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SOCIEDAD

11 de mayo de 2018
El polémico video por el Mundial de TyC Sports

Todo el odio a la
diversidad en un solo spot
El spot que TyC Sports lanzó sobre el Mundial recibió un aluvión de críticas por su
tono homofóbico apenas fue puesto al aire. La reacción llevó al canal a suspender su
emisión.
Por Diego Trerotola

Con una respetuosa carta en primera persona a Putin, el spot publicitario de


TyC Sports sobre el inminente Mundial de Rusia le falta el respeto a toda la
comunidad LGBTIQ cuando tras señalar que el país sede “no admite las
manifestaciones de amor entre hombres”, hace una antología atroz de la
virilidad explosiva del jugador y del hincha argentino, dentro y fuera de la
cancha, una suerte de exaltación que redunda terriblemente en apología
directa de la pasión machista y homofóbica alrededor del fútbol. Al principio
de la publicidad una voz y un cartel anuncian doblemente “¡Estamos en
problemas!”. Y tal vez esa sea la única verdadera lucidez que podríamos
admitir del spot, aunque muchas de sus imágenes sean documentales. Un
primer problema es despolitizar tanto la persecución como también la lógica
de exterminio de la diferencia que Putin implementa como práctica de
Estado, que bajo la prohibición de manifestación pública de cualquier
disidencia en la orientación sexual y la identidad de género, Rusia obtura y
oprime el acceso a las posibilidades sociales de miles de personas,
cercenando vidas, y llegando a apoyar directamente los campos de
exterminio de la diversidad de Chechenia. Esa despolitización es seguida de
otro problema: TyC Sports presenta con sentimiento épico los gestos de
violencia de hinchas y jugadores, incluso nombrando sin ironía y a lengua
suelta como “normal” cada una de esas prácticas, ubicando al afecto viril
(¡nada de mariconadas, eh!) como el permitido, sin ningún tiempo para el
homoerotismo en esas imágenes, más bien se avanza hacia la exclusión de
todo gesto de diversidad, como se excluyen a las mujeres casi
completamente del spot. Se podría analizar cada clishé presentado como
guiño cómplice del varón festivo, pero es suficiente con decir que se
propone que romper el culo es una forma de alusión a la diversidad tan
válida que no aparece una, sino dos veces en la publicidad, una simbólica y
gestual y otra literal y sangrienta. TyC Sport parece inaugurar una nueva
página de la violencia en el fútbol: no porque todo eso no exista por fuera
del spot, sino porque el spot logra darle una dimensión política y festiva.
Todo estas pruebas del macho triunfante que por deporte hace del roce y
del sentimiento exclusivo con otros machos su modo de vida legítimo no
puede entenderse como ironía o chiste, porque hay imágenes reales
afirmadas en la memoria emotiva de muchísimas personas, como Maradona
desnudo festejando en el vestuario durante el Mundial 86. Y, además,
porque ese spot está en el contexto de una cultura deportiva que, como
muchas veces se analizó y denunció desde hace diez años en el
Suplemento Soy de este diario, es radicalmente discriminatoria: porque la
mayoría de las instituciones futbolísticas avalan estas conductas y no
contribuyen a la visibilidad y la diversidad dentro de equipos y tribunas, o a
través de las imágenes o prácticas que los clubes difunden. TyC Sports es
una empresa que funciona como un canal expansivo y monopólico de
mensajes sobre el deporte, y ahora esos mensajes son de un amor por el
fútbol que es “contagioso” (según concluye el spot), lo que termina como un
clímax todavía más peligroso, porque implica la celebración (con música in
crescendo incluida) de una multiplicación por contagio del machismo como
forma de exaltar la hombría del deporte: y solo cuando ese amor macho se
multiplica en toda la platea, es que aparece rezagada una mujer en el spot
(al fondo, claro, en el segundo plano que le otorga la puesta en escena),
porque si ella está contagiada de machismo, entonces sí es bienvenida al
fútbol pasión. Una pasión que aunque TyC Sports la quiera llamar amor, es
puro odio a la diversidad.
 

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