Está en la página 1de 4

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/277312142

El marihuanero Ramón del Valle Inclán

Article · January 2014

CITATIONS READS

0 213

1 author:

Isidro Marín-Gutiérrez
Universidad Técnica Particular de Loja
236 PUBLICATIONS   171 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Grupo de Investigación Psicología Clínica y de la Salud UTPL View project

CONSUMO Y USO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE JÓVENES UNIVERSITARIOS ECUATORIANOS View project

All content following this page was uploaded by Isidro Marín-Gutiérrez on 28 May 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


viaja

R amón nació en Villanueva de Arosa en la


provincia de Pontevedra. Era hijo de un
escritor liberal y galleguista (Ramón del
Valle-Inclán) y de Dolores de la Peña, ambos de
ascendencia hidalga. Cursó la carrera de aboga-
ferencia en el Conservatorio Labarden de Buenos
Aires, cuyo título era “Los excitantes en la litera-
tura. Peligros y ventajas”). En una reseña sobre
sus conferencias aparecida en el diario La Prensa
de Buenos Aires se lee:
do en la Universidad de Santiago de Composte- “…En cuanto al “hachich”…es excepcional; su al-
la. Abandonó los estudios de Derecho y regresó a cance es terrible… Bebía una taza de café, y tuvo
Pontevedra en 1890 al fallecer su padre. A los 20 por primera vez la sensación de los dos colores,
años de edad se trasladó a Méjico donde parece rojo cobrizo y negro, que se observan vagamente
ser que tuvo algunos altercados y peleas. Y tam- y no diferenciados por la generalidad. Inmediato
bién conoció la marihuana (de marzo de 1892 a a semejante estado, le acometió una risa inconte-
marzo de 1893). nible, dolorosa y persistente, y a raíz de una vio-
Valle Inclán fue el primer gran escritor español en lenta contracción de los cigomáticos, sintió en
emplear el término marihuana, cuando incluso su rostro algo que era la sensación exacta
los autores latinoamericanos (Juan de Arona, José de una máscara de cera puesta sobre él. La in-
Martí, Lucio Vicente López, Julián del Casal, José fancia estaba siempre presente y de un modo tan
Asunción Silva, Sicardi, Herrera y Reissig, Quiro- lúcido e intenso como no es posible concebir…”
ga, Carriego, Rubén Darío, Güiraldes, Palés Matos (Fuente del Pilar, 1999: X-XI).
o Clemente Palma) se referían casi exclusivamente
al hachís. Las excepciones provienen, como no, de Sus entrevistas
algunos mejicanos como José Gabriel Malda, Gui-
llermo Prieto, Justo Sierra o Mariano Azuela (Ba- En julio de 1913 se publicó en la revista madrileña
tiste Moreno, 2002). La palabra marihuana pro- Por esos mundos una entrevista con Valle-Inclán:
viene del náhuatl malihuana, palabra compuesta “El autor de Voces de gesta entró en la habitación
35
por mallin que quiere decir prisionero, hua que con unos papeles en la mano.
significa propiedad, y la terminación ana, que – ¿Qué tal? –le pregunté.
significa coger, agarrar o asir. Se supone que los – Bien –me respondió–; me he sentido un poco
Ramón del Valle-Inclán y de la Peña indígenas al identificar a la planta con el nombre indispuesto, pero es porque algunas veces sufro
de malihuana, quisieron expresar que la planta se los trastornos fisiológicos del extracto de tintura
(1866-1936) fue un dramaturgo, poeta y apodera del individuo. Los estadounidenses creen de cáñamo índico.
novelista miembro de la Generación del que marihuana es una contracción de los nombres – ¿Cómo es eso?...
propios María y Juana y la han convertido en ma- – Sí; yo lo tomo en píldoras.
98. Fue considerado uno de los autores rijuana (PGR, 1994). – Pero eso ¿Qué es?
más importantes de la literatura espa- Así Valle Inclán utilizó el cannabis en Méjico como – El hachís... lo que toman los fakires en la In-
mecanismo de creación y de diversión: dia...
ñola del siglo XX. Para las personas de – ¿Pero usted?...
“La marihuana me ahorra el trabajo de re- – ¡Ah! Sí, señor... Y eso me produce una exal-
mi generación cuando escuchamos el gresar a mi casa cuando salgo del café a las tación de la fantasía que me permite comprender
nombre de Valle-Inclán se nos vienen tres de la madrugada, porque simplemente muchas cosas... El Karma, por ejemplo...” (Valle-
ordeno: “Que se eche a andar la calle y que mi Inclán, 1995:127).
a la memoria los libros de literatura casa venga por mí”, y mi casa se va acercando En el Heraldo de Madrid de 15 de Marzo de 1918
del colegio en donde aparecía un señor como un barco” (Beck, 1980). se escribe una entrevista con este genial escritor:
“ – A mí México me parece un pueblo desti-
con sombrero, gafas y unas caracte- Luego tras una corta estancia en Cuba volvió a Es- nado a hacer cosas que maravillen. Tiene una
paña y comenzó en 1895 a publicar sus primeros capacidad que las gentes no saben admirar
rísticas barbas (“el gran Don Ramón, cuentos y artículos. Volvió a América para reco- en toda su grandeza: la revolucionaria. Por
de barbas de chivo” como diría su amigo rrer toda Iberoamérica dando conferencias sobre ella avanzará y evolucionará. Por ella... y
literatura española en donde hablaba, entre otras por el cáñamo índico, que le hace vivir en una
Rubén Darío). cosas, sobre las alucinaciones que le producían el exaltación religiosa extraordinaria.
cáñamo índico (el 28 de junio de 1910 dio una con- – ¿Por el cáñamo índico?
viaja

en el empeño, mi droga índica en esta ocasión me


negó su efluvio maravilloso” (Valle-Inclán, 1917:7- Yerba del Hombre de la Montaña, //el Santo Ofi-
8) cio te halló en España.// Cáñamos verdes son de
En 1916 publica su obra La lámpara maravillosa alumbrados, // monjas que vuelan y excomul-
muy influenciada por el ocultismo de la autora de gados. // Son ciencia negra de la Caldea // con debieron de subírsele a la cabeza.” (Dougherty,
teosofía Elena Blavatsky; escribe: que embrujada fue Melibea.// “¡Verdes venenos! 1983: 330).
– Por la hierba marihuana o cáñamo índico, “Recuerdo un caso de mi vida: Era en el mes de ¡Yerbas letales //De paraísos artificiales! En su genial novela Tirano Banderas (1926) se
que es lo que fuman los mexicanos. Así se ex- diciembre, ya cerca de la Navidad. Yo volvía de A todos vence la marihuana //Que da la ciencia pone a la cabeza de las narraciones revoluciona-
plica ese desprecio a la muerte que les da un un ferial con mi criado, y antes de montar para del Ramayana rias y paisajistas que luego han sido predilectas
sobrehumano valor. ponerme al camino, había fumado bajo unas ¡Oh marihuana, verde neumónica, //Cannabis ín- de los novelistas hispanoamericanos. En dicha
– Y en México, ¿Escribió usted? sombras gratas mi pipa de cáñamo índico. [...] dica et babilónica!// Abres el sésamo de la ale- novela incluye pasajes al cannabis: “El tiempo
– ¿Yo?... Viví, amigo mío. Me conformé con vivir Atajábamos la tierra de Salnés, donde otro tiem- gría, //Cáñamo verde, kif de Turquía //Yerba del parece haber prolongado todas las acciones, sus-
intensamente...” (Dougherty, 1983:96). po estuvo la casa de mis abuelos, y donde yo viejo de la Montaña, //El Santo Oficio te halló en pensas absurdamente en el ápice de un instante,
crecí desde zagal a mozo endrino. Sin embargo, España. //Yerba que inicias a los fakires, // Llenas estupefactas, cristalizadas, nítidas, inverosímiles
Sus escritos sobre el cannabis aquellos paisajes monteses no los había traspues- de goces y Dies Ires. //¡Verde esmeralda – loa el como sucede bajo la influencia de la marihuana.”
to jamás. [...] Aquel aprendizaje de las veredas, poeta //persa – tu verde vistió el profeta!// (Kif (Valle-Inclán, 1981:107).
Entre 1914-1918 (durante la I Guerra Mundial) vivió diluido por mis pasos en tantos años, se me re- – yerba verde del persa – es //el achisino bhang El primer párrafo de El quietismo estético, quinta
en Francia invitado por el gobierno francés donde velaba en una cifra, consumado en el regazo de bengalés. //Charas que fuma sobre el diván, //En- parte de sus Ejercicios espirituales, termina con
viajó a los campos de batalla para ver in situ la los valles, cristalino como el sol, intenso por la tre odaliscas, el Gran Sultán” estas frases: “Toledo es alucinante con su poder
guerra. Fruto de esos años fueron Visión Estelar de altura, sagrado como un número pitagórico. Fui Los críticos literarios afirman que en lo que he- de evocación. Bajo sus arcos poblados de reso-
la Medianoche publicado en el Imparcial (1916) y feliz bajo el éxtasis de la suma, y al mismo tiem- mos leído encontramos de forma velada detalles nancias se experimenta el vértigo como ante los
en La Luz del Día (1917). De ella escribiría: po me tomó un gran temblor comprendiendo que de satanismo y rasgos de sexo pornográfico. Para abismos y las deducciones de la Teología. Estas
“Yo torpe y vano de mí, quise ser centro y tener de tenía el alma desligada. Era otra vida la que me nada, yo no estoy de acuerdo. Para mi es la His- piedras viejas tienen para mí el poder maravilloso
la guerra una visión astral, fuera de geometría y decía su anuncio en aquel dulce desmayo del co- toria del cannabis condensada en un poema. Para del cáñamo índico, cuando dándome la ilusión de
de cronología, como si el alma, desencarnada ya, razón y aquel terror de la carne. Con una alegría poder entender este poema debemos saber que que la vida es un espejo que pasamos a lo largo
37
mirase a la tierra desde su estrella. He fracasado coordinada y profunda, me sentí enlazado con la “El Hombre de la Montaña” se refiere a La secta de del camino, me muestra en un instante los ros-
sombra del árbol, con el vuelo del pájaro, con la los asesinos; “El Santo Oficio” es la Inquisición que tros entrevistos en muchos años. Toledo tiene ese
peña del monte. La Tierra de Salnés estaba toda en encontró cannabis en España; consumida por la poder místico. Alza las losas de los sepulcros y
mi conciencia por la gracia de la visión gozosa y brujas; Los paraísos artificiales la obra cumbre de hace desfilar los fantasmas en una sucesión más
teologal.” (Valle-Inclán, 1995:73-74). Baudelaire; El Ramayana es un libro de poema es- angustiosa que la vida.”
El cannabis le produce a Valle-Inclán un estado crito en sánscrito escrito por Valmiki y que forma Valle Inclán comenzó a tomar marihuana por su
de gracia en el solar familiar pero también cierta parte de los Smriti hindúes (textos no revelados estancia en Méjico, luego se aficionó al Kif ma-
ansia. por Dios, sino transmitidos por la tradición). Está rroquí y por último comenzó a tomar tintura de
compuesta por 24.000 versos y se remonta al siglo cannabis (fue hasta el segundo cuarto del siglo
Su poema cannábico más conocido III a. C. en donde aparece el cannabis. XX un medicamento pródigamente recetado para
una amplia gama de patologías nerviosas, ocula-
El cáñamo fue lo que exaltó la imaginación de Vida y obra directamente relacionadas con res, auditivas y, como era su caso, respiratorias)
Valle Inclán. Utilizó el cannabis como objeto de el cannabis que le provocó ciertos “trastornos”. Dejó la tintu-
narraciones y lo señala como fundamento nece- ra de cannabis ya que decía que veía desfilar por
sario del mismo, inspirándole un bello poemario, En 1921 volvió a Méjico. El corresponsal de ABC en su memoria todas las personas muertas que él ha-
titulado precisamente La Pipa de Kif (1919) en ella Méjico, Wenceslao Blanco, tachó a Valle Inclán bía conocido. De la Serna decía que Valle Inclán:
encontramos al final del libro el poema Clave XVII de “degenerado, marihuano y mal español” (En “Presumía de faquir no sólo porque apenas co-
“La tienda del herbolario” (apartado 11) (Valle-In- Excélsior, Méjico, 15 de noviembre de 1921). Para mía, sino porque fumaba has-chiss –lo escribían
clán, 1976: 159) es una exaltación a lo que Cernuda 1926 le realizaron otra entrevista en Madrid por y pronunciaban como si estornudasen– y porque
llamaría más tarde los “paraísos artificiales”: Enrique Estévez Ortega y en la descripción se le
dibuja como:
“Pintase a Don Ramón fumador de raras plantas
exóticas. No cabe ya duda de que el autor de esos
cuadros siniestros que hacen de Galicia un país de
negras leyendas, es hombre de muchos humos.
Los cuales – ¡cosas de la superioridad única!–
cvuila
t ijva
a

tomaba las cosas ardiendo sin inmutarse.”, “él,


que confesaba que su alma era la de un antiguo
faquir que podía milagrear y resistir todos los do- Radical; se divorció de su mujer; fue presidente de
lores, cuando fumaba en su larga pipa de Kif se honor de la Asociación de Amigos de la Unión So-
le veía lo natural que era del Oriente.”, “Por eso viética. En Madrid encontraría ocasión para com-
un día vuelve a salir hacia el sanatorio de la Cruz partir su afición al cáñamo con bohemios como
Roja decidido a que le operen, y el asombro de los Emilio Carrere, viajeros al estilo de Federico García
médicos es ver cómo resiste la cauterización de la Sanchiz, y los escritores transatlánticos Rubén Da-
vejiga –la carne viva por abusar de los picantes y río, Leopoldo Lugones (ambos muy dados al ocul-
por fumar Kif– con una pequeña anestesia local” tismo), Miguel Ángel Asturias o, por encima de
(Batiste Moreno, 2002). todos, Teresa Wilms Montt, “Thérèse de la Cruz”,
Valle Inclán utilizó durante toda su vida el can- empedernida fumadora de cannabis y opio.
nabis; en un principio, durante su juventud, para Murió el 5 de enero de 1936 víctima de un cáncer;
conseguir un estado de ánimo distinto, como una se negó a recibir los últimos sacramentos. Fue se-
forma de trascender, de ociosidad, de atisbar lo pultado tras una ceremonia civil. Todo un perso-
incomunicable pero en sus últimos años lo con- naje hasta la tumba.
sumía por sus problemas gástricos, padecía una
enfermedad ulcerosa péptica y cáncer de vejiga Bibliografía
urinaria (Pérez Blanco, 2004).
Batiste Moreno, J. F. (2002). “Valle-Inclán y el
Un personaje singular cannabis: Historia de un amor intelectual”. El Pa-
sajero disponible en http://www.elpasajero.com/
Valle Inclán tuvo una vida muy agitada. En 1899 cannabis.htm
durante una pelea con el periodista Manuel Bueno Dougherty, D. (1983). Un Valle-Inclán olvidado: 39
en Madrid en el café de la Montaña pierde el bra- entrevistas y conferencias. Fundamentos, Madrid.
zo. Se dice que mientras le amputaban el brazo se Fuentes del Pilar, J.J. (1999). El club del hachís. Mi-
fumó un habano tranquilamente. También sufrió raguano Ediciones. Madrid.
una herida de bala en el pie en 1901. PGR (1994). Manual de identificación de estupefa-
En Madrid vivió la bohemia literaria modernista y cientes y psicotrópicos, Instituto de Capacitación
pasó mucha hambre y necesidad. También se casó de la PGR, México.
con la actriz Josefina Blanco en 1907 y tuvo seis Valle-Inclán, R. (1995). La lámpara maravillosa.
hijos: Joaquín María, Carlos Luis, Jaime, Ana... Se Ed. de Fco. Javier Blanco Pascual, Espasa-Calpe,
opuso a la dictadura de Primo de Rivera y en 1929 col. Austral, Madrid.
es encerrado en la cárcel Modelo de Madrid por Valle-Inclán, R. (1917). La media noche, visión es-
negarse a pagar una multa por unos incidentes en telar de un momento de guerra. Ed. Clásica Espa-
el Palacio de la Música. Fue miembro del Partido ñola, Madrid.

View publication stats

También podría gustarte