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TRABAJO DE DERECHO ADMINISTRATIVO

RESUMEN SENTENCIA IJ 030/2003- SENTENCIA C-426/2002

PRESENTADO POR:
LORAINE VERONA
VALERIA RUIZ

PRESENTADO A:

CARLOS MARIO VILLA GONZALEZ

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS JURÍDICAS Y ADMINISTRATIVA
DERECHO TRADE/NOCHE
FEBRERO 17/2020
SENTENCIA 30 DE 2003 CONSEJO DE ESTADO

En esta sentencia la acción de nulidad y restablecimiento de derecho juegan un


papel importante. El actor demandante es la CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL DE CUNDINAMARCA – CAR, quien por medio de acción de nulidad
pidió que se declarara la nulidad de la Resolución núm. 0074 de 5 de febrero de
1997, por medio de la cual el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural reconoció
personería a la Asociación de Usuarios del Distrito de Adecuación de Tierras de
Fúquene y Cucunubá - Asofuc y ordenó la inscripción correspondiente.
El presente se trataba de un acto de contenido particular que tiene que ver con el
reconocimiento de personería jurídica a una asociación privada sin ánimo de lucro,
respecto del cual procedía recurso de reposición ante el Ministerio de Agricultura.
Señala como normas violadas los artículos 21 de la Ley 41 de 1993; 1º del
Decreto 1380 de 1995; 8 de la Resolución Núm. 019 de 12 de septiembre de
1995; 40 del Decreto 2150 de 1995 y la Resolución Núm. 010 de 1998, por
expedición irregular del acto acusado y falsa motivación, puesto que la personería
de Asofuc fue reconocida sin que se hubiera aportado el acta correspondiente a la
asamblea de constitución y elección de dignatarios, exigida por el artículo 1º del
Decreto 1380 de 1995, así como tampoco se allegó la constancia de la aprobación
de sus estatutos y la relación de asociados con su respectiva identificación. El
listado aportado no es otra cosa que la relación de usuarios elaborada por la CAR,
en su condición de organismo ejecutor. La documentación señalada no fue
remitida al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural por la CAR, como
organismo ejecutor, sino que fue presentada directamente por el interesado,
violándose el precitado artículo 1º del Decreto Núm. 1380 de 1995. La resolución
atacada se profirió sin que la documentación exigida se encontrara ajustada al
requerimiento normativo. A lo que el ministerio respondió diciendo que actuó
dentro de los parámetros dentro de los parámetros legales, por cuanto fue claro en
su Oficio Núm. 06680 de 28 de mayo de 1999, en interpretar que si efectivamente
los documentos presentados con la solicitud no se denominaron acta de asamblea
de constitución, la voluntad de los usuarios del distrito de riego sí fue la de
legalizar su situación jurídica de conformidad con la Ley 41 de 1993 y la
Resolución Núm. 019 de 1995, expedida por el CONSUAT. Por lo que se deduce
que el acusado es un acto de contenido particular, susceptible de agotamiento de
la vía gubernativa, cuya notificación estuvo mal hecha al no indicarse con
precisión la autoridad ante la cual debía tramitarse el recurso en cuestión, como
tampoco se ordenó la publicación del mismo acto para que los terceros
interesados tuvieran oportunidad de conocer su contenido, por lo cual, desde este
punto de vista, puede afirmarse que la notificación no surtió sus efectos legales y,
en consecuencia, no corrió el término de caducidad.
Creando asi una situación jurídica de carácter particular, no pasible, según la ley y
la jurisprudencia de esta Corporación, de la acción de simple nulidad, razón por la
cual, en aras de la prevalencia del derecho sustancial, la acción instaurada por la
actora se interpretó como de nulidad y restablecimiento del derecho.

CONSIDERACIONES:
La Corte Constitucional pretende establecer si el alcance normativo reconocido
por la jurisprudencia del Consejo de Estado al artículo 84 del Código Contencioso
Administrativo (C.C.A.), en el sentido de condicionar la procedencia de la acción
de simple nulidad contra los actos de contenido particular, a los casos en los que
la ley lo consagre expresamente o cuando éstos representen interés para la
comunidad, resulta contrario a las garantías constitucionales de defensa y acceso
a la administración de justicia, particularmente, por no estar contenidas tales
exigencias en el texto del precepto acusado ni deducirse de la regla que allí se
fija". Después de reconocer que los conflictos jurídicos que surjan como
consecuencia del proceso de aplicación de las normas legales han de ser
resueltos por los jueces ordinarios y especializados a quienes se les asigna dicha
función, la Corte agrega que el hecho de que a un enunciado normativo se le
atribuyan distintos contenidos o significados, consecuencia de la existencia de un
presunto margen de indeterminación semántica, conlleva a que la escogencia
práctica entre sus diversas lecturas trascienda el ámbito de lo estrictamente legal y
adquiera relevancia constitucional, en cuanto que sus alternativas de aplicación
pueden resultar irrazonables y desconocer mandatos superiores". Y continúa así :
" … si una preceptiva legal puede ser interpretada en más de un sentido por parte
de las autoridades judiciales que tienen a su cargo la aplicación de la ley, y alguna
de ellas entra en aparente contradicción con los valores, principios, derechos y
garantías que contiene y promueve la Constitución Política, corresponde a la Corte
adelantar el respectivo análisis de constitucionalidad con el fin de establecer cuál
es la regla normativa que, consultando el espíritu del precepto, en realidad se
ajusta o se adecua a la Carta Política".
Al final la corte fallo negando las pretensiones en donde existieron 3 salvamentos
de voto y 2 aclaraciones de voto.
Resaltamos la aclaración de voto por CAMILO ARCINIEGAS ANDRADE
I. Con respecto a la PARTE RESOLUTIVA no podía ser otra que negar la
súplica de la demanda, porque los cargos hechos por la CAR contra el
acto administrativo demandado no tenían vocación de prosperidad,
como se explicó en el fallo.
II. II. LA PARTE MOTIVA no la comparto en su integridad por lo siguiente:
A. Como expresé en la discusión del proyecto el caso a decidir no
ameritaba que desde el auto admisorio del asunto se interpretara la
demanda para concluir que la acción promovida era la de "nulidad y de
restablecimiento del derecho" pues el DEMANDANTE CAR pretendió
únicamente la nulidad del acto acusado. Y no podía interpretarse que la
acción promovida fue de "nulidad y restablecimiento del derecho",
porque la pretensión de la CAR fue sólo sobre el control del acto
demandado frente al ordenamiento jurídico. Por lo mismo el ACTOR
CAR utilizó formal y materialmente la acción de simple nulidad contra un
acto particular, debido a que sólo pretendió la declaratoria simple de
nulidad; no pretendió ni directa ni indirectamente el restablecimiento del
derecho. Asunto como este, el que se decide, lo autoriza el artículo 84
del C. C. A, que señala claramente que "TODA PERSONA PODRÁ
solicitar por sí, o por medio de representante, QUE SE DECLARE LA
NULIDAD DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS". Como se puede
observar este artículo no dispone que la acción de nulidad solo quepa
frente a los actos generales, pues indica, sin distinción, que puede
dirigirse contra los "actos administrativos". Cosa distinta es el contenido
del artículo 85, sobre la acción "de nulidad y de restablecimiento del
derecho" en el cual el legislador si dice Departamento Administrativo de
la Función Pública Sentencia 30 de 2003 Consejo de Estado 19 EVA -
Gestor Normativo expresamente que sólo tiene cabida respecto de
actos particulares. Ese sentido normativo del decreto ley 01 de 1984, de
idéntico sentido al previsto en la ley 167 de 1941, dio lugar a la
jurisprudencia denominada de los "motivos y finalidades de la acción"
que se arraigó en la Sala Plena del Consejo de Estado desde el año de
1961, que comparto. Basta leer la sentencia que le dio origen, de 10 de
agosto de 1961, para observar que su contenido no es más que la
exaltación por el juez del contenido normativo y de la comparación, en
esa época y que sirve para la actual, de las acciones de "simple
nulidad" y "de plena jurisdicción", por las finalidades y motivos.
Sentencia C-426/2002

Esta sentencia se refiere a una demanda realizada por la inexequibilidad o la


exequibilidad condicionada del artículo 84 del código contencioso administrativo, la
corte se pronunció mediante un auto el 20 de noviembre de 2001 el cual fue
proferido por el despacho del magistrado sustanciador donde se le dio admisión a
dicha demanda. En dicha demanda se hace referencia a las normas
constitucionales que se encuentran infringidas como sería la vulneración de los
artículos 2, 29 y 229 de la constitución política.
Como fundamentos de la demanda se habla de que es posible plantear juicios de
inconstitucionalidad contra interpretaciones de normas jurídicas que hagan los
operadores jurídicos.
Toman en cuenta las razones para proferir la decisión de mérito ya que este caso
sometido a la corte es similar al que se originó en la sentencia C-1436/2000. Así,
manifiesta que la inconstitucionalidad de la preceptiva atacada: el artículo 84 del
C.C.A., se origina en la interpretación que el Consejo de Estado ha hecho de su
texto, "en cuanto impide que un acto particular y concreto pueda ser atacado
mediante la acción de simple nulidad si la eventual sentencia de nulidad
restablece el derecho del actor o el acto no tiene trascendencia social"
Para contextualizar un poco más en la demanda conozcamos que dicha tesis es
conocida como "Móviles y Finalidades” donde la sección primera y la sección
tercera del concejo de estado han tenido agudas controversias y disimiles
posiciones las cuales no colocaron en peligro la existencia de dicha doctrina, pero
si intentaron determinar cuál de sus dos secciones la hacía más radical.
Se sostiene que de acuerdo con la tesis de la Sección Primera, la acción de
simple nulidad "procede contra actos generales y abstractos y sólo contra aquellos
actos particulares y concretos para los cuales el legislador haya asignado
expresamente esta acción (actos electorales, cartas de naturaleza, nulidad de
marcas, etc.)". Para la Sección Primera comenta el actor-, "el legislador, en su
sabiduría, había identificado los 5 o 6 casos de actos particulares y concretos
posibles de la acción de simple nulidad, por la trascendencia social que tiene su
demanda y la solución que sobre la misma recaiga". Así, por fuera de tales casos,
la formulación de una demanda de simple nulidad contra actos de contenido
particular y concreto, traía como consecuencia necesaria su inadmisión.
La Sección Tercera "se opone al alcance restrictivo que la Sección Primera había
querido darle a la Doctrina "de los motivos y finalidades", al sostener aquella que
"la acción de simple nulidad procede contra los actos generales y abstractos,
sobre lo cual hay acuerdo, y contra todos aquellos actos particulares y concretos
que trasciendan a lo social, así el legislador no haya previsto esta acción para
estos actos interesantes a la comunidad."
A su juicio, la diferencia entre las dos tesis radica en que, mientras para la Sección
Primera el legislador ha tenido el acierto de identificar los actos particulares y
concretos con importancia social que pueden ser objeto de la acción de simple
nulidad, para la Sección Tercera se puede invocar esta acción contra cualquier
acto particular y concreto que tenga trascendencia social, sin perjuicio de que los
mismos no se encuentren referenciados por la ley como susceptibles de
impugnación por vía de la nulidad simple.
Las intervenciones jugaron un papel muy importante en esta sentencia
empezando con la que realizo el ministerio de justicia.
1. Intervención del Ministerio de Justicia y del Derecho.
El ministerio tuvo una intervención muy importante en la cual de todos sus
argumentos resalto dos muy sobresalientes:
- La norma demandada no limita de manera alguna el acceso a la administración
de justicia, ya que la misma ley consagra la posibilidad de instaurar cualquiera de
las dos acciones - nulidad simple o nulidad y restablecimiento del derecho- de
acuerdo con las pretensiones de la demanda y la finalidad que se busque a través
de ella.
- Tampoco se vulnera la garantía de efectividad de los derechos de los asociados,
al impedir el ejercicio conjunto de las dos acciones contra un acto administrativo,
ya que lo contrario implicaría desconocer la facultad del legislador otorgada por el
constituyente de regular las distintas acciones de acuerdo con la naturaleza,
características y finalidad de cada una de ellas.
2. La Universidad Nacional de Colombia, también realizo intervenciones muy
apreciativas para ambas partes resaltando derechos constitucionales.
- Una persona que se vea afectada por una decisión de contenido particular
emanada de la Administración, encuentra en la vía judicial dos opciones para
lograr el restablecimiento de sus derechos. Una primera, que es la de acudir a la
acción de nulidad y restablecimiento del derecho, con el fin de obtener la
declaratoria de nulidad de dicho acto y la consecuente reparación de su derecho;
para lo cual debe tener en cuenta los requisitos que se le imponen como lo son el
plazo para ejercerla -4 meses- y la demostración del interés legítimo, entre otros.
En el evento en que pierda esa oportunidad, podrá acudir a la acción de simple
nulidad y solicitar la mera nulidad del acto, como una forma de contribuir al
mantenimiento del orden jurídico.
- Mientras que en el primer evento al ciudadano afectado lo motiva un interés
particular preparatorio, en el segundo lo moverá la simple obligación de contribuir
a la salvaguarda del orden jurídico. Por ello, imponerle al particular afectado, a
más de la carga de no Solicitar la reparación del daño sufrido por el acto de la
Administración, el límite de no poder acceder a la justicia para por lo menos lograr
el retiro del acto ilegítimo, es una restricción que ni la Constitución ni el C.C.A. han
previsto, por lo que la interpretación que se la ha dado al artículo demandado
vulnera los derechos al debido proceso y el acceso a la administración de justicia.

CONSIDERACIONES
Competencia.
Por dirigirse la demanda contra una disposición que forma parte de un Decreto
con fuerza de Ley, por este aspecto, la Corte Constitucional es competente para
decidir sobre su constitucionalidad, tal y como lo prescribe el artículo 241-5 de la
Constitución Política.
El problema jurídico.
Como se deduce del texto de la demanda y de lo expresado en las distintas
intervenciones, en el presente juicio le corresponde a la Corte establecer si el
alcance normativo reconocido por la jurisprudencia del Consejo de Estado al
artículo 84 del Código Contencioso Administrativo (C.C.A.), en el sentido de
condicionar la procedencia de la acción de simple nulidad contra los actos de
contenido particular, a los casos en que la ley lo consagre expresamente o cuando
éstos representen interés para la comunidad, resulta contrario a las garantías
constitucionales de defensa y acceso a la administración de justicia,
particularmente, por no estar contenidas tales exigencias en el texto del precepto
acusado ni deducirse de la regla que allí se fija.

TENIENDO EN CUENTA TODO LO ANTERIORMENTE PLANTEADO EN LA


SENTENCIA YA MENCIONADA TENEMOS LA DISPOSICION DE ADOPTAR
ALGUNA DE LAS DOS TESIS PLANTEADAS POR LA SECCION PRIMERA Y
TERCERA DEL CONCEJO DE ESTADO.
Me acojo parcialmente a la tesis de la sección primera del concejo de estado ya
que de manera clara y concisa especifica en que momentos los ciudadanos deben
y puedes accionar sobre la acción de nulidad y simple nulidad.
La constitución se conoce como norma de normas y se considera que ninguna ley
rige por encima de lo establecido en ella, en la demanda que se consideran que el
Artículo 84-. Subrogado D.E. 2304 de 1989, art. 14. Acción de nulidad del C.C.A
vulnera los artículos 2,29 y 229 de la constitución política. Dichos artículos son:
Artículo 2o. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las
autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas
residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y
libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y
de los particulares.

Artículo 29. El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y


administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al
acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la ley permisiva o
favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o
desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se la haya
declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa
y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la
investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones
injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su
contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el
mismo hecho. Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del
debido proceso.
Artículo 229. Se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la
administración de justicia. La ley indicará en qué casos podrá hacerlo sin la
representación de abogado.
Revisando en orden los artículos supuestamente vulnerados por el artículo 84 del
C.C.A, tomamos en cuenta el argumento que dio (M.P. Alfredo Beltrán Sierra) en
la sentencia C-1436 de 2000 proferida por la corte y es que. Si es posible plantear
juicios de inconstitucionalidad contra las interpretaciones de las normas jurídicas
que hagan los operadores jurídicos.
Pero si en un sentido abierto analizamos esto podemos plantear esta hipótesis
para ver que interpretación jurídica se le da a cada uno de estos artículos
constitucionales y tener en cuenta que el mismo artículo que presuntamente
vulnera los artículos constitucionales cumple con todas las garantías judiciales.
Considero que la tesis que plantea la sección primera es justa, las normas están
para regular el comportamiento de una sociedad dentro de territorios
determinados, y no se puede dejar de lado que así como tenemos derechos
también deberes. Pero esta nos aclara en que situaciones determinadas podemos
usar la acción de nulidad, y solo únicamente en los casos que la ley disponga.
Si esto no fuera así, existiría un desorden judicial, podríamos decir que las salas
administrativas tuvieran un caos de procesos por accionantes de la nulidad, así
que considero que el Articulo 84 del C.C.A NO vulnera ninguna norma
constitucional y tampoco debe declararse inexequible, ya que este está regulado
por un decreto y artículos basados en leyes constitucionales que brindan todas las
garantías necesarias a particulares y demás que la ley disponga.

OPINION GRUPAL

Con respecto a la TESIS DE LA SENTENCIA IJ 30 de 2003 apoyamos la decisión


puesto que en esta sentencia la acción de nulidad y restablecimiento de derecho
se caracteriza, porque su ejercicio está condicionado a la existencia de un interés,
por lo que podrá ejercerla quien considere que su derecho ha sido lesionado y es
necesario para ello la intervención de abogado; así mismo debe ser presentada en
un término de 4 meses, o de 2 años cuando se trata de acción indemnizatoria. En
relación con los efectos de la sentencia tiene efectos inter partes y respecto de
terceros interesados. Además es desistible, con el cumplimiento de los requisitos
de ley, y solamente a los terceros interesados les es permitido participar en el
proceso. La perención opera en esta acción y se distingue de la de simple nulidad
en relación con su procedibilidad, la cual se vincula con la teoría de los motivos y
finalidades. La teoría de los móviles y las finalidades propone una manera
dinámica de observar abordar la procedencia de las acciones de nulidad y de
nulidad y restablecimiento del derecho; teniendo en cuenta el contenido de los
actos acusados, los efectos de su declaratoria de nulidad y la relación del
accionante con los efectos del acto administrativo. Esta teoría, es producto de una
construcción jurisprudencial, y busca realizar un control efectivo sobre la legalidad
de las decisiones de la administración y evitar el desconocimiento de los derechos
subjetivos por parte de la administración pública. Así mismo, para la protección de
los derechos sustanciales de los asociados y defensa de la legalidad.

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