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Asignatura: Introducción a la Salud Ocupacional

Curso 5: Ergonomía Ocupacional


Docentes responsables del curso: Dr. Elías Apud - Dr. Felipe Meyer

TEMA 5: CRITERIOS ANTROPOMÉTRICOS


Aspecto Teóricos
Profesores participantes: Dres. Elías Apud - Felipe Meyer

Objetivos del texto:

• Conocer la utilidad de la antropometría

• Definir los conceptos básicos de antropometría

• Explicar los métodos y herramientas usados en antropometría

• Conocer los elementos básicos del diseño de un puesto de trabajo

1. INTRODUCCIÓN

Las herramientas, máquinas, puestos de trabajo y vestuario, entre otros implementos,


deben ser proporcionales a las dimensiones de los usuarios. Aunque este es un principio
ergonómico básico, en la práctica, los síntomas músculo-esqueléticos son comunes entre
los trabajadores. En Chile, por ejemplo, la Unidad de Ergonomía de la Universidad de
Concepción, ha realizado distintos estudios para detectar la percepción de síntomas
músculo-esqueléticos por parte de los trabajadores, tanto en aquellos que realizan
actividades sedentarias como pesadas. Los hallazgos revelan que, independiente de la
ocupación, más del 60% de la población laboral manifiesta, en alguna etapa de su vida,
este tipo de síntomas. Esto no es sólo un problema en Chile. Por ejemplo, Mandal ya en
1981 sostenía que "más de la mitad de la población mundial se queja hoy en día de dolor
de espalda".

Un estudio realizado por van Wely (1970) demostró una clara asociación entre la postura
de trabajo y las consultas por problemas músculo-esqueléticos recibidas en un centro
médico industrial. En base a sus resultados, propuso un sistema para relacionar postura de
trabajo y el posible lugar de aparición de síntomas, que se reproduce a continuación:

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Resumido de: van Wely, P (1970) “Design an disease”. Applied Ergonomics,1:5

Si observamos nuestro entorno veremos que las posiciones enumeradas son muy comunes.
En realidad, llama la atención la falta de consideración de las medidas antropométricas de
los usuarios en el diseño de máquinas y puestos de trabajo. Lamentablemente, esto
también es extensivo a todos los otros elementos de uso humano. En el comercio, hay
tiendas que expenden artículos rotulados como ergonómicos, pero esto generalmente no
pasa de ser un término comercial, ya que tales implementos pocas veces resisten un
análisis serio. Por esta razón, es importante que los ingenieros, diseñadores, arquitectos y
todos los profesionales vinculados al quehacer industrial, tengan algunas pautas que les
permitan seleccionar los mejores elementos existentes, de acuerdo a las características de
sus potenciales usuarios.

2. ANTROPOMETRÍA PARA EL DISEÑO ERGONÓMICO

La antropometría se define como el estudio de las dimensiones del cuerpo humano. Una
importante preocupación para los ergónomos son las diferencias de tamaño corporal que se
encuentran en distintos grupos étnicos. En otras palabras, lo que puede estar bien diseñado
para una población determinada, puede resultar muy incómodo para un grupo de distintas
características. Si observamos en la Figura 1, dos etnias tan diferentes en su físico, como
son los esquimales y algunas tribus africanas, podremos darnos cuenta de la dificultad de
llegar a diseños que tengan carácter universal. Como se observa, los esquimales tienen un
físico que les ayuda a conservar el calor. Son de tronco grande y extremidades cortas y
gruesas, mientras que las tribus africanas, de físico denominado nilótico, son exactamente
lo opuesto, vale decir tronco pequeño y extremidades largas y delgadas, lo que por el clima
caluroso en que viven, les permite transferir con mayor facilidad el calor que producen
desde su cuerpo al ambiente que los rodea. No hay que olvidar que cuando decimos “hace
calor”, la expresión correcta es “tengo dificultades para eliminar el calor que estoy
produciendo”.

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Figura 1. Ilustración de las características físicas de dos grupos étnicos extremadamente
diferentes

Independiente de lo anterior, para el diseño del trabajo, es necesario considerar también


las diferencias entre individuos que pertenecen a un mismo grupo étnico. Por ejemplo, en
la tabla 1 se resumen los promedios y el rango de estatura de cuatro grupos de chilenos
de 20 a 29 años de edad. Como se puede ver, los trabajadores forestales son, en
promedio, 10 cm más bajos que los estudiantes de edad similar.

Tabla 1. Promedio y rango de estatura de cuatro grupos de varones chilenos de 20 a 29


años de edad.

Reproducido de: Apud, E. “Anthropometry, work capacity and boby composition of Chilean workers”.
En: “Ergonomics in tropical agriculture and forestry”. Ed. PUDOC, Holanda, 1979.

Hay diversas explicaciones para estas diferencias entre grupos de personas de un mismo
país. Los antropólogos sostienen que los forestales de la Octava Región, tendrían un
componente de indigeneidad mayor que los hace más pequeños, mientras que los
nutricionistas plantean que la menor estatura podría deberse a malnutrición en la etapa de
crecimiento y desarrollo. Si bien no es del caso analizar el origen de estas diferencias,
desde un punto de vista ergonómico, es algo que no podemos dejar de considerar,
particularmente a la hora de planificar estudios tendientes a obtener estándares de tamaño
corporal para diseño ergonómico.

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Una importante consideración cuando se emplea información antropométrica para el diseño
del trabajo es que, normalmente, no es conveniente tomar como referencia al
hombre promedio. Habitualmente, es mejor tomar como referencia los extremos
de tamaño corporal. Por ejemplo, si hay que colocar una puerta en un espacio
restringido, la altura mínima debería estar determinada por la persona de mayor estatura.
Si fuera diseñada para el hombre promedio, las personas más altas tendrían que inclinarse
para no golpear sus cabezas. En otros casos, se recomienda usar las dimensiones de los
sujetos más pequeños como, por ejemplo, cuando se decide la altura máxima para ubicar
un control que debe ser alcanzado hacia arriba. Esto que parece tan lógico hace pensar que
el sentido común “es el menos común de los sentidos”. A manera de ejemplo, en la
figura 2, se puede ver algunas áreas de circulación en empresas, en que algo tan básico,
como es la estatura de las personas que por allí circulan, ha sido omitida.

Figura 2. Vigas en pasillos de circulación

Los ejemplos anteriores no son aislados y hay situaciones peores como, por ejemplo, la que
se ilustra en la figura 3. Obsérvese como al final de una escalera cruza un tubo a ¡70 cm.
de altura! y el trabajador tiene que pasar por debajo para continuar su trayecto.

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Figura 3. Espacio de 70 cm de altura al final de una escalera

Para los diseñadores es prácticamente imposible acomodar a toda la población, puesto que
en cualquier grupo humano hay grandes variaciones de tamaño, desde enanos a gigantes.
A manera de ejemplo, en la figura 4 se puede observar juntos a dos astronautas; la mujer
de menor estatura junto al varón de mayor estatura. ¡Difícil decisión para los diseñadores
acomodar a estas dos personas en un mismo puesto de trabajo ya que tienen una
diferencia de estatura cercana a los 60 cm!

Figura 4. Diferencias de tamaño corporal de dos personas que realizan el mismo trabajo
en una nave espacial

Por esta razón, para diseño ergonómico, los estándares antropométricos se restringen
habitualmente al 95% de la población. Esto significa excluir el 5% de los individuos
más grandes o el 5% de los individuos más pequeños, según la dimensión requerida para
un determinado aspecto del diseño. Una ilustración simple, se puede ver en la figura 5a. La
idea es que las personas que se sitúan en los extremos siempre requerirán ajustes
especiales.

En este sentido, es importante destacar que en diversos estudios demuestran serios


problemas asociados al diseño de puestos de trabajo, razón por la cual, es conveniente
fundamentar las características que deberían tener los asientos, superficies de trabajo para

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actividades de pie y sentado, áreas de visión y alcance, espacios, etc. En este sentido, una
importante consideración cuando se emplea información antropométrica es que,
normalmente, no es conveniente tomar como referencia al hombre promedio.
Habitualmente, es mejor considerar los extremos de tamaño corporal. Por ejemplo, la
altura mínima de la cabina de un vehículo debería estar determinada por la altura sentado
de la persona de mayor estatura. En otros casos, se recomienda usar las dimensiones de
los sujetos más pequeños como, por ejemplo, cuando se decide la altura máxima para
ubicar un control que debe ser alcanzado hacia arriba. Algunos ejemplos se pueden
observar en la figura 5b.

Figura 5a. En Ergonomía es usual restringir las dimensiones de las personas, descartando,
según se requiera, a los extremos superior o inferior. 5b Ejemplos de diseño para personas
de mayor tamaño (95 percentil) o menor tamaño (5 percentil).

5.a

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Para este propósito, la distribución de las dimensiones corporales se representa
habitualmente en una curva de frecuencias acumuladas, excluyéndose el percentil 5 ó el
percentil 95, según se necesite como referencia a los individuos de menor o mayor tamaño
respectivamente. A manera de ejemplo, en la figura 6 se puede ver la distribución de la
circunferencia de cintura de una muestra de varones, útil en la determinación de tallas para
vestuario. Como se observa en la figura, el rango oscila entre 63,5 cm y 121,5 cm, lo que
significa una diferencia de 58 cm entre ambos extremos. Al tomar como referencias el
percentil 5 y 95, la diferencia se reduce a 35 cm. No cabe duda que las personas situadas
en ambos extremos requerirán tallas especiales.

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Figura 6. Distribución en una curva de frecuencias acumuladas de la circunferencia de
cintura de una muestra de varones chilenos

3. INSTRUMENTOS PARA REALIZAR MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS

Si las dimensiones de una persona se requieren sólo para mejorar su puesto de trabajo,
cualquier sistema de medición, de precisión razonable, puede ser usado. Sin embargo, si el
propósito de las mediciones antropométricas es establecer referencias para un grupo de
población, deben emplearse técnicas y equipos estándares, de buena calidad y
debidamente calibrados. Hoy en día existen algunas alternativas muy sofisticadas para la
determinación de las dimensiones del cuerpo humano. Entre estos equipos se encuentran
los scanner que apuntan a obtener una imagen tridimensional. Sin embargo, son de muy
alto costo, razón por la cual la mayoría de la información disponible en la literatura, se ha
obtenido a través de estudios unidimensionales. Los instrumentos más utilizados para
obtener medidas antropométricas son el estadiómetro, y el antropómetro.

En la Figura 7, se puede ver un estadiómetro (sirven para medir la estatura) recomendado


por el Programa Biológico Internacional. Como se observa, es portátil ya que se puede
armar como una maleta y tiene un indicador digital, lo que facilita la lectura.

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Figura 7. Estadiómetro portátil

Por su parte, los antropómetros integran la posibilidad de medir alturas y diámetros


corporales. El antropómetro ilustrado en la Figura 8, es también el instrumento
recomendado por el Programa Biológico Internacional. Tiene una barra fija, cuyo
desplazamiento permite medir anchos corporales y un brazo extensible, que permite medir
alturas. En la figura 9, se puede ver el instrumento cuando es utilizado para medir anchos
corporales, mientras que en la figura 10 se ilustra la medición de alturas.

Figura 8. Antropómetro

Figura 9. Medición del ancho de hombros

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Figura 10. Medición de la altura del hombro y de la altura del ojo

4. RELACIÓN ENTRE MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS Y DISEÑO DE PUESTOS DE


TRABAJO

Para efectos de diseño ergonómico se suele necesitar un número importante de medidas


antropométricas. A diferencia de los estudios realizados con propósitos antropológicos, las
dimensiones consideradas en estudios ergonómicos deben ser funcionales. En otras
palabras, más importante que tener referentes anatómicos, es disponer de conocimientos
que permitan definir alcances, alturas, posturas correctas, dimensiones para vestuario,
calzado, guantes, cascos, máscaras respiratorias, etc. La Unidad de Ergonomía de la
Universidad de Concepción, en sus 40 años de existencia, ha realizado diversos estudios
antropométricos. Las primeras publicaciones se basaron en una muestra de 154
trabajadores siderúrgicos y 165 trabajadores forestales (Apud,1976). Con posterioridad, la
Unidad de Ergonomía ha realizado varios estudios, de los cuales el que usamos como
referencia, se basa en una muestra de 2.030 varones y 1.735 mujeres chilenas (Apud et al,
1997). Este estudio, financiado por FONDECYT, se llevó a cabo en la Octava Región y sus
resultados están aún plenamente vigentes. En la tabla 2, se presenta parte de la batería de
mediciones antropométricas realizadas en varones chilenos, mientras que la tabla 3 incluye
las medidas equivalentes para mujeres. Se han seleccionado sólo las dimensiones para el
diseño de puestos de trabajo, ya que el estudio incluyó también mediciones de cabeza,
cara, manos y pies, que son útiles para diseño de vestuario y equipos de seguridad, tema
al que nos referiremos en el módulo de organización del trabajo. Las ilustraciones y
definiciones para las dimensiones incluidas en las tablas se pueden ver en el Anexo 1.

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Tabla 2. Resumen de las características antropométricas de 2030 hombres chilenos de 17
a 60 años de edad. Para cada dimensión se especifica el promedio, la desviación estándar y
los percentiles 1, 5, 95 y 99 (el peso está expresado en kg. y las restantes dimensiones en
cm.)

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Tabla 3. Resumen estadístico de las características antropométricas de 1735 mujeres de
17 a 60 años de edad. Para cada dimensión se especifica el promedio, la desviación
estándar y los percentiles 1, 5, 95 y 99 (el peso está expresado en kg. y las restantes
dimensiones en cm.)

Si bien conocer el tamaño de la población es la base para el diseño ergonómico, es


necesario consignar que los estudios antropométricos son un medio para tener información
sobre tamaño corporal, pero en ningún caso constituyen un fin. No obstante, es importante
mantener vigente la información y, debido a nuestra “loca” geografía, en ocasiones, es
necesario verificar si un determinado referente se aplica a otros grupos. En estos casos, se
debe trabajar con técnicas similares, a las que han originado los estándares, a fin de
corroborar si los valores de referencia son comparables. A manera de ejemplo, se analizará
un estudio realizado por Apud y Meyer (2001) que incluyó una batería básica de medidas
antropométricas, cuyo objetivo fue verificar si los trabajadores de una empresa minera, del
norte del país, eran similares o diferentes al referente de la Unidad de Ergonomía, con el
propósito de contar con información confiable para los estudios de intervención en puestos
de trabajo que se estaban realizando en la empresa. El estudio se efectuó en una muestra
de 76 trabajadores, que representaba aproximadamente el 6% del total de la población
masculina que trabaja en la empresa. Se seleccionó un conjunto de medidas de utilidad
para el diseño de puestos de trabajo que se pueden ver en la tabla 4.

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Tabla 4. Medidas antropométricas de los 76 trabajadores de la zona norte del país

Fuente: Apud, E. y Meyer, F. “Ergonomía como herramienta para mejorar las condiciones de trabajo y la
productividad en el sector minero”. “IV Encuentro con la Seguridad en la Minería”, Iquique, Noviembre 2001.

El análisis de la información resumida en la tabla 4, revela que no hay diferencias


significativas entre las dimensiones antropométricas del referente de la Unidad de
Ergonomía, obtenido en la Octava Región, y las de este grupo de trabajadores de la zona
norte del país. Por lo tanto, en esa empresa, se podrían usar indistintamente ambos
estándares. Para ilustrarlo es conveniente hacer un análisis más detallado, razón por la

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cual, en la tabla 5, incluimos antecedentes de ambos estudios, para algunas medidas
antropométricas útiles para el diseño de asientos y superficies de trabajo, que se analizarán
más adelante en este texto.

Tabla 5. Algunas medidas antropométricas para diseño de asientos y superficies de


trabajo, de trabajadores mineros del norte del país (Norte) y del referente de la Octava
Región basada en una muestra de mayor tamaño (Sur)

Antes de revisar en detalle la utilidad de cada una de estas medidas antropométricas,


conviene observar en la tabla 5, que los trabajadores del norte son sólo 0,5 cm más altos
que la muestra de la Octava Región, destacándose que el rango de estatura de los
trabajadores mineros cae dentro del 5 y el 95 percentil de la muestra tomada como
referencia. Esto es sumamente importante, ya que esto no ocurre sólo con la estatura, sino
que también con las otras medidas resumidas en la tabla 5. En otras palabras, cuando se
requieren referencias para elementos ajustables o si se necesita como antecedente de una
determinada dimensión el percentil 5 o el 95, el referente de la Octava Región permite
acomodar a los trabajadores del norte. Nótese que la única excepción la constituye el ancho
de caderas, lo que es producto del manifiesto sobrepeso de los trabajadores mineros.

5. ASIENTOS, SUPERFICIES DE TRABAJO Y ESTACIONES DE COMPUTACIÓN

Si bien los ergónomos hacemos un esfuerzo por demostrar que la Ergonomía es más que el
diseño de un asiento y una superficie de trabajo, también es cierto que en el mundo
moderno hay muchos trabajadores que pasan una parte muy importante del tiempo en
posición sentado y que el diseño de los puestos de trabajo deja mucho que desear en
términos de facilitar una buena postura de los usuarios.

La primera recomendación cuando se trata de un trabajo que se ejecuta sentado es no


pretender que la persona permanezca en posición fija durante períodos prolongados.

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Dolores musculares y sensaciones de adormecimiento se pueden producir en esos casos.
Por lo tanto, debe tenerse claro que las medidas antropométricas a las que se harán
referencia, no pretenden ser más que orientaciones para una buena postura.

Otro aspecto importante es que para el descanso lo más adecuado es darle al cuerpo el
más completo apoyo. Por eso preferimos dormir acostados. Como esto no es posible en el
trabajo, los asientos deben dar el apoyo suficiente, pero nunca serán tan cómodos como el
sillón favorito que se usa en el hogar. En la figura 11 se resumen las consideraciones más
importantes para el diseño de asientos y superficies de trabajo. Por otra parte, es necesario
ser insistente en que cada puesto de trabajo tiene características funcionales particulares y
que la discusión que continúa corresponde a una orientación general sobre asientos, pero la
decisión de la mejor alternativa debe verse a la luz de la actividad que el trabajador
desarrolla.

La altura del asiento debe ser equivalente a la altura poplítea. Esta se define como la
distancia vertical desde el suelo a la cara inferior del muslo, inmediatamente detrás de la
rodilla. El sujeto debe estar derecho con el muslo y la pierna en ángulo recto. El ancho del
asiento está determinado por el ancho de caderas, mientras que su profundidad (distancia
ántero-posterior) por la distancia glúteo-poplítea, que es la distancia horizontal desde el
área más prominente de las nalgas a la cara interna de la pierna, a nivel de la rodilla. Con
respecto a esta última dimensión, debe tomarse 3/4 de ella. De esta manera, se asegura
buen apoyo para los muslos evitando presión en la pierna. Cuando esto ocurre la persona
se desplaza hacia adelante y no hace uso del respaldo.

Figura 11. Medidas antropométricas como referencias para el diseño de asientos.

El respaldo debe dar apoyo a la región lumbar. Aunque espaldas débiles se adaptan mejor
a un respaldo continuo, la mayor parte de los ergónomos considera que, un respaldo
pequeño, ubicado aproximadamente a la altura del codo provee suficiente apoyo. En cuanto
a la forma del respaldo, lo ideal es que sea regulable en altura de manera tal que tenga
una curvatura que se adapte bien a la región lumbar. El respaldo del asiento ilustrado en la
figura 12, se ajusta a la descripción anterior.

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Figura 12. Detalle del respaldo de un asiento regulable en altura que, bien ajustado, da
buen apoyo a la región lumbar

En relación a materiales, las sillas no deben ser muy blandas. Si lo son, la persona tiende a
"hundirse" en el asiento, perdiéndose la proporcionalidad. El tapiz debe ser en lo posible de
materiales que conduzcan bien el calor y la humedad. Por ello, la lanilla es más adecuada
que el plástico. Se recomienda que el borde delantero sea redondeado para evitar
compresión en la pierna, lo que sólo ocurre si la profundidad del asiento es igual o mayor
que la distancia glúteo-poplítea, lo que debería evitarse. Los asientos no deben tener barras
cruzadas entre las patas delanteras, porque impiden el movimiento de las piernas hacia
atrás. El asiento debe ser estable, de manera tal, que sólo debe tener ruedas en casos
estrictamente necesarios. Una silla con ruedas sobre una superficie lustrosa impedirá que la
persona se apoye bien en el respaldo.

Un toque humorístico británico pone el Profesor Murrel, en su aún vigente libro publicado
en 1969. Él señala, “si le llega a su casa un visitante, no bienvenido, ofrézcale asiento en
un piso alto, con las patas delanteras más cortas y una superficie de madera resbalosa”.
Agrega, “seguro que estará tan incómodo que se irá muy luego”.

Con respecto a la superficie de trabajo, la referencia antropométrica es la distancia que


va del codo al suelo, con el brazo y el antebrazo en ángulo recto. Es recomendable que la
superficie esté 1 a 2 cm más arriba que dicha medida porque, de lo contrario, hay que
desplazarse hacia adelante en el asiento para bajar la altura de los brazos y así poder
apoyarlos. Bajo la superficie de trabajo, no debe haber cajones ni nada que impida
acomodar libremente el asiento y las piernas. Otro aspecto importante, en relación a la
superficie de trabajo, es que habitualmente accionamos controles por sobre la altura de la
mesa en que se apoyan. Entre los ejemplos más característicos, están las máquinas de
escribir y los computadores. En esos casos, lo que interesa es el teclado. Por lo tanto, para
permitir un accionar cómodo para los brazos, la superficie de trabajo, que soporta estas
máquinas, debe ser más baja. La altura mínima que puede tener una superficie para
trabajos sentados, está determinada por la distancia que va desde el área más alta de los
muslos al suelo. Por otra parte, en trabajos que requieren simultáneamente precisión visual
y manual, a veces es necesario trabajar en superficies más altas. En tales casos es
conveniente estudiar la forma de dar apoyo a los antebrazos.

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Figura 13. Referencias antropométricas para superficies de trabajos en actividades que se
realizan en posición sentada. Por lo general, los brazos en los sillones entorpecen el
movimiento. Para dar un buen apoyo deben ir ubicados a la misma altura que la superficie
de trabajo, por lo que impiden el acercamiento del asiento al topar ambas superficies. Es
típico ver personas en este tipo de sillones, como se ilustra en la figura 14, sentadas en la
parte anterior del asiento, sin apoyarse en el respaldo, porque los brazos le impiden un
mayor desplazamiento bajo la mesa.

Figura 14. Persona sentada en un sillón muy grande que le impide acomodarse
correctamente en el asiento

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El tema de los sillones merece una mención especial. Usualmente en las empresas, a
medida que se asciende en la escala jerárquica, va creciendo el tamaño de los sillones.
Podríamos decir que es un símbolo de status o imagen que se proyecta, cuando la persona
está sentada como se puede ver en la figura 15. Obviamente que esta no es la posición de
trabajo habitual y que lo más probable es que, en una jornada normal, se trabaje la mayor
parte del tiempo en la forma que se ilustró en la figura 14.

Figura 15. Persona sentada en un sillón de oficina haciendo uso del respaldo

Hoy en día, algunos asientos con brazos tienen diseños que permiten apoyo, pero que al
mismo tiempo no impiden el acercamiento de la silla a la superficie de trabajo. Por ejemplo,
el asiento de la izquierda, ilustrado en la figura 16, tiene los brazos inclinados hacia
delante, de manera que facilita el acomodo del asiento bajo la superficie de trabajo,
mientras que el de la derecha, tiene brazos abatibles, pudiendo el usuario optar por usarlos
o no.

Figura 16. Apoya brazos de dos asientos

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Si el sujeto está bien sentado, con la superficie de trabajo a una altura correcta, se pueden
ir evaluando los otros elementos que él utiliza. Por ejemplo, lo ideal es que si trabaja frente
a un panel instrumental, los indicadores visuales estén a la altura de los ojos y ojalá los
pueda visualizar en un ángulo no mayor que 35 grados por debajo de la línea de visión.
Mirar permanentemente hacia arriba es también muy fatigante. Los controles que se
operan con las manos deben estar ubicados dentro del alcance funcional de la persona, de
manera que no tenga que inclinarse hacia adelante para alcanzarlos. Deben quedar
ubicados en un área comprendida entre los hombros y los codos para que pueda
manipularlos en forma cómoda. Las referencias antropométricas para áreas de visión,
ubicación de controles manuales y alcances, se pueden ver en la figura 17.

Figura 17. Ubicación de controles manuales e indicadores

Hoy en día, una de las denominadas “pesadillas ergonómicas” es el uso de computadores,


ya que las personas permanecen sentadas, por largos períodos, generándose problemas de
extremidad superior, por uso de mouse y teclados, pero también de postura de trabajo. Por
esta razón, lo analizado para superficies de trabajo y asientos es también válido cuando se
trabaja con computadores. La figura 18, ilustra las consideraciones que se deben tener
para que las personas puedan trabajar en forma cómoda. Como se observa, lo ideal sería
que todos los implementos empleados fueran regulables. En la figura 19, se ilustra una
mesa para computador que reúne todos los requisitos de acomodación para que el usuario
pueda asumir una buena postura de trabajo. De hecho la superficie de apoyo no sólo se
puede regular para darle una altura correcta al teclado, sino que también deja espacio para
apoyar el antebrazo completo cuando se acciona el mouse. Al mismo tiempo, debido a que
tiene regulación permite darle una altura correcta a la pantalla, vale decir se puede colocar
el borde superior de esta, frente al operador y a la altura de la línea de visión.

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Figura 18. Consideraciones ergonómicas para el arreglo de un puesto de trabajo en que se
trabaja con computadoras.

Figura 19. Mesa de buen diseño ergonómico para computadores.

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Cuando el análisis de la relación medidas antropométricas del usuario versus dimensiones
del puesto de trabajo se esquematiza en la forma anterior, puede parecer como una tarea
simple. Sin embargo, mientras más compleja es la tecnología, mayor es el número de
elementos que considerar y es más difícil llegar a un equilibrio hombre-trabajo.

Uno de los problemas serios que hemos estado observando en los últimos tiempos, es el
diseño de cabinas de vehículos móviles. Lamentablemente introducir innovaciones en estas
máquinas una vez que se adquieren es muy difícil, ya que son muchos los factores que hay
que equilibrar en un buen diseño. Para ilustrarlo, observe la figura 20, que resume las
consideraciones ergonómicas en el diseño de la cabina de un vehículo. Por ello, cuando
existe dependencia tecnológica, la evaluación ergonómica debe hacerse antes de importar
las maquinarias. Las modificaciones posteriores suelen ser extremadamente difíciles.

Figura 20. Consideraciones ergonómicas para el diseño de la cabina de un vehículo

El problema es tan complejo que, aún cuando ha sido revisado en otros textos de este
módulo, conviene reforzar algunos detalles de la postura y los ángulos de comodidad, ya
que más adelante haremos un análisis crítico de algunos de los problemas que se
presentan en este tipo de máquinas. Al igual que lo que se señaló para asientos y

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superficies de trabajo, no existe una posición única que sea confortable para un trabajo que
se prolonga durante una jornada. Por ello, en este caso también hay que favorecer los
cambios de posición, lo que muchas veces se ve obstaculizado por lo pequeño de las
cabinas. En la figura 21, se pueden ver las áreas más confortables para accionar controles
manuales y pedales. En términos generales, es recomendable que la articulación del codo
permita que el brazo y el antebrazo estén en un ángulo entre 105 y 120°, mientras que el
muslo y la pierna se deberían mantener entre 90 y 100°, al igual que el pie en relación a la
pierna. La postura adecuada para la espalda baja y la pelvis se logra cuando el ángulo
tronco-muslo es cercano a 120º.

Figura 21. Áreas para una correcta posición de controles manuales y pedales en vehículos
móviles.

En cuanto a recomendaciones para asientos de vehículos, en la figura 22 se ilustran las


dimensiones que estos deberían tener para trabajadores chilenos.

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Figura 22. Ajustes y ángulos recomendados para asientos de vehículos

6. TRABAJO DE PIE

Para actividades que se realizan de pie es necesario tener algunas consideraciones


especiales. En el caso que no se necesite desarrollar fuerzas ni se necesite precisión visual,
lo recomendable es que las superficies de apoyo se ubiquen a la altura del codo del
trabajador, tal como se ilustra en la figura 23a. En caso de que sea necesario compatibilizar
precisión visual y manual lo aconsejable es que los mesones sean alrededor de 10 cm más
altos (figura 23b). Por otra parte, cuando el trabajo requiere de la aplicación de fuerzas, los
elementos de trabajo deberían estar unos 10 cm por debajo de la altura del codo (figura
23c). Estas cifras son aproximadas, ya que debemos destacar nuevamente, que cada lugar
de trabajo debe analizarse desde una perspectiva funcional y que las recetas no resultan.

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Figura 23. Altura de superficies de trabajo para actividades que se realizan de pie.

En el caso del trabajo de pie, se debe también respetar los alcances para una buena
manipulación y espacio suficiente para las piernas y pies. En muchos casos, con un diseño
adecuado, se puede combinar el trabajo de pie y sentado, lo que releva a las piernas de
sostener durante toda la jornada el peso del cuerpo, favoreciendo al mismo tiempo los
cambios de posición.

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Resumen:

La antropometría se define como el estudio de las dimensiones del cuerpo humano.


Una importante preocupación para los ergónomos son las diferencias de tamaño
corporal que se encuentran en distintos grupos étnicos

Las herramientas, máquinas, puestos de trabajo y vestuario, entre otros implementos,


deben ser proporcionales a las dimensiones de los usuarios. Aunque este es un
principio ergonómico básico, en la práctica, los síntomas músculo-esqueléticos son
comunes entre los trabajadores.

Una importante consideración cuando se emplea información antropométrica para el


diseño del trabajo es que, normalmente, no es conveniente tomar como referencia al
hombre promedio. Habitualmente, es mejor tomar como referencia los extremos de
tamaño corporal, por esta razón, para diseño ergonómico, los estándares
antropométricos se restringen habitualmente al 95% de la población

Los instrumentos más utilizados para obtener medidas antropométricas son el


estadiómetro, y el antropómetro.

Para efectos de diseño ergonómico se suele necesitar un número importante de


medidas antropométricas. A diferencia de los estudios realizados con propósitos
antropológicos, las dimensiones consideradas en estudios ergonómicos deben ser
funcionales.

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BIBLIOGRAFÍA

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