Integrismo
Acción psicológica
Sobre esos grupos y sobre el chavismo
en general, se ha derramado una intensa
campaña de acción psicológica del Islam,
especialmente vehiculizada por Irán, que
ha invertido en ella cientos de millones de
dólares en todo el mundo. Según parece,
dicha campaña ha dado los primeros frutos
durante la guerra entre Israel y Hezbollah,
logrando la condena general del primero
por las atrocidades cometidas. En esto Irán
tiene cifradas grandes esperanzas y con ello
intenta, especulando con la condena gene-
ral que se desataría ante un ataque contra su
país -aún calientes los cadáveres de los li-
baneses- ganar tiempo para lograr construir
la ansiada arma nuclear que le permitiría
una cierta autonomía de maniobras en el
orden internacional.
Es notable, como el Islam ha logrado la
clientela para condenar el sionismo de los
núcleos de izquierda, en su gran mayoría a-
teos militantes y marxistas. Al mismo tiem-
po que desconfía de los grupos católicos de
donde podría salir un repudio a la acción
de Israel, pues en última instancia los con-
sidera alineados con la política vaticana de
ecumenismo y mano tendida a los judíos, al
mismo tiempo que mira con sospecha la
eventual alianza de algunos sectores del Va-
ticano con el « cristianismo sionista nor-
teamericano » (aliado de Bus en la cruza-
da contra el supuesto terrorismo islámico),
quienes pretenden hacer creer que el isla-
mismo es el mayor peligro para la inexisten-
te « cristiandad » , como en su momento lo
fue el comunismo.
Es de destacar, la presencia días atrás,
en la contramarcha de D’Elía , del máxi-
mo clérigo Chiíta de Argentina Karim Paz,
quien realizó una alocución durante el acto.
La organización «Anibal Verón» en la Movilización
por la Solidaridad con el Líbano y Palestina
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Pintada del MST («Movimiento Socialista
de los Trabajadores»)
Según se rumorea, es fluida la relación en-
tre núcleos de ex montoneros y la mezqui-
ta regida por este religioso. Algunos de ellos
se habrían convertido al Islam.
Una consecuencia de esta campaña de
Irán sobre los admiradores del chavismo,
sería la resentida relación entre el gobier-
no argentino y la colectividad judía, a partir
de la entrevista que Kirchner mantuvo con
los miembros del Consejo Judío Mundial,
en el cual los últimos no habrían logrado
satisfacer sus demandas de responsabilizar a
Irán por los dos atentados de la década de
los ‘90 (AMIA y Embajada de Israel). Tan
es así, que se habría dado carta blanca a los
grupos paragubernamentales como Quebra-
cho para hostilizar a sectores israelitas.
Finalmente, es motivo de especulación
el hecho de que estos núcleos de izquierda
- que recién hace treinta días han des-
cubierto al « sionismo » - podrían consti-
tuirse en el futuro en la avanzada islámica
en nuestro continente. De este modo, el
izquierdo-progresismo se transformaría
de mero instrumento de una campaña de
acción psicológica ejecutada por un país ex-
tranjero -que espera romper su aislamiento
internacional- en un elemento orgánico de
una ofensiva a escala global.
El terreno es fértil y no es nada desca-
bellado que así ocurriera; es decir, que gru-
pos extremistas y sin obediencia internacio-
nal fija, ni posibilidades de lograr objetivos
políticos por sí solos, fueran manipulados
en el contexto de un enfrentamiento glo-
bal, en función de objetivos y motivaciones
ajenas al interés nacional argentino. Como
podrá observarse, la cuestión de la izquier-
da con los judíos no es nada simple y sus
consecuencias, bastante polifacéticas. Como
siempre, pareciera que los argentinos, cual-
quiera sea su signo político-ideológico no