Está en la página 1de 15

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS

LICENCIATURA EN QUÍMICO FARMACOBIÓLOGO.

MICROBIOLOGÍA

ACTIVIDADES UNIDAD l

DR. CARLOS CABRERA MALDONADO

SALAZAR VÉLEZ ALMA LIZZET

FECHA DE ENTREGA
14/08/2021
Las enfermedades y las epidemias han sido el tema central de diversas
investigaciones, en éstas se han demostrado los efectos que pueden tener en las
sociedades, en los distintos ámbitos de la vida de las personas de manera directa
e indirecta. Las enfermedades infecciosas eran las enfermedades más frecuentes
y mortales a principios del siglo XIX.

Fiebre amarilla (Plaga Americana o vómito negro)

Es una enfermedad tropical producida por un Flavivirus que transmite un mosquito


(Aedes) propio de zonas marítimas cálidas. Las primeras epidemias de fiebre
amarilla fueron descritas, durante el siglo XVI, en los puertos del Caribe,
probablemente introducidas por el comercio de esclavos. El intenso tráfico
comercial con las Indias colocó América como foco principal de importación de la
enfermedad. No se conocía su causa, pero Carlos J. Finlay, en 1881, plantea por
primera vez la hipótesis de que un mosquito transmite la fiebre amarilla.
Posteriormente en 1901 Walter Reed comprueba que la fiebre amarilla era
transmitida por el mosquito Aedes Aegypti. Es una enfermedad de ciudades
portuarias y de las riberas de los ríos navegables, y por tanto de aparición muy
localizada: hubo brotes en Cádiz (1800), Cartagena, Málaga (1800-1804),
Granada (1804), Sevilla, Alicante, Valencia, Barcelona (1821-1870), Palma de
Mallorca (1870).

Tifus exantemático (tabardillo pintado, fiebre de los campamentos)

Enfermedad infecciosa aguda, exantemática, de aparición invernal y producida por


la bacteria Rickettsia prowazeki. Surge con más frecuencia bajo malas
condiciones higiénicas, de hacinamiento y pobreza. El agente transmisor es el
piojo del vestido (Pedículus vestimentae). El principal material contaminante son
las heces de los piojos al ser inhaladas, pulverizadas con el polvo o la sangre de
los pacientes. Tras un periodo de incubación de 7 a 14 días se comienza con
malestar, quebrantamiento general y súbitamente con escalofríos, fiebre alta y
ojos rojos “de conejo”. La enfermedad se atribuyó a la aglomeración de militares
defensores, al gran número de cadáveres del Primer Sitio que se quedaron sin
enterrar debidamente y al aire viciado. En cuanto a la población civil afectada, la
causa era achacada inicialmente por los médicos a la poquedad de ánimo,
porquería y miseria. De los 32.000 soldados más 12.000 voluntarios iniciales, el 19
de febrero de 1809 quedaron 2.822 defensores útiles, constatando la muerte de
10.200 soldados y voluntarios, y un sinfín de víctimas civiles.

Cólera (Cólera morbo)

Es una enfermedad aguda diarreica, provocada por una infección intestinal por el
bacilo Vibrio Cholerae. Se contrae por aguas y alimentos contaminados. Durante
las epidemias, el principal foco de contaminación son las heces de los enfermos.
Se caracteriza por una diarrea muy profusa (30-40 deposiciones diarias) en «agua
de arroz», acompañada de vómitos que llevan rápidamente a la deshidratación y
muerte de los pacientes. Suele cursar sin fiebre ya que el cuadro lo provoca la
enterotoxina del germen con acción local sobre el intestino. A lo largo del siglo XIX
asoló, procedente de la India, a extensas zonas de Europa y América. Penetró en
España por el puerto de Vigo. En 1833 se declaró la primera epidemia en nuestro
país. Hubo a lo largo del siglo cinco brotes, afectando al Centro/Norte y Valencia
(1854-1855). Ocasionó 600.000 muertos. No existía tratamiento específico y la alta
mortalidad ocasionó también en la población un “pánico epidémico”.

Difteria (garrotillo)

Es una enfermedad infecciosa aguda epidémica, debida a la exotoxina proteica


producida por Corynebacterium diphteriae (bacilo de KlebsLöffler). Puede afectar a
todas las edades, pero es más frecuente en la infancia. Se caracteriza por la
aparición de falsas membranas (pseudomembranas) firmemente adheridas, de
exudado fibrinoso, de color gris, que se forman principalmente en las superficies
mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores, pudiendo producir
obstrucción respiratoria, ocasionando incluso la muerte por asfixia, parecido al
método de ejecución de reos conocido como “garrote vil”. Usualmente afecta las
amígdalas, garganta, nariz, miocardio, fibras nerviosas o piel. Se transmite de
persona a persona por medio del contacto directo de las secreciones emitidas por
los estornudos, tos, piel u ojos. El tratamiento estaba basado en la teoría de los
humores: así pues, la terapéutica recomendada se basaba en la sangría local para
disminuir la hinchazón, y los remedios tópicos y sistémicos que calentaran y
fluidificaran los humores, incluyendo emplastos calientes y secos, laxantes y
bebedizos de plantas de propiedades “secantes” para poder expulsar las
membranas. No fue hasta 1886 cuando se descubrió el agente causal por Löffler.
En 1888 Roux y Yersin descubren la toxina; von Behring y Kitasato elaboran la
antitoxina, y en 1923 Gastón Ramón desarrolló el toxoide antidiftérico pudiendo
elaborarse la vacuna.

Sarampión

El sarampión es una infección viral, altamente contagiosa, que afecta


predominante a la población infantil y adultos jóvenes. Clínicamente se caracteriza
por ser un cuadro con fiebre alta y la aparición de un exantema maculopapular
junto con síntomas de rino-querato-conjuntivitis. En ocasiones, en fases iniciales
de la aparición del exantema puede confundirse con la rubéola. Aunque diferentes
autores durante la segunda mitad del siglo XIX hacían referencias a lesiones
blanquecinas en la mucosa oral en pacientes con sarampión, fue el pediatra
americano Henry Koplik quien en 1896 publicó un artículo sobre este tipo de
lesiones que son exclusivas del sarampión y que desde entonces se conocen
como manchas de Koplik; suelen aparecer en las fases iniciales de la infección y
desaparecer poco después del comienzo de la erupción cutánea. En el último
tercio del siglo XIX se produjeron varias epidemias de sarampión. Causaba una
gran mortalidad infantil; a lo largo del siglo provocó 80.629 fallecimientos. El virus
fue aislado en 1954 y la vacuna está disponible desde 1963.

Tuberculosis (tisis, consunción, escrófula, mal de Pott, plaga blanca)

Es la enfermedad infecciosa más prevalente en el mundo. Causada por diversas


especies del género Mycobacterium Tuberculosis. No fue hasta 1882 cuando Koch
descubrió el bacilo causante de la enfermedad. Se transmite por vía respiratoria y
digestiva (leche de vacas infectadas). Puede cursar con localizaciones
extrapulmonares: sistema nervioso central, meninges, oftálmica, cardiovascular,
genito urinaria y diseminada (tuberculosis miliar). A finales del siglo XVIII y
comienzos del XIX afectaba más a los jóvenes siendo vista la muerte en el
Romanticismo como una liberación; y el suicidio o el abandono total hasta contraer
la Tisis constituía una meta admitida y deseada. A lo largo del siglo XIX
permanecía vigente la doctrina anti contagionista. Era una enfermedad hereditaria
que amenazaba con degenerar la raza y despoblar el mundo, y que permanecía
latente hasta que afloraba por componentes climáticos, alimentación insuficiente,
aire viciado en casa o en el trabajo, hacinamiento, trabajo excesivo, onanismo y
causas morales (pasión de ánimo deprimente). La prevención y el tratamiento
consistía en buena alimentación, habitaciones sanas, trabajo moderado,
salubridad en grandes poblaciones, inspección de colegios para evitar el vicio del
onanismo, y el alejamiento de los enfermos para su recuperación en colonias
escolares y sanatorios. También se seguían utilizando medicamentos de lo más
diverso e ineficaz como el arsénico, el tanino, el yodo, las inhalaciones de
alquitrán, la creosota y la ingesta de alcohol.

Viruela

Es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus variola. Desde


tiempos milenarios afectó a la humanidad en forma de epidemias. Se contagia por
contacto directo del enfermo, sus fluidos y la ropa. Tenía una mortalidad del 30%.
El último caso conocido en el mundo fue en 1977. La OMS la declaró extinguida
en 1979. Tras un periodo de incubación de 7 a 17 días cursa con fiebre alta,
cefalea, mialgias y la aparición de pústulas en la cara, brazos y piernas,
evolucionando a costras que se desprenden en tres semanas, dejando cicatrices
permanentes. El enfermo es contagioso hasta que se desprenden las costras. No
tiene tratamiento específico y la medida preventiva es la vacunación. Edward
Jenner en 1795 descubrió la forma de vacunarse (inoculación de material
pustuloso) sin saber la causa de la enfermedad y sin conocer exactamente cómo
funcionaba. En 1803 se inició una de las primeras expediciones humanitarias del
mundo: un grupo de 22 niños expósitos españoles partieron hacia América en la
corbeta Maria Pita, capitaneados por el médico Francisco Xavier Balmis,
transmitiendo la vacuna de brazo a brazo entre ellos mismos y la población
americana. Napoleón en 1805 ordenó vacunar a sus tropas.
Paludismo (malaria)

Enfermedad producida por parásitos del género Plasmodium y transmitida por


mosquitos hembra del género Anopheles. Actualmente se producen 200 millones
de casos anuales en todo el mundo. No se descubrió el parásito hasta 1880 por el
médico militar francés Laveran. En España afectaba a la cuenca de Llobregat,
Delta del Ebro, Levante, Andalucía, Extremadura y las dos Castillas; respetaba el
Norte de España. Los síntomas son variados con fiebre de 8 a 30 días,
acompañada o no de cefalea, dolores musculares, cansancio, sudoración
nocturna, tos, diarrea. Existe una forma de fiebre intermitente con intervalos de
tres días (fiebres tercianas). Para el tratamiento se conocía la eficacia de la
corteza del árbol Cinchona procedente de Sudamérica. En 1820 se extrajo el
principio activo (la quinina) por Pelletier y Caventon. Actualmente se detectan
casos importados. Está en fase de experimentación final una vacuna eficaz.

Escarlatina (calentura escarlata)

Es producida por el Estreptococo-hemolítico del grupo A. Predomina en todas las


regiones con climas templados y en los meses de invierno y primavera. Afectaba
con mucha frecuencia a la población infantil. Una forma especialmente agresiva y
virulenta de la enfermedad se volvió epidémica en Inglaterra y otros países
europeos en el siglo XIX, donde la tasa de mortalidad fue inusualmente alta. Las
toxinas desencadenan una reacción de hipersensibilidad, responsable del cuadro
clínico que se inicia después de un período de incubación de 2 a 4 días con fiebre
(39,5°C), vómitos, escalofríos, dolor de garganta, cefalea, dolor abdominal,
malestar general, faringe congestiva y con múltiples manchas de color y
características variables, acompañadas de afección de los ganglios regionales
(aumentados de tamaño y dolorosos); seguido de un período exantemático
escarlatiniforme, caracterizado por un salpullido rojo en cuello y tórax que luego se
disemina por todo el cuerpo o una erupción con pequeñas máculas rojas
levantadas, que desaparece a los tres días dejando una piel áspera como papel
de lija, descamación de la piel en punta de dedos, manos, pies e ingles y
enrojecimiento brillante e hinchazón de la lengua con prominencia de las papilas
llamada lengua de fresa o aframbuesada. Se creía que la tendencia a producir
“hidropesía del cerebro” indicaba utilizar remedios que abrieran los “emuntorios”
(órganos y conductos de excreción: glándulas sudoríparas, salivales, riñón e
intestinos) mediante la utilización de sudoríficos, diuréticos y laxantes. Tenía una
incidencia muy alta, con una elevada tasa de mortalidad, antes de la aparición de
los antibióticos a mediados del siglo XX.

Peste

La tercera pandemia de peste, también llamada peste de China fue una gran


pandemia de peste bubónica que comenzó en Yunnan, China, en 1855 durante el
quinto año del emperador Xianfeng de la dinastía Qing. Este episodio de peste
bubónica se extendió a todos los continentes y, en última instancia, provocó más
de 12 millones de muertes en India y China, con unos 10 millones de muertos solo
en India. Su nombre científico viene dado porque esta pandemia es el tercer brote
importante de peste bubónica que afectó a la sociedad europea. El primero
comenzó con la plaga de Justiniano, que devastó el Imperio bizantino y sus
alrededores, sobre todo en los años 541 y 542, aunque la pandemia persistió en
brotes sucesivos hasta mediados del siglo VIII. El segundo brote o segunda plaga
pandémica comenzó con la peste negra, que mató al menos a un tercio de la
población europea en una serie de brotes infecciosos que se sucedieron
principalmente entre 1346 y 1353. Esta pandemia se reprodujo regularmente hasta
el siglo XIX.

Investigadores más destacados en la microbiología.

ROBERT HOOKE
Ingles filósofo de la naturaleza, arquitecto y erudito que jugó un papel importante
en la revolución científica, a través de trabajos experimentales y teóricos. Su
principal aporte fue su famoso libro Micrographia, publicado en 1665, que fue el
primero dedicado a observaciones microscópicas, Hooke describió, entre otras
cosas, los cuerpos fructificantes de los mohos.
ANTONIE VAN LEEUWENHOEK
Antonie van Leeuwenhoek (1632-1723), comerciante de telas holandés, careció
casi por completo de formación científica, pero estaba dotado de una gran
curiosidad, paciencia y habilidad. Fue el primero en descubrir microorganismos en
aguas estancadas y realizó observaciones en bacterias descubiertas en el sarro
dental. Publicó dibujos en donde esquematizó a cocos, bacilos y espirilos.

EDWARD JENNER
A partir de 1775, Jenner empezó a investigar la presunta relación de la vacuna.
Sus experimentos y observaciones le llevaron a considerar que efectivamente la
vacuna ofrecía inmunidad contra la viruela. Antes del descubrimiento de la vacuna
de Jenner, se practicaba una técnica llamada variolación. Si bien la investigación
de Jenner trajo muchas oposiciones, pudo demostrar con hechos los beneficios de
dicha investigación.

LAZZARO SPALLANZANI
Fue un fisiólogo italiano, uno de los fundadores de la biología experimental.
Nacido en Scandiano el 12 de enero de 1729. Fue catedrático de física en la
Universidad de Módena y en la de Pavía (1769), donde llevó a cabo la mayoría de
sus experimentos. Tras rechazar la teoría de la generación espontánea,
Spallanzani diseñó experimentos para refutar los realizados por el biólogo inglés
John Needham, quien apoyaba la teoría mencionada anteriormente. No obstante,
Spallanzani pudo demostrar que los caldos (que utilizaba en sus experimentos) no
generaban microorganismos mientras los recipientes estuvieran sellados,
fundamento del experimento que no había considerado Needham.
JOSEPH LISTER
Nació el 5 de abril de 1827 y murió el 10 de febrero de 1912. Desarrolló mediante
calor la práctica quirúrgica de la asepsia y la antisepsia, mejorando notablemente
la situación postoperatoria de los pacientes. Se percató de que la putrefacción de
las heridas quirúrgicas causaba una alta mortalidad en los hospitales, equivalente
a la contaminación de las infusiones que Louis Pasteur intentaba evitar en la
misma época. Para evitarlo, mientras trabajó en el Glasgow Royal Infirmary,
desarrolló mediante calor la práctica quirúrgica de la asepsia y la antisepsia,
mejorando notablemente la situación postoperatoria de los pacientes. Gracias al
descubrimiento de los antisépticos en 1865, Lister contribuyó a reducir en gran
medida el número de muertes por infecciones contraídas en el quirófano después
de que los pacientes fueran sometidos a intervenciones quirúrgicas.
FERDINAND COHN
Botánico y bacteriólogo alemán, nació el 24 de enero de 1828 y falleció el 25 de
Junio de 1898. En 1866, fundó el primer Instituto de Fisiología vegetal del mundo.
En 1872, descubrió y clasificó los distintos tipos de microorganismos con formas y
órganos diferentes. Otro de sus descubrimientos fue el de las esporas de
resistencia, formas embutidas que se forman en condiciones adversas. También
analizó el origen bacteriológico de enfermedades infecciosas de las plantas y los
animales y, colaboró con un médico alemán Robert Koch en la preparación del
tratado del carbunco. En 1882 se publicaba su famoso libro "La planta". Al mismo
tiempo, su dura vida como investigador fue compensada con una gran fama
mundial como uno de fundadores de la Bacteriología.
LOUIS PASTEUR
Expuso la “teoría germinal de las enfermedades infecciosas” contribuyó a eliminar
las bacterias calentando las soluciones azucaradas iniciales. También a la
conservación de la leche con el proceso que recibe el nombre de pasteurización.
Demostró que todo proceso de fermentación y descomposición orgánica se debe a
la acción de organismos vivos. Descartó el crecimiento de los microorganismos
por generación espontánea. (Investigación sobre el carbunco, una enfermedad
mortal del ganado vacuno). Pasteur dedicó el resto de su vida a investigar las
causas de diversas enfermedades.
HEINRICH ROBERT KOCH
Famoso por descubrir el bacilo de la tuberculosis y el Vibrio del cólera. Descubrió,
además el bacilo del Ántrax. Desarrolló los postulados del aislamiento de un
agente infeccioso (Postulados de koch). Estos establecen que para que un
organismo sea la causa de una enfermedad, necesita ser: Encontrado en todos los
casos de la enfermedad. Preparado y mantenido en cultivo puro. Capaz de
producir la infección original, incluso después de varias generaciones de cultivo.
Puede ser recuperado de un inóculo animal y cultivarlo de nuevo.
MARTINUS BEIJERINCK
Descubrió los virus y desarrolló técnicas de cultivo microbiológico. Su trabajo con
el virus del mosaico del tabaco estableció los principios básicos de la virología. Su
técnica de cultivo permitió el aislamiento de una gran variedad de microbios que
hasta ese momento no habían podido ser aislados. “CULTIVOS VIRALES”. 
ALEXANDER FLEMING
Fue un médico y científico británico famoso por ser el descubridor de la penicilina,
al observar de forma casual sus efectos antibióticos sobre un cultivo bacteriano,
fue obtenida a partir del hongo Penicillium notatum. El aporte
científico de Fleming es doble pues además de descubrir una molécula química
(penicilina) también encontró una molécula enzimática (lisozima) con actividad
antibiótica.

Enfermedades que han afectado a la humanidad a través de los años.


La enfermedad forma parte de la historia de la humanidad de manera intrínseca.
Desde que el ser humano empezó a organizarse en sociedad y a crear núcleos de
personas que convivían juntos en un mismo espacio territorial, las enfermedades
contagiosas tomaron un especial protagonismo. A medida que la población
mundial fue creciendo, cuando una enfermedad se extendía y afectaba a varias
regiones del planeta, convirtiéndose en una amenaza para la población, se
empezaron a documentar las primeras pandemias, estas pandemias en
ocasiones transformaron las sociedades en las que aparecieron y, muy
posiblemente, han cambiado o influido decisivamente en el curso de la historia.
Desde entonces y hasta el siglo XXI, la humanidad ha registrado una veintena de
epidemias y pandemias que han puesto en jaque la supervivencia humana. Cuatro
de ellas se cuentan entre las más mortíferas: la peste negra, la viruela, la gripe
española y el VIH/Sida.
La Peste Negra en la Edad Media cobró la vida de 200 millones de personas 
Esta plaga ha tenido varios brotes a lo largo de la historia. Entre ellos, el más
mortífero y aterrador ocurrió en la Edad Media. Más de 200 millones de personas
en el mundo, entre 1347 y 1351, murieron por la peste negra. Solo en Europa
desapareció un cuarto de su población. Fue la pandemia que más horror trajo a la
humanidad porque originaba pústulas y ganglios inflamados en los cuerpos de los
infectados. Se llamó también peste bubónica, porque inflamaba los bubones, o
sea los nódulos linfáticos en ojos y órganos sexuales, y cuando avanzaba la
enfermedad producía necrosis. Se asoció a la bacteria Yersinia Pestis, alojada en
las ratas negras provenientes de los barcos de China. Pero fueron las pulgas de
dichas ratas las que transmitieron la bacteria a los humanos. Solo con grandes
incineraciones de ratas, cuerpos infectados y pulgas se logró a duras penas
controlar la pandemia. 

La viruela, tan antigua como el mesolítico, tuvo uno de sus peores brotes en la conquista
de América
La viruela es una enfermedad tan antigua que data de las poblaciones humanas
del año 10.000 antes de Cristo. Aunque a lo largo de la historia, los científicos
atribuyen a la viruela la mayor cantidad de muertes infecciosas, superando los 300
millones de personas, uno de sus brotes pandémicos más severos ocurrió a partir
de 1520 en territorio americano matando a 56 millones de nativos. Los indígenas
de esta región del mundo, como los aztecas en México, los tayronas en Colombia,
los incas en Perú y los mapuches en Argentina y Chile, no tenían un cuadro de
defensas, para combatir al virus proveniente del ganado euroasiático. Se
considera, sin embargo, una enfermedad erradicada por completo a finales de la
década de 1970, luego de exitosos programas de vacunación mundial.
La  gripe española asoló a cerca de 50 millones de personas durante el fin de la Primera
Guerra Mundial
En el ocaso de la Primera Guerra Mundial, apareció en Kansas, Estados Unidos,
la gripe de 1918. Llegaría a Europa por el puerto francés de Brest, lugar al que
arribaban la mayoría de las tropas estadounidenses encargadas de apoyar a los
aliados en la guerra. Desde allí pasó a Reino Unido, Alemania, Italia y finalmente
España. Recibió el nombre de gripe española porque mientras la mayoría de los
países europeos estaban en la terrible guerra de trincheras, España era un
territorio neutro y la prensa de ese país no censuró las publicaciones sobre la
pandemia. Fue tan devastadora esta gripe que en un solo año mató a entre 40 y
50 millones de personas.

El virus de transmisión sexual VIH/Sida ha matado entre 25 y 35 millones de personas


Más recientemente, el VIH/Sida, fue una pandemia que se descubrió en Estados
Unidos en 1981. Se entendió inicialmente como un virus de transmisión sexual,
pero después se concluyó que también se infectaba por transfusiones de sangre
contaminadas, por transmisión del virus de madre a hijo durante el embarazo, o
por el uso de agujas hipodérmicas. La teoría más aceptada actualmente sobre la
procedencia del VIH/Sida está relacionada con los simios y chimpancés que
habrían entrado en contacto con el hombre en la década de 1920, en el centro de
África. La prostitución africana lo habría propagado a Europa y Estados Unidos
con el paso de los años. Una vez adquirida la enfermedad, el cuerpo humano
pierde por completo su sistema de defensas, de allí la sigla Síndrome de Inmuno-
Deficiencia Adquirida. Actualmente un venezolano, denominado como el paciente
de Londres, es la segunda persona curada de sida en la historia, lo cual abre un
camino de esperanza para el mundo entero. 

Microorganismos en la naturaleza.
Los microorganismos se agrupan en dos categorías: procarióticos y eucarióticos.
En la primera están las archaeas y las bacterias, mientras que en la segunda se
encuentran hongos, algas y protozoarios. No obstante, de manera convencional
los virus, viroides y priones son también considerados microorganismos. Los
microorganismos participan en procesos ecológicos que permiten el
funcionamiento de los ecosistemas, y biotecnológicos que son esenciales para la
industria farmacéutica, alimenticia y médica. Ellos son los principales responsables
de la descomposición de la materia orgánica y del ciclaje de los nutrientes
(carbono, nitrógeno, fósforo, azufre, etc.).

Reino animal
El reino Animalia es el más evolucionado y se divide en dos grandes grupos:
vertebrados e invertebrados. Los animales son seres pluricelulares y eucariotas de
alimentación heterótrofa, respiración aeróbica, reproducción sexual y capacidad de
desplazamiento. Este reino es uno de los más biodiversos y está compuesto por
mamíferos, peces, aves, reptiles, anfibios, insectos, moluscos y anélidos, entre
otros.

Reino vegetal
Los árboles, las plantas y demás especies vegetales forman parte del
reino Plantae, uno de los más antiguos y que se caracteriza por su naturaleza
inmóvil, pluricelular y eucariota. Estos seres autótrofos, que contienen celulosa y
clorofila en sus células, son imprescindibles para la vida en la Tierra al liberar
oxígeno a través de la fotosíntesis. En cuanto a la forma de reproducirse, esta
puede ser de tipo sexual o asexual.

Reino fungi
Este nombre se utiliza para designar al reino de los hongos, que contempla a las
levaduras, los mohos y todas las especies de setas. Estos organismos
pluricelulares, aerobios, eucariotas y heterótrofos contienen quitina en sus paredes
celulares, parasitan a otros seres vivos para alimentarse y se reproducen
mediante esporas.

Reino prototista
Este grupo es el más primitivo de los eucariontes y de él provendrían todos los
demás. El reino Protista es parafilético —contiene al ancestro común pero no a
todos sus descendientes— y engloba a aquellos organismos eucariotas que no se
consideran ni animales, ni plantas ni hongos, como los protozoos. Al ser tan
heterogéneo resulta difícil caracterizarlo, ya que sus integrantes tienen muy pocas
cosas en común.

Reino monera
Es el reino de los seres vivos microscópicos y aglutina a los organismos
procariotas (arqueas y bacterias). Este grupo está presente en todos los hábitats y
lo forman seres unicelulares sin núcleo definido. La mayoría de las bacterias son
aerobias y heterótrofas, mientras las arqueas suelen ser anaerobias y de
metabolismo quimiosintético.

Principios Básicos de la Taxonomía

Taxonomía es esencialmente el nombramiento de los seres vivos. Proviene del


griego "taxis" y "nomia", que se traduce como "método de arreglo". Es un método
científico de clasificar los organismos según las relaciones naturales de una
manera estructurada.

La taxonomía es la ciencia de la clasificación y está constituida por dos


subdisciplinas: la identificación y la nomenclatura. Siguiendo el sistema binomial
de nomenclatura, a todos los organismos (incluidas las bacterias) se les asigna un
nombre de género y otro de especie. Los nombres de especies y géneros son
derivados griegos o latinos de alguna propiedad descriptiva apropiada a la especie
en cuestión, y se escriben en cursiva. Una particularidad en taxonomía microbiana
es el concepto de cepa que, en general, no se utiliza en organismos superiores.
Debido a que los microorganismos se dividen por fusión binaria, una cepa es una
población genéticamente idéntica obtenida a partir de una sola célula.

La taxonomía se divide en 2 ramas: 

Microtaxonomía: tiene el objetivo de identificar, describir y delimitar especies.


Macrotaxinomía: su finalidad es construir clasificaciones de los taxones, y
requiere de la microtaxonomía. 
Las clasificaciones en taxonomía deben ser naturales (considerar numerosos
atributos) y jerárquicas. Incluye categorías taxonómicas (niveles o rangos
subordinados) y taxones (un grupo de organismos considerados como unidad de
cualquier rango en un sistema clasificatorio). Los niveles jerárquicos de
clasificación biológica constituyen la jerarquía linneana. Las categorías se agrupan
en categoría especie, categorías infraespecíficas, y categorías supraespecíficas.

Bibliografía
 Brooks, G. F., Butel, J. S., Carroll, K. C., Morse, S. A., & Mietzner, T.
A. (2016). Jawetz, Melnick y Adelberg Microbiología Médica (27 ed.).
México: Mc Graw Hill.
 Wiley, J., Sherwood, L. M., & Woolverton, C. J. (2016). Prescott’s
Microbiology (10 ed.). USA: Mc Graw Hill.
 VIDAL GALACHE, F., La epidemia de cólera en 1834 en Madrid.
Asistencia y represión a las clases populares. Espacio, Tiempo y orma,
Serie V, H.ª Contemporánea, nº», 1989: 271-279.
http://www.asp.es/uitb/docs/histract.htm
 AMORÓS, L. I. et al., Difteria y Médicos españoles del renacimiento, Acta
Otorrinolaringol Esp 2002, 53: 146-150
 Stanier, R. Y., & Villanueva, J. R. (1996). Microbiología. Reverté.

También podría gustarte