Robles Caloca Leonardo Daniel

Control de lectura: Harman y Nagel

Para Harman, la situación del ciego la retomará dela objeción de Nagel y Jackson,
en el cual “una persona ciega de nacimiento podría saberlo todo acerca de hechos
físicos y funcionales de la percepción del color, sin saber cómo es ver algo rojo.
Por lo tanto, cómo es ver algo rojo no puede explicarse en términos puramente
funcionales.” La respuesta a dicha objeción le ayudará a incluir la teoría
funcionalista de los conceptos, la cual dice que sólo podemos representarnos algo
si contamos con el concepto de ese algo. Para él, el ciego de nacimiento no podrá,
por más que conozca todo sobre el color rojo, representarse dicho color, puesto
que nunca lo ha visto y carece del concepto del color rojo. Esto se debe, dirá
Harman, a que funcionalmente la percepción se constituye con conceptos que se
integren adecuadamente para poder formar la representación. Es así, que si el
ciego de nacimiento, teniendo toda la información sobre el color rojo, pero no el
concepto, al obtener la posibilidad de ver no podrá captar inmediatamente aquello
que sea rojo por la falta del concepto.

En el caso de Nagel, el ciego de nacimiento se presentaría como un sujeto,

dentro de nuestra misma especie, con el cual tendríamos, parecido al murciélago
pero quizá de una manera menos alejada, dificultades para saber cómo es ser él.
Las condiciones fisiológicas en las que se encuentra la persona discapacitada
ayuda a Nagel a demostrar la dificultad que se nos presenta para acceder a su
carácter subjetivo; del mismo modo sucede para ellos el tratar de saber cómo es
se cualquier otro que no tenga alguna capacidad. Sin embargo, se podría tratar de
crear un método objetivo utilizando diversos conceptos que nos permita transmitir
como nos parecen nuestras experiencias a un ciego.

De esta manera, me parece que Nagel es más accesible en cuanto a la

percepción de una persona ciega, pues todavía hay una apertura a poder crear
una manera de transmitir cómo es nuestra experiencia. En el caso de Harman, el
ciego de nacimiento queda limitado, dado su falta del concepto, a una
imposibilidad de poder conocer completamente algo, al menos durante su estado
de ceguera. Asimismo queda en una desventaja frente a los otros que conocen el
concepto, algo que parece no ocurrir de tal manera con Nagel, pues aunque no
pueda tener una experiencia parecida a los que no presenta discapacidad alguna,
a nosotros también se nos presenta como una experiencia más difícil de
comprender, quedando en una situación de alguna manera equitativa y no en
desventaja.