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República Bolivariana De Venezuela

Arquidiócesis de Caracas
UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA
Somos la Primera Universidad Pontificia de Venezuela (1673)
“LA UNIVERSIDAD DEL DIALOGO Y LA PAZ”
Facultad de Derecho
Sección M01B

Unidad I:
Dimensión
Antropológica –
Psicológica
Autoras:
Guevara Melany C.V-27.474.815
Quintana Elvis C.V-25.562.691
Rengifo Michell C.V-27.254.556
Rivas Gabriela C.V- 21.073.520
Docente: Ivkovic Josefina

Caracas, noviembre 2021

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………… 3

Unidad I: Dimensión Antropológica - Psicológica

Concepto Antropológico del Hombre……………………………………….………….4


Dimensiones del ser humano………………………………….…………………………4
-física………………………………………………………………………….……………..4
-social……………………………………………………………………………………......5
-cognitiva…………………………………………………………………………………….5
-emocional o afectiva………………………………………………………………….…..5
-Comunicativa o lingüística……………………………………………………………….6
-Espiritual o trascendente……………………………………………………………………6
-Estética …………………………………………………………………………………….6
-Ético moral………………………………………………………………...……………......7
Lo Corporal en el Hombre…………………………………………………...………….7
Objetividad del Cuerpo………………………………………………………….………8
Subjetividad del Cuerpo,……………………………………………………………..….8
Mediación del Cuerpo……………………………………………………………………...8
-entre los sujetos y el mundo……………………………………………………....8-9
-Entre el interior y el exterior………………………………………………………………..9
-Entre lo individual y lo colectivo…………………………………………………..9-10
-entre el yo y el otro…………………………………………………………………10
-entre las diferentes temporalidades ……………………………………..……………10
Lo Psíquico en el hombre………………………………………………………...10-11
La Sensación……………………………………………………………………………....11
La afectividad y la apelación …………………………………………………………11-12
Volitivo………………………………………………………………………………….....12
Lo volitivo en la conducta………………………………………………………………..12
Componente volutivo del aprendizaje……………………………….…………………..13
Un tipo de realismo…………………………………………………………….…….13
Las Relaciones Funcionales del Hombre………………………………………..13-14
Ser en el mundo o Mundanidad…………………………………………………..…14
Ser con otros o Intersubjetividad……………………………………………….….14-15
Ser en sí mismo o Personalidad…………………………………………………....15-16
Las relaciones presenciales del hombre……………………………………………….15

ANEXOS……………………………………………………………………………..17-18

CONCLUSIÓN………………………………………….………………………………...19

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………...………………………..20

2
INTRUDUCCION

En el siguiente tema aprenderemos sobre las ocho (08) dimensiones del ser humano,
las cuales a continuación las mencionaré brevemente, Física, Social o Sociopolítica,
Cognitiva, Emocional o Afectiva, Espiritual o Transcendente, Comunicativa o Lingüística,
Estética, Ético-moral.

También conoceremos lo corporal y lo psíquico en el hombre podemos considerar


como psíquicos todos los procesos y fenómenos que tienen lugar en nuestra mente, como,
por ejemplo, las sensaciones, las percepciones, la memoria o el razonamiento. Asimismo,
cuando algunas de estas funciones se ven alteradas, hablamos de trastornos o desequilibrio.
En cambio, podemos considerar como psíquicos todos los procesos y fenómenos que tienen
lugar en nuestra mente, como, por ejemplo, las sensaciones, las percepciones, la memoria o
el razonamiento. Asimismo, cuando algunas de estas funciones se ven alteradas, hablamos
de trastornos o desequilibrios psíquicos.

Más adelante veremos la parte espiritual en el hombre el mismo es un ser de la


naturaleza, pero, al mismo tiempo, la trasciende. Comparte con los demás seres naturales
todo lo que se refiere a su ser material, pero se distingue de ellos porque posee unas
dimensiones espirituales que le hacen ser una persona.

Y, por último, pero no menos importante las relaciones presenciales o funcionales


en el hombre las cuales las podemos sintetizar en una triple relación, Relación Objetiva:
Cuando se refiere al mundo. Relación Intersubjetiva: Cuando se refiere a los semejantes.
Relación Trascendente: Cuando se refiere a Dios.

3
Concepto Antropológico del Hombre:

La esencia del hombre es estudiada por la antropología filosófica. Esta disciplina


abarca al hombre en su totalidad porque se apoya en su desarrollo histórico y en su
evolución cultural. El hombre es la esencia del saber y de la construcción de modelos
sociales. El hombre forma parte del fenómeno evolutivo y representa la consecuencia de las
revoluciones adaptativas en todo su proceso de desarrollo histórico. La civilización y la
cultura tienen un componente fundamental en le evolución orgánica.

La ética estudia una forma de comportamiento humano que es la moral. Este


comportamiento se distingue por su carácter histórico y social. Hombre y moral configuran
el dualismo conductual humano.

El hombre en su condición de individualidad observa que su conducta es la más


lógica, la más aceptable y normal y mira con extrañeza el accionar ajeno y lo califican en
forma subestimada, muchas veces ridiculizándolo. Esta consecuencia se debe al carácter
que nos ha formado la cultura en que nacimos y a través de aquella vemos el mundo con los
elementos tomados de ésta.

Las Dimensiones del Ser Humano

Cuando se habla de las dimensiones humanas o dimensiones del ser humano,


normalmente se está haciendo referencia a las distintas esferas de existencia de la vida
humana, es decir, a las diferentes áreas de la vida que constituyen nuestra existencia y
que podemos cultivar en un mayor o menor grado.

Dicho de otro modo, estas “dimensiones” son las que conforman la complejidad del
ser humano, cuya existencia involucra un conjunto de potencias y de posibilidades mucho
más vastas y diversas que aquellas a las que aspiran los animales. Se entienden como
dimensiones dado que cada una propone una perspectiva propia del ser humano, a
pesar de que en él existan siempre todas al mismo tiempo.

Las dimensiones humanas son de particular interés para la educación y la


psicología, ya que permiten comprender de manera holística al ser humano, o sea, en su
totalidad, pudiendo jerarquizar sus diferentes aspectos fundamentales y comprender mejor
cómo se organizan, cómo operan o cuáles reciben prioridad en determinadas circunstancias.

Sin embargo, no existe un consenso respecto de cuáles o cuántas son estas


dimensiones fundamentales del ser humano. Dependiendo del autor que se consulte, podrán
variar entre tres, cuatro, cinco e incluso ocho dimensiones distintas, dependiendo de
cuántas capas diferentes de la existencia humana se tomen en consideración, o sea, de qué
tan amplia o tan específica sea nuestra mirada.

1. Física
Esta dimensión tiene que ver con el propio cuerpo, entendido en términos
estructurales.

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Nuestro cuerpo es la herramienta física que nos permite realizar acciones, establecer
contacto con los demás y adquiere una gran importancia con respecto a cómo nos
identificamos y nos vemos a nosotros mismos.

Dentro de esta dimensión se incluyen aquellos hábitos que llevan las personas para
garantizar el mantenimiento del cuerpo, ya sea externa o internamente, y evitar que sea
perjudicado o se desarrollen enfermedades.

De entre los hábitos que se pueden hacer para evitar que la dimensión física sea
afectada negativamente están el tener una alimentación saludable, realizar actividades
deportivas y visitar a médicos para ver en qué estado se encuentra el cuerpo.

2. Social o sociopolítica
El ser humano es un ser sociable y es por ello que la interacción con los demás supone
una de las más importantes dimensiones que están presentes en su vida.

Como miembros de una sociedad y, más concretamente, de grupos familiares, étnicos,


de amigos o de cualquier otra índole, es necesario mantener contacto con otras personas
para garantizar la supervivencia.

Aspectos como el desarrollar lazos afectivos, tener unas buenas amistades, vivir en una
familia sin dinámicas disfuncionales contribuyen a poder alcanzar el bienestar y la
felicidad.

3. Cognitiva
Como seres inteligentes que somos, los seres humanos hemos tratado de explicar
nuestro mundo y extraer de él las leyes que lo explican.

Siempre hemos pretendido conseguir el máximo conocimiento posible, con la finalidad


de poder predecir lo que sucede en nuestro entorno además de utilizar los nuevos
aprendizajes adquiridos para mejorar la supervivencia.

La dimensión cognitiva hace referencia a la capacidad que tiene la especie humana para
usar su intelecto y crear nuevos conceptos, modificar su entorno y progresar partiendo de
ellos.

4. Emocional o afectiva
Las emociones son un aspecto de gran importancia para la adaptación de los seres
humanos. De hecho, es gracias a ello que en las últimas décadas se ha ido defendiendo la
idea de la inteligencia emocional.

No únicamente tener miedo ante un león es algo que garantiza la supervivencia, sino
que sentirse triste en un funeral o mostrar orgullo y alegría ante un hito propio son
elementos que facilitan una correcta interacción social y motivan seguir desarrollándose
como personas.

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Las emociones son el resultado de un estímulo, ya sea interno o externo. Mejorar esta
dimensión implica adquirir un mejor autoconocimiento.
La dimensión emocional no hace únicamente referencia a la capacidad de sentir emociones,
sino también de identificarlas en los demás y saber cuál es la que estamos sintiendo en un
determinado momento y su causa.

5. Comunicativa o lingüística
El lenguaje es, sin lugar a dudas, la capacidad más destacable del ser humano. Gracias a
ella hemos podido llegar hasta las actuales civilizaciones, y es lo que permite la difusión de
nuestros conocimientos a larga distancia mediante sistemas escritos.

La dimensión comunicativa hace referencia a esta habilidad del ser humano de poder
crear sistemas más o menos complejos de signos y símbolos con los cuales puede
interactuar con los demás.

Y es que el lenguaje es lo que nos permite transmitir nuestras ideas, opiniones y


experiencias sin necesidad de tener que representarlas físicamente. Basta con que el
interlocutor conozca el mismo código que estamos utilizando y así se dará el intercambio
de información.

Por sorprendente que pueda parecer, el lenguaje no únicamente permite compartir


conocimiento, sino también modificar la realidad.

Dar una orden, invitar a la reflexión, explicar cómo se debe hacer algo son actos
comunicativos que, a su vez, se materializan en acciones que cambian el entorno y las
acciones de los demás.

6. Espiritual o trascendente
Aunque el nombre de esta dimensión pueda parecer que se limita a aspectos más de tipo
religioso, lo cierto es que la palabra “espiritual” es un paraguas en el que se incluye
pensamientos filosóficos tales como el de comprender el sentido de la propia existencia.

Los seres humanos, como animales con una inteligencia muy desarrollada, pretendemos
entender aspectos que van más allá de lo físico, alcanzar un nivel trascendental.

Hay fenómenos que las leyes físicas no nos permiten explicar, lo cual nos puede
suponer un auténtico misterio que además de frustrante nos puede resultar todavía más
interesante.

Como prueba de esto, desde tiempos inmemoriales los seres humanos hemos creado
religiones y supersticiones con el fin de otorgarle una explicación, quizás fantástica e
irracional, a lo desconocido.

La idea de Dios, los espíritus, fantasmas y encarnaciones son solo unos cuantos
ejemplos de la búsqueda del ser humano de aquello que no ve ni puede percibir físicamente.

6
7. Estética
La belleza es una idea abstracta y arbitraria. Pese a ello, es algo que ha adquirido una
gran importancia a lo largo de la historia de la humanidad.

La cultura no únicamente ha servido para crear bienes útiles para las necesidades más
primordiales de los seres humanos, también ha servido como base para crear arte, con la
finalidad de ser admirado.

La visión de algo bello puede generar toda una serie de emociones y sensaciones que
enriquecen la experiencia del ser humano.

La dimensión estética es claramente algo que se manifiesta no solamente en todas las


culturas del globo, sino que además cada persona tiene su propia visión de la belleza.

Incluso las personas que se dicen que no se les da bien todo lo relacionado con las
bellas artes han intentado hacer algo artístico en algún momento de sus vidas.

8. Ético-moral
Las personas necesitamos saber cómo comportarnos para no vivir en un mundo de
incertidumbre y de anarquía que, indudablemente, llevaría a una situación de caos y en
donde primaría la ley del más fuerte.

La dimensión de la ética hace referencia a la capacidad de los seres humanos para


reconocer aquello que es lo más correcto, ya sea en base a unos criterios propios o en
función de lo que indiquen las normas sociales.

El ser humano debe tratar de actuar garantizando el mayor bien posible para los demás.
Reconocer que los demás tienen los mismos derechos que nosotros, que la libertad de uno
puede suponer el fin del de otro y que para poder vivir en paz y armonía es necesario
regular nuestras conductas son aspectos dentro de esta dimensión.

Lo Corporal en el Hombre

La existencia del hombre es corporal, es un cuerpo, y no hay hombre en plenitud donde


no hay corporeidad. Se trata de un cuerpo verdadero, C cual el hombre tiene afinidad con
todos los cuerpos. Se trata de un cuerpo viviente que se desarrolla como cualquiera de los
vivientes del mundo, recibe la vida como don, desarrolla sus procesos de desgaste, de
corrupción y de muerte. El cuerpo no solo es elemento esencial, sino que es un componente
que afecta a su perfección en todos los sentidos, en el del ser y en del obrar. La corporeidad
en su esencia viene dada al cuerpo desde el alma. El alma humana es la forma del hombre
por la cual el cuerpo es cuerpo.

Decimos que el hombre es un ser corporal, es decir que la existencia humana no es


comprensible ni pensable sin el cuerpo. En efecto el cuerpo humano no es una realidad
aislada, un ente entre los demás del mundo, no es un cuerpo sin más., sino que posee alma y
esta está sujeta al cuerpo. La relación entre el cuerpo y la persona, o entre el alma y la

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materia, ha estado sujeta a lo largo de la historia a muchas interpretaciones y no todas han
sido correctas o equilibradas.

Objetividad del Cuerpo

Es la pertenencia del hombre al mundo físico, la realidad de poseer un cuerpo que


coopera con la dimensión material y estén determinados a un lugar, tengan partes, sean
divisibles, tengan composición, entre otros. El hombre es un cuerpo que tiene cuantidad en
todos sus elementos y puede ser analizado y reducido a medida y cuantidad, a experimento,
a prueba constatada en la experiencia objetiva, de modo científico. El cuerpo humano,
explica Ferrer, participa simultáneamente de la condición subjetiva y de la objetiva, a través
del cuerpo el sujeto está inserto en el mundo y sometido a sus leyes y condicionamientos
externos.

Subjetividad del Cuerpo

La subjetividad y sus dimensiones invisibles contenidas en los cuerpos son elementos


que no están a la vista. El saber del cuerpo remite a una comprensión de la reflexividad
corporal en la cultura donde los sujetos están inscriptos. Se extiende a la competencia de un
sujeto para tener conciencia de sus deslizamientos, sus sensaciones corporales, dominio
dela corporalidad, registro de las sensaciones físicas, la fluidez de sus movimientos.

El gobierno de las emociones corporales, la disciplina corporal, el control de sí mismo.


La capacidad de manejo del propio cuerpo en situaciones de riesgo mental, sexual, social.
La subjetividad corporal está anclada en el erotismo, el deseo. La imaginación de las
subjetividades incluye al cuerpo.

La subjetividad no es una cosa ininteligible y abstracta, la subjetividad tiene una


relación indisociable con el cuerpo. Superar la fragmentación de un cuerpo físico
desprovisto de sexualidad, afectividad y una subjetividad cartesiana, desprovista de
sensibilidad social, implica ubicarse en nociones intermedias: la imagen corporal, las
representaciones sociales del cuerpo y la subjetividad, la corporalidad o la subjetividad
corporal. Construcciones lingüísticas que integran lo biológico y lo cultural haciendo
conjunciones fructíferas.

Mediación del Cuerpo

El cuerpo es un mediador de las funciones psíquicas superiores porque es un portador


de significados asimilados por el hombre a través de la relativa plasticidad de su cuerpo y
de su versátil movimiento, que interpreta y traduce las influencias socio históricas,
reestructurando y construyendo su propia realidad una de las cuestiones clave a la hora de
manifestar la importancia del cuerpo a nivel teórico y empírico es su condición mediadora,
tal y como hemos ido anunciando.

A la luz de esta premisa el cuerpo es propuesto como un artefacto simbólico que se


sitúa en un terreno intermedio y es capaz de articular, por tanto, diferentes estratos o niveles
8
de sentido. A este respecto y, como describiremos a continuación, el cuerpo es una
mediación ya que tiene una capacidad relacional fundamental. Ésta, por cierto, es la que le
permite “dialogar” o favorecer el encuentro entre:

a) Entre los sujetos y el mundo.

A través del cuerpo como artefacto simbólico es posible acceder al conocimiento del
mundo y de la realidad cotidiana. Entendemos la realidad cotidiana como aquella realidad
que no pertenece al orbe físico propiamente sino al simbólico y que es compartida por los
individuos y los grupos. Esta característica del cuerpo como mediación entre los sujetos y
el mundo es la que ha llevado a algunos autores a considerar que éste es “el ámbito más
próximo y más importante de la relacionalidad propia del ser humano” (Duch, 2003: 14).

De hecho, es a través del cuerpo que los sujetos vivencian la realidad y la experimentan.
Además, sólo mediante el cuerpo y a través de él podemos acceder de manera siempre
parcial y limitada– al conocimiento del mundo y de la realidad cotidiana. Por tanto, gracias
al cuerpo aprehendemos el entorno circundante, pero –en parte, a causa de sus
limitaciones– este conocimiento no puede ser nunca literal o absoluto.

b) Mediación entre el interior y el exterior.

El cuerpo es un intermediario capaz de dialogar entre la interioridad y la exterioridad,


entre el pensamiento, los sentimientos, la emoción y la acción. Esta perspectiva es la que
hace que el cuerpo pueda ser entendido para autores como Maine de Biran como el
“auténtico orientador de la vida humana en tanto se manifiestan en él inclinaciones
afectivas e instintivas con las que el yo impregna, sin saberlo siquiera, el mundo
circundante, e incluso, nos hace sentirnos, sin motivo alguno, alegres, tristes o irritados”
(Morera de Guijarro, 1987: 188).

Desde esta perspectiva, la corporalidad permitiría articular la vivencia interior como


forma primaria de darse la realidad y la exterioridad como forma de expresión o
experiencia. Un autor que ha sabido remarcar esta Relación propia del ser humano es
Wilhelm Dilthey (2000: 246-247) quien propone que el ser debe entenderse en su triple
dimensión: cognitiva, volitiva y afectiva.

Este enfoque unitario tampoco debe perderse de vista al aproximarnos a la


comprensión del cuerpo como mediación. Ya que ésta no sólo se produce de cara al exterior
o las cosas ajenas, sino también hacia el interior o las profundidades de la conciencia. En
este sentido, el cuerpo también media entre la intimidad y la exterioridad del yo. De hecho,
mediante la constante puesta en escena del cuerpo es posible comunicar, de manera
incesante, múltiples sentidos.

c. Entre lo individual y lo colectivo.

A nuestro juicio el cuerpo es una parte esencial, una herramienta crucial en los procesos
de construcción de identidades, clave en la interacción entre los sujetos y los colectivos. Por
este motivo, hemos de reconocer el rol conformador de la subjetividad de las personas
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como seres individuales y sociales. En este sentido, la imagen corporal o representación
simbólica y el cuerpo individual y social son imprescindibles en la construcción de la
propia subjetividad y de la pertenencia a los diferentes grupos.

Y es que en todas las culturas el cuerpo está íntimamente ligado al espacio público, ya
que toda práctica social es, de una forma o de otra, una experiencia corporal. En palabras de
Esteban (2004: 67): “En la sociedad occidental las actividades corporales de todo tipo han
proliferado y se han convertido en objetivos fundamentales en la vida de muchas personas,
y nuestra educación tiende a modelar nuestro cuerpo y a adecuarlo a las exigencias y
normativas de la sociedad en que vivimos, teniendo el cuerpo una función muy relevante
como mediador cultural”, Esteban (2004: 67).

d. entre el yo y el otro.

El cuerpo también articula las relaciones entre la propia subjetividad y la de los otros.
De hecho, a juicio de Alfred Schütz, en la relación cara a cara o cuerpo a cuerpo es posible
interpretar las vivencias del otro (Schütz, 1972: 161). Puesto que el yo corporal y sus
diversas representaciones se desarrollan en innumerables actos de reflexividad, la presencia
del otro es necesaria. En palabras de Duch (2003: 23): “Inexcusablemente, pues, la
corporeidad humana necesita de la corporeidad de los otros y, porque es eminentemente
dialogal, nunca puede representarse ni desplegarse en la solitud y el mutismo”. Es preciso
considerar, sin embargo, que el acceso al yo corporal presenta enigmas e interrogantes sin
resolver.

En muchas ocasiones, por Ejemplo, el acceso a la comprensión del cuerpo termina


siendo imaginario, ya que la distancia entre el observador y el objeto observado se funden
en una misma cosa. De hecho, aunque podamos atisbar algunas partes del exterior de
nuestro cuerpo, por ejemplo, no podemos acceder a nuestro propio rostro (si no es a través
de un espejo o de la mirada ajena) ni a nuestros órganos (si no es a través o mediante una
representación cómo una imagen o un soporte técnico). El semblante o aspecto exterior,
junto con todos los momentos expresivos del cuerpo, es decir, los gestos o movimientos
faciales, por ejemplo, son vividos por el sujeto de manera interna o invisible– puesto que no
puede vislumbrarlos al tiempo que los profiere.

Además, la apariencia física del propio cuerpo general siempre llega a través de los
sentidos de manera dispersa, ya que la vista tan sólo proporciona el acceso a fragmentos
desiguales, inconexos que sólo son apreciables desde la sensación. En definitiva, no
podemos percibir nuestro cuerpo de manera completa sino es mediante algo. Pero al mismo
tiempo toda experiencia está, a la vez, mediada por este cuerpo imposible de abarcar.

e. Mediación entre las diferentes temporalidades.

Finalmente, otra de las características del cuerpo como mediación social es su


capacidad de articular lo presente y lo ausente. Como es bien sabido, la corporalidad es la
parte más evidente de la fragilidad del ser, de hecho, la contingencia es, en cierta medida,
provocada por nuestra condición corporal, que es también la parte más débil y más
susceptible para enfermar (Duch, 2002) y fenecer. Pero también el cuerpo es la parte más
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delimitada del yo. De hecho, es, en gran parte, una imposición atribuida desde el
nacimiento que difícilmente podemos construir o reconstruir y que, como mucho, podremos
camuflar o transformar de manera artificial (mediante maquillajes, máscaras, cirugías
variadas...) o imaginaria (mediante el uso de avatares, por ejemplo).

Lo Psíquico en el Hombre

Uno de los enigmas del ser humano radica en el psiquismo por el cual su yo se hace
presente en el mundo espacial-temporal por presencia intencional que consiste en
introducirse en el mundo material en el interior del que está sintiendo, haciéndolo presente
a la conciencia.

Conocimiento Sensitivo:

Sensación

Sensación es la captación o conocimiento de un objeto mediante los sentidos.


Sensible es lo que puede ser captado o conocido por los sentidos. El proceso de sensación consta
de las siguientes fases:

 La fase Física consiste en que las cualidades del objeto llegan al órgano. La fase
fisiológica consiste en la misma actuación del órgano receptor estimulado
físicamente y que transmite la corriente nerviosa a ciertas áreas de la corteza
cerebral.

 La fase psicológica tiene que ver con la reacción del sujeto que responde al estímulo
sensible y toma conciencia. La sensación es un salirse del psiquismo de sí mismo
para captar la realidad sensible objetiva; nuestro cuerpo con el que sentimos y que
forma parte de ese mundo sensible, es el mundo a través del cual somos influidos
por los objetos sensibles.

La sensación no es un proceso simplemente objetivo, ni meramente subjetivo, sino una


síntesis de ambos. Lo primero nos da garantía de que alcanzamos la realidad, lo segundo
nos dice que el conocimiento sensible es relativo

La sensación no es criterio absoluto de verdad, como quieren afirmar los censistas y


empiristas quienes sólo admiten como verdaderamente real aquello que se da por los
sentidos. Los sentidos externos nos ponen en contacto con los objetos espaciales, por ellos
nos relacionamos con la realidad, captándola para adaptarnos a ella, informándonos,
protegiéndonos, orientándonos y llevándonos a apreciar el mundo en que vivimos. La naturaleza
por la cual se siente consiste en una facultad por la cual el ser que siente o yo empírico, es
consciente de que un objeto material estimula un órgano receptor de su cuerpo. Los
sentidos externos se dividen en cinco: vista, oído, gusto, olfato y tacto. La sensación visual
y la auditiva son la fuente principal de nuestro contacto con la naturaleza, con las personas
y con el mundo escrito. Su órgano es el ojo que automáticamente se adapta y autor repara.

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Su objeto es la superficie de los objetos que refleja la energía radial captada por el
ojo, distinguiendo los matices por la longitud de onda dentro del espectro visible.

La Afectividad

Es aquel conjunto del acontecer emocional que ocurre en la mente del hombre y se


expresa a través del comportamiento emocional, los sentimientos y las pasiones.
La afectividad es el conjunto de sentimientos inferiores y superiores, positivos y negativos,
fugaces y permanentes que sitúan la totalidad de la persona ante el mundo exterior.

Desde en épocas muy antiguas hasta el surgir de nuestros tiempos se ha preguntado


y se ha vuelto en un problema el estudio acerca del entendimiento, la razón,
la constitución y el surgir del hombre, veamos como el pensamiento griego abarca
su filosofía en este sentido para lograr buscar una respuesta acerca de este gran enigma.

Miremos como Demócrito consideraba al hombre como un "microcosmos de origen divino


y con un alma encadenada al cuerpo". Heráclito nos dice que le hombre tiene la facultad de
entender el sentido de los acontecimientos mundanos. Sócrates por otro lado concebía que
la sabiduría hace bueno al hombre y de ahí sale con su famosa frase "conócete a ti mismo",
hallando lo divino y lo inmutable.

Platón ya nos muestra el alma como esencia pura, como algo perfecto en el cual
radica la dignidad e inmortalidad del hombre, muestra al cuerpo como la cárcel del alma.
"Aristóteles supera este dualismo platónico del alma y cuerpo, mostrando que el hombre es
unidad sustancial, porque su alma es la forma que con la materia constituye al cuerpo; sin
embargo como espiritual se le define por elemento cognoscitivo (racional), dejando en
segundo plano otro atributos más importantes como la libertad, el amor y la comunión
personales"

Volitivo 

La palabra volitivo proviene del latín y su traducción está directamente relacionada


con el verbo «querer». La Real Academia Española (RAE) afirma que volitivo es aquello
relacionado con los actos y fenómenos de la voluntad.
La voluntad, por su parte, es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Por lo
tanto, aparece vinculada al libre albedrío y a la libre determinación. El concepto de volitivo
se vincula a aquello relacionado con la voluntad.

Lo Volitivo en La Conducta

Una conducta volitiva refleja la concreción de los pensamientos de una persona en


actos. De esta manera, supone la libre elección de seguir o rechazar una inclinación, en una
decisión donde interviene la inteligencia.

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Hay filósofos que afirman que la voluntad está compuesta por el querer (el apetito)
y el desear (la volición). Lo volitivo debe tener un fin, que es consciente y objeto de
conocimiento del sujeto.

Puede diferenciarse entre la volición (el deseo que es objeto de conocimiento),


la tendencia (el apetito natural determinado por lo orgánico y lo instintivo; carece de un
fin racional) y la inclinación (posee un fin determinado, pero no es objeto de
conocimiento).

Acciones Voluntarias

En la voluntad intervienen el apetito y la volición, ya que el acto voluntario


es deliberativo (se tiene conocimiento de lo que se está por hacer). En otras palabras: existe
una motivación que se genera en el pensamiento y que se somete a una deliberación; con
ese conocimiento, el sujeto analiza las posibilidades y concreta el acto en cuestión.
Los actos volitivos implican una resistencia externa (las necesidades no son suplidas de
forma inmediata; por eso existe el deseo). Lo volitivo es aquel acto que se encara para
superar la resistencia y alcanzar lo deseado. El estudio, por ejemplo, representa uno de los
actos volitivos más productivos y a su vez más didácticos, si se quiere, para comprender las
bases de los conceptos tratados en esta definición.

El Componente Volitivo del Aprendizaje

En primer lugar, el mundo tal y como lo conocemos quienes vivimos sometidos a un


sistema social nos exige el aprendizaje de una larga serie de códigos para desenvolvernos
con éxito, siendo el idioma uno de los primeros y más complejos. El correcto dominio de la
lengua es la clave para la vida en sociedad, y se puede dividir en varias porciones, como ser
el habla, la escritura y los gestos. Desde que nacemos, sin entrar en el terreno de las
deficiencias sensoriales, oímos a nuestros mayores hablar, reír, gritar, llorar, y no
entendemos sus palabras ni sus emociones; estamos obligados a encontrar un sentido a
nuestro entorno para poder formar parte de él activamente.

Pasados unos años, si una persona ha conseguido adaptarse a su grupo familiar y a


su entorno, encontrará constantemente situaciones extrañas e indescifrables, tales como una
película en un idioma que no entiende o un comentario acerca de un tema que excede a sus
conocimientos. Nuestro cerebro tiene la tendencia de hacerse camino entre lo desconocido
para encontrar refugio en lo conocido, por lo cual deja atrás gran parte de estos datos. Sin
embargo, cuando surge un interés por aprender, producto de la voluntad, se comienza la
ardua tarea de enfrentar las barreras antes descritas para adquirir una nueva habilidad

Un Tipo de Realismo

Para el realismo volitivo, la conciencia se considera mucho más que un espacio que
aloja de forma pasiva la información, sino que funciona a través de la voluntad, luchando
contra la realidad externa, la cual representa esa resistencia, esa barrera que nos impide
alcanzar nuestros deseos.

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Es necesario aclarar que se trata de un concepto filosófico, de un tipo de realismo,
cuyas bases dicen que todo aquello que percibimos de nuestro entorno es simplemente una
representación «falsa» de los objetos y sujetos que nos rodean.

Las Relaciones Funcionales del Hombre

1. Mundanidad (ser en el mundo): hace referencia a como el ser humano transforma


su mundo por medio de acciones que generan cambios en el entorno. Entre estas se
encuentran, por ejemplo, lo que es la urbanística e inclusive la agricultura, entre
otras.

2. Intersubjetividad (ser con otros) este tipo de relación hace referencia a la


necesidad que posee el hombre de interactuar con los demás, tal como lo expuso
Aristoteles en su famosa frase “el hombre es un animal social”, exponiendo asi la
necesidad que tiene el ser humano en cuanto a realizar procesos de socialización

Este tipo de relación cuenta con Un Proceso de Intersubjetividad es decir


“MOMENTOS”

o Objetivo no Afectante: es el momento en el que dos individuos se encuentran sin


generar procesos comunicativos.

o Personal afectante: este ocurre después del primer encuentro, los individuos
interactúan entre sí, logrando procesos de compresión social.

o La Respuesta: hace referencia a la necesidad de interactuar a través de signos


corporales o lingüísticos

3. Personalidad (ser en si mismo) se refiere a llevar a cabo un proceso de


autoconocimiento y autorreflexión que se desarrolla a través del paso de los años en
nuestra vida. Amarse así mismo, con todas sus virtudes y defectos, es una parte
importante del ser humano individualmente y socialmente

Ser en el Mundo, o Mundanidad

Ser en el mundo significa presencia en el mundo de un ser que expresa su actitud,


traduciéndola en actividad frente al mundo y las cosas frente a su cuerpo, no es tanto una
mera coincidencia espacial y pasiva en el mundo. Fenomenológicamente capto mi yo
involucrado en las cosas del mundo; ellas aparecen como frente a mí porque no son mí y
esa relación con el mundo significa que yo me refiero a lo que él no - yo y que estoy
sometido a unas leyes que rigen para esos seres, tanto las leyes físicas, fisiológicas, etc.,
como las normas del entorno humano que llamamos "cultura" o modo de vivir.

Todas ellas llegan a mí a través de los sentidos de mi cuerpo, y a mi vez yo las afecto o
impresiono actuando sobre ellas, mediante mi cuerpo

14
Ser con otros, o Intersubjetividad

Cuando hablamos de INTERSUBJETIVIDAD se habla de la presencia del hombre


en medio de los sujetos.

El mundo contemporáneo maneja dos tendencias: Personalización y Socialización.


Hay que plantear el problema de la intersubjetividad ¿Es posible y cómo se puede dar la
intersubjetividad? ¿La capacidad de intersubjetividad, es un atributo esencial de la persona
humana o es algo accidental?

Se han dado algunas respuestas: Para nosotros el hombre tiene una realidad esencial,
está capacitado para entrar en relación con los demás.

Hay dos intentos para la comunicación:

1. Individualismo: Bases: El Empirismo Positivista: Sólo es verdadero y objetivo


aquello que conocen los sentidos. Las tendencias sensibles hacen del hombre
suficiente por sí mismo sin necesidad de los otros, y esto termina en una exagerada
libertad para el Yo individual.

2. Colectivismo: Bases: Hegel: El encuentro con el otro es algo esencial para el yo,


pero constituido dialécticamente por la conciencia de siervo o esclavo frente a la del
amo.

Ser en sí mismo, o Personalidad

Concepto de sí mismo es la forma en que las personas se entienden con base en las
experiencias, las vivencias y las expectativas del futuro (Evans, 1975). El self ideal es "el
concepto de sí mismo que la persona anhela y al cual le asigna un valor superior"

El concepto que cada uno de nosotros tiene de sí mismo consiste en quién y qué
pensamos que somos. Generalmente todos tenemos una idea más o menos clara de quiénes
somos; de nuestras características físicas y psicológicas; de nuestras virtudes y deficiencias;
de nuestra personalidad en general. Algunas de estas ideas son positivas, algunas son
negativas, pero siempre influyen, ya sea consciente o inconscientemente, en nuestra manera
de ser y presentarnos ante el mundo.

El concepto de sí mismo está formado por todas las creencias y actitudes que tiene
la persona respecto a sí mismo; abarca un conjunto bastante amplio de representaciones
mentales, que incluyen imágenes y juicios, no sólo conceptos, que el individuo tiene acerca
de sí mismo y que engloban sus distintos aspectos corporales, psicológicos, sociales y
morales. Esto determina lo que la persona es, lo que piensa, lo que hace y lo que puede
llegar a ser.

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Ahora bien, Por personalidad se entiende el conjunto de dinámicas psíquicas que
son características de una misma persona, es decir, a su organización mental interior, que
determina el modo en que dicha persona responderá ante una situación determinada. Dicho
de otro modo, la personalidad es un patrón de actitudes, pensamientos y sentimientos
recurrentes, que son más o menos estables a lo largo de la vida de un individuo y que
permiten cierto grado de predictibilidad respecto a su modo de ser. Se habla de conocerse a
sí mismo, darse cuenta de la propia identidad, se presente así mismo, en filosofía se llama
mismidad.

Para penetrar en este conocimiento hay que entrar en el núcleo de la personalidad


(interioridad). ¿Cómo podemos caracterizar esta interioridad o intimidad? Como una
unidad sustancial es lo que me permite identificarme. Esta es una autoconciencia que va
unida a la autodeterminación y me permite tomar decisiones libres. Centro y totalidad del
propio ser. Interioridad como yo auto determinante.
Se presenta como unicidad del ser, en que somos una única sustancia, no hay copia
de nosotros mismos, no somos uno de tantos fabricados en serie; esto nos viene de nuestra
interioridad, por cuanto que no nos pueden multiplicar (Unicidad). Yo soy lo que soy y
nadie más. Mi yo es una unidad única e irrepetible. La unidad del hombre radica en último
término en espíritu encarnado.

Las Presencias del Hombre

Las podemos sintetizar en una triple relación:

o Relación Objetiva: Cuando se refiere al mundo.


o Relación Intersubjetiva: Cuando se refiere a los semejantes.
o Relación Trascendente: Cuando se refiere a Dios.

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ANEXOS

Antropología del Hombre

Dimensiones del Ser humano:


físicas, social, cultural.
cognitiva, comunicativa

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Lo corporal en el hombre, el saber del cuerpo remite a una comprensión de la
reflexividad corporal en la cultura donde los sujetos están inscriptos

El concepto que cada uno de nosotros tiene


de sí mismo consiste en quién y qué
pensamos que somos (personalidad)

la presencia del hombre en medio de los sujetos. (intersubjetividad)

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El psiquismo por el cual su yo se hace presente
en el mundo espacial-temporal por presencia
intencional que consiste en introducirse en el
mundo material en el interior del que está
sintiendo

CONCLUSIÓN

La Educación Humanista, entendida y practicada con la riqueza de la dotación que


posee todo ser humano, será capaz de formar las generaciones del futuro, mejor equipadas
en sus cabezas y más honestamente sensibilizadas en sus corazones.

Nuestros conocimientos y los que transmitimos como estudiantes, además de los


métodos que utilizamos para la búsqueda de otros nuevos, necesitan, hoy más que nunca,
una superación de la inercia mental, que rige gran parte de nuestro comportamiento, y la
creación de un clima permanente de libertad mental, una atmósfera general, integral y
global que estimule, promueva y valore el pensamiento divergente, la discrepancia
razonada, la oposición lógica y la crítica fundada. Todo lo cual implica equilibrio y
síntesis entre las posiciones radicales o extremas, diálogo entre los diferentes puntos de
vista o enfoques, pues más que antagónicos evidenciaremos ser complementarios, y, sobre
todo, la conciencia de que nuestra juventud tiene una sensibilidad especial para captar los
signos que marcan los cambios de su tiempo; y, por todo ello, la conciencia de que el mejor
alumno no es el que tiene buenas respuestas, sino el que sabe hacer buenas preguntas.

Llama, también, nuestra atención el hecho que, hoy día, los estudios antropológicos
estén demostrando, a través de las investigaciones sobre el ADN, que toda la humanidad
existente actualmente desciende de un único tronco, es decir, de una sola pareja biológica.
Por lo tanto, tendríamos una razón más para hablar de fraternidad, para dialogar con
nuestros hermanos, para comprendernos y para construir con ellos una vida familiar más
feliz y generalizada.

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BIBLIOGRAFÍA

 http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-
33232016000100009

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y la vida. Acta Académica, 57.

 Martínez, M. (2009) Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Polis,


Revista de la Universidad Bolivariana, 8(23). 119-138.

 https://concepto.de/dimensione-del-ser-humano .

 https://es.scribd.com/document/418000561/Lo-Corporal-en-El-Hombre

 https://revistas.um.es/daimon/article/download/152661/134921/569821

 http://teoriaypsicologia.blogspot.com/2012/11/nuestro-concepto-de-si-mismo.html

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