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A29 Clasificación de Madera Estructural de P. Pinaster Ait. Mediante Ultrasonidos
A29 Clasificación de Madera Estructural de P. Pinaster Ait. Mediante Ultrasonidos
MEDIANTE ULTRASONIDOS
Dr. Luis Acuña Rello (1); Dr. Rafael Díez Barra (2); Dra. Milagros Casado Sanz (1); Ing.
Andrés Llorente Fernández (1); Dra. Mª Teresa Lázaro Sánchez (1); Dr. Alfonso Basterra
Otero (1); Dr. Enrique Relea Ganga (1); Dra. Gemma Cueto Ramón (1)
(1) Laboratorio de Maderas de la Universidad de Valladolid. Avda. de Madrid 44 (Yutera), 34071 – Palencia,
España. Correo electrónico: maderas@iaf.uva.es
(2) Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, CIFOR-INIA. España
Resumen
Empleando la técnica de transmisión ultrasónica se estudió la posibilidad de clasificar la
madera estructural de P.pinaster Ait. en calidades aptas para su uso estructural, utilizándose
para ello diferentes partidas de madera de tamaño estructural, sobre las que se realizó una
clasificación visual antes de ser ensayadas, y asignándose a cada una ellas las calidades
ME1, ME2 o rechazo, que la norma UNE 56544 establece.
Las medidas de las velocidades longitudinales de onda ultrasónica se realizaron con un
equipo Sylvatest® y con ellas se trabajó para determinar una velocidad “frontera” que nos
permitiese clasificar las piezas entre estructurales o no estructurales; obteniéndose
finalmente a un valor de la velocidad V0, corregida por la distancia entre palpadores, de
5150 m/s.
Los resultados de este trabajo muestran una buena relación entre las características
determinadas por la técnica ultrasónica y los ensayos de flexión estática y rotura, en
particular los primeros, e indica que esta técnica no destructiva se puede utilizar con
garantías en P. pinaster Ait. para llevar a cabo una clasificación resistente de la madera,
aportando un rendimiento mayor que con la clasificación visual, UNE 56.544 y una menor
proporción de errores de riesgo en la asignación.
1.- Introducción
Hoy en día, la posibilidad de clasificar de forma precisa una determinada muestra de
madera estructural utilizando como criterio sus propiedades mecánicas, supondría aumentar
de forma importante el valor de mercado del material. Dado que el ensayo mecánico
necesario para determinar de forma exacta el módulo de rotura (MOR) y/o el módulo de
elasticidad (MOE) imposibilitaría el posterior uso de la madera, se han utilizado diferentes
métodos de predicción de la calidad del material, siendo la clasificación visual el método
más usado para decidir sobre la calidad mecánica de la madera, esencialmente por su
sencillez y por su bajo coste.
Históricamente, una de las primeras normas de clasificación visual de madera estructural se
estableció en los años 20 y fue desarrollada y publicada por el Forest Products Laboratory
de Madison (EE.UU.), habiendo aparecido desde entonces diferentes normas de
clasificación visual en Europa, pudiendo destacar las normas alemana (DIN), inglesa (BSI),
francesa (AFNOR), etc. (1)
Con independencia de cuál sea la norma de clasificación visual utilizada, todas tienen en
común el ser tremendamente conservadoras, lo que conlleva una doble lectura. Por una
parte lleva a eficiencias clasificadoras (porcentaje de acierto) muy bajas, raramente superan
el 50 % lo que va en detrimento del beneficio económico que pueda reportar el producto.
Por otra parte, también es un hecho el que se asegure al usuario un producto que estará, casi
siempre, por encima de las exigencias elasto-mecánicas preestablecidas.
La variabilidad que presenta la madera en todas sus propiedades, y en particular en las
mecánicas, es considerablemente amplia, lo que se puede achacar esencialmente a la
heredabilidad genética, al manejo selvícola y al procesamiento industrial, manifestándose
no solo entre árboles de diferentes especies, sino también dentro de una misma especie,
entre pies de una misma masa y dentro del mismo árbol. Variaciones de algunas
propiedades, medidas a través del coeficiente de variación, del 30-40% son relativamente
habituales (2), obligando a clasificar la madera en grupos o calidades, a los que se asigna
una resistencia con un nivel de seguridad aceptable.
Las variables clasificadoras que se utilizan en la Norma europea EN 338 para la definición
de esos grupos de calidad homogénea son Módulo de Rotura a la flexión (MOR), el
Módulo de elasticidad a flexión (MOE) y la densidad.
Los primeros ensayos empleando técnicas de ultrasonidos se remontan a 1965, cuando Lee
I. D. G. los utilizó para examinar el grado de pudrición de cubiertas de madera, habiendo
sido muchos los investigadores que han comprobado la eficacia del método de ultrasonidos
para determinar las constantes elásticas de la madera, (Bucur, V. 1984 a; Waubke, N.V.
1981, Sandoz, J.L 1989, Herzig, L. 1992, Koubaa, A. et al. 1997, Hernández, R. et al. 1998)
(3). La técnica de ultrasonidos puede ser aplicada, esencialmente, siguiendo los
procedimientos de transmisión o pulso eco, siendo los primeros los que más amplia
aplicación están teniendo en la madera, utilizándose muy ampliamente aquellos que
consisten en dos transductores, uno emisor y otro receptor que, perfectamente acoplados a
la madera, miden el tiempo que tarda la onda ultrasónica en llegar de uno a otro (TOF.-
Time of Flight).
La aplicabilidad del método reside en la fuerte relación existente entre las propiedades
elastomecánicas del material (Rajeshwar, B. 1997) en particular el módulo de elasticidad, y
la constante dinámica (C11) obtenida a partir de la velocidad de propagación de los
ultrasonidos. En estudios realizados sobre probetas pequeñas libres de defectos se han
obtenido buenos resultados en la predicción del módulo de elasticidad a través de la
velocidad de propagación de ultrasonidos y la densidad en equipos automáticos (Boström,
L. 1994). Para aplicar esta técnica como instrumento clasificador, ya en los años 70,
Pellerin R.F. (1978) y Agi J.J. (1978) concluyeron que la velocidad de las ondas
ultrasónicas decrecía a medida que aumentaban los defectos en tamaño y número (4),
permitiendo así poder establecer velocidades críticas entre calidades. Desde entonces han
aparecido un gran número de trabajos que utilizan la velocidad ultrasónica como variable
clasificadora de la calidad de la madera (5).
Los trabajos que aquí se presentan, se encuadran dentro del proyecto del Plan Nacional
I+D+I, AGL2002-03386 subvencionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de
España.
2.- Material y métodos
Se utilizó una muestra de 1300 vigas de madera de P. pinaster de diferentes escuadrías,
tabla 1, y de 3 regiones de procedencia de Castilla y León, Meseta Castellana, Sierra de
Oña-Bureba y Sierra de Gredos, figura 1.
La norma española UNE 56544:2003 clasifica la madera en tres clases, denominadas ME-1,
ME-2 y rechazo. En la clase superior, la ME1, se suelen incluir piezas con poca nudosidad,
alta rectitud de fibras, desprovistas de gemas, médula o azulado; piezas, en suma, con una
elevada apariencia. A la clase segunda, la ME2, suelen asignarse aquellas piezas que
presentan una mayor nudosidad, una cierta inclinación general de la fibra, cierta cantidad
de gema o que presentan médula o azulado. Finalmente, a la clase denominada de rechazo
se asignan todas aquellas piezas que presentan defectos en una cuantía elevada, tabla 2.
Tabla 2.- Resumen la norma de clasificación visual UNE 56544:2003
Deformaciones máximas2)4)
Curvatura de cara 10 mm (para una longitud de 2m) 20 mm (para una longitud de 2 m)
Curvatura de canto 8 mm (para una longitud de 2m) 12 mm (para una longitud de 2m)
Alabeo 1mm (por cada 25 mm de h) 2mm (por cada 25 mm de h)
Atejado o abarquillado 1/25 de h 1/25 de h
1) Estas características sólo se considerarán cuando se comercializa en húmedo.
2) Estas características no se considerarán cuando la clasificación se efectúa en húmedo.
3) Referidas a un 20% de contenido de humedad. Las fendas de contracción sólo se considerarán si su longitud es
mayor que la menor de las dimensiones siguientes: ¼ de la longitud de la pieza y 1m.
4) Referidas a un 20% de contenido de humedad. Pueden aceptare deformaciones mayores siempre que no afecten a la
estabilidad de la construcción (porque puedan corregirse durante la fase del montaje) y exista acuerdo expreso al
respecto entre el suministrador y el cliente.
Para secciones cuya relación h/b ≤ 1,5, las cuatro superficies serán consideradas como caras.
Tabla 3.- Valores característicos del P. pinaster con clases resistentes C24 y C18
Densidad suavizada
10
(X 0,0001) Estructural ⎯⎯
Rechazo ⎯⎯
8 Valor de corte ⎯⎯
6
Densidad
5150
4
2
4228 5021
0
3200 3700 4200 4700 5200 5700 6200 6700 7200
Velocidad V0 m/s
4900 5300
4700 5100
4500 4900
4300 4700
4100 4500
ME1
1 ME2
2 Rech
3 ME1
1 ME2
2 Rech
3
Clasificación por MOR Clasificación visual UNE 56.544
5500 5500
5300 5300
5100 5100
4900 4900
4700 4700
4500 4500
ME1
1 ME2
2 Rech
3 ME1
1 ME2
2 Rech
3
Clasificación por MOE Clasificación por MOR + MOE
Los valores característicos de la población total obtenida tras el ensayo destructivo (EN
408), así como los de las subpoblaciones formadas por piezas asignadas como
“estructurales” siguiendo tanto el criterio del método visual (clase ME1 + clase ME2) y el
del método de ultrasonidos, se presentan en la tabla 4, donde se comprobó que el grupo
estructural formado por la clasificación con ultrasonidos cumple sobradamente las
exigencias que para la clase resistente C18 establece la EN 338 para P. pinaster,
habiéndose obtenido valores muy cercanos a la clase C24.
Visual Ultrasonidos
Total
ME1 + ME2 V0 > 5150 m/s
Nº de piezas 1297 476 430
MOR característico (MPa) 12,6 14,6 23,3
MOE medio (MPa) 8509 8676 10898
Clase según EN 338 < C14 C14 C22
Del total de las piezas que habían sido asignadas a la clase estructural tanto por el criterio
visual, como por el de ultrasonidos, no todas cumplen la exigencia resistente de la norma,
es decir, no han reportado valores mecánicos estructurales en el ensayo mecánico,
quedando recogidos en la tabla 5 las que de cada una de ellas realmente los cumplen, así
como sus características mecánicas.
Tabla 5.- Descripción de la población estructural real y de las asignaciones ciertas por
clasificación visual y por ultrasonidos en P. pinaster
Tabla 6.- Piezas de rechazo. Sobreestimas por clasificación visual y ultrasonidos en P. pinaster
Sobreestima Sobreestima
Rechazo
Visual Ultrasonidos
Nº de piezas 641 215 70
MOR característico (MPa) 10,4 16,1 18,36
MOE medio (MPa) 6120 7204 7036
Clase según EN 338 < C14 C14 C14
Tabla 7.- Aciertos y fallos de las clasificaciones visual y por ultrasonidos en P. pinaster
Clasificación Ultrasonidos
Visual V0 > 5150 m/s
Estructurales 261 (20,1 %) 360 (27,8 %)
Aciertos Rechazos 427 (32,9 %) 573 (44,2 %)
TOTAL 53,0 % 72 %
Sobreestimas 215 (16,6 %) 70 (5,4 %)
Fallos Subestimas 394 (30,4 %) 296 (22,8 %)
TOTAL 47,0 % 28,2 %
4.- Conclusiones.
De todo lo expuesto se pueden extraer una serie de conclusiones. En primer lugar, se puede
afirmar que la asignación de calidad por ultrasonidos, al igual que ocurre en la clasificación
visual, tabla 5, es deseablemente conservadora, aunque la clasificación por ultrasonidos
toma una ventaja inicial al presentar un porcentaje de aciertos del 72%, bastante superior
al obtenido mediante la clasificación visual que fue de un 53%.
Otra de las ventajas observadas para la clasificación mediante ultrasonidos es que los
valores característicos del grupo estructural asignado corresponde a una clase resistente,
prácticamente, C24, mientras que en la clasificación visual ese grupo solo alcanzaría la
clase C22. Este hecho podría llevar a pensar en reducir el valor de paso V0, sin embargo al
hacerlo aparecen inmediatamente aumentos importantes en las sobreestimas que harían
perder efectividad al método.
En cuanto a los riesgos (sobreestimas) de los dos métodos de clasificación se observa que la
clasificación visual ha superado los límites de seguridad con una sobreestima del 16,5%
respecto al total de la población, siendo solamente del 5,4 % en la clasificación por
ultrasonidos. En cualquier caso, las sobreestimas por ambos métodos han incluido madera
de clase C14 dentro de la madera estructural.
El porcentaje de aciertos y errores que resulta de esta clasificación, presentados en la tabla
7, hace que en una partida de P. pinaster clasificada visualmente, aproximadamente el 53%
lo estén de forma correcta, un 16,6% estén peligrosamente sobrevaloradas y un 30% estén
subvaloradas. Entre tanto, la clasificación realizada utilizando la velocidad de corte V0 antes
determinada, proporciona una clasificación mucho más ajustada a la realidad que la anterior
y, si bien aún está lejos de la ideal, la ventaja que proporciona en todos los aspectos es
destacable.
Haciendo énfasis en ello, cabe destacar tres aspectos importantes en esta comparación. En
primer lugar el mayor porcentaje de aciertos, un 72 %, a favor de la clasificación mediante
la velocidad V0, lo que supone una primera ventaja innegable del método; en segundo lugar
algo tremendamente importante para el usuario final, como es el menor porcentaje de
piezas sobrevaloradas, que en realidad serían aquellas que podrían suponer un serio
inconveniente para el consumidor, ya que las características que presentan estarán por
debajo de las exigencias técnicas que de ellas se esperan.
Por último, el que se obtenga, aproximadamente, un 8 % menos de piezas subvaloradas,
significa que éstas están incluidas en la clase estructural, y por tanto, se han añadido a la
cadena comercial.
5.- Bibliografía.