ANÁLISIS DE LOS REQUISITOS FUNDAMENTALES DEL LIDERAZGO

Si se cuestiona a los empresarios qué misión es de mayor relevancia en su agenda, la contestación

es incrementar el liderazgo entre sus ayudantes. Preocupa conformar nuevos dirigentes ya que es la
población considerada ‘agente de cambio’ quien hace la diferencia al solucionar inconvenientes que
dañen el funcionamiento de la compañía. Solamente 20% de los dirigentes en el territorio conocen
si su forma de gestionar corresponde al liderazgo de la organización, según arroja un muestreo
estadístico entre 150 empresas, llevado a cabo por Expandiendo.

Avanza, con o sin líder demandante

En muchas organizaciones se confunde liderazgo con líder que infunde temor, lo cual produce
frustración o molestia entre el colaborador. Quien busca ser un jefe sigue adelante con su trabajo,
viendo cómo llevar a cabo metas en forma eficiente, e invierte tiempo en robustecer su red de
contactos, sin frenarse frente al estilo impositivo del líder.

Ve inconvenientes dónde otros no

Un futuro jefe no se espera a recibir indicaciones constantemente, ocupa su vivencia en desarrollar

estrategia para hacer las cosas; es conceptual, empero orientado a la acción, con capacidad de
anticiparse y reaccionar frente a los inconvenientes que logren manifestarse en su área.

Trabaja en su táctica

Es complicado, transformarse en un rol de molde si el mismo empleado no conoce cuáles son sus
fortalezas, superficies de posibilidad y debilidades individuales y a grado gremial. Quien tiene
capacidades para ser jefe no espera a que el desarrollo de dichos conocimientos llegue por la
organización, sino invierte tiempo en detectar cómo puede ‘explotar’ profesionalmente su perfil.
Llegar a aquel punto de autoconocimiento además es clave para no frustrarse frente a un líder anti-
desarrollo de ayudantes, amonesta la académica.

Calla bastante más de lo cual habla

Quien aspira entrar a la ‘reserva’ de dirigentes en la compañía, comienza por ser observador, sabe
oír y recibir retroalimentación. Este último punto es fundamental, ya que un fracasa común en los
profesionistas es seguir estando a la defensiva o justificándose una vez que obtiene comentarios por
su trabajo. Ser crítico con el funcionamiento y admitir comentarios para mejorar su velocidad, es
imprescindible en un entrenamiento de liderazgo.

Busca un sponsor

Para generar trayectoria de liderazgo, se debe detectar a quién enseñe ‘cómo’ dibujar el camino
profesional. La sugerencia, es buscar en la organización quién puede ‘darles un empujón’ en la
organización. Dicha es la capacidad de sponsor, que a diferencia del mentor, patrocina al individuo
en su trayectoria y no se queda el grado de ofrecer. Se debe reunirse cada 6 meses o 12 meses, para
ver cómo va el profesionista en el cumplimiento de fines, orientados a crecer en la organización.
 CONCLUSIÓN
Las organizaciones buscan al mejor ingenio disponible en el mercado para que forme parte de sus
filas; no obstante, las habilidades intelectuales de quienes incorporan un equipo de trabajo
solamente tienen la posibilidad de explotar correctamente si a la cabeza del equipo hay un equipo
que tenga el liderazgo empresarial.

Una persona que desempeña el liderazgo empresarial, es aquella persona o entidad que va a la
cabeza entre los de su clase, que reconoce sus capacidades e impulsa a sus compañeros para llegar a
metas y fines específicos.

Es este personaje quien, por medio de un trabajo coordinado, consigue el liderazgo, que es
determinado como el grupo de cualidades de personalidad y capacidad que favorecen la guía y el
control de otros individuos.

Habitualmente se confunde el concepto, ya que la población piensa que al disponer de un rango alto
en las organizaciones, esto los convierte en dirigentes que saben el rumbo que tienen que llevar,
empero un capitán no es el que maneja un barco, sino ese que confronta las tormentas y lleva su
navío a tierra firme.

Por lo anterior, una característica para detectar a quienes poseen una cultura de liderazgo
empresarial es hallar un proceso para influir en otras personas y apoyarlas para que trabajen con
enardecimiento en el logro de fines usuales.

Por esto, se debe saber detectar los papeles que cumplen los empleados en la compañía y distinguir
a un verdadero jefe; no es ese que se dedica a ofrecer directivas, pide obediencia, vigila la conducta
de sus empleados y es preciso al referirnos a normas.

Tampoco es ese que su primordial demanda es que los empleados se encuentren a sus directivas,
dictando dogmas y cuyo enfoque es ver únicamente sus beneficios, ni se ocupa de tomar
determinaciones unilaterales, dictar soluciones y reclamar resultados sin pensar en el ámbito.

Un verdadero jefe instituye una meta en común, inspira a su equipo de trabajo, los reta a laborar por
fines y constantemente continuar, su primordial tarea es que los otros busquen alcanzarlo y si es
viable superarlo; un jefe no posee temor a su competencia, a la inversa, trata de mejorar una y otra
vez.

Es por esto, que las organizaciones necesitan cada vez más de individuos que tengan aquel
liderazgo empresarial, se pongan la camiseta e impulsen al equipo de trabajo a tener una misma
perspectiva, que los lleve a las metas determinadas. Un jefe tiene la idea, sabe gestionar, convoca a
sus subordinados, los conoce, los motiva e promover para que en grupo consigan un objetivo que
los beneficie de manera igualitaria.

Ezequiel Mansilla