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COMO ORAR POR EL MISIONERO:

Hay que orar específicamente. Imaginando la forma de un hombre (o una mujer), se


puede recordar orar por el misionero de la siguiente manera:

Su Cabeza -- Que sea sabio; que aprenda el idioma y adaptarse bien a la cultura.
Sus Orejas -- Que oiga y obedezca al Señor.

Sus Ojos -- Que mantenga la visión para la obra; que fije los ojos en el Señor; que
guarde los ojos del mal.

Su Nariz -- Que pueda olfatear bien el bien y también saber discernir el mal.

Su Boca -- Que tenga libertad en hablar de Dios; que cuide su lengua de hablar lo
malo.

Sus Hombros -- Que descansen sus preocupaciones encima del Señor.

Sus Manos -- Que se ocupe haciendo lo que Dios quiere de él; que ama y cuida a su
familia.

Su Estomago -- Que Dios provee diariamente por sus necesidades; que esté lleno
del Espíritu.

Sus Pies -- Que corra rápido a hacer el bien; que siga al Señor en cada senda
correcta; que lleve las Buenas Nuevas a los que necesitan escuchar.

Su Cuerpo -- Que Dios le proteja y mantenga su salud; que haga la obra que Dios
le diseñó hacer dentro del Cuerpo de Cristo, la Iglesia; por su relación con su
esposa, su “carne y hueso”.

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