tu diseño. Al aumentar el contraste o usar un color distintivo de alto contraste, puedes ayudar a que un elemento sobresalga y llame la atención. De igual manera, al reducir el contraste, puedes hacer que un elemento se desvanezca en el fondo. Mientras que el color vibrante del caso anterior funciona para resaltar el diseño.
De esta manera, el contraste también puede
usarse para ‘ocultar’ ciertos elementos de tus diseños al igual para crear un significado con ellos. Así que usa el contraste con un propósito para tu diseño, ya sea para ajustar el enfoque hacia un elemento o para alejarlo. Repite elementos de tu diseño
Para mantener la consistencia y un forma-
to lógico, intenta tomar elementos específicos de una sección de tu diseño y aplícalos en otras secciones. Tal vez un estilo de letra puede aplicarse en más de una sección de tu diseño, o quizás un motivo gráfico puede usarse más de una vez. Así que prueba armar tu diseño con elementos repetidos.
La repetición es un factor clave cuando se
trata de formatos de múltiples páginas.
Repetir elementos de tu formato y/o diseño
ayuda a que cada página pase a la siguiente, creando un conjunto cohesivo de páginas.
Cuando diseñes, mantén un registro de las
tipografías, grosores de líneas, colores, etc., que uses, e intenta repetirlos en alguna parte de tu diseño para unir las piezas como un todo. No olvides el espacio blanco
El espacio blanco, cuando se usa estra-
tégicamente, puede ayudar a incrementar la claridad y apariencia general de tu diseño al equilibrar las partes más complicadas y aba- rrotadas de tu composición con espacio que ayuda a que tu diseño pueda respirar.
Reduce tus elementos gráficos. Al reducir
tus imágenes, letras, gráficos, etc., puedes crear algo de espacio blanco alrededor de tus puntos focales mientras permaneces dentro del marco de tu gráfico original.
No tienes porqué llenar todo el espacio con
contenido. Como se acaba de mencionar, el espacio blanco no es espacio vacío, está haciendo su trabajo y sirviendo su propósito, así que no sientas la necesidad de llenar cualquier espacio blanco que tengas con más contenido. Alinea tus elementos
Cuando diseñes una composición que
tenga muchos elementos, no los eches todos sobre la página y digas que ya terminaste, porque alinear estos elementos es una forma rápida y sencilla de transformar tu diseño de lamentable a chic.
Alinear tus elementos de manera fuerte y
lógica también te ayuda a crear orden entre muchos elementos. Así que si estás usando muchas imágenes, muchas letras y/o muchos elementos gráficos, la alineación podría ser tu nuevo mejor amigo.
La alineación también es muy importante
cuando lidias con las letras. Existen muchas maneras de alinear tus letras, pero una buena regla general para los cuerpos de texto más largos es apegarse a la alineación izquierda, ya que es la forma más fácil para el ojo de navegar y darle sentido al contenido. Divide tu diseño en tercios
Es una técnica simple en la que los
diseñadores dividen sus diseños en tres filas y tres columnas, y en los puntos donde las líneas verticales y horizontales se encuentren es donde deberían ir tus puntos focales.
Usar la regla de los tercios es una estupenda
manera de empezar la composición de tu diseño, ya que te proporciona una guía rápida para posicionar y enmarcar tus elementos.
Las cuadrículas te ayudan a alinear tus ele-
mentos en una forma más lógica y a tener un entendimiento más claro de dónde estarán el(los) punto(s) focal(es) de tu diseño.
Cuando encuentres un diseño que pienses
que sea muy efectivo, intenta desarmarlo mentalmente y busca la estructura subya- cente sobre la que se creó.