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Aponte.

Calcagno, Francisco, 1827-1903.


Barcelona, Tipografía de Francisco Costa, 1901.

https://hdl.handle.net/2027/uc1.31210006069114

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LIBRARY

UNIVERSITY OF CALIFORNIA
RIVERSIDE
11

1
APONTE
POR

FRANCISCO CALCAGNO

TOMO I

BARCELONA

TIPOGRAFÍA DE FRANCISCO COSTA


60 , Calle de Aribau , 60

1901
1

PRÓLOGO

Día 9 de Abril de 1812. Próximo á la casa


que llamaban del Obispo , punto donde empezaba
el camino de San Luis Gonzaga , hoy calzada de
la Reina , la multitud absorta contempla un es
pectáculo repugnante , monstruoso , posible sólo en
la Habana en aquellos tiempos .
En el interior de una jaula de hierro , encla

vada sobre un poste de dos metros , custodiada


por dos hombres armados , una cabeza humana
se ofrece á la espectación pública .
En mismo día , otra cabeza de muerto se
el
exhibía en el puente del Horcón , hoy de Chaves .
La cabeza expuesta en San Luís Gonzaga es de
un negro , la del puente del Horcón es de un mu
lato .
Exangüe el rostro , cárdenos y contraídos los
labios, que ocultan apenas unos dientes blancos
y afilados como los del cocodrilo , los ojos sangui
6 APONTE

nolentos, inflados y medio abiertos , revelando la


muerte por asfixia ; un olor nauseabundo que im
pregna la atmósfera , las moscas zumbando en
derredor , y el populacho abyecto , como fascinado
ante aquella asquerosa obra humana , de la que
esperaba el elemento oficial saludable escarmien
to para malhechores y tranquilidad material para
la gente honrada .

Tal el cuadro . Atentas ante todo a la seguri


dad de la colonia , fácil era que las leyes de Indias
prescindieran de las apariencias , cuando el mal
vado que se castigaba ó suprimía era de la raza es
clava , tanto más temible por su número , por el
trato que se le daba , y por el innegable derecho
que tenía á reclamar y aspirar . De medio millón
de almas que poseía Cuba , 300.000 eran esclavos ,

los
y eso imponía el lujo de crueldad en castigos

;
era preciso probar que sabíamos precaver ya que ,

consideraba lógico
no

ilustrar Todo terror


es se

y
.

saludable que orden suprema necesidad del


el
;

estado
.

La publicidad hacía imprescindible públi


se

pública
la se

cas eran las ejecuciones espectación


;
á

ponía del ajusticiado


de
en

calle
y la

la

cabeza
,

por las esquinas otras calles públi


de

Picota
,

distribuía azote por manos del ver


se

camente
un el

,
tal

dugo En caso particular abonaba cierta


si
,
.

aquella azotaina
de
se

cantidad reo libraba


el

y
,

,
APONTE 7

pasaba la esquina siguiente ; si al pasar frente


á

á una iglesia en oficio , el clérigo , ya avisado y auto


rizado , se interponía con el sacramento , el reo se
salvaba del castigo corporal y pasaba á presidio .
Debemos advertir , sin embargo , que la inmun
da costumbre de exhibir cabezas de fascinerosos ,
antigua en la Península , concluyó mucho antes
de la extinción de la esclavitud . Creemos que la

última en Cuba fué la del bandido Juan Fernán


dez , alias , el Rubio , expuesta en el puente de
Chaves en el año 34 , por los primeros días del
gobierno de D. Miguel Tacón .

II

La cabeza que el 9 de Abril de 1812 , se exhi


bía en el puente del Horcón , era desconocida del
pueblo , y nadie contestaba cuando alguno inqui
ría quién era había sido el decapitado .
ó

La quese hallaba en San Luis Gonzaga era


la de José Antonio Aponte . A éste sí lo conocía
el pueblo , porque el nombre del funesto “ Cabeci
lla

que así por antonomasía llamaba ya era


se
le

,

proverbio nuestro lenguaje provincial


en

.
en

Más malo que Aponte Quién Cuba no ha


¿

"

oído alguna vez esa frase


?

origen
su

No todos conocen puesto que una


y
,
de

que
de

las obras caridad nos manda enseñar


al
8 APONTE

no sabe , diremos que el Antonio Aponte fué un ne


gro de alma tan negra como su rostro , y no deci
mos esto porque conspirara contra blancos , y pre
tendiera realzar el decaído espíritu de los suyos ;
que eso no fuera más que amor á la dignidad de su
raza .
Pero nada menos pretendía , que fundar un impe
rio negro sobre las ruinas de la colonia blanca ,
proclamándose emperador , a la manera de Dessali
nes , ó Christophe que á la sazón era
de aquel
Enrique I rey de Haity
; y esto se había de conse

guir , asesinando á todos los blancos y quedándose


con las blancas , para servicio doméstico y otros
usos . Romulo , mandando matar sabinos y guardando
sabinas es un inocente al lado de nuestro Aponte .
Como simple rebelde pudiera merecer perdón y
hasta respeto ; pero según revelan las crónicas , era
el carácter menos digno de emprender la regenera

ción de su raza , el tipo menos apropósito para hacer


el papel del Louverture cubano . Toussaint Louver
ture tuvo grandes cualidades ; se le obligó á veces á
ser sanguinario , las circunstancias lo llevaron hasta
aparecer traidor ; el sólo episodio de sus hijos Isaac
su las

y Plácido víctimas de
, arterias del Primer Cón
justificar
su no

sul bastaría crueldad pero cabe


á

;
,

pue
de

de

dudar que mereció título salvador


el

al :

No agraviemos memoria comparándolo


su

blo
.

abecilla Aponte
,
APONTE 9

Obscurísimo y envuelto en tinieblas aparece el


origen de éste : hay quien supone que era africano ,
quien que hijo de la Habana , siendo esto lo más
probable , pues como tal aparece en la sumaria , y
no falta quien , porque fué esclavo de un Delmonte ,
lo crea oriundo de Santo Domingo .

Parece que hacia fines del siglo pasado ( no re


cuerdo donde leí esto ) vivía en un tugurio miserable
de una estancia de labor , cita en lo que hoy se llama
Pueblo Nuevo ; y tampoco sé donde he leído , que re
zando hipócritamente , con golpes de pecho y alza
miento contrito de ojos al cielo , solía acompañar el
rosario que de la iglesia de la Merced , salía todas
las noches a cantar rezos y recojer lismosnas por
las calles de la Habana . A peseta los padrenuestros ,

á real cada avemaría , diez centavos por un gloria


patri , canturreado á dos voces con violín y clarinete ;
tales eran los precios del último perpetrado en Gua

nabacoa , hasta que los pilluelos lo acabaron á pe


dradas .
Que era Aponte santurrón y supersticioso no
cabe dudarlo : en la casa en que vivía tuvo á espec

tación pública un retablo de la imágen de Jesús , y á


esto , según Latorre , debió su nombre la calle de
Jesús Peregrino , que aún hoy lo lleva ; que á la per

versidad y la audacia unió la astucia , también es no


torio , pues supo enaltecer á la abyecta raza que lo
proclamaba Emperador de Cuba .
10 APONTE

Cuando prisionero en la reñida acción de Peñas


Altas , sepulcro de tantos héroes ignorados de quie
nes la Historia injusta , salvo los de Orihuela y
Quintero , ni el nombre conserva , tendría de edad
unos cuarenta años . Aponte y ocho de sus secuaces
fueron encerrados en la Cabaña donde el licenciado
Rendón , fiscal de la causa , pasó dos meses , sustan
ciándola con tal maestría que mereció el Real agra
do , significado más tarde con el título de vizcondesa
de Peñas - Altas , conferido á su viuda .
Todos fueron condenados á muerte y el día 8 de
Abril los nueve cadáveres , pendientes de sus res
pectivas horcas , se ostentaban visibles desde la Ha
bana , en las alturas de la Cabaña . Desde el mue
lle

por las calles desde los balcones azoteas aun

y
,

,
,

escasas las multitudes miraban con lentes aquel


,

espectáculo repugnante salvador


y

ajusticiados
de

Dos los eran mulatos uno


el

el
,
:

Trinitario tipo conocido


en

los anales del crimen


,

;
otro que llamaba atención por sus facciones
la
el

semicaucásicas era desconocido por las turbas y


,

por eso muchos preguntaban


en

vano porque estaba


allí su cabeza
.

III

ara explicar origen


de

se

esa cabeza ha es
el

crito presente historia


la

,
A PONTE

CAPÍTULO PRIMERO

Pílades y Orestes

Siempre se les veía juntos : frecuentaban los mis


mos cafés, bailaban con las mismas compañeras ,
jugaban en los mismos garitos . Si uno carecía de
fondos era porque el otro tambien estaba sin blanca ,

si éste se enamoraba aquél también y de la misma


dama .
El uno se llamaba Belisario Cortés , el otro res
pondía al nombre de Alberto Goylan : el primero era

alto , delgado , un arrogante mancebo ya decadente ,

el segundo es bajo , rechoncho , más simpático que


bello ; aquél es un segundón de noble casa , éste un
hijo de familia honrada ; ambos poi lo regular de
buen humor , aunque a menudo bolsiescuetos .

Respectivamente treinta y treinta y dos años .


Verdaderos tipos del hijo de colono enriquecido .
12 APONTE

pasear , beber , discutir en contínuas controversias ,


enamorar damas casadas , deshacer reputaciones ,
darlo todo á barato , no creer en dioses ni diablos ,
echarla de valientes ; tales eran sus ocupaciones co
nocidas .

Allá van calle abajo por la de Ricla , hacia la


puerta de la Muralla , a la caída de una tarde de Fe
brero , tan bella como una mañana de Mayo . Des
pués de pasar una noche toledana la regozaban re
produciendo en memoria y palabras todas sus peri
pecias .

Belisario , aunque dos años menor , representaba


cinco ó seis más que Goylan . Ojos amortecidos y
tempranas arrugas en pálido semblante , zona amo

ratada al sur de los ojos , alguna imprudente cana


prematura , visibles anuncios de precoz calvicie ,
suelen ser claro indicio ó de grandes pesares , ó de
dilatadas privaciones : aquí lo eran de eslabonados
placeres y licenciosos desórdenes .
Ambos pertenecian al Círculo Antillano , socie
dad de baile y juego , que por estar presidida por
un tal Jacobo Ortiz , la juventud había dado en lla
mar Club Jacobino ( por aquél , más recordado entón
ces , que tanto sonó en los fastos de la gran Revolu
ción ) y eran asiduos concurrentes al Café del Noy ,
lugar de placer , sito en un jardín por el recinto de la
antigua muralla .
Se dirigían pedibus andando , y ocultamente ar
APONTE 13

3 mados , que no era sano entonces ir por las calles


sin un arsenal de defensa , á casa de una llamada
Panchita la Codorniz mulatica muy mas allá de los
,

quince , que vivía en las afueras , allí donde entre


ciénaga , lodo , maleza , y basureros se esbozaba el
barrio de Jesús María .
Era el santo de la mulata y lo celebraba con risa
y baile , arpa y violín , dulces y licores .
Panchita la Codorniz , era protegida de Ana Luisa ,
Condesa de San Marcos , y á la generosidad de ésta

debía el poder entregarse al presente sin preocupar


se por elmañana , como que su madre había sido
nodriza de la dicha Condesa . Su verdadero apellido
era La Calle , y por ser este nombre muy común , Al
berto tuvo la humorada de afrancesarlo en La
Caille , y Belisario lo reespañolizó en su equivalente
Codorniz .

El segundón de casa noble se ocupa en hacer


inempeorables versos para las damas , improvisar ,
en festines , poner gacetillas en saludo de natalicios ,
en los periódicos de la época : El Lince , El Esquife ,
La Cena , El Hablador , El Mensajero y otros , naci
dos al soplo germinal de una transitoria prensa li
bre que tuvimos por aquellos días . También se ocu
pa en aprender de memoria trozos de Zequeira y
del Padre Capacho , únicos poetas que hasta allí
habíamos tenido .

El hijo de familia honrada , ya por su afición á la


14 APONTE

heráldica , ya con et objeto de alternar con la clase


alta , se ocupa en confeccionar un libro nobiliario de
la aristocracia habanera , con noticia de origen ,
· proezas , cruzamientos , y mucho hablar de prosapia
excelsa y preclaros blasones , y mucho halagar va
nidades y mucho esperar premio por sus desintere
sadas lisonjas .
Se le aplaudía , como no podía ser menos
, en una

sociedad esclavista que cuánto más humilde y humi


,

llado un país tanto más tiene tendencias aristocráti


cas . La causa era la esclavitud : donde hay una cla
se inferior á todo lo inferior, despiértase el deseo de
alejarse de ella , y esto enjendra el furor de las dis
tinciones : el labriego de Galicia ó de Canarias que
no aspira más que á vecino honrado , aquí se aplica
un don y no sirve por que hay c ! ase inferior que
sirva .
Mientras caminan nuestros dos héroes , charlan
y disputan sobre diversidad de asuntos triviales .
Dice el hijo de familia honrada :
-En esa pretensión te llevarás chasco ; esa Ana
Luisa , es la virtud personificada ; tan firme como
guapa .
Y contesta el segundón de casa noble :
-Yo entiendo que esas virtudes son del siglo pa
ya
se

ella no se rinde porque rindió


... ...

sado ;
.

-¡Cómo has conseguido


¿

?
!

;yo

-No
no

pero otros

,

.
APONTE 15

-¿Quién ?
-Eseforastero rico que parece un chino , que la
sigué á todas partes : el Marqués de

...
-¡Ah Repersaria como dice Panchita
de

la

,
,

.
!

Codorniz
.

-Represalias triun

no
mismo triunfo

si
ese
,

,
fará
.

despecho do
yo
-¡Vamos creo que
chico

te
el
,

Yo creo que

de
mina ciega peor enemigo
te
y

el
.

es de

una mujer aquel que ella recibió calabazas La


es

.
condesa de San Marcos intachable

.
-No creo fiel mujer que no ama ma

en su
la
á

á
ignorar
no

rido puedes que pasó esa


y

lo
,

boda
.

-¿Que pasó
?

-Que ella debió casarse con hacendado Juan


el

interpuso
se

Pérez Labastida pero señor Conde


el

y
,

triunfó título
el

-Es decir que obligaron sus padres enviar


la

á
de

San
se

paseo Juan Pérez hizo condesa


y
al
á

Marcos
.

-Item Juan Pérez llevó un garrotazo


se

más
el
,

que asentó Serenísimo Señor Conde


el
le

-¡Ah no sabía tanto chico cuén


...

cuéntame
;

,
!

tame eso
.

-Pues Juan Pérez


se

nada que quiso meter


el

á
un

paseo público ese


en

farandulero faran
y

día
el
,

dulero insultó Conde ese Conde levantó bas


al

el
y
,
16 APONTE

tón y ese bastón vino á caer sobre el venerable


occipucio de Juan Pérez .
—¡Graciosísimo todo eso ! De modo que Juan
Pérez

...
-Se quedó cornudo apaleado

.
-¡Ah eso me recuerda cierta copla

ca
si
si
;
,
!

llejera
:

quedó sin novia


se
Que
y ¿

cabeciroto dices

?
rastrera copla sonrió

de
Belisario como autor

la
con satisfacción añadió
y

:
llama quedar
de se

Eso
cornudo con un palmo

de
tras narices

.
-¿Y qué tipo callejero apaleado
le de
ya se

hizo

y
ese

?
-No
se

Con
no

ve

creo que desafió

al
;
,
de

y no

se
éste hizo caso desde entonces retiró
le
y

rural vigilando
... en

vive
su

del mundo finca sus

á
,

negros Parece que


.

-¡Qué įteme algo


?
!

-Sí un esclavo suyo creo que llamaban


lo
...

...

Hipólito Marañón Cabe


se

escapado
al

ha unido
y
,

de

teme que ese prófugo trate inficionar


la

cilla
y
,

finca Además apaleado debe estar sin blanca


el
,

,
.

de

famosa pareja
ha

su

porque según veo vendido


,

marqués Repesaria
de

tordillos
al

-Represalias hombre Represalias


,

en .

mi

-¡Represalias No está ese título


de

Libro
!
la

nobleza
,
APONTE 17

-No es de Madriles , y creo


la tierra , es de los
que no ha venido más que para poner á prueba la ,
virtud de las habaneras .
-¡Cá , hombre ! si no sirve para el caso ; si es un
cenobita , un Don Simplicio , la virtud personificada ;
hasta la cara la tiene de santo ,

-Yprueba de ello que desde su llegada , por dis


traer sus ocios , ó por seguir la moda de las intri
guillas amorosas , ese santo se puso á hacer la corte
á una de nuestras damas más distinguidas . La con
desa le pareció conquista fácil ó triunfo honroso .
-Son hablillas de los ociosos ó encono de agra
viados . Da lástima tanta pequeñez de algunas al
mas que no creen posible amistad franca y leal en

tre hombre y mujer ; donde hay matrimonio la ma


lignidad busca adulterio .

1
-Te repito que Represalías , el justo , el santo , el
Simplicio un pillastre , y pretende
...

, es

Mal anuncio porque marido un Otelo


es
le

el
-

ella una Lucrecia Colatino


y

-Pues ya
de
se

corren voces esa Lucrecia


...

-Sí pero son efectos


de

las cucurbitáceas
,

-¿Cu qué
...

...

cu
,

Las calabazas hombre


se

los desairados des


-

;
,

quitan guiados por


lo de

ese modo despecho


el
,

-Si
en

dices por mí engañas que


te

todo está
,

;
yo

hubiera persistido
de .

un
en

Alberto burla puso silbar aire


se

son
á
,

2
18 APONTE

de La Isabela , puesto en boga por la Gamborino ,

que en el Coliseo hacía las delicias de la Habana .

-¿Te ríes ? Apuesto jardín

un

en
almuerzo

...

el
del Noy

de
que antes

...
un mes

á
-Va almuerzo

el

.
Como me llamo Belisario que ganaré

te
-

.
-Por mi
patrono San Alberto que me emborra

,
charé ese día tu costo
á

.
APONTE 19

CAPÍTULO II

El Zangambelo

Cerraba la noche cuando llegaron a casa de la


Codorniz .
La pequeña y pobrisima sala , alumbrada con ve
las

un
de

sebo que dejaban escapar humo negro


maloliente era estrecha para abigarrada con
la la
y

en
currencia que venía saludar linda mulata
á

sus natalicios porque cerveza lico


...

beber
y

y
á

obligado incienso con que festejaba


se

res era
el

á
los

mueblaje guardaba perfecta harmonía


El

santos
.

po

con aspecto del edificio gente que


la
el

con
y

lo

blaba
.

Desvencijadas
de

no

sillas madera que vinieron


,

Francia enfiladas junto


de

paredes
do de

embarra
,

muy limpias adornadas con cuadros alegó


no

y
de

en

ricos oriundos venduta flores naturales mesa


,

,
de

pintadas verde hoyos


de

en

pino todos los rinco


;
,

nes porque ratones indígenas


no

cucarachas
y

,
,

pero introducidas por los primeros buques estable


,
20 APONTE

cían sus prósperas colonias en casas pobres como la


de Panchita ; y luego muchos vasos y platos pres

... ...
por vecinas muchos vinos licores fiados

y
tados

,
por ha

se
muchos dulces que
la
tienda inmediata

y
,
bían pagado porque

de
tabernero esquina que

la
el

,
era quien los hacía no fiaba

.
Los dos jóvenes entraron con tanta franqueza
como hubieran sido invitados Era uso empero no
si

,
.
faltó quien hiciera gesto

de
desagrado porque

no
,
gustaba privados
de

de
los color entonces toda
a

consideración social que mezclaran en sus diver ,

se
,

presen

su
siones blancos que creían honrarlos con
,

cia que venían cercenar sus escasísimos dere


y

chos empezando por llevarse los mejores bocados


,

.
Es verdad que muy poco
se
cuidaban los dos
ser acatados por
de

no

blancos concurren
la
ser
ó

tal superioridad
de
cia era entonces raza ade
la

y
;
,

la no

su

más venían recibir honores sólo objeto era


á

;
,

en

ver Codorniz cual aquel momento con


la
á

,
voluptuoso éxtasis bailaba zungambelo variante
el

degeneración
de

contradanza cubana que esta


la
o

,
en
do su ba

su

boga que tenía música especial hasta


y

letra especial picaresca por supuesto Bien sabi


,

.
la en

que aires locales más divierte


lo
es

nuestros
,
de

picante intención que melodia musical No


la

bailaba abrazados dama caballero como danza


se

polka sino separados como fandango jota


la
el
y

ó
,

como nuestro zapateo criollo Quien quiera saber


ó

(
.
APONTE 21

más acuda á La Habana Artística , de Serafín Ra


mirez ).
Sin dejar de bailar y sin perder el compás , la
mulata , con sonrisa y ademán de bailarina de teatro ,
saludó á los recién llegados , y éstos quedaron de
pie contemplando á la vivaz bailadora , que se es
tremecía de deleite triunfando en su salón . Tenia
por compañero á un curro del Manglar , que ya ha
bía månglar y había curros , y danzaba en compe
tencia con otra pardita , menos zalamera , pero más
desenvuelta y procaz , á quien llamaban Catuca Gua
nabacoa por ser oriunda de esa villa ; pero Panchi
,

ta tenía fama en el arte , podría en danza y zungam


belo ser aclamada la reina , como la Rigolboche fué
reina del cancán .

-¡Bravo ! ¡bravo !—exclamó Belisario sin poder


dominar su entusiasmo .

--¡Viva la Terpsicore de bronce ! -- Añadió Alber


to , aplaudiendo con frenesí .
La sirena , sabiéndose admirada , duplicaba sus
reclamos y seguía encendiendo deseos ; paseando
sobre la concurrencia sus lúbricas pupilas, al com
pás de una música voluptuosa y sensual , subían y
bajaban con libidinosas
, contorsiones , sus brazos y
piernas ondulaban en lascivos esguinces sus cade
;

ras ; la lubricidad en sus labios entreabiertos , el an


ya
sia

fingiendo cari
en

su

del deleite toda persona


;

cia suave desmayo voluptuoso con lánguidos ener


y

,
22 APONTE

vamientos ; ya simulando febriles energías; ora el


espasmo final en su más cínica manifestación . Y sus
ojos chispeaban en el paroxismo de intensa fiebre, y
su cuerpo ondulaba como descoyuntado , y su sonri
sa de malicia y lujuria Catuca estaba vencida

...

;
aplausos eran todos para rival

su
las miradas
y

.
engendro dos razas anta

de
Ah mulata ese
la

,
¡

gónicas despreciada por despreciadora

de
la
una

y
,

otra condenada por preocupación vida


la

la
la

á
,

hija avergüenza
un
de

la de
se se
ilícita padre que serlo
,
de

avergüenzaquien ella
de

una madre
y

mu

,
lata parece vengarse sembrando

en
una otra raza

y
semillas desorganizadoras
de

de
molicie licencia

de y

.
Una mulata que baila un efluvio lascivia flo
es
en

vértigo lujuria que galva


de

tando atmósfera
la

niza todas las fibras del sensualismo para dejar

lo
,

que deja desórden hastío desencanto


y
el

Ante miradas que abrasan gestos provocativos


la ,

no ... ,
palabras licenciosas jay juventud incauta
de
,

!
Concluyó fué sentarse sudorosa palpitante
y

,
á

pidió un vaso
de

ga

rendida ponche que varios


y
,

lanes corrieron traerle


á

llegaron
se

Los dos jóvenes ella Alberto


le
á

;
su

echó pañuelo
de fina batista cuello era uso
al

suyo
de

... en

Belisario
le

colocó
la
el

seda cabeza
y
,

bajar las manos tocó sin intención


al

-Vamos déjese
de

niño Belisario relambimien


,

,
de

tos dispense modo señalar


el
y

.
APONTE 23

La gente de color en esa época , aún siendo libre ,

decía niño a los blancos y les daba el tratamiento


de su merced , recibiendo el de tú ; imposiciones con
que patentizaba su preponderancia la raza domina
dora Entre blancos era muy común el uso del vos
.

en la conversación más familiar , tratamiento igua

lador que luego quedó para el teatro y para nuestra


provincia de oriente , donde también comienza a ser
reemplazado por el usted .
La mulata bebió , se enjugó el sudor con el pa
ñuelo de la cabeza , que luego guardó en el bolsillo ,
pues ya quedaba entendido que era suyo .
Sabidora y locuaz , como suelen las de su raza ,
era Panchita ; para hacerla hablar bastaba darle
cuerda con cualquier pregunta , y en seguida se des
bocaba sobre lo que sabía y lo que ignoraba ; sobre

+
lo que era y lo que no aquí que fue
de
era

del caso
;
ra

cuando callaba porque


su

más bella charla


,

siempre picaresca pronto pasaba soez así como


á
,

degeneraba
de

en

Catuca cínica
la

Belisario sin parar mientes anterior pre


en
la
,

vención preguntó
,

-¿Cuándo vas ver protectora


tu
á
á

-¿A
yo

Ay niño Belisario soy


la

condesa
si
?
¡

una malagradecida no voy verla sino cuando ne


á
;
de

ella pero niña Ana Luisa


la

cesito tan buena


es
;

que todo pasa gracias cariño que


lo

al

tiene
le

la á
,

guardaora desde que nació


su

mamita que fué


,
24 APONTE

niña , yo quiero como a la niña de mis ojos;


á quien

así como no me gusta su suegra ; la eondesa viuda ,


porque es una suegra

su
me gusta marido

...

ni

el
,
,
conde porque muy sangrepesado por cierto que

es

;
,

cuando estuvo aquí Repesaria

de
marqués

...
el
Los dos jóvenes cambiaron una mirada furtiva

se
;
comprendía que ese Represalias querían hablar

de

,
pero llegando ello por camino indirecto
á

.
-Repesaria Represalia
no
muchacha enmen

-
,

do Belisario
.

-Bueno pues ese marqués Repesalía


tan cari
,

,
tativo tan bueno que me hace tantas preguntas
la y

fuera tan santo yo creería


no

sobre niña que


si
,

que estaba enamorado de ella


.

-¿Sobre qué pregunta


la

te

condesa
?
¿

-Pues ?
pregunta todo dale con laniña Ana
y
lo

Luisa muy buena


le es

que
la

dale con
y

condesa
yo si
y
,

,
,

que muy santa hasta que dije Mire


es
si
y


;

:
va

perder trabajo
su

su

que caballero tiempo


el

y
á

va

figura que esa señora querer porque


se

lo

su la
si

muy honrá quiere nadie más que


no

niña
es

á
a

marido me dijo
Y

entonces
él

:
".

-No muchacha me ocupo


de
no

ella más que


si
,

para yo me
su

bien ella tal vez sea mi madrina


si

;
;

caso con Matilde Contreras


.

-Con una
ja
,ja

-interrum
de

,ja

las solteronas
,

pió Belisario
.
APONTE 25

-Es... que las solteronas ; niño , hay veces que


valen
-Lo que repuso

-
tienen Alberto

.
-¿Qué dijo Marqués
te
más

el

?
-Pues nada averiguar

y se
más Después puso

á
,
:

. iglesia

en
los pobres que niña socorría que
la

la
,
luego me encargó que dijera nada

de
no
y y

rezaba
,

it
sus preguntas luego sacó
de

visita
su

el le la
bolsa
y
,

,
por que eso hay quien gane
no
bondosidad

á
,

,
1
como que cárcel Perico Mala
la

sacó de
él

á
cuñado legítimo porque está ca
mi

gueño que
es
,

,
mi

sado por iglesia con prima Malenita Valdés


la

co y
,
mejor cantador
de

ha
se
que que
es

décimas
el

nocido en universo mundo


el

&
-¿El Marqués
?

-Noniño Perico Malagueño jay niño


el

el
;
,

,
!

Marqués Repesaria
de

que hubiera sido un 2


ese
,

buen marido para


no

niña Ana Luisa que


la

ese
,

estirado San Marcos que después


se

que divierte
,

con las muchachas pobres


...

interrumpiera hablara ella una


Si

Alberto no
la
de

de

de

su
la

hora Condesa misma madre


y

y
,

del Marqués
de

nodriza las hermanas Con


la

y
,

de todos los misterios de Habana


la

treras
y
,

-Pero
en

de

resumen cuándo has verla


¿

?
,

Ahora tendré que hablar con ella por que con


-

proporcionan
en

estos gastos que


... se

una
le

estos
á

,
de

tiempos crisis yo no quiero pedirle Marqués


al
26 APONTE

de Repesaria , porque después que sacó de la cárcel


á Perico el pescador , que es casado por la iglesia

con Malenita

...
-Sí ya repuso Alberto

-
sabemos

lo
;
,

.
-¿Y mejor -que

no
sería añadió Belisario

lo

,
ella viniera verte Ella

es
tan bondadosa

?
¡

!
va

no
-¿Cómo venir niño ella viene más que

,
á

,
por guardaora que fué

su
mamaita eso sólo

y
,

,
cuando está enferma
-Fingela .

es
enferma llama Condesa
y

la

ó
,
a
críbele
.

--Yo
no

puedo escribirle por cien mil razones

,
yo

primera que luego que


no

no
ten

escribir
y
,
go

...
ni

Bien con esa razón basta puedes suprimir las


;

;
-

otras 99,999 Mira aquí tienes papel lápiz escri

le
y

;
,
.
bo

madre
tu

yo tu

nombre vendrá ver


á
y
á

.
-Pero
no

caballerito mire que puedo


...
,

-Tonta olvidas que Condesa muy bon


te

es
la
,

puedes quién dijo miedo Toma guarda


Si

dadosa
de ,
¿

,
.

esto para ayuda costas


.

-Yo no recibo dádivas de


...
no

recibas dijo Belisario echándo


la
---

Pues
--
,

sela en
el

seno
.

--- para avios -dijo costurera confor


la

Servirá
,

Porque era costurera mulatica bien


de la

mándose
,
.

de
de

las dádivas
su

que más que costura vivía


,
,
la

Condesa
.
APONTE .27

Alla , en el estrecho cuarto contiguo , sentada en


su vieja butaca de cuero , se veía á la madre de
Panchita , negra anciana , nodriza que había sido de
la Condesa de San Marcos , siempre bendiciendo á
su protectora Ana Luisa , siempre refunfuñando
contra los gastos que á despecho de su indigencia ,

solía hacer aquella su hija de padre desconocido .


Entretanto la Codorniz picoteaba sin tregua ,

dando diez respuestas para una pregunta .


-¿Que dónde conoció el Marqués á Ana Luisa ?

A eso sí que yo no sé contestar ; pero

se
bah

...
¡

!
presentaría como presentó aquí pues para eso
se

,
semos marqués los marqueses condeses son todos
y
;

primos gemelos luego calle del Obispo


en
se la
y
;

,
cuando quitrín trompezó cayó una rueda
y
el

le
,

,
de

que catapum
la

condesa suelo cabeza


el
al

y
y

;
¡

Marqués
su

que pasaba corrió


en

auxilio llevó
la
y
,

que por cierto muy


su

que
es

casa Conde
el
y
á

sangrepesao daría las gracias diría


le
le

y
,

:
,

Mar
y
su

Esta casa está disposición que


de el
á

"

qués contestaría Tendre mucha honra visi


á
"
:

pondría casaquín
se

luego
su

tar ustedes
Y

su
y
á

"
.

panza de burro
...
y
,

hizo otra pregunta sólo por atajar


Belisario
,
de

aquel desbordamiento frases


.

-¿Cuándo viene Marqués por aquí


el

?
!yo

-¿Represalia
se

ipues que viene cuando


...

él
?

antoja regularmente toiticos los sábados


se

le

,
28 APONTE

después que da su paseo en el bote de Perico el


Pescador , que

...
-Que cuñado tuyo porque casó por

es

se

la
iglesia con prima Malenita etc. etc. De modo

tu

¿
,
...
que mañana sábado

?
-Sí señor vendrá por aqui
,

-Y
;

.
mañana también vendrá ver

la
Condesa

á
Vea usted que coinci
madre que está enferma
tu

.
pienses Marqués solas
no

al

...
dencia como ver
Y

á
.

-Vamos niño mire que yo aunque soy mulata


,

,
me ruborizo
.

aquellas

de
En asemejaba
se

este momento una

a
virgencitas

en
quienes Bocaccio Quinta

la
hace

,
a

,
oir los edificantes cuentos del Decamerón

en
podían faltar
no

Trajéronse licores que fiesta


,

de
jóvenes tuvieron
la
onomástica ambos bondad
;

de

apurar un par
de de

copas aquel veneno ,


fabricado
por catalán esquina por mismo bauti
el

él
la

marrasquino ani
de

zado con los nombres cognac ,


,

etc. Los dos jóvenes


no
levantaron se
se

cete etc.
;
,

pusieron habían quita


se no
se

sombrero porque
lo
el

de

regocijó
de

más uno verlos


Y

tado era uso


;

partir dejar libre Codorniz que cuando


la
y

se á

propio
de

había blancos ellos inclinaba Eso


es
á

casi todas las mulatas por razón estética tienden


á
;

mejorar descendencia
la

Alberto Belisario retiraron por


se

mismo
el
y

camino que los trajo


.
APONTE 29

- Según veo -
dijo Alberto , ya en la calle , -
cpiensas sorprender a la Condesa en esa cita ?
-¡Cál hombre , no ; ¿ no ves que no me hace caso ?

Si es una Lucrecia .
-¡Pues

...
entonces

!
-¡El Marqués
es
ella

es
tan bueno tan buena

y
!
¡

!
les ayude en algo
se

merecen que

.
-Y luego infame avisarás para que

al
Conde
,

,
sorprenda
...

-No los dejaré tranquilos


te no
,
;

.
-Pero propones ayudar
...

-¡A nadie hombre hago por esa Panchita


el lo

,
,

Malagueño que
de

cuñada Perico
la es

se
que casó ,
por iglesia
...

-Etcétera etcétera
,

.
30 APONTE

III
CAPÍTULO

La aristocracia cubana

como capital

de
La Habana colonia esclavista
,

,
era en principios del siglo ciudad eminentemente
de

de
aristócrata tenía más europeo que americana
,

.
Quien quiera tener idea de aristocracia habanera
la

entretenga incipiente
en
no

del año leer


se
12

el

y
,

apasionado Libro Goy


de

de Alberto
la

noblesa
,

alguna

de
lan mucho más valdría asistir las
le

a
;

recepciones extraoficiales del jefe colonial Alli

se
.
de

reunía flor nata otro sexo Algunos


de la

uno
y

regular por decir antiguo abolengo


no

títulos
,

,
de

muchos reciente creación muchos aspirantes


y
,

efímeras distinciones que caen bien quien carece


á
,

viejo
de de

de

méritos una otra pero


la

la

otros
y

y
;

nuevo cuño distinguíase por modales cortesa


y
,

nas apariencias menudo también por caballero


á
,

sidad real verdadera


y

Dichas recepciones empezaron por 1763 con


el

teniente general Villalpando


de
D.

Antonio Funes
,
APONTE 31

Conde de Ricla que al frente de 1.200 hombres y un


cuerpo de caballería vino , gracias al tratado de Ver
sailles , á tomar posesión de la plaza que retenía des
de el año anterior Sir Augusto Keppel , por derecho
de conquista .
Brillantes crónicas ) fueron y sobre todo
( cuentan

espléndidas de cordialidad y franqueza , las de Don

Luís de las Casas , aunque este prócer se mantuvo


por vida célibe incorregible ; y mucha popularidad
obtuvieron también las de Someruelos que se cele
braban los viernes primero y tercero de cada mes .
La marquesa de Someruelos , alma de ellas , se había
hecho amar de todos por su cortesanía y su espíritu
deferente y conciliador y las damas más distingui
das ambicionaban su amistad .

Había fundado la marquesa y presidía , la Socie


dad Patriótica de Fernando VII , cuyo objeto era
recoger fondos para socorrer á los desnudos gue
rreros de la Península , en aquel que se llamó el año
del hambre , por la penuria en que la invasión fran 1

cesa envolvía a la madre patria ; y en beneficio de


esa sociedad , había coordinado un baile y bazar en

el Coliseo , que se decidió de máscaras para que to


dos pudieran contribuir ; allí , en la reunión de Pa
lacio , se la veía animar á los visitantes y encender
la llama del entusiasmo en pro de su obra ; la re
ciente victoria ganada sobre el gene
de Chiclana ,

ral Víctor por los generales Lardizabal y Zayas ,


32 APONTE

reanimaba el espíritu de los pesimistas y duplicaba


los efectos del patriotismo y de la piedad .
Pertenecían á la Patriótica asociación las damas
principales de la gran familia cubana , porque no
habiendo partidos ni enconos políticos , toda la raza
blanca formaba una familia . Ni aun en ciertos círcu
los había frialdad hacia los O'Farrill y Calvos por
los distinguidos miembros de ambas familias , que en
la Península se habían adherido al partido afrance
sado . El habanero Gonzalo O'Farrill . ministro de la
guerra cuando la invasión , lo mismo que Asanza ,
Cabarrús , Mazarredo , Solano , Urquijo , y los cuba
nos Calvo de la Puerta y Calvo Peñalver se habían
declarado por José Bonaparte ; pero salvo ligeras
excepciones , la política interna aún no envenenaba

los ánimos . En las recepciones se trataba de poli


tica externa , de la crisis en la Península , y de
la ambición desmedida con que el Coloso del Sena
preparaba su caída .
Es verdad que las colonias sudamericanas sor
damente comenzaban ya á aprovechar en pro de su
independencia las dificultades con que luchaba la
Metrópoli ; pero la Isla permanecía adicta á España ,
y convencida de su impotencia ó hallándose bien en
su condición de colonia , aguardaba indolente el día
de la paz , sin más intervención que enviar recursos á
los hermanos peninsulares , y sin inquietarse con las
APONTE 33

sordas convulsiones que ya comenzaban á agitar á


las colonias .
Aponte , si inspiraba terror era por los campos ; los
esclavos asíduamente vigilados enmudecían , y en la
confianza de la tranquilidad y la adhesión , al poder
constituído , Someruelos, que aquí por sus servicios
ascendió á general , celebraba sus saraos mien
y
tras la Marquesa preparaba sus fiestas caritativas
que la aristócracia apoyaba y el pueblo aplaudía .
Durante la borrasca que rugía por fuera , agrupá
banse los particulares junto al elemento oficial, como
las ovejas junto al mastin á la presencia del lobo .
El edificio es de dos pisos ; arriba , risas y felicidad ;
abajo , lamentos y maldiciones ; la cárcel ocupaba
los bajos, con entrada por OʻReilly , el Ayuntamien
to los entresuelos , con entrada por Obispo ; la parte
superior con entrada al frente , por plaza de Ar
mas , la habitaba el Gobernador . Eran las reunio
nes más democráticas que las regias de Madrid , y
el salón resultaba más extenso de lo necesario , á
pesar de los muchos advenedizos que tenían entrada ,
porque eran pudientes y se deseaba halagarlos ; pero
no era por adornos y gusto ni la sombra del de
hoy ; escaseaba el mármol y abundaba la caoba ; si

llones , mesas , consolas , espejos , algunos cuadros


del cubano Escobar ,no aún la colección de retratos
que comprende desde Felipe de Fonsdeviela y On
deano , marqués de la Torre, hasta Mariano Rica
34 APONTE

fort, la que fué comprada por Vives el año 28 y


continuada hasta el 33 .
Allá en la sala contigua , mesas de tresillo , en que
unos jugaban y otros miraban .
De frac y pantalón negro ceñido á la rodilla ves
tían los caballeros , con medias de seda y zapato
bajo , con reluciente hebilla que por su lujo revela

ba el estado financiero del portador ; ostentaban las


señoras profusión de cintillos , pendientes , collares ,
brazaletes de diamantes , aderezos de pedrería , en
que se quebraban los haces luminosos de las arañas
de cristal : radiantes de luz los salones y perfumados
con ramilletes de flores naturales .
Veíase entre la concurencia las eminencias de

la época en nobleza , ciencias , riqueza y letras ; los


condes de Bayona , de la Reunión , de San Marcos ,
de Gibacoa , de OʻReilly , de Casa -Montalvo ;
los
marqueses de Duquesne, de Represalias , de la Real
Proclamación , de San Felipe y Santiago y otros
notables .

Registremos algunos de esos títulos .

El capitán General , marqués de Someruelos , ter


cero de este título , creado por Carlos para
en
III

1761
premiar méritos
de

de
D.

Pedro Salvador Muro


,

ministro togado del Consejo


y de

Hacienda
.

Marqués San Felipe Santiago sin duda


de
El

,
en

primer mayorazgo Isla


de la

señorío titular
el

por Felipe hay aquel


en

creado ciudad
la
V
;
APONTE 35

nombre las ruínas de un palacio que compulsa la


antigüedad de esa familia ; en él nació el Mariscal
de Campo D. Juan Francisco Nuñez del Castillo ,

cuarto de ese título , que lo llevaba el año 12 .


Los condes de Bayona , de que fué el primero
don José de Bayona y Chacón , en 1719 , segundo se
ñorío titulado , creado por el mismo soberano ; los
viejos de hoy alcanzamos en la niñez un castillo
que levantaba su severo almenaje , alcon entre blan
cas palomas , en el caserío de Santa María del Rosa
rio ; ya semejaba una de esas ruínas de la vieja
Europa cargada de recuerdos feudales . En 1754
pasó el título á D. Francisco Chacón , en cuya des
cendencia se perpetúa ; siendo el que lo llevaba el
año 12 de igual nombre y apellido .
El Marqués de Monte - Hermoso , título creado por
Carlos III, en 30 de Octubre de 1764 , en favor de don
Agustín de Cárdenas y para premiar sus servicios
durante el sitio de la Habana ; el del año de nuestra
historia Gabriel María , tercero del titulo , con seño
río en San Antonio de los Baños , ganó lauros inmar
cesibles protegiendo a los emigrados franceses con
tra el furor de las turbas .
El Conde de Macurijes título creado por el mis
,

mo soberano en 18 de Julio de 1765 , á favor de don


Lorenzo Montalvo Avellaneda y Ruiz de Alarcón ,
por su acertado consejo y servicios durante la inva
sión inglesa . El año 12 , su hijo Francisco , era un
36 APONTE

anciano general lleno de energia y patriotismo , que


fué gobernador de Nueva -Granada , con otros ser
vicios .
El
Marqués de Duquesne " de noble estirpe y
elevada alcurnia " , según el verso de un adocenado
cantor de natalicios , era descendiente del famoso Pe
dro Claudio , vencedor de Ruyter , á quien Luís XIV
siempre llamaba el Gran Duquesne .
El Conde de San Marcos , título de creación más
reciente ; lo llevaba a la sazón un joven infatuado ,
incorregible calavera , que entre sus hechos glorio
sos sólo
, contaba ,el bastonazo de que ya hemos ha
blado , descargado en la testa de Juan Pérez , á
quién había soplado la novia .
Marqués de la Real Proclamación , título conce
dido por Carlos III , por servicios durante el sitio á
don Gonzalo Recio de Oquendo .
El barón de X. , comprometedor
de damas casa
das opulento en otros días , de los linajes , que como
,

dice Cervantes , acaban en punta como pirámide ;


dos desafíos que no se efectuaron , un regalo á Su
Majestad , de aquí la baronía , un caudal derrochado ,
un cúmulo de deudas , tales sus blasones Marranos
. "

de la piara de Epicureo llamó Horacio á esa espe


"

cie der.. cerdos . Barongago lo llamaban porque era


tartamudo .
El conde de Jaruco y de Mopox , ausente en la
Península ; pero estaba allí el condesito , es decir , el
APONTE 37

caballero de Santa Cruz presunto conde de Jaruco ,


,

hermano de la que dos años antes había casado en


Madrid , testigo José Bonaparte , con el general con
de de Merlín .

Se decía condesito , marquesito , á los menores


presuntos herederos .
El Marqués de la Represalia , forastero introdu
cido en la sociedad habanera por el mismo general ,
mediante cartas de Madrid , y por el acaudalado
don Rodrigo Olivar ; el libro de Alberto nada revela
de él ; es , sin duda , título novel , tal vez palatino ,
es decir , romano revalidado ; pero su modestia le
impedia fundar orgullo en su no heredada ejecuto
ria , y por eso la corta edad de su tílulo era olvidada .
El conde de Gibacoa , en cuya familia , que hos
pedó al desterrado Luis Felipe de Orleans , se con
serva honorífico trofeo de ese suceso .

El conde O'Reilly , abolengo de raza


en quien “ el

se mezcla á la sangre de la conquista , hijo del ir


landés Alejandro ; el de 1812 , Manuel de O'Reilly y
Calvo de la Puerta , tercero de ese título , cuarto de
Buenavista y tercer marqués Justiz de Santa Ana ,
fué brigadier de infantería y ejerció muchos cargos
públicos ; presente estaba también su hermano Fer
nando , aficionado á las letras .
El señor don Jacobo Ortiz , presidente del club ,
que por su nombre , habían dado en llamar Jacobino ;
38 APONTE

su principal mérito es sostener dos hombres en la


guerra de independencia .
El señor don Rodrigo Olivar de la Fontanilla , ad
venedizo á quien la fortuna se empeñó en favorecer ,
tutor simulado del Represalias , y simple mayordo
mo que había sido de Juan Pérez el Apaleado . Sos
tenía de su peculio cuatro hombres armados en la
guerra contra franceses ; el conde O'Reilly soste
nía varios ; el marqués de San Marcos dos , la noble
za , casi toda contribuía para uno ó unos hombres ;
era el patriotismo de la época .
Además muchos segundones , y otros y otros que
no necesitamos enumerar .
Entre las damás , distinguíanse
: Luisa Gastón de

Someruelos la señora, Manrique de Lara , la conde


sa de O'Reylli, Silvia Herrera , casi niña , M casi

...
,
de

anciana Ana Luisa San Marcos condesa viuda


la
,
;

,
no
había
en

que residía
su

suegra Guanabacoa ,
,

asistido por razón eminentemente catarral


,

por diferencia
Se

trataban poco madre nuera


y

privada
lo de

en

mode
su

carácter ambas eran vida


;

,
de

de
corrección siéndolo además Ana Luisa
,
,

reconocida bondad No envanecía una nobleza


la
.
su

que debía vana ostentación


la

marido rehuía
;

,
á

pertenecía filantrópicas
no

sociedades era pero


á

benignidad para con los esclavos pro


su

su

notoria
,

tección callada desvalidos los sordos sacrificios


á

que nunca hacía gala


de

de

no

los que esperaba


y
APONTE 39

más recompensa que su intima satisfacción . De ahí


procedía la adhesión del marqués de la Represalia ;

amistad cristiana , espiritual , desinteresada , comu


nión de dos almas que se elevan juntas a Dios en
efluvio de misticismo , á la que se había entregado
bonafide , sin pensar jamás que pudiera dar margen
á los chismes , ni aun de adoradores desdeñados .
El marqués , por
su parte , era un carácter total
mente congénere ; ni aun en el goce de la caridad

parecía tener egoísmo , porque fácil proporcionaba


á otros la ocasióny compartía con cualquiera ese
divino deleite , especialmente con la bondadosa con
desa . Allà va un rasgo que lo prueba .
En extraviado callejón y en oscurísimo desván ,
del más miserable casucho , yacía postrada por la
inanición , y rodeada sólo de sus tres hambrientos
hijos , la desgraciada viuda Catalina González . Su
marido , un asesino , había muerto en cadalso .
Abrumada de vergüenza , careciendo de todo , sin un
solo amigo á quien volver sus ojos insomnes , forza
da á trabajar mucho , y sin poder ya hacerlo cua
...
de

dro horrible miseria desolación sobre que


y

el
,

lágrimas Repre
de

derramó conmovido corazón


el

salias Su mano pródiga hizo llover sobre desti


la
.

de

tuída familia maná celestial limosna pero


la
el

;
de
no

quiso disfrutar solo buena obra escribió


la

Ana Luisa pintándole aquel cuadro La Condesa


,

contestó
:
i
40 APONRE

"Gracias , por la ocasión que me pro


marqués ,

porcionáis ; acudiré al lugar que se me indica .


Condesa de San Marcos . ,
Pudiera haber enviado á su mayordomo ó cual
quier criado ; pero prefirió ir en persona á contem
plar aquel infortunio , á fortificar su alma piadosa
con el espectáculo del dolor .
Allí la vióel marqués , y bendijo al ángel de la
caridad , que abandonaba sus espléndidos salones
para ir con su sierva Susana á respirar el aire infec
to de la bohardilla .
Volvamos al palacio . Cálida era la noche ; suave
у deliciosa la brisa que por sobre las aguas del tran
quilo puerto , venía á extremecer los árboles de la
plaza , iluminada entonces por faroles de aceite , que

costeaban los particulares . El alumbrado público no


empezó hasta la época de Tacón . La banda militar ,

colocada en la plaza de Armas , frente al edificio ,


pues tal era la costumbre en los días de sarao , toca
ba un aire marcial , lo que hizo que algunos concu
rrentes se asomaran al balcón .
El caballero de Santa Cruz , llevaba del brazo á la
señora de Duquesne; el de Duquesne dialogaba con
la señora de Someruelos .
El marqués de la Represalia
atravesó el salón
conduciendo y galanteando á una de las señoritas
Contreras , por quien parecía sentir inclinación ; da
APONTE 41

5
ma de muy distinguida cuna , un tanto entrada en
edad , aunque todavía aceptable .
Se llamaba Matilde , como la hermana de Ricar

do de Inglaterra , nombre puesto en boga por la no


vela de Mme . Cottin ; también había Malvinas , por
la de Oscar ; y había Hersilias y Camilas , por las del
Numa Pompilio , de Florián .
Represalias proporcionó asiento á su compañera
y permaneció un momento de pié ante ella , como
galán que espera la ocasión de servir á su dama ;
pero luego , al ver a la de San Marcos solitaria , se
dirigió á ella , saludó con refinada cortesía y se sen
to a su lado .
Matilde Contreras se mordió los labios con ira , y
dirigió una mirada rencorosa á la de San Marcos .
Desde que Represalias menudeaba sus visitas y fin
jía galantearla , aunque sin estrechar lance ni com
prometer palabra , Matilde había dado en creer que
Ana Luisa coqueteaba .
El salón estaba lleno ;
el murmullo de las conver

saciones lo hacía semejar á una colmena en labor ;


¡ cuántas frases sin dirección , cuántas palabras per

didas ! Si las palabras que ningún oído recoge se


i quedaran flotando en el aire , no se respiraran allí
más que palabras .
¿ De qué se hablaba ? Oigamos un grupo al acaso ;

que hablan son dos jóvenes


de
los

distinción ves
y
de

de

tidos álla última moda época


la

las hebillas sus


;
42 APONTE

zapatos son de oro , con una piedra preciosa ; casaca


de talle alto y de inflexible cuello , chaleco de seda ,
abierto , para que permitiera lucir la bordada cami
sa , gruesa cadena de oro , que no leontina , en los que
llevaban reloj , y pantalón de paño negro ajustado á
la rodilla .

-¿Vas al baile del Coliseo ?

- Por supuesto ; ; la Marquesa lo


será espléndido
dirige , porque se trata de recoger fondos para la
guerra contra los franceses .
( Esta Marquesa era , por antonomasia , Luisa
Gastón de Someruelos ).
-¿Qué traje piensas llevar ?

-¿Yo ? de español antiguo , sin careta ; ¿ y tú ?


-Bandido italiano con careta .
-Las Aillon van de Odaliscas ; estarán sober
bias , chico .
-Silvia Herrera , hará una griega de primo
cartelo .
--Sí ; y las solteronas yan , una de indio bravo y
otra de Eva en el paraíso .
-iJa , ja , ja ! ¿ qué solteronas son esas ?

-Esas hermanas Contreras , que viven frente á


la de San Marcos y que hablan y murmuran más
que siete .
En realidad , más que á la sesuda Inglaterra y á
la Metropoli , en nuestras costumbres siempre hemos
seguido a la voltaria Francia , aunque enemistados
APONTE 43

á la sazón con ella . Pero no se crea que todos los


diálogos fueran tan ligeros . Allí también se hablaba
de guerra , de Napoleón , del bandido que imperaba ,
y sobre todo de Aponte ; allí de negocios , que no
había bolsa ni bolsines , y se trataban do quiera , no
en la iglesia , porque abundaban menos los volte
rianos .
Oigamos otro grupo .
- Mira , chico , míralos ; ¿ no te decía yo que había
moros en la costa ? el Marqués no se separa de ella ;
no le pierde pie ni pisada ; parece que quiere exhibir
su amor .
-¡Bah ! le estará enseñando alguna nueva ple
garia , tal vez de su composición , ó invitándola á
alguna obra piadosa ; si ese hombre erró la voca
ción ; nació para cura de aldea ; ha compuesto una
novena á la Virgen de la Caridad .
2
-¿Con qué fuego hablan ! repara con qué gusto
escucha sus protestas la Lucrecia Colatino ; iqué
juntitos ! casi se besan ; mira , mira , me parece que
ahora el Represalias le coge la mano ; voy a ver
que dice de eso la Contreras .

-Belisario , tú estás viendo visiones ; si tan santo


y tan honesto es él como ella .
-Ya ; por eso su coche está siempre a la puerta
de la de San Marcos .

-Es que hace la corte á una de las Contreras


44 APONTE

que viven enfrente . Tan santo hombre sólo de una 1

beata se podía enamorar .


-Y también de una dama que , como dijo el
poeta , “ es pródiga para todos , de sonrisas y favores “.
- Menos para ti .
-Es que yo cedo generosamente mi lugar al
Represalias , que boga con mejor viento .
Así el Judas desairado parecía gozarse en el
triunfo de su rival , y dispuesto estaría á ayudarlo
en su empeño , lo que prueba que en todas épocas
hay miserables de esa especie .
Volvieron la espalda dirigiéndose hacia el asien
to de Matilde Contreras .

Represalias se había levantado , y sin intención


vino á pasar junto á ellos .
-Aunque trigueño y feote -
continuó Belisario ,
que ese Marqués tiene más de seductor
--te digo
que de santo .
-Desengañate , chico ; sacará lo que sacaste tú .
-O lo que saqué de Magdalena Valdés .
-¿Pues , qué fué ello ?
- Todo lo que deseaba ; mira , Alberto , esa Ana
Luisa , hija de un vecino honrado , es una mujer
como todas , sobre todo , desde que es Condesa de
San Marcos .
-¡La Condesa de San Marcos ! exclamó tras él --
una voz que le hizo volver la cara y ver al Marqués
de pie , fijándole una mirada provocativa . Creeríase
APONTE 45

que el Marqués , persiguiendo á la dama, deseaba


habérselas con Belisario ( ó tal vez con otro cual
quiera ) , y que al oir nombrar á la Condesa aprove
chaba la ocasión .
-La Condesa de San Marcos -- repitió , -caballe
rito , le prohibo á usted dudar del honor de esa se
ñora .
--Esas prohibiciones , señor Marqués , no se hacen
en la sala de palacio .
-Será , pues , en otro terreno - replicó el Marqués ,
entregandosu tarjeta y siguiendo su camino ,después
de un saludo displicente . Los jóvenes quedaron
solos .

-Ahí tienes dijo Alberto -el compromiso que


---

trae lengua
te

la

-¡Bah los santos


se

no baten
!

-Pero cuando los santos desafían


...

-Si
lo un

principiante
un

pésimo tirador
,.
es

si
;

Pepe Guión bate


,

-¡Pero atre
se

cuando los pésimos tiradores


,
...

ven
!

-Te digo que tendrá lugar ipero


no

...

ese duelo
sonará procuremos que suene
!

efecto porque
en

hora toda
la

sonó media
Y

,
,

concurrencia sabía todos menos Conde que


la

el

el
(

Represalia
de

en
se

Marqués batía
la

defensa del
de

de

inviolable honor San Marcos No


la

Condesa
.

mejor modo
de

Belisario que com


se

ocultaba
el
á
46 APONTE

prometer el honor de una mujer es batirse por ese


honor .
No era llegada á su mitad la noche , cuando , como
era de uso , comenzó a retirarse la concurrencia ,
dándose cita para el Coliseo . Nuestros dos jóvenes
resolvieron ir á terminarla al jardín del Noy ; y sólo
cuando los primeros reflejos del alba asomaban por
las lomas de Guanabacoa , decidieron separarse , el
uno para ir a la cama y el otro para añadir en su
Libro de la Nobleza algunas notas que había reco
gido referentes al Marqués de la Represalia .
APONTE 47

CAPÍTULO IV

La cuestión árdua

Mas no pudo dormir el pillastre de Belisario Cor


sin embargo
de

de
tés

hallarse trasnochado ... como


,

costumbre
.

Marqués preocupaba ha
Su

no

duelo con
el

le

ya
de

biendo ideado eludirlo pero tenía


modo
el

de ¡

profundas
en

que pensar tantas cosas Una esas


!

cosas profundas acaso más importante


de

todas
la
,

traje que había de llevar baile del Coliseo


al
el

era
.

otra cosa profunda era


de

triste historia sus


Y

la

poco afortunados amores


.

juventud muy
se

Ah iba temprano
la
...

le

tem
,
¡

prano con ella las ilusiones los goces las probabi


;

lidades de éxito en aventuras romancescas con


y
;
la en

felicidad que no había nada sólido por


su

ella
,

,
en

de

que consistía satisfacción contraproducen


tes

amargos renglones que fren


su

apetitos
en

Los
.

trazado había vida licenciosa los desengaños


la
te

,
48 APONTE

que venía recibiendo le anunciaban la


hora de la
retirada , hora siempre terrible para quien aun no la
desea ; en vano con finjidas ansias ilícitas trataba de
disimular el decaimiento prematuro que invadia la
materia ; en ciertas naturalezas morir para la vida
de los placeres es peor que morir en lo absoluto ;
pero pertenecía al gremio de aquellos que , embria
gados por el aparato mundanal , prefieren aparecer
felices serlo en realidad .
á

Por eso era el traje cuestión de interés capital ; y


por eso recorría de memoria el libro de un indumen
tariólogo muy conocido ; no quería ser deslucido
por ningún marqués ó conde , y sobre todo , quería
un traje que lo rejuveneciera ; he aquí su perpetuo
afán , rejuvenecer , sujetar con frenesí aquella flores
cencia que se le escapaba .
Obligado , por inexorable decreto del tiempo , á
abandonar el mundo galante , se retiraba batién
dose , pero sin éxito ; esto exacervaba su carácter ,

de suyo discolo y avieso hasta convertirlo en impo


sible ; porque es cosa que ataca los nervios tener sed
de goces sin freno y hallarse impedido por sutilezas
implacables como falta de pecunia y sobra de años :
El tránsito del esplendor á la sombra , es la hora
más triste en la vida del hombre , como en la vida
de los pueblos y en la vida de los monumentos .
O centro de luz o ruína venerable ; uno ú otro es
preferible ; el término medio es siempre triste , como
APONTE 49

el crepúsculo que no tiene el esplendor del día ni la


solemnidad de la noche .
Por eso se consolaba exagerando sus triunfos 6
mintiéndolos ; después de haber tenido la audacia de
hacer la corte a la virtuosa Ana Luisa , que le había
contestado con el desprecio , fingió amor á Malenita ,
es decir , Magdalena Valdés , sólo porque Ana Luisa
la amaba y favorecía ; pero Magdalena pobre y
honrada , aunque caída , también desechó con des
dén su dolosa solicitud .

Contaremos á vuela pluma ese chasco de nues


tro héroe .
Magdalena Valdés , ya nos lo ha dicho la noticie
ra Codorniz , era la mujer legitima del pescador Pe
rico el Malagueño , el incansable cantador de coplas
callejeras .
Era una hija del pueblo , de bonísimas condicio

nes , pero había sido seducida y luego vilmente


abandonada por un aristócrata , que envuelto en la
vorágine de eslabonados placeres , no tenía tiempo
para acordarse de ella , ni aun para socorrer en su
indigencia á la impotente madre ; porque madre ,
madre de una niña , había quedado la víctima , de
resultas de su devaneo .
Cuando á raíz de su matrimonio , tuvo la Conde
sa de San Marcos noticia de tan triste suceso , se
propuso arrancar aquella alma al abismo y enca
minarla al cielo ; buscó á la desemparada , se fué
50 APONTE

personalmente á Regla , donde con


madre vivía ,
su

ó mejor dicho , vegetaba ; se horrorizó y condolió al


oir su historia , y la detuvo al borde del precipicio ,
fijándole una pensión .

Por entonces se presentó , candidato a su mano ,


el meritísimo malagueño , pescador de la playa de
San Lázaro , hombre que vivía contento en su po
breza , porque su industria era productiva . No exis
tiendo el monopolio que tanto tiempo la estancó
en provecho de uno solo , se pescaba y vendía libre
mente , y las riberas de Casa Blanca , Regla y San

Lázaro estaban llenas de casuchos de pescadores .


Ana Luisa , de acuerdo con Magdalena , llamó al
honrado pescador , le reveló con lealtad el desliz y
desgracia de la no culpable , y le dijo :
- Después de todo , es una mujer buena que hará
la felicidad del hombre que la ame. Si la amais , ca
saos , perdonad y olvidad . Ella lo merece .
-Lo -
contestó el pescador , vol
sé , mi señora
teando nervioso el sombrero que tenía en la mano ;
-y si no fuera por vos que sois tan buena , le hubie
ra partido el corazón al infame .
-Es mejor olvidar - contestó la Condesa , con
melancolía , -yo también he olvidado .
-¿Ha perdonado usted al seductor , señora ?
-Sí , he perdonado mi marido
...
á

En magnánimo
su

efecto corazón había sufrido


,

luego había tratado


de

había llorado olvidar


y
,
APONTE 51

aquella felonía ; bondad , tanto más loable cuanto que


no sentía íntima adhesión hacia el Conde , ni era
amada de su suegra , la Condesa viuda , que , orgu
llosa y tercamente adherida á viejas rutinas , hubie
ra querido que su hijo se uniera á una linajuda here
dera , y no á una joya , sol de hermosura

...
á un
burguesa
.

Ana Luisa por parte con resignación sobre


su
,

llevaba aquel desamor ,


de
madre política que
su

á
,
regaña dientes aquel despego por
la

toleraba
y
,

parte quien podía perdonar


de
su

en
marido
á
,

razón del mismo alejamiento que ella también sentía


la el de

respecto
él
.

Malagueño
se

Perico casó con desheredada


la

,
prohijó hija sin padre sintió feliz por eso
de se
á

;
,

siempre compás sus remos sus cancio


al

cantaba

1
de
su

nes que traían dulcísimo recuerdo patria


le

.
Era hombre guapo fornido pero ignorante cré
y

y
;

dulo sencillo hasta rayar en bonazo creía en


el
;
,

fatalismo del número trece decía sola vayas

7 &
y

,
"

"
:

chirriar un pesar
de

cuando oía ave nocturna eso


a
;

una frente en que brillaba una inteligencia lealtad


y

dormidas
.

en

Hubo un día que no cantó remó sino salió


ni

,
un
de

calle armado garrote esgrimiéndolo


la

y
á

soberbio sobre una cabeza perfumada grito


,

-Si pretensión
en
su

sigue usted vuelve


si

á
,
52 APONTE

hacer señas á mi mujer , si vuelve usted á pasar por


aquí , si vuelve usted

...
La amenaza concluyó porque Belisario con

no

,
heróica prudencia volvió espalda garrote

la

al

y
renunció generosamente Pero Malagueño era un

el
.
simple pescador Belisario era todo un señorito

y
,
,
de
resultado esto fué que otro día pescador

la al
sin

el el

,
por gemía

en
saber qué cárcel señorito reía

y
,

,
en

bebía café jardín del Noy contaba lance


y

el

el
-

,
muy sabor provecho aunque sin
su
alterándolo

y
á

,
citar nombres por temor complicaciones mal
,

á
sanas
.

Ya Codorniz nos dijo que


la

sabemos

la
lo

in
,
,

fluencia del Marqués volvió libertad


la
le

.
Tal fué episodio que nunca supieron sino me
el

á
desfigurado Alberto Panchita Calle
el ni

ni

la
dias
y

,
de
más que autor del hecho
ni

y
nadie esta

el
,

obra
.

grave cuestión del


de

Después meditar mucho


la

traje optó por muy pintoresco


de

español

la
el
,

á
antigua sin duda más rejuvenescente que puede
el
,

apuntó
en

ofrecer
la

indumentaria universal
su
y
;

cartera memoria casaca Luis XIV boto


lo

con
á
o

,
:

nes dorados bolsillos laterales chaleco grande


y

de

bordado con botones metálicos chorrera enca


y y

jes asomando por pechera las bocamangas


la
,

calzón corto con brillante hebilla las corbas me


á

dias carnicolores negras zapato bajo con fulgu


ó

;
APONTE 53
DI
rante chapa oro espadin

de

en
tahalí pendiente del

,
chaleco por sombrero vistoso tricornio horizontal

el
,
Dn ;
con ondulante pluma blanca flotante sobre hom

el
,

un
bro izquierdo coronando todo diamante que
y
,

,
21
de

esos son todas las épocas Belisario conservaba

y
,
5
una reliquia de tiempos más felices

.
En todo eso meditó buen espacio preocupado

de é
,
-18

insomne Vínole luego las mientes recuerdo

el
de a
.

aquella maldita sota club Jaco

en
e,

bastos que

el
-in

en
se

bino había empeñado vaciarle los bolsillos

y
;
zil

se

después quedó dormido


...

blandamente

.
Al día siguiente levantó más temprano que
se
,
de

se
costumbre esto
es

las diez media echó


y

y
á

,
;

buscar padrinos
de
calle Para duelo No
la

ir
a
á

;
¿

?
.
It

para Marqués ya duelo había


el

casa del cum


ir
a

plido objeto haciéndose público


le

su

cómo pensar
y
;

batirse con un amigo


en

quien admiraba quien


un y
á

ya que podía clavarle puñal


no

pedía dinero
...

?
del

Así más ingenua lealtad


se

declaró con
lo

la

.
SU ede la

querido Marqués podían


no
se

Desengáñese
,
-

batir Hipólito Therameno Pílades con Orestes


ni
y

Marqués hizo un saludo seco


El

regocijándose
,
ca. de 70

aquel desenlace
de

interiormente
.

-Además continuó Belisario -dicen que soy


-

mal tirador
.

-Yo soy peor me hubiera usted matado


lo

.

Mire usted que Pepe Guión me bate


e

es
y
á
-

,
ZU

un principiante
.
54 APONTE

-A mí también Excúseme usted un momento

...
-contestó Marqués dirigiéndose pieza conti

la
el

á
,
gua dejándolo sólo

.
presencia

de

de
no

su

su
Belisario

ni
necesito
permiso para tomar una riquísima caja un riqui

de
simo vueltabajo encender echar humo como

si
,
desgaire
en
su
estuviera Examinó cuarto

al
casa

el
.
mesa con papeles que tenía delante Allí un
la
y

.
L.
pañuelo marcado con las iniciales co

A.
con

y
...
rona condal allí una carta abierta Belisario

la
;

tomó vió sello también condal leyó velozmente


el
,

,
guardó
en
se

firma bolsillo
la

la

el
y
,

.
Esto sin pensar que por rendija puerta

de
la

la
,
un

ojo penetrante miraba furtivamente


lo

.
Entretanto Alberto escribía en su Libro de

la
Marqués Represalia
El

Noblesa estas frases de


la
,

;

:

ya
de

moda aunque
de

título reciente creación


,

;
hombre puro generoso compasivo carácter más
;
,

propio para iglesia que para los salones

un
no
es
la

diablo predicador porque practica que enseña


lo
,

tan flojo tirador que Pepe Guión bate peor baila ;


lo
,

regular jinete usa lentes


de

dor oro brilla más


y
y

,
la en

de
en

Habana que
de
la

los salones los Madrid


,

oriundo Enamora de San Marcos


es

de donde
á
¿

?
.

yo

alguno
Se

en se

pero dice que casa


lo

cree dudo
lo

pongo

con Matilde Contreras también duda


lo
;

.
de

he

su

armas visto aun


...

Su escudo no escudo

.
APONTE 55
700
5

CAPÍTULO

V
Ito

+ 11
Quien era Represalia
le

Era exacto siquiera verosímil lo que Alberto


ó
¿

apa
en

de
su

apuntaba códice Jamás despecho


á
?

Marqués Represalia dicho


de

riencias había
la
el
,

'

una palabra
de

amor Matilde Contreras mucho


ni
á

,
18

Condesa Visitaba primera con asi


la

la

menos
a

á
.

de

cierto dirigía atenciones


es

duidad toda clase


le
,

lisonjas banales tal vez daba derecho esperar


le
y

a
,

permitía creer que había quien estuviera rendi


le
y

damente enamorado de ella


.
Tax

El

no

Con qué idea sabría pero como


medis

lo
su sa
lo
¿

bían los demás cada cual formaba comentarios


á
,

antojo puerta
id

no mucho que
su

ver
al

la
y

coche
,

las dos hermanas pensaran que visitaba


de
de

los
á
,

en

San Marcos que vivían frente Buen mozo ele


y
.

gante era adinerado parecía ser No


8

noble
él

y
.

¿
,

aspirar
de

tenía derecho dama más atractivos


á
a

buena estirpe
de
de

que aquella solterona sin duda


,
,
56 APONTE

buen nombre , todavía de buen aspecto , pero ya to


cando á la edad en que se declina ?
Lo mismo le pasaba con respecto a la Condesa ,
con la diferencia que á ésta ni aun lisonjas vanas le
dirigía ; la había visto en su morada , en el paseo , en
casa de Catalina la Codorniz , en palacio , y
, de
siempre le había dejado la impresión que pudiera
el más rígido é inofensivo asceta .
En realidad , el Marqués era un mito ; llegado
hacía poco de la Península , y presentado en la so
ciedad habanera por el Capitán General , mediante
la recomendación del bien conocido don Rodrigo del
Olivar y mediante algunas cartas de Madrid , había
sido aceptado con la distinción á que sus méritos le
daban incontestable derecho . Su conducta , tanto en
la Península como en Cuba se sabía intachable ; sus
modales y cortesanía eran de la más rigurosa co
rrección ; su respeto a las damas rayaba en cosa ya
fuera de uso ; jamás palabra ofensiva para hombres ,
jamás frase irrespetuosa ante señoras ; censuraba
acremente esas admitidas ó toleradas libertades que
parecen llevar la perversa intención de abrir los
ojos á las inocentes . Era hombre que no hablaba ,
por temor de ofender .
Había jurado , y con candida franqueza lo decla
raba , no casar con mujer joven y bonita , porque está
más expuesta a las acechanzas ; quería mujer de
peso , por eso galanteaba a las hermanas Contreras ,
APONTE 57

y por eso , á diario se veía allí ese coche frente a la


puerta .
En la exquisita sanidad de sus íntimas sensacio
nes , nada veía en el amor de esos intereses más ó
menos mezquinos siempre aspiran los amores
á que
humanos . El amor no era admisible sino cuando
honesto y bien intencionado .
-Es demasiado casto para hombre
solía decir -
la maliciosa Panchita Calle á su competidora Catuca
Guanabacoa .
-No tiene nada de peligroso - decía la Matilde
Contreras á su hermana Malvina , -será un marido
ápedir de boca .
-Se -tartamudeaba
...

...

con con confiesa con


,

asombro barón de X.
el

-¡Sí exclamaba Belisario escandali


señores
,

esta época de negación impiedad


el de
en

sado se
--

y
;

padre Urquizaeta director


la

confiesa con
el

á
,

nuestra aristocracia pecadora


de

confesor
el

moda
,

contrita
y

-Es un hombre excepcional decían los presbí


-

teros Urquizaeta Caballero -el ruído mundanal


y

repugna
pa

parece que empujones asiste


y
le

á
,

tertulias nacido para encaminar socie


la
y

seos
de de á
;

pleno siglo
en

dad lee xix los salmos David


de y
,

,
de

de

habla las virtudes San Vicente Paul


,
de

de

vida ascética
la

los cenobitas vida eterna


la
,
58 APONTE

, alcanzable sólo por la humildad , la


y la salvación
y
devoción la caridad .
Sin embargo , en ocasiones , aunque raras , solía
el Marqués tener sus momentos de romanticismo
mundano , en que parecía olvidar su carácter y co
rresponder á la accidentada época en que había
nacido , tercer tercio del siglo pasado . Cuando entre
jóvenes del mundo alegre y ocioso , no se esforzaba
en edificar , reía y burlaba ; era , en sumá , hombre de
mundo , decidor y comunicativo . Entre damas siem
pre serio , rígido ,grave , como quien fuera ya presa
de algún voto ó de algún amor inviolable , y de aquí
su fama de santo y de intachable . Con ellas , come
dido siempre , hasta ser el Quijote de la honestidad ,
como se decía en el Club Jacobino , de que era poco
asíduo visitador .
Era observantísimo en ayunar y confesar , asistía
con su libro á la iglesia , justamente la que frecuen

taba Ana Luisa , y se le veía como austero cenobita ,


rezar y darse golpes de pecho , cosa ya , al menos
entre hombres , caída en desuso . Gozaba del aprecio
ilimitado de las gentes de sotana , que se hacían len
guas para enaltecer su insigne piedad y acrisolada

conducta ; parecía preferir la iglesia y sus rigores al


mundo y sus alhagos , y no ocurría suscripción públi
ca ó privada , sobre todo si piadosa ó patriótica , á la
que él no acudiera con rica ofrenda . Daba prudente
consejo á los libertinos extraviados : “ dejad esa vida
APONTE 59

de disipación y de ocio “, decía á Belisario ; " abando


nad el juego “ , aconsejaba al Barón de X; á los
cuales había prestado dineros que se presabían in
cobrables .
Cosa muy rara en su época , compadecía a los
africanos y era indiscretísimo abolicionista , lo que
constituía entonces la mayor de las excentricida
des . Al hablar con un negro libre , empezaba por
mandar ó suplicar que se cubriera , pues era de ley
que los de color , aun libres , hablaran al blanco más
humilde con el sombrero en la mano .
Levantar al caído , apoyar al débil era su ince
sante afán ; hacía limosnas á las que para ser san
tas sólo faltaba que fueran superiores á su posi
,

ción ; pero era rico y esto amenguaba el mérito de


ellas .
No hubiera sido un anacoreta , porque necesitaba
ante todo ser útil á sus semejantes . Vivia para el
prójimo , y llevaba el altruismo hasta el grado de
rechazar el principio que nos dice : " la caridad bien
ordenada comienza por si mismo “ la máxima le pa
recia egolatra y anticristiana .
" No salió de la boca de Jesucristo , pensaba ; “ sino

del vulgo necio y egoista ,


En su concepto , privarse de lo supérfluo para

abastecer de lo necesario al necesitado , no es vir


tud ni es mérito ; es deber . El altruismo , la filantro
pía , la abnegación , es sacrificar su bienestar al bie
60 APONTE

nestar de los otros , como Cristo cedió su libertad y


su vida por la redención de la humanidad .
Con tales creencias , más que aristócrata , parecía
un filósofo que estudiaba las costumbres ; en los pa
seos , en las diversiones , diríase que no asistía para
gozar , sino para observar y analizar ; no jugaba ni
bebía , no tenía deudas ni queridas , ¿en qué era no
ble ? tiraba el florete, pero muy mal , el aprendiz
Pepe Guión lo batía ; su lujo era sencillo , mientras
deslumbraba su caridad con los pobres , y parecía
ignorar que poseía todos los requisitos para lucir y
triunfar .

A tal modestia unía candorosa simplicidad en


,

sus gustos ; á veces se le veía llegar a la playa de


San Lázaro , cuajada de casuchos de pescadores ;
allí entraba en el bote de Perico el Malagueño , y se
iba á dar un paseo por las afueras del puerto . Des
de que a la intervención oficiosa del Marqués debió
su excarcelación , el alegre Malagueño le juró un
cariño fraternal , y le cantaba las más bellas coplas
de su repertorio andaluz . El Marqués reía , aplau
día y pagaba .
No era vasta su instrucción , en eso sí era noble ;
hablaba con mas gracia que profundidad , parecien
do resentirse de educación descuidada ó tardía ; co
mo hombre de ideas vagas en artes y .ciencias , una
discusión razonada , un artículo de la Gaceta , bas
taban a hacerle cambiar de opinión ; si se lanzaba á
APONTE 61

terciar en asuntos fuera de su alcance era sofistico


á veces , lógico pocas , sin credo prefijo , como si es
tudiante imberbe , se inspirara en el último libro
leído . De francés sabía lo suficiente para pedantear ,
y á menudo citas de segunda mano y estudiadas
frases de relumbrón ornaban cual joyas de similar ,
sus breves discursos . Era de notarse que , ajeno á
nuestros provincialismos , pronunciaba la C y la Z
como en Madrid y Toledo , pero parecía novel y
afectado en ello , tanto que muy á menudo se le es
capaban un sapato y un corasón cubanos . Libros
pocos y mal escogidos , eran los que se veían en su

cuarto ; allí , sobre su mesa , siempre , un pa


á su vista

ñuelo de fina batista , con las letras A. L. , bajo coro


na condal , y aunque era pañuelo de mujer , ninguna
malicia revelaba , cuando con tal negligencia se de
jaba a la vista . Allí también , junto al lugar antes
ocupado por aquella carta que Belisario había sus
traído , se veía un papel escrito en signos conven
cionales, logogrifo inteligible sólo para el que lo es
cribe o para aquel á quién se escribe.
Tal era el extraño forastero que fijaba la aten
ción por los primeros meses del
en la Habana .

Sin ser modelo para escultores


12.

apariencia
su

año
,

personal era agradable realzaban sus correc


su de la
y

un ápice barba pelo siempre


ni

tos modales
el
;

andar pausado
su

ras vestir modesto Sus


la
al

,
,

bios gruesos cejas pobladas pupilas negras ex


y
,
,
62 APONTE

presivas , lo revelaran capaz de pasiones vehemen


tes , si su boca y su proceder no las rechazaran .
En suma , valía más su moral que su fisico , como
que se le veía sereno ante los fuertes , dulce ante los
humildes , rígido con los pusilánimes ; oyendo contar
el sitio de la Habana por los ingleses , condenaba al
inepto Juan de Prada , y sin embargo aplaudia al
bondadoso Carlos III , que de su peculio privado pa
gaba una pensión secreta al caído ; el heroismo de
Guzmán el Bueno fué para el acto de barbarismo
no excusable ni en su época ; la quema de las naves
por Cortés , si cierta , un acto de bandido .
Empero , como en otras ocasiones , entre hombres
de determinado círculo enaltecía el amor de cual
,

quier género como alma de la humanidad , nada ex- .


traño que divergieran las opiniones ante el inexpli
cable dualismo , y que muchos , la generalidad , lo
juzgaran la honradez personificada ; otros , muy po
cos , la hipocresía en persona . El corrompido Belisa
rio , su deudo , solía decir para si : “ Bajo esa capa se
abriga un bebedor : no es un Francisco de Paula si
no un Tartufo . Lo que prueba que había leído á
Moliére ó de oídas conocía ese tipo .
Conforme al parecer de Alberto , su nobleza no
podía ser antigua , por lo que lo creía palatino reva
lidado , es decir , uno de aquellos títulos de breve
pontificio , fáciles en Italia . Es que de su sanidad de
costumbres respondía , pero su origen ignoraba , el
APONTE 63

don Rodrigo Olivar que lo conoció , decía , en los sa


lones de Madrid y fué su introductor en Cuba . Don
,

Rodrigo , ya lo digimos , había sido en otra época


mayordomo del opulento Juan Pérez , y entonces se
le llamaba Rodrigo el Curro , lo que prueba su ori
gen gaditano ; á la sombra de aquel allegó caudal y
se llamó entonces D. Rodrigo Olivar ; siempre bajo
la protección del bueno de Juan Pérez , casó con ri
ca heredera , tuvo cafetal , potrero , casa propia en
la Habana y carruaje idem , y aquí tenemos ya al
Señor D. Rodrigo del Olivar y de la Fontanilla , ca
ballero de la inclita orden de San Juan de Jerusa
len , español rancio , odiador de Napoleón y los
afrancesados , introductor y admirador del Marqués
de la Represalia . á quién algunos creían que explo
taba , porque el vulgo no fácil perdona al que fué
vulgo y dejó de serlo .
Olivar de la Fontanilla era , hombre agradecido ,
recordaba y con espontánea ingenuidad declaraba
los inmensos favores que debía á Juan Pérez , y has
ta miraba con frialdad al Conde de San Marcos ,
sólo por aquella historia del garrotazo ; acaecida .
hacía sobre tres años , y que ya el mismo Juan Pé
rez parecía haber dado al olvido .
Hemos nombrado repetidas veces á ese Juan
Pérez , y es hora de presentarlo á nuestros lectores .
Hay que ir a buscarlo á su cafetal , porque ya no
visita como en otros tiempos la sociedad elegante .
64 APONTE

CAPÍTULO VI

En el cafetal

Camino de Alquízar á la Habana , sobre el lado


izquierdo , interrumpiendo la verde cerca de piñones,
se vé una gran portada de hierro figurando un fron
iglesia parte superior un letrero
de

en
tis

ca
la
y
á
,

rácteres góticos que dice Cafetal Concordia

de la

.
:

Tras ella
se

dilata avenida forma


de la

entrada

,
da pordos paralelas palmas interpoladas na

de
,

ranjos mientras bordaban las orillas entre los re


,

las palmeras dos líneas piñas


de

de
dondos fustes
,

cuyo dorado fruto nunca dignamente alabado


ni
aun ,
por nuestro Zequeira parece creado para bocas más
,

delicadas que del hombre


la

de

otro lado los cuadros café sombrea


A

uno
y

dos por árboles frutales


de

toda especie café


el

,
;

se á
de

diferencia pide poco sol terreno


la

caña
el
y
y ,
,

utiliza doblemente para plátanos frutas Cuando


.
de

aquellos naranjos
se

cuando
y

cubrían azahares
engalanaban con sus florecillas blan
se

los cafetos
APONTE 65

cas , tan menudas que parecía haber nevado sobre


ellos la finca era un paraíso más bello que el ideado
,

por Mahoma .
El partido de Alquízar era entonces uno de nues
tros grandes centros de producción en el ramo . El
poblado fundado en 1616 , bajo el gobierno del Maes
tre de Campo que le dió su nombre , ocupa el centro
de un cuartón fertilísimo , pero su prosperidad no
empezó hasta fines del siglo pasado , cuando los ca
fetales igualaban en producción y valor a los inge
nios y aun eran preferidos por requerir menos bra
,

zos ; prosperidad que duró hasta el año 37 , en que el


Brasil empezó a dar café casi de balde .
Ya se conocía la aromática semilla en Cuba des
de que en 1748 la trajo un don José Gelabert , de Santo
Domingo , y la cultivó en el Ubajay para extraer
aguardiente , pero no tomó incremento sino cuando la
revolución de Santo Domingo envió numerosos emi
grados franceses á enriquecer y mejorar nuestra agri
cultura . La catástrofe dominicana fué la exaltación
de nuestra industria agrícola .
¡ Qué fincas las de aquellos tiempos
! suelen toda
vía decir nuestros viejos de hoy . El mal estado de
los caminos en muchos casos obligaba á los dueños
á en sus propiedades , y ser sus propios admi
residir
nistradores y como era natural, porque la producción
respondía , se rodeaban de todos los elementos para
5
66 APONTE

una vida sibarítica . cuya base principal era la co


modidad doméstica y privados goces materiales .
El dueño de la Concordia era don Juan Pérez La
bastida , que apellidaban el Apalcado ; á tan vulgar
apodo el lector espera tosco personaje , algún sórdi
do traficante de esclavos , algún facineroso disfraza
do de caballero , como pululaban en la época . Pues ,
nada de Juan Pérez era el hombre más sencillo ,
eso ;
más recto y más longánimo que se ha conocido .
Su posición le permitía favorecer á sus emplea
dos у más de uno enriqueció á su amparo . Digalo
Rodrigo Olivar que le debía toda su fortuna .
Había estudiado en el Seminario con Varela y
bajo Vélez , aunque sin seguir carrera literaria y ha
bía viajado por mar hasta Regla y por tierra hasta
Villaclara y Puerto -Principe ; como que su padre ha
bía sido en sus mocedades tratante de ganado .
Excepción en su época , sus esclavos lo amaban ,
y con tierna solicitud , con el gorro de lana burda en
la mano y vestidos con el tosco traje que llamamos
esquifación , venían á saludarlo cuando llegaba de la
Habana . El oia sus quejas con imparcial afabilidad ,
recompensaba , cosa no común , á los más diestros y
fieles , limitaba las atribuciones del mayoral , requería
al contramayoral si demasiado rígido , al mayordo
mo si demasiado económico . Jamás un caso de sevi
cia ; por eso ni uno sólo de los suyos pensó unirse
al famoso Antonio Aponte , que ya había escapado
APONTE 67

de la Habana y hacía sonar su nombre y sus fecho


rías por lejanos contornos ,
Si acaso de alguno se recelaba era de la mulata
Anacleta ó Mama Creta , antigua esclava ante quien
enmudecía el mismo amo como si se reconociera in
justo con aquella , cuyo primer hijo había sido su
hermano de leche .

La Anacleta
ó Mama Creta que era por sí clara

como hija de mulata y blanco , había tenido otro hijo


con un vizcaíno empleado de la finca , cuyo hijo , que
llamaban Hipólito Marañón , era casi blanco , pues
bien se sabe que los hijos de vascongado y mulata sa
can más del padré que de la madre y se acercan más
á Europa que á Africa . Ese hijo por servicios de la
madre , se había criado con cierta tolerancia y am
plitud no concedida á esclavos , y hasta considerada
inconveniente donde hay otros esclavos que envi
dien .
Era el Hipólito
Marañón , inteligente y travieso ;
de muchacho gran jinete y diestro trepador , y tanto
que debía su apodo Marañón , á una caida con desca
labro de cabeza , un día que se encaramó en una
• mata de marañón ; y de éste era de quien sordamen

te se murmuraba que se había incorporado a las


hordas de Aponte , y de quien se temía que tratará
de inficionar la dotación de la Concordia .
Hipólito , destinado al servicio doméstico , había
cumplido veinte años sin salir de las fincas, y sin se
68 APONTE

pararse de Mama Creta , quien por haber sido ama


de leche de su amo gozaba , como su hijo , privilegios
de liberta .

Pero de pronto adustecióse el carácter de Juan


Pérez : llegó un día de la Habana , de mal genio , no
dió audiencia á sus esclavos , no se ocupó en perdo
nar faltas , y dos días después , contra lo que acos
tumbraba y sin permiso de la pobre madre , envió al
Marañón para la ciudad, con el pretexto de que lo
necesitaba para su servicio particular . En vano şu
plicó Mama Creta ; ¡ era cosa tan común y tan admiti
da separar los hijos de las madres ! El poeta esclavo
Juan Francisco Manzano ( él lo cuenta en su autobio
grafía ) á los ocho años de servicio en la Habana ,

vuelve á Matanzas á ver á su madre y á conocer á


sus hermanos nacidos después de su ausencia .

Juan Pérez no hacía en ello más que usar de su


derecho señorial: luego se le vió vender varios ne

gros que no ansiaban salir de aquel amo , ni habían


dado lugar á ser vendidos ; luego enagenó terrenos ,
cosechas , frutos , bueyes ; de todo , codicioso , hacía
dinero . Algunos creían que la voragine del juego
mermaba su caudal ; otros que acumulaba en el ex- *
tranjero , porque con la conspiración de Aponte te
Řía el hundimiento de la Isla .
Si la humilde esclava preguntaba por su hijo , él
contestaba !

- Justamente para que pueda gozar considera


APONTE 69

ciones lo llevé de aquí , porque donde hay otros es


clavos no convienen esos privilegios . ¡ Y habían pasa
do más de dos años casi tres ofreciendo a la madre
traer al hijo sin que éste apareciera .
No sabían los negros á que atribuir aquel cambio
tan radical en el carácter del amo , antes franco , ex
pansivo , generoso y tolerante , ahora arbitrario , dés
pota é inconsiderado . El lector sí sospecha la causa :
se debía á aquel desengaño horrible que había expe
rimentado cuando alternaba con la nobleza .
El amaba á una mujer , como él de la clase me
dia , á quien prometía la felicidad haciéndola su com
pañera : se atravesó un título , un conde de S. Marcos ,
y la pérfida no pudo resistir al brillo de una corona
condal .

Aun más ; él había insultado al Conde , éste levan


tó el bastón y ultrajó su dignidad y las hablillas se 4

multiplicaron , fué risa de la ciudad , blanco de epí .

gramas , y le quedó por último resultado un apodo 1


ignominioso .
Eso había sacado de su trato con la nobleza .
70 APONTE

CAPÍTULO VII

El apaleado

Y los copleros del día también se despacharon á


su gusto escribiendo cuartetas maliciosas y chasca
rrillos ramplones que corrieron de boca en boca ; lo
que prueba que en toda época ha habido ociosos y
malévolos .
Nuestro Boloña , hacinador de vulgaridades no re
cogió , que sepamos , ninguna de las décimas del Apa
leado ; porque décimas se llamaban aunque fueran
dísticos ; pero he aquí un rasgo que por casualidad
llegó á nuestro alcance y que por curiosidad hemos
guardado como si valiera algo :

A Juan Pérez Labastida


le dieron un garrotazo
él alzó , valiente , el brazo
y llevó parte adolorida
...

la
lo

Los hubo todavía peores cuyos autores permane


,

por malos dejaban


de
no

cían anónimos que exas


de y
,

perar bueno Juan Pérez cuando los oía cantar


al
APONTE 71

por algún desconocido chico callejero . He aquí otro


+
que no recomienda el oído poético ni la habilidad del
poetastro Belisario , que lo compuso . El primer verso
es cojo y al cuarto le sobran sílabas .

¿ Qué se quedó sin novia


y cabeciroto dices ?
Eso se llama quedar
palmo

un

de
tras de cornudo ... con narices

.
No copiaremos ninguna otra aquellas majade

de
rías con que implacable risa del pueblo
la

escarnecía

,
respetabilidad ciudadano pacífico
un
de

hon
la

y
rado
.

sin embargo muchos sabían que apaleado


Y

de el
,

había portado como hombre


se

Pérez honor

y
vengar
de

si
El

había tratado afrenta día


al
en la

,
.

22
guiente del lance acaecido había paseo público
el

enviado sus padrinos demandar reparación el


y
á

ic
,

orgulloso conde
él se

había negado batirse con quien


á
no

poseía como un título nobiliario


.
vil

Batirse con un Juan Pérez tan prosapia con


¡

!
¡

tra tan preclara alcurnia Un señor conde que lleva


!

sus apellidos
en

no

empañaría sus
ba

tres veces DE
,

dignidad
de
la

la

blasones nobleza batiéndose con


y

,
de

caudal no pasaba
su

un plebeyo que despecho


á
de

ser un vecino honrado


.

Un Juan Pérez Ningún Juan Pérez peleó


de en

las
¡

vino con Velázquez las playas Ba


ni

Cruzadas
á
,

con Cortés las del Anahuac


ni

racoa
á
,

.
72 APONTE

Y he aquí como se quedó Juan Pérez con su ga


rrotazo y con un denigrante apodo .

Los amigos le decían :


-Pero ennoblécete ; compra un título , ¡ eso es tan
fácil ! acude a Roma , todos los siervos del Papa son
condes , los títulos palatinos son escalón de tituļófilos ;
luego lo revalidas en Castilla , y ese señor Conde no
podrá negarse al duelo ó quedará por cobarde .
-¡Fácil fuera !-decía encogiéndose de hombros
Juan Pérez .
-Sí , muy - -
fácil replicaba Olivar . Ahi tienes á
Fulano ayer
, traficante en negros , hoy Marqués de
la Perseverancia , y Zutano ayer vista de aduana , hoy
Conde de Corrientes Turbias. ¿ Quién era el Marqués

de Hache ? Su padre vendía esquifaciones en la Pla


za Vieja ¿Y el Barón de Jota ? Usurero , luego refac
cionista de ingenios de la nobleza , hasta que se que
do con un par de ellos . ¿Y aquel Tal , que es mestizo ,
y probó limpieza y titulo ? Y aquel otro , que fué cua
trero , y se hizo conde y aún es - conde ?
Cosa fácil fuera , en efecto , sobre todo acudiendo
á Italia , donde los títulos se dan cuasi gratis , como
grande prueba de la sagacidad italiana . En otros
países se han escrito folletos y libros para ridiculi
zar esa estúpida manía de las distinciones ; los italia
nos han hecho algo mejor , se los dan á todo el mun
da , y ya se comprende que una nación en que por
treinta pesos se es conde , por cincuenta se es mar
APONTE 73

qués por cien se es duque y hasta principe , es por


,

que aprecian esas vanidades en lo que ellas realmen


te valen .

Pero el espíritu recto y sencillo de Juan Pérez


repugnaba hacer lo que había censurado en otros .
Era demócrata de corazón , se había adelantado á su
época y cuasi vivía en la nuestra ; los títulos , hasta
los antiguos y heredados , te parecían rezagos de la
vieja Europa , ridículos en esta tierra del porvenir ,

en este templo de la igualdad y la democracia . Ya


por entonces en los Estados Unidos , en Méjico , y
otros de la joven América , las categorías , distincio
nes venales y privilegios de raza caían desmorona
dos por la igualitaria piqueta republicana ; demolían
lo que la revolución francesa había dejado en pie en
ese mundo de la ignorencia y la vanidad .
¿ Qué título podia ser más noble que el título de
americano ? nacer en América , tener la dicha de ser
americano y estar ligado a las viejas rutinas y pre
ocupaciones , por el amor á instituciones gerárgicas
ya en desuso , le parecía el colmo de la inconsecuen
cia , era no merecer el ser americano .
-Un título - añadía Olivar - puede servir á lo me
nos para obtener reparación de agravios .
-
-iJamás ! -replicaba Juan Pérez en esta época
de igualdad y progreso , en que no hay más estirpe
que la del mérito , no quiero imitar la estulticia de
los linajudos y titulófilos ; la nobleza , hoy reducida á
74 APONTE

nombres y pergaminos apolillados y carcomidos por


el tiempo y la democracia , pudo ser util allá en otras
épocas , cuando obli gaba ; hoy han cambiado las co
sas ; el título de hombre honrado es el único aprecia
ble y á que debe aspirar el hombre de bien . Vale
más ser señor excelente que Excelentísimo Señor ;
como vale más ser hombre ilustrado que Ilustrísimo
Señor .
-Es que sin ello te quedarás con tu garrotazo .
El tiempo me vengará esa mujer que ha sido
---

;
será también marido

al
infiel amante
lo
al

.
Pero los días
se

convirtieron en semanas pasa

,
no
cumplió titulo las

y
ron meses Pérez
se

año

y
el
,

cosas siguieron des

su
mismo Sin duda esperaba
y lo

quite del tiempo casualidad así que cuando oyó


la

;
decir que un recién llegado Marqués Represa

de
la
lia

joven rico con atractivos hacia asi


la
corte
,

porque
la

duamente Condesa de San Marcos asi


a

,
de

creyó desde aquel sonado desafío Belisario sin


se

,
tió un gozo indisimulable tenía sobre ello largas
y
,

antiguo protegido Olivar


de
su

conversaciones con
Fontanilla que era quien repetía aquellos ru
la

le
,

mores calumniosos por los despechados


sembrados
,

pretendientes rumores que dilatan como mancha


se
;

siempre
de

papel
en

que marido
es

el
el

estraza
y
en

último saber
.

de de

Longánimo pacífico era suyo Juan Pérez


el
y

grandeza
no

su

pero llevaba ánimo hasta desear


,
APONTE 75

la felicidad de su ingrata , como suele verse en las


novelas del tiempo viejo más que en el mundo real.
¡ Ah ! un sólo acto de debilidad de aquella mujer y

bendeciría á quien lo vengaba, pero ¿ podría espe


rarse tal cosa de virtud tan excelsa ? Era notorio que
hasta entonces , jamás la maledicencia había empa
ñado con su hálito ponzoñoso aquella reputación ya
puesta á prueba por más de un pisaverde que adivi
naba el escaso afecto que profesaba á su marido .
¿ Por qué había de ceder a la seducción de un foras
tero , tal vez un advenedizo , y seguramente ave de
paso en el pais ?
Sin duda Olivar de la Fontanilla exageraba las
cosas en su deseo de alhagar el ofendido amor pro
pio de su protector y amigo .
Ya hemos dicho que Juan Pérez , desde aquel dis
gusto con el Conde , y desde aquella oleada de burla 18
15
y sarcasmo desencadenada contra él , se había re
traído de la sociedad , viviendo más en su finca que
en la Habana ; y se había hecho déspota , arbitrario
irascible en perjuicio de sus esclavos .
Demócrata por convicción , nunca había amado la
aristocracia ; y ahora , después de sus desengaños ,
los aristócratas le parecían todos o traidores ó ridi
culos ; en cada conde creía ver un conde Don Julián ;
en todo marqués un marqués Mascarille
, de Molière .

Ya no se le ve reir ya no da
; prudentes consejos
á sus esclavos ; ya no se pasea por aquellas guarda
76 APONTE

su la de re
rayas que tantas veces en días pasados había yu

su ,
,
tirado por pareja

en
corrido brioso alazán

de ó
tordillos para

de
lleno amor ilusiones

y
ir
20

à
,

,
distante donde residía aquella mujer

no
finca

de
quien creía más bella las

la
sensata

y
amante
á
,
mujeres saluda gozoso aquellos árboles fron

no
ya

,
;

das brisas que habían oído sus protestas acaso

y
,

también recogido suspiros

de
perfida que

la
ser

á
,
prefirió hija

de
amante fiel ser obediente padres
,

egoistas
.

Ensimismado meditabundo parece un hombre

,
,

expectativa algún suceso capital


en

de

se
había H

:
no como creía Belisario por
su

retirado finca
a

,
,

had
esclavo Hipólito escapado
su

temor aquel sino


á

,
por odio mundo
al

nobleza
y
la
a

Sus negros sin embargo aman Mama Creta


lo
,
,

única los ojos del receloso mayo


la
es

eso sólo
y

á
,

se

ral Orihuela que hace sospechosa Su desconten


de ,

ut
.

hijo
de
su

procede cuidadosa
la
to

ausencia
,

vigila por temor que acoja alguno


de
se
la

mente
á
,

los emisarios de Aponte He aquí porque mayoral


el
.

pedía con insistencia amo que devolviera


al

la

finca Du
á

Hipólito Marañón para satisfacer madre


el la se al

su la

y
a
,

llevara cualquier otro esclavo para


en

servicio
se

ciudad que añadía pensaba Orihuela que


A
lo

,
.

Hipólito
en
era

que menos convenía Habana


la
el

porque era demasiado inteligente podría desper


y
,

,
no

servir ya para
de

campo
al

tando mundo era


el
,

;
APONTE 77

aquellos que convenía sostener en abyecta ignoran


cia para anular los efectos de su natural perspi
cacia .

de
Al
fin

un día amo cansado sus continua

el
,

,
dos reproches dijo
le
,

:
-Hipólito Marañón

no
ha escapado

se

se
sabe

y
;
de
él
.

-Se habrá incorporado bribón

la
ese banda

á
,

,
de

Aponte
.

Tal vez pero aun dudo


ya lo
...
,

de
mayoral esperaba
El

esa noticia muchos

;
Habana ya libres ya esclavos habían marcha en se
do la

las filas rumores

le
sordos dotación
y

el la
,

,
á

hacían sospechar algo sabía que Hipólito era


Se
.

audaz tan audaz como inteligente


,

-Dios nos libre que así sea dijo con acento


de

-
de de

intima convicción porque ese renegado tratará


la --
,

10
2
yo respondo
de

inficionar toda dotación mi


á

la
se

gente gente entiende los esclavos mientras


)
,

de

estemos libres acechanzas pero


...
;

-Es preciso guardar secreto añadió Juan


el

-
no

Pérez --que
en

Mama Creta
la

sepa nadie
ni
lo

,
,

finca
.

-Se guardará Juan guardará


se

señor don
,

de ;
,

pero yo aseguro usted que perrazo


si
le

ese
á

Hipólito llega
en

caer descuartizo
lo

mis manos
á

,
de

no

después verdad que


es
...

con cuero todo


el

él
,

culpa
la

tiene
.
78 APONTE

-Tampoco la tiene su madre, porque Anacleta


nunca ha salido de la finca , ni Aponte ha venido
jamás por estos barrios .
-No , no señor; tampoco la tiene Mama Creta ; la
culpa yo bien se quién la tiene .
-¿Quién

...
?
-Usted señor don Juan usted que
mismo

el es
,

,
demasiado bueno con los negros ahí tiene usted

;
de
resultado las consideraciones con esa canalla

.
Palo palo señor don Juan los negros no entienden
,

;
,

alguno del ingenio


Se

el ha escapado
de

otro modo
¿
.

mi
mayoral que
en

Sta Ana que hermano

es
,

,

"

Antonio Orihuela mete cuero como nadie Se ha

?
¿
,

ido alguno del ingenio Arrogante del Marqués

de
,


San Marcos palo señor don Juan palo palo
,
?

.
No pareció don Juan quedar muy convencido

;
sonrió bajó los ojos contestó una palabra
no
y
,

.
Por tarde salió para

se
Habana
la

la

como

le
;
en se

sabía rico dadivoso había enviado papeleta


el le
y

trajes había prome


de

para baile Coliseo


el

y
,

tido asistir
.

Nosotros también asistiremos


.
APONTE 79

CAPÍTULO VIII

El Cabecilla

Pero antes la lógica exige un preámbulo aclara


torio .

Si bien se mira , no faltaba al cauto mayoral su


tanto de razón en sus recelos y lúgubres pronósti
cos .Podría ser que se engañara respecto de Ana
cleta ; acaso esta humilde y resignada sierva no
hubiera jamás soñado con la idea de prestar oídos á
ninguna especie de agentes solapados; pero era ver
dad que el nombre del Cabecilla no se pronunciaba
sino con terror por los blancos con amor por los F
...

esclavos caudillo ilustre para los unos bandido


;

desalmado monstruo para los otros aquellos veían


,

Mesías negro rayo


de
en

esperanza que ve
él

el
el

lóbrega mi
la de

nía iluminar noche abyección


y
la
á
en

seria que vejetaba gemía raza para éstos


y

era enemigo malo abortado por infierno para


el

el

;
,

algunos era expiación


la
...

Sostenía mayoral Orihuela que los negros


el

mejor tratados suelen ser los peores que tanto más


,

aspiraban cuanto
se

más les concedía que sólo


y
,
80 APONTE

conservándolos en la noche de la ignorancia , podía


sostenérseles en esclavitud . ¡Desgraciado pensaba , 1

el negro inteligente , y desgraciado el amo cuyos


negros llegan á ver claro !
No mucho , pues , que aquel Hipólito , hijo de cuar
terona y con sólo un octavo de sangre negra , aquel
favorito , cuya inteligencia desde niño se había hecho
notoria , se hiciera indomeñable desde que nuevos
horizontes y avanzadas ideas iluminaran su dormi
do cerebro . Y en esta preocupación , siempre le había
parecido cosa estúpida llevar a la ciudad y dar pri
vilegios á quien para ser blanco sólo le faltaba ser
libre . Unido ahora , según declaraba el amo , a las
descarriadas hordas de Aponte , ¿ no trataría el en
greído mulato de sembrar en la “ Concordia “ los per
niciosos gérmenes de rebeldía y anarquismo que fer
mentaban ya en toda la isla ? ¡ Ay de él , si caía en
manos del prudente Orihuela ! No esperaría el per
miso del amo para suprimir el contagio , como se
suprime la rabia del perro . Y entretanto , concibien
do el atrevido plan de atrapar al mismo Aponte , por
medio del Hipólito , envió dos esclavos de toda su con
fianza , ofreciéndoles su libertad porque prepararan
una celada ; mas de los dichos esclavos , uno se quedó
con Aponte , el otro volvió ; pero declarando que
Hipólito no estaba entre los rebeldes .
El hipocritón Aponte , el roe - altares , el antiguo
sicario , á falta de otras virtudes , poseía la de una
APONTE 81

actividad febril é incansable perseverancia , y tenía


secuaces y ayudantes que se infiltraban por todos
lados como insidiosas serpientes. El sabía los inge
nios con cuya dotación no se podía contar , porque
estaban ( por desgracia ) bien tratados y contentos
los esclavos ; él sabía que el negro Tal andaba cima
rrón por efecto de un severo castigo ; él sabía que
,

Creta , de la “ Concordia “, estaba disgustada con su


1
amo porque éste le había separado su hijo , y que
,

este hijo no se sabía donde estaba , y hasta había , él ,


Aponte , enviado sin éxito su emisario á indagar el
espíritu de aquellos compañeros de infortunio .
Ya había recorrido , escapando milagrosamente
á la persecución judicial , las jurisdicciones de
Puerto - Príncipe ,Bayamo , Baracoa , Santiago de
Cuba y alguna parte de los departamentos Central
y Occidental , arrastrando innúmeros incautos a su
desatentada causa , y dejando por todas partes hue
llas indelebles y dolorosas de su paso .
Como Rómulo , echando los cimientos de Roma ,
suministraba medios á los esclavos , para revelarse ,
y aceptaba toda clase de bandidos , así Aponte acep
taba prosélitos negros y mulatos , con tanta más
solicitud cuanto aparecían ser más feroces y crimi
nales .

En Santiago de Cuba aumentó copiosamente el


número de sus adeptos ; aquellos negros oriundos de
Haiti que huyeron por sí ó con sus amos de la con
6
82 APONTE

flagración de su tierra , aunque desgraciados en su


patria , la recordaban con la adhesión y lástima con
que se recuerda una madre criminal , y jamás qui
sieron ser sino franceses ; todavía hoy á los que res

les
sus hijos , si se
pregunta

su
tan , ó á nacionalidad

,
lenguaje franco hispano bárbaro

en
su
contestan

:
Moé francé guiné Yo francés

de
-
Guinea
,

(
.

).
Los que Aponte hacían con

la
adherían
se

lo
á

,
reproducir
de

Cuba los horrores que todavía

en
idea
perpetraban primitivo país
en

en
su
se

la
ese año

y
,
insurgencia dilataba con desalmados de toda
se

es
de
pecie entre los cuales , muchos libres las ciuda
,

des No formaban bandos por naciones africanas

,
.

mezclábanse indistintamente lucumies con macuaes

,
congos con araraes otras tribus tal vez enemigas
y

tierra aquí unidas por


en
su

interés común que


de la el
,

,
fué siempre primer efecto
de

opresión unir entre

,
los oprimidos La banda los carabalies que

,
á

.
así

llamaban mismos quemacueros capitaneada


se

por un negro feroz contribuía obra común pero


la
,

,
á

Aponte
ta de no

nadie era una horda


ni

obedecía
á

vándalos que asesinaba por


su

quemaba
y

cuen
Al
de

riesgo Peñas
la

asistieron acción
si
y
y

a
,

tas que describiremos más tarde fué sin duda por


,

que temían hallarse aislados por que creían que


ó

quedaría isla africana


la

con una sola batalla


la
;

ignorancia los hacía atrevidos


.

Esta frase fué pronuncia


de

Era esperarse
-

!“
"
¡
APONTE 83

da por más de un blanco y por algunos que eran te


nedores . Porque si la codicia y la inconsideración
eran base de la conducta de los amos , el exterminio

y la venganza debían ser el estandarte de los opri


midos ; in hoc si gno vinces podía estar escrito en su
bandera de sangre y muerte . Los repetidos incen
dios de cafetales y otras fincas , los frecuentes ase
sinatos de amos y mayorales , todo contribuía á sem
brar la consternación que aumentó , cuando se supo
que secundaban el movimiento los ingenios de Tri
nidad y Peñas - Altas , asiento principal este último
del Cabecilla , y lugar donde corto tiempo campeó la
bandera de sangre y exterminio .
Desde que el Cabecilla comenzó á infestar la isla
y sobre todo la jurisdicción de Jaruco , con el hálito
ponzoñoso de su malignidad , poca confianza podía

haber en la fidelidad de los oprimidos y privados de


todo derecho . No hay cosa que aterrorice más que
la falta de razón y justicia . Se vigilaba á todas las
fincas, aunque se sospechaba más de algunas por la
excesiva rigidez con que se trataba á los siervos .
Los dueños , no arrepentidos pero temerosos ,
huían y se refugiaban en los poblados abandonando
sus intereses . Jamás motín de negros causó mas te
rror ; los apalencados de las sierras de todas épocas ,
nunca trataron más que de escapar al trabajo y á
los crueles castigos ; nunca soñaron una Cuba afri
cana , bien que el hambre los obligara á robar y
S4 APONTE

hasta á matar . Mientras que en la conjuración de


Aponte se trataba de un Antonio I emperador de
Cuba " formidable conspiración que tuvo en peligro la
isla " dice con razón Zaragoza en sus Insurrecciones
de Cuba .

Pero si los vandalos de Aponte sembraban ruína


desolación como melio de consternar no es lícito
,

cumparar lo que no pasó de motin á aquella revo


lucion de Santo Domingo , en que á lo menos en sus
prineris tiempo se renia la batalla social, había
lucha de principios , que luego pusú á ser sangriento
cheque de capus szales ; la una pretendiendo nive
rique para el era subir ; la otra queriendo sos
terer inretendis dere his que se derrumbaban mi
racioperca temp .
Visguien que la tilantrópica Ingla
tambalanbenen las conias , em

sin
banheimerinaris en las surus Esto

no
pusstundis uncturas rebelión tu .

Etrieruene no
la

si de
Sningannareciente
refugiados

Garsiassati
raino ,
y
gocierno fué
di

Gratis Staa
Inspire
5pxti pOr
de

senisins Sud améri


-

aten
la
APONTE 85

>

CAPÍTULO IX

En el Coliseo

El baile era de máscaras , mejor diríamos de tra


jes, porque éstos se hacían en casa , de lujo ; prepa

rando cada cual el suyo , en competencia , como que


aún el carnaval no había degenerado en saturnal ,
ni por tanto había llegado á esa decadencia que lo
X
relega á muchachos y gente soez . Diríase que quien

no se disfrazaba con traje histórico o de capricho ,


temía que se atribuyera su excepción á carencia de
medios para hacerlo , y en el mundo elegante á na
die gusta aparecer en penuria .
Como en la Roma y en la Venecia de otros días ,

di
tal

no había dama distinguida que se negara á


de
de
se

vertimiento más cuando trataba un baile


y
,

se

como los que daban en Palacio en Co


el
y

tono
,

su

objeto
de

que además tenía aliciente


el

liseo
y

,
,

patriótico
.

los trajes más


en

de

Eran uso los característicos


,

provincias españolas payesa catalana alternaba


la
;
86 APONTE

con la pastora pirenaica ó con la campesina vas


congada . Los de pierrot , pierrette , caperucita , Pom
padour , Maria Antonieta , etc. , estaban excluídos
por entonces ; no se quería nada que oliera á francés

en aquellos días en que Napoleon pisoteaba la dig


nidad nacional ; los de gitana malagueña , bandera
española , jardinera , mora , odalisca , camelia , dama
húngara , griega , tirolesa ; trajes alegóricos de la
música , la escultura , la astronomía , la alborada , la
noche , céfiro , sílfide , locura , primavera , estaban
representados por virgenes que pudieran engalanar
el eden que se le antojó á Mahoma . Para varones ,
se usaban los de mosquetero , astrologo , marinero ,
Ivanhoe , por la reciente novela de Scot , y muchos
históricos .
Adornábase y se iluminaba la alameda de Paula ,
que en tales fiestas venía á ser un apéndice del Co
liseo ; no era ese paseo lo que hoy ; hijo único , se le
mimaba , y era centro principal de nuestros antiguos
carnavales y numerosas máscaras , en tarde y no
che circulaban , ya con careta , ya sin ella , ya con
simples antifaces que cubrían sólo la mitad de la
cara .
El salón suprimido el escenario , era inmenso , y
,

en él , con cepas de plátano y arbustos al natural ,


se había figurado un jardín . Con razón , dice el cro
nista Ferrer , que el Coliseo , restaurado por Some
ruelos en 1802 , era uno de los más grandes y bellos
APONTE 87

edificios de América . Allí , nuestras primeras óperas ;


allí , en este año 12 , la Gamborino , celebridad eu
ropea , y Mariana Galino , entretenían á los habane
ros con la Isabela , con quien quiere no puede, con
El amor finjido , El mónstruo de la naturaleza y
Lavandera de Nápoles , y otras ya caidas en desuso .
A las ocho , dos horas antes de lo que hoy exige
la moda comenzó el baile , y media hora después los
,
a
salones estaban llenos , porque no había la costum
bre de llamar la atención entrando el último .

La condesa de San Marcos , en pintoresco traje


de pastora de los Alpes , ríe y bromea con el mar
qués de Represalia , cuya juventud resplandece bajo

el grave disfraz de puritano escocés del siglo xvi ;


el lenguaraz Belisario , de español antiguo , bus
ca ó finge aventura novelesca con una maga de
ojos de cielo ; Alberto , de caballero cruzado , baila
con una gitana andaluza y la noble marquesa de
,

Someruelos , vestida de cielo , ( traje azul obscuro


con estrellas doradas y luna en cuarto ), solicita al
brillo de su fiesta , á todos sonríe , á todos atiende y
agasaja .
Acompáñanla varias distinguidas habaneras , y
entre ellas la señora Catalina Manrique de Lara y
Aguilar , señora Bodega de Monzón , la marquesa de
San Felipe y Santiago , condesa viuda de Buenavis
ta , marquesa Juztiz de Santa Ana ; secretaria la
88 APONTE

primera , miembros todas de la Sociedad patriótica


de Fernando VII .

no
Todos charlan , todos rien allí

no
...
todos

;
,

,
bajo las anchas hojas

de
recatándose un bananero

,
un
como ave nocturna quien estorba luz está

la
á

,
hombre sombrío silencioso traje todo negro que

,
algo representa será Para qué ha ve

la
noche
si

¿
,

en
nido qué hace alli Juan Pérez qué busca

el
?
¿

?
¿
alegría un hombre que

y no
al se
de

divierte
la la
mundo

?
No separa ver Re

un
de
vista punto fijo

á
,
presalia junto condesa Ana Luisa unas veces
la
a

,
chanceándose otras hablando con interés como

si
,

,
discutieran un punto filosófico sus ojos chispean

su y
,

,
en
comprende que alguna idea dolorosa revive
se

cerebro Ya habia oído sordos rumores jah

...
fue

si
.

!
marido como Esta
su ra

al

es
infiel fué amante
lo

al
,

!
esta idea siniestra persiste
obscu

en
obcecación
,
su

recer intelecto adherida como molusco el


él

á
á
,
su

roca
.

Represalia ofreció brazo Condesa para


el

la
á

acompañarla
de

refectorio salón refrescos


al

la
ó

;
no
se

palabra exótica buffet aún había introducido


,

con menos pedantería que hoy hablaba mejor


lo se

el
,
se

español llamaba pucha que hoy bouquet


y

,
,

no

eran retretes los boudoirs había soirees sino


;

otras muchas innovaciones inútiles en


ni

saraos
,

nuestro riquisimo idioma


.

marqués parecía esforzarse por hacerse



El

el
APONTE 89

mido ; saliendo del salón de refrescar , llevó á su


compañera por las sinuosidades de aquel jardín ar
tificial, que parecía hecho exprofeso para intrigui
llas amorosas ; pero éstas eran muy ajenas al carác
ter de Represalia ; la Condesa se había puesto el
antifaz y fué la primera que habló .
-Sé que se ha batido usted con Belisario Cortés .
-No , señora ; no aceptó el duelo , y vino á casa á
presentar excusas ; hubiera querido dar una lección
á ese rapaz que manchaba la reputación de una da
ma de alto rango .
-¡De una dama ! -- exclamó la Condesa ; y no se
atrevió á decir : ¿ Sería de mí ?
-Sí ; de una dama que me honra con su aprecio
y cuyo nombre reservo .
-Es un desgraciado ; mí me persiguió con su
á

amor , y hoy , despreciado , se venga tratando de


arrojarme lodo .
-Perderá su tiempo , porque se os conoce ; se
sabe que sois la perfección , y no faltarían paladi
nes ...
-¡Ah , marqués ! esos paladines defendiendo la
honra de una mujer , pueden comprometerla más ; el
silencio y el desprecio son los mejores antídotos
contra el veneno de la calumnia ; nuestra religión
prescribe el olvido
...

nuestra religión ese punto


en

-Señora de
es
,

masiado cómoda nos permite pecar


en

confian
la
;

,
90 APONTE

za de ser absueltos por un cuarto de hora de arre


pentimiento . Nadie acata las leyes , y nadie más
respetuoso que yo de los dogmas ; pero , ¿ cómo puede
contenerse un hombre de honor cuando en su pre
sencia se ofende el buen nombre de una mujer que
él sabe intachable ? Hay miserables que no galan
tean porque amen , sino porque se vea que aspiran
alto ; no pretenden ser felices , les basta con que los
otros lo crean ; y para eso , á falta de triunfo , apelan
á la calumnia infame , que todo lo mancha , que todo
lo escarnece .
-Bien dicho , marqués ; el seductor sólo es per
donable cuando una pasión indomable , una pasión
como la de Hércules por Onfale ....

...
-Señora , Hércules fué un necio un hombre
débil
.

-Para amor
el

-El hombre fuerte para todo Es verdad


es
lo

que vino representar fuerza bruta


al

la

mundo
él

inteligencia ipero histo


en
y no

cuántos que
la

la
y

,
el en

ria novela teatro han pretendido repre


la

el
y

no

sentar amor ideal han sido más que viciosos


ó
,

ignorantes Porque toda pasión ilegal hija


de
la
es
!

ignorancia
de

perversión yo
no
la

admito seño
ó

amor santificado por pureza


su
do de ra

sino sanidad
el

y
,

Ah que Francia ha inficiona


la
es

intenciones
¡

!
.

licencioeas
al

mundo con sus costumbres sus


APONTE 91

novelas inverosímiles ; bienaventurados los pueblos


que no la siguen ; dichosos los atrasados .
La condesa guardaba el silencio de la admira
ción .
-Yo odio á los seductores , señora - continuó él ;
-de ser posible , establecería una sociedad de segu

ros contra la seducción de mujeres casadas y para


garantía de maridos .
Esto fué dicho con tal aplomo y tal aire puritano ,
que la pastora de Suiza se quedó un momento mi
rándolo con expresión de duda .
-Esa sociedad sería inútil -replicó ; -la escuela , .

el buen ejemplo , la difusión de saludables princi


pios la suplirían .
-Aunque malamente , sí , la suplen por eso , en
;
*
mi corto círculo los difundo . Estoy concluyendo , se
ñora , una obra de moral que imprimiré y distribuiré ic
gratis para edificación de las masas , sobre todo de
la mujer , porque nuestra fuerza no es más que un
efecto de su debilidad . No debe decirse , en lo gene
ral , que un hombre pierde á una mujer , sino que
encuentra á una mujer dispuesta a perderse.
Marqués , no es usted hombre de esta época ; lo
felicito .
-He adelantado mi edad y nada más , señora ;
hay una época de la vida en que todo lo malicioso
deleita , y he procurado no pasar por ella ; hay otra
en que los Amadises y los Lovelaces quedan para
92 APONTE

los neuróticos , quienes , mañana , pasado el neuro


sismo de la pasión que los cegaba , reirán de esos
mismos morbos á que su estulticia los entregó . Yo
me alimenté desde mi niñez , con el buen ejemplo y
la máxima saludable que me inculcaron mis venera
dos padres, y por eso á mis principios repugna todo
lo que esté contra la moral y contra el orden ; no
soy un santo , pero deseo serlo ; el mundo me hará
pecar ; la pureza de mis intenciones absolverá mi
conciencia .
Era indecible el acento de unción y convicción
con que pronunciaba el Marqués esa expresión : mis
venerados padres , que parecía brotar de lo intimo
del alma .
Ana Luisa lo contemplaba extasiada . El Marqués
continuó diciendo :
-Esto , lo comprendo ; podrá ser extrambótico ,
hasta ridículo ; la sociedad de hoy , egoista y escép
ríe
tica , no comprende esos sentimientos , y ellos de
corriente ex
de de

como ríe cuanto no aviene


se

la
á
yo

traviada sus ideas pero prefiero ser burla


el
;

oveja antes
do

antes que burlador paciente


el

la
,

de

que lobo devorador No estoy por


la

moda los
el

amores ocultos criminales estaré siempre por las


y

antiguas costumbres mis venerados padres pi


de

religión
de

honra ajena hacer befa


la

sotear
y
la
,
de

no

escarnio moral eso conduce más que


la

á
APONTE 93

abismos de perdición ; por ese camino se pierden las


sociedades y se hunden los pueblos .

-¡Qué pocos hombres , Marqués , existen hoy que


piensen de ese modo .

-La sociedad se pierde , señora , porque existen


pocas mujeres como usted .

-¡Oh . no me lisonjee en más de lo que valgo .

-Usted , señora , será siempre , fiel esposa , exce


lente amiga , modelo de madres ; sus hijos serán
honor de su familia y de su patria , sus amigos se
envanecerán de ser sólo amigos . €

En verdad , para cambiar frases tan edificantes y


tan santas no necesitaban recatarse de nadie ; pero
sin pensar se habían extraviado en el laberinto de
verdes y floridas callejuelas del jardín ; ella escu
chando entusiasmada , él prodigando frases henchi

das de religiosa solemnidad . 17

Por pequeñeces tales el ocioso mundo suele mur


murar , predecir y sobreponer . Se sospechaba de
que hablaban , pero se empezaba á notar que era
mucho el ahinco con que aquel hombre , no de mun
do , la buscaba para cambiar impresiones mora
lizadoras .
San Marcos vagaba en compañía del insustancial
Barón de X, que le tartamudeaba necedades , y cuan
do indiferente y desapercibido se dirigía á un asien
to desocupado , le interceptó el paso un grupo de
alegres mascaritas que charlaban como cotorras y
94 APONTE

reían de sus inocentes travesuras . Una representaba


la Locura , otra vestía de pescadora napolitana . ha
bía una vivandera , una maga española y una aldea
na escocesa .

La pescadora traviesa se dirigió al Conde :


--¿Dónde está tu Condesa ?

--La busco .

-¿Con la antorcha de Diógenes ?


-Ven a ayudarme ; tus ojos alumbran más que
el candil del hijo de Sinope .

ca ...
-Sí ; -repitió , el
ca ... can .
tartamudo Barón - más que el

repitieron desmorte
de Sí

...
---

ca
la ca

cáca
...

...
ca

--
;

!
¡

cidas risa Locura cantinera todas


y
la

la y
,

,
huyendo del Conde que pretendía seguir broma
,

,
perdieron
en

de
internaron flotante oleada
la
se

gasa seda encajes que llenaba salón


el
y

.
,

de

seguirlas aquella

ba
El

Conde
en
trató
no

justamente los mo
se

en
rahunda fué sentar
en y

antojaba
que Alberto solicitar
se
le

mentos
á
á

para citarla una danza


la

Condesa
á

Belisario dijo
le

Pregunta por ella Conde creo que ella


al

;
-

anda por ahí con Represalias como Pablo Virgi


y
,
en

de

nia bosque los Lataneros


el

.
al de

Alberto ver que casi obedecía


sin echar
Y

á
.

dirigió
aquel mo
en
se

un mandato Conde que


,

su

mento cambiaba frases ociosas con un adiátere


.
APONTE 95

La concurrencia

se
había aumentado eran

es
y
trechos los vastos salones asistir una fiesta ofi

á
;
.

patriotismo

de
cial era hacer mérito muchos había

;
que eran dadivosos por ostentación

no
pocos por

,
de

no
servilismo vida colonia

la

la
miedo era más
ó

de
de
que una dependencia vida

la
la
secundaria
metropoli
.

no
-¿Dónde está Ana Luisa La Condesa está

--
!
escapado -Yo
en

ha
La Condesa se


sala
la

la
¡

!
.

Marqués
de

Represalia —Yo los

se
con que
el


.

iban para allá afuera


se
han eclipsado
-

Qué Que

*****
¡

!
.
se

han escondido
.

engrosando nie

de
Así rodaba rodaba

3
y la
bola
,

rápido crescendo implacable


en
ve

fría como

el
,

cierzo de adversidad
la

-Que exclamaron las hermanas Con


escándalo
-

de

treras esa mujer no tiene perdón Dios


-
;

.
yo

me trataré más con esa mujer


no

Matilde
,
-

.
yo

-Ni tampoco Malvina


,

frente como aquel


tranquila serena alta
la
Y

á
,
,

quien conciencia nada reprocha apareció ca


la

la
,

Represalias
de

lumniada Condesa del brazo son


y
,
,
de

riendo ignorante los infames murmullos fué


á
,
,

sentarse junto su marido


a

Miradas sarcásticas traidoras cayeron sobre


su y

no

pero cándida inocencia


su

ella marido las


y

leyó las comprendió


ni

Represalias separó un momento ver Oli


se

al

á
96 APONTE

var que se le acercaba como queriendo hablarle . En


efecto , don Rodrigo se llegó á él , y le dijo :
-¿Conoces al Apalcado ?
-
No tengo ese honor .
-
¿ Ves aquel hombre , allí sentado , sólo , adusto ,
que parece haber venido a llorar ?
-Si jah señor conozco ese
...

es
lo

...
,

,
-Ven presentaré

en te
y

se
como aquel momento Juan Pérez levantó
Y

por casualidad pasó junto ellos don Rodrigo


y

,
con sencillez dijo
,

-Señor amigo Marqués Re


mi

de
don Juan

el
,
presalias
.

contrajo con frial


Ni
un

de
su

se
músculo rostro

;
casi chocante Juan Pérez saludó tendió

la
dad
,

,
de

mano tras uno esos ofrecimientos comunes


y

,
continuó hacia jardín Aquel hombre parecía no
el

querer aumentar sus amigos Al pasar


de

número
el

.
junto San Marcos una chispa odio fulguró
de

le de
al

sus pupilas
en

terrible siniestra cruzó puede


y

,
de

decirse cara con una esas miradas que hieren


la
,

látigo que recordaba siempre siem


es
Y

como un
,
.

pre aquel antiguo ultraje que por quedar inulto


,
,

de ,
la su

refluía tenaz frente como remembranza


la
á

un delito que roe conciencia


.

Represalias miró con fijeza luego volvió


lo

el
y
,

rostro Olivar
á

.
APONTE 97

-¿Cuándo vuelve usted , á su residencia de


campo ?
-Pues ignoro

lo
...

.
-Día feliz que pasé alli mucho me gustaría

el

;
repetirlo
.

dirigió una mirada


de
Olivar Fontanilla
la

le
,
pregunta como quien

no
comprende espera

y
,

.
-Según Marqués los Con
he

-
oído continuó -

el
de

des San Marcos irán mañana pasar algunos

á
días su finca
á

-¡Ah diferente nosotros también iremos


es

eso
;
!

nuestros dominios
á

,
98 APONTE

CAPÍTULO X

Belisario

Después de este diálogo , Represalia se despidió


de la Condesa , saludó ceremoniosamente al Conde
y desapareció .
No acostumbraba demorar mucho en los bailes y
á aquel había asistido sólo para que se le viera allí ,
porque no asistir á una fiesta caritativa fuera des
aire à la promotora .
Ana Luisa lo siguió un momento con los ojos , en
esa actitud especial de la persona que trata de re
solver un problema . Sus ojos parecían buscar algo
en la obscuridad , su boca parecía decir :
-¡Qué hombre tan singular !
Y
singular era en efecto , un hombre que en aque
lla

negación
de de

época escepticismo respetaba los


y

rigida
se

preceptos moral
la

más sometía los


y

a
,

dogmas del más severo ascetismo


.
El

se

Conde volvió ella con una contracción


y
a

,
APONTE 99

de labios . que no se podría definir si era sonrisa o


mueca , dijo :
-Estoy por creer que ese mentecato te galantea .

-¿En qué lo notas ? ¿ Acaso se ha dicho

...
?
-No que diga nada pero creo yo

se

lo
;

.
-Ese hombre incapaz ningun mal

de
pensa
es

de
pureza

su
timidez una niña

la
la
es

miento
y

;
,

generosidad
no

su
tiene límites

...
y
,
-¿Con elogia mi señora
que fuego
lo

!
-¡Ah preciso que oigas las conversaciones
es
!

que tiene conmigo jamás para niña mas inocen la


;

pudieron ser peligrosas sus palabras


te

.
-Sí muy puras las creo pero para eso procu
...

¿
,

ra ocultarse
?

-No procura casualidad


la

...
lo

--Buena señora porque hay len


la
es

cautela
,

!
está obligado
no

guas
en

todas partes mundo


de el
y

a
,

conocerte responder
tu

sensatez
y

Ingénua desapercibida entregada confian


la
y

propio proceder jamás ocurrió


su
za

de intachable
,

Condesa que pudiera ser motivo


de

su

censura
la
á

amistad pura admiración que


la

desinteresada
y

aquel forastero tributaba qué derecho tenía


le

el
¿
,

motejar
su

mundo nada cuando conciencia nada


á

cara Quede para las intenciones avie


en

echaba
le

sas para las conciencias maleables disimulo


el

y
,

ocultación
la

La
en

su

plena confianza que ella tenía marido


y
100 APONTE

sobre todo la que ella tenía en si misma , la hacia age


na á toda idea de hipocresía , y podía ser causa de al
guna candida y comprometedora indiscreción .
Es verdad que el Marqués parecía preferir su
conversación y su compañía á la de toda otra per
sona ; que lo encontraba en todas partes , que soco
rría los mismos pobres que ella , pero esto ¿ podía
pasar de mera casualidad ?
Su quitrín en la calle del Obispo había chocado
con otro perdiendo una rueda , y al saltar ella es
pantada á tierra había caído en brazos del Marqués
que corrió a su amparo

...
casua

la
debido todo

á
,
lidad
.

Al visitar Panchita Codorniz gracias


la
una
á

a
,
lápiz

de
esquela que noticiaba enfermedad

la
al

le

vieja nodriza Marqués que


la

encontró allí
el se

al
,

había venido con mismo piadoso objeto casuali

...
dad pura casualidad
.
,

Ella ignoraba Conde tampoco sabía aun que


el
y

puritano del siglo xvi pastora suíza


la

ambos
el

y
,

,
de

en
acababan dar inocentemente un escándalo

el
hubieran desatado algunas
de
se

baile que esas


y
,

de

nulidades lengua viperina cuyo espíritu parece


,

haya
de

no

nutrirse murmuración fundamento


ó
,

para ello
..

No sospechaba candorosa Ana Luisa hasta


la

donde llegaba inquina despechados amigos


de
la

ni
,

los celos aquella


de

en

de

que era capaz rabia


la
lo

,
APONTE 10f

Matilde Contreras que veía postergado su amor


puro y honesto ante el ilícito y criminal que a la
Condesa atribuía .
La pescadorcita napolitana , con
su grupo mari
posil, acompañadas esta vez de Belisario , pasó de
nuevo ante el , juguetona , vivaz , maliciosa , y sin
embargo de ver allí á Ana Luisa , repitió su frase :
-¿Donde está tu Condesa ?

¡Implacablepregunta ! realmente la pregunta es


ta vez le parecía implacable .
-¡Escucha !
...

mariposas desapareció bullicio


de

La bandada
dejándolo preocupado
sa

pensativo
y
,

.
es

Bien sabido que cuando ánimo siente se


el

proclive una idea enojosa todos los cabos que


á

atamos todos los incidentes que antes parecían


,

mente ofuscada prue


en

inadvertidos son ahora


la
,

en

bas que fomentan errado concepto que ella


el

pero presintió algo avieso indolencia


la

germina
y si

,
;
de

en

no
su

su

su

carácter confianza
le

condesa
,

permitieron análisis
el

En
se

este momento Belisario saludo


acercó
y

mirando Ana Luisa con rostro plácido burlón


á

,
-

con ojos medio cerrados como guiñara


si

La condesa contestó saludo con sólo un movi


el
de

miento cabeza displicente inspiraba desprecio


le
;

aquel tipo que había tenido


de

audacia brindarle
la
,

un amor adúltero sin embargo diera


de
su

mitad
la
;

,
102 APONTE
1

vida por no ver el sarcasmo de aquellos labios, la


ironía desa piadada de aquellos ojos .
Belisario , después de algunas chanzas y obser
vaciones mundanales , tan escasas de oportunidad
como de gracia , preguntó con sorna :

-¿La bella condesita no quiere dar otro paseo


por las sinuosidades del jardín ?
La le clavó una mirada , como le
bella condesita
hubiera clavado un arpón , y tras breve pausa , con
testó secamente :

-Gracias .
Volvió en seguida la cara simulando hablar en
prirado y con interés á su marido , lo que equivalía
á decir á Belisario que estaba de más allí.
El se separo en efecto , diciendo con los ojos :
– Tú la pagarás .
Y se eclipso sonriendo , como hubiera sonreído
Rabelais ó el mismo Mefistófeles .

FIN DEL TONO PRIMERO


APONTE
fo
A PONTE
POR

FRANCISCO CALCAGNO

TOMO II
*

BARCELONA

TIPOGRAFÍA DE FRANCISCO COSTA


60 , Calle de Aribau , 60

1901
**

A PONTE

CAPÍTULO PRIMERO

Silvia

Escocia de acerbo modo al de San Marcos aquella ,


en su concepto perfida frase : ¿ dónde está tu condesa ?
que con picaresca sonrisa le habia repetido la viva
racha pescadorcita napolitana . y se propuso ir á su
casa para inquirir del caso ; mas , no sabiendo como
había de proceder en sus averiguaciones , empezó
por dirigir preguntas á su propia conciencia .
¿ Por qué había de suponer maliciosas é intencio

nadas aquellas sencillas palabras de una locuela en


noche de bromas ? Habría pasado alguna de esas .....
pequeñeces que la murmuración ajiganta y hace
llegar á oídos de todo el mundo menos á del ma
los

rido
?

iQuién sabe
!

en

en

ese punto
su

no

Ana Luisa
fe

Ilimitada era
;
108 APONTE

podia caber la sombra de una duda , y la misma fir

mísima confianza abrigaba respecto del caballeroso


marqués , cuya santidad de principios era conocida .
Sabia que era uno de esos corifeos de la amistad ,
rarísimas excepciones , cuya conciencia no puede
abrigar la idea de inferir agravio al prójimo , y me
nos á uno cuya mano como amigo leal había estre
chado,
Pero iquién sabe
lo ...

!
de
De intimo su conciencia comenzaba brotar

á
infligia
al no

su
una duda que alteraba confianza

ni

el
menor agravio

de
buen nombre sino

la
condesa

,
Él
la su

no
sólo mortificaba amor propio dudaba pero

;
podría estar . podría ser
en
no

no
duda los otros
¿

?
¿
de
que ingenuidad Ana Luisa diera
la

candorosa
margen
de

se
las hablillas Veleta que los ociosos
á

todos los vientos tal opinión pública


la
es

mueve
a

;
,

fragil barquilla que zozobra soplo

de
más leve

la
al

reputación mujer
de
la

maledicencia tal
la
es
,

y .
de

Nada esto ignoraba orgulloso conde


el

cuan
,

parecía oir una voz infantil


en
do

ello pensaba
le

y
,

repetia
tu

maliciosa que dónde está condesa


le

?
:

Frase casual sin duda frase sin idea sin doble


,

que tal pregunta


él en

en

sentido empero momento


el
;

su
se

hacíà sabía donde estaba condesa


le

No posible negar que los celos más horribles


es
de

no

son los vanidad basta que sea honrada


la

la
;

mujer del César es preciso que todos crean


lo
;

.
APONTE 109

¡ Cuántos Otelos que no matan por amor sino por


amor propio ; uxoricidas por vanidad , por temor de
aparecer ridículos , ó en venganza de haberlo sido .
Tal era el caso del conde y tales ideas le perse
guían cuando se encaminaba a la mansión de Silvia
con el objeto de penetrar más las intenciones de la
joven .
La antigua casa señorial de los condes de Jibacoa
estaba en la calle de los Mercaderes , entonces la más
concurrida de aquella Habana amurallada que aun
no poseía sus florecientes afueras , pues esas afueras
comenzaban bajo la forma de desvencijados subur
bios .
Ricos quinientos brazos africanos fabricaban
,

azúcar en sus ingenios , generosos , ilustrados , como


que la mayoría de sus miembros se había educado
en el extranjero , eran los de Jibacoa modelo de cor
tesanía y caballerosidad y era su residencia una de
,

las que daban la nota en punto á elegancia y buen


tono ,

Era un edificio á la sazón de estilo moderno con


todas las mejoras y adelantos arquitectónicos hasta
entonces logrados . Dos pisos y entresuelo , cuando
aun no abundaban las casas de tanto ser ; en los bajos ,
cochera para más de un quitrín , caballeriza para
más de una pareja habitaciones de criados y exten
,

sos corredores para depósito de cajas de azúcar que


habían de embarcarse , pues aun era ciénaga insalu
110 APONTE

bre el punto donde hoy se extienden los almacenes


de Regla .
Arriba , , galerías que no
espacioso salón de recibo
envidiaran a las más lujosas de la metropoli ; mue

bles que el país entonces estaba muy lejos de poder


fabricar . De locetas criollas era todavía el piso , de
cedro sin cielo raso era todavía el techo ; pero dora
dos eran los candelabros que sostenían las bujías , de
plata era el anafe que brindaba fuego , y de oro era
la salvilla que ofrecía á los fumadores riquisimos
vuelta - bajeros ; inalfombrado el pavimento , pero
sobre el cinceladas escupideras de bruñido metal ; sin
tapiz las paredes , pero colgando de ellas en costosos
cuadros copias de Rembrant , Murillo y Salvator
Rosa . En suma , sólo faltaba lo que la época aun no
había logrado .
Cuando llegaron los de San Marcos ya poblaban
el régio salón copiosos visitantes ; los de O‘Reylli ,
Vallellano , Represalia , la familia Avilés de Lara , la
de Peñalver de Cárdenas , las hermanas Contreras ,
contador don Jorge Monzón , el poeta Zequeira , el poe
tastro Rey Aguirre , y otros íntimos de la casa , todo
de lo más distinguido de la alta sociedad habanera ,
entre los cuales el inútil , estragado , tartamudo , bue
no para nada , barón de X.
Silvia Herrera , la pastorcita de Nápoles , sobrina
prohijada de los condes de Jibacoa , sonrió maliciosa
al ver entrar á San Marcos y señora ; parecía presen .
APONTE 111

tir que tuvieran alguna cuenta que arreglar con ella

.
Ana Luisa vestía un precioso traje color rosa pálido
juvenil

en
su

su
que hacía resaltar aspecto fresco

;
rostro resplandecía esa flor resignación que sólo

de
en mujeres

de
no
se

advierte felices pero conciencia


pura
.

Pronto animó conversación porque sobra


se

la

,
aquellos días eslabonadas peripe
en

de
ban asuntos
girando entre las damas sobre baile ópe

la
cias

el
;

su de
la ra

tenor Pau Gamborino que acababa dar


la
el

y
,

trilogía La
de

muerte Abel y anunciaba be


neficio con La felis casualidad unía algo

se
que
lo
á
,

crónica pri
de

de

de
chismesvecindad comentarios
,

vada sobre los últimos versos epigramas chas

y
ó
,

,
El

El

Regañón
de

carrillos Lince Entre los hom


ó

bres versó sobre Aponte las convulsiones que sor


en ,
se

damente iniciaban las colonias los últimos


,
de

en

sucesos Península que Habana tenían más


de la

la
,

de un mes atraso reciente victoria que


la
y

sobre
,

por las inmediaciones Málaga había ganado ge


de

el

neral Ballesteros Suscitose una discusión que pro


.

movió Pro Caballero con discretísimos razona


el

que terció Represalia emitiendo algu


en

mientos
y
,

nas ideas prestadas puro conocidas


de
y

sosas eso
y
;

que aunque deficiente parecertardía educación


su
lo al
en y

se había que toca diplomacia


y la

esmerado
a

sólo porque solía ser tema favorecido casi impres


para
de

cindible brillar en salones En días guerra


.
112 APONTE

nacional hasta las verduleras picotean , aunque sea


sólo para decir lindezas del enemigo .
Con furor antigalo y hasta cierto punto innecesa
rio , porque no había de ser contradicho , sostuvo que
en las turbulencias del día era deber de todo español
estar al lado la patria ensangrentada y llorosa , y
de

denostó á los Usurpadores , que no de otro modo se

llamaba siempre al intruso rey José y á su imperial


hermano

-
.

-Aspero y desabrido - añadió soplará mañana


el viento de la reacción , para los que deslumbrados
por el explendor de los triunfos napoleónicos aban
donaron a la patria en su desgracia .
-¿Pensáis , pues , que el coloso caerá ?

-Sin tardanza , porque los usurpadores sólo tem


poralmente triunfan ; muy pronto se disipará el velo
de entusiasmo que ciega á tantos , y dejará de ser un
semidiós el que no es más que un ambicioso afortu
nado y entonces los afrancesados y traidores irán á
,

morir en playas extranjeras , á no ser que los salve


el olvido y generoso perdón de la agraviada patria .
Ya las batallas de Bailén , Arapiles , Villafranca y
otras ,anuncian el despertar del león y hundimiento
del águila . ¡Desventurados los que no sepan leer en
el porvenir !
Aunque había en la Península cubanos y aun pa
rientes adheridos al partido afrancesado , nadie con
tradijo tan patrióticas aserciones .

1
APONTE 113

Hubo allí aplausos para los valientes hijos de


Cuba que secundaban los titánicos esfuerzos , y com .
partían las penas de sus hermanos peninsulares ; pero
*
era de notarse que a todo héroe insular oponía el
marqués sistemáticamente otro peninsular y , siem
pre que se hablaba de los Zayas , Zarco del Valle ,
Arango , Quesada , marqués de Moncayo , y otros
hijos del país , sin negarles su admiración , hablaba
el con mayor entusiasmo de Castaños , Lacy , el Em
pecinado , Ballesteros , Jovellanos , Espoz y Mina , Pa
lafóx y otros beneméritos , más admirables á los ojos
de un madrileño convencido . Parecía tener particu
lar empeño en hacer resaltar su cualidad de español
de corazón .
La discusión no había terminado , cuando San
Marcos se levantó y se dirigió al grupo de damas
que al otro extremo del salón charlaban de baile y
modas , y poco después Represalia , de un modo os
tensible y sin pretensión de disimulo , se fué á sen
tar junto a la Condesa Ana Luisa , á la cual con es
tudiado misterio , con innecesario recato , como quien
no quiere ser oído de otros , habló
de

cosas indife
...

de
de

rentes del tiempo del baile


la

moda mucho
;
,

,
,

religión mucho Ma
de

de

caridad mucho más


y
,
,

tilde
.

Simulaba deleitarse hablar de ella apenas se


en

,
la

su

nombraba entusiasmo denunciaba vivísimo


,

interés Ana Luisa que así com


la

lo

bondadosa
y
,

8
114 APONTE

prendía , endulzaba sus oídos haciendo un desintere


sado elogio de la solterona . Ignoraba que ambas las
dos solteronas sordamente agraviadas comenzaban
á hablar de ella en muy diferente sentido .
-Son de muy noble familia ; buenas , caritativas ,
honradas , y ricas , sobre todo Matilde .
-La riqueza me importa muy poco , señora ; yo
en la mujer , nunca busqué la belleza , ni la edad , ni
menos el dinero ;busco un corazón noble y genero
so , como creo lo es el de Matilde ; por eso estudio á
esa mujer y me insinuo , sin que hasta hoy exista
entre nosotros un verdadero compromiso .
-Es pariente lejana de mi marido . Yo estoy se
gura que hallará usted lo que busca . Matilde hará
la felicidad de su marido .
Esto -añadió Ana Luisa con el más sincero
acento de convicción .
La de Jibacoa , una Celimena sin coquetería ,

mirando aquella pareja que hablaba tan intima

mente de cosas que al parecer sólo ellos podían


oir , hizo un gesto de disgusto , y busco con mi
rada de lástima y burla al Conde , que no estaba á
la vista , porque en aquel momento se ocupaba en
solicitar y pronto logró la ocasión de hablar á solas
con el diablillo Silvia , que ya en uno ya en otro
grupo daba que hacer a todos .
Pero se llevó un soberano chasco en sus inquisi
APONTE 115

ciones , porque á su pregunta , hecha con simulada


indiferencia .

-¿Porqué buscabas á mi condesa en el Coliseo ?


Ella sólo contestó : 1

-Por que no la veía en el salón .


Y riendo y dando una vuelta que parecía pirue
ta , se alejó con ligereza de ardilla .

Si algo había oculto en aquel virgen corazón ,


oculto se quedaba ; pero el conde sagazmente resol
vió reirse de sus recelos , y sin ocuparse más del
asunto , se deslizó á la sala de tresillo que ya lo es
peraba .

Tresillo y licores , saludos , presentaciones , cer


veza , á veces dulces , no aun helados ; muy poco to
davía de música , constituían por el año doce los en
tretenimientos y sainetes de las reuniones familia
res . En algunas casas se daba de cenar , porque se
comía las tres , cena siempre precedida del infali
á
ble benedicite , que pronunciaba el papá ó la matro
na en ausencia del clérigo de la familia .
•Terminaban á las once , hora en que se tocaba la
queda que obligaba al silenclo y al retiro . Después
de esa hora los carruajes de alquiler se recogían ,
los centinelas de las puertas de la muralla y cuarte
les daban el quién vive , y las patrullas formadas ó
costeadas á turno por los vecinos , era la única poli
cía y amparo de las desiertas calles ; pero el cronis
ta Ferrer , que escribe de estas cosas , olvidó decir
116 APONTE

que esa ronda vecinal siempre estaba en el otro ba


rrio cuando se le necesitaba en éste , y prueba de
ello que quedaban impunes y por tanto se reprodu
cían con abrumadora frecuencia los atentados más
escandalosos .

Al salir del teatro y bailes los jóvenes que ha


bían de ir en la misma dirección solían reunirse
,

para acompañarse , á lo menos por ciertas calles de


mala fama que ofrecían peligro cuando se iba solo .
La Habana y Nueva Orleans gozaban en este
sentido funesta celebridad ; logreros , traficantes de
esclavos , piratas , blancos opresores , mulatos libres
que odiaban á los blancos , negros libres que odia

ban á los mulatos , eso componía la abigarrada ple


be , á lo que se añadía deficiente policía , carencia
casi absoluta de alumbrado , de serenos , de garan
tías personales .
El continuaba fingiendo hablar con
marqués

animación , aunque sólo hablaba vaciedades . Cuan


do , á insinuación de los jefes de la casa , la concu
rrencia se dirigió al refectorio , el marqués y Ana
Luisa distraídos en su diálogo , permanecieron reza
,

gados en el salón ; como que Represalia había co


menzado una historia que ella oía con más cortesía
que interés , una de esas anécdotas no nada picantes
y de uso común , en que sólo el respeto obliga a la
atención .

El barón de X. , llevando del brazo á Malvina


APONTE 117

Contreras , se acercó á saludar á Ana Luisa , y fué


justamente en el momento en que el marqués , como
terminando una frase , dijo :
-Tú siempre tienes razón , Ana Luisa .
ni llamado por
Jamás el marqués había tuteado
su nombre á la señora condesa ni podía tener el
,

más mínimo derecho . Estupefactos se quedaron los

que oían , y mayor estupefacción fué la de Ana Lui


sa , que dirigió á Represalia
una severa mirada de
inquisitivasorpresa , mirada igual a la que sepa
rándose de su lado dejaron caer sobre ambos el ba
rón y Malvina .
Pero el marqués , como despertando de una dis
tracción , añadió :
-¡Ah ! perdonad , señora Condesa , fué un lapsus
linguæ ; la comunidad de sentimientos enjendra la
simpatía . Me sucede que fácil é inadvertidamente
tuteo á las personas por quienes siento una verda
dera amistad .
Convencida ó no , nada tuvo que re
la condesa
plicar , ni tampoco creyó que el caso requiriera ob
servación de ninguna especie , y más , cuando acto
contínuo reanudó el marqués su historia , que fué
segunda vez interrumpida por Silvia , quién por or
den de su tía la condesa de Jibacoa , venía á invitar
á la de San Marcos . Silvia , que siempre acometía á
Ana Luisa con un arsenal de comos de por qués y
de infantiles confidencias , esta vez se presentó con
118 APONTE

ademán tan respetuoso y tan inusitado en ella , que


toda su actitud denunciaba un reproche ; su cara pa

recía decir : “Señora , eso no está bien “ .


Pero Ana Luisa sin reparar en nada , se excusó
con el marqués de no poder seguir oyendo la larga
historia , se levantó , enlazó con un brazo el cuello
de la niña , y sonriendo la una , la otra cómicamente
seria , pasaron al refectorio .
Represalia , que pudo y aun debió ofrecerles el
brazo , permaneció sentado ; siguió a la condesa un
momento con los ojos y luego clavando la mirada
,

en el suelo , meditabundo , siniestro , pavoroso , mur


muró sordamente :
-El alma de un niño en el cuerpo de un angel

...
pobre mujer
!
i
APONTE 119

CAPÍTULO II

El Gran Galeoto

I
SE DICE

palabra proteo ca
he

Se dice ! ahí frase


la

la
...

,
-

maleón elástica acomodaticia multiforme arma


,

chismografía Quién alcanza me


de

traidora
la

a
¿
.

un
se

dir todo veneno que puede encerrar dice


el

en boca de un chismoso
?
El
se

dice de los maledicentes un talismán


es

un
,
un

salvo conducto introito salvador que antepues


,

de

sus maledicencias los pone cubierto


to

toda
á

responsabilidad cobardes que impunidad con


en
la
;

ley castiga puñal


un

fían porque que clava


la

al
,

pero mansalva aniquilan una honra


no

los que
á
á

una vida con una palabra dicha oído con un


al
ó

,
se

anónimo con un dice


ó

Planta indí
Se

....
se

dice cuenta corren voces


,
,

gena casi todos los climas donde haya lenguas


de

1
120 APONTE .

la murmuración , si exótica , se aclimata fácilmente ,


sobre todo en ciudades y aldeas poco dadas á la
industria , porque es enjendro de la desocupación .

Como de la podredumbre brota el hongo vene


noso , así donde reina la ociosidad surge la maledi
ciencia , y , sierpe insidiosa , funciona sordamente el
se dice traidor .
hay sujeto

no
Quién

lo
nadie
no ...
Se dice ¿
dice

;
pronombre inde

un
un

es
sujeto
se

porque
es

;
terminado forma oración impersonal
;

.
Cuántas veces arrojó dice man

un

se
pérfido

la
¡

discordia entre amigos


de

zana deudos cuán


la

;
de
tas reputaciones arruinó cuántos odios inextin
,

guibles ha sido causa Temblad día que un

el
!

ni no en
chismoso tome vuestro nombre ante

le
y
boca

,
un

un

ponga queda hombre


se
se

dice
dice tras
,
;

honrado que no sea un hipócrita casta doncella


,

que no sea chispoleta


.
de

de
se

color subido asunto


Si

es

este dice
ó
,

hipócrita
un

grave ataca invulnerable irá


si

á
,

porque
un
de

no

mente seguido pero creo


se el
lo

;

profanador no avanza por cuenta propia con un


;

dice hace que otros digan


,

Delincuencia impunible fuego que


la

calumnia
,

como dice Masillón carboniza cuanto toca cambia


y
,

que nos pareció brillante prefiere


en

no

ceniza
lo

a
,

inmacula
de

los que tienen tejado vidrio sino los


a
,

promueve un nada da origen


le

envidia
la

la

dos
;

,
APONTE 121

engrosa , pondera , abulta , inventa , añade; la credu


lidad social la nutre ; si no hubiera oyentes crédulos
se aniquilarían los murmuradores , como los gusanos
faltos del lodo en que viven .
Informado Isócrates , famoso orador griego , de
las injurias que vomitaban contra el sus contrarios ,
contestó :

- No dijeran tanto si los escuchárais menos .

II
TU

No era más que un monosílabo , no era más que


un tu . Pero aquel tu , escapado por inadvertencia y
de

ninguna intención
sin

al parecer ,
la

boca del
Marqués Represalia había sido recogido por
de
la

oídos extraños
.

dicha del enamorado ga


tu

Un puede hacer
la
,

án que por primera vez


su

oye de labios de ama


lo
da

puede ser desesperación del marido que


lo
y
,

oye aplicado un extraño


á

siguiente mis
Al

día honrada Malvina con


la

el
,

terioso recato del pudor escandalizado murmuraba


,

virtuosa Matilde
la

los oídos de
á

-¡Se tutean cuando están solas


de á

Goylan
de

de

los labios Matilde Cortés


Y

y
,

,
122 APONTE

y del barón de X. y otros y otros , con pudicísimo


sobresalto , repitieron :
-¡Cuándo á solas se tutean !
A esa observación , á ese descubrimiento , á ese
tuteo , tenía que seguir al traidor
se dice . Y siguió
con toda la cáfila de invenciones y comentarios que
son su imprescindible secuela .

que hay moros

en
Se dice

la
...

costa

.
dice que guarda pañuelos con

A.
Se

L.
marca

la

,
bajo corona condal
.

escriben cartas para darse citas


Se Se

se

que
...

dice

.
la ve
se
dice que cuando ausente conde

el

le
...

,
rondar casa entrar por
la

no

y
deshoras
y

,
criada
.

que son ciertos los toros


... ...

Se dice .
Se dice
seguía seguía engrosando bola de nieve
la

fe
Y

to
roz como adversidad incontrastable como
la

rrente de lava
.
APONTE 123

III
CAPÍTULO

Los quem acueros

-¡Filosofemos exclamó Belisario levantando


,
!

respaldar
la de

de
los pies sobre otra silla modo que
el

quedaron tan altos como cabeza


le

-Sobre ella seguramente añadió Alberto re


,
,

-
su

pared
de

costando sillón sobre manera que


la

yacía más acostąda que sentada personalidad


su

primero vejiga rellena cigarros


de
su

Sacó
el

perfumada mejicana vai


de

época
al

la

uso con
la
,

pedernal honora
su

nilla sacó Alberto eslabon


y
;

,
de

bles precedentes que fueron las cerillas fosfori


y

llos aquél brindó éste batió fuego encendidos


y
,

,
;

ambos puros comenzaron hablar entre bocanadas


a
,

juveniles
de

humo risotadas
y

-No -repuso Belisario


en

dejemos paz
la
--

á
,
;

condesa que por cierto está llamada una nueva


á
,

dignidad será princesa


en

de

nuevo orden cosas


el

;
de

Quemacueros
.
124 APONTE

Con burlona sonrisa en ojos y labios se quedó


Alberto , mirando inquisitivamente a su interlocutor .
Con igual sonrisa burlona en labios y ojos , Beli
sario continuó diciendo :
- ¿Pues , no sabes

los
planes del Cabecilla

?
-¿Quién los ignora

?
-Por decreto imperial Negrísima

M.
de

S.
los

,
suprimen

se
blancos machos las blancas hembras

;
,
reservan las de más distinción serán forzadas
se

á
;

en

de
vivir servir la
Corte don Antonio
y

de I.
de
La sonrisa desapareció Alberto

la
boca
quedándose boquiabierto
de
asombro porque que

lo
,
de

Belisario decía burla no

se
era sino cierto

lo

;
hablaba públicamente
de

los descabellados planes

de
del Cabecilla fuera realidad fuera invencion
y

ó
,

designaban varias damas ha


es

se

ociosos ello que


,

baneras las más notables por belleza categoría

de
ó
,

,
decía que habían sido elegidas para
se

las cuales de
determinados jefes
de

esposas siervas las filas


ó

Igual idea atribuyó los conspiradores


se

rebeldes
a
.

del año 44
.

Allá por
de

las cercanías Sierra Morena los


la

,
de

cimarrones acababan celebrar una ceremonia


grotesca salvaje que moviera risa indig
no
si
y

la á
,

por quema
de
su

nara vandálica intención fiesta


,

cueros En una gran fogata quemaron los cueros


.

látigos quitados los mayorales que habían asesi


á
(

con ellos algunos los brazos que los ha


de

nado
y
,
APONTE 125

bían esgrimido ; alrededor de la hoguera bailaban


en rueda después de emborracharse hasta perder
,

el juicio mostraban sus miembros marcados por el


,

látigo de los mayorales , y juraban el exterminio de


blancos sin distinción de edades , aunque sí de sexos .
La fiesta de quemacueros , que dejó este nombre á
una de las bandas rebeldes , debía ser de carabalies ,
que se dicen antropófagos en su tierra , á juzgar por
lo feroz y sanguinario de sus adeptos ; aunque no
consta que tostaran alli ningún niño blanco , como
se dijo de una secta de la especie en Haity .
Allí , en tal fiesta , el Cabecilla habíả distribuído
títulos y distinciones , escudos , libreas , blasones ,
para el porvenir ó para el día del triunfo , y había
nombrado muchas de las damas asignadas ó sortea
bles entre ellos .

En ese punto se despachaban á su gusto , y en


vano reclamaban su derecho de primacia las mari
machos , que así se llamaba á las pocas hembras ad
heridas a la banda , las cuales eran , por cierto , más
feas más feroces que los hombres .
y

La bella y distinguida habanera , Serafina Mon


teverde y Chavez , esposa de D. José Barnuevo , era
la elegida por el mulato asesino Trinitario , para su
compañera ó concubina .
La Srta . María Luisa Vélez y Campomoro , era
la designada por el jefe negro Lisundia , para ser
Marquesa de Casa -Lisundia .
126 APONTE

Las dijo Belisario , -serán da


dos Contreras -
mas de honor y ayas de los principillos que elabore
el Cabecilla .

-Sí , sí ;

la ya
por Ga

no
joh aunque

la
al , ...
sabía

lo

,
!
ceta además linda Silvia Gómez Cominer
Y

,
.

será adherida con título de baronesa de

el
harem

,
Africa Cuba
-

.
-Item más Panchita Codorniz con diploma

la

,
:
de

de
bailadora real será dama honor archidu

y
,
quesa condición que los hijos varones que tu
pero
á
,

viere serán hechos eunucos del serrallo de M. Ca ,

S.
maleón
I.

-Y como poeta astro guardarán para

te

á
,

,
que cantes las grandezas

de
esplendores nueva

la
y

corte
.

-Y como blasónfilo para que limpies los



á
,

zapatos de M.
S.

ambos soltaron una sonora carcajada


en
cele
Y

ingenio
de
su

bración como realmente hubieran


y

si
,

dicho una gracia


.

un

Escucha dijo Belisario tomando grueso


,
-

de -

manuscrito mala letra pésima ortografía


y

bien que según decía buenos escritores siempre


,
,
(

malos escribientes escucha poema épico que


el
,
-
)

caso No harían mejor


lo

estoy componiendo sobre


el

Zequeira Nicodemo del Dia


ni

Ruvalcaba
el
ni
ni

ese anónimo que escribe


en

rio
de

Habana
la

ni
,

El Lince
.
APONTE 127

-¡Bien ! ya no necesito celebrarlo , puesto que tu


lo haces
- Al
.

oso negro de las selvas :

« Atila ultraferoz , monstruo de muerte ,


Parricida Nerón , Marat rabioso ,

vil
Serpiente que vierte

de
cascabel
de

de
Veneno Caín mordidas oso
,

»;
-¡Qué calor hace
- interrumpió Alberto tratan
!

cambiar conversación
la

do de

-Escucha .
hombre escucha
,
,

.
Dragón que vomito ...
»
«

yo

Después

no
creo que
de de

todo chico merece


-

Oso negro las selvas tanto epíteto virulento


el

,
merecen los negros versos tan piramidales
ni

.
en
su

Yo creo que tienen raza


Si

razón está

el
.

ha

aspirar
de
no

último escalón social cómo


á
¿
,
su

enaltecimiento
?

-¡Asinus auritulus
!

-¿Qué dices hombre


?

-Digo asi nus auritulus como dijo Fedro asi


;
,

por dominus
de

asini masculino segunda


la

nus
,

,
;
,

adjetivo tres por bo


de

domini estás auritulus


,
¿

sig
de

nus bona bonum donde asinus auritulus


,
,
,
,

asno orejudo
un

nifica que piensas como


.

-Gracias por lisonja


la
,

-No lisonja veritas veritatis


es

es

favor
ni

la ,
,

la por sermo sermonis


de

femenino tercera
,
;

verdad
.
128 APONTE

-Pero , chico , si están ellos bajo todas las capas


sociales , natural es que procuren ascender y brotar
como semilla en subsuelo , o como procura respirar
el animal á quien tapan boca y narices .
-Stultorum infinitus

...
-No deja los latinajos para Seminario para

el

ó
;

... en
los púlpitos hablemos castellano castizo Esos

y
,

.
desheredados del destino
-Tú sensiblerías inoportunas Ve vic


...
,

.
tis -dijo Brenno
!

.
Væ victoribus pudo contestar Manlio
--

.
-Te

un
digo que discurres como asno orejudo

.
-¿La razón motivo por qué
el

el
,

?
-¿Por qué porque son negros no pueden ser

y
?

,
blancos Para qué nacieron los bueyes para traba
¿

?
.

jar para qué caballo para ser montado para


el
;

;
¿

¿
qué negro para servir blanco La maldición
al
el

.
de

cumple
se

Noé Cham
á

--Sofismas acomodaticios para nos pero no ,

para ellos
.

-Pero
de

señor defensor don Antonio don


ó
I,
,

comprende
no

Demonio que inundarán


usted la
¿
I,

sangre sin lograr nada


de

isla sin provecho para


y

nadie Sin armas sin táctica sin recursos qué


es
?

¿
,
de
de

una guerra
de

peran exterminio desespera


,

ción contra imposible Perder los dos ojos por


su lo

?
,

sacar uno adversario Donosa lógical


á

¡
.

-Pero pero pero


...
,

,
APONTE 129

-No hay pero , ni pera , ni manzano . Ellos son


más , pero lo ignoran ; y además , cada blanco vale
por diez negros , y si ese blanco es como yo , vale por
veinte ; que los esclavos aguarden , por mal que se
hallen , y ganarán más con la lenta evolución , que
con la desesperación ; que esperen el día de la luz ,
que no tardará en iluminar la mente de los blancos .
Los libres , que se ilustren ; no se les niega escuela ,
Si se alzaran sólo por su libertad y derechos , si as
piraran á la igualdad , excusables serían ; pero esa
ansia feroz de sangre blanca , los condenará siempre .
-Nos abominan , es verdad ; pero ¿ acaso nos he
mos hecho amables ?

-No importa ; con la manumisión , impuesta ó vo


luntaria , el país se arruinaría hasta el punto que
ellos mismos se morirían de hambre ; ellos debieran
oponerse á esa manumisión .
-¡Hombre ! ¡hombre ! ¡pedir el apaleado que le
sigan dando palos ! Todavía hoy esos sofismas pue
den oirse ; llegará día en que horroricen .
-Cuando llegue , que se horroricen los venideros ;
hoy no es tiempo , y cada cual con su época ; es ley
histórica que la raza potente oprima y absorba á la
más débil . Crueles fueron los europeos con los aborí
genes ; si no lo hubieran sido , crees tú que existiría
la raza ? ¡ Ca ! ¡ no ! hubieran durado un poco más , pero
hoy no habría ni uno . La civilización los hubiera en
venenado .
130 APONTE

-Te encuentro tan filósofo como el rucio de San


cho Panza cuando no comía .

-Cada cual tiene derecho a formar hipótesis , allí


donde poetas y letrados guardan silencio .
En efecto , nadie escribió del asunto palpitante ,
ni prosa ni verso . Zequeira , el poeta , y Romay , el
prosista , callaban . El elemento gubernativo se es
forzaba en desvirtuar y ocultar la enfermedad . Ex
tractemos que el general
unas frases del manifiesto
Flores de Apodaca , sucesor de Someruelos , publicó
la víspera de la ejecución :
“ Tal es el fruto que cogen de su ambición los reos
libres indicados, y tal es también el de haberse pres
tado los esclavos á un criminal proyecto , seducidos
por falsas y halagüeñas noticias , reducidas á que
las supremas actuales Cortes extraordinarias de la
nación habían decretado su libertad , y que el go
bierno de esta Isla les ocultaba tan importante gra .
cia . Esta fué la principal especie con que se trans
tornó la sumisión de los siervos , y que arrastraron
efectivamente á algunos ingenios , sin otro antece
dente que el fatuo y acalorado cerebro del negro
José Antonio Aponte y otros , que embaucados por
sus torpes cálculos , aspiraban á saciar su estúpida
ambición con honores y empleos , á la sombra de
aquel fantástico rey . "
Y basta , para probar cuanto se desvelaba el ele
mento oficial en atenuar la importancia del movi
APONTE 131

miento insurreccional Advertiremos que el Cabecilla


.

no aspiraba al título de Rey , sino al de Emperador ;


con Napoleón en el Viejo Mundo y Dessalines en el
Nuevo , estaba de moda ese título . Antonio I , Empe

rador de Cuba ; ya los suyos lo adornaban con ese


pomposo título .
Belisario tomó de nuevo el grueso manuscrito de
su poema y amenazó leer .
« Dragón que vomitó la mala suerte +
sobre la virgen Cuba »
-A propósito - dijo Alberto , -se acerca el día en
que tienes que pagarme un almuerzo en el jardín
del Noy .
-Todavía iquién sabe
va ...

-Es que cumplir


de

mes apuesta
un el

la
a

-Y mes puede pasar


en
no

que pasa
en
una
lo

hora Mira añadió con sarcástica infernal sonrisa


,
-
.

ha

mujer que
de

puede esperar escrito este


se

todo
la

papel entregó que había sustraído de mesa


el
le
Y

la
.

del marqués
.

Alberto con asombro leyó aquellas inocentes


,

comprometedoras palabras Gracias marqués por


,
,
:

ocasión que me proporcionáis lugar


la

acudiré
al
,

que
se

me indica Meditó un momento añadió con


y
.

frialdad
:

autógrafo
no

no

--Eso pasa
li
de
lo
es

es
si
y
,

gera indiscreción
.

-Esa indiscreción en manos del conde


...
132 APONTE

tal
—¿Pero tú no eres tan perverso para hacer
iniquidad -dijo haciendo pedazos carta

la
,
!

.
-¡Qué haces

!
una tentación indigna

de

de
--Nada libro

te


;

.
-No necesito llegará mi cuarto

de
hora

la

.
-Los ingenio

su
San Marcos están en

.
Todavía me queda
-
Vienen mañana benefi

el
.
de

cio
la
Gamborino otros encuentros

.
-En los cuales no conseguirás nada

.
-¿Por

es
qué cuál razón causa motivo

el
la

la
?
¿

,
pretexto
el

-Que Repesaria

de de
estará allí el cual como

el
,

,
monopolizará compañía atención
la
costumbre

y
,

inflexible condesa
la

--Mira ya tengo Represalia hasta aquí seña


al

(
,

me in

se
lando occipucio mañana ese hombre
al

--
si
;
)

terpone me estorba me parece que me levanto

y
y

,
me voy
...
él
y
te a

-Y
,

vuelves sentar
á

-Lo veremos mañana


.

-Mañana
lo

veremos
.
APONTE 133

CAPÍTULO IV

En la Artemisa

Volvamos á la Artemisa ; el lector nos agradece 1


que lo invitemos ; ¡ es tan deliciosa esa comarca ! hay
en tal

porvenir
de

exhuberancia vida movimiento


y
y
de

flora fauna recinto brota tanta


la

la
y

ese
;

aquellas palmas aquellas ceibas cuan


de

poesía
y

,
purpurina luz del sol naciente
se en
do

bañadas
la

,
on
en
se

que ánimo extasía corazón dilata


de el

el
,

expansión Provi
la

das los labios bendicen


y

á
,

dencia creadora de tanta magnificencia


.

ingenio Arrogante está camino


de

Mar
El

San
pobla
de

Artemisa más cerca segunda


la

la

cos
á

don Rodrigo
de

colindando con posesión


la

ción
y

guardaraya
de

Olivar Una palmas conduce por


.

rojo desenyerbado piso desde camino real


se al
el
y

,
y de

de

núcleo central caña que


la

finca con mares


,

otro lado hasta perderse


de

extienden uno vista


á

Mucho verde mucho azul mucha brisa arrulla


es ,
,
de

de

vivienda suntuosa
la

dora casa rodeada


;

,
134 APONTE

portal que suaviza el ambiente antes que penetre


en las salas y aposentos ya perfumado por los jaz
mines y madreselvas que se entrelazan en los inter
columnios del ancho colgadizo ; al frente , el batey
limitado por las casas de ingenio y de purga ; al fon
do jardín y frutales , únicos de la finca , porque la
caña requiere sol , y el hacha demoledora derriba
cuanto pueda hacerle sombra Brisas que susurran ,
.

aves que trinan , arrollos bullidores que parecen

cantar su propia alabanza ; cada flor silvestre brin


dando una inspiración , cada rayo de sol al declinar
la tarde dictando un poema de luz , de amor , de vida
y de felicidad ; ¿ podía ofrecer algo más el paraiso
que ideó Moisés ?

La castellana de aquel espléndido señorío , Ana


Luisa , condesa de San Marcos , es digna de ins
pirar las exageraciones de los trovadores medio
evales . Y
jamás hubo quién , con igual derecho , re
clamara el título de Providencia de los pobres; feliz

título para quien no era feliz en la vida conyugal ;


alegrábase la finca con su presencia , porque mien
tras duraba , no se oía resonar el látigo , y bende
cían los menesterosos las dádivas de aquella que
aspiraba á ser grande y noble sólo por los benefi
cios . Cuando allí ella , los negros dejaban de envi
diar el gobierno patriarcal de la Concordia , ó cafetal
de Juan Pérez . A veces en la hora solemne del con
APONTE 135

ticinio , ella llevaba el rezo , que los negros en fila re


petían al toque de la oración .
Rodeada de sus esclavos que la adoraban y de
1
sus pobres que la bendecían , se halla Ana Luisa
mejor y más á gusto que en los aristocráticos salo
nes de la Habana á que le daban entrada más que
su belleza la encumbrada alcurnia de su marido .
¡ Qué mezquinos y despreciables le parecían esos
goces del lujo y de la vanidad al lado de la intima
3
satisfacción de la conciencia después de una buena
obra !

Era su costumbre , vestida con encantadora sen


cillez y seguida de Susana , ir á visitar los misera
bles sitios que rodeaban la fastuosa finca , siempre
para recoger fruto de amor y bendición . Allí impo
nía que se la recibiera como amiga y no como á
rica hembra ; Ana Luisa , sólo Ana Luisa , no la con
desa : buscaba consuelo á sus tristezas conyugales

aliviando las del prójimo, y , icoincidencia singular !


allí también encontraba al Represalia , allí oía el
nombre de aquel hombre extraordinario cuya vida ,
por un encadenamiento de ideas puras y acciones
generosas se iba ligando de un modo tan extraño á
la suya ; allí estaba el marqués , la había precedido ,
se le adelantaba como en la Habana , en descubrir
infortunios , en aliviar miserias , y al igual del suyo
oía bendecir el nombre de aquel transeunte que sólo
136 APONTE

de paseo y en raras ocasiones venía á la posesión


vecina de don Rodrigo .
Era una espléndida tarde de un domingo de
Mayo , el sol purpurea sobre la copa de las altísimas
palmeras , riëla en las aguas del tranquilo lago en
que retozan los ánades , y á medida que se hunde , va
dilatándose la sombra de los coposos árboles que
rodean la casa ; una puesta de sol grandiosa como
sólo se ve en los veranos de Cuba ; suavisimo céfiro
agitaba la cabellera esmeralda de las palmas ; los
tomeguines jugueteaban en la copa de los naranjos ,

cubiertos á la sazón de blanquísimos azahares . La


molienda había terminado ; á lo lejos se oye el sono
ro tambor de los negros que se entregan á su placer
favorito y único , el baile , concedido ahora con más
latitud porque han concluído los apremiantes tra
bajos de la zafra . Allá al extremo de la avenida de
palmas que parte en dos el arbolado , se levantan
los humildes bohíos , y allí en un espacio limpio de
yerba se celebra dominicalmente el tango de los
negros .

Ana Luisa pidió su manta y sombrilla , y al pun


to los criollitos se dispusieron á ir con ella , como
acostumbraban , sin pedir licencia . Seguida de un
enjambre de rapazuelos , y acompañada de Susana ,
la condesa tomó el camino que llevaba al tango .
Palpitaban los roncos atabales, heridos por tremu
lentas manos y los bailadores , al verla , duplicaban
APONTE 137

las contorsiones de ese vértigo que constituye su


baile , y en cuyas figuras y pasajes parecen imitar
los actos comunes de su vida salvaje , trepar , correr ,
nadar , pelear y otros .
Pero quién aquel hombre blanco que allí

es
...
¿

,
pié junto grupo parece premiar con aplauso
de

al

y
,
de
las bailadoras
la

monedas destreza

?
marqués
El

...
¡

Ana Luisa
se

quedó admirada continuó adelan 1

y
tando con visible turbación también pareció ad
él
3
;

sorprendido
se
mirarse como y saludaron sin
si

,
,

su

se
ocultar asombro debían
la

condesa acaso

al
;
¿

,
esto no pudo menos de ocurrirle tantos incidentes
,

casuales los procuraba provocaba aquel hom


y
o
,

bre que jamás había dicho una palabra amor de


le

,
sus proyectos con Matil
de

que hasta hablaba


le
y
de

Contreras Esto hizo meditar un momento


la
?

,
aunque sabía que Represalia solía venir vecina
la
á

Rodrigo
de

posesión pocos pasos enjaezado


A

don
,
.

aca
se

que
de

atado un árbol estaba caballo


el
y

,
de

baba apear marqués


el

-Venía visitaros señora me atrajo demo


y

y
á

alegría
un

de

no

estos infelices que


sé ró

la

momento
cómo tienen ánimo para bailar
.

Había sin duda inocencia buena intención


y
,

hasta santidad pero había también imprudencia


,
;

por parte del marqués Ya su virtuosa edificante


.

lugar
su

solicitud había dado entre ella marido


y
138 APONTE

á observaciones amargas que casi rayaban en re


criminaciones . Ella , sin embargo , estaba segura de
haber procedido siempre con recato y cordura ; su
discreción , nunca exagerada hasta la gazmoñería
ridicula , era indiscutible ; jamás creía haber dejado
escapar prenda que la comprometiera ; sabía que la
menor aquiescencia podía traerle compromisos que
se eslabonarían implacables, como se adhieren las
nubes para cubrir la luz del sol ,y ni Belisario que
la galanteaba con fingido amor , ni Represalia
que la rodeaba de una solicitud incalificable é inde
finible , la harian jamás descender una sola grada del
pedestal de su pureza . Pero de Belisario reia , ante
Represalia empezaba a temblar como si adivinara
remotos peligros envueltos en densas tinieblas .
¿ Aquéllas extrañas conmociones que la generosi
dad , honradez y grandeza de alma de aquel hombre
suscitaban en ella , eran efecto único de estimación
y amistad ?
El se acercó con cortesía y modestia que no pa
recía tener nada de fingida .
--Tendré , si usted lo permite , el honor de acom
pañarla
...

-Gracias marqués pero dirijámonos


la

casa
á
;
,

-¿No prefiere usted disfrutar


de

ambiente
el

esta
deliciosa tarde
?
sé en

Deliciosa efecto pero


,

...
-

-Pero Ya que va usted


...

lo

que
es

decir
á

:
APONTE 139

preciso guardar las apariencias en esta sociedad


maleada , que busca malicia en todo ; el mundo estú
pido y estragado , no es capaz de comprender una
amistad santa y desinteresada entre jóvenes de di
ferente sexo . Es una triste verdad ; el materialismo
grosero que impera en nuestras costumbres , y es
esencia de la sociedad de hoy , todo lo malea , todo
lo impregna con su hálito ponzoñoso ; pero , felizmen
te permanece siempre tan bajo y despreciable , que
sólo puede perjudicar a las reputaciones dudosas .
Las almas grandes que tienen conciencia de su pro
pia excelsitud , se sobreponen .
Se habían adelantado impensadamente hacia uno
de los cenadores , cuyo techo era de emparrado y
cuyas paredes eran de cujes vestidos de cundiamor
y dulcamara , con sus flores violetas y sus racimos

de granos rojos .
--Pero , por lo mismo , Marqués , que el vulgo es
ignorante incapaz de comprender los grandes
é
sentimientos , nos toca no inducirlo al error .
-Señora , si yo pensara que mi amistad y mi ad
miración hacia vos , hubieran de traerle jamás la .

sombra de un pesar , causado por las apariencias ó


la malicia calumniadores , créame usted ,
de los
abandonaria esta tierra de Cuba que me ha inspira
do simpatía , y jamás se me volvería á ver en ella .
A nosotros nos ha unido un lazo místico , inviolable ,
el amor al bien de nuestros semejantes , el imán de
140 APONTE

la piedad que es el vínculo más sagrado que puede


cimentar una amistad verdadera ; por eso hemos
merecido á la par las bendiciones que constituyen
el galardón más grande de un alma grande . ¿ Qué
son ante ellas las raquíticas apreciaciones de esos
,

espiritus vulgares a quienes ofusca y ciega el brillo


de los méritos ajenos ? Sobreponéos, señora , á esas
pequeñeces , á lo menos , cuando venís á ejercer la

mejor y más santa de las virtudes cristianas . ¿ Qué


importa el juicio de la sociedad falible , para almas
superiores como la vuestra ? Si tiene el temple de
los santos , que tenga la energía de los héroes .
No , Marqués , no me llevará usted hasta la
mártir ; esa plenitud de sensaciones celestiales que
describe , no me da fuerzas para tanto ; usted me
juzga en más de lo que realmente valgo . Yo temo

...
pero ya tal vez ca

por qué temo No

la
se ...
...
¿

lumnia sorda traidora ensaña ya contra mí


y

.
lengua más viperina
Yo

señora
dudo que
la
-

pueda empañar espejo tan pulido La Providencia

,
.

vuestras virtu
ha

que hasta ahora recompensado


de

des dándoos aliviar infortunios


modo unién
el

y
,

apreciable aunque
un

doos hombre inferior vos


á
á

hará enmudecer calumnia con sólo hacer brillar


la
sol

vuestra benevolencia Mujer que tiene


al su
de
el

corazón tan Dios pertenece más cielo que


al
,
á

'

de
no

puede amar sino manera Dios


la

mundo
y

á
,

aprecia mu
Se
os

amando bien humanidad


el

y
la

.
APONTE 141

cho , señora , y se os debe mucho para que se trate


de perjudicaros ; yo mismo os amo con un amor
cuasidivino , que nada tiene de terrenal , engendrado
por la admiración , y que solo aspira á vuestra es
timación ; nuestras almas desposadas ante Dios en
las regiones celestiales del idealismo , nada pueden
admitir de cuanto atañe á la grosera materia . Os
amo como se ama á un muerto , á un recuerdo , con
el amor del Dante á Beatriz ; á mis ojos es usted
una santa y
los santos carecen de sexo . Si fuera
usted capaz de amarme ó de amar á otro hombre
con amor mundano , ese aprecio cesaría , porque de
jaría usted de ser el ídolo inmaculado , para conver
tirse en una mujer como cualquiera otra .
Internáronse inconscientemente en el cenador y
se sentó ella en un banco de césped . - Susana se de
tuvo á la entrada . Ana Luisa , miraba con fijeza á
su interlocutor , alucinada con la solemnidad de su
acento .Podía pensar que tales razonamientos fue
¿

ran artimañas de una negra perfidia ? No; debía 1

sentir lo que decía ; el cómico más hábil no hablara


con tal convencimiento y verdad .
-Yo , señora -
continuó el marqués , -busco el
7 ideal en la persona que amo ; el respeto nacido de
mi veneración á lo perfecto ; cesando esa perfección ,
cesaría también mi estimación , porque no puedo
amar los corazones maleados con las impurezas del
mundo que antepone los deseos impuros á los inefa
142 APONTE

bles deleites del corazón y de


Seré la inteligencia .
extravagante comprendo , seré la befa de la pu
, lo

trefacta sociedad de hoy ; pero prefiero todo á derri


bar por antojos y vulgaridades mundanas el pedes
tal en que coloco á mi ídolo . La amistad sincera y
desinteresada infinitamente superior al amor ;
es

ante esa comunión casta y divina de dos almas in


maculadas , unidas en el cielo de la pureza , ¿ qué son
los groseros apetitos de la materia y las ansias
impuras de las pasiones humanas ?
Atardecía ; los criollitos retozaban por las guar
darayas y se escondieron al ver que de la casa salía
en dirección á ellos un hombre .

Susana entró en el cenador y dijo :


-Ahí viene el amo .
Ese amo ya se entiende que era San Marcos .
Ana Luisa , dirigió a la criada una severa mirada
de reconvención . ¿ Por qué aquella noticia dada de
aquel modo ? ocultaban ellos del conde
¿ Acaso se

ni de nadie ? Pero aquella alma que no podía admi


de

de
tir

hipótesis una falta tenía valor


el

la
la

verdad
.

Se levantó con tranquila serenidad invitando


al
,

de

marqués seguirla acompañada de


él
y

la
y
,
á

de
su

criada salió encuentro marido


al
,

.
APONTE 143

CAPÍTULO V

De viaje

El sol acababa de ocultarse en medio de un des


lumbramiento de oro y escarlata , ropaje inmenso
en que parecía envolverse para su sueño la inmensa
naturaleza . El silencio solemne y melancólico de la
noche en el campo , imperaba en el batey y en toda
la extensión de la finca ; brillaban en el cielo las es
trellas ; sordos rumores flotaban en la atmósfera ; el
estridente chillar de los grillos
en los cañaverales ,
el ladrido de algún lejano perro ó el mugir de algún
cansado buey , acaso el grito desapacible del pavo
real posado sobre el caballete de la casa de purga ,
ruídos que interrumpen
son los únicos la calma y 4

monotonía general.
Cuando el marqués ; ( comprendiendo que había

desazón entre ambos cónyuges y que por lo tanto él


estaba de sobra ), se despidió y marchó , el conde
volviéndose á Ana Luisa y con no disimulado mal
humor , exclamo :
144 APONTE

-¡Ya esto insoportable ! ¿ También vino á


es
y
hablar de limosnas caridades ?
La condesa fijó un momento en el su mirada lim
pida , serena , celestial , que parecía derramar eflu
vios de inocencia y candor ; y dijo :
-¿Acaso mi marido me hace el honor de tener
celos ?

--De ningún modo Ana Luisa , porque te conoz


,

co ; pero es preciso poner término á estas imperti


nencias comprometedoras ; tu misma candidez , tu
soberbia confianza en tí misma hará que la opinión
te condene contra toda razón . ¿ Quién sabe lo que ya
se habla de cierta pastora de los Alpes que inocen
temente se paseaba con un puritano de Walter Scot ,
por los jardines del Coliseo ? La murmuración es
tanto más sañuda cuanto es más impecable la per
sona á quien muerde ; de una arista la calumnia
hace una viga ; con una palabra construye un vo
lumen .
-¿Quién puede tener empeño en calumniarme , si
jamás he hecho daño á nadie ?
-La calumnia es desapiadada y para morder
no necesita más que un pretexto ; muy santas creo
yo las intenciones de ese hombre ; basta que tú lo di
gas y basta su reputación , pero si no se te ocurre un
modo de evitar esto , tendré yo que hacerlo , porque
no quiero que ese individuo continue edificando tu
moralidad .
APONTE 145

Ana Luisa meditó un momento y comprendió


que no le faltaba razón á su marido .

-Partamos al extranjero - dijo , -demos un pa


seo por la Península , yo me alegraría


...
...
no

ir
lo ...
-Te sentarán los aires del mar yo también

;
iría aun sin presencia del marqués pero

la
deseso
é

;
virtud ya

de
no

basta eso ese hombre ese modelo

,
;

,
me carga no volverá Quieres

es
molestarnos
y

¿
,

.
pie
de

de
su

su
cribirle los inconvenientes amistad

y
de

dad todas sus virtudes


y

Ana Luisa guardó silencio fijó

en

su en
sus ojos

él
el y

,
de
cuyo límpido cristal brillaba cielo clarísimo
alma
..

hoy mismo -concluyó


yo

-Pues haré
lo

bien
y
;

;
,

conde
el

se

Su acento había alterado era áspero desa


y

y
brido como jamás había sonado ante aquella mujer
,

cuya conducta ejemplar admiraba cuya mística ,


y
á

purificarse
El

podía
no
se

influencia sentia
y

sabía
.

olvidar heróica silenciosa abnegación con que


la

la

condesa sin una queja sin un reproche había aco


,

gido Magdalena aquella niña hija


su

salvado
y
no él á

que había cínicamente abandonado comprendía 1


;

aquella san
de

que era acreedor estimación


la
á

superior
no

por las despre


ta

inmensamente
él
si si
á

por las cualidades


de

ciables condiciones cuna


la

muy más valiosas del corazón Por mismo debía


lo
.

que aun procediendo


de

abominar hombre bue


al

10
146 APONTE

na fe , venía á sentar la negación ó la duda en las


apariencias hasta allí indiscutibles de su felicidad
conyugal .
Aquellos rabiosos celos

de
otra especie que

...

á
plena confianza comenzaba sentir

de
su
despecho

,
aquellos celos buen nombre comprometido

de

su

,
porque debieran

de se
eran acaso menos tormentosos
¿

inadvertidas ingenuidades sin culpa ninguno


á

,
de los dos cónyuges

?
La carta fué escrita seca disciplente casi
pues

;
,

,
ofensiva siguiente vueltos Habana los
al

la
día
y

a
de ,

,
,
condes San Marcos participaron sus amistades

á
embarcaban para Europa por primer co
se

que

el
rreo
,

Ese correo salía para llegaba

de
Península

la
y

una vez siempre esperado con ansia por


al

mes

,
,

que principal lazo con exterior venía dar vida


el

á
,
,

los negocios administrativos hasta las conver


y
á

á
,

languidecían pábulo
de

saciones que faltas .

Pero casualidad sin duda


al

día subsecuente

en el
,

marqués también anunciaba próxima partida ,


su

mismo buque Nadie podía negar ese derecho


el

le

,
.

las dos noticias corrieron juntas por ciudad


la
y

El demonio de maledicencia sonrió satisfecho


la

gozoso
y

-Se dijeron
se
en ...

dice cuántas cosas


¡

-¡Se va seguimiento de ella murmuraban


--
!
APONTE 147

las Contreras ; -jó tal vez ella en pos de él ! ipobre


conde de San Marcos !
- ¡ Siempre probo y consecuente ! --murmuró la
condesa ; -se va por evitarme compromisos .
Pero cuando supo Ana Luisa que su evangélico
perseguidor elegia el mismo buque , arrugó las cejas
y se quedó abismada , meditando este dilema : " O de
sistir del viaje ó escoger otra vía— “.
Lo primero era lo más aceptable desde que ese
viaje no cumplía su objeto principal . La condesa , en
realidad , no gustaba del mar ni de los viajes , y éstos
estaban muy lejos de ser lo que son hoy . A medida
que el progreso ha disminuido el tiempo y los peli
gros , han ido también aumentando las comodidades
y satisfacciones ; entre los viajes del año doce , y los
viajes de hoy , hay una diferencia
de

73
...

años

,
su
Fulton no había aun atravesado Atlántico con
al el

vapor capricho del vien


de

caldera empujados
y
,

aquellos poéticos pero incómodos buques


de

vela
to
,

empleaban doce quince días para Baltimore que


ó

,
de

era nuestro Nueva York entonces treinta


y

ó
,
-

cuarenta para Cádiz Marsella luego los ca


Y
ó

!
.

los corredores nulos balan


el

marotes estrechos
y

de ;
,

olor brea
de la

salones
de ce

mareo carencia
el
el

,
á

,
,
,

de

libros periódicos numerosos pasajeros


y
en ,
,

con quienes departir amable sociedad todo con


,

tribuía hacer que las travesías por mar fueron un


á
148 APONTE

negro paréntesis en la vida , y no una variante agra


dable como hoy .
Pronto supo el mundo habanero que los de San
Marcos partían ; ella se había despedido de muchas
amigas y aquella tarde en el paseo se despidiría de
otras .

Como el conde anunció que iría á pié , Ana Lui


sa , que no podia contar con su áspera suegra , invitó
á su carruaje á sus amigas las Garrido que no acep
taron por hallarse anteconvidadas , invitó entonces
á las Carlier que se excusaron cortesmente , á las
Contreras , que lo tomaron á ultraje y apelaron á un
dolor de muelas . Tampoco aceptaron las García .
Don Rodrigo , que era de Cádiz , dió al conde car
tas para eminencias gaditanas y al entregarlas dejó
escapar la frase : “ Llegó la hora . “
-¡Llegó la hora ! -- exclamaba después el conde ;
¿ qué querrá decir ese imbécil ?
Desde que el acérrimo torcedor de la sospecha
comenzó á atormentar su intelecto , todo le parecía
alusión , todo sarcasmo . Ya había habido , no lo ha
bía revelado á la condesa pero
había habido una
,

de esas traidoras cartas anónimas que , escritas en


la sombra , no secan , no paralizan , no matan la ma
no que las escribe y el cerebro que las dicta .
Esa misma frase repitió Olivar de la Fontanilla ,
al oído de Represalia .
APONTE 149

Había ido á verlo , y con semblante grave le ha


bía dicho :
-¿Y bien ?

El marquéssin contestar , le entregó aquella


,

carta del conde en que le cerraba , en términos no


muy corteses , las puertas de su casa , y ponía entre
dicho á su amistad santa , piadosa , evangélica , con
su señora .

Don Rodrigo la recorrió , y devolviéndola con


una mirada significativa , repitió aquella frase que
debía tener alguna significación misteriosa y terri
ble .
- Llegó la hora .

Y por su parte , el marqués , palideciendo y apre


tando con rabia los dientes , murmuró :
-¡Llegó la hora !
150 APONTE

CAPÍTULO VI

Llegó la hora

Era domingo , único día en que se visitaba nues


tros paseos ; el de más tono era la alameda de Paula ,
que mucho tiempo fué único , y que por antonomasia
y no con sobra de razón , se llamaba la Alameda .
Extendíase , orillando el puerto , desde el teatro Co
liseo hasta el hospicio de Paula ; pero no respondía
ya á las crecientes necesidades de la población ,
como que apenas se dilataba cinco cuadras , con piso
de hormigón , sin más adornos que asientos de pie

dra y una línea de árboles al costado que daba á la

ciudad ; al frente de esa línea , la bahía , limitada


allá lejos por los incipientes caseríos de Regla y Ca
sablanca .

Sentado sobre una playa medio hundida , soste


nía el terraplén un petreo muro de contensión que
besaba un mar somero , en cuya fangosa orilla se

veían sobresalir mangles y uveros , y al pie de éstos ,


APONTE 151

á menudo crustáceos corrompidos impregnaban de


fétido olor la atmósfera .
Elde Extramuros , iniciado por el general Las
Casas empezaba á monopolizar la atención , sobre
,

todo de los paseantes en carruaje , que aun no eran

muchos . Corría paralelamente á la muralla entre


las puertas de Tierra y de Ricla ; al centro , ancha
avenida de toda clase de árboles frutales , más tarde
reemplazados por álamos y luego por laureles ; ca
llejuelas y otro lado , para pedestres ; á la
á uno
izquierda flores y murallones negros , á derecha
broza y casuchos informes ; tal era el paseo que hoy
modernizado , lleva el histórico nombre de Isabel la
Católica .
Sólo se visitaba los domingos ; por la avenida
central circuían los carruajes , quitrines y volantas
de dos ruedas pues no había más que dos coches de
,

cuatro el del Capitán


, General y el del Obispo .
Allí están nuestros principales conocidos : la con
desa de San Marcos se inclina , y con gracioso agi
tar del abanico saluda á la de Bayona , cuyo qui
,

trín recamado de plata , arrastran dos bríosas mulas


de Tierradentro ; allí , las de O'Reilly , las de O‘Fa

rrill , de la Real Proclamación , etc. Los carruajes ,


por lo general , no llevan sino damas dos o tres en
cada uno ;raras veces un matrimonio ; pues los hom
bres , ó cabalgan ó van á pie por las callejuelas la
terales .
152 APONTE

Represalia , marquésmente sentado en los coji


nes de un elegante cabriolé , vehículo nuevo en la
ciudad , dirige con maestría su fogosa pareja de tor

dillos , antes propiedad del acaudalado Juan Pérez ,


y al saludar á Ana Luisa , nota que ésta le responde
con indisimulable timidez , casi con miedo .
La condesa no se sentía feliz ; había notado que
no estaban allí las Garrido que ,, anteconvidadas por
otra amiga , no habían podido aceptar su invitación ;

pero sí vió á las Carlier que la saludaron con frial


dad , y estaban las López , que omitieron saludarla , y
estaban las Contreras á despecho de su dolor de
muelas .

Esto la apenó mucho , y cuando recordó que la


marquesa de H. había omitido convidarla á su fiesta
onomástica , y que la señora de B. había aprove
chado su ausencia para una fiesta bautismal , se

llevó la mano á la frente y murmuró :

-¡Dios pero por qué


un ...

mío ! ¿ será desaire


?

?
por qué
no

Por qué
no

su
había sentido
...

;
,
¿

íntimo no revelaba un pretexto estaba segura


le

ni

guarda no
de
su

que ángel había abandonado


la
el

un momento pero allá


en

interior condenando
su

,
;
los

las
de

extravíos
frecuentes opiniones mundana
les juró renunciar franca ostensiblemente una
y

á
,

que por que pudiera des


y

amistad mucho ser noble


,

interesada comprometía Cuán despreciables son


la
,

¡
.

ante un espíritu recto los raquíticos prejuicios


de
la
APONTE 153

sociedad ; pero cuánto es forzoso precaverse contra


ellos !
Por las avenidas laterales , la elegante juventud
masculina , discurre , charla , rie , critica , calcula la
situación financiera de cada paseante por el lujo de
su tren , y charla de amores , de política y de todo .

Un grupo , parte sentados en los bancos , no de


mármol ni de hierro , sino de piedra tosca , comenta ,
entre risas y epígramas , las últimas ocurrencias de
la crónica habanera . Es claro que alli están Alber
to y su inseparable compañero Belisario Cortés , allí
el conde de San Marcos , indolentemente sentado , y
allí el arruinado y extragado barón de X. que ya he
nombrado en no recuerdo cuál capítulo , allí don
Francisco Senmanat , don Matías Armona , estrellas
juveniles de la época , y allí varios ociosos , algunos
de los cuales acaso ignoran de que vivirán mañana ,
aunque sospechan que vivirán bien .
¿ Dónde no se encuentran algunos de esos tipos

que pasan desapercibidos por el mundo , por más


que procuran ponerse en evidencia , que ríen , gozan ,
visten bien y se divierten ; que nada siembran , que
nada construyen , nada fundan , ni aun familia , y sin
saber ni para qué nacieron , se creen dignos de todo
lo bueno ?

Represalia que pasaba , al ver aquella reunión


de amigos y sobre todo al divisar al de San Marcos ,
detuvo su cabriolé , arrojó las bridas al paje ó caba
154 APONTE

llerizo , que aun no se había importado la palabra


groom , y se dirigió al alegre grupo al que saludo

con desenvoltura .

Todos se volvieron a él , aunque no con igual ex


presión en el semblante .

—¡Albricias ! -exclamó el locuaz Alberto ; -aquí


está el que nos faltaba , el hombre á la moda .
-El Lovelace -
habanero añadió Cortés , respon
diendo al saludo del recién llegado .
-El favorito de nuestras damas de tono .
-El conquistador , el irresistible .

--Señores , me honráis demasiado , si es que son


elogios y no burla ; no me alcéis tanto , porque será
más dolorosa la caída .

Esto dijo el marqués , sonriendo con el aire de un


conquistador que se cree á sí mismo digno de todo
elogio . Una de esas sonrisas solapadas y traidoras
que no dicen que sí , pero que todo lo afirman ; no era
en aquel momento el jesuita sino el hombre de mun
do . El conde, que apenas lo había saludado , se quedó
mirándolo de hito en hito .

-Eso es efecto de falsa modestia , Marqués ; bien


sabemos que hay quién sólo para vos tiene amabili
dades y debilidades .

-Amabilidades sin malicia , señoresal menos


;

para quien como yo cree que se puede amar siempre ,


y que no se debe odiar jamás : el odio es creación del
infierno , el amor es sentimiento bajado del cielo ,
APONTE 155

-Distingo - dijo una voz .


!
- Niego - añadió otra .

-No hay distinciones ni negaciones posibles ; por


que el amor verdadero no puede ser impuro ; es siem
pre divino , á despecho de nuestros raquíticos con
vencionalismos y apreciaciones . En mi concepto , no
hay circunstancias en que no se deba amar y aun
pretender . ¿ Qué una mujer es casada ? ¿ que pertene
ce á la iglesia ? ¿ qué ha hecho voto de castidad ? .....
¡ bah ! instituciones humanas , absurdas como todo lo 1

humano en punto á dogmas morales ; el amor todo lo


justifica y todo lo santifica .
Aquellas teorías tan nuevas en boca del marqués ,
á todos dejaron absortos .
-¡Bravo ! iy decían que éste era el Quijote de la
honestidad ! Nos habíamos equivocado : ¡si es todo un
hombre !
-Y yo que creí que había nacido para cura de al
dea ; bien , marqués , lo felicito ; esa es la filosofía de
la época .
-Pero esas máximas son acomodaticias - dijo Al
berto .

-Yo las creo originales y bellas - añadió Beli


sario .
-Sí , repuso otro - tan bellas como la pastora de
los Alpes que lo acompañaba la noche del Coliseo
por las sinuosidades del jardin artificial.

Un hombre que hasta allí parecía indiferente al


156 APONTE

diálogo , se puso de pié y se acercó redoblando su


atención ; era ' San Marcos que instintivamente vió .
algo provocativo en la actitud del marqués ; en sus
oidos sonaba la misteriosa frase de Olivar : " llegó la
hora “ y la pérfida pregunta de Silvia : ¿ dónde está tu
condesa ?

-Ya , ya dijo burlón estaría

la
otro con acento
---

--
de
para alguna

de
catequizando sus obras caridad

.
-Lo cual que dama catequi

la
nos revela era
zable
.

-Nada de indiscreciones señores repuso mar

se el
,

-
qués dirigiendo una mirada conde que había

al
,

aparecer
se

acercado mirada que hacía intencional


;

mente furtiva mirada traidora que parecía decir

á
;

los otros me callo por ese hombre—



.
:

-Yo continuó

-
detesto las indiscreciones más

de y
,

mujer
de
no
se

cuando trata una del pueblo una


cualquiera sino alto rango cuyo ,
de

de

una señora
,

jurado respetar ,
he

buen nombre
.

-¡Una alto rango


ja

;ja
de

ja

señora era una


,

,
!

pastora suiza
.

-Era una señora condesa


.

-¡Imposible dijo sin poder contenerse conde


el
,
--
!

de San Marcos
.

-Acaso replicó implacable marqués -tenga


el
-

usted más motivo que otro para negarlo


.

-¡Yo impostura
...
!

--Caballero -duplicó marqués -yo quién


el

á
,

,
!
APONTE 157

me desmiente , le contesto de un modo muy sencillo .


Y el modo muy ,
sencillo fué una solemne bofeta
da dada en pleno rostro del conde de San Marcos .
Ante aquella agresión brutal é injustificada , el es
tupor de los circunstantes no tuvo límites .
Represalia , señalando al conde de OʻReilly y al
barón de X. , dijo :
- He aquí mis padrinos , señores ; el duelo tiene
que ser á muerte ; ese hombre tiene derecho á matar
me , porque la dama que me acompañaba por las
soledades del jardín , era la condesa de San Marcos .
La indignación llegó á su colmo; jamás , ni en las
novelas de Scot , entonces en boga , ni en los dramas
más sangrientos , ni en las crónicas más escandalo
sas se había visto cosa semejante . ¡ Comprometer in
necesariamente la honra de una mujer , después de
pisotear la dignidad del marido ! ¡ Y eso lo hacia el
sesudo , el longánimo , el moralizador marqués de
Represalia !

Todos comprendieron que aquello no podía ser


efecto de un acto primo , de un pasajero rapto de fu
ror , sino resultado de muy detenida premeditación ;
desenlace preconcebido de algún drama urdido en
las sombras ; se comprendió que aquello obedecía á
algún antecedente ignorado , que había , en lle
fin
,

aguardaba
se

gado una hora que


.

O'Reilly Senmanat sin ocultar indignación


su
y

su ,
,

en
de

negaron padrinos un hombre que


se

ser
á
158 APONTE

concepto merecía ser castigado como un bandido y


no como caballero . Pero , Represalia sin inmutarse ,
prometió elegir otros testigos para el duelo que ten
dría lugar al día subsecuente .
Porque no podía pensarse que el conde esta vez
dejara de batirse había negado á cruzar su
; antes se
espada con un hombre ofendido , porque no le iguala

ba en alcurnia , porque carecía de un título ; pero


ahora se trataba de un señor marqués , y de una
afrenta doblemente infamante .
Retiróse éste tanto más rabioso , en cuanto sabía
que el marqués había mentido infamemente , atribu

yendo malicia á aquella inintencionada é insignifi


cante escapada en el baile del Coliseo , ó á alguna
otra inadvertencia de la ingénua Ana Luisa ; pero

confiado en su pureza
inmaculada y a despecho de
la indiscreción inocente que pudiera haber dado aga
rre á los comentarios de la maledicencia , la condesa

le parecía más bella y más pura y más adorable ,


ahora que el mundo de la envidia le arrojaba su in
munda baba .
Era preciso matar á aquel hombre , aplastar la
vibora ponzoñosa , pero ¡ay ! ni aun así quedaría la
vada la honra y destruída la calumnia , ese tizón que
mancha cuanto toca .

¡ Es tan frágil ese cristal que constituye la honra


de la mujer !
APONTE 159

CAPITULO VII

Sobresaltos

Al conocer , aunque á medias , la noticia de tan 5.

inusitado escándalo , la condesa por un momento


se quedó absorta y confundida , sin saber á qué atri

buir el hecho , sin poder ponderar las consecuencias


á que daría márgen en un público tan proclive á
formular desfavorables comentarios y desapiadada
censura .
Por primera vez comenzó a concebir vagarosas
sospechas sobre las intenciones y virtudes del mar
qués , admirándose de que antes no se le ocurriera
pensar en ello .
Y de nuevo , y con más insistencia , se preguntó :
¿ quién es y qué nos quiere ese hombre ?

Pero dudó un momento . Sabía que su marido


había residido en Madrid y allí tenido sus trapi
cheos amorosos , y concibiendo la posibilidad de al
gún misterio insondable , tal vez de algún secreto
criminoso en la ignorada vida del conde , juró arran
160 APONTE

carlo del corazón y labios de Represalia . Menguada


confianza en la moralidad de su marido le hacía
tener la triste historia de Magdalena Valdés , no
tanto por el hecho en sí , que eran de tono aventuras
tales en la acomodaticia aristocracia de la época ,
sino por el inicuo desamparo en que había dejado á

la que había hecho madre .


No podía pensar que aquella inexplicable violen
cia por parte de un hombre hasta entonces tan res
petuoso y comedido , fuera efecto de la carta del
conde, displicente , pero no vejaminosa ; ni menos
se le ocurrió que el caso pudiera obedecer al deseo
por de Represalias , de quitar un obstáculo
parte
que le impedía llegar á ella . ¿ Pues , acaso era , ni
había ansiado nunca ser su amante ? Existía sin
duda , algún ignorado motivo de odio y venganza ,
que en vano se esforzaba en descubrir , y los senti
mientos más encontrados , luchaban en las celestes
claridades de su conciencia , sin resolver ninguna
de sus dudas . ¿ Podría ser todo un rapto de celos del
conde ? No era inverosímil ; ya había habido serias
reconvenciones por causa de su amistad mística pero
comprometedora , y empezó á recelar si ella que
tan bién sabía guardar su honra , no habría sabido
guardar las apariencias , y si era posible que los
amigos , la opinión pública , el mismo marqués , se va
lieran de sus imprudentes inadvertencias para per
judicarla en su buen nombre .
APONTE 161

Eso sería inicuo , pensó , pero posible en el per


verso mundo de la envidia .
Ella no había sabido toda la iniquidad del ultraje ;
no se le había dicho que el marqués , procaz y des
había llevado su
lealmente , felonía hasta nom
brarla en público , envolviendo su honra en una
oleada de fango ; sólo se le había hablado de una
acalorada disputa que podia atribuirse á pasa
jero arrebato ; lo demás lo sabía toda la ciudad ,
menos- ella . Pero había habido una bofetada , y
comprendió que debía seguir un duelo ; aunque
su marido nunca la había privado de quimerista ,
juzgó imposible que rehusara en tales circunstan
cias . ¿Dónde y cuándo sería ? ¿ sonaría en ello su
nombre ? jah ! la maledicencia , como lo había dicho
el conde , de una arista hace una viga , con un átomo
de causa levanta montañas de calumnias ,
Por momentos le parecía imposible haber sido
tan injusta y cínicamente burlada ; aquel misterioso
forastero , aquel enigma vivo , el intachable , el ge
neroso , el moralizador , que parecía adorarla con
un platonismo ya tan fuera del mundo , que amaba 1
su alma con amor evangélico y no ansiaba su cuer
po , que la buscaba para edificarla en las más seve
ras virtudes y para inducirla á la caridad , que re
ducía sus pretensiones a la posesión de la solterona
Contreras ; aquel modelo , en aquel impecable
fin

...
,

podría ser un Tartufo


¿

11
162 APONTE

El caso bien conocido del cardenal Peretti


, vino

entonces espontáneamente
á su memoria para au
mentar sus dudas y congojas . La historia cuenta
que Félix Peretti era un pobre hombre , sumiso ,
humilde , encorvado , mirando siempre al.suelo como
quien busca algo . Encontró al fin lo que buscaba ,
las llaves de San Pedro ; irguió entonces altivo la
cabeza , se impuso a la atónita Europa , y fué suce
sor de Gregorio , pacificador de Italia , rival de Ro
dolfo , y el más grande de los pontífices que han
ocupado la silla de San Pedro . ¡ Cuánto debió reir

el guardador de puercos alzado á Sixto V , de los que


dieron fe á su finjida insuficiencia !
Así , por un piélago de conjeturas vagaba sin ti
món ni guía Ana Luisa , no pudiendo medir ni com
prender aquel abismo que se abría entre el santo y
el jesuita , el Represalia de ayer y el de hoy , y no
confiando ya para su justificación en lo intachable
de su reputación y en la sensatez del círculo social
que la conocía ; comprendía que allí , en charco de
cicno , naufragaba una honra y que esa honra era la
suya y no veía camino de salvación ; por todos lados
el oprobio , la vergüenza , la infamia despecho
...
á

de su inocencia
.

Ya inadvertencia hacía creer que todos


su
ni

le

las apariencias harían justicia Ella


de

pesar
le
,
á

.
en
no

su
se

reconocía una santa ella vida social


;

,
de

no había podido prescindir ciertas frivolidades


APONTE 163

mundanas que constituyen la esencia de la condi


ción femenil ; vestir de lujo , parecer bien , competir,
ser admirada . ¿ Qué corazón de mujer resiste á esos
atractivos hasta cierto punto excusables ? verdad
podría ser también que no amara á su marido , y
que eso lo supiera el mundo ; sus padres , ante el
frío interés de un título nobiliario la habían , no sa
crificado , pero si inducido abandonar sus prime
á

ros amores con un honrado burgués que la amaba


de corazón , para casarla con un envanecido lina
judo que sólo había mirado á su belleza personal ,
y que hoy tal vez estaba arrepentido de su tontería ,

así como ella deploraba no haber sido fiel á su


primer amante , el bueno de Juan Pérez . De aquí
podría nacer la frialdad , la indiferencia en el hogar ,
pero su espíritu , estando fundido en sentimientos de
la más acrisolada pureza , su alma siendo honrada
por naturaleza y por convicción , jamás hubieran
podido sus acciones inspirar la sombra de una duda ,
á lo menos ante su propia conciencia .

¿ Ni cuál de sus actos podía ser vituperable ? los

4
recorría con afán sin detenerse en ninguno ; ¿proce
dería la duda de un hecho aislado , por ejemplo , el
inocente caso del Coliseo , ó surgia del conjunto ? El
marqués , ahora lo recordaba con abrumadora sus
picacia , la seguía y perseguía ; no daba paso sin que
apareciera él casualmente siempre indiferente
...

y
,

amor vulgar siempre para hablarle Ma


de

frío
al

,
164 APONTE

tilde Contreras ; pero aquella persistente sucesión de


accidentes en apariencia fortuitos , y sin embargo ,
sistemáticamente eslabonados , aquél encontrarla
en todas partes , aquél afán de socorrer sus mismos
pobres, frecuentar su misma iglesia , sus mismos
amigos , aquél una luz siniestra horrible una

lo y
...

,
rayaba

en

de
idea que los límites monstruoso

,
comenzó asomar primero débil indecisa luego

é
á

,
en
fatalmente luminosa agitado intelecto

su

.
Empezó entonces atar cabos como dice vul

el
,
á
no ,go

de

pequeñeces que antes

de
echó ver multitud
y

había advertido aquellas mismas cosas casua


y
,

les que antes parecieron naturales sencillas


le

,
presentaban malignamente intenciona
se

ahora
le

Represalia pareció inten


de

das hasta ese título

le
;

cional recordó que algunas veces hablándole

el
;

,
sus vulgaridades moralizadoras pare
de

marqués

,
cía querer fascinarla con sus pu

de
hilo eléctrico
el

pilas fuego sus miradas parecían estampar un


de

en

beso abrasador sus labios aberración insólita


;

,
contradicción patente entre sus palabras ros su
y
su

tro boca hablaba moral sus ojos decían amor


,
;

de

lúbrico fogoso indomable ansia cínica vencer


,

Recordó que Panchita Codorniz había con


la

le
lo
de

marqués
se

tado como presentó espontáneo


el

ganando
su

ofrecer protección afecto mediante


su

multiplicados favores saber que ella era


al

como
y
,
APONTE 165

incorruptible , había inquirido todos los particulares


À de su vida .
Luego , pensó , aquello podría haber sido un
nuevo plan , un cambio convencido de su
de táctica ;
inflexibilidad , adoptaría el medio de la hipócrita
santidad para inspirar confianza al conde ý á ella , y
llegar , serpiente insidiosa , á la meta infame que se
había propuesto . El amor , ó á lo menos , la similitud

del triunfo , obtenido por el esplendor de una perfida


traidora benevolencia . ¿ No fué siempre la perfidia
la fuerza de los débiles ? Todo aquel ostentoso afán
de caridad ¿ no podía ser un sistema ? Toda su san
tidad ¿ no podía ser un lazo ? ¿ No podía retozar en
su corazón la más mefistofélica de las carcajadas ,
mientras en su rostro se ostentaba la gravedad de
un faquir ? Tal vez no pretendía ser amado, le bas
taba que lo creyeran los otros ; ¡vencer a la invenci
ble ! ¡ honroso lauro , envidiable triunfo ante el mun
do habanero !

Todo le parecía posible a medida que iba leyendo


una página ominosa de hipocresía , de bajeza , de
perfidia , en la historia hasta allí inmaculada del mar 1

qués . Hacía tiempo que a despecho


de la santidad
intachable del misterioso personaje , una voz inte
rior le gritaba : “ guardate " , y ahora sentia con arre
pentimiento y vergüenza que el pedestal admi
de
ración en que lo había colocado su candorosa cre
dulidad , se desmoronaba de repente , y la estátua ,
166 APONTE

cayendo derribada á sus pies , se hundía en un loda


zal de ignominia .
Su ofuscación y sus temores la inducían á creer
como si fueran axiomas estos áridos sofismas .
Que no basta ser impecable para sí mismo , si no
se es para los demás .
Que la inocencia puede ser culpable por ino

...
cente
.

Que cuando una mujer envidiada titubea todos

,
ayudan que caiga aunque

no
haya uno que
la

,
á

pueda arrojarle primera piedra


la

.
En Panchita Codorniz

la
este momento entró

.
su

,,
Había sabido que señora estaba enferma

y
,
"

verla por de parte no

de
su
venía madre

la

y
á

driza
.

—¡Enferma yo -exclamó Ana Luisa asombrada

;
!

-¿quién ha dicho tal cosa


te

-El señor Marqués Repersaria


de

.
-¡Cómo elo has visto después del escándalo
?

?
!

-Sí
de

señora vino despedirse mí haciéndo


á
;

,
,
un

se

me nuevo donativo que baten mañana

á
,
.

Carraguao
en

las ocho
,

-¡Mañana condesa reflexionando


...

exclamó
--

la

,
!

como hablara consigo misma acaso aña


si
y

y
;

dió -te reveló eso para qué me comunicaras


lo
,


?
á

La Codorniz guardó
es

un momento silencio
y
,

que ocurrió misma idea que había ocurrido


la
se
le
APONTE 167

á la condesa ; pues įá qué venía , en efecto , que Re


presalia le diera aquella noticia que sólo á él im
portaba ? ¿ Con qué objeto inducirla á visitar á la
condesa , con el fingido pretexto de una enfermedad
supuesta ?

-Pero
dime , repítemelo otra vez , ¿ qué te ha ha
blado ese hombre de mí ?
-Pues nada niña Ana Luisa ; preguntas y más
,

preguntas , que cuál era su iglesia , que si la niña


había tenido enamoraos , que si iba aquí, o si iba allá ,
y yo le contestaba à todo como podía , porque como
el señor marqués es tan bueno y tan caritativo que
siempre me dá algo , y como sacó de la cárcel á Pe
rico el Malagueño que es mi cuñado , porque es ca
sado por la iglesia con mi prima Malenita , y como le
paga doble cuando Perico lo lleva en su bote , y
como .....
-¿Yqué contestabas á sus preguntas ? -interrum
pió la condesa cada vez más nerviosa .
-Yo le hice
ver que perdería su tiempo si espe
raba ser amado de su merced ; le dije que su merced
era la misma virtud y la misma bondad , y entonces
fué que averiguó los favorecidos por su merced
encuya casa se iba para duplicar sus limosnas y
hacer favor á nombre de su merced .

-¡Cómo ! ¿ qué dices ? ¿ sus caridades las hacía en


mi nombre ?
La Codorniz nada pudo contestar ; se quedó con
168 APONTE

templando con pavor el aspecto sombrío que acaba


. Esta procuro
ba de invadir el rostro de la condesa
dominar su emoción y simulando una tranquilidad
que no sentía , preguntó :
-¿Y luego ?
-Y luego ..... siempre venía á casa , á veces con
un amigo , cuando el diablo le soplaba que su merced
podia venir , y ese amigo se quedaba en la calle .....
-¡En la calle ! repitió la condesa en el colmo del
asombro .

-Y luego dale que dale en preguntar y en seguir


á su merced por todas partes que al

fin
empezó

se
,

á
hablar
...

ha
se

que
es

-¿Qué hablado
lo

?
-Pues niña Ana Luisa

em
nada tonterías

,
,
,

bustes
.

-¿Pero

ha
se
cuáles son esos embustes Qué
?
¿
dicho
?

-Se
su

dice que merced .....


gritaba
en

-¡Habla
el
lo la

habla condesa summum

#
,

!
de

se

exaltación que
la

es

Qué dice Quién


lo
¿

?
¿
.

dice Por qué dice Habla


lo
¿
?

?
¡

-Pues dice que mi casa mer


se

que
su

era
y
...
'

ced venía para que señor marqués


su

que
...
y

...
el

merced joh por Dios yo no puedo hablar


...

niña
si
,

,
!

tengo miedo que voy decir una barbaridad


a

Está bien-concluyó Ana Luísa levantándose


,
-
¡

nerviosa agitada.- Ahora mismo vas buscar


al
y

á
APONTE 169

marqués ; quiero verlo inmediatamente , centiendes ?


dile que lo espero aquí

en
no

no
aquí vendrá

tu
...

,
quiera doy una cita ien
en
casa donde dile que

le
;
,

tiendes
?

disparate

un
Niña mire que que niña

lo

la
es
...
-

va hacer
..
á

-No importa corre


:

.
seguida dis
en
Partió Codorniz
la

la

se
condesa
y
,

de
amiga
de
puso salir acompañada una Susa

ó
á

,
,
na

pues bien sabido que nuestras damas nunca


es
,

.
salen solas
.

Ya no podía dudar
No comprepdía con qué

in
¡

pero más negra per


de de de

tención sin duda llevado


la
;

fidia aquel hombre con lazo

la
seda flores
y

,
,

de
había arrastrado un abismo deshonor ver
y
á

La luz disipó
se

güenza hizo niebla vió


la
se

el
y
,

,
.

propia candidez
su

antro que había ocultado


le

lo
infamia

la

la de la

la
...

seducción deshonra
,

,
¡

grada por intermedio una fingida traidora san


el

,
la de

tidad frío cálculo más cobarde perfidia


el

ves
,
;

tido con las galas


de

más noble entre las virtudes


en

cristianas Todo aquel monstruo era hipocresía


y
.

amor fingido
su

bajeza Matilde Contreras ardid


á

,
:

para desatar las lenguas aquellas solteronas des


de
su

carruaje siempre
de

pechadas puerta
la

ellas
,

á
;

artificio para que propia


se

creyera que estaba


en

su

desafío con Belisario Cortés artimaña infa


su

casa
,
;

me para hacer rodar


su

crónica del
la

nombre en
es
170 APONTE

cándalo : su entrevista en el Coliseo , sus encuentros


en la calle del Obispo, en casa de la Codorniz , en el
ingenio , farsa ; sus golpes de pecho , sus limosnas á
pobres , su protección á Perico el Malagueño , aquel

su afán de elevarla á las serenas regiones de la vida


espiritual haciéndola participe de su obra evangéli
y aquel


aquel infame que ante testigos

til
ca

la y
,

,
parecer inconsciente había salido

de

en
su
boca
al

recepción de

de
los Jibacoa farsa sistemática com

,
,
prometedora plan maquiavélico celadas intenciona

,
,
les

siempre presenciadas por testigo que hablara

,
porque parecía que un genio maléfico perseguidor

,
i
de

volun
se

complacia
la

la
inocente obediente
,

á
tad del marqués crearle falsas apariencias
en

ro
y
,

dearla de dificultades
.

Se sintió como quien despierta tras angustiosa


propia

su
pesadilla entonces fué cuando pudo leer
y
,

de

aquel esfinge que había fingido


se
historia
la
y

zorra para triunfar león ángel luz para sembrar


de
,

co su
tinieblas ella había admirado concedido toda
Y

,
¡
.

confianza aquel hombre con cara de Cristo y


á

ángel sin adivi


de

razón Judas había bendecido


al
¡
!

in

nar demonio ella facto había pertene


al

no
le
si
,

,
!

alma por una simpatía


en

de

cido lazo místico


el
,

en
de

irresistible así llevada una fascinación nada


y
,

vituperable ella inconsciente desapercibida había


y
,

permitido que sombras re


de

su

duda flotaran sobre


putación hasta entonces inmarcesible
.
APONTE 171

¡ Y la duda en puntos de honra vale tanto como la


realidad ! Nada aparece inverosímil cuando se quiere ,

derribar una reputación que inadvertida dió un pun


to de agarro á la murmuración de inferiores ó de
envidiosos .
¡Vencer la invencible ! no había pues venido á
a
ella arrastrado por una pasión indomable , frenética ,
excusable por su vehemencia , de esas que llevan
"hasta el crímen ; no , él había venido con fría preme
ditación á sembrar la deshonra y el infortunio en
personas que no recordaban haberle ofendido ; si aca
so , lo habría hecho su marido , y ella , pura de cora
zón y de alma , ella , admiradora sincera de todo lo
que juzgó grande y noble , ser la víctima ex
venía á

piatoria de faltas , tal vez de crímenes cuya existen


cia ignoraba .
En todo esto meditaba Ana Luisa , y
se pregunta
ba á sí misma , ¿ cómo pudo ser tan cándida y tan in

cauta? ¿ Qué encanto fatal cubría sus ojos que no


apercibieron aquel abismo con borde de flores y fon
do de cieno ? ¿ Cómo pudo olvidar la insensata , que
más que otra alguna debía respetar las convenien
cias sociales y temer las engañosas apariencias , en
tanto que había desairados que por despecho ansia
ban su caída , y ayudarían , si fuese necesario , los
planes perversos de quien la solicitara ?

Y entre tanto la desgraciada que así discurría en


aquel maremagnum de encontradas ideas , ignoraba
172 APONTE

hasta donde había subido ya la marea creciente de


la maledicencia ; porque no llegaban ni á ella ni á su
marido las maliciosas hablillas de los ociosos , y las
apreciaciones de buena fé , pero desfavorables de las
gentes honradas .
Apresurémonos á advertir que en aquella época
en que aun la novela y costumbres europeas
no ha
bían inficionado esta sociedad sencilla y honrada , se
miraba con menos longanimidad que hoy cuanto se
refería a la honra - femenil ; tan atrasados estábamos
en punto á tolerancias sociológicas que se rechazaba
á la culpable y se rehuía su amistad ; el privilegio de
ciertos desmanes se reservaba para nos los hombres ;
la mujer había de ser señora , ó se la excluía de en
tre las señoras ; de aquí que abundaran menos que
en otras comunidades las mujeres ligeras y los ma
ridos fáciles . Las aventuras de cierto género que
trascendían al público eran cuchicheadas con estu
por por las irreprochables á quienes escandalizaba
ver en público , todo comedimiento , reserva y timidez
á la hipócrita que escarnecía a la sociedad en secreto .
Ese sentido moral de la conciencia pública de en
tonces , ese código social , no escrito pero aceptado , tan
desapiadado para la mujer como indulgente para el

hombre , gravitaba con peso de plomo sobre la in o


cente Ana Luisa ; damas de respeto y consideración ,
celosas del buen nombre de sus hijas , dando atenta
excusa , habían suspendido el pie de su casa ; con des
APONTE 173

dén y disimuladas sonrisas la saludaban sus ami


gas de la infancia ; descocados requiebros , que á
veces no comprendía , escuchaba de labios jóvenes ,
que antes respetuosos , no se hubieran propasado has
ta hacerle arrugar el ceño ; ya ni aquel diablillo Sil
via le dirigía sus inocentes bromas , antes bien pare
cía ganosa de retraerse y evitar su compañía , como
si obedeciera á insinuaciones ulteriores .
Jamás se vió la enconada mordacidad popular
hincar un diente más viperino ni con más fútil pre
texto ; las apariencias engañaron á unos , á otros
movió el deseo .
Los que creían proceder de buena fe , acaso con
sinceridad deploraban y con prudencia enmudecían ,
pero decir de los que procedían llevados de la
¿ qué

malicia y de su espíritu maldiciente ? Hay en toda


comunidad social un núcleo canceroso que parece
nutrirse de los girones de honra que arranca al
prójimo , nulidades a quienes ofusca el esplendor
del mérito ajeno y arrojan su baba inmunda sobre
los más puros , ansiosos de empañar en otros las vir
tudes de que carecen . Al decir de muchos , ya no
cabía dudar la virtuosa la intachable la modelo ,
; , ,

había cedido á la seducción de un desconocido , un


forastero , tal vez un advenedizo . Belisario y el ba
rón de X. y otros de su jaez , la creían ó la declara
ban la querida de Represalia ; sólo uno la defendía ,
174 APONTE

aun este Alberto Goylan empezaba dudar des

a
el ,
,

en
pués del lance acaecido paseo

..
Tal era tranquila conciencia
abismo que

de
la
el
la condesa no había podido ver hasta aquel momen

es
pero que ahora comenzaba patentizarse
to

,
á
,

pantoso inevitable ante sus ojos Enloquecida

de
é

.
pavor enojo ansiaba contemplar aquella cara
de
y

zur
infame que tanto tiempo había engañado aquel

la

,
odio aquel Proteo

de
de
corazón nutrido veneno

,
jesuíta como

de

de
se

que así disfrazaba matachín

;
'
que quería
no

quería que iba ha

ni
...

sabía
lo

lo

se á
,

di
cer sin embargo mandó poner carruaje

el

y
,
,

rigió protegida
de

de
su

casa ansiosa verse con


á

,
marqués temerosa sin embargo mar

de
que
el

el
,

presentara
se

qués PIE
.

vano aguardó
en

no
Pero Codorniz encon
al la

lo
;

dirigió
en

se
su

tró casa Club Jacobino donde

,
;

tampoco estaba casa de Pe


se

fué San Lázaro


á
à
,

de
Malagueño
se

pero hallaba

to
rico ausente
el

se

dos los puntos donde solía ver


le

la
La
su

volver de
en

condesa casa entró


al

á
,

,
en

pasó
se

enfrente sala recado las


y

sentó
la

á
,

pieza con
en

dos hermanas quienes oía hablar


la
a

tigua
la
.

Las hermanas Contreras creían personal


se

que
,

agraviadas negaron
en se

recibirla con
y

mente
á
,

de

ostensible desprecio alta voz como ansiosas


,

estaban para ella


no

ser oídas contestaron que



,

"

.
APONTE 175

Ana Luisa , absorta , sin comprender la causa de


aquel inesperado ultraje , empujó decidida la puerta
del gabinete y entró . Las dos hermanas se pusieron
nerviosamente de pie .
gritó iracun

...
- Señora ! es demasiada osadía

-
!
da Matilde
.

-¿Porque amiga mia dijo con angelical dul

?
,

-
zura Ana Luisa Qué significa este recibimiento
,

?
-
¿

qué agravio
...
?
¿

Qué busca usted aqui señora


-

,
¿

?
poder ha
y un

La quedó
se

condesa momento sin


blar luego dominándose dulcificando todo po

lo
;

sible voz dijo


la

-Venía saber aquí de Re


si

señor
el

estaba
á

presalia
.

-No aquí señora mía sino


en
es

vuestra casa
,

ese marqués ,
se

donde suele encontrar


á

volvió espalda con grosería retiraron


la

se
Y

y
,

aposento cerrando puerta


la

ambas inmediato
al

con violencia
.

permaneció
un

La condesa momento anonada


-

da indecisa pañuelo para enjugarse las lá


sacó
el
,

grimas lanzó un sollozo dirigió lentamente


se
y
,

sala exclamando
la

-¡Dios mío estoy perdida


,

Pero luego salir calle alzó los ojos


al

la
á

a
,

cielo con tranquila entereza añadió


y
,

-Pero estoy inocente


,

.
176 APONTE

CAPÍTULO VIII

Don Rodrigo

El marqués , podía ser hallado , por


en efecto , no
que estaba en la suntuosa morada de don Rodrigo
Olivar de la Fontanilla , su simulado tutor , su fingido
padre , que parecía serlo , que jamás lo había llama
do hijo , pero le permitía creer que lo era .
Suntuoso hemos dicho , y suntuoso era , en efecto ,
el edificio situado en uno de los barrios centrales ,

con grandes ventanas y extenso jardín al costado


que daba á la calle , brindando una salida privada
al edificio .

Esa especie de casas señoriales con jardín al


lado y á la línea del frente , situados en el corazón
de la ciudad , como la de Rodschild en Paris, hace
mucho tiempo que ha desaparecido entre nosotros ;
por la época de Vives , década del 20 al 30 , sólo que
daban algunas en el barrio de Campeche , hoy San
,
Isidro , y muchas en las afueras donde tampoco
existen ya . Las exigencias modernas , es decir , el
APONTE 177

aumento de valor de los terrenos , las hacen poco


menos que imposibles .
La casa , antes siempre abierta y sonriente , tiene
este día un aspecto sombrío ; parece uno de esos edi
ficios en cuya atmósfera se cierne inevitable y tirá
nico el recuerdo de un reciente duelo de familia . En
un pabellón que caía al jardín , con salida al mismo ,
se hallan Represalia y don Rodrigo Olivar , no como
amigos sino como adversarios que acaban de tener
,

una acalorada discusión . Nada de paternal en el


rostro del uno , ni el menor síntoma de respeto filial
en el del otro . ¡ Cuán diferentes de aquellos dos

hombres que en sociedad , máscara en rostro y


farsa en el alma , se acataban como protector y pro
tejido !

En actitud sombría , feroz , el marqués parecía


resuelto á castigarse su inaudito
á sí mismo por
atentado haber burlado y escarnecido á aquella
;

mujer modelo , aquella excelsa y confiada virtud ,


tan excelsa que él no podía alcanzarla , porque se
cernía en regiones inaccesibles á las almas vulga
res , le parecía el colmo de las monstruosidades .
Estaba de pié , apoyada la derecha en un bufete ,

amoratado su moreno rostro , contraído el ceño , mi


rando con irascible dureza á don Rodrigo , que está
sentado .

-¿Por qué , -- preguntaba con sorda rabia el mar


qués , -- por qué se me ha condenado á ese infame
12
178 APONTE

vía crucis Quiero saber quién estoy sirviendo

á
?

las
quiero saber quién

en de
responsable atenta

es

hi
el
ese

de do
quién que me tiene cogido sus garras

es
el
mald

o
,
tigre

.
-Para eso contesta friamente don Rodrigo quis

,
-
-
no ha llegado hora

no la
añad

.
Es

no
que puedo puedo ho

es
más esto
-

;
,
¡

rrible yo venero esa mujer

á
hijos
;

!
-¡Tu juramento -es

de
única contestación

la

de
!
don Rodrigo RE
.
no

--Pero

es
comprende usted que esto infame
,

CONT
¿

?
quién soy
se

No

ni


ni
donde me lleva no
á

,
para

,
por qué perpetro este crimen soy instrumento ini
,
turab
cuo de ...
-Todo sabrás cuando hayas cumplido

tu
ju
lo

ramento repite don Rodrigo


-

-Sí cuando sea irremediable mal

Y
nos

si
el

¿
,
¡

!
arrepentimos mañana
?

,
mo
-No llegará ese mañana que
.

-Una mujer inocente porque juro que


mí un
es
lo

ha
,

.
hombre que podrá ser un perverso pero que
á

med
,

aparien
de
no

ha

me ofendido rodear esa mártir


de á
;

noc
un su

cias condenatorias hacer misma santidad un


,

ingenuidad instrumento para


de

su

escalón
,

fara
abismo para cubrirla
de

arrastrarla deshonor
en al

y
,

caer
de

vergüenza esa sociedad que era modelo que


,

sue
hoy desprecia eso
es

admiraba inícuo
la

la

es
y

,
,

infame
.

1
APONTE 179

- Está escrito -replicó impasible don Rodrigo ;


los hijos vengarán á los padres ó serán hijos de
maldición .

jos
Al oir la palabra himarqués alzó vista

la
el
inquisitivamente pero don Rodrigo apresuró

se

á
;
añadir
:

-Los hijos quiero decir los deudos que son


,

,
hijos por gratitud también pagarán las culpas
la

de sus padres protectores


ó

.
Represalia

en
había dejado caer un sillón
se

;
convulso anonadado impotente para todo menos
,

,
,

para patentizar sombría desesperación que tor


la

en
su

se

turaba alma Esa leía todas sus facciones

;
.

palidez
en

de

en

de
su

temblar
la

rostro sus
el
,
en

de

labios brillar siniestro pupilas


el

sus
,

-Dejadme partir lejos muy lejos exclamó jun


-
,

quiero huir
de

tando sus trémulas manos mí mis


-
;

mo quiero huir del hipócrita del falsario del asesino


,
,
,

que perpetra un crimen sin saber quien aprove


a

Dios mio antes que perder esa mujer que


...

cha
a
,

de

me admira que tal vez me ama con amor


la
el
,
yo

me dejaré matar
en

inocencia ese duelo


,

-Yhabrás faltado juramento sin provecho


tu
á

de ,

para ella fatalidad que había caer sobre


la su él
la
y

,
;

caerá sobre ella sobre Ese hombre merece


y


.

ha
ha
no

suerte ofendido pero ofendido


te


á

á
;

humanidad
.
180 APONTE

Y se detuvo un momento , como buscando un de

lito . De pronto añadió :

-¿Ignoras la lamentable historia de Magdalena


Valdés Ignoras

...
?

?
-¡Sí Magdalena recogida amparada por ella

y
,
;

!
No debiera perdonarse gracia

en

de
marido

al
esa
¿

santa 10
?

-¿Y

...
ella también
si

?
-¡Ella qué dice usted

de ?
¿
!

Represalia puso pie como movido por


se

si
una descarga eléctrica altanero terrible conmina
,

de ,

,
parecía genio tutelar Ana Luisa

se
dor que
el
;

,
su

erguía en defensa
.

-¡Caballero prohibo manchar nombre de


os

el
!

esa mujer
.

Don Rodrigo palideció


un

segundo sostuvo

y
,
aquella mirada sobre
su

rostro como Muscio Scévo


,

brasero Luego sonrió feroz


su

un se
la

mano sobre
el

,
,
.

acercólento ymagestuoso
su

interlocutor con y
á

despre
en

la

que confundían amenaza


se

acento
el
y

cio dejando caer lentas las palabras exclamo


,

Señor Marqués
de

sa

Re pre lia
la

...
-

-
-

Esa palabra Represalia fué pronunciada con una


ironía tan mordaz con un sarcasmo tan feroz sig
y
,

nificativo que marqués humilló frente quedó


la
el

y
,

en silencio
.

de

Hubo un momento pausa indefinible espan


,
,

ese silencio que precede sigue muerte


la

tosa
á
o
;

,
APONTE 181

cuando los dolientes redor del agonizante se pre


en
guntan á sí mismo , si acabó ya ó si queda algún
resto de vida en el amado moribundo . Algo miste
rioso y solemne parecía flotar en la atmósfera .
Represalia se dirigió á la puerta . Se vió enton
ces á su interlocutor acercársele con aire imponen
te , se le ve señalar á un crucifijo , como para recor
dar un juramento hecho ante él , y luego , se le ve
llegarse al oído de Represalia y murmurar frases
misteriosas , palabras incoherentes , que sólo podría
comprender quién se hallara en antecedentes ; y sin
embargo de ser incomprensibles , las pronuncia con
miedo , mirando a las puertas , como temeroso de que
algún oído indiscreto pudiera recogerlas .
Y también se ve al confundido marqués , que
apretando en nerviosa crispadura los puños y cru
giendo los dientes sordamente , murmura : ¡ Cum
plire !
Y se juró á sí mismo cumplir y llevar la horri
ble maquinación hasta su desenlace ; porque sospe
chaba que aquel hombre era su padre , y porque
sabía que aun no siéndolo , podía pulverizarlo con
una sola palabra .
Se encontraba indefenso en las garras del tigre ;
su razón comenzaba á desvariar .
Porque la situación era realmente inaudita . ¡ Ca
minar hacia el crimen por una ley fatal, ineludible ,
y contra todos los dictados de su conciencia , hacer
182 APONTE

la corte por orden superior á una mujer indefensa ;

modelo de castidad ; caer sobre ella como el buitre


sobre su presa ; perseguirla con hipócrita adoración ;
conseguir á fuerza de dolo y ficción ser estimado
por un angel de bondad ; y lo que es más , admirar
y amar á esa mujer con amor puro , desinteresado ,
casi divino , sin buscar más que su aprecio ; y ahora ,
obtenido eso , verse ligado por un juramento invio
lable , deshonrarse ante ella , á pasar por un desal
à

mado , obligarla , en derribar


fin
ídolo re

el

y
á
á
,

,
que había amado más indigno de los

al
conocer
hombres
se !

Así desgraciado envuelto en sus pro


veía
el

pias redes mordido por misma serpiente que ha


la
;

bía preparado para otio


.

Era ciertamente horrible pero había un miste


;

rio había un juramento


,

.
APONTE 183

CAPÍTULO IX

En la Villa

Llegando a su casa la condesa , se encontró sola ;


pero no le fué posible reconcentrarse un momento
en sí misma , ni lograr descanso á su imaginación
calenturienta ; la inacción le era imposible ; necesi
taba moverse , hacer algo , funcionar en cualquier
sentido; cada minuto que pasaba le parecía un girón
de honra que le arrancaba la desapiadada maledi
cencia mundanal . Comprendía que la condenaban
las apariencias , y eso era lo que se había buscado
en aquel dédalo de dolo y perfidia que la envolvía .

¡ Y el conde no se presentaba ! ¡ y el marqués parecía

esconderse ! Y se llevaría á efecto aquel funesto


desafío que había de redundar en su deshonor , por
que , según sinceramente creía , no llevaba más ob
jeto que el de desatar lenguas contra ella . Hay veces
que la ansiedad de la incertidumbre y los fantasmas ,
enjendros de un cerebro acalenturado , atormentan
más que la realidad de la catástrofe . ¿ Descansar ?
184 APONTE

¡ imposible ! la ola implacable de la maledicencia su


bía , subía en su obra de vergüenza y perdición , y
en cada instante que pasaba se sentía más y más
envuelta hiel y de odio cuyo origen
en la oleada de

desconocía y cuya realidad palpaba Ay sin

de
la
...
¡
agarrar traje por

de
su
ventura que dejó una punta

de
rueda inexorable opinión pública

la
la

!
Se

marido podría

su
ocurrió entonces que

ha
le

de

en
su
llarse en casa madre Guanaba coa recordó

;
no,
que había podido asistir

al
viuda
la

condesa
,

,
por alguna dolencia

no
baile del Coliseo fuera
y

ó
,

,
me

su
pensó que ella también debía estar lado

al
a

;
nos era excusable que estuviera Con cuánto gusto

¡
acogió esta idea este pretexto que como frágil ta .
ó

,
naufragio pareció salvador
en

bla
el

le

.
,

!
Madrastra para ella había sido siempre

su
madre
aquella circunstancia estaba casi
en

política

se
no y

,
de ,

gura ser bien recibida egoísta matrona

la
la
;

miraba con frialdad desde día del matrimonio im


el

esa insignificante
en

puesto pero no podía detenerse


;

Ella por qué


no
consideración contaría todo
le

el sí
,
.

¿
,

nada tenía que ocultar Le diría peligro que


si

á
?

hijo propio interés


su
su

exponerse move
de la
...

iba
el y á

conju
no

ría hallarían entre las dos modo


el
¿
,

rar escándalo
?

Difícil molesto era viaje Guanabacoa sin


el
y

,
de

embargo que ese antiguo pueblo indios situado


en

terreno pedregoso estéril sin más atractivo


y
y

,
APONTE 185

que sus paisajes suizos y sus dudosas aguas , apenas


dista media legua del puerto
. El salutífero pueblo de
Madruga permanecía ignorado , y en tanto , la vieja
villa malamente suplía la falta de balneario . Ya el
interés de algunos terratenientes y propietarios ur
banos había consagrado á Santa Rita , abogada de
imposibles , las pseudomilagrosas aguas á que acu
dían los matrimonios estériles ó tardíos en reprodu
cirse ; ya tenía la villa algunas calles y carruajes , y
como carecía de hoteles , los ricos armaban casa pro
pia y huían de la Habana figurándose hallar alli
más fresco , porque el aspecto era más campestre .
Desde las cumbres de las lomas , en efecto , el pano
rama era helvético campos de esmeralda , muchas
;

plantas fructíferas , pocas floríferas , multitud de


aves canoras hoy alejadas por el progreso y el va
por , y un poco más allá la extensa bahía cuyas tran
quilas aguas parecían besar el pie de las lomas.
Se atravesaba ésta por botes que vogaban al
remo desde el muelle de Luz hasta el pie del san
tuario de Regla , y desde este pueblo hasta la Villa , un
mal construído camino que corría parte entre ciéna
gas y månglares , era tormento de los escasos tempo
radistas y peligroso de noche por los ladrones que
allí buscaban segura ganancia y más segura impuni
dad . Un desvencijado ómnibus que partía de la lla
mada Casa de la diligencia , situada frente al tin
glado de los botes , era el principal vehículo , á
á
156 APONTE

que se unían dos o tres volantas de las ya desecha


das en la Habana .

La condesa se decidió y con su sierva Susana se


dirigió al muelle , á las cinco de la tarde
entrando
en el primer bote que se presentó . Despacio , muy
despacio , cruzaron el puerto ; aquel viejo botero que
las llevaba no parecía tener prisa ó acaso era la
ansiedad y la inquietud lo que alargaba los mi
nutos .

Al tocaren Regla , la diligencia había partido y


con gran demora lograron un carruaje . Anochecía
cuando llegaron a la Villa , donde un nuevo chasco

las esperaba , porque San Marcos , no estando allí , y


la condesa madre habiendo salido á visitas , tuvie
ren que aguardar más de una hora , que fué eterna
! tormentosa para la impaciencia de Ana Luisa .
Como sospechaba , la condesa viuda la recibió
con frialdad y le contestó con acrimonia ; quejas ,
recriminaciones , acibaradas censuras , mordaces
epigramas ; ni un solo consejo amistoso , ni una sola
palabra de consuelo para aquel espíritu atribu
lado .
- Ese duelo es ineludible ; pero hace usted bien
en tratar de evitarlo ; la causa que lo promueve es
deshonor de la familia ,

- Lo comprendo , señora , pero yo


...

castigo nos manda Dios con que


se

Bastante
-

Sepa verdadero motivo


el

.
APONTE 187

-Pero yo no me siento culpable , señora ; si aca


so alguna inadvertencia

...
Más obligada que nadie estaba usted ad
-
ser

á
vertida ser discreta
y
á

.
-¿Por qué señora

?
,

fa
-Porque respetar

de
excelsitud

la

la
debía
en

de
milia que tuvo honor entrar
el

.
-Adiós señora contestó Ana Luisa levantán
--

,
,

dose con dignidad


.

La orgullosa viuda pasar allí no


no

invitó
la

ni la
á
de
avanzado hora

la

la si
che como debía dado
lo

;
quiera acompañó puerta diríase que
la

la

hasta ;

ególatra enconada aplaudía


de
caída una nuera
la

hijo contra
su
su

impuesta por deseo


.

hizo llamar un carruaje


en de
La condesa alquiler

,
abatida desolada dejó aquella casa que
y

es
,

peró hallar alivio tantos sinsabores donde halló


y
á

solo acritud Hubiera querido porque


y

desamor
,
.

tanto temía los botes como los boteros rodear


á

venir por
de

bahía camino Luyano Jesús


la

el

del Monte donde los guardias rurales que sin inte


,

rrupción acompañarían carruaje


se

sucedían
el

;
,

1
su
se

pero calesero negó ello porque caballo


el

de

porque
no

llegaba tanto
la no

tenía matrícula
y
á

Habana
.

-Llévame entonces Regla -dijo resuelta


á

mente
.
188 APONTE

Y el áuriga , en su medio español , que traducire


mos en obsequio del lector , contestó :
-Eso , sí , puedo , pagándome su merced dos pesos
adelantados .

La condesa pagó sin replicary el carruaje las


,

condujo á Regla y las dejó en la puerta del Tingla


do , retirándose inmediatamente ; pero al entrar al
muelle ama y criada , las diez y media daban en el
Santuario y en el lejano reloj del arsenal , y confor
me á la ordenanza , ningún bote podía ya atravesar
ni vogar . Después de esa hora , que se llamaba de
la queda , el puerto se cerraba , los guardias daban
el quién vive y la ronda nocturna era la única poli
cía de las desiertas calles .
Entonces comprendió la precaución del grosero
auriga de pedir su dinero adelantado y de partir
con tal violencia . Gentes había que porque llegaban
tarde se negaban á pagar lo estipulado , y el calese
ro callaba , porque los caleseros eran todos negros ,
y éstos en esa época nunca tenían la razón .
No se ocultaba á la condesa lo grave de su si
!

tuación : cruzar la bahía , era ya imposible ; volver á

Guanabacoa , era ya difícil; y la idea de no pasar la


noche en su casa , la acongojaba ; ¡ harto inconve
niente era hallarse fuera en aquella hora !
La población dormía ; ni un alma en la calle ; la
playa desierta , con excepción de algún botero que ,
salido poco antes de la queda , llegaba retrasado .
APONTE 189

Ni había allí quien tuviera carruaje , la mayoría


siendo pescadores pobres . Susana propuso acudir á
la Casa de la diligencia que acababan de cerrar , y
en efecto , allí tocaron , y en el establo se abrió un
ventanillo y asomó una cabeza que grito :
-i Qué se busca !

-Un carruaje para volver á Guanabacoa ; se pa


gará
...

hay carruaje
no

-Hasta las cinco postigo

Y
el
.
se cerró
.

La quedó indecisa
anonadada Cuán
se

condesa
,

¡
.
pareció imprudencia que ha
la

enorme inocente
le

bía cometido Lo que juzgó más sensato aque


se

en
!

zozobra fué dirigirse pedir auxi


lio lla

sacristía
la

y
á
,

cura que probablemente conocería


al

la
señora
á

;
porque
la en

la no
pero eso tuvieron suerte cura
ni

el
,

dijo
en

vivía iglesia verlas tocar


lo

al

así
y

á
,

puerta un hombre que pasaba que las seguía desde


,
en

de

se

muelle que oscuridad calle quedó


en la

la
y
el

de

mirándolas hito hito


.

Ana Luisa
se

Ante tan contínuos desengaños


,

abatió creyó que un genio maléfico


el se

ensañaba
,

frío glacial
de

contra ella
la

duda desaliento
el

y
,

espíritu En tanto
su

se

invadió hombre había


el
.

adelantado detuvo ante una mujer que salió


se

le
y

encuentro condesa los vió hablar sottovoce


al

la
;

mirándola luego dirigirse ella con resolución


y

á
,

.
de

Tuvo miedo trató huir titubeó hubiera


y
,

,
190 APONTE

caído en un síncope si dos brazos robustos y á la


vez cariñosos no la hubieran sostenido .

¡Magdalena ! - fué la exclamación simultánea


de Ana Luisa y la criada
.

-¿Que le ha pasado á mi señora condesa ?

-¡Magdalena ! ¿ cómo tú aquí ?


- Vine á ver á mi madre y como Perico no me
puede traer sino después de su tarea

...

en
Perico dos pasos con sombrero

ni la
mano

el
á
,

,
parecía esperar órdenes Sin comprender tratar

.
de

su
saber que pasaba sólo sabía que era deber
lo

,
dar vida por aquella mujer que había salvado
la

á
de

suya desesperación
la
la

-¡Que feliz casualidad Has venido salvarme

.
!

-¿Que necesita mi señora


?

-Volver Habana llegué


la
inmediatamente
á

;
tarde Villa
la

...

de

-Son señora

la
las once media ha sonado
y

y
,

hora de queda
la

Pero estoy perdida paso noche fuera


la

qué
-

si

;
¿

pensará mi marido
?

-Nada sepa
su

malo señora cuando que bon


,

trajo
mi

dad ver madre que está que puede


la

á
á

estar enferma
.

Es verdad
la

observó para
y

condesa
-

si
;

añadió Ya tengo que mentir


-"
¡

"
:

punto volviéndose Magdalena


Y
al

á
,

:
APONTE 191

-¿Pero no es posible , pagando lo que se quiera ,


pasar á la Habana ?
-Sí , es posible , señora , sin pagar nada . Sigame
la señora .
Siguiéronle las tres mujeres y poco después el
bote de Perico el Malagueño , á despecho de la orde
nanza vogaba sigilosamente hacia el muelle de .

Luz .
Silenciosa calma imperaba en la bahía ; algunos
farolillos de los botes del resguardo se veían brillar
á lo lejos cruzando entre Casablanca y el muelle de .

Caballeria , pero ninguno se acercó a la audaz bar


quilla que atropellaba el reglamento . Allà , la ciudad
dormida , muerta , semejaba un vasto cementerio ,
en que alguna luz de aceite anunciaba la vida . La
condesa no habló una palabra respecto a las causas
de su tribulación ; no quiso nombrar á Represalia ;
ele escocia los labios pronunciar ese nombre ó espe
raba todavía que hubiera error en cuanto le pasa
ba ? Sabía que aquella pareja , por favores recibidos ,
era adicta al marqués , y también sabía que a una
palabra suya aquel altar de adhesión caería pulve 1
rizado .
No pronunció esa palabra , pero su mudez era
elocuencia , porque su actitud y sus facciones pare
cían recitar un poema de dolor y zozobras . Mirando
inconsciente los rieles fosfóricos que formaban los
remos sobre el agua , recorría su memoria con pavor
192 APONTE

todo aquello que le estaba pasando , todo aquel bá


ratro de mentira y de infamia , urdido contra ella
inocente ; y luego , en aquella misma tarde , tantos
casos fortuítos y siempre adversos , que se diría pre
parados por oculta enemiga mano ; la demora del
bote , la partida de la diligencia , la carencia de ca
rruage , el marqués invisible , el conde inencontrable ,
la condesa madre , ausente , todo conjurándose con
tra ella , y llegó á pensar ( porque cuando la adver
sidad persiste fácilmente tomamos el acaso por
fatalismo ) si no se hallaría ella bajo la influencia de
un anatema inexorable pero qué había hecho
...
¿
para merecerlo podía culpar
de

se
qué delito

la
?
¿

?
De ninguno sus recuerdos veía siempre ángel
en

al
;

guarda
su

su

lado que sonreía


de

su
Pensó con íntima satisfacción que toda vida
de

era inocencia buenas intenciones toda claridad


y

,
:
no

no

sombra Juan Pérez sentía cul se


...

sin una
;
.

su de
pable por no haber podido resistir
al

ascendiente
de

sus padres deudos recuerdo Juan Pérez


el
y

se ;

,
primer amor ya perdía entre
las brumas del
,

quedaba algún recuerdo


de

tiempo era porque


si

él
:

siempre misántropo
de

veía taciturno aislado


la
lo

sociedad sin hablar jamás otra mujer


á

SC
de

de

En imagen
su
la

medio esto marido antes


,

en

su

ahora compadecido presentaba


se

odiado
,

,
ya

agobiado intelecto con rostro usurpador en


no
,

vanecido sino llevando algo


de

resplandor
de

los
,
APONTE 193

mártires en su frente . Infatuado , sensual era él ,


déspota con los otros ; pero , ¿lo había sido con ella ?
¿ no la había honrado siempre con la confianza ilimi
tada que ella creía merecer ? ¿ no le había dado el
dignísimo lugar que le correspondía ? Sí , así era ; en
aquel momento en que veía el infortunio cernirse
sobre la cabeza de aquel culpable , sus grandes de
fectosse obscurecían y sus escasos méritos comen
zaban á resplandecer . Y sentía debilitarse los anti
guos rencores , sentía que andando el tiempo jah 1

...

!
podría ser mucho tendría que perdonar pero
y ...
si
,

,
perdonaría

en

se
cima horrenda que
la
la ...

así desde
ahogaba ilusión fingia allá lejos una amena
le
,

campiña con horizontes


de

en

luz que florecían


y
,

árboles encantados olvido perdón reconci


la
el

el
,

liación amor felicidad Pero volvía realidad


y la
el

la
,

.
de
su

siniestra con séquito incertidumbres nebulo


para decirle esperes
no

sidades volvía marido


tu
;

;
"
:

oveja
en

fin sospecha convertirán


al

la

los celos
y

ya pasearte
en
no

no
de tú

león esperes puedes esa


;
,

campiña amena los árboles encantados


.“

Sus lágrimas corrieron ardientes silenciosas


la
;
,

barquilla vogaba con rapidez con cautela apenas


en y

,
de
se

oía chocar los remos las tranquilas aguas


el

En habían apagado porque


se
la

ciudad las luces


el
,

orden superior por los parti


de
se

alumbrado hacía
,

culares que recogían sus faroles cuando


se

la

daba
,

queda
.

13
194 APONTE

--Pero

pa
qué tiene mi señora condesa qué

le
¿
,

?
¿
aflige los án

sa
qué quién puede hacer llorar noera

la

á
?
¿

?
¿de
geles Yo sufro ver sufrir mi protectora mi Vag

al á

á
?

,
salvadora quien me detuvo borde del abismo

á
acept

á
,

,
quien me enseñó olvidar esperar Confíeme sus

y
-PE

.
yo
cuitas quiero que no pueda

ya
también llorar
;

consolar quién tiene más derecho que yo disfru Lagd


,

á
¿
de

tar sus penas


Todas estas ideas ?
mejor dicho todas estas pala

-N
,

,
lágrimas

en
bras brotaban espontáneas envueltas

y
Tanco

,
Magdalena
de

... no
se
del corazón pero formulaban
,

Y
dos n
en

sus labios Veía llorar lloraba callaba quéy

¿
,
.

podría palabra sincera sin duda pero incorrecta


su

en ,

,
aquella gran señora
de
mal zurcida ánimo
el
y

pueten
,

?
Malagueño
no
E1

que sabía más que obedecer

se
,
Titar
aquella noche
de de

en

abstenía cantar y remaba con porta

tu
al isi
ademán rabia sorda reconcentrada Oh
y

!
.
en

viera sus manos fuera dado triturar que


si
le
,

hacía llorar aquella santa


á

en

Así fué como atravesaron bahía silencio


y
la

-N
,

sin embargo jamás palabras más vehementes más


y
,

seño
expansión fermentaron
de

en

necesitadas cerebro tact


humano
La
.

propia conciencia
de su

Cada uno hablaba con


y
,

pro
ninguno parecía contento
su

las respuestas que


conciencia daba
le

stano
de

Antes eran entonces las doce


media hora
y

,
,

estaban sin inconveniente en dormida ciudad


la

.
APONTE 195

La condesa tenía que ir á


pié hasta su casa , porque

no era posible conseguir carruaje á tal hora , y Perico


y Magdalena se ofrecieron á acompañarla , lo que
aceptó con gusto .
- Pero tendrás que ver al conde - observó .

-Es el hombre que menos deseo ver -- contestó


Magdalena , -pero me verá esta noche ; no tememos
nada .

- No tememos nada , señora - repitió el acento


franco y varonil del pescador .
Ynada en efecto tuvieron que temer , porque

lle
gados portero informó que conde pa
la

casa
el

el
la á

saría noche fuera sólo había venido para advertir


;

que teniendo un lance mañana siguiente quería


la

,
á

evitar lágrimas explicaciones demás majaderías


y

,
sus padri
de

de
en

por tanto pernoctaría casa uno


y

nos ignorándose quien fuera éste


,

-¿Ha venido por aquí marqués preguntó


--

la
el

condesa
.

-No señora sólo han venido Belisario barón


el
;
,

señor Alberto Goylan un desconocido que dejó


...
y
el

esta carta para


la la

señora
.

La precipitó
se

condesa abrió leer firma


la
y

pero carta no tenía firma


la

el .

de

Mañana
las ocho campo Carraguao
en
á

,

estancia de Hechavarria
"
.

He aquí todo que pudo leer


lo

Despidió entonces sus acompañantes subió


y

á
á
196 APONTE

su aposento . Susana no se separó de ella en toda la


noche . Estaba acalenturada .

Alberto era de los pocos que , á despecho de las


apasionadas aserciones de Belisario , creía de buena
fe en la impecabilidad de Ana Luisa . Empero , cuan
do supo que no había pasado la noche en casa , pues
tal se dijo , abrió con rabia su libro nobiliario y rec
tificó la frase escrita en el capítulo anterior , aña
diendo :

“ Represalia no se casa con Matilde Contreras ; se


ha casado con la esposa del conde de San Marcos “.
El
Era el último defensor de Ana Luisa que también
ACOS
caía en el abismo de la credulidad general .
Marco

rigo
ETO,
,
10

is ne
tra

E
Maret

Repr

rabi

lise

tiera
huen

Hirer

teza
12E
APONTE 197

CAPÍTULO X

El duelo

El condesito de OʻReylli y el capitán don Fran


cisco Senmanat , eran los testigos del conde de
Marcos ; apadrinaban á Represalia el señor don Ro
drigo de Olivar , su inseparable protector y conse
jero , y el teniente don Matías Armona ; en reempla
zo , éste último , del barón de X. , que por razón
de
sus nervios , no servía para duelos ni para ninguna
otra cosa .

Era el florete la única arma que creía el de San


Marcos manejar con destreza ; pero en esa arma
Represalia campeaba en primera línea , era impene
trable ; su educación , toda , había sido dirigida como
si se esperara este lance , ó como si toda su vida hu
biera de pasarla peleando ; la Habana , que poseía
buenos tiradores , ignoraba esto , porque jamás , ni en
diversión ni en veras , había tratado de lucir su des
treza con nadie . Si se midió con alguno , con el apren
diz Pepe Guión , por ejemplo , dejó probado ó que no
3

198 APONTE

era de primera fuerza ó que llevaba su galantería


hasta dejarse vencer .
La estancia de Hechavarría , situada donde hoy
Carraguao , lugar entonces apartado y solitario , fué
el elegido para que saciaran su furor los dos anta
gonistas.
Un yerboso camino , que más tarde cerrado por
dos líneas de casas , formó la calle de la Horqueta ,
hoy de Estévez , conducía del barrio del Horcón á
dicha estancia . No existía aun aquel edificio que sir
vió algún tiempo de hospicio de dementes y después
de colegio ; no había más que una desvencijada casa
de embarrado y tejas, rodeada de árboles vetustos ,
y en espacios yermos toda clase de legumbres , mien
tras el fondo rematábalo la zanja de Antonelli , san
gría del Armendáriz , la que continuando al Norte ,
y oblicuando luego al Este , sobre terreno fangoso y

deleznable , venía á ser , por entonces , el único recur


so hidráulico de la ciudad . Todavía los poetas no
habían ideado la corruptela Almendares , como más
adecuada al consonante .

Por aquella parte de la posesión cruzaba una es


pecie de acequia de regadío , que partía de la dicha
zanja y venía á pasar á una callejuela sin casas ni
salida , y á uno y otro lado coposos árboles, en su
mayoría frutales , algunos de los cuales habían pre
cedido a la fundación de la finca , siendo muy pocos
los que debían su presencia a la mano del hombre ,
APONTE 199

Cuba , la hija mimada de la naturaleza . estaba


representada en lo que ella tiene de más valioso en
aquella fogosa vegetación : alli cocoteros altísimos ,
alli el tenaz caimito , la quebradiza ciruela , el man
go verde - alegre , la yagruma de hojas bicolores , el
alegre tamarindo , el severo mamey , con su sombrío
follage hacían de aquel lugar un recinto encantado ,
que no parecía apropósito para que dieran en él sa
tisfaccióná sus rencores dos fieras de la especie hu
1
mana , sino más bién , albergue para la lectura repo
sada , para la meditación filosófica ó para castas
conversaciones amorosas . Unos bancos de tierra cu
biertos de césped , una guardaraya de mangos con
ducente á algo que llamaban glorieta , un estorbo
que no estatua de tosca piedra , unas matas de mar
pacífico y nada más en punto á adornos : los judíos ,
los caos , ya desterrados de este departamento , las
cotorras también alejadas ya por la civilización , los
, los tomeguines , dejaban oir sus notas
toties saltan
do por las ramas y parecían protestar contra el en
sanche de la ciudad que pronto invadiría aquellas
frondas , obligándolos á emigrar al interior .
Represalia y sus testigos llegaron antes de la
hora prefijada ; mas , muy poco tuvieron que aguar
dar , porque al sonar ésta , se presentaron el conde y
los suyos ; aquél visiblemente emocionado , éstos
sin poder ocultar sus temores respecto á la sereni
dad y destreza de su poderdante. Se dirigieron por
200 APONTE

la avenida de mangos á lo que con impropiedad lla e Reg

maban glorieta . Para é.

Don Rodrigo se acercó á Represalia y muy que Ye


do le dijo : su infe

-Tiene miedo ; ten compasión de él . ferna

-
-Entiendo contestó Represalia con desabrido stiem

tono , -que no estoy obligado á matarlo . asta c

-No ; pero sí á dejarle un recuerdo para toda risito ,

su vida . xido.
-Eso procuraré . Tereng

Medido el terreno y puestos los adversarios en la de

guardia , fué el conde el primero que rompió el ata recia


que apenas
dada la señal ; con calma , con una Def
frialdad desesperante , sonriendo , el marqués se li

la
viltó

mitaba a la defensiva ; pero de un modo tan magis Adesas


los

tral y seguro , que testigos comprendieron

la
pelo

ventaja inmensa qne llevaba antagonista


su

arcia
á

.
No cabía duda aquel hombre había exprofeso Los
;

torpe había fingido hasta


su se

ocultado habilidad
su

minado
,

entonces para mejor utilizar supe


Su

destreza -Co
,

.
se

rioridad confirmó desde los primeros pases por


,

precisión matemática con que


de pa

serenidad
la

la

nel
,

de
su

raba las estocadas adversario Abusaría Үр


¿
de .

ella Mataría marido después haber pisotea


al
?
¿
do

de

mujer OʻReilly
El
la

honra generoso
la

, ,

Lee
?

juró
en

tal caso habérselas vencedor ven-


y

con
el

quedas
,

gar impaciente Senmanat hubiera


su

amigo
y el
á

espada lugar del conde para probar


la

tomado
al

via
,
APONTE 201

de Represalia que había en'la Habana adversarios


para él .
Y el duelo seguía , y el conde ya conocedor de
,

su inferioridad , tenía que sostenerse y ver aquella

infernal sonrisa de hiena , que parecía decirle : “ No


es tiempo aún ; te mataré cuando se me antoje » . Y

hasta creyó que su adversario prolongaba de pro


pósito , como si esperara algún otro incidente desco
nocido . Y los padrinos del conde se tranquilizaron ,

creyendo que el adversariorespetaba al menos la


vida de su antagonista , rehuyendo un triunfo que
parecía asesinato .
De pronto , á un sencillísimo tajo del marqués ,
saltó la espada del conde á varios pasos , pero ante
el desarmado antagonista , Represalia clavó en el
suelo la punta de su acero y aguardó en actitud
marcial y tranquila .
Los padrinos quisieron intervenir y dar por ter
minado el duelo ,

-Como gustéis , señores -- dijo el marqués .

- ¿ Olvidáis que es imposible ? -exclamó con ra


bia el humillado conde .

Y presentando el pecho á su contrario , añadió :

- Acabe usted , miserable !

Le escocia el alma pensar que aquella vívora


quedase viva o que quedase vivo él .
El marqués saludó , y con una sonrisa que se
diría forzada , brindó su espada al conde . Éste no
202 APONTE

la aceptó , pero recogió nervioso la suya y ocupó su el m


lugar , atacando otra vez al primero .
Y continuó el marqués en su impasibilidad feroz , con
desesperante implacable ; parecía el gato que mor
,
decla
tifica al ratoncillo aprisionado .
Por la calle de la Horqueta , se oyó el ruido de E
un carruaje que en precipitada carrera se dirigía al
certi
lugar del duelo el marqués , entonces asumió la
; ,
rez f
ofensiva ; una serie de menudos tajos hizo chispear
los
pronto

de
un momento aceros pero conde

el
;

,
le od
su

dejó caer espada dió un paso atrás vacilante


y

,
por
sangre

en
atolondrado con cara bañada flore
la

el
,

;
un
de
su

ojo

de
contrario vaciar

El
te

acababa
no le

.
algu:
dolor vehemente impidió hacer un esfuerzo
le

Colis
por recoger espada pero los padrinos como era
su

,
blad
justo declararon imposible continuación del com
la
,

bate
.

do
el
dando traspiés cayó sentado

un
en
San Marcos
,

ment
de

justamente
en
césped que
en

banco momento
se el
,

enca

ca
agitada jadeante arrojaba
la

condesa del
,
,

si
rruaje llegaba frenética
se

los combatientes
y

. halla
Pronto comprendió que había llegado tarde el y
,

do
improperios contra
en
su

se

furor desahogó
com
marqués
.

hart
dijo
en

de

-Señores este de
-

alta voz
- la

causa
safío una calumnia infame levantada contra mí
es

bres
al

volviéndose marqués
Y

Miserable verdad he
la

declare usted dado


,

;
-

raci
APONTE 203

el menor motivo á qué se sospeche de mi honra ?


-No , señora , que yo sepa ; -contestó el marqués
con su implacable sonrisa . - Un caballero no puede
declarar otra cosa , cuando es una dama quién pre
gunta .
Esta respuesta sentaba la duda ; mejor dicho , la
certidumbre . Ana Luisa le dirigió una mirada á la
vez feroz y suplicante .

ha
Pero qué agravio qué motivo
se
le hecho
---

?
¿
¿

de odio tiene usted contra mí ó contrá mi marido

?
por qué ha mentido usted
?
¿

he

--¿Mentido Señora jamás dicho sin malicia


,

,
;
?

alguna que que me acompañaba

en
dama

ha el
la
,

ha
se
Si

Coliseo era usted acaso mentí sabido

ó
?
¿
,

blado algo más no culpa


es

mía
la

quien
A

esta insolente contestación conde


se el

á
,

dolor impedía todo movimiento puso nerviosa


el

,
de

su

se
pie todos aun los testigos
en

mente favor
;

encararon contra marqués hubieron devorado


lo
el

,
no

las leyes opusieran porque


se
si

del duelo
lo
;

hallaban cínicamente infame impasible apoya


él
y

,
;

ya
do

en

no
su

negligentemente espada sonreía


,

,
de
su

porque lividez
la

como Mefistófeles semblante


,

harto revelaba que aquella actitud era finjida


.
Al

avenida aparecieron tres hom


de
la

extremo
bres
.

La condesa torciéndose las manos con desespe


,

ración lloraba suplicaba


y
,

.
204 APONTE

-La verdad jah verdad por qué me des

...

si la

¿
!
¡

yo
no he
honra usted perdóneme siem

...
ofendido

yo le
?
b
pre admiré sus virtudes soy culpable hable

...

...
verdad

la
usted hable usted
,

.
El alzó los ojos que fija

no
marqués

ni
contestó

,
ba tenazmente en suelo Pudo tener ansia feroz

el

.
de

a.
triunfo agraviada señora arrojó

su
cuando

la

le
al ,

infamia rostro pero ahora verla humillada

al

,
;
aquella inocencia implorando hidal

el su
llorosa

a
,
,

guía sintió remordimiento que atenaceaba alma


,

.
en

de
Su rostro aquel momento era horrible ver

;
no estaba encendido no estaba pálido estaba cár
,

,
cadavérico sonrisa había desaparecido
la

deno 1
;
,

,
pero una contracción tétrica hacía resaltar sus
,

dientes blanquísimos por entre sus labios trémulos


amoratados
y

en

de
Debía ser horrible que pasaba corazón
lo

el

aquel hombre Dos gruesas lágrimas asomaron

á
.

de

sus ojos inmóviles como los un cadáver


,

.
en

Pero las disimuló continuó silencio Sentía


...
y
¡

mirada implacable don Ro


de
su

faz feroz
la

sobre
y

drigo
.

se

Los tres hombres acercaban


.

-Señores dijo Senmanat aquí llega policía


-

de la
el -

-Disimulemos O‘Rey

contestó condesito
lly
de

tratando recatar las armas pero entienda


---
,

indigna
su

señor marqués que


es

usted conducta
y
,

que esto no quedará así


.
APONTE 205

-Como gustéis , señores , estaré á las órdenes de


cualquiera que , después de este momento , se digne
batirse conmigo .
! En efecto ( avisado como la condesa , por un trai
dor anónimo ) apareció el Capitán del Cerro acom
pañado de sus polizontes ; se llegó al lugar , se dirigió
al marqués , y sin saludar y con voz gruesa , como si
hablara á un inferior , dijo :
-¿Es usted el llamado Marqués de la Represalia ?
-Servidor de usted .
- Dese usted preso , y llevó la mano á la cintura ,

para mostrar el cabo de una pistola .


- - contestó el marqués impasible.
Me doy preso
-Caballero - dijo adelantándose el de OʻReylli ,
aquí se trata de un lance entre hombres de honor ;
esto no es asunto de policía .
-¿Hombres de honor ? No todos señor Conde-
...

capitán con respeto luego dirigiendo


Y

contestó
el

,
.

Represalia una mirada despreciativa añadió


á

este pillo me llevo amarrado


A

lo

los policías sacó una cuerda


de

Uno
de la

ante
y
de

muda espectación los testigos marqués


el
,

Represalia
de

quién esperaban enérgica protesta


,

tendió humildemente las manos


.

-Pero qué significa preguntaron


ca
al

esto
--
¿

?
:

pitán quién
es

ese hombre
,

?
¿

-Hipólito Marañón prófugo


de

esclavo don
,

Juan Pérez
.
206 APONTE

La Condesa cayó desmayada , los testigos se mi


raron mudos de estupor ; el marqués , después de di
rigir á don Rodrigo una mirada que guardaba
semejanza con la del moribundo mártir del Calva
rio , tendió las manos para ser maniatado .

11

1
APONTE 207

CAPÍTULO XI

Misterios de la Habana

Al día siguiente , el
escándalo en la Habana era
inmenso No se hablaba de otra cosa , y con malicio
.

sa sorna ó con perversidad desapiadada , se mez


claba el nombre de la condesa ; joh ! había dado bien
su golpe el Marañón .
Un aristócrata distinguido , de preclaro linage ,
de ilustre alcurnia , el caballero de Represalia , era
un mulato cimarrón , que sin duda había robado á
su amo para comprar nobleza ; y ese bandido , había
abofeteado el rostro de un caballero y había sido el
amante declarado de una señora de distinción .
-¡Qué cosas se ven en este país ! -- decía Alberto ;
-el orgulloso San Marcos , que desdeñó batirse con
Juan Pérez , se ha batido con su esclavo .
-
-Y ha quedado tuerto añadió don Rodrigo .
-Ha quedado digno de esa mujer - concluyó el
Yago ,
rencoroso Belisario , con la satisfacción de
después de la muerte de Desdémona .
208 APONTE
ad
Este vengativo pisa verde cuya solicitud sólo

de la ,
TIent

de
desprecio había merecido discreta Ana Luisa

,
La
compuso algunas décimas esas infamantes co

,
ura,
plas que repetidas cantadas por pueblo arras

el
ó

,
tran un nombre por lodo con tanto más ensaña

el

,
miento cuanto más sea ese nombre respetable e, es

y
respetado drar
.
<
en

se
realidad añade autor iqué cosas ven
Y

el
,

;
la un ,

un
en


país esclavista Cómo pudo decir escritor

,
¿
!
lat
novela trági

no
que presta
de

vida
Cuba

la
se

a
alguno aquí hay stos
el ca

Más que otro no que inventar

,
;
?

drama basta copiar naturaleza Tómese

la
,

.
cualquiera
de

en
nuestras causas célebres asuntos
esclavitud allí palpita
de

pres
crimen acaso mas ho
el
;

,
puert
las que quedaron ocultas
en

rrible
.
No faltará quien crea inverosímil esta historia

.
que
se

Tan verosímil menos que con


es

L
toca nada
,

de

se
de

dos pasajes historia intima de Cuba

ar
la

la
,
crónica local secreta pero harto conocida
,

.
de

de

Uno ellos las señoritas corto tiempo


de el

...
B
,

gala adorno nuestra sociedad habanera dis


y

hor
tinguidas dilettantis que habían recibido una educa
ción esmeradísima que alternaban con mejor
de
lo
,

que fueron declaradas esclavas


E
nuestra sociedad
y

,
,

padre que pagar peso sobre


de B.

teniendo señor
el

,
,

de

un hijo
de

peso libertad sus hijas


y
la

la

Pape
,
,

madre reco
.

en

Este hecho tan conocido Cuba acaeció por


la

hubi
,
,
APONTE 209

década del 30 al 40 , cuando aun no había la ley de


vientres libres , y fué como sigue :
La llamémosla Zeta pertenecía un

...
mulata

á
(

no
de
en
que tenía otros pueblo

...
esclavos

un el
cura
,

lejos Habana seducida por


de

de
cla

su
libre
la

en
y el se

escapó oculto dicha ciudad hasta que

la
se
la y
,

,
raptor

su
abandonó No quiso volver amo

,
.
prestamis
su se

libre
señor presentó

B.
al
diciéndose
,

de de
se
servicio Éste
ta

que enamoró
la

tomó
á

.
,

ella tuvo tres hijos los educó por cariño

el
y
la ,
,

,
comprando
y de se

éstos casó con madre las creden


,

que carecía

de
ciales Muerto cura

...
heredó
el

el
.

caudal un sobrino que

la al
esclavos necesitando
,

prestamista acudió
su

casa vino abrirle


y

á
a

,
,

puerta misma Zeta quien reconoció


la

á
,

-¡Fulana aqui
se tú
!
¡

La mulata inmuto pero pronto repuso


se

y
;

sangre fría
de
se

armó
.

-¿Qué dice usted caballero


,

-¿Tú mulata Zeta


la

no eres
?

-¡Es usted un atrevido Soy esposa del se


la
!

ñor B.
Lo veremos Quede usted con Dios
.
.

profu
y El

se

mismo día presentó reclamando


la
a
de

ga prestamista
B.

calumniador
lo

acusó
el

.
,

Papeles van pruebas vienen los otros esclavos


y

compañera todo
de
su

reconocieron pueblo
...
el

el la
a

hubiera reconocido evidencia surgía Cuando


la
;

14
210 APONTE

prestamista vió la horrible verdad , trató de transar


ho ma
y ocultar todo bajo el oro ; pero era tarde , el caso
Teido
ya era público .

El joven B. hijo, apeló al suicidio para librarse


)
Iriин
Dig
de la deshonra , porque la distinguida dama con
i argi
quien debía casarse , se negó á hacerlo con un escla
218nc
vo liberto ; el señor B. , murió á poco , á causa del
disgusto que tal pleito le ocasionó . La madre e hijas
Sivan
se retiraron del mundo y no se habló más de ellas .
intere
¿No parece esto una invención ? Pués , el hecho es
Puerto

tal
histórico ; ha pasado como hemos referido
r

lo

no y
,
, de
no

habrá lector cubano que empezar

al
leerlo

,
ó áa
haya reemplazado con los nombres verdaderos los

,
color
pseudónimos con que discreción nos obliga ocul
la

á
tarlos
.

de
Ni

hallará nada en extraño quien haya


en el

,
en

leído este mismo año que escribimos esto los

,
siguientes renglones joven Felipe Do
El

Horror

¡

caucásico puro
un

Troriz
es

es
mínguez mas blanco que
,

, nejo
juez primera
de

clavo espera resolución del ins


y

la

de

tancia del distrito Belén Este desgraciado ha ikvida


.

siguiente Que San


en
su

nacimiento
lo

oído sobre
,

tiago
de

Cuba una joven dió un mal paso tuvo por


y
,

hijo este joven tiempo que una parda esclava


,
á á

E
luz un niño muerto Se salvó honor de
al la

dió
de el
.

pólit
joven haciendo aparecer como hijo parda
la

dias
mujer Con un crimen mu
de

que infame
la

era
lo

mac

que
APONTE 211

cho mayor á los ojos Dios y de los hombres , se ha


de

creído borrar un desliz . La justicia resolverá “ . ( El


Triunfo , 7 de Septiembre de 1881 ) .
Dígase si en esas cortas líneas no está encerrado
el argumento para un drama á lo Bouchardí ó para
una novela del género Anna Radcliffe .
El otro caso á que hemos hecho referencia , lo re
servamos ;viven y son personas bien conocidas los
interesados ; viven haciendo honor á su país natal ,
Puerto Rico , los descendientes de un hombre de co
lor , de gran talento y grandes aspiraciones , que lle
gó á adquirir un título en tiempos en que la raza de
color vegetaba en el más infimo grado de abyección
y desprestigio .
Horribles : casos hemos hallado en nuestras in
vestigaciones . La conspiración del año 44 , que el
vulgo llamó de la Escalera , tiene episodios que ho
rrorizan . ¿ Se escribirán algún día ? Quizás fuera lo
mejor dejarlos dormir para siempre en la noche del
olvido .

El marqués de Represalia , ó sea el ésclavo Hi


polito , fué conducido á la cárcel pública , pero dos
días después , sin dificultad fué entregado á la recla
mación de su amo . Era lo que procedía , siendo así
que el conde de San Marcos , temeroso de dar más
212 APONTE

notoriedad al escándalo , no se presentó contra el


impostor ,
Sólo se le juzgó como esclavo prófugo , y en ta
les casos , es al amo á quien corresponde aplicar el
castigo .

1
APONTE 213

CAPÍTULO XII

Mama Creta

La vieja Mama Creta estaba triste , muy triste ,


y su tristeza no podía consolarse sino con lágrimas
silenciosas que ninguna mano amiga se empe
ñaba en enjugar . ¡ Quétriste es el dolor que no se
comparte con alguna persona amada ! ¡Qué triste es
tener por qué llorar y no tener con quién llorar !
Infeliz esclava , sin derecho ni á quejarse, hacía
sobre tres años que no veía á Hipólito ; su único hijo ,

su único amor , y su único consuelo ; el amo , por su


omnimoda voluntad , se lo había llevado a la Haba
na para el servicio doméstico , y desde entonces ja
más había vuelto al cafetal .
Ese amo , que de su hijo mayor era hermano de
leche , para todos había sido bondadoso menos para
ella ; para ella no había tenido más que palabras
dulces , y promesas que ya debieran estar cumplidas .
¿ No le había ofrecido traer a su hijo la primera
214 APONTE

vez que volviera á la finca ? Sí , lo había ofrecido ; y Р


sin embargo , había vuelto diversas veces , pero solo ;
y ahora estaba allí, sério , meditabundo , ensimis
de! ;
mado ¡ y su hijo permanecía invisible ! Ella había lao e
inquirido con sus compañeros de esclavitud , pero
тесе
ninguno daba razón de Hipólito ; ¿ había cometido
Y
alguna grave falta ? ¿ lo habría vendido ? ¿ habría
reco
muerto ? ¿Sería cierto que se había unido a las hor
erat
das de Aponte ? Su corazón fluctuaba en un piélago
de dudas y temores y no se atrevía á preguntar al
vizca
amo , porque no tienen tal derecho los esclavos ; las cana
facultades del amo son omnimodas .
E
El almuerzo estaba servido allí , ante el señor
Góp
omnimodo , y la esclava aguardaba en silencio .

dio
En cuanto a él , sentadoen una butaca de cuero ,
dlan
en actitud siniestra , apoyada la cabeza en la mano ,

parecía sumido en un mundo de recuerdos , que , á


para
juzgar por el amargo rictus de su frente , nada pare
emb
cían tener de agradables .

ella V
Juan Pérez en aquel momento recordaba aque
lla noche , hacia sobre tres años , noche horrible , en
que Creta le había visto llegar a la finca agitado ,
convulso , enloquecido por el furor de un ultraje no Ese
vengado .
con
Fué cuando la escena con el conde de San Mar
cos , de quien había recibido uno de esos ultrajes que
cont
no se borran sino con sangre ; el furor invadia su
poco
frente y la ira rebosaba en su corazón ,
sery
APONTE 215

Por momentos se le oía hablar á solas .


-¡Comprar un título para poder desafiar al con
de !¡ Yo , demócrata ; yo , republicano ! yo , que despre

cio esas vanidades, ¡ hacer una necedad que tantas


veces he censurado en otros !
Y sucedió en aquel momento , Creta también lo
recordaba , que vino un criado á servirle el café ;
era el esclavo Hipólito , su hijo ; alto , delgado , inte
ligente , cuasiblanco , como hijo de mulata y de un

vizcaíno ; con facciones más caucásicas que afri


canas .
.
amo se quedó un momento mirándolo , y pare
El
ció preguntarse á sí mismo : ¿ por qué ese hombre na
ció esclavo ? lo que equivalía á decir : ¿ por qué ese
blanco nació negro ?
De pronto se dió una palmada en la frente , como
para desenvolver del todo una idea diabólica que en
embrión acababa de asomar en su intelecto .
No la formuló en palabras ; pero meditando en
ella , sus ojos chispeaban , iluminados con lúgubre
fulgor .
-Sí , se dijo á sí mismo ; ¡esa será mi venganza !
Ese miserable no me ha creído digno de batirme
pues bien batirá con mi esclavo
se
...

con él
,

Al día siguiente Hipólito partía para Habana


la
,

contento gozoso como esclavo que va ver un


á
,

dijo para
de

su

su

poco mundo amo necesitaba


lo

,
;

servicio particular
.
216 APONTE

Y desde , Juan Pérez , el vecino honrado ,


entonces
el hacendado pacífico, consagró todos sus momentos ,
todos sus recursos , todas las energías de su odio , á la
realización de su plan mefistofélico . Como no le con
venía dar la cara , para conservar incólume su dere le

cho de amo llamó en su ayuda á don Rodrigo , su


,

antiguo asalariado , que le era deudor de su fortuna .


Don Rodrigo acepta el encargo honorífico de sedu
cir al mulato , de embarcarlo para la Península
misteriosamente , y dejando creer que se había
fugado , de fingirle cuna libre y hasta honrosa , y si
no lo prohija literalmente , lleva su abnegación
hasta fingirse su padre y dejárselo creer .
Todo era fácil , puesto que el amo , el mismo Juan
Pérez , aprobaba sottovoce y pagaba .
En el breve término de tres años se verificó en el
inteligente Hipólito una transformación completa .
¿ Qué por la diligen
no puede el dinero secundado
lapidarios pulir
cia

Los más hábiles vinieron á


?

ni
jamás
en

aquella piedra
se

bruto vió alumno


y
,

más activo más perspicaz En pocos apren


ni

días
,

pensar fué gloria


de

dió leer
escribir
y

sus
á

;
,

maestros desbastar aquella alma inculta


en

que
de se
,

descubría una luz hasta allí ignota por falta


,

ocasión para brillar Aquellos gérmenes sembrados


,
.
en

terreno fértil hasta entonces


inculto florecían
y
,

,
de

fructificaban manera esas plantas cuyo pre


la
á
,

maturo desarrollo promueve anticipa artificio


el
y
APONTE 217

inteligente de experto agricultor . Así como el en


fermo recobra salud y vida , al salir de una atmós
fera malsana , así , á la acción benéfica de la ense
ñanza , aquella alma se regeneraba en un medio
ambiente que parecía serle congenere , y á medida
que desaparecía la tosca envoltura del esclavo , ful
guraba un espíritu generoso y fuerte .
Educación condensada , pero fructífera y ad hoc ;
esgrima , eso lo primero , se quería una espada ; equi
tación , baile , modales , arte de salón , hojarasca in
tencionada ; una tintura de bellas artes , algo de his
toria moderna , mucho de heráldica , y sobre todo
eso un título nobiliario , de Castilla ó castellanizado ,

que le habría entrada á la alta sociedad ; tal era el


instrumento que surgía del antiguo esclavo de Juan
Pérez .
Pronto el protegido de Olivar de la Fontanilla ,
combustible que sólo necesitaba la chispa para pro
ducir la hoguera , olvidó su vida primera y se entre
gó á la nueva , con el frenesí de quien ha perdido una
parte de su ventura y se afana por aprovechar el
resto ; la finca , el amo , la esclavitud , hasta su ma
dre , la pobre Mama Creta , por quien nunca pregun
taba , todo lo hundió con intención en la noche del
pasado , desde que nació á un nuevo modo de ser , á
una existencia de luz de disipación y satisfacciones .
,

¡ Madrid es tan bello , cuando se puede gastar , y la

vida es tan agradable cuando no hay amo ! ¿A qué


218 APONTE
Com

de

no
va
acordarse misera sier quien debía más

la

á
sign
que ser Creta era una esclava era un hom

él
y
el

?
Y
excelsitud procedía toda aquel don Ro

su

de
bre
;
le di
drigo padre aunque

no
de

su
que sin duda

lo
era
,

jer
claraba Qué otra cosa no padre podía ser quién

,
si
¿

,
.
gras
ignominia ignorancia quién
de
sacaba

la

lo la
lo lo

,
elevaba tal altura quién hacía noble

le
y
á

,
cend
Ese opulento

su
daba con qué sostener nobleza

?
¿
de

zaba

no
Olivar Fontanilla
la

había sido años atrás

,
,

de
obscuro mayordomo Rodrigo Curro larva mi
el

el

,
met
serable que pasó mariposa
á

?
Supóngase cuál sería Por
asombro del liberto el
men
protector dijo
su

tutor llamó
lo
cuando

le
y

y
,

:
den
Ahora para Cuba
,
-

de
-¡Para Cuba exclamó sin poder dominar

?
su
--
!

estupefacción -ipara Cuba señor pero allí está


...

P
,
;

desp
perdición
la

abismo
el

amo
el
,

cía
-¿Qué importa señor marqués
de
al

la
amo
el

Represalia cloc
?

lam
-¡Si
...

me conoce
!

yo
--¡Bah conociera hablara enviaria
no lo
y
te
si

,
!

los
presidio por calumniador Pero
te un

inquietes
te
á

;
,
.

no conocerá
.

J
-Pero
en

qué vamos
Cuba hacer con
á
¿

no

--Hay una grave ofensa cuya venganza estás


de
,

encargado una ofensa mortal hecha


mí ella
...


á
;

Rep
entiendes
?
¿

bajó juró obedecer


El
ex

la

esclavo cabeza
y

.
APONTE 219

Comprendió que aquel á mí, dicho de aquel modo ,


significaba á mí , tu padre.
Y llegado á Cuba , se le señaló un hombre , y se
dijo :-¡Ese ! jah también señaló una mu

se
le

le
...

-
!
,jer

lo
dijo -Amala persíguela

no
se

la
si
le
y

y
,
,
:

gras comprométela
,

Todos esos hechos bullían en cerebro del ha

el
cendado los recorría uno por uno mientras almor
y
,

en
zaba con melancólica lentitud

la
y
tanto esclava

,
;
de

parecía esperar alguna palabra pro


pie ante
él
,

hijo

de
no

su
metida Qué tenía nada que decirle
¿

?
¡

!
.

Por qué aquel silencio obstinado injusto por mo


é
¿

?
mentos sentía impulsos gritarle
de

qué has hecho


¿
:

hijo como Dios dijo Cain


tu mi
de

de
qué has hecho
á
?

¿
:

de hermano Abel
?

Pero almuerzo concluyó esclava


ni

ni

amo
el

y
,

despegaron los labios sin embargo que aquel pare


;

cía comprender actitud suplicante silencio


la

el
y
de

segunda que ya empezaba quitar


la

elocuente
a
,

la mesa
.

En aquel momento llegó mandadero que todos


el

los días iba correo entregó una carta


al

y
,

Juan Pérez esperaba sin duda porque


la

la

tomó
,

con ansia reconocido sobre rompió sello con


el

el
y

,
,

,
no

de

Era don Rodrigo


de en

disimulada emoción
y
,
.

ella daba cuenta del desafío entre marqués


le

el
de

Represalia conde San Marcos


el
y

Juan Pérez rápidamente


la

recorrió dejando
y
,
220 APONTE

brazo que

la
carta

la
caer sobre

la
mesa

el
y
sos gado

tenía riosa

.
-¡Al ...- murmuró sonriendo con expresión

fin

,
!
satánica no ha

.
volviéndose esclava añadió

tu la
Y
pasiv

:
Mama Creta hijo ya libre

es
será
-

.
-¡Libre repitió esclava alzando los ojos

la

...
la

y
--

,
,
!

con acento del náufrago que tras mil angustias


el

,
llega

he
decir ime salvado

,,
á


-

!
:

-Sí continuó Juan Pérez -me

él ha
libre
-
hecho

;
,

un gran servicio doy

su
libertad
le
y

y
la

á
,

madre
.

de
respaldo
en

apoyó
se

silla temien

de la
Creta
el

El
do que diera un desvanecimiento felicidad
le

.
contempla desde
de

hombre que saliendo un abismo


,
en

borde horrenda sima que estaba hundido


la
ve el

y
,
su

sobre cabeza sol espacio inmenso


el

el

el
,

,
no

muy floja comparación


es

cielo azul
...

eso

;
¡
!

de

para que surge del antro


la
esclavo escla
el

vitud
.

-Ustedes -podrán
-

volvió amo vivir aqui


el

,
en
en

Habana
la

la

finca dónde les acomode


ó

ó
,

siempre contarán con mi protección


.

Creta no contestaba porque no podía


la

emoción
;
,

gozo que embargaban ánimo permitía lágri


su
el
y

,
no

mas sus ojos pero acento sus labios


á
á

Aquel mismo día hacendado partió para


el

la

Habana aguijoneado por


de

su

ansia ver ven


el

á
,
A

APONTE 221

gador y de gritarle : eres libre, la palabra más glo


riosa que puede decirse á un esclavo .
-¡Ya eres libre ! ya eres dueño de tus acciones ; ya
no hay para tí mayoral , ni castigos , ni obediencia
pasiva a la voluntad de otro ; tu amo , de hoy en más ,
será tu amigo. Tú has merecido esa libertad , góza
la regocijate
...

!
222 APONTE
la ma.
nidad

CONV

mirab

ción

muert
CAPÍTULO XIII ,
taba

espler

desu

él insi
El esclavo liberto
¡AI

mostr
Regocijarse ...
!
¡

Juan Pérez Hipó


decirl
engañaba

de
se

Cómo bueno
el
¡

!
bomb

ya
lito hacía tiempo que era libre facto in

y
estaba

,
clavo
acostumbrado serlo había saboreado ese infinito
á

Ya
de

libertad que como sucede con salud


la

la
bien

qué
,

,
El
aquilata sino cuando pierde
se
se

no siervo hacía
.

factor

es
de

su
más dos años que había sido enterrado con

ese
tei
quifacción había surgido un mar
y de

listado burdo
y
,

á
piel don
de
de

guantes
de

qués frac cabrito


.

isu

p
No volvía ser esclavo verdad pero volvía
es
á

á
;
,

qué era quedar libre Por


ser mulato mulato para
y

,
¿
,

quien había sido marqués pasado por amante pre , tud


,
y

pia
las primeras damas
de

de

de

ferido una alta socie


la

dad habanera apren


?

ido

hijo par
en

de

Allá cafetal Mama Creta desco


el

el
,

,
-

ignorante del vasto mundo tignif


de

nocido sus goces


y
é

su
vivía relativamente feliz sin más dolores que los de cen
,
APONTE 223

la materia , porque la falta de amor propio y de dig


nidad personal anulaba los del alma ; mas ahora ,
convertido el esclavo en hombre , los ojos con que
miraba el anterior crepúsculo de ignominia y abyec
ción de su vida , le hacía considerar preferible la
muerte á la esclavitud . Pero ya ni la libertad le bas
taba , necesitaba la dignidad , y en aquella ráfaga de
esplendor que un momento había iluminado la noche
de su existencia , sólo había ganado una cosa ya para

él insignificante , el no tener amo .

como Satanás Cristo había


...

le
¡ Ah ese amo
á

,
,
!

mostrado todas las grandezas del mundo para luego


decirle vedado para porque eres ,
es

Todo eso

"
:

,
un

mi
país
no de

en

de

hombre color blancos fuiste es


;

clavo puedes ser más que mi liberto


y

".

Ya Represalia Hipólito comprendía


de
es

esto
,

qué maquinación infernal había sido hecho principal


factor sólo ignoraba que hubiera un tercero que
y
;

,
la su

ese tercero fuera mismo amo había creído servir


;

don Rodrigo persuación íntima


en

de

que servía
á á

su padre
.

de
en

Por desgracia para los días esclavi


la
él
,

cuando vegetaba sin derechos voluntad pro


ni

tud
,

había aprendido
no

pia obedecer pero había


él

á
,

aprendido ser infame aquella alma


no

había naci
á

para mundo del honor


al

abrirse
al

esclava
al

do
y

,
,

dignificarse
no

había hecho más que acomodarse


á
,

por eso más


de

recordan
su

centro natural una vez


;

,
224 APONTE

do su miserable pasado , se había preguntado : ¿ Cómo


podía yo vivir entonces ? ¿ cómo pueden vivir esos
desheredados , aun cuando libertos , si están bajo to tad

das las capas sociales ? est

Ysi había actuado como hijo y . no como siervo ,

si había sido instrumento ciego de la potestad pater CO

na , era natural que ahora se reconociera víctima mu

triste del respeto filial, y por eso , cuando excarcela


do y traído a la presencia de Juan Pérez y de don gu
Rodrigo , más que del esclavo humilde y agradecido ,
era su cara la del justo agraviado ; magestuoso , dig
no , hasta puede decirse altanero , creeríase que aún mi
quedaba en el más del marqués que del esclavo .
Están en el pabellón del jardín que ya hemos vi
sitado . Sa
- Mi señor padre -dijo á don Rodrigo , con acen
to grave y solemne : -está cumplida mi palabra ; he
satisfecho mi deuda .
-No soy tu -
padre se apresuró á contestar don
Rodrigo ; -eres el hijo de Mama Creta .
Una mirada feroz , una de esas miradas que hie ya
ren como un puñal , fulguró en las pupilas de Hi
CO
polito ; mirada que parecía echarle en cara todo el
mal que se le había obligado a hacer .
-¡Ah ! -exclamó con sonrisa que helaba , y dejan
y

do caer lentas las palabras como si le costara traba


jo pronunciarlas : —¿Con qué yo soy más
no

que
...

...

hijo de Mama Creta


el

?
APONTE 225

-Pero por tu volun


-
: no volverás al cafetal sino
tad añadió Juan Pérez ; -porque eres libre desde
este momento .

-¡Gracias ! -dijo
el exmarqués , con sarcasmo y
con infinita amargura ; -igracias

...
amo ha sido

el
muy bondadoso pero

es
tarde ...
;

!
Ambos los dos blancos hicieron un gesto de dis
gusto sorpresa
y

-Mi señor amo continuó Hipólito con energia


-

,
-señor Juan Pérez las represalias ter

no
don han
,

minado todavía
.

-¿Qué quieres decir


?
yo

de de
vengado
he

Digo que mi amo del conde


,

á
-

San Marcos pero quién quién me vengårá mí


;

á
,

¿
,

mi amo
?

-¡Esclavo -gritó Juan Pérez poniéndose ner


,
!
de

vioso pie fulminándolo con mirada


ya la
y

.
yo

yo

-¡No blan
no

libre puedo ser esclavo


;
,
!

puedo ser ya mulato yo marqués


no

no
ya co

puedo
;
,

un

ser cualquiera Yo continuo siendo marqués


;
.

represalias
de

continúo instrumento
.

dibujó
en

como una sonrisa burlona los labios


se
Y

mulato irguiendo
de

sus interlocutores
la

cabeza
el
,

dirigiéndose puerta añadió


en la
y

-¡Marqués emperador
de

Antonio
la

corte
I
,

de Cuba
!

Desgraciado qué dices -gritaron un tiem


á
!
!
-

15
226 APONTE

po y queriendo detenerlo los dos blancos ; -imira

...
que vas a tu perdición ! ¡ escucha

!
--- -replicó una daga

no de
mulato tirando

el
Paso

,
¡

!
que ipaso porque respondo


llevaba oculta

!
de mí
.

ca

de
En vano trataron

se
contenerlo lanzó

la
á
;
V
lle

por puerta del jardín desapareció


la

un .
Juan Pérez Olivar

se
intermiraron momento
y
Al
en

segundo dijo
fin

silencio el
,

:
.

-¿A policía
la

primero después
de
una pausa contestó
Y
el

:
-Sí gracia
de

en

de
tratemos salvarlo esa infe
;

liz Anacleta
.

poli
en

Dieron sin tardanza parte

de la
efecto
y

á
cía Represalia
pero que durante vida aris su
el

,
;

tócrata sospechó siempre un desenlace fatal había

,
,

tomado muy precau


de

antemano sus medidas de


ción
.

Así fué policía vigilaba por las


que mientras
la
de

ligera
de

salidas ciudad una


la

navecilla pesca
,

solitaria playa
de

de

San Láza
se

dor desprende
la

remo hacia castillo del Morro


ro

sube un
el
al
y

;
,

pa

hombre que canta compás de los remos


al

sólo
,

rece manejar aquel bote negro ligero como las


y

góndolas venecianas que pasa sin detenerse por


,
su los

entre otros pescadores Más allá del castillo des


.

plegó vela terral propicio empujó con


lo
el
y
,

mayor velocidad
de

Antes dos horas dejaba atrás


.
.
APONTE 227

las playas de Cojimar y Bacuranao , antes de obscu


recer tocaba al horizonte ; ya sólo se divisa un leve
punto blanco , que gradualmente se aleja y dismi
nuye , alba nubecilla en cielo despejado

se
fin
al
...

,
perdió
en

inmensidad sin entregarse


la

pesca

y la
á
,

.
En aquella navecilla iba

un
infortunio

fe
una
licidad una alegría dolor aquélla un
sin nubes
y
,

,
,
éste sin esperanza alegría canta dolor medita
la

el
,
;
,

.
po
Cuando ya anteojo del vigía del Morro
ni
el

dría ver barquilla alegría


la

nauta visible
el

la
,

,
apareció
de

dejó cantar otro hombre dolor


y

y
el

,
;

si
ayudar profundo
en

en
maniobra
la

comenzó
a

lencio
.

mañana siguiente les amaneció


la
A

muchas
a

leguas de Habana
la

-Alli dijo dolor señalando cos


el

la

distante
a
,
-

Peñas Altas
es
ta

no
?
¿
,

-Señor Peñas Altas mar cos


ni
al

no dá tiene
;

tas Ese Jaruco


es
.

-¿En cuya jurisdicción está Peñas Altas


al

más
,

interior
?

-Justamente
.

Dirija usted
la

costa
--

-Pero iseñor
en

marqués mire que Peñas Altas


,

hace ahora mucho calor mire que allí están sueltos


;

todos los demonios del infierno


.

-Dirija repitió secamente


-
la

el

usted costa
á
.

dolor
.
228 APONTE

ja .
La barquilla torció rumbo al Sur y pronto tocó en
no
la playa de Jaruco , en lugar solitario y salvaje .
Poco después volvía hacia la Habana , llevando
una sola carga , la alegría . Pero la alegría estaba
ahora triste .

Y fué esto en los momentos en que el bueno de


Juan Pérez acongojado con el extraño desenlace
, , y
con la catástrofe que se cernía inminente sobre Hi
pólito y sobre la infeliz Mama Creta , recibía la visi
ta de dos personajes , amigos de otra época , olvida
dos ya desde que empezó para él la noche de la ad
versidad .
Eran Belisario y aquel Jacobo Artiz , presidente

del Club Jacobino , en reemplazo éste del barón


de X. , que por sus nervios , no servía para el caso , ni
para nada . Venían á traer un cartel de desafío , de
parte de San Marcos , desafío que había de ser á
muerte , en secreto , sin expresión de causa , sin asis
tencia de testigos .
Juan Pérez leyó la carta y soltó una risa nervio
sa , estridente, satánica ; risa que conmovía todas las
fibras del rencor ; risa que sólo un hombre ha creído
poderla oir en este mundo , el Dante , cuando medita
ba los horrores de su infierno .
APONTE 229

- Ja , ja , ja digna

,ja

yo ,ja
con qué ahora

se
...

...
;

ja
digale usted
ja

,ja

;ja
ese indivíduo que
...

...
á
;

,
no me bato con los rivales de mis esclavos

.
arrojó cartel rostro de Belisario

al
Y

el

.
230 APONTE

CAPÍTULO XIV

En Peñas Altas

Había llegado el mes de Marzo : Aponte se halla


ba en plena campaña , y la Habana temblaba ante
el inminente peligro que el mal ejemplo inficionara
la Isla , si los revoltosos no eran pronto y radical
mente castigados .

Las naciones que poseían colonias esclavistas ,


abrían los ojos sobre Cuba ; el momento era crítico ;
Haití sonreía ; Albion callaba ; Francia , Holanda y
Estados Unidos , naciones entonces esclavistas , hu
tal

bieran ayudado si ayuda necesitara España


.

Pero Cabecilla era demasiado ignorante para


el

ponderar idea Su campamen


de
su

descabellado
lo

.
en

punto
la se

hallaba ahora que fue


to

Peñas Altas
el
,

de gran batalla decisiva


.

En todas direcciones los aproches


de

esa comar
,
ca

arrasados de intento
la

estaban devastados
;
,

,
de

horda los quemacueros había pasado por allí


,

dejando idea
de

ruinas que hubiera


lo

sembrando
y
APONTE 231

sido de la Isla , si hubieran triunfado las desalmadas


tribus de salvajes ; pero con razón se ha dicho que el
destruir no conduce á nada bueno ; aquellas fincas
abandonadas y aquellos sitios incendiados , aumen
taban la fuerza de los blancos , porque los destituídos
moradores se convertían en otros tantos soldados , á
los que se unían muchos negros libres , pacíficos agri
cultores , que por permanecer neutrales , no libraron
sus propiedades modestas ; diríase que la Isla res
plandecía demasiado para ellos y querían obscure
cerla , africanizarla , para que quedará digna de afri
canos .

Presentóse Hipólito pidiendo ser admitido en las


,

filas . Amenazadores puñales y machetes lo rodea


ron , pero con sencilla solemnidad dijo :
-Soy de los vuestros ; llevadme á vuestro rey . Y
al rey se le llevó .
jel

-¡El marqués ! marqués -se'oyó repetir entre


!

algunos negros libres


de

Habana que recono


la

lo
,

cieron
.

exclamó Aponte sorprendido


-

Afiliarse usted
y
no

receloso -¿con qué objeto aquí entran sino los


?
,

de color
.

-Yo soy
lo

-¡Usted contestó Aponte mirándole con asom


-

,
!

bro Pronto comprendió que era


un

mulato ten
le
y
,
.

dió
la

mano
.

de

-Quiero vengarme mi amo


.
232 APONTE

ya
-¿Qué te hizo tu amo pero comprendo

...

lo
;
?
que todos los amos egoísmo inconsideración ingra

,
,

,
titud

.
Mi amo

de
me dió libertad eso me vengo

la

,
-

.
-¿Quién

la tu
quién era

es
...
amo

?
de
Juan Pérez dueño Concordia
-i
,

.
-

-replicó

en
Juan Pérez Cabecilla colmo

el
el
!
del asombro
.

de
Sabía que era Juan Pérez uno de los rarísimos

su
de
sus siervos

ni
señores amados uno sólo

;
propiedad había incorporado las falanges rebel
se

a
,
de

de
se

que tal índole que amos


lo

des deducía
;

de
eran un inconveniente para

la
realización
magna idea imperio Aponte la
de

no
El

podía cimen
.

tarse sino sobre sangre ruinas sería preferible


y

,y
,

,
justo homenage
en

conciencia humana luchar


la
no á

,
contra tigres que contra justos
.

Tanto era así que algunos secuaces habían pro


,

de

jefe que respetara


se

puesto vida
la

los amos
al

que habían sido buenos para que era aplastada


y si
,

rebelión quedara
en
recuerdo escarmiento
la

ese
,
·

pero ya las circunstancias hacían


de

ánimo todos
el

peligrosa toda conmiseración era guerra de razas


;

las guerras
de

más terrible
la

-De modo que eres aquel Hipólito separado


de su madre
...

Ese soy yo
.

-Está dijo Aponte -tomaremos


-

bién vengan
;
APONTE 233

za de tu amo y de todos ; si es blanco , es nuestro ene


migo ; no se puede ser amo impunemente .
Y aceptado el Hipólito , fué puesto al frente de
una facción .
Sandalio de Noda con su palabra , Bachiller con
sus escritos , son
los cronistas de nuestras cosas que
se ocuparon del caso , y nos hacen saber que la ten

tativa de Aponte ha sido la insurrección negrera


más importante de Cuba , y la batida de Peñas - Altas
la más encarnizada entre cuantas hasta entonces
ensangrentaron nuestras vírgenes campiñas .
Pero si feroces y sanguinarias eran las hordas
africanas , alguna censura puede recaer también
sobre los defensores del orden , porque fueron des
apiadados más allá de lo necesario : fué una lucha de
tigres contra caníbales . Sitios fueron arrasados ,
como el de los Gronlier y los Mederos , de negros que
en nada se habían mezclado . Se quería precaver la
reproducción de un hecho en que se arriesgaba la
salvación de la Isla , y estaba en la ofuscada con
ciencia de todos que no bastaba vencer , era preciso
ser terrible . Los guajiros habían jurado el extermi
nio de los quemacueros , a quienes ya no querían
ni para esclavos . De esto nació la eterna preven
ción , el odio inextinguible , sin embargo de que mu
chos ingenios permanecieron tranquilos , si no por
mejor tratados los siervos , sí por mejor vigila
dos .
23+ APONTE

Aquí las crónicas se complacen en ensalzar los sangi

nombres de algunos denodados campesinos , entre "


amo

ellos los de los heróicos mayorales Antonio Orihuela para

'y Manuel Quintero , que con singular bizarría , si toOr

bien con exceso de crueldad , se batieron en la acción Si

de Peñas - Altas . Orihuela era mayoral del ingenio mied

Santa Ana , cuya dotación se puso de parte de

los
resu

blancos Ori
.

en

la de de
De una extensa relación inserta

El la
Gaceta atac

partido
la

Habana extractamos estas líneas mari


,

"
:
Guamutas deberá ocupar una página señalada

en
que

Isla por
de

de
historia fatal ocurrencia Peñas la d
la

la
,

de
Altas dentro territorio su
memora

la
acaecida C

,
,

de

ble noche del Marzo así como también por


15

aqu.

la
,

bizarria denuedo con que sus valientes morado


y

ron

res arriesgando vida castigaron

la
intereses que
é

,
,

aquellos

Ap
la de

inaudita insolencia malvados sic que

(
)
en

después expiaron horca atroz delito


su


lugar hay curioso párrafo que dice .
un

En otro

:
-Permitasenos copiar aquí para que no quede
en
mt
,

olvido nombre del valiente mayoral don Antonio eje


el
,

de

cuyo tino presencia


de

Orihuela ánimo debe


y

са
á
,

ahogar
sus principios
de

en

mos fortuna fuego


el
la

pe
la

de insurrección Orihuela viendo tan cerca


el

ci
,
.

ligro reunió gente esclaros operarios del in


la

y
,

genio que gobernaba les hizo una arenga adecuada


,

Qué será mejor mu


-

ellos terminó diciendo


y

,
á

¿

:

su

chachos unirse esos desbaratados derramar


o
á
,
APONTE 235

sangre por Dios y por el amo ?“ – “ Por Dios y por el


amo “ -- respondieron todos enternecidos ( sic ) y pre
parados .— “ Pues á ellos , hijos , que ya vienen “ , - gri
to Orihuela , poniéndose á su cabeza " .
Si estaban ó no enternecidos ó si obraban por
miedo ó ignorancia , es punto que la Historia no ha
resuelto todavía . Ello es que al frente de ellos ,
“ Orihuela , continua la Gaceta , tan oportunamente

atacó a los amotinados , que logró detenerlos en su


marcha , herirlos y destrozarlos , dando así tiempo á
que el gobierno tomase las medidas que terminaron
la defensa ,
Orihuela , como se vé , fué el Pepe Antonio de
aquella comarca ; los principales jefes del motín fue
ron allí cojidos por el cuerpo de paisanos y negros ,
que capitaneaban Orihuela y Quintero , y , prisionero
Aponte con ocho de los suyos , fué encerrado en la
Cabaña .
Lo demás ya lo sabe el lector ; condenados á
muerte en la horca , dieron lugar al segundo acto de
ejecución política presenciado en Cuba , y para es
carmiento de pícaros , como era de uso y costumbre ,
las cabezas de cuatro de ellos se pusieron á especta
ción pública , dos en la Habana y otros dos en Peñas
Altas y Trinidad .
Y he aquí porque en la mañana del 9 de Abril
de 1812 , la multitud absorta contemplaba en el puen
APONTE 236

te de Chavez , aquel repugnante espectáculo que la

fascinaba y en vano inquiría .


--¿Por qué está aquí esa cabeza de blanco ?
Al

fin
pasó uno que miró oyó

se
demoró satis

.
,

,
curiosidad diciendo

la
fizo

:
-Es que ese blanco era negro

...

.
FIN
*
lo
y co
sa que
OBRAS DEL MISMO AUTOR

Romualdo , novela abolicionista .


Los crímenes de Concha , íd .
El Emisario , novela histórica .
Musiu Enriquito , id .

Mina , la hija del presidiario , íd .


Torquemada , drama .

En busca del eslabón , novela científica .

Historia de un muerto , lo que se hace de la ma


teria humana después de la muerte .

Poetas de color ,
Diccionario Biográfico cubano .
Recuerdos de antes de ayer .
Calcañotipos , retratos á la pluma .

TODAS DE VENTA EN LA LIBRERÍA DE RICOY

OBISPO , 86. - HABANA


DATE DUE

SEP 28_1002

INTERLIBRARY LOANS
3 WEEKS USE

FEB to

INVERLIBRARY LOANS
G3 WEEKS USE
R

u
Ć SET 4 1999

PRINTED IN U.S.A.
PQ7389 C24A.76
Calcagno , Francisco , 1827
1903 .
Aponte

OF CA., RIVERSIDELIBRARY
UNIVERSITY

3 1210 00606 9114

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