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Las conductas agresivas están presentes en la vida del ser humano desde los primeros
años de vida y en muchas ocasiones se extienden hasta la vida adulta, son observadas muy
frecuentemente en los niños ya que cuando son pequeños no controlan mucho la magnitud de sus
movimientos, no logran medir su fuerza ni logran regular sus emociones las cuales considero
que los llevan a actuar de esta manera, he observado en mi hija de 3 años que cuando siente
alguna emoción ya sea felicidad, rabia o tristeza, se expresa a través de su cuerpo, a través de sus
acciones ya que no puede expresarlo con palabras, es por eso que vemos estos comportamientos
en diferentes ámbitos como social, familiar, laboral etc. considero que las personas son agresivas
por igual en cualquier ámbito, no es que se observen más en el social por ejemplo, si no que en
Las conductas agresivas son ocasionadas por múltiples factores que están presentes en el
ambiente en que se desarrolla el niño, las experiencias que tienen desde los primeros años de
vida tanto en casa como en ambientes fuera de ella provocan que el infante tenga conductas que
si se siguen estimulando permanecerán hasta la vida adulta. Las conductas que son observadas e
imitadas por un periodo largo de tiempo llevaran al niño a que las repita toda su vida porque esa
es la única manera que se le ha enseñado de hacer las cosas, debemos estar muy atentos a cada
palabra o acción que realizamos frente de los niños ya que por muy pequeña que parezca y
aunque para nosotros los adultos sea algo normal o no lo veamos como algo agresivo el niño la
repetirá sin esa conciencia de que no es la conducta más adecuada y como esto es algo novedoso
siempre las personas con quienes los menores convivan más tiempo ya que los niños imitan todo
lo que observan y escuchan, un niño no aprenderá a decir palabras en otro idioma si alguien mas
Para seguir analizando más este tema nos guiaremos por Albert Bandura psicólogo que se
centró en los estudios de la conducta en relación con la cognición destacando su teoría del
social.
(Bandura en 1973 como se citó en Petit, et al.. 2012) define la agresión como como una
conducta adquirida controlada por reforzadores, la cual es perjudicial y destructiva. En los niños
podemos observar como utilizan estas conductas para poder manipular a sus mayores y poder
obtener las cosas que ellos quieren, aquí entra un error de los adultos ya que por evitar lidiar con
el berrinche o el mal momento de emociones de su hijo ceden ante estas conductas, por ejemplo
si un niño quiere que sus padres le compren un helado y estos se niegan, el niño puede tener
conductas agresivas con el fin de obtener lo que desea, al hacer pataleta, al arrojar objetos, al
pegar a otros o a sí mismo, si los padres ceden ante este tipo de comportamientos el niño estará
aprendiendo que esa es la única manera en la que obtiene lo que quiere por lo tanto seguirá
repitiendo estas conductas, lo ideal para poder tranquilizar a el niño y que aprenda que con
conductas agresivas no se solucionan las cosas, lo ideal sería que los padres pongan limites que
le expliquen el por qué no se le puede dar lo que quiere en el momento y acompañar al niño en
sus emociones, agacharse y hablar a su nivel, validar lo que siente, entender que es un niño y que
probablemente aun o logra autorregular todo lo que siente y que es tarea de los padres o tutores
el enseñarles a expresar de una manera sana sus emociones para así lograr fortalecer el vínculo
con ellos no se debe cometer el gran error de evadir las emociones, los padres deberían mantener
la calma y no alterarse junto con sus hijos, si no es así no lograran calmarlos pues un niño que
está enojado gritando y haciendo pataleta continuara con esto por un buen rato si sus padres
actúan de una manera agresiva , gritándole y poniendo la situación más tensa, caso contrario se
fomenta un ambiente con calma, tenemos una educación autoritaria, donde los padres se sienten
orgullosos cuando son duros con sus hijos, es cierto que los niños necesitan limites, de eso no
cabe la menor duda, pero si nos detenemos a reflexionar nos daremos cuenta que los niños
necesitan amor y no rigidez y esto se logra cuando se validan las emociones de los niños, cuando
se les dedica tiempo, cuando se les explica las situaciones por complicadas que parezcan, cuando
se llega a acuerdos y cuando se les escucha, el amor y el respeto hacen un niño con menos
No debemos decir a los niños no llores, cállate, no te enojes, no te comportes de tal o cual
manera, debemos permitir que se expresen de acuerdo a la manera regular con la edad en que se
encuentran, hay tanto mensaje en la infancia de “obedecer a los mayores” y esto provoca que los
niños no expresen lo que sienten y no obedezcan a su instinto, cada frase que le obliga a reprimir
sus emociones lo aleja del sentir, cada frase que lo haga sentir inseguro como ¿Qué van a decir si
te ven llorar asi? Refuerza la idea de que necesita ser aprobado por otros aun cuando eso
signifique no aprobarse él, los padres deben permitir a los niños expresarse siempre y cuando no
se dañen o dañen a otros, algo que puede hacer la diferencia al momento de educar a los niños, es
poner la mirada en la relación que se está fomentando con ellos y no tanto en la conducta, una
conducta puede cambiar, pero un niño reprimido y dañado emocionalmente muy difícilmente lo
hará.
La teoría social de Bandura constituye uno de los principales modelos que explican la
agresión humana, Bandura atribuye a la interacción social y a los procesos del pensamiento sobre
la motivación, el afecto y las conductas que desarrollamos los humanos, así como influyen
también factores cognitivas, personales y ambientales (Bandura 1973, 1986 como se citó en
Bandura asume las conductas agresivas como resultado de observar las mismas y
menciona mecanismos en relación a la agresión los cuales son tres, el primer mecanismo es aquel
que origina la conducta en donde entra el aprendizaje por observación por ejemplo un niño que
ve a sus padres que golpean a su perrito cada que este se orina dentro de casa, el niño hará lo
mismo cada que observe que el perrito repite la acción y no solo en casa si no también cuando
observe esta conducta en otros cachorritos, es ahí donde se da cuenta que los padres son los
donde el niño ejecuta las acciones que ha observado reforzándolas y llevando a que estas se
como justificar la agresión, cuando se actúa por defensa propia, cuando se hace una rabieta por
no tener un dulce, o cuando hay frustración por no poder hacer lo que se quiere, el hacerlo por
seguir una orden todos estos. El tercer mecanismo es el que mantiene la conducta es decir el
reforzamiento como recompensas o el retiro de cosas negativas, cuando se le aplaude o hay risas
cuando un niño dice malas palabras porque a los adultos les parece gracioso logrando solo
reforzar que el niño siga actuando de esta manera y repitiendo la acción conforme va creciendo,
en lo personal considero que el mejor reforzador para mantener una conducta deseada en los
niños siempre será el amor, el mostrarles cariño el motivarlos, el reconocer sus logros, hacerles
sentir que lo que hacen es muy valioso y que por pequeñas que parezcan sus acciones se les
niños al ver a modelos adultos mostrando conductas agresivas y hostiles, teniendo como
resultado que los niños repetían los comportamientos observados e ingeniaban nuevas formas de
conductas agresivas. Bandura plantea que gran parte de las conductas que realizamos se da por
aprendizaje social, de esta manera se aprenden habilidades, estrategias consecuencias, etc, que
A modo de conclusión rescatamos que los adultos somos el ejemplo de los niños, ellos
violencia, lo más probable es que sea un niño violento y crezca repitiendo estas conductas, no
son necesarios los pellizcos, las nalgadas ni un jalón, tampoco es necesario lastimar con palabras
ignorando o insultando, la violencia física ni psicológica serán la solución ante las emociones de
los niños, esto solo ocasionara que la situación empeore y traerá consecuencias negativas mas
que positivas, los adultos repiten lo que hicieron con ellos, tal vez sea la única forma en que
aprendieron a controlar situaciones difíciles, en este caso con los niños, pero eso no quiere decir
que esto se repetirá así siempre, los padres deben informarse, y ser conscientes que las actitudes
que toman hacia los niños serán repetidas por ellos haciendo que se fortalezcan las conductas
agresivas aprendiendo que es la mejor manera de solucionar los conflictos, los golpes dañan, no
educan, y es una forma de abuzar del poder que se tiene como adultos, sabemos esto porque se
deja de violentar a los niños cuando ellos ya se pueden defender lamentablemente es tarde
porque ellos ya tienen patrones de conducta aprendidos que serán difíciles de modificar.
Referencias:
https://www.aacademica.org/000-072/645.pdf