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Elaborada por: Geovanny Alberto Catamuscay Medina
Fecha de elaboración de la reseña: 20 de febrero de 2011
Titulo: Pedagogía del oprimido
Autor: Paulo Freire
Año de publicación: 1980
Tipo de texto: Capitulo III
Ref. Bibliográfica:
Disciplina: Fundamentos teóricos del énfasis
Área: Educación, desarrollo y comunidad
Palabras claves:
I. TEMA CENTRAL:
La dialogicidad: esencia de la educación como práctica de la libertad.
Dialogicidad y diálogo.
Después de desarrollada su critica de la educación bancaria, Freire presenta en este capitulo lo que
debe ser el trabajo del educador en esta nueva pedagogía del oprimido.
Participar en esta transformación no es un privilegio de una cierta clase, “sino derecho de todos los
hombres”. En el capitulo anterior Freire ilustro que no se trata de un trabajo que se pueda hacer de una
manera individualista, pues se necesita el dialogo verdadero entre los hombres para poder “pronunciar”
el mundo.
II. TEMAS ESPECIFICOS:
El dialogo verdadero
Freire lo describe como un acto creador y describe los requisitos necesarios para alcanzar ese dialogo
verdadero:
i. No hay diálogo si no hay un profundo amor al mundo y a los hombres, siendo el amor fundamento
del diálogo, amor que es compromiso con los hombres, amor que radica en comprometerse con su
causa. La causa de su liberación.
ii. No hay diálogo si no hay humildad. El diálogo, como encuentro de los hombres para la tarea
común de saber y actuar, se rompe si sus polos (o uno de ellos) pierde la humildad.
iii. No hay diálogo, tampoco, si no existe una intensa fe en los hombres. Fe en su poder de hacer y
rehacer. De crear y recrear. Fe en su vocación de ser más, que no es privilegio de algunos elegidos
sino derecho de los hombres.
iv. No hay diálogo sin esperanza. Esperanza que está en la raíz de la inconclusión de los hombres, a
partir de la cual se mueven éstos en permanente búsqueda. Búsqueda que, como ya señalamos, no
puede darse en forma aislada, sino en una comunión con los demás hombre.
v. Finalmente, no hay diálogo verdadero si no existe en sus sujetos un pensar verdadero. Pensar que
percibe la realidad como un proceso, que la capta en constante devenir y no como algo estático.
“Solamente el diálogo, que implica el pensar crítico, es capaz de generarlo. Sin él
no hay comunicación y sin ésta no hay verdadera educación”.
En este punto, Freire resalta la educación como práctica de la libertad. En el que demuestra que para el
educadoreducando, dialógico y problematizador el contenido programático de la educación no es una
imposición —un conjunto de informes que han de ser depositados en los educandos—, sino la
devolución organizada, sistematizada y acrecentada al pueblo de aquellos elementos que éste le
entregó en forma inestructurada.
Freire repite, la educación auténtica, no se hace de A para B o de A sobre B, sino A
con B, con la mediación del mundo.
Basado en la observación de los errores cometidos por lideres revolucionarios por no tener estas
necesidades inherentes en el dialogo verdadero. Freire resalta que el no tener el amor, la fe y confianza
en el pueblo, concluiremos en el educador de la educación bancaria, depositando sus pensamientos y
metas en el pueblo. Y que al actuar de esa manera, se acaba siendo un dominador mas del pueblo.
“Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visión del mundo, o intentar imponerla a él, sino
dialogar con él sobre su visión y la nuestra”.
El diálogo empieza en la búsqueda del contenido programático.
Las relaciones hombresmundo: los ''temas generadores” y el contenido programático de la
educación.
El dialogo de la educación como practica de la libertad, es propiciado a partir de la búsqueda del
“contenido programático” de la educación, que da inicio a la investigación sobre el universo temático
del pueblo o el conjunto de temas generadores, investigación que recae sobre el pensamiento –
lenguaje del hombre referido a la realidad, los niveles de percepción sobre esta realidad, y su visión del
mundo, mundo en el cual se encuentran envueltos sus “temas generadores”. Temas propiciados de un
dialogo verdadero.
Freire cita que para conceptualizarlos primero hay que comprobar su objetividad a través de la propia
experiencia existencial y de una reflexión critica sobre las relaciones hombresmundo y hombres
hombres; relaciones en las que los hombres sobrepasan las “Situaciones Limites”, definidas por el
profesor Alvaro Vieira Pinto como “el margen real donde empiezan todas las posibilidades; la frontera
entre el ser y el ser mas”. Situaciones limites que se revelan como lo que realmente son: “Dimensiones
concretas e históricas de una realidad determinada”.
Este ambiente conduce a los hombres a empeñarse en la superación de estas “situaciones límites” con la
transformación de la realidad, donde surgen situaciones nuevas que provoquen otros “actos limites” de
los hombres.
De este modo, lo propio de los hombres es estar, como conciencia de sí y del mundo,
en relación de enfrentamiento con su realidad, en la cual históricamente se dan las
“situaciones límites”. Y este enfrentamiento con la realidad para la superación de
los obstáculos sólo puede ser hecho históricamente, como históricamente se
objetivan las “situaciones límites”.
Freire clarifica el camino, enunciando que solamente con la praxis, la reflexión y la acción, el hombre
supera las situaciones limites, situaciones que implican la existencia de aquellos a quienes directa o
indirectamente sirven y de aquellos a quienes niegan y frenan.
En referencia a los países latinoamericanos, Freire observa:
La investigación de los temas generadores y su metodología.
La significación concienciadora de la investigación de los temas generadores.
Los momentos de la investigación.
A a la acción liberadora se le impone la exigencia de que esté en relación de correspondencia, no sólo
con los “temas generadores”, sino con la percepción que de ellos estén teniendo los hombres. Por ello
los temas generadores pueden ser localizados en círculos concéntricos que parten de lo más general a
lo más particular. Donde su búsqueda envuelve la investigación del propio pensar del pueblo.
Es importante subrayar de nuevo que el “tema generador” no se encuentra en los hombres aislados de
la realidad ni tampoco en la realidad separada de los hombres y, mucho menos, en una “tierra de
nadie”. Sólo puede estar comprendido en las relaciones hombresmundo.
Cuanto más asuman los hombres una postura activa en la investigación temática, tanto más
profundizan su toma de conciencia en torno de la realidad y, explicitada su temática significativa, se la
apropian.
Es a través de los hombres que se expresa la temática significativa, y al expresarse en determinado
momento puede ya no ser, exactamente, lo que era antes, desde el momento en que haya cambiado su
percepción de los datos objetivos a los cuales se hayan referido los temas.
La investigación temática, que se da en el dominio de lo humano y no en el de las cosas, no puede
reducirse a un acto mecánico. Siendo un proceso de búsqueda de conocimiento, y por lo tanto de
creación, exige de sus sujetos que vayan descubriendo, en el encadenamiento de los temas
significativos, la interpenetración de los problemas.
Es por esto por lo que la investigación se hará tanto más pedagógica cuanto más crítica y tanto más
crítica en cuanto, dejando de perderse en los esquemas estrechos de las visiones parciales de la
realidad, de las visiones “focalistas” de la realidad, se fije en la comprensión de la totalidad.
La búsqueda por un tema generador “envuelve la investigación del propio pensar del pueblo”, escribe
Freire. “Cuanto mas investigo el pensar del pueblo con él, tanto mas nos educamos juntos”. Para
conseguir una visión clara de sus vidas, tal investigación incluye todas las facetas de su vida cotidiana.
Es necesario que lo visiten en horas de trabajo en el campo; que asistan a reuniones
de alguna asociación popular, observando el comportamiento de sus participantes, el
lenguaje usado, las relaciones entre directorio y socios; el papel que desempeñan las
mujeres, los jóvenes. Es indispensable que la visiten en horas de descanso, que
presencien a sus habitantes en actividades deportivas; que conversen con las
personas en sus casas, registrando manifestaciones en torno a las relaciones marido
mujer, padreshijos; en fin, que ninguna actividad, en esta etapa, se pierda en esta
primera comprensión del área.
Al concluir esta fase inicial del estudio, los investigadores, juntos con representantes del pueblo, deben
reunirse para evaluar los resultados. En la pedagogía de Freire, no existe un momento donde el pueblo
no participe activamente en el proceso.
La segunda etapa de la investigación se enfoca en lo que el sociólogo Lucien Goldman llama la
“conciencia real” y la “conciencia máxima posible”. Lo primero se refiere a los obstáculos percibidos por
el pueblo que no le permiten ir más allá en cuanto a sus percepciones de posibles recursos en el
mejoramiento de una situación. La “conciencia máxima posible” pertenece a las acciones posibles, pero
no percibidas en la conciencia real del pueblo.
De sus observaciones del pueblo en todos los aspectos de su vida, los investigadores preparan imágenes
visuales (“la codificación”), para empezar el dialogo con el pueblo y “descodificar” las imágenes. Freire
cita el trabajo del chileno Gabriel Brode en cuanto al contenido de la codificación: “los campesinos
solamente se interesaban por la discusión cuando la codificación se refería, directamente, a
dimensiones concretas de sus necesidades sentidas”. El papel del investigador auxiliar al presentar estas
codificaciones al pueblo es “no solo escuchar a los individuos, sino desafiarlos cada vez mas,
problematizando, por un lado, la situación existencial codificada y, por otro, las propias respuestas que
van dando aquellos a lo largo del dialogo”.
En la ultima etapa de la investigación, los investigadores escuchan las grabaciones hechas del pueblo
descodificando las imágenes y estudiando sus comentarios. Ellos van arrojando “los temas explícitos o
implícitos” en los comentarios y observaciones con la libertad de añadir “temas bisagras”, cuales son
temas no mencionados por el pueblo pero observados por los investigadores. Después de extraer los
temas inherentes en los comentarios del pueblo, estos son presentados de nuevo al pueblo. En esta
reunión las personas del pueblo están invitadas a introducir otros temas sobre los que les gustaría
hablar. Por medio de este sistema “horizontal” de la educación, los hombres se sienten “sujetos de su
pensar, discutiendo su pensar, su propia visión del mundo, manifestada, implícita o explícitamente, en
sus sugerencias y en las de sus compañeros”.