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¿Penas sin humillaciones?

Límites al derecho penal derivados del respeto


a la dignidad humana*

Fernando León Tamayo Arboleda**


Juan Oberto Sotomayor Acosta***

Recibido: 26 de abril de 2016 • Aprobado: 22 de septiembre del 2017


https://doi.org/10.22395/ojum.v17n33a1

RESUMEN
El presente texto se propone analizar los límites a la intervención penal deriva-
dos del contenido constitucional de la dignidad humana, entendida como in-
tangibilidad de integridad física y moral del individuo, no sin antes precisar, de
forma muy breve, la función del principio de respeto a la dignidad humana en el
derecho penal, en general, y la manera como las diferentes atribuciones que ca-
racterizan este principio según su elaboración por parte de la Corte Constitucio-
nal se configuran como límites al poder penal del Estado. Para ello, se realiza un
análisis de la jurisprudencia de la Corte Constitucional usando herramientas de
la dogmática constitucional y penal. El artículo propone que, a pesar de la diás-
pora jurisprudencial y la complejidad del concepto dignidad humana, es posible
derivar un contenido del mismo que sirva como limitación del derecho penal en
el marco del Estado de derecho.

Palabras clave: dignidad humana, derechos humanos, derecho penal, derecho


constitucional.
*
Este artículo es producto del proyecto de investigación “Las garantías penales como límite y guía en la solución de
problemas penales complejos: la necesidad de evitar atajos”, dirigido por el profesor Miguel Díaz y García-Conlledo
(Universidad de León, España), con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, código
DER2013-47511-R, de España; y de la Universidad Eafit, código 621 – 000008, en Colombia.
**
Abogado, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Especialista en Derecho Penal, Universidad Eafit,
Medellín, Colombia. Magíster en Derecho Penal, Universidad Eafit, Medellín, Colombia. Candidato a doctor
en Derecho,Universidad de Los Andes, Bogotá, Colombia. Asistente graduado de Docencia, Universidad de
los Andes, Bogotá, Colombia. Cra 1 #18a-12, Bloque RGC, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: fernando-
leontamayo@hotmail.com fl.tamayo10@uniandes.edu.co. https://orcid.org/0000-0003-0960-0849
***
Abogado, Universidad de Medellín, Medellín, Colombia. Doctor en Derecho, Universidad de Salamanca,
Salamanca, España. Profesor de Derecho Penal, Universidad Eafit, Medellín, Colombia. Carrera 49 #7sur-50,
Bloque 27, Medellín, Colombia. Correo electrónico: j.sotoma@eafit.edu.co. https://orcid.org/0000-0001-8173-
7562

Opinión Jurídica, 17 (33) • enero-junio 2018 • pp. 19-41 • ISSN (en línea): 2248-4078
20 Fernando León Tamayo Arboleda • Juan Oberto Sotomayor Acosta

Sentences without Humiliation? Limits to Criminal Law Arising


from Respect for Human Dignity
ABSTRACT
Th The purpose of this text is to analyze the limits to criminal intervention arising
from the constitutional content of human dignity, understood as the inviolability
of the physical and moral integrity of the individual, but not before specifying, in
a very brief manner, the function of the principle of respect for human dignity in
criminal law in general, and the way in which different powers that characterize
this principle according to its elaboration by the Constitutional Court are confi-
gured as limits to the criminal power of the State. To this end, an analysis of the
jurisprudence of the Constitutional Court is carried out using tools of constitu-
tional and criminal dogma. The paper proposes that, in spite of the jurispruden-
tial diaspora and the complexity of the concept of human dignity, it is possible
to derive a content from it that serves as a limitation of criminal law within the
framework of the Rule of Law.
Keywords: Human dignity; human rights; criminal law; constitutional law.

Penas sem humilhações? Limites do direito penal derivados


do respeito à dignidade humana
RESUMO
O presente texto se propõe a analisar os limites da intervenção penal derivados
do conteúdo constitucional da dignidade humana, entendida como intangibilidade
de integridade física e moral do indivíduo, não sem antes determinar, de forma
muito breve, a função do princípio de respeito à dignidade humana no direito
penal, em geral, e a maneira como as diferentes atribuições que caracterizam
esse princípio de acordo com sua elaboração por parte da Corte Constitucio-
nal se configuram como limites ao poder penal do Estado. Para isso, realiza-se
uma análise da jurisprudência da Corte Constitucional usando ferramentas da
dogmática constitucional e penal. O artigo propõe que, apesar da diáspora ju-
risprudencial e da complexidade do conceito de “dignidade humana”, é possível
derivar um conteúdo deste que sirva como limitação do direito penal no âmbito
do Estado de direito.
Palavras-chave: Dignidade humana; direito constitucional; direito penal; direi-
tos humanos.

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INTRODUCCIÓN na, es necesario avanzar más allá de las


meras declaraciones formales y delimitar
El artículo 1 de la Constitución Política un contenido específico de aquello que
establece que Colombia es un Estado en estos momentos significa, desde el
social de Derecho fundado en el respeto punto de vista constitucional (al menos
a la dignidad humana. Por su parte, según mientras la interpretación se pretenda en
la norma rectora recogida en el artículo 1 el ámbito de la legitimación interna), un
del C. P., “el derecho penal tendrá como trato acorde con la dignidad humana. Y es
fundamento el respeto a la dignidad así por cuanto se está ante un concepto
humana”. indeterminado, cuyo contenido solo es
posible aprehender a partir de atribucio-
Aunque suele ser lugar común apelar a nes de significado previas, por lo que en
la dignidad humana a la hora de inter- realidad toda elaboración jurídica sobre la
pretar el texto constitucional, y muy en dignidad humana comienza en el ámbito
particular las normas relativas a derechos de la política y no en el legal (Sotomayor
fundamentales, lo cierto es que recurrir Acosta & Tamayo Arboleda, 2017).
al mismo concepto para fundamentar el
derecho penal genera más perplejidades Pese a estas dificultades conceptuales
que certezas y más de un interrogante y en medio de sus profusos pronuncia-
por resolver, pues el derecho penal de mientos sobre el tema, la Corte Consti-
hoy tiene más de máquina del terror y tucional ha ido consolidando una línea
de distribución de indignidades que de jurisprudencial sobre la delimitación
mecanismo subsidiario de protección de del contenido específico del respeto
bienes jurídicos. Así lo acredita la situa- a la dignidad humana como principio
ción actual de las cárceles colombianas, constitucional autónomo, que se puede
en cuanto producto final de la aplicación resumir en la exigencia de una serie de
del sistema penal, que a decir de la propia atribuciones específicas, recogidas de
Corte Constitucional “se encuentra en manera sintética en la sentencia T-881
un estado de cosas contrario al orden de 2002 (Corte Constitucional, 2002e) 2:
constitucional vigente de manera grosera,
que conlleva un desconocimiento de la a. El respeto a la dignidad humana en-
dignidad humana…, incompatible con un tendida como autonomía individual,
Estado social y democrático de derecho” esto es, como posibilidad de diseñar
(Corte Constitucional, 2013) 1. un plan vital, y de determinarse según
sus características (“vivir como quiera”).
De ahí que los citados textos legales plan-
teen un reto hermenéutico importante, b. La intangibilidad de los bienes no pa-
toda vez que, si se quiere trascender el trimoniales, de la integridad moral y
simple uso retórico de la dignidad huma- física (“vivir sin humillaciones”).
1
Al respecto puede consultarse, además: Corte
Constitucional (1993) y (2015b). 2
En la doctrina, por todos, (Quinche Ramírez, 2012)

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c. La prestación de ciertas condiciones recoge, por su parte, la exigencia de con-


materiales concretas de existencia diciones materiales para vivir bien.
(“vivir bien”).
El presente texto se propone analizar los
Esta caracterización general ha centrado límites a la intervención penal derivados
el concepto de dignidad humana en la del contenido constitucional de la dig-
atribución de lo digno, dejando, quizá, nidad humana entendida como intangi-
en un segundo plano la referencia a lo bilidad de integridad física y moral del
humano, cualidad que permite enriquecer individuo, no sin antes precisar, de forma
el contenido del principio con dos exi- muy breve, la función del principio de res-
gencias podría decirse que ontológicas peto a la dignidad humana en el derecho
previas, las cuales se encuentran implí- penal, en general, y la manera como las
citas en la elaboración jurisprudencial: diferentes atribuciones que caracterizan
el reconocimiento de las limitaciones del este principio –según su elaboración
actuar humano, por una parte, y la no por parte de la Corte Constitucional– se
diferenciación entre los individuos de la configuran como límites al poder penal
del Estado.
especie humana, por otra.
Para la realización de lo anterior, se hizo
A partir de este contenido específico po-
inicialmente una búsqueda de toda la
dría decirse que la dignidad humana, en
jurisprudencia de la Corte Suprema de
cuanto fundamento del modelo de Estado
Justicia referida a la dignidad humana en
constitucionalmente asumido, cumple un
materia penal. En el paso siguiente se
doble papel: por una parte, sirve de límite
establecieron líneas de argumentación de
a las posibilidades de actuación del Esta-
la Corte Constitucional en torno al con-
do, como libertad negativa (Berlin, 2003; tenido de la dignidad humana, prestando
Ferrajoli, 1995) que impide la intervención especial atención a aquellos eventos en
estatal en ámbitos no dominables por los los cuales el máximo órgano constitucio-
individuos de la especie humana o reser- nal establecía la dignidad humana como
vados de manera exclusiva a su esfera límite al ius piniendi del Estado; y des-
individual. Por otra, la dignidad humana echando aquellas sentencias en los cuales
cumple también un papel como libertad la dignidad humana aparecía como un
positiva o de prestación (Berlin, 2003; Fe- recurso meramente retórico. Finalmente,
rrajoli 2011b), en lo atinente a la optimiza- se realizó un análisis crítico de la posición
ción de las condiciones de vida. Al primer de la Corte a partir de herramientas de
grupo pertenece el reconocimiento de las la dogmática constitucional y penal que
limitaciones del actuar humano y de la derivaron en la construcción de los con-
igualdad entre individuos, la no interfe- tenidos presentados en el texto.
rencia en la libre autodeterminación del
sujeto y la intangibilidad de las esferas Para dar cuenta de los hallazgos de la in-
física y moral. La función prestacional la vestigación, el presente artículo se divide
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en tres partes. En la primera de ellas, se a la dignidad humana, es incompatible


expone teóricamente la discusión en tor- con los medios penales, toda vez que la
no a la dignidad humana en el contexto pena en estricto sentido no es un medio
del derecho penal, con especial atención para vivir bien, pues al tiempo que en
a la complejidad que conlleva discutir abstracto podría generar algún bienestar
el contenido de la dignidad humana en a la mayoría, perjudica en concreto al pe-
un sistema soportado en una forma de nado. En rigor, hacer sufrir (que es en lo
castigo (la cárcel) que es opuesta a la que consiste la pena) no puede ser visto
idea misma de dignidad humana. La se- como un derecho sino como un poder
gunda parte del texto se concentra en el (Prieto Sanchís, 2011; Zaffaroni, Alagia &
análisis de la jurisprudencia de la Corte Slokar, 2002; Sotomayor Acosta, 1999);
Constitucional, para describir en detalle luego, no existe un derecho a castigar y
el contenido de la dignidad humana y las mucho menos un deber constitucional en
implicaciones derivadas del mismo en tal sentido. Si se requiere que el Estado
cuanto a la limitación del poder punitivo. intervenga para mejorar las condiciones
Finalmente, se presentan las conclusiones materiales de existencia acorde con las
del texto. exigencias de una vida digna, lo proceden-
te no es crear un delito sino la realización
1. EL DIFÍCIL ENCUENTRO DE LA DIGNIDAD de una acción fáctica positiva (Arango,
HUMANA CON EL DERECHO PENAL 2005) y, en últimas, la implementación
de una política social adecuada, inter-
Si las atribuciones del respeto a la digni- vención que en el Estado constitucional
dad humana se predican con un carácter se encuentra garantizada a través de las
general, que para el Estado son obligacio- normas que protegen los derechos so-
nes negativas y positivas, es lógico pen- ciales (Ferrajoli, 2011b). Por el contrario,
sar que las funciones restrictivas de este las garantías penales son garantías ne-
principio se tornen aún más relevantes y gativas (Ferrajoli, 2011a) consistentes en
exigentes cuando se trata de enfrentar la prohibiciones orientadas a la tutela de
cara más cruel y con frecuencia despiada- los derechos de libertad que en relación
da de la actividad estatal, cual es la puni- con el contenido del respeto a la dignidad
tiva. Y precisamente por ello, lo primero humana implica el reconocimiento de los
que salta a la vista es la contradicción que límites del actuar humano, la exigencia de
supone la exigencia constitucional de pro- igualdad entre humanos, el respeto a la
tección de la dignidad humana, por una autonomía individual y la intangibilidad de
parte, y la utilización por parte del Estado la integridad física y moral. Estas limita-
de los instrumentos penales, por otra. ciones operan con carácter general y por
tanto también y con mayor razón, frente
En esta dirección, parece bastante evi- al poder penal del Estado.
dente que el mantenimiento de ciertas
condiciones materiales concretas de exis- Luego, cuando el artículo 1 C. P. pres-
tencia, inherente a la garantía de respeto cribe que el derecho penal tendrá como
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fundamento el respeto a la dignidad hu- lo que en el campo penal conlleva la


mana, no puede significar que la razón exigencia siempre de responsabilidad
para penar es el respeto a la dignidad personal y subjetiva, y las consiguientes
humana; lo que debe interpretarse, más prohibiciones de la responsabilidad co-
bien, es que el derecho penal encuentra su lectiva (o por hechos ajenos) y objetiva
razón de ser en la limitación de la inter- (Sotomayor Acosta & Tamayo Arboleda,
vención punitiva estatal, para evitar que 2017).
en el ejercicio de dicha actividad se des-
conozcan las exigencias de un trato hu- b. La dignidad humana como exigencia
mano y digno conforme al modelo cons- de igualdad
titucional (Sotomayor Acosta & Tamayo
Arboleda, 2017). El tratamiento de un individuo como hu-
mano y digno depende solo de su perte-
a. La dignidad humana como reconocimiento de los nencia a la especie humana, lo que hace
límites del actuar humano de la igualdad, a pesar de estar consa-
grada en una disposición constitucional
Aunque la Corte Constitucional no ha diferente (artículo 13 Const. Pol.), una
desarrollado específicamente este as- consecuencia obligada del concepto de
pecto, toda su construcción del concepto dignidad humana, pues todo lo humano4,
de dignidad humana tiene como punto independiente de la raza, religión, pre-
de partida un ser humano inserto en un ferencia sexual, opción de vida, etc., es
mundo físico y una realidad social que lo siempre acreedor de esta dignidad (Corte
condiciona, y que el individuo no siempre Constitucional, 2015d; Corte Constitucio-
está en capacidad de superar y, por ende, nal, 2003ª; Fernández Carrasquilla, 2011;
no se le puede exigir que lo haga. Es pre- Sotomayor Acosta, 1996). Se concreta en
cisamente esta referencia a lo humano la el derecho a recibir un trato igualitario de
que conduce a lo que genéricamente po- las autoridades, en dos sentidos: por una
dría denominarse principio de responsabilidad parte, en la protección de los derechos
como presupuesto ineludible de cualquier frente a las injerencias de otras personas
poder sancionador y que en el campo del (igualdad de protección) y, por otra, en
derecho penal se reconoce como principio las garantías frente las pretensiones pu-
de culpabilidad, el cual, entendido en sen- nitivas del propio Estado. Ahora bien, el
tido amplio3, se concreta en una serie de reconocimiento de que ciertas personas
garantías que limitan la responsabilidad se encuentran en situación material de
penal solo a los actos que el ser humano
está en capacidad y le es exigible ­evitar,
4
En este caso se hace referencia a un concepto
puramente biológico de especie humana, por en-
3
Sobre este sentido amplio del principio de culpa- tender que la sola pertenencia a dicha especie es
bilidad y las garantías que le son inherentes, véase suficiente para ser acreedor de la atribución de la
a Borja Jiménez (1992), Mir Puig (2008), Luzón Peña dignidad humana. En todo caso, ello no implica
(2012). En Colombia, Fernández Carrasquilla (2011), desconocer que lo humano que ocupa al derecho
Velásquez (2009) y Sotomayor Acosta (1996) es una construcción cultural.

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desventaja frente a las exigencias socia- Así, bajo la autonomía personal suelen
les ha conducido a la exigencia de dife- agruparse los derechos constitucionales
renciación como contenido adicional del a la libertad de expresión, la libertad de
principio de igualdad5, por lo que junto culto, la posibilidad de decidir libremente
al deber negativo de no discriminación sobre el estilo de vida, la decisión sobre
el Estado tiene también el deber positivo las preferencias sexuales y otras liberta-
de intervenir en favor de las personas o des similares6.
grupos en situación de desigualdad. En el
campo penal ello puede conducir a una En materia penal ello significa que al ciu-
protección especial de los derechos de dadano no puede perseguírsele penal-
individuos en situación de desigualdad mente por la forma en que ha decidido
material, por una parte, y a unas mayo- llevar su vida, máxime cuando esta auto-
res garantías o unas mayores barreras determinación no perjudica o beneficia a
de contención frente a las pretensiones nadie diferente al propio sujeto. Tomarse
punitivas del Estado, cuando se trata de en serio la posibilidad del individuo de
juzgar a quien se encuentra en una si- auto-determinarse implica, en síntesis,
tuación material de desventaja, por otra que el derecho penal solo pueda conce-
(Sotomayor Acosta & Tamayo Arboleda, birse como derecho penal de acto, nunca
2017). como derecho penal de autor (Zaffaroni,
Alagia & Slokar, 2002).
c. La dignidad humana entendida como autonomía
o como posibilidad de diseñar un plan vital y de La exigencia de un derecho penal de acto
determinarse según sus características (vivir como tiene dos dimensiones: por una parte,
quiera) (Sotomayor Acosta & Tamayo Arboleda, garantiza la indemnidad del fuero inter-
2017) no del sujeto, en virtud del amparo de la
libertad de conciencia y de pensamiento
La dignidad como ejercicio de la auto- y la consiguiente libertad de expresión.
nomía personal ha sido entendida por la En segundo lugar, supone también la pro-
Corte Constitucional como la posibilidad tección de la libertad del individuo para
de cada quien a decidir sobre su proyecto desarrollar el modo de vida conforme a
de vida. Ello se ha traducido en protec- sus propios ideales y en definitiva a vivir
ciones concretas, algunas de las cuales como quiera. Luego, nadie debería ser
están constitucionalizadas de forma in- penalizado por defender unas determi-
dependiente y otras han sido integradas nadas ideas o valores, por irracionales
por la jurisprudencia constitucional al que fuesen, ni tampoco por adoptar un
núcleo esencial de la dignidad humana. modo de vida determinado, por inmoral o
incómodo que pueda ser considerado; lo
5
Cfr. Cepeda (1992), Bernal Pulido (2005), Rodríguez
Garavito (2007), Quinche Ramírez (2012). Sobre este
contenido del derecho a la igualdad se ha manteni- 6
En especial, Corte Constitucional (2002e). La
do una clara línea en la jurisprudencia de la Corte fundamentación moral de este principio puede
Constitucional (1993d, 1996a, 1999, 2001b). consultarse en Nino (1989).

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primero conduciría a un derecho penal del 2. LOS LÍMITES A LA INTERVENCIÓN PENAL


ánimo o la actitud interna y el segundo a DERIVADOS DE LA DIGNIDAD HUMANA
un derecho penal basado en la peligrosi- ENTENDIDA COMO INTANGIBILIDAD DE LOS
dad o el carácter. De ahí la inadmisibilidad BIENES NO PATRIMONIALES, INTEGRIDAD
de a) la peligrosidad como fundamento FÍSICA E INTEGRIDAD MORAL (VIVIR SIN
de cualquier sanción penal (Sotomayor
HUMILLACIONES)
Acosta, 1996); b) los delitos de opinión,
como es el caso del delito de apología del La delimitación de las garantías derivadas
genocidio (artículo 102 C.P.); c) las protec- de la intangibilidad de los bienes de la
ciones paternalistas, en las que el Estado esfera física y moral del individuo es par-
asume una posición de defensa del indi- ticularmente problemática en el campo
viduo frente a sí mismo (Roxin, 2007; von del derecho penal, dado que la pena por
Hirsch, 2007; Gallego García, 2005); d) las
su propia naturaleza es un acto al que se
agravantes fundadas de manera exclusiva
recurre (como fin o como medio) para, de
en los móviles del autor, pues en tal caso
manera intencional, generar sufrimiento
el sujeto, para no incurrir en la agravante,
en sus destinatarios (Nino, 1980), lo cual
tendría que cambiar su manera de pensar
parecería difícilmente compatible con la
o su sistema de valores.
existencia de un derecho a vivir sin hu-
millaciones. Es por eso que en el Estado
d. La dignidad humana entendida como intangibilidad
constitucional la pena solo es aceptable
de los bienes no patrimoniales, integridad física e
como mecanismo subsidiario, en un doble
integridad moral (vivir sin humillaciones)
sentido: desde una perspectiva externa,
En este caso se alude a la prohibición de en cuanto medida extrema a tener en
interferencias en las esferas física y mo- cuenta solo cuando no sea posible una
ral del individuo, en tanto presupuestos protección de los bienes jurídicos por
para la realización de su propio proyecto medios menos drásticos que los penales,
de vida (Nino, 1989). La jurisprudencia de lo cual sugiere la búsqueda permanente
la Corte Constitucional ha entendido que de alternativas al derecho penal. Y, desde un
el respeto a la dignidad humana implica punto de vista interno, la subsidiariedad
la intangibilidad tanto de la esfera física obliga a evitar las medidas penales más
como moral del individuo, esto es, el graves, cuando el mismo efecto se pueda
derecho a “vivir sin humillaciones”, exi- alcanzar por otros medios penales menos
gencia que, entre todas las atribuciones drásticos, lo que plantea la exigencia de
de la dignidad humana, se presenta sin penas alternativas (Lopera Mesa, 2006).
duda como la más problemática para el
derecho penal, toda vez que toca direc- Pero aun cuando, en contra de las eviden-
tamente con el contenido de las penas. cias actuales, se aplicara solo de manera
De ahí entonces la necesidad de precisar excepcional y subsidiaria, y los medios
los límites que desde este punto de vista penales utilizados fuesen los menos aflic-
la Constitución impone al derecho penal. tivos, la pena seguiría siendo lo que es, es
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decir, un mal, y por ende, el único deber “No se considerarán torturas los dolores
constitucional existente en materia penal o sufrimientos que sean consecuencia
es el de restricción del uso de la pena: únicamente de sanciones legítimas, o que
bien por la vía de la inadmisibilidad de sean inherentes o incidentales a estas”;
algunas penas consideradas inhumanas ello, salvo los casos extremos, hace difícil
o particularmente crueles o indignas o, el cuestionamiento por este motivo de
bien, por la de la restricción de aquellas alguna clase de pena en abstracto.
que resulten aceptables.
Por eso ha sido el propio constituyente
a. La prohibición general de la tortura, y los tratos y el que ha decidido restringir el poder del
penas crueles, inhumanos y degradantes (artículo legislador, al consagrar de manera expresa
12 Const. Pol.) en la Constitución algunas prohibiciones
con carácter absoluto, como sucede con
Se podría afirmar que para el derecho la pena de muerte, el destierro, la confis-
penal el respeto a la dignidad humana cación y la prisión perpetua.
en el sentido de vivir sin humillaciones
se concreta en la fórmula general de la El caso de la prisión merece una conside-
prohibición de la tortura y los tratos y ración aparte, pues las únicas limitaciones
penas crueles, inhumanos y degradantes que en principio expresa el texto constitu-
(artículo 12 Const. Pol.). Pero dadas las di- cional son las referidas a la prisión perpe-
ficultades de determinación de lo “cruel”, tua y por deudas (artículo 28 Const. Pol.),
“inhumano” y “degradante” 7, en principio lo que parecería indicar su admisibilidad
parecería –al menos en el caso de las pe- constitucional en las demás modalida-
nas– que ha quedado en manos del legis- des y eventos, pese a sus comprobados
lador valorar lo que debe considerarse tal, efectos devastadores en el ser humano.
por lo que su poder de configuración en La cárcel, explica Ferrajoli,
esta materia solo se vería limitado por el
amplio filtro de la prohibición de exceso […] ha sido siempre, en oposición
(Corte Constitucional, 1993e; Corte Cons- a su modelo teórico y normativo,
mucho más que la ‘privación de un
titucional, 2002d). Debe tenerse presente,
tiempo abstracto de libertad’. Inevi-
además, que conforme al artículo 1 de la tablemente ha conservado muchos
Ley 70 de 1986, aprobatoria de la Con- elementos de aflicción física, que se
vención contra la tortura y otros tratos o manifiestan en las formas de vida
penas crueles, inhumanos o degradantes, y de tratamiento, y que difieren de
las antiguas penas corporales solo
7
De hecho, son muy escasos los pronunciamientos
porque no están concentradas en el
jurisprudenciales en concreto sobre este tema, al tiempo, sino que se dilatan a lo largo
cual parece acudirse en el control constitucional de la duración de la pena (Ferrajoli,
más como argumento retórico, para respaldar de- 1995: 412) (Cursiva textual).
cisiones en las que el problema ha sido resuelto
de manera previa acudiendo a otras reglas o prin-
cipios. Al respecto, Corte Constitucional (2003a, Por tal motivo, aun cuando la prisión
2003b). como pena (no perpetua ni por deudas)
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pueda en abstracto considerarse cons- del estado de cosas inconstitu-


titucionalmente permitida, pese al alto cional. Y de allí se deduce una
flagrante violación de un abanico
grado de aflicción que conlleva, podría
de derechos fundamentales de
de todas maneras en un caso concre- los internos en los centros pe-
to configurar un trato cruel, inhumano nitenciarios colombianos, tales
o degradante, si las condiciones de su como la dignidad, la vida e inte-
cumplimiento efectivo no satisfacen las gridad personal, los derechos a
la familia, a la salud, al trabajo y
exigencias mínimas de respeto a los de-
a la presunción de inocencia, etc.
rechos fundamentales de las personas
privadas de la libertad. Como lo ha hecho
Quince años después, (2013), la Corte
constar el magistrado Palacio,
Constitucional, entre otros aspectos,
ratifica que:
[…] los únicos dolores y sufri-
mientos que podrían estar justifi-
[…] (i) los derechos constitucio-
cados en el ordenamiento jurídico
nales de las personas privadas
en un Estado social de derecho
de la libertad son violados de
y una sociedad democrática, son
manera masiva y generalizada;
los que provienen de sanciones
(ii) las obligaciones de respeto,
que tengan una correspondencia
protección y garantía, derivadas
con los estándares internaciona-
de tales derechos, han sido in-
les de DDHH, especialmente de
cumplidas de forma prolongada;
las leyes que se dirigen a la pro-
(iii) el Sistema ha instituciona-
tección de los individuos privados
lizado prácticas claramente in-
de su libertad (Corte Constitucio-
constitucionales, dentro de su
nal, 2015a).
funcionamiento cotidiano; (iv) hay
una ausencia notoria de medidas
El incumplimiento de tales exigencias legislativas, administrativas y
presupuestales que se requieren
es lo que ha llevado a la Corte Consti-
con urgencia.
tucional, en reiterada jurisprudencia, a
declarar a las cárceles colombianas como
Luego, no cualquier privación de la liber-
un estado de cosas inconstitucional. Por
tad es aceptable como trato acorde con
ejemplo, en Corte Constitucional (1998),
la exigencia constitucional de respeto a
dijo la Corte:
la dignidad humana.
Las cárceles colombianas se ca-
racterizan por el hacinamiento, Tampoco parece válido desde el punto de
las graves deficiencias en materia vista constitucional el incremento exorbi-
de servicios públicos y asisten- tante de la duración de la pena de prisión
ciales, el imperio de la violencia, o el recurso desmesurado a la prisión (en
la extorsión y la corrupción, y
particular a la prisión preventiva), con el
la carencia de oportunidades y
medios para la resocialización objetivo de presionar lo suficiente al im-
de los reclusos. Esta situación se putado para que acepte su responsabili-
ajusta plenamente a la definición dad o llegue a un acuerdo con la Fiscalía,
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¿Penas sin humillaciones? Límites al derecho penal derivados del respeto a la dignidad humana 29

a cambio de una rebaja de la pena, como pena que va más allá de lo que de manera
ha sucedido en Colombia, entre otras, con razonable sea posible aceptar como una
las leyes 890 de 1994 y 1242 de 2007, la pena proporcional al delito cometido, con
primera de las cuales ordenó para todos el objetivo de que el sujeto se allane a los
los delitos un incremento de la pena mí- cargos formulados, la pena se transforma
nima en una tercera parte y del máximo en un mecanismo de tortura que en muy
en la mitad, argumentando la necesidad poco difiere de los ya denunciados por
de unas penas lo suficientemente altas Beccaria (2011). En este caso la vulnera-
para un “buen funcionamiento” del sis- ción al principio de respeto a la dignidad
tema acusatorio, como se reconoce en la humana no lo constituye propiamente la
propia exposición de motivos, en la cual rebaja de penas por aceptación de cargos,
se afirma que ni los preacuerdos con la Fiscalía, sino
que para ello se incremente la pena más
La razón que sustenta tales in- allá de la pena proporcional (cualquiera
crementos está ligada con la que esta sea), pues en el fondo se amena-
adopción de un sistema de rebaja
za al individuo con una pena injusta (que
de penas (materia regulada en el
Código de Procedimiento Penal)
no merece) para obligarlo a aceptar su
que surge como resultado de la responsabilidad (sin excluir la posibilidad
implementación de mecanismos de que sea inocente) y así, luego de la re-
de ‘colaboración’ con la justicia baja de pena, terminar imponiendo –por
que permitan el desarrollo eficaz lo menos es así en el caso colombiano-
de las investigaciones en contra
la pena que desde un comienzo hubiera
de grupos de delincuencia orga-
nizada y, al mismo tiempo, ase- correspondido. En este caso la amenaza
guren la imposición de sanciones en realidad opera como un nuevo tormen-
proporcionales a la naturaleza de to que permite la imposición de penas
los delitos que se castigan. sin un juicio previo (Sotomayor Acosta,
2007).
A tal efecto, se ha producido en Colombia
un incremento desmesurado de las penas b. Las penas prohibidas: pena de muerte, destierro,
con el objetivo principal de constreñir al confiscación y prisión perpetua
imputado a que renuncie al juicio y acepte
los cargos por el temor de sufrir una pena La libertad de configuración del legislador
de prisión extremadamente alta. En un colombiano en materia de penas ha sido
Estado de derecho, sin embargo, la pena limitada por el propio constituyente, que
solo es aceptable como un medio para de manera expresa y absoluta consagró
la prevención tanto de los delitos como la prohibición de la pena de muerte, el
de los castigos arbitrarios, y por ello su destierro, la confiscación y la prisión
distribución no puede ir más allá del perpetua.
merecimiento del autor, en atención a la
gravedad del hecho y a su culpabilidad. 1) Prohibición de la pena de muerte. La prohi-
Por tanto, cuando se amenaza con una bición de esta pena no ha planteado
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problema de interpretación alguno, namiento penal colombiano data del


debido muy seguramente a la claridad C. P. de 1890 (artículo 68). Esta pena
de la norma constitucional (artículo ha sido definida por la Corte Consti-
11). Tal limitación se encuentra refor- tucional como la “expulsión del terri-
zada en virtud de la incorporación al torio del Estado, de manera temporal
ordenamiento jurídico colombiano o permanente, de una persona que ha
del “Segundo Protocolo facultativo cometido un delito” (Corte Constitu-
del Pacto Internacional de Derechos cional, 2000a). Hasta la fecha esta pro-
Civiles y Políticos destinado a abolir hibición solo ha planteado algunas di-
la pena de muerte”, adoptado por la ficultades en relación con los límites
Asamblea General de las Naciones de la jurisdicción indígena, pues al re-
Unidas el 15 de diciembre de 1989 y solver algunos casos en los que las
aprobado mediante la Ley 297 del 17 autoridades indígenas tomaron la de-
de julio de 1996. Al realizar el control cisión de expulsar del respectivo res-
constitucional previo y automático guardo a un infractor perteneciente a
que rige en Colombia en materia de su comunidad, la Corte Constitucional
tratados internacionales, la Corte había considerado que tales prácticas
Constitucional resaltó: no encajaban en la prohibición consti-
tucional del artículo 34, toda vez que
[…] la muerte es una pena que “la pena de destierro solo se refiere a
desconoce la condición de per-
sona del sancionado y destruye
la expulsión del territorio del Estado
la propia credibilidad del Estado, y no a la exclusión de las comunida-
pues la condena solo se recono- des indígenas que habitan un espacio
ce como ejercicio legítimo de la de dicho territorio, pero que no ex-
coacción estatal cuando se ejerce hiben el carácter de Naciones” (Cor-
con el máximo grado de garantías
individuales y no se desconoce la
te Constitucional, 1997c). No obstan-
dignidad del delincuente. En efec- te, al decidir una acción de tutela en
to, los derechos humanos impli- 2015 la Corte Constitucional varió di-
can que existen medios -como la cho criterio, al considerar frente al mis-
tortura o la pena de muerte- que mo problema que la expulsión de un
nunca pueden ser utilizados para
defender el ordenamiento jurídi-
miembro de una comunidad indígena
co, por cuanto su utilización viola del territorio del respectivo resguardo
precisamente aquellos valores es un acto materialmente equivalente
que hacen digno de defensa el a la pena de destierro y por tanto se
ordenamiento (Corte Constitu- encuentra prohibido por el artículo 34
cional, 1997a).
Const. Pol. Según la Corte Constitucio-
nal (2015e),
2) Prohibición de la pena de destierro. El artí-
culo 34 de la Const. Pol. prohíbe tam- […] aun cuando es cierto que la
bién la pena de destierro, cuya últi- expulsión de un indígena solo
ma consagración positiva en el orde- tiene efectos en el territorio de

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¿Penas sin humillaciones? Límites al derecho penal derivados del respeto a la dignidad humana 31

su jurisdicción, es posible que ella ­ ominio (artículo 34 Const. Pol.). Res-


d
adquiera la connotación y efectos pecto del comiso, entiende la Corte
de un verdadero destierro por
Constitucional que no se trata de una
comportar una exclusión defini-
tiva del contexto que constituye confiscación por cuanto, si bien es una
el espacio vital de un individuo pena, recae de manera exclusiva sobre
o de su familia, especialmente “los bienes, objetos o instrumentos
en aquellos casos en los que se con los cuales se cometió la infracción
trata de comunidades indígenas y todas aquellas cosas o valores que
que conservan en mayor grado
provengan de la ejecución del delito”
unos usos y costumbres propios.
En estos eventos, la decisión san- (Corte Constitucional, 1993a). Tampo-
cionatoria bien podría estar com- co se ha entendido que la extinción de
prendida dentro de lo que resulta dominio constituya una forma de con-
realmente intolerable por atentar fiscación, al considerarse una figura
contra los bienes más preciados autónoma, que no supone de manera
del ser humano.
necesaria la realización previa de un
delito (artículo 18, Ley 1708 de 2014),
3) Prohibición de la pena de confiscación. La por lo que a diferencia del comiso no
pena de confiscación ha sido entendi- puede ser entendida como una pena;
da por la jurisprudencia como el abso- aún más, ni siquiera es propiamente
luto despojo de los bienes por un acto una limitación del derecho de propie-
del Estado que se impone a título de dad, como ocurre con la expropiación,
pena, sin compensación alguna y sin pues lo que se discute y declara es “la
que tales bienes tengan vinculación inexistencia del derecho a la propiedad
alguna directa con actividades ilícitas debido a la ilicitud de los medios a tra-
(Corte Constitucional, 2002c). Pese a vés de los cuales este fue en aparien-
que su prohibición también parece cia adquirido” (Corte Constitucional,
tener un carácter absoluto (artículo 34 1997b; Corte Constitucional, 2011b).
Const. Pol.), podría plantear algunas
dudas el hecho de que el mismo artí- Tal como ha sido regulada en el or-
culo posibilite que por sentencia judi- denamiento jurídico colombiano (Ley
cial se declare la extinción de dominio 1708 de 2014) es cierto que la extinción
“sobre los bienes adquiridos mediante de dominio no constituye propiamente
enriquecimiento ilícito, en perjuicio del una pena. Ahora bien, desde una pers-
tesoro público o con grave deterioro pectiva constitucional habría que en-
de la moral social”. tender que lo prohibido por el artícu-
lo 34 Const. Pol. es que el Estado de
La jurisprudencia constitucional ha manera coactiva despoje a una perso-
diferenciado la confiscación tanto del na de sus bienes, sin indemnización (a
comiso (artículo 100 C. P.) como de diferencia de la expropiación) y sin que
la figura de la expropiación (artículo los mismos se encuentren vinculados
58 Const. Pol.) y de la extinción de a la realización de actividades ilícitas
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(a diferencia del comiso), independien- y búsquedas en bases de datos), en


temente de la denominación que se dé desarrollo del procedimiento de ex-
al acto como tal. Luego, para no confi- tinción de dominio (cfr., Corte Cons-
gurar una forma camuflada de confis- titucional, 2015c).
cación debe entenderse que la extin-
ción de dominio presupone la vincu- 4) Prohibición de la prisión perpetua. El artí-
lación de los bienes con el “enrique- culo 34 Const. Pol. prohíbe también
cimiento ilícito”, el “perjuicio del teso- de manera expresa la pena de prisión
ro público” o el “grave deterioro de la perpetua, lo cual en principio no pa-
moral social” (artículo 34 Const. Pol.), recería plantear mayores dificultades
lo que excluiría su aplicación respec- interpretativas. Aunque no hay pro-
to de bienes de origen y uso lícitos. nunciamientos puntuales de la Corte
Por este motivo resulta muy dudosa Constitucional sobre el tema, la prohi-
la constitucionalidad de las causales bición de la prisión perpetua suele en-
9, 10 y 11 de la Ley 1078 de 2014, en tenderse como consecuencia de la in-
las cuales se permite la extinción de terdicción constitucional de las penas
dominio respecto de bienes de proce- crueles, inhumanas y degradantes, in-
dencia lícita, “mezclados material o ju- compatibles con el principio de respe-
rídicamente con bienes de ilícita pro- to a la dignidad humana (Corte Cons-
cedencia” (N.° 9); “cuando la acción re- titucional, 1993e). Y es que, en efecto,
sulte improcedente por el reconoci- un derecho penal centrado en la per-
miento de los derechos de un tercero sona presupone el derecho del indivi-
de buena fe exenta de culpa” (N.° 10); duo a la reintegración o readaptación
o, finalmente, “cuando no sea posible social, pues la realización del ser hu-
la localización, identificación o afec- mano no se agota en el hecho de exis-
tación material de estos” (N.° 11). tir, sino que involucra también el ser
social, y en este sentido el Estado no
Es de resaltar que precisamente por el debería imponer penas que excluyan
grado de incidencia que la acción de la posibilidad de readaptación social.
extinción de dominio puede acarrear La existencia de este derecho explica,
en derechos fundamentales, la propia por un lado, la proscripción de ciertas
Corte Constitucional, en relevante de- penas como la de muerte, el destierro
cisión que supuso una variación del y la prisión perpetua, que de antema-
precedente jurisprudencial sobre el no resultan incompatibles con el mis-
tema, declaró inconstitucional la falta mo y, por otro, ciertas restricciones al
de control judicial, por parte de un contenido de la ejecución de las penas
juez de garantías, de las medidas de privativas de la libertad, con el fin de
intervención que realice la Fiscalía Ge- garantizar que de alguna manera el su-
neral de la Nación sobre los derechos jeto siga en contacto con el mundo ex-
fundamentales (i. e. allanamientos, terno. De ahí, en consecuencia, la pre-
interceptaciones de comunicaciones visión constitucional de que las penas
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¿Penas sin humillaciones? Límites al derecho penal derivados del respeto a la dignidad humana 33

privativas de la libertad se orienten de una duración máxima que el sujeto pue-


manera esencial a la “reforma y la rea- da efectivamente cumplir y tener luego
daptación social” de los condenados, la oportunidad de reintegrarse a la so-
como lo establecen de manera expre- ciedad. Lo primero conduce tanto a la
sa los artículos 10 numeral 3, del Pac- prohibición de la prisión perpetua como
to Internacional de Derechos Civiles y de las penas de prisión que por su lar-
Políticos (Ley 74 de 1968), y 5 numeral ga duración se tornan desde un comien-
6 de la Convención Americana de De- zo incumplibles para todas las personas,
rechos Humanos (ley 16 de 1972), los pues en tales casos se está ante situacio-
cuales integran el bloque de constitu- nes materialmente equivalentes: son pe-
cionalidad (artículo 93 Const. Pol.), y nas que durarán para siempre. Cabe in-
las normas rectoras del derecho penal sistir, por tanto, en que la pena máxima
colombiano (artículo 2 C. P.). de prisión prevista en la actualidad en los
60 años (artículo 31 C. P.), (solo para los
La doctrina suele entender que el dere- casos de concurso de conductas puni-
cho a la reinserción social incluye dos exi- bles), obviamente no es compatible con
gencias (Cid Moliné, 1998): por una parte, la prohibición constitucional de la pri-
que la duración de la pena no implique en sión perpetua, pues no existe ninguna
la práctica la negación de las posibilida- expectativa real de que una persona so-
des de readaptación; y, por otra, que du- breviva a un encierro carcelario de esta
rante la ejecución de la pena no se anule duración8.
la relación del condenado con el mundo
externo. Luego, no se trata entonces de
que conforme al texto constitucional la 8
Dado que, por una parte, según datos del Banco
Mundial en Colombia la expectativa de vida para el
pena encuentre su justificación en la fina- período 2011-2015 se ha estimado en 74 años (cfr.,
lidad resocializadora y mucho menos que http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.DYN.
el Estado pueda imponer un tratamiento LE00.IN, consultado el 24/03/2016) y, por otra, el
C. P. solo es aplicable a las personas mayores de
tendente a rehabilitar o resocializar al su- 18 años. A pesar de ello la Corte Constitucional
jeto, lo cual sería, sin duda, inconstitucio- (1993f), avaló la constitucionalidad de las penas
nal por lesionar la libertad moral del con- de 60 años previstas en ese momento en la Ley
40 de 1994, con el absurdo argumento de que “lo
denado (Ferrajoli, 1995). Lo inaceptable perpetuo es lo intemporal, esto es, lo que no tiene
desde el punto de vista constitucional es límites ni medidas en el tiempo, lo infinito, de tal
más bien que se imponga una pena que suerte que tiene un comienzo, pero no un fin. La
norma en comento tiene un límite temporal preciso y deter-
por su duración o ejecución le impide al minado; por lo tanto, no puede decirse que ella es perpetua”
sujeto reintegrarse a la sociedad. (cursivas agregadas; el argumento es tomado de
otra sentencia (Corte Constitucional, 1993c) la cual
de todas maneras declaró inexequible, aun cuan-
Esto significa que la pena de prisión no do por otros motivos, la totalidad de los artículos
puede durar para siempre (que es lo que del Decreto 709 de 1993). Dicho argumento se
al fin de cuentas significa la expresión cae de inmediato de su peso, pues según ello una
pena máxima de cien o doscientos años no sería
“perpetua”), es decir, que debe no solo perpetua pues tiene un límite temporal “preciso y
tener prevista una duración máxima, sino determinado”.

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Aún más, como no se trata de que el progresivo. En diferentes oportunidades


sujeto salga simplemente a morir fuera la Corte Constitucional se ha pronun-
de la cárcel sino de que se reintegre a la ciado sobre este punto en el sentido de
sociedad, la pena de prisión debe tener entender que no se contraría la norma
una duración razonable, de manera que constitucional, puesto que “la multa se
la persona pueda no solo cumplirla sino impone –y se convierte en arresto– no
también vivir de nuevo en sociedad; y por el incumplimiento de obligaciones
si bien en este caso la fijación de dicho contractuales que es lo que prohíbe la
límite corresponde de manera exclusiva norma superior, sino en razón del resarci-
al legislador, su actividad se encuentra de miento por la lesión que se haya inferido al
todas maneras limitada por la prohibición orden social al no cumplirse con la pena
constitucional de exceso punitivo (Corte principal impuesta –la multa–” (Corte
Constitucional, 1993e; Corte Constitucio- Constitucional, 1996b). Se ha considerado,
nal, 2002d), conforme a las exigencias de igualmente, que el “juicio de reprochabi-
un trato humano y digno. lidad de una específica conducta corre el
riesgo de tornarse en pauta no obligatoria
c. La prohibición de la prisión por deudas de conducta, si a la conducta desviada y
a la elusión de su respectiva sanción no
La prohibición de la prisión por deudas sigue consecuencia adversa alguna” (Corte
(artículo 28 Const. Pol.) parece estar Constitucional, 1994).
avalada por el principio de intervención
mínima y más concretamente por el Entender que el artículo 28 constitucional,
carácter fragmentario del derecho penal, cuando se refiere a la proscripción de la
según el cual el derecho penal solo privación de la libertad por “deudas” se
debe utilizarse frente a las más graves refiere solo a deudas civiles o contrac-
afectaciones a los bienes jurídicos y tuales, es algo que resulta a todas luces
siempre que no haya mecanismos menos discutible, pues una deuda no es cosa
drásticos e igualmente efectivos. El distinta a la obligación de pagar algo
injusto penal presupone algo más que un a otro; en este punto la Constitución
ilícito extrapenal (Díez Ripollés, 1991), colombiana, acorde con lo establecido en
dado que se trata de utilizar precisamente el numeral 7 de la Convención Americana
el más grave y odioso de los mecanismos de Derechos Humanos (Ley 16 de 1072),
punitivos a cargo del Estado y, por establece una prohibición mucho más
tanto, acudir a la pena ante impago de amplia que la prevista en el artículo 11 del
una deuda se presume en todo caso Pacto Internacional de Derechos Civiles y
desproporcionado. Políticos de la ONU (Ley 74 de 1968), según
el cual “nadie será encarcelado por el solo
Lo anterior plantea algunas dificultades hecho de no poder cumplir una obligación
de interpretación en el caso de impago contractual”. Lo que la Constitución y la
de la pena de multa, dado que el artículo Convención Americana prohíben es algo
40 C. P. permite su conversión en arresto más que la prisión por un incumplimiento
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contractual: es la prisión por deudas, posibilidades de ser privados de la


cualquiera sea el origen de la misma. Y libertad, lo que implicaría un tratamiento
es que, en efecto, cuando se impone una desigual no justificado 9, contrario al
pena de multa surge para el condenado la artículo 13 Const. Pol.
obligación de pagar al Estado una suma de
dinero, esto es, adquiere una deuda; solo De igual manera, tampoco parece cons-
que en este caso dicha deuda no tiene titucionalmente admisible condicionar el
un origen contractual sino la imposición acceso a ciertos derechos y beneficios
de una sanción. Y si bien es cierto que frente a la privación de la libertad, al
el Estado tiene derecho a asegurar la pago de la multa o a la reparación de los
efectividad de sus sanciones, eso no perjuicios, pues de nuevo aquí la única
significa que lo pueda hacer de cualquier razón para que el sujeto permanezca pri-
manera; en el caso de la multa, además vado de la libertad sería el no pago de la
de su posible amortización por plazos o deuda (con mayor razón si se trata de la
mediante trabajo (artículo 39 C. P.), existe indemnización de perjuicios).
siempre la posibilidad de que el Estado
acuda al cobro de ejecución coactiva d. La prohibición de penas y medidas de seguridad
prevista en el artículo 41 C. P. imprescriptibles

La constitucionalidad de la conversión de El artículo 28 Const. Pol. prevé también


la pena de multa en arresto progresivo como restricción al poder sancionador del
puede ser discutida, además, desde otros Estado la prohibición de imprescriptibili-
puntos de vista: en primer término, es dad, tanto de las penas como de las medi-
contradictorio que en razón de la menor das de seguridad. Con la referencia a estas
gravedad del hecho el legislador decida últimas se zanjó del todo el debate que en
castigar la comisión de un delito con la vigencia de la Constitución de 1886 (que
pena de multa, pero luego esta pueda ser solo aludía a la imprescriptibilidad de las
sustituida por la pena más drástica, que es penas) y del C. P. de 1980 ocupó a la doc-
la privativa de la libertad. Además, parece trina y a la jurisprudencia de la época, en
configurar un caso de infracción del prin- relación con la constitucionalidad o no de
cipio de subsidiariedad interna, pues ya la la duración indeterminada de las medidas
propia ley penal prevé otros mecanismos de seguridad previstas para los sujetos
menos drásticos (amortización mediante declarados como inimputables10, asunto
trabajo y ejecución coactiva) para el caso sobre el que en su momento se pronunció
de impago de la multa. Y, finalmente, la de forma negativa la Corte Constitucional,
falta de recursos económicos para pagar
la multa no legitima una pena privativa 9
Distinto sería que hubiese fraude por parte del
de la libertad, pues sería directamente condenado, pues en tal caso no se trataría ya del
no pago por incapacidad económica sino de la
un derecho penal clasista por cuanto las elusión del mismo.
personas de menor capacidad económica 10
Un análisis de dicho debate, en Agudelo (1984) y
tendrían, por esa sola condición, mayores más ampliamente en Sotomayor Acosta (1996).

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al considerar que unas medidas de segu- decir, no a las posibilidades de perse-


ridad indeterminadas serían imprescrip- cución del delito, por cuanto considera
tibles11. Luego, hoy en día no existe duda que el artículo 28 constitucional busca
alguna de que tanto las penas como las proteger la libertad personal frente a la
medidas de seguridad, inclusive cuando actividad punitiva material del Estado, a
son aplicadas a sujetos declarados inim- efectos de lo cual condiciona los actos de
putables, se encuentran sometidas a la las autoridades encargadas de hacer cum-
prohibición de imprescriptibilidad. plir las decisiones a través de las cuales
el Estado hace efectiva la privación de la
Esta misma interpretación ha llevado a libertad de alguien (Corte Constitucional,
la Corte Constitucional a entender que 2002b; Corte Constitucional, 2011c). Toda
no puede haber tampoco sanciones in- privación de la libertad presupone, salvo
determinadas o perpetuas en general, contadas excepciones (como la captura
inclusive las de carácter disciplinario y administrativa y la flagrancia), una deci-
de policía12. sión judicial previa, por lo que en opinión
del alto tribunal: “mientras no exista una
Los problemas de interpretación de esta sentencia condenatoria, una medida que
prohibición se centran hoy en dos puntos: ordene una detención preventiva, o una
el primero es el de si la prohibición cons- captura, no se puede afirmar que hay una
titucional se refiere solo a la imprescripti- resolución estatal que constituya el título
bilidad de las penas y medidas de seguri- mediante el cual el Estado pueda afec-
dad (artículo 88 C. P.), o si la misma cubre tar materialmente la libertad individual
también la de la acción penal (artículo 83 de una persona” (Corte Constitucional,
C. P.); el segundo se refiere al impacto que 2002b). De aquí deduce la Corte que solo
en dicha norma ha tenido la incorporación la imprescriptibilidad de la sanción (pena
al ordenamiento jurídico colombiano de y medida de seguridad) se encuentra cu-
tratados internacionales que prevén la im- bierta por la prohibición constitucional,
prescriptibilidad de algunos delitos, como por cuanto “la prescripción de la acción
es el caso de aquellos de competencia de penal no puede concebirse como un me-
la Corte Penal Internacional (CPI). canismo de protección frente a la libertad
personal salvo que una autoridad judicial
La Corte Constitucional, aunque con ma- haya proferido una resolución que tenga
tices relevantes, ha optado por entender la potencialidad de afectar materialmente
que tal prohibición se refiere solo a la la libertad personal de un individuo deter-
imprescriptibilidad de las sanciones, es minado” (Corte Constitucional, 2002b). En
11
Al respecto se ha pronunciado la Corte Consti-
este último caso procede entonces una
tucional (1993b), siendo además recogido por el ponderación de competencia exclusiva
vigente C. P. de 2000, al fijarle límite máximo a la del legislador que, en últimas, es a quien
duración de las medidas de seguridad aplicables
al inimputable (artículos 70, 71, 72 y 76 C. P.). corresponde en principio dictar la regla
12
Véase, entre otras, Corte Constitucional (2000a, sobre la prescripción de la acción penal
2000b, 2001a, 2008). (Corte Constitucional, 2002b).
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Pese a la finura y coherencia de esta argu- debido proceso, en particular el derecho


mentación, es discutible la premisa a par- a un proceso sin dilaciones injustificadas
tir de la cual se construye: que el artículo (Pastor, 2004), y la seguridad jurídica.
28 se dirige a las autoridades encargadas
de materializar la privación de libertad En definitiva, lo correcto desde el punto
de una persona. En efecto, dicha norma de vista de la exigencia constitucional de
parece dirigida también al legislador, por respeto a la dignidad humana parecería
ejemplo, al momento de establecer los indicar que la prohibición de imprescrip-
límites y controles de la captura, la pri- tibilidad se refiere tanto al ejercicio de la
sión preventiva o la pena misma, pues de acción penal como a las sanciones pro-
esa manera también se afecta el derecho piamente tales, lo cual obliga al legislador
fundamental a la libertad; cabe recordar a establecer entonces un plazo razonable
que también en la fase de indagación de y proporcional de prescripción en ambos
un delito, aun cuando todavía no exista casos (Corte Constitucional, 1995). Solo
una imputación contra una persona de- cabe admitir como tratamiento diferen-
terminada, la autoridad realiza actos de cial, el derivado de la incorporación al
investigación contra personas indiciadas, derecho interno de algunos tratados in-
entre ellos, registros y allanamientos, ternacionales sobre derechos humanos,
retención de correspondencia, intercep- en particular el Tratado de Roma (Ley 742
tación de comunicaciones (en general, de 2002), la Convención interamericana
artículos 213 a 245, Ley 906 de 2004); sobre desaparición forzada de personas
luego, desde el punto de vista consti- (Ley 707 de 2001) y la Convención in-
tucional resulta coherente entender la ternacional para la protección de todas
prohibición de imprescriptibilidad como las personas contra las desapariciones
un mecanismo orientado a garantizar la forzadas (Ley 1418 de 2010), entre otros.
libertad personal en general y a evitar la La incorporación de estos tratados, sin
instrumentalización del individuo, punto dudas, ha influenciado de manera nota-
de vista desde el cual el problema de la ble la jurisprudencia constitucional, de lo
prescripción de la acción penal resulta cual ha salido como resultado después
también relevante, pues, sin duda, ante de superado el control constitucional
una indagación indefinida existe siempre previo, una compleja regulación de las
la posibilidad real de que a efectos de posibilidades de prescripción o no de los
evitar el menoscabo del fin preventivo en delitos de competencia de la CPI y muy en
virtud de la falta de prontitud y certeza de particular del delito de desaparición for-
la pena (Beccaria, 2011), dicha amenaza zada, que podría resumirse de la siguiente
tenga que concretarse en algún momento manera:
en alguien, con el riesgo de que la persona
simplemente sea instrumentalizada como a) De conformidad con la sentencia C-578
ejemplo de retribución del sistema penal de 2002, el artículo 29 del Estatuto de
(Nanzer, 2009), al tiempo que, además, se Roma, según el cual “Los crímenes
desconocen también las exigencias del de competencia de la Corte no pres-
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cribirán”, constituye un tratamiento la existencia de un proceso contra


diferente al interno (artículo 28 Const. los sujetos implicados. Pero la acción
Pol.), lo cual, de conformidad con el es imprescriptible cuando no se haya
Acto Legislativo 02 de 2001, significa vinculado al proceso a persona alguna,
que se está en presencia de una regu- pues en tal evento la ponderación se
lación aplicable exclusivamente en el resuelve en favor de los intereses que
ámbito de competencia de la CPI, sin avalan el castigo de este delito (Corte
que modifique o cambie la legislación Constitucional, 2011c).
interna. Por tanto:
CONCLUSIONES
“Tal tratamiento especial solo
será aplicable por la Corte Penal
A pesar de las dificultades existentes en la
Internacional cuando ejerza su
competencia complementaria determinación del contenido de la digni-
para investigar y juzgar cualquiera dad humana como norma constitucional,
de los crímenes previstos en el la jurisprudencia constitucional permite
Estatuto, así la acción penal o la derivar un contenido mínimo que permita
sanción penal para los mismos
limitar la potestad del Estado de castigar.
haya prescrito según las normas
jurídicas nacionales” (Corte Cons- Esta construcción conceptual debe aban-
titucional, 2002a). donar la intención de ciertos ámbitos de
la doctrina penal que pretenden derivar
b) En el caso exclusivo del delito de des- de la dignidad humana todos los límites
aparición forzada, en razón de lo pre- al poder punitivo, convirtiéndola en una
visto en la Convención interamericana herramienta inútil por su volatilidad. Por
sobre esta materia, el tratamiento es el contrario, se propone una versión que,
diferente, pues frente a la pena rige aunque discursivamente menos podero-
la misma prohibición constitucional sa, logra determinar el contenido del dere-
de imprescriptibilidad, pero en lo que cho constitucional a la dignidad humana
tiene que ver con la acción, la misma en materia penal, buscando que los mis-
puede ser tanto prescriptible como im- mos tengan una aplicación práctica más
prescriptible13: sería prescriptible des- allá de la retórica liberal/ilustrada que ha
de el momento en que la investigación enmarcado a las garantías penales.
se dirige en concreto contra sujetos in-
dividualizados, ya que la tensión entre El presente artículo muestra cómo de la
los derechos del procesado y los de las dignidad humana pueden derivarse di-
víctimas y de la sociedad en general, versos contenidos, vinculados con otras
se resuelve imponiendo un término normas constitucionales. En primer lugar,
de investigación y juzgamiento, en está la prohibición general de la tortura,
razón de la afectación que representa los tratos y penas crueles, inhumanas y
degradantes. En segundo lugar, se en-
13
Corte Constitucional, sentencia C-620 de 2011, cuentra la prohibición explícita de ciertas
citada. formas de castigo, concretamente, de la
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y prisión perpetua. En tercer lugar, se fundamentales. Bogotá: Legis.
encuentra la prohibición de la prisión por Beccaria, C. (2001). De los delitos y de las penas
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Estos cuatro límites al poder punitivo de- Bernal P ulido, C. (2005). El derecho de los derechos.
rivados de la Constitución tienen una apli- Bogotá: Universidad Externado de Colombia.
cación directa a través de las herramien- Borja Jiménez, E. (1992). Algunas reflexiones a
tas de control constitucional concentrado raíz de la nueva formulación del principio
de culpabilidad en el anteproyecto de
y difuso establecidas en el ordenamiento
código penal de 1992. Nuevo Foro Penal, (57),
colombiano; de igual manera sirven como 349-368.
herramientas de interpretación en las
Cepeda, M. J. (1992). Los derechos fundamentales en la
decisiones de los jueces, especialmente
Constitución de 1991. Bogotá: Temis.
de aquellos encargados de vigilar la eje-
Cid Moliné, J. (1998). Derecho a la reinserción
cución de la pena.
social (Consideraciones a propósito de la
reciente jurisprudencia constitucional en
Si bien la propuesta de este artículo pue- materia de permisos). Jueces para la Democracia,
de representar una limitación de otros (32), 36-49.
discursos sobre la dignidad humana, Corte Constitucional (1993a). Sentencia C-076.
la precisión agregada a través de estos M. P. Alejandro Martínez Caballero.
cuatro contenidos implica una mayor ca- Corte Constitucional (1993b). Sentencia C-176. M.
pacidad garantista para un derecho cuya P. Alejandro Martínez Caballero.
caracterización ha sido bastante elusiva Corte Constitucional (1993c). Sentencia C-275. M.
para la jurisprudencia y la doctrina. Sin P. Antonio Barrera Carbonell.
embargo, el trabajo realizado reconoce, Corte Constitucional (1993d). Sentencia C-530.
además, las limitaciones propias de la M. P. Alejandro Martínez Caballero.
definición de un derecho constitucional
Corte Constitucional (1993e). Sentencia C-591. M.
ligado a cierta codificación positiva, con P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
lo cual advierte que el trabajo de cons-
Corte Constitucional (1993f). Sentencia C-565. M.
trucción de la dignidad humana es menos P. Hernando Herrera Vergara.
un asunto de una axiología universal pre-
Corte Constitucional (1994). Sentencia C-041. M.
positiva, y más un problema de política
P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
criminal ligada al texto constitucional y
Corte Constitucional (1995). Sentencia C-345. M.
a las interpretaciones jurisprudenciales.
P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Corte Constitucional (1996a). Sentencia C-022.
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