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SONORIZACIÓN

FUNDAMENTOS DE AUDIO
PARTE 2
FUNDAMENTOS DE AUDIO PARTE 2

EL ODIO HUMANO
El estudio de la estructura del oído del ser humano se encuentra en el
área de la fisiología. La percepción humana del sonido se estudia en el
área de la psicología. Por otro lado la Psicoacústica es un término que
abarca la estructura física del oído, las trayectorias del sonido, la
percepción del sonido y sus interrelaciones. El termino de la
psicoacústica, es especialmente conveniente en este curso ya que
enfatiza tanto la estructura como la funcionalidad del oído humano.

Una onda sonora estimulante choca en el oído y excita una serie de


movimientos en algunos mecanismos del oído, que dan como
resultados impulsos eléctricos que son dirigidos hacia el cerebro y
crean una sensación.
FUNDAMENTOS DE AUDIO PARTE 2

La función del oído es similar a la de un micrófono, ya que ambos el


oído y el micrófono convierten el sonido en señales eléctricas. El oído
actualmente sirve como un “analizador de espectro”, el cual
descompone la onda compleja en sus componentes senoidales,
mandando esta información, en forma de impulsos eléctricos, al cerebro.

De esta forma el proceso de audición se encarga de representar cada


una de las frecuencias involucradas en los sonidos que recibe el oído (el
humano es capaz escuchar frecuencias de 20 Hz a 20 kHz). El oído, sin
embargo, también tiene sus propias peculiaridades y limitaciones, y un
entendimiento de estas pueden resolver muchas dificultades comunes
en el diseño y uso de sistemas. (ver video)*

https://www.youtube.com/watch?v=eNWM5snGQp4
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¿Porqué es apropiado utilizar una escala logarítmica en la


percepción de la intensidad sonora?

Básicamente por dos aspectos: Primero el intervalo de


potencia acústica que podemos escuchar es de 1 a
10,000,000,000,000; manejar tantos valores numéricos
resulta extremadamente difícil. En segundo lugar, y el más
importante, el proceso de audición percibe diferencias de
intensidad en una forma que se asemeja más a una escala
logarítmica en lugar de una escala lineal.
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Ejemplo: Imagine que un sistema de sonido esta reproduciendo un


tono, de intensidad estable, con una persona cerca. Digamos que a
la salida del amplificador se mide 1 watt. Si el nivel medido del tono
se doblara a 2 watts, el oyente no percibe el sonido como dos veces
más fuerte o más sonoro. De hecho, esta diferencia no es más que la
mínima diferencia que detecta un oyente promedio, y puede
normalmente ser notado.

Imagine ahora el mismo sistema, reproduciendo el tono y midiendo


esta vez 5 watts a la salida del amplificador. El mismo tono, con una
salida en el amplificador de 6 watt, puede en general ser
significativamente menos notable. Para que un cambio en
intensidad sea notado, el tono de 5 watt necesitaría ser doblado en
potencia, a 10 watts.
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NIVEL DE PRESIÓN SONORA - SPL


El SPL, cuyo nombre proviene las siglas en ingles de Nivel de
Presión Sonora (Sound Pressure Level), se expresa
normalmente en decibelios (db) y mide la intensidad
acústica. La intensidad del sonido varia en función de la
presión del propio aire que provoca la onda sonora, y que se
transforma en decibelios como un valor concreto de
referencia.
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El menor sonido en la audición


humana es normalmente 0 dB
SPL en el umbral de audición.
La  conversación frecuente y
diaria del ser humano
aproximadamente se
encuentra en los 65 dB y al
realizar gritos asciende a 80
dB. Pese a ser la diferencia de
sólo 15 dB, el grito es 30 veces
más intenso porque la
intensidad del ruido se duplica.
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RESPUESTA DE FRECUENCIA DEL OIDO


El oído no tiene la misma sensibilidad a través de todo el espectro audible. La
habilidad de audición del oído es mucho mejor en el intervalo medio-alto, y es
menor en los extremos. La audición es en promedio más sensible en el área de
2.5 kHz a 4 kHz, en gran parte debido a las resonancias en el canal del oído,
que amplifican el efecto de audición en este intervalo de frecuencias sobre el
tímpano. Para los adultos esta máxima sensibilidad puede estar a frecuencias
más bajas, y para los niños la sensibilidad esta a frecuencias más altas.

El límite de audición de bajas frecuencias puede variar sustancialmente de


persona a persona; además a muy bajas frecuencias puede ser difícil
diferenciar si el sonido esta siendo escuchado o sentido (de sentir). En general
la agudeza de la audición cae en forma muy pronunciada debajo de los 100
Hz.
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El límite de altas frecuencias también difiere de persona a


persona, además la audición de estas frecuencias
normalmente decrece con la edad. Personas muy jóvenes
pueden escuchar arriba de 20 kHz, mientras personas de
edad avanzada comúnmente no pueden escuchar arriba de
los 5 kHz. En personas jóvenes, que se exponen a sobre-
exposiciones de niveles muy fuertes de sonido, la
sensibilidad en altas frecuencias es muy a menudo reducida.
No nada más la respuesta en frecuencias del oído esta más
allá de ser plana; también la respuesta del oído cambia
substancialmente de acuerdo a la intensidad del sonido.
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La siguiente figura muestra las curvas de respuesta en frecuencia del oído


promedio a diferentes niveles de intensidad. Note que la pendiente en bajas
frecuencias, debajo de 1 kHz , se hace menos pronunciada cuando la intensidad
aumenta. Estas curvas se conocen más como las curvas de Fletcher y Munson.
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Éstas curvas de contorno de igual sonoridad se identifican por su nivel a 1 kHz y el


término de igual sonoridad se define en phons. Por ejemplo la curva de igual sonoridad
pasando en 40 dB SPL a 1 kHz se llama la curva de 40 phons. La sonoridad es un
término subjetivo y Nivel de Presión Sonora es un término estrictamente físico. El nivel
de sonoridad es también un término físico que es útil al estimar la sonoridad de un
sonido (en unidades de sones).

Nótese que las curvas de igual nivel de la figura siguiente son invertidas para mostrar lo
que la respuesta en frecuencia de equipos de audio, usados a cierto volumen, deben
tener para que todas las frecuencias tengan la misma sonoridad (se escuchen igual). Los
contornos o curvas de igual sonoridad muestran gráficamente que el equipo de audio
con curva de respuesta en frecuencia plana tienden a parecer deficientes en bajas
frecuencias al igual que en frecuencias extremadamente altas y además excesivos en
medias frecuencias. Cuando el nivel del sistema es incrementado, este efecto se hace
menos predominante, y el sonido puede parecer significativamente sonoro en bajas y
altas frecuencias. El interruptor de “loudness” en muchos estéreos caseros esta pensado
para compensar esta característica en bajos niveles de volumen, elevando las bajas
frecuencias.
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DAÑO AUDITIVO
La exposición a altos niveles sonoros puede tener consecuencias perjudiciales y
en algunos casos irreversibles. Algunos de los daños que puede sufrir el oído
pueden ser:

‣ Tinnitus. La sensación de escuchar altas frecuencias, cuando en realidad no


están siendo reproducidas. En algunos casos es temporal, pero en otros casos
puede llegar a ser permanente.

‣ Otosclerosis. Mal funcionamiento de los huesos del oído interno. Se corrige con
cirugía.

‣ Cholesteatoma. Crecimiento anormal de alguno de los huesos del oído interno.


Detectado a tiempo se puede corregir con cirugía.

‣ Recruitment. La percepción de cualquier sonido con demasiada intensidad


aparente.
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Pero, ¿Cómo se daña el oído? Par explicarlo veamos la siguiente analogía, la presión del fluido del
oído interno mueve las delgadas células en forma de cabello, de manera similar como el aire mueve
la hierba en el campo. Después de ser empujada la hierba regresa a su posición original, lo mismo
pasa con el oído interno; sólo que el exceso de presión de los fluidos del oído interno (ocasionado
por los altos niveles sonoros) puede desprender las células en forma de cabello, de manera
permanente. Este daño ocurre primero en el área de altas frecuencias, y continúa hacia las frecuencias
medias. Al desprenderse las células en forma de cabello, se interrumpe el enlace con las
terminaciones nerviosas del cerebro, por lo que la percepción de ese intervalo particular de
frecuencias se pierde. Este tipo de daño es permanente y NO se puede corregir. Una vez que las
delicadas células en forma de cabello se dañan o desprenden, SE PIERDEN PARA SIEMPRE.

En algunos casos las exposiciones a altos niveles sonoros no logra desprender las células en forma de
cabello, pero si logra maltratarlas temporalmente. El aviso de que esto ha ocurrido se presenta en
forma de tinnitus. Un ejemplo de posible daño (temporal o permanente) es el que ocurre cuando al
abandonar un concierto se siguen escuchando algunas frecuencias por cierto periodo de tiempo, y
no se perciben con la facilidad acostumbrada las conversaciones, debido a la presencia de dichas
frecuencias.

El daño producido al oído en una presentación musical puede ser muy pequeño. El problema es que
el daño es acumulativo, por lo que a mayor número de conciertos, se asista, y se presenten los
mismos síntomas, el daño aumentará, dando como resultado la pérdida de una porción de
frecuencias de manera permanente.
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TIEMPO DE EXPOSICIÓN A DIFERENTES PRESIONES SONORAS Y SU PORCENTAJE

En los Estados Unidos la Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo,


(OSHA), elaboró una serie de criterios que especifican el tiempo máximo de
exposición permitido a diferentes niveles sonoros. Ver siguiente tabla.

De acuerdo al criterio de OSHA, una sonorización realizada a un nivel de


115 dB SPL sólo debería durar 15 minutos. En la práctica la mayoría de las
presentaciones musicales duran cerca de 2 horas. Según el criterio de OSHA
el nivel sonoro que se tendría que manejar es de 100 dB SPL. ¿Por qué se
tiene que tener un sonido tan alto en algunos conciertos? El nivel sonoro
del público aplaudiendo o gritando se acerca a los 100 dB SPL. Trabajar un
sistema de sonorización a 100 dB SPL puede ocasionar que el público no
escuche la presentación del artista.

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