Está en la página 1de 7

Abogada: Yessi Lisbeth Ferrera Torres.

Estudiantes: Emily Suzzeth Romero Vidaur.


Clase: Derecho de ejecución penal.
Fecha: 18 de octubre del 2021.
Introducción:
En el presente escrito les mostraremos en sistema penitenciario de honduras, como
ciudadanos de este país, en el cual residimos, es de gran importancia obtener un
conocimiento más amplio en el aspecto de la reclusión penal; ya que talvez no nos
implique directamente en nuestras vidas personales, pero si en nuestro ámbito de
trabajo para el cual nos estamos especializando, en el área del derecho penal en
nuestro país esta rigurosamente definido y establecido de cómo se lleva un monitoreo
constante de los presidiarios, por el cual existe el sistema penitenciario de Honduras la
cual es la organización creada por este Estado para la ejecución o el cumplimiento de
las penas previstas en las sentencias judiciales; especialmente las penas de reclusión,
cuyo propósito principal, es dentro del marco jurídico nacional, la re-inserción social del
condenado. Este sistema ha dependido del Ministerio de Gobernación y Justicia. Por
ello mostraremos la evolución de este sistema a lo largo de los años, la manera en
cómo ha mejorado o empeorado, de los cuales se pueden identificar y que se han
encontrado mientras se aplican en la práctica a los reos o privados de libertad, y la
manera en como esta ley ayuda a mejorar el comportamiento de los implicados que
han participado en los hechos ilícitos por los cuales se encuentran pagando por ello,
para que una vez que hayan cumplido con sus responsabilidades por sus actos puedan
reintegrarse a la sociedad con una nueva perspectiva de la vida más razonable e
integra y un mejor futuro para empezar desde nuevo en la sociedad como seres
completamente renovados y no volver a cometer acciones en contra de las leyes de la
sociedad.
Objetivos:

1. Mostrar cual era la reglamentaria que se utilizaba en honduras aplicables a los


reclusos hasta los años 80.
2. Enseñar cual es el objetivo principal de la nueva ley de la ejecución de las penas
que existe actualmente y los medios que se crearon para lograr con el objetivo
deseado.
3. Especificar la razón por el cual fue creado la dirección nacional de servicios
especiales preventivos.
4. Aprender sobre la breve historia del Sistema Penitenciario
5. Conocer la crisis en los Centros Penales.
6. Saber cómo intentaron solucionarlo.
7. Conocer sobre la nueva Ley Penitenciaria.
Sistema penitenciario de Honduras
El sistema penitenciario cumplió 122 años en el 2005. Después de la construcción de la
Penitenciaría Central en 1883, año en que comienza la historia del “sistema carcelario
nacional”, fue hasta el siglo XX que el Estado de Honduras contó con al menos dos
leyes importantes para normar la organización y funcionamiento de los
establecimientos penales: la primera fue la Ley Reglamentaria de Presidios (Decreto
No.129 de 3 de abril de 1909) y la otra, la Ley de Rehabilitación del Delincuente
(Decreto No. 173-84 de 15 de octubre de 1984, vigente desde el 13 de marzo de 1985).
Esta última, aunque inspirada en el paradigma del tratamiento progresivo mediante el
cual se asigna a la pena privativa de libertad la finalidad de la rehabilitación y
reinserción social del condenado, encontró numerosos obstáculos para ser llevada a la
práctica, principalmente porque durante su vigencia no se concretó su reglamentación
(aún y cuando hubieron sendos anteproyectos) y porque la mayoría de los centros
penales carecían de la infraestructura y organización adecuadas para su
implementación (edificaciones antiguas, desproporción entre la capacidad instalada y el
número de población privada de libertad, creciente hacinamiento a causa del
procedimiento penal escrito imperante, ausencia de personal calificado, entre otras).
El Sistema Penitenciario Hondureño Post Colonial, se inició en la Constitución Federal
de 1824, con marcada dependencia jurídica de los textos heredados de la colonia;
hasta hace poco tiempo fue reformado el Código Penal mediante Decreto No. 144-83,
Publicado en el Diario Oficial la Gaceta no. 24,264 de fecha 2 de Marzo de 1984, y
entra en Vigencia a partir del 12 de marzo de 1985, que sustituyó el de 1906, este
último se decía que era una copia del Español a principios del siglo XIX.
El Dr. Marco Aurelio Soto, Presidente Constitucional, ordeno mediante Decreto, el 15
de Noviembre de 1882, la construcción de un establecimiento penal en el barrio "La
Hoya", de Tegucigalpa, denominándola: Penitenciaria Central, en la cual cumplirían las
'penas los reos de toda la Republica.- En el Decreto se fundamentaba el hecho de que
con la emisión del nuevo Código Penal se debía de contar con una Penitenciaria,
donde se cumpliesen las penas que lejos de degradar y hacer incorregibles a los
sentenciados, debería ser un medio de corrección, enseñanza y rehabilitación moral.
En 1909 se emite la Ley Reglamentaria de Presidios donde se regulan aspectos
administrativos, se hace énfasis en la disciplina que debe privar en esos centros y se
define el castigo y corrección como base para el tratamiento de los reos.
En el transcurso de las décadas siguientes fue notorio que los Gobiernos en el Poder
reflejaron su estilo de mandar en el trato que dieron a los penados, son abundantes las
historias que cuentan los abusos o el buen trato que recibieron de parte de las distintas
autoridades; el castigo sin misericordia, la tortura, la represión y otras formas de
"Corrección" son parte del legado histórico que impregna las paredes de muchos
Centros Penitenciarios. Sin embargo, el buen sentido y la bondad de la sociedad se
han hecho sentir en la concepción del problema y se ha mitigado y cambiado la dureza
del tratamiento por nuevas alternativas que conllevan como finalidad devolver al
individuo como elemento útil a la sociedad.
Hasta los años 40 fuera de los presidios construidos en las distintas Cabeceras
Departamentales, funcionaron en los municipios de la Republica, las cárceles
preventivas que consistían en un solo cubículo, generalmente contiguo a la Alcaldía
Municipal, con un solo portón de cuartones formando cuadrados, una cadena y un
candado, custodiados por soldados al mando de un comandante.- Las personas
detenidas, dependiendo de la gravedad de su delito, eran enviados a la Penitenciaría
Central "Por Cordillera", es decir que a falta de vías de comunicación cruzaban
caminos de herradura y montañas a Pie y a lomo de Bestias, para poder llegar a la
Capital. En los años 50 aun servía de reclusorio Penitenciario El Castillo San Fernando
de Omoa.
La mayoría de los Centros Penales, llamados presidios, formaban parte en sus
instalaciones físicas de los denominados cuarteles (Véase el caso de Gracias,
Juticalpa, Yoro, Yucarán, Santa Bárbara, Nacaome, La esperanza, Santa Rosa de
Copan y Ocotepeque).
A principios de los años 60, durante el periodo de la Segunda República, se tomaron
una serie de medidas para restaurar los Centros Penales en especial la Penitenciaría
Central y darle a los internos un tratamiento acorde a su condición humana, misma que
no tuvieron en las décadas 30 y 40.
A mediados de los años 60, la firma consultora "León y Asociados", realizó un diseño
para cárcel de mujeres que sería construida en el Valle de Tamara.
En 1965 se realiza un diseño de reclusorios Penitenciarios para la región central el cual
sería construido en el sitio de San Juan de Liquitimay, jurisdicción de Ojo de Agua,
Municipio de Yucarán Departamento de El Paraíso.

En 1966 se diseñó un Centro Penal para San Pedro Sula, que sería construido en la
zona de Calpules en un lote donado por la Tela Railroad Company.

Entre 1967-1968 se realiza el diseño y construcción de los Centros Penales de El


Progreso y Márcala.
En 1969 durante la guerra Honduras El Salvador, fue incendiado el cuartel de
Ocotepeque donde también funcionaba el Centro Penal reconstruido este último en
1970.

El Presidente de la República Ingeniero Carlos Roberto Flores Facusse, mediante


Decreto Ejecutivo No. 250-98, de Febrero de 1998, considerando que la Secretaria de
Gobernación y Justicia, y la Junta Interventora de la Policía, suscribieron un Convenio
en el que se establecen las obligaciones asumidas por cada uno de ellos, con el objeto
de dirigir y apoyar el funcionamiento de los Centros Penales del País y conociendo que
el Subsistema Penitenciario, se encontraba atravesando una crisis emergente que
afecta la tranquilidad pública y la vida normal de la sociedad, el Presidente de la
Republica consideró depositar la confianza en la Fuerza de Seguridad Pública, para
que asumiera el control total de los Centros Penales del País, con el apoyo de las
Fuerzas Armadas, con la misión de evitar las evasiones, crear un clima de seguridad y
estabilidad interna de los Centros Penales, y corregir anormalidades operativas y
administrativas de los mismos.
Mediante Decreto Legislativo No. 156-98, del 8 de Agosto de 1998, la Dirección
General de Establecimientos Penales, pasa de la Secretaria de Estado en el Despacho
de Gobernación y Justicia, a la Secretaria de Estado en el Despacho de Seguridad,
recayendo la responsabilidad en la Dirección General de Servicios Especiales
preventivos.
El 30 de Octubre de 1998, la tormenta tropical Mitch azotó a Honduras ocasionando
enormes pérdidas humanas y destrucción a la infraestructura, los Centros Penales no
fueron la excepción, principalmente las vetustas instalaciones de la Penitenciaría
Central, donde hubo necesidad de evacuar a los 2800 internos al Estadios Nacional
"Tiburcio Carias Andino" y posteriormente a la nueva Penitenciaria Nacional "Marco
Aurelio Soto" con el traslado se produjeron motines en esta cárcel, donde murieron
internos y destruyeron en parte la infraestructura.
A partir de 1998, la situación de los centros penales del país se volvió inestable.
Incendios, motines y fugas masivas comenzaron a caracterizar la “crisis” del sistema
penitenciario hondureño.” Por ejemplo, en 2003 se produjo un incendio en la cárcel de
El Porvenir en La Ceiba que dejó un saldo de 68 muertos. Un año después se incendió
la cárcel de San Pedro Sula dejando 107 muertos. Y más recientemente (2012), en el
centro penal de Comayagua un incendio dejo más de 300 víctimas. Otro de los
problemas, que a través de la historia, afectó el sistema penitenciario fueron los
motines.
El Instituto Nacional Penitenciario fue creado mediante Decreto No.64-2012, de fecha
14 de mayo del 2012, publicado en el Diario Oficial La Gaceta No. 32,990 de fecha 3 de
diciembre de 2012, como un órgano desconcentrado del Estado (Artículo 7 de la Ley) y
Reglamentada mediante Decreto Ejecutivo No. 107- 2014, 12 de marzo del 2015,
A partir del 4 de diciembre del 2014, la administración de las cárceles del país pasó a
formar parte del recién creado Instituto Nacional Penitenciario (INP). Dependiente del
Ministerio del Interior y Población (Ahora Secretaría de Estado en los Despachos de
Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización), la administración de
las cárceles estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Servicios Especiales
Preventivos, la cual es parte integrante de la Dirección General de la Policía Nacional,
por disposición de la Ley Orgánica de la Policía Nacional (artículos 2, 11 y 52); y por lo
tanto, es parte de la cartera de la Secretaría (o Ministerio) de Seguridad".
A partir del año 2015 el estado de Honduras cuenta con un nuevo 'Reglamento General
de la Ley del Sistema Penitenciario Nacional', el cual es un instrumento jurídico que
regula el funcionamiento del Instituto Nacional Penitenciario, la vida en los Centros
Penitenciarios y Penitenciarías Nacionales, incluyendo entre otros aspectos el régimen
de visitas a personas privadas de libertad, el trabajo de los internos penales, el acceso
a formación, educación y salud, así como la labor de rehabilitación y reinserción social
de quienes se encuentran en condiciones para recuperar su libertad.

También podría gustarte