Está en la página 1de 4

Teoría del Consumidor

La teoría del consumidor forma parte de la microeconomía y se encarga del


estudio del comportamiento de los agentes económicos en su carácter de
demandante de bienes y servicios, es decir, es un paradigma de la microeconomía
que analiza el proceder de los ciudadanos como compradores.

Es de vital importancia en la economía y gestión empresarial pues, a partir de ella,


podemos observar cómo se produce el comportamiento del consumidor, es decir,
sobre qué bases decide el ciudadano la mezcla de bienes que tiene a su
disposición para satisfacer sus necesidades y encontrar un equilibrio perfecto.

Según esta teoría, las personas tratan de alcanzar su máximo bienestar a partir
del presupuesto que manejan y, por tanto, organizan su riqueza para adquirir un
conjunto de bienes que les reporten el mayor grado de satisfacción posible. Dicho
de otro modo, los ciudadanos eligen entre la oferta del mercado aquellos
productos con los que lograr su nivel óptimo de bienestar dentro de sus
posibilidades económicas. Por ejemplo, una persona con 100 euros de
presupuesto para ropa decidirá si prefiere comprarse 4 jerséis de 25 euros o solo
dos más un pantalón de 50 euros.

la teoría del consumidor más utilizada o estudiada es bajo el paradigma de la


economía neoclásica pues es la que sigue predominando pero podemos verificar
cambios en la teoría del consumidor bajo otras perspectivas, lo que queda claro es
que todas esas teorías analizan el comportamiento del consumidor bajo la premisa
de que, si son racionales, entonces siempre van a estar buscando obtener un
mayor bienestar aunque esto no siempre es posible de alcanzar debido a las
limitaciones monetarias que tenemos los individuos, por eso, se trata de encontrar
el mayor bienestar dado el presupuesto que tenemos.
Enfocándonos de nuevo en la teoría neoclásica del consumidor, partimos de dos
premisas:

 Las preferencias
 La restricción presupuestaria

La teoría neoclásica del consumidor asume que el individuo interactúa en el


mercado para aumentar su bienestar, considerando diversas alternativas de
consumo y claro, teniendo en cuenta sus preferencias, que en la teoría neoclásica
ya se consideran como dadas.

Preferencias y restricciones

Los factores que determinarán el comportamiento del consumidor son las


preferencias y restricciones de cada individuo.

En este sentido, las primeras se refieren a qué productos formarían parte de esa
cesta ‘perfecta’ o maximizada para el consumidor y se determinan ordenando las
cestas de bienes alternativas.

Las restricciones, por su parte, hacen alusión al presupuesto de la persona e


identifican el conjunto de cestas posibles o asequibles para el ciudadano.

La función de utilidad

Se refiere a una medida de la satisfacción que una persona alcanza cuando


consume un bien o servicio. De la utilidad surge el concepto de utilidad marginal
decreciente, es decir, conforme se aumenta el consumo de un bien, la utilidad
otorgada por el consumo de cada bien adicional va disminuyendo. Esto tiene
mucho sentido y lo podemos ver en ejemplos cotidianos, por ejemplo, tienes
mucha hambre y paras a un puesto de tacos, el primer taco te brinda una utilidad
alta pues has pasado varias horas sin comer por lo que el primer taco te sabe a
gloria, te comes un segundo y este te sigue dando satisfacción pero menos que el
primero, conforme vas comiendo más tacos tu cuerpo se va saciando, dejas de
tener hambre hasta que te llenas por lo que un taco adicional ya te caería de peso
y si siguieras comiendo más tacos podrías vomitar o enfermarte, de esta forma
vemos como por taco adicional tu cuerpo se va saciando y cada vez obtienes una
utilidad menor.

Curvas de indiferencia y de demanda

Los conceptos derivados de la teoría del consumidor se expresan gráficamente a


través de las denominadas curvas de indiferencia. Es a través de las curvas de
indiferencia y la restricción presupuestaria como se construye las curvas de
demanda del consumidor y son de gran utilidad para la teoría neoclásica de la
economía.

Derivado de lo anterior podemos construir la curva de demanda individual que se


encarga de relacionar las cantidades de bienes o servicios, con el monto máximo,
en términos monetarios, que el individuo está dispuesto a pagar por esa cantidad.
Cabe destacar que la curva de demanda agregada, también conocida como la
cuerva del mercado se obtiene, vaya la redundancia, agregando las curvas de
demanda individuales de las personas.

Gracias al uso de la curva de demanda, junto con la curva de oferta, se pueden


derivar importantes conclusiones aunque la curva de oferta es un tema que le
corresponde a la teoría del productor, sin embargo, ambas teorías están altamente
relacionadas puesto que ambas hacen que las curvas se equilibren pues por un
lado observamos el punto donde los individuos alcanza su máxima utilidad, por
tanto, su máximo bienestar dado su presupuesto y con la curva de oferta
observamos el mínimo costo en que la empresa incurre para producir sus bienes,
es aquí, donde se da el famoso problema dual, máximo bienestar, mínimo costo.
FUNCIONES DEL CONSUMO

El consumo puede estar dirigido:

1. A satisfacer las primeras necesidades (PRIMARIAS) en este caso el


consumo cumple una función utilitaria.
2. A satisfacer las segundas (SECUNDARIAS) y entonces cumple una función
simbólica.

También podría gustarte