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James Clerk Maxwell

James Clerk Maxwell FRS FRSE (Reino Unido: /d͡ʒeɪmz klɑːk ˈmækswəl/; 13 de junio de
1831-5 de noviembre de 1879)1 fue un matemático23 y científico escocés. Su mayor
logro fue la formulación de la teoría clásica de la radiación electromagnética, que
unificó por primera vez la electricidad, el magnetismo y la luz como
manifestaciones distintas de un mismo fenómeno. Las ecuaciones de Maxwell,
formuladas para el electromagnetismo, han sido ampliamente consideradas la “segunda
gran unificación de la física”, siendo la primera aquella realizada por Isaac
Newton.45

Con la publicación de A Dynamical Theory of the Electromagnetic Field en 1865,


Maxwell demostró que el campo eléctrico y el campo magnético viajan a través del
espacio en forma de ondas que se desplazan a la velocidad de la luz. Maxwell
propuso también que la luz era una ondulación en el mismo medio por el que se
propagan los fenómenos eléctromagnéticos.6 La unificación de los fenómenos
luminosos y eléctricos le llevó a predecir la existencia de las ondas de radio.
Maxwell también está considerado como el fundador del campo moderno de la
ingeniería eléctrica.7

Maxwell contribuyó al desarrollo de la distribución de Maxwell-Boltzmann, un medio


para describir de forma estadística ciertos aspectos de la teoría cinética de los
gases. También es conocido por haber presentado, en 1861, la primera fotografía en
color duradera, y por su trabajo en el análisis de la rigidez de las celosías que a
día de hoy están presentes en muchos puentes.

Sus descubrimientos fueron claves para entrar en la era de la física moderna,


sentando los cimientos de campos como la relatividad especial o la mecánica
cuántica. Muchos físicos consideran a Maxwell el científico del siglo XIX con mayor
influencia en la física del siglo XX. Su contribución a la ciencia es valorada por
muchos como comparable a la realizada por científicos como Isaac Newton o Albert
Einstein.8 En la votación del milenio —una encuesta sobre los 100 mayores físicos
de la época—, Maxwell acabó en tercer puesto, solo detrás de los dos científicos
anteriormente mencionados.9 En el centenario del nacimiento de Maxwell, Einstein
describió su trabajo como el «más profundo y fructífero que la física hubiese
experimentado desde los tiempos de Newton».10 Cuando Einstein visitó la Universidad
de Cambridge en 1922, su anfitrión le dijo que había hecho grandes cosas porque se
había subido a los hombros de Newton; Einstein respondió: "No, no es así. Me apoyo
en los hombros de Maxwell".11
Primeros años
Casa natal de James Clerk Maxwell (Edimburgo)

James Clerk Maxwell nació el 13 de junio de 1831 en el número 14 de la calle India,


en Edimburgo, siendo hijo de John Clerk Maxwell de Middlebie, un abogado, y Frances
Cay (la hija de Robert Hodshon Cay, y hermana de John Cay). Su padre era un hombre
de familia acomodada, siendo el sexto barón de Clerk de Penicuik. De nacimiento, su
nombre fue solo John Clerk, añadiendo el Maxwell tras heredar la hacienda de
Middlebie gracias a sus conexiones con la propia familia Maxwell. James era primo
de la artista Jemima Blackburn,12 así como del ingeniero civil William Dice Cay,
con quien tenía una muy buena relación y que sería su padrino cuando James se casó.

Los padres de Maxwell se conocieron y casaron en la treintena de edad, y su madre


tenía casi cuarenta años cuando él nació. Antes ya habían tenido otro vástago, una
niña llamada Eli.

Cuando Maxwell era aún joven, su familia se mudó a la casa Glenlair, que sus padres
habían construido en las 610 hectáreas de terreno que comprendía la hacienda
Middlebie.13 Todo apunta a que Maxwell mostró una insaciable curiosidad desde muy
corta edad. Ya a los tres años, preguntaba sobre el funcionamiento y utilidad de
cualquier cosa que se moviese, brillase o emitiese ruido. Tal y como describió su
madre en un pasaje añadido a una de las cartas de su marido:

«Es un hombrecito muy feliz, y su condición ha mejorado mucho desde que se moderó
el tiempo; se interesa mucho por puertas, llaves y cerraduras, y el “enséñame cómo
funciona” nunca sale de su boca. También investiga las partes ocultas del cableado,
la forma en la que el agua llega de la pared al estanque…».14

Su familia pertenecía a la pequeña nobleza de terratenientes escoceses. Su tío era


el 6º barón de Clerk de Penicuik. Su padre, John Clerk Maxwell, se dedicó a la
abogacía en Edimburgo y posteriormente pasó a encargarse de la administración de
sus propiedades. John fue un hombre ávido de conocer los avances de la ciencia.
Inculcó a su hijo el amor por la naturaleza y las ciencias. Un ejemplo de ello es
que entre sus juguetes infantiles se encontraba un fenaquistiscopio, antepasado del
cine, inventado por el belga Joseph Plateau. James fue instruido en la finca
familiar por un joven profesor que, con su agresividad, no logró motivarlo. Y a los
10 años James fue enviado a la Academia de Edimburgo, donde sus compañeros se
mofaban de él por su acento rural y sus vestimentas estrafalarias. Cuatro años más
tarde, sin embargo, recibía la medalla al mérito en matemáticas.

Acompañando a su padre, y a partir de los 12 años, asistía con frecuencia a las


reuniones en la Edinburgh Royal Society, que marcó su trayectoria. En 1845 escribió
su primera ponencia científica, que ante su juventud tuvo que ser presentada a la
Edinburgh Society por un profesor de la Universidad de Edimburgo. Describía un
método para dibujar elipses y figuras con más de dos focos, cuyas propiedades
explicaba de forma más sencilla que lo había hecho René Descartes dos siglos antes.
La ponencia fue publicada por la Edinburgh Society lo que le valió para
incorporarlo como miembro a sus 14 años.
Estudios básicos
Academia de Edimburgo

Al ver el gran potencial innato del joven, su madre Frances tomó como suya la
responsabilidad de educarle. Esto era algo lógico en su época, pues la educación de
los niños acostumbraba a recaer sobre la mujer. A los siete años, Maxwell ya había
leído largos pasajes de Milton y el salmo 119. Específicamente, su conocimiento
sobre las Sagradas Escrituras era ya muy extenso, conocía los versículos de los
salmos, algo muy inusual para un niño a tan temprana edad. Luego, su madre fue
diagnosticada de cáncer abdominal, similar a lo que tendría Maxwell 4 décadas más
tarde. Murió en diciembre de 1839 tras una operación sin éxito. Maxwell tenía ocho
años, y a partir de ese punto, su educación fue dirigida por su padre y su tía
Jane. Ellos se convirtieron en figuras clave de su vida. Su escolarización formal
comenzó, de forma poco fructífera, bajo la tutela de un muchacho de dieciséis años.
De él, solo se sabe que trataba a James con rudeza y lo consideraba lento y
caprichoso. El padre de Maxwell lo despidió en noviembre de 1841, y tras un proceso
de reflexión importante, envió a Maxwell a la prestigiosa Academia de Edimburgo.
Durante el curso, se alojó en casa de su tía Isabella.14 Allí desarrolló, apoyado
por su prima Jemima, un especial gusto por el dibujo.

El chico portentoso de diez años, criado en la hacienda campestre de su padre, no


encajó en su colegio. Dado que el primer año no tenía plazas, Maxwell se vio
obligado a entrar en la clase de segundo, con compañeros un año mayores. Sus
modales y acento (propio de Galloway), resultaban demasiado rústicos para los demás
chicos. Dado que en el primer día de clase había asistido con una túnica y un par
de zapatos hechos en casa, sus compañeros le pusieron el poco amistoso apodo de
«Dafty»14 (una palabra derivada del inglés antiguo cuyo equivalente actual sería
infeliz).15 A pesar del poco aprecio que denotaba, Maxwell nunca pareció estar
disgustado con el apelativo, dejando que se lo llamaran durante muchos años sin
queja alguna. Su aislamiento social se acabó cuando conoció a Lewis Campbell y a
Peter Guthrie Tait, quienes acabarían siendo eruditos de renombre, y con quienes
mantendría la amistad a lo largo de toda su vida.

La geometría fascinó a Maxwell desde muy corta edad, redescubriendo los poliedros
regulares antes de recibir ningún tipo de instrucción formal sobre ellos.16 A pesar
de ganar el premio escolar de escritura biográfica, su trabajo académico pasó
totalmente desapercibido hasta que, a los 13 años, ganó la medalla escolar de
matemáticas, y el primer premio tanto en inglés como en poesía.

Los intereses del joven estaban mucho más allá de las materias escolares, y nunca
se esforzó demasiado en sus calificaciones, a pesar de que eran muy buenas.
Escribió su primer artículo científico a los catorce años, donde describía un
método mecánico para dibujar cónicas generalizadas usando un trozo de hilo, así
como las propiedades de las elipses, los óvalos cartesianos y sus curvas
relacionadas (siempre que estas tuvieran más de dos focos). Su trabajo, Oval
Curves,17 fue presentado a la Sociedad Real de Edimburgo por James Forbes, profesor
de filosofía natural en la Universidad de Edimburgo, ya que se consideró a Maxwell
demasiado joven para presentarlo él mismo.<ref>{{cita web

.18 Aunque el trabajo no era completamente original, dado que René Descartes ya
había examinado las propiedades de las elipses multifocales en el siglo XVII,
Maxwell había logrado simplificar el método de construcción.

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