Está en la página 1de 11

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/281100881

Sor Juana Inés de la Cruz, ¿feminista o monja mojigata?

Article · August 2015

CITATIONS READS
0 2,172

1 author:

Doris Melo
Caribbean University of Bayamón
70 PUBLICATIONS   0 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

La mirada a través del desengaño barroco: en las pinturas Vanitas ( bodegones del siglo XVII). View project

All content following this page was uploaded by Doris Melo on 21 August 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


 

Sor Juana Inés de la Cruz: feminista o monja mojigata

Sor Juana Inés de la Cruz conocida en el mundos, Juana de Asbaje


y Ramírez, causa de mucha admiración entre sus contemporáneos, a
uno y otro lado del atlántico. por eso la denominaron la Décima
Musa. Es sin duda una figura importante en las letras mexicanas y en
la América Colonial en su momento, el reinado de Carlos II la figura
más alta de todo el orbe hispánico. Con ella, llega a su máxima
expresión el barroco americano, cuyas primeros vislumbres nos
alcanzan en Oña y en Balbuena.
El barroco se manifiesta muy pronto en Hispanoamérica; a fines del
siglo XVI y a principios del XVII y todavía quedo prendado en el siglo
XVIII. El gusto cortesano por el lujo y la fastuosidad ornamental por
la suntuosidad, por lo ceremonioso y complicado por lo grandioso y
monumental, unido a parecidas tendencias en la población indigena
explican por si solo la popularidad del barroco en Hispanoamérica.

El barroco en Hispanoamérica como han señalado algunos críticos


supera en suntuosidad y profusión ornamental al barroco español,
así como el atrevimiento y el vuelo imaginativo. En la literatura dio
origen a mucha extravagancia, a todo ese conjunto que Menéndez y
Pelayo denomina muladar culterano. Poemas retorcidos, artificiosos,
extravagantes, pedantes en los que se cuentan vidas de santos;
Santo Tomas de Aquino, San Ignacio de Loyola, San Francisco de
Asís y otros menos conocidos.
Alfonso Méndez Pancarte comenta sobre Sor Juana: “A Sor Juana
se le presenta como un oasis en medio de un desierto”, actitud que él
atribuía al odio antiguo a Góngora, señalando toda una serie de
apreciables poetas barrocos y no barrocos anteriores a Sor Juana
comentaba: “Nada, pues de inundación universal del barroco, ni
menos de un gongorismo exclusivo”. Toda una gama innumerable de
escuelas. Y lo que vale más no pocas personalidades poderosas.

Este juicio que Méndez Plancarte, hacía pensando en la poesía


novohispana De Sor Juana nos dice su primer biógrafo, el P. Diego
Calleja, y hay razones para suponer que la información procediese
de ella misma, que nació el 12 de noviembre de 1561. Criada en la
hacienda de Panoayan del abuelo materno don Pedro Ramírez. A los
tres años aprendió a leer con la Amiga del vecino del pueblo de
Amecameca; a los seis o siete años rogó en vano a la madre que
vistiéndola de varón, la enviase a la Universidad; a los ocho
compone una Loa a la Eucaristía, que le gana un libro como
recompensa, y se desquita de un no ir a la Universidad leyéndose
todos los libros de la biblioteca del abuelo, sin que bastasen castigos
ni reprensiones por esto.
Fue llevada finalmente a México donde tomó veinte lecciones de
latín que le bastaron para dominar la lengua; y para 1665 estaba en
palacio, como dama muy querida de la Virreina Marquesa de
Mancera, encantando a la corte con su belleza y su inteligencia.
Dominada por una curiosidad intelectual universal avasalladora, todo
lo lee y todo lo estudia.

La fama de su saber se difunde, y un día, para investigar la índole de


su saber si este era adquirido o infuso cuarenta sabios de todas las
disciplinas la someten a riguroso examen de preguntas, respuestas y
pruebas y ella se defiende son palabras textuales del Virrey…

En 1667, entra a la Orden de Carmelitas Descalzas del Convento de


San José, pero enferma y abandona ese lugar a los tres meses. Dos
años más tarde, a exhortación de su confesor, el jesuita Antonio
Nuñez de Miranda, profesa en la Orden de San Jerónimo, en el
convento del mismo nombre, de México.
En su celda llega a acumular una biblioteca de cuatro mil volúmenes,
y una colección de instrumentos musicales y científicos.
En el año 1690 Sor Juana escribe su Crisis de un sermón, especie
de ensayo crítico, en prosa, refutando un Sermón del Mandato del
famoso jesuita portugués, P. Antonio Vieyra. Este ensayo paso de
mano en mano de uno a otro admirador de Sor Juana fue a dar a las
manos de don Manuel Fernández de Santa Cruz, Obispo de puebla
que le pareció tan admirable el escrito, que lo publicó cambiándole el
título de Carta Athenagórica ( “carta digna de Atenas”) y le envió
unos ejemplares acompañados de una carta que firmaba con el
pseudonimo de “Sor Filotea de la Cruz”.

A vuelta de una serie de elogios, Sor Filotea reconvenía a Sor Juana


por haber dedicado su talento casi exclusivamente a las letras
profanas en detrimento de las sagradas. El reproche caló muy hondo
en Sor Juana como puede verse por la intensidad con que se
defiende en Su respuesta a la Muy Ilustre Sor Filotea de la Cruz
1691 y unido a la impresión que han debido causarle las
circunstancias de los años 1690 –91 .

Sor Juana fue una mujer extraordinaria. Al lado de su gran belleza


física se da una gran belleza espiritual: amabilidad, cortesía y
comprensión. Pero el rasgo central, el más dominante es su
curiosidad intelectual universal, el de su ansia inagotable de saber,
sin límites ni fronteras. A tal punto que ella misma confesaba no
tener disciplinas preferentes, pues todas le interesaban.
El mismo fenómeno de comprensión y abarcamiento lo hallamos en
el orden literario: la obra literaria de Sor Juana es, por ello una
síntesis prácticamente de todos los géneros, asuntos y temas, tonos
y estilos, de la literatura del Siglo de Oro. Y Sol Juana unas veces
escribe con la elegante sencillez y espontaneidad del Renacimiento y
otras con el retorcido y recargado artificio del barroco; tanto
conceptista como culterano.

La naturalidad de los párrafos en el que describe su aflicción a las


letras y en la poesía, cultiva la de índole filosófica hasta la sátira
chocarrera; desde el soneto y las demás formas italianizantes hasta
la glosa y la endecha tradicionales; y en cuanto a estilo, desde el
poema reminiscente de Góngora, Quevedo o Calderón hasta el de
sabor garcilasesco.

Y en el teatro desde la comedia de enredo y el auto _ tanto de


asuntos bíblicos, como histórico o mitológico _ hasta villancico y la
loa. De modo que así como el teatro de Lope de Vega constituye una
síntesis del teatro de su época de igual modo la obra literaria de Sor
Juana, es una síntesis de la literatura del Siglo de Oro, con exclusión
de la novela que, como se sabe no se cultivo en Hispanoamérica
durante el periodo colonial.

Dos tomos de los tres que se recogió originalmente su obra, llegó a


ver Sor Juana. El primero en 1689, lleva un expresivo título barroco.
Inundación Castalida/ de la única poética, Musa Décima / Sor Juana
Inés de la Cruz, Religiosa Profesa en / El Monasterio de San
Gerónimo de la Ciudad de México,/ El segundo 1692, contiene
poesía , prosa y teatro, y se titular Segundo Volumen / de las Obras/
de Sol/ Juana Inés/de la Cruz/

La obra literaria conservada de Sor Juana, incluye prosa, teatro y


lírica. En la prosa se destacan su Carta Athenagórica y su Respuesta
a la Muy Ilustre Sor Filotea de la Cruz que tienen interesante historia
como ya hemos expresado antes. En el Sermón del cual se inspiró
su primera carta, sobre el tema de la mayor fineza demostración de
amor _ de Cristo a los hombres, Vieyra refutó la tesis que sobre este
tema había sostenido San Agustín de Hipona, quien había dicho que
la mayor fineza de Cristo fue quedarse con nosotros sacramentado; y
San Juan Crisóstomo, que había dicho que la mayor fineza de Cristo
fue lavar los pies a sus discípulos.

Luego de refutar a los tres santos doctores, Vieyra sostuvo su propia


tesis, seguro de que nadie podría refutársela: la mayor fineza de
Cristo fue que no quiso correspondencia a su amor para sí.
Indignada con la actitud soberbia del orador, Sor Juana refutó las
refutaciones a los santos doctores, y luego, con gran acopio de saber
escriturario, rebatió la tesis propia de Vieyra Esta a su vez trajo la
Respuesta a Sor Filotea , ensayo autobiográfico de forma epistolar
que es una de las mejores expresiones de la prosa colonial . En ella
Sor Juana, después de una introducción exquisitamente cortés y
agudamente conceptista en que agradece los favores y se excusa
por la tardanza en contestar, pasa aceptando el cargo de Sor Filotea
a justificarse. La razón de haber cultivado poco las letras sagradas
no ha sido por falta de aflicción, sino la obra de temor y reverencia,
pues para cultivar estas últimas se requiere un gran caudal de saber
para no exponerse a caer en la herejía.

Plantea basándose en la obra de un teólogo mexicano , el doctor


Arce el problema de si le es lícito a la mujer estudiar e interpretar las
Sagradas Escrituras, y concluye que en privado no sólo es lícito sino
necesario y conveniente que haya mujeres doctas para enseñar a las
jóvenes de modo que éstas no se queden bárbaras .

Relata la persecuciones de que ha sido víctima por su aficción al


estudio y termina defendiéndose donosamente de algunos ataques
que le han hecho de su refutación a Vieyra.

El estilo unas veces es culterano lleno de alusiones, de erudición


clásica y erudición de palabras y citas en latín otras conceptista lleno
de agudezas y juego de palabras de todas clases _ otras,
especialmente en los pasajes autobiográficos, de una encantadora y
elegante sencillez .

La Respuesta …. Es una pequeña obra maestra de la prosa colonial


que mientras haya lectores nunca pasará al olvido.

Otras obras menores en prosa de Sor Juana son; Unos


Ofrecimientos del Rosario a la Dolorosa, Unos Ejercicios de la
Encarnación, Una Protesta de la fe y una Petición al Tribunal Divino.
Y en prosa y verso, su Neptuno alegórico… y Explicación del arco
triunfal a la entrada del Virrey Paredes 1680)

El arco fue diseñado por su gran amigo Don Carlos de Singuenza y


Góngora. ) Dos tratados suyos El Caracol, sobre música, y el
Equilibrio moral.

El teatro de Sor Juana, en verso como era el de la época, incluye dos


comedias de enredo _ Los empeños de una casa y Amor es más
laberinto, escrita en colaboración con su primo, el presbítero Juan de
Guevara_; tres autos sacramentales El Divino Narciso, El mártir del
Sacramento y el Cetro de José._ dos sainetes _ de la comedia Los
empeños de una casa _ cinco loas _ de las comedias y los autor y
trece independientes , haciendo un total de diez y ocho loas, Cabe
señalar que además hay algunos villancicos de carácter dramático
que pertenecen al teatro con tanta justicia como la lírica.

La obra lírica de Sor Juana. Su lírica sobresale como obra maestra


un extenso poema filosófico descriptivo titulado El sueño , única obra
nos dice en la respuesta a Sor Filotea escrita espontáneamente, de
propia iniciativa.( Si hemos de creer a Sor Juana todo lo demás lo
escribió siempre a solicitud de alguien.

A imitación de Góngora cuyas Soledades se propone como modelo.


Está escrito en silvas, su tema central lo constituye el conocimiento.
Poema difícil y hermético por su retorcimiento y recargamiento no
solo es de la forma como en Góngora, sino también del contenido, el
Primero Sueño es un ejemplo más, esta vez en literatura de ultra
barroco Americano. Estudiado minuciosamente don Alfonso Méndez
Plancarte ha señalado el tesoro de saber, de ingenio y belleza que
encierra este poema.

En orden de calidad hay que mencionar luego los sonetos Sor Juana
es una sonetista de primeras líneas, cuyo lugar está con los grandes
sonetistas de todas las épocas: Garcilaso, Lope, Góngora, Quevedo.

En el tomo primero de las Obras Completas el que recoge en Lírica


Personal; ocho sonetos filosóficos morales, cinco históricos
mitológicos, seis satíricos burlescos, veintidos de amor y discreción.

Mas conceptista que culterana en los sonetos encontramos en ellos


en una gama que va desde la agudeza artificiosa hasta la expresión
más sencilla y límpida. Entre los romances de los que ha reunido
Méndez Plancarte 69, incluyendo algunos decasílabos y
endecasílabos _ se destacan los que comienzan Finjamos que soy
feliz, sobre el tema del conocimiento. Si es causa de amor productivo
que es una defensa de los celos como la manifestación mas
autentica del amor.
De las redondillas unas quince en total la mas conocida un poema
famoso de Sor Juana Hombre necios que acusais … en la que utiliza
sus habituales juegos conceptistas.

Bibliografía
El teatro en Hispanoamérica Colonial.
Grossi, Verónica . Sigilosos vuelos epistemológicos en Sor Juana
Inés de la Cruz.
http://biblioteca.uprrp.edu:443/login?url=http://www.digitaliapublishing
.com/ http://www.digitaliapublishing.com/a/17703
Mujeres en la literatura

Molina, Rita . Vista de mundo y literatura. San Juan , P.R. Editorial


Plaza Mayor, 2006
Paz. Octavio . Sor Juana Inés de la Cruz, o, Las trampas de la fe.
México: Fondo de Cultura Económica . 2008
Santiago Molina Glorifé. Sor Juana Inés de la Cruz en el siglo XX: de
la critica literaria a la ficcionalización. Tesis Universidad de Puerto
Rico. 2005

http://bvbr.bib-
bvb.de:8991/F?func=service&doc%5Flibrary=BVB01&doc%5Fnumb
er=016579333&line%5Fnumber=0001&func%5Fcode=DB%5FREC
ORDS&service%5Ftype=MEDIA

View publication stats

También podría gustarte