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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

UNIVERSIDAD NACIONAL
“PEDRO RUIZ GALLO”
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

GLOBALIZACIÓN Y DERECHOS
HUMANOS

CURSO : DERECHO INDUSTRIAL

DOCENTE : Dr. JOSÉ GAMONAL GUEVARA


GRUPO : N° 03
 CASTILLO SORALUZ, MARIO.
 CHANDUVI FERNÁNDEZ, DIEGO.
 CÓRDOVA CRUZ, RONALD.
 GONZÁLES HUAMÁN, LUVY GIANELLA.
 MANTILLA YARANGA, DIEGO.

AÑO : SEXTO “B”

LAMBAYEQUE-PERÚ
2021
GLOBALIZACIÓN Y DERECHOS HUMANOS.

DESARROLLO:

1. ¿Impacto de la II Guerra Mundial y los derechos personales?

En la segunda guerra mundial, en todos los crímenes que se cometieron, se


hicieron patente la ausencia de un reconocimiento internacional de los
derechos humanos, es decir, los derechos que posee cualquiera solamente por
el hecho de ser persona, con independencia de su nacionalidad. Son, por eso
mismo, imprescriptibles

Como consecuencia de ello, al finalizar la segunda guerra mundial, los estados


triunfadores decidieron crear un sistema internacional encargado de garantizar
la paz y la seguridad de todos los pueblos del mundo. Con esa finalidad se creó
las naciones unidas en 1945, que eliminaría los errores que se cometieron con
la creación de la sociedad de naciones (creada después de la primera guerra
mundial).

Ya el 10 de diciembre de 1948, las naciones unidas aprobaron la declaración


universal de los derechos humanos. En su preámbulo manifestaba la
necesidad de que los seres humanos, libres de la miseria y del temor, disfrutar
de la libertad de expresión y la libertad de conciencia. Había que proteger la
dignidad humana, a través del derecho, para que los ciudadanos no se vieran
forzados a la rebelión. Sin embargo, esto era una mera declaración, que los
países no estaban judicialmente obligados.

Posteriormente en 1952 la ONU aprueba la convención sobre los derechos


políticos de la mujer, siete años más tarde, se adoptaba una declaración de los
derechos de los niños, pero fue en la década de los sesenta cuando, por fin los
derechos recogidos en la declaración universal se desarrollaron en dos
tratados, esta vez, sí vinculantes, los denominados pactos internacionales.

Es así, que, a consecuencia de la segunda guerra mundial, los derechos


personales se convierten en prioridad, la vida, la libertad de expresión, la
integridad física, son derechos protegidos internacionalmente, sin importar su
nacionalidad.
2. ¿Existe relación entre factores geopolíticos y derechos personales?

En el escenario geopolítico global y ya no solo en el estado internamente, la


relación de los derechos geopolíticos y derechos personales no es ni ha sido
tema de actual coyuntura, sino una práctica milenaria, pues ha surgido a finales
del siglo XX como consecuencia de un proceso de cambio de ideología
universal, por las dos guerras mundiales, quedando dicha relación plasmada en
la Declaración Universal de Derechos Humanos, firmada en París el 10 de
diciembre de 1948, documento declarativo adoptado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), al establecer como misión
principios universales de cooperación en el mantenimiento de la paz, respeto
de los derechos humanos y la seguridad internacional. Desde entonces es
clara la tendencia de reciprocidad entre ambos derechos al penetrar hacia el
interior y construir hacia el exterior de todos los Estados, en busca de no solo el
reconocimiento de los derechos personales de las personas sino el camino
mediante el cual se rompen fronteras, se unifica la sociedad y se hace valer la
igualdad y la justicia.

El término factor geopolítico es una manera elegante que en ciertos ámbitos se


utiliza para hacer referencia a factores de violencia extrema en algún lugar del
mundo. Se trata de una variable importante, pues a partir de su muy particular
condición, puede tener implicaciones económicas de alto impacto. La historia
nos ha enseñado a respetar y a temer estos eventos, ya que su desarrollo es
imposible de predecir.

Por su parte, los derechos personales, son aquellos que establecen relaciones
entre personas determinadas, en razón de las cuales el respectivo titular puede
exigir de alguien la prestación debida. El titular o sujeto activo de la relación
jurídica, llamado acreedor, es quien goza de la prerrogativa de exigir el
cumplimiento de la prestación debida. En cuanto a la naturaleza del derecho
personal, consiste en una relación entre dos personas determinadas. También
las cosas o los hechos humanos aptos para satisfacer nuestras necesidades
constituyen el objeto de estos derechos.

Entonces, de lo expuesto se concluye, que la relación que tienen los factores


geopolíticos con los derechos personales es muy estrecha,pues, los primeros
son los condicionantes para que se puedan realizar los segundos, en otras
palabras, no existirían derechos personales sin tener de base a los factores
geopolíticos.

3. La globalización, y expansionismo ¿qué es el derecho de tránsito y su


relación con la IV y V Revolución Industrial?

La reunificación de Alemania y el derrumbe de la unión soviética, han permite


sostener que a partir del año 1989 se da por concluido la guerra fría,
originándose un proceso de globalización de la expansión del mundo en
relación a mercado de bienes y servicios de capitales.

El proceso de globalización trae consigo un fenómeno profundamente


importante que es el tránsito del derecho de guerra fría al derecho global.

En el proceso de globalización se desarrolla un tema de especial relevancia,


que es tema de las nuevas tecnologías, tales como: a biotecnología, la
economía, la genética, la robótica, la informática, entre otras. Tecnologías que
permiten sostener que nos encontramos en el proceso de tránsito de la
sociedad industrial a la sociedad del conocimiento.

Desde el año 2013 hemos podido apreciar que el proceso de globalización


permite la emergencia de nuevos actores o países denominados: “Brics”, es
decir, países ricos que por su nivel económico y político tratan de incorporarse
al tablero mundial como nuevos actores.

La globalización es un proceso pluridimensional, en el que se crean vínculos y


redes de relaciones en espacios sociales transnacionales, que enlazan grandes
extensiones de territorios, regiones y continentes o, mejor dicho, espacios
abiertos. Este proceso permite un intercambio e interrelación en diferentes
planos: local, nacional, regional, internacional y global, cuyos actores pueden
ser los Estados u organismos internacionales, que se entremezclan mediante
actores transnacionales individuales o colectivos; y que tiene como
consecuencia, transformaciones económicas, culturales, políticas, sociales,
militares, ecológicas y jurídicas.
La globalización no pretende crear una mega sociedad, sino el encuentro de un
horizonte mundial común, para obtener el desarrollo sostenible y la paz entre
todas las naciones.

La globalización es un proceso que como tal, no surgió de un día para otro,


sino que se ha ido desarrollando paulatinamente. Se considera que la
globalización se desarrolló en tres fases; la primera, comprende el periodo de
mil ochocientos setenta a mil novecientos catorce. Esta primera fase se produjo
como una consecuencia de la caída de los costos de transporte, motivada por
la incorporación de los barcos a vapor, reducción de tarifas aduaneras y el uso
de nuevas tecnologías como el ferrocarril, que permitió el trazado de largas
extensiones de vías para la expansión territorial.

Esta fase termina con la Primera Guerra Mundial, cuando se produce un agudo
proceso de crisis política y social en toda Europa. La segunda fase inicia
después del término de la Segunda Guerra Mundial, con el desarrollo científico
y tecnológico y perdura hasta finales de la década de los sesenta y principios
de los setenta. Está a fase coincide con la Guerra Fría y el mundo bipolar, así
como con el acuerdo de Bretton Woods en mil novecientos cuarenta y tres, y el
posterior establecimiento de organizaciones internacionales y regionales, como
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A partir de este momento,
y a raíz de diversos acuerdos internacionales, se implementan medidas que
favorecen el intercambio comercial de productos manufacturados. Se produce
el comercio basado en la economía en donde existe una ventaja comparativa
de los países industriales, sobre el resto, cuya ventaja radicaba en el bajo costo
de producción de bienes manufacturados. La tercera fase inicia en los ochenta
y se caracteriza por la incorporación al mercado global de un numeroso grupo
de países en vías de desarrollo; ya no a través de la exportación de materias
primas, sino de productos manufacturados.

Esta globalización económica, trae como consecuencia la implantación de


sistemas de producción transnacional, con el objeto de abaratar los costos de
producción, lo que favorece la creciente interconexión de mercados financieros.

El derecho del tránsito no es propiamente una rama del ámbito jurídico, sino un
conjunto de normas de diversa índole: administrativas, penales, civiles, cuyo
elemento de enlace es el campo en que se aplican. Estas normas tienen por
objeto regular la actividad de los sujetos en su calidad de usuarios de las vías
públicas.

Por ello, comprende reglas técnicas que posibilitan la circulación, normas


dirigidas a otorgar seguridad a los usuarios, imponiendo sanciones, en general,
consistentes en multas, por las infracciones a dichas normas y otras
disposiciones relacionadas con actos jurídicos referidos a los bienes utilizados
en el transporte.

El estudio del derecho del transporte está íntimamente ligado al del derecho del
tránsito, tránsito es transporte, es trasladar.2 El traslado requiere de una
determinada infraestructura y normas regulatorias de la circulación necesarias
para evitar el caos en el desplazamiento de los vehículos utilizados por las
diferentes vías.

Las Revoluciones Industriales ocurren de manera rápida y abrupta, generando


un antes y un después en la forma de vida de la sociedad en la que impacta.
Su efecto es integral, porque no solamente tiene relación con la industria, sino
que de manera general transforma los procesos cotidianos del ser humano, y
eso incluye el Derecho en la forma que se conoce.

Sin duda y en medida que la sociedad avanza, la concepción de las leyes y


códigos que nos rigen se han convertido en una materia evolutiva. Si se
considera que los albores del Derecho moderno tienen su origen desde el fin
del feudalismo, con el nacimiento de la burguesía y nuevos órdenes sociales,
es posible evidenciar haciendo un análisis histórico, que los agentes de cambio
acelerados por el desarrollo tecnológico, que denominamos Revolución
Industrial, han presentado de forma directa problemáticas de las cuales se ha
tenido que hacer cargo la disciplina.

Si bien existen diversas dataciones que conciben fijar el inicio de la Primera


Revolución Industrial, se percibe como acuerdo la segunda mitad del siglo
XVIII, en que la introducción de maquinaria impulsada por nuevas fuentes de
energía, particularmente el carbón, desencadenaron una rotunda
transformación en la agricultura e industria, implantando como doctrina
productiva al capitalismo.
En consecuencia, los campesinos se alejan del mundo rural e inician una fuerte
migración hacia las ciudades, que crecen de forma exponencial y ofrecen la
oportunidad de unirse como fuerza laboral a las fábricas, formándose así la
clase obrera o proletariado. Esta nueva estructura segmenta en estratos bien
definidos y hace propicio un ambiente de conflicto, que en función de ser
resuelto establece las primeras estructuras organizadas bajo sindicatos y
gremios.

Así se incorporan términos para ese entonces poco conocidos, como la


negociación colectiva y la huelga, que surgen de las exigencias en mejorar las
condiciones propias del trabajo por parte de los movimientos sindicalistas,
dando cabida a los primeros cimientos del “Derecho Laboral”.

Tras un siglo impulsado por el vapor de la máquina del escocés James Watt,
los avances hasta ese momento impensados vuelven a recibir un impulso
enorme con la incorporación de tecnologías y combustibles novedosos; se
masifica el alumbrado público gracias al kerosene, y luego a la electricidad, el
ser humano le gana a la noche haciéndole productiva; el mundo que ya se
conecta mediante el ferrocarril ve nacer en las ciudades nuevas formas de
transporte, permitiendo el traslado de mercancías en períodos breves
fomentando la Economía; las distancias se hacen menores gracias a la
concepción del telégrafo, el teléfono y la radio. Esta desenfrenada consecución
de hitos, comprendida entre la segunda mitad del siglo XVIII y las primeras
décadas del siglo XIX es lo que se define como Segunda Revolución Industrial,
y es esta la que entregará al universo legal una serie de cambios
trascendentales.

Esta serie de sucesos, no dejó de acrecentar las diferencias ya marcadas con


anterioridad, sino que además añadió nuevos factores de relevancia. El fuerte
desarrollo de la maquinaría industrial hizo prescindible la fuerza humana,
incorporando al trabajo a mujeres y niños, aumentando el desempleo y la
desigualdad. En respuesta a esta temática, el papa León XIII redacta un 15 de
mayo de 1981, la primera encíclica social de la iglesia católica, el “Rerum
Novarum” (De las cosas Nuevas), promulgando de forma enfática la protección
del sistema imperante, defendiendo la propiedad privada.
“Por ser el hombre el único animal dotado de inteligencia, hay que concederle
necesariamente la facultad, no solo de usar las cosas presentes, como los
demás animales, sino de poseerlas también con Derecho estable y perpetuo”

“Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes


y de la propiedad privada”

Pero sin descuidar a la afectada clase trabajadora, apoyando a la justicia social


y sindicalismo.

“No deben considerar al obrero como un esclavo; que deben respetar la


dignidad de la persona y la nobleza que a esa persona agrega el carácter de
cristiano”

Es así que manifiesta de forma abierta, que los Estados han de intervenir
responsablemente, en la regulación de normas de higiene y salud laboral,
tutela y descansos dominicales, y en la limitación de horarios y jornadas
laborales, entre otros.

El logro de las exigencias de los trabajadores se materializa con la suscripción


del Tratado de Versalles, que entre los puntos que resuelve en 1919 se incluye
la creación de la Organización Internacional de Trabajo con la finalidad de
mejorar de manera considerable las relaciones obrero-patronales.

El fin de la Segunda Revolución Industrial llega cuando aparecen los


ordenadores y computadores, que nos presentan una nueva forma de
producción, y principalmente generan un impacto global en las
comunicaciones.

El Derecho evoluciona a la par de los procesos de producción y desarrollo


industrial de las sociedades, es así como en la segunda mitad del siglo pasado
toma importancia el Derecho de Telecomunicaciones, Derecho Informático,
entre otros.

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