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“Motivos de son”

Artículo publicado en la revista Archivos del Folklore Cubano , dirigida por Fernando Ortiz,
en el número de septiembre-octubre de 1930. El artículo es firmado por Fernando Ortiz.
Comienza con una presentación a su cargo de los poemas Motivos de son, de Nicolás
Guillén, seguida por la publicación de una selección de poemas de ese poemario. A
continuación recopila distintos artículos que componen al menos parte de la polémica en
torno a ese trabajo de Guillén.

Fernando Ortíz, septiembre-octubre de 1930


Destaca en los poemas la captura del espíritu, el ritmo, la picaresca y la sensualidad de las
producciones populares anónimas.
Señala el problema la crítica académica que se aferran a la tradición o modelos extranjeros.
Para ilustrar esa devoción por la extranjería cita un comentario de Martí de Nuestra
América, Volumen 7, “La sociedad hispanoamericana bajo la idiosincracia española”.

RETROCEDE EN EL TIEMPO - Polémica

Ramón Vasconcelos en “Motivos de son”, publicado en El País, 6 de junio de 1930


Realiza un análisis de los poemas Motivos de Son. Primero en cuanto a lo musical,
diferenciándolo del blue norteamericano. Luego, señala los rasgos temáticos del son: el
barrio bajo, la malicia, la manía de filosofar sobre sus trivialidades, el chisme, el idilio de
vereda, etc. También indica que el son “no necesita ser un medio de protesta social” y que si
“pierde la sal del despropósito y la intención picante, se hace culto”. Señala también que
hay un rasgo retórico que diferencia la producción de Guillén al no estar estetizado como La
habanera, de Sánchez Fuentes, por ejemplo, que representa aquello popular reformulado
para la alta cultura. Ubica a Guillén en una avanzada -no vanguardia a las que considera
snob- e indica que “debe univesalizar su verso y su idea en vez de meterlos en el solar para
que brinquen al son del bongó. Lo peor para el que empieza es enamorarse de la
popularidad”. Esto último dará lugar a una respuesta de Guillén.

Nicolás Guillén, artículo “Sones y soneros”, publicado en El País, el 12 de junio de 1930.


Mucho humor.
En cuanto al convertirse en letrista de sones dice “Me apresuro a confesar que no aspiro a
tanto”. Jajaja.
Señala que ese conjunto de poemas son doce de un total de más de cincuenta publicados
en un mismo volumen.
Asegura que esos poemas “por la significación que en el mundo tiene hoy lo popular,
constituyen un modo de estar en la “avanzada” (...) Entre nosotros, donde a menudo no
pensamos más que con cabeza sde importación, precisa cierto heroísmo para aparecerse
con unos versos primarios, escritos en la forma en que todavía hablan -piensan- muchos de
nuestros negros (y no pocos blancos también) y en los que se retratan tipos que a diario
vemos moverse a nuestro lado”. Cita un cuento que vendría a ser el original pero que
nosotros conocemos actualmente como el cuento de No nos gusta la pachanga; no, Fidel.

Sire Valenciano, compañero de Guillén. Artícuo publicado el 13 de agosto de 1930 en El


Heraldo de Cuba.
Es un texto de una construcción poética más que argumentativa. Pero inserta el tema del
odio blanco hacia el negro y sugiere que el son viene a ser un arma de seducción que
conjura ese odio.

Gustavo Urrutia, resumen/interpretación de la conferencia de Nicolás Guillén en Atenas,


publicado en agosto de 1930 en el Dariio de la Marina.

La conferencia de Guillén se denominó “Motivos litearios”.


Urrutia pone en contexto la presentación de Guillén y señala que al momento de ese
discurso se encuentra frente a un público académico que lo rechaza porque ha proscripto el
son, pero también en una sociedad donde conviven una sociedad blanca, la “buena
sociedad”, que ama al son como lo ama el negro, junto con los “negros leídos” que no
quiere imitar al blanco y se mantiene al margen del son “argumentando que el blanco es
sólo un consumidor de esa mercancía que produce el negro y que consume “al” negro en su
propio encanto”. En resumen: los académicos que censuran “la forma” de los poemas y los
“guardadores del prestigio negro” que interpretan que los poemas, por sinécdoque,
representan a toda la raza.
Opina sobre la polémica Vasconcelos-Guillén considerándola más bien una suerte de
malentendido.
Hasta aquí el estado de situación.
La conferencia de Guillén es resumida en un puñado de impresiones: explicaciones de
Guillén sobre el vanguardismo, la elección de “literarios” en el título en reemplazo de
“sones”, que Guillén se negó a que la conferencia fuera publicada.

Fernando Ortíz cierra el artículo con una conclusión doble:


-Que el artista debe gozar de total libertad de creación
-Que el poemario Motivos reaviva una forma popular de expresión poética que, después de
todo, tiene sus orígenes en el Siglo de Oro español.

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