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ÍNDICE
Pág. 05 El Martillero
Pág. 06 Condiciones Habilitantes
Pág. 07 Inhabilidades
Pág. 10 Incompatibilidades
Pág. 11 Requisitos de Matriculación
Pág. 15 Facultades de los Martilleros
Pág. 17 Tasación
Pág. 18 Facultades complementarias
Pág. 18 Obligaciones del Martillero
Obligaciones
La matriculación
La obligación de contabilidad
La obligación de comprobación de los bienes y sus condiciones
Obligación de instrumentar por escrito las condiciones del mandato o comisión
Obligación de publicidad adecuada
Obligación de rematar
Obligaciones posteriores al acto de remate
Pág. 30 Derechos
Pág. 36 Prohibiciones y Sanciones
Pág. 39 Responsabilidad del Martillero o Rematador
GUÍA DE ANÁLISIS
2. Se debe realizar una lectura exhaustiva del decreto ley 20.266 reformado por la ley 25.028;
de las partes pertinentes del Código Civil y Comercial y de las leyes provinciales que regulan la
profesión de martillero público y corredor de comercio (sin perjuicio de las diversas
denominaciones que en ellas pueden adoptarse, para referirse al/la mismo/a profesional).
4. Como apoyatura se puede utilizar la obra de Miguel A. Piedecasas: “Régimen legal del
martillero y de la subasta judicial”, Ed. Rubinzal Culzoni Editores, capítulos 1, 3, 4, 5, 6, 7 y 8;
teniendo especial consideración que existen aspectos que pueden encontrarse modificados por
legislación posterior, especialmente el CCC.
EL MARTILLERO
En la terminología usual, martillero y rematador son términos sinónimos; sin perjuicio de que
en el ámbito del derecho comparado, especialmente del MERCOSUR se suelen utilizar otras
denominaciones
Este breve concepto encuentra su sentido en la propia legislación, ya que para llevar adelante
el acto de remate (que es la principal operación que realiza el martillero), se deben cumplir con
los recaudos legales, superando de esta manera las dificultades que existían para su
conceptualización.
Hoy podemos afirmar que estamos frente a un profesional universitario que lleva adelante el
ejercicio de su profesión dentro de los límites legales y reglamentarios y además puede
configurarse como un colaborador del empresario, para la introducción de los bienes en el
mercado (esto último puede ser observado desde una perspectiva jurídica en base a la relación
que existe entre el titular de los bienes y el martillero, pero fundamentalmente desde un punto
de vista económico, al ser un canal de comercialización de bienes al que puede recurrir el
empresario).
Relación frente al dueño de los bienes: Frente al dueño de los bienes, puede asumir alguna de las
siguientes calidades:
a. Mandatario
b. Comisionista
c. Auxiliar del Juez o de la justicia
En el ámbito extrajudicial, y frente al dueño de los bienes puede estar vinculado a través de un
contrato de mandato, según se encuentre presente el dueño de los bienes y las cosas estén a
la vista en el acto de remate, o comisionista, que es otro contrato, que se configura cuando el
acto de remate se realice sin encontrarse presente el dueño de los bienes, todo ello conforme
el art. 10 de la ley 20.266. Este artículo no se encuentra derogado y por ende su lectura e
interpretación debe realizarse conforme los artículos del mandato (1319 a 1334 del CCC) o de
la consignación (1335 a 1344 del CCC) según el caso.
Condiciones habilitantes
Para poder adquirir el carácter de martillero público, se puede sostener que deben cumplirse
con determinadas condiciones habilitantes:
a. Ser mayor de edad
b. Poseer título universitario
c. No estar comprendido en las inhabilidades legales que se requiere en este caso, es que sea
mayor de 18 años (artículo 25 del CCC) y que se tenga el título universitario de martillero
público y corredor de comercio, incorporado en este caso, por la ley 25.028.
En cuanto a las inhabilidades especiales, son de origen legal y en principio deberían estar
contempladas en la ley nacional, para ser aplicable en todo el territorio del país. Se realiza esta
observación en virtud de que hay normas provinciales que hacen a la organización y poder de
policía sobre la profesión, que suelen incorporar otras o reiterar las señaladas, lo que en
principio tendría un vicio de inconstitucionalidad.
Una cuestión es la condición sustancial para tener la calidad de martillero y otros son los
requisitos para el ejercicio de la profesión, que sí corresponden al ámbito jurisdiccional local.
Cómo se puede observar, esta norma no podría establecer las condiciones sustanciales para
adquirir la calidad de martillero, ya que su ámbito de validez se refiere al ejercicio de la
profesión.
La norma a los efectos de las condiciones habilitantes remite a las impuestas por la legislación
vigente, que en este caso sería la ley nacional 20.266.
La ley 10.973 de la provincia de Buenos Aires, que regula en forma conjunta las profesiones de
martilleros y corredores, establece en materia de condiciones habilitantes, lo siguiente:
ARTÍCULO 1°.- (Texto según Ley 14085) Para ejercer la profesión de Martillero y Corredor
Público en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, se requiere:
a. Poseer título Universitario de Martillero y Corredor Público, expedido por Universidades
Nacionales o Provinciales, de gestión estatal o de gestión privada, o revalidado en la
República Argentina con arreglo a las reglamentaciones vigentes.
b. Estar inscripto en alguno de los Colegios Departamentales donde tiene denunciado su
domicilio legal, a los efectos del desarrollo de su actividad.
Aquí existe un desacople entre lo establecido en la ley nacional y lo exigido en la ley provincial.
El inciso b) refiere al ejercicio y no a los requisitos para ser considerado martillero público, por
ende no existe en este aspecto incongruencia con la legislación nacional.
El inciso a) debe interpretarse con el sentido y alcance que le otorgue la ley 20.266 y la
reglamentación que esta establezca, ya que un título nacional habilitante debe reunir las
condiciones que establezcan justamente esas autoridades, las nacionales y no las provinciales,
sino habría lugar a títulos provinciales con diferencia de contenidos e incumbencias que no
reunirían las calidades y características establecidas por la ley nacional, en particular, que sean
emitidos por universidades nacionales públicas o privadas.
Inhabilidades
El artículo 2º de la ley 20.266, establece las denominadas causales de inhabilidad, que
impedirían a una persona adquirir la calidad de martillero público.
Debe señalarse que esta norma no ha sido derogada por la ley 26.994/2014 que aprobó el
Código Civil y Comercial, a diferencia de lo que expresamente hizo respecto de otros artículos
de este cuerpo legal, como son los artículos 36,37 y 38.
De manera tal que estamos en presencia de un artículo (el 2º de la ley 20.266) que debe ser
analizado con detenimiento y cuidadosamente interpretado, ya que a pesar de que no ha sido
derogado expresamente, algunos de sus incisos han perdido vigencia por otras normas.
El primero de los incisos refiere a los que no pueden ejercer el comercio. El problema se suscita
en que la categoría de “comerciante” ha desaparecido del ordenamiento privado argentino en
virtud de la derogación del Código de Comercio, que la establecía. Por ende, si bien la norma
tiene vigencia, ahora no podemos ubicar en la legislación de fondo quienes serían los que no
pueden ejercer el comercio y deberemos estar a legislaciones específicas.
Una de las normas que hace referencia a la imposibilidad de ejercer el comercio es el artículo
238 de la ley 24.522, ley de concursos y quiebras, que regula los efectos de la inhabilitación del
fallido y por ende en este supuesto tendríamos que el fallido no puede ejercer el comercio y en
virtud de ello no puede adquirir la calidad martillero.
La norma expresa: “ARTICULO 238.- Efectos. Además de los efectos previsto en esta ley o en
leyes especiales, el inhabilitado no puede ejercer el comercio por sí o por interpósita persona,
ser administrador, gerente, síndico, liquidador, o fundador de sociedades, asociaciones,
mutuales y fundaciones. Tampoco podrá integrar sociedades o ser factor o apoderado con
facultades generales de ellas.”
El segundo inciso no aplicaría, por haber sido derogada la calificación de conducta en la quiebra,
aunque también se puede dar cabida a la articulación entre el 233 de la LCQ y los artículos 176
y siguientes del Código Penal y llegar a una situación que puede considerarse comprendida en
este inciso b).
La norma concursal establece (en los supuestos de quiebras) que: “ARTICULO 233.- Efectos.
La clausura del procedimiento, por falta de activos, importa presunción de fraude. El juez debe
comunicarla a la justicia en lo penal, para la instrucción del sumario pertinente.”.
En el ámbito penal se puede dar la configuración de algunos de los siguientes tipos penales y
de allí determinarse que lo resuelto encuadra dentro de la inhabilidad establecida por este
inciso.
ARTÍCULO 177. - Será reprimido, como quebrado culpable, con prisión de un mes a un año e
inhabilitación especial de dos a cinco años, el comerciante que hubiere causado su propia
quiebra y perjudicado a sus acreedores, por sus gastos excesivos con relación al capital y al
número de personas de su familia, especulaciones ruinosas, juego, abandono de sus negocios
o cualquier otro acto de negligencia o imprudencia manifiesta.
ARTÍCULO 178. - Cuando se tratare de la quiebra de una sociedad comercial o de una persona
jurídica que ejerza el comercio, o se hubiere abierto el procedimiento de liquidación sin quiebra
de un banco u otra entidad financiera, todo director, síndico, administrador, miembro de la
comisión fiscalizadora o gerente de la sociedad o establecimiento fallido o del banco o entidad
financiera en liquidación sin quiebra, o contador o tenedor de libros de los mismos, que hubiere
cooperado a la ejecución de alguno de los actos a que se refieren los artículos anteriores, será
reprimido con la pena de la quiebra fraudulenta o culpable, en su caso. Con la misma pena será
reprimido el miembro del consejo de administración o directivo, síndico, miembro de la junta
fiscalizadora o de vigilancia, o gerente, tratándose de una sociedad cooperativa o mutual.
ARTÍCULO 179. - Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el deudor no comerciante
concursado civilmente que, para defraudar a sus acreedores, hubiere cometido o cometiere
alguno de los actos mencionados en el artículo 176.
Será reprimido con prisión de seis meses a tres años, el que durante el curso de un proceso o
después de una sentencia condenatoria, maliciosamente destruyere, inutilizare, dañare,
ocultare o hiciere desaparecer bienes de su patrimonio o fraudulentamente disminuyere su
valor, y de esta manera frustrare, en todo o en parte, el cumplimiento de las correspondientes
obligaciones civiles.
ARTÍCULO 180. - Será reprimido con prisión de un mes a un año, el acreedor que consintiere
en un concordato, convenio o transacción judicial, en virtud de una connivencia con el deudor
o con un tercero, por la cual hubiere estipulado ventajas especiales para el caso de aceptación
del concordato, convenio o transacción.
La misma pena sufrirá, en su caso, todo deudor o director, gerente o administrador de una
sociedad anónima o cooperativa o de una persona jurídica de otra índole, en estado de quiebra
o de concurso judicial de bienes, que concluyere un convenio de este género.
Cómo se puede observar, el Código Penal requiere de una adecuación al texto actual de la ley
24.522 y también al nuevo Código Civil y Comercial, pero mientras tanto su texto sigue vigente
y existe la posibilidad de que en virtud de la aplicación de estas normas pueda llegar a
configurarse el condicionante negativo del inciso en análisis de la ley 20.266.
Cuando se refiere a los inhibidos para disponer de sus bienes, estamos frente a una norma de
dudosa inconstitucionalidad, ya que la inhibición es una medida cautelar de origen procesal que
no podría privar del derecho a trabajar o comerciar o ejercer libremente una profesión, que
garantiza la Constitución Nacional.
Idéntica reflexión podría darse para el tercer supuesto, ya que se estaría imponiendo una pena
mayor que la que prevé el Código Penal. Sin embargo es una norma vigente y en principio
exigible, salvo que se presente su inconstitucionalidad.
El cuarto supuesto refiere a martilleros que han recibido una sanción disciplinaria, luego de un
sumario llevado a cabo por la autoridad que tiene a su cargo el control de la matrícula.
El quinto supuesto, debe ser analizado, ya que la referencia al artículo 152 bis del Código Civil,
ha quedado sin efecto por la derogación del mismo a través de la ley 26.994. Por la norma
derogada, se impediría ejercer como martillero a los ebrios consuetudinarios, a aquellos que
por el uso de estupefacientes estén expuestos a otorgar actos jurídicos perjudiciales a su
persona o patrimonio; a los disminuidos en sus facultades, sin que lleguen a ser dementes, a los
pródigos.
En relación a la normativa actual, debe estarse a lo dispuesto en los artículos 48,49 y 50 del
CCC.
Inhabilitados
ARTÍCULO 48.- Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de
sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con
discapacidad a la pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad,
a toda persona que padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental,
que en relación a su edad y medio social implica desventajas considerables para su integración
familiar, social, educacional o laboral. La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a
los ascendientes y descendientes.
ARTÍCULO 50.- Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que
la declaró, previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la
persona.
Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede
realizar por sí o con apoyo.
De manera tal que hoy no podemos decir que el inciso final de este artículo 2º tenga vigencia;
sin perjuicio de que como lo establece el artículo 6º de la ley 26.994, toda referencia al Código
Civil debe entenderse como remitida al Código Civil y Comercial y por esa vía podríamos
considerar que los artículos 48,49 y 50 del CCC serían los equivalentes del 152 bis derogado.
Sin embargo, y atendiendo al sistema del CCC y la búsqueda de la menor afectación posible de
la autonomía de la persona, podría darse el supuesto de que siendo mayor de edad y teniendo
el título profesional habilitante, se pueda solicitar al Juez, se precisen los alcances de su decisión
judicial en relación a esta condición habilitante.
La ley 7547 de la provincia de Santa Fe, no establece norma expresa alguna referida a las
inhabilidades.
La ley 10.973 de la provincia de Buenos Aires le dedica un artículo, expreso que en lo sustancial
tiene un contenido similar que la norma de la ley 20.266, por lo que caben las mismas
consideraciones.
ARTÍCULO 2°.- (Texto según Ley 14085) Serán inhabilitados por los Colegios
Departamentales, los colegiados que se encuentren comprendidos en las siguientes
situaciones:
a. Hayan sido condenados con accesorias de inhabilitación para ejercer cargos públicos y los
condenados por hurto, robo, extorsión, estafa y otras defraudaciones, usura, cohecho,
malversación de caudales públicos y delitos contra la fe pública, hasta cumplida la condena.
b. Los fallidos mientras dure su inhabilitación.
c. Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por sanción
disciplinaria.
d. Los comprendidos en el Art. 152 bis del Código Civil.
Puede plantearse el interrogante jurídico acerca de que resolución se debe adoptar para
aquellos supuestos en los que la ley provincial no es coincidente con la ley nacional, en materia
de inhabilidades.
Incompatibilidades
La incompatibilidad, a diferencia de la incapacidad y la inhabilidad, nos coloca frente a una
persona que puede adquirir la calidad de martillero y podría llevar adelante su ejercicio, pero el
mismo no resulta posible en virtud de otra situación que resulta contradictoria por colisión de
intereses y derechos, con otra calidad, oficio o profesión que detenta la persona.
Sin embargo, al tratarse de cuestiones que hacen al ejercicio profesional, el ámbito normativo
competente es el provincial o de CABA, y por ello en este aspecto deberá atenderse a cada
legislación provincial.
ARTÍCULO 4°: Las incompatibilidades que determina el artículo anterior perduran hasta tanto
no se solicite la cancelación de la inscripción en el Registro de la matrícula profesional o no se
produzca la separación del cargo o función o no desaparezca la condición que crea la
incompatibilidad.
Es interesante preguntarse cuál es el fundamento por el que una persona no puede ejercer dos
profesiones para las cuáles obtuvo el correspondiente título habilitante. Entendemos que es un
precepto inconstitucional y las personas pueden llevar a delante el ejercicio profesional para el
cual se encuentran habilitada por el título universitario (en este caso) correspondiente y por
ello no puede considerarse incompatible esta situación ni denegarse su matrícula.(art. 14, 19
concordantes de la CN).
Requisitos de matriculación
La ley 20.266 establece para el ámbito nacional, los requisitos para la matriculación, requisito
necesario para el ejercicio de la profesión, independientemente del órgano que tena a cargo la
tarea específica del control de la matrícula y de llevar adelante la labor de registración.
Matrícula
Requisitos para la matrícula
Art. 3° – Quien pretenda ejercer la actividad de martillero deberá inscribirse en la matrícula de
la jurisdicción correspondiente. Para ello deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 1º;
b) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
c) Constituir domicilio en la jurisdicción que corresponda a su inscripción;
d) Constituir una garantía real o personal y la orden del organismo que tiene a su cargo el
control de la matrícula, cuya clase y monto serán determinados por éste con carácter general;
(Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 1/2000 Inspección General de Justicia B.O.
11/02/2000, se fija la suma de $ 500 (pesos quinientos) como importe del depósito a partir de
la entrada en vigencia de la reforma ley 25.028; y que dicha suma además de en dinero efectivo,
podrá acreditarse a opción del interesado, mediante la contratación de un seguro de caución a
favor de la Inspección General de Justicia.)
e) Cumplir los demás requisitos que establezca la reglamentación local.
(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los
sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Gobierno
Art. 4° – El gobierno de la matrícula estará a cargo, en cada jurisdicción, del organismo
profesional o judicial que haya determinado la legislación local respectiva.
Legajos
Art. 5° – La autoridad que tenga a su cargo la matrícula ordenará la formación de legajos
individuales para cada uno de los inscriptos, donde constarán los datos personales y de
inscripción, y todo lo que produzca modificaciones en los mismos. Dichos legajos serán
públicos.
Afectación de la garantía
Art. 6° – La garantía a que se refiere el artículo 3°, inciso d) es inembargable y responderá
exclusivamente al pago de los daños y perjuicios que causare la actividad del matriculado, al de
las sumas de que fuere declarado responsable y al de las multas que se le aplicaren, debiendo
en tales supuestos el interesado proceder a la reposición inmediata de la garantía, bajo
apercibimiento de suspensión de la matrícula.
La carga de matriculación, se requiere para todas aquellas personas que teniendo el título
universitario quieren ejercer efectivamente como martilleros, en cuyo caso, deberán cumplirse
los requisitos que exige la legislación vigente.
La ley 20.266 establece los requisitos en el ámbito nacional y deberá estarse en cada provincia
o CABA a lo que determine la legislación local.
En relación a los requisitos establecidos por la ley 20.266, hay dos de ellos que aparecen como
cuestionables; el de acreditar buena conducta y la constitución de una garantía para poder
acceder a la matriculación.
Se cuestiona el valor que tiene el requisito sobre la necesidad de acreditar la buena conducta,
por entender que estos certificados administrativos no tienen el valor de una decisión
jurisdiccional y los únicos que pueden juzgar nuestra conducta son los jueces naturales del
ámbito jurisdiccional, conforme lo ordena la Constitución Nacional.
La norma señala que ningún martillero podrá estar inscripto en más de un Colegio, pero debe
aclararse que ello refiere al ámbito provincial, por lo que puede estarlo en otros Colegios de
otras provincias.
Colegio una fianza real o personal, cuyo monto se fija en Cinco Mil Pesos, el que podrá
reajustarse cada dos años y deberá renovarse en igual lapso; g) Prestar juramento o promesa
ante el Presidente del Directorio del Colegio, de cumplir con los deberes que le impone la
legislación sobre martilleros.
ARTÍCULO 5.- El examen a que refiere el inciso c) del artículo 4º, se rendirá en la provincia,
ante una mesa integrada por tres vocales de Cámara designados por la Corte Suprema de
Justicia y dos representantes del Colegio en cuya competencia territorial se rinda el examen.
Los Colegios propondrán a la Corte Suprema de Justicia, a los fines de su aprobación, el
programa de estudios, el que versará sobre nociones básicas de la compra venta civil y
comercial, derecho procesal en lo relacionado con el ejercicio profesional y legislación que lo
regula. La Corte Suprema de Justicia, reglamentará la forma de examinar y fijará las fechas de
examen. Quien pretenda rendirlo deberá acreditar al presentar la solicitud, ser mayor de edad,
y poseer título de enseñanza secundaria expedido o revalidado en la República.
Cómo se puede observar, hay diversas cuestiones que deben considerarse en relación a estas
normas:
a. El llamado “examen de idoneidad” ha sido reemplazado por el título profesional
universitario.
b. La certificación de buena conducta por autoridades administrativas resulta cuestionable
constitucionalmente, como se ha señalado en párrafos anteriores.
c. El condicionante económico para el ejercicio de la profesión resulta inconstitucional, porque
no se puede privar a ninguna persona (menos a los más vulnerables) al libre ejercicio de su
profesión, a través de la imposición de una carga económica. (art. 14 de la CN).
La ley 10.973 de la provincia de Buenos Aires, ofrece un sistema más actualizado en materia
de requisitos para la matriculación, sin perjuicio de que también se encuentran observaciones
o cuestionamientos a su texto.
ARTÍCULO 6°: (Texto según Ley 14085) Con la solicitud de inscripción en el Registro de
Matrículas se formará legajo.
El Colegio verificará si el peticionante reúne las condiciones requeridas y se expedirá en el
transcurso de treinta (30) días.
Decretada la inscripción, el profesional prestará juramento ante el Presidente del Consejo, de
cumplir fielmente con sus deberes y obligaciones que le están impuestos por la normativa
vigente, quedando habilitado para ejercer su profesión.
El Colegio Departamental a solicitud del inscripto, deberá expedir una credencial y certificado
habilitante en el que constará su identidad, domicilio, tomo y folio, o número de inscripción,
comunicando el alta respectiva al Consejo Superior y a la Caja de Previsión Social para
Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, respectivamente.
ARTÍCULO 7º: (Texto según Ley 14085) Se denegará la inscripción cuando el solicitante no
hubiera dado cumplimiento a las exigencias requeridas por el artículo 5º, además de las
inhabilidades e incompatibilidades prescriptas por los artículos 2º y 3º de la presente.
La decisión denegatoria será apelable por recurso que se interpondrá directamente ante el
Consejo Superior del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia, dentro de
los diez (10) días de notificada.
A su vez del pronunciamiento de este último órgano, se procederá conforme lo determina la
legislación vigente en la materia.
El Martillero y/o Corredor Público cuya inscripción fuera rechazada, podrá presentar una nueva
solicitud probando ante el Colegio haber desaparecido las causales que fundaron la
denegatoria.
ARTÍCULO 10°: De cada Martillero y Corredor Público se llevará un legajo personal donde se
anotarán sus datos de filiación, títulos profesionales, empleos o funciones que desempeñen,
domicilio y sus traslados, y todo cuanto pueda provocar una alteración en los registros
pertinentes de la matrícula, así como las sanciones impuestas y méritos acreditados en el
ejercicio de su actividad. Dichos legajos serán públicos.
Los Martilleros y Corredores Públicos deberán tener oficina, la que estará dedicada
exclusivamente al servicio de los fines profesionales. Todo cambio de oficina, así como el cese
o reanudación de las actividades profesionales, deberá ser comunicado al Colegio pertinente
dentro del término de cinco días. El incumplimiento de las obligaciones establecidas en este
artículo respecto de los colegiados dará lugar a sanción disciplinaria.
ARTÍCULO 11°: (Texto según Ley 14085) Es obligación de las Autoridades Judiciales actuantes,
como así también la de los Funcionarios a cargo del organismo de contralor, conservar siempre
visibles en sus oficinas o despachos una nómina de los Martilleros y Corredores Públicos
inscriptos en el Departamento para sorteos de oficio.
Las listas estarán depuradas antes de realizar cada sorteo o designación de oficio de acuerdo a
las comunicaciones del Colegio. Su inobservancia constituirá falta grave.
“El remate es el procedimiento por el cual se adjudica, un bien en acto público y por un
martillero (único legalmente facultado para hacerlo).”
Clases de remate:
a. Particular
b. Judicial
c. Administrativo
Es necesario tener en cuenta que el martillero tiene diversas facultades, pero las que son
caracterizadoras de su actividad son el remate y la tasación, y en el caso de los informes y de
las medidas preventivas, en realidad se están refiriendo a un conjunto de facultades que
guardan directa relación con el acto de remate o el de tasación, o sea que son medidas o actos
necesarios para llevar adelante el remate o la tasación.
Se ha discutido sobre la naturaleza jurídica del remate, que encuentra su primera mención
específica en el art. 8 inc. 3 del Código de Comercio derogado, que lo ubicaba dentro de los
actos de comercio.
El remate puede ser particular, cuando es encomendado por un particular, judicial cuando es
ordenado por un juez o administrativo cuando es encomendado por la administración pública
nacional, provincial o municipal.
Debe tenerse en consideración que no hay que confundir el remate (procedimiento) con los
contratos que en relación o a través del mismo, se materializan, como puede serlo la
compraventa (a través de la adjudicación) o el mandato o comodato (en relación al encargo que
realiza el dueño de los bienes), ni tampoco con el carácter de la venta que se pretende
(voluntaria o forzosa).
También debe tenerse presente, que a diferencia de la legislación derogada, el CCC no trae
referencias respecto del remate o acto de subasta.
Las leyes provinciales traen referencias a las facultades que poseen los martilleros, sin perjuicio
de hacer notar que al relacionarse con incumbencias profesionales (lo que pueden o no hacer),
corresponden al ámbito nacional y no provincial.
La diferencia que se observa en este artículo en relación a la ley nacional es la habilitación para
ejercer el corretaje, problema que no se plantea con relación a las carreras (como la de la UNL)
cuyo título habilitante es de Martillero Público y Corredor de Comercio, pero sí en aquellos
casos donde el título solo habilita para alguna de esas dos profesiones.
Queda por plantear la inconstitucionalidad de la norma en tanto impeditiva del ejercicio de dos
profesiones que no presentan intereses o derechos contrapuestos ni generan conflicto en su
manifestación concreta.
La ley 10.973 de la provincia de Buenos Aires, que regula ambas profesiones y tiene un colegio
único, consagra lo siguiente:
ARTÍCULO 50°: El ejercicio de las profesiones de Martillero y Corredor Público comprende las
siguientes actividades:
a. Martillero Público: efectuar ventas en remates públicos de cualquier clase de bienes
muebles, inmuebles, semovientes y derechos, marcas, patentes y en general, todo bien cuya
venta no esté prohibida por la Ley o encomendadas a otras profesiones específicas, que se
efectúe en el territorio de la Provincia, sean éstas por orden judicial, oficial o particular.
b. Corredor: realizar todos los actos propios del corretaje y la intermediación, poniendo en
relación a las partes para la conclusión del contrato proyectado por su comitente. El objeto
de su intervención puede ser la permuta, locación, compraventa de inmuebles, muebles,
mercaderías, semovientes, rodados, fondos de comercio, marcas, patentes, créditos, letras,
papeles de negocio, título y acciones coticen o no en bolsa sin incurrir en los supuestos
contemplados en la Ley 17.811, y en general toda clase de derecho de tráfico lícito.
c. El Martillero y Corredor Público pueden practicar y expedirse en tasaciones de inmuebles,
muebles y semovientes en general.
ARTÍCULO 51°: (Texto según Ley 14085) Los Colegiados en actividad podrán recabar
directamente de las oficinas públicas, prestadoras de servicio y bancos oficiales y privados,
informes o certificados sobre las condiciones de las cosas o derechos que les hayan sido
entregados para la venta, locación o cualquier otra actuación que le haya sido encomendada.
En la solicitud se hará constar su nombre, domicilio, tomo, folio y número de inscripción en el
Registro de Matrículas, precisando con exactitud las características del bien, la naturaleza del
derecho sobre el que se requiere informe y el objeto de éste, debiendo expedirse las oficinas
dentro del plazo máximo de quince (15) días.
Debe hacerse notar que el CCC se refiere en varias ocasiones al acto de remate, pero bajo la
denominación de subasta y en referencia a la ordenada judicialmente (artículos 123, 127, 249,
906, 1017, 1040). Con excepción del supuesto contemplado en el art. 1165, que refiere al
remate o subasta no judicial (por lo menos en principio).
Tasación
La ley nacional establece como facultad del martillero, la de informar sobre el valor de venta o
de mercado de los bienes que se encuentra facultado a rematar.
Ahora bien, de una lectura detenida del art. 8º ley 20.266, se observa que en ese tramo de la
norma existe un subtítulo que es el de “tasaciones” con lo cual queda claro que la referencia
legal es al “procedimiento para la determinación de un bien o derecho” (Diccionario
Panhispánico del Español Jurídico, página 1949).
La facultad de informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes para cuyo remate
los faculta esta ley, es equivalente a tasación, entendida ésta como el procedimiento
técnico por el cual se fija un precio de un bien en un tiempo y lugar determinado conforme
a las características del mismo y a los aspectos subjetivos y objetivos del mercado.
Facultades complementarias
El martillero tiene facultades para solicitar directamente de las personas públicas o privadas
los informes o certificados necesarios para llevar adelante el acto de remate.
El martillero está facultado directamente por la ley para solicitar a las autoridades
competentes las medidas necesarias para garantizar el normal desarrollo del acto de
remate.
Dentro de los informes que puede pedir el martillero, se encuentran los informes de dominio,
catastrales, de anotaciones personales, al registro de créditos prendarios, o de deuda nacional,
provincial o municipal según el caso, y el bien a rematar.
Dentro de las medidas previas, puede solicitar según los casos el auxilio de la fuerza pública, la
constatación de los bienes, etc.
La ley 20.266 establece en su artículo 9º, que son “obligaciones” de los martilleros, las
siguientes:
Títulos
b) Comprobar la existencia de los títulos invocados por el legitimado para disponer del bien a
rematar. En el caso de remate de inmuebles, deberán también constatar las condiciones de
dominio de los mismos;
Publicidad
d) Anunciar los remates con la publicidad necesaria, debiendo indicar en todos los casos su
nombre, domicilio especial y matrícula, fecha, hora y lugar del remate y descripción y estado
del bien y sus condiciones de dominio.
En caso de remates realizados por sociedades, deberán indicarse además los datos de
inscripción en el Registro Público de Comercio.
Remate de lotes
Cuando se trate de remates de lotes en cuotas o ubicados en pueblos en formación, los planos
deberán tener constancia de su mensura por autoridad competente y de la distancia existente
entre la fracción a rematar y las estaciones ferroviarias y rutas nacionales o provinciales, más
Acto de remate
e) Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en lugar visible una bandera
con su nombre y, en su caso, el nombre, denominación o razón social de la sociedad a que
pertenezcan;
f) Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate, en idioma nacional y con precisión y
claridad los caracteres, condiciones legales, cualidades del bien y gravámenes que pesaren
sobre el mismo;
Posturas
g) Aceptar la postura solamente cuando se efectuare de viva voz; de lo contrario la misma será
ineficaz;
Instrumento de venta
h) Suscribir con los contratantes y previa comprobación de identidad, el instrumento que
documenta la venta, en el que constarán los derechos y obligaciones de las partes. El
instrumento se redactará en 3 (tres) ejemplares y deberá ser debidamente sellado, quedando
uno de ellos en poder del martillero.
Bienes muebles
Cuando se trate de bienes muebles cuya posesión sea dada al comprador en el mismo acto, y
ésta fuera suficiente para la transmisión de la propiedad, bastará el recibo respectivo;
Precio
i) Exigir y percibir del adquirente, en dinero efectivo, el importe de la seña o cuenta del precio,
en la proporción fijada en la publicidad, y otorgar los recibos correspondientes;
Rendición de cuentas
j) Efectuar la rendición de cuentas documentada y entregar el saldo resultante dentro del plazo
de 5 (cinco) días, salvo convención en contrario, incurriendo en pérdida de la comisión en caso
de no hacerlo;
Deber de conservación
k) Conservar, si correspondiere, las muestras, certificados e informes relativos a los bienes que
remate hasta el momento de la transmisión definitiva del dominio;
Otros deberes
l) En general, cumplimentar las demás obligaciones establecidas por las leyes y
reglamentaciones vigentes.
La matriculación
• El tema de la matriculación es previo a cualquier otro, ya que el martillero que no se
encuentre matriculado no puede ejercer válidamente la profesión.
• Se discute si estamos en presencia de una carga o de una obligación (aún a pesar de estar
enunciada por la propia ley como obligación). Técnicamente puede sostenerse que sea una
carga en virtud de que se trata de una conducta que la persona puede adoptar o no, sin que
nadie se la pueda exigir coactivamente y cuyo incumplimiento la priva de determinados
efectos útiles como sería el ejercicio de la profesión.
• Es un instituto técnico registral.
• Puede ser definida en su aspecto individual como un acto personal por el cual se procede a
registrarse para el ejercicio de la profesión de martillero y se manifiesta como “la constancia
registral que acredita la inscripción de un martillero en el registro profesional de una
jurisdicción determinada, que lo habilita para el ejercicio de la profesión”.
• El efecto es constitutivo y no declarativo.
La matriculación es una carga específica, que surge tanto de la ley nacional como de las leyes
provinciales y se parte del axioma de que no hay posibilidades de actuar como martillero sin
estar matriculado.
Es un instituto que tiene sus orígenes en el propio derecho comercial, y guardaba relación con
la matriculación de los comerciantes. Sin embargo, en este caso, la matrícula es llevada por los
órganos que en cada jurisdicción tengan por ley nacional o provincial, en su caso, el control de
la matrícula. Actualmente el CCC ha eliminado todo lo referido a la matriculación de los
comerciantes, que se aplicaba supletoriamente, sin perjuicio del mantenimiento en el ámbito
de los registros públicos, diferentes cuestiones que hacen a ese instituto.
La obligación de contabilidad
• El martillero está obligado a llevar una contabilidad adecuada, conforme los criterios
establecidos en el artículo 321 del CCC: “La contabilidad debe ser llevada sobre una base
uniforme, de la que resulte un cuadro verídico, de las actividades y de los actos que deben
registrarse, de modo que se permita la individualización de las operaciones y las
correspondientes cuentas acreedoras y deudoras. Los asientos deben respaldarse con la
documentación respectiva, todo lo cual debe archivarse en forma metódica y que permita
su localización y consulta.”
• Respecto del planteo efectuado en relación a la exigencia de los libros requeridos por el art.
322 del CCC, los mismos resultarían exigibles por tener otro contenido y finalidad y ser
considerados indispensables para una contabilidad organizada y por cumplir a través de ellos
otros requisitos que pueden ser de orden tributario o que hacen a la fiscalización
administrativa de las profesiones. Sin embargo se debe hacer notar que el art. 320 CCC
excluye a los profesionales liberales (dentro de los que incluimos a los martilleros) de la
obligación de llevar contabilidad.
• Se aplican las normas de los artículos 323 a 331 del CCC, que a continuación se transcriben:
Tal individualización consiste en anotar, en el primer folio, nota fechada y firmada de su destino,
del número de ejemplar, del nombre de su titular y del número de folios que contiene.
El Registro debe llevar una nómina alfabética, de consulta pública, de las personas que solicitan
rubricación de libros o autorización para llevar los registros contables de otra forma, de la que
surgen los libros que les fueron rubricados y, en su caso, de las autorizaciones que se les
confieren.
ARTÍCULO 325.- Forma de llevar los registros. Los libros y registros contables deben ser
llevados en forma cronológica, actualizada, sin alteración alguna que no haya sido debidamente
salvada. También deben llevarse en idioma y moneda nacional.
Deben permitir determinar al cierre de cada ejercicio económico anual la situación patrimonial,
su evolución y sus resultados.
Los libros y registros del artículo 322 deben permanecer en el domicilio de su titular.
ARTÍCULO 326.- Estados contables. Al cierre del ejercicio quien lleva contabilidad obligada o
voluntaria debe confeccionar sus estados contables, que comprenden como mínimo un estado
de situación patrimonial y un estado de resultados que deben asentarse en el registro de
inventarios y balances.
ARTÍCULO 327.- Diario. En el Diario se deben registrar todas las operaciones relativas a la
actividad de la persona que tienen efecto sobre el patrimonio, individualmente o en registros
resumidos que cubran períodos de duración no superiores al mes. Estos resúmenes deben
surgir de anotaciones detalladas practicadas en subdiarios, los que deben ser llevados en las
formas y condiciones establecidas en los artículos 323, 324 y 325.
El registro o Libro Caja y todo otro diario auxiliar que forma parte del sistema de registraciones
contables integra el Diario y deben cumplirse las formalidades establecidas para el mismo.
ARTÍCULO 328.- Conservación. Excepto que leyes especiales establezcan plazos superiores,
deben conservarse por diez años:
a. los libros, contándose el plazo desde el último asiento;
b. los demás registros, desde la fecha de la última anotación practicada sobre los mismos;
c. los instrumentos respaldatorios, desde su fecha.
Los herederos deben conservar los libros del causante y, en su caso, exhibirlos en la forma
prevista en el artículo 331, hasta que se cumplan los plazos indicados anteriormente.
ARTÍCULO 329.- Actos sujetos a autorización. El titular puede, previa autorización del Registro
Público de su domicilio:
a. sustituir uno o más libros, excepto el de Inventarios y Balances, o alguna de sus
formalidades, por la utilización de ordenadores u otros medios mecánicos, magnéticos o
electrónicos que permitan la individualización de las operaciones y de las correspondientes
cuentas deudoras y acreedoras y su posterior verificación;
b. conservar la documentación en microfilm, discos ópticos u otros medios aptos para ese fin.
La petición que se formule al Registro Público debe contener una adecuada descripción del
sistema, con dictamen técnico de Contador Público e indicación de los antecedentes de su
utilización. Una vez aprobado, el pedido de autorización y la respectiva resolución del
organismo de contralor, deben transcribirse en el libro de Inventarios y Balances.
La autorización sólo se debe otorgar si los medios alternativos son equivalentes, en cuanto a
inviolabilidad, verosimilitud y completitud, a los sistemas cuyo reemplazo se solicita.
ARTÍCULO 331.- Investigaciones. Excepto los supuestos previstos en leyes especiales, ninguna
autoridad, bajo pretexto alguno, puede hacer pesquisas de oficio para inquirir si las personas
llevan o no registros arreglados a derecho.
La prueba sobre la contabilidad debe realizarse en el lugar previsto en el artículo 325, aun
cuando esté fuera de la competencia territorial del juez que la ordena.
La exhibición general de registros o libros contables sólo puede decretarse a instancia de parte
en los juicios de sucesión, todo tipo de comunión, contrato asociativo o sociedad,
administración por cuenta ajena y en caso de liquidación, concurso o quiebra. Fuera de estos
casos únicamente puede requerirse la exhibición de registros o libros en cuanto tenga relación
con la cuestión controvertida de que se trata, así como para establecer si el sistema contable
del obligado cumple con las formas y condiciones establecidas en los artículos 323, 324 y 325.
• Títulos
• Condiciones de dominio
• Normas especiales de venta
• Deudas por tasas, impuestos y contribuciones
• Constatación material del bien
El martillero no puede vender irresponsablemente, como si nada tuviera que ver con los
problemas que pudiera causar una operación incorrecta.
También si sobre ellos no pesan normas especiales de venta, como podrá ser el caso de la venta
en loteo, o de artículos importados, o de bienes que pudieren tener algún condicionamiento
jurídico o material.
También debe el martillero comprobar qué deudas están afectando al bien, por impuestos, tasas
y contribuciones, independientemente de los embargos o inhibiciones que puedan existir por
otra clase de deudas.
También debe constatar directamente las características del bien. Su existencia, y en qué
condiciones se encuentra, por ejemplo: sus medidas, su peso si correspondiere, etc.
Resultan usuales los pronunciamientos jurisprudenciales que establecen la responsabilidad del
martillero por haber faltado a estas obligaciones.
Aún cuando son obligaciones que hacen al procedimiento, operación o acto de remate no dejan
de ser calificadas como “profesionales”, desde la perspectiva que solo son exigibles a este
profesional y por imperio legal.
El martillero debe establecer las condiciones según las cuales realizará el acto de remate, y para
el supuesto de que las mismas no se encuentren establecidas, se aplicará supletoriamente la
ley 20.266, las leyes provinciales, y el Código Civil y Comercial, en especial las reglas del
mandato y la consignación.
Aquí debemos rescatar el principio de que el martillero debe actuar con mayor prudencia y
diligencia que un hombre común, conforme lo exige el art. 1725 del Código Civil y Comercial,
por lo tanto, debe preocuparse y esmerarse para que quede todo absolutamente instrumentado
antes de realizar el remate.
La publicidad hace al éxito del remate y por ello la ley lo obliga a que la misma sea adecuada
conforme el fin perseguido, lo que implica afirmar que la misma sea razonable y proporcionada.
Aquí debemos tener en cuenta la posibilidad de que la ley 24.240 sea aplicable al acto de
Puede sostenerse que esta ley no se aplica a los profesionales universitarios, conforme el texto
de la misma, pero sin embargo la relación sustancial se establece entre el vendedor (mandante,
comitente) y el adquirente, siendo el martillero un profesional que lleva adelante el
“procedimiento, acto u operación de remate”, pero no es parte de la relación sustancial de
compraventa, por lo que bien puede aplicarse esta normativa, en tanto el adquirente resulte
ser consumidor.
Ello abre la posibilidad de que toda la normativa de la ley 24.240 y las normas de defensa de la
competencia y de lealtad comercial y artículos 1092 y siguientes del CCC, resulten aplicables
al caso.
Allí encontramos normas expresas del CCC que son de vital importancia como el deber de
información y los efectos de la publicidad, además de integrar el contrato (art. 1100 al 1103,
siguientes y concordantes).
También se deben considerar las pautas que establece la ley de defensa de la competencia
27.442 y la normativa que regula la relación entre los actores en un mercado, conocida como
lealtad comercial, en este caso el decreto 274/19, que brindan pautas en materia de publicidad
que el martillero deberá respetar.
En este último caso, el decreto 274/19, establece normas referidas específicamente a la
publicidad y promoción de productos, que alcanzan al martillero.
Obligación de rematar
• El martillero está obligado a realizar el remate conforme a las pautas legales y contractuales:
1. En el lugar establecido
2. En la fecha establecida
3. En la hora establecida
4. Colocando la bandera de remate
5. Explicando en voz alta las condiciones del bien, del titular, y del acto de remate
6. Aceptar la postura cuando se efectuare de viva voz
• El remate reconoce tres etapas:
1. La introducción
2. La oferta
3. La adjudicación
• La introducción debe referirse a las siguientes características del bien a subastar
1. Caracteres
2. Condiciones legales
3. Cualidades del bien
4. Gravámenes que pesan sobre el mismo
• Si no cumple podrá plantearse la nulidad del acto y la responsabilidad por daños del
martillero.
• El remate sólo se puede suspender si no hay posturas.
• El martillero simboliza el fin del procedimiento con un golpe de martillo.
La ley lo obliga a:
• Comprobar la identidad de los contratantes
• Redactar el instrumento en tres ejemplares
• Suscribirlo
• Sellarlo
• Reponerlo fiscalmente
ARTÍCULO 860.- Obligación de rendir cuentas. Están obligados a rendir cuentas, excepto
renuncia expresa del interesado:
a. quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio;
b. quienes son parte en relaciones de ejecución continuada, cuando la rendición es apropiada
a la naturaleza del negocio;
c. quien debe hacerlo por disposición legal.
La rendición de cuentas puede ser privada, excepto si la ley dispone que debe ser realizada ante
un juez.
ARTÍCULO 861.- Oportunidad. Las cuentas deben ser rendidas en la oportunidad en que
estipulan las partes, o dispone la ley. En su defecto, la rendición de cuentas debe ser hecha:
a. al concluir el negocio;
b. si el negocio es de ejecución continuada, también al concluir cada uno de los períodos o al
final de cada año calendario.
ARTÍCULO 864.- Saldos y documentos del interesado. Una vez aprobadas las cuentas:
a. su saldo debe ser pagado en el plazo convenido o dispuesto por la ley o, en su defecto, en
el de diez días;
b. el obligado a rendirlas debe devolver al interesado los títulos y documentos que le hayan
sido entregados, excepto las instrucciones de carácter personal.
ARTÍCULO 57.- Además de las obligaciones impuestas por la Ley, los martilleros deberán: a)
Tener oficina o escritorio para la atención al público; b) Abonar los aportes establecidos para el
sostenimiento y cumplimiento de los fines del Colegio.
ARTÍCULO 58.- Al Colegiado que se atrasare en el pago de los aportes, le será requerido el
mismo, por carta certificada, bajo apercibimiento de ser suspendido en el ejercicio profesional
mientras dure el incumplimiento.
La ley 10.973 de la provincia de Buenos Aires, en su art. 52º, establece las obligaciones de los
martilleros, luego de enumerar en un mismo artículo, las que corresponden a los corredores. La
enumeración que se realiza recoge las pautas y principios establecidos en la ley 20.266 y los
desarrolla, y a ellos le adiciona algunos deberes como el referido a la contratación de
profesionales a cargo cuando las oficinas se encuentren a más de cierta distancia.
ARTÍCULO 52°: (Texto según Ley 14085) Son obligaciones de los Martilleros y Corredores
Públicos:
a) DE LOS CORREDORES:
1. Llevar los Libros que disponga la legislación de fondo, en los cuales se asentarán las
operaciones que se realizan.
2. Expedir los certificados ajustándose estrictamente a las constancias de su libro.
3. Comprobar con exactitud la identidad y capacidad legal de las personas entre quienes trata
el negocio.
4. Proponer los negocios con exactitud, precisión y claridad.
5. Comprobar la existencia de los instrumentos que acrediten el título invocado por el
comitente.
deberá anunciar con anticipación razonable todos los remates que realice, efectuando la
publicidad necesaria para asegurar el mayor éxito de la subasta.
3. Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los gastos del remate y la forma
de satisfacerlo, condiciones de venta, lugar del remate, modalidades del precio y demás
instrucciones relativas al acto, debiéndose dejar expresa constancia en los casos en que el
Martillero queda autorizado para suscribir el instrumento que documenta la venta en nombre
de aquél.
4. Anunciar las ventas en las condiciones estipuladas, estableciendo en los avisos la fecha, hora
y lugar de la subasta, cualidad, títulos y ubicación de la cosa, como así también por orden de
quién se realiza el remate. Deberá indicarse asimismo el nombre del profesional, domicilio
especial y matrícula, efectuando una descripción del estado del bien y sus condiciones de
dominio. Tratándose de remates realizados por Sociedades, deberá indicarse además los datos
de su inscripción registral.
Cuando se trate de remate de lotes provenientes de subdivisión de bienes de mayor extensión,
deberá indicarse los datos referentes a medidas, linderos y condiciones de dominio. También
deberá indicarse en su caso el tipo de pavimento, obras de desagües y demás servicios públicos
si existieran, sin perjuicio de las demás exigencias contenidas en las leyes provinciales.
5. Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en lugar bien visible una
bandera con su nombre y en su caso el de la sociedad al que pertenezcan.
6. Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate en idioma nacional y con precisión, los
caracteres, condiciones legales, cualidades y gravámenes que pudieran pesar sobre el bien.
7. Aceptar la postura solamente cuando se efectuara de viva voz, de forma clara e
inconfundible. Suscribir con los contratantes y previa comprobación de su identidad, el
instrumento que documente la venta, en el que constarán los derechos y obligaciones de las
partes. Cuando se trate de bienes muebles cuya posesión sea dada al comprador en el mismo
acto, y esta fuera suficiente para la transmisión de la propiedad, bastará el recibo respectivo.
8. En las subastas ordenadas por entidades estatales y realizadas en sus dependencias, además
de la bandera de la institución puesta al frente del edificio conforme lo antes expuesto, se
colocará en lugar visible el nombre del o de los martilleros que tengan a su cargo el acto. Las
reparticiones públicas ajustarán sus disposiciones a la presente Ley.
9. Rendir cuenta en forma documentada y entregar el saldo que resulte favorable de la subasta
a sus comitentes, dentro de los términos legales salvo convención contraria, incurriendo en
pérdida de los honorarios en caso de no hacerlo.
10. Cuando el Martillero o Corredor tuviese oficinas en un radio mayor de veinticinco (25)
kilómetros de distancia, deberá tener a cargo de las mismas a profesionales colegiados, en el
Colegio Departamental, donde funcione la oficina.
11. Serán de aplicación a los Martilleros, en lo pertinente, las obligaciones prescriptas para los
corredores en el inciso a) del presente artículo.
Derechos
• El martillero tiene los siguientes derechos específicos:
• Derecho a la comisión.
• Derecho a los gastos.
• Derecho a constituir sociedades.
El martillero tiene el derecho a cobrar una retribución por su tarea profesional realizada,
conforme lo establece el artículo 11 de la ley 20.266, y también se contemplan las situaciones
especiales en los artículos 12, 13, 14 y 22.
Este principio tiene base constitucional y se encuentra materializado a través de los aranceles
profesionales que fijan en cada una de las jurisdicciones las leyes respectivas.
Para observar cuál es el monto que corresponde para cada caso, debe recurrirse en primer lugar
al arancel legal. Si éste no existiere, a la convención de parte. Si ésta no existiere, a los usos y
costumbres. Si no hubiere acuerdo, debe recurrirse a la decisión de árbitros.
Hay situaciones especiales que han tenido una regulación especial, como son la falta de
postores, la suspensión del remate por causas no imputables al martillero y la anulación del
remate.
El derecho a los gastos realizados está regulado en el artículo 11 inciso B), 12 y 14 de la ley
20.266, y en diversas legislaciones provinciales. Así podemos afirmar que se deben abonar al
martillero los gastos convenidos, necesarios y útiles, que hayan sido realizados, y los abonará
según el caso el vendedor, el comprador, o ambos proporcionalmente sobre la base de las
condiciones pactadas y publicitadas del remate.
Con respecto al derecho a constituir sociedades, el mismo está receptado en los artículos 15 y
16 de la ley 20.266, en virtud de las cuales el martillero puede constituir cualquier tipo de
sociedades menos las cooperativas. Los martilleros asociados igualmente deben constituir las
garantías reales o personales para el ejercicio de la profesión. La sociedad debe tener objeto
exclusivo, no pudiendo constituirse con otro objeto.
En este caso deben considerarse especialmente los artículos 11 a 16, con la particularidad de
que la norma que se identifica como art. 256 del Código de Comercio derogado (comisión de
garantía), hoy se encuentra contemplada en el art. 1343 del CCC.
Comisión.
Art. 11. – El martillero tiene derecho a:
a) Cobrar una comisión , salvo los martilleros dependientes, contratados o adscriptos a
empresas de remate o consignaciones que reciban por sus servicios las sumas que se
convengan, pudiendo estipularse también la comisión de garantía en los términos del artículo
256 del Código de Comercio; (Inciso sustituido por art. 1° inc. 12 del Decreto N° 240/99 B.O.
29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Reintegro de gastos
b) Percibir del vendedor el reintegro de los gastos del remate, convenidos y realizados.
Determinación de la comisión
Art. 13. – La comisión se determinará sobre la base del precio efectivamente obtenido. Si la
venta no se llevare a cabo, la comisión se determinará sobre la base del bien a rematar, salvo
que hubiere convenio con el vendedor, en cuyo caso se estará a éste. A falta de base se estará
al valor de plaza en la época prevista para el remate.
Sociedades
Art. 15. – Los martilleros pueden constituir sociedades de cualesquiera de los tipos previstos
en el Código de Comercio, excepto cooperativas, con el objeto de realizar exclusivamente actos
de remate. En este caso cada uno de los integrantes de la sociedad deberá constituir la garantía
especificada en el artículo 3°, inciso d).
pudieren ocasionarse como consecuencia del acto de remate. Estas sociedades deben efectuar
los remates por intermedio de martilleros matriculados, e inscribirse en registros especiales que
llevará el organismo que tenga a su cargo la matrícula.
La normativa provincial trae pautas especiales que complementan los derechos establecidos en
la legislación nacional.
En la provincia de Santa Fe, los artículos 54,55 y 56 regulan los derechos de los martilleros y
sus particularidades.
A ellos se le deben adicionar los artículos 63 a 65 que establecen las pautas en materia
arancelaria y los artículos 47 a 51 que regulan el derecho a constituir sociedades. Estas normas
deben ser articuladas con la legislación sustancial de fondo, con el CCC y en el ámbito provincial
con las leyes que se corresponden a ellas, como las existentes en materia de registración y
fiscalización de sociedades.
ARTÍCULO 63.- Para la estimación de las comisiones y honorarios de los martilleros regirá el
siguiente arancel: 1. Por remates: 1.1) de inmuebles el 3 % a cargo de cada parte, no pudiendo
ser, la comisión total inferior a $ 500; la diferencia en menos que resulte será a cargo del
vendedor; 1.2) de bienes muebles, mercaderías, semovientes en subasta judicial, demoliciones
y fondos de comercio el 10 % a cargo del comprador; la comisión total no podrá ser inferior a
$ 250; la diferencia en menos que resulte será a cargo del vendedor; 1.3) de hacienda vacuna
en general, en establecimientos rurales, el 4 % a cargo del comprador; 1.4) de hacienda vacuna
en general, en feria, con pluralidad de comitentes, el 2 % a cargo de cada parte; 1.5) en feria,
de hacienda para explotación tambera el 4 % a cargo del comprador; 1.6) en los mercados de
hacienda de Santa Fe y Rosario, para toda clase de ganado destinado al consumo o exportación
el 3 %, a cargo del vendedor; 1.7) reproductores vacunos de pedrigee o puros por cruza, con
los certificados correspondientes, el 6 % a cargo del comprador; 1.8) de equinos, asnales,
mulares, lanares, caprinos, porcinos, aves, conejos y animales de lujo, el 8 % a cargo del
comprador. Las comisiones a que refieren los incisos 1.3), 1.4), 1.5), 1.6), 1 7) y 1.8), lo son sin
perjuicio de las que el martillero pueda convenir con su comitente a cargo del mismo. 2) Por
tasaciones, para determinar el valor venal de: 2.1) inmuebles, el 0,50% y nunca menos de $
200; 2.2) muebles el 2%, siendo el arancel mínimo de $ 100; 2.3) animales el 50% del arancel
fijado en los incisos 1.3), 1.4), 1.5), 1.6), 1.7) y 1.8) con igual mínimo que el anterior. A los fines
de la determinación de los importes de las comisiones que anteceden, se tomará como base, el
que arroje la tasación. 3) Por traslado del martillero fuera del domicilio que hubiere constituido,
por kilómetro recorrido, el importe que a requerimiento del Colegio, fije la Dirección Provincial
de Transporte, en función del uso de automotor particular, de fabricación nacional, tipo
mediano, si el mismo no se hubiere previamente fijado entre el martillero y su comitente.
ARTÍCULO 64.- En forma trimestral, los Colegios actualizarán los montos fijos del arancel
profesional, cuando sean afectados por la depreciación monetaria, teniendo en cuenta la
variación que resulte del índice de precios al consumidor, elaborado por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos. Los reajustes se practicarán sobre la base de las variaciones operadas
en los trimestres diciembre-enero-febrero, marzo-abril-mayo, junio-julio-agosto y septiembre-
octubre-noviembre, para aplicarlos el primero de abril, de julio, de octubre y de enero de cada
año. Dentro del plazo de diez días de practicada la actualización, los Colegios deberán
comunicar al Poder Ejecutivo los nuevos montos resultantes de la misma.
ARTÍCULO 65.- Los martilleros tendrán el deber de exponer al público, en sus oficinas, en
forma visible, el arancel de ley.
ARTÍCULO 47.- Tanto las sociedades que pueden constituir los martilleros, como las
sociedades para actos de remate, a que refiere la legislación vigente, deberán inscribirse en el
Registro Especial que deberá llevar el Colegio respectivo, sin perjuicio de las demás
registraciones que por Ley pudieran corresponder. En el registro deberá hacerse constar: a)
Nombre, clase y domicilio de la sociedad; b) Identidad completa de quienes integran su
directorio u órganos de dirección y administración, de los martilleros que la integran y de los
que en ella actúen.
ARTÍCULO 48.- Las sociedades a que refiere el artículo anterior, los martilleros que las integren
o vinculados a las mismas deben llevar los siguientes libros, rubricados por el Registro Público
de Comercio: a) Diario de entradas, donde asentarán los bienes que recibieron para su venta, o
que serán objeto de subasta, con indicación de las especificaciones necesarias para su debida
identificación, el nombre y apellido en su caso de quien confiere el encargo, por cuenta de quien
han de ser vendidas y las condiciones de su enajenación; b) Diario de salidas, en el que se
mencionarán día por día las ventas, indicando por cuenta de quien se han efectuado, quien ha
resultado comprador, precio y condiciones de pago y demás especificaciones que se estimen
necesarias; c) De cuentas de gestión, que documente las realizadas entre el martillero o la casa
de remate y cada uno de sus comitentes.
ARTÍCULO 49.- Efectuarán los remates por intermedio de martilleros inscriptos en la matrícula
que por esta ley se crea. ARTICULO 50.- Los martilleros componentes y vinculados a la
sociedad cumplirán personalmente y bajo su responsabilidad, con las obligaciones impuestas
por esta ley.
ARTÍCULO 51.- Los martilleros de la sociedad, inscriptos en el registro especial a cargo del
Colegio, podrán sustituirse en los remates de la misma, siendo de aplicación la norma del
artículo anterior.
La provincia de Buenos Aires, a través de su ley 10.973, no establece normas que repliquen las
nacionales como lo hemos visto en este apartado de “derechos” que realiza por ejemplo la ley
santafesina, sino que trae normas arancelarias específicas, distinguiendo entre la actuación
extrajudicial de la judicial y hace referencia en diversos apartados a otros derechos como el
recupero de los gastos efectuados en publicidad y así consagra las siguientes pautas:
ARTÍCULO 54°: (Texto según Ley 14085) Los honorarios que percibirán los Martilleros y
Corredores Públicos por los trabajos profesionales que realicen, se ajustarán a la siguiente
escala arancelaria:
Las escalas arancelarias serán de observancia obligatoria, tanto en los mínimos como en los
máximos previstos.
del tres por ciento (3%) hasta el diez por ciento (10%), sobre el monto de la locación de común
acuerdo con el locador, siendo su pago a cargo de éste.
Para los casos de administración de consorcio, podrán establecer en concepto de honorarios
del tres por ciento (3%) hasta el diez por ciento (10%) del total de las expensas comunes a cargo
de los propietarios.
Si en una tasación particular, intervinieran dos o más Colegiados, cada uno de ellos, percibirá
proporcionalmente, los honorarios o aranceles estipulados en el presente artículo y conforme
a las escalas allí fijadas y a cargo de la parte que representen.
ARTÍCULO 55°: En los remates judiciales se regularán los honorarios o aranceles de acuerdo a
la presente Ley, teniendo en cuenta la importancia de los trabajos efectuados por los
profesionales.
En los casos en que la designación de Martillero o Corredor Público emane del Gobierno
Nacional, Provincial o Municipal, Instituciones autárquicas o Bancos Oficiales, solo pagarán los
honorarios o aranceles los compradores.
ARTÍCULO 56°: Si en las operaciones particulares intervinieran dos o más colegiados, cada uno
percibirá los honorarios o aranceles que determina el artículo 54° y conforme con las escalas
que fija, a cargo de la parte que represente cada uno de ellos, sin derecho a los de otro, salvo
convención escrita en contrario.
ARTÍCULO 57°: (Texto según Ley 14085) En los remates judiciales fracasados por falta de
postores o que no se llevaran a cabo por causas no imputables al Martillero interviniente, se le
regularán los honorarios teniendo en cuenta la importancia de los trabajos realizados, aplicando
los siguientes aranceles mínimos:
Habiendo aceptado el cargo: el 1%
Habiéndose publicado los edictos:
1) el 2% en caso de inmuebles;
2) el 5% en los demás bienes y/o derechos.
En todos los casos sobre los honorarios regulados, se adicionarán el 10% de los mismos en
concepto de aportes previsionales, a cargo del o los obligado/s a su pago.
Para la regulación de los honorarios establecidos en los supuestos indicados en este artículo,
se tomará como base regulatoria, la siguiente:
Para el caso de bienes que tengan establecida valuación fiscal, se tomará la misma.
Para el caso de bienes que no tengan valuación fiscal, el valor de mercado.
El precio del mercado se determinará por estimación del interesado, previo traslado de ley a las
partes. En caso de controversia el Juez designará perito de la lista oficial. Si el valor que asigne
el Juez fuera más próximo al propuesto por el profesional, que al de la contraparte, las costas
de las pericias serán soportadas por ésta; de lo contrario serán a cargo del profesional.
ARTÍCULO 58°: (Texto según Ley 14085) En caso de suspenderse la subasta por orden del Juez
o Tribunal competente, por causas no imputables al Martillero Público y después que éste
hubiere aceptado el cargo, el Juez procederá a efectuar la regulación de sus honorarios sobre
la base arancelaria que hubiere correspondido en caso de haberse realizado el remate teniendo
en cuenta los trabajos efectuados hasta el momento.
Asimismo, se le abonará el importe de los gastos documentados que hubiere realizado.
Cuando los Martilleros y Corredores Públicos actúen como tasadores por designación judicial,
recibirán como honorarios entre el 1% y el 2%, del valor asignado.
El profesional interviniente podrá optar para exigir el pago de sus honorarios:
a) La parte que la solicitó;
b) La condenada en costas;
c) Ambas partes.
Prohibiciones y Sanciones
Los martilleros tienen prohibido:
• Tener participación en el precio del remate.
• Ceder, alquilar o facilitar su bandera.
• Delegar o permitir que bajo su nombre o el de la sociedad a la que pertenezca se efectúen
remates por personas no matriculadas (en caso de ausencia, enfermedad o impedimento
grave del martillero se podrá admitir la delegación).
• Comprar por cuenta de terceros, directa o indirectamente, los bienes cuya venta se les
hubiere encomendado.
• Comprar para sí los bienes o adjudicarlos o aceptar posturas sobre ellos respecto de sus
cónyuges o parientes dentro de segundo grado, socio, habilitados o empleados.
• Suscribir el instrumento que documenta la venta, sin autorización expresa del legitimado
para disponer del bien a rematar.
• Retener el precio recibido o parte de él, en lo que exceda del monto de los gastos
convenidos y de la comisión que le corresponda.
• Utilizar en cualquier forma las palabras “judicial”, “oficial”, o “municipal”, cuando el remate
no tuviera tal carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a engaño o
confusión.
• Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la posibilidad, salvo el caso de leyes
que así lo autoricen.
• Suspender los remates existiendo postura, salvo que habiéndose fijado base, la misma no se
alcance.
Sanciones
La violación de las prohibiciones señaladas y de las obligaciones de los martilleros, hace posible
la aplicación de las siguientes sanciones:
• Multa
• Suspensión de la matrícula de hasta 2 años
• Cancelación de la matrícula
Estas sanciones son aplicadas por quien tenga el control de la matrícula y son apelables por
ante el tribunal de comercio que corresponda.
Ninguna persona podrá anunciar o realizar remates sin estar matriculado como martillero. Si lo
hace, podrá tener las siguientes sanciones:
• Multa
• Clausura del local
• Proceso penal
Cesión de bandera
c) Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que bajo su nombre o el de la
sociedad a que pertenezca, se efectúen remates por personas no matriculadas.
Deber de veracidad
h) Utilizar en cualquier forma las palabras "judicial", "oficial", o "municipal", cuando el remate no
tuviera tal carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a engaño o confusión;
Sanciones
Apelabilidad.
Art. 20. – El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Capítulo VI y la realización
de los actos prohibidos en el Capítulo IX hacen pasible al martillero de sanciones que podrán
ser multa de hasta $ 5000 (pesos cinco mil), suspensión de la matrícula de hasta 2 (dos) años y
su cancelación. La determinación, aplicación y graduación de estas sanciones, estarán a cargo
de la autoridad que tenga a su cargo la matrícula en cada jurisdicción, y serán apelables por
ante el tribunal de comercio que corresponda.
Anotación
Art. 21. – Las sanciones que se apliquen serán anotadas en el legajo individual del martillero
previsto en el artículo 5°.
Pérdida de la comisión
Art. 22. – El martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su derecho
a cobrar la comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los daños y perjuicios
ocasionados.
Las leyes provinciales agregan algunas otras prohibiciones y establecen las sanciones por las
infracciones, siendo estas materias de competencia provincial, por lo que cobran especial
relevancia.
INFRACCIONES
ARTICULO 60.- Se reprimirá con multa de hasta diez mil pesos a: a) La persona que, no inscripta
en el Registro a cargo del Colegio respectivo, intervenga directa o indirectamente en actividad
reservada a martilleros; b) La persona que facilitare o de cualquier manera favoreciere la
realización de actividad reprimida en el inciso a); c) La persona que obstruyere, impidiere, o
perturbare el remate u obstaculizare sus actos preparatorios.
ARTÍCULO 61.- El conocimiento de las causas que se promuevan por las infracciones previstas
en este capítulo corresponde a la justicia correccional. El sumario se iniciará de oficio o por
denuncia. El Colegio de Martilleros de la competencia territorial tendrá participación en el
proceso, coadyuvará en la instrucción y será el beneficiario del importe de las multas las que,
impuestas, podrá ejecutar.
ARTÍCULO 62.- El Colegio con competencia territorial, procederá con el auxilio de la fuerza
pública a suspender todo remate a cargo de personas no habilitadas legalmente.
El artículo 59 al referirse “además de lo preceptuado por la ley”, entendemos que resulta
comprensiva de las prohibiciones que consagra la ley 20.266, aunque ello no resulta con la
claridad requerida en el ámbito sancionatorio y luego enumera las diversas prohibiciones que
existen en el ámbito local, que se han de sumar a las consagradas en la ley 20.266, sin perjuicio
del cuestionamiento sobre la claridad en la remisión.
En la provincia de Buenos Aires, la ley 10.973 establece en su artículo 53 las prohibiciones que
son similares a las que consagran las diversas legislaciones, a partir del núcleo básico que otorga
la ley nacional 20.266 y luego en los artículos 80 a 84 reglamenta las infracciones y sus
sanciones.
ARTICULO 53°: (Texto según Ley 14085) Les está prohibido a los Martilleros y Corredores
Públicos, sin perjuicio de lo establecido en la Ley 20.266 y sus modificatorias, lo siguiente:
a. Practicar descuentos, bonificaciones o reducción de sus honorarios arancelados.
b. Tener participación en el precio que se obtenga en el remate o transacción a su cargo, no
pudiendo celebrar convenios por diferencia a su favor o de terceras personas.
c. Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que bajo su nombre o el de la
sociedad a la que pertenezca se efectúen remates por personas no colegiadas.
d. Comprar para sí, por cuenta de terceros, directa o indirectamente, ni adjudicar o aceptar
posturas respecto de su cónyuge o parientes dentro del segundo grado, socios, habilitados
o empleados, los bienes cuya venta se le hubiere encomendado.
e. Suscribir el instrumento que documenta la venta, sin autorización expresa del legitimado
para disponer del bien a rematar.
f. Retener el precio recibido o parte de él en que exceda del monto de los gastos convenidos
y de los honorarios que le corresponda.
g. Utilizar en cualquier forma las palabras “judicial”, “oficial” o “municipal”, cuando el remate
no tuviera tal carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a engaño o
confusión.
h. Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la publicidad, salvo el caso de Leyes
y/o disposiciones judiciales que así lo autoricen.
i. Suspender los remates existiendo posturas, salvo que habiéndose fijado la base, la misma
no se alcance. El Martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su
derecho a cobrar los honorarios y a que se le reintegren los gastos y responderá por los
daños y perjuicios que ocasionare.
j. Constituir Sociedades con personas inhabilitadas para el ejercicio profesional.
k. Facilitar su nombre a personas no habilitadas a efectos de que procedan a la apertura de
oficinas o ejerzan la profesión, ni regentear las que no sean propias, con excepción de lo
normado en el Artículo 52 apartado b) inciso 10 de la presente.
l. Actuar bajo otra denominación que no corresponda al nombre y apellido de los Colegiados,
salvo en los casos de Sociedades legalmente constituidas en un todo de acuerdo a lo
normado en la Ley Nacional 20.266 y sus modificatorias, donde se consignará en toda
publicación el nombre, apellido y datos profesionales de al menos un Colegiado en actividad
que la integra.
ARTÍCULO 80°: (Texto Ley 14085) Será reprimido con multa de diez (10) a treinta (30) cuotas
anuales colegiales vigentes al momento de la sanción o hasta el duplo de los honorarios
percibidos o a percibir por la operación efectuada en la primera infracción y en caso de
reincidencia, hasta el doscientos (200) por ciento de la sanción anterior:
a. La persona que ejerciere actos propios reservados al Martillero y/o Corredor Público, sin
poseer título o la autorización correspondiente.
b. La persona que, sin ser Martillero o Corredor Público realice operaciones inmobiliarias,
participe, facilite o de cualquier modo favorezca la realización por otros de los actos y/o
funciones o actividades reservadas por esta Ley a dichos profesionales.
c. La persona que obstruya, impida o perturbe la realización de un remate o las operaciones
autorizadas por esta Ley u obstaculice sus actos preparatorios o sus resultados normales.
d. El Martillero o Corredor Público, con matrícula de extraña jurisdicción y/o sin estar
colegiado, que realice actos propios reservados por esta Ley a dichos profesionales.
ARTÍCULO 81°: (Texto Ley 14085) El conocimiento de las causas que se promovieran respecto
de las infracciones comprendidas en este Capítulo, se instrumentarán conforme lo prescripto
en el Código Penal Procesal de la Provincia de Buenos Aires.
Las causas se iniciarán de oficio, por denuncia de terceros o a requerimiento de los
representantes de los Colegios Departamentales creados por esta Ley.
ARTÍCULO 82°: Los representantes legales de las Entidades Profesionales podrán tomar
intervención coadyuvante en el curso del respectivo proceso, con las siguientes facultades:
a. Solicitar las diligencias útiles para comprobar la infracción y descubrir a los responsables.
b. Asistir a la declaración del inculpado y a las audiencias de testigos, con facultades para
tachar y repreguntar a éstos.
c. Activar el procedimiento y pedir pronto despacho de la causa.
d. Denunciar bienes a embargo para asegurar el pago de las indemnizaciones que
correspondiesen, el importe de las multas y las costas del proceso.
e. Solicitar la intervención y clausura de las oficinas de Martilleros y Corredores Públicos
instaladas en violación de esta Ley.
f. Requerir el auxilio de la fuerza pública para suspender o impedir remates públicos que se
efectúen o se intenten efectuar por personas a quienes lees está prohibido realizarlos.
ARTÍCULO 83°: El juicio se sustanciará por el procedimiento fijado para las causas
correccionales, en cuanto no resulten modificadas en este Capítulo.
Las denuncias deberán contener la mención total de las pruebas del hecho constitutivo de la
infracción. El Juez del proceso tendrá amplias facultades para ordenas las comprobaciones que
estime necesarias.
ARTÍCULO 84°: (Texto según Ley 14085) Las multas deberán oblarse dentro de los diez (10)
días posteriores a la intimación depositándose su importe en el Banco de la Provincia de Buenos
Aires y a la orden del Juzgado.
La falta de pago dentro del plazo fijado, hará pasible al infractor de arresto, que irá de cinco (5)
días a treinta (30) días de acuerdo al criterio del Juez interviniente, en caso de reiteración, esta
sanción se duplicará.
El producido de estas multas se destinará al Colegio Departamental donde se haya producido
la infracción.
En este tema que hace a la responsabilidad profesional del martillero, deberá estarse en primer
lugar al artículo 1768 del CCC y conjugarlo con el art. 1725 del CCC y luego relacionarlo con
las normas específicas del mandato, la consignación y las que surgen de la ley 20.266, leyes
especiales nacionales, integrando según cada jurisdicción, en su medida y valor a las normas
provinciales que le puedan contenido a esta responsabilidad.
El artículo 1768 CCC señala que la actividad del profesional liberal está sujeta a las reglas de
las obligaciones de hacer, que la responsabilidad es subjetiva (culpa o dolo), salvo que se haya
prometido un resultado concreto y que en principio no se encuentra comprendida como
responsabilidad objetiva, por el riesgo o vicio de la cosa del art. 1757 del CCC.
Las obligaciones de hacer se encuentran reguladas en los artículos 773 a 778 del CCC.
El plazo de prescripción para reclamar por daños derivados del incumplimiento contractual o
violación de las obligaciones y deberes profesionales del martillero, prescriben a los tres años,
conforme lo dispuesto por el art. 2561 del CCC.
De manera tal que además de las reglas establecidas por la ley 20.266, las normas provinciales
que resulten aplicables, se deben considerar según el caso, las normas del mandato, de la
consignación y las que refieren a la responsabilidad de los profesionales del CCC.
Art. 1768 del CCC: Profesionales liberales. La actividad del profesional liberal está sujeta a las
obligaciones de hacer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se haya comprometido un
resultado concreto. Cuando la obligación de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no
está comprendida en la sección 7, de este Capítulo, excepto que causen un daño derivado de
su vicio. La actividad del profesional liberal no está comprendida en la responsabilidad por
actividades riesgosas previstas en el artículo 1757.
Art. 1725 del CCC: Valoración de la conducta: Cuanto mayor sea el deber de obrar con
prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y la
valoración de la previsibilidad de las consecuencias.
Cuando existe una confianza especial, se debe tener en cuenta la naturaleza del acto y las
condiciones particulares de las partes.
Para valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la facultad intelectual
de una persona determinada, a no ser en los contratos que suponen una confianza especial
entre las partes. En estos casos, se estima el grado de responsabilidad, por la condición especial
del agente.
ARTÍCULO 776.- Incorporación de terceros. La prestación puede ser ejecutada por persona
distinta del deudor, a no ser que de la convención, de la naturaleza de la obligación o de las
circunstancias resulte que éste fue elegido por sus cualidades para realizarla personalmente.
Esta elección se presume en los contratos que suponen una confianza especial.
ARTÍCULO 778.- Obligación de no hacer. Es aquella que tiene por objeto una abstención del
deudor o tolerar una actividad ajena. Su incumplimiento imputable permite reclamar la
destrucción física de lo hecho, y los daños y perjuicios.
EL CORREDOR DE COMERCIO
Sin perjuicio de remitir a lo expuesto en relación a los martilleros, cabe señalar que la ley 20.266
en su artículo 31y 32 brinda las pautas en relación a las condiciones habilitantes.
Art. 31. – Sin perjuicio de las disposiciones del Código Civil y de la legislación local, es aplicable
al ejercicio del corretaje o dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en todo lo que
resulte pertinente y no se encuentre modificado en los artículos siguientes.
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de
los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Art. 32. – Para ser corredor se requieren las siguientes condiciones habilitantes:
a. Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del artículo 2º;
b. Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las
reglamentaciones vigentes y que al efecto se dicten.
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de
los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
La legislación provincial es diversa y así la ley 13.154 de la provincia de Santa Fe, se refiere a
los corredores inmobiliarios, sin regular las demás manifestaciones del corretaje y la de la
provincia de Buenos Aires, 10.973 regula en forma conjunta el ejercicio de la profesión de
martillero con la de “Corredor Público”; pero todas requieren el título profesional habilitante.
Matriculación
En lo referido a la matriculación, la ley 20.266 establece la remisión a la jurisdicción
correspondiente, a través de su artículo 33 que rige igualmente para el ámbito nacional.
Art. 33. – Quien pretenda ejercer la actividad de corredor deberá inscribirse en la matrícula de
la jurisdicción correspondiente. Para ello, deberá cumplir los siguientes requisitos:
a. Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
b. Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 32;
c. Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar donde pretende ejercer como
corredor;
d. Constituir la garantía prevista en el artículo 3º inciso d), con los alcances que determina el
artículo 6º; (Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 1/2000 Inspección General de
Justicia B.O. 11/02/2000, se fija la suma de $ 500 (pesos quinientos) como importe del
depósito a partir de la entrada en vigencia de la reforma ley 25.028; y que dicha suma
además de en dinero efectivo, podrá acreditarse a opción del interesado, mediante la
contratación de un seguro de caución a favor de la Inspección General de Justicia.)
e. Cumplir los demás requisitos que exija la reglamentación local.
Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el corretaje, no
tendrán acción para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni retribución de ninguna
especie.
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de
los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Se realizan las mismas objeciones que las realizadas para los martilleros en relación a la
constitución de una garantía económica para poder acceder al ejercicio profesional y su posible
inconstitucionalidad.
ARTÍCULO 4°.- Matrícula. La matrícula de los agentes o corredores inmobiliarios está a cargo
de un ente público no estatal, con independencia funcional de los poderes del Estado, que se
crea por esta ley.
comprobar que no se encuentra inhibido para disponer de sus bienes, mediante certificación
del Registro de Propiedad de su domicilio real y legal en su caso; 6. acreditar falta de
antecedentes penales; 7. constituir una garantía real o personal a la orden del organismo que
tiene a su cargo el gobierno de la matrícula, cuya constitución será determinada por éste con
carácter general; 8. abonar el derecho de matrícula vigente; 9. prestar juramento de ejercer la
profesión con decoro, dignidad y probidad; y, 10. declarar bajo juramento no estar
comprendido dentro de las inhabilidades e incompatibilidades previstas en la legislación
vigente.
ARTÍCULO 5°: (Texto según Ley 14085) Para ejercer la profesión de Martillero y Corredor
Público, el interesado deberá presentar su solicitud de inscripción al Colegio Departamental del
que vaya a formar parte, debiendo reunir los requisitos exigidos por esta Ley y su
reglamentación.
ARTÍCULO 6°: (Texto según Ley 14085) Con la solicitud de inscripción en el Registro de
Matrículas se formará legajo.
El Colegio verificará si el peticionante reúne las condiciones requeridas y se expedirá en el
transcurso de treinta (30) días.
Decretada la inscripción, el profesional prestará juramento ante el Presidente del Consejo, de
cumplir fielmente con sus deberes y obligaciones que le están impuestos por la normativa
vigente, quedando habilitado para ejercer su profesión.
El Colegio Departamental a solicitud del inscripto, deberá expedir una credencial y certificado
habilitante en el que constará su identidad, domicilio, tomo y folio, o número de inscripción,
comunicando el alta respectiva al Consejo Superior y a la Caja de Previsión Social para
Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, respectivamente.
ARTÍCULO 7º: (Texto según Ley 14085) Se denegará la inscripción cuando el solicitante no
hubiera dado cumplimiento a las exigencias requeridas por el artículo 5º, además de las
inhabilidades e incompatibilidades prescriptas por los artículos 2º y 3º de la presente.
La decisión denegatoria será apelable por recurso que se interpondrá directamente ante el
El Martillero y/o Corredor Público cuya inscripción fuera rechazada, podrá presentar una nueva
solicitud probando ante el Colegio haber desaparecido las causales que fundaron la
denegatoria.
ARTÍCULO 10°: De cada Martillero y Corredor Público se llevará un legajo personal donde se
anotarán sus datos de filiación, títulos profesionales, empleos o funciones que desempeñen,
domicilio y sus traslados, y todo cuanto pueda provocar una alteración en los registros
pertinentes de la matrícula, así como las sanciones impuestas y méritos acreditados en el
ejercicio de su actividad. Dichos legajos serán públicos.
Los Martilleros y Corredores Públicos deberán tener ofician, la que estará dedicada
exclusivamente al servicio de los fines profesionales. Todo cambio de oficina, así como el cese
o reanudación de las actividades profesionales, deberá ser comunicado al Colegio pertinente
dentro del término de cinco días. El incumplimiento de las obligaciones establecidas en este
artículo respecto de los colegiados dará lugar a sanción disciplinaria.
ARTÍCULO 11°: (Texto según Ley 14085) Es obligación de las Autoridades Judiciales actuantes,
como así también la de los Funcionarios a cargo del organismo de contralor, conservar siempre
visibles en sus oficinas o despachos una nómina de los Martilleros y Corredores Públicos
inscriptos en el Departamento para sorteos de oficio.
Las listas estarán depuradas antes de realizar cada sorteo o designación de oficio de acuerdo a
las comunicaciones del Colegio. Su inobservancia constituirá falta grave.
Inhabilidades
• Se aplica el artículo 2° del dec-ley 20.266, o sea es el mismo régimen de los martilleros,
adaptado al corredor y con las mismas consideraciones que se han realizado en ese sentido,
respecto de las modificaciones legislativas que se han producido en relación a distintos
incisos, en virtud, fundamentalmente de la sanción del CCC.
• En el ámbito de la provincia de Santa Fe, la norma equivalente de la ley 13.154, sería el art.
7º, que expresa: ARTÍCULO 7°.- Prohibición de Matriculación. No pueden inscribirse en la
matrícula: 1. quienes no pueden ejercer el comercio; 2. los fallidos y concursados hasta 5
años después de su rehabilitación; 3. los inhibidos para disponer de sus bienes; 4. los
condenados con pena de inhabilitación para ejercer cargos públicos y los condenados por
delitos contra la propiedad o fe pública hasta cinco (5) años después de cumplida la condena;
5. los inhabilitados judicialmente por las causales previstas en el artículo 152 del Código
Civil; y, 6. los sancionados con la cancelación o suspensión de la matrícula mientras dure la
sanción. Quienes estén habilitados para solicitar la inscripción en la matrícula pero luego
pierdan esa condición deben informar dicha modificación al Colegio de Corredores
Inmobiliarios respectivo, procediendo el mismo a su suspensión hasta tanto recupere la
Incompatibilidades
Respecto de las incompatibilidades, sería aplicable en virtud del art. 31 de la ley 20.266 (remite
a lo establecido para los martilleros), lo dispuesto en el art. 7º de dicho cuerpo legal y de esa
manera los empleados públicos no podrán llevar adelante el corretaje que sea ordenado por la
rama del poder o administración de la cual formen parte.
En el ámbito de la provincia de Santa Fe, la ley 13.154 establece en su artículo 8º, las
incompatibilidades para el ejercicio de la profesión de corredor (inmobiliario).
En el ámbito de la provincia de Buenos Aires, los artículos 3 y 4 de la ley 10.973, establecen las
respectivas incompatibilidades:
ARTÍCULO 3°: Sin perjuicio de lo establecido en las leyes de fondo respectivas, no podrán
ejercer la profesión de Martillero y Corredor Público:
a. Los que ejerzan de modo regular y permanente otra profesión o cargo para cuyo desempeño
se requiera otro título habilitante.
b. Los Magistrados, Funcionarios y empleados de la Administración de Justicia Nacional y
Provincial.
c. Los eclesiásticos, miembros de las fuerzas armadas y de seguridad en actividad.
ARTÍCULO 4°: Las incompatibilidades que determina el artículo anterior perduran hasta tanto
no se solicite la cancelación de la inscripción en el Registro de la matrícula profesional o no se
produzca la separación del cargo o función o no desaparezca la condición que crea la
incompatibilidad.
Facultades
• En esta temática deben considerarse los tres niveles normativos que venimos analizando: la
ley 20.266, el CCC y las normas provinciales, en virtud de que existen diferencias en el
tratamiento referido a las actividades que los corredores pueden llevar adelante.
• En general se pueden enunciar algunas de las actividades a las que se encuentra facultado
para llevar adelante el corredor:
• Poner en relación a dos o más partes para la conclusión de negocios, sin que exista para ello
relaciones de colaboración, subordinación o representación.
• Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes que pueden ser objeto de actos
jurídicos.
• Actuar como representante de algunas de las partes en la ejecución del contrato.
• Recabar directamente informes o certificados de las oficinas públicas o cualquier entidad, a
los fines del cumplimiento de sus funciones.
• Otorgar garantía por las obligaciones de una o ambas partes
• Representar a la parte en la ejecución del negocio
Retomando las bases legislativas, debemos considerar el artículo 34 de la ley 20.266, que
establece:
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de
los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
El inciso a) del artículo 34 de la ley 20.266 debe ser vinculado con el contenido que para el
contrato de corretaje establece el art. 1345 del CCC, que establece que “Hay contrato de
corretaje cuando una persona, denominada corredor, se obliga ante otra, a mediar en la
negociación o conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o
representación con ninguna de las partes.”
ARTÍCULO 11.- Derechos. Son derechos de los corredores inmobiliarios: 1. actuar como
intermediarios en operaciones de compraventa, permuta, locación de bienes inmuebles y de
fondos de comercio; 2. conocer fehacientemente que su comitente ha autorizado a otro
corredor o agente inmobiliario; 3. percibir de las partes los honorarios o retribución pactada; 4.
en el caso que se encontrare autorizado por el comitente más de un corredor inmobiliario, y la
operación la concluyera con uno solo de ellos, los restantes tendrán derecho a percibir el
reintegro de los gastos convenidos, documentados y efectivamente realizados; 5. requerir
directamente de las oficinas públicas, bancos oficiales, entidades financieras y particulares, los
informes y certificados necesarios para el cumplimiento de las actividades de corredor
inmobiliario; 6. informar sobre el valor de los bienes inmuebles; 7. percibir, por parte de su
comitente, el reintegro de los gastos convenidos, documentados y efectivamente realizados
cuando los encargos sean revocados por causas que no le sean imputables al agente o corredor
inmobiliario; 8. administrar inmuebles; y, 9. realizar tasaciones.
ARTICULO 50°: El ejercicio de las profesiones de Martillero y Corredor Público comprende las
siguientes actividades:
a. Martillero Público: efectuar ventas en remates públicos de cualquier clase de bienes
muebles, inmuebles, semovientes y derechos, marcas, patentes y en general, todo bien cuya
venta no esté prohibida por la Ley o encomendadas a otras profesiones específicas, que se
efectúe en el territorio de la Provincia, sean éstas por orden judicial, oficial o particular.
b. Corredor: realizar todos los actos propios del corretaje y la intermediación, poniendo en
relación a las partes para la conclusión del contrato proyectado por su comitente. El objeto
de su intervención puede ser la permuta, locación, compraventa de inmuebles, muebles,
mercaderías, semovientes, rodados, fondos de comercio, marcas, patentes, créditos, letras,
papeles de negocio, título y acciones coticen o no en bolsa sin incurrir en los supuestos
contemplados en la Ley 17.811, y en general toda clase de derecho de tráfico lícito.
c. El Martillero y Corredor Público pueden practicar y expedirse en tasaciones de inmuebles,
muebles y semovientes en general.
Debe darse una consideración especial al artículo 1349 del CCC, que establece la posibilidad
de que el corredor pueda otorgar garantía por obligaciones de una o ambas partes en la
negociación en la que actúen y pueda representarla en la ejecución del negocio.
Obligaciones
En materia de obligaciones de los corredores, nuevamente encontramos diferentes fuentes
normativas que deben ser consideradas.
El punto de partida sigue siendo la ley 20.266 y el art. 31 que considera aplicable a los
corredores todo lo que se ha establecido en ese cuerpo legal para los martilleros, en lo que
resulte pertinente.
Pero a ello le debemos agregar las que surgen del art. 1347 del CCC, muchas de las cuales (o
todas) coinciden con la enumeración realizada en virtud de la interpretación de la ley 20.266.
f. guardar muestras de los productos que se negocien con su intervención, mientras subsista
la posibilidad de controversia sobre la calidad de lo entregado.
En la provincia de Santa Fe, la ley 13.154, establece en su artículo 10, las obligaciones de los
corredores:
ARTÍCULO 10.- Obligaciones. Sin perjuicio de las establecidas en el orden nacional y las que
posteriormente se establezcan, son obligaciones del corredor: 1. llevar los libros que
determinen las disposiciones legales vigentes; 2. comprobar la identidad de las personas entre
quienes se tratan los negocios en los que interviene y su capacidad legal para celebrarlos; 3.
comprobar la existencia de los instrumentos de los que resulte el título invocado por el
enajenante; cuando se trate de bienes registrables, debe recabar la certificación del Registro
Público correspondiente sobre la inscripción del dominio, gravámenes, embargos, restricciones
y anotaciones que reconozcan aquellos, como también las inhibiciones o interdicciones que
afecten al transmitente; 4. convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los
gastos y la forma de satisfacerlos, las condiciones de la operación en la que intervendrá y demás
instrucciones relativas al negocio; se debe dejar expresa constancia en los casos en que el
corredor quede autorizado para suscribir el instrumento que documenta la operación o realizar
otros actos de ejecución del contrato en nombre de aquel; 5. proponer los negocios con
exactitud, precisión y claridad necesarias para la formación del acuerdo de voluntades,
comunicando a las partes en forma veraz las circunstancias que puedan influir sobre la
conclusión de la operación en particular, relativas al objeto y al precio del mercado; 6. respetar
lo encomendado por sus mandantes, siempre que no atente contra la moral y las buenas
costumbres; 7. guardar secreto de lo concerniente a las operaciones en las que intervenga,
salvo relevamiento de tal deber por mandato de autoridad judicial competente; 8. asistir a la
entrega de los bienes transmitidos con su intervención; 9. entregar a las partes una lista firmada,
con la identificación de la documentación en cuya negociación intervenga; 10. requerir de su
comitente una autorización escrita en la cual se detalle plazo, clase, modalidades y precio objeto
de la operación; salvo acuerdo expreso en contrario no corresponde el reintegro de los gastos
efectuados, en aquellos casos en que no se ha concretado la operación encomendada en el
plazo previsto; 11. hallarse presente en el momento de la firma de los contratos otorgados por
escrito, en instrumento privado, y dejar en su texto constancia firmada de su intervención,
recogiendo un ejemplar que conservará bajo su responsabilidad; y, 12. cumplir las demás
disposiciones legales y reglamentarias que correspondan. Sin perjuicio de las demás sanciones
que pudiera corresponder, el incumplimiento de estas obligaciones trae aparejado sin más la
pérdida del derecho a percibir la retribución.
En la provincia de Buenos Aires, la ley 10.973, a través de su art. 52, establece las pautas en
relación a las obligaciones de los corredores:
ARTICULO 52°: (Texto según Ley 14085) Son obligaciones de los Martilleros y Corredores
Públicos:
a) DE LOS CORREDORES:
1. Llevar los Libros que disponga la legislación de fondo, en los cuales se asentarán las
operaciones que se realizan.
2. Expedir los certificados ajustándose estrictamente a las constancias de su libro.
3. Comprobar con exactitud la identidad y capacidad legal de las personas entre quienes trata
el negocio.
4. Proponer los negocios con exactitud, precisión y claridad.
5. Comprobar la existencia de los instrumentos que acrediten el título invocado por el
comitente.
En el caso de tratarse de compraventa, cuando fuesen bienes inmuebles, deberá recabarse la
certificación del Registro de la Propiedad sobre la inscripción de dominio de los gravámenes y
embargos que reconozcan aquéllos, así como las inhibiciones anotadas a nombre del
enajenante. Cuando se tratare de fondos de comercio o bienes muebles, deberán requerir igual
certificación del Registro Público de Comercio y del Registro de Créditos Prendarios de la
Prohibiciones
En este tema, nuevamente nos encontramos con tres niveles normativos a conciliar.
En virtud del art. 31 de la ley 20.266, deberíamos adecuar las prohibiciones del art. 19,
establecidas para los martilleros, a los corredores. Algunas de ellas resultan adaptables y otras
no.
El CCC trae un artículo expreso que es el 1348, que establece las prohibiciones para los
corredores:
En el ámbito de la provincia de Santa Fe, la ley 13.154 establece en su artículo 14, las reglas en
materia de prohibiciones: ARTÍCULO 14.- Prohibiciones. Está prohibido a los corredores o
agentes inmobiliarios: 1. permitir en forma expresa o tácita, que su nombre sea utilizado para
ejercer actos de corretaje por personas no matriculadas; 2. suscribir instrumentos de venta o
realizar actos de administración, sin contar con autorización suficiente del comitente; 3. retener
valores sin causa legal para hacerlo o retener documentos de sus comitentes; 4. procurar
clientela por medios incompatibles con el decoro, la dignidad y probidad del corretaje
inmobiliario; y, 5. efectuar publicidad que pueda inducir a engaño a los interesados o en la que
se insinúen operaciones contrarias a la ley.
Libros
Como se ha señalado en párrafos anteriores, la norma del art. 35 ley 20.266, obliga a los
corredores a llevar el libro de registro, de mucha importancia al momento de las pruebas en una
contienda judicial que involucre su corretaje.
En el ámbito de la provincia de Santa Fe, la ley 13.154 trae una norma expresa, que es el art.
15º y que hace referencia al “libro obligatorio”, que no es otro que el libro de registro que
establece la legislación nacional. ARTÍCULO 15.- Libro obligatorio. Los corredores inmobiliarios
deben llevar un libro rubricado por el Colegio que tenga a su cargo la matrícula, en el cual
consten por orden cronológico las operaciones encomendadas conforme al artículo 10 - inciso
10 y las realizadas, con la indicación del nombre y domicilio de los contratantes, ubicación del
bien objeto de la negociación y principales condiciones del contrato celebrado.
Derechos
Los derechos de los corredores nos llevan a una controversia sobre el sentido y alcance que se
le deben dar a lo dispuesto en las diversas regulaciones nacionales y provinciales.
Debemos partir del concepto de que son dos los derechos centrales que tiene el corredor: a) el
derecho a la comisión (precio del contrato de corretaje) y b) al reintegro de los gastos
necesarios, efectuados para llevar adelante el corretaje.
En relación a la comisión y atendiendo a la debida articulación entre las normas del CCC y las
leyes arancelarias locales, debemos señalar que estas últimas son de orden público, por lo que
las reglas a seguir para determinar el derecho a la comisión están en el CCC por ser uno de los
elementos del contrato, pero al momento de cuantificar la comisión deberá estarse en principio
a lo establecido en las leyes arancelarias locales.
En relación a los gastos, sostenemos que el corredor tiene derecho a la retribución de los gastos
necesarios para llevar adelante el contrato de corretaje, ya que de lo contrario estaríamos
perjudicando su derecho de propiedad y a la vez provocando un enriquecimiento sin causa en
la parte comitente.
Cierto es que la norma del art. 1354 CCC establece el principio contrario y obliga a convenirlo
expresamente, lo que consideramos desacertado, aunque la razón es en la razonabilidad y
necesariedad de esos gastos y evitar que luego y sin pacto expreso se pretendan cobrar sumas
que no guardan esos parámetros.
El CCC regula los aspectos referidos a la comisión y a los gastos en los artículos 1350 a 1354.
(Artículo sustituido por art. 12 de la Ley Nº 27.551 B.O. 30/6/2020. Vigencia: a partir del día
siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial de la República Argentina y serán aplicables
ARTÍCULO 1354.- Gastos. El corredor no tiene derecho a reembolso de gastos, aun cuando la
operación encomendada no se concrete, excepto pacto en contrario.
La ley 13.154 de Santa Fe, establece el derecho a la retribución (así la denomina) en el artículo
12: “ARTÍCULO 12.- Derecho de retribución. El corredor inmobiliario tiene derecho a percibir
la retribución u honorario por el acto de firmarse un contrato de locación, arrendamiento,
compraventa, o documento en el que quede perfeccionado el acuerdo de voluntad entre las
partes intervinientes en relación al inmueble o derecho objeto de su intermediación. Este
derecho nace en las locaciones o arrendamientos al momento de adquirir el contrato fecha
cierta y en las compraventas al momento de su instrumentación ya sea por boleto de compra
venta con fecha cierta o Escritura Pública, siempre que se encuentren cumplidas las
obligaciones fiscales inherentes al contrato. Los honorarios son pactados libremente entre las
partes. Cuando intervenga un solo corredor, éste tiene derecho a percibir retribución de cada
una de las partes. Si interviene más de un corredor, cada uno, sólo, tiene derecho a exigir
remuneración a su comitente. Si actuare más de un corredor por la misma parte, los honorarios
o retribuciones deben ser compartidos, siempre respetando los límites establecidos en la
presente ley.”
Luego en el artículo 61, hace una referencia arancelaria a los “honorarios” y señala que:
“ARTÍCULO 61.- Honorarios. Hasta tanto la Legislatura dicte una ley que regule los honorarios
de los corredores inmobiliarios, en las compraventas de casas, departamentos, oficinas, locales,
galpones, campos, estancias, quintas, terrenos, lotes cuyo valor sea superior a dos (2) m2 de
construcción según lo establece la Cámara Argentina de la Construcción, la retribución u
honorario total no puede superar el seis (6%) por ciento del valor del contrato, de los cuales el
tres (3%) por ciento será a cargo del comprador y el tres (3%) por ciento será a cargo del
propietario. En el caso de administración de propiedades en locación la retribución u honorario
será de hasta el diez (10%) por ciento del canon locativo y a cargo del propietario.”
En relación a los gastos, en el art. 11 inciso 7, se establece el derecho a percibirlos, siempre que
estuvieren convenidos, documentados y efectivamente realizados.
Los Martilleros y Corredores Públicos podrán fijar por contrato el monto de sus aranceles y
honorarios sin otra sujeción que a esta Ley y a las disposiciones de los Códigos de Fondo; pero
el contrato será redactado por escrito bajo pena de nulidad y no admitirá otra prueba de su
existencia que la exhibición del documento o la confesión de parte de haber sido firmado.
Las escalas arancelarias serán de observancia obligatoria, tanto en los mínimos como en los
máximos previstos.
Si en una tasación particular, intervinieran dos o más Colegiados, cada uno de ellos, percibirá
proporcionalmente, los honorarios o aranceles estipulados en el presente artículo y conforme
a las escalas allí fijadas y a cargo de la parte que representen.
Responsabilidades
La responsabilidad de los corredores como profesional y en relación a su actividad propia de
corretaje y las vinculadas a este como puede serlo la de tasaciones, tiene su punto de anclaje
en el artículo 1768 CCC, que a la vez la califica de subjetiva (culpa o dolo), lo que nos lleva al
art. 1724 del CCC, sin dejar de mencionar que esa calidad de profesional implica la valoración
de su conducta a la luz del art. 1725 del CCC, como ya se ha mencionado para los martilleros.
Esta norma excluye los factores de atribución objetiva por el riesgo o vicio de la cosa o actividad
que regula el art. 1757 del CCC.
La norma básica del art. 1768 CCC nos remite a las obligaciones de hacer que se encuentran
reguladas en los artículos 773 a 777 del CCC.
Sin perjuicio de ello debe prestarse especial atención a las normas propias del corretaje, ya que
el incumplimiento de sus obligaciones, cargas, deberes o incurrir en conductas prohibidas,
pueden guardar relación de causalidad adecuada con el daño y dar base a la acción de
responsabilidad.
La pérdida de la comisión y los gastos surgen como consecuencia de la aplicación del art. 22 de
la ley 20.266 por remisión del art. 31 del mismo cuerpo legal y actúa como penalidad y resulta
acumulable con los mayores daños que su conducta pueda haber causado y que se regula por
los artículos antes mencionados del CCC. El plazo de prescripción para las acciones de
responsabilidad es el contemplado en el art. 2561 del CCC, de tres años, en virtud de la
unificación de los ámbitos de responsabilidad que ha operado el CCC. Debe tenerse en
consideración que estamos hablando del reclamo de los daños causados por la actuación del
corredor y no del plazo de prescripción para reclamar el cumplimiento de las prestaciones del
contrato, que quedaría comprendido en la regla general del art. 2560.
• El corredor en principio no es responsable de la frustración, anulación o resolución de un
negocio.
• Será responsable si el negocio se frustra, se resuelve o se anula por su culpa o dolo.
• Si ello ocurriere, perderá el derecho a la comisión y a los gastos, con más la indemnización
de los daños que su conducta hubiere causado.