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Bioseguridad en conejos 4

LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN.

Todo material y equipo utilizado en la granja preferentemente deberá ser fácilmente desmontable
para que pueda ser lavado fuera de las naves. La limpieza consiste en retirar eficientemente todo
material depositado en las superficies de la jaula y del equipo. La limpieza se aplica en dos fases: la
denominada limpieza en seco y aquella llamada limpieza húmeda. La limpieza en seco, consiste en
retirar físicamente, a través de cepillos y espátulas, cualquier depósito, desecho o secreción
instalado en las superficies de contacto con los animales: jaulas, comederos, bebederos,
reposapatas, nidales, etc. Inmediatamente después deberá aplicarse la limpieza húmeda a través
de cepillo, fibras o esponjas sumergidas en soluciones jabonosas o con detergentes que permitan
retirar por fregado o frotamiento todos los residuos y enjuagar con suficiente agua potable todas
las superficies (Fig. 7). Los productos químicos utilizados durante las labores de limpieza deben ser
compatibles con las sustancias desinfectantes, para evitar su neutralización o reacción química
adversa. La limpieza adecuada reduce más del 90% de los microbios que pueden representar un
peligro para la salud de los animales.

La frecuencia con que se limpien y desinfecten las instalaciones y el equipo depende de las
circunstancias particulares; sin embargo, por recomendación general, las jaulas deben limpiarse
dos veces por semana; los comederos deben lavarse y desinfectarse una vez por semana. Si los
bebederos son de botella, complementados con tapón de hule y pipeta metálica, deberán lavarse
y desinfectarse cada semana; los interiores de los bebederos y de las pipetas deben ser aseados
auxiliándose de escobillones apropiados. Si los bebederos son automáticos, se asearán y
desinfectarán, junto con los tinacos de almacenamiento y las líneas abastecedoras, cada vez que
tenga lugar el vaciado sanitario (si es posible practicarlo) o cada cuatro meses; también será
recomendable purgar las líneas internas de abastecimiento una vez por semana.

Por otro lado, los nidales recién retirados de las jaulas de maternidad deben desplazarse al
exterior de las casetas y a una distancia prudente (5-10 metros) llevar a cabo su limpieza; debe
retirarse la cama sucia mediante una espátula adecuada; después se procederá a lavarlos con
solución jabonosa, cepillo y agua caliente, para finalmente desinfectarlos por inmersión en
soluciones desinfectantes o por aspergeo y después asolearlos antes de que sean utilizados en las
conejas próximas al parto. Los nidales limpios y desinfectados deben almacenarse temporalmente
en un área limpia y sin acceso de fauna nociva. Asimismo, al terminar el ciclo productivo en
maternidad y destetar a la camada, la coneja reproductora debe desalojarse momentáneamente
para limpiar y desinfectar la jaula, haciendo énfasis en el piso y en los rincones que son los sitios
más susceptibles de contaminación; solo después de lavada y desinfectada la jaula podrá
regresarse la coneja a su lugar. Cuando una jaula haya sido desocupada porque el o los animales
que estaban alojados enfermaron y fallecieron, será necesaria la limpieza inmediata y la
desinfección complementaria. Si el sistema productivo no permite practicar el vacío sanitario (ver
más adelante), es recomendable lavar y desinfectar a profundidad todas las instalaciones de la
granja cuando menos una vez al año.
DESINFECCIÓN.

Consiste en el exterminio de los microorganismos o en la inhibición de su multiplicación en las


superficies de contacto mediante agentes físicos o químicos. Cuando el desinfectante destruye
solo bacterias puede ser denominado bactericida; si solo deprime su crecimiento, bacteriostático.
Si el desinfectante actúa sobre diferentes tipos de microorganismos, suele llamársele germicida. La
eficacia de los desinfectantes está en función de su correcta dosificación, del volumen de
aplicación y del tiempo de exposición. Si bien la aplicación de vacunas en otros países ha
contribuido al control de las enfermedades en los conejos, desafortunadamente, en México no se
dispone de ellas, por esta razón la limpieza y la desinfección adquieren mayor importancia.

Los desinfectantes químicos disponibles en el mercado son diversos y se clasifican de acuerdo a


sus principios activos y a sus propiedades. Los desinfectantes líquidos se aplican en disolución o en
spray (con una bomba de aspergeo) y en su mayoría actúan apropiadamente a 20-22°C. Es
fundamental consultar la ficha técnica del fabricante del desinfectante para utilizarlo
adecuadamente. Si bien el desinfectante ideal tiene muchas propiedades deseables, aquellas
imprescindibles son: elevada eficiencia germicida, compatibilidad con jabones y detergentes, y ser
barato. Cuando los problemas sanitarios en la granja sean recurrentes será recomendable
desplazar a los conejos a otras jaulas y/o áreas para después desmontar las jaulas, lavarlas y
desinfectarlas profundamente fuera de la nave; otra opción sería aplicarles fuego directo
mediante un quemador de gas tipo soplete. Existen lámparas de luz ultravioleta para desinfectar
superficies diversas y material de cama. Si los recursos son limitados muchos materiales pueden
ser expuestos directamente a las radiaciones solares para disminuir significativamente su carga
microbiana y prácticamente sin ningún costo económico.

VACIADO SANITARIO.

Si el ciclo de producción practicado y el manejo de los animales permiten aplicar el vaciado


sanitario, las acciones de limpieza y desinfección serán más efectivas; el vaciado sanitario tiene
lugar cuando termina el ciclo de engorda y se vende una gran cantidad de animales, por lo que al
quedar vacías muchas jaulas es posible practicar limpieza y desinfección profundas. Es
recomendable que el vaciado sanitario dure entre 24 y 48 horas para que el desinfectante actúe el
tiempo suficiente y para romper los ciclos biológicos de las bacterias y los parásitos que pudieran
estar afectando a los animales. Hay muchos microbios que permanecen en el ambiente si se les
proporciona suficiente calor, humedad y oxigenación; por esta razón debe procurarse la
desinfección apropiada, aunada a mejorar la ventilación, disminuir el calor y la humedad. Es
recomendable practicar la rotación periódica de los desinfectantes cada 6-8 meses.

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