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El delito de difamación

Concepto. Elementos. Medios de comisión. Tipos. La excepción de la verdad. Ubicación en el


Código Penal Venezolano.
DIFAMACIÓN
Art. 60 CRBV "Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen,
confidencialidad y reputación.
La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los
ciudadanos o ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos".
El derecho al honor y la reputación. Los delitos de difamación y el delito de Injuria, están contenidos en el
Capítulo VII, delitos contra las personas; hemos estudiado la vida, la integridad física y ahora estudiaremos el
honor, que también es un derecho fundamental, previsto en el artículo 60 de la Constitución Nacional - el honor,
la reputación, la vida íntima -
En este Capítulo hay dos especies de delitos: La difamación y la injuria. Generalmente, el común de las personas
confunde estas especies de delitos y es así como comúnmente escuchamos "te voy a demandar por difamación e
injuria"; pero, difamación e injuria son dos cosas distintas como veremos a continuación. Por eso o hay una o hay
otra, pero nunca ambas.
Estas especies de delitos son delitos de acción privada. Por tanto, la acción penal la tiene el ofendido única y
exclusivamente, no hay intervención del Ministerio Público, debido a que ambas especies de delitos no son de
acción pública; ya que el Ministerio Público solamente interviene cuando el delito es de acción pública por que lo
hace en representación del Estado y tiene la acción penal en todos aquellos delitos que son de acción pública. La
única acción que puede renunciarse es la de acción privada.
La Difamación: Está establecida en el Art. 442 C.P. Es un delito contra las personas que defiende el honor y la
reputación, es de acción privada y consiste en imputar un hecho determinado a alguna persona.
Art. 442 C.P. "Quien comunicándose con varias personas, reunidas o separadas, hubiere imputado a
algún individuo un hecho determinado capaz de exponerlo al desprecio o al odio público, u ofensivo a su honor o
reputación, será castigado con prisión de un año a tres años y multa de cien unidades tributarias (100 U.T.) a un
mil unidades tributarias (1.000 U.T.)
Si el delito se cometiere en documento público o con escritos, dibujos divulgados o expuestos al público, o con
otros medios de publicidad, la pena será de dos años a cuatro años de prisión y multa de doscientas unidades
tributarias (200 U.T.) a dos mil unidades tributarias (2.000 U.T.)
Parágrafo único: En caso de que la difamación se produzca en documento público o con escritos, dibujos
divulgados o expuestos al público o con otros medios de publicidad, se tendrá como prueba del hecho punible y
de la autoría, el ejemplar del medio impreso, o copia de la radiodifusión o emisión televisiva de la especie
difamatoria".
Podemos observar en el encabezado del artículo 442 C.P. que es una especie de delito que defiende el honor, que
es de acción privada, lo que quiere decir, que la persona ofendida es la que va a instar la acción penal, en estos
casos, a todo evento existe un procedimiento establecido en el COPP, que es distinto al procedimiento ordinario
porque es un procedimiento especial y que es para los delitos que son de acción privada, es decir sin la
participación del Ministerio Público.
Verificando los elementos que tenemos en el delito de difamación, encontramos:
1. Sujeto Activo: Una persona Natural (el delito no acepta personas jurídicas) Si llegare a hacerlo una persona
jurídica, como sería que en un periódico apareciera una especie difamatoria, si la nota tiene autor, esa será la
persona que responderá penalmente, si la nota es anónima, habrá que buscar quien aprobó la publicación de la
nota, porque esa será la persona responsable; puesto que quien se atribuya la nota será el responsable
penalmente; de ninguna manera se podrá sancionar al diario, a la emisora, televisora, etc, etc. Hay que
determinar la autoría directa de dicha nota.
El sujeto activo tiene que tener la intención de exponer al desprecio público a otra persona lo que se llama
"animus difamandi"; es decir, tiene que tener la intención de difamar, si no hay intención, por ser este un delito
doloso, no hay delito.
2. Sujeto Pasivo: Puede ser tanto persona natural como persona jurídica; se puede atacar un ente colegiado y sus
miembros tendrán el derecho de defender su reputación. La personalidad jurídica como ficción creada para
ciertos fines; tienen honor, reputación y, nuestras leyes amparan tanto el honor y la reputación de las personas
naturales como el de las personas jurídicas.
Esta especie de delito exige que sea determinado, lo que quiere decir que si la difamación se produce contra un
Ministro, por ejemplo, cuando se emite el juicio de valor, o se impute valgo determinado contra su persona, debe
determinarse completamente esa persona, con su nombre completo (Pedro Pérez), lo que quiere decir que debe
estar debidamente individualizado, por eso cuando muchas veces se toman apodo para ciertas notas
periodísticas, como por ejemplo: el turco es ladrón; pero turcos hay muchos, no se individualizó, aunque la
intención es que la gente asocie a cierta persona con dicho apodo; pero, obsérvese que el artículo exige que se
identifique al sujeto pasivo, no acepta apodos, sobrenombres.
3. El Objeto jurídico: El honor, la reputación previsto en el Art. 60 de La Constitución Nacional.
4. El Objeto Material: La persona sobre la que ha recaído la ofensa, la difamación.
Además de estos elementos es importante en el delito de difamación, que se le atribuya a la persona, que se le
impute, se le dirija un hecho determinado, lo cual significa que tiene que ser un hecho concreto, específico.
Puesto que no es lo mismo decir, que fulano de tal, está malversando fondos; a decir que ese mismo fulano
traspasó en tal fecha, equis cantidad de dinero de una partida para otra; o que Pedro de los Palotes un día "y"
entró a un sitio y se estuvo besando con otro hombre en un bar a tal hora, a decir que es "raro", puesto que raro
es algo genérico; lo que quiere decir que la imputación tiene que ser específica, tal cual lo refiere el Art. 442 C.P.
"Hecho determinado" requisito sine qua non; ya que el tipo penal así lo exige.
De igual forma, la imputación debe ser comunicada a varias personas "Quien comunicándose con varias
personas" puede ser "juntas o separadas" o por cualquier medio: Correo electrónico, teléfono, correo normal,
escrito, graffiti, es decir, de cualquier forma. Se involucra a una serie de personas, Cuando nos referimos a varias
personas, nos referimos a partir de dos o más personas: varios pueden ser dos, es decir que con sólo dos
personas basta para que se configure el delito. Si es una sola persona no se cumple el tipo, así que se tomará
como un chisme. Es necesario que el sujeto activo se haya dedicado a imputarle a alguien un hecho
comunicándoselo a varias personas.
Como otro de los requisitos, de los elementos del tipo, que estudiamos, expresa:
Siempre estudiamos tanto la estructura básica como la estructura complementaria. En la estructura básica, como
vimos debe existir un sujeto activo, un sujeto pasivo, un objeto jurídico y un objeto material. El programa se
refiere a Medios, en este caso, por cualquier medio; sólo que existen medios que agravan al delito, pero debe
haber dentro de la estructura complementaria: Primero que la imputación se le haya comunicado a varias
personas, que es una condición objetiva que debe cumplirse dentro del tipo penal y en segundo lugar que lo que
se haya dicho sea capaz de exponerlo al desprecio o al odio público o sea ofensivo a su honor o reputación, es
aquí donde se presenta la parte subjetiva de esta especie de delito: Hay que analizar lo que significa capaz de
exponerlo al desprecio o al odio público y que significa que sea ofensivo a su honor o reputación. Por que si se
llama payaso a una persona que trabaje en un circo desempeñando este oficio, esa persona en nada se ve
afectada; pero si se le dice payaso a un Ministro, el caso será distinto. La parte subjetiva de esta especie de delito
debe estar probada en el sentido de que la persona o el querellante, demuestre, por cualquier medio, que fue
sometido al escarnio público; que lo que se divulgó le causó un daño a su honor y a su reputación, porque es
contrario a su forma de vida, a su moralidad, intereses, honor y reputación; porque la reputación del Ministro no
es la misma que la del payaso del circo; eso es lo que va a determinar si verdaderamente, los epítetos, las
imputaciones, lo que quiso decir, etc, además de haberlo hecho con intención, causo un efecto sobre el honor y la
reputación de la persona; es decir, en síntesis, el delito exige que exista un resultado, que no será más que el odio
y el desprecio público; porque la gente dirá "caray yo lo sabía, pero nadie decía nada, pero ya se descubrió"
"siempre supe que ese tipo era un bandido", y así, ese tipo de cosas, etc.
Lo referido en la parte inicial del artículo 442, es la difamación simple, integrando9nos en lo que sería la
clasificación. En el primer aparte de ese artículo 442, tenemos la difamación agravada "si el delito se cometiere
en documento público o con escritos, dibujos divulgados o expuestos al público, o con otros medios de
publicidad, la pena será de dos años a cuatro años de prisión y multa de doscientas unidades tributarias (200
U.T.) a dos mil unidades tributarias (2.000 U.T.).
Como vemos hay una agravación de la sanción; la sanción es mayor cuando se haya utilizado documento público,
escrito, dibujos u otros medios de publicidad que exista - prensa, radio, televisión, - etc.
Antes se hacía difícil para los agraviados en estas especies de delitos traer como medios de prueba aquellos
escritos que salían publicados en prensa, o los videos de televisión o grabaciones de radio, donde habían epítetos
injuriosos o difamantes contra la persona, porque había un tecnicismo jurídico que obligaba que los jueces
estudiaran la legalidad de este tipo de pruebas, cómo fueron obtenidas, de dónde provienen, etc, y una serie de
aspectos que dificultaban al querellante, a la víctima, demostrarlas en ese corto proceso. Por ejemplo, la persona
llevaba una cinta de video, porque la grabó en el VHS de su casa y con esa cinta como prueba fundamental la
llevó a un proceso y trajo a juicio a quien pretendió atacarlo con imputaciones públicas; por su puesto, la persona
tratará de encuadrar el hecho dentro de la difamación agravada; pero se le iba a exigir, para verificar la veracidad
de esa prueba que presentó, que alguien dijera "si, efectivamente esa es una grabación del canal de televisión tal;
de tal fecha, a tal hora y en tal sitio y lo hizo fulano en tal programa, aunque sea por una declaración y, esto hacía
cuesta arriba los procesos donde las personas pretendían o exigían justicia para sus derechos, donde había salido
lesionado en honor y reputación, y por tecnicismo en materia probatoria se hacia muy difícil. En virtud de ello, el
legislador incluyó un parágrafo en el mismo Código penal, que guarda relación con lo que hemos expuesto. El
parágrafo único que está al final del Art. 442. Es decir, ya no hace falta que se traiga como testigo al Director de
la planta, al camarógrafo que estuvo en dicha filmación; ya no podrán impugnar diciendo que es un burdo
montaje, que no era su voz, que no dijo eso; y eso pasaba, ya que era difícil remontarse a una prueba que era
impugnada en un proceso donde no habían filtros; porque en el proceso a instancia de parte agraviada, como no
tiene fase preparatoria, que es donde el Juez de Control actúa para depurar el proceso y admitir las pruebas;
como este es un proceso directo ante el juez de Juicio, y no hay la oportunidad de impugnación o de control de
pruebas por otro Juez, allí se cuela lo que sea y se aprovechaban de esa circunstancia para que
existiera impunidad y bajo cualquier argucia tumbar un proceso de este tipo. Ante la incidencia, la estadística de
que en la mayoría de los casos las personas eran absueltas, se incluyó el parágrafo único en el Art. 442 C.P.
Art. 443 C.P."Al individuo culpado del delito de difamación no se le permitirá prueba de la verdad o notoriedad
del hecho difamatorio, sino en los casos siguientes:
Cuando la persona ofendida es algún funcionario público y siempre que el hecho que se le haya imputado se
relacione con el ejercicio de su ministerio; salvo, sin embargo, las disposiciones de los artículos 222 y 226.
Cuando por el hecho imputado se iniciare o hubiese juicio pendiente contra el difamado.
Cuando el querellante solicite formalmente que en la sentencia se pronuncie también sobre la verdad o falsedad
del hecho difamatorio.
Si la verdad del hecho se probare o si la persona difamada quedare, por causa de la difamación, condenada por el
hecho el autor de la difamación estará exento de la pena salvo en el caso de que los medios empleados
constituyesen por sí mismos el delito previsto en el artículo que sigue".
El Art. 443 C.P. tiene una figura llamada "exceptio veritatis" que en español se traduce como la excepción de la
verdad. Es una figura jurídica, que sólo opera en la difamación única y exclusivamente (ojo). ¿Qué es la
excepción de la verdad? Como ya sabemos en la difamación hay un hecho determinado, que es un requisito
indispensable del tipo penal; ese hecho determinado es el objeto del proceso; es lo que está en discusión, pero
¿Qué se discute? Será el hecho de que una persona sea homosexual, o que otra persona le haya dicho a ésta
homosexual, por ejemplo: Lo importante es la conducta asumida por el sujeto activo, no importa si la persona es
o no es homosexual, porque ha causado un daño al honor y a la reputación de la persona, aun cuando esta
persona fuese efectivamente homosexual; es decir, la intención del sujeto activo de producir un daño; porque no
es lo mismo que le digan gay a alguien; a que le digan a un funcionario público que es ladrón por que se robó un
dinero, por que en este caso se involucran otras cosas. Son dos cosas distintas; claro, sigue existiendo un ataque
al honor, a la reputación, que de ser comprobado que fue hecho con intención y que cumple con todos los
requisitos de este tipo penal, la persona debe ser sancionada porque cometió un delito, ¿Cuál es el delito?
Imputarle un hecho determinado a una persona, haberla expuesto con ello al escarnio público; puesto que esa es
la conducta que está establecida en el Código penal; el núcleo rector, el verbo de la acción que va a tomar el
legislador para sancionar, es ese: IMPUTAR, ¿imputar qué? Un hecho determinado a alguien, que provoque que
a la persona a quien se le imputen tales hechos sea expuesto al odio y al desprecio público como resultado; por su
puesto con todos los ingredientes que ya estudiamos previamente: Que el hecho sea comunicado a varias
personas, por cualquier medio (teléfono, correo electrónico, escrito, hablado, etc) y en base a esos medios, los
medios agravan la difamación; lo que puede convertir la difamación en agravada. Ahora, ¿Qué es la excepción de
la verdad? ¿Por qué tenemos que entrar en discusión de si es o no es verdad el hecho que se imputa? La
excepción de la verdad es una figura jurídica que permite, en ciertos casos, q1ue se pruebe la verdad de los
hechos imputados, con la consecuencia de que si son ciertos, el que lo dijo queda exento de responsabilidad, es
decir, no será sancionado porque lo que dijo fue verdad. ¿En que casos sucede esto? Esta figura ayuda a quien
cometió el acto de difamar, por lo tanto el que la solicita, es porque está solicitando lo que le favorece, en
consecuencia, en todos los casos solicita la excepción de la verdad el que ha sido querellado, el difamador; que
dirá: "Si vale, yo te dije gay, pero eso es verdad; y si quieres lo probamos para que vean que es verdad"
La figura de la excepción de la verdad está en el último aparte (subrayado) del Art. 443 - salvo en la injuria - "el
delito que sigue en el artículo que sigue". Nos damos cuenta, entonces, que la exceptio veritatis es para la
difamación y no para la injuria. Entonces, la excepción de la verdad es esa figura jurídica donde si la verdad del
hecho se prueba, porque alguien la alegó; o si la persona difamada queda por causa de la difamación condenada,
porque se demuestra que si hizo lo que se le imputó, la persona estará exenta de pena; porque se demostró la
verdad. Se exonera de sanción a la persona que difama, pero si se demuestra que hay injuria (el hecho imputado
no es determinado sino genérico), la persona tendrá que ser condenada por injuria, por que la injuria no admite
la excepción de la verdad; y el legislador lo ratifica sin mucho preámbulo.
Si examinamos el principio del artículo 443 C.P. "Al individuo culpado del delito de difamación" vemos que no
habla de injuria, dice el artículo que el proceso no es para ventilar y determinar si un fulano es o no es ladrón,
por ejemplo, sino para verificar la ofensa al honor; pero expresa, sólo se probará la verdad en los siguientes
casos, que son tres supuestos:
Cuando el ofendido sea funcionario público, en relación con su actividad o servicio, etc, el legislador lo permite
en este caso, porque no es el honor y la reputación del funcionario, sino el honor y la reputación del Estado,
del gobierno la que está en juego, por eso se debe permitir que se sepa la verdad; para salvar el honor y la
reputación del Estado. Este ordinal primero se refiere a dos artículos: 222 y 226; que es cuando hay ofensas a la
persona del presidente y altos funcionarios.
Para proteger la administración de justicia, porque los hechos tienen un juicio y es importante determinar que va
a suceder allá, antes de que un Juez en otra instancia condene o decida por hechos que sean contrarios a los que
se están ventilando allá.
Cuando el ofendido diga, además de que lo metan preso por haberme dicho lo que me dijo para ofenderme y
exponerme al escarnio; aquí vamos a ver si es verdad o no lo que tu estas diciendo o es mentira; en otras
palabras, la persona ofendida para salvar su honor exige que se sepa la verdad. La ley lo permite para lavar dos
veces el honor de la persona.
Estos son los únicos tres casos y no hay otros (leer los ordinales del art. 443 y aplicarlos a la explicación anterior
(ojo)). La excepción de la verdad la solicita en el último caso el querellante; y en el primero el querellado, o
cuando exista un juicio pendiente como en el segundo supuesto (también el querellado). Se puede pedir, siempre
y cuando se demuestre que la persona es funcionario público o que hay un juicio pendiente; puesto que si no
existen estas circunstancias no puede pedirse la exceptio veritatis o excepción de la verdad. El querellado lo pide
porque sabe que si se demuestra la verdad de lo que el ha imputado no será sancionado; pero solamente lo puede
pedir cuando es funcionario público o cuando hay un juicio pendiente; y el querellante lo puede solicitar cuando
quiera lavar doblemente su honor.
El sujeto activo, es el difamador; mientras que el sujeto pasivo es el difamado, la victima. Hablando del Juicio a
instancia de parte agraviada, este último (difamado) es el querellante y el sujeto activo o difamador es el
querellado; que puede solicitar la excepción de la verdad por el causal 1º y 2º; y si se demuestra que dijo la
verdad queda exento de culpa; mientras que el sujeto pasivo, victima o querellante lo puede solicitar por el
ordinal tercero, por que el sabe que lo que el otro dijo no es verdad y quedará doblemente reivindicado y lavado
su honor.

El delito de injuria
Concepto. Elementos. Medios de Comisión. Tipos. Atenuantes. Causas de excepción
de culpabilidad. Diferencias con el delito de difamación. Ubicación en el Código Penal
Venezolano.
La injuria tiene una gran diferencia con la difamación; porque el hecho que se imputa no es determinado sino
que lo que se le imputa a la persona es un hecho genérico (diferencia con la difamación).
Art. 444 C.P. "Todo individuo que en comunicación con varias personas, juntas o separadas, hubiere ofendido de
alguna manera el honor, la reputación o el decoro de alguna persona, será castigado con prisión de seis meses a
un año y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.).
Si el hecho se ha cometido en presencia del ofendido, aunque esté solo, o por medio de algún escrito que se le
hubiere dirigido o en lugar público, la pena podrá elevarse en una tercera parte de la pena a imponer, incluyendo
en ese aumento lo referente a la multa que deba aplicarse, y si con la presencia del ofendido concurre la
publicidad, la pena podrá elevarse hasta la mitad.
Si el hecho se ha cometido haciendo uso de los medios indicados en el primer aparte del artículo 442, la pena de
prisión será por tiempo de un año a dos años de prisión y multa de doscientas unidades tributarias (200 U.T.) a
quinientas unidades tributarias (500 U.T.)
Parágrafo único: En caso de que la injuria se produzca en documento público o con escritos, dibujos divulgados o
expuestos al público o con otro9s medios de publicidad, se tendrá como prueba del hecho punible y de la autoría
el ejemplar del medio impreso o copia de la radiodifusión o emisión televisiva de la especie injuriante".
Si leemos los dos artículos (442 y 444) inmediatamente diremos "por encimita" esto es lo mismo, no tiene
diferencia alguna; pero la diferencia que tiene estriba en la injuria se establece: "Hubiere ofendido de alguna
manera"; es decir de cualquier otra manera que no sea determinada; por ejemplo decirle ladrón a alguna
persona; mientras que en la difamación "imputado a un individuo un hecho determinado" en este caso el
ejemplo sería llamar ladrón a una persona pero imputándole concretamente que se robó. Es por eso que no se
puede decir, "te voy a demandar por difamación e injuria" por qué o es difamación o es injuria. Esta es la única
diferencia, todo lo demás es igual:
Semejanzas entre la difamación y la injuria:
Ambos son delitos de acción privada, deben haber dos personas o más reunidas o separadas, también se puede
utilizar cualquier medio; será también simple y agravada; es decir tiene los mismos presupuestos, todo se da
igual que en la difamación: El mismo sujeto activo, el mismo sujeto pasivo; en ambos casos se ataca el honor y la
reputación de las personas; tiene el mismo objeto material, etc.

Diferencias entre el delito de difamación y el delito de injuria


En la difamación se imputa un hecho determinado y en la injuria un hecho genérico;
La difamación acepta la excepción de la verdad y la injuria no la acepta;
La difamación tiene una pena mayor a la injuria y;
El lapso de prescripción de la difamación es más largo que el de La injuria, porque tiene más pena.
En el primer y segundo aparte y en el parágrafo único del Art. 444 C.P. Es igual al parágrafo del Art. 442. Las
pruebas que se presenten para dilación y para injuria van a ser válidas en el proceso sin ninguna otra discusión
porque la Ley permite que sean incorporadas y evacuadas sin ningún tipo de objeción mientras se refiera a lo que
está allí.
Dentro de la clasificación tenemos: La injuria simple (encabezado Art. 444) y la injuria agravada (primer aparte
Art. 444); La injuria agravada nos presenta dos modalidades: a) cuando el acto se cometa en presencia del
ofendido y b) en las mismas circunstancias del Art. 442, es decir que se haya ejecutado en documento público,
escrito o dibujo, por cualquier medio de publicidad y termina diciendo en lugar público.
El Código penal nos establece unas causas eximentes de responsabilidad penal; a tal efecto el Art. 447 dice lo
siguiente: "No producen acción las ofensas contenidas en los escritos presentados por las partes o sus
representantes, o en los discursos pronunciados por ellos en los estrados ante el Juez, durante el curso de un
juicio; pero independientemente de la aplicación de las disposiciones disciplinarias del caso, que impondrá el
Tribunal, aquella autoridad podrá dispones la supresión total o parcial de las especies difamatorias, y si la parte
ofendida lo pidiere, podrá también acordarle, prudentemente, una reparación pecuniaria al pronunciar sobre la
causa".
Esta es una causa de justificación: cuando haya actuación en los estrados en el rol de defensor, de acusador o en
el rol jurisdiccional; de cualquier forma que se produzca un epíteto que pueda ser calificado como una ofensa al
honor o reputación y encuadre dentro de la conducta de difamación o de injuria; la persona está exenta de
responsabilidad penal, por que está actuando en estrado y es una causa de justificación o eximente de
responsabilidad; independientemente que la persona pueda ser sancionada administrativamente. Recordemos
que las partes tienen que litigar con buena fe como establece el COPP, además de ello, el Juez como director de
ese proceso tiene la facultad de intervenir y poner orden en el proceso, tomando los correctivos que sean
necesarios.
Art. 446 C.P. "Cuando en los casos previstos en los dos artículos precedentes, el ofendido haya sido la causa
determinante e injusta del hecho, la pena se reducirá en la proporción de una a dos terceras partes.
Si las ofensas fueren recíprocas, el Juez podrá según las circunstancia, declarar a las partes o a algunas de ellas,
exentas de toda pena.
No será punible el que haya sido impulsado al delito por violencias ejecutadas contra su persona".
El encabezado del artículo funciona como atenuante, sin más explicación.
Primer aparte: ofensas recíprocas, este le dijo y aquel le respondió (animus retorquendi).
En el último aparte hay una acción traída por violencia.
El Código Penal continúa hablando de unas penas accesorias en el Art. 448; habla de la confiscación, supresión
de impresos, dibujos y demás objetos; de la publicación de la sentencia y finalmente habla de que la acción penal
puede ser sucedida post morten, po9r los familiares del de cujus para salvar el honor y loa reputación de quien
en vida fue atacado, difamado o injuriado.
El Art. 450 C.P. habla de la prescripción. Estos dos artículos son eximentes. Prescribe por un año en el caso de la
difamación y por seis meses en los casos especificados en los artículos 444 y 445, es decir en la injuria. Esta es
otra diferencia, la difamación prescribe al año y la injuria prescribe a los seis meses.
Nota: La querella debe tener ciertos requisitos, no es suficiente que el C.P. establezca que el solo hecho que la
persona traiga un anuncio de prensa, lo tiene que valorar el Juez como prueba porque así está establecido; pero
ello no quiere decir que con esa prueba única y exclusivamente se determine la culpabilidad. El artículo no dice
que eso hará plena prueba y que por medio de ello se puede sancionar a alguien; allí lo que dice es que será
tomado como medio de prueba, después vendrá la valoración. Cuando la parte agraviada interpone una querella
y si sólo la acompaña con el recorte de prueba, la persona está caída, porque ella por si sola no demuestra la
culpabilidad, hará falta la declaración de los testigos, de expertos, documentales, etc, como establece el Código.
Por ejemplo, no se puede ir a juicio con el acta policial nada más; porque hay un criterio del TSJ en Sala
Constitucional que dice que la declaración de los funcionarios en actas no constituye prueba para inculpar a una
persona, ni siquiera para privarla de libertad. Lo mismo sucede en el caso que evaluamos, la persona inicia
porque la acción es suya, cuando interponga la querella se la admitirán pero luego le dirán que es inadmisible
por los motivos que están en el Código penal, la persona tendrá que tener la habilidad para traer sus testigos y
demostrar que se le causó un agravio.
En caso de funcionario público se anteponen algunos criterios del TSJ referidos a los derechos colectivos e
individuales. Se refiere por ejemplo que el honor de la persona es un derecho individual, pero el deber de
informar a la colectividad es un derecho colectivo; además de que constituye un deber para algunas personas en
cargos públicos el deber de informar: derecho de estar informado e informar.

La Injuria consiste en lesionar, a través de una acción, o de una expresión, la


dignidad de una persona perjudicando su reputación, o atentando contra su
propia estima, al imputarle un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o
autoestima.
La acción de la Injuria puede consistir en atribuir hechos inciertos a una persona, o en formular
juicios de valor sobre alguien, etc. Es decir, en definitiva, con la Injuria se trata de deshonrar, o
desacreditar a una persona en su presencia, o a sus espaldas pero con carácter público.

El artículo 18 de nuestra Constitución Española, garantiza el derecho al honor de las personas, y


Injuria, así como la calumnia, son perseguibles por denuncia de parte, pues queda recogido en el
propio Código Penal Injuria, entre los delitos contra el honor.

La Injuria puede ser calificada como falta, o como delito. Cuando la Injuria revista especial
gravedad, será entendida como delito y le será de aplicación lo dispuesto en los artículos 208 y
siguientes del Código Penal. Se delimita el ámbito de aplicación de la figura delictiva de las
Injurias, por su naturaleza, efectos y circunstancias, lo que conlleva que sean tenidas en el
concepto público por graves, y esto habrá de valorarse por el juez en cada caso particular.

Asimismo, cuando la Injuria se da en el caso de la imputación de hechos, sólo se considera que


revestiría gravedad la Injuria si se ha llevado a cabo con conocimiento de su falsedad, o con
temerario desprecio a la verdad.

Las penas de aplicación con respecto al delito de Injuria, serían calificadas como graves, las que
se hacen con publicidad, resultando su condena, con una de multa de seis a catorce meses y, en
otros casos, con la pena de tres a siete meses. Los importe de las multas deben ser impuestos
por los jueces a petición de las partes.

Las Injurias calificadas como leves, se sancionan como falta y están tipificadas en el artículo


620.2º del Código Penal, resultando que el castigo que merecen este tipo de ilícito, como es la
Injuria, es una pena de multa a razón de diez a veinte días, debiendo fijar el juez a propuesta del
ofendido, o el Ministerio Fiscal, la cuota económica que se aplicará al período que resultase la
condena.

Los delitos de Injurias y calumnias han proliferado en los últimos tiempos con el crecimiento del
uso de las redes sociales y otros mecanismos accesibles a través de internet.

La comisión de este tipo de hechos, han venido a proliferar. La aparente sensación por un lado de
anonimato en los delitos de Injurias, invita a propiciar en algunos usuarios la sensación de
impunidad y, de otro, la facilidad de la comisión de las Injurias, lo que unido a su rápida y
extendida difusión, lo hace especialmente letal respecto de cualquier expresión o comentario
vertido, han venido a constituir que los delitos de Injurias, se hayan disparado en los últimos
tiempos.

Estamos viendo con harta frecuencia como en los programas televisivos de realitys shows, se
producen con absoluta normalidad diaria, la comisión de este tipo de delitos o faltas de Injurias,
quedando en muchos de ellos como meras anécdotas sin ninguna consecuencia penal.

La calumnia y la Injuria revisten especial gravedad cuando se entienden hechas con publicidad,


esto es, cuando están hechas por medio de imprenta, radiodifusión, televisión, internet, pues la
propagación de la acción es superior a la Injuria directa, con la particularidad que no se puede
medir el alcance, o repercusión que este tipo de Injuria con respecto al injuriado.

Además, en estos casos de Injuria, la ley establece que se entenderá solidaria la responsabilidad
civil entre quien publicó la información y el propietario del medio de difusión que le hizo de soporte
donde se vertió la Injuria, de ahí que el presunto delincuente se ampare en que el medio a través
del que la difunde, deberá responder civilmente de los efectos que provoca la Injuria.

Así, para los propietarios de páginas webs que incorporen contenido vertidos por usuarios que
contengan Injurias, lo recomendable es que adicionen en las condiciones de uso de las mismas,
la advertencia legal de que los contenidos que incorporan los usuarios no están gestionados, ni
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seleccionados los propios usuarios, todo ello con el fin de evitar que se utilicen medios lícitos de
comunicación de la Injuria, a través de las redes sociales, como conducto idóneo para
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afectados por dichos contenidos, así como a dejar bien claro que no se garantiza la veracidad o
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perfectamente delimitada su responsabilidad ante la comisión de un presunto delito o falta
de Injuria.

Este despacho de abogados queda a su entera disposición, para resolver cualquier consulta, o


duda sobre este particular y en su caso, asumir la dirección letrada de cualquier análisis
relacionado con la consideración de las Injurias.

Puedes ponerte en contacto con nuestra abogada penal Ana Pares especialista


en Injurias de nuestro bufete de abogados.

Injuria
Delitos,Derecho Penal

La injuria es un delito que consiste en la imputación de hechos o manifestación de opiniones


que atenten contra la dignidad de una persona, lesionando su fama, honor o propia estimación.
Las injurias pueden emitirse de forma verbal, por escrito o de forma gráfica, y para ser
consideradas como delito su contenido ha de ser objetiva y gravemente ofensivo.
El derecho al honor
Con la injuria se menoscaba a la persona, causándole daños morales dado que se atenta contra
su reputación.

Además, se violenta un derecho fundamental de la otra persona como es el derecho al honor,


señalado en el artículo 18.1 de la Constitución.

1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Artículo 18.1 de la Constitución Española

La injuria como delito


El delito de injurias se regula a partir del artículo 208 del Código Penal, en su Título XI (Delitos
contra el honor), Capítulo II (De la injuria).

Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama
o atentando contra su propia estimación.

Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y
circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves, sin perjuicio de lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 173.

Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando
se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.

Artículo 208 del Código Penal

En su artículo 208 el Código Penal define la injuria como la acción o expresión que lesiona la
dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia
estimación.

Solamente la injuria tendrá la consideración de delito si esta fuese considerada grave, salvo


la excepción de injurias leves en casos de violencia sobre la mujer. El resto de injurias leves no
serán consideradas delito, aunque sí será posible reclamar su reparación por la vía civil.
Igualmente, no se considerará delito si la injuria se comete cuando, al denunciar unos hechos, el
denunciante piensa que el presunto autor es la persona a la que denuncia, resultando
posteriormente que la persona denunciada no era autora de los hechos delictivos.

La injuria debe dañar obligatoriamente el honor del otro, atentar contra su derecho fundamental al
honor.

Para que se dé el delito de injuria será suficiente con que el autor de la vejación o acción
injuriosa conozca que se van a producir daños y perjuicios para la otra persona. Así pues, solo
cabe la injuria como delito si se produce mediante una conducta dolosa, es decir, el autor sabe de
sobra que va a producir daños y perjuicios a la otra persona con su acción.

Además, es importante conocer que no hay derecho a actuar en defensa propia ante una
injuria, y se castigaría igualmente al inicialmente injuriado si responde con otra conducta que
incurra en injuria.

Tipos agravados del delito de injurias


El Código Penal distingue en su artículo 209 un tipo agravado del delito de injurias: las injurias
con publicidad.

Las injurias graves hechas con publicidad se castigarán con la pena de multa de seis a catorce
meses y, en otro caso, con la de tres a siete meses.

Artículo 209 del Código Penal

En las injurias con publicidad es necesario que el sujeto activo difunda su ofensa por medios de
comunicación (por ejemplo redes sociales), produciendo un mayor daño del que se produciría
en el caso de una injuria hecha de forma privada.

Es por ese mayor daño producido en las injurias por publicidad que su pena de multa es el doble
de la pena de las injurias sin publicidad: entre seis y catorce meses de multa para las injurias con
publicidad, por tres a siete meses del tipo básico.

También existe un tipo agravado para el delito de injurias. común al delito de calumnias, cuando
estas se producen mediando precio, recompensa o promesa, tal y como recoge el artículo 213
del Código Penal.
Si la calumnia o injuria fueren cometidas mediante precio, recompensa o promesa, los Tribunales
impondrán, además de las penas señaladas para los delitos de que se trate, la de inhabilitación
especial prevista en los artículos 42 ó 45 del presente Código, por tiempo de seis meses a dos
años.

Artículo 213 del Código Penal

¿Cómo denunciar una injuria?


La injuria se considera un delito privado según el Código Penal, lo que implica que no son
perseguibles de oficio y es necesaria la querella del ofendido, o de sus representantes
legales; con la única excepción de las injurias realizadas contra funcionario o autoridad pública
sobre hechos relativos al ejercicio del cargo, en cuyo caso sí serán perseguibles de oficio.

1. Nadie será penado por calumnia o injuria sino en virtud de querella de la persona ofendida por
el delito o de su representante legal. Se procederá de oficio cuando la ofensa se dirija contra
funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre hechos concernientes al ejercicio de
sus cargos.

Artículo 215.1 del Código Penal

Primordial y obligatorio es la realización, o el intento de realización, de un acto de conciliación con


la parte a la que se pretende denunciar con anterioridad al inicio del proceso judicial. Sin este
acto de conciliación nuestra querella no se admitiría a trámite.

No se admitirá querella por injuria o calumnia inferidas a particulares si no se presenta


certificación de haber celebrado el querellante acto de conciliación con el querellado, o de haberlo
intentado sin efecto.

Artículo 804 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal

El procedimiento por delitos de injuria se encuentra regulado en el Título IV (Del procedimiento


por delitos de injuria y calumnia contra particulares) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

El perdón y la extinción de la responsabilidad penal


Según recoge el artículo 215 del Código Penal, el perdón por parte del ofendido o de sus
representantes legales extingue la responsabilidad penal de forma automática, salvo en los
casos de personas con discapacidad y/o necesitadas de especial protección, en cuyo caso el
Juez podrá rechazar la extinción de la responsabilidad penal aún mediando perdón.

3. El perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción penal sin
perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5º del apartado 1 del artículo 130 de
este Código.

Artículo 215.3 del Código Penal

Retracto y pena inferior en grado


También recoge el Código Penal que cuando el acusado se retracte de la manifestación injuriosa
realizada, el Juez o Tribunal le deberá imponer la pena inferior en grado.

Si el acusado de calumnia o injuria reconociere ante la autoridad judicial la falsedad o falta de


certeza de las imputaciones y se retractare de ellas, el Juez o Tribunal impondrá la pena
inmediatamente inferior en grado y podrá dejar de imponer la pena de inhabilitación que establece
el artículo anterior.

Artículo 214 del Código Penal

Reparación del daño


Dado que la injuria implica la difusión de manifestaciones que lesionan la dignidad y el honor del
ofendido, el Código Penal establece que como medida de reparación del daño el condenado por
un delito de injurias deberá divulgar la sentencia condenatoria para reparar el daño, de la
forma que el Juez o Tribunal determine oportuno.

En los delitos de calumnia o injuria se considera que la reparación del daño comprende también
la publicación o divulgación de la sentencia condenatoria, a costa del condenado por tales delitos,
en el tiempo y forma que el Juez o Tribunal consideren más adecuado a tal fin, oídas las dos
partes.

Artículo 216 del Código Penal


Diferencias entre injurias y calumnias
Si bien la injuria y la calumnia se encuentran regulados dentro del mismo Título del Código Penal,
siendo los dos tipos penales de delitos contra el honor que existen, existen importantes
diferencias entre uno y otro.

Tanto en la injuria como en la calumnia el sujeto activo persigue como objetivo lesionar la
dignidad y el honor de la persona ofendida, si bien la calumnia tiene una mayor gravedad dado
que además de atentar contra la dignidad, se imputa al ofendido falsamente la comisión de un
delito.

Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario


desprecio hacia la verdad.

Artículo 205 del Código Penal

Para que pueda catalogarse un delito como calumnia, es necesario que se impute al ofendido la
comisión de un delito recogido en el Código Penal, y que se haga a sabiendas de su
falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. En caso contrario, no se trataría de una
calumnia sino de una injuria.

La libertad de expresión y el derecho al honor


Por último, debemos confrontar dos derechos fundamentales como son la libertad de expresión y
el derecho al honor.

Y es que si la Constitución española recoge en su artículo 18.1 el derecho al honor como derecho
fundamental, también lo hace en su artículo 20.1 para la libertad de expresión.

1. Se reconocen y protegen los derechos:

a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el


escrito o cualquier otro medio de reproducción.

Artículo 20.1.a de la Constitución Española


Tanto la libertad de expresión como el derecho al honor son derechos fundamentales del
mismo rango, por lo que uno no prevalece sobre el otro, aunque se limitan mutuamente. No
obstante, el Tribunal Constitucional ha otorgado tradicionalmente una mayor prevalencia a los
derechos a la libertad de información y de expresión sobre el derecho al honor.

No siempre lo que uno piensa que es una injuria lo sería y no siempre la libertad de expresión da
derecho a menoscabar o lesionar la dignidad de las personas. El límite en esta confrontación
de derechos no está regulado y deberá resolverlo el Juez ante quien se exponga el caso.

En la Constitución el artículo 20.1.a) reconoce como derecho fundamental el de expresar y


difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier
otro medio de reproducción. Al mismo tiempo, el artículo 18.1 de la Constitución reconoce con
igual grado de protección el derecho al honor.

El Tribunal Constitucional ha definido su contenido afirmando que este derecho protege frente a
atentados en la reputación personal entendida como la apreciación que los demás puedan tener
de una persona.

La libertad de expresión se encuentra limitada por el derecho al honor, si bien este derecho
constituye no solo un límite a dicha libertad sino también un derecho fundamental en sí mismo
que protege un determinado ámbito de dignidad para su titular, por lo que se produce una
limitación recíproca entre tales derechos.

El delito de injurias, regulado en el artículo 208 del Código Penal, consiste en la acción o expresión que


lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. Solamente
serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el
concepto público por graves, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 4 del artículo 173. 
El artículo 209 del Código Penal dispone que las injurias graves hechas con publicidad se castigan con una
pena de multa de seis a catorce meses, mientras que si no son hechas con publicidad se castigaran una pena de
multa de tres a siete meses. 
El artículo 208 del C.P. regula el delito de injurias, consistente en la acción o expresión que lesiona
la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.
Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias,
sean tenidas en el concepto público por graves, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 4 del
artículo 173.
El artículo 209 marca la pena para las injurias graves hechas con publicidad castigándolas con la
pena de multa de seis a catorce meses, y, en otro caso, con la de tres a siete meses cuando no
tengan dicha publicidad.
Las injurias que consistan en la imputación de hechos, no se considerarán graves, salvo cuando se
hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
En este delito nos encontramos con unanimidad en la jurisprudencia en considerar que el bien jurídico
protegido es el honor de las personas, derecho fundamental que reconoce el art 18.1 de la
Constitución.
Sin embargo, donde si encontramos controversia respecto a lo que debe entenderse por honor, y que
amplitud debe darse al término personas.
Respecto al concepto de honor, el Tribunal Supremo le otorga una doble definición. Por una parte, el
concepto fáctico, objetivo o aparente que consiste en la representación o consideración que los
demás tienen en las cualidades de una persona, constituidas por la reputación y la fama que la
persona tenga en la sociedad.
Por otra parte, aporta el concepto subjetivo e inmanente de honor que se concreta en el aspecto
anterior, esto es, en la estimación de cada persona hace de sí mismo. El concepto normativo de honor
se concreta en el aspecto interior, esto es, en la dignidad de la persona, respeto que toda persona
merece por el simple hecho de ser persona como consecuencia del reconocimiento de su dignidad.
En la actualidad, la doctrina mayoritaria maneja un concepto normativo-fáctico de honor, lo que
significa que se parte del concepto normativo, pero se tiene en cuenta también los aspectos
exteriores, como la fama o la reputación. Lo que se trata es de garantizar el respeto a la dignidad en
el contacto social, pues, la determinación de la medida de la lesión sólo es posible en el marco de los
contactos sociales en los que se pretende el respeto por la dignidad personal. Por ello se puede decir
que él honor tiene un condicionamiento social.
Así, se entiende que el honor ha de referirse a la dignidad de la persona por el mismo hecho de serlo,
por lo que también es necesario que se determine el alcance y contenido del término persona,
distinguiendo entre las personas físicas y las jurídicas.
En relación a la persona física, queda claro que cualquier persona tiene derecho al honor y, en si
caso, a la protección penal de su dignidad. Con esto quiere decirse que el término persona abarca a
todas ellas, con independencia de que sean mayores o menores de edad. Eso sí, la persona tiene que
estar viva, ya que la persona fallecida no puede ser titular del derecho al honor que es un derecho
personalísimo que se extingue con la muerte. Diferente es el caso en el que dicha ofenda trascienda a
los herederos o descendientes, en cuyo caso estarían legitimados por trascenderles el resultado de la
acción que afecta a su honor.
En relación a la persona jurídica no hay excesivos problemas para reconocer que las personas
jurídicas tienen honor, ya que, si el honor lo reconducimos al aspecto externo del prestigio y la fama,
las personas jurídicas pueden ser merecedoras de prestigio y fama y por tanto sujeto del delito de
injurias.

 Libertad de expresión

La libertad de expresión no es, en suma, un derecho fundamental absoluto e ilimitado, sino que
tiene lógicamente, como todos los demás, sus límites, de manera que cualquier expresión no merece,
por el simple hecho de serlo, protección constitucional, toda vez que el artículo 20.1 a) de la
constitución no reconoce un pretendido derecho al insulto.
En consecuencia a esto, el Tribunal Supremo ha declarado repetidamente (como en la STS 79/2018,
de 15 de febrero) que quedan fuera de la protección constitucional del artículo 20.1 a) de la
constitución las expresiones indudablemente injuriosas o sin relación con las ideas u
opiniones que se expongan y que resulten innecesarias para la exposición de las mismas, es
decir, las que en las concretas circunstancias del caso sean ofendidas u oprobiosas.
En la ponderación de los derechos fundamentales a la libertad de expresión y al honor, en este caso,
de la Institución de la corona, es doctrina constitucional, constante desde la STC 107/1988, de 8 de
junio de 1988, que, para decidir cuál prevalece en el caso concreto es determinante comprobar si en
la manifestación de la idea su opinión, sea de palabra o por medio de la acción, se han añadido
expresiones injuriosas por innecesarias para la expresión pública del pensamiento que se trata de
manifestar o expresiones o acciones que son formalmente injuriosas.
En cambio, la libertad de expresión puede ser protegida en caso de que las libertades se ejerciten en
conexión con asuntos que son de interés general por las materias a que se refieren y por las personas
que en ellos intervienen y contribuyan, en consecuencia, a la formación de la opinión pública,
alcanzando entonces su máximo nivel de eficacia justificadora frente al derecho al honor, el cual se
debilita, proporcionalmente, como límite externo de las libertades de expresión e información, en
cuanto sus titulares son personas públicas, ejercen funciones públicas o resultan implicadas en
asuntos de relevancia pública, obligadas por ello a soportar un cierto riesgo de que sus derecho
subjetivos de la personalidad resulten afectados por opiniones o informaciones de interés general,
pues así lo requieren el pluralismo político, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no
existe sociedad democrática.
Por el contrario, la eficacia justificadora de dichas libertades pierde su razón de ser en el supuesto de
que se ejerciten en relación con conductas privadas carentes de interés público y, cuya difusión y,
enjuiciamientos públicos son innecesarios, por tanto, para la formación de la opinión pública libre en
atención a la cual se les reconoce su posición prevalerte.
Y, es que los derechos fundamentales son valores objetivos y esenciales del Estado democrático y
como tales están dotados de un valor superior y de eficacia irradiante, lo que pone de relieve la
necesidad insoslayable de su ponderación para establecer, en cada caso, si el ejercicio de la libertad
de expresión ha supuesto lesión del derecho al honor y, en caso afirmativo, si esa lesión viene o no
justificada por el valor prevalente de tales libertades, ya que la dimensión constitucional del conflicto
convierte en insuficiente el criterio subjetivo del “animus iniurandi” tradicionalmente utilizado por la
jurisprudencia penal para el enjuiciamiento de este tipo de delitos.
El debate se traslada a un distinto plano, en el que no se trata de establecer si el ejercicio de la
libertad de expresión ha ocasionado una lesión al derecho al honor penalmente sancionable, sino
determinar si tal ejercicio opera o no como causa excluyente de la antijuricidad. El problema de la
preferencia del derecho al honor o a la libertad de expresión se tiene que resolver en el ámbito de la
justificación, o sea, de la antijuricidad.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos también ha apostado por la libertad de ex- presión como
preferente y mantiene que cualquier injerencia en ella debe responder a una necesidad social
imperiosa, estar proporcionada con la legítima finalidad pretendida y justificarse por motivos que no
sólo sean meramente razonables, sino aplicables y suficientes. En consonancia con esta doctrina se
impone elevar las cotas máximas de protección a la libertad de expresión cuando ésta se manifiesta
en el curso de una confrontación política.

 Exención

El artículo 210 del Código Penal dicta que el acusado de injurias quedará exento de


responsabilidad probando la verdad de las imputaciones cuando estas se dirijan contra
funcionarios públicos sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos o referidos a la
comisión de infracciones administrativas.
Así se entiende que en el supuesto de que la expresión o la manifestación realizada por el sujeto
activo fuera veraz, esta quedaría exenta de responsabilidad penal. Para ello deberíamos distinguir
entre dos situaciones diferentes.
Si la injuria se dirige a particulares, la regla general es que la exceptio veritatis no sea aplicada en
este caso. En cambio, si la injuria se dirige contra funcionarios públicos sobre hechos relativos al
ejercicio de sus cargos o a la comisión de infracciones administrativas, en el supuesto de que pueda
probarse la veracidad de dichos hechos el acusado quedará absuelto.
La ley deja claro que el sujeto pasivo de la injuria deber ser funcionario público, con lo que el
legislador pretende proteger el normal y correcto desempeño de la función pública de tal manera que
un comentario injurioso o atentativo contra el honor personal de quien desempeña funciones públicas
queda exento de responsabilidad si se prueba la veracidad de la imputación realizada.
En definitiva, la exclusión de responsabilidad se refiere únicamente a los comentarios atentatorios
contra el honor de funcionarios públicos por hechos cometidos en el ejercicio de sus cargos.
 Responsabilidad civil de los delitos de calumnias e injurias

El artículo 212 del C.P. dicta que en los casos a los que se refiere el artículo 211, será responsable
civil solidaria la persona física o jurídica propietaria del medio informativo a través del cual se haya
propagado la calumnia o injuria.
El artículo 211 dispone que las calumnias y las injurias se reputaran hechas con publicidad cuando se
propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia
semejante.
Así, por ejemplo, el Tribunal Supremo, en la STS 607/2014, de 24 de septiembre, condena como
responsable civil subsidiario un Ayuntamiento ya que los hechos se cometieron en el desarrollo de un
servicio que a dicha entidad compete prestar y controlar.

Calumnia, difamación e injuria

La calumnia ofende el honor de un ciudadano al acusarlo de un crimen,


la difamación ataca el honor objetivo de alguien, que es la reputación, y la injuria el
honor subjetivo, que trata de las cualidades del sujeto.

Tanto la calumnia como la difamación y la injuria son crímenes contra el honor de las


personas. Están previstos judicialmente por el código penal y son sometidos a
sanciones, como penas de reclusión y multas.

Aunque estos tres conceptos suelen ser considerados delitos contra el honor de la
persona, en países como Venezuela la calumnia se diferencia por ser considerada un
delito contra la administración de la justicia. Esto se debe a que se ha puesto en
funcionamiento el sistema jurídico sin necesidad.

Calumnia Difamación Injuria

Pubicación de un
Imputación falsa de juicio de valor falso
una persona Difusión de informaciones que atenta contra
inocente ante las falsas que afectan el la reputación de
Concepto autoridades. honor de otra persona. otra persona.

Principal Causar una pena Dañar la imagen del Ofender al


objetivo legal al acusado. acusado. acusado.

Ejemplos Una mujer que Una persona que le dice Juan le dice a un
acusa falsamente a a su vecino que Juan es colega que Ana es
su pareja ante la un ladrón por haber prostituta, sin tener
policía de haberla robado algo en una pruebas de ello.
Calumnia Difamación Injuria

tienda, aunque no sea


maltratado. cierto.

¿Qué es calumnia?
La calumnia es acusar a una persona de un crimen que no ha cometido frente a
autoridades judiciales.

Si la persona está consciente de que la acusación que está haciendo es falsa, está
incurriendo en el delito de calumnia.

La calumnia se enmarca en los delitos contra el honor en algunos países como Brasil,
y en otros países como Venezuela es considerada como un delito contra la
administración de justicia.

Por lo tanto, para que la calumnia sea considerada como tal, es fundamental que se
concrete la denuncia ante las autoridades pertinentes, bien sea dentro del sistema
judicial o ante funcionarios públicos quienes tienen la responsabilidad de transmitir la
denuncia.

Este tipo de delitos puede tener una pena de seis a treinta meses de prisión
dependiendo del código penal de cada país.

¿Qué es difamación?
La difamación es el acto de lesionar la dignidad, el honor o la reputación de otra
persona física o moral difundiendo informaciones que no son verídicas.

Cuando la intención de la acusación es exponer a la persona al odio o al desprecio


público, se está incurriendo en el delito de difamación.

A diferencia de la calumnia, la difamación no debe ser llevada a las autoridades


judiciales para concretarse. Con el simple hecho de difundir la acusación del falso
delito con la intención de causar un daño, se está incurriendo en difamación.

Este delito puede ser penado con prisión y pago de multas.

¿Qué es injuria?
La injuria es un delito donde una de las partes dice algo irectamente deshonroso y
perjudicial para la otra parte, como, por ejemplo, llamarle ladrón.
Cuando hablamos de injuria es porque se formula un juicio de valor donde se ha
deshonrado, desacreditado u ofendido a una persona públicamente sin tener pruebas
de lo que se dice.

El delito de injuria se caracteriza por atribuir acciones no cometidas realmente por la


persona utilizando epítetos y un lenguaje ofensivo.

Este delito también puede ser penado por la ley con prisión y el pago de multas.

Ejemplos de calumnia, difamación e injuria


La calumnia, la difamación y la injuria se pueden cometer al mismo tiempo. Por
ejemplo, en un debate en la televisión durante una campaña presidencial uno de los
candidatos dijo que el contrincante cometió un crimen, sin pruebas de lo ocurrido, y
usó palabras despectivas para referirse a la actitud del otro candidato.

En este caso, sería calumnia por esparcir públicamente la información, difamación por
el ataque a la imagen del otro candidato, e injuria debido a los insultos pronunciados
directamente contra el involucrado, que era el adversario en el debate.

Diferencia entre los crímenes contra el honor y los daños


morales
La principal diferencia entre los crímenes contra el honor y los daños morales está
en cuál tribunal va a avalar el proceso.

La calumnia, la difamación y la injuria son crímenes y están previstos en el código


penal de muchos países. Quien comete cualquiera de los tres puede ir a la cárcel y es
juzgado por un consejo criminal.

Los daños morales forman parte del derecho civil, son pasibles de indemnización
financiera y son juzgados por un consejo civil. Pero el demandado en este tipo de
proceso no es arrestado.

Puede suceder que una acusación de calumnia se convierta en un proceso de daños


morales. Después de ser juzgado como proceso penal, y sentenciado a determinado
tiempo de reclusión, es posible que la acusación también se convierta en un proceso
civil, con solicitud de indemnización por daños morales. Así, son dos procesos,
juzgados por dos foros diferentes.

Los daños morales son situaciones que perjudican la moralidad de una persona. La


indemnización por daños morales implica una reparación solicitada judicialmente por
los ataques personales que atenten contra la integridad física de la persona.
El delito de difamación cometido a través de
redes sociales: una primera aproximación
I.- PREAMBULO.
Las redes sociales -como Facebook o Twitter- se han convertido en un importante medio
de comunicación en donde numerosas personas acceden a diario para intercambiar
comentarios u opiniones sobre temas en particular. El aspecto positivo de estos medios
de interacción virtual es que permiten el acceso a la información en cuestión de
segundos, superando ampliamente al periódico y a las revistas, incluso a los programas
televisivos; sin embargo, también existen aspectos negativos que trae consigo el uso de
las redes sociales, y con ello nos referimos especialmente al delito de difamación [1].
En nuestra sociedad muchas personas aún consideran que su libertad de expresión es
sinónimo de libertad para ofender o libertad para destruir la reputación de otros.
Recordemos que una persona va formando su reputación y buen nombre con el paso de
los años, constituyendo un aspecto personal sumamente valioso que muchas veces
termina siendo afectado tan solo con palabras o comentarios falsos y distorsionados a
través de las redes sociales. Lo único que muestra esta situación es que muchas personas
aún no comprenden la enorme responsabilidad que trae consigo el uso de las redes
sociales en su relación con el respeto al derecho al honor.
Las sentencias condenatorias que han emitido los tribunales de justicia respecto al delito
de difamación han ido en aumento en los últimos años, especialmente respecto a su
modalidad agravada “por el uso de un medio de comunicación social”. En su mayoría,
estas sentencias se han dictado con suspensión o reserva de fallo, quedando obviamente
sujetos al cumplimiento de reglas de conducta, toda vez que la norma penal así lo
establece. Por ello, la encrucijada que ha surgido sobre esta moderna forma de cometer
difamación es si las redes sociales pueden ser consideradas como un medio de
comunicación social que permite la difusión de un hecho, una cualidad o una conducta
falsa respecto a una determinada persona. La necesidad de averiguar esta condición es
porque su presencia marca una diferencia en cuanto a la gravedad del hecho.
II.- LA DIFAMACIÓN MEDIANTE LAS REDES SOCIALES EN EL PERÚ.
Las redes sociales en el Perú se han convertido en parte de la vida común de muchas
personas e incluso han llegado a influenciar sobre su personalidad. Una persona en
nuestros días es calificada de “moderna” cuando tiene aperturada y utiliza una red social,
ya que con ella puede estar enterada de lo que sucede a diario en nuestra sociedad. En
efecto, si alguien no cuenta actualmente con una red social, entonces se puede decir de
manera figurada que aún vive en la época de las cavernas.
Muchas veces nos hemos hecho la pregunta acerca de si la humanidad puede vivir
alejado de la tecnología, y al parecer la respuesta es negativa. Solamente imaginemos
que una persona acostumbrada a Facebook o Twitter de repente es privado del acceso a
dichas redes sociales, prácticamente ese alejamiento sería tan igual como una
desconexión total de la persona con el mundo que lo rodea. El poder de las redes sociales
es de tal impacto que si alguien quiere saber algo de otro o si se quiere saber cómo
piensa una persona respecto a un determinado tema, entonces basta con acceder a su
perfil en Facebook o resisar minuciosamente sus comentarios en Twitter.
La palabra “privacidad” está quedando cada vez más en desuso, y no porque las personas
no conozcan este concepto, sino porque son ellas mismas deciden que todo se vuelve
público en su vida. Es casi un pecado decir que las redes sociales son malas para nuestra
sociedad, pero en verdad, el problema no serían las redes sociales, sino las personas que
lo utilizan. Un comentario o una información publicado en Facebook respecto a una
persona, sea esta una información falsa o no [2], en realidad se vuelve en un instrumento
tan letal como el uso de un arma de fuego al momento de cometer un robo.
Nadie puede negar que el honor de muchas personas a diario terminan siendo expuestas
a las redes sociales, y esto porque en muchos casos no existe un controlador o un filtro
en Facebook o Twitter que permita determinar que frase o palabra publicadas utilizadas
ha generado un atentado contra la reputación y buen nombre de otras personas.
Recordemos que el art. 132 del Código Penal regula el delito de difamación, el cual exige
para su configuración que una persona difunda, ante varias personas o valiéndose de un
medio de comunicación social, una noticia en donde atribuye a una persona un hecho,
una cualidad o una conducta que atenta contra el honor o la reputación ajena. Esto
quiere decir que no estamos ante cualquier tipo de información o noticia, sino que debe
ser aquella que pueda materialmente causar un perjuicio en el honor de terceras
personas.
La determinación de dicha condición solo puede ser resuelta por una autoridad
jurisdiccional. Las frases ofensivas o denigrantes son calificadas como delito cuanto se
refieren, primero, sobre el honor de otra persona, y segundo, cuando esta información es
falsa o adulterada[3]. Un criminal que destruye el honor de otra persona, según nuestra
legislación, no es aquel que dice la verdad sobre un tema político o económico, sino aquel
que distorsiona la realidad, disfraza lo sucedido, o maquilla el contexto a fin de que ante
los demás muestre otra impresión.
La información de tipo denigrante, falsa o imprecisa, con la que una determinada persona
se siente afectada, es sin duda la llave de bóveda para iniciar un proceso penal. Así como
en los delitos de acción pública existe el principio acusatorio, en donde la regla es que
“quien acusa a alguien de un delito debe probarlo”, también en los delitos contra el honor
rige una regla similar y es que “quien divulgue una información respecto de una persona
debe probar que lo señalado es veraz”. Esto quiere la divulgación de información veraz
excluye cualquier forma de actuar delictivo, salvo que el mismo colinde con otros
derechos fundamentales que también gozan de protección penal, como por ejemplo, la
familia, la intimidad o el secreto profesional.
Una sola afirmación publicada en Twitter o en Facebook refiriéndose a un hecho de
supuesta corrupción en la que habría intervenido una persona, o sobre una cualidad de
una persona pero de manera exagerada, e incluso respecto de una conducta denigrante
que es rechazada por nuestra sociedad, permite tener base suficiente para formular un
proceso penal, aunque no necesariamente la interposición de una querella es sinónimo ya
de una posible victoria. En ese sentido, si bien un comentario en redes sociales no se
compara a un comentario publicado en periódicos o revistas, lo cierto es que el efecto es
el mismo sin importar el medio que se haya utilizado.
Si una persona quiere referirse a otra como ladrona y estafadora, pese a que eso es
falso, pues basta con publicar en su red social favorita una historia fantástica y adjuntar
para ello un medio de prueba; sin duda, en segundos esa información es conocido por
cientos de personas, en minutos es conocido por todo el país, y en horas ya todo el
mundo está informado de la publicación. Como se puede apreciar, entonces, así como las
redes sociales tienen un aspecto bueno, también guardan un efecto negativo, y esto
depende de la finalidad a la que se le suele utilizar.
Las redes sociales, a diferencia del papel, estás tienen mayor practicidad y dinámica,
puesto que lo publicado, sea esto cierto o aparente, puede ser corregido, modificado,
ampliado y hasta retirado[4]. Quien controla lo publicado es la misma persona, y no la
editorial o el director como sucedía en los periódicos y revistas. Asimismo, como todo lo
que sucede en el ciberespacio, es casi imposible borrar las huellas del delito, puesto que
si bien una expresión falsa puede ser retirada o eliminada de una red social, lo cierto es
que para el momento que lo haga, ya muchas personas se convirtieron en testigo de lo
publicado, de la frase propalada, de la expresión denigrante que iba dirigido contra una
determinada persona. De ahí que a las redes sociales se le equipare a la misma condición
de un medio de comunicación, porque lo divulgado tiene tal impacto que en cuestión de
segundo muchas personas se pueden enterar de lo publicado.
Durante el proceso penal no hay mejor prueba que la propia publicación difamatoria. Del
mismo modo, cuando se imputa un delito de difamación mediante el uso de las redes
sociales, aquí sale de discusión la exigencia de que la difusión de haga mediante un
medio de comunicación. En esencia, la discusión no gira muchas veces en torno a la
falsedad o certeza de la información propalada, porque incluso siendo cierta, esta
divulgada ante las redes sociales si la vuelve en lesiva al derecho al honor; no obstante, a
diferencia de lo que ocurría con los periódicos y revistas, aquí si puede entrar en
discusión la titularidad de lo publicado, puesto que podría ocurrir una violación a la
cuenta personal del agente o una duplicidad de cuenta de red social, e incluso puede
ocurrir la creación de una cuenta similar para suplantada. Por ello, lo primero que debe
determinarse es si la persona que publica una información mediante red social es
también la titular de la cuenta y la persona quien materialmente publicó aquella
información. En caso se trate de la misma, entonces nada de lo que se ha publicado le
puede ser extraño[5].
Otro aspecto que también debe tenerse en cuenta ante este tipo de casos es la facilidad
para llevar a proceso penal una información de este tipo, y esto se debe a que los
comentarios en redes sociales es de acceso público, lo que significa que cualquier persona
puede acceder a ella y puede adjuntarse como prueba sin cumplir mayor formalidad.
Consideramos incluso que las querellas bien estructuraras y los procesos penales
iniciados por difamación deberían de resolverse apreciando la información propalada y su
correspondiente sustento corroborativo. Nadie tiene derecho a expresarse abiertamente
de otra persona, trastocando su reputación o buen nombre, sin contar mínimamente con
material físico sustentatorio. Por eso es que la ofensa no es el único presupuesto para
sentenciar a una persona como autora del delito de difamación, puesto que incluso podría
darse el caso que un corrupto se sienta ofendido con la divulgación de una información
comprometedora. En realidad, más allá de quien está ofendido y quien no lo está con la
divulgación de una información, aquí lo trascendental será el interés social de aquello que
se difunda de otra persona.
Es obvio que a nadie nos interesa saber de la vida de otras personas, ni muchos menos
que hace en su esfera de intimidad u otro derecho fundamental; sin embargo, cuando
esas esferas personales trastocan el ámbito de interés colectivo, entonces la información
propalada debe ser conocida por todos ya que se trata de un derecho a conocer la
verdad, y este obviamente no tiene límites ni se encuentra condicionado. No es parte de
este derecho saber si una persona es buena o mala persona, es buena o mala esposa, es
buena o mala madre, sino saber si el dinero que se le encargó por razón de su cargo fue
bien administrado, fue destinado a su partida específica, fue devuelto a las arcas del
Estado o simplemente se destinó para aquello que fue entregado. El interés público es un
aspecto importante en este tipo de delitos, por lo que aspectos personales y de interés
individual no ampara la divulgación de información que atente directamente contra el
buen nombre y reputación de una persona (natural o jurídica) [6].
La intensión maliciosa existe, tan igual como la deformación de la verdad para publicar
hechos falsos respecto de una determinada persona. De ahí que el delito de difamación
exige la actuación de una conducta dolosa y también una la intención de dañar los más
puros intereses de una persona que ha construido respecto a su nombre, llamado
también “reputación”.
Dentro del proceso penal especial por difamación no existe la inversión de la carga de
probar el hecho publicado en las redes sociales. En realidad, aquí quien afirma algo de
otro debe probar su veracidad en caso el mismo entre en cuestionamientos. No pocas
ocasiones podemos señalar que el peor error de una persona que publica cosas de otras
es que no sabe cómo sustentar la veracidad de las mismas. Si se exige una actuación
conjunta en el hecho cuento el sujeto activo demuestre que utilizó la información de
terceras personas o utilizó información desactualizada, solo en esos casos se exigiría una
actuación probatoria de la parte afectada.
III.- A MANERA DE RESUMEN.
En el Perú existe una regulación penal que sanciona las conductas que atentan contra el
derecho al honor de las personas, y pese a que esta forma de tratamiento judicial es
cuestionada porque se suele señalar que la controversia debería ser analizada y resuelta
en la vía civil, lo cierto es que a modo de lege ferenda, mientras exista una confundida
idea de que la libertad de expresión es libertinaje de expresión, entonces solo existirá
una vía en donde se reciban las querellas ante este tipo de conductas.
Las redes sociales se han convertido en el nuevo mundo de interacción social, en donde
numerosas personas invierten horas de su vida revisando todo lo que otros publican, y
por eso es que a este tipo de instrumento cibernético se le debe equiparar a cualquier
otro medio de comunicación social, incluso deberíamos ubicarlo entre uno de los más
importantes.
No existen reglas diferentes para iniciar un proceso penal por difamación cuando la
información divulgada fue a través de medios tradicionales de comunicación y mediante
redes sociales de uso masivo. En realidad cualquier de ellas puede afectar el honor de
una determinada persona (natural o jurídica).
Finalmente, el uso de una red social no solo es muestra de la libertad de expresión que
toda persona debe realizar en una sociedad democrática, sino que también debe
empezarse a reforzar la idea de que estos modernos medios de comunicación también
comprenden una enorme responsabilidad, ya que mientras no se internalice la idea de
que el derecho al honor de una persona es una barrera infranqueable para la libertad de
expresión (salvo con ciertas excepciones), entonces no se avanzará como sociedad toda
vez que poco a poco se empezará a perder parte del respeto social como personas.

Referencias
[1] Art.- 132.- Difamación: El que, mediante varias personas, reunidas o separadas, pero
de manera que pueda difundir la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una cualidad
o una conducta que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa. Si la
difamación se refiere al hecho previsto en el artículo 131, la pena será privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de dos años y con noventa a ciento veinte días-multa.
Si el delito se comete por medio del libro, la prenda u otro medio de comunicación social,
la pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y de ciento
veinte a trescientos sesenticinco días-multa.
[2] Cfr. RODRIGUEZ DELGADO, Julio. Problemática penal del honor y de las libertades de
información y de expresión ¿Libertad de información o libertinaje informativo?, p. 122,
en: DERECHO&SOCIEDAD N° 16.
[3] Véase la STC N° 00249-2010-PA/TC, Lima, del 04 de noviembre de 2010,
fundamentos jurídicos 10 y 11.
[4] El TC peruano, en el Exp. N° 01435-2010-PA/TC, del 11 de octubre de 2010,
fundamento jurídico 4, ha establecido que: “En cuanto al fondo, es conveniente tener en
consideración que la obligación de rectificar informaciones inexactas o agraviantes al
honor o a la buena reputación difundidas por cualquier medio de comunicación social
tiene por finalidad, a la par de contribuir con una correcta formación de la opinión pública
libre (…)”.
[5] Véase el caso llevado ante la Corte Suprema en el Recurso de Nulidad N° 1013-2017-
Lima, del 01 de setiembre de 2017.
[6] Véase el fundamento 13 del Acuerdo Plenario N° 3-2006/CJ-116, del 13 de octubre
de 2006, donde se establece que: “[E]l análisis está centrado en determinar el interés
público de las frases cuestionadas –deben desbordar la esfera privada de las personas,
única posibilidad que permite advertir la necesidad y relevancia para lo que constituye el
interés público de la opinión-y la presencia o no de expresiones indudablemente
ultrajantes u ofensivas, que denotan que están desprovistas de fundamento y o
formuladas de mala fe –sin relación con las ideas u opiniones que se expongan y, por
tanto, innecesarias a ese propósito, a la que por cierto son ajenas expresiones duras o
desabridas y que puedan molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige”.

Introducción
El delito por difamación e injuria es una sanción que se considera cuando una persona entiende que
determinada información u opinión que daña o puede de que produzca daños cualitativo a la moral u honor de
una o varias; esta contemplación como forma básica de desarrollar el presente estudio de derecho y su relación
con el código, debemos citar ante de exponer una tesis de lo que representa la difamación y la injuria en nuestro
código y la ley de expresión y difusión del pensamiento al día de hoy mostrando las sanciones que presenta las
mismas dentro de la jurisdicción dominicana.

La difamación y la injuria
El art.367 del código penal la define como la alegación o imputación de un hecho, que ataca el honor o la
consideración de la persona o del cuerpo a cual se imputa
La injuria es cualquier expresión afrentosa, cualquier invectiva o término de desprecio, que no encierre la
imputación de un hecho preciso
El difamador se refiere a un hecho determinado, exacto o falso que ataca el honor o la consideración de una
persona, como por ejemple: Juan fue el que robo el caballo a Pedro.
La injuria existe por el mero hecho que se emplee con respecto de una persona una expresión afrentosa o
despreciativa en si, sin imputarle un hecho preciso, como por ejemplo: Juan es un ladrón. Aquí no se establece
con precisión el echo de que le robo a alguien, sino que se señala un vicio determinado, tal como lo requiere el
art.373 en su parte infine.

Declaración internacional sobre leyes penales de difamación


de América Latina
El delito por difamación e injurias1es una sanción que se considera cuando una persona entiende que
determinada información u opinión dañó su honor. La legislación establece una serie de excepciones que
exoneran de pena pero en ningún caso excluyen el delito.
 La reivindicación principal es la eliminación de las leyes penales de difamación, no cualquier ley de difamación.
El objetivo es lograr su descriminalización, es decir, que no sea considerado un delito y por tanto no tengan
penas de prisión.
 Una declaración internacional firmada por periodistas y defensores de la libertad de prensa afirmó:

La criminalización de la difamación es una respuesta desproporcionada e innecesaria a la necesidad de proteger reputaciones. Las
leyes civiles de difamación proporcionan una reparación suficiente para todos aquellos que reclaman haber sido difamados.
Además, no debería haber responsabilidad a menos que el demandado actúe con desprecio por la verdad. Las leyes de difamación
civil no deberían proporcionar una protección especial para las figuras públicas. En casos de interés público, es necesario que los
demandantes demuestren que la información difamatoria es falsa. Cualquier reparación ordenada en casos civiles debería ser
proporcional al daño causado demostrable.

Elemento constitutivo común de la difamación y la injuria


La publicidad: la difamación y la injuria contra los particulares no constituyen delitos propiamente dichos
cuando no se efectúen públicamente. En ausencia del elemento de la publicidad la injuria constituye una
contravención de simple policía según el art.373. la difamación misma cuando ella no se efectúa públicamente
cambia en cierto sentido de naturaleza y es sancionada como la simple injuria. De conformidad de disposiciones
del articulo 471, apartado 16 del código penal.
Los lugares públicos por naturaleza son aquellos frecuentados por todo el mundo o donde cualquier persona
puede tener aseso en todo momento. Los lugares públicos por destino son aquellos avenibles a todas las personas
que quieran entrar en ellos con un fin determinado.
Se distingue de los anteriores en que la publicidad no es inherente a su naturaleza: en cierto momento puede
dejar de abrirse al publico (salas de audiencias, etc.) para determinar la diferencia hay en realidad, en el
momento del delito estaba abierto al publico. En general los lugares privado pueden ocasionalmente en
convertirse en lugares públicos.es una cuestión de echo corresponde a la corte de casación verificar si
el carácter publico de la difamación resulta de la circunstancia de echo comprobadas por los jueces del fondo.
Elementos constitutivos espéciales de la difamación
 1) La alegación o imputación de un hecho preciso
La alegación es una aserción producida sobre un rumor público o una simple suposición, mientras que la
impugnación es una afirmación personal fundada en un conocimiento personal firme.
Estas deben radicarse en un echo preciso, cuya veracidad o falsedad pueda ser comprobada. Por ejemplo, el
inculpado a dicho que tal persona había sido condenada por robo creía que había sido condenada por robo. El ha
enunciado un hecho preciso que puede ser verificado, luego ha cometido una difamación y estas pueden ser
castigables, aunque fuera presentada bajo una forma disfrazada o por vía de insinuación.
 2) Un hecho que encierre un ataque al honor o a la consideración
Ataca al honor cuando es contrario a la propiedad, a la lealtad, a la honestidad, poco importa que sea castigable
por la ley penal. Por ejemplo: las alegaciones que un ciudadano ha empleado sus influencias para que le
exoneren del servicio militar o que actúa de mala fe en los negocios.
Ataca la consideración cuando lesiona a una persona en su aspecto ético, esto es, cuando es susceptible de
comprometer su situación social o profesional. Tal es la alegación de que un hombre casado tiene una concubina.
Asimismo, la afirmación de que un abogado se descuida en los asuntos al confiado. Esto son imputaciones de
hechos contrarios a la consideración de la persona.
 3) La designación de la persona o del organismo al cual se impute el hecho
No es necesario que la persona sea designada expresamente por su nombre: es suficiente que pueda identificarse
de un modo claro y preciso a la persona aludida.
Cuando la difamación esta dirigida contra una persona moral o una colectividad, se impone una distinción. En
caso de que la imputación se haga de tal manera que atente contra cada miembro de la colectividad cada
asociado puede demandar al difamador.
 4) La intención culpable
Es siempre exigida y aun a falta de publicidad, cuando la difamación se convierte en una simple contravención;
poco importa el móvil.
Esta intención delictuosa se presume y es al prevenido a quien le corresponde probar que esta intención no
existe, mediante la exposición de hechos justificados de su buena fe y los jueces del fondo apreciaran, bajo
el control de la corte de casación, el valor de los hechos justificados alegados.
Si falta uno de los cuatros elementos ya mencionados, desaparece la infracción. En tal virtud se extingue
la acción publica la cual no podrá ser ejercida contra el autor pero el echo puede constituir un delito civil o un
cuasidelito. La acción civil en reparación del daño puede ser ejercida antes los tribunales civiles.
Elementos constitutivos especiales de la injuria
 1) Expresión afrentosa, término de desprecio o invectiva
Para que exista el delito de injuria a particulares es necesario, según el art. 373 del código penal, que la expresión
afrentosa, el término de desprecio o la invectiva, entrañe el doble carácter de publicidad y de imputación de un
vicio determinado pero la ley no exige como en el caso de la difamación, la imputación de un echo preciso.
Importa poco que la expresión incriminada atente o no contra el honor o la consideración de la persona
agraviada. El carácter injurioso se desprende de su violencia o de su grosería.
 2) Designación de la persona injuriada
Como la difamación, la injuria debe haber sido dirigida contra una persona o un cuerpo constituido. Como la
difamación, la injuria puede consistir en palabras o en hechos, pero también pueden consistir en escritos, pues a
pesar de la deficiencia de la formula legal, no es posible duda alguna acerca del pensamiento del legislador de
comprender en la definición de la injuria las imputaciones escritas dirigidas a una persona o a un cuerpo
constituidos. Los artículos 367 y 369 se refieren a personas vivas. En efecto, los artículos 367 y 369 se refieren (al
hablar de difamación e injuria) la persona vivas puesto que solo ellas pueden ser lastimadas por la difamación o
por la injuria. Así se expresa la SCJ, en la sentencia que, en funciones de corte de casación, pronuncio el 28 de
enero de 1927 (bol.jud.no.198,p.13). lo que se protege pues no es la reputación o la memoria del muerto, sino a
los herederos cuando prueban que han sufrido un perjurio.
 3) Intención culpable
Como en el caso de la difamación, el autor de la injuria debe haber actuado con intención culpable. No puede
haber injuria sin intención de injuria. Se presume la intención.
El dolo especifico de la injuria esta formado por dos circunstancias:
 A) El conocimiento de que las expresiones usadas o acciones ejecutadas sirvan comunmenmente para
deshonrar u ofender.
 B) Que haya sido pero fer das o ejecutadas en carácter agraviante.
Contravenciones de la injuria
Toda injuria que no presente el doble carácter de publicidad y de imputación de un vicio determinado, constituye
una contravención de injuria (Art.373, parte in fine.los jueces de paz son competente para juzgar y condenar con
penas de simple policía a los culpables de la contravención de la injuria. Ellos dejan de serlo cuando en los
hechos concurre la circunstancia de la publicidad de la injuria, caso que son competentes los tribunales de 1era
instancia.

Competencia de la difamación e injuria


El delito de difamación e injuria es competencia del juzgado de primera instancia y cuando este tribunal sea
declarado incompetente la corte apoderada por el recurso de apelación debe avocar el fondo y decirlo así nos
expresa la jurisprudencia (B.J. 749, pagina 823, abril del 1973) que dice: CONSIDERANDO, que el examen
del fallo impugnado pone de manifiesto los hecho puestos a cargo del prevenido S. fueron difamación e injuria,
castigados con penas de prisión correccional, según el articulo 371 del código penal, por lo cual su conocimiento
y fallo correspondía al tribunal de prime instancia, y no al juzgado de paz, como lo había entendido
erróneamente la tercera cámara penal, apoderada del caso; que en esa condiciones, la corte a-qua, puesto que la
cámara citada al conocer de la oposición del prevenido, no juzgo el caso a fondo, sino que se limito a declinar al
juzgado de paz, debido al anular el fallo de primera instancia avocar el fondo y decidirlo; que, al no hacerlos así
desconoció el articulo 215 del código de procedimiento criminal por lo que la sentencia impugnada debe ser
casada.
Con excepción de la contravención de la injuria que esta es competencia del juzgado de paz así lo expresa el
código penal en su artículo 471 apartado 16
Una sentencia de la suprema corte (B.J. 399, p. 931, del año1943) presenta como regla que la difamación misma,
cuando ella no se efectúa públicamente, cambia en cierto sentido de naturaleza y es sancionada como la simple
injuria, esto es, como la contravención de injuria.

El régimen de responsabilidad civil de la difamación e injuria


El régimen de responsabilidad civil establecido en la ley 6132 se basa en reglamentar la formar en la cual debe
expresarse el pensamiento en un escrito y su posterior publicación, es decir, de manera escrita o de cualquier
forma ya establecida en su art.23, mientras que el régimen de responsabilidad del articulo 367 del Código Penal
se basa en que la difamación en violación a este articulo es cuando se alega verbalmente algo en prejuicio de
moral de una persona física o moral.
Diferencia existente entre el articulo No. 367 del Código Penal Dominicano y la Ley No. 6132 de
15/12/1962 sobre expresión y difusión del pensamiento
Se basa en que de un lado tenemos la ya citada ley, la cual de acuerdo a lo expresado en su contexto consiste en
reglamentar y garantizar la libertad de expresión del pensamiento y regir y salvaguardar el buen ejercicio de ese
derecho inherente a todos los ciudadanos, respetando así la honra de los demás y porque no de la sociedad y a
que no se atente contra su integridad, su paz o estabilidad democráticas los cuales deben estar garantizados. Esta
ley reglamenta el derecho de Publicación de la dirección y del deposito de cualquier escrito periódico lo que es su
objeto principal, es decir, la expresión escrita y publicada por cualquier periódico de circulación
nacional, revista, telegrama difundido por cualquier medio de prensa ya sea, la televisión, la radio, entre otros.
Mientras que el objeto del articulo No. 367 del Código Penal es el de reglamentar la difamación como la
alegación o imputación de un hecho, que ataca el honor o la consideración de la persona o del cuerpo al cual se
imputa. Otra definición seria que la difamación no es más que tratar de dañar deliberadamente el buen nombre
de una persona o una institución, mediante el uso de frases peyorativas o de invectivas que menoscaben
el crédito publico de las mismas, que no respondan a la verdad, ya que toda persona e institución debe mantener
incólume su buena fama. (Sentencia de fecha 29 de Septiembre del 1999, No.69).

Las penas en difamación e injuria


Las penas que establecen la ley 6132 en su articulo 33 es de de quince días a seis meses de prisión y con multa de
RD$25.00 a RD$200.00, o con una de estas dos penas solamente. Y en algunos caso especiales como lo son la
difamación al presidente de la republica se castigara con la pena de tres meses a un año de prisión y con multa de
RD$100.00 a RD$1,000.00, o con una de las dos penas solamente. Según el art.26 de dicha ley
En el caso de la injuria los art.34 y 35 de la ley 6132 expresan lo siguiente
Art. 34.- La injuria cometida por los mismos medios en perjuicio de los organismos o personas designados por
los artículos 30 y 31 de la presente ley se castigara con pena de seis días a tres meses de prisión y con multa de
RD$6.00 a RD$60.00 o con una sola de estas dos penas.
Art. 35.- La injuria cometida de la manera establecida en el artículo 34, en perjuicio de particulares, cuando no
fuere precedida de provocación, se castigará con cinco días a dos meses de prisión y con multa de RD$6.00 a
RD$50.OO, o con una sola de esta penas.
El máximo de la pena será de 6 meses y el de la multa será de RD$100.00, si la injuria hubiere sido cometida con
el propósito de provocar sentimientos de odio en la población, en perjuicio de un grupo de personas que, por su
origen, pertenecen a alguna raza o a alguna religión determinada.
La prescripción de la acción penal en el caso de la difamación e injuria según el código de
procedimiento penal el código penal y la ley 6132 de expresión y difusión del pensamiento
la prescripción para el delito de difamación tipificado por el articulo No. 367 del Código Penal por ser un delito
correccional prescribirá en el plazo de tres años conforme a la prescripción de los delitos en materia correccional.
La ley 6132 del diecinueve (19) de diciembre de mil novecientos sesenta y dos (1962) señala que las acciones
fundadas en dicha ley deben ser incoadas dentro de los dos meses que siguen a la difusión de las expresiones de
que se trate.
En efecto, el Artículo 61 de la Ley 6132 prescribe: "Art. 61.- La acción pública y la acción civil resultante de los
crímenes y delitos previstos por la presente ley prescribirán después de dos meses cumplidos, a partir del día en
que hubieren sido cometidos o del día del último acto de persecución si ésta ha tenido lugar".
El Código Procesal Penal o Ley 76-02 fue promulgado el diecinueve (19) de julio del año dos mil dos (2002): lo
que significa que el mismo es posterior en el tiempo a la Ley 6132 y sus disposiciones.
Dicho Código Procesal Penal (Ley 76-02) dispone en su Artículo 45:
"Art. 45.- Prescripción. La acción penal prescribe:
1.- Al vencimiento de un plazo igual al máximo de la pena, en las infracciones sancionadas con pena privativa de
libertad, sin que en ningún caso este plazo pueda exceder de diez años ni ser inferior a tres.
2.- Al vencimiento del plazo de un año cuando se trate de infracciones sancionadas con penas privativas de
libertad o penas de arresto".
El Artículo 33 de la Ley 6132 prescribe que la pena aplicable en caso de difamación en perjuicio de los
particulares es la de quince días a seis meses de prisión y multa de RD$25.00 a RD$200.00, ó una de estas dos
penas solamente; en efecto, dicho Artículo 33 reza: "Art. 33.- La difamación cometida en perjuicio de los
particulares por uno de los medios enunciados en los Artículos 23 y 29 se castigará con pena de quince días a seis
meses de prisión y con multa de RD$25.00 a RD$200.00, o con una de estas dos penas solamente. La
difamación cometida por los mismos medios contra un grupo de personas, no designadas por el artículo 31 de la
presente ley, pero que pertenecen por su origen a una raza o una religión determinada, se castigará con pena de
RD$25.00 a RD$200.00, cuando tuviere por objeto provocar sentimientos de odio en la población".
De la lectura confrontada y de la interpretación combinada del Artículo 45 del Código Procesal Penal y del
Artículo 33 de la Ley 6132 se desprende que la acción para perseguir la difamación en el caso de la especie
prescribe al término del máximo de la pena aplicable, que en este caso es de seis (6) meses.
La parte in-fine del Artículo 449 del Código Procesal Penal (o Ley 76-02) prescribe expresamente: "Queda
derogada toda otra disposición de Ley Especial que sea contraria a este código".
El Artículo 57 del Código Procesal Penal prescribe: "Art. 57.- Exclusividad y Universalidad. Es de la competencia
exclusiva y universal de las jurisdicciones penales El Conocimiento y Fallo de Todas las Acciones y Omisiones
Punibles previstas en el Código Penal y en la Legislación Penal Especial, y la ejecución de sus sentencias y
resoluciones, según lo establece este Código. Las normas de procedimiento establecidas en este Código se aplican
a la investigación, conocimiento y fallo de cualquier hecho punible, sin importar su naturaleza ni la persona
imputada, incluyendo los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, aun cuando los hechos
punibles que les son atribuidos hayan sido cometidos en el ejercicio de sus funciones y sin perjuicio de las
facultades estrictamente disciplinarias de los cuerpos a los que pertenecen. Los actos infracciónales
y procedimientos en los casos de niños, niñas y adolescentes se rigen por su Ley Especial.
Como se puede apreciar, el Código Procesal Penal derogó todos los aspectos de procedimiento de todas
las leyes especiales que le fuesen o sean contrarios, con excepción de la Legislación Especial de Menores.
Dicha derogación es Expresa: Sólo hay que examinar dichos citados Artículos 449 y 57: Derogó cualquier
disposición procesal de cualquier Ley Especial que le sea contraria, con excepción de la Legislación Especial de
Menores.

Conclusión
Atreves de este reporte de trabajo especial podemos connotar la apreciación de nuestra legislación en el código
penal dominicano y su contraposición del carácter social que afecte el compromiso social en materia de derecho
penal en la formulación de la exanimación que realizamos con ambos casos que por estar íntegramente
relacionados y que remueven en un acto social aunque el código los trae de manera diferente en un contexto ya
antes desarrollado, en conclusión los temas antes tratados demuestran y formulan el carácter moral y social del
procesa penal que evaluamos anteriormente, al hablar de este tema esperamos que haya sido del mayor provecho
y admiración hacia una cultura penal de movilización frontal, apreciable desde cualquier punto de vista.

Bibliografía

Derecho penal especial dominicano


Concepto. Elementos. Medios de Comisión. Tipos. Atenuantes. Causas de excepción de culpabilidad.
Diferencias con el delito de difamación. Ubicación en el Código Penal Venezolano.
La injuria tiene una gran diferencia con la difamación; porque el hecho que se imputa no es determinado sino
que lo que se le imputa a la persona es un hecho genérico (diferencia con la difamación).
Art. 444 C.P. “Todo individuo que en comunicación con varias personas, juntas o separadas, hubiere ofendido
de alguna manera el honor, la reputación o el decoro de alguna persona, será castigado con prisión de seis
meses a un año y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.).
Si el hecho se ha cometido en presencia del ofendido, aunque esté solo, o por medio de algún escrito que se le
hubiere dirigido o en lugar público, la pena podrá elevarse en una tercera parte de la pena a imponer,
incluyendo en ese aumento lo referente a la multa que deba aplicarse, y si con la presencia del ofendido
concurre la publicidad, la pena podrá elevarse hasta la mitad.
Si el hecho se ha cometido haciendo uso de los medios indicados en el primer aparte del artículo 442, la pena
de prisión será por tiempo de un año a dos años de prisión y multa de doscientas unidades tributarias (200 U.T.)
a quinientas unidades tributarias (500 U.T.)
Parágrafo único: En caso de que la injuria se produzca en documento público o con escritos, dibujos divulgados
o expuestos al público o con otro9s medios de publicidad, se tendrá como prueba del hecho punible y de la
autoría el ejemplar del medio impreso o copia de la radiodifusión o emisión televisiva de la especie injuriante”.
Si leemos los dos artículos (442 y 444) inmediatamente diremos “por encimita” esto es lo mismo, no tiene
diferencia alguna; pero la diferencia que tiene estriba en la injuria se establece: “Hubiere ofendido de alguna
manera”;es decir de cualquier otra manera que no sea determinada; por ejemplo decirle ladrón a alguna
persona; mientras que en la difamación “imputado a un individuo un hecho determinado” en este caso el
ejemplo sería llamar ladrón a una persona pero imputándole concretamente que se robó. Es por eso que no se
puede decir, “te voy a demandar por difamación e injuria” por que o es difamación o es injuria. Esta es la única
diferencia, todo lo demás es igual:
Semejanzas entre la difamación y la injuria:
Ambos son delitos de acción privada, deben haber dos personas o más reunidas o separadas, también se
puede utilizar cualquier medio; será también simple y agravada; es decir tiene los mismos presupuestos, todo
se da igual que en la difamación: El mismo sujeto activo, el mismo sujeto pasivo; en ambos casos se ataca el
honor y la reputación de las personas; tiene el mismo objeto material, etc.
DIFERENCIAS ENTRE EL DELITO DE DIFAMACIÓN Y EL DELITO DE INJURIA:
En la difamación se imputa un hecho determinado y en la injuria un hecho genérico;
La difamación acepta la excepción de la verdad y la injuria no la acepta;
La difamación tiene una pena mayor a la injuria y;
El lapso de prescripción de la difamación es más largo que el de La injuria, porque tiene más pena.
En el primer y segundo aparte y en el parágrafo único del Art. 444 C.P. Es igual al parágrafo del Art. 442. Las
pruebas que se presenten para dilación y para injuria van a ser válidas en el proceso sin ninguna otra discusión
porque la Ley permite que sean incorporadas y evacuadas sin ningún tipo de objeción mientras se refiera a lo
que está allí.
Dentro de la clasificación tenemos: La injuria simple (encabezado Art. 444) y la injuria agravada (primer aparte
Art. 444); La injuria agravada nos presenta dos modalidades: a) cuando el acto se cometa en presencia del
ofendido y b) en las mismas circunstancias del Art. 442, es decir que se haya ejecutado en documento público,
escrito o dibujo, por cualquier medio de publicidad y termina diciendo en lugar público.
El Código penal nos establece unas causas eximentes de responsabilidad penal; a tal efecto el Art. 447 dice lo
siguiente: “No producen acción las ofensas contenidas en los escritos presentados por las partes o sus
representantes, o en los discursos pronunciados por ellos en los estrados ante el Juez, durante el curso de un
juicio; pero independientemente de la aplicación de las disposiciones disciplinarias del caso, que impondrá el
Tribunal, aquella autoridad podrá dispones la supresión total o parcial de las especies difamatorias, y si la parte
ofendida lo pidiere, podrá también acordarle, prudentemente, una reparación pecuniaria al pronunciar sobre la
causa”.
Esta es una causa de justificación: cuando haya actuación en los estrados en el rol de defensor, de acusador o
en el rol jurisdiccional; de cualquier forma que se produzca un epíteto que pueda ser calificado como una
ofensa al honor o reputación y encuadre dentro de la conducta de difamación o de injuria; la persona está
exenta de responsabilidad penal, por que está actuando en estrado y es una causa de justificación o eximente
de responsabilidad; independientemente que la persona pueda ser sancionada administrativamente.
Recordemos que las partes tienen que litigar con buena fe como establece el COPP, además de ello, el Juez
como director de ese proceso tiene la facultad de intervenir y poner orden en el proceso, tomando los
correctivos que sean necesarios.
Art. 446 C.P. “Cuando en los casos previstos en los dos artículos precedentes, el ofendido haya sido la causa
determinante e injusta del hecho, la pena se reducirá en la proporción de una a dos terceras partes.
Si las ofensas fueren recíprocas, el Juez podrá según las circunstancia, declarar a las partes o a algunas de
ellas, exentas de toda pena.
No será punible el que haya sido impulsado al delito por violencias ejecutadas contra su persona”.
El encabezado del artículo funciona como atenuante, sin más explicación.
Primer aparte: ofensas recíprocas, este le dijo y aquel le respondió (animus retorquendi).
En el último aparte hay una acción traída por violencia.
El Código Penal continúa hablando de unas penas accesorias en el Art. 448; habla de la confiscación,
supresión de impresos, dibujos y demás objetos; de la publicación de la sentencia y finalmente habla de que la
acción penal puede ser sucedida post morten, po9r los familiares del de cujus para salvar el honor y loa
reputación de quien en vida fue atacado, difamado o injuriado.
El Art. 450 C.P. habla de la prescripción. Estos dos artículos son eximentes. Prescribe por un año en el caso de
la difamación y por seis meses en los casos especificados en los artículos 444 y 445, es decir en la injuria. Esta
es otra diferencia, la difamación prescribe al año y la injuria prescribe a los seis meses.
Nota: La querella debe tener ciertos requisitos, no es suficiente que el C.P. establezca que el solo hecho que la
persona traiga un anuncio de prensa, lo tiene que valorar el Juez como prueba porque así está establecido;
pero ello no quiere decir que con esa prueba única y exclusivamente se determine la culpabilidad. El artículo no
dice que eso hará plena prueba y que por medio de ello se puede sancionar a alguien; allí lo que dice es que
será tomado como medio de prueba, después vendrá la valoración. Cuando la parte agraviada interpone una
querella y si sólo la acompaña con el recorte de prueba, la persona está caída, porque ella por si sola no
demuestra la culpabilidad, hará falta la declaración de los testigos, de expertos, documentales, etc, como
establece el Código. Por ejemplo, no se puede ir a juicio con el acta policial nada más; porque hay un criterio
del TSJ en Sala Constitucional que dice que la declaración de los funcionarios en actas no constituye prueba
para inculpar a una persona, ni siquiera para privarla de libertad. Lo mismo sucede en el caso que evaluamos,
la persona inicia porque la acción es suya, cuando interponga la querella se la admitirán pero luego le dirán que
es inadmisible por los motivos que están en el Código penal, la persona tendrá que tener la habilidad para traer
sus testigos y demostrar que se le causó un agravio.
En caso de funcionario público se anteponen algunos criterios del TSJ referidos a los derechos colectivos e
individuales. Se refiere por ejemplo que el honor de la persona es un derecho individual, pero el deber de
informar a la colectividad es un derecho colectivo; además de que constituye un deber para algunas personas
en cargos públicos el deber de informar: derecho de estar informado e informar.

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