Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. INTRODUCCIÓN
Un estudio realizado por van Wely (1970) demostró una clara asociación entre la postura
de trabajo y las consultas por problemas músculo-esqueléticos recibidas en un centro
médico industrial. En base a sus resultados, propuso un sistema para relacionar postura de
trabajo y el posible lugar de aparición de síntomas, que se reproduce a continuación:
2
Resumido de: van Wely, P (1970) “Design an disease”. Applied Ergonomics,1:5
Si observamos nuestro entorno veremos que las posiciones enumeradas son muy comunes.
En realidad, llama la atención la falta de consideración de las medidas antropométricas de
los usuarios en el diseño de máquinas y puestos de trabajo. Lamentablemente, esto
también es extensivo a todos los otros elementos de uso humano. En el comercio, hay
tiendas que expenden artículos rotulados como ergonómicos, pero esto generalmente no
pasa de ser un término comercial, ya que tales implementos pocas veces resisten un
análisis serio. Por esta razón, es importante que los ingenieros, diseñadores, arquitectos y
todos los profesionales vinculados al quehacer industrial, tengan algunas pautas que les
permitan seleccionar los mejores elementos existentes, de acuerdo a las características de
sus potenciales usuarios.
La antropometría se define como el estudio de las dimensiones del cuerpo humano. Una
importante preocupación para los ergónomos son las diferencias de tamaño corporal que se
encuentran en distintos grupos étnicos. En otras palabras, lo que puede estar bien diseñado
para una población determinada, puede resultar muy incómodo para un grupo de distintas
características. Si observamos en la Figura 1, dos etnias tan diferentes en su físico, como
son los esquimales y algunas tribus africanas, podremos darnos cuenta de la dificultad de
llegar a diseños que tengan carácter universal. Como se observa, los esquimales tienen un
físico que les ayuda a conservar el calor. Son de tronco grande y extremidades cortas y
gruesas, mientras que las tribus africanas, de físico denominado nilótico, son exactamente
lo opuesto, vale decir tronco pequeño y extremidades largas y delgadas, lo que por el clima
caluroso en que viven, les permite transferir con mayor facilidad el calor que producen
desde su cuerpo al ambiente que los rodea. No hay que olvidar que cuando decimos “hace
calor”, la expresión correcta es “tengo dificultades para eliminar el calor que estoy
produciendo”.
3
Figura 1. Ilustración de las características físicas de dos grupos étnicos extremadamente
diferentes
Reproducido de: Apud, E. “Anthropometry, work capacity and boby composition of Chilean workers”.
En: “Ergonomics in tropical agriculture and forestry”. Ed. PUDOC, Holanda, 1979.
Hay diversas explicaciones para estas diferencias entre grupos de personas de un mismo
país. Los antropólogos sostienen que los forestales de la Octava Región, tendrían un
componente de indigeneidad mayor que los hace más pequeños, mientras que los
nutricionistas plantean que la menor estatura podría deberse a malnutrición en la etapa de
crecimiento y desarrollo. Si bien no es del caso analizar el origen de estas diferencias,
desde un punto de vista ergonómico, es algo que no podemos dejar de considerar,
particularmente a la hora de planificar estudios tendientes a obtener estándares de tamaño
corporal para diseño ergonómico.
4
Una importante consideración cuando se emplea información antropométrica para el diseño
del trabajo es que, normalmente, no es conveniente tomar como referencia al
hombre promedio. Habitualmente, es mejor tomar como referencia los extremos
de tamaño corporal. Por ejemplo, si hay que colocar una puerta en un espacio
restringido, la altura mínima debería estar determinada por la persona de mayor estatura.
Si fuera diseñada para el hombre promedio, las personas más altas tendrían que inclinarse
para no golpear sus cabezas. En otros casos, se recomienda usar las dimensiones de los
sujetos más pequeños como, por ejemplo, cuando se decide la altura máxima para ubicar
un control que debe ser alcanzado hacia arriba. Esto que parece tan lógico hace pensar que
el sentido común “es el menos común de los sentidos”. A manera de ejemplo, en la
figura 2, se puede ver algunas áreas de circulación en empresas, en que algo tan básico,
como es la estatura de las personas que por allí circulan, ha sido omitida.
Los ejemplos anteriores no son aislados y hay situaciones peores como, por ejemplo, la que
se ilustra en la figura 3. Obsérvese como al final de una escalera cruza un tubo a ¡70 cm.
de altura! y el trabajador tiene que pasar por debajo para continuar su trayecto.
5
Figura 3. Espacio de 70 cm de altura al final de una escalera
Para los diseñadores es prácticamente imposible acomodar a toda la población, puesto que
en cualquier grupo humano hay grandes variaciones de tamaño, desde enanos a gigantes.
A manera de ejemplo, en la figura 4 se puede observar juntos a dos astronautas; la mujer
de menor estatura junto al varón de mayor estatura. ¡Difícil decisión para los diseñadores
acomodar a estas dos personas en un mismo puesto de trabajo ya que tienen una
diferencia de estatura cercana a los 60 cm!
Figura 4. Diferencias de tamaño corporal de dos personas que realizan el mismo trabajo
en una nave espacial
Por esta razón, para diseño ergonómico, los estándares antropométricos se restringen
habitualmente al 95% de la población. Esto significa excluir el 5% de los individuos
más grandes o el 5% de los individuos más pequeños, según la dimensión requerida para
un determinado aspecto del diseño. Una ilustración simple, se puede ver en la figura 5a. La
idea es que las personas que se sitúan en los extremos siempre requerirán ajustes
especiales.
6
actividades de pie y sentado, áreas de visión y alcance, espacios, etc. En este sentido, una
importante consideración cuando se emplea información antropométrica es que,
normalmente, no es conveniente tomar como referencia al hombre promedio.
Habitualmente, es mejor considerar los extremos de tamaño corporal. Por ejemplo, la
altura mínima de la cabina de un vehículo debería estar determinada por la altura sentado
de la persona de mayor estatura. En otros casos, se recomienda usar las dimensiones de
los sujetos más pequeños como, por ejemplo, cuando se decide la altura máxima para
ubicar un control que debe ser alcanzado hacia arriba. Algunos ejemplos se pueden
observar en la figura 5b.
Figura 5a. En Ergonomía es usual restringir las dimensiones de las personas, descartando,
según se requiera, a los extremos superior o inferior. 5b Ejemplos de diseño para personas
de mayor tamaño (95 percentil) o menor tamaño (5 percentil).
5.a
7
Para este propósito, la distribución de las dimensiones corporales se representa
habitualmente en una curva de frecuencias acumuladas, excluyéndose el percentil 5 ó el
percentil 95, según se necesite como referencia a los individuos de menor o mayor tamaño
respectivamente. A manera de ejemplo, en la figura 6 se puede ver la distribución de la
circunferencia de cintura de una muestra de varones, útil en la determinación de tallas para
vestuario. Como se observa en la figura, el rango oscila entre 63,5 cm y 121,5 cm, lo que
significa una diferencia de 58 cm entre ambos extremos. Al tomar como referencias el
percentil 5 y 95, la diferencia se reduce a 35 cm. No cabe duda que las personas situadas
en ambos extremos requerirán tallas especiales.
8
Figura 6. Distribución en una curva de frecuencias acumuladas de la circunferencia de
cintura de una muestra de varones chilenos
Si las dimensiones de una persona se requieren sólo para mejorar su puesto de trabajo,
cualquier sistema de medición, de precisión razonable, puede ser usado. Sin embargo, si el
propósito de las mediciones antropométricas es establecer referencias para un grupo de
población, deben emplearse técnicas y equipos estándares, de buena calidad y
debidamente calibrados. Hoy en día existen algunas alternativas muy sofisticadas para la
determinación de las dimensiones del cuerpo humano. Entre estos equipos se encuentran
los scanner que apuntan a obtener una imagen tridimensional. Sin embargo, son de muy
alto costo, razón por la cual la mayoría de la información disponible en la literatura, se ha
obtenido a través de estudios unidimensionales. Los instrumentos más utilizados para
obtener medidas antropométricas son el estadiómetro, y el antropómetro.
9
Figura 7. Estadiómetro portátil
Figura 8. Antropómetro
10
Figura 10. Medición de la altura del hombro y de la altura del ojo
11
Tabla 2. Resumen de las características antropométricas de 2030 hombres chilenos de 17
a 60 años de edad. Para cada dimensión se especifica el promedio, la desviación estándar y
los percentiles 1, 5, 95 y 99 (el peso está expresado en kg. y las restantes dimensiones en
cm.)
12
Tabla 3. Resumen estadístico de las características antropométricas de 1735 mujeres de
17 a 60 años de edad. Para cada dimensión se especifica el promedio, la desviación
estándar y los percentiles 1, 5, 95 y 99 (el peso está expresado en kg. y las restantes
dimensiones en cm.)
13
Tabla 4. Medidas antropométricas de los 76 trabajadores de la zona norte del país
Fuente: Apud, E. y Meyer, F. “Ergonomía como herramienta para mejorar las condiciones de trabajo y la
productividad en el sector minero”. “IV Encuentro con la Seguridad en la Minería”, Iquique, Noviembre 2001.
14
cual, en la tabla 5, incluimos antecedentes de ambos estudios, para algunas medidas
antropométricas útiles para el diseño de asientos y superficies de trabajo, que se analizarán
más adelante en este texto.
Si bien los ergónomos hacemos un esfuerzo por demostrar que la Ergonomía es más que el
diseño de un asiento y una superficie de trabajo, también es cierto que en el mundo
moderno hay muchos trabajadores que pasan una parte muy importante del tiempo en
posición sentado y que el diseño de los puestos de trabajo deja mucho que desear en
términos de facilitar una buena postura de los usuarios.
15
Dolores musculares y sensaciones de adormecimiento se pueden producir en esos casos.
Por lo tanto, debe tenerse claro que las medidas antropométricas a las que se harán
referencia, no pretenden ser más que orientaciones para una buena postura.
Otro aspecto importante es que para el descanso lo más adecuado es darle al cuerpo el
más completo apoyo. Por eso preferimos dormir acostados. Como esto no es posible en el
trabajo, los asientos deben dar el apoyo suficiente, pero nunca serán tan cómodos como el
sillón favorito que se usa en el hogar. En la figura 11 se resumen las consideraciones más
importantes para el diseño de asientos y superficies de trabajo. Por otra parte, es necesario
ser insistente en que cada puesto de trabajo tiene características funcionales particulares y
que la discusión que continúa corresponde a una orientación general sobre asientos, pero la
decisión de la mejor alternativa debe verse a la luz de la actividad que el trabajador
desarrolla.
La altura del asiento debe ser equivalente a la altura poplítea. Esta se define como la
distancia vertical desde el suelo a la cara inferior del muslo, inmediatamente detrás de la
rodilla. El sujeto debe estar derecho con el muslo y la pierna en ángulo recto. El ancho del
asiento está determinado por el ancho de caderas, mientras que su profundidad (distancia
ántero-posterior) por la distancia glúteo-poplítea, que es la distancia horizontal desde el
área más prominente de las nalgas a la cara interna de la pierna, a nivel de la rodilla. Con
respecto a esta última dimensión, debe tomarse 3/4 de ella. De esta manera, se asegura
buen apoyo para los muslos evitando presión en la pierna. Cuando esto ocurre la persona
se desplaza hacia adelante y no hace uso del respaldo.
El respaldo debe dar apoyo a la región lumbar. Aunque espaldas débiles se adaptan mejor
a un respaldo continuo, la mayor parte de los ergónomos considera que, un respaldo
pequeño, ubicado aproximadamente a la altura del codo provee suficiente apoyo. En cuanto
a la forma del respaldo, lo ideal es que sea regulable en altura de manera tal que tenga
una curvatura que se adapte bien a la región lumbar. El respaldo del asiento ilustrado en la
figura 12, se ajusta a la descripción anterior.
16
Figura 12. Detalle del respaldo de un asiento regulable en altura que, bien ajustado, da
buen apoyo a la región lumbar
En relación a materiales, las sillas no deben ser muy blandas. Si lo son, la persona tiende a
"hundirse" en el asiento, perdiéndose la proporcionalidad. El tapiz debe ser en lo posible de
materiales que conduzcan bien el calor y la humedad. Por ello, la lanilla es más adecuada
que el plástico. Se recomienda que el borde delantero sea redondeado para evitar
compresión en la pierna, lo que sólo ocurre si la profundidad del asiento es igual o mayor
que la distancia glúteo-poplítea, lo que debería evitarse. Los asientos no deben tener barras
cruzadas entre las patas delanteras, porque impiden el movimiento de las piernas hacia
atrás. El asiento debe ser estable, de manera tal, que sólo debe tener ruedas en casos
estrictamente necesarios. Una silla con ruedas sobre una superficie lustrosa impedirá que la
persona se apoye bien en el respaldo.
Un toque humorístico británico pone el Profesor Murrel, en su aún vigente libro publicado
en 1969. Él señala, “si le llega a su casa un visitante, no bienvenido, ofrézcale asiento en
un piso alto, con las patas delanteras más cortas y una superficie de madera resbalosa”.
Agrega, “seguro que estará tan incómodo que se irá muy luego”.
17
Figura 13. Referencias antropométricas para superficies de trabajos en actividades que se
realizan en posición sentada. Por lo general, los brazos en los sillones entorpecen el
movimiento. Para dar un buen apoyo deben ir ubicados a la misma altura que la superficie
de trabajo, por lo que impiden el acercamiento del asiento al topar ambas superficies. Es
típico ver personas en este tipo de sillones, como se ilustra en la figura 14, sentadas en la
parte anterior del asiento, sin apoyarse en el respaldo, porque los brazos le impiden un
mayor desplazamiento bajo la mesa.
Figura 14. Persona sentada en un sillón muy grande que le impide acomodarse
correctamente en el asiento
18
El tema de los sillones merece una mención especial. Usualmente en las empresas, a
medida que se asciende en la escala jerárquica, va creciendo el tamaño de los sillones.
Podríamos decir que es un símbolo de status o imagen que se proyecta, cuando la persona
está sentada como se puede ver en la figura 15. Obviamente que esta no es la posición de
trabajo habitual y que lo más probable es que, en una jornada normal, se trabaje la mayor
parte del tiempo en la forma que se ilustró en la figura 14.
Figura 15. Persona sentada en un sillón de oficina haciendo uso del respaldo
Hoy en día, algunos asientos con brazos tienen diseños que permiten apoyo, pero que al
mismo tiempo no impiden el acercamiento de la silla a la superficie de trabajo. Por ejemplo,
el asiento de la izquierda, ilustrado en la figura 16, tiene los brazos inclinados hacia
delante, de manera que facilita el acomodo del asiento bajo la superficie de trabajo,
mientras que el de la derecha, tiene brazos abatibles, pudiendo el usuario optar por usarlos
o no.
19
Si el sujeto está bien sentado, con la superficie de trabajo a una altura correcta, se pueden
ir evaluando los otros elementos que él utiliza. Por ejemplo, lo ideal es que si trabaja frente
a un panel instrumental, los indicadores visuales estén a la altura de los ojos y ojalá los
pueda visualizar en un ángulo no mayor que 35 grados por debajo de la línea de visión.
Mirar permanentemente hacia arriba es también muy fatigante. Los controles que se
operan con las manos deben estar ubicados dentro del alcance funcional de la persona, de
manera que no tenga que inclinarse hacia adelante para alcanzarlos. Deben quedar
ubicados en un área comprendida entre los hombros y los codos para que pueda
manipularlos en forma cómoda. Las referencias antropométricas para áreas de visión,
ubicación de controles manuales y alcances, se pueden ver en la figura 17.
20
Figura 18. Consideraciones ergonómicas para el arreglo de un puesto de trabajo en que se
trabaja con computadoras.
21
Cuando el análisis de la relación medidas antropométricas del usuario versus dimensiones
del puesto de trabajo se esquematiza en la forma anterior, puede parecer como una tarea
simple. Sin embargo, mientras más compleja es la tecnología, mayor es el número de
elementos que considerar y es más difícil llegar a un equilibrio hombre-trabajo.
Uno de los problemas serios que hemos estado observando en los últimos tiempos, es el
diseño de cabinas de vehículos móviles. Lamentablemente introducir innovaciones en estas
máquinas una vez que se adquieren es muy difícil, ya que son muchos los factores que hay
que equilibrar en un buen diseño. Para ilustrarlo, observe la figura 20, que resume las
consideraciones ergonómicas en el diseño de la cabina de un vehículo. Por ello, cuando
existe dependencia tecnológica, la evaluación ergonómica debe hacerse antes de importar
las maquinarias. Las modificaciones posteriores suelen ser extremadamente difíciles.
El problema es tan complejo que, aún cuando ha sido revisado en otros textos de este
módulo, conviene reforzar algunos detalles de la postura y los ángulos de comodidad, ya
que más adelante haremos un análisis crítico de algunos de los problemas que se
presentan en este tipo de máquinas. Al igual que lo que se señaló para asientos y
22
superficies de trabajo, no existe una posición única que sea confortable para un trabajo que
se prolonga durante una jornada. Por ello, en este caso también hay que favorecer los
cambios de posición, lo que muchas veces se ve obstaculizado por lo pequeño de las
cabinas. En la figura 21, se pueden ver las áreas más confortables para accionar controles
manuales y pedales. En términos generales, es recomendable que la articulación del codo
permita que el brazo y el antebrazo estén en un ángulo entre 105 y 120°, mientras que el
muslo y la pierna se deberían mantener entre 90 y 100°, al igual que el pie en relación a la
pierna. La postura adecuada para la espalda baja y la pelvis se logra cuando el ángulo
tronco-muslo es cercano a 120º.
Figura 21. Áreas para una correcta posición de controles manuales y pedales en vehículos
móviles.
23
Figura 22. Ajustes y ángulos recomendados para asientos de vehículos
6. TRABAJO DE PIE
24
Figura 23. Altura de superficies de trabajo para actividades que se realizan de pie.
En el caso del trabajo de pie, se debe también respetar los alcances para una buena
manipulación y espacio suficiente para las piernas y pies. En muchos casos, con un diseño
adecuado, se puede combinar el trabajo de pie y sentado, lo que releva a las piernas de
sostener durante toda la jornada el peso del cuerpo, favoreciendo al mismo tiempo los
cambios de posición.
25
Resumen:
26
BIBLIOGRAFÍA
27