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Módulo 4

UNLP ·FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN SOCIAL

COMUNICACIÓN/CULTURA
Comunicación y Teorías - Cátedra II

JORGE GONZÁLEZ

La voluntad de tejer: análisis cultural,


frentes culturales y redes de futuro
Ponencia presentada en "Yequene cenca quimiztlacahuia yn Diablo 1) Las condiciones de construcción
Stirling, Escocia, Octubre de 1996. ynaquique conmatiznequi yn tleyn de los conocimientos
ychtacachioalo anoço ychtaca nemiliztli
Publicada en "Razón y Palabra, anoço yn tleyn tepanchioaz" (1)
Existe una cultura de base, un discurso so-
Primera Revista Electrónica Especializada Fray Andrés de Olmos, 1553 cial compartido de nuestras sociedades que
en tópicos de Comunicación", desde la vida cotidiana y el sentido común,
Número 10, Año 3, Abril-Junio de 1998. "En los juegos infinitos, el juego se trata no continúa como forma de relación con la reali-
de ganar, sino de crear las condiciones dad incluso dentro del campo del pensamiento
para poder seguir jugando"
que se quiere científico. Por los efectos de una
John P. Carse
colonización larga y generalizada, tendemos a
mirarnos como quisieran vernos los coloniza-
dores: despreciamos lo propio y admiramos lo
Los análisis de la cultura de América Lati- ajeno, desarrollamos una muy baja autoestima,
na tienen un variado y múltiple origen, así como tenemos poca disciplina, mucha imitación, y
también un desarrollo plural y desigual. En más peligrosamente, poca imaginación. Así
casi todos los países se han desarrollado en podemos revisar, por ejemplo, los trabajos y
mayor o menor medida esfuerzos sobre estas las tesis que sobre el tema se han hecho en
cuestiones, sin embargo, para este trabajo me México en por lo menos la segunda mitad de
sería imposible dar cuenta al menos aproxima- este siglo y veremos casi siempre el predomi-
da del desarrollo de estos estudios en el área. nio y la importación muchas veces acrítica de
Y no me es posible conocer en detalle la situa- autores, de teorías, de métodos y técnicas, que
ción por tres cuestiones que están en el centro como principal valor tienen en común ser “ex-
de toda mi reflexión: la falta de información, tranjeros”. Los desfiles de referencias, plan-
la falta de difusión y la falta de conexión. Sólo teamientos y “análisis” de acuerdo a las mo-
vemos una pequeña punta del iceberg, pero das que se dicten en las capitales del pensa-
¿hay algo así como un “iceberg” ? El mundo miento en turno —Europa primero, es decir,
académico conoce una pequeñísima parte de España, Francia, Gran Bretaña, Italia—; los
los esfuerzos que se hacen en esta región del Estados Unidos después —Chicago, New York,
mundo por volver inteligible nuestras socie- Berkeley—y así diciendo, están a la orden del
dades, sus procesos, sus cambios y perma- día.
nencias desde el punto de vista de la cultura El punto no está desde luego en rechazar
(González, 1994). Sin embargo, las caren- toda aportación “extranjera” con un chovinis-
cias atrás mencionadas forman parte mo vestido de charro con aspiraciones cientí-
sustantiva de la estructura de estos estudios ficas autóctonas, sino en el modo en que los
y uno de los obstáculos más importantes para sistemas de creación de conocimientos entre
revertir la situación. América Latina y el resto del mundo se han
Este trabajo tiene tres partes. La primera acoplado, en el tipo de estructuras locales y
tratará de esbozar una panorámica de las con- regionales que han generado y las dinámicas
diciones de construcción de los conocimien- que dentro de ellas se verifican.
NOTAS tos no “sobre” sino desde la perspectiva de la Sucede que existimos dentro del mapamun-
cultura (González, 1996). La segunda parte di del conocimiento precisamente en sus ori-
(1) “Por fin mucho engaña el Diablo a aquellos
presenta de manera autocrítica el desarrollo de llas, en los suburbios (2), lo cual no es tan ex-
que quieren saber cómo están hechas las cosas
secretas, o aun conocer acaso el secreto de la la línea de trabajo de los Frentes Culturales, traño y quizás tampoco muy problemático, pero
vida, o acaso las cosas que ocurrirán más que iniciada desde 1976, ha tenido diversos el verdadero problema me parece que reside
tarde”. Fray Andrés de Olmos, Tratado de frutos y tropiezos. Por último, presentaré al- en la importación acrítica de las preguntas que
hechicerías y sortilegios 1553, Ed. de Georges
Baudet, México, UNAM, 1990, pp.18 y19 gunas de las características y efectos de la pers- nos podemos hacer sobre nuestras complejas
pectiva anterior que actualmente se desarrollan y plurales realidades. Por efecto de esta iner-
(2) Y como en los mismos suburbios de las
en todo el país e inicia en colaboración con cia colonial, a fines del siglo XX muchas ve-
capitales de América Latina faltan los servicios
de drenaje, pavimento, electricidad, limpieza, otras partes de América Latina. Por estas ra- ces nos seguimos mirando con los ojos de los
etc. la comparación entre los servicios y zones la visión que presentaré es necesariamen- de afuera y esa situación objetiva nos ha lleva-
equipamientos del campo académico (bibliote- te parcial e incompleta, pero creo que servirá do a serias consecuencias, en la medida en que
cas, talentos, instituciones, financiamientos,
investigadores, becas, etc.) ha seguido un
para ilustrar la problemática que queremos la importación se ha extendido de las biblio-
desarrollo al menos paralelo. abordar en este seminario. grafías a los marcos epistémicos (Piaget y
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García, 1982; González, 1994: 338). Nos ha una crisis profunda política y económica que yor demanda tienen cuando mucho dos mil
costado mucho esfuerzo tratar de generar las con la situación descrita podremos, sin dificul- ejemplares y una circulación muy restringida
preguntas pertinentes para el desciframiento e tad, imaginar los “ajustes” y el peso social que (González y Chávez, 1996). Las revistas reco-
interpretación densa de nuestras realidades y el sector ha sufrido. nocidas por la comunidad científica mexicana
el consecuente desarrollo de una perspectiva Así, en México (y me parece que en buena para las ciencias sociales y humanidades son
que nos permita desarrollarnos dentro de las parte de América Latina) ese “mercado” inter- 18 y de ellas sólo dos tratan sistemáticamente
peculiares características del acoplamiento es- no es sumamente débil, aleatorio, tiene poca la problemática de la cultura (3).
tructural (Maturana y Varela, 1990; Varela, consolidación institucional y graves problemas Dentro de este marco también se puede
Thompson y Rosch, 1993) que nuestros inci- de coordinación, de circulación, de manteni- comprender mejor la necesidad de los investi-
pientes sistemas científicos en América Latina miento y desde luego de reproducción. Al mis- gadores de vincularse al extranjero para, co-
mantienen con el exterior. mo tiempo, los estudios y sus publicaciones rrelativa y progresivamente, desvincularse de
tienen de hecho poca resonancia dentro de los los movimientos y flujos de las configuracio-
A) La Pirámide Azteca de los tuertos sistemas educativos. En México, menos del 3% nes culturales que se entretejen en su propia
“En tierra de ciegos, el tuerto es rey”, dice de la población total llega a los estudios supe- sociedad.(4) Es también conocido el descui-
un conocido refrán y esa es prácticamente la riores y eso representa sólo el 15% del total de do de los académicos respecto a múltiples pro-
única salida que nos permitimos: los primeros la población entre 20 y 24 años (1.36 de un cesos culturales que no han sido legitimados
en leer y traducir a los “de afuera” se convier- total de 91 millones: el 1.5% de la población) por “alguien” fuerte en el campo internacional
ten por ese mismo hecho en los sucedáneos y (5) . La situación externa no es mejor. Una com-
legítimos representantes de los verdaderos pen- B) La formación de productores paración con los Estados Unidos de América
sadores. El público académico (todavía esca- y público potencial: resulta patética (De los Santos, 1995). Esta-
so, poco informado, no cosmopolita, desconec- Un aspecto estructural de la pirámide está mos completamente fuera del “mercado” cuan-
tado) de inmediato les otorga un capital de re- precisamente en la población que se encuentra do en las compilaciones internacionales sólo
conocimiento y a partir de ahí, su permanencia en el sistema de educación superior del país. 3.8% de 1200 referencias y uno sobre 43 auto-
y supervivencia dentro del campo local estará La Figura 1 nos da una clara relación de las res son de origen (o al menos su apellido) lati-
fundada en llegar primero al nuevo libro de proporciones: sólo el 0.004% de los mexica- noamericano (Grossberg et al., 1992)
moda o en aplicar las novedades a situaciones nos se entrena de manera formal en la produc-
locales. Su labor de divulgación será indiscu- ción general de conocimientos. C) Fragmentos de un manojo de
tible. A veces esto se mezcla con críticas inte- FIGURA 1. pobrezas en busca de paradigma...
resantes, pero a veces también sólo se les cam- En fin, nuestra práctica científica está lle-
bia el nombre a los conceptos. Las condicio- na de prejuicios y múltiples pobrezas.
nes objetivas de este fenómeno, residen prin- a) Primeramente dentro de las propias co-
cipalmente en una estructura vertical, piramidal munidades de investigadores padecemos un
a imagen y semejanza de los sistemas euro- prejuicio “cientificista” respecto del carácter
peos y anglosajones, en los que, sin embargo, de la ciencia y de los científicos. Conviene acla-
sí existe (al menos relativamente) un “merca- rar el alcance del término. Sólo la ciencia
do” para el desarrollo y uso social de estos es- “dura” es “ciencia” y el estudio de la cultura
tudios. Doy algunas cifras para delinear el per- * Licenciatura - Fuente: ANUIES, 1995.
pertenece —según esta visión— por su carác-
fil de ese “mercado” en el que somos produc- ter paradójico, móvil, discontinuo, al terreno
tores. Por lo que toca a los productores “efecti- de la especulación, en la medida en que no se
En nuestras sociedades, es el sector públi- vos”, el perfil de la pirámide se percibe en el ejecuta bajo el rigor del método científico. Bien
co el que apoya cerca del 90% de la investiga- Cuadro 1. o mal, este prejuicio cada vez se erosiona más
ción que se hace. El sector privado más atento y deja atrás los estudios que optaban por el ri-
a los movimientos del Dow Jones, simplemente CUADRO 1. gor (esta vez, mortis) del análisis sobre infor-
no invierte en este rubro. Tenemos desde 1968 mación generalmente cuantitativa. El bando
Investigadores
(«productores») Total % % Población nac. contrario clama por la libertad hermenéutica,
NOTAS que fluye sin más desde la sensibilidad y expe-
Todas las áreas
(3) Me refiero en especial a Estudios sobre las científicas 5, 879 100 0.006% riencia del autor que navega a placer por ma-
culturas contemporáneas y a Comunicación y Ciencias sociales
res especulativos de información cualitativa.
sociedad, ambas, no por casualidad, realizadas y humanidades 1, 545 26 0.001% b) Pobreza teórica: a fuerza de la impor-
fuera de la Ciudad de México. tación acrítica de ideas interesantes, se genera
Fuente: Conacyt, 1995
(4) Los criterios para entrar en el ranking de los un panorama incompleto. Esas ideas indiges-
investigadores reconocidos, exigen tener Y además, del total de los investigadores tas resultan parciales y validadas sólo por la
difusión en el extranjero y apariciones
constantes en el Citation Index. Sin embargo, reconocidos, sólo el 14% está fuera de la Ciu- moda y, desafortunadamente, una vez pasada
ello logra hacer aun más pequeña la punta de dad de México y tan sólo una institución, la la euforia, se deja la presa y se cambia de obje-
la pirámide, porque ello no depende solamente Universidad Nacional, concentra el 32% del to.
de la calidad de los trabajos, sino de las total del país. La reproducción fractal (Gleick, c) Pobreza estratégica: De manera con-
relaciones o capital social de los científicos con
las comunidades internacionales 1990; Hall, 1992) del modelo de concentra- gruente con la actitud teórica anterior, el nivel
ción vertical y descendente de la sociedad hace estratégico de la metodología se suele confun-
(5) Este es, por ejemplo, el caso del estudio de
la relación de la sociedad mexicana con las que la pirámide de los investigadores se super- dir con la mera aplicación de los métodos y a
telenovelas, que después de casi 40 años de ponga a la pirámide de las ciudades. veces incluso con las técnicas, por lo que se
producción y construcción de un público, no La cantidad de personas que compra libros producen aproximaciones planas y muchas
había prácticamente merecido ni un solo o consulta bibliotecas con regularidad es muy veces unidimensionales. Al renunciar de ma-
estudio documentado. Véase "La cofradía de
las emociones (in)terminables..." y los demás baja; la mitad de los mexicanos no compró ni nera implícita (por estilo personal, por elegan-
textos sobre telenovelas en González, 1994. un sólo libro en un año y las ediciones de ma- cia, por omisión o por excesiva modestia) o
3 / Jorge González: «La voluntad de tejer...»

bien explícita (porque no es necesario) a este en el sistema mundial de producción cultural gos y conocidos, nos puso en contacto directo
nivel, se renuncia sin más al efectivo ejercicio (Fossaert, 1991). con colegas de sólida formación que vinieron
del oficio de hacer inteligible el mundo dentro h) Pobreza política: Como una consecuen- a refrescar el ya de por si viciado ambiente del
de las convenciones de una comunidad y al tam- cia de todo lo anterior, nuestros análisis de la campo científico mexicano de mediados de los
bién desarrollo mismo del oficio. sociedad desde la cultura, padecen incapaci- setentas, pleno de certezas de corte positivista
d) Pobreza táctica: La revisión de los ar- dad de tocar con la sociedad y sus procesos. Es o bien de corte que se llamaba “crítico”. Con
senales técnicos de los estudiosos de las cien- como si se tratara de un síndrome de ellos llegaron a México otras bibliografías,
cias sociales en México (y de entre ellos los esquizofrenia que impide conectar con las rea- autores, perspectivas y problemáticas que in-
dedicados al estudio de la cultura), muestra una lidades y con los actores plurales de nuestro fluyeron definitivamente en la reorientación de
enorme y estereotipada pobreza que sin duda entorno. Cerrada en ideolectos sólo para los temas de investigación y, a su vez, fueron
está ligada a dicha renuncia. Desfiles intermi- insiders, al fomentar la competencia entre élites influidos por las diversas tradiciones y corrien-
nables de estudios por encuestas que hacen un de iniciados, nuestro campo se dedica a una tes que se desarrollaban en México.
uso superficial de la estadística, variadas especie de reproducción de las cúpulas, pero Fué precisamente en 1982 cuando al revi-
etnografías ricas en descripción y pobres en su ejercicio, su composición y trayectoria no sar críticamente los análisis anteriores, me di
perspectiva, decenas de estudios semiológicos ha aumentado significativamente la masa crí- cuenta de que las categorías que había utiliza-
cruelmente semi-lógicos, algunos usos de prue- tica de productores ni demandantes de la in- do desde 1976, especialmente en la perspecti-
bas proyectivas, pero el panorama general formación. va de Gramsci, de Cirese, de Bourdieu y de
muestra una imaginación acorazada en la cos- En suma, además de las constricciones es- Fossaert (hegemonía, subalternidad, desnive-
tumbre. Pocos, muy pocos estudios que inten- tructurales mencionadas, hemos estado con- les internos de cultura, habitus de clase, lógi-
ten una aproximación compleja, digna preci- frontando objetos complejos, con herramien- cas de producción) si bien habían colocado
samente de la complejidad que se pretende tas claramente insuficientes. Los estudios más mucho más precisamente la cuestión del aná-
describir, analizar, interpretar. conocidos y difundidos tienen un excesivo én- lisis cultural al tratar de pensar las
e) Pobreza informativa . Por supuesto, fasis en la descripción de los fenómenos especificidades de la sociedad mexicana, mos-
todo ello nos aporta datos de segunda o tercera (Giménez, 1994), y aunque dan pistas intere- traban varias lagunas, sobre todo de orden
mano, poco elaborados y menos analizados. santes para seguir, carecen de una teorización metodológico (6). De aquí proviene la pro-
Al mismo tiempo, esta pobreza se liga con la que permita no solo tejer elegantemente, sino puesta de trabajo de los Frentes Culturales en
pobre información “oficial” sobre procesos cul- de manera más sutil. la que desde 1982 me planteé para trabajar de
turales. Saben más las agencias de publicidad En términos estrictamente cognoscitivos, modo inicial con algunos procesos de religio-
y de mercadotecnia que las instituciones espe- tenemos muchas descripciones sugerentes, pero sidad en santuarios, las ferias urbanas y la vas-
cializadas en el conocimiento. Nadamos den- un débil nivel de explicación que se encaja en ta experiencia cultural mexicana con el melo-
tro de una gran incultura de la información: no una carencia de metodología explícita, drama en los medios de difusión (7). Todos
somos capaces de generarla ni de usarla y, por compartible y validable. estos fenómenos tienen una el carácter
lo mismo, tampoco de valorarla. Dentro de estas condiciones, podemos con marcadamente transclasista (8) .
f) Pobreza crítica: poca o nula crítica sis- justeza preguntar: ¿vale la pena analizarnos La categoría de los Frentes Culturales sir-
temática, muchas “glosas” y referencias cru- como sociedades complejas desde la perspec- ve como herramienta metodológica y teórica
zadas (“te cito, me citas; te invito, me invitas”). tiva de nuestras culturas? ¿Podremos hacerlo? para ayudarnos a pensar y a investigar empíri-
Si algo no convence, la vía no es criticar para ¿Cómo salir del cerco? camente los modos históricos, estructurales y
crecer, sino más bien ignorar para no compro- cotidianos en los que se construye una urdim-
meterse (no citar, no invitar, no reconocer, etc.). 2) Frentes Culturales: bre de relaciones de hegemonía en una socie-
Característica de espacios sociales con socie- una perspectiva autocrítica dad determinada. El término deliberadamente
dades domésticas, carentes de una sólida esfe- Cómplice y participante en varias maneras polisémico de “frentes” se utiliza con un doble
ra pública, todavía nos falta practicar en Amé- del panorama trazado, un breve repaso sobre sentido.
rica Latina un ejercicio sano de distinción en- mi propia experiencia nos puede dar quizás a) como zonas fronterizas (fronteras po-
tre la crítica a un trabajo y la crítica ad alguna luz sobre el tema. Desde 1976 en la rosas y móviles) entre culturas de clases y gru-
hominem. Universidad Iberoamericana comencé a estu- pos socialmente diferentes; y
g) Pobreza epistemológica: Nuestra dé- diar la sociedad mexicana haciéndole pregun- b) como frentes de batallas, arenas de lu-
bil tradición, sin un desarrollo teórico suficiente tas desde la cultura, primero en comunidades
y fundado en nuestros propios procesos, ávido campesinas y su relación cultural con la socie- NOTAS
de imaginación estratégica, atascado en tácti- dad mayor (González, 1978 y 1980) y luego (6) Es sin duda a Gilberto Giménez a quien hay
cas estereotipadas, acostumbrado al dato fácil en el estudio de la formación y caracterización que reconocerle la difusión pionera en México
de los estudios y pensamiento de estos autores
de segunda mano, seducido por la glosa en vez de su cultura de la sierra como habitus y su influencia en la formación de investigado-
de la crítica, no puede tampoco volver sus ins- (González, 1981). En medio de estos dos pri- res en México sobre estos temas (Giménez,
trumentos de objetivación para objetivarse a sí meros estudios en la Universidad Metropolita- 1976, 1977 y 1980).
misma. Al importar nada menos que las pre- na-Xochimilco y dentro de la carrera de co- (7) El texto Más(+) Cultura(s) publicado en
guntas preguntables, nos condenamos a una municación, junto con un grupo de colegas, 1994 contiene el recorrido de diez años de los
ceguera perniciosa de marcos epistémicos y nos abrimos en 1980 un espacio especialmente estudios sobre esta concepción.
alejamos de toda posibilidad de reflexión de dedicado a este tipo de análisis: el área de in- (8) El término viene de Cirese, quien al
segundo orden, conocer el conocer (Maturana vestigación en “Comunicación, hegemonía y confrontar la visión de Gramsci con la de Croce
sobre lo popular, enriquece la perspectiva
y Varela, 1990). culturas subalternas” que subsistió en plena vertical y clasista gramsciana, con una
Excelente escenario para el hara-kiri de actividad durante más de diez años. perspectiva de cortes transversales que abre la
cualquier desarrollo autónomo y efectivamen- No fueron los intercambios científicos, es posibilidad teórica de pensar la subjetividad y
te aportador de las interpretaciones y explica- decir la propia dinámica del campo, sino una de no reducir a "intereses de clase", procesos
como el arte, las perspectivas de género, los
ciones que necesitamos para comprender nues- perturbación externa, —la represión militar en movimientos ecologistas, etc. (Cirese, 1983 y
tros procesos culturales y nuestro propio lugar América del Sur— que mediante redes de ami- 1986).
Módulo 4 - Comunicación y Teorías / 4

chas culturales entre contendientes con recur- nación del pensamiento mágico en Inglaterra dual o aislada, es simplemente un despropósi-
sos y contingentes desnivelados. En cuanto a (Thomas, 1984) de la alfabetización de Euro- to. El panorama en este caso era bastante de-
su especificidad, los frentes nos describen ha- pa (Muchembleud, 1976) y la de la coloniza- primente pues tales configuraciones y bancos
ces de relaciones sociales no necesariamente ción del nuevo mundo (Gruzinski, 1988), nos de información no existen, no están disponi-
especializadas en las que desde el punto de vista da ejemplos estimulantes sobre la emergencia bles o están dispersos e inconexos (10). Como
de la construcción cotidiana de los sentidos de de estos procesos como luchas estratégicas y a país colonizado, uno de nuestros rasgos sigue
la vida y del mundo, se elaboran las formas de veces encarnizadas (y no sólo simbólicas) por siendo el descuido y el desprecio de los “súb-
lo evidente, lo necesario, los valores y las iden- el establecimiento de una dirección “intelec- ditos” (o sea, casi todos) por la información.
tidades plurales. Justo lo que nos puede unir a tual y moral” de la sociedad conseguido por En los diferentes estudios empíricos realiza-
“todos”. un bloque de agentes sociales más o menos dos en aquella década (1982-1991) esta nece-
En tanto que zonas fronterizas, la perspec- sólidamente aliados. sidad científica se fue uniendo cada vez más a
tiva de los Frentes Culturales normalmente nos En ese proceso de la destrucción de ciertas la necesidad estratégica de trabajar en redes
deja observar formas simbólicas y prácticas formas preexistentes y emergentes se vio en- horizontales para poder aumentar la masa crí-
sociales que por efecto de múltiples operacio- trelazado con la delimitación simbólica de “zo- tica de generadores y usuarios de información
nes (económicas, políticas y especialmente nas francas” en las que las formas comunes sobre las dinámicas culturales del México con-
culturales) se han convertido con el tiempo en tuvieron que amalgamarse a base de un traba- temporáneo. Frente a una cultura profunda y
obvias, comunes y compartibles entre agentes jo específicamente cultural, sígnico, cognitivo capilarmente autoritaria concordante con lo que
socialmente muy distintos. Por aquí, esta pers- y por supuesto, colectivo. Galindo (1996) llama acertadamente sociedad
pectiva nos hace poner el acento contrario a En tanto que frentes de lucha, la categoría de información que favorece y premia la con-
las interpretaciones de la cultura como crea- nos empuja a tratar de hacer observables las centración y las relaciones de autoridad de po-
ción exclusiva de distinciones. No se puede múltiples escaramuzas y “combates” propia- cos sobre los muchos, ésta nos pareció una sa-
estudiar la hegemonía sólo a partir de las dife- mente simbólicos que se han tenido que librar lida plausible. Ese es el sentido del Programa
rencias. Para que se pueda dar una relación (y se libran) entre contingentes desiguales en Cultura y del más reciente trabajo de investi-
social de articulación compleja del consenso y cuanto a poder y a recursos para ser capaces de gación que como comunidad de investigación
la autoridad, se tiene necesariamente que fun- componer y recomponer los sentidos compar- nos ha ocupado: La formación de las ofertas
dar sobre al menos algunos elementos comu- tidos de lo “necesario” para vivir, de lo que culturales y sus públicos en México, siglo XX
nes. La historia de la subordinación y domi- “vale” en la vida y del “quiénes somos” en este (cartografías, genealogías y prácticas cultura-
mundo. Ahí donde encontramos techos (roofs) les), que llamamos el proyecto FOCYP (11) .
NOTAS
de significantes compartidos entre agentes so-
(9) En este apartado me está siendo de gran
utilidad el diálogo fecundo con la perspectiva ciales diferenciados, subyace un proceso his- Un antecedente: el Programa Cultura
antropológica llamada EoE, Ethnography of tórico de múltiples luchas simbólicas, que al Para mediados de los años ochentas, con
Empowerment, que más centrada en procesos hacerse observables mediante una estrategia un grupo de colegas que también estaban ter-
educativos, ha generado una interesante
tradición en el estudio de los procesos de
metodológica compleja (Morin, 1990) , nos minando la formación doctoral, fundamos en
subordinación (disempowerment) de las indican de qué está hecha y cómo ha sido ne- la Universidad de Colima el Programa Cultu-
minorías hispanas y asiáticas en los Estados gociada (ciertamente en desiguales circunstan- ra, como espacio de documentación y análisis
Unidos (Trueba y Delgado-Gaytán, 1991; cias) la relación social que llamamos hegemo- permanente de las dinámicas de la cultura en
Suarez-Orozco, 1995).
nía. Por ello, el análisis de la cultura desde los el país (12).
(10) El objetivo del Sistema Nacional de
Información Cultural que desde 1990 aportó el
frentes culturales nos obliga a una polifonía Concentrados inicialmente en tres áreas
Seminario de Estudios de la Cultura es metodológica que nos proporcione: (industrias culturales, cultura urbana y frentes
precisamente compilar, generar y difundir lo a) descripciones densas del estado actual culturales) los estudios sobre religión y comu-
más ampliamente posible información sobre de esas zonas de entrecruzamiento e nicación popular, las identidades culturales de
cultura en México. Su diseño ha sido retomado
por el SICLAC (Sistema de Información Cultural interpenetración, a todo título fractales y de los barrio, las ferias y rituales, la memoria colecti-
de Latinoamérica y el Caribe) como proyecto agentes sociales involucrados y presentes en va y cultura urbana y finalmente el melodrama
del Foro de Ministros de Educación y Cultura de ellas (9). televisivo (González, 1994a; Galindo, 1995),
América Latina, Cfr. Amozurrutia, 1994) b) Una reconstrucción histórica de las tra- ocuparon nuestra atención durante cerca de diez
(11) En la primera fase este trabajo permitió yectorias que han desembocado en este fenó- años, pero la apuesta no sólo se hacía por la
conectarnos en una estructura de red a más de
140 investigadores en diez ciudades. Dos años meno, en las que ocupan un destacado lugar producción de conocimientos. En esa década,
después de haber recibido el ultimo apoyo las resitencias, las “rendiciones”, las negocia- también se quiso apostar por la transformación
económico oficial, nuestra red no sólo no se ciones y las escaramuzas específicamente sim- de algunas de las condiciones de producción
diluyó, sino que las comunidades locales de bólicas y culturales de los contendientes. de esos conocimientos. Pero eso lleva más tiem-
investigación han crecido en número y en el
espacio. Actualmente estamos en conexión casi c) Una caracterización de los procesos de po.
el doble de ciudades y cerca de 250 investiga- cambio, transmisión y reconstitución de los En las condiciones campales y extra cam-
dores. propios contendientes. pales de México que apuntan y consagran un
(12) Programa Cultura, (Programa de Estudios d) Una descripción semiótica de la especi- esquema de altísima concentración de los
sobre las Culturas Contemporáneas), Centro de ficidad de dichos procesos. equipamientos, los fondos, y las habilidades
Investigaciones Sociales, Universidad de
Colima, 1985. Nuestro Programa se plantea Todo esto es impensable si se usa una sóla para estudiar la cultura, la estrategia fue el
desde su fundación, la creación de redes de técnica o una aproximación metodológica rí- descentramiento (distanciarse de las catedra-
investigadores en permenente formación, la gida, prefijada. Pero también es inviable sin les —individuales e institucionales— del sa-
creación de sistemas de información de escalas
una base de información documental, ber) y la obstinada necedad de tejer redes hori-
diferentes para monitorear los procesos
culturales, un sistema de publicaciones en red cartográfica, oral, antropológica, censal, etc. zontales, en el punto en el que nuestra historia
(Estudios sobre las culturas contemporáneas) y que nos pueda dar al menos algunas pistas so- cultural sólo dejaba espacio para las vías con-
un sistema de producción en medios (radio, bre los derroteros de las trayectorias que que- vencionales, para la rígida verticalidad de las
video y recientemente internet), todos ellos
nutridos por el sistema de investigación de
remos hacer observables. Asimismo se perci- instituciones: enorme inversión de energía para
áreas prioritarias. be que esta tarea enfrentada de manera indivi- quedar bien hacia arriba y al mismo tiempo,
5 / Jorge González: «La voluntad de tejer...»

vigilar hacia abajo para hacer lo que la institu- trayectorias e interrelaciones de los cional y regional obtuvimos una visión des-
ción quiere (13). Del mismo modo que en las equipamientos culturales durante cuatro perío- criptiva, cuantitativa y extensa del modo en
fábricas, donde no sólo se le expropian los dos del siglo en un conjunto de ciudades de que actualmente los mexicanos se relacio-
medios de producción al trabajador, sino la todas las regiones del país (González, 1995b). nan con los ocho campos referidos. Ello equi-
propiedad de sus condiciones de trabajo y de valdría a una descripción de las interseccio-
vida, los perfiles del campo científico guardan FIGURA 2. Trayectorias de equipamientos nes de ambas trayectorias referidas. Es de-
una especie de homología estructural con las cir, tratar de observar la forma en que las
factorias (14). estructuras objetivantes de la cultura se ha-
Frente a cientos de casos de gente traba- cen cuerpo, lo exterior se hace interioridad y
jando en instituciones que debido a problemas cómo esa matriz de disposiciones incorpo-
de política e intereses internos, o bien porque radas es la que está detrás de la lógica de
“nunca hay fondos”, pasan años languidecien- concertación de todas las prácticas. A pesar
do, debilitándose, enmoheciéndose sin hacer de procesar en ella información de tres ge-
y sin dejar hacer, la perspectiva horizontal y neraciones y tener una batería compleja de
lateral del pensamiento y la organización en reactivos, con esta encuesta sólo podemos
red, no sólo permite la generación de conoci- aspirar a describir algunas tendencias y a
mientos, sino además contribuye a inyectar B) Los públicos de la cultura agrupar o desagrupar algunas informaciones
energía creadora a las propias instituciones. En La segunda área se centra en la formación que nos son de gran utilidad para el conoci-
buena parte, el “FOCYP” (González, 1994b) de los públicos y clientelas de estos campos. miento del terreno y del patrón de relación
ha sido desde 1993 una aventura para formar Aquí suponemos que cualquier agente se con- de los públicos con las ocho ofertas cultura-
equipos transdisciplinares de investigación, vierte en público de determinado campo cul- les elegidas (González y Chávez, 1996).
para aumentar la “cultura de la información” y tural, sólo si ha incorporado (embodied) las Los primeros resultados tienen un corte
para recuperar la memoria de este siglo del disposiciones que le permiten percibir, distin- “clásico” en la medida en que sólo nos pro-
desarrollo de la cultura en México (15). guir, evaluar y “preferir” los productos cultu- pusimos una serie de configuraciones de in-
rales específicos de tal campo. Los públicos formación descriptiva. En los siguientes aná-
3) El proyecto FOCYP de la cultura no “nacen”, pero se “hacen”. Su- lisis nos aplicamos a un tratamiento
Nuestro proyecto tiene tres áreas de traba- ponemos que esas trayectorias también son heurístico y abductivo (Ford, 1995) de la
jo que giran al rededor de ocho campos cultu- orientadas desde la educación familiar básica misma información. La tarea es precisamente
rales que han sido determinantes en el desa- y se van modulando y modelando en el curso explorar múltiples conjeturas y posibilida-
rrollo cultural de México en el presente siglo: de las interacciones con las instituciones de los
la religión, la educación, la salud, el arte, la campos y con las redes ideológicas de convi- NOTAS
edición (los “medios”), y el ocio (16). Com- vencia. Por ello, en esta parte, la investigación (13) "Los tejedores de redes y las instituciones".
pletan la lista la cultura alimentaria y la cultu- ha generado, mediante el método de la historia Entrevista con Jesús Galindo (Programa
Cultura) por Gabriela Olivares del diario Zeta,
ra del consumo de mercancías, que si bien no oral, historias de familias, en las que observa- Tijuana, 15 a 21 de marzo de 1996.
tienen el mismo grado de especialización que mos las diferentes trayectorias sociales (ocu-
(14) En uno de los más importantes centros de
los anteriores, sin embargo son vitales para pacionales, espaciales, conyugales y educati- investigación del país, localizado fuera de la
comprender los procesos de cambio de la so- vas) a través de por lo menos tres generaciones ciudad de México, se ha llegado al límite de
ciedad mexicana. Estos ocho “campos”, for- (Ver Figura 3). Con esta técnica, y a través de prohibir la reuniones internas que no estén
man la columna vertebral de la investigación cada red familiar, podemos objetivar decenas sancionadas por la institución.
en sus tres áreas. de trayectorias “exitosas” y “fracasadas” (siem- (15) Como se ve, esto es precisamente el caldo
pre con respecto a diferentes campos) de cada de cultivo de los "reyes tuertos" que devoran
presupuestos, concentran bibliografías,
A) Los equipamientos culturales familia (González, 1995a) y de manera com- acumulan relaciones movilizantes, publican sin
La primera de ellas, se pregunta por la for- plementaria, con la técnica de historias de vida, cesar, declaran en calidad de "expertos" frente
mación de los equipamientos y ofertas cultu- podemos profundizar en la reflexividad de los a los medios, etc. Y así se convierten en los
rales de esos ocho campos. Los campos cultu- actores frente a su propia trayectoria individual nuevos sacerdotes de la ciencia, por lo que ser
citado en alguno de sus trabajos o declaracio-
rales son definibles como sistemas dinámicos y familiar (Galindo, 1994) (17). nes, abre la via a la punta del zicurat, y
de posiciones y fuerzas. Una manera de volver FIGURA 2. Trayectorias de equipamientos recíprocamente, citar sus trabajos u opiniones
visible su dinámica es precisamente a través (aun cuando no vengan al caso o hayan sido
de su presencia relativa por la via de los dichas por otros mucho antes) se vuelve la
condición de posibilidad de ser consagrado.
equipamientos e instituciones en los que se
forman sus especialistas (sacerdotes, médicos, (16) El concepto com lo usa Bourdieu, designa
los espacios sociales (instituciones, agentes y
editores, artistas, maestros, etc.), en los que se prácticas) que la división social del trabajo ha
atiende y se inculcan sus modulaciones espe- especializado en la creación, preservación y
cializadas del sentido y en los que se legitima difusión del sentido. Ver Bourdieu, 1992 y
(o no) la práctica de las “clientelas” (fieles, Calhoun et al. 1993.
enfermos, lectores, alumnos, aficionados, etc.), (17) En las historias de familias, no aplica el
y mediante los que se ponen en circulación una criterio de representatividad estadística de la
unidad familiar considerada. Nuestras familias
serie de productos culturales especializados. C) Los públicos frente a las ofertas no son representativas (ni pueden serlo) de la
Suponemos que la consolidación y expan- y equipamientos: sus prácticas totalidad, pero aplicando un principio
sión (o retracción) de un campo particular y su y hábitos culturales holográfico al procedimiento de construcción,
presencia diferencial en el tejido urbano a tra- Nuestra tercer área del proyecto opera nos proponemos elaborar la representación
estructural de cada familia, lo que nos permite
vés de instalaciones y productos especializa- con una encuesta sobre hábitos y prácticas "leer" a través de estas historias, la totalidad
dos se relacionan. Por ello estamos constru- culturales, en la que mediante un cuestiona- de los procesos sociales y su eficacia en las
yendo cartografías culturales para observar las rio aplicado a una muestra con validez na- estructuras cotidianas.
Módulo 4 - Comunicación y Teorías / 6

des con no demasiadas certezas, en vez de cretos desde la perspectiva de los frentes cul- de México en la actualidad. El cuadro pare-
deducir o forzar acomodos “prescritos” y turales y de la composición de la cultura na- ce repetirse en toda América Latina. Altísi-
previsibles de la información, o declarar ele- cional y regional de México, comienzan a ma concentración de los recursos y los
gantes conclusiones (18). adquirir mucho más sentido. No sólo para equipamientos. A ello debe agregarse la ac-
escribir libros y aparecer citado en el Hit titud acrítica con la que el campo de estu-
Redes: pensar lateral Parade del mundo académico, sino para ejer- dios se reproduce. Hice alusión a una serie
y organizar horizontal cer a todo título la función de reflexividad de pobrezas características de la situación
Estos avances sólo fueron posibles al sobre la vida social cotidiana, que el oficio que desembocan finalmente en la importa-
trabajarse en una red en la que más que gran- de investigar entraña. ción de los marcos epistémicos que a su vez
des investigadores, reconocidos y formados, Analizar la cultura en México (y creo que “permiten” los temas y los modos de abor-
participan muchos buscadores con distintas el panorama es similar al que tenemos en daje que tienen “factibilidad” en nuestro dé-
formaciones, edades, géneros y habilidades. América Latina) se ha vuelto, entonces, una bil mercado. Además, el acoplamiento de
Uno de los principales resultados del traba- cuestión tan estratégica, como pagar una las estructuras locales de generación de co-
jo ha sido el aumento de la autoestima de las deuda externa que ya se volvió eterna, en- nocimientos con las del mercado internacio-
comunidades emergentes de investigación, sanchar la vida democrática de un país que nal nos muestra una existencia marginal y
que comienzan a construir un respeto por esta no acaba de pasar de una cultura oral a una episódica. Las razones obviamente no son
actividad al mismo tiempo que son los agen- cultura selectiva de medios de difusión co- ni incapacidad “tropical” ni perspectivas ra-
tes generadores y responsables de su propia lectiva, y que flota en una cultura ciales o de tipo “racional”. Las propiedades
información (19) . La estructura en red, per- cotidianamente autoritaria, que se descom- que presenta nuestro sistema de conocimien-
mite que cada comunidad emergente tenga pone entre las mentiras y la corrupción, en- tos no son naturales, sino debidas a su posi-
acceso no sólo a su propia información, sino tre la violencia y la rapiña (20). Enfrenta- ción y a su deriva en el tiempo. Así nos tocó
a la totalidad de datos que el estudio vaya mos la posibilidad de convertirnos en ciuda- entrar en el juego. Las reglas marcan hoy en
generando. Sin embargo, la situación no es danos para dejar de ser súbditos, con todos día una relación desfavorable en el conjun-
idílica. los riesgos de incertidumbre y azar que ello to. Dentro de los países de América Latina,
También nos enfrentamos obviamente a implica.Se trata de ganar terreno en esas mismas reglas asumidas de manera
la desigual distribución de las habilidades y reflexividad individual, colectiva, social, en acrítica (lo que supone su conocimiento cí-
los recursos para poder disfrutar (analizar, la que por ahora nuestra experiencia nos dicta nico y no clínico), conducen a la
divulgar, compartir, etc.) de la información. obediencia, acatamiento, dependencia y su- sacralización de personalidades que con tra-
Los disposiciones que subyacen a las habili- misión. Si el análisis de la cultura no puede bajos logran entrar en el elenco de las figu-
dades científicas, por supuesto —nuestro darnos herramientas para deconstruir este ras: el idioma, la manera de escribir, la bi-
propio estudio lo muestra con toda claridad— escenario y otros aun más terroríficos que bliografía y su modo de ser referida, operan
que están repartidas de manera ya se nos anuncian con el advenimiento del una especie de filtro selectivo. Sólo los me-
desbalanceada. Frente a ello, la organización cuarto sistema-mundo capitalista (Fossaert, jor colocados dentro de nuestros países lo-
en red contrapone un proceso de formación 1991), que excluye en mi país, de un sólo grarán “destacar” en el escenario mundial.
reticular en el que se comparten talleres y corte, a más de 40 millones de pobres extre- Sin embargo, ello no necesariamente trae
seminarios permanentes y lo largo y ancho mos y en el mundo a muchos más, y no so- consigo un crecimiento significativo de la
de toda la red, que tienden a fomentar la apro- mos capaces no sólo de analizar elegante- masa crítica de generadores y usuarios críti-
piación de esas habilidades y la generación mente, como si estuviéramos en alguna de cos de información sobre los procesos que
de nuevas. Con múltiples carencias, frente a las capitales del saber mundial, sino de dar- nos constituyen como identidades móviles,
la falta de presupuestos oficiales, nos deci- nos a la tarea de transformar desde abajo y puntiformes, desplazadas. El trabajo propo-
dimos por sumar pequeñas miserias. La ex- hacia los lados las formas de organización ne una perspectiva de organización horizon-
periencia continúa y no son pocas las insti- del saber especializado, de incrementar nues- tal de comunidades emergentes de investi-
tuciones que ya se han refrescado con la ener- tra cultura de la información, tal y como pasó gación que desde hace diez años aparece
gía de estas pequeñas comunidades emergen- con los dinosaurios, vamos a desaparecer. como una de las vías que pueden permitir un
tes de investigación. Vamos a desaprovechar la primera (y quizás desarrollo “sustentable” de los estudios y
En este sentido, todos los análisis con- única) oportunidad de utilizar la tecnología análisis de la cultura. La perspectiva analí-
que genera el primer medio de comunicación tica de los Frentes culturales que tras un lar-
NOTAS inteligente en la historia de la humanidad; la go recorrido ha desembocado en la propues-
(18) González, López-Romo, Chávez y Arana, La infraestructura que puede terminar con el ta de un sistema de información cultural (en
cultura en México (III). Perfiles y públicos, (en emisor único y los millones de receptores el cuál la propuesta de organizarnos para
preparación)
callados; la primera vez que se crea una tec- generar generosamente que implica el pro-
(19) El proyecto ha generado un número nología de participación horizontal: el mun- yecto FOCYP tiene un papel muy importan-
considerable de tesis, disertaciones, artículos,
libros, publicaciones, monografías, nuevos do interconectado del internet y la red de te) con sentido público, abierto y
proyectos académicos, videos sobre historias redes (Landow, 1995; Negroponte, 1996; participativo, se desplaza hacia el conoci-
de familias y una serie nacional de video sobre Piscitelli, 1996) que, del mismo modo que miento de las propias formas y estructuras
los públicos del cine durante los primeros cien los medios electrónicos convencionales, aca- de construcción de los análisis sobre la cul-
años de su presencia en México, en cada una
de las comunidades de investigación. rrea transformaciones cognitivas que por tura en América Latina y en especial en
ahora sólo son proyecto, conjetura, indicio, México. Así, aquellos que no son capaces
(20) La relación actual entre los lectores de
periódicos con los públicos de la radio y la pero que sólo con la acción estratégica so- de controlar las condiciones de utilización
televisión en México es abismal: el 28% de los cial y colectiva pueden ser orientadas en una del conocimiento que generan, tampoco son
mexicanos lee diariamente los periódicos; uno dirección verdaderamente horizontal. capaces de controlar las condiciones
de cada dos hogares está inscrito en algún cognitivas de su propio conocimiento.
videoclub y 9 de cada diez personas oye la
radio y ve televisión (González y Chávez, 1996: He expuesto algunos perfiles de la estruc- Los sistemas de conocimientos de Amé-
113). tura de construcción de los conocimientos rica Latina y México podrán aspirar a un fu-
7 / Jorge González: «La voluntad de tejer...»

turo más abierto, sólo si nos ocupamos


efectivamente en abrirlo. La formación
de tejedores de redes parece ser la vía.
Los verdaderos retos apenas se de-
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