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RESUMEN 3
I.- INTRODUCCIÖN 4
V.- BIBLIOGRAFIA 21
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RESUMEN
ABSTRACT
When I began to write this work, it was expecting to find great bibliography and articles about
the paper of the woman in the labor movement of Latin America: But to little walking, I
realize that almost everything existing speaks about Workers without distinction, little or
anything of women and finally, especially in texts of the most traditional left side, a critique
to the particular fight or rather it specifies of the women. So my attempt is to discover a part
of this women's history in the resistance of the labor world to the capital and to the patriarchy
one. As I say, it was not so easy, but I believe necessarily to do it to collaborate in this
rediscovery of our history and of our discriminations in emancipating movements.
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I.- INTRODUCCIÓN
Por otro lado, en la Patagonia, la caída del precio de la lana tras el fin de la Primera
Guerra generó una preocupante desocupación. En 1920, en plena posguerra, el precio de la
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lana argentina, como la de otros países, cayó de $9,74 a $3,08, regresando así al nivel normal
de cotización en tiempos de paz. La caída de la demanda mundial ocasionó una gran crisis
para los estancieros latifundistas que se beneficiaban con la explotación de la cría de ganado
lanar.
A pesar de sus grandes aunque disminuidas ganancias, los patrones obligaban a los
peones a trabajar con 18° bajo cero arriando majadas. Los esquiladores concluían jornadas de
16 horas con los brazos agarrotados; los obreros, por su parte, trabajaban 12 horas por día 27
días al mes.
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anarquistas. Una nueva huelga estalló en octubre, con mayor vigor que la anterior. Sus
principales conductores eran el español Hugo Soto y "Facón grande".
El teniente coronel Varela fue nuevamente comisionado por Yrigoyen para resolver
el conflicto. Pero esta vez actuó con desaforada violencia. La dramática trasformación de
Varela, el paso de la negociación hacia la sanguinaria represión, se explica por la aparición de
sólidos elementos de sospecha en cuanto a una injerencia extranjera en la segunda huelga, que
no existieron en la primera. En Paso Ibáñez, hoy Comandante Piedrabuena, el pueblo fue
ocupado por una columna de 900 huelguistas. Desde allí se enviaron emisarios para
conferenciar con Varela.
El resultado final de la huelga, 1500 obrer@s fusilad@s una vez rendidos a las
fuerzas del ejército Argentino. De este lamentable hecho, se publica en un periódico de la
FORA[ CITATION Osv09 \l 13322 ] sobre la huelga de las Putas del prostíbulo la Catalana,
quienes cuando llegan los soldados, una vez terminada la masacre, a que “se sacaran el
gusto”[ CITATION Osv09 \l 13322 ], se encuentran con 5 prostitutas que se niegan a
acostarse con ellos, es más, los reciben a escobazos y gritándoles, asesinos, con asesinos no
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nos acostamos, lo que genera el horror de los soldados quienes la emprenden contra las
mujeres, las que luego son llevadas a comisaria, las mujeres son: María Juliache – 28 años –
soltera – española – pupila del prostíbulo. Maud Foster – 31 años – soltera – inglesa – pupila
del prostíbulo. Amalia Rodríguez – 26 años – soltera – argentina – pupila del prostíbulo.
Ángela Fortunato – 31 años – casada – argentina – modista – pupila del prostíbulo. Consuelo
García – 29 años – argentina – soltera – pupila del prostíbulo.[ CITATION Osv09 \l 13322 ]
Dice en el poema de Cesar Vargas en homenaje a una de las jóvenes: a Consuelo García
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ante la furia de tu sexo,
que resucita el aire, la justicia,
enséñame a ser hombre
puta mía,
dame el amor
dame la risa
y quítame las armas
de las manos.
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COMPAÑEROS y ¿compañeras?
Bajo el lema de “Ni Dios, Ni Patrón, Ni Marido”, los anarquistas apelaban a todos aquellos sujetos que eran oprimidos de
diversas formas por los órdenes establecidos: catolicismo, capitalismo y patriarcado, respectivamente.
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sólo económicas de las mujeres trabajadoras son vista por el resto de trabajadores como
demandas burguesas, fuera del ámbito del paradigma del momento, de la lucha de clases. Este
paradigma que cierra posibilidad a otras experiencias salvo aquellas que están dadas entre la
dicotomía capital/trabajo, fuera de eso, no hay espacio para nada. Es en este tipo de espacios
construidos en la necesidad de terminar con la explotación económica, es donde las mujeres
con ideas avanzadas de igualdad entre sexos, sin la división sexual del trabajo.
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Un primer vistazo de las mujeres en las luchas obreras, la encontramos en la
Federación Obrera Regional Argentina (FORA) de orientación anarquistas, donde mujeres
como Virginia Bolten, nacida en Uruguay llega a Rosario Argentina a fines de del siglo XIX,
encabeza una ancha columna de hombres y mujeres en la manifestación popular del 1° de
mayo de 1890 en la plaza López. Su encendido discurso hace que sea encarcelada por atentar
contra el orden social. Los rumores de la historia dicen que fue la primera mujer que habló en
un mitin obrero. Luego se trasladaría a Buenos Aires. Por sus continuos discursos que
infunden el anarquismo, sufre la continua persecución militar. Forma parte del Comité de
Huelga Femenino, que movilizaba a los trabajadores del Mercado de Frutos porteño. En 1907,
ya como miembro del Centro Femenino Anarquista, activa la huelga de inquilinos. Por esto es
deportada a su país natal.
Rosa Dubovsky Nacida en Rusia y perseguida por el régimen zarista, huye junto a su
marido Adolfo hacia Turquía. Adolfo se alista en el Ejército mientras hace el Servicio Militar,
y allí entrega un arsenal de armas a los revolucionarios. Antes se casan en secreto: Rosa parte
a Francia, y su esposo, a Buenos Aires. En 1907, se rencontraron en Rosario, cuando él
trabajaba en los Ferrocarriles y ella trabajaba como sombrerera.
En la ciudad de Santa Fe, Adolfo milita en el campo anarco-sindicalista, y Rosa
concurre a las reuniones de mujeres anarquistas. Funda una biblioteca, exclusivamente para
mujeres, llamada Emma Goldman.
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Mujeres que suman parte de este movimiento que lucha por la emancipación
humana, sin embargo, se aprecia que aun no hay una situación de conciencia de genero, pero,
sin embargo, ya se vislumbra en algunas de ellas, sobre todo las mujeres de sindicatos textiles,
quienes cuestionan la poca presencia de las esposas de los trabajadores haciendo presente el
papel opresor vía tradición de los compañeros de lucha, es decir otros trabajadores que
reconocían a principios de siglo XX que el papel de la mujer era en la casa y no en las
fábricas.
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MOVIMIENTO OBRERO SIN OBRERAS
“¿Qué es la obrera? La obrera es una máquina de carne, suyo sistema reproductor, ha sido transformado en productor. La
obrera, o sea el caballo-hembra, desempeña, haciéndosela un honor –dos importantes papeles. Es artefacto sexo-sensual y es
bestia de carga o máquina industrial. Ella debe durante el día trabajar en el taller o prisión, servir como una esclava y
arrastrarse como un reptil para ganar su alimento miserable, el de sus hijos y parte del de su marido o amo. En la noche asear
su casa, lavar la ropa, hacer de comer, acariciar a sus niños y servir de madre, de hija, de esposa y de animal tolerante y
satisfaciente del hombre-perro que ladra, que come, que empuerca y halaga miserablemente- sin que nunca venga un rayo de
luz, una nota dulce, una sonrisa, una esperanza, a tocar sonoramente sus delicadas fibras del corazón de la mujer que sufre y
que siente. Rosa Rubí
Estos movimientos anarquistas tuvieron su auge en toda la región entre 1903 y 1930,
años en los que se organizaron huelgas generales bastante significativas que abrieron un
proceso de sindicalización del movimiento obrero, como el caso de Perú en 1919, Brasil en
1917, Argentina en 1919 y Chile 1903, 1905, 1907 y posteriores. Se crea un clima político
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generalizado favorable a la huelga general como forma de lucha principal, a pesar de que en
algunos casos éstas no tenían un objetivo claro o buscaban una especie de disolución del
Estado. En esta fase se consiguieron avances importantes en las luchas sociales y sindicales,
colocándose en el eje de las luchas reivindicaciones específicas como la reducción de la
jornada a ocho horas por día así como mejoras salariales y de condiciones de trabajo y de vida
de los obreros. Pero otro elemento común a la región, es que las huelgas por pacificas que
fueran, eran brutalmente reprimidas.
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Esta expansión traslado a los diversos centros productivos la los obreros, y con ellos
a sus familias. Es en estos centros donde la propaganda de ideas emancipadoras como la
anarquista y socialista logra permear en los oídos proletarios, sumado a esto las condiciones
de trabajo en régimen casi esclavo. Las mujeres que ingresan a las faenas fabriles, sobre todo
en textiles, también desarrolla organizaciones de defensa y por mejoras salariales.
Sin embargo, para la época, la entrada de la mujer en el mundo del trabajo fuera del
hogar no es visto con buenos ojos, y se comienza a generalizar la idea que esta situación sobre
todo por dirigentes obreros que plantean que esto es en desmedro de la familia de los obreros.
“Desde su inicio en 1905, La Alborada sirvió como vocero femenino del Partido
Demócrata Doctrinario (PDD), auto identificado como partido obrero y estrechamente
vinculado con grupos anarquistas durante esta época extremadamente conflictiva del
movimiento obrero en Chile. El periódico se dirigía explícitamente al proletariado femenino,
incluyendo así a las esposas, madres y hermanas de los trabajadores.
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En un comienzo, el enfoque del periódico en cuestiones femeninas fue dominado por
la preocupación por el movimiento laboral. Aunque los colaboradores parecían estar de
acuerdo en cuanto a quienes eran los enemigos de la virtud y del bienestar de la mujer —los
patrones, las mujeres burguesas, la policía, los vicios masculinos como el alcohol, el
adulterio, y la violencia contra la mujer—, elaborar estrategias para la emancipación de la
mujer fue para ellos una preocupación secundaria. En su primer año, La Alborada dio
prioridad a los problemas de los trabajadores de ambos sexos, dándoles, por consiguiente,
menos importancia a las cuestiones femeninas. Como para despejar cualquier amenaza al
movimiento obrero masculino, el editorial del primer número afirmo:
No buscamos glorias ni ganancias; pues es muy sabido que toda empresa
periodística deja sólo amargos sinsabores. No poseemos más caudal para la publicación de
La Alborada, que la firme voluntad que nos anima y la satisfacción que experimentamos de
alentar a nuestros hermanos y decirles que las proletarias están a su lado para afrontar los
peligros de la lucha y ¡adelante!”[ CITATION Hut12 \l 13322 ].
Entre las mujeres que se puede encontrar están: Juana Roldán Escobar, una de sus
principales dirigentes, fue una luchadora incansable por los derechos de los trabajadores y de
la mujer. Contribuyó a la formación de numerosas sociedades y confederaciones, para
estimular la participación de las obreras, la educación y la defensa de sus derechos.
Carmela Jeria Gómez, de Valparaíso. Fue tipógrafa en la Litografía Gillet de
Valparaíso cuando empezó a editar La Alborada.
Como rehusó dejar de trabajar con el periódico y el movimiento obrero, fue
despedida en seguida de su puesto en la litografía. Jeria fue bastante conocida como oradora
destacada en reuniones y cenas del Partido Democrático. Fue también delegada en el
Congreso Obrero Social de 1905 y fundó la Sociedad Periodística La Alborada en 1906.
Esther Valdés de Díaz activista de orientación anarquista hizo que la posición del
periódico La Alborada en cuanto a la emancipación de la mujer fuera más explícita. En agosto
de 1906, Valdés había organizado una sociedad de resistencia para sus compañeras costureras,
que llegó a ser una de las organizaciones más grandes de los grupos de trabajadoras de
Santiago. Como corresponsal, aludió detalladamente a la naturaleza y al funcionamiento de la
Asociación de Costureras. Estas descripciones nos dan mucha información sobre las
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condiciones de trabajo en los talleres femeninos, el carácter de las relaciones entre jefes y
empleadas, y el activismo femenino.
Lo que nos dice Lucia Macoc (2011) es que en consonancia con lo que sucedía a
nivel mundial en los países desarrollados de occidente, a principios del siglo XX se comenzó
a problematizar la cuestión de la Mujer en la Argentina, poniendo de relieve diversas
demandas y reivindicaciones específicas del género femenino, como hemos visto en Chile, las
mujeres insertas en sociedades de resistencia y mutuales, comienzan a levantar demandas de
género, en tanto que no es solo la explotación capitalista, sino la opresión de los hombres, lo
que en las organizaciones de lucha económica no tomaba en cuenta estas particularidades, ya
que es el socialismo como forma de organización social, el que dará por concluida esta doble
explotación.
Argentina también desarrolla esta lucha interna, o mejor dicho, la mujer ve que su
papel de explotada no cambia con la transformación económica, y deben luchar por
reivindicaciones propias de mujeres, sobre todo en los orígenes del movimiento obrero
argentino, sobre todo en el anarquismo y el socialismo, nos dice Lucia Macoc (2011)
“A diferencia del socialismo, las anarquistas problematizaron acerca de las
relaciones jerárquicas y desiguales entre los géneros masculino y femenino, y
particularmente, el autoritarismo que ejercía el hombre sobre la Mujer al interior de la
estructura familiar (golpeando duramente el núcleo de la dominación patriarcal). Sobre ello,
decía María Muñoz: “Los hombres todos, proletarios lo mismo que burgueses, y todas las
clases dominantes, siempre han tenido a la mujer en la mayor ignorancia para poder así con
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más facilidad dominarla, ha procurado mantenerla siempre en la esclavitud y para impedirle
que saliera de esta triste condición la ha rodeado de preocupaciones necias; ha
menospreciado su trabajo; su influencia en la sociedad y la ha anulado; en la familia la ha
postergado al segundo lugar; ha creado el honor para que a la que no quiera ser esclava la
sociedad la desprecie.(en Macoc, 2011)”
A pesar de la conciencia tomada por las mujeres y las opiniones redactadas en los
periódicos obreros, se sigue manteniendo una militancia dentro del obrerismo, lo que llevo
años en desarrollar una tendencia más particular de lucha feminista que termina por
abandonar el espacio común del sindicato para integrar grupos femeninos en principio
cercanos a mujeres instruidas y/o burguesas..
“En este sentido, para el socialismo la desigualdad entre los géneros radicaba
fundamentalmente en el sistema capitalista y las instituciones legales del Estado, y no al
interior de la estructura familiar. Por tanto, las anarquistas apuntaban a cuestionar el orden
social-simbólico, fundamentalmente a la esfera íntima y privada del hogar –cuestionar las
relaciones dentro de la institución de la familia y el matrimonio-, a extinguir las bases del
sojuzgamiento que desde allí operaba el hombre sobre las Mujeres y generar una nueva
conciencia a la Mujer, libre de los prejuicios religiosos y sociales propios de la sociedad
burguesa. Las anarquistas apuntaban con sus discursos a las mujeres obreras y pobres de
fines de siglo XIX: en ellas se conjugaba la doble explotación económica y del hombre.
Las mujeres, estaban doblemente oprimidas: por la sociedad burguesa, y por los
hombres. El desarrollo específicamente feminista de la teoría anarquista descansaba en su
ataque al matrimonio y al poder masculino sobre las mujeres. El comunismo anarquista
había tomado de Engels la crítica al casamiento burgués como un medio de salvaguardar la
transmisión capitalista de la propiedad. También reiteraba su visión de que la familia era el
lugar de la subordinación de la mujer. Las escritoras de La Voz de la Mujer, al igual que las
feministas de otras latitudes, prosiguieron el desarrollo de un concepto de opresión que se
centraba en la opresión de género. El casamiento no era tan solo una institución burguesa;
sino también restringía la libertad de las mujeres, incluyendo su libertad
sexual.”[ CITATION Mac11 \l 13322 ]
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IV.- CONCLUSION O LA LARGA LUCHA DE SER RECONOCIDAS
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En general, los debates del siglo XIX versaban sobre una historia causal implícita
en torno a la revolución industrial, que en la mayor parte de las historias posteriores de
mujeres trabajadoras se tuvo como un supuesto. Esta historia localizaba la fuente del
problema de las mujeres trabajadoras en la sustitución de la producción doméstica por la
producción fabril, que tuvo lugar durante el proceso de industrialización.
Como en el período preindustrial se pensaba que las mujeres compaginaban con
éxito la actividad productiva y el cuidado de los hijos, el trabajo y la vida doméstica, se dijo
que el supuesto traslado en la localización del trabajo hacía difícil tal cosa, cuando no
imposible. En consecuencia, se sostenía, las mujeres sólo podrían trabajar unos periodos
cortos de su vida, para retirarse del empleo remunerado después de casarse o de haber
tenido hijos, y volver a trabajar luego únicamente en el caso de que el marido no pudiera
mantener a la familia.[ CITATION Sco91 \l 13322 ]
La mujer en su papel de productora (fabril) debía ser transitorio, ya que era ella el
sostén emocional de la familia, y si ella falla, la institución familiar decae. Sin embrago, ese
discurso transversal a los sectores burgueses, católicos y proletarios, la igualdad de los
varones, el dominio del patriarcado que busca someter a la mujer a un papel lejos de dominio
público. Esto desde una situación más simbólica que real, ya que muchas de las mujeres
debían salir de la casa paterna a trabajar como criadas (empleadas domésticas), pero siempre
en un papel ligado a la administración y mantención de la casa (de mujeres burguesas u
oligarcas). Esta división sexual del trabajo se logró superar en algunos casos, pero con mucha
oposición, al punto que en la actualidad hay quienes aún sostienen que las dificultades
familiares están relacionadas con el trabajo fuera de la casa de la mujer.
Por tanto, aun mucho por hacer en el tema laboral de la mujer, no solo por la iniquidad
económica, sino además por el papel impuesto de “dueña de casa·, la “virtud de madre”, “la
sacrificada”, la dominada, la explotada.
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V.- BIBLIOGRAFIA
Trabajos citados
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