Está en la página 1de 3

ORACIÓN VIERNES 19 DE NOVIEMBRE

1. Canto: Señor, tú nos hiciste para ti.

Señor, Tú nos hiciste para Ti, y nuestro corazón está inquieto


hasta que descanse en Ti, Señor, mi Dios, en Ti encuentre yo mi paz.
1. Antes de todo, queridísimos hermanos, a Dios amemos y al prójimo
también, pues estos son los principales mandamientos que del Señor
nosotros hemos recibido.

2. Del evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»


Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de
mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te
han entregado a mí; ¿qué has hecho?» Jesús le contestó: «Mi reino no es
de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría
luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de
aquí.» Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto
he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la
verdad escucha mi voz.»
3. Reflexión del Papa Francisco.

Jesús es el centro de la creación; y así la actitud que se pide al creyente, que


quiere ser tal, es la de reconocer y acoger en la vida esta centralidad de
Jesucristo, en los pensamientos, las palabras y las obras. Y así nuestros
pensamientos serán pensamientos cristianos, pensamientos de Cristo.
Nuestras obras serán obras cristianas, obras de Cristo, nuestras palabras
serán palabras cristianas, palabras de Cristo. En cambio, La pérdida de este
centro, al sustituirlo por otra cosa cualquiera, solo provoca daños, tanto
para el ambiente que nos rodea como para el hombre mismo.
12:18
En este día, nos vendrá bien pensar en nuestra historia, y mirar a Jesús, y
desde el corazón repetirle a menudo, pero con el corazón, en silencio, cada
uno de nosotros: "Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino.
Jesús, acuérdate de mí, porque yo quiero ser bueno, quiero ser buena, pero
me falta la fuerza, no puedo: soy pecador, soy pecadora. Pero, acuérdate
de mí, Jesús. Tú puedes acordarte de mí porque tú estás en el centro, tú
estás precisamente en tu Reino." ¡Qué bien! Hagámoslo hoy todos, cada
uno en su corazón, muchas veces. "Acuérdate de mí, Señor, tú que estás en
el centro, tú que estas en tu Reino. (Homilía de Papa Francisco, 24 de
noviembre de 2013).

4. Preparando ya la solemnidad de Cristo Rey, este domingo,


hacemos juntos la siguiente oración:

Prometo ante Ti, Jesús mi Rey,

que deseo firmemente seas las ruedas de mi caminar y de mi ser.

Que, frente a otros dioses que intentan colarse en mi vida,

no pretendo otra cosa sino que, Tú mi Rey, seas mi centro.

¿Me ayudarás, Señor, a conocerte?

¡Tengo tanto miedo a que llegues y no te reconozca!

¡Tengo tanto temor a decir que “creo en Ti” y no saber nada sobre Ti!

En este Año de la Fe, oh Señor y mi Rey,


haz que comprenda que tu eres la cabeza de mi existencia

que, sin Ti, la caridad se queda a medio camino

y, mi corazón, abierto de vez en cuando.

Haz que, al acercarme a la fuente de tu Palabra,

el castillo de mis entrañas se haga más fuerte y verdadero

más limpio y puro, más cristalino, profundo, auténtico y cristiano.

Que, ningún otro rey, frente a Ti –gran Rey-

tenga mejor posada que la que Tú mereces


Que, ningún otro rey, antes que Tú –gran Rey-

merezca adoración alguna.

5. Oración final:
Señor Jesús, tú eres nuestro Rey. Ayúdanos a centrarte cada vez más en
nuestra vida y en la vida de nuestros catecúmenos, de manera que
seamos capaces de ser testigos ante el mundo de tu reino de amor alegría
y paz.
Bendigamos al Señor.
TODOS: DEMOS GRACIAS A DIOS.

También podría gustarte