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CONTRATO DE SOCIEDAD
Facilitador: Autor:
Abg. Evaluz de Pace Luisa Diaz C.I 27.731.964
1.- Una clase de entes que previo el cumplimientos de ciertas normas establecidas
en el ordenamiento jurídico, gozan de personalidad jurídica.
2.- A los actos jurídicos que crean dichos entes
3.- A la relación jurídica que surge de dichos actos.
El artículo 1649 define a la sociedad como un contrato, tesis esta que ha sido
impugnada desde varios ángulos:
Durante mucho tiempo se discutió si la sociedad era una institución o un contrato,
polémica hoy separada, ya que el problema de si la sociedad es una institución no
puede plantearse respecto de la sociedad entendida como acto jurídico, sino
entendida como ente surgido de aquel acto.
Modernamente, algunos autores sostienen que la sociedad no es un contrato, sino
un acuerdo o ente colectivo, porque falta en ella la oposición de interés entre las
partes que caracteriza al contrato, ya que los intereses de los socios son por lo
menos paralelos y por qué no siempre es necesaria la unanimidad.
ADMINISTRACIÓN SOCIAL
Esta materia se deja a la autonomía de la voluntad de los socios y, de hecho, suele
ser regulada por el contrato o los estatutos sociales. Pero, la ley regula
supletoriamente los poderes de administración, así:
1. Si la sociedad tiene administradores, se observarán las siguientes reglas:
a) Si el administrador es uno solo de los socios, el socio encargado de la
administración de la sociedad por una cláusula especial del contrato de sociedad
puede ejecutar, no obstante la oposición de los demás socios, todos los actos que
dependen de la administración, con tal de que no lo haga con fraude. Esta facultad
conferida en el propio contrato social no puede revocarse sin causa legítima
mientras exista la sociedad, pero si se ha dado por acto posterior al contrato de
sociedad, es revocable como un simple mandato (C.C., art. 1665). Así, si el
administrador es extraordinario (nombrado así por el propio contrato de sociedad), la
revocación solo procede por causa legítima (fraude, mala administración, etc),
mientras que si el administrador es ordinario (nombrado por acto posterior al
contrato de sociedad), puede ser revocado libremente, al igual que un mandatario
cualquiera. Si en el contrato social nada se estipula, la autoridad judicial es la única
competente para apreciar si existe o no una causa legítima para la revocación del
administrador extraordinario. Mientras no haya sentencia definitiva, el administrador
sigue en ejercicio de sus facultades. La demanda puede ser intentada por cualquier
socio aislado.
b) Si varios socios son los administradores, hay que tener en cuanta dos reglas:
cuando dos o más socios han sido encargados de la administración social, sin
determinarse sus funciones o sin haberse expresado que no podrían actuar los unos
sin el consentimiento de los otros, cada cual puede ejercer todos los actos de
administración separadamente (C.C., art. 1666); y por el contrario, “si ha sido
convenido que los administradores deben decidir por unanimidad o por mayoría no
puede prescindirse de la una ni de la otra, sino en el caso de que se trate de un acto
urgente, de cuya omisión pueda resultar un grave e irreparable perjuicio para la
sociedad” (C.C., art. 1667)
c) Los socios no administradores no pueden inmiscuirse en la administración; pero
tienen el derecho de imponerse personalmente de los libros, documentos y
correspondencia de la sociedad. Toda cláusula contraria es nula (C.C., art. 1669).
d) En cuanto al cómputo de la mayoría dispone la ley que cuando una decisión deba
tomarse por mayoría, éste se computará por personas y no por haberes, salvo
convención en contrario (C.C., art. 1670).
2. Si la sociedad no tiene administradores, se aplican las reglas siguientes (C.C., art.
1668):
a) Se presume que los socios se han dado recíprocamente el poder de administrar
en uno por el otro. Lo que cada uno hace válido, aun por la parte de sus consocios,
sin que haya obtenido consentimiento de ellos, salvo a cada uno de éstos el
derecho de oponerse a la operación antes de que ésta esté concluida. Así cada
socio tiene derecho al veto. El acto celebrado no obstante el veto es anulable, pero
por aplicación analógica de las normas sobre mandato parece que la nulidad no
puede invocarse frente al tercero de buena fe sin que sin su culpa desconociera la
oposición de uno de los socios.
b) Cada socio puede servirse de las cosas pertenecientes a la sociedad, con tal que
las emplee según el destino que les haya fijado el uso, y que no se sirva de ellas
contra el interés de la sociedad, o de modo que impida a sus compañeros servirse
de ellas, según sus respectivos derechos.
c) Cada socio tiene derecho a obligar a los demás a contribuir con él a los gastos
necesarios para la conservación de las cosas de la sociedad.
d) Uno de los socios no puede hacer innovaciones sobre las cosas de la sociedad
aunque las crea ventajosas a ésta, si los demás no consienten en ello.
3. Sea que la sociedad tenga administradores o no, debe advertirse que en las
sociedades civiles, salvo pacto en contrario, la minoría no queda obligada por las
decisiones de la mayoría. De allí se deduce que, salvo pacto en contrario:
a) Se requiere unanimidad para revocar a los administradores ordinarios sin causa
legítima.
b) Igualmente es necesario la unanimidad para autorizar al administrador para que
realice un acto que no esté permitido por los estatutos.
c) Cuando no hay administradores, la oposición de un socio antes de que la
operación esté terminada, impide la conclusión de dicha operación, porque implica
que no existe unanimidad.
d) Es necesario unanimidad para modificar el contrato social en cualquiera de sus
cláusulas. Incluso, si se ha pactado la modificación por mayoría, es necesaria la
unanimidad para modificar el objeto social
e) Se requiere unanimidad para autorizar la cesión de las partes sociales
EXTINCION DE LA SOCIEDAD
En el proceso de extinción de las sociedades se pueden distinguir las siguientes
etapas;
a) La disolución de la sociedad, que pone fin a la actividad social encaminada a la
consecución del objeto social, lo que acarrea la modificación de la capacidad de
goce de la sociedad, la cesación de los poderes de sus administradores y la
necesidad de proceder a la liquidación.
b) La liquidación, que tiene por objeto poner fin a los vínculos de la sociedad con
terceros, de la sociedad con los socios y de los socios entre sí.
La disolución pone fin a la actividad de la sociedad dirigida a la obtención del objeto
social; pero la personalidad jurídica de la sociedad y las relaciones internas y
externas de la misma no se extinguen sino al finalizar la liquidación.
Por lo demás, dentro de la liquidación entendida en sentido amplio, pueden
distinguirse la liquidación propiamente dicha, que comprende los actos necesarios
para poder repartir el activo o pasivo entre los socios y la partición o división que
consiste en efectuar es distribución.
DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD
Los modos de disolución de la sociedad se encuentran establecidos en el Art. 1673
del C.C.V, y estos son:
1. La expiración del plazo por el cual se ha constituido.
2. La consumación del negocio o la imposibilidad de realizarlo
3. La muerte de uno de los socios.
4. La interdicción, insolvencia o quiebra de uno de los socios.
5. La voluntad expresa de uno o varios socios de no querer continuar la sociedad.
EFECTOS:
a) Hace perder a la sociedad su capacidad jurídica en orden al cumplimiento del fin
para el que se creo, es decir, la obtención del objeto social.
b) Deja subsistente la personalidad jurídica de la sociedad para los fines de la
liquidación hasta el fin de esta.
c) Hace cesar los poderes de los administradores, ya que tales poderes solo les
fueron conferidos para lo consecución del objeto social.
LIQUIDACIÓN Y PARTICIÓN
La liquidación consiste en convertir el complejo de las relaciones jurídicas de las
cuales es titular la sociedad en un patrimonio susceptible de distribución.
Por lo que podemos decir:
a) El liquidador será designado por los socios por unanimidad, en caso contrario, lo
nombrara un juez a solicitud de parte.
b) El liquidador designado por los socios o por el juez solo podrá ser removido por
justos motivos.
c) El contrato social puede prever un mayor número de liquidadores, condiciones
para su designación u otro procedimiento para el nombramiento.
La partición se realiza del activo social que resulta después de pagados los
acreedores sociales, separadas las sumas necesarias para el pago de deudas no
vencidas o litigiosas y reembolsados los gastos o anticipos de deudas que hubiere
hecho cualquiera de los socios en interés de la sociedad.
Si el contrato no estipulare otra cosa, se procede de la siguiente manera:
a) si el líquido partible es suficiente para ello, cada socio tomara una suma igual al
valor de su aporte, a menos que este haya consistido en su industria o goce de una
cosa, y si aun quedare excedente este será repartido entre los socios en proporción
a la parte de cada uno de los beneficios.
b) Si el líquido partible fuera insuficiente para cubrir la totalidad de aportes, la
perdida se repartirá entre los socios en la proporción estipulada.