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Los símbolos patrios de Panamá son la bandera, el himno y el escudo de armas. La bandera panameña fue diseñada por Manuel E. Amador Guerrero y se celebra el Día de la Bandera cada 4 de noviembre. Actualmente, los panameños no sienten una conexión con los símbolos patrios y los actos patrios carecen de significado, lo que refleja una ruptura con el pasado y una falta de expectativas para el futuro.
Los símbolos patrios de Panamá son la bandera, el himno y el escudo de armas. La bandera panameña fue diseñada por Manuel E. Amador Guerrero y se celebra el Día de la Bandera cada 4 de noviembre. Actualmente, los panameños no sienten una conexión con los símbolos patrios y los actos patrios carecen de significado, lo que refleja una ruptura con el pasado y una falta de expectativas para el futuro.
Los símbolos patrios de Panamá son la bandera, el himno y el escudo de armas. La bandera panameña fue diseñada por Manuel E. Amador Guerrero y se celebra el Día de la Bandera cada 4 de noviembre. Actualmente, los panameños no sienten una conexión con los símbolos patrios y los actos patrios carecen de significado, lo que refleja una ruptura con el pasado y una falta de expectativas para el futuro.
Los Símbolos Patrios, son los elementos representativos de la República de
Panamá. El origen del término proviene del artículo 6 de la Constitución Nacional de panamá de 1941 : “Son símbolosde la Nación: el himno, la Bandera y el Escudo de Armas” La Bandera Panameña fue diseñada por Don Manuel E. Amador Guerrero En el marco de la celebración de las fiestas patrias, cada 4 de noviembre se celebra en Panamá el Día de la Bandera, como fiesta nacional. No hay una conciencia de que el símbolo está ligado a nuestra identidad y acá está el gran dilema sobre qué pasa con nuestra identidad. Saludar a la Bandera o los actos patrios, son un ritual absolutamente vaciado de sentido. No se percibe actualmente que el pasado forma parte del presente y orienta al futuro; algo que antes no estaba en discusión, pero que ahora se perdió, porque es obvio que no hay expectativas del futuro en términos individuales y de conjunto; hay como una ruptura de las temporalidades, y el pasado no tiene presencia social.