Se acerca el 1 de mayo y, este año, no sé, me coge un
poco bajo de ánimo, la verdad. Y es que me apena, me apena mucho, contrastar lo que una vez representó esta fecha con la parodia desvirtuada en la que ha terminado por convertirse. Al menos en Madrid, que es lo que conozco y me toca de cerca. Y, para más inri, la supuesta “izquierda” ha ganado las elecciones, lo que posiblemente se traduzca en una pérdida de fuelle en la lucha en las calles para los próximos tiempos.
Instaurado desde hace bastante tiempo como una
festividad de ámbito nacional (el “Día del Trabajo”, lo llaman los medios y la clase política), el 1 de mayo se ve sucedido aquí por otra fiesta local, el 2 de mayo, conformando entre ambos un binomio al que casi todo el mundo se refiere como «Puente de Mayo». ¿E imagináis para qué aprovecha este «puente festivo» la mayor parte de la clase trabajadora? Pues para hacerse una escapada turística a la costa, atestar los centros comerciales o abordar en masa complejos lúdicos capitalistas, como parques de atracciones o esas cárceles de criaturas sintientes llamadas zoológicos, en los que la libertad de un individuo vale tanto como el precio de una entrada en la taquilla. Bueno, sí, todavía quedan unas pocas personas comprometidas que acuden a la manifestación principal convocada por los sindicatos mayoritarios (léase UGT y Comisiones Obreras) y secundada por otros sindicatos e instituciones menores. Pero hay un problema: y es que todos estos sindicatos e instituciones, que se autodenominan de corte obrero, hace mucho tiempo que se vendieron al poder y que bailan al son del vil metal, convocando a marchas y protestas a sus afiliadas, afiliados y simpatizantes sólo cuando quieren tomar la batuta de iniciativas nacidas en otros ámbitos (en movimientos sociales, espontáneamente en un barrio o un lugar de trabajo, etc.). Y no es que lo hagan para sumar sus fuerzas a la lucha, ¡qué va! ¡Todo lo contrario! Su único afán, siempre, es enfriar los ánimos de la clase obrera y llevar a sus fieles de la manita por un recorrido establecido y, por supuesto, respetando de manera escrupulosa el horario designado por el gobierno de turno.
Por suerte, aún quedan algunas manifestaciones
alternativas en este 1 de mayo (las convocadas por CNT, Solidaridad Obrera, etc.), a las que una persona decente y con verdadera conciencia de clase aún puede sumarse. El problema aquí es que, por lo general, estas marchas se ven secundadas únicamente por unos cientos, tal vez un par de miles, de personas (en una ciudad como Madrid, con más de 3 millones de habitantes, ¡oiga!) y que, como sucede con las que marchas que antes mencionaba, también respetan un recorrido y un horario designados.
Contra la poca participación, poco podemos hacer, a no
ser difundir sus convocatorias cuanto podamos. Pero, en lo referente al recorrido y el horario establecidos, se me ocurren algunas ideas:
Empecemos por el tema del recorrido. ¿Y si, una vez
llegada la marcha a un punto concreto del recorrido, desviáramos el rumbo hacia donde nos diese la gana? Este desvío podría determinarse previamente en la asamblea organizativa o (llámame loco si quieres) poniéndolo en manos del azar por medio de alguna aplicación móvil que lo sorteara sobre la marcha entre distintos destinos ya acordados.
En cuanto al tema del horario, yo lo que haría sería
convocar cada 1 de mayo una huelga general indefinida (insisto, indefinida), acompañada de jornadas de lucha en las calles que, tal vez, pudieran incluir acampadas en plazas, como ya se viera en el 15M. La idea sería que, cada 1 de mayo, pudiéramos ir recuperando algunos de los derechos y libertades que nos han sido arrebatados en los últimos tiempos e incluso adquirir otros nuevos. Entonces sí que renacería el espíritu del 1 de mayo, por el que lucharon y, en muchos casos, murieron nuestras abuelas y abuelos.
Para terminar, si quieres, puedes echar un ojo a este
vídeo, que relata a grandes rasgos el origen de esta jornada de lucha de la clase obrera:
Y, por cierto, aquí tienes las convocatorias de CNT y
Solidaridad Obrera para el 1 de mayo, Día de la Trabajadora y el Trabajador, en este año 2019: