LECCIÓN 14
Caín y Abel
CUENTO
“¡Hola, Carolina, hola Jorge!”, saludó el tío Antonio.
“Lucen muy felices. ¿Qué sucede?”.
“Tenemos una sorpresa para mamá”, dijo Carolina.
“Ella se va a poner muy contenta”.
“¿Regaron el jardín?”, preguntó el tío Antonio.
“No”, contestó Jorge. “Hicimos algo mejor que eso,
¡limpiamos el patio!”.
“¿Recuerdas aquellas flores que ella tenía en nuestro
porche?”, preguntó Carolina. “Bien, las plantamos
por todo el alrededor de la casa. ¿No se ven hermo-
sas? ¡Mamá en verdad va a estar sorprendida! Casi
no puedo esperar a ver su cara”.
“Muchachos”, dijo el tío Antonio, “vine para verlos,
porque antes de que su mamá saliera a hacer las
compras, me pidió que viniera a ver si ustedes
estaban regando el jardín”.
“¡Oh, lo sabemos, ella nos lo dijo!”, dijo Jorge, “pero
las plantas no estaban marchitas aún, y vimos el
desorden del patio y comenzamos a limpiarlo”.
“Y pensé que ella estaría realmente feliz de ver todas
esas flores plantadas por aquí”, agregó Carolina. “A
ella le encantan las cosas bonitas”.
“Niños, de verdad odio tener que empañar su ale-
gría”, dijo el tío Antonio con tristeza, “pero ¿no creen
que debían haber regado el jardín primero, como su
madre se los pidió?”.
“Está bien, pero como dijo Jorge”, replicó Carolina,
“las plantas no estaban secas. Ellas podían esperar
otro día, de modo que hicimos algo que pensamos
que a ella le gustaría más. Y fue más divertido”.
“Estoy seguro de que pasaron un buen rato”, dijo el
tío Antonio. “yo creo que ustedes no entendieron lo
que estaban haciendo, pero en verdad desobedecie-
ron a su mamá. Y en verdad no creyeron que estaba
hablando en serio con lo que dijo”.
“¡Pero hicimos algo verdaderamente bueno!”,
exclamó Jorge.
“Jorge, Carolina, aquí hay algo muy serio”, dijo el tío
Antonio. “¿Quién da las instrucciones en casa?”.
“Papá y mamá”, replicó Carolina.
“¿Escucharon a su mamá y creyeron cuando ella les
dijo lo que quería que ustedes hicieran?”, preguntó
el tío Antonio.
“No”, replicó Carolina, “pero la ayudamos en otra
forma, ordenando el patio y plantando sus flores”.
“Me siento mal al decirles esto”, dijo el tío Antonio,
“pero ustedes no sólo la desobedecieron, sino
que han hecho algo que no debían haber hecho.
Su mamá me dijo que esas flores eran para ser
plantadas alrededor de la casa de su abuela, no en
la suya”.
“¿Quieres decir que perdimos todo ese tiempo
sembrándolas?”, gimió Jorge.
“¡Oh, Jorge!”, gritó Carolina, “¡hicimos mal! ¡Lo siento
tanto!”.
“Niños”, interrumpió su tío, “creer y obedecer son
cosas extremadamente importantes. Vayan a regar el
jardín mientras saco esas flores. Luego, quiero que
vean algo en la Biblia. Es la historia de dos herma-
nos, Caín y Abel”.
LECCIONES DE LA PALABRA DE DIOS
Génesis 4:3-25
Después que Adán y Eva fueron echados del huerto del Edén por su pecado, no
había manera de que ellos pudieran regresar a Dios por sus propios medios. Ellos
no podían darle nada a Dios para pagar por sus pecados. Ni tampoco sus hijos,
Caín y Abel, quienes habían nacido en pecado. Dios odia el pecado.
Pero como Dios los amaba, planificó una manera en la que ellos pudieran volver
a Él. Fue Dios quien diseñó la manera. No fue idea del hombre. Ellos tenían que
traer una oveja como ofrenda a Dios. Tenían que matar al animal de tal manera
que la sangre del animal fluyera de él. La Biblia claramente dice que la sangre
debe ser derramada por el pecado. El sacrificio de sangre por el pecado era parte
del plan de Dios para librar al hombre del pecado, de Satanás y de la muerte.
La sangre del animal no pagaba por el pecado del hombre. El pecado debía ser
pagado por la entrega de un ser humano. El cordero fue un sacrificio sustitutivo,
alguien que murió en lugar del pecador.
Adán y Eva enseñaron a sus hijos, Caín y Abel, acerca de Dios y cómo hacer sa-
crificios aceptables a Él. Un día Abel trajo una de sus mejores ovejas a Dios como
ofrenda. Abel mató la oveja, de manera que su sangre se derramara, tal como Dios
dijo que debía hacerse. Abel hizo esto, no para pagar por su pecado, sino porque
él estaba de acuerdo con Dios en que él era un pecador. Él creyó lo que Dios les
dijo a sus padres, Adán y Eva, acerca de que enviaría un Libertador quien destruiría
a Satanás y salvaría al hombre del poder de Satanás. Dios estaba muy feliz con la
ofrenda de Abel, de modo que Él perdonó a Abel por su pecado y lo aceptó.
El hermano de Abel también trajo una ofrenda a Dios, pero no fue un animal, tal
como Dios les indicó. Eran cosas buenas que él había cosechado en su huerto.
Dios rechazó a Caín y su ofrenda, porque él vino ante Dios a su manera, de acuer-
do a sus propias ideas y no en la forma en que Dios había ordenado. Dios explicó
el por qué, pero Caín sólo se enojó. Él no escuchó a Dios; en su lugar escuchó a
Satanás, teniendo celos de su hermano Abel y lo mató. Como Dios está en todas
partes y lo sabe todo, Él vio a Caín matar a Abel. Caín tuvo que ser castigado.
De nuevo, Caín no escuchó a Dios. Él se apartó de Dios y siguió los caminos de
Satanás.
Dios les dio a Adán y Eva otro hijo, Set en lugar de Abel. Set también nació en pe-
cado, pero él confió en Dios tal como lo hizo Abel. Dios planificó que el Libertador
vendría de la línea familiar de Set. Sin embargo, Satanás continuaría intentando
impedir la llegada de ese Libertador.
Buscadores de la Verdad: Fundamentos de la Fe, Parte 1 - Manual de Grupo Pequeño 33
LECCIÓN 14 - Caín y Abel

TIEMPO DE GRUPO PEQUEÑO

BUSQUEMOS EN LA BIBLIA
Memoriza este versículo y dilo a tu líder. Sólo puedes recibir dos ayudas.

Proverbios 14:12 — “Hay caminos que al hombre le parecen rectos,

pero que acaban por ser caminos de muerte”.

VAMOS A PENSAR - PREGUNTAS Y RESPUESTAS Completa

VAMOS A PENSAR -esta actividad
ACTIVIDAD y muéstrala a tu líder
1. ¿Carolina y Jorge querían hacer feliz a su mamá? Completa esta actividad y muéstrala a tu líder
Sigue al gusano que come las manzanas para descubrir el orden de las palabras del versículo.
Sí / No
Sigue al gusano que come las manzanas para descubrir el orden de las palabras del versículo.
2. ¿Qué les pidió la mamá de Carolina y Jorge que hicieran?
A. Plantar las flores
B. Limpiar el patio
C. Regar el jardín pero que
caminos de acaban
3. ¿La mamá de Carolina estaría feliz al ver las flores plantadas? muerte. por ser
Sí / No

4. ¿Carolina y Jorge creyeron y obedecieron a su mamá? Hay

Sí / No caminos
5. ¿Jorge estaba arrepentido por no obedecer?
Sí / No
le
parecen que al
rectos, hombre

Proverbios 14:12

LECCIÓN 14 COMPLETADA
Firma del líder Fecha
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