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EL FOMENTO DE LA EXCELENCIA
FORMATIVA EN LA AVIACIÓN
COMERCIAL
Diciembre de 2010
PREÁMBULO
El actual sistema formativo recogido en las JAR-FCL, claramente diseñado hacia la cantidad y no
hacia la calidad de los futuros profesionales, está considerado como un sistema de mínimos, por
el cual, la obtención de una licencia no implica haber alcanzado un nivel de excelencia formativa
que prepare al alumno, convertido ya en piloto, para afrontar los retos profesionales.
Decía Platón “La educación es el arte de atraer y conducir a los jóvenes hacia lo que la ley dice
ser conforme con la recta razón y a lo que ha sido declarado tal por los sabios y más
experimentados ancianos”. Los criterios de formación no solo deben cumplir unos mínimos
exigibles por la norma; habrán de integrar el conocimiento y las experiencias adquiridas en la
materia si el sistema formativo pretende orientarse hacia la excelencia y calidad. La excelencia
ha de ser parte de la esencia de una organización de formación, representada por aquellos con
responsabilidades directas y que ha de impregnar a cuantos la reciben:
• La excelencia académica del profesor, avalada por sus credenciales y una preparación
cuidadosa y cotidiana de cada tema y de cada clase, pondrá generosamente al servicio de
los alumnos su experiencia como estudioso y educador, su entusiasmo por la materia que
imparte, su atención firme y personalizada a cada uno de ellos.
La calidad de la formación es parte del compromiso de cada Centro y sus responsables, y se pone
de manifiesto por la mejora permanente del aspecto organizativo, gerencial, donde cada
profesional, desde el gerente hasta el trabajador del más bajo nivel jerárquico, está
comprometido con los objetivos empresariales y sociales. La mejora debe llevarse a cabo de
forma continuada, adaptándose a los cambios técnicos, sociales y económicos, cumpliendo así
con el objetivo de eficacia de la misma.
Un estudio reciente sobre seguridad en la instrucción de vuelo realizado por el Colegio Oficial de
Pilotos de la Aviación Comercial, ha puesto de manifiesto la existencia de un alto índice de
siniestralidad en los vuelos de instrucción, así como una clara tendencia a la enseñanza de
mínimos que marca la norma. La primacía de criterios económicos para existir en un sistema de
fuerte competencia, en ocasiones desleal, unos programas alejados de las exigencias del amplio
espectro profesional, la escasa discriminación sobre los niveles alcanzados, la falta de
reconocimiento de sus profesionales y su huída hacia otros campos de la aviación, entre otras
causas, son prueba patente de que la formación en España ha quedado marginada como una
actividad menor, y sin embargo nadie duda de su papel transcendente.
Uno de los grandes retos que debe afrontar el sector es, sin duda, recuperar la confianza en el
sistema de formación, y para ello es necesario un compromiso conjunto de todos aquellos con
Este Código se divide en dos Anexos. El Anexo 1 recoge el compromiso de aspectos relativos a la
formación inicial básica de un piloto y establece ciertas formas de relación entre las
Organizaciones de Formación Aeronáutica (FTO´s, TRTO´s y Centros de Vuelo registrados) y sus
profesionales, poniendo de manifiesto aquellos criterios que contribuyan a una mayor eficacia y
operatividad en las tareas de instrucción, sirviendo de referencia a cuantos participan en un
ambiente de exigencia y constante evolución.
El Anexo 2 está dirigido a las compañías y/o sus TRTO´s donde la formación tiene un carácter de
capacitación o adiestramiento para el tipo de trabajo u operación que realizan los pilotos en el
seno de las mismas. Este Anexo responde a las exigencias de un sector multidisciplinar donde el
sistema de formación o instrucción continua exige un alto grado de compromiso entre las
organizaciones y sus profesionales para el correcto desempeño de cada una de las disciplinas de
la Aviación Comercial.
En ambos casos las organizaciones adheridas al Código de Buenas Prácticas se regirán en sus
relaciones por los principios y reglas que en él se contienen, dotando así de un alto nivel de
compromiso explícito de los centros hacia la excelencia, calidad y seguridad operacional en la
formación.
La adhesión al Código implica el compromiso de respetar los principios y reglas que en el mismo
se contienen en la práctica cotidiana de la Organización, con lo cual, el COPAC, al mismo tiempo,
Son partes firmantes del presente Código, por cada Centro de Formación de vuelo, el
representante de Gerencia que se determine, y por parte del colectivo de profesionales de la
formación y/o instrucción, el Decano del COPAC.
El presente Código afecta a los instructores de vuelo y tierra, en adelante los instructores,
poseedores de una habilitación de instructor válida y que ejerzan sus funciones en cualquier FTO,
TRTO o Centro de Vuelo Registrado, que opere sujeto a una autorización de la autoridad
española.
Este concepto debe formar parte del patrimonio de toda organización. Las normas deben
asumirse como parte del comportamiento habitual y no para evitar consecuencias negativas.
Los instructores durante el ejercicio de sus funciones se obligan a salvaguardar los intereses de
los centros de formación como propios, a tomar las medidas necesarias de protección de vidas y
bienes que ésta les confíe y evitar toda imprudencia o negligencia que pueda redundar en contra
de dichas vidas y bienes, del prestigio de los centros o de sus resultados económicos.
Este principio reconoce las decisiones del profesional de la instrucción dejando clara la
participación del instructor en el proceso formativo y su independencia a la hora de tomar
decisiones que le competan.
Para conseguir que las operaciones de instrucción en vuelo se desarrollen de acuerdo con los
principios de seguridad, legalidad, calidad y economía necesarios los instructores y los centros de
formación se comprometen, de manera muy especial, al cumplimiento de las normas o
disposiciones de régimen interior complementarias de las vigentes que sean de obligado
cumplimiento por el centro, muy especialmente las contenidas en los manuales de vuelo y
operaciones de las aeronaves.
Los centros de formación de vuelo se comprometen a facilitar gratuitamente a los instructores los
medios necesarios para mantener actualizados los títulos, las licencias, habilitaciones,
reconocimientos médicos aeronáuticos y demás documentos necesarios para el normal
desempeño de sus funciones, que sean competencia de los centros.
Las condiciones que deberán reunir los Instructores para ingresar en un centro de formación
serán las fijadas por la Dirección de Operaciones de dicho centro, que establecerá en cada
momento las pruebas psicológicas, médicas, teóricas y/o prácticas de vuelo a superar, junto a las
demás normas a cumplir.
De acuerdo con JAR FCL se exponen las distintas categorías profesionales de los instructores.
Para aquellos casos en los que la formación académica contemple estudios universitarios, las
categorías profesionales que se definan tendrán su equivalencia con las contempladas en JAR FCL
a los efectos de este Código.
RESPONSABLES DE FORMACIÓN
FI FLIGHT INSTRUCTOR
GI GROUND INSTRUCTOR
Con objeto de salvar lagunas o problemas de interpretación que pudieran suscitarse en el ámbito
profesional se establecen unos requisitos mínimos o perfiles para aquellos profesionales con
responsabilidades de dirección. De acuerdo con los expertos consultados se han considerado los
siguientes:
• Perfil del Head Trainer (HT): Deberá poseer o haber poseído una habilitación de
Instructor correspondiente a la formación impartida más alta y con una experiencia de al
menos 3.000 horas de vuelo y 1.500 horas de instrucción, 1.500 horas de vuelo y 500
horas de instrucción en el caso de Helicópteros. La experiencia de instrucción se refiere a
tierra o vuelo indistintamente, pudiendo ser sustituida por una experiencia previa como
CFI o CGI en la FTO donde se vaya a ejercer como HT.
• Perfil del Jefe de Vuelos (J.V.): Deberá poseer o haber estado en posesión de una
habilitación de instructor conforme a la formación impartida más alta y con una
experiencia de al menos 500 horas de vuelo, 250 horas en el caso de Helicópteros.
• Perfil del Chief Ground Instructor (CGI): Para los requisitos de este puesto y
dependiendo del tipo de Centro de Formación se considera lo siguiente:
- Para Centros de Vuelo Registrados: Ser o haber sido Piloto CPL(A) o (H) con
habilitación FI con experiencia superior a 500 hrs. de vuelo. En el caso de
Helicópteros, 250 hrs. de vuelo.
• Perfil del Instructor de Vuelo (CRI, IRI, MCCI, SFI y FI): De acuerdo con la
normativa JAR-FCL vigente.
De acuerdo con el JAR FCL 1.055, apéndice 1(a), la experiencia para impartir conocimientos
teóricos debe ser la adecuada. Sin embargo, esta experiencia no está de ninguna manera definida
y se hace necesario establecer unos mínimos que puedan positivamente garantizar que dichos
conocimientos se imparten por unos profesionales de solvencia demostrada. El COPAC entiende
que dicha solvencia mínima queda avalada cumpliendo con lo siguiente:
• Piloto CPL(A) con habilitación FI(A) y teórico del ATPL(A), sin restricciones en la
habilitación FI(A).
• Piloto CPL(H) con habilitación FI(H) y teórico del ATPL(H), sin restricciones en la
habilitación FI(H).
El COPAC podrá solicitar, previa coordinación con el Centro, la asistencia a una prueba de
verificación, en simulador o entrenador sintético de vuelo, que tenga por objeto capacitar al
alumno para el examen de la DGAC.
• Las aeronaves empleadas estarán certificadas para la instrucción y solo podrán llevar a
bordo a las personas autorizadas para dicho fin.
• Las aeronaves contarán con un set de auriculares para las comunicaciones entre alumno e
instructor.
• Deberá existir un compromiso para la renovación de flota, de manera que no exista más
de un 25% de la misma que supere los 25 años de antigüedad para la realización de
cursos integrados ATPL.
• Para cursos integrados, las aeronaves dispondrán de un motor de al menos de 140 HP, o
la relación peso potencia no sea inferior a 6 Kg/HP con la masa máxima certificada
(MTOW), para la fase CPL y de 160 HP o 7 Kg/HP con MTOW, para la fase Instrumental.
• Las aeronaves de más de un motor deberán demostrar que pueden alcanzar un régimen
positivo de ascenso en el caso de parada de uno de ellos y en las condiciones más
desfavorables.
• Al menos una aeronave por cada 10 alumnos, destinada al vuelo instrumental en cursos
integrados ATPL, deberá llevar instalado un sistema de gestión de vuelo o similar que
permita la navegación por GPS.
Actividad en tierra: Abarca el resto de las actividades no comprendidas en la actividad aérea, que
pueden serle asignadas a un instructor por la dirección del centro de formación. Entre otras se
consideran: Instrucción en tierra de teóricas, simuladores de vuelo, y cualquier otra relacionada
con las funciones que les competa.
A efectos de limitaciones y descansos regirá la normativa aeronáutica aplicable. Se considerará
dentro de la actividad total, como:
- Actividad Diurna (HJ): Periodo comprendido entre ORTO a OCASO.
- Actividad Nocturna (HN): Periodo comprendido entre OCASO y ORTO.
Tiempo de Vuelo: El tiempo transcurrido desde que la aeronave comienza a moverse por su
propia fuerza motriz con objeto de despegar, hasta que queda inmovilizada y se paran sus
motores (tiempo entre “Calzos”).
Toda Organización dispondrá de una programación de vuelos o serie de vuelos que se distribuirá
a los instructores con tiempo suficiente. Cuando se programe una serie de cinco días seguidos
deberán existir dos días libres consecutivos entre ésta y la siguiente serie a programar.
Siempre que la actividad esté comprendida entre las 14:00 horas y las 16:00 horas y entre las
21:00 horas y las 23:00 se proporcionará al instructor la comida o cena respectiva a cargo del
centro de formación.
En el caso de que el instructor de vuelo deba, por motivos de la instrucción, pernoctar fuera de su
base, el hotel y desayuno correrán por cuenta del centro de formación. La contratación del hotel
se realizará según el criterio del centro formativo, si bien contará, a fin de asegurar un adecuado
descanso, con una categoría mínima de 3 estrellas y en alojamiento individual.
En caso de pernoctar más de 24 horas fuera de la base el instructor percibirá una dieta diaria de
acuerdo con lo que se establezca legalmente.
Al conjunto de Instructor y Alumno piloto, adscritos a un centro de formación, que han sido
programados para la realización de un servicio de vuelo. Durante la realización del vuelo el
alumno estará directamente a las órdenes del instructor.
Cuando el vuelo sea realizado por un alumno como único tripulante, se designará un Instructor
que hará un seguimiento de aquel desde tierra, permaneciendo en la base donde el vuelo haya
sido originado. Dicho instructor será responsable de verificar que el alumno ha dispuesto de toda
la documentación e información necesaria para el vuelo y recibido el correspondiente briefing.
Vuelos de Prueba: Se considerarán como tales los efectuados con el fin específico de comprobar
el funcionamiento de cualquiera de las partes de la aeronave.
Estos vuelos serán llevados a cabo por un CFI o FI designado por el anterior, que posea al menos
una experiencia de 500 horas de vuelo. Estos vuelos no podrán ser utilizados como instrucción o
llevar personas a bordo distintas de las necesarias, salvo en los vuelos de prueba que tengan que
ver con instrumentos de abordo, radionavegación o renovación de certificados de
aeronavegabilidad.
Vuelos Cancelados: Aquellos vuelos que, después de la presentación para realizar la sesión de
instrucción, son cancelados. En el caso de que la cancelación sea debida a la no presentación del
alumno, o que éste proponga su cancelación, sin mediar justificación suficiente, las horas de
instrucción programada con los 30 minutos de de-briefing por vuelo serán computadas como
horas retribuidas al instructor de acuerdo con sus condiciones.
El centro de formación, para cubrir las necesidades de imagen y representación del mismo,
dispondrá de una política de uniformidad, que podrá variar según el criterio de cada centro.
Todos los instructores dispondrán de un seguro individual de accidentes que cubra la invalidez
total o permanente y la muerte en caso de accidente durante el periodo de actividad laboral.
Se exige que los Centros de Formación dispongan de un convenio, acuerdo o contrato específico
por el que se fijen las condiciones socio-laborales del personal de instrucción.
Con objeto de mantener vivo y actualizado el contenido del presente Código, el COPAC y los
Centros de Formación adheridos revisarán su contenido periódicamente a fin de adaptarlo a la
realidad profesional del momento y, en su caso, entrar a regular nuevas cuestiones que, aunque
no se encuentren previstas inicialmente, representen problemas puntuales en las relaciones entre
las Organizaciones de Formación y sus Instructores y requieran una solución concertada.
El COPAC, con carácter anual, publicará una lista de cuantos centros se hayan adherido a la firma
de este documento. La aparición de un centro en dicha lista estará condicionada a que éste
acepte la verificación, por parte del COPAC, de que se han cumplido los compromisos recogidos
en el documento.
La lista publicada se denominará “Lista Blanca” y tendrá por objeto identificar aquellos Centros de
Formación comprometidos con los parámetros de Seguridad, Excelencia y Calidad de acuerdo con
los criterios del COPAC.