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Una excursión a los indios ranqueles: del periodismo a la literatura. Rasgos de un


relato por entregas. Clase del 25 de marzo1

En la carta número 21 de Ranqueles, Mansilla dice respecto del orden de su propio texto:
5 "No es posible poner todo en la olla una vez." (133) Lo mismo digo respecto de esta clase:
trataré de no poner todo en la olla de una vez; no es tarea fácil, porque Ranqueles ofrece muchos
aspectos a nuestra consideración. Intentaremos ir por orden.

A). Mansilla mantuvo una intensa relación con el periodismo:


10 Mansilla fue periodista, cronista ("Yo no soy más que un simple cronista, ¡felizmente!",
dijo de sí mismo), redactor, corresponsal de guerra, director y titular de un medio. Casi toda su
obra se publicó primero en la prensa y luego tuvo forma de libro. (Dice Ricardo Rojas en su
Historia de la literatura argentina que Mis memorias fue la primera de las obras importantes de
Mansilla que no había adelantado en los periódicos y revistas de la época.)
15 Él mismo lo cuenta en las llamadas Causeries del jueves ("conversaciones"), tituladas
Entre nos:
Molloy, 745: "Después de un escándalo -el desafío público a Mármol que le cuesta una
temporada en la cárcel- Mansilla se refugia en Paraná, luego en Santa Fe, donde 'un federal me
reconoció -ya era tiempo- y me llevó a su casa' (EN, 105). El mismo federal, dos noches más
20 tarde, llama a la puerta de su cuarto; tiene que redactar una descripción del río Salado para un
diario de Paraná y le pide a Mansilla que lo reemplace: 'yo lo mandaré como cosa mía' (EN,
106). Se obvian las protestas de Mansilla quien, para defenderse, recurre a su escasa experiencia:
sólo es autor de 'cartas a mamita y a tatita, y (...) una que otra traducción del francés'. 2 Eso, le
dice el huésped, ya es escribir. Días después se le pide a Mansilla algo más: no que escriba por
25 otro sino que redacte él mismo un periódico, que firme con su nombre."
No tenía dinero, sólo cinco pesos bolivianos:
"Había metido involuntariamente las manos en las faltriqueras, sentí que mis cinco
bolivianos se habían reducido casi a cero, y aquella sensación dolorosa (¿o no es dolorosa?)
decidió mi destino futuro" (EN, 108).
30 Viviendo en la Confederación, entonces, se convierte en periodista:
Causeries, tomo I; 149: "Yo era periodista entonces. Apurado por el hambre, me había
refugiado en ese oficio, que es un medio de vivir, que no siempre da de vivir. Pero el público es
tan indulgente y tan generoso, que me leía lo bastante para costear el pan de cada día."
La frase "es un medio de vivir, que no siempre da de vivir", trae los ecos de un artículo de
35 costumbres del escritor y periodista romántico español Mariano José de Larra titulado "Modos
de vivir que no dan de vivir": en ese escrito, Larra enumera una serie de profesiones o carreras de
gran cantidad de personas que viven, "como el pobre del Evangelio, de las migajas que caen de
la mesa del rico", y que son, más bien, "pretextos de existencia que verdaderos oficios". (153)
Entre esos modus vivendi, Larra nombra a los cafeteros ambulantes, a los que venden agua
40 en verano, a las traperas, a los zapateros remendones, a los que viven de las propinas, a los
comparsas de teatro. Esta enumeración se cierra con los que tienen el oficio "más menudo" "que
[es] el de escribir para el público y hacer versos para la gloria".
Sigue Mansilla:
"Naturalmente, siendo yo periodista, debía tener mis tocamientos con el gobierno, ó con la
45 oposición."
Como, según cuenta, no había oposición política, sólo tenía que mantenerse en equilibrio
entre el gobernador de Santa Fe y su ministro, que eran los únicos que se oponían. El gobernador
Juan Pablo López, hermano del caudillo de la provincia, Estanislao López, era un hombre de
acción, valiente, pero un tanto perezoso y despilfarrador. Decía cosas como las que cita Mansilla:
50 "Porque amigo, ni naides es menos nadas, ni nadas es menos naides". El ministro, Juan
Francisco Seguí, dice Mansilla, no concordaba con el gobernador ni le permitía hablar; Mansilla
describe cómo hacía malabares para no caer en desgracia ni con uno ni con otro.
151-152: "Señores, ustedes no tienen idea de la gimnasia que yo me veía obligado á hacer.
Daba lástima!
55 Si elogiaba al gobierno, el Ministro no firmaba las planillas de la imprenta oficial. Y, como
ustedes saben, 'por dinero baila el perro, y por pan si se lo dan,' -y yo tenía mucha hambre, á la
sazón.

1
Los nombres en negrita remiten a la bibliografía, y le sigue la página de la cita correspondiente.
2
"Cartas" son, justamente, lo que tenemos en Ranqueles.
2

Y, si elogiaba al Ministro, el Gobierno se me retobaba, y presentarle las planillas con la


firma del Ministro, era como que le dijeran en sus barbas, que don Justo valía más que él.
Don Justo, era Urquiza, al que le tenía una envidia bárbara.
Mi desarrollo intelectual ha sido más precoz que mi desarrollo moral, de modo que he
5 escrito muchas cosas sin saber nada.
Probablemente, como ustedes.
Ah! pero un hombre que no ha comido es capaz de resolver el problema de la cuadratura
del círculo, 152: y yo había resuelto el mío, escribiendo unos artículos pirotécnicos, bi-laterales,
en los que lo ponía á don Juan Pablo [López], como hombre de acción, por los cielos de la gloria,
10 y al Ministro, por ahí, como hombre de pensamiento: (hay que decir que era una gran ilustración
sin equilibrio)."
"Ah! señores periodistas, si pudiérais no escribir de hambre, si pudiérais hacer el arte por el
arte, -qué buenos diarios no tendríamos! y qué baratos!"
Agrega más abajo:
15 "[...] creo que habría pagado, porque me dejaran escribir. Ya tenía ínfulas de escritor, y
creía que con mi pluma podía conmover la República entera."
Trabajó como periodista (recordemos las clases anteriores: los hombres del 80 eran
múltiples, y el ejercicio de la escritura estaba añadido al de la política o la carrera militar, o una
profesión liberal; la profesionalización del escritor es posterior, corresponde al Centenario).
20 Una breve reseña de su paso por el periodismo:
1855: De Adén a Suez se publicó en la revista El Plata Científico y Literario.
1857: redactor del periódico El Nacional Argentino, a mediados de 1857 se hizo cargo de
la redacción, y en 1858 fue el director (durante ocho meses). El periódico de Paraná (capital de la
Confederación) cumplía la función de órgano oficial, de divulgación de los documentos del
25 gobierno.
1859: en el diario La Paz, representa a la "gente seria". Mansilla era redactor en jefe.
Sostuvo que la Constitución debía aceptarse a libro cerrado.
Parece que, extinguido el periódico La Paz, cuenta Caillet-Bois, Mansilla colaboró con
Aristóbulo del Valle en el periódico La Patria.
30 1863: se publicaron los Recuerdos de Egipto, en la Revista de Buenos Aires, de Quesada.
1865-1870: guerra contra el Paraguay. Durante la guerra, fue simultáneamente militar y
periodista, corresponsal; con el seudónimo de Orión, se publicaban sus cartas en La Tribuna.
1872: Diario El Mercantil; "órgano liberal y respetuoso de la religión". Tenía ediciones
matutinas y vespertinas; a los cinco meses cambió de dueño.
35 1888: Causeries de los jueves en el diario Sud América.
1894: publicación de Retratos y recuerdos en El Diario de Buenos Aires. Manuel Láinez,
su director, los editó luego en volumen. Desde Francia mandó sus crónicas.
R. Rojas dice que Mansilla publicó mucho material en varios medios: además de los
citados, la Revista de Derecho, Historia y Letras, de Zeballos; La Biblioteca, de Groussac, La
40 Nación, entre otros.

B.) El origen de Ranqueles:


(La excursión aparece rodeada de textos, anteriores, simultáneos y posteriores.)
1868: Lo destinan a Córdoba como Comandante en Jefe de las fronteras sur y sudeste de
45 Córdoba.
1869: Avance general de las fronteras.
Caillet-Bois, "Prólogo", XXI: "Muy pronto La Tribuna, el diario de sus afectuosos
amigos los Varela, empieza a recoger testimonios de la acción meritoria del nuevo jefe. Así, por
ejemplo, el 6 de enero de 1869 publica una carta firmada por los vecinos de Río Cuarto que
50 manifiestan su gratitud: desde la llegada de Mansilla hay tranquilidad allí; ha vuelto la confianza
al comercio..."
C-B, Baal, 116: "En La Tribuna de Buenos Aires [...], comienzan a aparecer unas
misteriosas correspondencias firmadas con seudónimos diversos (Wáscar, Atahualpa,
Quirquincho, Wincarramanca, Manco Cápac, Caupolicán), que relatan minuciosamente los
55 trabajos del nuevo jefe, con grandes elogios, para prevenir futuras ingratitudes y abrir el camino
a mayores destinos. Gracias a esos artículos podemos reconstruir puntualmente ese período de la
vida de Mansilla." El estilo de las cartas no es el de él, aunque Sarmiento había afirmado que le
correspondían a Mansilla.
Fines de 1869: Tratado de paz con los indios, ratificado el 5 de febrero de 1870; Mansilla
60 no consulta con José Miguel Arredondo, su jefe inmediato. El tratado sufrió modificaciones
después de firmado, lo que le molestó a Mansilla.
3

C-B, "Prólogo", XXII: "...como para salvar su responsabilidad, publicó todas las
vicisitudes del trámite en un diario de Buenos Aires."
A Sarmiento no le gustó que se difundieran estos asuntos por la prensa.
Sosnowski, XVI-XVII: "Al hacer públicas sus desavenencias en la prensa de Buenos
5 Aires, Sarmiento le hizo llegar ciertas reconvenciones a su conducta, moderadas para la gravedad
del caso."
La partida del 30 de marzo a "tierra adentro" sí estuvo autorizada. En una carta al general
Arredondo, Mansilla explica los objetivos de la excursión:
C-B, Logos, 126: "Esta excursión, señor General, no la considero peligrosa en estos
10 momentos, antes por el contrario la considero indispensable para evitar desinteligencias futuras
con los Caciques, y, en último caso, útil, por cuanto ella me permitirá levantar el croquis del
camino que conduce a Leubucó por la Laguna del Cuero y recoger multitud de datos
interesantes, penetrando personalmente hasta el corazón de las tolderías.
"Durante mi ausencia, quedarán en rehenes en el Río 4° el hermano del Cacique Ramón, y
15 en Sarmiento el Cacique Achaoentrú, hermano de Mariano Rosas, varios caciques y
lenguaraces."
Mientras Mansilla estaba en tierra de ranqueles, el corresponsal anónimo enviaba, con el
seudónimo de Manco Cápac, sus apologías de Mansilla.
Mansilla también escribió, desde tierra adentro, al comandante Racedo:
20 C-B, Logos, 129:
"El Cuero, Abril 1° de 1870
Querido Racedo:
La pampa está cubierta de agua, como jamás la han visto los indios. Pero he llegado con
felicidad, sufriendo una lluvia diluviana con solemnes acompañamientos de truenos horroríficos,
25 cayendo caballos, mulas y jinetes en el guadal, con el que no puede uno descuidarse.
Vamos todos alegres como unos niños; ayer se deslomó una mula y manducamos.
La felicidad no es una quimera. Hay que atraparla por los cabellos, Con mis afectos para
todos los camaradas, deseándole salud y alegría, crean que los quiera su affmo.
L. V. Mansilla"

30 Un día después del regreso, Mansilla escribió una relación militar que
[C-B, Logos, 144] "envió al Comandante General de las fronteras de Córdoba, San Luis y
Mendoza [el General Arredondo], el 18 de abril de 1870, al día siguiente de su llegada del
desierto, y que se publicó en La Tribuna el 11 de mayo del mismo año" (el 20 se publicaría la
primera carta a Santiago Arcos). C-B, Logos, 144: Este documento "contiene el relato sumario
35 de la expedición, que después amplificaría en su famoso libro, y la enumeración de los resultados
obtenidos en la embajada".
El parte militar constituye una "armazón de hechos y opiniones esenciales", provee el hilo
del relato en el que se enhebrarán los episodios de Ranqueles.
Hay algunas diferencias entre los datos de este informe y las cartas de Ranqueles:
40 Partida de la expedición: 30 de marzo / 31 de marzo
Regreso de la expedición: 17 de abril / 19 de abril
Total de días de expedición: 18 días / 19 días
Demoras: 3 días / 4 días antes de entrar en Leubucó
Cantidad de hombres: 20 / 19 menos dos
45 Cantidad de indios: 10 mil indios por dos tribus / 8 a 10 mil indios por tres tribus
Cantidad de cautivos: 1000 / 600-800
Indios de pelea: 1200-1400 / 1700
Espacio que ocupan en leguas cuadradas: 1500 / 2000

50 [Lectura de pasajes del informe, y breve descripción de las diferencias. Ambos son cartas,
pero los destinatarios, los objetivos son distintos. Eso también acarrea diferencias textuales, de
tono, de economía narrativa. Ejemplificar.]
C-B, 146: "La verdadera novedad del parte reside en las conclusiones, que la Excursión no
ofrece tan claramente expuestas, y que aclaran en parte el problema aún no resuelto de la
55 trascendencia histórica de la excursión. El tratado, que el Presidente prometió someter al
Congreso en su mensaje de 1870, no parece haberse considerado en las sesiones de ese año, y
debió de quedar definitivamente roto al año siguiente cuando el General Arredondo, para castigar
a los ranqueles, envió al coronel Antonio Baigorria, que llegó hasta las tolderías (7 de mayo de
1871) y dispersó o mató a los indígenas: Mariano Rosas huyó, y los demás caciques se
60 sometieron."
4

Ahí habla de guerra, campaña de ocupación, de reducirlos completamente, de prudencia,


sagacidad y conocimiento de parte del gobierno para que la paz con los indios se mantenga:
"... es mi opinión fundada en el conocimiento del terreno y de otras nociones que he
adquirido, que una invasión transitoria a los indios no puede dar sino resultados efímeros por la
5 inmensidad de la Pampa, cubierta de seculares bosques en todas direcciones, y que el único plan
de guerra llamado a producir efectos pemanentes sería el de una campaña de ocupación."
"... la empresa de reducirlos completamente, cristianizarlos y civilizarlos, conquistando
sus brazos para el trabajo ni es ardua ni larga, desde que la República esté en paz y pueda tener
sus fronteras bien guarnecidas." (Subrayado de Mansilla.)
10 Mansilla quedó suspendido en su cargo por el fusilamiento de un desertor en el que se
había cometido alguna irregularidad:
3 de junio de 1870: es destituido.
131: "En la inactividad forzosa, Mansilla se puso a componer con los recuerdos de su
expedición un libro que lo salvaría del olvido y de la presunta injusticia."
15 Sosnowski, XVII: "...los lectores de La Tribuna de Buenos Aires pudieron leer las cartas
redactadas por Mansilla sobre un acto audaz [lo vieron ya con María Elena] que representaba una
vez más las características del que violando todo canon protocolar, y aun de sensatez, procedió a
crear una saga que posee un impacto literario mayor que el resultado concreto de la excursión."
Vinacua, 422: "En mayo de 1870, de regreso de su misión militar en Río Cuarto, Mansilla
20 empieza a publicar en La Tribuna, diario que era propiedad de sus amigos los Varela, una serie
de cartas a su amigo Santiago Arcos en las que relata su excursión a las tolderías de los
ranqueles. En un rasgo muy típico de su pluma, la califica de 'calaverada militar'. Estas cartas,
que se suspendieron el 7 de septiembre de ese mismo año, junto con otras (cuatro) que habían
permanecido inéditas y que rescató su amigo Orión, seudónimo de Héctor Florencio Varela [hijo
25 de Florencio Varela, antirrosista], dieron forma al libro que, con epílogo del mismo Orión, se
publicó ese mismo año de 1870."
Caillet-Bois dice que la primera carta es del 20 de mayo de 1870 (parece que se escribió
ese mismo mes).
La obra comenzó en Córdoba y se siguió en Buenos Aires; escribía las cartas a medida que
30 se publicaban ("escritas calamo currente sobre nuestra mesa").
C-B, "Prólogo", XXV: "Las [sic] recuerdos de la expedición se enhebraron y ordenaron
con la certidumbre del castigo próximo o bajo sus efectos; y la sanción venía de Sarmiento, cuya
candidatura había pronunciado Mansilla tres años antes."
[Que queden claros los siguientes puntos:
35 A. una idea de la cronología
B. una mención de los documentos anteriores, paralelos o posteriores a la excursión (así,
los textos de Ranqueles están rodeados de otros textos)
C. el modo de publicación de las cartas en LT.]

40 Fechas de publicación de las cartas: 20, 21, 22, 25, 26-27-28, 29, 30-31 de mayo; 1, 2, 3, 4,
5, 8, 9, 10, 12, 13-14, 15, 16, 17-18, 19, 20-21, 22, 23, 24, 25-26, 29, 30/6-1/7; 2, 3, 6, 7, 8, 9,
12, 13, 14, 16, 17, 18-19, 20, 21, 22, 24, 25-26, 27, 28, 29, 30, 31 de julio; 1-2, 3, 4, 7, 12, 13,
14, 16, 17, 18, 19, ¿21?, 26, 27, 31/8-1/9, 3 y 7 de septiembre. Fueron 66 cartas. Hubo un error
de numeración en la secuencia, que no se corrigió en las cartas siguientes.
45 La publicación se suspendió cuando estaba muy próxima la distribución del primer tomo,
que comprendía las primeras 32 cartas. A fines de año apareció el segundo tomo.
Noviembre de 1870: termina la publicación. A fines de año, sale el libro con cuatro cartas
más y un epílogo.
Ranqueles: premiada por el II Congreso Internacional de Geografía de París en 1875.
50 C-B, Logos, 133: "Mansilla entendía hacer una obra no sólo pintoresca sino valiosa por sus
observaciones del terreno, utilizable cuando se resolviera la campaña militar al desierto, siempre
discutida y aplazada."

C.) Consideraciones de tipología textual


55 Podemos considerar Ranqueles como crónica de viaje, como un conjunto de cartas o
correspondencia, como folletín, como relato periodístico y relato literario; tiene rasgos de cada
uno de estos tipos textuales.
Sosnowski, XIX: "... la crónica de los sucesos en sí ocupa, naturalmente, la vasta mayoría
de las páginas del libro -es, después de todo, una crónica de viaje- pero de los detalles surgen los
60 apartes necesarios para reconstruir las preocupaciones de otra época de transición."
5

Sosnowski, XXIII: "Si desde las primeras páginas notábamos que esta crónica de viajes
excedía las convenciones del género, ya hacia el final la crónica de la aventura se cierra en torno
a una plataforma docrinaria sobre la cuestión de los indios."
Sosnowski, XXV: "El encuentro romántico, sin embargo, perdura mientras mantiene un
5 contacto directo con los ranqueles."
Debe expresarse una distinción preliminar a la consideración de Ranqueles según estos
tipos textuales y genéricos: no podemos confundir la excursión misma con su relato, o sea, la
historia de la excursión a Leubucó con el discurso narrativo acerca de esa excursión.
I. Ranqueles como crónica, como relato:
10 Las cartas siguen el orden cronológico, son el relato de un viaje (partida, trayecto, llegada
y estadía, regreso). Él dice que su relato sigue un método, pero los críticos parecen ver que la
obra, más bien, era escrita atendiendo a las posibles respuestas del presidente Sarmiento. [Julio
Caillet-Bois; él habla del cálamo currente".] No debe escapársenos la etimología de la palabra
"método": "camino a través del cual".
15 El orden temporal lineal se quiebra por digresiones: hacia atrás (flashbacks, raccontos o
analepsis en la historia del cabo Gómez), hacia delante (adelantos o prolepsis en la historia de
Miguelito), hacia fuera (con alusiones entre líneas a situaciones conocidas por el lector
contemporáneo, como la similitud entre las calvicies de Sócrates y Sarmiento, o las críticas a la
guerra contra el Paraguay).
20 La duración temporal de cada suceso se ve afectada; por ejemplo, en la carta 20, Mansilla
como narrador somete al lector a una espera análoga a la que sufrió Mansilla como personaje
cuando se encontró con Mariano Rosas: "¿Qué dijo?/Lo sabremos después./Le contestó el otro
en la misma forma y modo./ ¿Qué dijo?/Lo sabremos también después." (131)
Al final de la misma carta: "Tendrás paciencia, hasta mañana, Santiago amigo, y el
25 paciente lector contigo" (131). Al comienzo de la carta 21: "Aprovechando una parada,
interrogué a Mora, que tomó la palabra para explicarme en qué consiste el arte de hacer de una
razón, dos o más razones" (132)...". En esta carta, Mansilla nos contará cuáles son los estilos
retóricos de los indios. Él está detenido en su marcha, esperando el encuentro con Mariano
Rosas, y el lector se detiene también en el relato del hilo fáctico, y la digresión asume el carácter
30 de "un curso de retórica completo".
Dentro de este paréntesis3 van apareciendo otros más, tangenciales, de manera que el
descanso de la "parada" se alarga, y allí Mansilla tiene oportunidad de mostrar su erudición
libresca (objetivada en lo que él llama su "vademécum de citas") y su formación procedente de la
experiencia. Tanto 'se va por las ramas', que él mismo dice: "Decididamente estoy fatal para las
35 digresiones" (136), y también: "¡Cuando he dicho que estoy fatal para las digresiones!" (136)

II. Ranqueles como un conjunto de cartas, como una correspondencia:


La disposición de Ranqueles está íntimamente relacionada con la entrega periódica en
forma de cartas. Los avances y retrocesos, las digresiones en el relato cumplen la función de
40 mantener el interés y plantear la expectativa que cada carta pueda generar.
Todas las cartas tienen dos destinatarios explícitos: Santiago Arcos y el público. Se dirige a
ese destinatario en la segunda persona del singular y en la segunda del plural ("ustedes")
[Función fática del lenguaje, que ya vieron el lunes.]
En la carta 1:
45 "No sé dónde te hallas, ni dónde te encontrará esta carta y las que le seguirán [se formula
una promesa], si Dios me da vida y salud.
"Hace bastante tiempo que ignoro tu paradero, que nada sé de ti; y solo porque el corazón
me dice que vives, creo que continúas tu peregrinación por este mundo, y no pierdo la esperanza
de comer contigo..." (5)
50 No se menciona el destinatario, porque, claro está, quien recibe la carta sabe quién es y
quién se la envía: hay un juego de reconocimientos mutuos entre Mansilla y Santiago Arcos. Sin
embargo, en otras cartas lo apela con su nombre, y lo llama "Santiago amigo".
Subgénero de la dedicatoria. La dedicatoria funciona como un reconocimiento simbólico.
Un destinatario de su misma clase: Santiago Arcos es chileno, hijo de españoles, de vida
55 dispendiosa. Ha estudiado en Inglaterra, fue revolucionario en Chile, estuvo en París, y en

3
Sobre los paréntesis y la complicidad con el lector, dice Mansilla en sus Causeries: "Les ruego
que me permitan seguir usando y abusando de los entre paréntesis. Este recurso gramatical es
como las guiñadas en la conversación."
6

EEUU. Hay un reconocimiento entre pares. Además, las cartas son una respuesta a Santiago,
"quien había abogado por una ofensiva contra los indios".
Sosnowski, XVII: Santiago Arcos estaba en España, y "le respondió con una serie de
impresiones de viaje, Sin rumbo ni propósito, publicadas en el mismo diario, a partir del 26 de
5 septiembre".
Sosnowski, XVII: "Más allá del interlocutor [...] Mansilla reconoce la presencia de un
público más amplio. Si Arcos es el cómplice inmediato para quien las vagas alusiones
sobreentienden la existencia de código común, Mansilla quiere acceder al público que éste
representa. La conversación privada se hace pública: el oyente se multiplica para hacerse eco de
10 estas ideas y plegarse a sus apuestas al futuro. Mansilla anhela el reconocimiento de la
generosidad de sus actos."
En otras ocasiones, se dirige a ambos destinatarios:
En la carta 9: "¡Ojalá que a ti y al lector le sucediera lo mismo con el cuento del cabo
Gómez!" (51)
15 En la carta 4, distingue un destinatario de otro, y dice a propósito de la "rastrillada": "Si en
lugar de estar conversando contigo públicamente lo hiciera en reserva, no me detendría en estos
detalles y explicaciones. Todos los que hemos sido público alguna vez sabemos que este
monstruo de múltiple cabeza, sabe muchas cosas que debiera ignorar e ignora muchas otras que
debiera saber. ¿Quién sabe, por ejemplo, más mentiras que el público?" (23)
20 Su receptor doble lo obliga a dejar ciertas señales, y entonces, opta por dirigirse a Santiago,
y nombrar al público en tercera persona.
También recurre a la primera del plural; en la carta 25: "... entremos al toldo de Mariano
Rosas"; "descansemos [...] hasta mañana". (163)
El problema con estos textos reside en que son cartas privadas y públicas a un mismo
25 tiempo: dirigidas a un interlocutor claramente identificado (el objeto de su dedicatoria), y a
muchos otros, que pertenecen al círculo de su clase, al público lector de La Tribuna. En este
sentido, las cartas alternan entre el tono confidencial, coloquial, y el distante, irónico; nos
incluye y nos excluye [Ya lo vieron el lunes].
Como toda carta, éstas también tienen sus marcas de enunciación: debemos deslindar la
30 excursión (realizada entre el 30 de marzo y el 17 de abril) del relato de la excursión (publicado
entre el 20 de mayo y el 7 de septiembre). Hay numerosas señales de que las cartas se escriben
con posterioridad al viaje completo, en otro lugar:
* Carta 10: Mansilla menciona la muerte de Urquiza (11 de abril de 1870) y la persecución
de uno de sus asesinos, López Jordán: "Ahora la hemos emprendido con Entre Ríos, donde
35 López Jordán se encargó de despacharlo a Urquiza./Todos, todos han sentido su muerte
muchísimo." (61)
* Carta 18: "... los dramas reales tienen más mérito que las novelas de la imaginación./ La
otra noche se lo decía yo a Behetti, rogándole me hiciera el sacrificio de ciento cincuenta varas,
vulgo, me acompañara una cuadra." (113) [Aquí podemos ver cómo hace humorísticamente una
40 concesión al público, aclarando a qué equivalen ciento cincuenta varas.]
Carta 30: "Yo he aprendido más de mi tierra yendo a los indios ranqueles, que en diez años
de despestañarme". (193) Mansilla declara: "he aprendido ... yendo": el viaje ya ha pasado, aún
cuando el narrador considera, con el uso del pretérito perfecto que ese acontecimiento todavía
influye en la actualidad de su relato.
45 En la misma carta, una referencia al lugar de escritura: "Grandes y populosas ciudades
como Buenos Aires [...]./Fuera de aquí, campos desiertos". (197)
Carta 35: "Me puse, pues, a comer con tanta gana como anoche en el Club del Progreso."
(232)
* Carta 41: sobre una cautiva, dice: "Era de San Luis, tengo su nombre apuntado en Río
50 Cuarto. No lo recuerdo ahora." (II, 8)
Carta 42: "... prefiero el aire libre del desierto, su cielo, su sublime y poética soledad a
estas calles encajonadas, a este hormigueo de gente atareada, a estos horizontes circunscriptos
que no me permiten ver el firmamento cubierto de estrellas, sin levantar la cabeza, ni gozar del
espectáculo imponente de la tempestad cuando serpentean los relámpagos lumniosos y ruge el
55 trueno" (14, II). Ya no está allí.
* [Las referencias de las cartas 10, 18 y 41 corresponden al prólogo de Julio Caillet-Bois a
su edición de Ranqueles.]
Sin embargo, da a sus cartas la la apariencia de haber sido escritas al cabo de cada jornada,
redactándolas en tiempo presente (en la carta 9: "y como sigue lloviendo y estoy mojado hasta la
60 camisa, me despido hasta mañana" [57]); carta 26: "hoy quedamos en la enramada" (164), o
7

bien, transmitiendo las expectativas ya pasadas como hechos futuros (en la carta 34: "Mañana
estaremos de recepción" [226], incluyendo en este caso al lector).
A veces, oscila entre la referencia temporal correspondiente a la excursión misma y la
referencia temporal correspondiente al tiempo del lector, que lee el diario durante el día. Al final
5 de la carta 8 se despide, después de haber contado el relato del cabo Gómez durante el fogón
nocturno, con un: "¡Buenas noches!, por no decir buenos días, o salud, lector paciente". (51)
A menudo centra el relato de cada día en una carta, pero alarga un episodio cuando es
necesario, y remite al lector a la carta siguiente, o bien una carta se prolonga en más de una
entrega en folletín.
10 Entre las cartas se establecen estrechas relaciones, referencias, que van más allá de la
sucesión temporal. En la carta 33: "... reanudemos el hilo del relato empezado al terminar mi
carta anterior". (218)
Tipos de referencias:
Remisiones internas (cartas 9-49: "señales" de peligro: el pañuelo y la "pera trenzada"; 10-
15 40: La Tribuna y los indios); en la carta 42, Mansilla dice sobre Mora: "Ya he dicho quién era en
una de mis primeras cartas, y si no estoy trascordado, ofrecí contar su vida". (17, II)
Remisiones anafóricas, hacia atrás (carta 26: "de las dos proposiciones de Mariano Rosas
sobre las bestias opté por la primera..." [163]. Remisiones catafóricas, hacia delante (carta 35:
"una cara que yo no había visto desde que llegamos, cuya aparición por allí debía preocuparme,
20 se mostró por una rendija del toldo y con disimulo me hizo una seña significativa. [...] lleno de
curiosidad: ¿qué habrá?" [233]; carta 36: "La cara era de Camilo Arias" [233]).
Remisiones externas: se trata de envíos hacia los 'blancos' que debe llenar el lector: las
referencias dirigidas a lo más selecto de su público lector, al círculo de su clase. Por ejemplo,
hoy necesitamos una nota al pie para saber a quién llama Orión; o cuando respecto de la carta 36,
25 Mansilla aconseja: "será mejor que no la lean las señoras" (233). En sus citas de otros escritores,
no recurre a la traducción si éstas corresponden a otros idiomas: el público puede leerlas sin
necesidad de traducirlas, y no precisa que le digan a qué obra corresponde. (A diferencia del
periodismo actual, que debe clarificar, informar.) Al lector actual se le escapan muchas
referencias de la época.
30 Más la autorreferencialidad: todo lo que apunta a la persona de Mansilla como personaje,
pero no es tema de este trabajo.
III. Ranqueles como folletín
La obra corresponde a la literatura por entregas o de folletín, en la que confluyen las
formas del periodismo (por ejemplo, el uso del copete, con la enumeración de contenidos en
35 construcciones nominales, y el uso del presente) y la literatura.
Esta forma de publicar tiene una larga historia en la literatura europea, aunque su mayor
auge se dio entre 1830 y 1914 (Charles Dickens en Inglaterra y H. de Balzac en Francia).
Hay que relacionarla con los avances técnicos en el arte de la impresión, y con un "proceso
de crecimiento diversificación de la prensa" que "se traduce prácticamente en una demanda
40 creciente de materiales y en la creación de un tipo particular de literatura periodística" (Rivera,
15).

Rivera: Características:
1. Fragmentación y suspenso:
45 J R, 39-40: "Los autores de novelas para folletín fundaban gran parte de su éxito en la
habilidad para crear suspenso, ese arte de las postergaciones que tiene su previsible apoyatura en
la exigencia práctica de fragmentar la publicación en un número convencional de entregas y de
mantener latente, al mismo tiempo, el interés de los lectores."
J R, 43: "No interesa tanto el resultado final del conjunto como la riqueza de los materiales
50 y de la información acumulada, el laberinto de adiciones, raccontos, explicaciones, epifanías,
trucos y correcciones que se van hilvanando paso a paso."
"El lector parece necesitar y esperar, una y otra vez, la reiteración de las acciones
arquetípicas que ponen en marcha al héroe y a sus oponentes. Hambre de redundancia, como la
que distingue al consumo de la literatura de masas según sugerente apreciación de Eco, para
55 quien el folletín ochocentista representaría, sin embargo, el triunfo de la información -esto es, del
sobresalto informativo- en una sociedad cargada de mensajes redundantes."
25: "El sistema de cortes en el relato revitaliza permanentemente la vigencia de este
esquema recurrente al abrir en cada caso una interrogación sobre el futuro del héroe."
2. Aventuras en lugares exóticos o de aventuras geográficas: es una de las tantas líneas de
60 la novela por entregas o por folletín. Lo pintoresco. Nacionalismo y patriotismo.
8

J R, 57: "La novela popular satisface la afición a lo extraordinario: Nos interesa menos el
enigma propuesto que la mezcla de lo extraordinario con lo cotidiano."
3. 60: "Los contenidos de la novela popular son aceptados porque responden a una
necesidad social de los lectores, corroboran, en suma, sus actitudes, valores, intereses y visión
5 del mundo".
Epígrafes de La Cautiva (aunque no la citaba, porque el público reconocía la obra) a
algunas de las cartas; de Comte y de Emerson.
Las preguntas retóricas no esperan respuesta, son guiños dirigidos al lector.
Lo mismo sucede con el uso del paréntesis, que borra a parte de su público con alusiones.
10 Captatio benevolentiae: guiño al lector.
Falsa modestia.
Viñas, 168: "... a partir de ese desdén o preocupación por la arquitectura sistemática, su
fraseo asimétrico y zigzagueante, su elección de fragmentos de aquí y de allá para yuxtaponerlos
apenas con el empalme de numerosas digresiones o la remisión familiarmente tendida al lector
15 que lo conoce de cerca y lo ha seguido a lo largo de la obra [...] corroboran esa necesidad de
gustar." "... el condicionamiento al folletín sirve como explicación inmediata..." Respecto del
público, Mansilla intenta "adecuarse a él serle grato y gustarle", y, además, "esforzarse por
mantenerlo pendiente de lo que se expone".
4. La figura del protagonista y su conflicto: se trata de un héroe que sufre un conflicto de
20 reivindicación:
J R, 28: "El héroe de la novela popular, como corresponde a su ascendencia romántica, es
casi siempre un solitario segregado del mundo [...]. Esta condición escindida lo pone en
conflicto, naturalmente, con el resto de la sociedad o con un sector de ella."
34: "A favor de su omnipotencia el héroe de la novela popular se mueve alternativamente
25 en dos planos: los bajos fondos y el 'gran mundo', que son los dos puntos de la escala en máxima
tensión conflictual."
5. Dualismo, polarización: en la novela popular por entregas se presenta la oposición
malos-buenos; en Ranqueles podemos reconocer otras: civilizados-bárbaros; ciudad-campo;
sencillez-artificio, etc.
30
IV: Ranqueles como relato periodístico y literario:
Mansilla informa (hay un paso del pretérito al presente, un acercamiento entre los hechos y
el relato de los hechos, propio de la crónica periodística), argumenta, opina, editorializa.
Al mismo tiempo, hay un tratamiento literario de los materiales: descripciones, relatos
35 fantásticos (con su explicación y su regreso a la realidad), personas de la historia convertidas en
personajes (de Miguelito, dice Mansilla que era una "aparición novelesca" [178]). Los valores
literarios han hecho perdurar el texto, que ha llegado hasta nosotros, quienes podemos
considerarlo como un clásico de nuestra literatura.
Marita Grillo
40
9

IDEAS MIAS PARA EL TRABAJO:

UAR sigue el orden temporal lineal, quebrado por digresiones: hacia atrás (flashbacks,

raccontos o analepsis), hacia delante (adelantos o prolepsis), hacia fuera (interpolaciones).

5 El relato parte de un presente que es posterior a la excursión (carta 42: "... estas calles

encajonadas"; carta 35: "Me puse, pues, a comer con tanta gana como anoche en el Club del

Progreso"), pero da a sus cartas la apariencia de haber sido escritas al cabo de cada jornada,

redactándolas en tiempo presente (carta 9: "y como sigue lloviendo y estoy mojado hasta la

camisa, me despido hasta mañana"), o transmitiendo las expectativas ya pasadas como hechos

10 futuros (carta 34: "Mañana estaremos de recepción", incluyendo en este caso al lector).

A menudo centra el relato de cada día en una carta, pero alarga un episodio cuando es

necesario y remite al lector a la carta siguiente (a la siguiente entrega en folletín).

Así, la duración temporal de cada suceso se ve afectada; por ejemplo, cuando somete al

lector a una espera análoga a la que sufrió él cuando se encontró con Mariano Rosas

15 "Aprovechando una parada..." (carta 21), LVM nos contará costumbres de los indios. Él

está detenido en su marcha, esperando el encuentro con Mariano Rosas, y el lector se detiene

también en el relato del hilo fáctico, y la digresión asume el carácte de "un curso de retórica

completo".
Dentro de este paréntesis van apareciendo otros más, tangenciales, de manera que el

20 descanso de la "parada" se alarga, y allí LVM tiene oportunidad de mostrar su erudición libresca

(objetivada en lo que él denomina "vademécum de citas") y su formación procedente de la

experiencia. Tanto 'se va por las ramas', que él mismo dice: "Decididamente estoy fatal para las

digresiones", y también: "¡Cuando he dicho que estoy fatal para las digresiones!"

Y en la carta siguiente: "¿Qué dijo?/Lo sabremos después./Le contestó el otro en la

25 misma forma y modo./ ¿Qué dijo?/Lo sabremos también después." (Carta 20)

La disposición de UAR está íntimamente relacionada con la entrega periódica en forma

de cartas. Los avances y retrocesos, las digresiones en el relato aparecen funcionalizadas en el

interés y en la expectativa que cada carta pueda generar.

Sistema de referencias:
10

Remisiones internas (cartas 9-49: "señales" de peligro: el pañuelo y la "pera trenzada";

10-40: "La Tribuna-indios)

Remisiones catafóricas (carta 26: "de las dos proposiciones de Mariano Rosas sobre las

bestias opté por la primera..."; carta 35: "una cara..."- carta 36: "la cara era de Camilo Arias".

5 Remisiones externas: los 'blancos' que debe llenar el lector: las referencias dirigidas a lo

más selecto de su público lector, al círculo de su clase. Por ejemplo, hoy necesitamos una nota al

pie para saber a quién llama Orión; o, respecto de la carta 36, LVM aconseja: "será mejor que no

la lean las señoras". En sus citas de otros escritores, no recurre a la traducción si éstas

corresponden a otros idiomas: el público puede leerlas sin necesidad de traducirlas, y no precisa

10 que le digan a qué obra corresponde. (A diferencia del periodismo actual, que debe clarificar,

informar.)

Más la autorreferencialidad.

Stern: "pluralización de la instancia del interlocutor o lector": en la carta 4, dice a

propósito de la "rastrillada": "Si en lugar de estar conversando contigo públicamente lo hiciera

15 en reserva, no me detendría en estos detalles y explicaciones". Su receptor doble lo obliga a dejar

ciertas señales.
11

PARA AGREGAR AL DOCUMENTO QUE QUEDO EN LA UA:

1. La frase "es un medio de vivir, que no siempre da de vivir", trae los ecos de un artículo

de costumbres del escritor y periodista romántico español Mariano José de Larra titulado

"Modos de vivir que no dan de vivir": en ese escrito, Larra enumera una serie de profesiones o

5 carreras de gran cantidad de personas que viven, "como el pobre del Evangelio, de las migajas

que caen de la mesa del rico" y que son, más bien, "pretextos de existencia que verdaderos

oficios". (153)

Entre esos modus vivendi, Larra nombra a los cafeteros ambulantes, a los que venden

agua en verano, a las traperas, a los zapateros remendones, a los que viven de las propinas, a los

10 comparsas de teatro. Esta enumeración se cierra con los que tienen el oficio "más menudo" "que

el de escribir para el público y hacer versos para la gloria".

2. 1865-1870: guerra contra el Paraguay

15 BAAL:

Citas textuales

115: "... es quizá el libro argentino... la explicación histórica."

116: "En La Tribuna ... de la vida de Mansilla."

20 Carta de LVM a Arredondo del 27 de marzo: en ella explicaba los objetivos militares, y

añadía:

126: "Esta excursión, señor General, no la considero peligrosa en estos momentos, antes

por el contrario la considero indispensable para evitar desinteligencias futuras con los Caciques,

y, en último caso, útil, por cuanto ella me permitirá levantar el croquis del camino que conduce a

25 Leubucó por la Laguna del Cuero y recoger multitud de datos interesantes, penetrando

personalmente hasta el corazón de las tolderías.

"Durante mi ausencia, quedarán en rehenes en el Río 4° el hermano del Cacique Ramón,

y en Sarmiento el Cacique Achaoentrú, hermano de Mariano Rosas, varios caciques y

lenguaraces."
12

Mientras LVM estaba en tierra de ranqueles, el corresponsal anónimo enviaba, con el

seudónimo de Manco Cápac, sus apologías de LVM.

LVM también escribió desde tierra adentro, al comandante Racedo:

129:

5 "El Cuero, Abril 1° de 1870

Querido Racedo:

La pampa está cubierta de agua, como jamás la han visto los indios. Pero he llegado con

felicidad, sufriendo una lluvia diluviana con solemnes acompañamientos de truenos horroríficos,

cayendo caballos, mulas y jinetes en el guadal, con el que no puede uno descuidarse.

10 Vamos todos alegres como unos niños; ayer se deslomó una mula y manducamos.

La felicidad no es una quimera. Hay que atraparla por los cabellos, Con mis afectos para

todos los camaradas, deseándole salud y alegría, crean que los quiera su affmo.

L. V. Mansilla"

Mansilla queda suspendido en su cargo por el fusilamiento de un desertor en el que se

15 había cometido alguna irregularidad:

131: "Muy poco le quedaba por hacer al Comandante de fronteras en Villa Mercedes, y se

apresuró a marcharse a Buenos Aires, adonde llegó el 12 de mayo. El día anterior se había

publicado su informe, enviado al general Arredondo al día siguiente de su llegada." [Recordemos


que se trataba del "Cuadro Completo del Estado de los Toldos", dirigido a Arredondo, que tenía

20 data de Villa Mercedes, del 18 de abril.]

131: "En la inactividad forzosa, Mansilla se puso a componer con los recuerdos de su

expedición un libro que la salvaría del olvido y de la presunta injusticia."

3. Santiago Arcos estaba en España, y "le respondió con una serie de impresiones de

viaje, Sin rumbo ni propósito, publicadas en el mismo diario, a partir del 26 de septiembre".

25 *** 66 cartas, más otras dos, un epílogo y un mapa.

4. 1869: avance general de las fronteras.

5. 133: "Mansilla entendía hacer una obra no sólo pintoresca sino valiosa por sus

observaciones del terreno, utilizable cuando se resolviera la campaña militar al desierto, siempre

discutida y aplazada."
13

6. Deslindar la excursión del relato de la excursión: textos que la anteceden y que le

siguen.

Stern

"Vacilante en su fidelidad al esquema epistolar que la encuadra -asentado en la

5 convención de no otorgar lugar a la emergencia de elementos ficcionales-, saturada de señales,

marcas de enunciación, shifters de audición y de organización narrativa e instrucciones al lector,

que prescriben tanto cierta modalidad de relación con el texto como sus más convenientes cursos

o itinerarios de lectura..."

LVM como cronista, historiador, narratario de historias individuales, compilador de

10 testimonios orales, memoria viva.

Su padre había escrito un Proyecto de seguridad de la frontera y de reforma militar, y un

Plan de defensa de las fronteras de Buenos Aires (1860).

Su exposición relativa la situación del indio y del gaucho se conecta fuertemente con las

ideas expuestas ya por José Hernández durante 1869 en sus editoriales de El Río de la Plata.

15 7. Molloy:

745: "Después de un escándalo -el desafío público a Mármol que le cuesta una temporada

en la cácel- Mansilla se refugia en Paraná, luego en Santa Fe, donde 'un federal me reconoció -ya

era tiempo- y me llevó a su casa' (EN, 105). El mismo federal, dos noches más tarde, llama a la
puerta de su cuarto; tiene que redactar una descripción del río Salado para un diario de Paraná y

20 le pide a Mansilla que lo reemplace: 'yo lo mandaré como cosa mía' (EN, 106). Se obvian las

protestas de Mansilla quien, para defenderse, recurre a su escasa experiencia: sólo es autor de

'cartas a mamita y a tatita, y (...) una que otra traducción del francés'. Eso, le dice el huésped, ya

es escribir. Días después se le pide a Mansilla algo más: no que escriba por otro sino que redacte

él mismo un periódico, que firme con su nombre."

25 No tenía dinero, sólo cinco pesos bolivianos:

"Había metido involuntariamente las manos en las faltriqueras, sentí que mis cinco

bolivianos se habían reducido casi a cero, y aquella sensación dolorosa (¿o no es dolorosa?)

decidió mi destino futuro" (EN, 108).

8. 755: "Una excursión a los indios ranqueles, en su engañosa linealidad interrumpida,

30 cada tanto, por digresiones amables, da, como no la dan los otros textos de Mansilla, una imagen
14

rotunda de un yo autoritario, en más de un sentido del término. Autoritario porque se inventa, sin

cesar, a sí mismo; autoritario además porque maneja -en el nivel de los hechos- un poder que él

mismo se ha atribuido. La excursión -invento de Mansilla- es presentada como mucho más (y

acaso mucho menos) de lo que fue. Dura apenas (se recordará) dieciocho días."

5 "Estudiar en dieciocho días usos, costumbres, ideas, religión y lengua del otro es tarea

ardua si no irrealizable; más factible habría sido 'inspeccionar yo mismo el terreno por donde

alguna vez quizás tendrán que marchar las fuerzas que están bajo mis órdenes'."

Viñas:

Las preguntas retóricas no esperan respuesta, son guiños dirigidos al lector.

10 Lo mismo sucede con el uso del paréntesis, que borra a parte de su público con alusiones.

Sobre el folletín:

168: "... a partir de ese desdén o preocupación por la arquitectura sistemática, su fraseo

asimétrico y zigzagueante, su elección de fragmentos de aquí y de allá para yuxtaponerlos apenas

con el empalme de numerosas digresiones o la remisión familiarmente tendida al lector que lo

15 conoce de cerca y lo ha seguido a lo largo de la obra [...] corroboran esa necesidad de gustar." "...

el condicionamiento al folletín sirve como explicación inmediata..." Respecto del público, LVM

intenta "adecuarse a él serle grato y gustarle", y, además, "esforzarse por mantenerlo pendiente

de lo que se expone".

20

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