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CERCA DE LA IGLESIA PERO LEJOS DE DIOS

EXODO 20:18-21
18 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido
de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y
se pusieron de lejos.
19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero
no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino
Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.
21 Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la
oscuridad en la cual estaba Dios.

Si ha existido un pueblo privilegiado espiritualmente ese es el pueblo de Israel, un


pueblo que a pesar de su rebeldía, de su idolatría, tuvo la oportunidad de ver la
gloria de Dios cercana a ellos.
Ellos escuchaban hablar a Dios desde la nube, veían sus relámpagos, oían sus
truenos, veían que el monte temblaba y humeaba.
Tuvieron la oportunidad de ver descender fuego del cielo que consumía el
holocausto, veían la nube de día y el fuego de noche que significaba que la
presencia del Dios Omnipotente estaba con ellos.
Tuvieron la oportunidad de tener en medio de ellos a Dios hecho hombre, vieron
sus milagros, caminaron con El, escucharon sus maravillosas enseñanzas.
Pero a pesar de todo, su corazón nunca estuvo cerca de El, estaban cerca del
tabernáculo, cerca del templo, cerca de Jesús, pero su corazón estaba lejos de
Dios.
Mateo 15:7-8
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.

Lastimosamente a muchos de nosotros los cristianos nos está ocurriendo lo mismo


que el pueblo de Israel, tenemos Iglesia cerca de nuestro hogar, formamos parte
de la Iglesia, participamos en las actividades y eventos, pero lastimosamente nos
está pasando lo mismo que el pueblo de Israel, somos cercanos a la iglesia, pero
alejados de Dios, con nuestros labios y con nuestro cuerpo honramos a Dios pero
no con nuestro corazón, y eso es lo que Dios quiere de nosotros.
Dios quiere que lo busquemos y lo adoremos con todo nuestro ser espíritu, alma y
cuerpo.
1 Tesa 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.
Entonces tenemos que saber qué es lo que está impidiendo que nuestra vida esté
cerca de nuestro Dios:
Primer obstáculo: Tenemos miedo de Dios
Éxodo 20:18
18 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido
de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y
se pusieron de lejos.
Muchos de nosotros al igual que el pueblo de Israel tenemos miedo de Dios y
voluntariamente nos alejaros de El.
Nos da miedo acercarnos por nuestra pecaminosidad, pensamos que el hará juicio
sobre nosotros, pero El quiere llamarnos al arrepentimiento.
Nos da miedo acercarnos por temor a fallarle, por temor a no cumplir lo que El
espera de nosotros.
El enemigo engaña y busca que las personas le tengan miedo a Dios, pero
tenemos que saber que cuando yo busco al Señor de todo corazón, El me dará el
poder para seguir adelante y no fallarle.
Segundo obstáculo: nuestra comodidad espiritual (vs 19)
19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero
no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
Como cristianos no podemos vivir solamente de la espiritualidad del pastor, no
podemos vivir solamente de la comunión con Dios del pastor, tenemos que tener
nuestra propia relación con Dios personal.
No podemos tener una actitud de pensar que sea el pastor que lea la Biblia, el que
ayune, el que ore y que a Dios él le hable y luego que nos de la comida ya
procesada, pues cada uno de nosotros hemos sido hechos sacerdotes para nuestro
Dios, tenemos la bendición de tener comunión directa con el Padre.
1 Pedro 2:9
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que
os llamó de las tinieblas a su luz admirable
Uno de los puntos básicos es que gracias al sacrificio de Jesús tenemos la
oportunidad de tener entrada directa al Padre.

Tercer obstáculo: no queremos compromisos (vs 21)


21 Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la
oscuridad en la cual estaba Dios.

El pueblo de Israel se quedó parado lejos mientras Moisés entraba en la intimidad


con Dios.
Queremos vivir un cristianismo lejano, sin comprometer nuestro tiempo, nuestras
finanzas, nuestro esfuerzo, únicamente queremos recibir, pero no queremos dar
nada de nosotros para Dios.
Pero si queremos que Dios este totalmente comprometido en poder y misericordia
hacia nuestra vida…. pero hoy tenemos que hacer un cambio en nuestra vida y
acercarnos al Señor.

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