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TRATADO DE PSICOLOGíA SOCIAL

Perspectivas socioculturales

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR


ANNE REtO
(Coords.)

Josep M. Blanch CarrnenMier


Alberto carraón Eisa Muñiz
Pablo Fernández Christlieb Anastasio Ovejero
Gloria E~zabelhGarcfa Hemández Martin Packer
Manhew C. Gutmann Blanca Pelcastre
Bernardo Hemández salVador lván Rodríguez Preciado
Juana Juárez R<mero Michel·Louls Rouquelte
Jorge Mendoza García Mara Viveros Vlgoya

eANTHROPOS

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ni en todo ni en parte sin el permiso previo por escrito de la Editorial
r

Pslcologla Social del Trabajo

IX I a) Un ámbito temático estructurado en tomo a la interacción persona-anibieme


que, en unos casos, aparece bajo la denominación conducta laboral (en tanto
PSICOLOGíA SOCIAL DEL TRABAJO I\ que reacción comportamental a variaciones en las circunstancias del ambiente
de trabajo) y, en otros, de acción laboral (de un sujeto cognitivo, emocional y
i social orientado intencionalmente a modificar su ambiente sociolaboral).
b) Una misma acepción de trabajo en tanto que empleo, esto es, una forma
Josep M. Blanch sociohistóricamente determinada y algo obsolescente de actividad laboral asa-
lariada, en un régimen contractual, en el marco de una organización laboral.
¡ El empleo (del latín implicare, que significa comprometer a alguien en algo)
.¡ conlleva una relación voluntaria entre dos partes: la contratada -que vende
tiempo, esfuerzo, competencias y rendimiento- y la contratante --que los com-
!
pra, generalmente mediante dinero, bienes o servicios.
'1 Así pues, la psicología social del trabajo se centra más bien en el empleo, que es un
invento de la modernidad capitalista industrial fabril. El empleo es una doble institu-
ción social:
I a) Por un lado consiste en la reducción del trabajo al estatuto de simple valor de
Introducción cambio y, por tanto, como señala Marx (1867), de tnercancia.
b) Por otro, encarna-como observa Prieto (1999)-la elevación del trabajo a la
Como el mismo mundo laboral, la psicología social del trabajo atraviesa, en los últimos condición de nonna social, al tratarse en definitiva de actividad económica
lustros, un intenso y acelerado proceso de cambios. Por ello, un mapa significativo de remunerada en la que se pacta y se respeta un conjunto de derechos y deberes
los tópicos de la investigación y de la intervención en este ámbito incluye un panorama sociales.
retrospectivo de saberes acumulados en la herencia disciplinar; una visión esquemática
Supuesto que el trabajar constituya una actividad humana de carácter básicamente
y selectiva de tópicos emergentes y también un enfoque prospectivo de algunos de los
desafíos planteados en la agenda de la misma. económico, que conlleva una determinada manera de interactuar con cosas, herramien-
tas, informaciones y especialmente con personas, grupos, organizaciones y-con la mis-
ma sociedad, la psicología social del trabajo se ocupa básicamente de fenómenos y pro-
1. La Psicología Social del Trabajo, disciplina y profesión cesos psicosociales implicados en la actividad y en la experiencia laboraJes.
Desde una óptica íntraindívídual, investiga e interviene sobre variables antecedentes,
subyacentes y consiguientes a la actividad laboraJ de las 'personas (factores de personali-
Una primera lectura de índices y de balances presentados por los manu~CfS y trata~os. d.e
la materia permite detectar un alto grado de complejidad, heterogeneidad, multiplíci- dad, motivación, necesidades e intereses, aspiraciones y expectativas, cogniciones yemo-
dad, diversidad e incluso disparidades epistemológicas, temáticas, teóricas, metodológicas clones, aptitudes y habilidades, aprendizaje y rendimiento, satisfacción y bienestar; etc.).
e idenaxiológicas. También atiende a estos fenómenos y procesos desde las vertientes lnterpersonal
(comunicación, cooperación, competición, hostigamiento, etc.), grupal (equipos de tra-
y ello es en parte debido a que la psicología del trabajo, como el trabajo y la misma
bajo,liderazgo, etc.), organizacional (culturaydima, diseño y desarrollo organízacionales,
psicología, no es tanto una cosa sustantiva cu~to una realidad ~o.ciocul~~ente cons-
truida, que sólo puede ser comprendida atendiendo a sus condiciones históricas de pro- condiciones de trabajo, economía y tecnología, gestión de recursos humanos, relaciones
ducción y de reproducción. laborales, conflicto, negociación y mediación, etc.) y macrosocial (mercado de trabajo,
ideologías y políticas sociolaborales, coyuntura del empleo, etc.),
Así.Io que es, ha sido y vaya a ser la psicología (social) del trabajo no es/I r::sultado
de una emergencia espontánea y natural de algo que se supone que esta ahí, con su Desde esta perspectiva, Alooveret aL (2004) definen la psicología social del trabajo
propia lógica interna y específica, a la espera de circunstancias propicias para su d~a- como el estudio de las conductas y las experiencias de las personas desde una. perspectiva
rrollo autónomo y de la mirada experta que estructura su cuerpo de saberes teórico- individual, interpersonal-grupal y organizacional-social en contextos relacionados COIl el
trabaio.
prácticos y que escribe su historia académica, disciplinar, científica y corporativa. Su
naturaleza resulta indisocíable de la construcción sociohistórica de las realidades Pr.p- La historia disciplinar refleja y condensa la dinámica interna de las ciencias huma-
blemáticas que como disciplina trata de plantearycomprender teóricamente y que como nas y sociales (emergencia, consolidación y declive de paradigmas, lineas de tensión
teórica, metodológica e ideológica, etc.) y también la del mundo externo (transforma-
profesión trata de resolver y cambiar prácticamente. " .
Sin embargo, pese a esta relatividad de partida casi todas las psícologfas del trabajo ciones económicas, socioculturaJes, jurídico políticas, tecnológicas, etc.) en que se des-
envuelven.
comparten dos principios básicos:

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Josap M. Blanoh Pslcologfa Social del Trabajo

Todo ello con un inequívoco sesgo nortearnericanocéntrico, puesto que EE.UU. ha desarrollo de las mismas, la calidad de vida laboral, el panorama sociolaboral
sido, a 10 largo del siglo xx, uno de los ejes principales en torno a los que ha girado tanto en lo que concierne a empleo, desempleo y subernpleo, etc.
la historia sociolaboral de este mundo como la de aquella disciplina. b) La Psicología de la <?rganización, que enfoca la conducta colectiva de las perso-
Después de un largo y complejo proceso metamórfico, se presehta actualmente
nas en tanto que rruembros del conjunto organízacional concebido como "sis-
bajo diversas etiquetas, según espacios geográfico-cuJturales. Atendiendo a la rotulación tema sociotécnico». Entre sus temas principales figuran cultura y clima
de manuales y tratados, predomina la expresión Psicologia del Irabaio )' de la Organiza- liderazgo, diseño y evaluación, cambio, conflicto, negociación, etc. '
ción (Work and Drganiiatianal Psichology) en la Europa continental actual. Ejemplos de
ello aparecen en el Handbook de Dreríth, Thierry y Wolf (1998), en los tratados de Chmiel e) La Psicología del Personal, que estudia las relaciones entre las personas emplea-
(2000) y de Doyle (2003), en el título de la red ENOP (Ewupean Network ofWork and das y las organizaciones para las que trabajan. En este apartado se trata bási-
OrgarúzatioJJal Psycholagy), en el del currículum que la misma propuso (Eumpean camente de fenómenos y procesos de selección, formación, evaluación, retri-
CUl1iculum In Work and Organiuuional Psycltology), en la principal publicación periódi- bución, promoción y también del despido del personal concebido generalmen-
ca especializada en la materia (Eu.mpean Ioumal ofWork and Organiuuional Psychology) te como "recurso» de la empresa.
yen el título de la colección de libros especializados en la materia coeditada por Psychology Dentro de cada uno de estos macro ámbitos o subespecializacíones, el modelo or-
Press y Brunner-Routledge. ganiza los contenidos atendiendo además a dos criterios:
En Estados Unidos y en el mundo anglosajón en general, predomina, más bien, la
etiqueta Psicología Industrial y de la Organización (Industrial and Organizational Psi- l. TIpo de Ciencia desarrollada:
chology), como se pone de manifiesto en los handbooks especializados de Dunette (1976), - La que investiga, que explica e interpreta teóricamente los fenómenos.
Dunette y Hough (1991) YRogelsberg (2002), en el vol. XII del Handbook of Psychology - La que interviene, que cambia técnicamente el curso de los mismos.
de Borman, Ilgen y Klimosló (2003), en los tratados de Muchinsld (2000) y de Cooper y 2. Habilidades requeridas:
Locke (2000), así como en el Intemational Review Industrial and Otganizational Psycluilogy - Para el conocimiento (diagnósticas).
de Cooper y Robertson (2004). Tampoco falta alguna componenda ecléctica, como el - Para la acción (profesionales).
Handbook of Industrial, Work al1d Organiuuional Psicliology de Anderson, Ones, Sinangil
A lo largo del último cuarto de siglo. la psicología del trabajo ha tratado temas clásicos
y Viswesvaran (2001). (como significado del trabajo, valores y actitudes laborales, evaluación del personal, efectos
El mundo hispano parlante se hace eco de esta pluralidad, que se acentúa además
del empleo y del desempleo, etc.), viejas cuestiones que han pasado a un primer plano de la
con múltiples producciones monográficas sobrePsicologfa del Irabaio y sobre Psicología
actualidad (salud en el trabajo, calidad de vida laboral, etc.), tópicos en avanzado proceso de
de la Orgal1iZllción. obsolescencia (análisis y diseño de puestos de trabajo, orientación vocacional, desarrollo de
La trayectoria de la psicología (social) del trabajo ha estado influida por la evolu-
carrera, etc.) yprocesos emergentes (gestión por competencias, ernpleabilídad, precarización
ción del conjunto de las disciplinas y profesiones (economía, sociología, derecho, inge-
del empleo, factores de riesgo psicosocial en la organización, exclusión sociolaboral, erc.),
niería, medicina, historia, antropología, ñlosoña, etc.) que también tratan teórica y prác-
Los apartados siguientes incluyen una selección esquemática de algunos aspectos
ticamente sobre el trabajo.
relevantes de esta panorámica.
Dentro del ámbito estrictamente psicológico, la evolución temática, teórica y
metodológica de la disciplina viene determinada por el tránsito desde una perspectiva pre-
dominantemente individualista, dominada por la psicología diferencial, hacia un panora-
2. La persona trabajadora en acción
ma en que se conjugan aportaciones de la psicología de la personalidad con otras de la
psicología social (enfoque que ha llegado a ser dominante), desde una hegemonía
metodológica inicial marcadamente psícornétríca hacia un pluralismo en que tienen cabi- La psicología (social) del trabajo como disciplina y como profesión trata de fenómenos y
da desde experimentos conductistas hasta estudios consouctivístas y desde un estadio do- procesos psicosociales implicados en la interacción de la persona empleada con su entor-
minado por un reducido número de tópicos (aptitudes, habilidades, actitudes, etc.) hacia no laboral. Atendiendo al polo personal, ha desarrollado en las últimas décadas dos cate-
un tan amplio abanico temático que da lugar a la emergencia de subespecializaciones dife- gorlas de contribuciones principales: por un lacio la que aoaliza cómo la gente común
renciadas (ergonomia, recursos humanos, salucllaboral. evaluación organizacional, etc.). piensa, siente y valora el trabajar en régimen de empleo y qué impacto psicosocial produce
El ENOP, Red Ewupea de Profesores de Psicolog(adel1rabajo y de;la Organización, en ella su situación laboral (de empleo, subempleo o desempleo). Y, por otro, la que focaliza
propone un amodelo de referencia» para la enseñanza en esta matena (Roe, Loetsier. aspectos psicosociales específicos de la actividad laboral en un contexto organizacional.
Lévy-Leboyer, Peiró y Wilpert, 1991; Peiró y Munduate, 1995; Drenth, Thieny y De Wolf,
1998). Distingue tres grandes ..áreas de especialización»: p
2:1. Un sujeto que trabaja. Psic%gfa de/trabajar
a) La Psicologla delll'abajo propiamente dicha, que trata de la actividad laboral
de las personas; esto es del procedimiento por el que ejecutan sus tareas labo- El significado y el valor de trabajar y el1mpacto psicológico de la situación laboral son
rales, asr como de otros tópicos, como las condiciones físicas y sociales de temas ya tan clásicos de la disciplina que podlia llegar a creen;e que lo que se sabe

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Josep M. Blanch
Pslcologla Social del Trabajo

acerca de ellos tiene ya el estatuto epistémico de conocimiento universal. permanente y TI\BLA 1. Concepto de trabajo (tomada de Bhmch, 2003a)
transcontextual. Sin embargo. y a pesar de que, en ciertos ámbitos académicos, políticos
y mediáticos, se habla actualmente de todo ello en términos similares a los que se em-
pleaba en los ya lejanos ochenta, se trata de mero «conocimiento situado», sólo valido rd=e~ +I~co~n~OC~lm~I.=n~lo=s ~h~a~bl~I~~~I~de~s~ ~y~.~n~.~~I~es~ ~
para el contexto socíohístórico en que fue generado: la modernidad industrial, que llega por Inclvlduos grupos y organlzaclDnes
a su culminación en el capitalismo fordista. ¡-;d:.:e;.:;m~o=do;:_ ---l slslem,tUcoy sostenido
_ _¡..co=ns=c:::le:::nl::e..:e.::ln::I81:::.:::CIo=n::a:..1 y aulónomoo helerónomo
con ,: esfuerzo '::lie:-m:-po-----':....:.:=..::.:;__-l"y~co=m::.:prc::::.:m~lso:..:::~=~---j
En primer lugar, se resume el paradigma heredado, en forma de modelos ya clási-
cos sobre significado y valor del trabajo, así como sobre [unciones y efectos de la situa- en un marco lecnoBconómlco Jurldlcopollt!co y soclocullural
ción socíolaboral. En un apartado posterior, se analiza el conjunto de cambios que medlanto malerlales lécnlcas e Inslrumenlos e InlormaclClles
afectan a la matriz sociocultural en que se generó este conjunto de saberes, perspectiva sobre objetas pemonas u organJzacionas y conocimientos
que invita a ponerlos actualmente entre paréntesis y a mirarlos desde el prisma de la ¡ oblener bienes elaborarproduclos y preslar servidos
historia social. escasos deseables y valiosos
'1 rfqueza ulindad y sanlldo
2.1 .1. Significado y valor del trabajo en la modernidad industrial "
saUsfacer necesidades recibircompensaciones y alcanzarobjetivos

La respuesta al por y para qué trabajan las personas tiene implicaciones teóríco-prácti- . i 'aiiiciirácler biológico económico y pslcosoclal

caso Por una parte, facilita la comprensión del significado y del valor que le dan al traba-
¡
jo y del papel que éste desempeña en sus vidas.
Por otra, permite profundizar en el conocimiento de campos como la motivación y
la satisIacciónlaborales, el compromiso organizacional y la implicación en el empleo, el
I guientes términos: nConjunto de valores y creencias relacionados con el trabajo que las peiso-
nas -y losgrupos sociales- desarrollan antes de alcanzar lasnayoria de edad laboral (sociali-
WCiÓII«para» el trabajo) y durante elproceso de incorporacián al mundo del trabajo [socializa-
rendimiento profesional, la calidad de vida laboral y en definitiva de todo aquello que
cián. «en» el trabaio), valores y creencias que se ellCUeJltraniJTfluidospor los que resultan
tiene que ver con la entrada de la gente en las organizaciones laborales y con lo que la
dontii tantes en.cada época histárica como resultado de las características sociales. económi-

I
incentiva a permanecer en ellas o abandonarlas. cas, culturales, políticas y tecnológicas, Dichos componentes del significado del trabajo SOI1
Pero el paso previo y fundamental para iniciar este proceso consiste en definir lo
flexibles y se encuentran. sujetos a modificaciones originadas por las experiencias labora/es
que se entiende por trabajar. A este respecto, Drenth (1991) distingue dos aproximacio-
personales y parlas cambios en aspectos situacionales» (2004, p. 273) .
nes complementarias al concepto complejo. polísémíco, multidimensional y dinámico j
:_~ El signiiicado y el valor del trabajo son dos conceptos estrechamente relacionados.
del trabajo: la teórica y la empirica. ;
;j Numerosas investigaciones empíricas. (Ros, Schwartz y Surkiss, 1999; Ros y Gouveia,
En el plano teórico, en éste como en otros ámbitos, se cumple el tópico de que
200 1; Schwartz, 1999, 2001) relacionan los valores básicos individuales v sociales con
aparecen tantas definiciones como autores. A1gunos reducen el núcleo semántico del'
trabajar a la actividad laboral remunerada, regulada por un contrato y desarrollada en
I los asociados al trabajo y con el significado del mismo. En ellas, se suele distinguir el
una organización laboral (Anderson y Rodin, 1989; Drenth, Thierry y Wolf, 1998;
'1¡ «valor d~1 trabajan (work I'a/I/e) en sí mismo de los "valores laborales» (H'ork va/l/es).
1 que rerniten a los efectos esperados delempleo. Algunas tratan sobre el aprendizaje
Muchinski, 2000). Otros (Peíró, 1990; Peiró, Prieto y Roe, 1996a y b; Rodríguez, 2003,
2004), destacan además los componentes psicosociales del constructo, su carácter emi- ¡ sociocultural de los valores laborales (Pelró et al., 1993). Otras sobre la relación de los
valores laborales con los organizacionales (Tamayo y Borges, 2001). En otras. se asocia
nentemente humano, social, complejo. dinámico. cambiante, reflexivo, consciente,

¡ el valor trabajo y los valores laborales con la identificación activa (implicación) con el
propositivo, estratégico, instrumental y moral. trabajo en genera] (work involvement'i y con el empleo en particular (job ill1'olvelllent).
En un ensayo ecléctico de integración de los múltiples componentes de6niclonales
relacionándose así el componente cognitivo de tales juicios de valor con su incidencla
aportados por la literatura especializada de las más diversas orientaciones'(véase AgullQ
y Ovejero, 2001; Blanch,1990, 1996; Crutiel; 1984; De Ruggiero, 1973; 1998; Hall. 1986;
1 motivacional (Blanch. 1990; Akover et al., 2004 ).
~ntre los numerusos estudios empíricos sobre lo que la gente común entiende por
MOW, 1987; Pabl, 1988; Peiró, 1990; Pe.iró y Prieto, 1996), se puede concebir el trabajo
trabaJar, destacan el WIS (WOI* Jl11pO/tallceStudy) de Super y Sverko (1995) y el MOW
de acuerdo con la tabla de la página siguiente.
En el plano empírico, la investigación pone de manifiesto que, en las sociedades
económicamente desarrolladas del siglo xx, las personas empleadas suelen sentirse bien I (Meallillg o{Workillg). El macroinforme MOW (1987. 1991; Gracia el al.. 1993, J 995) es
una investigación uCIJlscultural, de diseño transversal, basada en Jas respuestas que tinas
quince mil personas, pertenecientes a ocho países, distribuidos en tres continentes. dan
por el hecho de trabajar (wor"ing), independientemente del grado de satisfacción que
experimentan por sus puestos de trabajo (jobs) concretos. Lo cual es interpretad<f>co- :¡ a la pregunta sobre qué sigllifica para eUas trabajar (asalariad amente).
Partiendo del supuesto de·que el trabajo constituye una categoría central de la expe-
múnmente como un indicador dela importancia de lo que significa trabajar para ellas.
riencia humana personal y social y una actividad que lrasciende el estricto ámbito de Ja
Siguiendo básicamente lassfntesis elaboradas por Salanova, Peiró y Prieto (1993) y por
economía, el equipo de investigación concibe el sig/1ificado del tm.ba;arcomo un COlIstmcto
Salanova, Gracia y Peiró (1996), Alcover et al., definen elsigl'lirlCadodel trabajo en los SI-
multiclimellsiol1alintegrado por los siguientes ejes semánticos principales:

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Josep M. Blanch
il Pslcologla Social del Trabajo
!
_ Centralidad del trabajo (importancia y valoración del trabajar corno rol vital). 1 valor final y expresivo se le atribuye. En el primer caso, el valor del n-abajo suele resultar
equivalente al del dinero percibido por el mismo; mientras que en el segundo el trabajo
- Normas societales sobre el trabajar (vinculadas al desempeño del rol laborali.
- Resultados valorados del trabajar y metas laborales preferidas.
t¡ tiene un plus de valor, correspondienle al componente de autorrealización que conlleva
:! (MOW. 1987; Blanch, 1990, 2003a). Ya en los sesenta, constituye un tópico de la literatu-
Según el equipo WOSY (Work Socialiuuian.of Youtli), que prosigue la investigación ! ra especializada el de las diferencias al respecto entre obreros fabriles forclistas (blue
del MOW, esta vez con un estudio de diseño longitudinal, las categorías centrales del co/Jars)y empleados de oficina (white collarsi.
MOW constituyen el núcleo de lapersol1alidad laboral, integrada por la centralidad del Tampoco genera discusión la tesis de que el significado, el sentido y el valor del
n-abajo en la propia vida, por el propio posicionamiento con respecto a las normas socia-
.1
'1 trabajo, la importancia del empleo y de sus efectos esperados, así como el grado en que
I
les sobre el trabajar; por los resultados valorados del trabajo y por la importancia conce- ·1 la actividad laboral funciona corno eje estructurador de la existencia social de las perso-
dida a las metas laborales (Peiró el al., 1994; Prieto, Peiró et al., 1996). l nas, de su tiempo cotidiano y de su ciclo vital, dependen de opciones individuales, de
La Centralidad del trabajo constituye el núcleo axiológico del significado de/trabajar. I
! elementos aprendidos e interiorizados en el proceso de socialización y fundamental-
Incluye la identificación con el trabajo, la implicación con el empleo y la adopción de la
actividad laboral corno modo principal de autoexpresión. El In dice ele centralidad del
I mente de la propia experiencia laboral y de las características de] entorno organizacional
y sociocultural en que la misma se desarrolla.
trabajo es el resultado combinado de la medida de centr-alidadrelativa (comparación del ,1 Tales supuestos invitan a preguntarse si significa lo mismo trabaiar realizando
valor dado al trabajo con el que se da a otros ámbitos de la vida cotidiana, como familia, profesionalmente una tarea con disposición del tiempo y de los medios necesarios para
ocio, religión y comunidad) y la centralidad absoluta (valoración de la importancia del
trabajo en la propia vida en una escala de siete puntos).
Las nonJ1as sociales sobre trabajar incluyen valoraciones sobre lo que una persona
I ejecutarla con eficacia y de los adecuados dispositivos de prevención diedesgas, a cam-
bio de un salario y de un contrato laboral dignos, que llevarla a cabo en condiciones de
presión temporal, de insuficiencia de recursos materiales técnicos e instrumentales, de
«puede» y «merece» exigir a la sociedad en general y a la organización laboral en alto riesgo para la salud o la integridad física y de miseria salarial y contractual.
particular en tanto que trabajadora (derecho al trabajo) y sobre las obligaciones de la Todo parece indicar que los profundos cambios contemporáneos en las condiciones
propia persona trabajadora con respecto a la organización para la que trabaja y para
con la sociedad en general (deber de trabajar},
:¡ de empleo están modificando la experiencia laboral y probablemente reestructurando
semánticamente el campo tradicional de las premisas de valor y de sentido del trabajo.
Los resultados valorados son aqueUo por lo que las personas trabajan (remunera- ..i
¡

ción, autoexpresión, reconocimiento social. contactos ínterpersonales, etc.); mientras 2.1.2. Impacto psicosocial del empleo y del desempleo en el fordismo
que las metas laboralespreferidas remiten a lo que se aprecia más en un trabajo (autono-
mía, interés de la tarea, horario, clima social, nivel salarial, oportunidades de aprendiza- La civilización del trabajo se fundamenta en el eJoble mito del empleo corno panacea
je o de promoción, etc.). social universal y del desempleo como Caja de Pandora de la que emanan los más diver-
El informe MOW (1987), publicado en el ocaso de la era fordísra, destaca la notable
centralidad del trabajo y la alta valoración de los derechos labora/es observadas en todas:
las categorías de edad, sexo y país, si bien se pone de relieve también una notable varia-
I sos males psicológicos y sociales. De la supuesta centralidad contemporánea del trabajo
en la vida humana individual y colectiva, en los planos económico, social, político, cultu-
ral y moral, deriva la idea de que el empleo funciona corno un potente estructurador
bilidad interindividual, internacional e interprofesional al respecto. Asimismo señala
que, en un trabajo, se aprecia (por aquél entonces) sobre todo cualidad.es corno :l,interés
de la tarea, la buena paga, la autonomía, el clima laboral, la segundad e higiene, la
adecuación del puesto a las habilidades y competencias personales, las oportunidades
I
.1!
psicosocial y como una de las principales fuentes de bienestar humano. Y también la de
que, por tanto, la carencia del mismo es caldo de cultivo de malestar y de patologfa.
En las más dliversas ciencias hum arias y sociales, la situación laboral es tratada
como campo abonado de problemas y de soluciones. La dimensión empleo-desempleo
de aprender. la variedad, el horado, el entorno físico y las perspectivas de promoción. .1 ocupa un lugar relevante en la inmensa mayoría de los inventarios contemporáneos de
El conjunto de la literatura empírica sobre el tema converge en tomo a la idea de '! indicadores sociales de calidad de vida Pocos ternas suscitan tanto consenso rransídeo-
que el significado y la función psicosociales del trabajar en régimen deempleo v~an
según los contextos históricos y socioculturales (Garnst, 1995), de modo que cada sítua-
ción específica encierra una determinada combinación de heterogéneos e incluso con-
I lógico: del Foro Economico de Davos al Social de Porto Alegre y al Cultural de Barcelo-
na, del Fondo Monetario Internacional a la Organización Internacional del n-abajo, de
la Organización Mundial de la Salud a la UNESCO, del G-8 al Vaticano, de los más
tradictorios subconjuntos de significados heredados y reproducidos: bendición y maldi- .1 diversos barómetros de la opinión pública al DSM-4 de la APA, liberales y socialdem6-
ción, castigo y vocación, imposición y elección, medio de vida y de realización, fact~r de
producción económica y humana, mercancía y norma social, valor instrumental y final,
derecho y deber, medio de acceso a la riqueza y a la ciudadanía, etc.
Se coincide asimismo en la observación de que, cuanto más {ísica sea la ~ea,
I eraras, f-ascistas y comunistas, administraciones públicas y organizaciones no guberna-
mentales, etc., en los más diversos ambientes, se ha convertido en lugar común de las
retóricas institucionales la invocación del empleo como panacea y deldesempleo corno
catástrofe económica, social, política, cultural y psicológica.
menor la cualificación del puesto y peores condiciones laborales, salariales y contrac- En una primera aproximación, el mercado laboral global.Iatínoamerícano y euro-
tuales, tanto más instrumental yeconól1Iico tiende a ser el valor dado al trabajo-empleo. peo de los últimos decenios aparece como un entorno social complejo y dinámico, don-
Mientras que, por el contrario, cuanto más cognitivo y cualificado sea el mismo y mejo- de se combinan y confunden clíversos tipos y tasas de empleo y de desempleo de trabajo
res sus condiciones físicas, técnicas, instrumentales y sociales de realización, tanto más

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Josep M. Blanch
I

Pslcologla Social del Trabajo

sumergido y de subernpleo, así como de situaciones de déficit estructural de puestos de


trabajo Uob/esslless) y de déficit individual de capacidades para trabajar en los puestos
ofertados (work1esslless).
~I 1987; Garrido, 1996, 2004; Kelvin Y Jarrett, 1985; O'Brien, 1986, 1987; Peiró y Prieto,
1996; Warr, 1987}.

En términos generales, la investigación empírica interdisciplinary multimetodológica I En general, esta literatura sobre los efectos del desempleo no remite a dicha situa-
pone en evidencia los múltiples «efectos» económicos, sociales, ~lí~cos y psicológico~ de '1 ción laboral en tanto que tnonocausa aislada; sino más bien como factor que interactúa
la carencia o de la pérdida de empleo. Todo indica que esta expenencia repercute negativa- '1 y se refuerza recíprocamente con otros, como la pobreza o la flexibilidad organizacional.
Desde esta óptica, además, estos efectos no parecen consecuencias necesarias, inevita-
mente sobre la calidad de vida, el ajuste social y el funcionamiento económico, político, ·'1
bles e inescapables: sino más bien riesgos asociados al estatus de desempleo.
cultural y psicológico de la persona desempleada y de su entorno familiar y comunitario.
La coincidencia en los efectos observados en la persona desempleada generica puede
enmascarar la naturaleza histórica, compleja y heterogénea del desempleo que, en poco
j Asimismo, ni el empleo ni el desempleo constituyen estados homogéneos en cuanto
a causas, consecuencias, contextos y protagonistas típicos, sino que cada uno de ellos
encierra realidades, experiencias y reacciones personales y sociales muy diversas, a su
tiempo y en el mismo lugar, puede cambiar de causas, circunstancias, protagonistas
típicos y significaciones, en tanto que experiencia subjetiva y s~ciocul.tural. . t vez reguladas poruna serie de variables modluladoras, de carácter biodernográfico (sexo,
edad, estado civil, cargas familiares, nivel educativo y profesional, trayectoria sociolaboral,
En la investigación sobre situación laboral y bienestar pSlCOSOClal,predorruna lo etc.), socioeconómico (situación financiera personal, necesidad y capacidad de consu-
descriptivo sobre lo teórico; lo cual incide significativamente en l.asdificultades del ~ise- ·1 mo familiar, problemática económica general del entorno, estructura de oportunidades
ño de programas de intervención preventiva fundados en leonas capaces de explicar
causas y de predecir efectos. .
Esta relativa pobreza teórica facilita la aplicación por defecto de una Idea de senti-
. t del mercado laboral, etc.), sociocultural (género, ideologías sobre empleo y desempleo,
presión social al empleo, estigmatización del desempleo. etc.) y psicosocial (importan-
cia subjetiva del empleo, autoconcepto personal y profesional, empleabilidad individual
do común que inspira muchas políticas sociolaborales e ideologías cotidianas que laten percibida, atribución del propio desempleo, salud física y mental, rasgos de personali-
en la dinámica de las relaciones laborales: la de que empleo y desempleo son la cara y la :1
dad, vulnerabilidad social, apoyo social recibido y percibido, clima familiar; etc.).
cruz de una misma moneda. Esta representación encierra un cfn:1.I10 vicioso episte-
mológico, que impide pensar una cosa sin la otra, Por esto casi nadie pone en discusión
la tesis tautológica de que el empleo es la solución delproblema del desempleo, supuesto
que el desempleo es el problema de la falta de empleo. ..
Marie Jahoda (1982), formula el modelo clásico de esta perspectiva Iuncíonalísta,
. I 2.2. Un agente en el trabajo. Psicología del personal trabajador

La etiqueta psicolagia del personal induce apriori una doble expectativa: por un lado la
al afirmar que el empleo constituye el núcleo del principio de realidad de la civiliza.ción
industrial y que, como categoría central de la experiencia humana, cumple una ~ene ~e 1 de una disciplina dedicada al estudio de las necesidades experimentadas por las perso-
nas empleadas en el ejercicio de su trabajo, y, por otra la de una profesión empeñada en
funciones psícosocíales: a nivellllalufiesto, proporciona recursos para la subsistencia
económica y, a ruvellatel'ue, satisface otra serie de necesidades humanas: ..,,_.
I1 satisfacer aquellas necesidades.
La tradición humanista de la psicología del trabajo y de la organización (PTO) prioríza
- Estructura el tiempo cotidiano. ! la adaptación del entorno organizacional a las necesidades del persona] en orden al logro
-
-
-
-
Facilita contactos sociales extrafamíliares.
Asigna roles, estatus e identidad personal.
Impone metas supraindividuales.
Señala cauces para la acción social.
I tanto de los objetivos organizacionales como del bienestar de las personas empleadas.
Sin embargo, ésta no es la tendencia dominante en la disciplina ní en la profesión,
más bien centradas en el análisis teórico de los "problemas» que plantea el persona] a la
(dirección de la) organización empleadora y en el diseño y gestión de las correspondien-
tes "soluciones» prácticas. En este sentido, la PTO esta marcada por una ideología pro-
Siendo el empleo la principal estructura que posibilita la satisfacción de tales nece- fesional hegemónica caracterizada por un sesgo managerial (Rodríguez, 2003, 2004).
sidades psicosociales, el desempleo constituye una circunstancia social de privacion de Esta orientación basada prioritariamente en el punto de vista de la gerencia adopta
tales categorías de experiencia. Así ex-plica el modelo de la deprivacián el hecho.de qu~ el como criterio básico de referencia las características, las demandas y los cambios
desempleo no sólo conlleve consecuencias económicas sobre la persona -dIsfunCIón organízacionales a la hora de diseñar y aplicar las políticas y programas de selección,
lIlallifiesta- (en forma de empobrecimiento de su capacidad adquisitiva); sino también formación, desarrollo, gestión y evaluación de lo que denomina y considera recursos
numerosos efectos relacionados con el deterioro psicosocial, como cierto grado de des- humanos de la organización.
organización existencial, de desorientación ideológica, de aislamiento social, de crisis
de identidad y de déficit de planes de acción. En ello consiste, según Jahoda, la disfunción 2.2.1. Motivación y rendimiento laborales
laiente imputable a la deprivacián de las experiencias extraeconómicas positivas (fun-
ción td:presiva) que suele conllevar el empleo. . J'" • La motivacion laboral constituye uno de los tópicos estrella de la PTO de los últimos
Existe una considerable evidencia empírica ínterdíscíplínar y multírnetodológíca decenios, porque se presupone que aquellos factores que determinan el grado de activa-
sobre los e(ectos respectivos de las situaciones de empleo y de desempleo, que desarolla ción laboral y la dirección, la intensidad y la persistencia en el trabajo tienen que ver
ymatizalaperspectivadeJalloda(Álvaro,1992;Blanch,1986, 1990,1996,20030.; Buendía, directamente con el rendimiento e indirectamente con la satisfacción en el mismo y con

218 TRATADO DE PSICOlOGIA SOCIAl.


TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL 219
Josep M. Blanch Pslcologla Social del Trabajo

la calidad de vida laboral (Erez, Kleinbeck y Thierry, 2001; Lévy-Leboyer; 1998; Pinder; Supuesto el carácter motivacicnal de los valores en la activación, orientación y encau-
1998; Mitchell y Daníels, 2003). zamiento de las actitudes, planes y acciones, en el ámbito disciplinar se han desarrollado, a
Los desarrollos recientes en teoría de la motivación laboral integran y transcienden lo largo de las últimas décadas una serie de líneas de investigación que relacionan el carác-
las tradicionales perspectivas mecanicistas y humanistas. Las primeras presuponen un ter motivacional del valor trabajo y de los valores laborales con el rendimiento profesional.
ser humano egoísta, indolente e irresponsable que sólo se mueve a trabajar POI- recom- Así, por ejemplo, se ha estudiado la implicación con el trabajo (Work lnvolveinent)
pensas meramente económicas (según la versión taylorista) o también sociales (segurí- ":1
"

con el puesto (Job Involvemenú y con el empleo (ElIlp/oYl1lelll Conuniumenú y su rela-


dad en el empleo, oportunidades de promoción y de participación en las decisiones ción con la experiencia y el funcionamien to laborales y con el compromiso organizacional
I
organizacionales que afectan al salario y a condiciones de trabajo, etc.). En este senti- (Kanungo, 1982; Gonzálezy De' Elena, 1992; Gracia, Pinaza y Carrero, 2001).
do, sólo valdrían las recompensas ambientales en tanto que motivación extrínseca del
trabajo, cuyo valor no sería más que instrumental. Las segundas (basadas en la tradi-
J Otra línea de investigación parte de la distinción entre el rendimiento derivado
directamente de la, ejecución de la tarea laboral del que trasciende las conductas de rol
ción que arranca de la teoría de la jerarquía de necesidades de Maslow y de la los asociadas a la misma, conllevando acciones extra-rol que contribuyen altamente al cum-
modelos XfY de McGregor) conciben un relativamente amplio margen de actividad, plimiento de los objetivos organizacionales. Éste es el caso del modelo de conducta de
iniciativa, responsabilidad y compromiso moral en las personas trabajadoras para quie- ciudadanía o/'ganiZtlciol1al(Orgal1izational Citizenship Beltaviori, que Organ (1988) ca-
nes el trabajo puede ser fuente de auto expresión y de realización personal y social, con racteriza como el sindrorne del buen soldado, entre cuyos rasgos principales figuran
lo que éste podría constituir un valor casi (mal. virtudes como altruismo, implicación, deportividad, cortesfa y participación activa.
Los modelos que suscitan mayor consenso contemporáneo combinan elementos de No menos relevancia tienen, en el umbral del siglo XXI las teorías sobre el contrato
las motivaciones extrínseca e intrinseca, enfatizando la importancia de la satisfacción psicológico (Rousseau, 1995; Guest y Conway, 1997; Alcover; 2002; Guest, 2004), que
de necesidades de logro, eficacia, competencia, autonomía, autoestima y reconocimien- consiste en una especie de acuerdo socioemocional tácito, no formalizado ni escrito,
to social (Algera, 1998; Pinder; 1998; Quijano y Navarro, 1998; Thornas, 2000; Alcover et entre la parte empleadora y la empleada, acerca de los derechos, promesas y obligacio-
al., 2004). Entre estos modelos figura el propuesto ya hace décadas por Hackman y nes recíprocos percibidos. Aún sin estar escrito ni tener eficacia jurídica, esta especie de
Oldham (1975, 1980) sobre las «caracterfsticas del puesto de trabajo» (job characteristics). convenio implícito ha sido tradicionalmente objeto de una alta valoración moral por
Según estos autores, determinadas características de las tareas asociadas al puesto de ambas partes. De acuerdo con el modelo, en el marco de las relaciones laborales fordistas,
trabajo (como variedad, identidad, autonomía, significado. etc.) activan unos «estados la parte empleada espera de la empleadora, además del salario, cierto grado de seguri-
psIcológicos críticos» (signilicatividad, responsabilidad, etc.) que, a su vez, repercuten dad en el empleo, así como de oportunidades de promoción. A cambio, está dispuesta a
en la motivación, en el rendimiento y en la satisfacción laborales. corresponder a las expectativas latentes de la otra parte con un compromiso de fidelidad
Otra de las tradiciones teóricas relevantes en este ámbito es la que arranca de las y lealtad a la organización y de esfuerzo por el logro de sus objetivos, en un ambiente de
teorías de la expectativa-valencia (Vroorn, 1964; Feather, 1985), a la luz de las cuales la confianza mutua. La premisa del contrato psicológico es pues la estabilidad temporal.
conducta laboral de las personas es función de decisiones fundamentadas sobre un con- condición psicológica para la asunción de compromisos reciprocas a largo plazo.
junto de cogniciones: I
El incumplimiento de este contrato por una de las partes quiebra la confianza que
a) Expectativas, en tanto que probabilidades subjetivas acerca de la relación es- ¡ lo mantiene vivo, genera sentimiento de injusticia en el polo agraviado y puede dar lugar
a las más diversas reacciones por quien se siente ultrajado (Robinson y Rousseau, 1994),
fuerzo-resultados.
b) Creencias instrumentales sobre el encadenamiento de resultados probables (es-
fuerzo, rendimiento, remuneración, estabilidad, promoción, etc.).
I
I
que pueden llegar adoptar las más diversas formas, como la inhibición del personal en
circunstancias de emergencia para la empresa (por ejemplo, cuando un desastre natural
pone en peligro instalaciones, maquinariao información importantes para la organiza-
c) Va/elIciao poder atractivo (importancia subjetiva) del resultado para la persona. :1 ción) o incluso la conducta antisocial. A ese respecto, por ejemplo, Muchinski (2000) se
¡ hace eco de los cientos de miles de incidentes violentos que se vienen registrando en los
En una línea similar apuntan las teorías sobre los objetivos laborales (goalseuing), últimos lustros en el mundo laboral estadounidense. Según informes que cita del Minis-
según las cuales la conducta laboral está determinada en buena medida por el atractivo terio de Justicia del país, en E,E.UU: resulta ya habitual el recuento de un millar de
de las metas propuestas y condícionada y mediatizada por vari ables como la autoeñcacía, asesinatos anuales en el lugar de trabajo.
la dificultad y la especificidad de los objetivos establecidos y el grado de compromiso Una manifestación menos estridente, pero también potencialmente letal para los
con el logro de los mismos (Locke y Lathan, 1990; Lathan y Locke, 1991; Locke, 2000).
La contribución del personal a la eficacia organizacional es un tema central en
PTO, en su vertiente de tecnología aplicada al servicio del incrementr y mejora d;1 ren-
dimiento del trabajo. J
I intereses empresariales, la constituye la proliferación de best-sellers en los que se ataca
frontalmente el núcleo de la moral organizac.ional. Un ejemplo de esta serie lo constituye
el panfleto de Corinne Maier (2004) Buenos dtas, pereza. Si ya hace más de un siglo PauJ
Lafargue proclamaba -para escándalo de su suegro Karl Marx--; El Derecho a la Pereza
La calidad de los resultados del trabajo es un efecto combinado de la interacción de un como contrapeso a la reivindicación social y revolucionaria del «Derecho al Trabajo»,
conjunto de variables entre las que destacan la motivación, los valores, las competencias y esta empleada desencantada contrapone al espíritu neornanagerial su incitación a matar
las condiciones de trabajo (Lévy-Leboyer; 1998; Pinder; 1998; Mitchell y Daniels, 2003). el tiempo laboral como modo de del'oll'er/e a la organización lo poco que ésta aporta al

220 TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL 221


Josep M. Blanch Psicologra Social del Trabajo

personal. "Si trabajando no tienes nada que ganar, tampoco tienes gran cosa que perder si ~ienta: en lru:que caben !a~ de la psicología diferencial, de la psicornetría y de la evalua-
no das golpe». Con una actitud que califica de «inmoral» y "cínica» -según ella, ya nadie ción psicológica, En los últimos años, el constructo competencias se ha constituido en
se cree de verdad la retórica sobre «la gran empresa», de la que la gente sólo espera el uno de los ejes centrales tanto de la investigación disciplinar como de la intervención
cobro de fin de mes-, esta trabajadora «poco modélica» invita a aprovechar cualquier profesional. En efecto con el análisis y la gestión de competencias, se trata de integrar en
ocasión propicia usando la «pasividad para fastidiar a la empresa sin cOI7·erl1ingún riesgo». un solo co~structo, por un lado, el estudio conjunto de variables como aptitudes, habili-
En el contexto de los cambios actuales en el entorno organizacional, algunos de dades, acotud~s, destrezas, valores, motivaciones, rasgos de personalidad, etc., y por
estos factores subyacentes al rendimiento laboral están pasando por un significativo otro, el tratamiento de una serie de procesos que incluyen desde la selección y la forma-
proceso metamórfico que plantea nuevos desafíos a la PTO. ción hasta la evaluación y la promoción del personal (Alcover et al., 2004; Alles, 2002;
BIas, 1999; Cooper y Jackson, 1997; Dalzíel, Cubeiro y Fernández, 1996; Jirnénez, 1997;
2.2.2. Análisis de puestos y gestión de competencias Le~-Leboyer. 1996; Pereda y Berrocal, 1999, 2001; Spencer y Spencer, 1993; Sternberg
y Gngorenko, 2003).
En el entorno laboral fordísta, el puesto es una categoría clave de la clásica división _Parella, la emergencia de las «competencias» no constituye la mera agregación de
técnica del trabajo. En este marco, un puesto de trabajo consiste en un conjunto estable ~ simple ítem al c~da día más ampli~ inventario temático. teórico, metodológico y
de tareas a desarrollar normalmente por una persona empleada en el ejercicio de su tecruco de la PTO, SUlOla reestructuración de una parte significativa v relevante de su
función profesional. El modelo tradicional concibe un solo puesto por persona y una agenda como disciplina y como profesión: el estudio de las personas trabajadoras y de la
sola persona por puesto, obviamente en la misma organización y d, modo indefinido. gestión de las mismas en contextos laborales.
Hasta fines del siglo xx, ésta ha sido la norma estadística y también la norma social Los orígenes de este tema estrella se remontan a la puesta en cuestión, hace unas
implicita en las sociedades económicamente desarrolladas de Occidente. décadas, de la utilidad práctica de la aplicación de tests de inteligencia y de aptitudes
El análisis de puestos de trabajo (APT) convencional proporciona un mapa concep- mentales generales en tareas de selección de personal. McCleUand (1973) marca un hí to
tual de las características, condiciones, contenidos y requisitos de un puesto. Con ello, al respecto al proponer abiertamente «testing competence rather tltan intelligence». Pero,
define implicitamente el perfil profesional de la persona que debe desempeñar las tareas a la larga, el e~oque de ~om.petencias ha acabado absorbiendo también otros tópicos,
que conlleva este determinado «lugar de trabajo». La modalidad más conocida de APT como personalidad, motivación, creencias, habilidades sociales, etc.
es el análisis funcional del puesto de trabajo (Fuctiol1alJob Analysis), que consiste en un Por competencia profesional se entiende un repertorio in tegrado de saberes genera-
inventario sistemático, documentado y detallado de las cualidades personales y profe- les (saber, saber hacer, saber estar, saber relacionarse, saber ser, etc.), de conocimientos
sionales exigidas para el desarrollo laboral de unas determinadas tareas, en el marco específicos ~elaci~llados con un ~bito particular de actividad laboral y de aptitudes y
concreto de las condiciones materiales, técnicas e instrumentales que conlleva el puesto. recursos psicosocíales que capacitan para un desempeño profesional exitoso, eficaz y
Habitualmente, el APTha sido utilizado para la planificación, reclutamiento, selec- excelente, en un contexto organizacional dado y que constituyen la base de la
ción, formación, desarrollo, evaluación, retribución y promoción de los recursos huma- . empleabílídad de una persona.
1I0S (Gama, 1992; Pereda y Berrocal, 1993; Fuertes, 1994; Fernández Ríos, 1995; .La ges.tión d~ ~?mpetencias distingue diversos planos, como el de las genéricas
Hontangas y Peiró, 1996). (polivalencia, flexíbílídad, autonomía, autocontrol. iniciativa, creatividad, etc.), relacio-
Esta perspectiva ha venido induciendo pues a pensar básicamente las características nadas con los objetivos y estrategias de la organización, y el de las especificas o técnicas,
de la persona en función de las tareas diseñadas en el protocolo descriptivo de un puesto. que son las requeridas por las características de cada unidad funcional (habilidades
Pero, en los últimos lustros, en el contexto del proceso de cambio profundo y acelerado sociales en el área de «atención al cliente», capacidad de mando en personas responsa-
bles de supervisión, etc.),
del mundo laboral en general y más específícamente del nuevo diseño organizacional
basado en la flexibilidad funcional y la reingeníería de procesos, los puestos tienden a Como ejemplo de uno de los ámbitos de competencias emergente; puede citarse el
transformarse en [unciones dentro de proyectos, que a menudo son tan perecederos como del t,.~ajo emocional (Emotioll Wo~k), que remite a la capacidad requerida a la persona
los contratos (laborales o comerciales) de quienes los desarrollan, aplican y finalizan. lraba~adora p~ expresar I~~emoclOn~s a~~uad~ a cada situación, cosa que exige un
Por ello, el APT va perdiendo parte de su utilidad teórico-práctica y cediendo amplio despliegue de habilidades SOCIales, Inteligencia de situaciones, aurocontrol,
protagonismo a otros tópicos -como el de competencias=, que ya no remiten a las empatía, etc. P?r ejemplo, según el tipo de servicio, el personal debe contagiar o conta-
cualidades requeridas por tareas estereotipadas, sino para el afrontamiento de procesos giarse de emociones de la persona cliente o usuaria (es el caso de compartir la satisfac-
fluidos, cambiantes y flexibles. ción por el éxito de una operación) o, por el contrario, debe compensar o contrapesar las
En este nuevo entorno, el personal más empleable (con mayor probabilidad de en- emociones de aquéUa (ante el pánico, transmitir calma y serenidad).
contrar o de conservar un empleo) ya no es el especialista en el desempeño de tareas Entre las claves del éxito teórico y práctico de las «competencias» destacan las carac-
requeridas por un puesto fordista, sino el capacitado para desarrollar competencias teristicas de su formato de «objetividad)), «operacionalidad», "validez., etc. Sus principa-
exigibles en el marco de organizaciones Elexibles. les campos de aplicación son los de la planificación, selección, furmación y desarrollo,
Desde sus orígenes, la PTO se ha venido ocupando de fenómenos y procesos psico- e~a1uación, remuneración y promoción de los llamados recursos humanos, así como el
lógicos implicados en la práctica laboral, especialmente equipada con una caja de herra- diseño de perfiles de titulación, de cunicula profesionales y de evaluación de los mismos.

TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL 223


222 TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL
Josep M. Blanch
PslcolograSocial del Trabajo

3. La dinámica del ambiente de trabajo etc.) algo más que simples artificios retóricos, pero poco más que medios al servicio de
fines organízacíonales que los trascienden (como el de la cuenta de resultados ante la
El escenario económico, social y tecnológico de la actividad laboral no ha dejado de junta de accionistas).
evolucionar desde los mismos orígenes de la humanidad. Aqui vamos a centrar la aten-
ción en unos aspectos relevantes del panorama contemporáneo.
3.2. Calidad de vida, salud y bienestar laborales

3.1. Condiciones de trabajo y organización laboral :1 El trabajo constituye un importante factor de la calidad de vida y ésta es un referente
¡ clave de la experiencia laboral (González, Peiró y Bravo, 1996). Por Calidad de vicia
Por condiciones de trabajo se entiende el conjunto de circunstancias ecológicas, sociales, laboral se entiende el grado de satisfacción y bienestar Ifsico, psicológico y social experi-
económicas, jurídicas, tecnológicas, etc., en el marco de las cuales se desarrolla la activi-
dad laboral. Influyen sobre la experiencia de trabajo y sobre las relaciones laborales, sobre
la vida cotidiana de las personas trabajadoras y sobre la dinámica organizacional, sobre la
I
·1
mentado por las personas en su puesto de trabajo. Abarca una doble dimensión: objeti-
va, relacionada con las condiciones de trabajo, y subjetiva.asociada a las percepciones y
valoraciones sobre la propia experiencia laboral.
calidad de vida en el trabajo, sobre la motivación, la satisfacción y el rendimiento labora-
les y sobre la eficacia y la eficiencia de las mismas ol"ganizaciones. . .
Adoptando como referencia principal el esquema propuesto .po~Peíró y !'neto .(1996),
en un inventario de las condiciones de trabajo destacan las síguíentes dímensíones e
I En los últimos lustros han pasado a primer plano de la actualidad algunas cuestio-
nes emergentes en el campo de la salud y de la calidad de vida laborales, especialmente
vinculadas al cam po de los denominados factores de riesgo psicosocial. En tre ellos des ta-
can los relacionados con el estrés y el bW110Ilt.
indicadores: contrato (indefinido/temporal, jornada completa/parcial, etc.), salario, pres- t Según el tercer informe quinquenal sobre las Condiciones de 'Itabaio en Europa
taciones sociales y sanitarias, ambiente físico (temperatura, humedad, iluminación, rui-
do, equipamiento, mobiliario, instrumentos, ergonomía, etc.), seguri~d e higien~ (~i-
I
i
(European Foundation, 2001b), el estrés y su apoteosis -el burnout=- afecta una de
cada cuatro personas trabajadoras europeas, debido fundamentalmente a la intensifi-
dad del aire, limpieza, riesgos de accidente o de contagio, etc.), duración de la actividad ¡ cación del ritmo y a la ilexibilizacián de las condiciones de trabajo. Panoramas simila-
(jornadas, horarios, tumos, ritmos, descansos, vacaciones, intensidad, presión de calen- .¡ res son descritos desde otros observatorios del mercado de trabajo (Golembiewslci et
dario ...), ambiente social (clima organizacional, estilo de dirección,. de ges~ón de co~- .1 al., 1996).
flíctos y de toma de decisiones, calidad de la comunicación y de la~ l~t~racclOnes verti- ! Para la psicología social del trabajo y de las organizaciones, la problemática del
cales y horizontales, cohesión grupal, apoyo mutuo, grado de conflíctívídad y de compe- estrés laboral tiene relevancia teórica, porque condensa las complejas relaciones entre
tición de ernpatía,cordialidad y armonía, etc.) y características dela tarea (autonomía, las condiciones de trabaja y la salud, y práctica, por su incidencia sobre la calidad de
respo~abilidad, iniciativa, exigencia, variedad, interés, creatividad, control. compleji- vida y también sobre la eficacia, la eficiencia. la viabilidad y la sostenibilidad de las
dad, grado de ambigüedad, conflicto, sobrecarga o vaciedad de rol, etc.).. _'" organizaciones laborales.
Una organización laboral consiste en un colectivo de personas asociadas para "tra-
bajar conjuntamente de cara al logro de objetivos comunes. Constituye ~ ~i~tema so- I Por estrés laboral se entiende la experiencia sostenida de una persona que afronta
unas demandas de su ambiente laboral que le resultan o le parecen excesivas, atendiendo
cial complejo, estable, integrado, jerarquizado, con estructura de pode:-, división de ro- a los recursos disponibles para ella, que son o considera lnsuficientes para satisfacerlas.
les delimitación de competencias y definición de objetivos y de estrategias. Buena parte El bumout es un estado persistente de desgaste físico y psicológico derivado del
de la vida humana y de la actividad laboral se desarrolla en e! marco de organizaciones. estrés laboral crónico (Maslach y Jackson, 1997; Maslach, Schaufeli y Leiter, 2001). Apa-
La fábrica y la oficina encarnan dos modelos fundamentales de organízación labo-
ral moderna, la cual, a lo largo de! último siglo, ha evolucionado considerablemente: si a
principios del siglo XX, se caracteriza como un sistema cerrado, rígido, vertical, p~dal
y dirigido con mano de hierro, un siglo después, adopta las formas de un orgarusmo
I
!
.~
rece como un síndrome complejo integrado por los siguientes componentes principales:
- Agotamiento ffsico y emocional, con los correspondientes síntomas de insensíbili-
dad, abatimiento, apatía, estupor; dificultades de atención, memoria y concentra-
abierto flexible, horizontal, reticular y autorregulado.
!.- ciónIentitúd'y pasividad en la ejecución de tareas laborales ordinarias.
E~ el largo tránsito del taylorismo a la empresa red, los procesos de reclut:am.iento, - Sentimientos de malestar, insatisfacción y alienación subyacentes a una conscien-
selección, formación, desarrollo, evaluación y gestión del personal laboral en general cia de baja realización laboral asociada a percepciones de fracaso, incompeten-
han experimentado notables cambios formales, imputables no ta_nto a la evolución de cia, ineficacia, inadecuación e inutilidad en el oficio y a conductas de distancia-
una tecnología managerial autónoma cuanto a opciones estratégicas adoptadas por la miento social.
dirección de cada organización. Bajo la superficie de estas transformaciones más o menos - Tratamiento despersonalizado, coherente con una actitud cínica ante el trabajo que
cosméticas, subsiste una línea de continuidad sustancial en cuanto a la consideración incide sobre la calidad de la atención prestada a las personas usuarias del servicio
del trabajo como mercancia, de las personas trabajadoras como re~urso~ humanos de la profesional. Todo ello acompañado de conductas de distanciamiento o de retrai-
empresa y de las prioridades de la organizacíón en función del capital mas que del traba- miento socia] y de expectativas negativas hacia la profesión, la organización, el
jo. Lo demás (calidad de vida laboral, desarrollo organizacional y de recursos humanos, ambiente sociolaboral e incluso hacia la propia persona, la vida y la sociedad.

224 TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL 225


Josep M. Blanch
r Pslcologla Social del Trabajo

El burnout es objeto de evaluación mediante la aplicación de técnicas diversas, que


gía y con las letras. el autor utiliza. la abrevi~~í6n CE para significar el constant effect
incluyen desde observacíones clínicas y entrevistas estructuradas hasta cuestionarios (efecto constante) y la AD para refenrse al additional decremenr (disminución adicional)
estandarizados, como el MBI (Maslach Buruout Inventory), de Maslach y Jacksou (1997). tal como se refleja en la figura siguiente: '
El impacto del distrés laboral y de su culminación en el Burnout se hace notar a
nivel individual, en la cadena de trastornos fisiológicos, emocionales, conductuales,
FIGURA 1. Ambiente laboral y bienestar psicológico
cognitivos y psicosociales que lo suelen acompañar. A nivel organízacíonal. se traduce
(a partir de Warr, 1987, p. 10)
en forma de descenso significativo de la productividad y rendimiento laborales, de dís-
minución de la calidad de los productos y de los servicios, así como de la erosión de la +
excelencia organizacional y de la calidad de vida laboral (todo ello inducido por altas
tasas de incumplimiento de tareas, de absentismo, retrasos. escaqueas, permisos y bajas
por enfermedad, de abdicación de responsabilidades profesionales, de abandono de la
organización, de accidentalidad laboral, de interacciones sociales negativas e insatisfac-
torias con clientes, usuarios, pacientes y profesionales, de crispación y conflictividad'
laborales, etc.),
Los erectos del estrés laboral y del bumout están mediatizados por una serie de
variables moduladoras, entre las que destacan especialmente el apoyo social (formal e
informal, objetivamente recibido o subjetivamente percibido, en sus múltiples facetas
de ayuda física, económica, jurídica, teórica. técnica. emocional. informativa, orientati-
va, etc.), los recursos materiales disponibles (dinero, empleo, vivienda. etc.) y diversas
características del perfil psicológico, laboral y profesional de cada persona.
'1
La prevención del desgaste psicológico en el trabajo puede ser desarrollada desde
diversas ópticas. Como señalan Gil-Monte y Peiró (1997), la psicología clínica lo enfoca
como un «estado» final al que ha accedido la persona que "ya está quemada» y ante la
que sólo cabe la reparación terapéutica. En contraste, la psicología social subraya la
vertiente dinámica del "proceso» de la persona que «está quemándose», sobre la que
cabe una inte,vención en crisis. Además esta disciplina prioriza la preve1'lcíón primaria
1 AD
. ?E = Constant Elfect (Efeclo Constanle)
= Addltlonaf Decrement (Disminución Adicional)

de las personas o grupos que podrían llegar a quemarse.


:1
Un modelo «ecológico» de bienestar psicosocial
'1 ~egún Warr. el ambiente socíolaboral puede proporcionar hasta nueve vitaminas
:! relacionadas con la salud mental y con el bienestar psicológico en general. Son las qu
Durante mucho tiempo, no ha resultado fácil para la psicología social del trabajo la
i figuran en la tabla siguiente: e

integración de la paradójica evidencia empírica de que el empleo estresa y de que el


desempleo estresa aún más. ¿Cómo explicar que causas de signo contrarlo produzcan el
mismo efecto? Peter Warr (1987) da cuenta de estos «datos» desconcertantes con un
modelo teórico sobre los detenninantes socíoambientales de la salud mental y el bienes-
I
,1
;1
TABLA
2. Factores del bienestar psicosocial (según P. Warr, 1987)

tar psicológico, concebidos como el efecto combinado de la interafción de cinco facto-


res proncipales: bienestar afectivo, competencia. autonomía. aspiraciones y funciona- ! c:}; Seguridad !isica
miento integrado. :.,;"
Posición socialmente valorada
Su modelo vitaminico sobre la inIluencia de la situación sociolaboral en la salud
mental se inspira en el papel que desempeñan las vitaminas en la salud física de los Oportunidades de control del enlomo

organismos. Según él, el entorno sociolaboral funciona como una poderosa fuente de Ocasionas para el desarrollo de habilidades
vitaminas psicosociales. La relación de las vitaminas con la salud se rige por un modelo AD' Finalidades generadas por el medio exlemo
no lineal en virtud del cual un déficit vitamínico tiene siempre repercusiones negativas y Variedad de alternativas
niveles vitamínicos óptimos se traducen en salud y bienestar; mientras que niveles exce- Claridad amblenlal
sivos de vitaminas pueden derivar o bien hacia la devolución de lo sobrante al ambiente
Contextos para las relaciones interpersonales
(caso de las vitaminas C y E) o bien bacia la isuoxicacián del organismo por este exce- "

dente del que no puede liberarse (caso de las vitaminas Ay D). Jugando con esta analo-

226 TRATADO DE PSICOLOG(A SOCIAL :1 TRATADO DE PSICOLOGiA SOCIAL


227
"

:i
II
Josep M. Blanch

La analogía vitamínica permite concebir el estrés en el empleo en términos de efec-


tos tóxicos imputables a hipervltaminosis tipo AD y el estrés en el desempleo como
r
¡
Psicologla Social del Trabajo

En el ámbito organizacional, los vocablos asociados al campo semántico de la


flexibilizaclón son los de reengineering,downsizb 19,lean produclian, affsholillg, out-sourcing,
etc., asociados a la práctica de «adelgazamiento» mediante la reducción de plantilla. una
resultado de hipovitaminosis psicosocial en todos los tipos vitamínicos contemplados
(CE y AD). De paso, facilita la comprensión del porque, en todas las comparaciones, el estrategia que siempre suena mejor en la bolsa que en ias sedes sindicales.
desempleo aparece como una situación que conlleva mayores trastornos que el empleo. Mediante la flex.ibilización de plantilla, un trabajo que, en el régimen fordísta, ha
Además aporta claves para comprender la existencia de bllellOS y malos empleos, de venido siendo desarrollado por personal fijo y en condiciones pactadas en convenios
bu enos y malos desempleos y también de huellas y malas transiciones del empleo al colectivos pasa a ser desempeñado por personal en circunstancias contractuales y labo-
1, rales precarias.
desempleo y viceversa.
La organización flexible constituye un nuevo marco para las relaciones laborales en
tanto que sistema de vínculos (formales e informales) económicos, sociales, jurídicos y
4. Metamorfosis laboral en el infocapitallsmo flexible global psicológicos establecidos entre la parte empleadora contratante y Jaempieada contratada.
A lo largo de la modernidad industrial. las relaciones capital-trabajo han adoptado
En la modernidad industrial, el empleo ha funcionado como una panacea social uni- distintas confíguraciones: desde el modelo de la selva, característico de las primeras
versal, el desempleo como una matriz de muchos males individuales y colectivos y el fases del capitalismo (donde el capital impone al trabajo la ley del más mene). hasta el
pleno empleo como la utopía que ha generado mayor consenso entre las ideologías. pacto social keynesíano-fordísta que, en una fase avanzada del capitalismo del Siglo XX,
Durante el siglo xx, el trabajo asalariado ha llegado a colonizar buena parte de la vida genera una nueva era de relaciones cooperativas entre empleadores y empleados. basa-
de la gente, funcionando como base de la normalidad y de la moralidad cotidianas, da en compromisos recíprocos generadores de beneficios para ambas partes.
como factor principal de integración en el mundo de lo humano y como motor del El modelo de regulación social keynesiano-fordista -que ha llegado a tener dife-
desarrollo histórico. rentes grados de implantación. según entornos sociopolíticos, económicos y cultura-
Los últimos decenios están marcados por la rápida transición del capitalismo in- les-- se estructura en tomo a un contrato social entre capital, trabajo y estado (mercado,
dustrial al capitalismo informacional, la cual no constituye un fenómeno simple ni ho- sociedad y política) basado en una serie de objetivos y estrategias compartidos, entre los
mogéneo; sino un proceso complejo y heterogéneo, que no está dirigido por automatismos que destacan los de crecimiento económico (suficiente y sostenido), pleno empleo, dere-
tecnológicos ni económicos, sino más bien por opciones estratégicas de carácter chos laborales, Iíbertad de mercado (dentro de las fronteras del estado-nación y regula-
ldeoaxiológico.
.1 da por un gobierno de la economía por la política) y la garantía por el Estado-Providen-

.I.
Buena parte del debate contemporáneo sobre esta transformación gira en tomo a cia de una serie de dispositivos de protección social (salud, educación, etc.).
los vectores del cambio (TIC, globalización, reíngeniería de procesos, etc.) y a su impac- Este sistema de relaciones laborales, que parecía destinado a instituirse progresiva-
to conjunto sobre la cantidad del empleo generado, sobre la calidad del disponible y mente a escala planetaria y de modo definitivo, duró poco más de una generación: desde
sobre la dimensión psicosocial de la nueva experiencia del trabajo precario, del nuevo fines de la segunda posguerra hasta mediados de los setenta. Desde entonces, se vienen
entorno organizacional flexlble y de las nuevas relaciones laborales postfordistas. dibujando diferentes modalidades de afrontamiento de la crisis generada por la irrup-
Una de las categorías clave para el análisis de los efectos psicosociales de la trans- ción en plan hegemónico del neoliberalismo económico, ideológico y político, que su-
formación del trabajo y para la formulación de las cuestiones psícosociales emergentes bordina (otra vez) la política a la economía. el estado al mercado y la moral empresarial
en el nuevo contexto sociolaboral es el subeinpleo, subproducto de la crisis del orden a los intereses del capital.
social, político, cultural, psicológico y moral que había sido construido en función de las Todo ello conduce a un implacable prooeso de desmantelamiento del sistema de
condiciones de trabajo, salariales y contractuales del fordismo. relaciones laborales keynesiano-fordista, tendencia reforzada por el sesgo neoliberal
de la globalización económica y por una' {iexibílizacián organizacional reducida a
mera adaptación del personal al conjunto de condiciones, imposiciones y restriccio-
4.1. Trabajar en una organización flexible nes exigidas por la dirección (Recio, 1997; Carnoy, 2000; European Foundation, 200Ia;
Sennet, 200 1).
El término flexibilidad aplicado al empleo o a la organización del trabajo es un eufemis- No existe un modelo único de flexíbílízacíon (Hutchinson y Brewster, 1995), sino
mo que remite a la capacidad de las palmeras tropicales de adaptar elásticamente su formas concretas que, según las circunstancias sociopolíticas, tienden o bien hacia el
postura a la presión de los vientos huracanados, pudiendo recuperar su posición inicial polo radicalmente neoliberal de la flexilibenad o bien hacia el de patente neosocialde-
al cambiar el ambiente. Suena a algo positivo, útil y confortable, como la agilidad y la mócrata de laflexigwidad. La tendencia básica común se caracteriza por un declive de la
libertad de movimiento. Todo lo contrario que la rigidez, la inercia y la rutina. perspectiva de relación contractual a largo plazo y por la consiguiente predominancia
Flexibíliuuiion, como tendencia hlstórica, significa un proceso de transicién desde de transacciones a corto o medio plazos, según consta en los más diversos informes,
un modelo de organización predominantemente rígido, cerrado, vertical, centralizado y como los que publica anualmente la OIT (OfICina Internacional del Tmbaicñ sobre las
burocratizado hacia otro donde dominan la elasticidad, la apertUI"fl,la horízontalidad, tendencias mundiales del empleo o en numerosas publicaciones recientes de la European
la descentralización y la agUldad. Foundaüon sobre el impacto de las nuevas condiciones de trabajo.

TRATADO DE PSICOLOGJA SOCIAL TRATADO DE PSICOLOGÍA SOCIAL 229


228
Josep M. Blanch
Psicalogra Social del Trabaio

La nueva relación capital-trabajo conduce a una precarimcián del empleo, tendien- ciones, la baja remuneración y la pésima calidad del trabajo. Por su parte, Alonso (1999),
do a sustituir progresivamente el contrato laboral por el meramente comercial. En este Tezanos (1999) y Moreno (2000) asocian precariedad laboral a déflcit de ciudadania so-
contexto, el personal empleado por cuenta ajena va cediendo protagonismo al cial. Castells (2000) y Camoy (2000), al igual que el informe monográfico del New York
autoempieado (que vende su trabajo temporalmente, por obra o servicio, a la misma TImes (1996), subrayan que la precarización no sólo af-ecta a la mano de obra menos
organización que antes lo mantenía contratado), y sobre todo al subempleado, ya sea en cualificada y peor remunerada, sino que se extiende también hasta el personal altamen-
régimen de subcontrato o de contrato temporal. te cualificado y bien remunerado.
La pluralidad de relaciones laborales observable en la actualidad a escala global se La transición al nuevo entorno sociolaboral conlleva un cambio de perfil del "suje-
manifiesta también a nivel micro dentro de las mismas organizaciones flexibles, to» trabajador. en la modernidad industrial, está encarnado por el proletario, o trabaja-
estrUcturadas muchas de ellas según un modelo de circulas concéntricos. dar asalariado que vende su fuerza laboral como empleado a cambio de un contrato
El núcleo central de tales organizaciones está integrado por trabajadores dotados laboral estable, un salario y unas condiciones laborales negociados colectivamente; mien-
de competencias clave que confieren un alto valor añadido a su trabajo. Gozan de bue- tras que la figura emergente en la organización flexible es la del precario, que suele
nas condiciones salariales y contractuales, de acuerdo con un modelo semi tradicional. «disfrutar. de un subeinpleo inestable y para quien la «explotación laboral. puede llegar
Son recursos humanos sometidos a la norma de la «flexibilidad funcional». a constituir un lujo ocasional.
En los circulas intermedios, figura el personal sometido básicamente a los impera- Por subetnpleo se entiende la situación de la persona que desempeña una función
tivos de las modalidades 11umérica y temporal de flexibilidad, mediante las cuales la laboral de nivel inferior al de su categoría profesional socialmente reconocida y/o bien en
organización ajusta la cantidad de personal y de tiempo de trabaja a los imperativos un régimen de dedicación (media jornada, contrato temporal, etc.) de menor duración que
coyunturales de la demanda de productos o servicios. la deseada, y/o bajo unas condiciones contractuales de menor calidad que la que caracteri-
Las formas más extremas de precarización contractual aparecen en los círculos za la norma socialmente establecida, y/o a cambio de un salario inferior a la calidad de su
periféricos: contratos «temporales » , «mercantiles .., «a tiempo pareíal », «subcontratos», trabajo y al que podria percibir en circunstancias normales del mercado laboral.
etc., mediante los cuales la direccián puede afrontar con garantlas de «éxito .. las oscila- Desde hace ya tiempo, Mingione (J 991) viene insistiendo en que el «empleo» fordista
ciones del entorno corriendo el mínimo riesgo, puesto que la mayor parte del mismo ha abarca sólo LID ámbito limitado del complejo panorama laboral contemporáneo, que
sido transferido al «trabajo flexibilizado». debe ser redefinido atendiendo a múltiples ejes de coordenadas: legal-ilegal, formal-
informal, público-privado y monetario-no monetario. El subempleo es el ámbito de lo
laboralmente informal, irregular, más o menos legal y monetariamente remunerado, de
4.2. El subempleo en la sociedad del riesgo laboral lo precario, discontinuo, inestable y perecedero, de la transición permanente del empleo
temporal, a tiempo parcial, justo a tiempo, por «obra o servicio», de "usar y tirar» (em-
A lo largo del siglo xx, en pleno apogeo de la modernidad industrial, en los países capi- pleo kleenex), etc., al desempleo puro y duro. Es el trabajo escoria desarrollado por
talistas democráticos y socialmente avanzados, el progreso es sinónimo de mejora de las personal desechable del que se suburilíza, subaprovecha, subvalora y subremunera las
condiciones de vida del salariado. Esta tendencia culmina en la fase keynesi ano-fordista habilidades profesionales, el empleo basura (juII"-job) al que, según la lógica mercantil,
del capitalismo, en la cual el trabajo asalariado a escala masiva -el pleno empleo- corresponde un subsalario, un subcontrato y un subtrato organizacional,
constituye el fundamento del orden social y el soporte básico de la calidad de vida. El subempleo pone al descubierto el desfase creciente entre un orden económico
Pero, como indica Beck (1999), la «segunda modernidad. conlleva la «sociedad regido por las leyes del mercado y un orden político basado en un derecho del trabajo
del riesgo», un escenario de proyectos individuales y colectivos en un trasfondo de superado por los acontecimientos. Como apunta Bilbao (1999), el empleo precario es
incertidumbres e inseguridades muy difícil de manejar en la teoría y en la práctica: «inseguridad del trabajo» en un marco de «seguridad de la economía ». Aparece como
«Cuantas más relaciones laborales se des regularizan y fle.xibilizart, más rápidamente se una reminiscencia del protocapitalismo salvaje propiciado por el liberalismo clásico,
transforma la sociedad laboral en una sociedad de riesgo» (p. 11). En su análisis sobre pero ya constituye una institución fundamental del nuevo capitalismo de patente
«laprecariedad del trabajo en la era de la globalimcián», este sociólogo concluye que "la neolibel~. .
consecuencia involuntaria de la utopía neoliberal del libre mercado es la brasileñización Tanto en su aspecto cuantitativo (altas tasas de incidencia y de prevalencia) como
de Occidente», en el cualitativo (se expande y se contagia por todos los niveles y sectores sociolabornles)
Bmstleñuacián es el nombre que da a la precarizuclán del trabajo; esto es, a la encarna la nueva realidad del trabajo, un fenómeno que invade, coloniza y contamina
informalización del mismo trabajo como modelo general de referencia para el desarro- todo el sistema, modificando la naturaleza, las [unciones y los significados del "empleo.
llo europeo y norteamericano. Se trata, según él, de una tendencia a la involución histó- y del «desempleo».
rica caracterizada como la vuelta del revés del viejo ideal "europeo» de sociedad del Si el proletariado estaba integrado básicamente por hombres con cargas familiares
trabajo y del bienestar, basada en un pleno empleo estable, como fundamentó del pro- ¡ que no disponían de otra riqueza que su prole (aparte de la musculatura que ponían al
greso económico, social y político, servicio del capital), el precaria do está compuesto por personas de todo género que se
.Según Agulló (2001), la precariedad laboral se caracteriza por la discontinuidad del encuentran tan desvalidas ante el mercado laboral que casi no les cabe 01Ta opción razo-
empleo y la desprotección de la persona trabajadora, así como por las deficientes con di- ·1
I nable que la de precar (elevar plegarias al cielo).

230 TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL


.1 TRATADO DE PSICOLOGfA SOCIAL 231

J
Josep M. Blanch

Con la irrupción del desempleo crónico y del subernpleo agudo, de la mano del
nuevo capitalismo, ha estallado la crisis de la sociedad salarial (Gorz, 1997), que plantea,
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'1
PSicolog(a Social del Trabajo

profesional, la ruptura de la espiral virtuosa buen currículum-buen empleo-buena em-


presa-buena carrera laboral, la disminución de la calidad de vida en el trabajo y la per-
a su vez.Ia llueva cuestión social (Castel, 1995). Si en la sociedad del empleo masivo la
manente amenaza por el fantasma del desp:ido laboral (por fle.;;ibilización IlLIIllérica),
cuestión social radicaba en la indignidad de la condición salarial, en la del subempleo
que puede producirse en tiempos de expansión, en empresas con alta tasa de beneficios
emergente esta cuestión se plantea en términos de marginalidad y de exclusión del mis-
mo estatus salarial. y afectar al personal más competente y comprometido, eficaz y eficiente, fiel y discipli-
nado de la plantilla.
Está en crisis un cosmos sociolaboral vertebrado en tomo a la panacea del trabajo
La ruptura de viejos esquemas lineales que permitían planes de carrera y de vida,
asalariado como vía de inclusión, cohesión e integración social, política, cultural y eco-
así como la permanente exposición a un contexto de incertidumbre e inseguridad, gene-
nómica y condición indispensable de la calidad de vida y el bienestar psicológico. La
ran perplejidad y desconcierto en el mundo del trabajo, dando lugar a la emergencia de
crisis del empleo viene acompañada de una polarización laboral; esto es, del desarrollo,
«identidades Iragmenradas» en los empleados flexibles (Mingione, 1991), a la concien-
por un lado, de una élíte superernpleada y, por otro, de una masa subernpleada. Castells
cia de "muertos vivientes» entre los exempleados inempleables (New }'órl, Times, 1996) y
(2001) distingue el «trabajo autoprogramable« de los «productores inlonnaoíonales» -alta-
a la experiencia de «corrosión del carácter» en los mismos empleados exitosos del nuevo
mente educados y productivos, imprescindibles desarrollados y mimados por la organi- capitalismo (Sennet, 1998).
zación- del «trabajo genérico prescindible» de los «terminales humanos», fácilmente
Todo ello indica, en resumen, que algo está empeorando en las condiciones de tra-
reemplazables por máquinas o por otras personas de cualquier lugar y condición del
bajo, en las relaciones laborales y en la calidad de vida del personal trabajador. y que, al
mundo, recambia bles y prescindibles, que reciben un trato empresarial no muy distan-
contrario que la mayoría de las palmeras tropicales, que disponen de una f7e.-.;ibilidad
te del característico del taylorismo (basado en remuneración, disciplina y control).
natural que las capacita para afrontar exitosamente la mayoría de los azotes climatoló-
Camoy (2000), por su parte, observa, en los EE.UU., una brecha creciente entre el
gicos de su entorno, muchas de las personas trabajadoras «precarias» con-en un alto
salario del personal superempleado y el del subempleado.
riesgo psicosocial de quebrarse (perdiendo su capacidad de recuperación) ante las suce-
sivas embestidas de la flexíbllízacion organizacional.
Efeotos psloosooiales de la flexibilizaolón

La práctica laboral en el nuevo entorno flexible repercute sobre el bienestar social y 5. Balance y agenda disciplinar y profesional
psícológico. Por el lado positivo, aporta ciertas ventajas asociadas al desarrollo de los
medios materiales y tecnológicos en un mundo globalizado, que pueden hacer más con- En la civilitacisut del trabajo -llave de vuelta. de la modernidad industrial, que culmina
fortable, atractivo, satisfactorio y desafiante el ambiente de trabajo, al tiempo que brin-
en la fase keynesiano-fordista del capitalismo-, el empleo desempeña importantes fun-
dan oportunidades para el aprendizaje, el crecimiento y la autorrealización laboral. ciones no sólo en el plano económico, sino también en el político, en el sociocultural y en
Por el negativo, la cascada de efectos colaterales del capitalismo flexible hace del el psicológico. Especialmente durante el siglo xx, en buena parte del mundo, el trabajo
subernpleo un nuevo problema de salud pública y una nueva fuente de vulnerabilidad. asalariado ocupa el centro de la vida de las personas y de los pueblos, constituyéndose
social. La dimensión macrosocial de la «Ilexíprecaríedad» incluye, entre otros aspectos,
en fundamento del orden social, base de la moralidad cotidiana, factor de integración
la degradación del estatus salarial, la dualización sociolaboral por el progresivo abismo del mundo de lo humano y motor del desarrollo histórico. En este contexto, la experien-
entre superempleo y subempleo,la desregu)ación del mercado laboral, la desactivación cia y las relaciones laborales se desarrollan en el marco de la sociedad salarial, que insti-
del poder sindical y la individualización de las relaciones laborales, transformadas en
tuye el pleno empleo como una utopía social al alcance de la mano y la estabilidad
relaciones comerciales, la minimización del campo de aplicación del Derecho del Traba- laboral como la clave de la calidad de vida y el desempleo como la fuente de toda suerte
jo y la sobreexplotacíón de mano de obra precaria
de problemas sociales.
En la dimensión organizacional del fenómeno, destaca el desplazamiento del riesgo En los últimos lustros, el trabajo asalariado deja de funcionar como medio univer-
desde el capital hacia el trabajo, la concentración del riesgo en el personal desechable, salmente viable de inserción social de las personas y, por tanto, como garantía de inte-
periférico, satélite, subempleado, la reducción de la calidad de productos y servicios y el
gración de las sociedades. Con el capitalismo flexible, informacional y global, el empleo
deterioro del clima laboral en organizaciones laboralmente precarizadas, el aumento de experimenta una dople crisis: en su vertiente cuantitativa, la insuficiencia estructural de
la tasa de accidentalidad laboral en personal subcontratado, la vulnerabilidad psicológi- puestos de trabajo conlleva desempleo masivo, mientras que, por otra parte, el subempleo
ca y social de personas y fam.llias en precariedad laboral.
y la precarización de la vida laboral en general plantean la cuestión de la calidad del
En cuanto al impacto psicosocial de la flexíprecariedad, resultan destacables la empleo disponible. La relevancia de estas dos cuestiones casi relega a un segundo plano
sobreexplotación del personal subempleado, inducido a trabajar más tiempo, por me-
la tradicional y permanente discusión sobre la redistribución social de los beneficios del
nos salario, la desactivación del contrato psicológico, la densificación e intensificación trabajo y, en último término, sobre la explotacián del trabajo por el capital.
del trabajo, la exclusión social de personal inempleable, la superprecarízación del perso-
Desde hace tiempo, casi nadie (ni dentro ni fuera de la PST) discute la relevancia
nal tradicionalmente precario (Sill papeles, de baja cualificación, etc.), el aumento de la social y psicológica del desempleo. Sin embargo, la valoración teórica y social del im-
tasa de accidentalidad laboral en el trabajo subcontratado, el deterioro de la identidad pacto del subempleo suscita menos consenso ..

232 TRATADO DE PSICOLOGfA SOCIAL TRATADO DE PSICOLOGIA SOCIAL 233


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