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1. ¿Para nuestro país, adoptar la auditoría ambiental sería mejor que la fiscalización ambiental?
En primer lugar, tendríamos que definir brevemente cada uno de los términos, lo cual nos va a permitir generar
una mejor respuesta.
Auditoría ambiental: Al respecto, Alan E. Rozas Flores (2014), nos explica que “La Auditoría medio ambiental
consiste en la revisión exhaustiva de la instalación, procesos, almacenamientos, transporte, seguridad y riesgo,
entre otros aspectos que permitan definir planes de acción mediante los cuales se establezcan, con plazos
determinados, las obras, reparaciones, correcciones, adquisiciones y acciones que pueden estar o no
normados, pero cuya finalidad es la protección del medio ambiente”
Asimismo, La Contraloría General de la República del Perú, (2008) define claramente que “La Auditoría
Ambiental Gubernamental se define como el examen objetivo, independiente, sistemático y profesional, que
efectúan los órganos del Sistema Nacional de Control sobre la gestión ambiental y de los recursos naturales, a
fin de determinar si las entidades gubernamentales cumplen con las normas legales y técnicas vigentes
respecto a la formulación, ejecución y control de sus políticas, planes, objetivos, metas, programas, proyectos y
demás actividades, en relación al medio ambiente y los recursos naturales. Finalmente, podemos resumir el
concepto de Auditoria del medio Ambiente en el siguiente cuadro:
Fiscalización ambiental: se da al amparo del marco legal. En el 2008, se fundó la OEFA con la finalidad de ser el
ente técnico especializado adscrito al MINAM con facultades evaluativas, supervisoras, fiscalizadoras,
sancionadoras e incentivadoras. Asimismo, “El OEFA fiscaliza a los administrados que realizan actividades en los
sectores de minería (gran y mediana minería), energía (hidrocarburos y electricidad), pesquería (procesamiento
industrial pesquero y acuicultura de mayor escala) y algunos rubros de la industria manufacturera. El enfoque
de la fiscalización ambiental se orienta a armonizar el derecho a desarrollar actividades económicas con el
derecho a vivir en un ambiente sano. Mediante la fiscalización ambiental, no se busca desincentivar la inversión
privada, sino garantizar que esta se lleve a cabo con respeto a las normas ambientales, es decir, se busca
alentar una inversión responsable con el ambiente” (OEFA, 2016)
Como conclusión, puedo mencionar que tanto la auditoria ambiental como la fiscalización ambiental se
complementan y nos permitirán mejorar los estándares ambientales, lo lamentable es que nuestro país tiene
mucha normatividad la cual muchas veces se contradice, por lo que merece una revisión exhaustiva dejando de
lado intereses personales o particulares en beneficio de la mayoría de la población, lo cual nos permitirá
verificar y castigar a las entidades si cumplen con las normas técnicas y legales, así como si cumplen los
procedimientos vigentes, para tener un desarrollo sustentable teniendo en cuenta la responsabilidad social,
teniendo en cuenta que la primera no castiga, en cambio la segunda castiga el no cumplimiento de las normas
legales.