Infantilada Sanitaria: las Gotas Maravillosas de Carvativir, Solución Curativa contra el Coronavirus,

Jesús González Briceño, GOMBRY, 22/02/2021

Remedio maravilloso recomendado por el comandante,

¡Ay que susto me llevé! al contraer la infección, fiebre, tos, dolor de garganta y malestar,

iban acabar conmigo, pero súbito me acordé de la pócima publicitada en radio y televisión

No iba a perder esta chamba y probarla ¡por si acaso!, y tengo que decirle al mundo que estoy

vivito y coleando,

Todo se me quitó, me siento como una pepa, fuerte, saludable y buenmozo, se me quitó la

pereza,

no siento ningúna indisposición, aplicando el protocolo cuatro gotas en la boca por muchos

días seguidos y el virus chino pronto desapareció, por obra del santo de la Explanada,

a quien visité, elevando mis plegarias con la oración del tabaco, recordando millones de

fallecidos, artistas, escritores, músicos, deportistas, bebés, niños y la mayoría, ancianos

¡De esta no me salvo yo por tener más de 70! sin despedirme de mi familia, ni darle mi

último adiós, convirtiéndome en un puño de cenizas que no sé de quien serán

Pero ahora me pregunto, si este brebaje bendito, de amplio espectro antiviral,

cultivado por doquier, que no vale más que un real, si da los resultados deseados,

como ha sido comprobado, ¿por qué la suma millonaria para comprar

la vacuna del envenenador ruso? y ya el gobierno instaló en el patio de Miraflores

un terreno pal cultivo, y fábrica en Maracaibo para exportarla a los yanquis, que se mueren como

arroz para que quiten las sanciones y nos compren el petróleo, y que nos dejen en paz,

por obra del el catire Trump, causante de nuestra desgracia y de la feroz inflación

Con las Gotas Milagrosas del mandamás del montón y del beato gregoriano, me salvé del letal

coronavirus por obra y gracia del tomillo portentoso, pero aún no me pasa el susto
padeciendo de una feroz hambruna, los precios y escasez de medicinas, y la carencia de

agua para lavarme las manos y hacer los oficios de casa, si es cierto me salvé del chingo, me

agarra el sin nariz me manden al crematorio sin contemplación alguna, ¡ ay mi Dios,

por favor, apiádate de nosotros y procúranos la salvación del bochinche y la barbarie.

Para colmo der los males, en los pasados carnavales se retomó la parranda a causa

de la flexibilización ordenada por el gobierno, al cambiar las gotillas de la boca

por la botella de ron, el tapabocas por el disfraz y la máscara del diablo, y la distancia social por

el baile de la pachanga por calles, locales, ciudades y barrios no vaya ser que elixir ya no sirva

para nada, como dice la academia sanitaria, y regresen los pesares para

completar la charada de una nación empobrecida por la revolución bolivariana-