López Medina, esta sentencia se convierte en
una más dentro del “nicho citacional”,pero realizando un análi-
soberanía, en la construcción de paz desde sis jurisprudencial más exhaustivo, se constituye en una de las
denominadas sentencias “hito” para entender el concepto de
el discurso y la acción, llegando al punto in- Estado Social de Derecho. 129
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por encima del ordenamiento, la estructura lantan para cumplir con sus fines, se convier-
en función de los asociados, la norma como te en factor de lo modernizante del Estado:
ente regulador de la sociedad pero con el pri- la construcción de políticas públicas, que
mordial oficio de satisfacer los intereses de como hoja de ruta para la actuación de las
los asociados como sujetos de derechos. Instituciones públicas se convierten en la me-
Este nuevo modelo no sólo brinda las es- jor manera de determinar que un Estado le
tructuras necesarias para cumplir los fines, apuesta a su modernización y que va en vía
posibilita que la participación se profundice de desarrollo (Roth, 2006).
fortaleciendo y diversificando los escenarios
democráticos. El Estado de derecho evo- Democracia: bases para una
luciona, de un estado liberal a uno social y participación
democrático, animado bajo el propósito que
los presupuestos materiales de la libertad y La democracia al ser un elemento que posibi-
la igualdad para todos estén efectivamente lita el desarrollo del Estado social de derecho
asegurados, desde el goce efectivo de los y, con esto, la implementación de la partici-
derechos (Arango, 2012). pación, se convierte en eje fundamental de
Estas nuevas lógicas y formas de funcio- los debates cotidianos de nuestra sociedad:
namiento ponen en reconsideración siste- el desarrollo, la garantía de derechos, el pro-
mas, modelos y categorías sociales. Demo- greso, la paz, entre otros temas. Por eso es
cracia, participación, ciudadanía y políticas necesario contextualizar lo que se entiende
públicas, son algunos elementos que, como por democracia desde sus dos concepcio-
ideas modernizadoras del Estado, existen y nes clásicas: la representativa o indirecta y la
orientan las acciones y apuestas del Estado participativa o directa. En este sentido cabe
social de derecho colombiano como forma resaltar que
de organización social y política. El primero
de ellos tiene que ver con la forma de orga- [l]as aventuras de la participación política y
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real, en donde la democracia política se ex- gia la igualdad, la democracia nos remite a
tienda a la sociedad y la democracia repre- priorizar la similitud de oportunidades en el
sentativa se complemente con mecanismos acceso a la satisfacción de las necesidades;
de democracia directa (Bobbio, 1986). La en esa medida la democracia no hace refe-
pretensión es buscar la complementación de rencia exclusivamente a lo político, sino que
los dos modelos -democracia representati- se extiende a otras dimensiones de la vida
va y directa-, aprovechando las virtudes del social (Vargas, 1994).
sistema representativo e incorporando las
ventajas de la participación ciudadana, todo Desafíos de la democracia en el
lo cual estructura la base del esquema de entendido de su implementación
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‘democracia participativa’. Sin embargo, a
veces los discursos de lo óptimo se pueden La democracia implica igualmente una for-
transformar en coartadores de lo posible y en ma de imaginar al ser humano y garantizar
esa medida pueden contener, sin así querer- los derechos individuales, lo que lleva a que
lo, un resultado involutivo (Vargas, 2003). contenga un conjunto de principios, reglas
El discurso democrático se basa en dos e instituciones que organizan las relaciones
grandes principios: la libertad y la igualdad. sociales, como por ejemplo los procedimien-
Si se coloca el énfasis en la libertad, la de- tos para elegir gobiernos y los mecanismos
mocracia es fundamentalmente el derecho para controlar su ejercicio, en este sentido
de los individuos de optar libremente (previa también se puede ver ésta como el modo
la información suficiente sobre las diferentes en que la sociedad concibe y pretende ha-
alternativas) por la decisión que consideren cer funcionar a su Estado (Bobbio, 1989).
más conveniente para organizar su forma Sin embargo, la democracia también es un
de gobierno; en este sentido la democra- modo de concebir y resguardar la memoria
cia se reclama para sí fundamentalmente colectiva y de acoger diversas identidades
la cuestión del procedimiento. Sí se privile- de comunidades locales y regionales, en el 131
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la estructura del Estado, buscándolo hacer social, donde el individuo se considera por
más moderno desde un enfoque más hu- la multiplicidad de sus estatus en sujeto,
mano de desarrollo social, lo cual posibilita por ejemplo como padre, hijo, esposo, em-
la consolidación de una paz que parta del presario, trabajador, docente y estudiante,
afrontar, superar y poner de nuestra parte di- y también padre de estudiante, médico de
chos desafíos. enfermo, oficial de soldado, administrador
de administrado, productor de consumidor,
Desarrollos de una democracia etc. En otras palabras, en la ampliación de
encaminada hacia la participación las formas de poder ascendentes y descen-
dentes que hasta ahora no había ocupado
Teniendo en cuenta que las democracias mo- desde “el campo de la gran sociedad política
dernas se encauzan hacia la ampliación de -y de las pequeñas asociaciones voluntarias
los espacios de participación e intervención a menudo casi sin importancia política- has-
de los ciudadanos en los asuntos colectivos, ta alcanzar el campo de la sociedad civil en
la democracia participativa implicará que los
132 espacios tradicionales de intervención ciuda- 5 Por ejemplo disminuir el límite para la mayoría de edad.
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ra en relación con la cuestión pública, entre
E
l desarrollo de la democracia ellas: el desarrollo y su sentido, el progreso
hoy consiste en el paso de la y su camino, el accionar del Estado y sus
democracia entendida desde políticas, la paz desde su construcción y su
consolidación, entre otros temas.
la esfera política, es decir, en la esfe-
ra en la que se considera al individuo
La participación: de sus orígenes
como ciudadano, a la democracia hacia la organización social
desde la esfera social, donde el indi-
viduo se considera por la multiplici- Se puede entender la participación en su
dad de sus estatus en sujeto, forma más elemental como un acto de vo-
luntad, de tomar posición, de tomar partido
en relación con aquellos procesos de los
sus distintas articulaciones desde la escuela cuales se es protagonista, lo que la sitúa, ini-
hasta la fábrica” (Muñoz, 1994, p.22). cialmente, como una acción individual. Pero,
A estos argumentos habría que añadir un si situamos la participación en el marco de
elemento adicional, la participación de los los procesos sociales, como acto colectivo,
ciudadanos no solamente es efectiva si se podemos entenderla como la construcción
establecen los canales adecuados para que colectiva de interacción social a través de la
ella se lleve a cabo. Es necesario, además, cual un actor social busca incidir en el pro-
crear las condiciones básicas para su reali- ceso vivido en determinada actividad, inten-
zación, es decir, primero, los medios a través tando de esta manera transformarlo para que
de los cuales se pueden informar y empode- este responda a los intereses del colectivo.
rar sobre los mecanismos de participación y, Esto coincide con lo que el profesor Alejo
segundo, que sus condiciones sociales les Vargas denomina participación activa, defi-
permita acceder adecuada y eficientemente niendo esta como: “la capacidad de los ac-
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a esos espacios de participación, condicio- tores para incorporar sus intereses propios
nes referidas a factores tales como educa- en la definición y control de las decisiones, la
ción, salud, satisfacción de las necesidades administración y la disposición de los recur-
básicas, etc., de tal forma que sitúe a todos sos de la gestión pública” (1994, p.28).
los asociados en un lugar de igualdad con La participación desde su sentido constitu-
relación a la posibilidad de participar en la cional pretende mejorar los niveles de eficien-
construcción de políticas sociales, como cia y eficacia de la gestión pública, pues entre
también en la toma de decisiones, basados otras posibilidades hace confluir voluntades,
en los intereses colectivos, buscando ir más disminuye resistencias contra las acciones
allá de la satisfacción de los ‘intolerables’ gubernamentales y mejora los resultados de
para procurar la mera supervivencia, gene- gobernabilidad. Así las cosas, podríamos
rando con esto posibilidades reales de desa- decir que la participación se da en un primer
rrollo humano (Roth, 2006). escenario para mejorar la capacidad de las
El desarrollo de la democratización del instituciones públicas en su búsqueda por
Estado conllevan necesariamente a que los responder a las necesidades sociales, viabili-
ciudadanos se involucren, asumiendo postu- zar una transformación positiva en las relacio- 133
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nes entre ciudadanía y Estado y, en otro es- tiples contextos de la vida nacional, regional
cenario, el de la gobernabilidad, auspiciar la y local (Aceves, 1997). Sin duda la noción de
orientación de políticas públicas concertadas democracia participativa, que responde a la
e incluyentes, convirtiéndolas en políticas par- creciente complejidad social, desborda am-
ticipativas en el sentido completo del ejercicio pliamente las tradicionales democracias de
pleno de ciudadanía (Ortiz, 2011). occidente; en efecto, el progreso hacia una
democracia más amplia en todos los nive-
De los conceptos de participación y les de la vida social se podrá encontrar en
su aplicabilidad la medida en que cambien también nuestras
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procesos de organización y movilización, a Se trata de una suerte de participación ciuda-
través de los cuales se busca ser protago- dana en función de unos intereses políticos,
nista o sujeto activo de su propio desarrollo. principalmente a través de los partidos y en
En síntesis se define como “la acción de los los órganos de representación. Desde el punto
ciudadanos tendiente a resolver las necesi- de vista de la participación política los ciu-
dades de la vida cotidiana” (Muñoz, 1994, dadanos pueden colaborar en tres sentidos:
p.29). Eventualmente pueden tener relación Legitimación del orden jurídico; formación de
con el Estado pero ella se circunscribe a la la voluntad política y; formación de la volun-
asistencia técnica, la capacitación, quedando tad estatal, sin olvidar que ésta tendrá subsi-
propiamente la participación ciudadana redu- diariamente la actuación de la administración
cida al mínimo, es decir, se trata de una rela- (Sánchez, 2002, p.91).
ción asistencial que podría equipararse con
lo que se conoce como desarrollo comunita- En conclusión, y con estas últimas anotacio-
rio. Para ello la comunidad genera propues- nes, se nos abren nuevos horizontes de en-
tas, organiza, orienta, controla su desarrollo, tendimiento en cuanto al presupuesto parti-
de manera autónoma o en unión con institu- cipativo y sus tres características fundamen- 135
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tales, las que a su vez contribuyen a la con- embargo, cabe aclarar que la noción de ciu-
solidación de sociedades democráticas: es dadanía tal como es concebida hoy hace
un esquema abierto a todos los ciudadanos parte del desarrollo permanente del surgi-
sin distinción alguna; combina la democracia miento del Estado moderno, el cual trajo
directa con la democracia representativa y vi- consigo la modernización de la sociedad en
ceversa; y permite la asignación de recursos el marco de la aparición de formas de orga-
de inversión con base en criterios tanto so- nización autónomas, y la representación so-
ciales como técnicos (Sánchez, 2002). Este cial de la idea de un sentido común de per-
escenario de complejidad moderada posi- tenencia a un lugar de convivencia para las
bilita la participación tanto individual como personas nacidas en cada territorio, lo que
colectiva de los ciudadanos en la toma de implicaba obtener una especie de membre-
decisiones sobre todos los temas que la so- cía para sí (García, 2003). Dentro de esta ló-
ciedad considere como parte de la esfera de gica se concibió al ciudadano como un su-
lo público, desde el momento de la planea- jeto de derechos políticos que le permitieron
ción, implementación y acción, hasta su se- asociarse libremente para actuar organiza-
guimiento, monitoreo y evaluación. damente con el Estado, siempre y cuando
reuniese las características que el sistema
Ciudadanías en un Estado social de imponía para otorgarle dicha membresía, o
derecho categoría social.
Desde este punto de vista, se constituye
El concepto de ciudadanía está profunda- el ciudadano como aquel sujeto poseedor
mente relacionado con la noción de demo- de un conjunto de derechos y responsabili-
cracia como régimen político. En términos dades en relación con el Estado, y en este
generales nos muestra a un individuo al que escenario es desde donde ejerce su rol, in-
como miembro de una colectividad (socie- terviniendo con base en sus propios intere-
dad) se le otorga la categoría de sujeto so- ses en la toma de decisiones que afectarán
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cial y político, sujeto de derechos, con lo el futuro de estructura social y política, lo cual
cual se le posibilita el poder hacer uso de las se posibilita generalmente por medio de me-
herramientas que el mismo sistema le brinda canismos clásicos de participación como el
para participar en relaciones de índole social, sufragio. Empero, esta definición igualmente
político, económico, entre otras, con él de clásica dentro de la modernidad es bastante
manera principal, y esporádicamente con or- reducida, excluyente y, por ende, criticable.
ganizaciones de carácter no gubernamental No abarca el dinamismo de las realidades
que cumplen funciones administrativas para sociales, su complejidad alrededor de lo so-
el Estado, en ambos casos en función de la cial, lo político, lo cultural, lo económico, lo
búsqueda de gozar plenamente de sus dere- ideológico, entre otros. No involucra las nue-
chos, que como asociado le son inherentes vas formas de comunicación, los nuevos es-
(Aceves, 1997). cenarios de participación, ni temas contem-
Desde sus orígenes la categoría de ciu- poráneos que resultan en ciertas ocasiones
dadanos ha sido excluyente en relación con insulsos dentro de la rigidez de las estructu-
la totalidad de habitantes de un Estado. Sin ras clásicas (García, 2003).
136
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S
cia, comercio, etc.), buscando que se
e constituye el ciudadano como les garanticen y, así mismo se proteja a
aquel sujeto poseedor de un conjun- los ciudadanos en relación con poten-
to de derechos y responsabilidades ciales desmanes de parte del Estado
en relación con el Estado, y en este esce- (García, 2003).
nario es desde donde ejerce su rol, intervi- • Ciudadanía política: Un segundo mo-
mento que introduce los derechos polí-
niendo con base en sus propios intereses
ticos, en cuanto a la posibilidad que se
en la toma de decisiones que afectarán el
le otorga al ciudadano de participar en
futuro de estructura social y política... el ejercicio del poder político a través
del sufragio, para elegir o ser elegido.
• Ciudadanía social: Momento en que se
involucra lo relacionado con los dere-
La construcción de la ciudadanía y chos referentes a la seguridad econó-
lo ciudadano mica y social. En este estadio la partici-
pación se profundiza en torno a los te-
El concepto de ciudadanía responde a un mas primordiales para su comunidad.
desarrollo histórico, es un concepto inaca- Los intereses individuales y sociales
bado e inacabable, es en sí mismo sujeto se ven reflejados en las actuaciones
de construcción permanente; de allí que se de los individuos esta vez como ciu-
le permita involucrar nuevas características dadanos. “Esta tercera fase, con sus
y elementos que aporten en ese proceso de bases materiales de soporte, permitía
conceptualización. Así, y conforme al reco- a la ciudadanía ejercitar sus derechos
nocimiento de los derechos y de las estruc- para la plena participación en la comu-
turas sociales que los soportan, se eviden- nidad” (Aceves, 1997).
cian posturas que identifican la existencia
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de varios momentos históricos que aportan Desde la lógica de asumir la ciudadanía, esta
a la constitución de las actuales ciudada- se constituye a partir de la combinación de
nías. Por separado cada uno de ellos busca diferentes elementos del orden económico,
generar acciones, brindar herramientas e político, social y cultural. Para ser ciudada-
instrumentos para que se resguarden y ga- no, desde esta mirada se debe partir por te-
ranticen ciertos tipos de derechos en rela- ner una identidad pública que lo contenga,
ción con el Estado. lo relacione y lo ponga en los escenarios de
intercambio con la sociedad; es el asumirse
• Ciudadanía civil: Un primer momen- como sujeto social y político, diferenciándo-
to surgido de la revolución francesa y se del ‘simple’ rol de miembro de la colecti-
norteamericana. Sus bases están da- vidad, para entrar a interactuar con y en ella.
das en el establecimiento de los dere-
chos personalísimos necesarios para La ciudadanía es vista como una identidad pú-
el ejercicio de algunas de las libertades blica que consta de cuatro características: i) Es
individuales (por ejemplo la propiedad, relacional en tanto localiza las identidades en
expresión y opinión, religión y concien- las conexiones entre individuos y grupos; ii) 137
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es cultural, pues considera que las identida- juego del mercado a través del cual el con-
des descansan en formas y representaciones sumo determina sus acciones y su modo de
compartidas de la realidad; iii) es histórica, al vida, lo que ha conllevado a la estructuración
concebir las memorias, las formas de enten- de una sociedad en donde prima el indivi-
dimiento y los significados como dependien- dualismo sobre la construcción del interés
tes de un camino (…), el cual determina los común (Aceves, 1997).
distintos desenlaces, que aunque pueden ser Como resultado de esto se puede con-
similares en cada caso histórico, no se dan por cluir entonces que lo ciudadano permite y
la misma senda; iv) por último, es contingen- posibilita potenciar la transformación política,
te, en tanto las identidades son un producto de social y económica establecida, pero para
interacciones estratégicas susceptibles de no esto el individuo requiere sentirse parte de
tener éxito (García, 2003, p.20). una comunidad política y a su vez, ser reco-
nocido por ésta como parte de ella (sentido
Lo ciudadano parte del sentido de lo público de pertenencia), empoderándose durante el
en relación con los derechos y el goce efec- proceso y convirtiéndose a su vez en recons-
tivo que de estos pueda hacer el individuo tructor de lo público,
como sujeto de derechos. Esta relación del
individuo como sujeto social, en escenarios lo que deriva en asumir derechos y deberes
públicos determinados por factores moder- que no se agotan en un tipo específico o úni-
nos y modernizantes, lleva a la sociedad a co de prácticas, es decir, que exija y haga exi-
generar procesos identitarios sobre la cons- gibles los derechos, de manera que se vuelva
trucción pública de lo ciudadano, generan- copartícipe en las decisiones que tienen que
do condiciones diferenciales para que se ver con el proceso de definir cuáles son los
dé, para que se asuma e incluso para que problemas sociales comunes y cómo serán
se otorgue. Lo ciudadano se asume como abordados (García, 2011, p.50).
parte de las representaciones públicas que
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asume la sociedad, transformándose de ma- Esto implica que como sujeto político, se es
nera constante conforme al dinamismo y per- consciente de sus derechos. Es decir, reco-
manente cambio de aquellas. Lo ciudadano noce la responsabilidad del Estado para con
gira de pensarse en individualismos para ha- él a la vez que es consecuente con la corres-
cerlo desde los intereses individuales enca- ponsabilidad que le asiste para con el Esta-
minados hacia los escenarios públicos, con do, para con lo público. En conclusión hace
pensamientos basados en la lógica del goce el uso justo de su ciudadanía activa.
efectivo de los derechos y el ejercicio pleno El desarrollo de las políticas públicas
de la ciudadanía (Arango, 2012). como parte de este proceso de construcción
En este contexto, la apuesta por parte del de lo público, incluye como requisito legiti-
Estado social de derecho en la construcción mador un papel activo de la ciudadanía (des-
de nuevas ciudadanías es clave. Las dinámi- de la movilización social, el trabajo colectivo
cas impuestas por el capitalismo en lo eco- y solidario, y la construcción de acuerdos
nómico y político han tenido una repercusión y alianzas). Este ejercicio se concreta en la
muy fuerte en el ámbito cultural y social. La construcción de un pacto social que avanza
138 sociedad en su conjunto, ha entrado en el en “la reconstrucción teórica y la refundación
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Foto: Rocío Neme Neiva
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Políticas públicas: un ejercicio acortar las ‘brechas’ existentes entre los prin-
ciudadano hacia el desarrollo social cipios y objetivos establecidos en la Consti-
tución y su puesta en práctica (Roth, 2006).
Las políticas públicas en el marco del Esta- La política pública explica su existencia
do social de derecho se convierten en unos no sólo por el surgimiento de una situación
instrumentos de aplicación efectiva de los de inequidad y desigualdad socialmente
acuerdos sociales y políticos, estas deben compleja, también al constituirse como ins-
servir para hacer explícitos intereses y mo- trumento de relación permite una lectura inte-
tivaciones que bajo modelos anteriores no gral y colectiva de la realidad vista y leída por
se explicitaban. Las políticas públicas tienen sus propios actores, teniendo como base el
la responsabilidad de interpretar y poner de territorio (desde lo geográfico, lo social y lo
manera explícita demandas sociales indivi- político, entre otros factores) donde transcu-
duales y colectivas, convirtiéndose en instru- rre la vida de sus habitantes.
mentos de orden político que incorporan en Desde una cultura de derechos se pre-
la esfera estatal y en la dinámica pública, los supone que las personas, sus familias y las
intereses y las demandas ciudadanas, posi- comunidades son sujetos de derechos y no 139
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L
receptores pasivos de las determinaciones y a política debe identi-
decisiones de otros. La titularidad de los de-
ficar e incorporar de
rechos por parte de los sujetos da cuenta de
su existencia y participación, los pone como
manera clara los me-
elementos estructurales en la composición canismos que hagan realidad
de sociedad (Arango, 2012). La política pú- la participación activa de las
blica entonces se construye y tiene lugar a personas de manera indivi-
partir de la vida, experiencia, intereses y de- dual o colectiva
seos de sujetos. El centro no está dado por
el tema, problema, asunto a considerar sino
por la lectura y vivencia que del mismo ten-
gan los sujetos en la política. La distinción de comportarse y relacionarse con la construc-
sujeto va más allá de a quienes está dirigida ción de lo público, la capacidad de exigibi-
la política y contempla con quienes se hace y lidad y titularidad de los derechos por parte
tiene lugar y esto incluye a todos los actores de los sujetos y la construcción de ciudadanía
sociales y su dimensión política (Roth, 2006). (García, 2011, p.35).
En tanto el ciudadano se comprende y re-
conoce titular de derechos, las responsabili- No hablamos de participación únicamente
dades estatales se establecen sobre la ga- en la formulación de la política pública, sino
rantía, protección y restablecimiento de los desde la etapa previa y en todas las que in-
mismos, lo cual determina que las políticas tegran el ciclo de construcción de la misma,
públicas también puede ser un instrumento es decir; desde la construcción de un ‘ho-
de relación entre el individuo quien como su- rizonte de sentido’ (García, 2011) hasta la
jeto de derechos se empodera y actúa con implementación y la posterior evaluación so-
el Estado, orientando sus acciones hacia la bre las finalidades y alcances de la política.
construcción de ciudadanía, de gobiernos La política debe identificar e incorporar de
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responsables y no en la lógica de los privi- manera clara los mecanismos que hagan rea-
legios, las dádivas, la asistencia, los favores, lidad la participación activa de las personas
el clientelismo y la corrupción (García, 2011). de manera individual o colectiva. La tarea de
la política no está dada en términos de enun-
La participación y el fortalecimiento ciar que se participa y en el número de par-
de la democracia desde el ejercicio ticipantes (asimilando que a más número es
pleno de ciudadanía más pública y legítima) sino en que los meca-
nismos existentes y los que deban generarse
La participación es un componente estructu- para dar lugar a la política permitan una parti-
ral de la formulación de las políticas, de su cipación incidente, decisoria que genere más
implementación y evaluación, dentro del Es- y nuevas ciudadanías (Roth, 2006).
tado social de derecho. En este sentido, comprender la ciudada-
nía como el sentirse parte de una comuni-
Una política que se construye sobre la base dad política y contribuir en su desarrollo, es
de la participación ciudadana contribuye en la ser parte constituyente de la posibilidad del
140 tarea de cambiar las formas de hacer política, reconocimiento y disfrute los derechos que
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OTRAS
se suscriben en el pacto que la comunidad ciclo de implementación de las políticas pú-
política realizó. La ciudadanía asume una blicas, se determina por el enfoque político
dimensión territorial que no necesariamente que se da a las comunidades para que ellas
se relaciona con el lugar donde se nace sino mismas tengan la posibilidad de reconocer
con el escenario, los espacios y los territo- y potenciar el poder de decidir desde sus
rios en donde se es ser humano en dignidad, propios territorios, en donde se desarrolla la
desde el goce efectivo de sus derechos y el cotidianidad de sus vidas, y a partir de allí
ejercicio pleno de ciudadanía. lograr obtener un poder real de incidencia y
La ciudadanía activa supone entonces decisión en la dinámica social y en la estruc-
participación en las esferas de las políticas tura del Estado (Rodríguez, 1999).
públicas, en esas nuevas modalidades de in- Desde este contexto las políticas públi-
teracción e intervención de los ciudadanos en cas se encuentran vinculadas indispensa-
la vida pública, convirtiéndose en algo que va blemente a la cuestión del territorio y de las
más allá de una noción normativa a ser una especificidades que cada uno tiene.
práctica que se manifiesta en las experiencias
concretas del sujeto por ser y hacer parte del Esta perspectiva privilegia la transformación
escenario de lo público (García, 2011). y resignificación del contexto territorial como
medio de promoción del desarrollo humano:
El territorio como escenario para el territorio se constituye como conjunto o
la participación y consolidación de plataforma de oportunidades para la integra-
políticas públicas orientadas hacia ción social. […] concibe el territorio como
el desarrollo social una construcción social y supone la existen-
cia de unos sujetos sociales como actores de
La profundización de la democracia supone ese mismo territorio. Constata que dentro de
una triple transformación: en primer lugar, la relativa unidad de la funcionalidad y gober-
de la institucionalidad existente, es decir, de nabilidad de la ciudad se expresa una diversi-
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las reglas e instituciones que reglamentan la dad territorial (Montañez, et al, 2007, Citado
lucha democrática. En segundo lugar, de los por García, 2011, p.36).
valores y de la cultura política que inspira las
conductas públicas y privadas que inspira la La consolidación de la participación ciuda-
vida de hombres y mujeres. Finalmente, de la dana se da a la par del proceso de descen-
estructura de relaciones sociales que ponen tralización; sólo es posible una participación
en marcha el ideal democrático y las reglas real, decisoria, en escenarios adecuados
de juego (Velásquez, 1998, p.287). para la interlocución, la toma de decisiones y
la gestión, en relación con las acciones con-
La descentralización debe entenderse más sideradas como necesarias por desarrollar a
allá del otorgamiento de responsabilidades partir de la política pública.
institucionales de un nivel superior a uno in-
ferior con el fin de mejorar la implementación En consecuencia, las políticas públicas no
de las acciones y por ende de los indicado- solo son instrumentos de decisión política
res de su gestión. El objetivo de la descentra- orientados a la transformación de una realidad
lización, desde la relación que existe con el social determinada (hacia fuera de la institu- 141
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cionalidad pública), sino que suponen en sí serían los encargados de motivar, impulsar,
mismas el desarrollo de un proceso transfor- diseñar, planear, gestionar, conciliar, imple-
mador de prácticas en la gestión pública, es mentar, evaluar, seguir y controlar todas
decir, en la manera de concebir y realizar las aquellas acciones encaminadas hacia el
acciones, que en el marco de la política son transitar por nuevos estadios más incluyen-
responsabilidad del gobierno y en la toma tes, orientados hacia el desarrollo humano
de decisiones que resulta de la interacción –integral- y la paz.
de éste con otros actores y la sociedad civil. Esos hombres y mujeres nuevas, quie-
(García, 2011, p.37). nes como sujetos sociales empoderados de
sus formas organizativas, necesitarán definir
A manera de epílogo para la acción nuevas reglas de juego en relación con su
entorno, con las múltiples organizaciones
Más que concluir sobre los temas abordados existentes, y las nuevas que se creen, y con
previamente, lo que se busca es involucrar- el medio ambiente, en una sinergia tal que
los en nuevos escenarios, interrelacionarlos territorio (desde un enfoque social) y las po-
para fundamentar posteriores procesos dis- blaciones sean el punto de partida y el pun-
cursivos. Señalar que estos aspectos, como to de llegada de las acciones de gobierno y
categorías sociales, ya han sido resueltos, y administración. En este sentido el poder, que
que sobre los mismos todo ha sido dicho, es como soberanía ejercerán los sujetos socia-
negar el dinamismo de lo social, es acallar les, se ejercerá en función de la sociedad no
nuevas posibilidades de entendernos y de en función de sí mismos, pues no tendría ra-
entender al otro, a los otros. La posibilidad zón de ser gobernar para sí debido a que el
de articular esfuerzos encaminados a cons- modelo estaría basado en una democracia
truir e implementar procesos de desarrollo, real, tan efectiva que la participación no sería
de bienestar, de prosperidad y de paz, inicia condicionada o premiada, sería un acto de
por el reconocimiento de cuáles son nues- voluntad forjado desde la escuela, la fami-
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tros puntos de partida, cuáles nuestras inten- lia, la cultura, etc., esta participación como
ciones y cómo mediamos para que estas en- modo de vida impulsa y motiva la permanen-
tren en juego con las que le son disimiles; es te revisión de las estructuras, posibilitando
por esto que debatir sobre estas categorías que los sujetos sean tomadores de decisio-
sociales permite avanzar en el camino de lo nes reales, no meramente individuos consul-
social, de lo organizativo, de lo colectivo, de tivos. Este nivel de empoderamiento posi-
lo comunitario. bilitará hablar de un nuevo sujeto social, un
actor social que es capaz de pensar, actuar
Camino hacia una utopía… y decidir sobre su entorno, haciendo efectivo
el sueño de la soberanía.
El desarrollo humano y la paz comienzan y Ahora bien, las estructuras deberán ser
se cimientan con la construcción de nuevas rígidas y regidas; es decir, deberían existir
sociedades o la transformación de las ac- unas formas organizativas encargadas de
tuales partiendo de la reconstrucción de los orientar las acciones del gobierno, de tomar
individuos, quienes como sujetos esenciales decisiones operativas, administrativas, pues
142 de estas complejas organizaciones sociales, las de fondo fueron tomadas por el pueblo
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como soberano desde el comienzo; y regi- co, sin la obligación ni la necesidad de fusio-
das por un ordenamiento jurídico, debido a nar estas dos esferas.
la todavía necesaria lógica de mantener una La participación como método deberá te-
seguridad jurídica para el óptimo funciona- ner un sustento metodológico y unos princi-
miento de esa nueva forma de organización pios que la soporten. En este orden de ideas,
de la sociedad. Pero estas estructuras y su democracia y participación, serán bases del
normatividad deben ser laxas, en el sentido funcionamiento de esta nueva sociedad, la
que como la misma sociedad va evolucio- cual tendrá unos principios basados en la
nando, aquellas también lo deberán hacer, garantía de los derechos humanos. De esta
ajustándose a nuevos pensamientos, nuevas manera tendríamos medios y fines en estas
relaciones sociales, nuevas lógicas y tecno- nuevas estructuras, los cuales de la mano
logías, por eso ellas deberán ser libres de de aquellos actores sociales, ahora deno-
paradigmas ortodoxos, retardatarios, exclu- minados ciudadanos, deberán responder a
yentes y segregadores; en definitiva de cual- los requerimientos de sus asociados, a sus
quier lógica, dogma o principio totalitario. En demandas colectivas a sus intereses gene-
aras de la evolución, la modernización no rales. Sin embargo, debido a la complejidad
deberá pasar por encima de tradiciones, cul- de las estructuras no se podrá tener un nivel
turas, saberes y demás cuestiones y elemen- central absoluto, deberá dársele autonomía
tos que se encuentren como puntos fundan- a las regiones y a los sectores para poder
tes de la nueva sociedad; es decir que estas funcionar con asertividad, bajo las directrices
nuevas estructuras, sus principios, reglas de administrativas centrales, pero desde las es-
juego y mecanismos para la acción deberán pecificidades de cada región y cada sector.
basarse en la diferencia, el reconocimiento y Esta descentralización democratiza las es-
valoración del otro, no buscará la homoge- tructuras e involucra al ciudadano para que
nización de la sociedad, no descuidará las actúe con celeridad en la esfera pública.
relaciones y los tejidos sociales, como tam- Este bosquejo, que sirve como punto de
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poco la relación con el territorio. reflexión para la acción ciudadana, no es
Esta nueva sociedad utilizará como me- otra cosa que una ligera descripción de las
todología un esquema basado en la partici- bases en las que se sustenta el Estado so-
pación de sus integrantes en la cuestión de cial de derecho colombiano, lo que faltaría
lo público, lo cual será pilar fundante para la para completar la pintura serían los pinto-
defensa de la sociedad; no implica esto que res, quienes desde la diversidad de colo-
lo privado desaparezca pues también se de- res, gamas, tintes, matices y tonalidades
fenderá el derecho a lo privado, lo único es deberán avanzar en la construcción de esa
que este deberá estar en función de lo públi- inacabable obra.
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OTRAS
Referencias bibliográficas
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de: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n5/ciudad.htm
— Arango, R. (2012). El concepto de derechos sociales fundamentales. Bogotá: Legis.
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armado colombiano armed conflict
Resumen: Este trabajo presenta una reflexión Abstract: This paper presents a reflection on
sobre los componentes intersubjetivos que in- intersubjective components involved in the
tervienen en el análisis de la acción política a analysis of political action, from the habits and
partir de los hábitos y patrones de los ciudada- patterns of citizens within the context of the po-
nos dentro del contexto de la cultura política y litical culture, and their impact on the conflict. It
su incidencia en el conflicto armado. Se busca seeks to reflect on the way in which subjects’
reflexionar sobre la manera en que la particu- particularity, mediated by the collective – violent
laridad de los sujetos, mediada por el relato recount of social history, established practices
colectivo /violento de la historia social, ha con- and attitudes towards contemporary political
solidado las prácticas y actitudes frente al fe- phenomenon and violence.
nómeno político contemporáneo y la violencia.
Keywords:
Palabras claves: Violencia, Guerra, Cultura, Cul-
tura política, Ciudadanía, Individuo. Violence, War, Culture, Political Culture, Citizen-
ship, Individual.
147
NOTAS AL MARGEN
“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de Pronto, cambiaron todas las preguntas”.
Mario Benedetti
P
ara muchos autores, la guerra se po- propio, una oligarquía que tiene una cadena
dría señalar como la piedra angular de poder que comparte una línea casi dinás-
sobre la cual se han configurado los tica desde los inicios de la república.
sistemas democráticos modernos, ella ha La guerra en Colombia es un legado ma-
sido el punto fundacional de la “república” y cabro que recibimos desde comienzos de
la “libertad” y por esta razón, es que todos las nuestra historia, razón por la cual, ésta es
naciones, exaltan héroes y batallas épicas, narrada y aprendida a través de hechos de
que fueron etapas violentas pero transitorias violencia, conflictos armados y violación al
hacia la constitución de Estados unificados sentido de humanidad. Secuencia que se
sobre la figura de nación. En efecto, la gue- inició con la abrupta llegada de los españo-
rra en la mayoría de los países, ha sido un les y el holocausto de su conquista, seguido
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proceso de transición hacia la constitución por una imposición colonial que como dice
de Estados-Nación, en el que el uso de la el cantante cubano Silvio Rodríguez “no en
violencia con fines patrióticos y nacionalista vano nos ha hecho cobardes”, desembocan-
contra los mismos compatriotas se constitu- do en una lucha por la libertad que en pala-
ye como parte de la historia. bras de Eduardo Galeano:
Colombia es uno de los pocos países en
los que no ha existido un momento de rup- inició el día en que los próceres de la inde-
tura entre la reivindicación de la guerra en pendencia alzaron sus espadas y concluyó
aras de la libertad y la democracia, y la vio- cuando los redactaron en el país una bella
lencia política per se; ello a causa de la inca- constitución que negaba todos los derechos
pacidad que se ha tenido para constituir un al pueblo que había puesto los muertos en el
Estado-Nación, razón por la cual, el país aun campo de batalla (Galeano, 1997, p.9).
está sumergido en el espiral de violencia que
se fraguó a partir de los ideales de patria y Revoluciones burguesas a fin de cuentas,
libertad, sobre los que se consolidó la hege- verdaderos ejercicios de poder y de eman-
148 monía de la hasta hoy vigente “Patria Boba”. cipación entre letrados y castrenses, donde
NOTAS AL MARGEN
el campesino, el indio y el negro no sirvieron continuación de la política por otros medios
más que de peones para abultar los ejérci- como exclamó Carl Von Clausewitz; de Co-
tos y poner los muertos, a pesar de los inten- lombia podría decirse que la guerra es la ex-
tos épicos de las campañas de las fuerzas presión de su cultura política, y de ello dan
militares en Colombia que emparentan a cuenta las doce guerras civiles que se dieron
sus numerarios con los héroes de gesta y a partir del grito de independencia de 1810
los hace, por lo menos en esas preparadas en el siglo XIX1 y las dos guerras civiles no
imágenes de la televisión, amigos del pueblo. declaradas durante el siglo XX2 e inicios del
Colombia es un Estado democrático, o al
1 I) La primera guerra civil que se dio en nuestra recién nacida
menos eso es lo que se cree – técnicamente nación es la que se gestó entre los federalistas y los centralistas
hablando- un país en donde supuestamente, durante los años 1812-1813; II) la segunda confrontación se dio
por la toma que Bolívar hace de Santafé y el posterior sitio que
el sistema político se fundamenta en el im- éste hace a Cartagena durante 1814; III) la tercera guerra civil
es la de 1828-1829 en la que el general José María Obando y
perio de la ley, siendo la constitución el ins- José Hilario López se levantan contra la dictadura del Liberta-
trumento para frenar los abusos de los más dor Simón Bolívar; IV) la cuarta guerra (1830-1831) se genera en
contra del régimen dictatorial de Rafael Urdaneta, culminando
fuertes o de las mayorías, regulando las liber- con la derrota de este último y así con el sueño Bolivariano de
la Gran Colombia; V) la quinta es la denominada Guerra de los
tades civiles y los derechos políticos de los Conventos (1839) iniciada por el clero pastuso como forma de
oponerse a la orden del congreso de disolver los conventos que
ciudadanos. En este sentido, la democracia tenían menos de 8 sacerdotes, la cual terminó con la derrota de
es la representación de la acción, la política los pastusos; VI) la sexta es la Guerra de los Supremos (1840-
1841) ésta inicia con la sublevación de José María Obando ante
la cual vista desde la perspectiva de los grie- José Ignacio de Márquez que fue aprovechada por otros cau-
dillos anti gobiernistas para sublevarse y exigir la ubicación de
gos y más puntualmente desde los sofistas, militares santanderistas en la distribución del poder, al no contar
con los rebeldes con una dirección unificada estos terminaron
es la actividad humana desde la que se con- siendo derrotados; VII) la séptima es la guerra civil de 1851 fue
figura la forma en que los individuos estable- iniciada por terratenientes conservadores caucanos quienes se
oponían a las reformas liberales de medio siglo; VIII) la octava
cen “un modo de estar juntos”, el medio por es la guerra civil de 1854 gestada a partir de un golpe de estado
dado por el General José María Melo en contra del presidente
el cual se generan acuerdos con los demás, José María Obando, el gobierno golpista fue depuesto ocho me-
ses después a partir de una alianza entre los conservadores y
se coordinan y organizan (Arendt, 2000). los gólgotas liberales; IX) la novena guerra es la que se dio entre
Este modo de estar juntos se inicia den- 1860 y 1862 esta fue la única guerra civil del siglo XIX que ganó
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el bando insurrecto, esta fue una sublevación liberal dirigida por
tro del clan o la familia, sistema en el que se el gobernador del Cauca Tomas Cipriano de Mosquera ante el
presidente conservador Mariano Ospina Rodríguez; X) la deci-
aprende a actuar políticamente a partir del ma es la llamada guerra de las escuelas (1876-1877) generada
reflejo de las costumbres y los valores que por los conservadores ante el gobierno radical de Aquileo Parra
como alternativa para detener la educación laica y demás medi-
se posee, construyéndose un cuerpo político das anticatólicas. Esta guerra permitió la unida pasajera de las
facciones radical e independiente del liberalismo. XI) La decimo-
como lo plantea Arendt (2000) en el que los primera es la guerra civil de 1885 que fue iniciada por el radica-
lismo liberal en Santander y Cundinamarca contra las maniobras
lazos de sangre unen la diversidad en repre- de los jefes nuñistas locales que desconocieron el triunfo electo-
sentaciones similares, es decir, la configura- ral en Santander, tras la derrota de los insurrectos se declaró el
fin de la era del liberalismo radical; XII) la decimosegunda es la
ción de una cultura política que permite que guerra civil de 1895 la cual inició con un fallido intento de golpe
militar contra el gobierno de Miguel Antonio Caro seguido de in-
los individuos vivan en sociedad. cipientes levantamientos departamentales los cuales fueron so-
focados rápidamente; XIII) La última guerra civil del siglo XIX fue
En Colombia la “manera de estar juntos”, la denominada guerra de los mil días (1899-1902) en la que los
la cultura política, no está constituida sobre liberales radicales intentaron por última vez recuperar el poder,
tan solo al principio involucró ejércitos grandes, convirtiéndose
unos parámetros de integración, respeto y en un conflicto irregular que desgastó fuertemente a los libera-
les, logrando vencer únicamente en Panamá. La guerra terminó
justicia, sino todo lo contrario, pareciera que en una clase de empate acordado en los tratados de Neerlandia
es la desconfianza en las instituciones, el y el Wisconsin (Gutiérrez y Urrego, 1995, p.68).
2 En la primera mitad del siglo XX la guerra civil fue denomi-
odio, la intolerancia e intransigencia lo que nada “época de la violencia” (1930-1957) un conflicto civil no
declarado, siendo la confrontación armada más violenta que se
nos identifica. Es así, que si la guerra es la había dado hasta el momento entre los partidos. El conflicto ini- 149
NOTAS AL MARGEN
XXI3 donde la constante pareciera ser que la determinación de la acción social (Cole,
sólo a partir de la eliminación del otro es que 1999, p.19), es lo que Azar y Burton (1986)
se refunda la paz y el orden. denominaron el conflicto social prolongado,
Ciertamente, las afirmaciones que seña- en donde se mezclan factores internos y ex-
lan: las grandes desigualdades sociales, la ternos, a partir de la disonancia que se da
acumulación de la riqueza en unas pocas dentro de un grupo social en donde se deja
manos y la pobreza extrema, como el foco de lado la justicia y se asume acciones de
nodal del conflicto político en Colombia, son hecho para resolver el conflicto.
muy reduccionistas; ya que este plantea-
miento debe analizarse en contexto, pues La interrelación de la cultura y el
como reza el adagio popular: somos fruto y individuo en la construcción del
semilla a la vez; o en términos de la Gestalt: accionar político
somos la parte y el todo simultáneamente, lo
que establece que así como somos objetos, Desarrollar un análisis del conflicto colombia-
también somos individuos determinantes de no en contexto, requiere establecer un reco-
nuestro contexto, palabra que etimológica- nocimiento de la acción social que influye en
mente significa “entrelazar”, es decir que el el individuo a partir de las prácticas y los ob-
contexto es el todo conectado y es el que le jetos sociales que ha construido la sociedad
da coherencia a sus partes4. Dicho de otra a través de la interacción que se desarrolla
manera, así como existen unos factores en ella, es decir, el sistema de significados
exógenos que influyen en la acción social, que caracteriza al grupo, aquellos modelos
también hay otros intrínsecos que causan el culturales que funcionan para interpretar la
mismo efecto, es decir, que la explicación del experiencia y para guiar la acción en diversos
conflicto colombiano en el accionar de lo po- dominios (Cole, 1999). Quedando señalada
lítico, no sólo se remite al análisis de lo social, la relación existente entre personalidad y cul-
sino a la configuración de la personalidad en tura, pues como lo plantea Esteva (1993) an-
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por el significado que tiene la actividad social La cultura política como categoría de análisis
que el individuo realiza. es definida por Marta Cecilia Herrera y otros
En tal sentido, cultura y personalidad se (2005) como:
entrelazan en el ejercicio de lo político a partir
de las interacciones que se dan en la socie- El conjunto de prácticas y representaciones
dad en la que vive el individuo y en la que en torno al orden social establecido, a las re-
transcurre su ciclo vital, siendo éste una ex- laciones de poder, a las modalidades de parti-
presión de su cultura o de lo superorgánico. cipación de los individuos y grupos sociales,
Incidiendo diacrónicamente el individuo en la a las jerarquías que se establecen entre ellos
cultura, a partir de su personalidad, creándo- y a las confrontaciones que tienen lugar en los
la e interpretándola, efectuando una transfor- diferentes momentos históricos (p.22).
mación imperceptible en forma voluntaria o
involuntaria a partir de su acción individual y Es decir, el acervo de códigos que los indi-
colectiva; dado que la acción social, los valo- viduos han construido históricamente acerca
res, los lenguajes, los símbolos, que expresa de su orden político vigente; la manera en
un individuo no le pertenecen por completo, que se construye la forma de estar juntos, con 151
NOTAS AL MARGEN
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la hora de actuar que, según Lechner, tienen nes sociales que distintos grupos configuran
una significación que proviene de sentidos acerca de la realidad en general, y en torno
compartidos por los integrantes del grupo de la vida política en particular.
social, que han sido fijados generacional-
mente, para ser usados por los miembros La ciudadanía como componente de
con el fin de responder a las situaciones coti- la cultura política nacional
dianas. Por consiguiente, el bagaje de signi-
ficados y sentidos que los individuos dieron Uno de los elementos fundamentales en el
y siguen dando a sus acciones, forman una análisis de la cultura política es la ciudada-
tradición, la tradición de los sentidos que es nía, categoría que ha tenido ciertas particu-
compartida por todos los miembros de la co- laridades pues, como se sabe, la historia co-
munidad y son fuente de la acción social de lombiana no es una trayectoria lineal hacia la
éstos, que aunque parten del ámbito subje- modernidad sino más bien, la concatenación
tivo, es muy importante reconocerlos porque de una conciencia mítica con unos concep-
permiten -en nuestro caso- indagar por qué tos modernos tales como ciudadanía, de-
los individuos en Colombia, responden como mocracia y pueblo, a través de los cuales 153
NOTAS AL MARGEN
se intentó construir el Estado, pero sobre masacre entre gente que no se conoce para
absolutos como Dios, Patria y Norma. Que- el beneficio de gente que si se conoce pero
dando excluido de ello, o descontextualizado que no se mata”(Artaud, 2005, p.56).
y tergiversado, la representación teórica del Evidencia de lo que se ha reflexionado se
sistema político democrático, es decir el ciu- ve en la apuesta de las organizaciones so-
dadano (Garcia & Serna, 2002). ciales que buscan romper o pretenden hacer
En cierta forma un seguimiento que invo- ruptura con protocolos institucionales que
lucre el devenir de este concepto a lo largo han caracterizado a las entidades que repre-
de la historia invita a la reflexionar sobre la sentan la política pública (Castiblanco, 2011),
correlación entre los contextos socio espa- los grupos sociales cada vez más gestionan
ciales que de la mano con los repertorios nuevas formas de acercarse a su realidad y
simbólicos históricos de los grupos sociales la de los otros donde se construyen resisten-
han configurado el concepto de lo ciudada- cias en barrios y escuelas alrededor de la le-
no; al respecto el trabajo de Adrian Serna gitimación de la violencia y su presencia en
Ciudadanos de la Geografía Tropical (2006) la intimidad de los que gobernados por un
hace un dispendioso esbozo de lo que cons- aparato tecnológico estatal con la mediación
tituye la ciudadanía y cómo Colombia se ha de dispositivos anclados al mercado y sus
consolidado en el contexto de los procesos derivas, terminan o reproduciendo o hacien-
de formación de identidad y configuración de do frente desde una postura que se pretende
los grupos sociales. despolitizada pero que representa un univer-
En este sentido, en el país, lo ciudadano so simbólico- político propio.
se constituyó como un credo secular por me- En consecuencia, la construcción de una
dio de unos discursos patrióticos que no se cultura política en Colombia no se ha cimenta-
desligaron de las formas expresivas religio- do a partir de una figura representativa como
sas (Perea, 1996). Reduciendo la ciudadanía el ciudadano o la afiliación ideológica o parti-
al civismo y el conmemoracionismo que se dista, ni a partir de programas y propuestas, o
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sustentaba en la historia oficial, así como los logros del partido en el gobierno, sino por
en el argumento de la exclusión y la margi- los símbolos y los sentimientos ancestrales
nación social de mujeres, negros, indios, encarnados en los individuos como una devo-
pobres etc., tejiendo una cultura política de ción religiosa que históricamente ha promovi-
sectarismo, que instauró la ciudadanía como do el desconocimiento del otro y la aniquila-
una nueva forma de opresión y disgregación ción de éste (Perea, 1996); por lo tanto, es a
colectiva. Un modo de construir tejido social partir de la configuración de la cultura política
que convergió en una serie de egoísmos in- en donde reposa la violencia política que se
dividuales y gremiales que estructuraron la expresa en el país. Ya que aquí, los actores
cultura política, sobre la cual, los individuos políticos, se sienten los salvadores y restaura-
construyeron sus códigos e imaginarios de dores de la patria y por lo tanto el adversario,
socialización, los cuales ordenaron las for- o amenaza de muerte el statu quo, o es el an-
mas de construcción del poder, y desde éste tagonista que no deja configurar la sociedad
el conflicto social y político que ha sumido “ideal” y por ello éste, debe ser eliminado.
al país en una sucesión de guerras civiles Por lo tanto, el legado de guerra y violen-
154 que como dice Paul Valery sólo han sido “la cia que ha azotado al país, transmutándose
NOTAS AL MARGEN
y agudizándose a través de los tiempos, está como Álvaro Uribe Vélez se convierten en caja
relacionado a la confusa y primitiva cultura de resonancia de las acciones delictivas de
política, que más que ser un esquema están- las guerrillas, incubando dentro del incons-
dar y representativo de una cultura política ciente colectivo la evocación de una herida
nacional, es una serie de culturas políticas que debe mantenerse abierta para que nunca
construidas desde lo tribal, las cuales nie- sane, manteniendo un resentimiento que pa-
gan la posibilidad de diálogo porque dentro raliza, que genera inamovibles y deslegitima
de su configuración parten de posiciones todo debate basado en la razón, encerrando
religiosas y maximalistas que deslegitiman al país en la encrucijada del maniqueísmo en
mecanismos reguladores como tribunales y un diálogo de sordos que sólo escuchan su
jueces, lo que lleva a resolver el conflicto por corazón, impidiendo la sumatoria de volunta-
medio de la violencia. des como expresión de la política.
La cultura política en Colombia es reflejo Construir una sociedad en la que exista
de su idiosincrasia, el clientelismo es reflejo una equilibrada forma de estar juntos, una
de la estructura simbólica de la iglesia católi- equilibrada cultura política, parte de la con-
ca en donde la Virgen y todos sus santos son figuración de una disposición laica y equi-
intermediadores entre los rezos y Dios (Su- librada, que genere una férrea oposición al
darsky, 2001), en consecuencia es algo que establecimiento de lo sagrado y lo inmuta-
tenemos interiorizado, el paramilitarismo es ble, en la que los individuos entiendan que
la expresión de la creencia que cada quien la democracia es debate, es oposición, es
debe aprender a defenderse como pueda, consenso y éste no se construye en el una-
se apologiza la limpieza social y se cree que nimismo, pues como planteó Montesquieu,
ésta es necesaria, se suele cuestionar la im- el poder debe ser controlado por el poder,
provisación de los gobernantes, pero gran lo que establece que para que exista una
parte de la población colombiana todos los sociedad democrática debe haber fuerzas
días se levantan a rebuscarse el sustento de contrapuestas.
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cada día. En Colombia se tiene arraigada la La democracia como forma superior de
ley del más fuerte, en el poder para ejercer el gobierno es la expresión de canales de co-
poder, y bien lo decían los liberarles radicales municación en los que se manifiesten las
al afirmar que no iban a perder con papelitos inconformidades y disensos garantizando
lo que habían ganado con las armas. Muchas niveles sustanciales de libertad, pluralismo y
veces se cuestionó el autoritarismo de Uribe, participación, para generar acuerdos y pun-
pero nunca se discutió sobre el autoritarismo tos de encuentro entre los contradictores, ar-
del profesor, del padre y del policía. La gran ticulando en lo público entramados sociales
mayoría de los colombianos poseen una que permitan reconocer la diferencia en la di-
evocación judeocristiana mesiánica que lleva versidad, siendo esta la única alternativa que
a creer que al país lo salvarán unos cuantos se tiene para romper con la redundancia his-
hombres, sin entender que los países se sal- tórica en la que está sumida Colombia, por
van así mismos. creer que la insatisfacción y la disidencia son
Al evaluar la cultura política colombiana se subversivas, ilegales, e incluso, un indicio de
percibe que el conflicto no tiene un fin a cor- delito. Se debe reconocer que la democracia
to ni mediano plazo y más cuando dirigentes no es la ausencia de contradicción y conflic- 155
NOTAS AL MARGEN
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Pensando regiones
REGIONES
EDITORIAL
PENSANDO
Museo itinerante de
la memoria y la identidad
de los Montes de María:
tejiendo memorias y relatos para la reparación simbólica, la vida y la convivencia
Soraya Bayuelo Castellar
Comunicadora social y periodista. Fundadora y directora del Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea 21. Desarrolla actualmente
trabajos investigativos y de acompañamiento a la población afectada por el conflicto armado, especialmente con mujeres, campesinos, niños,
niñas y jóvenes de los Montes de María, la Serranía del Perijá y el Magdalena Medio. Correo electrónico: soramonte@gmail.com
Italia Isadora Samudio Reyes
Antropóloga con Magíster en Antropología Contemporánea. Investigadora en temas de Conflicto armado, género, desarrollo y Paz. Ha dedicado
los últimos diez años al trabajo etnográfico de narrativas, memoria e identidad en escenarios de conflicto armado del país. Correo electrónico:
isadorasam@yahoo.es
Giovanny Castro
Historiador y escritor con máster en Museum Studies de New York University. Becario Fulbright – Ministerio de Cultura 2010 – 2012. Actual-
mente es coordinador técnico del Museo Itinerante de la Memoria y la Identidad de los Montes de María, como parte del equipo del Colectivo de
Comunicaciones Montes de María Línea 21. Correo electrónico: agc306@nyu.edu
Museo itinerante de la memoria y la identidad de los The itinerant museum of memory and identity of Mon-
Montes de María: tejiendo memorias y relatos para la tes de María: weaving memories and narratives for
reparación simbólica, la vida y la convivencia symbolic reparation, life and coexistence
Resumen: El Museo Itinerante de la Memoria y la Abstract: The Itinerant Museum of Memory and
Identidad de los Montes de María es un dispositi- Identity of Montes de María is a transformative
vo de transformación y superación de los escena- platform aimed at overcoming the conflict, stig-
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rios de conflicto, estigmatización y pobreza con matization and poverty scenarios with which this
los cuales es identificado el territorio y sus pobla- territory and its inhabitants have been identified.
ciones. Como escenario de diálogo y encuentro, The Museum encourages the generation of new
el Museo apela a la generación de nuevas narra- narratives about the realities of the territory and its
tivas sobre las realidades de sus habitantes, sus inhabitants, as well as about people`s experiences
experiencias en medio del conflicto armado y las amid the war and the projections they do on their
proyecciones que hacen sobre su territorio, recu- territory. As a scenario of both dialogue and com-
rriendo a su memoria, a su identidad y al ejercicio munion, the Museum draws on memory, identity,
pleno del derecho a la palabra. El Colectivo de and the full exercise of freedom of speech. In this
Comunicaciones Montes de María Línea 21 des- manner, the Communications Syndicate “Colecti-
pliega de esta manera una metodología peda- vo de Comunicaciones Montes de María Línea 21”
gógica y dialogante en todos los municipios que furthers a pedagogical and dialogical methodolo-
conforman la región, para visibilizar las prácticas gy in all the towns of the region, in order to make
de re-existencia con las cuales las comunidades evident practices of re-existence and resilience
montemarianas han logrado sobrevivir y resistir. which have been instrumental for the struggle and
survival of the communities of Montes de María.
Palabras clave: Montes de María, museo, pedago-
gía, colectivo, cine, memoria, identidad Key words: Montes de María, museum, pedagogy,
communications syndicate, film, memory, identity.
La historia
E
se lunes de octubre de 2002, hacia la se a sí mismos una vez más que no podían
media noche, cuatro bombas estalla- seguir escondiéndose, que no querían ha-
ron en El Carmen de Bolívar. Muchos cerlo más.
habitantes se habían aferrado con esperan- Así nació el Cine Club Itinerante La Rosa
za a la aparente tranquilidad de los últimos Púrpura del Cairo1, una de las estrategias de
meses, luego de un período de extrema movilización social y de pedagogía ciudada-
violencia contra la población civil perpetra- na del Colectivo de Comunicaciones Montes
da por los grupos armados en su disputa a de María, que desde hace 18 años, inició un
sangre y fuego por el control del territorio de proceso formal de recuperación de las voces
los Montes de María. del territorio que se encontraban silencia-
El aturdimiento que produce el horror y el das en medio del conflicto armado y de la
silenciamiento que confirma el miedo, nueva- ausencia institucional que ha vivido la región
mente se apoderaban de la voz de la pobla- por más de cuatro décadas. Apuestas como
ción de los Montes de María. Conversar, en- ésta, constituyen una opción digna en medio
contrarse con otros, esperar la noche fresca del terror impuesto y de la fractura del mun-
en la puerta de las casas y saludar al vecino, do social y organizativo, en el cual tenía lugar
fueron acciones cotidianas de gran valía para la cotidianidad social en la región, hasta el
sus comunidades que la guerra quiso anular. arribo y consolidación de los proyectos ar-
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Pero los Montes de María es un territorio mados que se disputan hasta hoy el control
que, desde sus mismos procesos de po- del territorio a sangre y fuego.
blamiento, guarda en su seno el principio Bajo la apuesta de la Comunicación para
de la resistencia, otrora como palenqueros, el Cambio Social, el Colectivo de Comuni-
ayer como movimiento campesino, como caciones Montes de María Línea 21 ha des-
sindicatos tabacaleros, hoy, juntos aún, re-
sisten al imperio del terror de los ejércitos
1 “Mediante un telón, un proyector y unos amplificadores, el
en confrontación. cine club se propuso reconquistar los espacios públicos inva-
didos por el terror. Sobre los muros de la plaza de El Carmen
Y por eso y por muchas otras acciones de Bolívar se hizo la primera proyección de la película “Esta-
ción Central”, buscando que la gente dejara atrás el miedo y
de resistencia civil cotidiana, las bombas no volviera a salir a la calle. En esa primera proyección la gente
lograron su objetivo. Un mantel blanco col- vio la película, y tan pronto ésta terminó se fueron a sus casas.
No fue un acto de diversión ni de esparcimiento: fue un acto
gado de la ventana de la casa, un proyector, heroico de resistencia contra la guerra. El Cine club ha sido una
estrategia de movilización social para conjurar el miedo, pues
una película… un parque oscuro y desolado, proyectar películas en espacios de terror, sean plazas, calles o
transitado por uno o dos personajes que a parques, le permite a la gente volver a encontrarse con los ami-
gos, conversar o simplemente estar allí donde ya no se estaba.
paso ligero buscaban sus hogares al caer la Y las conversaciones comienzan a tejer nuevamente intereses y
temas comunes” (Grupo de Memoria Histórica de la Comisión
160 noche, coincidieron ese día para demostrar- Nacional de Reparación, 2009, p.26).
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plegado metodologías pedagógicas como mos para el fortalecimiento de sus capaci-
dispositivos para la prevención, mitigación dades en la apropiación de su lugar político
y superación del ejercicio de la violencia en en la sociedad. Bajo la impronta de un res-
la cotidianidad de sus habitantes, siguiendo tablecimiento basado en la recuperación de
dos derroteros centrales para potenciar los la vida digna de las víctimas y de las comu-
ejercicios locales de resistencia y organiza- nidades vulnerables, estos procesos animan
ción comunitaria: 1. Promoción, formación y iniciativas con metodologías de producción
ejercicio pleno de las libertades y derechos radial, audiovisual y cinematográficas al ser-
de todos sus habitantes y; 2. Incremento de vicio de sus comunidades, difundiendo sus
las capacidades políticas y ciudadanas para experiencias de vida y los aprendizajes y
la movilización de su población respetando proyecciones como organizaciones de po-
su memoria y su cultura, apoyando la cons- blación afectada por el conflicto armado en
trucción de proyectos colectivos de vida au- el territorio.
tónomos, dignos, responsables y sostenibles Las imágenes, historias y relatos de la
como garantes de la transformación social y memoria resultantes, son una ventana que
política del territorio montemariano. permite entender cómo en lo privado, lo ín-
A través de la metodología de trabajo timo y lo familiar, todas las imposturas de
“formación transformadora”, se promueve la la guerra se fracturan ante el hecho de ser
generación y fortalecimiento de ejercicios de narradas y resignificadas a través de la me-
liderazgo comunitario con responsabilidad moria colectiva. Dado que es en ese tránsito
social, que superen la lógica de resignación, entre lo privado y lo público donde se disputa
silencio, dependencia y victimización que la definición del “ser” y del “habitar” unos te-
desafortunadamente vive el territorio lue- rritorios de unas maneras y con unos propó-
go de muchos años de exclusión política y sitos particulares, resulta central develar que
económica, discriminación social, empobre- durante todos estos años, sus poblaciones
cimiento, corrupción, estigmatización, impu- han decidido vivirlos y habitarlos con tenaci-
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nidad, injusticia, violencia, intervencionismo dad, aún conscientes de que en muchos ca-
y negligencia estatal, las cuales, sumadas, sos se trata además de volver a empezar con
han dado forma a la consecuencia más per- mucho menos de lo que empezaron tiempo
versa para cualquier proyecto democrático: atrás y llevando consigo ahora el dolor por
el silencio político de sus comunidades. El sus pérdidas y la incertidumbre sobre un te-
statu quo de su participación real en instan- rritorio aún en disputa.
cias públicas, la ausencia de proyectos de Ellos y ellas, sin más armas que su fuer-
sociedad autónomos, dignos y responsa- za organizativa, sus memorias y sus espe-
bles y, el miedo y el terror impuestos con el ranzas, resisten desde sus cotidianidades
control violento, redundan en la ausencia de para proyectarse allí, aún a pesar del mie-
agencias ciudadanas informadas, colectivas, do, como ciudadanos en un territorio que ha
participativas y efectivas en las esferas de in- sido suyo siempre a pesar de la ambición y
cidencia política, económica y pública. de la ignominia de la guerra, pero además
Bajo el postulado de potenciar la “voz” de con una actitud propositiva de conciliación y
las comunidades, se promueven mecanis- convivencia.
161
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los procesos de interacción humana, aspecto recursos públicos administrados por los entes
realmente crítico en una región de fuertes pro- territoriales y la coacción del elector durante
cesos de organización social que, a pesar de los periodos electorales. Esta situación está
todo, han resistido los embates de la guerra vinculada con la búsqueda del control territo-
(2008, p.56). rial por parte de las AUC, de zonas que habían
estado durante largo periodo dominadas por
La afectación de la población civil por la con- la guerrilla (GIDES, 2008, pp.11-12).
frontación armada en Los Montes de María
data desde los años 70 cuando se insta- La Política Nacional de Seguridad Demo-
lan en el territorio grupos guerrilleros como crática, impulsada por el entonces presi-
el PRT, el EPL, CRS, además del ELN y las dente Álvaro Uribe Vélez, en el año 2002,
FARC. Prácticamente todos los grupos ar- incrementó la intervención de las Fuerzas
mados ilegales han hecho presencia en la Armadas del Estado, lo que desencadenó un
región y su enfrentamiento siempre arroja nuevo recrudecimiento de la confrontación
víctimas desde la sociedad civil. en la zona. Este mismo año se crea la Zona
162 de Rehabilitación y Consolidación, y en la ac-
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tualidad se adelanta el denominado Plan de Las perspectivas, desde el punto de vista so-
Consolidación con la administración del pre- cial, son desalentadoras: proletarización de
sidente Juan Manuel Santos, cuyo propósito campesinos, cambio de patrones culturales y
es continuar con el impulso agroindustrial de económicos, pérdida de principios de acción
multinacionales que sacaron ventaja ante la colectiva históricos en la región, prostitución,
caída de los precios de la tierra y se hicieron consumo de drogas, pandillismo, morbilidad
a una gran parte del territorio que alguna vez y mortalidad asociada a la violencia urbana.
estuvo en manos de los campesinos para su El silenciamiento político de las organi-
manutención. zaciones sociales en el territorio es una de
Según los organismos gubernamentales, las consecuencias más graves de la violen-
hoy no existen grupos guerrilleros en esta cia para la creación civilista de alternativas
zona, pero en 2008 se registró la aparición capaces de interactuar en la esfera pública
de los llamados grupos emergentes y ban- local y regional. Su debilitamiento a través
das criminales, así como de delincuencia co- de múltiples estrategias, ha sido sin duda un
mún, en los que se ha comprobado la partici- objetivo para quienes pugnan por establecer
pación de paramilitares desmovilizados. Así sus propios intereses en detrimento del valor
mismo, se han incrementado los asesinatos organizativo social, campesino, comunitario
por sicariato y las estructuras de narcotráfico
siguen funcionando, de forma que no es po-
la ZRC; y por las personas que dicen ser legítimas propietarias de
sible hablar de una terminación total del con- la tierra, algunas de las cuales, participaron de compras masivas
de tierras y pretenden conservar la propiedad o el control sobre el
flicto armado en la región. uso del suelo, a como dé lugar. Dada la tradición de informalidad
en la tenencia de la tierra, en la dimensión micro de ese conflicto
también se contraponen campesinos en calidad de poseedores y
Un territorio que resiste presuntos propietarios, o entre población desplazada en calidad
de ocupante y presuntos propietarios. Como en el pasado, este
conflicto por la tierra no se sustrae del influjo del conflicto armado
interno, por las siguientes razones: En primer lugar, porque la rees-
Actualmente los Montes de María son el tructuración del conflicto que se ha evidenciado (en términos de
escenario de un proyecto de ordenamien- las partes, objeto de disputa y comportamientos) es parte de los
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legados de la anterior fase de la confrontación armada (el despla-
to territorial y poblacional, expresado en la zamiento, el despojo, la ruptura del tejido organizativo, las ofertas
de seguridad para unos intereses, la memoria del terror, etc.) y, en
propuesta gubernamental de las reservas segundo lugar, porque los grupos armados ilegales pueden ser
campesinas, y al mismo tiempo, de un plan usados para romper el tejido organizativo que se ha recompuesto
entorno a reclamaciones contenciosas (reparación integral, resti-
a gran escala para establecer enclaves pro- tución, economía campesina, denuncia de compras abusivas) y
mantener las condiciones extraeconómicas para la expansión de
ductivos gestionados por grandes empresas algunos proyectos agroindustriales mediante la actualización del
miedo. Es decir, las expresiones de violencia organizada, surgidas
agroindustriales, mineras y forestales.2 tras la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia,
tienden a ser determinantes en el desenlace de este conflicto por
la tierra. Las acciones que grupos bajo la denominación de Paisas,
2 En el Informe de Riesgo No 007 – 12.A. I.del Sistema de Alertas Rastrojos, Águilas Negras o que no declaran designación alguna,
Tempranas de la Defensoría Delegada para la evaluación del riesgo permiten identificar una tendencia a la obstaculización del proceso
de la población civil como consecuencia del conflicto armado de de restitución de tierras y a los procesos de resistencia de la econo-
15 de mayo de 2012, la situación de riesgo de las comunidades, mía campesina mediante el uso de la violencia selectiva y métodos
aún en esta etapa denominada postconflicto, es inminente. “En la para generar terror. En este contexto, en los municipios de María La
dimensión macro de este conflicto se contraponen un modelo de Baja, El Carmen de Bolívar y la comunidad de San Cayetano del
desarrollo agroindustrial (basado en unos casos en el control del municipio de San Juan Nepomuceno, se prevé riesgos de despla-
uso del suelo y, en otros, en la concentración de la propiedad sobre zamientos forzados, violencia sexual contra mujeres, desaparición
la tierra, afianzado mediante la reciente compra masiva e irregu- forzada, destrucción de bienes indispensables para la superviven-
lar) y un modelo de economía campesina que busca amparo en cia de la población civil, homicidios selectivos, amenazas, restric-
el establecimiento de una Zona de Reserva Campesina (ZRC). De ciones a la movilidad de la población, y utilización de métodos o
esta manera el antagonismo se presenta entre la población rural medios para generar terror contra la población civil inserta en pro-
empobrecida y desplazada que reclama restitución de la tierra, que cesos de reclamación de tierras despojadas, retorno y defensa del
se resiste a las transformaciones territoriales provocadas por los territorio, reclutamiento y utilización ilícita de adolescentes y jóvenes
proyectos agroindustriales y propende por la implementación de y, atentados o ataques con artefactos explosivos”. 163
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za social dieron un vuelco infortunado espe- aún vivos, su voz, su memoria y su proyec-
cialmente en las décadas de 1980 y 1990. ción, encarnan una alternativa real para la
Muchos de los liderazgos lograron so- construcción de opciones dignificantes para
brevivir bien en el exilio o bien realizando un la población campesina montemariana.
trabajo de menor alcance territorial y sin visi- Lo vivido durante los momentos más du-
bilidad atendiendo precisamente a los con- ros del conflicto armado les ha enseñado a
textos de violencia generalizada. Sus priori- vivir con miedo pero sin paralizarse, a bajar el
dades organizativas y las agendas políticas
hasta entonces en consolidación, se tornaron 3 Datos del Departamento Nacional de Estadística, DANE.
En la década del 70, además, “Alrededor de 30.000 familias
en acciones puntuales de protección de sus campesinas fueron condenadas al exilio. Paralelamente, los
comunidades y de atención a sus urgentes campos desocupados sirvieron para imponer la ganadería ex-
tensiva, para disminuir la dependencia hacia los trabajadores
necesidades en medio del desplazamiento asalariados y como consecuencia se disminuyó notablemente
la productividad agrícola. Todo ello liderado por unas pocas fa-
forzado en el cual se encuentran hasta hoy. milias cuyo poder ha estado asociado con la propiedad de la
Sin embargo, aún subsisten su gran capaci- tierra, familias que, como lo señala una investigación de Verdad
Abierta: “…por siglos, los García, los Guerra, los De la Ossa, los
dad y experiencia organizativa y desde sus Badel, los Martelo, entre otros, habían mandado en casi todo en
estos montes verdes de ceibas milenarias” (verdadabierta.com,
164 propias esferas locales y nuevas realidades 2010), citado en Ideas para la Paz (2011, p.6).
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perfil organizativo pero sin dejar de trabajar
mancomunadamente, y en esas apuestas de
vida, de resistir y de re-existir reconstruyen
poco a poco sus vidas y sus cotidianidades.A
esa empresa nos sumamos todas las orga-
nizaciones de la sociedad civil en el territorio.
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rio y el ejercicio ciudadano miles de hombres do acciones de visibilización y activación de la
y mujeres desean ver convertidas en accio- memoria organizativa en el territorio, con los
nes reales de participación. cuales se proporcionan y potencian los ca-
La construcción participativa del Museo nales de comunicación con las comunidades
Itinerante de la Memoria en los Montes de en un esfuerzo por devolver su voz política y
María (MIM),constituirá una acción y pre- propiciar lazos e intercambios de experiencias
cedente importante en materia de memoria en aras de facilitar el acceso y el ejercicio de
histórica y reparación simbólica, que podrá sus derechos ciudadanos, a través de la ge-
replicarse y estimular iniciativas similares en
la región Caribe y en otras zonas del país, 4 La primera fase de esta iniciativa tuvo lugar en el marco del
contribuyendo al reconocimiento de los dere- convenio “Protección a la población afectada por el conflicto in-
terno colombiano y consolidación de los procesos de restable-
chos de las personas que han sido víctimas cimiento y reparación de las víctimas y sus asociaciones desde
el Enfoque Basado en Derechos”, ejecutado por el Colectivo de
del conflicto, a la generación de aprendizajes Comunicaciones Montes de María-Línea 21 desde el año 2008,
en torno a la memoria histórica y a la historia en convenio con el Movimiento por la Paz –MPDL, la Corpora-
ción de Desarrollo Solidario –CDS- y el Instituto Latinoamericano
colectiva y organizativa así como al fortaleci- para una Sociedad y un Derecho Alternativos-ILSA, y contó con
el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional
miento de la institucionalidad regional. (AECID). 165
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Canto de lumbalú. Conmemoración 13 años de desplazamiento masivo de Mampuján, María La Baja (Bolívar), 11 de marzo de 2013.
Foto: Giovanny Castro – CCMMaL21
neración de espacios que faciliten el análisis de los Derechos más humanos; el derecho
y la reflexión sobre la memoria de nuestros a la palabra, a la comunicación, a la cons-
pueblos, sobre las dinámicas sociales, polí- trucción con el otro/otra de nuevas realida-
ticas, económicas y culturales que han sido des capaces de promover la transformación
atravesadas por el conflicto armado, y sobre de un territorio forzado a vivir bajo una estela
el papel de la sociedad civil y del Estado en la negativa identitaria. Es por ello que, romper
transformación de estas realidades. el silencio también posibilita el resquebraja-
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teracción propia de la nueva museología que yera a activar una reflexión crítica sobre lo su-
fortalece procesos de movilización social, de cedido en esta parte del territorio caribeño; a
formación de públicos y de visibilización de visibilizar las voces de las víctimas y a resig-
las voces que han sido históricamente exclui- nificar las memorias colectivas. Este trabajo
das de los relatos del conflicto, de sus cau- está basado en tres categorías de concep-
sas y sus consecuencias. tos que proporcionan los ejes narrativos de
Es así como, en su primera fase, se cons- la exposición: Territorio, memoria e identidad
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truyó con los miembros de los Colectivos de cultural.
Narradores y Narradoras de la Memoria5, un
discurso museológico que, desde las dimen- Territorio:
siones participativas mencionadas, contribu- Concebido como un espacio habitado en
cuerpo y espíritu por las gentes de la región;
5 Los Colectivos de Narradores y Narradoras de la Memoria
son escenarios incluyentes de formación y participación comu-
el lugar “semantizado” con su historia, sus
nitaria, creados en el año 2008, cuyo rango de acción es local músicas y sus tradiciones ancestrales. El te-
(municipal y en algunos casos veredal o de nivel de Corregimien-
to como en el caso de Palenque y La Bonga, en el municipio de rritorio es entonces, un espacio de encuentro
Mahates). Con sus miembros se han desplegado acciones de
formación en Memoria, Territorio, Comunicación y Producción y desde donde todos aportan a su permanen-
Realización Audiovisual. Actualmente y gracias a los resultados
del proceso pedagógico, cinco de ellos cuentan cada uno con
te construcción. Sin embargo, las dinámicas
un Centro de Producción y realización Audiovisual, dotados con de la guerra en los Montes de María inscri-
equipos y asesorados administrativamente para su constitución
legal. Los Centros Comunitarios de la Memoria y la Comunica- bieron un signo en el imaginario de la nación:
ción constituyen la suma pedagógica, técnica y operativa del
trabajo de los Colectivos de Narradores y Narradoras de la Me- es un territorio en conflicto donde habitan
moria, cuyo propósito es acompañar a las comunidades en sus los actores armados y su correlato inmedia-
procesos de recuperación y narración de su memoria colectiva
y en el marco de la consolidación del Museo Itinerante de la to: las víctimas. Por ello, este territorio exige
Memoria, promover, apoyar y gestionar con las comunidades la
formulación del guión museográfico y su implementación. una nueva representación y en consecuen- 167
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cia, una nueva lectura que dé cuenta de los narración sobre su realidad. Las comunida-
procesos que se gestan en las dimensiones des que han hecho parte de este proceso de
geográfica, social, política y económica de memoria acuden a ella como práctica políti-
los Montes de María. ca; una práctica desde la cual se definen a sí
El museo, como parte de esa nueva re- mismas y nombran sus territorios.
presentación, ofrece un escenario para la La memoria es un dispositivo colectivo
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memoria y los relatos de las víctimas, con capaz de construir nuevas realidades y de
historias que subviertan la versión oficial so- definir su naturaleza, su identidad, y este
bre lo que han sido, lo que son hoy y lo que es un espacio para la memoria colectiva,
quieren en adelante. un lugar donde toman sentido los objetos,
relatos, imágenes y momentos que buscan
Memoria: exaltar su pasado en función del presente y
Las diferentes versiones del territorio y de la del futuro y que buscan también resignificar
cultura son producto de un acumulado histó- para no repetir.
rico que se plasma en palabras, imágenes,
documentos, testimonios y recuerdos de lo Identidad Cultural:
sucedido. La memoria, como práctica cul- La cultura como práctica se ha trabajado
tural, tiene un trasfondo identitario y político desde el punto de vista de la adaptación al
latente; es un ejercicio colectivo que tras- territorio y su transformación. Las formas
ciende lo privado y en el que las personas de organización, los modos de pensar, los
se presentan a sí mismas ante la historia y imaginarios, las expresiones de los diferen-
168 se ubican en el presente como sujetos de la tes grupos que conforman la sociedad, son
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PENSANDO
Primer festival de la paz y la cultura campesina, vereda San Isidro, El Carmen de Bolívar (Bolívar), 22 de marzo de 2013.
Foto: Giovanny Castro – CCMMaL21
todas manifestaciones de la cultura y como gares de la región Caribe, ya que sólo ahora
tal deben hacer presencia en el discurso mu- comienzan a ser procesados en la concien-
seológico. cia de los pueblos y de los individuos que los
La cultura representa en este sentido, el men- padecieron, y apenas muy recientemente co-
saje pero también el vehículo, de manera mienzan también a ser relatados y conocidos
que las expresiones musicales, orales, dan- por la región y el país.
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císticas, literarias, pictóricas o artesanales, Se trata también además, de crear una
cuenten y representen, lleven y contengan la nueva institución que esté al servicio de la
palabra de los habitantes de los Montes de sociedad y que identifique, conserve y co-
María por tantos años postergada. munique los testimonios, los saberes y los
bienes culturales asociados a la experiencia
El vuelo del mochuelo vital de una comunidad concreta del Caribe
colombiano, que hoy hacen parte de la me-
La decisión de emprender un proyecto de moria colectiva. El museo, así concebido, se
este tipo implicó, sin embargo, responder convierte en un forma de resistencia al olvi-
a nuevas preguntas y tomar las decisiones do y en un mecanismo de no repetición, al
pertinentes. ¿Por qué un museo y no una ex- tiempo que en un dispositivo pedagógico de
posición itinerante? reconstitución social comunitaria.
La primera cuestión tiene su respuesta en El Museo de los Montes de María está con-
que el carácter provisional de una exposición cebido como itinerante porque esto le permiti-
no responde a la magnitud de los hechos su- rá mantener el carácter participativo y vivo que
cedidos en los Montes de María y otros lu- tuvo desde su concepción con las comunida- 169
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Taller de investigación, identidad, memoria y territorio – taller Radio para la vida. La Pelona – San Onofre, 5 de mayo de 2013.
Foto: Zunil Lozano – CCMMaL21.
des, e ir más allá de la interacción propia de la tirá reflejar mejor el sentir de las poblaciones
nueva museología, para ser también una op- que se verán allí representadas, además de
ción de movilización social, de formación de que responde a un rasgo de la cultura ca-
públicos y de visibilización en toda la región ribeña, donde la visita y el contacto con el
Caribe y otras zonas del país. En ese sentido, vecino es importante para el fortalecimiento
la itinerancia facilita a las comunidades gene- del tejido social, tan gravemente afectado
rar mecanismos articuladores de autorepre- por el conflicto armado, y cuyo resultado se
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diéndose paulatinamente en el Caribe co- El recorrido por la exposición itinerante co-
lombiano. mienza con una representación de los Montes
de María, definida por imágenes fotográficas
Narrar para transformar: de gran formato impresas en los paneles late-
la resistencia hecha identidad rales y líneas a ras de piso que conectan sim-
bólicamente con la tierra. En unos muebles y
El MIM ha estado desde su génesis marcado elementos expositivos, los visitantes podrán
por la impronta del diálogo para la construc- encontrar mapas interactivos, postales y ele-
ción colectiva. Esta postura se dinamizó des- mentos iconográficos que representan hitos
de el principio a través de la formulación del geográficos y culturales: cerros, ciénagas,
guión museológico, sistematizando y anali- puentes, elementos religiosos o cruces de ca-
zando los talleres realizados por el proyecto minos. En este módulo central se presentan,
con las comunidades, los cuales arrojaron en diferentes espacios y soportes tecnológi-
los elementos para la inclusión de las voces cos, los siguientes temas: Cartografía de la
de las víctimas. región, Mujeres y resistencias, Voces y me-
morias y Homenaje a los ausentes. 171
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las zonas rurales (DANE, Censo 2005). asemejan las alas del pájaro mochuelo, alber-
– Zona pie de monte occidental. Loca- gan una muestra de las representaciones cul-
lizada entre la carretera Transversal turales de los Montes de María, con dispositi-
de Caribe y el mar. Son parte de ella vos para videos, audífonos, binóculos, libros
los municipios de María La Baja (Bolí- y un conjunto de elementos que constituyen
var); San Antonio de Palmito, Toluviejo todo un despliegue de la cultura de la región.
y San Onofre (Sucre). Su área alcan-
za los 2.151 km² y su población es de Módulo 5: El patio de juegos
122.094 habitantes, 45.748 en las ca- Espacio dedicado a los niños y las niñas. Con
beceras y 76.346 en las zonas rurales juegos y actividades didácticas que hacen
(DANE, Censo 2005). énfasis en el reconocimiento del territorio y la
identidad cultural. La ubicación de este mó-
• Mujeres y Resistencias dulo en la “cola” del mochuelo es una alusión
Las mujeres y sus organizaciones han al patio de las casas solariegas, que fue el
desplegado una reacción de gran im- refugio de la familia montemariana durante la
172 pacto, especialmente a partir de 2005, noche negra de la violencia. En ese espacio
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Taller de museología comunitaria, San Jacinto (Bolívar), 7 de mayo de 2013.
Foto: Giovanny Castro – CCMMaL21
privado, pero a la vez compartido con los que) y de los nuevos tres Centros que se
vecinos más cercanos, el mismo Colectivo crearán, en los Montes de María (Colosó,
de Comunicaciones tuvo la oportunidad de San Onofre y Los Palmitos).
reunirse y reunir a sus cómplices para la res- En la actualidad, el Mochuelo viaja a to-
tauración de la palabra, el juego y la creati- dos los rincones del territorio escuchando
vidad cuando los actores armados cohibían las propuestas que las comunidades hacen
la posibilidad de la palabra compartida y del para narrar a través de objetos “museables”.
espacio colectivo. Se nutrirá esta estrategia Sus experiencias de resistencia, de memoria
a partir de los resultados obtenidos en el y también de sueños con los cuales quieren
proceso de Pedagogía y Producción Técni- empezar a ser entendidos por el resto del
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ca desde los cinco Centros de Producción mundo, pero principalmente porque des-
Audiovisual existentes (El Carmen de Bolívar, pués de mucho tiempo, quieren narrarse a
Ovejas, San Jacinto, María la baja y Palen- sí mismos más allá de la estela del conflicto.
Reunión de coordinación con el equipo de diseño del Centro Ático, Universidad Javeriana, Bogotá, 14 de mayo de 2013. 173
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Sus prácticas de resistencia han sido ejerci- El Museo Itinerante de la Memoria y la Iden-
das por tantas personas y desde hace tanto tidad de los Montes de María se concibe
tiempo que hoy no conciben habitar el te- entonces, en ese sentido, como una opor-
rritorio sin tratar de entender cómo ocurrió tunidad para volver a construirnos ésta vez
lo que vivieron y qué pueden hacer para la desde nuestros deseos y sueños; dialogan-
No repetición. Esta lógica de mirarse a sí do con la memoria individual y colectiva en
mismos demanda un ejercicio profundo de función de un territorio para la vida, la digni-
respeto por la memoria de los que ya han dad y la libertad, como anteriormente hacía,
partido y de una puesta en marcha de una con su canto, un pájaro llamado mochuelo.
lógica de aprendizajes donde lo ocurrido
y lo sentido se ponga al servicio del bien Epílogo: el Vuelo virtual
común, de su futuro bienestar. Un proceso
implica desplegar todas las capacidades Uno de los resultados más importantes del
posibles para lograr que en este diálogo co- MIM, hasta el momento, ha sido la creación
munitario las palabras vuelen con libertad y y puesta en marcha de la página web, la
respeto y sean capaces de contar a otros cual se encuentra habilitada a través de la si-
su propia percepción sobre su pasado y su guiente dirección: www.mimemoria.org, reali-
presente, y, de recordarse a sí mismos, que zada por Caracola Consultores con el apoyo
ese territorio soñado debe parecerse a lo del Colectivo de Comunicaciones Montes de
que siempre han anhelado. María Línea 21.
Referencias bibliográficas:
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 159-174
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vamos quitando a la guerra. Medios ciudadanos en contextos de conflicto armado en Colombia. (pp.53-63). Bogotá: Fescol, Centro de Com-
petencia en Comunicación para América Latina
L
as cifras de muertos, secuestrados, Son muchos los sectores de la sociedad civil
desaparecidos y desplazados que desde los cuales día a día emergen propues-
se han dado desde hace más de cin- tas de paz; y la universidad, como ente social
cuenta años y que en la actualidad se siguen y político, no es ajena a estas propuestas.
dando en Colombia son, sin lugar a duda, En la actualidad, debido a las negociacio-
lamentables. Hacemos parte de varias gene- nes que se adelantan entre el gobierno y la
raciones de colombianos y colombianas que guerrilla de las FARC, las apuestas por la paz
nacieron en medio del conflicto armado; no (por lo pronto la paz armada) han tomado
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hemos vivido un día en el que al encender el fuerza. Pero, hablar sobre paz y actuar por
televisor, escuchar la radio o leer la prensa la paz son dinámicas que desafortunada-
escrita no nos encontremos con una noticia mente no se corresponden completamente.
desgarradora. Por todo lo anterior se podría Si bien la discusión académica es fundamen-
deducir fácilmente que somos una sociedad tal y a partir de ella podemos indagar cuál
que pide a gritos la paz. es el país en el que estamos y cuál el que
Sin embargo, a la hora de hablar de nues- queremos construir, no sobra preguntarse
tro papel en la construcción de un país en por nuestro aporte real como colombianos, y
paz, la respuesta no parece ser clara. Que- más específicamente como miembros de la
remos la paz, pero, ¿Qué somos capaces de comunidad educativa en la construcción de
hacer para conseguirla? y ¿Cuál es nuestro ese país soñado.
papel como ciudadanos en la realización de Teniendo en cuenta lo anterior, el presen-
este sueño que parece inalcanzable?
1
te artículo surge a partir de una duda funda-
1 Para el primer semestre de 2013 la versión XVIII de la Cátedra llevó por título: La paz: el reto mayor en la construcción de país. 177
LA CÁTEDRA
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tos de diálogo entre el gobierno y los grupos una parte, un propósito de desmovilización y,
insurgentes a partir de los cuales se logró por otra, un condicionamiento en la participa-
la entrega de armas y la reinserción de los ción política de los insurgentes que dejan las
excombatientes3. Con todo, y de acuerdo al armas. Esta simplificación de las negociacio-
análisis de Montaña: nes arroja varias consecuencias. A continua-
ción analizaremos al menos dos de ellas a
la paz en Colombia se ha constituido en un partir de las cuales pretendemos mostrar por
propósito de difícil consecución. El conflicto qué las negociaciones que se están dando en
armado debe su origen a múltiples razones y este momento entre las FARC y el gobierno
la solución negociada ha sido complicada de- tienen algunas características que podrían lle-
bido a esa multiplicidad de causas y a varias varlas a feliz término.
razones de carácter interno (2008, p.9). Para empezar diremos que en muchas
ocasiones las negociaciones de paz se han
vuelto estrategia política y militar de alguna de
2 Grupo de Memoria Histórica (GMH), 2013. las partes y por tal razón encontramos proce-
3 Un análisis exhaustivo de los procesos de paz que se han
178 dado en nuestro país se puede encontrar en: García, 2001. sos en los cuales los negociadores no se sien-
LA CÁTEDRA
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tan a la mesa con intenciones simples y claras la guerra en medio de la paz” (GMH, 2013,
(entregar las armas, solucionar los problemas p.165) se convierten en un argumento sólido
del país, lograr legitimidad política); más bien, no sólo para los opositores a la salida nego-
utilizan la coyuntura de la mesa para: 1) aco- ciada, sino para todos aquellos que si bien en
modarse militarmente o 2) tomar la causa de un primer momento creyeron en la posibilidad
‘la paz’ y convertirla en eslogan político. de un acuerdo se sintieron burlados tanto por
Siguiendo el análisis del Grupo de Memo- las guerrillas como por el gobierno.
ria Histórica (2013), este fue el escenario que Recapitulando lo anterior, uno de los pro-
se vivió en los acercamientos entre las FARC blemas que han tenido diferentes procesos
y el gobierno de Belisario Betancur. Mientras de paz es la inmersión de los diálogos dentro
que “Las FARC inscribían las negociaciones de estrategias políticas y/o militares rebajan-
en su proyecto de expansión militar” (GMH, do el acercamiento mismo entre las partes a
2013, p.137) los partidos políticos “utilizaban un mero medio para continuar con la guerra.
la paz como bandera electoral sin asumir las Si bien es entendible que los procesos ha-
reformas necesarias del régimen político” gan parte de los intereses políticos y militares
(GMH, 2013, p.137). de cada una de las partes, y sería ingenuo
Otro claro ejemplo en donde los intereses pensar en un proceso de paz que no sea uti-
militar y político de los alzados en armas y los lizado como ficha de ajedrez en los planes a
representantes del gobierno se interpusieron mediano y largo plazo, nos parece importan-
al clamor por la paz de la mayor parte de la te resaltar cómo este hecho ha ido minando-
sociedad colombiana fue en las llamadas la confianza de los colombianos y, de cierta
negociaciones del Caguán. En este caso la forma, ha deslegitimado la verdadera volun-
victoria en las elecciones presidenciales de tad de paz de los negociadores.
Andrés Pastrana se basó en la promesa elec- Son muchos los problemas que podemos
toral de negociar la paz con la guerrilla de encontrar al analizar los procesos que se han
las FARC. El grupo insurgente, por su parte, llevado a cabo; con todo, queremos centrar
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utilizó estratégicamente la zona de despeje nuestra atención en lo que consideramos una
del Caguán para fortalecer su posiciona- segunda simplificación no conveniente de lo
miento y mostrarle al país su poderío militar que se entiende por ‘lograr la paz’ y es pen-
(GMH, 2013, p.165). Este escenario, sumado sar que el fin del proceso es la reinserción a
al poco interés de la clase política en acom- la vida civil y política de los insurgentes. La
pañar el proceso y a la mala imagen que este historia colombiana nos muestra con trági-
fue adquiriendo para la mayoría de los co- cas cifras cómo un proceso de reinserción
lombianos, terminó en el rompimiento de los sin un acompañamiento de toda la sociedad
diálogos. y sin las garantías de seguridad suficientes
Procesos como los que se dieron en los tiende a fracasar. El caso del asesinato de
gobiernos de Betancur y Pastrana en los cua- Carlos Pizarro del M-19 y el exterminio de
les las negociaciones o acercamientos de paz la Unión Patriótica son dos de los ejemplos
se han quedado en meras estrategias militar más relevantes de esta realidad.
y política, en donde “ambos actores desple- Es entendible que los procesos de paz
gaban simultáneamente una lógica política y no pueden solucionar todos los conflictos de
una lógica militar como una forma de hacer la sociedad y por ende sería irrisorio pensar 179
LA CÁTEDRA
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que con el sólo acto de entregar las armas Si bien el futuro de las negociaciones es in-
la sociedad recibirá a los excombatientes sin cierto, podemos decir que a diferencia de lo
pedir nada a cambio. Este punto pone en ocurrido en el pasado los negociadores han
la mira una de las mayores encrucijadas de llegado al menos a un acuerdo en el prime-
cualquier proceso de paz ¿cómo vincular a la ro de seis puntos a negociar4; a finales del
sociedad al proceso? Por un lado, es dentro mes de mayo de 2013 los representantes del
de la sociedad que surgen los conflictos, y gobierno y las FARC dieron a conocer el pri-
por tal razón es entendible pensar que esta mer acuerdo titulado “Hacia un nuevo campo
debe estar vinculada a la solución; pero, las colombiano: Reforma rural integral” el cual
dinámicas de las negociaciones son bastan- pretende devolverle al campesinado colom-
te complejas y mientras más actores estén biano su lugar en el agro, democratizando el
sentados a la mesa pidiendo cada uno de acceso a la tierra y brindando las herramien-
ellos sus propias reivindicaciones el proceso tas adecuadas para estimular la producción
se hará más complejo y tendrá más posibili- agropecuaria.
dades de fracaso. Pareciera entonces que estamos viendo
Así pues, una buena negociación debe ga- un momento histórico en el cual ambas par-
rantizar no estancarse en una transacción de tes de la mesa quieren firmar el acuerdo para
indultos y amnistías, sino ofrecer las garantías la terminación del conflicto. De ser así sería
para la transformación de la realidad colom- adecuado pensar que las negociaciones de
biana. La paz debe pensarse más allá de la La Habana no son una simple estrategia polí-
entrega de armas, debe enmarcar la posibi- tico-militar de ambas o alguna de las partes5;
lidad de realizar los proyectos individuales y ahora bien, en caso que se llegue a un acuer-
colectivos para la transformación social. do ¿cómo lograr, sobre la base del mismo,
Estos, entre muchos otros, son los esla- cambios estructurales en el país?
bones que poco a poco han ido tejiendo la Si bien sabemos que la sola firma de un
historia de la guerra y el anhelo de la paz en acuerdo general no traerá la paz a Colombia,
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Colombia. Si bien después del fallido proceso a continuación pensaremos en ese escena-
de paz del Caguán los esfuerzos del gobierno rio posible y nos preguntaremos por nues-
nacional se centraron en aumentar el pié de tro papel en el mismo. Es decir, parece que
fuerza y disminuir militarmente a los integran- política y militarmente es un tiempo propicio
tes de las FARC, y por ende la búsqueda de para firmar un acuerdo para la terminación
una solución negociada del conflicto parecía del conflicto con las FARC (y si las cosas si-
desaparecer totalmente de las intenciones del guen bien quizá también con el ELN). Ante
gobierno, la esperanza se reactivó con el ini- este posible escenario ¿está preparada la
cio de los acercamientos en Oslo y la poste- sociedad colombiana para la paz?
rior instauración de la mesa de La Habana en Dar una respuesta a este interrogante ex-
agosto de 2012. cede nuestro propósito; intuitivamente po-
Son muchos y variados los análisis que se
4 Para consultar la totalidad de la agenda de negociación
han dado desde el inicio de estas conversa- ver: http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2012/09/
ciones y aunque no han sido pocas las difi- Acuerdo-general-para-la-terminaci%C3%B3n-del-conflicto-y-la-
construcci%C3%B3n-de-una-paz-estable-y-duradera1.pdf
cultades ni las críticas hechas a los diálogos, 5 Sin duda los diálogos hacen parte de la estrategia político-
militar del gobierno y de las FARC; con todo, por los avances en
180 hasta el momento el proceso sigue adelante. el proceso no parecen reducirse a eso.
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dríamos decir que si bien hay una porción am- Teniendo en cuenta lo anterior nuestra pre-
plia de la sociedad que dice estar de acuer- gunta fundamental; a saber, ¿cuál es la fun-
do con la reinserción de los excombatientes ción de la universidad en la construcción de
y hablan de una paz con justicia social, no la paz? adquiere más fuerza y nuevos senti-
podemos desconocer cómo otra porción de dos. Hablar sobre la paz, conocer la histo-
colombianos creen que un posible acuerdo ria del conflicto y entender sus dinámicas es
sería un premio a las guerrillas y con ellas a un ejercicio interesante y apropiado, mas,
todos los que no respetan el monopolio de la ¿quiere decir que sea suficiente? Eviden-
fuerza por parte del Estado. temente es fundamental y necesario, pero
Pensar en toda la sociedad va más allá ¿es la única función que debe desempeñar
de nuestro propósito; por tal razón, en vez de la academia? A continuación expondremos
pensar en “la sociedad” queremos pensar en por qué creemos que no lo es. La academia
nosotros como miembros de la comunidad debe educar para la paz; no solo teorizar so-
educativa y al hacerlo el cuestionamiento bre la necesidad de esta sino ser un verda-
cambiaría. En vez de preguntarnos ¿está- dero escenario de construcción de paz.
preparada la sociedad colombiana para la Construir un país en paz es un proceso
paz? nos preguntaremos: ¿está la comuni- difícil e interminable; más aún, algunos aca-
dad educativa lista para la paz? O, con el fin démicos dirán que es casi imposible pues el
de ser más propositivos: ¿Qué ha hecho la conflicto es la base de las sociedades. Por tal
comunidad educativa para aportar a la paz? razón, en el presente apartado nos concen-
traremos no en la función de la universidad
Educación sobre la paz o Educación en la construcción de la paz como ideal sino
para la paz. en el momento histórico que estamos vivien-
do en Colombia. Es decir, en el caso hipoté-
En el apartado anterior analizamos los que tico de firmarse un acuerdo entre la guerrilla
consideramos fueron dos de los principales de las FARC y el gobierno ¿Qué ha hecho y
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problemas de las pasadas agendas de paz qué debe hacer la academia para acompa-
y mostramos cómo, a pesar de las dificulta- ñar el proceso?
des, las actuales negociaciones en La Ha- Ya hemos nombrado lo que se ha hecho:
bana parecen enmarcarse en un escenario seminarios, foros y otros actos de encuen-
propicio para lograr un acuerdo. Ante este tro y discusión académica. Pero, si esto no
eventual acuerdo los análisis sobre los pros es suficiente, entonces ¿Qué más se debe
y contras de la agenda no se han hecho hacer? Según Victoria Fontan (2013), los co-
esperar, y la academia a su vez ha abier- legios y las universidades no sólo deben ha-
to varios espacios a partir de los cuales la blar sobre el proceso de paz sino ser agen-
sociedad ha conocido y discutido varios de tes de paz. Así pues, una educación para la
los temas más álgidos de la negociación. paz supondría educar a los estudiantes con
Así, durante el primer semestre del 2013 se valores diferentes a los del conflicto.
desarrollaron varios foros, seminarios, con- Teniendo en cuenta este postulado, para el
versatorios y espacios académicos en don- caso colombiano, una educación para la paz
de la agenda de paz se convirtió en el eje debe centrarse en desmontar las dinámicas
central de reflexión. del odio que llevamos a cuestas hace tantos 181
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años. Llevar como bandera el valor de la vida Para que por lo menos sea apropiada y re-
y cambiar el discurso de amigo-enemigo levante en el conflicto contemporáneo, la
por el discurso del perdón. De no hacerse, construcción de la paz debe estar arraigada
¿Cómo asegurarle a los desmovilizados que en las realidades subjetivas y empíricas que
no volverá a ocurrir otro exterminio como el determinan las necesidades y expectativas de
de la Unión Patriótica? las personas y responder a esas realidades
Después de tantos años de desintegra- (2007, p.58)
ción social los colombianos debemos estar
listos para perdonar y educar para que nun- Por tal razón debemos sentir la construcción
ca se vuelvan a repetir las barbaridades de la de la paz como algo propio sobre lo cual po-
guerra. ¿Cómo hacerlo? la respuesta está en demos trabajar.
continua construcción; solo diremos que una De nada servirá la firma de un acuerdo
educación para la paz debería poder acer- si la sociedad no apoya el proceso, no sólo
car a los estudiantes a la realidad de nuestro refrendando lo acordado sino sintiéndo-
país, haciéndolos sentir que pertenecen a se parte de ello. Lograrlo no es tarea fácil,
ella, no solo como espectadores sino como más aun cuando por tanto tiempo se nos ha
actores de cambio. educado para ver el conflicto entre buenos
Así, educar para la paz es educar para y malos, apoyando a los buenos y odiando
perdonar, para sentir la realidad como propia, a los malos. Sin embargo, el esfuerzo debe
no sólo analizando los acontecimientos como seguir dándose, reconociendo nuestro pa-
hechos académicos sino como hechos que pel en la construcción de un mejor país, ha-
en verdad nos interesan y nos tocan como blando sobre paz pero sobre todo actuando
colombianos; en palabras de Lederach: por la paz.
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 177-182
Referencias bibliográficas:
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duradera1.pdf
— Fontan, V. (2013). ¿Cómo debe ser la educación durante un proceso de paz? El país.com.co Recuperado de: http://www.elpais.com.co/elpais/
colombia/noticias/como-debe-ser-educacion-durante-proceso-paz
— García, M (2001, Diciembre). Veinte años buscando una salida negociada. Aproximación a la dinámica del conflicto armado y los procesos de
paz en Colombia 1980-2000. Controversia,179, pp.11-41.
— GMH. (2013). Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad. Informe general grupo de memoria histórica. Bogotá: Imprenta Nacional.
— Lederach, J (2007). Construyendo la paz. Reconciliación sostenible en sociedades divididas. Bogotá: Códice.
182 — Montaña, T. (2008). Participación y paz. Bogotá: Indepaz.
Entrevista
entrevista
EDITORIAL
“La guerra en Colombia dejó
de ser el mecanismo adecuado
para acceder al poder”:
Felipe Torres
Entrevista a Carlos Velandia
Por Mauricio Hernández Pérez1
En Septiembre de 2012 el Gobierno Colombiano, estos puntos ya ha habido acuerdos; sin embar-
en cabeza del Presidente de la República Juan go, la totalidad de los mismos (y de la agenda
Manuel Santos, anunció el inicio de conversacio- en su conjunto) sólo se conocerán hacia el final
nes con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de del proceso pues, como lo ha señalado el mismo
Colombia (FARC) con el objetivo de buscar una Presidente Santos: “nada está acordado hasta
salida política y negociada al conflicto armado. que todo esté acordado”.
La noticia fue sorpresiva, toda vez que la posibili- Voces en pro y en contra del proceso no se han
dad de un acercamiento entre el grupo insurgen- hecho esperar a medida que este avanza; e in-
te y la institucionalidad se planteaba como algo dependiente de los resultados últimos que se ob-
más bien lejano. Pese a esto, y en contra de todo tengan, lo cierto es que la oportunidad por la que
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 185-194
pronóstico, hoy día y sin un cese bilateral del fue- atraviesa el país para pensarse sobre algunos de
go, las conversaciones se suceden en La Haba- sus temas estructurales es ahora más oportuna
na Cuba sobre la base de la firma, por ambas que nunca.
partes, del denominado Acuerdo General para la
La negociación, sin embargo, se está dando
terminación del conflicto y la construcción de una
únicamente con una de las fuerzas insurgentes
paz estable y duradera y en el que se contemplan
hoy persistentes, y la posibilidad de incorporar o
algunos “mínimos” sobre los cuales las conver-
abrir un escenario de conversaciones futuro con
saciones han tenido, tienen y esperan continuar
el Ejército de Liberación Nacional (ELN) es más
manteniendo desarrollo.
bien tímido aunque no del todo descartable.
Los temas sobre los cuales este acercamiento ha
Bajo este contexto, el Instituto para la Pedagogía,
avanzado es ya bastante conocido por la opinión
la Paz y el Conflicto Urbano, IPAZUD, entrevistó
pública; a saber: política de desarrollo agrario
a Carlos Velandia (mejor conocido como Felipe
integral, participación política, fin del conflicto,
Torres), Excombatiente del Ejército de Liberación
garantías de seguridad, solución al problema de
Nacional (ELN) y quien contó en su momento con
las drogas ilícitas, víctimas e implementación,
cargos de dirección en la agrupación durante la
verificación y refrendación. Sobre el primero de
1
1 Coordinador de la línea de Investigación en Memoria y Conflicto del Instituto para la Pedagogía, la paz y el Conflicto Urbano de la
Universidad Distrital – Ipazud-. 185
entrevista
EDITORIAL
lucha clandestina. Este hombre dedicado hoy a del ELN. Si bien la opinión de este excombatiente
la investigación por la paz y a la promoción de la no representa la posición oficial de la agrupación
misma, presenta en esta entrevista aspectos de armada, sí da cuenta de algunos elementos inte-
su vida personal así como un balance general so- resantes en materia de construcción de paz por
bre las conversaciones entre el gobierno colom- parte de una persona quien conoció y estuvo por
biano con las FARC, la situación “excepcional” dentro de la lucha armada, tanto en sus aspectos
en la que nos encontramos hoy en día, así como logístico-operativos, como en sus planteamien-
un análisis sobre la agenda en curso y las limita- tos ideológicos.
ciones e implicaciones que tiene un proceso de
Palabras clave: ELN, FARC, agenda, paz, poscon-
paz en Colombia sin contar con la participación
flicto.
Ciudad Paz-ando Bogotá, primer semestre de 2013. Vol. 6, núm. 1: págs. 185-194
paz, era lo menos que se podía pensar por- las insurgencias, que son conscientes que
que alguien que hablara de paz dentro de por cincuenta años han obtenido un determi-
ese contexto era objeto de sospecha. Viene nado nivel y acumulados, los que a mi juicio
un nuevo gobierno, y Juan Manual Santos deben preservar y deben buscar potenciarlos
expresa de manera pública en su discur- en otro tipo de escenarios; en el escenario de
so de posesión que quiere hablar de paz y la lucha política, en el espacio de democracia
habla de una puerta abierta para la paz y ampliada. Ya no es posible seguir mantenien-
habla de una llave; ese lenguaje simbólico do esos acumulados a través de la guerra.
reflejaba una disposición a abrir un espa-
cio para el diálogo y la negociación que se (M.H): ¿Qué diferencias encuentra entre el
complementa también con las expresiones ELN al cual usted perteneció y el ELN de
públicas que hicieron el Ejército de Libera- hoy día excluido de una mesa y de un pro-
ción Nacional y la guerrilla de las FARC, que ceso de negociación?
también coincidió con un gobierno en plan-
tear la necesidad de ese escenario. (C.V): El ELN es un continuo, no es estáti-
co, ha sido una organización que la he visto 187
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crecer. Uno, porque fui un militante muy ac- mita una serie de transformaciones para el
tivo y en cierta forma hasta protagónico en país que le lleven bienestar y le lleven justicia
la obra colectiva - no personal -de construir social a las gentes.
unos perfiles políticos, ideológicos y obvia- Podríamos decir entonces que el con-
mente militares. Recuerdo que en un tiempo cepto de democracia adquiere mucho más
remoto hablábamos de la guerra popular valor. Ya hubo una época donde el ELN va-
prolongada; de la toma del poder. Yo soña- loraba, por ejemplo, la inutilidad de los pro-
ba, y me veía sentado en un tanque de gue- cesos electorales; la mirada sobre la lucha
rra entrando a la plaza de Bolívar junto con electoral que hoy tiene el ELN es distinta, es
una fuerza triunfante de ejército guerrillero y mucho más cualificada, mucho más contem-
de insurrección social que nos tomábamos poránea. Entonces estos son aspectos muy
el poder y que empezábamos a construir una progresistas en la formulación de las ideas,
nueva sociedad: una sociedad socialista. De al punto que me llevan a mí a decir que una
esas épocas a acá, ha corrido mucha agua de las razones por las cuales yo dejo la lucha
bajo el puente, han pasado muchos años y armada para continuar defendiendo el idea-
obviamente, el país se ha transformado y las rio “Eleno” a través de la lucha política y creo
luchas también se van modificando. El ELN, que es posible seguir defendiéndola en un
a mediados de los años ochenta, evoluciona espacio de democracia ampliada.
en su pensamiento y pasa de una propuesta
de toma del poder a construcción del poder (M.H): ¿Y qué diferencias encuentra entre el
desde ya,desde donde seamos más fuertes. ELN y las FARC? ¿Considera usted que estas
Allí los revolucionarios estamos obligados a diferencias han sido determinantes para que
propugnar por transformaciones. Empeza- hoy día se entable un proceso de diálogo y
mos entonces a funcionar en algunas par- negociación con las FARC y no con el ELN?
tes, en algunas regiones del país donde no
estaba el Estado, ahora el Estado éramos (C.V): Lo determinante es sin lugar a dudas,
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Esto al momento de intentar resolver el
conflicto armado establece unas prioridades. (C.V): Los contenidos que se plantean para
Esa situación es la que vemos reflejada aho- la convención nacional son cinco bloques
ra en la mesa de La Habana. temáticos. El primero, donde están las refor-
mas al Estado y el fortalecimiento de la de-
(M.H): Para la época en que Álvaro Uribe mocracia para propiciar la inclusión de los
Vélez estuvo en la Presidencia, el ELN excluidos y permitir la expresión de las ma-
mostró más avances con el gobierno en yorías. El segundo, el modelo de desarrollo
materia de conversaciones; incluso se económico. El tercero, recursos y soberanía;
consolidó un formato de acuerdo denomi- que es un bloque muy importante y sobre
nado el “acuerdo base”¿Qué característi- todo en este momento cuando se plantea
cas tuvo este acuerdo? que la economía ha de tener una locomotora
minera; es decir, la locomotora de saqueo,
(C.V.): Este acuerdo base es un acumulado del expolio de los recursos por parte de las
que representa un gran trabajo entre un Esta- multinacionales. El otro tema tiene que ver
do y una organización insurgente. Ojalá no se con los territorios, la territorialidad y el tema 189
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de la tierra que está siendo abordado en la Al mismo tiempo aquí en América Latina
mesa de La Habana pero no en su totalidad. nuestro continente hoy por hoy es cuna de
Y un quinto tema es, nuevamente, el de so- revoluciones; es el único continente donde
beranía, pero que tiene que ver con cómo hay cuatro revoluciones en curso: la revo-
podríamos ser una nación, un país respeta- lución socialista en Cuba, la revolución Bo-
ble y respetado y cómo nos lograríamos re- livariana en Venezuela, la revolución ciuda-
lacionar de una manera libre con el mundo dana en Ecuador y la revolución comunitaria
entero sin necesidad de que tengamos que en Bolivia. Es donde se está produciendo
ser considerados como el patio trasero. pensamiento para resolver los grandes pro-
blemas en los contextos latinoamericanos,
(M.H): Usted sostiene que este es el últi- mientras que en Europa el pensamiento para
mo proceso de negociación al cual entra el resolver los grandes problemas no encuen-
país en tanto las condiciones están dadas. tra salida. El pensamiento político y filosófico
¿Cuáles son esas condiciones a las cuales europeo ha llegado a su tope y no se recrea.
usted hace referencia? ¿No es esto un ex- Antes las ideas que movían las revoluciones
ceso de optimismo? en el mundo venían de Europa, ahora yo creo
que América Latina le va a contribuir al mun-
(C.V): Bueno, usted habla de demasiado op- do con tesis revolucionarias y tesis de trans-
timismo. Los constructores de paz y los que formación. Entonces son nuevos contextos,
trabajamos estos temas de la paz hemos de son nuevas situaciones. Y las guerrillas tam-
ser optimistas por naturaleza porque si nos bién han comprendido que hay que intentar
cunde la derrota, si nos absorbe la derrota, no otras vías para acceder a las transformacio-
haríamos absolutamente nada. La paz es de nes como lo están haciendo los pueblos en
tercos, es de persistentes, es de consecuen- América latina.
tes y obviamente es de optimistas. Pero el op- Todas estas son razones que en conjun-
timismo mío es un optimismo razonado, es un to me hacen ver que es la oportunidad; no
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El país tal vez necesite unas fuerzas arma- dirección. El ELN todos los días y cada vez
das profesionales, tecnificadas, educadas, que tiene la oportunidad está llamando, “oiga
con una nueva doctrina de civilidad, de pro- aquí estamos, si es para la paz cuenten con
tección de los recursos, de defensa de las nosotros, queremos disposición”. Entonces
fronteras, de defensa de la soberanía y de esto es una situación que a mí me genera
protección y cuidado del ciudadano. mucha preocupación y es que puede ocurrir
Unas fuerzas armadas, si las logramos que en el momento que el gobierno decida
reducir a la mitad podrían llevarnos a noso- que ya es la hora de hablar con el ELN quizás
tros, al Estado colombiano, a liberar al me- para ese momento el ELN puede valorar que
nos, setenta mil millones de pesos diarios, y prefiere esperar un momento político distinto,
podemos invertir en educación, salud, vivien- con otro gobierno, quizás. Eso podría ocu-
da, en las necesidades que tiene la sociedad rrir y sería lamentable. Yo lo he dicho en un
para procurar el bienestar y la justicia social. artículo que publicaron en revista semana y
Es decir, es cambiar la guerra por desarrollo, que se titula: “en la demora está el peligro”.
la paz es desarrollo, es justicia social, a eso Retomo una frase de Eloy Alfaro en la que
es que hay que apostarle ahora. Yo creo in- plantea que en las oportunidades hay que 191
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y es dejar en la guerra y dejar en las mon- les y en los conflictos internos hay un fenó-
tañas a una organización que curiosamente meno de elasticidad; la agenda se alarga o
ha sostenido un diálogo con todos los go- se recorta dependiendo de la correlación de
biernos -aun con el más belicoso; con el que fuerzas. Si tú vas ganando la guerra tu agen-
ofrecía guerra y hacía la guerra - y este, que da será más grande, que fue lo que pasó
habla de paz, le vaya a voltear la espalda, con Pastrana; en el gobierno de pastrana las
sería bastante contradictorio. FARC ganaban la guerra, por eso su agenda
de trece grandes puntos y cien subpuntos
(M.H): Centrándonos en los puntos de ne- daban cuenta de la correlación de fuerzas.
gociación que se discuten en La Habana Este no es el caso; la correlación de fuerzas
hoy día, ¿Qué diferenciaría una agenda ha llevado a que la agenda se acote.
del ELN de una agenda de negociación de No creo yo que el ELN pueda pactar una
las FARC? ¿Qué relación, en términos de agenda mayor que la que ha logrado las
agenda, puede hacer entre estas dos agru- FARC con el gobierno.
paciones? Yo creo, puedo estar equivocado, que
192 una agenda posible para el ELN sería tomar
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como diseño básico la misma agenda de La pena seguir persistiendo en la discusión y en
Habana y sería –quizás suene un poco rudo el proceso de paz.
lo que voy a decir- hacer un “corte y pega”; Para mi es fundamental las expresiones
cortar en el punto uno donde dice: desarrollo de apoyo que se han venido desarrollando
rural y el tema agrario, y el cuarto punto donde desde diferentes sectores de la sociedad en
dice: cultivos de uso ilícito y en su remplazo favor del proceso, en favor del acuerdo que
pegar en el primer punto: desarrollo minero- sobre tierras se ha alcanzado.
energético y soberanía, y en el cuarto punto Pero también mucho más importante y
participación de la sociedad y democracia. mucho más disiente que el Presidente Lula
Los demás puntos son comunes para las dos Da Silva, que la Unasur en pleno,que el Pre-
organizaciones y el Estado en el propósito de sidente Maduro, que el Vicepresidente Joe
llegar a un final del conflicto armado. Biden de los Estados Unidos vean bien en-
caminado el proceso, que Naciones unidas,
(M.H): ¿Qué evaluación le merece el proce- que el señor Van Rompuy del Concejo Eu-
so de La Habana hasta lo que lleva hoy día? ropeo, que el Señor Durão Barroso, que el
Expresidente Felipe González de España,
C.V: Recientemente escribí un artículo que pero al mismo tiempo Rodríguez Zapatero
se titula “las cuatro patas de la mesa” en el expresen estos apoyos es muy disiente de la
que planteo que una mesa de negociación seriedad y del tenor de este proceso y de los
se soporta sobre cuatro grandes pilares o resultados que se están alcanzando.
cuatro patas: la primera pata, que las partes
expresen claramente que asumen el diálogo (M.H): ¿Por qué este capítulo de la paz
y la negociación con un propósito muy claro que estamos experimentado hoy día no
y que se comprometen con ese propósito: el es un proceso más entre la dinámica de la
final del conflicto armado; esa pata allí está y confrontación y la negociación a la que se
es muy sólida. ha visto abocada la sociedad colombiana
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Segundo, que haya una agenda concre- en su historia?
ta, una agenda alcanzable y una agenda que
en términos prácticos pueda ser discutible y CV: Hay una gran diferencia de este proceso
susceptible de llegar a acuerdos. respecto del proceso que se desarrolló hace
Tercero, que haya una sociedad dispuesta ya trece años. Ese proceso que se desarrolló
a apoyar este proceso de paz, que acompa- con Pastrana, ambas partes fueron a la mesa
ñe este esfuerzo y que reclame de la mesa y no a hacer la paz sino a ganar la guerra, es
que reclame de ese proceso unos resultados curioso. Es decir, Pastrana va a una mesa de
y que al mismo tiempo haya una comunidad diálogo y negociación con el discurso de la
internacional que esté arropando el proceso. paz, y las FARC van a la mesa de diálogo y
Y en cuarto lugar que haya resultados a la negociación con el discurso de la paz, pero
vista; es decir, que se demuestre que el pro- ambos tenían propósitos distintos.
ceso de diálogo es útil, que se está llegando Pastrana va en representación del Estado
a resultados y que la gente y la comunidad derrotado, que está sufriendo unos golpes te-
internacional observen que la paz es posible, rribles por parte de las guerrillas; y las FARC
que un acuerdo está cercano y que vale la van como la organización triunfante que quie- 193
entrevista
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re legitimar ante el Estado sus acumulados y de sesenta años. Se empieza a hacer inves-
sus victorias ante la comunidad internacional. tigación sobre la paz y a establecer métodos
Es decir, ninguno va allí buscando poner fin al y a establecer recursos; incluso a desarrollar
conflicto armado; van con propósitos distintos pedagogías sobre investigación para la paz
y desarrollan estrategias diferenciadas. y cómo hacer paces pero sólo después de
Mientras que estaban en el Caguán Ha- la segunda guerra mundial. Es una disciplina
blando hasta la extenuación sin abordar ni en el campo de la investigación y las ciencias
un solo punto de la agenda, el Presidente sociales muy nueva.
Pastrana convertía un ejército derrotado en Obviamente nuestros académicos preo-
un poderoso ejército que le heredó al Pre- cupados por el conflicto colombiano son
sidente Uribe para que pudiera obtener las mucho más profusos y escriben mucho
victorias militares que obtuvo. más sobre el conflicto porque esta ha sido
La situación de ahora es que con un ejér- la tendencia universal; escribir sobre las
cito tan poderoso y con unos recursos tan guerras, escribir sobre los muertos, escri-
impresionantes no fue posible derrotar a las bir sobre la violencia; es decir, hay mucha
guerrillas, y hay que buscar un camino distin- más literatura sobre esto que sobre las pa-
to y es el de la solución política negociada. ces. Y aquí en Colombia escribir sobre las
Obviamente las guerrillas de hoy no son las paces si es que es verdaderamente nuevo.
guerrillas de hace trece años, ni cuantitativa- Yo creo que aquí no tenemos más de veinte
mente ni en su poder de letalidad, ni en su años de literatura sobre paces y nos falta
poder bélico. Pero en esto nos podemos pa- hacer mucho más.
sar veinte o treinta años más. Pero todavía nos falta, más que escribir,
desarrollar pedagogías para la construcción
(M.H): Usted actualmente se encuentra de paz, para la generación de cultura de paz,
haciendo consultorías en materia de paz y para el sostenimiento de la paz, que es una
conflictos. Desde esta perspectiva, ¿cómo tarea que tendrá que venir de manera inexo-
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Reseña
EDITORIAL
RESEÑA
La Nación Vetada:
manual para entender
Reseña escrita por: Andrea Arboleda Barrios
Politóloga de la Universidad de los Andes y Candidata a Magister en Historia en la misma universidad.
Correo electrónico: andrearboleda@gmail.com
Uribe López, Mauricio. (2013). La nación ve- A partir de la pregunta fundamental por la
tada: Estado, desarrollo y guerra civil en Co- duración y prolongación de la guerra civil
lombia. Bogotá: Universidad Externado de colombiana, el autor explora las respuestas
Colombia. 346 p. desde dos de las principales características
de la estructura social y política del país: el
Una lectura refrescante que propone ele- estilo de desarrollo y el veto a la Nación. Es
mentos novedosos para la esquiva com- desde allí que el texto aborda la existencia
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prensión de la historia del conflicto armado de una guerra civil prolongada en Colombia,
y su consecuente violencia es la que ofrece relacionada ésta con los intereses conserva-
el profesor Mauricio Uribe López en La Na- dores que le han impuesto vetos a la cons-
ción Vetada: Estado, desarrollo y guerra civil trucción de Nación.
en Colombia. Partiendo también de la premisa que
Con el imperativo ético que le impone el ha- apunta a que el estilo de desarrollo nacional
ber nacido en medio de una generación que ha tenido un sesgo anticampesino que no ha
sólo conoce un país en guerra, Uribe López creado ni permitido las condiciones propi-
enmarca su interés académico en la exigencia cias para el fin de la guerra, Uribe López in-
biográfica de entender la guerra. Es así como corpora su preocupación por la distribución
en La Nación Vetada se nos ofrece un trabajo del ingreso y la propiedad en Colombia y en
en el que las dimensiones histórica, teórica, otros países con guerras prolongadas y sig-
político-institucional y socioeconómica se te- nificativa inequidad.
jen alrededor de una cuidadosa metodología A partir de argumentos histórico-políticos,
a través de la cual el autor logra conclusiones como la ausencia de una estación populista
contundentes y esclarecedoras. en Colombia, el autor rescata el antiestatismo 197
EDITORIAL
RESEÑA
de las élites, cuya búsqueda por perpetuar sis a la interdisciplinariedad que obliga a po-
su estatus ha logrado subordinar los intere- ner a prueba las hipótesis ya conocidas sobre
ses del Estado frente a los de la burguesía guerra y violencia en Colombia bajo la mirada
cafetera, los terratenientes y los industriales. enriquecedora de economistas y politólogos,
Si bien no es el objetivo central del autor, conjunción que representa el profesor Uribe.
no debería ser posible leer La Nación Veta- Si bien su visión es integral, pues recoge
da sin tomar sus contribuciones para intentar los diversos enfoques a partir de los cuales
comprender de manera serena las actuales se ha estudiado la violencia en Colombia,
negociaciones entre el Gobierno nacional una de las bondades del texto de Uribe es el
y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de riguroso estado del arte. Un estado del arte
Colombia – FARC, especialmente sobre las que debería provocar preocupación entre los
tierras y la organización de la producción historiadores ocupados de la reflexión sobre
agrícola en el país. Pese al pacto político- la violencia en Colombia, respecto a si es-
metodológico en La Habana sobre la publici- tamos definitivamente condenados a utilizar
dad de la información (“nada está acordado sólo fuentes secundarias. Textos juiciosos
hasta que todo esté acordado”), la distribu- como La Nación Vetada nos recuerda a las
ción de tierras, la producción agrícola y la y los historiadores la deuda pendiente que
actualización catastral, constituyen algunos tenemos con la tarea de volver al archivo en
de los principales temas del acuerdo parcial búsqueda de fuentes primarias.
ya alcanzado entre Gobierno y FARC. Todos, Las provocadoras tesis del autor acerca
temas que vale la pena interpretar a la luz de del sesgo anticampesino del estilo de desa-
los elementos de La Nación Vetada. rrollo y la desidia del Estado a lo largo del
De esta manera, sin pretender “desmem- tiempo frente al desarrollo agrario, deben in-
brar” una obra compacta y bien concebida, vitar a las y los investigadores a revisitar el ar-
las diversas dimensiones de la obra aportan chivo en busca de evidencias que refresquen
fuentes y mecanismos valiosos, algunos de el estudio de la violencia en Colombia, de
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los cuales, bajo el criterio de quien escribe, manera que desde la historia como disciplina
vale la pena retomar aquí, entre los tantos aportemos al debate vigente que sigue sien-
que ofrece el documento. do abanderado por sociólogos, economistas
De particular importancia para alguien en y politólogos con sus propias herramientas
el camino de la formación histórica constitu- teóricas y metodológicas.
ye la elección de Uribe López por el enfoque Entre los diversos aportes de la dimensión
del institucionalismo histórico, cuyos recursos teórica de La Nación Vetada están al menos
heurísticos “usan la historia no tanto como dos que son pertinentes aquí. Por un lado,
ilustración, sino como explicación” (p.38). la fundamentada opción del autor por la de-
Acostumbrados como estamos los lectores nominación del conflicto colombiano como
interesados a encontrar los “recursos histó- una guerra civil, sin timidez. Uribe López
ricos” como telón de fondo que, a partir de pone de presente cómo desde 1958 y has-
la elección determinada de fechas y datos, ta 20031 se han enunciado y concebido, a
ayuda a legitimar tesis preconcebidas y pre-
juiciadas, La Nación Vetada desafía a las y los 1 El autor hace un recorrido por las fuentes que han aborda-
do el tema de interés desde el libro de Guzmán, Fals Borda &
198 historiadores a integrar el objeto de sus análi- Umaña (1964), a partir del valioso material de archivo recopilado
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RESEÑA
través de distintas publicaciones y grupos de Esto implica que el enfoque de economía
intelectuales en Colombia nuestra Violencia, política que usa el autor se refiere a la con-
nuestra guerra, nuestro conflicto armado. Es sideración de las dimensiones políticas del
así como el autor opta por la categoría de paisaje económico en una escala macro, an-
guerra civil para el caso colombiano a partir tes que el de la explicación económica de los
de los límites establecidos por el Centro de fenómenos políticos.
Estudios para las Guerras Civiles del Instituto En materia político-institucional, la insis-
Internacional de Investigación sobre Paz de tencia en que el estilo de desarrollo es resul-
Oslo –PRIO- y el Uppsala Conflict Data Pro- tado de la morfología que adquirió el Estado
gram –UCPD- del Departamento de Paz e gracias al inmovilismo y a las transacciones
Investigación de Conflictos de la Universidad dentro del bloque en el poder, parte del con-
de Uppsala. Tales umbrales proporcionan senso rastreado sobre la debilidad del Estado
“un criterio razonable, al definir un estándar colombiano y delimita con precisión una de
mínimo que permite incluir dentro de la cate- sus grandes características políticas: el veto a
goría de ‘guerras civiles’ todos los casos de la Nación. Veto que se ha visto históricamente
violencia a gran escala” (p.64). expresado en la preferencia de las élites por
Por otro lado, la rigurosidad teórica del el antiestatismo, que se traduce en la incapa-
texto oxigena, a partir de la economía política cidad del bloque en el poder para construir
del desarrollo y su concepción de estilos de consensos y orientar la construcción estatal.
desarrollos, la siempre vigente relación entre La preocupación del autor por fenómenos
las condiciones de concentración y desigual- como la pobreza y el desempleo determina
dad, particularmente entre la población cam- las unidades de investigación en la dimensión
pesina, y los factores que han determinado la socioeconómica de La Nación Vetada, y se
larga duración de la guerra civil en Colombia. constituye en el instrumento de Uribe López
Uribe López incorpora la noción de estilo de para contradecir la simplificación del nexo
desarrollo de Aníbal Pinto (2008) como parte causal de la guerra con la desigualdad, y más
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esencial del contexto explicativo de la recu- aún la desigualdad bajo la óptica única de in-
rrencia de la guerra civil, y su consecuente dicadores como el ingreso o el índice de Gini.
violencia sociopolítica. Finalmente, con el propósito de obtener
La adopción del concepto de estilos de elementos de juicio para leer la coyuntura
desarrollo da cuenta que significan las conversaciones entre el
Gobierno nacional y las FARC, es especial-
no sólo del crecimiento económico sino tam- mente recomendable el cuarto y último capí-
bién de las dinámicas acumulativas que refuer- tulo de La Nación Vetada, “Senda rawlsiana
zan las tendencias hacia una mayor o menor y sesgo anticampesino”, en el que el autor
desigualdad. Aquellas forman parte el conjunto vincula la solidez teórica desprendida del es-
de procesos que contribuyen a la explicación tilo de desarrollo “mediocre y concentrador”
de la persistencia de la guerra civil (pp.53-54). con los eventos históricos o coyunturas críti-
cas (en 1964 el surgimiento de las FARC, y
por la Comisión Nacional Investigadora de las Causas y Situa-
en 1972 el Acuerdo de Chicoral) que pueden
ciones Presentes de la Violencia en el Territorio Nacional, crea- ayudar a interpretar los acuerdos parciales
da en 1958; hasta el Informe Nacional de Desarrollo Humano
(PNUD, 2003). logrados en La Habana. 199
EDITORIAL
RESEÑA
Referencias Bibliográficas
— Guzmán, G; Fals Borda, O & Umaña, E. (1964). La violencia en Colombia. Bogotá: Taurus.
— Pinto, A. (2008). Notas sobre los estilos de desarrollo en América Latina. Revista de la Cepal. 96, diciembre, pp.73-93.
— PNUD. (2003). Informe Nacional de Desarrollo Humano para Colombia 2003: El conflicto, callejón con salida. Bogotá: Panamericana
Archivos de prensa:
— Detalles del primer acuerdo de La Habana. (2013, 2 de junio).
200 — Tierras sí; constituyente no. (2013, 24 de junio). El Tiempo.
Revista
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(Jaramillo, 2012, p.124)
Cita en la bibliografía:
– Jaramillo, J. (2012). Representar, narrar y tramitar institucionalmente la guerra en Colombia: una
mirada histórico –hermenéutica a las comisiones de estudio sobre la violencia. En García, R;
Jiménez, A; Wilches, J. (eds). Las víctimas: entre la memoria y el olvido (pp.121-136). Bogotá:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Artículo de revista:
Cita dentro del texto:
(Arbeláez, 2001, p.20)
Cita en la bibliografía:
– Arbeláez, M. (2001). Comunidades de paz del Urabá Chocoano. Controversia, febrero, 177, pp.11-40.
Documentos de internet:
Cita dentro del texto:
(Rodríguez, 2002)
Cita en la bibliografía:
– Rodríguez, F. (2002). Fukuyama y Huntington en la picota. Recuperado de: http://nodulo.org/ec/2002/
n009p07.htm (2013, 24 de mayo).
• Las notas a pie de página deben emplearse exclusivamente para presentar comentarios, aclaraciones
o información sustantiva. 203
En el anterior número ...
Editorial
Memoria, acción y espacios públicos 3
DOSSIER Otras voces
Teoría crítica y estrategia Memoria heroica popular vs guerra de baja intensidad 89
contrahegemónica. Hacia una lucha Observatorio Social de Derechos Humanos
social por la memoria en Colombia 9 de Bosa, La diferencia hace la diferencia 105
Recuperemos nuestra(s) historia(s): Notas al margen
jovenes que hacen ciudadanía. Los elegidos y los emergidos 117
Localidad de los Mártires en Pensando regiones
el Distrito Capital 21 Justicia comunitaria en los Llanos del Yarí, Caquetá.
El uso de la violencia sexual por parte La justicia ¿al margén de qué? 127
de los paramilitares en el Caribe Entrevista
Colombiano. Estrategias de expansión “DEBEMOS AVANZAR EN UNA VISIÓN DE LOS CAMPESINOS
y consolidación de la “sociedad COMO CIUDADANOS COLOMBIANOS QUE TIENEN POSIBILIDADES
del buen orden” 37 DE MOVERSE EN LA ESFERA RURAL Y URBANA”. Entrevista a
El papel de la imagen, el imaginario Absalón Machado. 151
y memoria política en Colombia 53 Desde LA CÁTEDRA
Las memorias del conflicto armado Entre deudas y logros: Algunas reflexiones sobre
y la violencia en Colombia: Ciudad Bolívar la Cátedra Democracia y Ciudadanía 161
como referente de mantenimiento de Reseña
memoria colectiva significativa en Bogotá 71 Falla del sistema: favor reiniciar! 167
Teoría y praxis en materia de paz. Aportes del CINEP a la configuración
de un nuevo campo de estudios en Colombia
Fernando Sarmiento Santander
“La guerra en Colombia dejó de ser el mecanismo adecuado para acceder al poder”: Felipe Torres.
Entrevista a Carlos Velandia
Mauricio Hernández Pérez
UNIVERSIDAD DISTRITAL
FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS