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2.

ANTENAS Y LÍNEAS PARA RADIO Y TELEVISIÓN


2.1 ¿Cómo funcionan las antenas?

La antena es el componente de la instalación que pone en el aire las ondas de radiofrecuencia


generadas por el emisor para que lleguen hasta el receptor.
En el emplazamiento del receptor hay otra antena, que funciona como elemento captador de las
señales electromagnéticas.
Por lo tanto, la antena puede considerarse un transductor de energía eléctrica en
electromagnética, o viceversa.
El principio fundamental de una antena se basa en la asociación en paralelo de un condensador y
una bobina, conocido como circuito resonante paralelo o circuito tanque.

2.2. Parámetros de una antena


Como cualquier otro componente electrónico, la antena presenta una serie de parámetros
característicos que determinan su modo de trabajar. A partir del análisis de estos elementos, se podrá
entender mejor el funcionamiento de la antena, así como efectuar la elección correcta del modelo según la
aplicación.
Los parámetros más importantes de una antena son: Frecuencia de resonancia, ancho de banda,
impedancia, directividad, ganancia, apertura de haz, relación delante-detrás, rendimiento y carga al viento.

Frecuencia de resonancia. Es la frecuencia para la que se anulan las componentes reactivas de


la antena, presentando únicamente componente resistiva.
La transformación de energía eléctrica en ondas electromagnéticas (o viceversa) es máxima, por
lo que esta frecuencia es la que mejor se emite o se recibe por la antena (Fig. 3.4). La frecuencia de
resonancia depende del tamaño de la antena: cuanto más pequeña es la antena, mayor es la frecuencia.
Diremos que cuando la frecuencia de resonancia de una antena es igual a la frecuencia de la
señal a enviar/recibir, tenemos máxima transferencia de potencia, y es el punto ideal de trabajo de una
antena.

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Ancho de banda. Como cualquier otro filtro, la antena no reacciona únicamente a la frecuencia de
resonancia. Las frecuencias cercanas a aquella también son transferidas, aunque no se aprovecha tanto.
Por esta razón se determina el margen de frecuencias que se considera válido en el
funcionamiento de la antena. El límite es el 70 % de las frecuencias radiadas. Expresadas en modo
logarítmico, las frecuencias válidas son aquellas cuyo nivel desciende con respecto al máximo menos de 3
dB.
Las antenas sencillas presentan un ancho de banda de tipo gaussiano, en forma de campana (Fig.
3.4). Sin embargo, a menudo interesa obtener una curva de respuesta en frecuencia con mayor planicidad,
que transmita de modo más lineal los diferentes canales de una banda de frecuencias.
Para conseguir este efecto se utilizan antenas más complejas, que permiten aumentar
considerablemente el ancho de banda y la planicidad de su respuesta en frecuencia. Se diseñan incluso
antenas que, dentro de su banda de trabajo, captan mejor unas frecuencias que otras, lo que permite
compensar las mayores pérdidas que puedan tener esas señales durante la distribución hasta el usuario.
La Figura 3.5 muestra la respuesta de una antena compensada para recibir mejor las frecuencias
más altas.

Ejercicio 1. ¿Qué antena debe tener mayor


ancho de banda, una para captar la banda
de radio en FM u otra para recibir la banda
UHF de televisión?
Ejercicio 2. A la vista de la Figura 3.5,
contesta a las siguientes preguntas:
• ¿Qué bandas de televisión puede captar la
antena?
• ¿Qué canales engloban esas bandas?

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Impedancia. Todos los materiales (conductores, aislantes, etc.) ofrecen una cierta resistencia al
paso de la corriente eléctrica.
Una parte de dicha resistencia es propia del material y tiene un valor fijo. Otra depende del
tamaño y la forma del elemento en cuestión, y su valor varía en función de la frecuencia de la señal que lo
atraviese.
La impedancia es la oposición que presenta la antena ante el paso de la señal eléctrica aplicada.
La impedancia es mínima a la frecuencia de resonancia y por eso se obtiene una mayor
efectividad. Cuando nos apartamos de esta frecuencia, la impedancia aumenta y la antena pierde parte de su
rendimiento. Como cualquier otra resistencia, se mide en ohmios.
Para obtener una buena transferencia de energía entre dos equipos es fundamental que ambos
tengan la misma impedancia característica. En el caso de las instalaciones para recepción y distribución de
señales de radio y televisión, se ha estandarizado el valor de 75 Ω como referencia, por lo que las antenas,
los cables, los amplificadores, etc., están construidos de forma que sus entradas y salidas presenten esa
impedancia.

Directividad. A menudo interesa que la antena no reaccione igual en todas las direcciones: por
ejemplo, si se quieren evitar interferencias de señales recibidas de lugares con diferente orientación. Para ello
se utilizan antenas diseñadas de tal forma que su recepción no sea uniforme.
En estas antenas aparecen, tradicionalmente, direcciones en las que se favorece la radiación, a
costa de reducirla en el resto. Para representarlo se mide la cantidad de señal emitida (o recibida) en
diferentes ángulos verticales y horizontales, trazando un diagrama polar con los resultados en cada plano,
que se denomina diagrama de radiación.
Ejemplo. Elección del patrón directivo de una antena
Para elegir una antena debemos analizar la dirección desde
la que llegan las señales que se han de captar.
Caso 1. En la recepción de señales de radio, lo más habitual
es que las emisoras estén repartidas a nuestro alrededor. Por lo tanto,
para recibir todas las señales debemos utilizar una antena
omnidireccional, cuyo diagrama de radiación aparece en la Figura 3.6.
Caso 2. La difusión del servicio de televisión está de forma
centralizada, por lo que frecuentemente se reciben todas las cadenas
desde un único punto emisor. En consecuencia, la elección más acertada
será una antena directiva, como la que se muestra en la Figura 3.7. 22
Ganancia. Como la antena es un elemento pasivo, no es posible que se produzca una señal
radiada mayor de la que se le aplica. Esto significa que, en realidad, una antena nunca puede tener ganancia
absoluta.
Sin embargo, es necesario modificar la antena para concentrar la potencia radiada en una sola
dirección, por lo que la señal emitida en este eje será superior a la que se radiaría con una antena
omnidireccional.
Este concepto, llamado ganancia directiva, se utiliza en antenas. Se expresa por comparación
respecto de una antena isotrópica y representa la cantidad de señal radiada o recibida desde la dirección en
la que se produce el máximo rendimiento.
La ganancia de una antena disminuye a medida que nos alejamos de la frecuencia de resonancia,
así como si se mide en ángulos diferentes al de máxima radiación.
Antena isotrópica. Es la antena que radia en todas las direcciones. Se trata de un concepto
teórico, ya que no se pueden construir antenas de ese tipo. Lo más parecido es la antena omni-direccional,
que radia en todas las direcciones excepto en la del eje que la contiene. La ganancia típica de este tipo de
antenas es de 2,1 dB, respecto de la antena isotrópica.

Apertura de haz . De modo similar al margen de


frecuencias en el ancho de banda, se puede establecer una
anchura aceptable en el haz radiado (o captado) por una antena
directiva (Fig. 3.8).
Para ello, se restan 3 dB del nivel máximo del lóbulo
principal, con lo que se obtiene un margen de ángulos en los que
la ganancia de la antena será aceptada como válida. Este
parámetro determina la apertura de haz de la antena.
Cuanto mayor es la directividad de la antena, más
pequeña es la apertura de haz de la misma.

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Relación delante-detrás . En las antenas directivas, al
tiempo que se «estira» el lóbulo principal, obteniendo más ganancia en
esa dirección, se reduce la capacidad de captar señales llegadas desde la
dirección opuesta.
La relación delante-detrás (Fig. 3.9) expresa la diferencia de
ganancia de una antena en función de la dirección en que le llegan las
ondas, desde el frente o desde la parte trasera de la antena.
Este parámetro ayuda a valorar el rechazo de la antena ante
señales que provienen de direcciones diferentes a la principal. Se expresa
en decibelios.
Rendimiento. Como ya se ha visto anteriormente, existen elementos que provocan una disminución
de la señal que puede emitir o recibir una antena.
A los analizados, de naturaleza eléctrica, se suman otros de tipo mecánico, provocados frecuentemente por la
propia construcción de la antena.
Por ello se establece el concepto de rendimiento, que define la eficacia de trabajo de la antena
respecto de la ideal. Su cuantificación se efectúa habitualmente en porcentaje, aunque también aparece
expresado como coeficiente menor que la unidad.

Carga al viento. Se trata de un parámetro puramente físico que evalúa la resistencia que presentará
la antena ante el viento una vez montada en el mástil.
Es necesario tener en cuenta este parámetro (que se expresa en kilogramos o Newtons) en el
momento de elegir el mástil adecuado para soportar la antena, así como determinar el orden de ubicación en el
caso de mástiles con varias antenas.
En los catálogos los valores de carga al viento aparecen para dos casos:
- Cuando la antena esta situada a menos de 20 metros, en ese caso la presión del aire ejerce una
fuerza de 800 N/m² cuando soplan vientos de 130Km/h.
- Cuando la antena esta situada a mas de 20 metros, en ese caso la presión del aire ejerce una fuerza
de 1100 N/m² cuando soplan vientos de 150Km/h.

Ejemplo antena 1. 24
2.3. Antenas para radio y televisión terrestre
Como ya se ha visto, existen numerosas características identificativas de las antenas, y a causa
de ello, muchos modelos diferentes. Esta afirmación es cierta, si bien el diseño de sistemas nuevos utiliza los
conocimientos ya asentados en modelos más sencillos.
En realidad, hay muchos tipos de antenas, razón por la que un estudio exhaustivo excede de las
pretensiones de este tema. Sin embargo, resulta interesante conocer aquellas que se pueden encontrar con
mayor frecuencia en instalaciones de radio y televisión. Son las siguientes:

2.3.1Dipolo simple o de Hertz


La antena básica por excelencia es el dipolo de Hertz, bien utilizado directamente o como base de
antenas de mayor complejidad (Fig. 3.13).
Se trata de una antena resonante a λ/2, por lo que su longitud coincide con este valor. Para facilitar
la alimentación, se divide en dos secciones iguales y se aplica la señal en los extremos interiores de las
varillas.
Esta antena se puede utilizar tanto en polarización vertical como horizontal y su impedancia
característica es de 75 Ω. Su respuesta en frecuencia es gaussiana, en tanto que el ancho de banda depende
de la relación entre la longitud del dipolo y el diámetro de la varilla utilizada; por ello, a mayor sección se
obtiene también una anchura de banda más elevada.

A partir del dipolo simple, se


pueden construir antenas más complejas.
Algunos fabricantes modifican las varillas
(dándoles forma de V, por ejemplo).
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2.3.2. Dipolo plegado

Es una variante de la antena de media onda, en la que se unen los extremos exteriores del dipolo
con una sección de varilla paralela al mismo de forma que el resultado es un dipolo de λ/2 con una sola varilla
doblada y abierta en la zona inferior (Fig. 3.14).
Las características fundamentales de la antena de media onda se mantienen, excepto el ancho de
banda, que resulta más elevado, y la impedancia, que se ve incrementada hasta 300 Ω.
Comparado con el dipolo simple, el dipolo doblado es mucho más robusto y soporta mejor la fuerza
del viento.

Ejercicio 1. Que dimensiones tendrá una antena de dipolo plegado, si


queremos recibir señales de 750 MHz.

Ejercicio 2. Que dimensiones tendrá la antena de FM de la figura 3.15.

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2.3.3 Antena Marconi
Cuando se precisa una antena de pequeño tamaño, se puede utilizar la antena Marconi. En
realidad, está formada por una de las dos varillas de la antena de Hertz, mientras que la otra se ha sustituido
por un plano conductor colocado perpendicularmente a ella, por lo que la antena resuena a un cuarto de la
longitud de onda (Fig. 3.16).
Para las ondas electromagnéticas, el efecto de este plano conductor (que puede ser continuo,
formado por varillas metálicas radiales, o por el propio suelo) es el de un espejo. Las señales radiadas desde
la antena hacia la zona inferior son reflejadas en el plano de tierra, reorientándose por reflexión en la misma
dirección que si hubieran sido generadas por la sección del dipolo que ha sido eliminada.
De este modo se dispone de un dipolo cuya mitad inferior es «virtual», que representa una buena
alternativa para generar o recibir señales de polarización vertical. Sus características son básicamente las
mismas que las del dipolo simple.
Esta antena es utilizada masivamente en vehículos, teléfonos móviles y en equipos donde las
dimensiones para la ubicación de la antena son reducidas.

Ejercicio 3. Si queremos construir una antena Marconi para recibir la banda de FM comercial, ¿qué tamaño
deberá tener?
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2.3.4. Antena logarítmico-periódica
Si se necesita una antena con un gran ancho de banda, se puede recurrir a una configuración
como la antena logarítmico-periódica o logoperiódica (Figs. 3.17 y 3.18).
En realidad no es una única antena, sino una asociación de dipolos de media onda de
tamaño y separación progresivamente creciente.
Partiendo de una línea única, la alimentación de esta antena se distribuye en contrafase entre dos
dipolos adyacentes. El resultado es una antena directiva en la dirección del dipolo de menor tamaño y
resonante a un gran margen de frecuencias, lo que da lugar a diferentes mínimos de impedancia con
separaciones periódicas.

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2.3.5. Antena Yagui
La antena más utilizada en la recepción de televisión es,
seguramente, la antena de canal de ondas o antena Yagui.
Como se aprecia en la Figura 3.19, está formada por un dipolo, simple
o plegado, al cual se añaden varias varillas metálicas, dispuestas en paralelo, que
modificarán el diagrama de radiación original. Estas varillas son elementos
pasivos, es decir, no están alimentadas por la señal, sino que solo reaccionan con
las ondas inducidas desde el dipolo.
El tamaño de estos elementos añadidos y la separación respecto del
dipolo o del elemento que le precede determinan el funcionamiento de la antena.
Así, se emplea una varilla (o un plano formado por varias varillas
metálicas) de longitud ligeramente mayor que la del dipolo y separación típica de
λ/4 respecto de este, que funciona como reflector de ondas. En este caso, se
produce una reducción del lóbulo de radiación en la dirección en la que se coloca
incrementando, además, la ganancia del lóbulo contrario.
Con una varilla ligeramente más corta, situada a una distancia de λ/8
del dipolo, se obtiene un elemento director, que alargará el diagrama de radiación,
haciéndolo más directivo y con mayor ganancia.
Mientras que no es útil emplear más de un reflector (al haber
eliminado el campo en esa dirección), sí se pueden montar múltiples elementos
directores. Con ello se reduce la apertura de haz y se incrementa la ganancia en
esa dirección.
En tanto que el dipolo es el único elemento alimentado por la línea de
transmisión, el conjunto de reflector y directores se conecta a tierra, a través de la
barra que sirve de soporte del sistema.

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2.3.6. Antena de dipolos enfasados
Si se colocan dos dipolos próximos y se alimentan con la misma señal, las antenas interactúan
entre sí, modificando el diagrama de radiación y la ganancia de la antena original.
La forma en que modifican sus características depende de la distancia de separación.
Habitualmente se utilizan estructuras que incrementan la directividad en la dirección perpendicular al plano
que contiene a los dipolos.
Si en la parte trasera se coloca un reflector pasivo, se tendrá una antena directiva como la de la
Figura 3.21, en la que se ha aumentado considerablemente la ganancia en el lóbulo delantero, sin utilizar
directores.
Las antenas más frecuentes de este tipo, llamadas también antenas de panel (Fig. 3.22), se
forman enfasando cuatro dipolos a través de una línea de transmisión simétrica. Los dipolos se asocian en el
plano vertical, pero como todos están colocados horizontalmente, la polarización de la onda que emiten o
reciben será, como su posición, asimismo horizontal.
La ganancia del conjunto depende del número de dipolos que se empleen en cada antena, de
esta forma se obtienen ganancias de unos 13 dB para la asociación de cuatro dipolos.

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Ejercicio 4. A partir de la información técnica proporcionada por los
fabricantes, identifica las antenas comerciales con los tipos que
hemos estudiado en esta unidad. Puedes descargar los catálogos de
Internet, en alguna de estas páginas:
www.televes.es
www.sateliterover.es
www.fagor.es
www.ikusi.es

Ejercicio 5. Con la información obtenida, compara las características


de los diferentes modelos de antenas de un fabricante. Crea una tabla
donde aparezcan la ganancia, la relación D/A, la apertura de haz y la
carga al viento de cada antena.

Ejercicio 6. Observa la Figura 3.31 y contesta:


- ¿A qué tipo pertenece cada una de las antenas?
- ¿De cuántos emisores está llegando la señal de
televisión?
- ¿Cuál de las antenas tendrá una menor ganancia?
- ¿Cuál tendrá una mayor directividad?
- ¿Cuál recibe ondas de menor frecuencia?

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2.4. Antenas para radio y televisión por satélite
Las transmisiones que se efectúan por satélite presentan unas características diferentes de las
convencionales.
La frecuencia utilizada es muy elevada, cosa que dificulta la construcción de antenas clásicas a
causa de sus reducidas dimensiones. Este hecho, unido a que la potencia que llega a la superficie terrestre
es de un nivel muy bajo, hace necesaria la aplicación de sistemas específicos que proporcionen una elevada
ganancia y una adecuada relación señal-ruido a la salida.

2.4.1 Antena de foco primario


Se basa en la característica óptica de la parábola de reflejar
las señales procedentes de la dirección de su eje hacia un punto fijo, que
se denomina foco de la parábola.
En este punto se ubica el elemento alimentador de la antena,
que debido a las frecuencias en las que trabaja funcionará como una guía
de ondas (Fig. 3.23). El alimentador se coloca enfrentado al reflector
parabólico para recoger las señales que llegan hasta él y conducirlas
hasta el dipolo.
La misión de la parábola es reflejar y concentrar la señal
emitida, que se radia con un ángulo de apertura de solo 1 o 2 grados.
Naturalmente, el principio de funcionamiento es reversible, por lo que las
antenas receptoras también lo utilizan. En este caso la antena tendrá una
respuesta unidireccional con un único lóbulo, más estrecho cuanto mayor
es el diámetro de la antena.
La ganancia de una antena parabólica aumenta con el
diámetro del reflector (depende de su superficie) y con la frecuencia de la
señal (inversa a la longitud de onda).
El rendimiento es un parámetro importante, pues para este tipo
de antenas suele hallarse entre 0,5 y 0,65, lo que supone que las pérdidas
del sistema pueden llegar a la mitad de la señal aplicada. Esto se debe a
que el sistema de alimentación presenta zonas de sombra sobre el
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reflector, lo que disminuye el área efectiva.
2.4.2 Antena Cassegrain
También llamada de doble reflexión, supone una variante sobre la antena de foco primario.
Si se utiliza como receptora, estará orientada en la dirección de la emisión. Al incidir sobre un reflector
parabólico, las señales procedentes de la dirección del eje de orientación son reflejadas hacia el foco de la
parábola (Fig. 3.24).
En este punto se ubica un reflector hiperbólico, de tamaño mucho menor que el primero. A
diferencia de la parábola, el segundo reflector dirige las señales que le llegan desde cualquier dirección hacia
el foco de la hipérbola. Este nuevo foco se hace coincidir con el vértice de la parábola, el lugar donde se
concentran las señales, que se recogen en una guía de ondas.
La utilización de antenas Cassegrain está limitada en la práctica a las grandes antenas de los
radiotelescopios o a los sistemas de emisión de señales hacia el satélite. Para las instalaciones receptoras
son más adecuadas las configuraciones de foco primario y, sobre todo, las de tipo offset, porque presentan
una elevada ganancia con un tamaño reducido. Sin embargo, existen también antenas para instalaciones
receptoras que combinan la técnica offset con el principio de doble reflexión, mediante el uso frecuente de un
segundo reflector, que suele ser parabólico.
Su principal aplicación será cuando sea necesaria una antena de grandes dimensiones y en
lugares donde la zona de sombra del segundo reflector no suponga una pérdida notable de rendimiento. En
tales casos, se pueden obtener factores de eficacia en torno al 70% debido fundamentalmente a dos
razones: los errores del reflector parabólico son corregidos por el segundo reflector y el sistema de
alimentación se acorta al ubicarse detrás del reflector.

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2.4.3 Antena offset
El principal problema de las antenas parabólicas que se ha visto es la zona de sombra creada
por los elementos situados en el campo de visión, lo cual merma la cantidad de señal útil de la antena. Este
inconveniente se resuelve si se coloca el sistema de alimentación fuera de la zona útil del reflector, lo que se
consigue con la antena de foco desplazado o antena offset (Fig. 3.25).
Para entender su funcionamiento, se toma una antena de foco primario de gran tamaño y se
selecciona únicamente una zona de la mitad superior del reflector. En esta parte, el alimentador no presenta
sombras, al quedar situado por debajo de la zona de visión el punto focal de la antena original.
Esta circunstancia representa que, al eliminar las zonas de sombra, el rendimiento se sitúa en
torno al 80%, incluso para antenas de pequeño tamaño. Por ello, la ganancia de la antena aumenta casi la
mitad si se compara con otra de foco primario, lo que justifica su alto grado de implantación.
El único inconveniente es que la dirección en la que apunta la antena no es tan evidente como en
las antenas anteriores, sino que se desplaza hacia arriba respecto del eje aparente de la antena. Esto
supone que en las operaciones de ajuste se debe introducir una corrección en la elevación de la antena (un
dato que proporciona el fabricante), como consecuencia de que el foco se halla desplazado de su posición
original.

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2.4.4 Antena plana
En la recepción de satélites de alta potencia se pueden utilizar antenas planas, basadas en el
principio de enfasamiento de di polos que ya se han visto en antenas para televisión terrestre.
Al trabajar en la recepción de televisión por satélite con frecuencias de unos 12 GHz, la longitud
del dipolo necesario para recibir la señal es de apenas unos milímetros (Fig. 3.26). Como los dipolos son tan
pequeños, se coloca un gran número de ellos en un espacio reducido unidos por una red de alimentación.
Esta red se ocupa de sumar las señales procedentes de todas las pequeñas antenas con la
misma fase y presenta una estructura de árbol. Sin embargo, esta disposición no puede crecer
indefinidamente, puesto que llega un momento en que la señal aportada por un dipolo lejano del tronco
principal de alimentación se pierde en las propias líneas.
Como su construcción es muy diferente a la de las antenas parabólicas, en las antenas planas
encontramos algunas características particulares. Entre ellas podemos señalar las siguientes:
• La ganancia de las antenas planas no es muy grande, por lo que su utilización queda limitada a
la recepción de satélites de alta potencia.
• La disposición de los dipolos determina la polarización recibida. Por lo tanto, estas antenas solo
pueden recibir un tipo de polarización.
• La apertura de haz de las antenas planas es mucho mayor que la de las antenas parabólicas.
Los valores habituales para este parámetro están en torno a los 20°.

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2.4.5 Antena multisatélite
Como norma general, las antenas para televisión vía satélite presentan un haz muy estrecho,
excepto las antenas planas. Esto significa que para recibir las señales procedentes de varios satélites, es
necesario utilizar una antena para cada uno, lo que supone un notable encarecimiento de la instalación.
Existe, sin embargo, la posibilidad de emplear una sola antena, siempre que los satélites se
encuentren próximos entre sí. Para conseguir este resultado se utiliza un soporte especial, ubicado en el
punto focal de la parábola, que permite montar varios dispositivos conversores adyacentes (Fig. 3.27).
Así, según el fabricante del dispositivo multisatélíte, se podrán montar hasta cuatro conversores,
que recibirán la señal de otros tantos satélites, siempre que se encuentren en un arco de unos 12° (Fig.
3.28). Se debe efectuar el apuntamiento del reflector parabólico hacia el satélite ubicado en el centro del arco
que se desea cubrir, hasta recibir la señal a través del conversor central. Después de ajustar la parábola, se
hace lo mismo con el resto de los conversores modificando su ángulo de incidencia sobre la antena, hasta
que se reciba la señal de todos ellos.
En realidad, el sistema se comporta como una antena normal para el conversor central, mientras
que para el resto de los conversores funciona como antenas de foco desplazado virtuales. Por ello, el
conversor situado en el lado izquierdo del foco de la parábola recibe la señal procedente del satélite
colocado a la derecha del arco que se desea cubrir.

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2.5 Líneas de transmisión
Las líneas de transmisión representan el sistema de transporte de las señales eléctricas. Se
utilizan para interconectar los diferentes equipos que procesan la información, as! como para llevar esta
hasta el usuario del servicio.
Para propagar señales de radiofrecuencia se necesitan líneas de transmisión construidas
específicamente para este fin. Son la línea coaxial y la guía de ondas.

2.5.1. Línea coaxial


La línea más utilizada para transportar señales de radio y televisión está formada por dos
conductores concéntricos, separados por un material aislante. El conductor central es un hilo o un conjunto
de hilos de cobre u otros materiales conductores, mientras que el segundo hilo de la línea es, en realidad,
una malla y/o una lámina conductora que la rodea (Fig. 3.29).
Esta construcción garantiza que, además de transportar la señal, se establezca en el interior de
la línea una zona libre de radiaciones externas que provocarían interferencias, al mismo tiempo que evita
que las ondas que transmite sean radiadas al exterior.
El mercado ofrece diferentes tipos de cable coaxial para radiofrecuencia. Los más económicos
disponen de un conductor central de unos 0,6 mm de sección y una malla ligera formada por unos pocos
hilos de cobre. En cables de mayor calidad, aumenta el diámetro del conductor central, así como la densidad
de la malla aislante exterior. Los mejores cables cuentan con una pantalla electromagnética doble, formada
por una lámina conductora continua (de cobre o aluminio) rodeada por una malla flexible del mismo material.
En el momento de elegir un cable para una instalación de ICT, debemos optar por uno con doble
malla y aislante de espuma de polietileno (polietileno celular), puesto que así está estipulado por la norma.
Dieléctrico. Material que no propaga la electricidad. Los materiales plásticos, el vidrio o el aire
son materiales dieléctricos.

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La lamina antimigratoria evita la migración de humedad al interior del cable, evitando así el
deterioro de sus características.
La cubierta exterior del cable lo protege de los agentes externos tales como el agua, el calor, los
rayos U.V., agentes químicos, etc. Los cables se fabrican con tres tipos de materiales:
- PVC (Polivynyl Clorhidre) es el material adecuado para uso interior. Se caracteriza por su buena
flexibilidad y protección contra el calor. Sin embargo, se deteriora rápidamente si se expone a la luz del sol o
al agua.
- PE (Polyethylene) es el material idóneo para uso externo, ya que es estanco al agua.
- LSFH (Low Smoke Free Hallogen) es el material idóneo para instalaciones especiales, en
locales cerrados y públicos como hospitales, escuelas, aeropuertos, túneles, centros comerciales, hoteles,
teatros, estaciones de transporte; o edificios que alojan/custodian objetos de alto valor patrimonial como
librerías, galerías de arte, museos; o locales de sistemas de control, instalaciones industriales, alarmas, etc.
Los cables coaxiales presentan una atenuación creciente con la frecuencia, por lo cual su
utilización está limitada a señales de hasta unos 3 GHz, como máximo. Esta atenuación depende también
del material que se ha empleado como aislante entre los conductores (Tabla 3.2).
En frecuencias de hasta 2 GHz, aproximadamente, se emplean líneas con dieléctrico de
polietileno expandido o celular, una especie de espuma flexible que presenta una menor atenuación. Con
frecuencias superiores a 2 GHz el mejor dieléctrico posible es el aire, ya que el aislante interno estará
formado por una estructura hueca con costillas de plástico, con el fin de mantener la distancia entre el
conductor central y la malla.

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Las características de reacción al fuego de los cables de telecomunicaciones empleados
en las infraestructuras comunes de telecomunicaciones (ICT) que se regulan por el reglamento regulador
de las infraestructuras comunes de telecomunicaciones para el acceso a los servicios de telecomunicación
en el interior de las edificaciones, aprobado por Real Decreto 346/2011, de 11 de marzo, están indicando
que los cables coaxiales han de cumplir como niveles mínimos obligatorios una clase Dca-s2, d2, a2.

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2.5.2. Guía de ondas
Para transferir señales de microondas, los cables coaxiales resultan inadecuados por la elevada
atenuación que introducen en el sistema.
En estos casos se recurre a la utilización de guías de ondas, tubos metálicos en cuyo interior se
propaga la señal, una vez radiada en uno de sus extremos.
Estos tubos pueden tener sección circular, elíptica, rectangular o cuadrada. Su uso está condicionado por
una respuesta en frecuencia variable, en la que se obtienen bajas atenuaciones propagando señales entre 5
y 50 GHz.
A diferencia de las líneas coaxiales, las dimensiones físicas definen la frecuencia óptima de
transferencia de la guía de ondas, pudiendo utilizarse obstáculos físicos para sintonizarla.
Es frecuente encontrar guías de onda atravesadas parcialmente por tornillos. La función de estos
es limitar la longitud de onda que se puede propagar por el interior de la guía, en función del trozo de tornillo
introducido. En realidad, se trata de un filtro, cuyo funcionamiento es puramente mecánico.

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Ejercicios.

1. ¿Qué es el ancho de banda de una antena?, ¿y la apertura de haz?

2. En una antena parabólica, ¿de qué depende la ganancia?

3. Explica la estructura de una antena Yagui y el funcionamiento de sus componentes.

4. ¿Cómo se forma una antena logarítmico-periódica?, ¿cuáles son sus características principales?

5. Razona las diferencias existentes entre una antena dipolo Hertz y una antena Marconi.

6. ¿Qué tipo de antena parabólica tiene un mayor rendimiento?

7. ¿Cuándo se puede utilizar un dispositivo multisatélite?

9. En una antena Yagui, ¿cuál es el elemento de mayor tamaño?

10. Un sistema receptor de televisión vía satélite colectivo desea recibir los canales procedentes de los satélites Astra (situado
en 19° E), Hispasat (30° W) y Eutelsat (10° E).
- ¿Cuál es el mínimo número de antenas que se puede utilizar para recibir la señal de los tres satélites?
- ¿Por qué?

12. ¿De qué tipo es el dipolo que se utiliza como elemento activo en las antenas receptoras de televisión vía satélite? Si en
estas comunicaciones se transmiten señales de unos 12 GHz de frecuencia, ¿cuál será el tamaño de este elemento activo?

14. ¿Cuál es la impedancia característica de los cables que se emplean en las instalaciones de recepción de radio y televisión?

15. La atenuación es un parámetro de los cables coaxiales, pero ¿siempre es constante?

16. ¿Qué características debe tener un cable coaxial para poder utilizarlo en instalaciones receptoras de radio y televisión
dentro de una ICT?

17. ¿Qué tipo de línea de transmisión es el más adecuado para transportar una señal de 5 GHz?

18. ¿Existe alguna diferencia entre los cables coaxiales que se montan en instalaciones interiores respecto de los que se 42
instalan a la intemperie? Razona tu respuesta.

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