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Hipótesis: Mejor seguridad en los estadios por parte del estado , para evitar violencias
en los estadios
Fundamentación:
la visión que tenemos todos en general, es la desigualdad y la seguridad que tiene los
estadios de futbol
nosotros vamos mas por esta parte porque a la mayoría le gusta ver futbol pero no lo ve
todo, ya que no se fijan en la agresión o la violencia de las tribunas y los daños que
pueden causar, afectándose en ese momento. Por otra parte la de la violencia es la
discriminación. Eso genera conflictos con los futbolistas de otros países o entre
selecciones (“Argentina vs Chile”) a través de eso se ve mucha discriminación. Por lo
tanto creemos que el tema es importante que estaría bueno cambiar las ideas que tiene
la mayoría y que se aplique mundialmente
Expectativas: las expectativas que tenemos es que se aplique en todos lados para
tener un buen deporte, un buen futbol sin agresiones ,sin corrupción y sin
discriminación.
El conflicto es consustancial al fútbol, porque encarna una disputa entre dos bandos
que buscan la victoria por todos los medios a su alcance. Pero esta disputa no siempre
es pacífica, tanto que el juego está impregnado por la incorporación de los principios,
categorías y leguajes de la guerra. Allí la estrategia y la táctica como organizadores
pacíficos del conflicto. El disparo de misiles, la existencia de bombazos, el cobro de
tiros libres y la falta máxima de un penal. Un jugador potente es Leonel Messi , si tiene
un tiro fuerte será Gabriel Batistuta o si el defensa es recio tendremos a Mascherano
.Hoy llama la atención la violencia en el fútbol; sin embargo, es necesario retrotraernos
en el tiempo para comprender cómo fueron de brutales los inicios de este deporte. Al
origen fue considerado como un mecanismo para batir y aniquilar al enemigo, porque
ese era el sentido de las victorias; tan es así que en Inglaterra, la primera “pelota”
utilizada para jugar fútbol fue la cabeza de un soldado romano muerto en batalla. Tan
brutal y sangrienta fue esta práctica que se llegó a prohibirla en varios momentos y
lugares. La creciente aceptación del fútbol y el aumento de la violencia reinante condujo
a una disyuntiva: su prohibición, como muchas voces propugnaban, o la introducción de
un mecanismo civilizador para procesar pacíficamente el conflicto; en otras palabras,
entender y concebir el fútbol como la guerra, pero desarrollarlo por medios pacíficos. Y
esto último es lo que ocurrió, mediante la emergencia de cuatro componentes que se
han ido perfeccionado en el tiempo: la creación de una institucionalidad que vele por la
justicia (Federación Internacional de Fútbol Asociado FIFA), la creación de una
normativa (las famosas 17 reglas), la creación de un juez para imponer las reglas (el
árbitro) y la creación de la política anti violencia
INDICE:
4_Orígenes
6_Violencia deportiva
7_Violencia en el futbol
8_Barras y política
9_Violencia en la cancha
No cabe duda de que el deporte rey, el fútbol, constituye una parte muy importante de
la cultura argentina. Diversos estudios históricos y antropológicos así lo señalan. El
binomio tango-fútbol pronto comenzó a evidenciarse ya desde comienzos del siglo XX,
cuando importantes compositores de tango compusieron obras para los diferentes
equipos de fútbol.
En Argentina, el fútbol ha sido entendido por las masas no sólo como un deporte, sino
también como un arte, una pasión de multitudes y un efectivo medio de cohesión social,
útil para confeccionar un tejido social alrededor de la identidad argentina. El fútbol ha
sido también usado hábilmente como herramienta política, de muy diversas maneras y
a distintos niveles y grados de intensidad.
CULTURA FUTBOLISTICA:
FUTBOL EN LA ARGENTINA:
Además, a nivel de selecciones mayores es una de las tres selecciones con más copas
oficiales de la historia, con diecinueve títulos,n 2 contándose las dos Copas Mundiales,
las catorce Copas América y la Copa Confederaciones, a las que se deben sumar dos
competencias interconfederativas: el Campeonato Panamericano de Fútbol de 1960 y
la Copa Artemio Franchi de 1993.
ANOMIA SOCIAL:
Origen de la anomia
Así, la anomia aparece planteada por Durkheim como la incapacidad de orientar las
conductas de los individuos, derivando en conductas de carácter no social. Este
concepto fue desarrollado en dos de sus obras principales: La división del trabajo
social y El suicidio. Observamos alguna diferencia entre la concepción de anomia en
las dos obras, aunque sólo en el lugar que ocupa el proceso dentro de la sociedad,
dentro del trazado histórico.
Mientras que en “La división del trabajo social”, la anomia se presenta como
un proceso transitorio, resultado de la heterogeneidad social propio de la Modernidad,
en “El suicidio” la anomia se presenta como un problema crónico que debe ser
rápidamente abordado y resuelto.
ANOMIA EN EL FUTBOL
La agresión con gas pimienta a los jugadores de River que salían a jugar el segundo
tiempo del encuentro contra Boca coincidió ayer con mi clase sobre Carlos Nino y su
análisis de la anomia social en la Argentina. En su ya clásico libro Un país al margen de
la ley, Nino retrata a la sociedad argentina como un conjunto social donde abunda la
falta de respeto a las normas jurídicas, morales y sociales; es una situación
generalizada de anomia o “ilegalidad boba” en el sentido de que la inobservancia de las
normas provoca situaciones donde la sociedad toda resulta perjudicada.
Otros analistas han coincidido con el diagnóstico de Nino acerca de las causas y
manifestaciones de la anomia social argentina. Por citar sólo algunas fuentes:
Ricardo Sidicaro: “Suponer que la policía delinque no es anomia, es mucho más. [Es
una] descomposición social. En situaciones de anomia los sujetos pierden su relación
con las normas. Acá el problema pasa también por las instituciones que tienen que
hacer cumplir esas normas. No es una persona que transgrede y hay un juez que aplica
la norma. El que transgrede es el juez”. (“Anomia es poco decir, vivimos en
descomposición”, Página12, 2002).
A la luz de la historia reciente del fútbol argentino y de los hechos de ayer es obvio que
habría que incluir en el listado de actividades anómicas al fútbol, tanto en su
organización como sus prácticas. La falta de voluntad de la dirigencia política y
deportiva para solucionar el tema de la violencia en el fútbol ilustra el tipo de anomia
institucional que Nino condena, aquella que se gesta en las guaridas del poder; crece
bajo la protección o indiferencia de quien sabe cuántas instancias gubernamentales y
sus socios; se manifiesta en el descontrol y en última instancia la ridiculez que
escandalizan y estigmatizan al fútbol argentino y a la sociedad en su conjunto.
¿Cómo empezar a revertir la anomia en el fútbol? Uno de los caminos sería imitar
políticas exitosas extranjeras. Luego de una serie de incidentes y muertes en partidos
de fútbol de su país, Margaret Thatcher reconoció el carácter social y político del
problema, asumió la responsabilidad de combatirlo y lo hizo con éxito. Sus medidas
incluyeron prohibir el ingreso a los estadios a los líderes violentos, combatir a las barras
bravas infiltrando sus reuniones, judicializar a más de 5.000 fanáticos, otorgar créditos a
los clubes para financiar la seguridad, e impulsar la transmisión masiva de los partidos .
Los expertos dirán si esto es viable o posible en nuestro país, si ya se intentó o, en su
defecto, podrían confirmar la siguiente frase de Mark Twain: “El hecho es que la raza
humana no sólo es lenta para pedir prestadas ideas valiosas – a veces persiste en no
pedir prestado en absoluto”.
CONCEPTOS DE VIOLENCIA:
La violencia se define como todo acto que guarde relación con la práctica de la fuerza
física o verbal sobre otra persona, animal u objeto originando un daño sobre los mismos
de manera voluntaria o accidental. El elemento principal dentro de las acciones
violentas, es el uso de la fuerza tanto física como psicológica para el logro de los
objetivos, y en contra de la víctima.
Existen diferentes tipos de violencia que generalmente se practican sobre las personas
más vulnerables, como por ejemplo las mujeres, los niños, los ancianos, grupos
religiosos, etc.
Violencia familiar: es aquella que se da por alguno de los integrantes del grupo familiar
sobre otro, ocasionando una lesión no accidental en el aspecto físico y psíquico. Cabe
destacar que este tipo de violencia es penado por la ley, sin embargo es un delito que
no suele ser denunciado, ya que la victima siente temor y vergüenza de denunciar a un
miembro de su propia familia.
Violencia laboral: es toda acción ejercida dentro del contexto laboral que manifieste
abuso de poder por parte del empleador, del personal de mayor jerarquía o de un
tercero vinculado con el trabajador. Suele manifestarse a través del maltrato verbal,
recurrente y sostenido sobre un trabajador o trabajadora; el acoso sexual y la agresión
física.
Violencia docente: este tipo de violencia se origina en las aulas de clases, siendo el
causante el propio personal docente del centro educativo. En muchas ocasiones esta
violencia es realizada con el objeto de mantener el poder y el orden dentro del grupo.
La violencia física o corporal, también es considerada una invasión del espacio físico de
la otra persona, la cual puede hacerse de dos formas: una es a través del contacto
directo con el cuerpo de la otra persona por medio de golpes, empujones; la otra es al
restringir sus movimientos encerrándola, causándole lesiones con armas blancas o de
fuego, forzándola a tener relaciones sexuales y ocasionándole la muerte.
Entre otras..
CONCEPTO DE DEPORTE:
El deporte es una actividad física que realiza una o un conjunto de personas siguiendo
una serie de reglas y dentro de un espacio físico determinado.
Comenzando vemos los planteamientos de Popplow (1960) quien nos indica que el
origen de la actividad deportiva, aunque de forma incipiente, se sitúa en el período
Paleolítico medio (33.000 a.c), desarrollada principalmente por las danzas rituales, las
cazas organizadas y primeros juegos de caza como iniciación a niveles de adultez por
parte de los integrantes de las distintas colonias de hombres y mujeres. Popplow, cree
que el ejercicio físico tenía un sentido netamente espiritual que le permitía al hombre
acercarse a la unidad vital con sus dioses y la naturaleza. Principalmente la danza
poseía características que apoyan esta teoría fundamentalmente porque integra una
actividad física que prepara para la lucha y la caza, exalta al cazador y cohesiona al
grupo en una actividad común. El autor, hace mención directa al tipo de ejercicio que se
realizaba inicialmente, el cual era el lanzamiento de la jabalina como arma de caza,
este asociado a la repetición y simulación de caza hacía efectiva su realización y
concreción para la obtención de alimento para la comunidad. Con el paso de las épocas
y el perfeccionamiento de las armas, se ve que existen progresiones también en las
danzas rituales previas, las cuales no solamente servían para la exaltación de los
dioses en la búsqueda del éxito y protección de la caza; sino que además incorpora
elementos físicos (movimientos) que representan una mecánica del gesto técnico en el
uso del arma y permiten un perfeccionamiento del mismo. En otro punto de vista, Diem
(1978)nos plantea que el origen de la actividad deportiva es netamente cultural, esto
asociado a las representaciones de actividades realizadas por los antepasados
muertos; es decir el nacimiento del deporte es por evocación de lo realizado por los
muertos, en forma de exaltación de virtudes y dedicado a ellos. El teórico, hace
mención expresa de ello al hacer un acucioso análisis de la Ilíada de Homero, el cual en
uno de sus cantos se describe un rito funerario vinculado directamente a actividades
deportivas para la exaltación de las virtudes del difunto. Respecto a las acciones
deportivas que supone Diem, él tiene la creencia de que en los orígenes del hombre se
danzaba alrededor del difunto para absorber su energía vital, para asegurar el eterno
descanso y a la vez aprovechar esa energía en cuerpos carentes de ella aportando
vitalidad a los más jóvenes. Eppensteiner (1964) , en cambio no busca ciertamente el
origen del deporte, sino que promociona las modalidades de la actividad deportiva en
su inicio, buscando con ello dar respuesta a las formas y avances del deporte a través
de las épocas. El autor destaca dos tipos de deporte: el originario, el cual inicia como
una actividad natural y normal del desarrollo humano, es búsqueda del cultivo del
cuerpo; y el cultural, que denota un fenómeno cultural del desarrollo de los pueblos.
Hablando del tipo originario, tenemos que reseñar que sería una serie de instintos
confluidos con las necesidades biológicas de desarrollo humano, argumentando la
tendencia natural de moverse como actividad placentera; y a su vez la necesidad de
expresión respecto al acto lúdico que instintivamente se ve desarrollado en el hombre,
el cual al darle un sentido y organización se traduce en una actividad deportiva que
simula diversas acciones de competición, como por ejemplo la cacería. Respecto al tipo
cultural, el autor nos hace mención que para efectos de cohesión y consolidación de las
comunidades se efectúan diversos juegos , los cuales a medida que las comunidades
van progresando van abriendo nuevas alternativas de medirse con otras cercanas,
provocando una interacción que podríamos llamar “cultura deportiva”
ORIGEN DE VIOLENCIA:
Los animales matan para comer, pero sus presas son de otra especie. Las disputas
entre sí terminan en que el perdedor se va.
La especie humana es la excepción. "El hombre es el lobo del hombre" –dice un adagio
antiguo. Lo citan Freud (El malestar en la cultura) y Konrad Lorenz (Sobre la agresión:
el pretendido mal) arguyendo que la agresión es natural. Pero matarse unos a otros no
es natural. Caín mató a su hermano Abel, pero los lobos no se matan entre sí.
Erich Fromm (Anatomía de la destructividad humana) lo precisa. Hay instintos
protectores (de las crías, de la manada), no sólo agresivos; y la agresión misma tiene
un sentido protector.
La guerra fue vista como algo heroico desde la Ilíada hasta los himnos nacionales de
México y muchos otros países. Caso raro: Aristófanes inventó una heroína de comedia
(Lisístrata) que organiza una huelga sexual de las atenienses contra la Guerra del
Peloponeso. Pero, todavía en 1914, un hombre inteligente y bueno como Charles
Péguy fue con alegría a la guerra, en la cual murió.
Esa Guerra Mundial produjo un cambio histórico de actitud. La matazón fue espantosa.
Hubo 68 millones de combatientes, de los cuales el 57% acabaron muertos, heridos o
desaparecidos. El pacifismo, que había sido una idea filosófica, se volvió un sentimiento
social contra la guerra después de 1918, y más aún después de las bombas atómicas
contra Hiroshima y Nagasaki en 1945. Los gases venenosos y los bombardeos habían
cruzado otro límite: no matarás a la población civil.
El crimen, antes sujeto a la presidencia, se organizó por su cuenta, al margen del poder
político y hasta con ambiciones de poder político.
Una consecuencia positiva fue el mayor desarrollo de la sociedad civil (que fue primero
causa y luego efecto de la destrucción del poder absoluto). De especial importancia han
sido la emancipación de la prensa y la multiplicación de asociaciones voluntarias. Pero
el desarrollo institucional toma tiempo.
La Democracia produjo un vacío donde actúan con impunidad los poderes arbitrarios, la
corrupción y el crimen.
Con cárceles dignas de un pleno Estado de derecho, habría una buena base en la
lucha contra el crimen.
Los orígenes de la violencia que se produce entre humanos han sido discutidos
durante siglos por filósofos y científicos. Hay quien piensa que es una característica
intrínseca de la especie humana y hay quien piensa que es un producto de la
sociedad tal como la hemos hecho desde que nos hemos establecido en sociedades
complejas. El artículo en el cual profundiza la pieza de Michele Catanzaro compara la
violencia que se produce entre humanos con lo que ocurre en otras especies de
mamíferos. No parece que lo que ocurría hace 12.000 años se apartara demasiado de
las especies más cercanas. Desde entonces las cosas han ido cambiando.
MASACRES CÍCLICAS
Los resultados indican que los primates tienen una proporción mayor que el resto de
los mamíferos de muertes causadas por la propia especie, algo que casi no se da en
las ballenas, los murciélagos o los conejos. La media de los mamíferos es de 0,3%
de muertes violentas, mientras que en los humanos primitivos la cifra era del 2%, un
valor similar a la media de los primates que varían mucho entre ellos.
El estudio calcula también las muertes por violencia en diferentes peiodos de nuestra
especie. Los números indican que el número de muertos producidos entre humanos ha
aumentado en algún período de la historia como la edad media europea o los
imperios de América Central. Es interesante que los últimos cien años es el periodo
donde menos violencia entre humanos puede haber habido, hasta 200 veces más baja
que en tiempos prehistóricos. Quizá los humanos somos violentos, pero, cuando
queremos, tenemos maneras de controlarnos.
POLITICA Y FUTBOL
MUNDIAL DEL 78
El 6 de julio de 1966, Argentina fue elegida sede para albergar el mundial de fútbol de
1978. Para aquel verano del 66, la Copa del Mundo en la nación sudamericana era sólo
cuestión de tiempo; diez años más tarde, en la naciente primavera del 76, la muerte y
desaparición de miles de argentinos, también. El 24 de marzo de 1976, el país vivió un
nuevo golpe de Estado, encabezado por Jorge Rafael Videla.
En el 66, Argentina aún no dejaba la pubertad – futbolísticamente hablando-, pero
política y socialmente ya estaba bastante maltratada. Para ese entonces registraba un
empate entre su número de participaciones en copas del mundo, y la cantidad de
golpes de Estado que había experimentado: cuatro en cada caso. El golpe más reciente
se había dado el 28 de junio de 1966, una semana antes de que se le eligiera como
país sede.
En aquella Argentina del 66 habitaban ‘Marito’, un niño que merodeaba los 12 años de
edad; también estaba ‘el Flaco’, un jugador en la etapa madura de su carrera que
militaba en el Boca Juniors; y Jorge Rafael, un hombre que apenas unos meses atrás
había dejado de ser Teniente Coronel para convertirse en Coronel. Finalmente, estaban
Juan Domingo y María Estela, aunque ellos no habitaban Argentina. 11 años en el exilio
separaban a aquel hombre y a su esposa de su nación.
La Argentina de los golpes de Estado e inestabilidad política tendría tres nuevos
presidentes en un lapso de siete años. Hacia el final de este periodo el régimen estaba
ya debilitado, lo que permitió que el 17 de noviembre de 1972, tras 17 años de exilio,
Juan Domingo Perón volviera a pisar suelo argentino, en compañía de su esposa María
Estela.
Diez meses después, ya con la democracia reinstaurada, en septiembre de 1973 y tras
los breves periodos mandatarios de Héctor Cámpora y Rául Lastiri, Juan Domingo
Perón se convirtió de nuevo en presidente, y su esposa María Estala Martínez era
nombrada vicepresidenta.
Pero no nos olvidemos de ‘Marito’. Para 1973, Mario Alberto Kempes hizo su debut
profesional en primera división con el Instituto de Córdoba.
Fue también en 1973 que ‘el Flaco’ Menotti alzó el título como director técnico del
Huracán. Capitalizaba así su gran paso como estratega, que lo catapultaría hasta la
selección nacional.
Para julio de 1974, al término del mundial de Alemania, la Argentina se vería forzada a
cambiar una vez más de presidente. Juan Domingo Perón había fallecido víctima de un
ataque al corazón.
María Estela Martínez, también conocida como Isabel Perón, asumió el cargo
convirtiéndose en la primera mujer que gobernaba al país. Su paso no sería en lo
absoluto fácil. En 1975, Jorge Rafael ascendió a Teniente General, y ya planeaba un
movimiento que se llamaría Proceso de Reorganización Nacional. En otras palabras,
una dictadura más se avecinaba para Argentina.
“Señora, las fuerzas armadas han decidido tomar el control político del país y
usted queda arrestada”. Si bien el dicho establece que todos los caminos
conducen a Roma; en Argentina pareciera que todas las memorias de muerte,
tortura, sangre y desaparición conducen al 24 de marzo de 1976.
En esa fecha, la junta militar encabezada por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo
Massera y Orlando Ramón Agosti, asumió el poder absoluto de la nación Argentina.
“El que altere en cualquier forma contra los medios de transporte, de comunicación,
usinas, instalaciones de gas agua corriente u otros servicios públicos, será reprimido
con reclusión por tiempo ilimitado o pena de muerte”, se explicó en un comunicado
oficial.
‘Marito’ había cambiado de apodo y de equipo. Ahora era ‘el Matador’ y jugaba para el
Rosario Central, donde rompía la Liga. A mediados de 1976, se fue a España fichado
por el Valencia. En cambio ‘El Flaco’ seguía igual, tan delgado como su apodo y a
cargo de la dirección técnica de la selección de Argentina que esperaba con ansias el
mundial en casa de 1978.
Mientras tanto en las calles, lejos del poder y de las politiquerías, se encontraban los
ciudadanos argentinos, esos que ya guardaban en el pecho, bajo el nombre de dolor,
las consecuencias de la dictadura. También había cada vez más y más ciudadanos que
no se encontraban ni en las calles ni en ningún lado: existían solo en el recuerdo de los
familiares que esperaban por su regreso.
La Plaza de Mayo es el sitio fundacional de la ciudad de Buenos Aires, y fue uno de los
espacios que unió a los aguerridos familiares de los miles de desaparecidos,
asesinados y presos políticos, que no estaban dispuestos a aceptar una vida llena de
incertidumbre y ausencia. El 30 de abril de 1977 realizaron la primera caminata
alrededor de Plaza de Mayo para demandar información y el regresos de sus seres
queridos.
“Lo del poder que se aprovecha del deporte es viejo como la humanidad”. Así lo diría el
‘Flaco’ Menotti 30 años después del mundial del 78, a quien lo delgado nunca se le
quitaría, así como tampoco se desharía de los cuestionamientos por su silencio durante
la dictadura.
De vuelta a 1978, ‘el Flaco’ y Jorge Rafael se encontraban en el vestuario del estadio
Lisandro de la Torre en Rosario. Junto con ellos estaban el Secretario de Estado de
Estados Unidos, Mario Alberto Kempes y el resto del plantel de la selección. Argentina
enfrentaría a Perú y para poder adueñarse de la primera posición del grupo y así
clasificarse a la final, el cuadro albiceleste debía ganar por una diferencia de por lo
menos tres goles. El líder de la dictadura consideró pertinente bajar y “saludar” a los
jugadores para que lograran aquel resultado que les diera el pase.
Seis goles después, el encuentro terminó con victoria para los dirigidos por Menotti. Esa
noche Kempes convirtió dos goles más y se perfilaba ya como la estrella del mundial.
Aquel marcador de 6-0 ante Perú levantó sospechas alrededor del mundo, pero para un
país que escondía a sus desaparecidos, lidiar con estas suspicacias deportivas no
significaba nada.
De esta manera se llegó al 25 de junio, día de la gran final. Argentina llegaba por
primera vez a esta instancia, mientras que su rival, Holanda repetía tras perder frente a
Alemania Federal en 1974.
El partido terminó empatado a un gol, por lo que todo se definiría en el alargue.
En los tiempos extra, ‘Marito’ se quitó uno, dos jugadores, y anotó su segundo gol del
partido. ‘El matador’ Kempes ponía de nuevo en ventaja a Argentina y cada vez más
cerca del título mundial.
Daniel Bertoni selló el 3-1 final que daba el título mundial a Argentina. ‘El Matador’ y ‘el
Flaco’ gritaban y festejaban junto con el resto de la selección. En las tribunas Jorge
Rafael Videla hacía lo propio. En la ESMA algunos presos políticos tuvieron incluso
permiso para celebrar.
VIOLENCIA EN EL DEPORTE:
Estamos cada vez más acostumbrados a ver actos violentos, especialmente, a través
de los medios de comunicación, películas, etc. Y esto también se ve reflejado en el
mundo del deporte. Curiosamente, un mundo donde los valores de la superación, el
esfuerzo, la cooperación, etc. tienen gran importancia; a veces se ven relacionados con
otros como la frustración, la agresión, la violencia…
Pero, ¿por qué se produce violencia en el deporte?. Dos grandes paradigmas tratan de
dar respuesta a esta cuestión:
Estos modelos han permitido a muchas personas poder justificar sus actos violentos,
pero esto no es así, las personas podemos controlar nuestras acciones y podemos
cambiar nuestra forma de actuar.
Pero, ¿quiénes son los agentes que influyen o pueden influir para que haya más o
menos violencia?.
La violencia se da a distintos niveles dentro del mundo deportivo (entre aficiones, entre
equipos, etc.) por lo que son varios los agentes de influencia. Entre otros destacan:
VIOLENCIA EN EL FUTBOL
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Queda decir que en el campo de la violencia del fútbol no se ha podido disponer de un
estudio serio que registre los hechos, analice las implicaciones y trate de interpretar las
manifestaciones violentas, porque además están envueltas en contextos regionalistas,
homofóbicos y xenofóbicos. Hay un tipo de interpretación que ve la violencia del fútbol
como un reflejo de la violencia de la sociedad y otro aún más sencillo: son casos
aislados, no estructurales, que son originados por antisociales, generalmente infiltrados.
Tampoco se ha podido contar con trabajos que analicen las relaciones, muchas veces
perversas y clientelares, entre hinchadas y dirigencia, ni con estudios que incluyan al
fútbol como uno de los factores decisivos en el terreno político. Pero tampoco hay
estudios respecto del funcionamiento de los mercados ilegales en el fútbol, por la
presencia de dineros en el financiamiento de clubes o en la compra de jugadores23 o
en la trata de personas24; como también el festival de nacionalizaciones, cambios de
edad o adulteración de documentos con la finalidad de obtener beneficios económicos y
deportivos. No existe estadística respecto de los casos ocurridos en los estadios o fuera
de ellos; así como tampoco respecto de la violencia al interior de los campos deportivos.
Por ello no existen estudios que permitan desentrañar lo que está ocurriendo y, mucho
menos, lo que se debería hacer en cuanto a las políticas de seguridad en la
institucionalidad del fútbol, en los gobiernos locales y nacionales. Por eso lo que ha
ocurrido es que se han copiada a medias o se han trasladado parcialmente los dos
casos emblemáticos: el informe Taylor de 1989 de Inglaterra y la propuesta de la
Comisión Castrilli de principios de este siglo en Argentina, que básicamente plantean:
A: Mejorar los estadios con la colocación de asientos numerados, el aislamiento de las
hinchadas locales de las visitantes, la eliminación de alambrados o de fosos que
separan la cancha de los graderíos, el establecimiento de la evacuación de los
asistentes en no más de 8 minutos mediante el diseño de rutas, accesos y salidas
expeditas. B) Prohibir el consumo de productos psicotrópicos y controlar el consumo de
alcohol dentro de los estadios, mediante cupos por persona y el señalamiento de los
lugares permitidos (no en los asientos). En el Ecuador esta medida es de difícil
aplicación porque ciertas bebidas auspician este deporte. C) Ubicar los sistemas de
video vigilancia, impulsar el trabajo de inteligencia y la construcción de una policía
especializada en la violencia del fútbol.
Las barras bravas son grupos violentos organizados dentro de las hinchadas de fútbol.
Las hinchadas violentas del fútbol se han convertido en Argentina en una mafia
que ha encontrado en el sistema clientelar de la política y el sindicalismo el
campo propicio para expandir sus negocios fuera de los estadios.
En octubre de 2010 un grupo de sindicalistas ferroviarios argentinos que se
manifestaba en Buenos Aires contra la precarización laboral fue atacado por un
sindicato rival en un incidente que acabó con un muerto, Mariano Ferreyra, y tres
heridos, uno de ellos grave, por disparos de bala. Diez personas están detenidas por
esos hechos. Entre ellos, como presunto autor de algunos disparos, un miembro de
una barra brava (como se denominan en Argentina a los grupos de hinchas violentos
del fútbol) sin relación aparente con el sector ferroviario.
También algunos líderes políticos se han servido de ellos como escoltas, como servicio
seguridad en manifestaciones o directamente como grupos de choque, patotas los
denominan en Argentina, para agredir a sus rivales o a ciudadanos opuestos a sus
planes. Incluso, durante la última dictadura militar (1976-1983),
algunos barrabravas colaboraron con las Fuerzas Armadas para reprimir a opositores
participando en los grupos que los detenían ilegalmente para luego hacerlos
desaparecer.
El periodista Gustavo Veiga, que ya en 1998 publicó sus investigaciones sobre esta
turbia connivencia en el libro Donde manda la patota. Barras bravas, poder y
política, explica que políticos y sindicalistas, sobre todo aquellos relacionados con el
omnipresente justicialismo (el movimiento impulsado a mediados de siglo por Juan
Domingo Perón), usan a estos hinchas como “mano de obra para ir a romper cabezas
en un acto si es necesario o enfrentarse a un grupo antagónico en el marco de un
congreso sindical”.
Veiga pone como ejemplo otro incidente en 1995, cuando el peronista Juan Carlos
Rousselot, alcalde de Morón, un municipio de la zona metropolitana de Buenos Aires,
recurrió a barrabravas para atacar a un grupo de opositores políticos y vecinos que
protestaban frente al ayuntamiento contra un millonario plan de infraestructura de la red
de cloacas. Lo más curioso del caso, recuerda el reportero, es que en esa agresión
actuaron conjuntamente miembros de las barras de los equipos Morón y Chacarita,
rivales irreconciliables en los estadios. “Lo que en el marco del fútbol es imposible, lo
puede la política”, ironiza.
Dinero e impunidad.
La mujer batalló durante 15 años para que la causa avanzara en la Justicia uruguaya,
pero las dilaciones y la falta de cualquier tipo de apoyo por parte de las autoridades y
de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hicieron que el crimen prescribiera el año
pasado. “Siempre se dijo que la causa por la muerte de mi hijo no se investigó porque
se desparramaron miles de dólares para eso. No por los asesinos, sino por sus
mentores políticos”, se lamenta la presidenta de Favifa.
Según Salvemos al Fútbol, en las tres últimas décadas 130 personas han muerto en
Argentina en hechos de violencia relacionados con este deporte. Una mínima parte de
estos fallecimientos han sido resueltos por la Justicia.
Las barras bravas han tenido un crecimiento considerable desde los años 80. Y no solo
gracias al amparo de esos “mentores políticos” de los que habla Suárez. Los propios
clubes y la AFA, que desde hace 32 años está dirigida por el incombustible y
controvertido Julio Grondona, son señalados como los principales responsables de
haberlos potenciado con prebendas y con una actitud complaciente hacia sus
desmanes. “Los dirigentes del fútbol argentino fuimos culpables”, reconoce Raúl
Gámez, expresidente del equipo Vélez Sarslfield, de Buenos Aires. Gámez admite que,
como los demás responsables de los clubes argentinos, intentó apaciguar a los
violentos barrabravas concediéndoles entradas a cambio de que se portasen bien. Pero
se dio cuenta de que esta estrategia es contraproducente, porque tenerlos contentos se
vuelve poco a poco más complicado: “Cada vez les dábamos más cosas, para tenerlos
ahí, pactantes. Cuando quisimos luchar contra esto de la violencia, nos dimos cuenta
de que estábamos devorados, de que estaban instalados”.
Muerte en Sudáfrica.
Cuantos más favores (voluntarios o bajo extorsión) reciben las barras, más fuertes se
hacen y más complicado es controlarlas, sostiene Veiga, que advierte: “Esos mismos
políticos que los financian, esos mismos sindicalistas que los prohijan y los usan como
grupos de choque, difícilmente van a terminar con esto, porque ya son rehenes de esos
grupos”.
Violencia en la cancha
El fútbol en los barrios funciona como contención ante los problemas sociales. La
violencia impuesta por el narcotráfico hace difícil sobrellevar la vida de los que están en
el medio de los enfrentamientos. En ese contexto, los clubes barriales cumplen una
función importante para dar resguardo a quienes encuentran en el deporte la salida a la
violencia diaria. Sin embargo, el Estado está ausente. Las instituciones sobreviven
gracias a dos o tres personas que redoblan los esfuerzos para sostenerlas, pero
muchas veces no logran su cometido. En un informe del programa Cuestión de Fondo
(Canal 9 Litoral) se conocieron testimonios que dan cuenta de esta realidad.
En el barrio Anacleto Medina se encuentra la canchita del club Ciclón del Sur y allí
Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) dialogó con Franco, un joven de 19 años que tuvo
una serie de problemas que lo dejaron en una extrema vulnerabilidad. La llegada de su
hijo y la contención del fútbol le permitieron salir a flote y lograr rearmar su vida.
“El fútbol para mí es algo que me saca cuando estoy mal y triste, y ayuda a que mi
familia este orgullosa de mí. Estoy agradecido al deporte del fútbol porque tuve muchos
problemas y sin embargo cuando venía a entrenar me liberaba de esos problemas”,
contó Franco.
Ante eso, admitió que “la droga siempre estuvo en el barrio, y sigue estando, pero
ahora no es lo mismo que antes y cambió el barrio porque los problemas se fueron,
porque tengo muchos amigos presos o muertos por el tema de la droga”. “Me acuerdo
de muchos amigos que hasta hace tres años atrás salíamos a cazar pájaros o
tomábamos un jugo en la esquina, pero después eso cambió porque vivían drogados y
ya no se podía salir, tus propios amigos te querían robar y al otro día no se acordaban”,
rememoró.
“Cuando supe que iba a ser papá para mí cambió todo, todo fue distinto, y me cambió la
vida”, concluyó.
El caso particular de Franco se enmarca dentro de un problema estructural. Los
narcotraficantes gobiernan donde no gobierna el Estado. Sobre esto Adrián López,
formador y director técnico de Ciclón del Sur, pone en evidencia las dificultades del
trabajo que llevan a cabo los clubes en los barrios y cómo esto es terreno fértil para que
el dinero del narcotráfico termine financiando planteles del fútbol amateur en Paraná.
“Como beneficio, el fútbol es el deporte que menos recursos necesita para practicarlo,
pero lamentablemente no se le está dando el apoyo que tendrían que darle. Hoy este
lugar para los chicos es como jugar en la cancha de River porque hasta el año pasado
no tenían ningún espacio donde entrenar, y ahora son las seis de la tarde y los chicos
están acá. Cuando entrenan son dos horas menos para que los chicos estén en la
calle”, reflexionó López en diálogo con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral).
En ese marco, admitió los problemas que acarrea la droga en los barrios:
“Lamentablemente me ha tocado con chicos muy jóvenes, que pueden ser mis hijos. Te
duele muchísimo y te pega ver a chicos que están toda la semana entrenando, que
están bien y cuando llega el fin de semana llegan al partido en un estado lamentable,
donde prácticamente no son dueños de sus actos, y hay que tratar de contenerlos, de
no marginarlos del todo porque si no es peor”.
Especificó que en esos casos “tienen conductas agresivas cuando están así y hay que
tratar de manejarlos, si pensabas que jugara de titular tenés que llevarlo al banco y
tratar de hacerle entender que perjudica a los compañeros”.
No obstante, también reconoció que “muchas veces tenés la suerte que el trabajo que
hacés y el entorno que consiguen los chicos les ayuda”.
Como ejemplo, relató: “Hay un caso de un chico que se puso en pareja con una chica
que lo cuida, que tiene un buen trabajo, que lo contiene y que le hizo ver que hay otras
cosas lindas en la vida para disfrutar y gracias a Dios pudo salir de eso”. “Y hay otros
chicos que hemos visto que de a poco han mejorado y se alejaron de ese entorno que
los perjudica tanto, y es una lucha permanente. Si no les damos recursos y
herramientas para que ellos vean una posibilidad nueva, es difícil, hay que enseñarles a
creer un poco más en ellos”, afirmó.
“Cuando el Estado no está, los que más se benefician son los que están en la
comercialización de la droga, porque los chicos no encuentran contención, no se les
brindan cosas para entusiasmarlos y hacerlos creer en ellos mismos. La mayoría de
estos chicos el gran problema que tiene es que nunca vieron una posibilidad en la vida,
y prácticamente desde que nacen conocen solo cosas feas, y no ven una posibilidad
porque nunca les tocó nada bueno, nada positivo”, describió.
“No soy adivino por decir que en algunos clubes se ha metido la droga y los recursos
que genera la droga, algunos quizás lo ven como un beneficio para los chicos pero
todos sabemos que nada es gratis en ese ambiente, y por eso es el camino más
equivocado que pueden tomar algunos dirigentes si recurren a esos recursos que no
son genuinos del Estado y que tampoco te los dan desinteresadamente”, reflexionó.
Hechos asi nos dan a entender como el estado debe de estar en el deporte como un
sostén para asi evitar este tipo de aconteciminietos