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Historia de Grecia

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Para otros usos de este término, véase Grecia (desambiguación).
La historia de Grecia es una de las más tempranamente documentadas y
estudiadas. Existen fuentes escritas desde el II milenio a. C.1 El país que
actualmente se denomina Grecia se conocía antiguamente como Hélade, pero
políticamente estaba fragmentado en numerosas polis o que antiguamente se
llamaban ciudades estado independientes entre sí, que unas veces se aliaban
y otras se enfrentaban en guerras sangrientas.
La civilización griega tuvo un fuerte desarrollo en el campo filosófico. Se le
suele considerar la «cuna de la civilización occidental», ya que sus grandes
pensadores fueron los que desarrollaron los primeros conceptos de la filosofía
entre los que estaba la concepción de la física del átomo (sin división) y su arte,
sencillo, se caracterizó por la construcción de templos con grandes pilares y
techos a dos aguas; en la música destacaron sus danzas folclóricas y sus
cantos se ejecutaban todos los días en todas sus actividades.
Entre los monumentos más famosos de esta antigua civilización se encuentran,
el Partenón, el teatro de Epidauro y el Mausoleo de Halicarnaso, entre otros.

Índice

 1Orígenes de Grecia
o 1.1Helenización de Grecia
o 1.2Lugares y pueblos
 2Civilizaciones de Grecia
o 2.1Civilización egea y cicládica
o 2.2Civilización cretense
o 2.3Civilización micénica
o 2.4Civilización clásica y posclásica
 3Grecia antigua
o 3.1Edad oscura
o 3.2Periodo Arcaico
o 3.3Guerras médicas
o 3.4Liga de Delos y Siglo de Pericles
o 3.5Guerra del Peloponeso
o 3.6El siglo prealejandrino
o 3.7Dominación macedónica y helenismo
 3.7.1Macedonia
 3.7.2Alejandro Magno
 3.7.3Fin de la era helenística
o 3.8Dominación romana
 4Grecia medieval
o 4.1Grecia como integrante del Imperio bizantino
 5Grecia moderna
o 5.1Dominio otomano
o 5.2Independencia
o 5.3Golpe militar de 1909 y primer gobierno de Venizelos
o 5.4Primera Guerra Mundial
o 5.5Segunda República griega
o 5.6Etapa fascista (1936-1941)
o 5.7Segunda Guerra Mundial: ocupación y resistencia (1941-1944)
o 5.8Guerra Civil griega (1946-1949)
o 5.9Época reciente
 6Crisis financiera
 7Grecia una civilización en marcha
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Orígenes de Grecia[editar]

Cabo Sunión en el Ática, mirando a las islas del Egeo.

Desde el Paleolítico se atestigua la presencia del hombre en Grecia


(3200 a. C. a 2000 a. C.), y en Asia Menor.
En la isla de Creta se desarrolló la primera civilización avanzada,
la cretense o minoica. Durante su época de mayor esplendor (período Minoico
Medio, hacia 1950 a. C. a 1550 a. C.), se construyeron los palacios
de Cnosos, Festos y Hagia Triada. Por otro lado, los aqueos o protohelenos se
establecieron en la Argólida, donde construyeron las fortalezas
de Tirinto y Micenas, de la que derivó el nombre micénica que se da a su
elevada civilización, asimiladora de la cultura minoica. Hacia
el 1550 a. C. comenzó un período de apogeo a ambos lados del mar Egeo, que
culminó con la conquista de Creta. A comienzos del siglo XII a. C.,
los dorios irrumpieron en la Grecia continental. En consecuencia, los aqueos
emigraron al Peloponeso; los jonios al Ática, a Eubea y a las Cícladas,
los eolios, Tesalia y a Beocia. Además, esa invasión incrementó el proceso de
emigración de colonos griegos hacia el litoral de Asia Menor y provocó la
fragmentación de Grecia en ciudades-estado (polis).
Helenización de Grecia[editar]
La evidencia lingüística muestra que antes del IV milenio a. C., Grecia y los
alrededores estuvieron habitados por pueblos que hablaban lenguas no-
indoeuropeas. No se conoce con precisión cuándo llegaron los hablantes
de lenguas griegas a Grecia, pero se estima que pudo ocurrir hacia el
2000 a. C. Esto sugiere que las primeras civilizaciones atestiguadas en
territorio griego, la cicládica, la egea y la minoica fueron creadas por pueblos
que estaban etnolingüísticamente emparentados con los griegos. En cambio en
el período micénico la lengua dominante de la mayor parte de áreas parece
haber sido una forma de griego, el griego micénico o formas de griego
relacionadas con él.
Lugares y pueblos[editar]
La civilización griega se extendió hasta las islas del Egeo, la costa oriental del
mar Egeo, las costas meridionales en torno a los mares Adriático y Tirreno, y
muchas zonas costeras alrededor de toda la cuenca mediterránea.
Posteriormente, con las conquistas de Alejandro Magno, se extenderían hacia
el Oriente.

Civilizaciones de Grecia[editar]
Civilización egea y cicládica[editar]
Artículos principales: Civilización egea y  Civilización cicládica.
Las primeras civilizaciones registradas en lo que actualmente es Grecia, son
las civilizaciones prehistóricas, que no produjeron registros escritos y por tanto,
solo se pueden estudiar mediante la arqueología.
Civilización cretense[editar]
Artículo principal: Civilización minoica
Es la primera civilización del mundo griego, y floreció en la isla de Creta. Sus
habitantes se establecieron en la zona hacia el año 6000 a. C., y alcanzó el
máximo esplendor entre los años 2000 a. C. y 1600 a. C. Contaban con
abundantes riquezas, acumuladas gracias al comercio con otras ciudades de
la edad de bronce, y a la fertilidad de su suelo, que producía aceitunas,
cereales y vino en abundancia. Todo el sistema económico se centralizaba en
torno a sus ricos palacios, caracterizados por su decoración a base de escenas
pintadas en los muros o frescos. Se trataba de construcciones edificadas cerca
del mar, y son una muestra del desarrollo artístico y arquitectónico de la cultura
minoica.
Civilización micénica[editar]
Artículo principal: Civilización micénica
Del año 1600 a. C. hasta el año 1200 a. C., en la Edad del Bronce, Grecia tenía
centros palaciegos importantes que dominaban distintos territorios, entre
ellos, Micenas fue uno de los principales centros activos. Los reyes o señores
vivían en grandes palacios que desempeñaban el papel de cuartel general del
ejército y centro administrativo. El pueblo micénico se caracterizó por su activo
comercio marítimo y sus numerosas exportaciones de productos
manufacturados. Alcanzaron su cenit sobre el año 1600 a. C., y poco a poco
fueron desapareciendo los palacios en circunstancias aún desconocidas hasta
la invasión de los dorios.
Civilización clásica y posclásica[editar]
No es fácil delimitar la civilización griega ni en cuanto a espacio ni tiempo.
Convencionalmente se hace la siguiente división:
I: Arcaica (723-453 a. C.).
II: Clásica (siglos V-III a. C.).
III: Helenística (siglos III-I a. C.).
En este curso histórico surgieron varios hechos importantes y
fundamentales en la formación definitiva de lo que fue Grecia
posteriormente: la formación de las polis (ciudades), el siglo V a. C.,
la Edad Ateniense, las guerras Médicas o la del Peloponeso (cinco
años después de la cual se trató de modificar la organización de las
ciudades estado), la preeminencia de Macedonia (con Filipo II y su
hijo, Alejandro Magno) y la extensión por Asia del mundo helenístico.
La dominación romana en el siglo II a. C. pondría punto final a la
civilización griega políticamente, pero dejaría una impronta indeleble
en sus invasores a través de los siglos.

Grecia antigua[editar]

Filipo V de Macedonia, «el cielo de Hellas», llevando la diadema real.

Artículo principal: Antigua Grecia


Edad oscura[editar]
Artículo principal: Edad Oscura
“De la época de las tinieblas a las polis” Esta época corresponde al
surgimiento de Grecia como civilización entre los
siglos XI y IX a. C. En el curso del siglo X a. C. se produjo un proceso
de urbanización en el cual se agruparon varias aldeas hasta llegar a
formar ciudades como Esparta y Atenas. La organización interna
socio-política de estas primitivas polis estaba dominada por
las tribus o ethnos, junto a los hogares clanes (genos) y
fraternidades (fratrías). Estas ciudades-estado eran gobernadas por
reyes que ejercían la autoridad religiosa, militar y política, excepto
en Esparta donde la autoridad de los reyes empezó a ser
reemplazada por una autoridad aristocrática formada
por terratenientes que podían criar, mantener y montar sus caballos.
Periodo Arcaico[editar]
Artículo principal: Época arcaica
En los tres siglos que duró este período se consolida la organización
de las ciudades y se produjo la expansión colonial y comercial,
proceso que determinó la estructura social, política y económica de
los griegos.
El siglo VIII a. C. fue un periodo revolucionario para la formación de
la civilización griega ya que se utiliza el alfabeto fenicio para
adaptarlo a la lengua griega, se mejoran también la metalurgia
del hierro y las técnicas agrícolas. Esto produjo como resultado el
aumento de la población, lo cual, junto a que la mayor parte de las
tierras cultivables se hallaba en poder de la aristocracia, desembocó
en la necesidad de emigrar y fundar colonias a lo largo de las costas
e islas del Mediterráneo y el mar Negro.
Estas colonias enviaban metales y alimentos a sus metrópolis e
importaban a cambio productos ya terminados. Esta prosperidad
comercial, entre otros factores, condujo a la rápida fundación de las
ciudades-Estado griegas en la costa del Egeo y sus islas (a finales
de ese siglo ya había más de setecientas ciudades-Estado). Esta
riqueza avivó cada vez más las ansias de independencia política de
las colonias respecto a sus metrópolis, no siempre por la vía
pacífica, lo que originó la creación de ejércitos y técnicas militares
perfeccionadas como la infantería pesada: (los hoplitas) que
reemplazaron a los anteriores ejércitos de caballería. De modo
general puede decirse que entre los siglos VIII y VI a. C., las polis
griegas experimentaron la transición de un sistema de gobierno
monárquico a uno aristocrático.
Otros dos factores que formaron un papel fundamental en la
formación de la civilización griega fueron la institución de unos
juegos panhelénicos como los Juegos Olímpicos de los que
tenemos noticia oficial desde el año 776 a. C. y que subrayan los
rasgos comunes de los griegos, y las dos epopeyas
de Homero, Ilíada y Odisea, probablemente compuestas en
el siglo VIII a. C..
En el curso de las crisis sociales de los siglos VII y VI a. C. el
descontento de los sectores menos favorecidos con la
antigua aristocracia generó revueltas y luchas internas, dando origen
a la tiranía como nueva forma de gobierno. Su duración fue corta,
pues en la mayoría de las ciudades-estado, los oligarcas
restablecieron su poder, mientras que otros evolucionaron hacia
la democracia. Esparta siguió un curso distinto porque conservó su
doble monarquía (diarquía), y después de las Guerras
Médicas desarrolló una organización militar que llegó a
caracterizarla en lo sucesivo.
Guerras médicas[editar]
Artículo principal: Guerras médicas
Entre los años 499 y 478 a. C., Grecia se enfrentó a un gran
enemigo: los persas. Durante mucho tiempo Persia fue una
amenaza principalmente en los territorios del Asia Menor. Estas
guerras transcurrieron bajo dos reinados persas, el de Darío I y el
de Jerjes (hijo de este) y se dieron en dos partes, obteniendo la
victoria las ciudades (polis) griegas, gracias en parte a sus
desarrollados navíos:

 la Primera Guerra Médica, en la que tuvo lugar la batalla


de Maratón en el 490 a. C.
 la Segunda Guerra Médica, en la que acontecieron
la batalla de las Termópilas, la de Salamina y la de Micala.
Liga de Delos y Siglo de Pericles[editar]
Artículo principal: Siglo de Pericles
Para proseguir la lucha marítima contra el Imperio persa, Atenas
organizó la Liga de Delos (477 a. C.), y a partir de entonces dominó
el comercio marítimo del mundo colonial griego. Atenas se convirtió
además en un centro político e intelectual, cuyo período de mayor
esplendor correspondió al gobierno de Pericles, fundamentalmente
desde 462 a. C. hasta 429 a. C., en el que su influencia política se
dejó sentir con intensidad. En política interior, se restringió el
derecho de ciudadanía a los descendientes de padre y madre
ateniense, pero por otra parte se introdujeron leyes que permitían
una mayor participación de todos los ciudadanos en las
instituciones. Además se estableció la retribución de los cargos
públicos y se realizaron grandes obras públicas en la ciudad, para lo
que se trasladó el tesoro de la Liga de Delos a Atenas. 2
En la esfera de relaciones internacionales, Pericles se encontró ante
dos problemas: el de acabar definitivamente el conflicto con Persia,
que persistía en sus ataques a las colonias griegas de Asia Menor, y
el de convivir con Esparta. En cuanto al primero de ellos, Pericles
logró establecer con los persas un armisticio beneficioso (Paz de
Calias en 449 a. C.). Respecto al segundo problema, en el 446 a. C.
concertó una paz de treinta años con Esparta, por lo que esta ciudad
reconocía la Liga de Delos; en compensación, Atenas renunciaba a
la hegemonía terrestre, evacuando sus posiciones en
el Peloponeso y en el Istmo.3
Guerra del Peloponeso[editar]
Artículo principal: Guerra del Peloponeso
La guerra del Peloponeso (431 a. C.-404 a. C.) fue un conflicto
militar de la Antigua Grecia que enfrentó a las ciudades formadas
por la Liga de Delos (encabezada por Atenas) y la Liga del
Peloponeso (encabezada por Esparta).
Tradicionalmente, los historiadores han dividido la guerra en tres
fases. Durante la primera, llamada la guerra arquidámica, Esparta
lanzó repetidas invasiones sobre el Ática, mientras que Atenas
aprovechaba su supremacía naval para atacar las costas
del Peloponeso y trataba de sofocar cualquier signo de malestar
dentro de su Imperio. Este período de la guerra concluyó
en 421 a. C., con la firma de la Paz de Nicias. Sin embargo, al poco
tiempo el tratado fue roto por nuevos combates en el Peloponeso lo
que llevó a la segunda fase. En 415 a. C., Atenas envió una
inmensa fuerza expedicionaria para atacar a varios aliados
de Esparta. La expedición ateniense, que se prolongó
del 415 al 413 a. C., terminó en desastre, con la destrucción de gran
parte del ejército y la reducción a la esclavitud de miles de soldados
atenienses y aliados.
Esto precipitó la fase final de la guerra, que suele ser llamada
la guerra de Decelia. En esta etapa, Esparta, con la nueva ayuda
de Persia y los sátrapas (gobernadores regionales) de Asia Menor,
apoyó rebeliones en estados bajo el dominio de Atenas en el mar
Egeo y en Jonia, con lo cual debilitó a la Liga de Delos y, finalmente,
privó a Atenas de su supremacía marítima. La destrucción de la flota
ateniense en Egospótamos puso fin a la guerra y Atenas se rindió al
año siguiente.
La guerra del Peloponeso cambió el mapa de la Antigua Grecia.
Desde un punto de vista helénico, Atenas, la principal ciudad antes
de la guerra, fue reducida prácticamente a un estado de
sometimiento, mientras Esparta se establecía como el mayor poder
de Grecia. El costo económico de la guerra se sintió en toda Grecia;
un estado de pobreza se extendió por el Peloponeso, mientras que
Atenas se encontró a sí misma completamente devastada y jamás
pudo recuperar su antigua prosperidad. 45 La guerra también acarreó
cambios más sutiles dentro de la sociedad griega; el conflicto entre
la democracia ateniense y la oligarquía espartana, cada una de las
cuales apoyaba a facciones políticas amigas dentro de otras
ciudades estado, hizo de las guerras civiles algo común en el mundo
griego.
Mientras tanto, las guerras entre ciudades, que originariamente eran
una forma de conflicto limitado y formal, se convirtieron en luchas sin
cuartel entre ciudades estado que incluían atrocidades a gran
escala. La guerra del Peloponeso, que destrozó tabúes religiosos y
culturales, devastó extensos territorios y destruyó ciudades enteras,
marcó el dramático final del dorado siglo V a. C. de Grecia.6
El siglo prealejandrino[editar]
Las ciudades griegas sometidas antes a Atenas vieron que la tiranía
impuesta ahora por Esparta resultaba más dura. Por ello,
en 403 a. C. estalló un alzamiento general, que derrocó el régimen
de los Treinta Tiranos y restableció la democracia en Atenas. El
movimiento antiespartano era capitaneado por Tebas, que contaba
con el apoyo de Atenas, Argos y Corinto (Guerra de
Corinto, 394 a. C. a 387 a. C.). Pese a que los aliados fueron
derrotados en la batalla terrestre de Coronea (394 a. C.), la decisión
estratégica de la lucha se solventó en el mar, donde aquellos
destruyeron la flota espartana en Cnido (394 a. C.). Esparta, que
veía peligrar su hegemonía, pidió ayuda a los persas, y la
intervención de estos obligó a los aliados a aceptar la Paz de
Antálcidas (386 a. C.). A consecuencia de esta paz, Persia se anexó
las colonias griegas de Asia Menor y cerró a Atenas toda posibilidad
de rehacer su antiguo Imperio marítimo, mientras que reconocía a
Esparta su papel de rectora de la Liga del Peloponeso. De hecho,
este tratado impuesto atestiguaba la debilidad política del mundo
griego, que se sometía a las directrices persas.
Más tarde Esparta pretendió imponer gobiernos oligárquicos en
diversos estados, lo que provocó un nuevo levantamiento de Tebas,
que esta vez fue coronado con el éxito. Persia, a causa de sus
problemas interiores, no pudo acudir en auxilio de los espartanos,
los cuales fueron vencidos en Leuctra y, definitivamente,
en Mantinea (362 a. C.) La hegemonía de Tebas fue efímera, tras la
cual la pobreza causada por las guerras y la división de
los helenos abrió el camino para la dominación de los macedonios.
Dominación macedónica y helenismo[editar]

La restaurada Stoa de Átalo (Atenas).

Artículo principal: Período helenístico


Se denomina período helenístico (también llamado alejandrino) a
una etapa histórica de la Antigüedad, cuyos límites cronológicos
vienen marcados por dos importantes acontecimientos políticos: la
muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última
soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco
Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Es la
herencia de la cultura helénica de la Grecia clásica que recibe el
mundo griego a través de la hegemonía y supremacía de
Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno, y después
de su muerte con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, los reyes de
las tres grandes dinastías: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida.
Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego tanto
en las artes como en las ciencias. Entre la gente culta y de la
aristocracia «lo griego» era lo importante y en este concepto
educaban a sus hijos. El resto de la población de estos reinos tan
dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y
continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones. Las
ciudades-estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas…) habían llegado
al declive y habían sido sustituidas en importancia por las ciudades
modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y
construcción no tenían nada que ver con las anteriores. En todas
ellas se hablaba la lengua griega, llamada koinè (κoινης), que es un
adverbio griego que significa «común», «comúnmente». Vale decir,
la lengua común o panhelénica, principal vehículo de cultura.
Suele ser considerado como un período de transición entre el
declive de la época clásica griega y el ascenso del poder romano.
Sin embargo, el esplendor de ciudades como Alejandría, Antioquía o
Pérgamo, la importancia de los cambios económicos, el mestizaje
cultural, y el papel dominante del idioma griego y su difusión, son
factores que modificaron profundamente el Oriente Medio antiguo en
esta etapa. Esta herencia cultural será asimilada por el mundo
romano, surgiendo así con la fusión de estas dos culturas lo que se
conoce como cultura clásica, fundamento de la civilización
occidental.
El término helenístico fue utilizado por primera vez por el historiador
alemán Johann Gustav Droysen en Geschichte des
Hellenismus (1836 y 1843), a partir de un criterio lingüístico y
cultural, es decir, la difusión de la cultura propia de las regiones en
las que se hablaba el griego (ἑλληνίζειν, hellênizein), o directamente
relacionadas con la Hélade, a través del propio idioma, un fenómeno
alentado por las clases gobernantes de origen heleno de aquellos
territorios que nunca tuvieron relación directa con Grecia, como pudo
ser el caso de Egipto, Bactriana o los territorios del Imperio
seléucida. Este proceso de helenización de los pueblos orientales, y
la fusión o asimilación de rasgos culturales orientales y griegos, tuvo
continuidad, como se ha mencionado, bajo el Imperio romano.
Los trabajos arqueológicos e históricos recientes conducen a la
revalorización de este período y, en particular, a dos aspectos
característicos de la época: la importancia de los grandes reinos
dirigidos por las dinastías de origen griego o macedónico (Lágidas,
Seléucidas, Antigónidas, Atálidas, etc.), unida al cometido
determinante de decenas de ciudades cuya importancia fue mayor
de la idea comúnmente aceptada durante mucho tiempo.
Macedonia[editar]
La segunda parte del siglo IV a. C. supone la preponderancia
del Reino de Macedonia en Grecia. Su rey, Filipo II, sentía gran
admiración por la cultura griega, por lo que decidió unificar a las
polis griegas y terminar con las luchas internas. Filipo se caracterizó
por establecer relaciones amistosas con Atenas. Pero Demóstenes,
un famoso orador y político ateniense, no simpatizaba con las ideas
de Filipo, por lo que formó una alianza con Tebas para derrotarle.
Atenas y Tebas, por tanto, se enfrentaron a Macedonia en la batalla
de Queronea, que terminó con la derrota de la liga tebano-
ateniense. Filipo se convenció de que la única manera de tener
controlada a Atenas era usando la diplomacia, por lo que envió a su
hijo Alejandro a acordar un tratado de paz. En el año 338 a. C.,
Filipo convocó un congreso en Corinto, al cual fueron todos las
ciudades-Estado griegas, a excepción de Esparta. Allí se creó la
Liga Helénica (también conocida como «Liga de Corinto»). Hubo un
segundo congreso al año siguiente, en el cual se declaró la guerra a
Persia. Antes de poder llevar a cabo la expedición, Filipo fue
asesinado en el año 336 a. C. Al morir Filipo, subió al trono de
Macedonia su hijo, Alejandro III, el futuro Alejandro Magno.
Alejandro Magno[editar]
Artículo principal: Alejandro Magno
Alejandro Magno (Alejandro III de Macedonia) fue rey
de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado
como uno de los caudillos militares más importantes de la Historia,
por su conquista del Imperio aqueménida.
Tras consolidar la unificación de varias ciudades-estado de
la antigua Grecia que estuvieron bajo el dominio de su padre, Filipo
II de Macedonia, sofocando la rebelión de los griegos del sur tras la
muerte de este, Alejandro conquistó el Imperio persa,
incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y 
Mesopotamia, expandiendo las fronteras de Macedonia hasta la
región del Punjab.
A su muerte el reino sufrió grandes divisiones a causa de disputas
entre los generales más cercanos a Alejandro. Muchos trataron de
mantener el imperio unido bajo su mando, lo que generó una
sucesión de batallas y campañas que derivaron en la división en
varios reinos independientes que fundaron sus dinastías.
Fin de la era helenística[editar]
Artículo principal: Periodo helenístico
El helenismo se extendió desde la fundación de los reinos de
los diádocos a finales del siglo IV a. C. hasta su decadencia a finales
del siglo I a. C. Dicha decadencia puede explicarse por cinco hechos
principales:

 El prolongado y suicida conflicto entre los lágidas y


seléucidas que debilitó los recursos de ambos.
 El enfrentamiento prolongado entre los antigónidas y las
ciudades-estado griegas que desgastaron a ambos.
 La fragmentación del Imperio seléucida, que generó otros
dos grandes reinos independientes y rivales: el de
Pérgamo y el de la Bactria. Dicha fragmentación acabó
por debilitar a los seléucidas
 El resurgimiento de las fuerzas persas, que mantuvieron
una lucha contra los seléucidas, y también la lucha con
Roma, que agotó sus recursos hasta su decadencia final
 La falta de un mínimo de sentido de cohesión frente a los
romanos. Algunos de sus estados se pusieron de parte de
Roma en vez de llegar a un acuerdo entre ellas mismas,
lo que inclinó la balanza a favor de Roma. En
el 148 a. C. Macedonia y Grecia finalmente pasan a ser
parte del Imperio romano y esto señala el fin de la época
griega.
Dominación romana[editar]
Artículo principal: Grecia Romana
Desde mediados del siglo II a. C. Grecia se convirtió, de hecho, en
un protectorado romano, y la mayoría de las ciudades griegas
pagaron tributo a Roma. En 88 a. C., con el apoyo de Mitrídates, rey
del Ponto, los griegos se sublevaron contra Roma, pero el
levantamiento fracasó. Durante la época de las guerras
civiles Grecia fue escenario de las luchas entre las distintas
facciones romanas que querían hacerse con el poder. En la época
imperial se mantuvo la influencia cultural griega, pero los núcleos de
expansión económica de Oriente se polarizaron en las provincias
romanas de Asia. Este período de relativa prosperidad fue
interrumpido en el SIGLO III por las invasiones de los bárbaros.
Paralelamente, la sociedad griega evolucionó hacia formas sociales
y económicas de tipo feudal.

Grecia medieval[editar]

La emperatriz Teodora y su cortejo (mosaico de la Basílica de San Vital), siglo VI.

Grecia como integrante del Imperio bizantino[editar]


Artículo principal: Imperio bizantino
Desde la división del Imperio romano entre Arcadio y Honorio (395),
Grecia pasó a formar parte del Imperio romano de Oriente o Imperio
bizantino, cuya base cultural fue helénica. Las invasiones de
pueblos germánicos y eslavos modificaron la composición étnica de
la población. Numerosos pueblos eslavos se establecieron en las
zonas montañosas, mientras que los griegos se refugiaron en las
costas y en las islas. Estos eslavos fueron lentamente helenizados.
En el siglo VII los árabes se apoderaron de Chipre y Rodas. En el
siglo X los emperadores lograron detener el avance de los árabes
por el sur, y el de los búlgaros por el norte. Desde finales del
siglo XI hasta mediados del siglo XII, los normandos saquearon
varias veces las costas. Estas invasiones favorecieron la formación
de una sociedad de tipo feudal. Los emperadores, para hacerles
frente, pidieron ayuda a la República de Venecia, a cambio de la
concesión de una serie de ventajas comerciales. Durante la Tercera
Cruzada, Chipre fue conquistada por Ricardo Corazón de León. En
la Cuarta Cruzada se fundó el Imperio Latino de Oriente (1204-1261)
y Grecia fue dividida en una serie de principados controlados por
nobles francos. Las luchas entre francos y bizantinos fueron
aprovechadas en los siglos XIII y XIV por Venecia y Génova, que se
apoderaron de varias islas griegas. La división entre los principados
francos favoreció a la aristocracia bizantina, que poco a poco fue
recuperando la mayor parte del territorio griego.
En 1303 el emperador Andrónico II
Paleólogo contrató almogávares procedentes de la Corona de
Aragón, en la llamada Compañía Catalana de Oriente, para parar el
ataque turco. Tras el triunfo almogávar, fue asesinado su jefe, Roger
de Flor, lo que llevó a una dura venganza en la que cabe destacar el
saqueo de Atenas. Los ducados de Atenas y Neopatria quedaron en
manos de la Corona de Aragón a través de la señoría del Reino de
Sicilia hasta 1388, en que fueron ocupados por los venecianos. En
el curso del siglo XV, Grecia cayó bajo el dominio otomano.
Hay que destacar que, hasta su caída, Grecia desarrolló una
excelente flota de la que cabe destacar el dromón, evolución
del trirreme que iba armado con un arma exclusivamente griega,
el fuego griego, lanzado desde una especie de cañón de bronce a
modo de lanzallamas.

Grecia moderna[editar]
Desde finales del siglo VIII, el Imperio comenzó a recuperarse de las
devastadoras consecuencias de las invasiones, y comenzó la
reconquista de Grecia. Los griegos de Sicilia y de Asia Menor fueron
llevados como colonos. Los eslavos fueron expulsados. A mediados
del siglo IX, Grecia era griega de nuevo, y las ciudades comenzaron
a recuperarse debido a la mejora de la seguridad y el
restablecimiento del control central.
Cuando el Imperio Bizantino fue rescatado de un período de crisis
por el liderazgo de los tres emperadores Alejo I Comneno, Juan y
Manuel en el siglo XII, Grecia prosperó. Recientes investigaciones
han revelado que este período fue un momento de crecimiento
significativo en la economía rural, con un aumento de población y
con grandes extensiones de tierras agrícola que fueron incorporadas
a la producción. La construcción generalizada de nuevas iglesias
rurales era indicador de que la prosperidad se estaba generando,
incluso en zonas remotas. Un aumento constante de la población
condujo a una mayor densidad de población, y hay buena evidencia
de que el incremento demográfico fue acompañado por el
resurgimiento de las ciudades.
Evidencias arqueológicas muestran un aumento del tamaño de los
asentamientos urbanos, junto con un notable aumento de nuevas
ciudades. La evidencia arqueológica nos dice que muchas de las
ciudades medievales, como Atenas, Tesalónica, Tebas y Corinto,
vivieron un período de crecimiento rápido y sostenido, a partir del
siglo XI que continuó hasta el final del siglo XII. El crecimiento de las
ciudades atrajo a los venecianos, y estos intereses en el comercio
aumentaron aún más la prosperidad económica de Grecia.
Ciertamente, los venecianos y otros fueron importantes
comerciantes en los puertos de Tierra Santa, y generaron un
negocio con envío de mercancías entre los Reinos Cruzados de
ultramar y el Occidente, al mismo tiempo que se amplió el comercio
entre Bizancio y Egipto.
Dominio otomano[editar]
Artículo principal: Grecia Otomana
Los turcos otomanos controlaron la Grecia peninsular desde
el SIGLO XV, aunque algunas islas permanecieron bajo la soberanía
de Venecia hasta el siglo XVIII. Durante la dominación turca, los
griegos pudieron conservar sus características nacionales y practicar
su religión mediante el pago de un impuesto especial. Los turcos
confiscaron algunas tierras para repartirlas entre sus funcionarios
civiles y religiosos. En otros casos respetaron las posesiones de los
antiguos propietarios. En las costas, los griegos se especializaron en
el comercio, y en Estambul se formó una potente burguesía
comercial que influyó en el Gobierno otomano, llamados los
fenariotas (ya que provenían de un barrio de Estambul denominado
Fener).
Durante los SIGLOS XVI, XVII y XVIII se sucedieron las insurrecciones
de los helenos, que se multiplicaron en los períodos en
que Turquía se enfrentaba con alguna potencia europea. En el
siglo XVIII la decadencia del Imperio otomano favoreció la formación
de grupos de bandoleros y piratas, que se convirtieron en los
primeros núcleos del levantamiento nacional. A finales de ese siglo,
algunos griegos emigrados organizaron sociedades patrióticas para
preparar el alzamiento. Estos emigrados propagaron con éxito en
Europa los ideales del nacionalismo griego.
Véase también: Fanariotas

Independencia[editar]

Crecimiento de Grecia desde la independencia hasta el final de la Guerra Greco-


turca (1922).
La batalla de Navarino, en octubre de 1827, marcó el fin efectivo de la ocupación
otomana en Grecia.

Iniciada la revuelta en 1820, la sublevación se extendió


rápidamente, y en 1822 la Asamblea de Epidauro proclamó la
independencia. Divididos por luchas internas, los sublevados no
pudieron evitar que los turcos, con el apoyo de Egipto,
reconquistaran el país en dos años (1826-27); pero las simpatías
despertadas en toda Europa por el movimiento nacionalista griego
se plasmaron en el Tratado de Londres (1827), en el
que Francia, Inglaterra y Rusia proclamaron la autonomía de Grecia
bajo la soberanía turca. La destrucción de la flota turco-egipcia en
la Batalla de Navarino obligó al sultán a firmar el Tratado de
Adrianópolis (1829), en el que se reconocía lo ya establecido en el
de Londres. En esta misma ciudad se firmó en 1830 el protocolo que
dio la total independencia, aunque se perdió una parte de la Tesalia.
Después del asesinato de Ioannis Kapodistrias (1831), las potencias
europeas designaron en 1832 rey de Grecia a Otón Wittelsbach, hijo
de Luis I de Baviera. Otón gobernó dictatorialmente, gracias al
apoyo de Rusia. Un golpe de Estado en 1843, le obligó a conceder
algunas libertades formales, encargándose a una asamblea
constituyente la elaboración de un proyecto de Constitución, que se
promulgó en 1844 y que instauró el sufragio universal, de esta
manera Grecia se convirtió oficialmente en una democracia
parlamentaria de carácter liberal.
Depuesto Otón en 1862, Inglaterra logró que la Asamblea griega
nombrara rey a Jorge I, hijo del heredero al trono danés y cuñado
del príncipe de Gales. En 1864 una nueva Constitución redujo los
poderes monárquicos.
El problema de las reivindicaciones territoriales, particularmente el
de Creta, fue dominante durante todo su reinado. Después de varias
sublevaciones en la isla, el Gobierno griego decidió invadirla, pero la
intervención europea dio lugar al Tratado de Constantinopla (1832),
en el que se concedió la autonomía a Creta y se encargó de su
gobierno al príncipe Jorge de Grecia. El periodo de finales del
siglo XIX se caracterizó por una pésima situación económica que
llevó en 1893 a declarar la insolvencia del Estado y la creación de
una comisión financiera Internacional encargada de supervisar el
pago de los plazos marcados de los cuantiosos préstamos
extranjeros y que también empujó a una fuerte emigración
fundamentalmente hacia Estados Unidos y América del Sur; se
calcula que unos 350 000 habitantes emigraron entre 1890 y 1914,
la gran mayoría judíos o descendientes de ellos, lo que
representaría una sexta parte de la población del país. Los flujos de
remesas enviados por estos emigrantes desde el exterior se
convirtieron en un elemento clave en el equilibrio de la balanza de
pagos.7
Véanse también: Guerra
de independencia de Grecia,  Masacre de
Quíos,  Primera República Helénica,  Congreso de Berlín de
1878 y Charilaos Trikoupis (demasiados parámetros en {{VT}}) Wikipedia.
Golpe militar de 1909 y primer gobierno de
Venizelos[editar]
Véanse también: Liga
Militar (Grecia)  y  Golpe de Estado del 11 de
septiembre de 1922.
El 27 de agosto de 1909 se produjo el levantamiento militar en
Goudi en las afueras de Atenas, en el que los militares organizados
en torno a una Liga Militar exigían la destitución de los príncipes
reales de sus cargos en las Fuerzas Armadas, que los militares
ocuparan los ministerios de Guerra y de la Armada y que se
ejecutara un programa de reformas militares. Tras la dimisión del
primer ministro Dimitrios Rallis y el breve gobierno de Kiriakulis
Mavromichalis, accedió a la jefatura del gobierno
en 1910, Eleftherios Venizelos un político procedente de Creta,
desligado de la políti

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