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PRIMERA PARTE

VISIÓNES DE INTERPRETACION HISTORIOGRAFICA SOBRE LA CREACION DE BOLIVIA

Dr. Antonio Revollo Fernández (*)

I. PRELIMINARES

Diversidad de criterios, merced a extrapolaciones criticas de cará cter geográ fico, militar, econó mico y político
doctrinario, permitió interpretar de igual manera sobre los posibles orígenes de la nacionalidad boliviana,
llegando inclusive a sostener que Bolivia no seria obra sino de espíritus selectos como Simó n Bolívar, José
Antonio de Sucre ,Casimiro Olañ eta etc., condicionando la historia a “los grandes y raros espíritus”, como diría
Hegel, llegando al paroxismo del culto a la personalidad para interpretar la historia no estaríamos
reconociendo el trabajo descomunal del mismo pueblo y de los fenó menos econó mico-sociales y políticos que
se genera en la periferia metropolitana y en el entorno local.

En ese sentido, sobre el cará cter del proceso emancipador “Unos no ven en, la guerra de la independencia,
má s que una actividad de una elite, como las palabras de Gonzalo Romero: “la emancipació n es obra de una
minoría ilustrada. El comú n fue instrumento, brazo medio….”. Es decir, el pueblo comú n solo sirvió a los
designios de uno y otro bando donde solo fue el espacio privilegiado de aquellos renombrado prohombres,
que infiere Nieschtze

Por tanto, “el hecho libertario”, en la emancipació n y creació n de Bolivia ha sido y es objeto de
cuestionamientos hasta el día de hoy donde cada quien se afana en tener la sindéresis histó rica, de acuerdo a
la visió n historiográ fica de cada investigador.

II. EL TABU BOLIVARISTA Y BOLIVAR LIBERTADOR

La egregia figura de Simó n Bolívar el Libertador, cobra singular aureola en estos ú ltimos añ os del bi-
centenario de su nacimiento, en boga ahora por los movimientos integracionistas neo-bolivianos en el cono
sud americano y América toda. A partir de esta fecha fueron innumerables las actividades recordatorias,
mesas redondas, conferencias, debates y publicació n de obras con interpretaciones panegíricas sobre el
portentoso trabajo, militar, diplomá tico y gran visionario- estadista de Bolívar el Libertador.

La abultada bibliografía sobre el gran visionario, estadista muestra un permanente numen inspirador en los
meandros investigativos de la vasta historia pre-emancipadora de América colonial y, en caso nuestro sobre
la creació n de Bolivia. Sin embargo, no todos son coincidentes sobre la obra de Bolívar en la independencia y
creació n de nuestra repú blica. Es este hecho es que nos mueve a replantear el problema fundacional de
Bolivia con el acopio de bibliografía historiográ fica nacional.

El vate orureñ o Marcos Beltrá n, Á vila, en su obra “El Tabú Bolivarista”, coloca en tela el juicio la obra del
Libertador Simó n Bolívar, trasluce en el discurso de Beltrá n Á vila juicios draconianos contra Bolívar y contra
historiadores conservadores. Así:

“Hay pueblos e individuos que miran a Bolívar a manera de un TABU, como


consideran los salvajes aquello que es divino intocable, enjuiciable… ”(1)

Las fuentes primarias, resultan ser las misivas de Bolívar hacia sus correligionarios, y de estos hacia aquel.
Precisamente son las cartas bolivarianas para la acció n y el pensamiento del libertador, hecho con
prodigalidad y capacidad intuitiva del gran estadista. Beltrá n Á vila, diseccionado tales misivas histó ricas,
como fuentes primarias, en su aná lisis, devela sus decretos, insinuados de dictatoriales, como aquel Decreto
de 16 de mayo de 1.825:
“El famoso decreto de Bolívar del 16 de mayo, supera en Injusticia al
decreto del Congreso Peruano, de 23 de febrero, aunque, ambos, son de
idéntica factura, es cierto, MAS EL PRIMERO NO BUSCO PRETEXTOS, SINO
QUE ENVISTIO DE FRENTE contra el Alto Perú y el otro escondida figurada
Resolución, ATACO A MUERTE A LA SOBERANIA DE LA ASAMBLEA”. (2) ( El
subr. arf)

En la radiografía interpretativa de los derechos bolivianos en relació n al Alto Perú , segú n el autor citado, se
descubren aspectos tirá nicos y conculcadores de la voluntad autó noma “del país que no quiere ser si no de si
misma”, cuando Bolívar condiciona su soberanía a otro congreso extranjero, tal como el decreto de 16 de mayo.

“Y, se lo nombro decreto creador de una nacionalidad!


¡Crear la Nación de una plumada! Blasfemia y mentira!
¡Es burla sangrienta!!Es desfachatez!.” (3)

En ese línea del numen personalista de los grandes héroes, Ramiro Condarco Morales es mas contundente sobre el”
desenmascaramiento” del Libertador Simó n Bolívar, que, también, utiliza dichas misivas para desentrañ ar su
verdadera personalidad e intenció n política. En una carta enviada a José Antonio Pá ez expresaba lo siguiente:

“……que su titulo de Libertador estaba por encima de todos cuantos podía


haber recibido el orgullo humano”.

El profundo historiador Ramiro Condarco Morales ,en su obra “Aniceto Arce”, capitulo Orígenes imperiales de las
seudo repú blicas hispanoamericanas” anatemiza dicha afirmació n “del hombre providencial” ,que indica : “. y por
ser superior a al de los emperadores no podía degradarlo, con que Bolívar después de rechazar la
monarquía, como había hecho, también, Augusto, se reservaba el-para si-,mayor titulo que el hombre podía
recibir sobre la tierra ,y, por tanto, sin querer demostraba su sentimiento de auto adoración característica
del culto imperial como parte de la de la veneración pretendidamente universal …………”(4)

III. GUERRILLEROS Y MONTONEROS ALTO PERUANOS

El ideó logo del nacionalismo revolucionario Carlos Montenegro en la obra doctrinaria del populismo boliviano:
“Nacionalismo y Coloniaje”, al referirse al hecho emancipa torio boliviano, soslaya toda gloria, y es cauto en lisonjas
hacia los ejércitos libertadores y, en consecuencia hacia Bolívar y Sucre , “….puesto que a partir de 1.809
comienza el proceso emancipa torio, que termina con el ú ltimo disparo de Tumusla, obra de los propios criollos
con la participació n directa, heroica y comprometida con la Patria, que, su extensió n geográ fica basaba sobre el
heartland charquino -Potosíno.

“…la clase popular afronto aquella lucha en manera exclusiva .!


A acaudillaron los indomables guerrilleros alto-peruanos, mestizos casi todos. NADA
ADEUDABAN POR LO TANTO AL EXTRANJERO, los pueblos que habían conquistado su
libertad con sus propias manos…..”(5) (El subr. ARF)

Ademá s, Montenegro aclara que el ejercito colombiano no venia en son de guerra sino de victoria, porque ya los
patriotas habían terminado la guerra. El guerrillero José Miguel Lanza antes que el ejército libertador ya había
entrado victorioso con sus tropas en La Paz.
Como no podía ser de otra manera, el discurso populista del nacionalismo revolucionario en la obra de
Montenegro, sitú a como protagonistas de la emancipació n boliviana a la acció n de cholos e indios substrato de las
montoneras y guerrillas alto peruanas, enfervorizados por el llamado de lo ancestral y telú rico de tierra adentro,
autó nomo por excelencia y, desconfiado de todo extranjero, tanto, del norte colombiano o, sureñ o del ejercito san
Martiniano, mas .aun, de las tropas argentinas que dejaron cicatrices de depredació n y barbarie por su paso en
tierras alto peruanas.

IV. LA INDEPENDECIA, HECHO SOCIOLOGICO CONSUMADO


Los sentimientos humanos y la atracció n telú rica jugarían un rol importante en la creació n de Bolivia. Sentimiento
humano por la degradació n colonial por mas de tres siglos que perseguían una patria, libre que al decir de Casimiro
Olañ eta serian “un milló n de almas ”Carlos Gonzalo de Saavedra, “El Deán Funes y la Creació n de Bolívar”. Sitú a el
hecho estudiado a lo siguiente:

“La independencia del Alto Perú fue por elementos de orden físico y por dos factores
esencialísimos en la escala de los sentimientos humanos : la atracción hacia el suelo
rocoso, y mediterráneo, amado como cuna y aceptando como sepulcro….” (6)

Si bien, encontramos un exagerado localismo en el aná lisis de Montenegro, de Saavedra expone un anchuroso
americanismo, vista ,también, en los ideales de Pedro Domingo Murillo que en su proclama anuncia una patria para
los americanos. Es el caso de argentinos y alto peruanos confundidos en la magna tarea, Monteaguado, el Dean
Fuentes, Cornelio Saavedra, José María Serrano. Pero veamos que hubiese pasado con el ejército libertador:

“Si el Mariscal de Ayacucho, en lugar de enviar a Santa Cruz y Gamarra con ejércitos se
hubieran abstenido de venir, habría visto que la independencia de Bolivia era un
hecho sociológico consumado….”(7)

V. LA MADRE OLVIDADA DE BOLIVAR

Fue el heartland Charcas-Potosí el nú cleo donde se irradio la riqueza inagotable de que se nutrió no solo Españ a
sino Europa toda, cuyo influjo derivo en el boon econó mico hemisférico de profundas transformaciones
estructurales del mundo contemporá neo, causa inmediata de la revolució n industrial. Sobre esta base econó mica
fue paralela su sumun ideoló gico superestructural : el liberalismo, doctrina de avanzada para su época como
antitesis de las ideas absolutistas de la monarquía, configuradas en prototipos del pensamiento burgués. Diderot, D
lambert, Holbach, Montesquieu fueron los heraldos y epígonos de la formació n de los estados modernos. Entre
ellos, Rousseau habrían de influir decisivamente en el animo y conducta del Libertador.

En este marco se daría el “bumerang charquino”, al decir de Ramiro Condarco Morales en su obra : “Orígenes de
la nació n Boliviana”. Charcas se convertiría en el “centro energético y vivificador”, de la futura nació n boliviana. El
proceso dialectico Charcas-Potosí versus Españ a-Europa, sintetiza grá ficamente sus causas y efectos, aunque ,de
largo alcance histó rico, que se dan, desde sus inicios un periplo completo. Así: Charcas, administradora del
portentoso argentum potosino, produce la revolució n industrial; la revolució n industrial incuba a sus ideó logos
liberal-burgueses; ideó logos liberadores refractados posteriormente en el pensamiento de Simó n Bolívar, a través
de Simó n Rodríguez, su mentor, y sus textos “El Contrato Social”. “Emilio”, etc., plasmada en acciones concretas
independistas en suelo americano; de dichas acciones concretas terminaría en la independencia del Alto Perú .

Dentro de este marco global de aná lisis histó rico estructural de cará cter dialectico entre estructura y super-
estructura, nos indica Condarco Morales que se equivoco Bolívar al expresar en el cerro rico de Potosí, lo que
sigue:

“…yo estimo en nada esta opulencia cuando la comparo. Con la gloria de haber traído
EL ESTANDARTE VICTORIOSO DE LA LIBERTAD, desde playas ardientes del Orinoco…”
(8)

En consecuencia, ratifica que el Al Perú nada debe a los ejércitos de Bolívar y Sucre, por tanto ,Bolivia no es “hija
menor”, como admonitoriamente dijera Simó n Bolívar, sino la “madre ignorada” y desconocida sin querer por
ellos:
“…y que solo la hizo aparecer como la hija menor del continente, Cuando en realidad era solo la
HIJA MENOR DE SU PROPIA OBRA”.(9) (El subr. ARF)

Po tanto, existía una nacionalidad corporativa obra de sus propios hijos, pero también, “…..hubo una nueva
nación no por la arbitraria decisión de” una asamblea de tránsfuga”, sino por obras de la geo-historia y las
corporaciones del pasado patrio…”(10).En consecuencia, la presencia de culturas prehispá nicas, un extenso
suelo dotado de reservorios de riqueza animal, vegetal y mineral, por impulsos geopolíticos desde las costas del
Pacifico, altiplano, valles y la extensa meseta oriental, dieron a Charcas-Potosí bases autonomistas propias, por su
rol dinamizador de la economía mundial capitalista.
VI. EL MAQUIAVELISMO PERSONALISTA DE OLAÑETA

Historiadores nativos y extranjeros batallan ,aun, en recia lucha investigativa, sobre los hechos reales inmediatos
en la creació n de Bolivia. Sobre el particular fluyen aná lisis personalistas de hechos protagó nicos individuales en
la historia. Dentro de este perfil del personalismo carismá tico en la génesis formativa boliviana tiene profundas
interpretativas de estudiosos como Gabriel René Moreno, Humberto Vá squez Machicado, Alcides Arguedas y
Charles Arnade sobre el pensamiento y obra de Casimiro Olañ eta.

Casimiro Olañ eta, prototipo del “Telleyrand criollo”, al decir de Jorge Escobari Cusicanqui, tuvo destacada y
descollante actuació n sobre el animo y conducta del Mariscal José Antonio de Sucre, cuyo corolario final epilogara
con la redacció n del famoso Decreto del 9 de febrero, cuerpo jurídico pre-constitucional decisorio para los destinos
del Alto Perú .

La versatilidad, el transfugio, e inconsecuencia política de este personaje don Casimiro Olañ eta, por su
multifacética personalidad, se discute, aun, si busco el cambio político para fines personales y de la aristó crata
criolla al cual pertenecía o, por el contrario fueron sentimientos verazmente patrió ticos que norman su conducta
doble. A no dudarlo Casimiro Olañ eta representaba los intereses de la nueva generació n de la elite gamonal y
doctoral que buscaba suplantar el vació político y econó mico dejado por los españ oles en el suelo alto peruano
ademá s, del exterminio de las huestes elitarias guerrilleras.

Si embargo, para refrendar su huella personal en la erecció n de la nació n boliviana, frente al oprobio de sus
detractores, por su actuació n dual y falaz, el 28 de marzo 1.839 en folleto “Mi defensa”, Casimiro Olañ eta,
sintetizaba su actuació n de la siguiente manera:

“En Acora inspire al filoso Gran Mariscal Sucre la idea de la independencia de las
provincias del alto Perú y la fundación de una república, que después fue llamada
boliviana por la asamblea deliberante a lo que pertenecí”.(11)

Joaquín Gantier , en su obra “Casimiro Olañ eta”, rastrea puntillosamente “al hombre de las mil facetas”, y explana
una coautoría en la fundació n de Bolivia:

“En ese instante de suprema inquietud, en que se anunciaba una nueva república
de América batallaron Sucre y Olañeta, aquel como víctima sin culpa frente a Bolívar
y este anhelante de ir a la asamblea para hacer escuchando su brillante palabra, que
llevarían a sus compañeros a la fundación de Bolivia”.(12)

VII. LA LUCHA INTERMASONICA EN EL PROCESO INDEPENDISTA

El tema relativo a la influencia de instituciones secretas como las logias masó nicas en el proceso emancipa torio de
América y del Alto Perú , no se puede preterir ni olvidar fundamentalmente, en el momento histó rico de la
emancipació n boliviana.

La orden de la logia masó nica con principios liberal burgueses, empezó su obra germinal liberadora en el siglo
XVIII en Inglaterra, para irradiarse luego por todo el continente europeo y tramontar aquende los mares para
llegar a América. La citada orden mino los cimientos absolutistas en el mismo eje metropolitano colonial, Españ a y
en América. La lucha se dio entre liberal-constitucionalistas y conservadores-monarquitas absolutistas, es decir,
entre corrientes conservadoras y reaccionarias y, de avanzada o revolucionarios en esa época.

La fuerza cohesionadora ,que aglutino a toda una generació n de iconoclasta contra el yugo españ ol, estaba signada
por organizaciones secretas en la denominada “gran empresa”, de la independencia de América ,como la
importante organizació n denominada “Logia Americana”, fundada por Francisco Miranda en Londres el añ o
1797,ardiente apó stol de la emancipació n y llamado por antonomasia el “Precursor”. Siendo su primer Gran
Maestre, teniendo sus filiales en Cá diz, Paris, Madrid, con nombres como “ La Logia Lautaro”, “Caballeros
racionales” , y en otros países, similares a las logias de las sociedades de” Iluminados” de Baviera, como de los “
Carbonarios” de Ná poles, 1815),y otros.
Los confabulados en la magna tarea decidieron que : ”El primer grado de iniciació n era trabajar por la
Independencia Americana, y el segundo la “profesió n de fe democrá tica. El principal Taller y el Consejo General de
la Asociació n estaba en Londres (Grafton Stree, Num.27, Fitzroy Square), residencia de Miranda, quien hasta el
añ o 1810, “ilumino” personalmente a casi todos los libertadores de Sud América”.

Gran parte de los pró ceres americanos ,como :O,Higgins y Carrera de Chile, Montufar y Rocafuerte, de Quito, Valle,
de Guatemala, Monteagudo del Perú , Servando Teresa Mier, de Méjico, Nariñ o de Nueva Granada, Alvear Moreno y
Zapiola, Del Rio de la Plata, etc., fueron iniciados en la Logia fundada por Miranda. Ante el prestaron juramento
Bolívar y San Martin, los grandes héroes de la emancipació n Sud Americana”.

El Alto Peru no estaba exenta de esta conjura internacional, por cuanto su situació n estratégica era importante
para los españ oles absolutistas y aquellos que veían la independencia como una redenció n a sus caras
aspiraciones. En cita a Humberto Vá squez Machicado, se extrae:

“Todos los generales constitucionalistas españoles eran masones, Y es de allí, de ese


ejemplo, que vino a confirmar la vieja tradición de las viejas sociedades secretas, que
se constituyeron logias patrióticas en América y por el Alto Perú”. (13)

Existieron, desde luego, logias masó nicas en el Alto Perú tal como la Logia Lautaro estrictamente militar o la Logia
Patrió tica compuesta por civiles, casi todos ellos doctores charquinos de la “segunda generació n”, que
posteriormente se las vera en la Asamblea Deliberante y rubricando el acta de la independencia de la republica de
Bolívar, el 6 de agosto de 1.825. Fueron estos, que bajo la intriga y la confabulació n aprovecharon para escindir en
abismo infranqueable entre dos ú ltimos colosos baluartes españ oles en el bajo Perú y Alto Perú . En el primero
comando por el Virrey La Serna y en segundo por el general Pedro Antonio Olañ eta. Constitucionalista y
monarquista recalcitrante chocaron violentamente, avivadas por la intriga y confabulació n de la Logia Patrió tica
comandada por el sinuoso Casimiro Olañ eta, que fungía todavía como colaborador de su tío ,aunque
encubiertamente trabajaba ya para la causa libertaria.

La Logia Patrió tica entre los añ os 1.823 y 1.825, centra su acció n, para romper el frente realista, en la intriga y
confabulació n, cuya conjura logro poner en estado de afronte entre la Serna y el General Olañ eta. El hecho empieza
luego de la batalla de Falsuri (1.823), gran victoria para las tropas españ olas, con la llamada guerra del
maquiavelismo criollo a través de misivas adulteradas e insidiosas insinuaciones, trampa en la cual cayeron La
Serna y Pedro Antonio Olañ eta, ambos realistas. La llamada “guerra de los papeles”, ocasiono la catastró fica
“guerra domestica”, que significo el auto-aniquilamiento entre tropas españ oles.

La llamada “guerra domestica”, entre españ oles debilito sus fuerzas militares, lo cual posibilito a las tropas
libertadoras su victoria en los campos de Ayacucho. Ante un ejército dividido, la victoria ayacuchana en su real
interpretació n no sería otra que la obra de la Logia Patrió tica. Citemos a Beltrá n Á vila sobre el particular:

“La raíz de esta Logia tiene tres fundamentos: Primero; El fracaso de la expedición
libertadora al Alto Perú del general Santa Cruz; Segundo: el responder en igual forma, a
la Logia realista formado por los constitucionalistas dirigidos por el Virrey La Serna;
Tercero: El gran móvil fundamental DE CONQUISTAR LA LIBERTAD DE BOLIVIA Y SU
CONSTITUCIÓN COMO ESTADO INDEPENDIENTE”.(14)

VIII. EL BLOQUE GENERACIONAL DE TRANSFUGAS

La acció n guerrillera, para Arnade, tiene cará cter dialectico generacional, dividida en dos etapas diametralmente
opuestas. La generació n de 1809, de veteranos independientes, masa de indios, mestizos y honestos criollos
situados en aéreas denominadas “republiquetas” y centros urbanos, y la otra generació n de 1825, compuesta de la
clase de deshonestos, que usurpo los conceptos de 1.809 y las vacio su contenido para sus propios beneficios. La
primera etapa es de la epopeya independistas y el segundo del transfugio político mañ osamente encubiertas con
el membrete de “patriotas”.

La generació n guerrillera no llego al 6 de agosto de 1.825 , ese vacio patrió tico largamente fraguada en el yunque
de la lucha contra el opresor hispá nico, fue llenada por los parlanchines y bien vestidos doctores de la universidad
San Francisco Xavier de Chuquisaca y militares que cambiaron de tienda a ultimo momento. Esta es la desgracia
germinal que acompañ aría luctuosamente el proceso político boliviano a lo largo de su historia republicana.

El dominio micro y macro territorial de las huestes guerrilleras se fundamento en su ubicació n estratégica militar
en, puntos geográ ficos eminentemente neurá lgicos para el movimiento de tropas realistas. El ancho espacio
territorial del Alto Perú se controlo en tres puntos importantes. Norte, sud y Centro:

Justamente, son estos valerosos guerrilleros quienes van estar ausentes en el momento de la fundació n de la
nueva republica. Veamos que dice sobre este hecho:

“la creación de la República de Bolívar es meritoria, pero sus creadores inmediatos


merecen ser despreciados en ves que admirados”. (15)

Olañ eta, como adalid de la generació n 1825, no puede estar ausente por ello se llega a expresar: como corolario
final de este acá pite:

“La gloria y crédito pertenecen a aquellos que estuvieron ausentes de la Asamblea de


inocentes de la gran intriga. Indudablemente Casimiro Olañeta fue ,a su manera, un
gran líder y genio en política e intriga, pero fue deshonesto…”. (16)

IX. EL CONCEPTO DE PATRIA PARA LAS GUERRILLAS

La generació n guerrillera que generosamente derramo su sangre en batallas mil contra los hijos de la Iberia
maldecida, fueron guiados con el fanatismo de libertad y “patria”. Pero cual “patria”?. El contenido ideoló gico del
concepto” patria”, tenía orientaciones difusas, ya que territorialmente y administrativamente la: “patria”, estaba
ubicada dentro los limites jurisdiccionales de la Audiencia de Charcas. Sin embargo, la distorsió n administrativa
del Alto Perú , fue latente al ser parte del Virreinato del Perú y luego del Virreinato del Rio de la Plata.

Las guerrillas de las republiquetas al ser partes dependientes del Comando General Ú nico de Buenos Aires, es
decir, el concepto de “ patria”, abarcada todos las Provincias Unidas, del cual era parte integrante del Alto Perú
bajo el nombre de Provincia Interiores, entonces cabe preguntarse , las guerrillas realmente buscaban la
independencia del pueblo altoperuano?. O, la “patria”, independientemente ,se irradiaba mucho mas allá de los
confines de las republiquetas, es decir, al Bajo Perú y al Argentina? .

Lo cierto, es que, por lo menos hasta 1815 (carta de Padilla) el concepto de “patria” para las republiquetas estuvo
nítidamente emparentado con la Argentina. No se debe olvidar que las tropas alto peruanas llevaban en sus
perdones la bandera con los colores celeste y blanco, quienes perió dicamente informaban a sus comandos
superiores de Buenos Aires, cuyos jefes entre otros fueron : Belgrano, José M. Paz, particularmente ,Guemes, es el
caso del nombramiento de comandante en jefe del departamento de Chuquisaca a Manuel Ascencio Padilla por
parte del general porteñ o José Rondeau en diciembre de 1815. Algunos renglones de la carta nombramiento decía:

“U.S Comandante en jefe del departamento de Chuquisaca que le esta encargado, libre
las ordenes para encontrar oficiales y tropas rezagadas y recoger el
armamento…”(18)

Del pará grafo resumido se extrae dos aspectos interesantes. 1º. La hegemonía del ejercito porteñ o y la
consecuente subordinació n de las guerrillas alto peruanas, desde el norte, con el cura Muñ ecas, pasando por el
centro, en Ayopaya con el caudillo Lanza y terminando al sud con Camargo.2º. El concepto de “patria”, estuvo
íntimamente ligada a las Provincias Unidas.
La idea de “patria alto peruana” era aun difusa, entonces ,tal como se puede colegir de la famosa carta de Rondeau:

“Espero en esta ocasión será U.S. tan diligente y entusiasta en obsequio


de LA SANTA CAUSA DE LA PATRIA …”. (19) (El subr.ARF)

Sin embargo, el trato despó tico, altanero y despreciativo del ejército porteñ o hacia la capacidad de las guerrillas,
rebaso los limites de tolerancia, particularmente, con la actitud de Rondeau hacia Manuel Ascencio Padilla,
restituyendo un anterior nombramiento dado por Á lvarez de Arenales. Es decir, Rondeau, en la tercera campañ a
sin ninguna excusa ordena al caudillo desocupe la ciudad y entregue el mando a Don Martín Aguilar. Luego que los
porteñ os son derrotados estos realizan una vergonzosa retirada; entonces recién se vio la verdadera capacidad de
las guerrillas. El nombramiento, desde luego, fue desatinado que encolerizo a Padilla, quien en respuesta a la carta-
nombramiento envió la respuesta con el nombre de “Reservada”, carta fulminante y lapidaria.

La carta “Reservada”, constituye un hito histó rico, para describir el estado situacional y el animo de los
combatientes, y que empezaban a perfilar el criterio de autonomía e independencia, el concepto de patria que
hasta este momento, por lo expuesto líneas arriba, aun, era difusa, es mas no tenia contornos geográ ficos
totalmente definidos, ni nombre propio, llamá ndonos, aun, como “peruanos”. Veamos , una parte de la carta
llamada “reservada del célebre guerrillero Manuel Ascencio Padilla:

“Desde el primer mandatario hasta el último cadete de Buenos Aires, no han podido
mudar el carácter honrado y sufrido de los peruanos; nosotros amamos de Corazón
nuestro suelo ; y de corazón, aborrecemos una dominación extranjera queremos el bien
de nuestra Nación ,nuestra INDEPENDENCIA y despreciamos el distintivo
de empleos y de mandos; olvidamos el oro y la plata sobre la que hemos nacido y
donde ha sido nuestra cuna…”.(19)

El tá cito rompimiento con la Argentina se debió a tres factores fundamentales:1º. Por el desacertado manejo de la
operaciones bélicas, por parte de los porteñ os, relegando en su importancia a los nativos.2º. Por los continuos
asaltos, como botín de guerra, a la Casa de la Moneda de Potosí símbolo alto peruano y, las depredaciones
cometidas contra pueblos indefensos, en sus retiradas vergonzosas.3º. El abandono posterior de la Argentina a las
provincias interiores, es decir, al Alto Perú , en momentos de mayor arremetida de las fuerzas españ olas.

X. EL EQUILIBRIO CONTINENTAL DEL ALTO PERU

El 10 de julio de 1825, se instalo la asamblea constituyente en la ciudad de Chuquisaca como resultado final del
famoso decreto de 9 de febrero, en el cuerpo colegiado de los primeros congresales, se perfilo en el horizonte
político tres formulas:
1.- El de los filo platenses.2.- El de los “hombres de juicio”.3.- El de los “temerarios”.

Los “filo platenses, a la cabeza del general Arenales abogaba para incorporació n a la Argentina, propuesta que
no tuvo mayor arraigo entre los deliberantes. Los “hombres de juicio” , buscaban la reintegració n al Bajo Perú ,
los antecedentes de comunidad histó rica y de raza. Sus condiciones fueron que la capital esta cerca de la
ciudad de La Paz, sean estas Arequipa, Cuzco, algú n centro sur peruano, situació n que tampoco tuvo eco.Los
“temerarios”, propugnaban abiertamente la independencia absoluta del país, que tuvo la mayoría de los votos.

Fueron ellos que con lucidez panorá mica vieron la real potencia del Alto Perú , que, sin conocer la geopolítica
vieron su nacimiento estratégico como un equilibrio continental de Sud América. Sobre el particular, el
prominente historiador José Luis Roca indica:

“El Yaraví, el Itenez, el Madera aseguraban a Bolivia una cuota importante en el poder
Amazónico. El Paraguay, el Pilcomayo la convertían en la señora de la cueca platense.
Los cinco grados geográficos del desierto de Atacama le daban su lugar como una
potencia del Pacifico……Sus posesiones andinas, su copropiedad con el Mato groso, su
intrusión en la Amazonia peruana la convertían en un coloso “(20)

Cuanto podía y cual era la verdadera realidad del territorio charquino? . por lo expuesto una verdadera
potencia, que fue capaz de levantar susceptibilidades, no solo de sus vecinos angurrientos, sino inclusive de
las naciones de donde provenía el Ejercito Unido. Por ello, no fue causal que el Libertador diera una verdadera
conversió n en su ideal integracionista, sino, que obedecía a intereses de estrategia política y conservació n del
equilibrio continental. Como bien destaca Alipio Valencia Vega:

“El Gran Mariscal de Ayacucho la que pretendiendo trasladar a América


Española, la política de “equilibrio de poderes” de Europa, se empeño a la fundación
de Bolivia para balancear el “poder” del Perú independiente y del Rio de la Plata
constituida en la república Argentina”. (21)
El “heartland charquino”, por su ubicació n geopolítica en el contexto sudamericano, ante el crecimiento
desmesurados de estados emergentes que a la postre resultarían conflictivos, caso Argentina y Perú en
relació n a la gran Colombia, su impostergable su configuració n, obligada a regular el equilibrio continental a
la manera de un “Estado-calchó n”, como dijera Hebert Klein:

“En 1825 Bolívar ya contemporizaba, comenzando a temer el crecimiento de una


república peruana demasiada poderosa que, a su vez, podría amenazar la existencia
de sus propias bases en Colombia. La recepción incalificable hostil de Argentina a
todos sus planes convirtió en solución razonable en un ESTADO-
COLCHÓN entre Perú y aquella nación hostil”. (22) El sub. ARF.

Por lo mismo, las fuerzas bolivarianas en plena expedició n tuvieron que replantarse los planes originales de
las naciones pan-bolivarianas, cuyos factores geopolíticos gravitantes no escapo a los libertadores Bolívar y
fundamentalmente Sucre, de mayor aná lisis y cuidado no quedando otra alternativa que dar vía libre al
nacimiento del nuevo Estado boliviano.

XI. BALKANIZACION DE LOS ESTADOS INDEPENDISTAS E INVIABILIDAD REPUBLICANA DE


BOLIVIA

Las repú blicas emergentes del tutelaje colonial, entre ellas Bolivia en forma particular tuvo “un parto
complejo”-al decir de Arce Cuadros-:

“Su nacimiento, es cierto, constituido una expresión mas del proceso de balcanización que afecto
por igual, a toda la América Hispánica”. (23)

La desintegració n o balcanizació n de los Estados independistas, al margen del localismo caudillista que
emergió a lo largo y ancho de su territorio, jugo papel de primerísimo importancia la presencia de juego
econó mico del “libre comercio”, tan diligente y astutamente incentivada por Inglaterra.

Inglaterra con su audaz política econó mica del liberalismo, no manejo a los corsarios como en los primeros
tiempos, ni tampoco la conquista directa y violenta de los países en proceso de liberació n, que acarrearía un
pesado tutelaje, por la bancarrota econó mica que atravesaban producto de la larga contienda bélica con
Españ a. Lo elemental se redujo a una política simple: el recambio en al política conservadora, monopolista y
comercial de Españ a, por una “irrestricta libertad de comercio “, abriendo el comercio en toda magnitud.

El Perú y la Argentina independista atrapadas por el señ uelo del libre comercio y un supuesto florecimiento
dieron las espaldas a las Provincias del Interior, es decir Alto Perú , puesto que esta como mono productora y
en bancarrota su actividad principal, la minería, con sus cinco mil minas abandonadas, resultaba una carga
demasiada onerosa.

Por lo, tanto resultaba inviable que el Alto Perú pueda comerciar por los puertos del Pacifico vía Perú , del
Atlá ntico vía Argentina por significar mas un drenaje econó mico, que un beneficio. Segú n destaca el
historiador Valencia Vega:

“Si los Estados vecinos nacientes principalmente Argentina y el Perú a causa de tener
tendido los brazos hacia Inglaterra y Europa con postergación de sus propias regiones
interiores, y por la POBREZA EN QUE CAYO EL ALTO PERU a causa de la ruina de las
minas de plata y oro, no deseaban “cargar” sobre si este país, considerado que su
mantenimiento le seria sumamente oneroso”(24)

El “heartland charquino”, la que en má s de dos siglos de auge minero, dio poderío colonial a la metró poli,
ocasionando, segú n, algunos autores, y subestimado por su empobrecimiento, constituyendo una “carga
irritante” para sus supuestos hermanos mayores, esta tesis de Valencia Vega no congenia con el informe de
Joseph B. Pentlad, científico que llego a Bolivia independiente en 1826:
“Pero estoy convencido que en su actual estado de prosperidad, Bolivia no aprobaría una
unión mas estrecha con cualquier de la repúblicas vecinas con el sacrificio de su propia
independencia ya que tiene dentro de ella misma casi todo lo que puede constituir su
independencia ya que puede constituir su existencia como Estado independiente y
prospero; sus ciudadanos están contentos con el presente sistema y los recursos de su
territorio no son de ningún modo inferiores a los de cualquier nación de Sur América. Que
ganaría entonces Bolivia anexándose al Perú a la Argentina? Nada”. (25)

XII . BOLIVIA SÍNTESIS DEL MACIZO ANDINO

Prosiguiendo el discurso teó rico e interpretativo sobre los orígenes de la nacionalidad boliviana: con enfoques
personalistas, así como factores, político administrativos, socioló gicos e inclusive acció n de complot secretos.
Sin embargo, hubo quienes sustentaron la tesis del “determinismo geográ fico” dentro del modelo ratzelniano,
que, si bien, ha sido superado histó rica y doctrinariamente, pero dos conocidos intelectos bolivianos. Franz
Tamayo y Jaime Mendoza, lo utilizaron en su momento.

Jaime Mendoza, es quien merece nuestra atenció n en el presente trabajo intelectual; estudioso, medico y
novelista entre los añ os 1920 y 1930 en sus obras “la tesis Andinista” y el “Macizo Andino”, desarrollo la tesis
acerca de la influencia del telú rico sobre la nacionalidad de eje vertebrador de la geografía nacional, cuyo rol
geopolítico es vital para el equilibrio continental sudamericano.

“Forjo en la noche de los tiempos a Tiahuanaco; y varios milenios después hizo


emerger del Titicaca la civilización incaica; en la Colonia determinó la aparición de la
omnipotente Audiencia de Charcas: y en fin HA HECHO LA ACTUAL REPUBLICA
BOLIVIANA (26) (el subr. ARF)

Lejos de las derivaciones bélicas y expansionistas del determinismo geográ fico de la geopolítica, al grado de
las concepciones Friedich Ratzel con su teoría el “hombre sujeto del medio “o Antropogeografia así, como las
tesis de Rodolf Kjellen, Mackinder, o Hausshofer exponentes de la geopolítica imperialista, Jaime Mendoza ve
en el Macizo Andino compuesta por las majestuosas cordilleras Occidental, Oriental para abarcar los llanos
fértiles del oriente boliviano comunicados por las grandes hoyas hidrográ ficas amazó nica y platense , el
fermento generatriz de la nacionalidad boliviana como numen palpitante, cohesionar milenario sobre cuyo
espacio el proceso histó rico fue cíclico y dialectico, de un renacer permanente, vital y có smico de la Nació n
boliviana.

Prosiguiendo del “Macizo Andino” , se extrae:

“Se trata en el fondo de un proceso que era a la vez de regresión, de repetición y de renovación.
Tiahuanaco, Kollasuyo, Imperio Incaico, Audiencia de Charcas, Alto Perú, Bolivia: HE AHÍ TANTOS
OTROS MOMENTOS EN EL MILENARIO PALITAR DEL GRAN MACIZO “ (27)(el subr. ARF)

XIII. LOS AZOGUEROS PRIMEROS NACIONALISTAS

Los azogueros potosinos actores empresariales del manejo bursá til y financiero de Potosí colonial sufrieron
de manera directa los efectos del transvasa miento econó mico inter capitalista, es decir, en el proceso de
declinaron de Españ a y el auge de Inglaterra, reciclaron ese recambio patronal hegemó nico imperial dada la
temprana internacionalizació n de la riqueza minera Charcas-Potosí- Charcas, versus Españ a-Europa.

Los azogueros potosinos manejaban directamente toda la actividad econó mica producto del tratamiento de la
plata. En sus manos estuvo la Casa de Moneda y el Banco de San Carlos instituciones potosinas importantes en
escala americana. En realidad, se puede decir, que constituyeron los primeros proto burgueses criollos que
animaron el sentimiento nacionalista, A este sector mercantil potosino y, a los abogados de Charcas Tibor
Wittman dedica un magnifico aná lisis cuando indica:

“Detrás de los doctores de Chuquisaca y los azogueros de Potosí, actuaron


fuerzas sociales y procesos económicos que hicieron sentir sus efectos, por eso no se
puede subestimar ni la revolución incruenta casi ridícula de los doctores, ni el
oportunismo de los azogueros”.(28)

El gremio de los azogueros subsumía los flujos y reflujos del recambio de los monopolios especialmente en las
rutas mercantiles Potosí – Lima, Potosí - Buenos Aires, a fines del siglo XVIII. Esta oligarquía minera del
periodo colonial nutrió las arcas de la Hacienda metropolitana merced a la explotació n minera, rescate y
fundició n de las barras y piñ as de plata, pero, también en criterio de Tibor Witman, en el periodo de
declinació n de la explotació n minera y consecuentemente sus ganancias mermadas a partir de 1801, lograron
el fermento de aquella proto – burguesía altoperuana. En consecuencia, los azogueros, fueron el “nú cleo del
autonomismo boliviano”

(SEGUNDA PARTE)

(VISION GLOBAL DE ENTRONQUE ESTRUCTURAL)

I.- LA INDEPENDENCIA VALE DE 20 MIL PESOS

Los anales de la historia pre – emancipadora deben ser enfocados en el marco de las interacciones mú ltiples y
complejas que se entrelazan y confunden, hasta formar fenó menos simbió ticos. Ello permiten ver que la
suerte del Alto Perú , en ese proceso, no esta solo esa parte componente del conglomerado internacional y
sufre directamente las inmanencias que se dan en su entorno. No olvidemos que el Alto Perú , en antañ o Colla
suyo, fue parte componente del Tahuantinsuyo y en la Colonia como territorio de la Real Audiencia de
Charcas, luego parte integrante tanto del Virreinato de Lima y luego del Virreinato de la Plata.

En ese sentido Charcas Alto Andino tuvo su acció n integral que irradio su efectos econó micos – sociales no solo
en America colonial sino en todo el mundo, como proyecció n continental fluctú o cíclicamente entre el Alto
Perú , países americanos particularmente Perú , Argentina y la llamada Gran Colombia, junto países europeos
como: Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, sin desdeñ ar desde luego a otros países del circuito capitalista
en su primera fase.

Ya hemos señ alado cual fue el papel de Inglaterra en relació n a su política sutil de penetració n capitalista en la
nacientes naciones hispanoamericanas, que logísticamente actuaban mediante las logias masó nicas como
agentes des equilibradores del modo econó mico monopolista españ ol, actuantes en su seno mismo como
“constitucionalistas liberales”, en abierta pugna con los absolutistas conservadores”.

Españ a luego de la invasió n napoleó nica, surgieron en las capitales de distrito Juntas Provinciales, par a
gobernar en nombre de Fernando VII, el monarca cautivo. Estas juntas convocaron mediante un Consejo de
Regencia a las Cortes, constituidas en Cá mara Ú nica en Cá diz, quienes redactaron la Constitució n de 1812,de
acentuado cará cter liberal, que inclusive consideraban como españ oles a los habitantes de sus territorios
ultramarinos. Esta Constitució n dividió a los españ oles en dos grandes grupos: los absolutistas y
constitucionalistas. En 1813, Napoleó n devuelve el trono a Fernando VII; las Cortes exigen que jure a la
Constitució n de 1812. el monarca en respuesta dispuso una violenta represió n a los frecuentes motines
realistas quienes finalmente se imponen el 1ro de enero de 1820 a la cabeza del masó n comandante Rafael de
Riego, jefe de las fuerzas que debían partir hacia América en apoyo a la causa realista (29); de esta manera el
monarca españ ol se vio obligado a restablecer la constitució n liberal de 1812. Sin embargo, en enero de 1823
con ayuda de la Santa Alianza Fernando VII retoma la senda del absolutismo.

Las oscilaciones políticas en las altas cumbres del gobierno españ ol influyeron indudablemente en sus
colonias, en particular sobre los altos jerarcas que gobernaban las colonias del rey en Españ a, como virreyes,
intendentes y gobernadores. En este estado de cosas se realizo la oferta de COMPRA DE LA INDEPENDENCIA
de los estados beligerantes, por la suma de 20 millones de pesos a Españ a. Pero, veamos, como surge toda esta
trama.

De acuerdo al meritorio y recordado Dr. José Luis Roca, en su trabajo “Bolívar y la Convenció n Preliminar de
Paz de Buenos Aires de 1823” resalta que: George Canning, Ministro de Asuntos Exteriores de la Inglaterra
,mediante sus agentes en Madrid y Buenos Aires detrá s de bambalinas concertaron la elaboració n de un
documento llamado: “Convenció n Preliminar de Paz”. Que en uno de sus capítulos se refería a la oferta de
compra mencionada. Los representantes de las Cortes en Buenos Aires suscribieron el convenio con el
“britanofilo”, Rivadavia, quien merced a otros capítulos puso a consideració n de Bolívar y La Serna, que a su
turno se enteraron del negocio Torre Tagle y el general Olañ eta, pese a ser extremadamente4 confidencial. En
ese contexto, cada uno de los actores tenía miras y objetivos concretos:

. A Rivadavia, junto a la oligarquía porteñ a, le interesaba ensanchar sus vínculos comerciales con Inglaterra,
“mantener la paz a toda trance”, así, como renunciar inclusive a sus provincias interiores componentes del
Virreinato de Rio de la Palta. En palabras del propio Rivadavia, mediante la “ Convenció n Preliminar de Paz”, se
busca:“UN AYACUCHO DIPLOMATICO”.(30)

Para Bolívar el armisticio econó mico concluido en Buenos Aires, era “admirable”. Pero cual su objetivo?.
Consolidar definitivamente la independencia de la gran Colombia, cuanto mas lejos se entrase los aprestos contra
revolucionarios de este país serian mucho mejor.

De otra parte, mediante la Convenció n citada, Bolívar buscaba entablar relaciones directas con Rivadavia con el fin
de asegurarse pertrechos y auxilio militar del país argentino en caso de no llegar a un arreglo con La Serna. Esta
negociació n fue extremadamente delicada y riesgosa por las derivaciones a venir. En acció n similar, Riva Agü ero,
caudillo trujillano, quiso por su lado negociar inclusive llegando a ofrecer a la Serna una Monarquía Independiente.
Interceptada dicha negociació n fue causal para considerarlo como traició n y expulsarlo con ignominia del Perú .

A su turno, La Serna, también, fue “tentado”, por el negocio ya que en una de las clausulas de Convenció n se
reconocía:“…La existencia de un enclave monárquico en el corazón de América del Sur”.

Las pretensiones monarquistas, al decir, de José Luis Roca, de La Serna fueron evidentes aunque, todavía
discutidas. “su imperio contaba el espacio de Tupiza a Tumbes”. (3).Canterac socio de La Serna daba a entender
que pronto: “… se declararía al Perú en Estado Independiente con comercio libre y bajo la garantía de
España Constitucional”. (31)

Pero, que pasaba en el Alto Perú en torno a la famosa Convenció n?.El general Pedro Antonio Olañ eta jefe de esa
guarnició n, era ajeno a toda negociació n. por causas ,aun, no explicadas descubre las pretensiones monarquistas
de su correligionario La Serna. Hecho que desemboca en rebelió n abierta con las intrigas y confabulados de la logia
patrió tica, a la cabeza del sinuoso Dr. Casimiro Olañ eta, mencionado ya en capítulos precedentes.

Se daba por sobre entendido que la Audiencia de Charcas, a partir de 1810, de la revolució n argentina, para Españ a
era parte del Perú . La Serna, entonces tenía mando sobre el Alto Perú . Que es lo que tentó a La Serna, causa de las
insubordinació n del general Olañ eta?. La siguiente clá usula:

“…el general de las fuerzas de su Majestad Católica que al presente se encuentra en el Perú
(La Serna) podrá seguir ocupado las posesiones a la fecha de la Convención salvo que entre
las partes (el Perú, aun, no lo era ) se conviniera otra cosa con el objeto de MEJORAR
SUS RESPECTIVAS LINEAS DE OCUPACIÓN DURANTE LA SUSPENSIÓN DE HOSTILIDADES”.
(32) (EL subr.ARF)

A esta altura surge otra interrogante. Quienes se beneficiaban con este maravilloso negocio?.Indudablemente, el
cerebro gris en Inglaterra lo tenía todo planeado. José Luis Roca magistralmente interpreta:

“ El astuto Canning quería matar varios pájaros de un solo tiro: de una parte, evitar cualquier
intento revanchista contra las ex colonias que pudiera estar gestándose en España, al cual pondría
en peligro los intereses comerciales británicos. Al mismo tiempo buscaba hacer meritos en sus
reacciones con los nuevos estados al apadrinarles el reconocimiento de su independencia” .(33)

Por su parte los franceses planificaban los detalles del negocio. Pensaban quienes debían ser los prestamistas
usuarios. Chales Stuart, embajador britá nico en Francia hace saber a Canning:
“Monsieur de Villele (Ministro de Relaciones Exteriores de Francia) parece pensar que si
las potencias aliadas están dispuestas usar de su influencia las que pueden inducir a la Corte
de España a negociar al reconocimiento de la independencia de cada nuevo Estado CONTRA
SACRIFICIOS PECUNIARIOS proporcionales a sus ingresos”.(34) (El subr. ARF)

Como se verá los destinos de Hispanoamérica ya estaban siendo jugadas en lejanos metró polis al calor del naciente
poder econó mico. La independencia de los países latinoamericanos, particularmente de Bolivia ,al estilo
“patrió tico”, “coyuntural nacionalista”, tendría su validez frente a otra realidad cruda, extrañ a y de factura
mercantilista?.

Grá ficamente, de llevarse a acabo la Convenció n, el estado de cosas tendría el siguiente cuadro:

“Los ingleses con garantía francesa, estaban dispuestos a poner el dinero a fin de que
Hispanoamericana comprara su independencia de España. El acreedor principal – Inglaterra
– y el fiador personal – Francia serian en último análisis los beneficiarios. En contraste
España quedaba desposeída de sus territorios ultramarinos sin disfrutar el precio de compra
que iría a parar a manos del prestamistas para satisfacer obligaciones anteriores en mora.
Los Hispanoamericanos en el mejor de los casos quedaría hipotecado ante el prestamista y el
fiador. ¡BUSSINES, BUSSINES…………………….”(35)

Efectivizaba la Convenció n, cual hubiese sido la suerte de Alto Perú ?. Considerando las derivaciones de la actitud
de Bolívar, el resultado presentaría el siguiente panorama:

1.- Entregar al Altor Perú a las pretensiones monarquistas del Virrey La Serna, cuya mira era “el imperio de Tupiza
a Tumbes”.,
2.- Subastar por 20 mil pesos la independencia de los Estados nacientes, incluyendo el Alto Perú en caso de
liberarse de la tutela de La Serna.
3.- El foco irradiador de las ideas libertarias, la acció n heroica de los guerrilleros y la acció n nacionalista de los
doctores charquinos, no contaban para nada en la política de Bolívar en ese momento histó rico.
4.- de todo lo anterior se deduce que los anhelos integracionistas de Bolívar no pasaron de un simple marbete
teó rico. Para suerte nuestra el famosos “armisticio económico”, no llego prosperar. Las causas fueron:

- 1ro. La sublevación de Torre Tagle en contra de Bolívar, pues, fue conocedor de los detalles y
derivaciones de la Convención.
- 2do. Por la insurrección del General Olañeta, ante la “ambición monarquista de La Serna”
- 3ro. Finalmente, reconstituida el absolutismo recalcitrante en España, Fernando VII, en Octubre de
1823, declaro todos los actos del gobierno llamado Constitucional, nulos, es más, en decreto
expreso revoco Poderes, ya caducos, de los comisionados en Buenos Aires.(36)

Este episodio histó rico, explicada sintéticamente, merece atenció n nuestra, por no estar explicitado, aun, con
profundidad. Se deduce de la misma que los destinos de América colonial y en particular del Alto Perú , por mucho
de sus caudillos y conatos sociales insurreccionales teñ idos de sangre y heroísmo, eran totalmente ajenos a la
trama del cambalache econó mico que se jugaba allende los mares, donde la presencia del capitalismo insurgente
preparaba planes de avasallamiento econó mico. Y, quienes se pensaban liberadores, con o sin conocimiento, eran
objetos de los macabros designios del practicismo economicista ingles.

( * ) Presidente de La Sociedad de Historia y Geografía Oruro

CITAS AL TEXTO:
( PARTE PRELIMINAR )

(1) BELTRAN Marcos, el Tabú Bolivarista”, Pá g., 9.


(2) Ibidem al 1,Pá g. , 110.
(3) Ibidem al 1, pag. , 103
(4) CONDARCO M. Ramiro, “Aniceto Arce” (Orígenes Imperiales de las seudo repú blicas
hispanoamericanas), pag, 32 y siguientes
(5) MONTENEGRO Carlos, “Nacionalismo y Coloniaje”, pag. 64.
(6) SAAVEDRA Carlos, “El Dean Funes y la Creació n de Bolivia”. Pag. , 12
(7) Ibidem al 6 pag. , 13
(8) CONDARCO M. Ramiro, “Orígenes de la Nació n Boliviana”, pag. , 11
(9) Ibidem al 8 pag. , 15.
(10) Ibidem al 8 pag. , 153.
(11) GANTIER Joaquín, “Casimiro Olañ eta”, Pá g. , 63.
(12) Ibidem al 11 pag. , 77.
(13) VÁ SQUEZ M. Humberto, “facetas del Intelecto Boliviano”, pag. , 184.
(14) BELTRÁ N Marcos, La Pequeñ a Gran Logia que Independizo Bolivia”, Pá g. , introductora.
(15) Ibidem al 14, pag. 36
(16) ARNADE Charles, “La Dramá tica Insurgencia de Bolivia”. Pá g. , 230.
(17) Ibidem el 16 pag. 230.
(18) GIONELLO DE GULLER María Z., “Juana Azurduy de Padilla” , pag. , 232.
(19) Ibidem al 19 pag. 232
(20) ROCA José Luis , “Historia Política”, Presencia (Sesquicentenario) , pag. 239.
(21) VALENCIA V. Alipio, “Geopolítica del litoral Boliviano”, pag. 239.
(22) KLEIN S. Hebert, “Historia General de Bolivia” , pag. 132.
(23) ARCE C. Eduardo , “La Economía de Bolivia”, pag. , 132.
(24) Ibidem al 21 pag. , 254.
(25) Ibidem al 21 pag. , 211.
(26) MENDOZA Jaime, “El Macizo Andino”, pag. 9.
(27) Ibidem al 29 pag. , 9.
(28) Willam Tibor “Estudios Histó ricos sobre Bolívar”, pag.26

( PARTE FINAL )

(29) COSMELLI I. José, Historia Moderna y Contemporá nea, pag. 329


(30) ROCA, José Luis, “Bolívar y la Convenció n preliminar de Paz de Buenos Aires de 1.823”,(Revista
HISTORIA Y CULTURA 117 AL 138
(31) IBIDEM AL 30
(32) Ibidem al 30
(33) Ibidem al 30
(34) Ibidem al 30
(35) Ibidem al 30
(36) Ibidem al 30
(37) Ibidem al 30
.
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(*) Presidente de la Sociedad de Historia y Geografía Oruro

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