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Sola Scriptura (Solamente la Escritura)

La causa de la Reforma y la analogía de la Biblia

Sola Escritura es la causa formal de la reforma, todo se trata de la Palabra de Dios. La batalla
siempre ha sido sobre la Palabra de Dios, ya que el enemigo ha tratado de sembrar duda y
contradecir la Palabra de Dios por todas las edades desde el Genesis.

Juan Calvino argumentaba que había grandes diferencias entre la iglesia en cuanto al
reconocimiento de la “autoridad” de la Biblia. De hecho, había diferencias en cuanto al
carácter autoritativo de la Biblia, ya que la iglesia católico romana pensaban que era la iglesia
quien atribuía autoridad a la Biblia, y no que la Biblia en si misma es autoritativa por ser la
Palabra de Dios.

Calvino decía que era un asunto de reconocer, entender y ver que la Biblia habla de ella misma
como inspiradas por Dios, y que por ser inspirada por eso mismo es completamente
autoritativa. Esto es lo que precisamente le dice Pablo a Timoteo: “Todas las Escrituras son
inspiradas por Dios” (2 Timoteo 3:16-17). Entonces, la Biblia no necesita una iglesia, un concilio
o un pastor para que la defienda en referencia con la iglesia católico romana.

Realmente Calvino nos señala lo que la Palabra de Dios dice, que verdaderamente lo que
nosotros hacemos es; descubrir, reconocer la inspiración y autoridad de la Biblia. En otras
palabras, la Biblia no gana la autoridad de la iglesia, es por medio del Espíritu Santo que la
iglesia descubre la inspiración y la autoridad de la Biblia, que es autoritativa en si misma por
ser Palabra de Dios.

Martin Lutero, dice que la iglesia no puede tener un libro más autoritativo y dependiente de sí
mismo. Podemos entonces hacer un contraste en cuanto a la posición católico romana frente
al canon de las Escrituras. En un momento el catolicismo romano vio al canon como una
colección de libros infalibles mientras que los protestantes ven al canon como una colección
falible de libros infalibles.

Cuando hablamos del canon de la Escritura, hablamos de los libros que hacen parte de la
Biblia. La palabra canon deriva del nombre griego κανών «kanon», que significa «caña» o
«vara», o también «norma» o «medida», que a su vez se deriva de la palabra hebrea ‫קנה‬
«kaneh» que se utiliza a menudo como un estándar de medición.

La posición católico romana en lo que respecta al canon, es bastante flexible ya que cuando el
papa habla ex catedra, según ellos es completamente inspirado por Dios y por consiguiente sus
palabras son autoritativas e infalibles al nivel de la Biblia misma, por esta razón en la Biblia de
los católicos hay libros que no hacen parte del canon original, libros que fueron descartados
del canon (de la regla misma) que luego el papa añadió para los católicos romanos, tales como:
1 y 2 de Macabeos, Esdras, Tobías o Baruc. Entonces, de hecho, podemos entender estos libros
como libros con “valor histórico”, pero estos libros no se ajustaron al canon de la Palabra de
Dios y por esto fueron descartados por la iglesia en el proceso de canonicidad (y el
descubrimiento del canon) de las Escrituras, donde la iglesia primitiva fue guiada en todo
momento por el Espíritu Santo.

En el mismo sentido, Roma cree que la iglesia católico romana es infalible por sí misma,
cuando determino que libros pertenecían al N.T, en contraste los protestantes creen que la
iglesia actuó correctamente y con precisión en relación con el canon del N.T más no es
infalible.
El Canon
Canon Bíblico Libros Bíblicos
Perspectiva Católico Romana Infalible Infalible
Perspectiva Protestante Falible Infalible
Tabla de R.C Sproul

Sproul dice que la Biblia es inspirada no porque la iglesia lo diga, ya que la iglesia es falible (la
Biblia es inspirada porque Dios la inspiro a aproximadamente 40 hombres a lo largo de 1600
años). Analicemos la siguiente situación de la iglesia católico romana en cuanto a la inspiración
para poder entender mejor porque en la perspectiva protestante el canon es falible. Miremos
como la iglesia católico romana piensa o considera que la Biblia es “Inspirada” al igual que las
tradiciones, pero esto es contradictorio porque si revisamos la historia de la iglesia vemos
como los concilios siendo tradición de la iglesia católico romana han tomado decisiones
haciendo juicios parciales alejados de lo que enseñan las Escrituras y siento totalmente
contrarios a esta, cuestión que revela su falibilidad, su carencia de inspiración y su fragilidad
autoritativa,

Debido a los reformadores preocupados porque cada persona tuviera la Biblia traducida en su
propio idioma, aparece como sello de la reforma la “interpretación privada”. Cuando Martin
Lutero trabajaba en la traducción de la Biblia del griego al alemán, asumió el riesgo de las
interpretaciones privadas de las personas que ya podían tener la Palabra de Dios en su propio
idioma, cuestión que planteaba el riesgo de enseñanzas no unificadas con lo que enseñaba de
la iglesia católico romana, presentando la posibilidad del nacimiento de varias iglesias con sus
propias enseñanzas. Vemos que hoy en día hay diferentes iglesias protestantes, iglesias
congregacionales, iglesias pentecostales, hay todo tipo de iglesias cristianas edificadas sobre
diferentes tipos de interpretación. Pero realmente una de las razones principales para que esto
sucediera, es que a media que transcurrió el tiempo en la historia las personas creyentes
olvidaron las normas básicas de interpretación que los reformadores enseñaron en el proceso
de la traducción de la Biblia.

LA ANALOGÍA DE LA BIBLIA

La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη [hermeneutiké tekhne], 'arte de interpretar y,


asimismo, explicar o traducir’) es el arte de la interpretación, explicación y traducción de
la comunicación escrita, la comunicación verbal y, ya secundariamente, la comunicación no
verbal. Su concepto central de constitución moderna es el de comprensión (Verstehen) de
textos escritos importantes.

Entonces, la hermenéutica para los reformadores tiene el propósito de cómo interpretar la


biblia con rapidez y con precisión. Y la regla central que se creo en ese entonces es lo que
llamamos “la analogía de la fe”.

“La Analogia de la fe”, Presume que la Biblia se interpreta a sí misma y que lo que es oscuro en
un pasaje puede ser iluminado por otro. A ninguna declaración única ni a ningún pasaje oscuro
de un libro se puede permitir hacer a un lado una doctrina que se halla claramente establecida
por varios pasajes.

Los textos obscuros han de interpretarse a la luz de los claros, sencillos y positivos.
Dice Fairbairn: "La fe según la cual se determina el sentido de un pasaje especial, debe
ser tal que descanse sobre el amplio significado de alguna de las más explícitas
declaraciones de las Escrituras, acerca del significado de las cuales no puede caber
duda razonable en una mente libre de prejuicios. Y cuando, para fijar principios
generales de fe debamos elegir entre dos pasajes, siempre deberemos conceder mayor
peso a aquellos en los cuales no se mencionen meramente de una manera accidental
los asuntos relacionados con ella, sino que se los trate y discuta formalmente; pues en
tales casos no nos es dado dudar de que el punto acerca del cual buscamos una
declaración autorizante, estuvo claramente, ante los ojos del escritor".

Es evidente que ninguna doctrina que se apoya en un solo pasaje de las Escrituras
puede pertenecer a doctrinas fundamentales reconocidas en la analogía de la fe. Mas
no ha de inferirse de esto que ninguna declaración específica de las Escrituras sea
autorizante a menos que esté apoyada por otros pasajes paralelos. A menos que esté
claramente contradicha o excluida por la analogía de la fe, o por alguna otra
declaración igualmente explícita, una declaración positiva de la Palabra de Dios es
suficiente para establecer un hecho o doctrina. De aquí se sigue que la analogía de la
fe, como principio de interpretación, es, necesariamente, limitada en su aplicación. Es
útil para sacar a luz la importancia y prominencia relativas de diferentes doctrinas y
para preservar contra exposiciones de los sagrados oráculos viciadas por parcialidades.
Exhibe la unidad interna y la armonía de toda la Revelación divina. Encarece la
importancia de consecuencia en la interpretación, pero no puede gobernar al
intérprete en la exposición de aquellas partes de la Biblia que se hallan sin paralelo real
y a las que ningunas otras partes se le oponen. Porque del progreso de las doctrinas en
la Biblia es dable inferir con justicia que aquí y acullá puedan haberse dado
revelaciones aisladas de verdad divina en pasajes en los que el contexto no dió ocasión
para mayores desarrollos o elaboración.

Los reformadores estaban preocupados al respecto de las “interpretación privadas” de la


Palabra de Dios, ya que con una mala interpretación de la Palabra de Dios se podía decir
cualquier cosa que moviera a malas prácticas, por tanto la “analogía de la fe” es propicia para
evitar esto.

En la analogía de la fe las Escrituras interpretan a las Escrituras, y hay tres principios que
soportan eso:

1. No hay confusión
2. No hay contradicción
3. Un texto no puede decir nada en contra de otro, lo que es oscuro en un pasaje puede
ser iluminado por otro. A ninguna declaración única ni a ningún pasaje oscuro de un
libro se puede permitir hacer a un lado una doctrina que se halla claramente
establecida por varios pasajes.
La biblia está compuesta por diferentes géneros de escritura (hay narrativas
históricas, hay narrativas didácticas o de enseñanza, narrativas poéticas,
narrativas proféticas, hay figuras literarias; metáforas, símiles, proverbios,
parábolas, hipérboles, paralelismos) que nos enseñan que los libros no
pueden ser leídos de la misma manera, hay que identificar el estilo de
escritura, en consecuencia, esto nos ayuda a entender los libros mucho mejor
y a interpretarlos de acuerdo con su género, sus figuras literarias y
considerando el contexto donde la Palabra de Dios fue dicha, lo que ayudara a
disminuir enormemente los errores de interpretación.

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