Está en la página 1de 6

La Paz, 1 de septiembre, Viceministerio de Comunicación).

- El ministerio de Justicia Iván Lima


presentó este miércoles un plan de seis ejes para reformar la justicia en el país, entre los
cuales se contempla una redistribución de jueces, acceso en igualdad de condiciones,
independencia, transformación digital del modelo de gestión, modificación de varias normas y
profundizar la ética y transparencia en la administración pública.

La autoridad gubernamental señaló en conferencia de prensa que el informe del Grupo


Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que se presentó en pasados días,
recomienda trabajar en reformas al sistema judicial, las mismas que se encuentran en
ejecución y seguirán su curso con acciones previstas en los próximos 90 días.

Explicó que el primer eje prevé una redistribución uniforme y estratégica de jueces, de acuerdo
a la cantidad de población y materia judicial, basada en criterios de equidad y con el propósito
de alcanzar estándares internacionales. En la actualidad, el 24% de los juzgados corresponde
a la materia civil y comercial y el 1% a la materia administrativa y coactiva fiscal. El 82% de los
casos se resuelven en los juzgados de las capitales y el 18% en las provincias. A nivel
nacional, hay en promedio un juzgado por cada 8.361 habitantes, de los cuales en ciudades
uno por cada 12.671 y en provincias uno por cada 6.098.

El segundo eje refiere que la población —especialmente aquella en situación de vulnerabilidad


y de escasos recursos—, acceda a la justicia en igualdad de condiciones, con eficiencia en la
administración de justicia, desarrollo de normas, estrategias y mecanismos para el acceso
oportuno e igualitario, y el fomento de los medios alternativos de resolución de conflictos como
la conciliación y arbitraje.

El tercer eje propone la independencia judicial a través de la promoción y fiscalización de


procesos meritocráticos, transparentes, descolonizadores, despatriarcalizadores y plurales para
la designación, capacitación permanente, evaluación de desempeño y aplicación del régimen
disciplinario para autoridades del Órgano Judicial y Ministerio Público.

El cuarto eje busca la transformación digital del modelo de gestión judicial a través del uso
intensivo de plataformas informáticas interoperables, sistemas expertos e inteligencia artificial,
además de la implementación del sistema informático integral de acceso a la justicia para los
servicios que brinda el ministerio y sus entidades descentralizadas

El quinto eje busca la modificación de la Ley contra la Corrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz;
el proyecto de ley de modificaciones de la Ley de Juicio de Responsabilidades; el proyecto de
ley de modificaciones de la Ley de Creación de Salas Constitucionales; proyecto de ley de
modificaciones de la Ley del Órgano Judicial; proyecto de Ley del Servicio de Derechos Reales;
modificaciones a la Ley para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia; y la Ley de
Jurisdicción Agroambiental.

El sexto eje busca la profundización de la promoción de la ética y transparencia en la


administración pública y se intensificará la lucha contra la corrupción a través del acceso a la
información, control y participación social y el uso de tecnologías de información enfocadas al
gobierno electrónico.

Lima adelantó que la transformación de la justicia se llevará adelante en coordinación con


todos los sectores del país, cuyos resultados se conocerán en 90 días. 
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó hace
unas semanas en Bolivia su “Informe sobre los hechos de violencia y
vulneración de los derechos humanos ocurridos entre el 1 de septiembre y el
31 de diciembre de 2019”. De más de 500 páginas, el fulminante documento
está conmocionando a la sociedad boliviana en varios aspectos.
Uno de estos está relacionado con la justicia, su mala administración y su
instrumentalización por el poder político de turno. El GIEI advierte que
persiste una falta de independencia de la administración de justicia como
problema estructural en Bolivia. 
“La observación del funcionamiento del sistema de justicia permitió notar que
magistrados, magistradas y fiscales están expuestos a presiones e injerencias
externas en el ejercicio de sus funciones, en particular de sectores políticos,
como se evidencia en el análisis de las investigaciones y los procesos
judiciales a lo largo del informe”, señala de forma textual el documento.
Al tener el informe del GIEI carácter vinculante, es decir, que sus
recomendaciones son de cumplimento obligatorio, el Gobierno ha reaccionado
y ha planteado esta semana una reforma judicial en base a seis ejes.
Si embargo, la propuesta presentada por el ministro de Justicia, Iván Lima,
está recibiendo críticas y observaciones de analistas, abogados y
constitucionalistas, principalmente porque no toca el origen del problema que
es la forma de elección de los magistrados y eso pasa por abrir la Constitución
Política del Estado (CPE) para establecer las reformas.
Otra observación que hacen es su superficialidad. Los críticos anotan que no
aborda los cambios desde la estructura, ya que la justicia necesita cambios
profundos.
Los abogados y analistas Germán Gutiérrez  y Juan del Granado, entrevistados
por ANF, ponen bajo la lupa los  seis planteamientos para la reforma judicial
del ministro  de Justicia, Iván Lima.
Los 6 ejes de Lima
1.- Balanceo del conflicto. Consiste en la distribución uniforme y estratégica
de jueces en el país, de acuerdo a la cantidad de población y materia judicial.
Para el abogado Germán Gutiérrez el tema de fondo que no toca el Gobierno
es la forma de elegir a las altas autoridades del Órgano Judicial.
“Es un reverendo disparate, porque yo creo que uno de los elementos de
relacionamiento de esas autoridades con el poder político está en la forma de
su elección”, dijo.
Señaló que no es verdad que todos los candidatos tengan una actitud
independiente, imparcial y separado, por ejemplo, de los movimientos
sociales. Estos “son los que promueven a todos estos candidatos, y claro ahí se
generan niveles de dependencia con ese poder político, porque luego tienen
que cobrar la factura que corresponde”, dijo.
El jurista Juan del Granado observó que en la propuesta del Ministerio de
Justicia no se hace hincapié en la necesidad de incrementar el número de
jueces. “¿Qué cosa vamos a hacer con 1.098 jueces para 11 millones de
bolivianos y la mitad de municipios que no tiene jueces ni fiscales?”,
cuestionó.
El planteamiento de Lima es una “generalidad que no va a resolver nada”,
dijo.
2.- Acceso a la justicia. Se quiere promover que toda la población,
especialmente aquella en situación de vulnerabilidad y de escasos recursos,
acceda en igualdad de condiciones. 
Sobre este punto, Gutiérrez dijo que es un tema que siempre se lo ha
planteado e incluso en la legislación actual está la resolución de conflictos por
la vía de la conciliación y el arbitraje. Pero ésta no funciona porque no ha
habido una política estatal seria, pese a existir los mecanismos
correspondientes que permiten esta solución.
Del Granado manifestó que el planteamiento gubernamental no asegura el
acceso a la justicia con eficiencia por la poca cantidad de jueces, además mal
pagados, sin idoneidad y sometidos al poder político.
3.- Independencia judicial. Se busca consolidar la independencia judicial, a
través de la promoción y fiscalización de procesos meritocráticos y
transparentes.
Gutiérrez indicó que esto es lo que siempre se propone, y que está de acuerdo
en los procesos meritocráticos para la elección de las altas autoridades
judiciales, como ya se practicó en el pasado, pero esto fue truncado con la
elección por la vía del voto.
Dijo que un elemento hace “imposible” la independencia judicial en el país, la
definición de “descolonizar y despatriarcalizar a la justicia”, que considera un
“concepto político inacabado”.
Del Granado cuestionó que al plantear la “independencia judicial”, Lima no se
refirió “para nada al nombramiento de los jueces supremos que es el origen y
la causa (del problema), que luego se desparrama en todo el cuerpo judicial”.
Los jueces supremos han sido nombrados partidariamente y políticamente por
los dos tercios del MAS”.
4.- Soluciones tic. El plan estratégico del Gobierno busca impulsar la
transformación digital del modelo de gestión judicial con el uso intensivo de
plataformas informáticas interoperables, sistemas expertos e inteligencia
artificial.
Para Gutiérrez, la transformación digital de la justicia ya se viene realizando
en varios espacios y consideró muy oportuno.
Respecto a este punto, Del Granado manifestó que las soluciones mediante el
uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) “son un
avance”, pero que también se requiere de recursos económicos si se pretende
una visión integral de un sistema informático.
5.- Desarrollo normativo. En este eje se tiene previsto desarrollar e
implementar políticas públicas y normativa específica para la reforma del
sistema de justicia. 
Gutiérrez indicó que se sigue apuntado a la modificación de las leyes, como la
Marcelo Quiroga Santa Cruz o la Ley de Juicio de Responsabilidades que
tiene el propósito de “tener más jueces para sacar la mugre a medio mundo
que se oponga al poder político”.
Del Granado cuestionó el quinto eje, explicó que el desarrollo normativo
responde a la “vieja teoría equivocada que cambiando las leyes cambiará la
justicia.
Ejemplificó que en las últimas tres décadas se ha cambiado tres veces el
procedimiento penal, sin embargo, sigue creciendo la criminalidad.
6.- Transparencia. Se busca promocionar la ética y transparencia en la
administración pública e intensificar la lucha contra la corrupción, a través del
acceso a la información.
Gutiérrez preguntó cómo se buscará promocionar la ética y transparencia y
cómo se intensificará la lucha contra la corrupción, según propone el ministro
Lima.
“Pregunto cómo, porque si alguien está torciendo más allá de lo que ya
estaban torcidos, varios jueces y varios fiscales, es el poder político, es la
instrucción; dicen usted va a hacer esto, usted va a perseguir a tal, usted va a
perseguir a cuál, y el ejemplo muy claro es lo que hoy ocurre con la señora
Añez, con los exviceministros, con los exministros”, remarcó.
Del Granado criticó el discurso del ministro Lima: “¿Qué ética y lucha contra
la corrupción puede haber?, cuando los jueces y fiscales están sometidos y
obedientes al gobierno de turno, y se creen impunes para hacer un sinfín de
pilleríos, ¿quién los va a sancionar si son empleados del gobierno y protegidos
por él”.
 
DESCONFIANZA EN LA JUSTICIA 
Una de las conclusiones del GIEI dice: ”La administración de justicia y
las fuerzas de seguridad, directamente conectadas con la vigencia de los
derechos humanos, quedaron rezagadas en el proceso de cambio. Los
ciudadanos no confían en ellas, las perciben hostiles, lejanas a sus
realidades e intereses y reproductoras de discriminación”.
 
INTROMISIÓN POLÍTICA
Según el documento del Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI), diversas organizaciones de la sociedad civil
bolivianas denunciaron una amplia gama de falencias en el sistema de
justicia, que impiden el desarrollo de sus funciones de manera
independiente y efectiva.
Varios factores contribuyeron a la injerencia política en la justicia. Entre
ellos está el hecho de que la mayoría de los jueces, las juezas y fiscales
actualmente ocupa cargos de carácter transitorio, aunado a la falta de
independencia de las instituciones encargadas de los nombramientos de
estos funcionarios a sus cargos. Otro factor que sugiere la intromisión
política es el presupuesto restringido para el sector de justicia.
Respecto del primer punto, reformas introducidas con posterioridad a la
adopción de la Constitución de 2009 han contribuido a menoscabar, de
manera paulatina, la estabilidad en el cargo judicial y han debilitado la
garantía a una carrera judicial.
 
BAJO PRESUPUESTO
También preocupa al GIEI que la independencia del poder judicial se ha
visto debilitada, debido a la falta de presupuesto adecuado para este
sector. Con base en información sistematizada por la sociedad civil,
entre 2014 y 2019, el presupuesto para este sector se mantuvo en menos
del 0,5% del presupuesto general consolidado del Estado.
Para la gestión 2019, el presupuesto asignado al sector justicia
correspondía al 0,49%. El 2020 hubo nuevos recortes presupuestarios,
los cuales alcanzaron el 15,37% del montante proyectado, lo que, según
los presidentes del Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal
Agroambiental y el Consejo de la Magistratura, afectó “directamente la
independencia judicial y autonomía presupuestaria constitucional”.
En su entrevista con el GIEI, el Fiscal General indicó que debido a la
reducción del 15% en el presupuesto para 2021, el Ministerio Público no
ha podido contratar personal nuevo y se ha visto obligado a reducir los
salarios.
 
FISCAL LANCHIPA, “EN EL BANQUILLO DE LA
VERGÜENZA”
El abogado y exalcalde de La Paz, Juan del Granado, dijo que
actualmente hay una protección hacia las autoridades judiciales y
fiscales, porque “son sus operadores, son cuasi empleados del Gobierno,
lo de cuasi porque están disimulando ser miembros de un Órgano
Judicial independiente que no lo es, o de un Ministerio Público
autónomo que tampoco lo es”, sostuvo. Acotó que el cambio de los
operadores de justicia tiene que producirse con motivo de una reforma
de la Constitución Política del Estado, “con eso estoy de acuerdo”.
Considera fundamental cambiar la modalidad de elección de los jueces
supremos, “porque han sido elegidos con los dos tercios del MAS”, lo
que no ha garantizado su independencia e imparcialidad.
En el caso del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, Del Granado fue
más taxativo y señaló que esta autoridad debe renunciar, más aún
después del informe del GIEI que “lo ha puesto en el banquillo de la
vergüenza”.
En tanto, el abogado y político chuquisaqueño German Gutiérrez calificó
de incompleta la propuesta de reforma judicial presentada por el ministro
de Justicia, Iván Lima, y considera que no hay garantía para que este
proceso se concrete. Además, observa falta de voluntad del Gobierno
para un proceso de consenso, que, por el contrario, dijo “solo genera
confrontación”.
“Es una propuesta incompleta, no toca los temas medulares”, aseguró.

También podría gustarte