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Poesías de la Agenda de CEAG

TABLA DE CONTENIDO.

TABLA DE CONTENIDO. .................................................................................................................. 1

POEMA DEL RENUNCIAMIENTO. José Ángel Buesa (Cuba)......................................................... 2

POEMA DEL POEMA. José Ángel Buesa (Cuba) ..................................................................... 3

FUGAZ Gomes Freire Esteves (Paraguay).................................................................................. 4

Coronel RAFAEL FRANCO. Guerra del Chaco (1932-1935). Museo Municipal de Concepción,
Paraguay. ....................................................................................................................................... 8

EL PONCHO DEL ARRIERO Augusto Roa Bastos (Paraguay) ..................................................... 9

TU ALMA Alejandro Guanes (Paraguay) ....................................................................... 12

TODO ESTÁ PERDIDO Delfín Chamorro (Paraguay) ...................................................................... 13

MI PADRE Juan de Dios Peza (1852-1910, México)..................................................................... 15

CANCIÓN DEL MILICIANO GUARANÍ. Vicente Lamas. (Paraguay) ................................................ 20

COBARDÍA Amado Nervo ............................................................................................... 22

¡ LOCA ! Manuel Ortiz Guerrero (Mal de Hansen), Paraguay................................................... 23

LAS LEYENDAS Alejandro Guanes (Paraguay).......................................................................... 27

PASO A LOS VENCEDORES. Pbro. Dr. Juan M. Cassanello Bedoya., SDB. Paraguay. Se refiere al
Desfile de la Victoria (1935), en Asunción, luego de la Defensa del Chaco Paraguayo, frente a la
invasión Boliviana, en la Guerra de Chaco (1932-1935,) donde dos pueblos hermanos y heroicos,
con inmensas dificultades económicas, desgraciadamente, ayer fueron a una guerra. ................. 30

MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 1 de 3). Manuel Verón de Astrada. (Paraguay) ......................... 32

MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 2 de 3). Manuel Verón de Astrada. (Paraguay) ......................... 33

MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 3 de 3). Manuel Verón de Astrada. (Paraguay)......................... 34

ROMANCE DEL ESTUDIANTE REBELDE. (Paraguay). Versos aparecidos en volantes estudiantiles


cuando la huelga universitaria de 1956. Tiranía de Alfredo Stroessner (1954-1989). ..................... 35
POEMA DEL RENUNCIAMIENTO. José Ángel Buesa (Cuba)

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste

Pasarás en silencio, y, al pasar,

fingiré una sonrisa, como un dulce contraste

del dolor de quererte …, y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente,

soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,

soñaré con tus labios desesperadamente,

soñaré con tus besos…, y jamás lo sabrás.

Quizá pases con otro que te diga al oído

esas frases que nadie como yo te dirá;

y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,

te amaré más que nunca…, y jamás lo sabrás

Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,

como un sueño que nunca lograré realizar;

y el lejano perfume de mi amor imposible

rozará tus cabellos…, y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento


--el tormento infinito que te debo ocultar--,

te diré sonriente: “No es nada… Ha sido el viento.”

Me enjugaré la lágrima…, ¡y jamás lo sabrás!

POEMA DEL POEMA. José Ángel Buesa (Cuba)

´´Quizá pases con otro que te diga al oído

esas frases que nadie como yo te dirá;

y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,

te amaré más que nunca…, y jamás lo sabrás.´´

La desolada estrofa, como si fuera un ala,

voló sobre el silencio… Y tú estabas allí.

Allí, en el más oscuro rincón de aquella sala,

estabas tú, escuchando mis versos para ti.

Y tú, la inaccesible mujer de ese poema

que ofrece su perfume, pero oculta su flor,

quizá supiste entonces la amargura suprema

de quien ama la vida, porque muere de amor.

Y tú, que nada sabes, que acaso hoy no recuerdes

aquellos versos tristes y amargos como el mar,


cerraste en un suspiro tus grandes ojos verdes,

los grandes ojos verdes que nunca he de olvidar.

Después, se irguió tu cuerpo como una primavera,

mujer hoy y mañana distante como ayer…

Y vi que te alejabas, sin sospechar siquiera

que yo soy aquel hombre… ¡y tú aquella mujer!

FUGAZ
Gomes Freire Esteves (Paraguay)

Pensativos idilios de acuarela

nenúfares y anémonas del mar,

cariñosas espumas de la orilla,

en rodante visión de luz y perla,

¡pasad, pasad! ...

Marejadas rebeldes e indomables,

aludes desdeñosos y sin ley,

solitarias centellas del abismo,

en un gesto de olímpico desastre,

¡besad mi sien!

Azulada neblina de los cerros,

eucarísticas aves del amor,


musicales cadencias de la pampa,

en el último abrazo del recuerdo,

¡adiós, adiós! …

Encarnados matices de la aurora,

explosiones sangrientas de la luz,

aquilinos plumajes de poeta,

en el trono del arte y de la gloria,

¡ salud, salud!

Madrigales risueños de la plebe,

regocijos de Roma en bacanal,

Cortesanos y Augustos de la Historia,

en cortejo de risas y desdenes …,

¡pasad, pasad!...

Marsellesas invictas de la lucha,

vibraciones de bélico clarín,

heroísmos y mártires del Gólgota,

en un limbo de Némesis augustas…,

¡venid, venid!

Ante el Patmos, soberbio, de mi vida,

donde vivo el exilio del dolor,

pasad, nubes rosadas de quimeras,


mariposas de luz, pasad cantando

un himno al Sol…

Pasad, blancas ondinas del silencio,

serenatas de paz y de quietud;

somnolencias dormidas de la noche,

como un aura de sombras y de besos,

en raudo tul …

Religiosas princesas del crepúsculo,

miradas pecadoras de mujer,

Magdalenas del vicio y de la historia,

como graves sonámbulas del túmulo,

pasad también

Pasad, místicos bardos del olvido,

caléndulas y númenes en flor,

epopeyas sin pompas de triunfo,

pasad, todas las dichas de lo efímero,

cual un adiós ...

Alejado en el Patmos de mi musa,

con extrañas videncias de Sinaí …,

sólo busco el coloquio de los Dioses,


porque enfermo de olímpicas locuras,

¡no sé reir!

Embriagado en celestes ambrosías,

sobre el solio superbo del desdén,

sólo quiero cantar la inmensa nota

de la lucha, del genio, de la lira,

¡y de mi fe!

Pensativo en mis grandes vencimientos,

¿lloraré la tragedia del dolor..?

Las tristezas del genio son altivas:

¡el martirio no es lágrima ni es fuego,

para el león!
Coronel RAFAEL FRANCO. Guerra del Chaco (1932-1935). Museo Municipal
de Concepción, Paraguay.
EL PONCHO DEL ARRIERO
Augusto Roa Bastos (Paraguay)

Poncho que cubres el pecho

Del mocetón de mi tierra,

Tienes fama de armadura,

Tienes fama de bandera.

Poncho que llevas prendidos

A la urdimbre de tus hebras

Valor, coraje y denuedo

Como blasón de nobleza;

Bajo tus pliegues altivos

Suda la carne guerrera

Y la víbora de plata

Del facón se despereza.

Pero también, poncho austero

De mi raza y de mi tierra,

Sabes tu fleco ondulante

Llevar a la sementera

Como caricia de paz,

Cansado de la pelea.
Y entonces, poncho, no sé

Si como recia bandera

Te admiro más en las rudas

Jornadas de la pelea,

O como vesta de paz

Besando la oscura tierra

De donde habrá de brotar

La aurora de la cosecha

Con sus ríos de áureas mieses

Caudalosos de opulencia

Poncho que cubres el pecho

Del mocetón de mi tierra,

Tienes fama de armadura,

Tienes fama de bandera,

¡y bien prendidas están

a la urdimbre de tus hebras

valor, coraje y denuedo!

Y lo que es más, no desdeñas

Con tus caireles besar

La parda mejilla escueta

De nuestra tierra de paz,

Cuando al aire cabrillean

Como vetas de oro puro


Las fértiles sementeras.

Arriero de mi solar,

Tan valiente como bueno,

Regálame tu facón,

Yo te regalo estos versos,

Pues quiero que tú los guardes

Bajo tu poncho altanero.

Tu facón habrá de serme

Muy útil en mis anhelos

Que con él he de trillar

Los más hermosos luceros

Para arrojarlos después

A tu paso, noble arriero,

Como homenaje de amor

Desde el fogón de los cielos…


TU ALMA
Alejandro Guanes (Paraguay)

“Si es la pupila un espejo

En que el alma se retrata

Las que tienen ojos negros

Han de tener negra el alma”

Dijo el poeta, y deduzco

Si tal argucia no engaña

Que pues tus ojos son pardos

No ha de ser azul tu alma

No quiero decir con esto

Que tengas el alma parda

Semejante conjetura

Peca por aventurada

Quieran las musas que el bueno

Del vate se equivocara

Ojalá tus ojos pardos

Encubran un alma cándida

Un alma como un celaje

Flotante de la mañana

Un alma como una aurora


Mitad fuego mitad nácar

Y pues es muy diferente

La que tus ojos retratan

No debo buscarla en ellos

Esos pícaros engañan

Asómala pues hermosa

Hasta tus labios de grana

Y déjame delirante

Ver en un beso tu alma.

TODO ESTÁ PERDIDO


Delfín Chamorro (Paraguay)

Libre cual brisa de la mar un día

Las calles recorría

En suelta vaguedad

Y en la mágica red de tu mirada

Cual siempre despiadada

Perdí mi libertad.

Luego una chispa de sonrisa ardiente

Vino a encender mi mente


En llamas de ilusión

Y soñando inocente como un niño

Al ganar tu cariño

Perdí mi corazón.

Mas la hoguera también háse apagado

Acaso al soplo helado

De tu cruel desdén

Y hoy la dicha soñada de tu seno

De mil placeres lleno

Perdida está también.

Sé que la rosa de tus labios pura

Jamás con su hermosura

Mis labios tocará

Y hasta la luz de la esperanza mía

También desde este día

Miro perderse ya.

Otro amor en tu pecho inmaculado

Holgándose a tu lado

Su edén encontrará

Yo sólo espero como bien la muerte

Pues para mí al perderte

Perdido todo está.


MI PADRE
Juan de Dios Peza (1852-1910, México)

Yo tengo en el hogar un soberano

Único a quien venera el alma mía

Es su corona de cabello cano

La honra su ley, la virtud su guía

En lentas horas de miseria y duelo

Lleno de firme y varonil constancia

Guarda la fe con que me habló del cielo

En las horas primeras de mi infancia

La amarga proscripción y la tristeza

En su alma abrieron incurable herida

Es un anciano y lleva en su cabeza

El polvo del camino de la vida

Ve del mundo las fieras tempestades

De la suerte las horas desgraciadas

Y pasa, como Cristo el Tiberíades

De pie sobre las ondas encrespadas


Seca su llanto, calla sus dolores,

Y sólo en el deber sus ojos fijos

Recoge espinas y derrama flores

Sobre la senda que trazó a sus hijos

Me ha dicho: “A quien es bueno la amargura,

Jamás en llanto sus mejillas moja:

En el mundo la flor de la ventura

Al más ligero soplo se deshoja.

“Haz el bien sin temer el sacrificio:

El hombre ha de luchar sereno y fuerte,

Y halla quien odia la maldad y el vicio

Un tálamo de rosas en la muerte.

” Si eres pobre, confórmate y sé bueno;

Si eres rico, protege al desgraciado

Y lo mismo en tu hogar que en el ajeno

Guarda tu honor para vivir honrado.

“Ama la Libertad, libre es el hombre,

Y su juez más severo es la conciencia;

Tanto como tu honor guarda tu nombre,

Pues mi nombre y mi honor forman tu herencia”


Este código augusto en mi alma pudo,

Desde que lo escuché, quedar grabado;

En todas las tormentas fue mi escudo;

De todas las borrascas me ha salvado

Mi padre tiene en su mirar sereno

Reflejo fiel de su conciencia honrada

¡Cuánto consejo cariñoso y bueno

Sorprendo en el fulgor de su mirada!

La nobleza del alma es su nobleza;

La gloria del deber forma su gloria;

Es pobre, pero forma su pobreza

La página más grande de su historia.

Siendo el culto de mi alma su cariño

La suerte quiso que al honrar su nombre

Fuera el amor que me inspiró de niño

La más sagrada inspiración de hombre

Quiera el cielo que el canto que me inspira

Siempre sus ojos con amor lo vean

Y de todos los versos de mi lira

Éstos los dignos de su nombre sean.


CANCIÓN DEL MILICIANO GUARANÍ. Vicente Lamas. (Paraguay)

Vibre el crótalo nativo

De la lírica cigarra

Y retoce en el pandero

Toda el alma castellana.

Cesen sus hondos lamentos

Melancólicas guaranias

Y estalle en notas heroicas

Una polka paraguaya

En simbólico responso,

Que ha muerto en tierras de España

José Aparicio Gutiérrez

Miliciano de la raza.

Pon el luto de tus trenzas,

Morena que le esperabas,

En la guitarra aborigen

Como cintas perfumadas,

Para cantar la partida

De quien prendiera en su espada

Un destello de idealismo

Como la rosa encarnada


Que prendiera en tus cabellos

Como ofrenda perfumada.

Pon el luto de tus trenzas,

Morena que ya no aguardas,

Para que sea más honda,

Más sentida y más amarga

La canción de la partida

Hacia la luz del mañana,

De quien cayó sonriendo

Por su honor y por su raza.

José Aparicio Gutiérrez

Miliciano de la raza,

Por tu muerte no tañeron

Las simbólicas campanas,

Y sí el clarín masculino

De las gestas libertarias!

Aparicio por tu muerte

No doblaron las campanas

Con las rosas de tu sangre

Adornaron la mortaja

Que te envolviera en el claro

Resplandor de una Alborada


Miliciano guaraní,

Miliciano de la raza:

Has saldado tú la deuda

Que debíamos a España,

¡ Don Quijote no está solo

En los campos de la Mancha !

COBARDÍA
Amado Nervo

Pasó con su madre ¡qué rara belleza!!

Qué rubios cabellos de trigo garzul!

Qué ritmo en el paso!

Qué innata realeza!

De porte, que forma, bajo el fino tul …

Pasó con su madre, volvió la cabeza

me clavó muy honda su mirada azul;

quedé como en éxtasis

con tal febril premura

“Síguela” --gritaron-- cuerpo y alma al par


Pero tuve miedo de amar con locura,

De abrir mis heridas que suelen sangrar,

Y no obstante toda mi sed de ternura

Cerrando los ojos la dejé pasar ...

¡ LOCA !
Manuel Ortiz Guerrero (Mal de Hansen), Paraguay

¡ Paso ! ¡ Dadle paso !

Es reina y es pobre. No quiere ni el raso

que bese sus formas; es loca la reina.

Dad paso a la reina de honda pupila color de esmeralda,

la loca desnuda que, regia, despeina,

por único manto,

su astral cabellera, como un sueño de oro cubriendo la espalda.

¡Dad paso ! Que corre la reina, la loca,

llevando un gran beso y un tibio pedazo de canto en la boca.

En noches de estío se empapa de luna, perfume y penumbra

y corre devota al templo del arte a hacer su plegaria;

allí no le alumbra

ni lámpara débil, ni pálido sirio de luz funeraria,

sino la belleza, la sacra belleza le da luminaria.


Amigos, en caso que alguna

mujer de rodillas, desnuda, en la sombra rezando encontréis,

pasad, no le habléis;

es ella la loca, devota del Arte que reza a la Luna.

Crudeza de invierno no seca y consume

la rosa del canto que lleva en la boca …

Sus llagas lumíneas que sangran perfume,

las besa y bendice mil veces la loca.

Le da primavera sus salvas de olores,

las ondas del río su suave y perpetuo rumor de oraciones;

la noche morena le da su silencio, sus sidéreas flores …

Y aún tiene hambre de más sensaciones.

En noches augustas de inútil martirio,

la loca pretende, con sed de grandeza,

tomar una estrella volviéndola lirio.

---¡ Oh loca divina ! --- que canta y que llora, que ríe y que reza;

Atrévete siempre, es un gran culto que pocos profesan.

¡ Loca ! Soporta la tortura sacra y luminosa

de todas tus ansias y tus padeceres

y sigue cantando canción olorosa;

tú eres la bendita loca mujer entre todas las mujeres.


Amigos, en caso que alguna

mujer de rodillas, desnuda, en la sombra rezando encontréis,

pasad, no le habléis;

es ella la loca, devota del Arte que reza a la Luna;

¡ es ella mi Alma ! Reina que está loca,

alma luminosa, de bohemio y de artista, que va entre vosotros,

llevando un gran beso y un tibio pedazo de canto en la boca.


LAS LEYENDAS
Alejandro Guanes (Paraguay)

En el báratro de sombras alocado el viento brega,

ya blasfema, ya baladra, ora silva y ora juega,

con el tul de la llovizna, con las ramas que deshoja,

con la estola de una cruz;

ya sus ímpetus afloja, ya retorna, ora dibuja

del relámpago a la luz

un fantástico esqueleto que aterido se arrebuja

del sudario en el capuz

Caserón de añejos tiempos, el de sólidos sillares,

con enormes hamaqueros en paredes y pilares,

el de arcaicas alacenas esculpidas, qué de amores,

qué de amores vio este hogar,

el que sabe de dolores y venturas de otros días,

estructura singular,

viejo techo ennegrecido, ¡qué de amores y alegrías

y tristezas vio pasar!

Por los ángulos oscuros de sus cuartos vaga el pora

¡Es quizás un alma en pena que la vida rememora,

vida acaso de grandezas, tal vez mísera existencia,


vida de héroe tal vez!

En pesada somnolencia la tertulia se sumerge

en confusa placidez:

es la hora en que sus formas toma el pora y en que emerge

de la triste lobreguez

Por las épicas leyendas que les cuento adormecidos,

ya mis hijos uno a uno van quedándose dormidos,

las leyendas de portentos, de grandezas admirables

de aquel tiempo que pasó.

Con sus labios impalpables como un hálito ligero

dulce el sueño les besó,

como besa a las traviesas golondrinas del alero;

sólo insomne velo yo.

Y a mis ojos admirados cobran forma las escenas,

cobran forma y colorido las venturas y las penas

de la edad de mis abuelos, y oigo besos y suspiros

en las sombras palpitar,

y en callados, tenues giros, por los ángulos desiertos

los escucho revolar

¡son los besos y suspiros que arrullaron a los muertos

de un amor y de un hogar!

Donairosa, blanca dama de peinetas y mantillas,


¡Qué bien luce sus fulgores en tus hombros la espumilla!

¿fuiste dueña de esta casa, despediste a un caballero,

y le esperas aún quizás,

a un impávido guerrero que al partir besó tu frente,

y que el rostro volvió atrás

al través acaso, ansioso, de una lágrima luciente

por mirarte una vez más?

Y el mancebo, tú que arrastras en la sombra la muleta,

de morrión de tosco cuero y uniforme de bayeta,

¿te amputaron esa pierna tras de bélicos horrores

y hoy retornas al hogar,

al que sabe de dolores y venturas de otros días,

estructura singular,

viejo techo ennegrecido qué de amores y alegrías

todo un mundo vio pasar?

¡Son los muertos!... ¡En las sombras alocado el viento brega,

ya blasfema, ya baladra, ora silva y ora juega

con el tul de la llovizna, con las ramas que deshoja,

con la estola de una cruz;

ya sus ímpetus afloja, ya retorna, ora dibuja

del relámpago a la luz,

un fantástico esqueleto que aterido se arrebuja

del sudario en el capuz!


PASO A LOS VENCEDORES. Pbro. Dr. Juan M. Cassanello Bedoya., SDB.
Paraguay. Se refiere al Desfile de la Victoria (1935), en Asunción, luego de la
Defensa del Chaco Paraguayo, frente a la invasión Boliviana, en la Guerra de
Chaco (1932-1935,) donde dos pueblos hermanos y heroicos, con inmensas
dificultades económicas, desgraciadamente, ayer fueron a una guerra.

PASO A LOS VENCEDORES

Bajo el arco de triunfos


van pasando marcialmente las legiones...
Los de férreos corazones;
los pletóricos de gloria;
los invictos escuadrones
que en presente conjugaron las homéricas historias...

Van pasando sin orgullo;


van pasando sin pregón de vencedores
con el bravo verde-olivo de batalla
con los hierros de metralla,
con los hierros destructores
a sus hombros recostados,
como hienas que dormidas han quedado
en el regazo agazapadas de sus fieros domadores...

Soldaditos de oro y bronce ¿Qué de hazañas


voy leyendo en vuestras frentes
por los soles sombreadas!
Fuisteis oros relucientes
de mil épicas jornadas;
fuisteis bronces refulgentes,
cual bruñeron vuestros Padres del Setenta,
con sus gestas legendarias y proezas no igualadas...

Allí vienen los invictos campeones;


Van llevando hacia la gloria a sus guerreros
como ayer, por los senderos
y los fieros cañadones...

Son los Jefes! Es el JEFE! Corazones


que ajustaron sus latidos a las notas
de los himnos de la Patria mancillada:
No supieron las derrotas!
Como ayer, son los leones,
que crecieron defendiendo mi bandera
idolatrada...

Mi bandera! Ya la veo! Va en sus pliegues


sobre el fondo de esmeralda, verde-olivo sus
colores
desplegando, mientras besa
con sus labios de Princesa
las cabezas polvorientas
de sus hijos vencedores...
Es la misma que en la huesa
del humilde soldadito, sus amores
le dijera, por aquella que allá lejos,
va con ansias, por su espera
hilvanando su tristeza...

Madre buena! ¡Madrecita de aquel Héroe,


que una cruz cubre amorosa!
Tú, que esperas...? ¡Que angustiosa
tu mirada se ha clavado
en la estela que ha dejado
la pujante caravana victoriosa...!
El no vuelve! Se ha quedado!
Es el hito que pregona lo que es nuestro!
Lo que es tuyo, Madre ansiosa:
ese Chaco que tu hijo te ha legado!

Juan M. Cassanello
MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 1 de 3). Manuel Verón de Astrada.
(Paraguay)
MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 2 de 3). Manuel Verón de Astrada.
(Paraguay)
MI CANTO HERIDO. (tres páginas, 3 de 3). Manuel Verón de Astrada.
(Paraguay).
ROMANCE DEL ESTUDIANTE REBELDE. (Paraguay). Versos aparecidos en
volantes estudiantiles cuando la huelga universitaria de 1956. Tiranía de
Alfredo Stroessner (1954-1989).

ROMANCE DEL ESTUDIANTE REBELDE.

No salgas, niño, que rondan

Los guardias de sable largo

Los guardias están rondando

Con sus fusiles terciados

La noche es boca de lobo

Con relinchos de caballo.

En la ciudad Comunera

Es todo silencio y miedo

Las casas están cerradas

Y las familias en rueda.

Vela, temblando, en Palacio

El tiranuelo soberbio.

La huelga se va extendiendo

Del Estudiante al Obrero

Del grupo calladamente

El hijo se ha levantado.

De un salto frente a la puerta

La madre le cierra el paso.


--- No salgas, hijo del alma

Le dice en voz suplicante

¡ La muerte acecha en la calle !

¿ No oyes el son de sables ?

--- Saldré, madre – le contesta

El estudiante rebelde –

Mis compañeros de lucha

Me reclaman impacientes !

Luchamos, madre, por algo

Que es salmo y cáliz de vida !

La Libertad de este pueblo

De que el tirano nos priva.

--- No sabes, madre, que todos

Hemos jurado la muerte,

Antes que vivir de hinojos

Bajo la bota del fuerte ?

--- La escuela de los serviles

Nos transfigura en cobardes.

Antes que piedra esculpida

Queremos antorcha que arde !

Execramos al tirano
Con ardor de nuestra sangre;

Ni el saber tiene sentido

Si aceptamos sus desmanes.

Y si los hombres miedosos,

En vida se sienten muertos:

¡ Nosotros, jóvenes, Madre,

Ocuparemos sus puestos !

--- Si ser libre es atributo

De varones verdaderos:

¡ Ábreme, Madre, la puerta

Que a defender voy mi credo !!

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